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Gaiy Fenstermacher y .

Jonas Sottis Fenstermacher y Jonas Soltis


e.nrocp. de la enseñalaza
... ~_..,...es de la enseñanza
ste libro se propone ayudar a los docentes, a los que aho-
ra se inician y a los que tienen ya una vasta experiencia,
a reflexionar sobre las prácticas de la enseñanza. Gary
Fenstermacher y Jonas Soltis se inspiran en perspectivas
clásicas y contemporáneas para describir tres enfoques
básicos de la enseñanza e investigan los lados fuertes y débiles de
cada uno de ellos.

¿Cuál es el objetivo fundamental de la enseñanza? ¿Qué expectativas


tenemos acerca de la evolución de los estudiantes? ¿La forma en que
estructuro mis clases influye en la visión que tengo de mi rol y mis
metas? Una reflexión sobre parecidas cuestiones permitirá a los do-
centes hallar significados nuevos para su práctica.

Cada capítulo del libro ofrece estudios de casos, diálogos y preguntas


abiertas que se han diseñado para que los docentes puedan obtener
una valoración crítica de la posición filosófica que ellos mismos asu-
men en sus prácticas de la enseñanza.

GARY FENSI'ERMACHER es profesor de Fundamentos de la Educación


en la Universidad de Michigan. Ha publicado muchos trabajos sobre
filosofia de la enseñanza e investigación educativa.

JONAS SOLTIS es titular de la cátedra Wtlliam Heard Kilpatrick Pro-


fessor Emeritus de Filosofia de la Educación, en el Teachers College
de la Universidad de Columbia. Es autor, coautor y editor de nume-
rosas publicaciones en el campo de la filosofia de la educación.

ISBN 950-518-805-6

9 789505 188055
El capítulo 1 presenta los tres enfoques que se expo-
nen elaboradamente en todo el libro, a la luz del aná-
lisis de casos de tres docentes que revelan, cada uno
de ellos, una visión diferente y clara de la enseñanm

Los tres enfoques son: el del ejecutivo, el del terapeu-


ta y el del liberador. El enfoque del ejecutivo ve al
docente como un gestor habilidoso del aprendizaje,
que busca elevar el rendimiento académico de sus
alumnos. El enfoque del terapeuta lo ve como a una
persona cuyo cuidado y cuya empalia ayudan a sus
estudiantes a realizarse. Y para el enfoque del libe-
rador, él es el responsable de que sus alumnos se de-
sarrollen en una ética de la autonomía en el saber y
en la virtud.

El conjunto de capítulos 2, 3 y 4 se destina a analizar


en profundidad cada uno de los enfoques. Analizan
sus rasgos fundamentales, sus raíces filosóficas y psi-
cológicas, sus supuestos y sus temas principales. El
capítulo 2, sobre el enfoque del ejecutivo, estudia,
entre otros, estos asuntos: conducción de clases, dis-
tribución del tiempo en la escuela, eficacia, conduc-
tismo, concepción causa-efecto sobre enseñanza y
aprendizaje, modelo proceso-producto en investiga-
ción. El capítulo 3, sobre el enfoque del terapeuta,
trata sobre diferencias individuales, autoestima, mo-
tivación, crítica social, humanismo, existencialismo.
El capítulo 4, sobre el enfoque del liberador, exami-
na virtudes morales e intelectuales, emancipación,
filosofia neo-marxista, corriente social cñtica. En el
capítulo 5 se ofrece un análisis comparativo de los
distintos enfoques en relación con las nociones de es-
colarización y las prácticas de la enseñanza. El capí-
tulo 6 fue espe cialmente elaborado para la tercera
edición del libro en inglés, en vista del éxito que ha-
bían alcanzado las ediciones anteriores. Aquí se revi-
san los tres enfoques a la luz de nuevos aportes en el DISTRIBUYE EN CHILE
campo de la didáctica y se estudia la vigencia de ca-
da enfoque en vísperas del siglo XXI. El capítulo 7 1ij .Uij¡ ij@,I§jlalizada Olejnik 1
establece vínculos entre la teoña y la práctica edu- 1Oriente1069, Local 5
Merced 820, Local 17
cativa sobre la base de estudios de casos. Fono: 632.0319 Fono/Fax: (71) 23.76.45
Fax: 632.09.8.1 - Santiago Talea
Enfoques de la enseñanza
Enfoques de la enseñanza
Gary D. Fenstermacher
Universidad de Michigan

Jonas F. Soltis
Teachers Coll,ege, Columbia

Amorrortu editores
Colección Agenda educativa Indice general
Directora: Edith Litwin
Approaches to Teaching (3ra. edición), Gary D. Fenster-
macher y Jonas F. Soltis
© Teachers College Press, Columbia University, 1998
Traducción, Alicia Bixio

Unica edición en castellano autorizada por Teachers Colle-


ge Press, Columbia University, Nueva York, y debida- 11 Agradecimientos
mente protegida en todos los países. Queda hecho el de-
pósito que previene la ley nº 11. 723. ©Todos los derechos 13 Nota para el alumno y el profesor
de la edición en castellano reservados por Amorrortu
editores S. A., Paraguay 1225, 7º piso, Buenos Aires. 15 1. Enfoques de la enseñanza

La reproducción total o parcial de este libro en forma 15 Tres docentes


idéntica o modificada por cualquier medio mecánico o 20 Tres maneras de concebir la enseñanza
electrónico, incluyendo fotocopia, grabación o cualquier 23 Educar personas
sistema de almacenamiento y recuperación de informa- 26 Una fórmula útil
ción, no autorizada por los editores, viola derechos re-
servados. Cualquier utilización debe ser previamente 31 2. El enfoque del ejecutivo
solicitada.
31 Conducir una clase
Industria argentina. Made in Argentina 36 Tiempo para las tareas
38 Características de este enfoque
ISBN 950-518-805-6 41 Críticas
ISBN 0-8077-3809-3, Nueva York, edición original 43 La eficacia del docente
46 El Informe Coleman
48 Investigación sobre la enseñanza
51 Reflexiones adicionales

55 3. El enfoque del terapeuta

56 Diferencias individuales
59 Características de este enfoque
65 Raíces en la crítica social
68 Psicología humanista
72 El existencialismo
74 Reflexiones adicionales

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79 4. El enfoque del liberador 170 Dilema del cuaderno de ejercicios
172 Un nuevo equipo de ciencia
79 Estudio de un caso 174 Necesidades individuales y necesidades sociales
81 Características de este enfoque 175 Curar la timidez
83 Las «maneras» en la enseñanza 177 ¿Qué estándar deberíamos usar?
86 Virtudes morales e intelectuales 179 Enseñar literatura «relevante»
87 Rasgos de carácter 181 ¿Maestra y madre?
90 Formas de conocimiento 182 Libertad y adoctrinamiento
96 La liberación como emancipación 184 ¿Demasiado joven para ser crítico?
99 La propuesta de paideia 185 Educación para la vida
102 Reflexiones adicionales 187 ¿Libertad de expresión?
189 ¿Cultura de masas o cultura de clase?
107 5. Refiexiones sobre los tres enfoques 192 Aprender química mediante la discusión
194 Diferentes estilos de aprendizaje
107 Educación y escolaridad 196 Compatibilidad de enfoques
110 Realidades sociales y políticas 198 Competencia de cometas
112 ¿Cómo debería yo enseñar?
113 ¿Diferencias irreconciliables o integración? 201 Ensayo bibliográfico
115 Reflexiones finales

121 6. Refiexiones para la tercera edú:wn

123 ¿Son compatibles los tres enfoques?


127 Revisemos el enfoque del ejecutivo
133 Revisemos el enfoque del terapeuta
138 Revisemos el enfoque del liberador
147 Los aspectos multiculturales de los distintos
enfoques de la enseñanza
151 ¿Cómo decidir el propio enfoque?

155 7. Casos y discusiones

158 Políticas de calificaciones


161 Una Persona Educada
163 Disparidad entre enfoque y escuela
165 El docente: ¿ingeniero o artista?
167 Aprendizaje individualizado
169 ¿Cuándo el control es excesivo?

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Agradecimientos

Queremos expresar nuestro agradecimiento a las


instituciones y personas que han contribuido de dife-
rentes maneras a redactar este libro y a completar las
sucesivas ediciones. Citamos a Tom Rotell, Lois Patton
y Susan Liddicoat de Teachers College Press. Agrega-
mos y agradecemos sus continuos esfuerzos a Carole
Saltz, nombrada directora de Teachers College Press
precisamente cuando se publicó la primera edición, y a
Sarah Biondello; las dos apoyaron y alentaron la redac-
ción de la segunda edición. También a Sandra Pak, a
Bronwyn Britt y a Peter Sieger, quienes contribuyeron
con su experiencia en la producción; y a Mel Berk, que
nos ayudó a alcanzar una amplia audiencia. En reali-
dad, todos los integrantes de Teachers College Press
nos brindaron un enorme apoyo. Nancy Soltis también
merece un reconocimiento especial por su paciencia, su
amor y su comprensión a lo largo de lo que a veces pa-
recía ser un proceso interminable de escritura y por
volver a pasar en limpio los cambios de la segunda
edición. Virginia Richardson, la afable esposa de Gary,
le ofreció los sabios consejos y la profunda intuición de
una admirable colega y una maravillosa amiga. David
Berliner y Lee Shulman compartieron con nosotros su
saber académico y su amistad. Karl Hostetler participó
con habilidad como asistente de investigación y como
hombre a cargo de la primera edición. Tanto él como las
siguientes personas aportaron ideas para los estudios
de casos y las discusiones que se incluyen en el capítulo
6: Tim Counihan, Susan Moyers, Barbara Reynolds,
Jant Skupien y Michael Weinstock. En la segunda edi-

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c~ón, Susan Shaw nos brindó una descripción percep- Nota para el alumno y el profesor
tiva del docente terapeut a en acción. Fran Simon nos
proporci onó sus habilida des para manejar el pro-
cesador de textos en la primera edición. Y por último,
pero no por ello menos importan te, agradece mos a
nuestros profesores, nuestros estudian tes y nuestros
colegas que nos alentaron a reflexionar profunda mente
sobre la docencia.
Este libro fue concebido para que se lo pueda utilizar
de diversas maneras que se adecuen a los propósitos y
el estilo del profesor. Se lo puede utilizar en un curso so-
bre los fundame ntos de la enseñanza. Puede servir de
base para un curso sobre la materia que trata, como lec-
tura complementaria o como fuente de ejemplos y diá-
logos que estimule n la discusión en clase.
Lo redactamos con un estilo y un tono que presupo-
nen su utilización inicial en un curso sobre fundamen-
tos de la educación o de introducción a la docencia. Su
lectura no requiere ningún conocimiento previo sobre
pedagogí a y el estilo busca, de manera por completo
deliberad a, que el alumno aborde el material lo más
pronto posible. Utilizarlo en los comienzos del curso
puede ser provechoso porque el libro tiene muy en cuen-
ta el deseo de muchos de los nuevos estudian tes del
profesorado de aprender los «aspectos prácticos» de la
enseñanz a. El empleo del estudio de casos contribuye a
ese propósito . Al mismo tiempo, tratamos de mostrar
que no se puede prescindir de la indagación conceptual
y teórica si se quiere llegar a ser un docente eficaz y
reflexivo. Durante los seis años en que utilizamos el li-
bro, comprobamos que es útil adoptarlo como el primer
texto de nuestros cursos de formación docente.
Si usted no ha enseñado antes empleando el método
de casos, probablemente considerará de interés las si-
guientes sugerencias.

l. Es importan te establec er un buen clima para la


discusión, un clima en el que los estudian tes sientan

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la libertad de expresa r abiertam ente sus opiniones l. Enfoq ues de la enseñ anza
sin temor al ridículo y también la libertad de cuestio-
nar los puntos de vista sinceros de los demás con ar-
~entos racionales y proponiendo alternat ivas ge-
numas.
2. Las buenas discusiones grupales se pueden alentar
pidiendo a los estudian tes que lean los casos y pre-
paren sus respues tas a los problemas que estos plan-
tean antes de la clase, de modo que la discusión se Este libro trata de diversas formas de entende r la
inicie con algunas ideas previas y en cierta dirección. enseñan za. Con él invitamos al lector a reflexionar so-
3. Par~ ~ue las discusiones den fruto, es preciso que los bre algunas concepciones básicas de la labor docente.
particip antes se presten atención cuidadosa unos a Creemos que la manera de entende r la docencia tendrá
otros además de exponer sus ideas. Conviene asi- un gran efecto en lo que haga el docente. Para ayudar a
mismo evitar juicios rápidos sobre las ideas de otros ilustrar lo que querem os decir comenzaremos con un
P?rque antes hay que entende r bien sus puntos de perfil de la forma de enseñar de tres docentes muy dis-
VISta Ylas razones que los llevan a sustent ar su posi- tintos entre sí, pero todos ellos completamente eficaces.
ción. Probabl emente el lector haya tenido profesores como
4. En el plano pedagógico, es útil que usted en su con- estos. Las manera s en que entiend en la enseñan za se
dición de conductor de la discusión, prese~te síntesis descubrirán, en la práctica, en cualquier disciplina y en
de lo que se ~aliza para que los alumno s tengan cualqui er nivel de instrucción, aunque aquí los haya-
present es las ideas que están enjuego , para aportar mos situado en un espectro de grados y de materia s. A
~ con.ocimient~ teórico que venga al caso y guiar las medida que usted vaya leyendo sobre los distintos mé-
discu~~ones hacia alguna conclusión racional, ya sea todos, formúlese estas pregunt as: ¿Qué los hace dife-
definitiva, ya sea provisional. rentes? ¿Cuál es para cada uno de ellos el objetivo prin-
cipal de la docencia y el propósito más importa nte de la
Esta tercera edición agrega hacia el final un capítulo educación? ¿Considera que alguno de esos estilos es
nuevo que reflexiona sobre los tres enfoques e invita a más atrayen te y se ajusta mejor a su propia intuición
u:1ª consideración más amplia del tratami ento que ini- sobre lo que es una buena enseñan za?
cialmente ofrecimos sobre ellos. Confiamos en instalar
así un.a dimensión más rica para los debates asiduos y
reflexivos que iniciará n, según esperam os, los lecto- Tres docentes
res de este libro. Para los que deseen ofrecer sus im-
pre.si?nes o co~entarios sobre algún aspecto del libro, Jim Barnes ha enseñado durante los últimos doce
recibrmos e-mails en gfenster@umich.edu. años en diferentes grados inferiores en la Bryant Ele-
mentar y School. Jim les gusta a los niños. Siempre se
muestra firme y al mando de la clase, pero también es
amable y cálido. Cree que su forma de contribuir a la
educación de esos niños es darles tanto un conjunto de

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habilidades básicas que les sean útiles durante toda la precisamente comienzan a descubrir quiénes son como
vida como un conocimiento de la disciplina específica personas. N ancy cree que la educación puede dar a los
que les permita progresar con éxito por su escolaridad y jóvenes sobre todo una perspectiva sobre ellos mismos,
eventualmente llegar a ser ciudadanos bien informados sobre quiénes y qué son, y quiénes y qué llegarían a ser.
en una sociedad democrática. Nancy enseña como si cada palabra de literatura que
Jim Barnes ha experimentado con una cantidad de leen hubiera sido escrita para que la conectaran con sus
diferentes materiales curriculares, pero los que prefie- propias experiencias de vida. Ha comprobado que escri-
re y que considera más efectivos comparten una serie bir un periódico ofrece un canal real que da salida a los
de características comunes. Son materiales muy orga- sentimientos y hace crecer y desarrollar perspectivas
nizados y sistemáticos, que los niños pueden seguir con personales, y es un vehículo que alienta la capacidad de
facilidad. A causa de la secuencia lógica de estos ma- cada estudiante de comunicarse y escribir con eficacia.
teriales, los alumnos pueden desarrollar muy pronto Son los propios estudiantes quienes eligen los libros
pautas y estrategias útiles para manejarlos. Son mate- porque tratan los temas sobre los que ellos quieren leer.
riales progresivos; es decir, los niños necesitan lo que No existe un curriculum prefijado. Todos los libros de la
aprenden hoy para resolver lo que harán mañana. Ca- biblioteca del colegio están permitidos. Las discusiones
da nuevo aprendizaje se construye sobre el anterior y de aula son diálogos genuinos, donde personas iguales
conduce al siguiente. Jim apela también a numerosas comparten experiencias de lectura. Más que dirigir la
evaluaciones no intimidantes que le permiten conocer clase, Nancy la sigue con todos los demás. Comparte
con exactitud el desempeño de cada alumno, el aspecto sus perspectivas y valores con sus estudiantes; y ellos la
específico en que necesita ayuda y el momento en que ven como una persona adulta simpática, comprensiva,
cada uno está preparado para seguir avanzando. Jim se alentadora, diferente de la mayoría de los adultos que
enorgullece de ser un docente muy eficaz y productivo. conocen. También la ven como una profesora que se
Lo importante es sobre todo que con él los niños tie- preocupa por ellos tanto como se preocupa por la mate-
nen una sensación de realización. Se enorgullecen de ria que dicta. Su amor por la literatura y la poesía es in-
sus logros y más de uno ha puesto a prueba la paciencia dudable; puede verse en el brillo de sus ojos. Ninguno
de sus padres insistiendo en recitar todas las tablas de de los alumnos duda tampoco de que N ancy los respeta
multiplicar o el Discurso de Gettysburg, y demostrarles a todos por igual. Lo demuestra en sus interacciones ge-
que pueden resolver diez problemas dificiles de mate- nuinas con cada estudiante. ANancy le gusta esta rela-
máticas o clasificar todas las criaturas vivientes en sus ción formativa con sus jóvenes alumnos.
correspondientes categorías zoológicas. En las clases de
Jim hay un espíritu de «poder-hacer». Es un docente Roberto Umbras enseña historia y estudios sociales
que dirige y conduce con entusiasmo; maneja la clase y en una escuela superior que sufre los diversos proble-
hace las tareas con habilidad; juzga y evalúa con equi- mas propios de los centros urbanos. Sin embargo, para
dad. Los materiales tienen sentido y la tarea es realiza- muchos las clases de Roberto son una isla de calma en
ble. Jim es un docente de éxito. un mar de conflictos. En su escuela abundan las tensio-
nes étnicas y raciales. Roberto comprende y respeta las
Nancy Kwong también obtiene éxito en lo que hace. diferencias culturales y trata de conducir a sus alum-
Enseña inglés a adolescentes de una escuela media que nos para que hagan lo mismo. No obstante, Umbras es

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ante todo un historiador. Su amor por la historia se le personales y cartas, de otras versiones directas y de los
manifiestó cuando aún era muy pequeño y, a medida informes oficiales. Todo esto hace que -para muchos
que Roberto progresaba en sus estudios, lleg~ a d~rse por primera vez- la historia cobre vida. Aunque unos
cuenta de que la mejor manera de aprender histona es pocos o quizá ninguno de sus alumnos lleguen algún día
aprender a ser un historiador. De modo que esa es la a ser historiadores, Roberto siente que ahora poseen
forma en que enfoca todas sus clases. Roberto cree que una apreciación del pasado, de las diferencias de inter-
la educación debería ser una iniciación a las muchas pretación y de las perspectivas culturales, y un método
sendas que los seres humanos trazaron para dar senti- para elaborar y sustentar sus afirmaciones sobre los
do al mundo. La historia y la matemática, la ciencia y la acontecimientos humanos. Sus alumnos se sienten ca-
literatura, la música y el arte, todas las disciplinas son pacitados.
caminos hacia el conocimiento. Las teorías y los méto-
dos de las ciencias sociales, por ejemplo, son maneras ¿Cómo caracterizaría usted el enfoque de cada uno
que hemos desarrollado para comprender el mundo so- de estos tres docentes? Jim procura transmitir los ele-
cial, y las habilidades y técnicas del historiad.or nos mentos básicos de su materia y la habilidad para mane-
ayudan a desenmarañar nuestro pasado colectivo Y a jarlos de la manera más eficiente posible. Nancy trata
darle sentido. de fortalecer la personalidad de sus alumnos haciéndo-
Sus alumnos inmediatamente advierten lo que tie- los participar de experiencias significativas que se co-
nen de especial las clases de Roberto. El los trata como nectan con sus propias vidas. Roberto se propone hacer
a personas capaces de pensar, de formarse opiniones e que sus estudiantes piensen como historiadores y lle-
ideas válidas. Ahora bien, esos alumnos pronto apren- guen a comprender las maneras en que tratamos de dar
den que las ideas y las opiniones tienen que estar res- sentido al pasado. Podríamos haber intercambiado es-
paldadas por datos. Los historiadores no pueden limi- tas concepciones de la enseñanza entre los distintos ni-
tarse simplemente a contar relatos interesantes; tienen veles de instrucción y las diferentes disciplinas. Por
que suministrar pruebas de sus afirmaciones e inter- ejemplo, el enfoque de Jim podría haberse utilizado en
pretaciones. Quizá lo más atractivo que aprenden es las clases de historia del ciclo terciario; el de Nancy en
que no hay una historia sola verdadera. La historia ha los grados elementales de Jim, y el de Roberto, en las
sido escrita por seres humanos que intentan explicar el clases de literatura de la escuela media.
pasado y nadie está exento de ser tendencioso en algún Lo importante que debemos advertir aquí es que la
sentido. visión que cada uno tiene de su labor y su objetivo de do-
En muchas de sus clases Roberto imita al historia- cente determina en gran medida el modo en que es-
dor en plena tarea y les pide a sus alumnos que hagan tructura su enseñanza. En este libro queremos ayudar
lo mismo. Buscan materiales primarios y fuentes se- al lector a indagar los tres enfoques básicos de la ense-
cundarias que se relacionen con un acontecimiento o ñanza y a reflexionar sobre ellos. Por una cuestión de
con un determinado período de tiempo. Luego se gene- practicidad los hemos denominado el enfoque «del eje-
ran conjeturas e hipótesis y se examinan los materiales cutivo», el enfoque «del terapeuta» y el enfoque «del
para comprobar si es posible reunir suficientes datos liberador>>, aunque se los suele llamar de muchas otras
para apoyar sus interpretaciones inexpertas. Los. es~u­ maneras. Cada uno de ellos tiene sus raíces históricas
diantes disfrutan de verdad de la lectura de d1anos así como su estructura contemporánea de sustento aca-

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démico y de investigación. Pero lo más importante es tante significación personal. Al parecer, Nancy Kwong
que cada uno de ellos puede suministrar al lector una utilizaba este enfoque.
guía para investigar sus propias intuiciones sobre lo El enfoque del liberador ve al docente como un liber-
que debe hacer el docente. tador de la mente del individuo y un promotor de seres
No obstante, los estudiantes deben recordar que es- humanos morales, racionales, entendidos e íntegros.
tos enfoques son concepciones de la enseñanza. Son Roberto Umbras parece haber utilizado esta perspec-
ideas sobre lo que es y debería ser enseñar. Como tales, tiva. La idea clásica de educación liberal respalda la
son productos del espíritu humano y no un reflejo in- principal versión contemporánea de este enfoque y es la
mutable de un ser real del mundo. Como tales, son tam- ~TlÍca en la que insistiremos en este libro. 1
bién susceptibles de evaluación y crítica; se las puede Esperamos que el lector advierta ahora que es mu-
adaptar, rechazar o modificar. Son tres perspectivas di- cho lo que hay para aprender y reflexionar sobre las
ferentes que los educadores contemporáneos emplea- diversas maneras de concebir la enseñanza. Es eviden-
ron para concebir las actividades de enseñanza de las te que se puede enseñar sin pensar en el enfoque que
maneras que, según creen, ayudarán al futuro docente se aplica, como se puede ser un amante o un padre sin
a cumplir mejor con su tarea. reflexionar demasiado sobre el sentido del amor o los
deberes y responsabilidades parentales. Pero creemos
que los docentes proresionales sólo llegan a serlo cuan-
Tres maneras de concebir la enseñanza do reflexionan sobre su vocación y optan por una pos-
tura respecto de ella que los guía y los sostiene en la im-
El enfoque del ejecutivo ve al docente como un ejecu- portante tarea de educar a personas. También creemos
tor, una persona encargada de producir ciertos aprendi- que en este momento saber es poder. Saber sobre di-
zajes, y que utiliza para ello las mejores habilidades y ferentes enfoques docentes dará al futuro profesional el
técnicas disponibles. En esta perspectiva, son de gran poder de elegir maneras de enseñar con las que alcan-
importancia los materiales curriculares cuidadosa- zará los propósitos más altos de la más noble de las
mente elaborados y la investigación sobre los efectos de profesiones, que ayuda a los individuos a convertirse en
la enseñanza, pues estos proporcionan al docente las personas cabales. Por otra parte, comprender las diver-
técnicas y los conocimientos necesarios para gobernar sas concepciones ofrece una variedad de maneras de re-
la clase y producir el aprendizaje. Probablemente Jim
Barney utilizaba este enfoque. 1 El enfoque del emancipador (que tratamos brevemente en el
El enfoque del terapeuta ve al docente como a una capítulo 4) no está representado en nuestra reseña salvo, quizá, de
persona empática encargada de ayudar a cada indivi- manera oblicua en la intención de Roberto de crear en sus clases una
conciencia sobre las diferencias culturales. Este es un enfoque surgido
duo en su crecimiento personal y a alcanzar un elevado recientemente del pensamiento neo-marxista contemporáneo, que
nivel de autoafirmación, comprensión y aceptación de busca emancipar a las personas comunes de las fuerzas económicas y
sí. En la base de esta perspectiva están la psicoterapia, políticas de la sociedad, que las mantienen oprimidas y apartadas de
la plena igualdad. Si al lector le interesa el tema, puede encontrar un
la psicología humanista y la filosofia existencial, pues informe más completo en Walter Feinberg y Jonas F. Soltis, Sclwol
ella se concentra en el objetivo de que los estudiantes and Society, Nueva York: Teachers College Press, 1992, y en Decker F.
desarrollen su propio ser como personas auténticas me- Walker y Jonas F. Soltis, Currículum and.Aims, Nueva York: Teachers
diante experiencias educativas que tengan una impor- College Press, 1992.

nn 21
flexionar sobre lo que se hace y sobre la relación entre lo Educ ar perso nas
que se procu ra como docente y lo que en efecto se logra
En las breves presen tacion es que hicimos de Jim
con los alumnos. Y esto entra en la definición de un edu-
Barne s, Nancy Kwong y Roberto Umbr as, tratam os de
cador comprometido, reflexivo y responsable.
hacer ver que el modo de concebir la enseñ anza -se
Quizá todo esto lleve al lector a pensa r que lo invita-
trate del manejo eficiente y efectivo del aprendizaje, del
mos a elegir una de las tres postur as mencionadas. En
desarrollo terapéutico de la personalidad o de la libera-
realidad, hacemos todo lo contrario. Lo gue sostendre-
ción y desarrollo de la mente con la iniciación en un
mos en. este libro es gue cada enfoque contiene valores y
camino de saber - determ ina la dirección, el tono y el
ro sitos ue son apropiados en ciertas situaciones de
estilo del docente. Pero hay algo más que tambi én ejer-
enseñ anza, así como son mora mente prefer ibles en
ce una gran influencia en la maner a de enseñ ar: lo que
cierta s circun stanci as. Quizá no result emos convin-
el docente desea que sus estudi antes lleguen eventu al-
centes. En definitiva sostendremos que estos enfoques
mente a ser. ¿Qué tipo de persona es buena , feliz, plena
son básica mente incompatibles y están en conflicto en-
y productiva, y cómo puede la actividad docente ayuda r
tre ellos. Por consiguiente, cada estudi ante puede des-
a los estudi antes en el proceso de llegar a ser personas
cubrir razone s decisivas para adopta r una postur a en
educadas?
detrim ento de las otras. Y segura mente no será el único
Para tratar de responder estas pregu ntas, imagine-
en adopta rla. Defenderá la coherencia, la corrección o
mos que al convertirse en personas educa das los indivi-
la superi oridad moral de una posición. Todo lo que le
duos recibieran un tarjeta de P. E., un certificado del ta-
pedimos en relación con su posición es que reflexione
maño aproximado de una tarjeta de crédito. En la parte
seriam ente sobre las virtud es y defectos de estos en-
superior, con grand es letras mayúsculas (como aparece
foques, sobre su conveniencia para tratar con seres hu-
el nombr e del banco en las tarjeta s de crédito) dice Per-
manos y sobre sus propios compromisos como educador.
sona Educada. ¿Qué autori zaría a los seres human os a
Llegue a la conclusión que llegue, esa será su concep-
tener una tarjet a P. E.?¿Cuáles serían los requerimien-
ción y su opinión reflexiva y deliberadamente elegida. Y
tos? A fin de contes tar estas pregu ntas (y quizá para sa-
ese es el objetivo que buscamos: alenta r a los estu-
ber si estam os calificados para obtene r una tarjeta se-
diante s a reflexionar sobre los diferentes enfoques de la
enseñ anza. mejan te) t endría mos que especificar qué es una per-
sona educada. Esto no debería ser un gran problema.
El libro concluye con un capítulo de casos y discusio-
«Una person a educa da es alguien que ha aprendido lo
nes que sugeri mos utiliza r select ivame nte a medid a
básico: leer, escribir, ciertas nociones de aritmé tica ...
que se va leyendo cada capítulo, para concentrar y es-
No, uno necesita más que eso. Debe ser bachiller... no,
timula r la reflexión sobre impor tantes aspectos y apli-
gradu arse en la universidad. . . Espere un minuto; al-
caciones de estas concepciones básicas de la enseñ anza.
gunas personas son bachilleres y hasta se han gradu a-
Por ejemplo, el caso «Competencia de cometas», al final
do en la univer sidad sin estar muy bien educa das ...
del capítulo 7 brinda la oportunidad de observar a tres
Quizás haga falta . .. Oh, oh.» ¡La cosa no es tan sencilla
docentes del mismo grado que enfocan un mismo pro-
como parece a simple vista! Comencemos de nuevo.
yecto de mane ra por completo diferente. El lector puede
Uno podría decir que una person a educa da es sim-
remiti rse a él ahora, antes de seguir avanzando.
pleme nte alguie n que ha completado los cursos estable-

C)C)
23
cidos por una institució n educativa , se trate del nivel actividad normativ a dirigida a ayudar a los individuos
elementa l, del colegio secundario o de la facultad. Es lo a desarroll arse hacia una imagen de lo que significa ser
que se necesita para estar calificado. De modo que todos un ser humano acabado y pleno. Ampliare mos estas
podrían recibir su tarjeta de P. E. en el momento de su ideas más adelante cuando analicem os los diferente s
graduació n, así como ahora todos reciben un diploma. enfoques y sus diversos supuesto s normativ os y sus im-
Pero conocemos a muchas personas con diplomas que plicaciones. Ahora volvamos a la tarjeta de P. E.
no son realment e educadas y a algunas otras que nunca La calificación para obtener la tarjeta depende en
recibieron un diploma y se las arreglaro n para educar- gran medida del significado pleno de la expresión «per-
se a sí mismas. De modo que preferiría decir que ser sona educada». Si una persona educada es sencillamen-
una persona educada requiere algo más que cumplir los te un graduado , luego lo único que nos hace falta para
ciclos correspondientes en una institución educativa y recibir la tarjeta es asistir a la escuela y alcanzar los ni-
graduars e. Alguien podría pensar que una persona veles mínimos; todos recibirían su tarjeta en el momen-
educada será aquella que ha alcanzado el nivel acepta- to de graduars e. Si, por el contrario, la persona en cues-
ble de saber y pericia necesarios para hacerse cargo de tión necesita adquirir ciertas caracterí sticas para ser
las responsa bilidades propias de la edad adulta. Pero reconocida plename nte como una persona educada, de-
quizá ni siquiera esto sea suficiente. Tal vez ser una berá satisface r ciertos criterios de calificación antes de
persona educada exija tener conocimiento de los clá- obtener su tarjeta. Para aclarar la idea, simplifiquemos
sicos, apreciar el arte y la música, y poseer un espíritu las cosas y supongam os que en cierta sociedad sólo hay
crítico. O quizá requiera algo más. ¿Qué piensa usted? cuatro criterios de calificación para alcanzar el recono-
¿Cómo imagina usted a una persona educada? cimiento de persona educada. En esa sociedad, antes de
Observemos lo que ocurre con estas especificaciones. recibir su tarjeta, una persona debe poder 1) leer y en-
Comienz an con lo absolutam ente básico, un nivel con tender el material corriente publicado (periódicos, li-
un mínimo de sentido -una persona educada es al- bros, mapas e informes no técnicos), 2) escribir y hablar
guien que se h a graduado en una institució n educacio- con argumen tos sólidos, 3) hacer los cálculos que re-
nal especifi cada- y asciende n hacia una concepción quiere la vida cotidiana, y 4) estar familiarizado con las
grandios a de la Persona Educada completa. La defini- leyes y la constituc ión de la nación en la que el indi-
ción comienza siendo mínimam ente descriptiva y pasa viduo vive.
a ser cada vez más prescriptiva; pasa de decirnos qué es Si estos cuatro requerim ientos fueran criterios para
una persona educada en un sentido corriente, a decir- obtener la tarjeta, sabríamo s mucho más de la persona
nos cómo deberíam os ser para que nos consideren per- que la porta que si el único criterio para recibirla fuera
sonas plename nte educadas en un sentido ideal. Cuan- haberse graduado en una institució n. Precisam ente,
do una definición como esta de «persona educada» varía esos criterios de calificación podrían parecern os tan
de este modo, los :filósofos dicen que su carácter se vuel- bien que creyéram os que en la sociedad en que vivimos
ve más normativ o. Normativo significa evaluativ o, que todo el mundo debería mínimam ente cumplir con ellos,
especifica normas, caracterí sticas o niveles deseables. no importa la escuela a la que haya asistido o si se
La idea de lo normativ o es importan te porque es casi graduó o no en ella. Después de todo, para ser un ciuda-
imposible hablar de educación y enseñanz a sin introdu- dano bueno y productivo uno debería conocer lengua y
cir consideraciones de valor normativo. Educar es una matemát ica, ser capaz de procurars e el propio sustento

25
tuado entre las letras D y E es la letra griega fi y desig-
y aportar a la sociedad con conciencia de los básicos
na una acción. La fórmula se lee del modo siguiente: el
valores, derechos y obligaciones de ser un ciudadano.
docente (D) enseña(<¡>) al estudwnte (E) cierto contenido
Toda sociedad exige de cada miembro una forma de
(x) a fin de alcanzar cierto propósito (y). Este recurso
educación que le permita desempeña r un rol productivo
aparentem ente sencillo trae consigo enormes comple-
en su seno. Cuando una sociedad se compromete a edu-
jidades, problemas, cuestiones y nuevas percepciones.
car a la mayoría de sus niños y jóvenes, suele definir las
Tomemos, por ejemplo, lax, o la parte que correspon-
escuelas como los sitios donde desarrollar á esa tarea.
de al contenido de la fórmula. La x no sólo designa cier-
En la mayor parte de los países del mundo, las escuelas
tas áreas temáticas, como la literatura, la matemátic a
están financiadas por el gobierno y la asistencia a ellas
o la historia; simboliza además aspectos diferentes del
hasta cierta edad es obligatoria. En las sociedades que
contenido por adquirir, como datos, habilidades, com-
tienen amplios sistemas de educación pública y obli-
prensiones, creencias, sentimientos o aun rasgos de ca-
gatoria, se suele suponer que es allí adonde los niños y
los jóvenes asisten para obtener sus tarjetas de P. E. rácter. Por ejemplo, supongamos que enseñamos quí-
Entonces, lo que una sociedad define como persona mica y hacemos que los estudiante s realicen un experi-
educada -los criterios que se satisfarán antes de ob- mento de destilación. Además de utilizar este ejercicio
tener la tarjeta de P. E.- también influye mucho en lo para enseñar los estados y las fases (líquida, sólida y
gaseosa), algo (x 1 ) que queremos que los alumnos co-
que los docentes hacen en sus clases. Si la sociedad es-
nozcan, también les enseña (x2 ) cómo construir un apa-
tipulara que puede extenderse la tarjeta a quienes sa-
rato de destilación. Construir el aparato de destilación
ber leer, escribir y hacer cuentas, este criterio ejercería
es algo que pretendem os que los estudiante s aprendan
cierta influencia en la concepción del docente. Si la so-
a hacer; se trata de una aptitud, como tal un tipo de ha-
ciedad diera prioridad al bienestar emocional, a la sa-
lud mental y a la felicidad por encima de la lectura, la bilidad diferente del conocimiento que tienen sobre fa-
ses y estados. De modo que x puede tener -y a menudo
escritura y el cálculo, es probable que el enfoque peda-
tiene- múltiples significaciones. Podría designar cual-
gógico fuera otro. La visión que se tenga de la enseñan-
quier cantidad de diferentes tipos de rendimientos es-
za y la concepción de lo que es una persona educada son
tudiantiles , y los diferentes enfoques pueden poner el
dos puntos de vista estrecham ente unidos entre sí.
acento en diversos conjuntos de estos. Por ahora no es
necesario enredarnos en esas complejidades. En reali-
Una fórmula útil dad, el objeto de la fórmula es reducir la complejidad
aparente de los diferentes enfoques de la enseñanza
A medida que examinamos los enfoques de la ense- mientras los examinam os a fondo uno a uno. Veamos
ñanza expuestos en este libro, conviene apelar a una otro ejemplo del funcionamiento de la fórmula.
fórmula para impedir que los rasgos significativos de Tomemos el símbolo y que en nuestra fórmula desig-
cada enfoque se pierdan en los detalles de la discusión. na el objetivo, el propósito. ¿Con qué fin (y) el docente
Ya insinuamo s la complejidad de los factores que inter- introduce al alumno en el estudio de cierto contenido
vienen. Al enseñar nosotros mismos estos enfoques (x)? En este libro examinare mos tres propósitos princi-
comprobam os que una fórmula breve puede ser del pales. El primero es que el estudiante adquiera conoci-
gran utilidad. El enunciado sería: D<¡>Exy. El símbolo si- miento específico; el segundo, que llegue a ser una per-

27
sona auténtica, y el tercero, que libere su mente. Pode- enfoques? Antes de pasar al próximo capítulo, en el que
mos advertir que un cambio en y alterará dramática- examinare mos más exhaustiva mente el enfoque del
mente <p y x. Cuando el docente encara la enseñanza (<p) ejecutivo, tal vez convenga leer en el capítulo 7 el caso
con el propósito de preparar a sus alumnos para que es- «Políticas de calificaciones» y la discusión sobre lo que
tos aprendan algo en particular (y =propósito del ejecu- en verdad significa ser «Una Persona Educada». Esto
tivo), el modo que tiene el docente de abordar al alumno dará la oportunidad de examinar las propias inclinacio-
y el contenido es muy diferente de cuando aquel se pro- nes hacia las diferentes concepciones y la noción de Per-
pone liberar la mente del estudiante (y = propósito del sona Educada antes comenzar a estudiar de manera
liberador) o desarrollar el yo (y= propósito del terapeu- más rigurosa estas importante s cuestiones. En el ca-
ta). Por ejemplo, imaginemos a un profesor de litera- pítulo 7 también aparece un caso titulado «Disparida d
tura inglesa que utiliza el enfoque del ejecutivo. Proba- entre enfoque y escuela» que plantea otro problema
blemente estructura ría el curso y las clases individua- sobre elegir el propio enfoque. Allí se puede ver que, en
les buscando preparar a los estudiante s para seguir este sentido, son muchos los aspectos sobre los que es
luego cursos más avanzados de literatura inglesa y qui- necesario reflexionar.
zás, eventualm ente, hacerse especialistas en literatura
inglesa. Se pondría énfasis en cubrir todo el campo de la
asignatura y obtener un conocimiento específico.
Imaginemo s a otro profesor que utiliza el enfoque
del liberador. Podría enseñar literatura inglesa con la
intención principal de alentar a sus estudiante s a re-
flexionar sobre aspectos de la naturaleza humana y de
las emociones que no es frecuente encontrar en las ex-
periencias cotidianas, y ayudándolos a ver y compren-
der otras maneras de concebir y percibir el mundo. Este
profesor cree que enseñar cosas situadas más allá de la
comprensi ón inmediata de cada uno -como los via-
jes- amplía la mente. Nos libera de la estrechez de
nuestro pequeño mundo circundante.
Imaginemos a un tercer profesor que utiliza el enfo-
que del terapeuta. Podría emplear la literatura para
ayudar a los estudiante s a mirar el interior de su propia
alma, a reconocer sus propios sentimientos y como an-
tes quizá no lo podían hacer. Para este profesor, llegar a
ser una persona educada es conocer y formar el propio
yo de manera auténtica. Enseñar es ayudar a las perso-
nas a alcanzar su verdadero yo.
¿Qué profesor de literatura preferiría usted tener?
¿Tiene usted ya una predisposición hacia uno de estos

29
2. El enfoque del ejecutivo

Las aulas son lugares complejos. Con frecuencia, en


un espacio absolutamente estrecho conviven veinticin-
co o treinta y cinco niños con una o dos personas adul-
tas. Y allí ocurren muchas cosas. Los niños están por-
que se considera que ese es su lugar y los docentes están
tratando de introducir a sus alumnos en el estudio del
contenido prescripto. La complejidad de las aulas,
unida a la exigencia de que en ellas ocurran determina-
das cosas, implica que hay que encontrar un modo de
manejarlas.

Conducir una clase

¿Cómo manejaría usted un aula? Piense en ello. Su


tarea es introducir a los alumnos en alguna tarea aca-
démica. Para lograrlo usted debe determinar lo que hay
que enseñarles (las guías curriculares pueden ser úti-
les en este sentido). Luego, usted debe establecer si los
alumnos que asisten a su clase están capacitados (pre-
parados) para aprender lo que está prescripto para
ellos. Después de haber hecho un diagnóstico de los es-
tudiantes a fin de determinar si están aprestados para
aprender el material que usted les quiere presentar, us-
ted puede llegar a la conclusión de que no están comple-
tamente preparados para ello. Quizá deba entonces re-
visar el material y adaptarlo de modo tal que sea accesi-
ble a sus alumnos. Una vez que tenga listo el material,
imaginará cómo desarrollarlo. ¿A qué mecanismos mo-
tivacionales recurrirá para interesar a sus alumnos y
tes espontán eos de la enseñanz a de esos temas. La ta-
mantener los atentos? ¿Qué estructur a de clase contri-
rea de enseñar parecía bien sencilla: simpleme nte po-
buye mejor a.l éxito del aprendizaje? ¿Grupos pequeños,
ner a un grupo de jóvenes en un salón, presentar les una
grupos amplios, la práctica que abarca al conjunto de la
clase bien construida, y punto: el profesor podía regre-
clase, el aprendiz aje independiente?
sar a su casa con la satisfacción del deber cumplido. Es-
Y esta es sólo la etapa de planificacwn. Tras deter-
ta perspectiva prevaleció durante buena parte del siglo
minar lo que hay que hacer, es preciso hacerlo. Por bien
pasado y la mayor parte del actual. Luego, los inves-
trazado que esté un plan, siempre se dan situaciones
tigadores comenzaron a estudiar las situaciones reales
que imponen alguna modificación. En la tarea docente
que se viven en el aula. Y comprobaron que eran mucho
uno toma permane ntemente decisiones sobre los estu~
más complejas de lo que la sabiduría popular de la épo-
diantes, el material y el éxito o el fracaso general de sus
ca había hecho que la mayor parte de la gente creyera.
esfuerzos. Probable mente usted revea su plan muchas
Y descubrieron que había profesores comprometidos en
veces mientras se esfuerza por enseñar su lección.
empeños más complejos y elaborados que aquellos que
Después .de haberla enseñado , usted tal vez haga
tradicion almente se les había acreditado.
una evaluación y compruebe que sólo seis de los veintio-
A medida que comprendíamos la complejidad de la
cho al~os comprendieron más de la mitad de lo que
situación que se vive en las clases, tal como la mostraba
usted explicó. Ahora usted debe volver a enseñar la uni-
la investigación sobre la enseñanz a, quedó claro que los
dad, pero se ve ante un nuevo obstáculo: ¿cómo recons-
docentes eran algo más que expertos en determin adas
truirla de modo que la mayor parte de los estudiant es la
entienda n? materias que contaban con interesan tes estrategi as pa-
ra inculcar las materias a sus alumnos. Lo que los in-
Toda esta complejidad exige una cuidadosa planifi-
vestigadores hallaron fueron docentes que manejab an
cación, una acción basada en el plan (aunque en el
ayudante s de clase, tenían que vérselas con padres eno-
transcurs o de la enseñanz a haya que hacer muchas re-
jados y con administ radores escolares que a veces inter-
visiones), una evaluación de seguimiento, revisión de
venían en las clases de manera perjudicial, se veían
los planes y un nuevo esfuerzo educativo. Estas son las
obligados a lidiar con libros de texto y materiale s com-
cosas que hacen los ejecutivos. Planifican, ejecutan el
plementa rios irrelevan tes o inapropiados y dedicaba n
plan, evalúan sus esfuerzos, luego hacen una reyisión X
grandes cantidad es de su tiempo a cumplir con las dis-
vu~lven a actuar. Los ejecutivos, por lo general, ma: posiciones políticas provenientes de las regulaciones lo-
neJan personas y recursos. Toman decisiones sobre lo
cales, estatales y federales; todo esto además de ense-
que ~arán las pe~onas, sobre el momento en que ello
ñar sus clases.
ocurnrá, sobre el tiempo que pueda requerirles hacerlo
No es sorprend ente que los investiga dores se sin-
Y sobre los niveles de rendimiento que determin an si es
tieran impresionados por el hecho de que los docentes
posible ~eguir a:ranzando hacia las nuevas tareas o si e§ afrontar an todas esas tareas y presione s y lograran
necesano repetir la gue se ha estado realizando.
manejarl as con diversos grados de éxito. Algunos inves-
Hasta no hace mucho tiempo, se había reflexionado tigadores (particul armente David Berlinerl) pensaron
muy poco sobre el papel de docente como ejecutivo. Por
el contrario, se concebía a los docentes simpleme nte co- 1 David C. Berliner, «The Executive Functions ofTeaching», In-
mo expertos en las disciplinas que enseñaba n, en tanto
structor, septiembre de 1983, págs. 29-39.
que se consideraba a los estudiant es como participa n-

33
que la metáfora del ejecutivo era exacta y útil para lle- res sobre la importancia de la variable tiempo en el
gar a comprender el trabajo de un docente. Con todo, no aprendizaje de los alumnos. 3 Y así redescubrieron una
era sólo la presión y la complejidad del aula lo que daba idea mu sencilla: en eneral los estudiantes a renden
su particular atractivo a esta metáfora. De los primeros o que estudian la cantidad de lo ue a renden está
estudios sobre la docencia surgió algo más. Pareció que eterminada en gran medida oor la cantidad de tiemw
la enseñanza efectiva podía analizarse en un conjunto que dedican a ese estudio.
acotado de habilidades genéricas o comunes. Es decir, No parece sorprendente, ¿verdad? Lo que sí sorpren-
independientemente del nivel del curso, de la naturale- de es el modo en que los docentes manejan el tiempo.
za de los estudiantes, de la disciplina en cuestión o de la Consideremos una distinción procedente de uno de los
cultura de la escuela, ciertas prácticas de enseñanza estudios más famosos sobre el empleo del tiempo de
parecían estar regularmente asociadas con logros en el enseñanza, el Beginning Teacher Evaluation Study
rendimiento estudiantil, en tanto que otras prácticas (BTES). 4 Los investigadores del BTES hicieron la dis-
de enseñanza aparentemente no tenían relación con el tinción entre el tiempo asignado y el tiempo empleado.
dominio de los contenidos que alcanzaban los alumnos. El tiempo asignado es la cantidad de tiempo que el
Así pudieron identificarse ciertas aptitudes ejecutivas maestro o la escuela estipula que debe dedicarse al es-
específicas para la enseñanza. '' tudio de determinado tema. El tiempo empleado es
Por ejemplo, la práctica de comportarse de manera aquel durante el cual un estudiante dado realmente
amistosa con los alumnos -hablar de los partidos de trabaja en ese tema. Lo que los investigadores compro-
algún deporte, las noticias nacionales o los chismes baron es que las escuelas y maestros primarios varían
referidos a la escuela- rw está asociada a los logros en ampliamente en cuanto al tiempo asignado para tratar
el aprendizaje. En realidad, la suspensión del traba- los diferentes temas. Algunos maestros podían asignar,
jo académico en clase ha sido tema de interesantes por ejemplo, cuarenta y cinco minutos por día a lama-
estudios en los que los investigadores observaron que temática, mientras otros le dedicaban sólo treinta; al-
los profesores y los alumnos elaboran «pactos» o «nego- gunos asignaban treinta y cinco minutos al estudio de
ciaciones» para dejar de lado el trabajo académico rigu- las ciencias, en tanto que otros apenas si tocaban tan-
roso y favorecer relaciones más relajadas y placenteras gencialmente el tema; algunos maestros dedicaban
en el aula. 2 Aunque cuando comenzaron los estudios siempre cuarenta o cincuenta minutos a las ciencias so-
sobre el empleo del tiempo educativo todavía no se ha- ciales, mientras otros podían asignarles entre cero y
bía elaborado el concepto de pactos profesor-alumnos, quince minutos algunos días, y entre sesenta y noventa
la ausencia del trabajo académico era lo suficientemen- otros días.
te notable para alertar a Berliner y a otros investigado-
3 David C. Berliner, «What's Ali the Fuss about Instructional
2 Michael W. Sedlak, Christopher W. Wheeler, Diana C. Pullin y Time?», en Miriam Ben-Peretz y Rainer Bromme, comps., The
Phillip A. Cusick, Selling Students Short: Classroom Bargains Nature of 'nme in Schools, Nueva York: 'Thachers College Press,
andAcademic Reform in the American High School, Nueva York: 1990, págs. 3-35.
4 La mejor descripción de este estudio para el educador prac-
Teachers College Press, 1986. Véase también Arthur G. Powell,
Eleanor Farrar y David K. Cohen, The Shopping Mall High ticante es el compilado por Carolyn Denham y Ann Lieberman,
School: Winners and Losers in the Educational Marketplace, Bos- comps., Ti.me to Learn, Washington, DC: National Institute of
ton: Houghton Mifflin, 1985. Education, 1980.

34 35
Tiempo para las tareas usted espera a que estén todos sentados en sus lugares.
Ya son las 10:39. Usted quiere hacer algunos anuncios y
Evidentemente, la cantidad de tiempo que se le asig- comunicarles a sus alumnos algunas cosas sobre las ac-
ne a una materia marca una tremenda diferencia en la tividades de la tarde y del resto de la semana. Son las
oportunidad de aprender de los alumnos. Si el maestro 10:41. Hay un revuelo en el fondo del aula. Usted pone
no dedica mucho tiempo a la matemática, no es sor- orden. Hora: 10:42. Usted comienza la clase de mate-
prendente que sus alumnos tengan un rendimiento po- mática dando algunas indicaciones sobre una tarea que
bre en los exámenes de esa materia. Sin embargo, esta quiere que todos hagan en sus carpetas de actividades
variación en el tiempo asignado no fue lo que en verdad y les dice que deberían poder hacerla en diez minutos
sorprendió de la investigación sobre el tiempo de ense- para que toda la clase la discuta luego. Pasa algunos
ñanza. La gran sorpresa estuvo en el tiempo empleado. minutos explicando cómo quiere que realicen la tarea.
Concentrándose en un grupo seleccionado de estudian- Estas instrucciones no les enseñan nada sobre mate-
tes de una clase, los investigadores midieron la can- mática; sólo sobre el modo en que hay que completar las
tidad de tiempo que esos alumnos empleaban realmen- páginas de actividades. Ya son las 10:46. Pasaron once
te en la actividad asignada, es decir, «trabajaban». Y lo minutos y aún no se ha desarrollado ninguna actividad
que comprobaron fue que, aun cuando un maestro asig- matemática.
nara cincuenta minutos a la matemática, un alumno Finalmente los estudiantes trabajan en sus carpe-
podía estar realmente trabajando sólo siete y ocho mi- tas de actividades. Pero ocurre que Harry no ha com-
nutos de ese tiempo. ¡El tiempo empleado por el estu- prendido bien las instrucciones. Como es bastante tími-
diante era menos del 20% del tiempo asignado! do, no se anima a levantar la mano para pedir ayuda.
Tomemos el peso de este descubrimiento. Si, en ge- Cuando usted advierte que Harry garabatea el margen
neral, los estudiantes aprenden el contenido de una de la carpeta, ya son las 10:49. Usted se acerca a su es-
materia sólo si lo estudian (uno no aprende lo que no es- critorio y le aclara la confusión; el niño comienza a tra-
tudia) y la cantidad de ese aprendizaje está directa- bajar quince minutos después de la hora calculada para
mente relacionada con la cantidad de tiempo dedicada iniciar el período dedicado a la matemática. Durante
al estudio (en general, cuanto más estudia uno, más dos minutos, Harry está confundido. Trata de vencer la
aprende), luego, a fin de aprender bien algo es necesa- dificultad por un momento y luego se detiene. Son las
rio dedicarle una cantidad considerable de tiempo. Sin 10:53 y Harry se distrae nuevamente. Usted está ocu-
embargo, observando a esos alumnos seleccionados, se pado con los demás estudiantes y no advierte el pro-
comprobó que algunos estudiantes sólo aprovechan sie- blema de Harry. El se siente demasiado avergonzado
te de los cincuenta minutos asignados haciendo real- para pedir ayuda, especialmente porque usted se mos-
mente el trabajo académico. ¿Cómo puede ser? En este tró levemente exasperado la vez anterior. De modo que
sentido, equivocarse es más fácil de lo que parece. Con- espera a que comience la discusión general para cono-
sideremos este ejemplo. cer la solución del problema con el que no había sabido
Usted asigna cincuenta minutos a la unidad de ma- qué hacer. Usted se atrasó un poco para dar comienzo a
temática. La clase comienza exactamente después del la discusión grupal. Esta comienza a las 10:58.
recreo que termina a las 10:35 de la mañana. Los alum- Harry vuelve a concentrarse en su tarea cuando co-
nos no regresan todos al mismo tiempo, de modo que mienza el análisis grupal y permanece atento durante

36 37
toda la discusión que concluye a las 11:11. De modo que los estudiantes tales como características raciales o me- ~º­ (!.
ha trabajado los trece minutos de la discusión más los dio familiar, ni con la materia que se enseña, ni con la ,,.'O 'f
dos minutos que dedicó a hacer los ejercicios de la car- ñ"aturaleza de la situación escolar. En esta perspectiva, (p
peta de actividades. Pasaron treinta y seis minutos del se ve al docente como el gerente de los tiempos de la cla-5; r ~
tiempo asignado y Harry acumuló sólo quince de tiem- se, como una persona ue toma decisiones sobre el mo- {..o(~
po empleado. Usted tiene una oportunidad de aumen- o en gue distribuirá el tiempo de los estudiantes den- c:j\1- ~
tar el porcentaje de tiempo empleado de Harry si mane- tro del aula. Sin embargo, el tiempo empleado en el tra- ~ '#'
ja los catorce minutos que quedan del tiempo asignado bajo académico no es el único aspecto en el que insiste el l
de modo tal que Harry participe activamente del conte- enfoque ejecutivo de la enseñanza. También se identifi-
nido de la lección. Pero eso no ocurre porque usted mira caron otros tres elementos que ejercen una influencia
su reloj, ve que son las 11:11 y que la clase termina a las primordial sobre la eficacia que puedan tener los es-
11:25 y llega a la conclusión de que no vale la pena co- fuerzos del rofesor. 5 Esos elementos son las dicac10
menzar otra unidad si queda tan poco tiempo. De modo ~l retroalimentación eva uativ y el refuerzo Las
que hace que sus alumnos completen una tarea más de indicaciones son como mapas y carteles de señales; el
la carpeta de actividades a fin de «llenar» los minutos docente las utiliza para alertar a sus alumnos sobre lo
que quedan. Harry parece ir bien durante los tres pri- que hay que aprender y el modo de alcanzar ese apren-
meros minutos, luego se queda otra vez perplejo. Usted dizaje. Los docentes que hacen un amplio uso de las in-
no controla el trabajo que cada alumno hace en su es- dicaciones, en particular en los segmentos primarios de
critorio, por lo tanto no advierte que Harry mira por la la secuencia de enseñanza, a menudo logran un impac-
ventana. Usted tiene que entregar un informe de asis- to mayor en el aprendizaje que aquellos que no las utili-
tencia a las 11:30, de modo que aprovecha esos pocos zan. Lo mismo puede decirse en el caso de la retroali-
minutos para completarlo. A las 11:25 usted da por mentación evaluativa, mediante la cual los docentes
terminado el período de matemática. Harry ha traba- corrigen rápidamente los errores tanto de las tareas
jado durante sólo dieciocho de los cincuenta minutos escritas como de las orales. El refuerzo, que va desde
asignados a la materia, aproximadamente un treinta y una sonrisa fugaz, pasa por alguna observación en el
cinco por ciento del tiempo disponible. No parece un boletín de calificaciones y llega hasta recompensas más
buen promedio, pero, ¿cuánto tiempo empleado en la tangibles como dulces, juguetes o dinero, es un elemen-
materia cree que tuvieron los demás estudiantes? to tan vigoroso como una técnica de enseñanza, aunque
su buen empleo requiere experiencia e intuición.
Otro as cto del enfoque del ejecutivo se conoce co-
Características de este enfoque mo o rtunida e aprender dar a los estudiantes la
posibilidad de aprender lo que se les enseña. A veces los
Los investigadores descubrieron que los docentes
5 La eficacia relativa de estos elementos y sus manifestaciones
tienen muchas maneras de aumentar el tiempo que sus
alumnos emplean realmente en la tarea. Estas apti- en las prácticas de enseñanza se es tudian en Herbert J. Walberg,
«Productive 'Thaching and Instruction: Assessing the Knowledge
tudes para manejar el tiem de a rendiza·e se cons1- Base», en Hersholt C. Waxman y Herbert J. Walberg, comps.,
eran ha a es genéricas de enseñanza porque pa- Effectiue Teaching: Current R esearch, Berkeley, California: Mc-
!.ecen no tener ninguna relación con los antecedentes ~ Cutchan, 1991, págs. 33-62.

38 39
docentes se embarcan en temas o ideas complejos pero manejo (<p) para impartir a los estudiantes (E) datos es-
ofrecen muy pocas oportunidades a sus alumnos para - cí:ficos, conce tos, habilidades e ideas (x) a fin de ue
introducirse en esos asuntos con la profundidad que el tengan más sib · · ades de adquirir retener ese co-
tema requiere. El material se cubre con excesiva veloci- nocuniento es c' co sta concepción de la ense-
dad y sin una preparación previa adecuada o se lo pre- ñanza pone el acento en las conexiones directas entre lo
senta mal a fin de darlo en el tiempo exigido. Cual- que el docente hace y lo que el estudiante aprende. En
quiera de estos factores niega al alumno la apropiada realidad, la forma de investigación empleada para es-
oportunidad de aprender ese material. tudiar muchas de las prácticas que conforman el enfo-
Todos estos rasgos del enfoque ejecutivo de la ense- que ejecutivo de la enseñanza se conoce con el nombre
ñanza tienen una faceta interesante. Todos ellos atri- de «investigación de proceso-producto». El proceso es la
buyen un elevado valor al aprendizaje. ¿Y qué tiene eso actividad del docente (qi) mientras que el producto es el
de extraño? ¿Si no buscan el aprendizaje, para qué es- dominio que alcanza el estudiante de lo que se le ha en-
tán las escuelas y los docentes? Bueno, sí... en cierto señado (y). La bibliografia sobre esta forma de enseñan-
sentido. La dificultad surge cuando preguntamos qué za suele llamarse bibliografia de la «eficacia del docen-
estudian los alumnos y cómo se evalúa ese aprendizaje. te» porque en ella se insiste en particular en la eficacia
Por el momento examinaremos la cuestión de la eva- del docente de aula.
luación. La fórmula (DqiExy) que mencionamos en el
capítulo anterior nos será de utilidad.
Recordemos que la x representa el contenido que se Críticas
debe aprender. El docente muy partidario del enfoque
{.of ejecutivo entiende que x son datos específicos, ideas, te;- Si investigamos los supuestos y las connotaciones
&>kn i~ mas o perspectivas gue se deben inculcar en la ment~ del enfoque del ejecutivo, aparecerán facetas inquietan-
i>,L.oo de los alumnos. Las aptitudes ejecutivas que enumera- tes. El educador se parece a un gerente de una línea de
"°,_)~ mos antes son los medios utilizados para trasladar ese producción: los estudiantes entran a la fábrica como
{> .h { conocimiento específico desde la fuente del aula (texto, materia prima y de algún modo se los «ensambla» en
~,,, material complementario, lecturas, etc.) a su destino (la forma de personas (se ganan su tarjeta de Persona
mente del estudiante). Recordemos que<¡> en DcpExy es Educada adquiriendo con éxito el conocimiento espe-
la actividad de enseñar. En este caso, q> es la enseñanza cífico impartido en el colegio). El docente no es tanto
caracterizada por el uso extensivo de las aptitudes eje- una parte real del proceso como un gerente. Al pare-
cutivas que incluyen las técnicas de manejo del tiempo, cer, el profesor no está «dentro» del proceso de enseñan-
la adecuación del contenido enseñado a lo ue miden za y aprendizaje, sino que se sitúa «fuera», desde donde
as pruebas y el ofrecimiento de suficientes oportuni- regula el contenido y las actividades del alumno. Más
dades de aprender. . todavía, algunos críticos han considerado los aspectos
El propósito (y) de esta actividad es que los estudian- de manejo del tiempo en el enfoque del ejecutivo como
tes adquieran el conocimiento específico comunicado afines a la tarea que cumplía el jefe que marcaba el rit-
'16lf")~ por el profesor. De modo que en el enfoque ejecutivo de mo en los antiguos barcos de esclavos: aquel que se
La. }f la enseñanza,(DcpEXY)puede interpretarse así: El do- mantenía de pie, golpeando un gran tambor para hacer
J r¡
tf~-fi¡p
cente (D) utiliza ciertas aptitudes organizacionales y de que los remeros no descuidaran su tarea.

40 41
Esta caracterización del enfoque del ejecutivo -del ara lograr este resultado. En realidad, parecería una
gerente de una fábrica, supervisor de una línea de pro- ~ntería no abordar esta tarea de enseñanza de ac.uerdo
ducción o contramaestre del barco de esclavos- ofende con el enfoque del ejecutivo. Mantener la clase uruda_en
nuestros sentimientos respecto de la educación. A la un solo grupo, discutir el objetivo de esta clase, ensenar
mayor parte de nosotros no nos gusta concebir a los la lección claramente y sin exceder la capacidad de com-
niños, el aprendizaje, la escuela y la enseñanza como prensión de los alumnos, asignar tareas para que cad~
entidades semejantes a las fábricas o los barcos de es- uno las realice en su asiento a fin de que puedan practi-
clavos. No obstante, el enfoque del ejecutivo invita a car lo que se les enseña, controlar esas tareas cuida-
hacer este tipo de comparaciones. Pone particular aten- dosamente, continuar con una explicación que aclare
ción en la tarea, el cumplimiento del deber, la obtención los puntos oscuros, comprobar que todos han entendi-
1e resultados y la responsabilidad por no lograr una do, luego tomar una prueba para determinar si los
buena producción. El enfoque del ejecutivo parecen; alumnos dominan el contenido. ¿Puede haber una for-
preocuparse por aspectos de la educación que muchos ma mejor de hacerlo?
consideran de primerísima importancia, como la na- Quizá. Piense en algunas cosas que se pasaron por
turaleza y los intereses de cada alumno individual, las alto en este pequeño guión. ¿Los alumnos tienen algún
características especiales de las diferentes materias interés en calcular la superficie de las figuras? ¿Son ca-
que se estudian y las demandas variables que estable- paces de percibir algún valor o alguna utilidad en ese
cen las diferencias geográficas, económicas y culturales conocimiento? ¿Hay una manera mejor de presentar el
en lo que ocurre en la escuela. material? ¿Lo que aprendan de Jim mejorará su com-
¿Qué piensa usted? ¿Ya considera la posibilidad de prensión de la matemática? ¿Alguno de ellos s~ pre-
abandonar este enfoque porque traiciona sus ideales de guntó alguna vez cómo se calculan las superficies re-
educación? ¿Se siente desilusionado porque una pers- cortadas por líneas curvas? ¿A Jim le importa mucho
pectiva que parecía una manera útil de abordar la ense- esta lección (¿y a usted?) o la enseña porque ese es el
ñanza tiene rasgos desagradables? ¿O prefiere defen- punto siguiente del libro de texto que el distrito escolar
der este enfoque en la creencia de que sus ventajas pe- ha adoptado? Si usted quiere obtener respuestas a es-
san más que sus defectos? ¿Cuáles son los argumentos tos interrogantes, no los busque en el enfoque del ejecu-
con que lo defendería? Echemos una mirada a todo esto. tivo. Esta forma de abordar la enseñanza se maneja an-
En el capítulo introductorio usted conoció a Jim Bar- ~ todo con las aptitudes genéricas de la enseñanza, que
nes, el maestro de escuela primaria que se enorgullecía son independientes del contenido enseñado, del contex-
de su aptitud para enseñar temas específicos. Imagine to en que se imparte esa enseñanza y de los antece-
que usted es Jim y quiere que sus alumnos de quinto dentes tanto de los estudiantes como de los docentes.
grado dominen la manera de calcular la superficie de
las formas planas limitadas por líneas rectas -esto es,
que aprendan la fórmula (A= bh) y que puedan aplicar- La eficacia del docente
la correctamente-. Usted tiene una idea clara de la x
que desea alcanzar. ¿Qué ocurre con cp? ¿Cómo va usted Si el enfoque del ejecutivo no tiene en cuenta ni el
a enseñarles a todos esos E este x? ¿Por qué no utilizar contenido, ni el contexto, ni la cultura, ¿qué valor tiene?
el enfoque del ejecutivo? Parece idealmente adecuado Ya hemos analizado una respuesta a esta pregunta. Su
valor se basa en que suministra medios muy claros y di- cada paso». 7 Diez años después, Skinner sostenía esa
rectos para trasladar algún conocimiento específico de posición aún más enérgicamente: «La aplicación a la
una fuente (por ejemplo, un libro, el profesor o una pelí- educación del condicionamiento operante es simple y
cula) a la m~nte del alumno. En realidad, si se lo sigue directa. La enseñanza es el buen ordenamiento de ca-
cuidadosamente, el enfoque del ejecutivo aumenta la sos de refuerzo con los cuales los alumnos aprenden» .ª
probabilidad de que más estudiante s aprendan más del Para decirlo con términos simples: los docentes pueden
contenido que si se aplicara otra manera de enseñar. producir en los estudiante s el aprendizaje que procuran
Como lo expresó un destacado investigador, «la eficacia conociendo con precisión cuándo y cómo recompensar-
del profesor se refiere a la capacidad que tiene un do- los por las conductas que los aproximan gradualme nte
cente en el aula de producir resultados que se sitúen a los objetivos que se les han fijado.
por encima de los previstos en los tests estandariz ados Las tesis de Skinner sobre la enseñanza y el apren-
de rendimiento».6 ¿Por qué es importante quex se tras- dizaje disponen el escenario para dos cosas: en primer
lade de una fuente al estudiante de la manera más efi- lugar, alientan a muchos educadores a dejar de lado
ciente y eficaz posible? Precisame nte una parte de la gran parte de la mística que entiende la enseñanza
historia reciente responde a esa pregunta y arroja mu- como una actividad humana inefable. En segundo lu-
cha luz sobre el enfoque del ejecutivo en la enseñanza . gar, lleva a los investigadores de la educación a delimi-
La analogía de la escuela-como-fábrica ha rondado tar más estrecham ente la interacción entre docente y
durante mucho tiempo la educación norteameri cana, lo alumno. La noción de la enseñanza como estímulo y del
mismo que la doctrina que sostiene que las escuelas de- aprendizaje como respuesta o efecto permite a los in-
ben ser eficaces. Ambas ideas florecieron a fines del si- vestigadores concentrarse exclusivamente en esas dos
glo pasado. Pero la noción de que un profesor eficaz es conductas sin tener que desviar la atención a los ante-
aquel que produce resultados que se sitúen por encima cedentes familiares de los estudiante s, sus historias
de los previstos en el rendimiento estudiantil (medidos personale s o la materia específica que es preciso
con tests estandarizados) es una idea que apenas alcan- aprender. La obra de Skinner tuvo un efecto poderoso
za la mayoría de edad. El concepto comenzó a gestarse en las concepciones que muchos de nosotros sustenta-
con la psicología de estímulo-respuesta-recompensa de mos sobre la enseñanza y el aprendizaje y sobre cómo la
Edward L. Thorndike a principios del siglo XX y ganó primera afecta al segundo.
legitimidad a mediados de siglo en la obra sobre condi- Estas concepciones podrían no haber ejercido una
cionamiento operante del famoso psicólogo conductista influencia muy extendida en la práctica real de la edu-
B. F. Skinner. En 1954, en un artículo sugestivam ente cación, salvo por ciertos acontecimientos que tuvieron
titulado «La ciencia de aprender y el arte de enseñar», lugar en los sectores políticos y económicos de nuestra
Skinner sostenía que «todo el proceso de llegar a ser sociedad en aquel momento. Siguiendo el fallo Brown
competente en cualquier terreno debe dividirse en una versus Consejo de Educa.cwn de 1954, el gobierno fede-
amplia cantidad de pequeños pasos y el refuerzo (esto ral se comprometió cada vez más a que la asistencia a la
es, la recompensa) debe depender de la consecución de 7
B. F. Skinner, The Technology ofTeaching, Nueva York: Apple-
6 Thomas L. Good, •<'l'eacher Effectivenes s in the Elementary ton-Century- Crofts, 1968, pág. 21 [Tecnología de la enseñanza,
School», Journal ofTeacher Education, marzo-abril de 1979, pág. Barcelona: Labor, 1970].
8
53. Ibid.' pág. 64.

4fi
escuela se convirtiera en un instrum ento para erradi- que los estudia ntes corresp ondient es ~ otros grupos
car la pobreza y la ignorancia entre las minorías racia- raciales y étnicos aprendí an en las propias.
les y étnicas. Estos compromisos alcanza ron una eleva- Esta afirmación dice mucho. Uno querría leerla nue-
da intensid ad a mediados de la década de 1960 con los vamente. Según Coleman, la igualdad del rendimiento
program as de la Gran Sociedad del presiden te Lyndon educativo no se obtenía igualando las partida s presu-
Johnson , como Head Start, Follow Throug h y Parent- puestar ias dedicadas a la educación. Lo que _generaba
Child Centers . Mientra s se canaliza ban cada vez más diferencias eran los antecedentes de los estudian tes (en
dólares hacia la educación, los encargados de elabora r particular, los ingresos de los padres y su nivel e~uca­
la política educativ a comenzaron a dudar cada vez más tivo). Los datos de Coleman indicaban que el medio del
sobre la manera en que se invertía el dinero y sobre si estudian te influía mucho más en los logros educativos
realmen te ayudab a a los estudian tes para quienes se lo (Oen la falta de ellos) que la igualda d en los elemen-
destinaba. ~cos de la escuela; Ja riqueza de sus c~c~a o la
E.reparación de sus profesores. Estos descubnm1entos
fueron devasta dores para los educadores, gue creían
El Informe Colem an que ellos y sus escuelas ejercían un impacto decisivo en
éi aprendizaje de sus alumnos.
Como parte del Acta de los Derechos Civiles de 1964, - Para comprender exactam ente lo que ocurría, debe-
el Congreso encargó un estudio sobre equidad en las mos observa r la idea de variación en el logro estudian -
oportunidades educativas entre varios grupos raciales til. Sabemos, por ejemplo, que en 1964 los blancos y los
y étnicos. El estudio estuvo dirigido por James Cole- negros, como grupos, manifes taban variacio nes muy
man y en general se lo conoció como Informe Coleman. 9 notables en lo que aprendían. Una vez que se acepta ese
Su propósito fue examin ar la relación entre los diversos dato, la cuestión se centra en saber qué razones hay
factores y los logros educativos. Utilizando una mues- para que exista esa amplia variación en el rendimiento
tra masiva de seiscientos mil estudian tes, sesenta mil estudiantil. Coleman sostuvo que los anteced entes fa-
docentes y cuatro mil escuelas, Coleman comprobó que miliares y la influencia del medio explicaban en gran
la cantida d de dinero gastada en las escuelas no parecía medida la variación, y que las escuelas y los docentes
marcar una gran diferencia en los logros de los alumno s ejercían un efecto menor en esa variación. Era la con-
que asistían a ellas. Comprobó que diferentes grupos clusión que molesta ba a los educadores, que ponía en
raciales asisten a diferentes escuelas, que las diferen- duda el valor de los program as de la Gran Sociedad, y
cias fisicas entre esas escuelas no eran en absoluto de que llevó a quienes controlaban el presupuesto educa-
gran magnitu d y que esas diferencias en elementos y tivo a hacer un seguimiento más severo del gasto de las
persona l profesional, por lo que pudo establecer, no de- partidas presupu estarias .
termina ban una gran diferencia sobre lo que los es- Tras el impacto inicial que produjo el Informe Cole-
tudiante s lograban, y que con frecuencia los estudian - man, los investigadores comenzaron a descubrirle una
tes blancos aprendí an mucho más en sus escuelas de lo serie de defectos. Las primera s objeciones se relacio-
9 naron con las estadísticas empleadas para analiza r los
James S. Coleman, E. Campbell, C. Hobson, J. McPartla nd,A.
Mood y T. York, Equality ofEducational Opportunity, Washington: datos; luego se cuestionó el diseño del estudio e, inevita-
DC, U.S. Govern.ment Printing Office, 1966. blemen te, la validez de sus conclusiones. Se iniciaron

46 47
nuevos programas de investigación para establecer, en de Educación (conocido hoy como Oficina de Investiga-
particular, si Coleman estaba o no en lo cierto. ción y Mejora Educacional) estaba ansioso por finan-
ciar esta investigación. Si los investigadores mostraban
que lo ocurrido en las escuelas explicaba en parte la va-
Investigación sobre la enseñanza riación en el rendimiento estudiantil, las inversiones
pasadas hechas por el gobierno en educación quedarían
La concepción causa-efecto de la enseñanza y el reivindicadas y convenía seguir invirtiendo.
aprendizaje de los conductistas influyó en la mayor par- Al comienzo, los programas de investigación no
te de los programas de investigación sobre educación aportaron mucho, pero poco a poco surgieron descubri-
durante las dos décadas posteriores al estudio de Cole- mientos según los cuales los docentes determinaban
man. Los investigadores entendían la enseñanza como una diferencia (uno de los libros clave de aquella época
un conjunto discreto de conductas y trataron de esta- se llamó Teachers Make a Difference 10 ) y lo que ocurría
blecer si los diferentes conjuntos de conductas se rela- en las escuelas explicaba algunas de las variaciones en
cionaban con los diferentes niveles de aprendizaje que el rendimiento de los estudiantes. Esta forma de inves-
alcanzaban los estudiantes. Estos investigadores su- tigación experimentó un progreso continuo, pero ningu-
pusieron que había una estrecha conexión entre la en- na investigación en concreto, por lo que sabemos, logró
señanza como causa y el aprendizaje como efecto que se demostrar que el quehacer de los docentes y las escue-
sigue de esa causa. Aquí no intervenían ideas fantasio- las influya en más del quince por ciento o, como máxi-
sas sobre la nobleza de la docencia ni se prestaba gran mo, el veinte por ciento sobre la variación en el rendi-
atención a los llamados aportes educativos (como las miento. Pero esto no significa una derrota. El tiempo
dimensiones de la biblioteca del colegio, el gasto por que un estudiante pasa en la escuela no consume más
alumno o el número de promotores de los institutos su- del veinte por ciento de sus horas de vigilia, y entonces
periores que visitaban la escuela por año para reclutar quizá no sea razonable esperar que lo sucedido en ese
alumnos). Por el contrario, apuntaron directamente al tiempo explique un porcentaje mayor de la variación.
corazón del problema; se hacían una sola pregunta can- Las conductas docentes que, según la investigación,
dente: ¿las conductas educativas de algunos docentes se asocian a los logros óptimos en el aprendizaje estu-
llevaban a obtener logros sistemáticos en el rendimien- diantil son las que ya analizamos como el enfoque del
to del estudiante, mientras que conductas educativas ejecutivo en el aprendizaje. Ahora bien, debería acla-
diferentes de otros docentes no traían logros sistemá- rarse por qué este enfoque es independiente del conte-
ticos en el aprendizaje de los estudiantes? nido, del contexto y de la cultura. Los investigadores se
Los investigadores tenían confianza en esta manera propusieron descubrir los nexos genéricos entre ense-
de formular las preguntas clave a causa del trabajo rea- ñanza y aprendizaje utilizando conceptos de enseñanza
lizado por los psicólogos conductistas y otros psicólogos y aprendizaje tomados de la obra de psicólogos conduc-
experimentales. Además, los avances recientes logra- tistas y experimentales. Enmarcaron sus estudios de
dos en el diseño de la investigación y en el análisis de modo tal de indagar los sorprendentes problemas reve-
los datos permitieron a los investigadores buscar una 10 Thomas L. Good, Bruce J. Biddle y Jere E. Bropby, Teachers
respuesta directamente en las aulas. Es más, el gobier- Make a Difference, Nueva York: Holt, Rinehart and Winston,
no federal a través del recién creado Instituto Nacional 1975.

49
lados por el Informe Coleman y que debía afrontar un do en el aula como un «paquete de tareas» que los pro-
gobierno comprometido en alcanzar la equidad de las fesores estructura n y ponen en práctica. Al obrar así, el
oportunidades educativas. Lo que descubrieron fue que
docente transforma el currículum oficial en una serie
existen conductas instruccionales que se asocian más de hechos concretos. El desafio que afronta es convertir
frecuentemente que otras a logros elevados en el ren-
0 traducir el currículum en formas que generen tareas
dimiento de los estudiantes . educativas para los alumnos. Dado que hay tantas ta-
La investigación sobre la enseñanza , comenzada a reas diseñadas con el único fin de ocupar el tiempo de
fines de la década de 1970 y que continuó durante toda
los estudiante s o de organizar su conducta en grupos de
la década pasada, se apartó de los modelos de proceso- trabajo, el diseño y la realización de las tareas educati-
producto para inclinarse a estudios que incorporan una vas no es una empresa simple para el profesor.
gama mucho más amplia de métodos y diseños de in- Aunque es diferente de los estudios del tiempo de
vestigación, así como concepciones más complejas de la
instrucción y se halla definitivamente fuera de la cate-
enseñanza , el aprendizaje y las aulas. Incluso algunas goría de la investigación de proceso-producto, la obra de
de las investigaciones más recientes examinan los tres
Doyle puede sin embargo concebirse como una contri-
elementos simultánea mente, y ponen el acento en las bución al enfoque del ejecutivo en la enseñanza . Como
interacciones entre los docentes, los estudiante s y la en el caso de los estudios sobre el tiempo de instrucción,
disciplina estudiada en la situación específica del aula.
el estudio de las estructuras de la tarea académica au-
El trabajo realizado por Walter Doyle se cuenta entre menta nuestra comprensión del modo en que docentes
los más famosos dentro de este género de investigación. y alumnos se involucran en los eventos y actividades
A Doyle le interesa la manera en que interactúa n del aula, tanto educativos como no educativos. Doyle,
profesores y estudiante s para definir la naturaleza del como Berliner, se interesa en ayudar a los docentes a al-
trabajo que hacen estos. Sostiene que si «los docentes canzar un mayor grado de eficacia y productivi dad.
influyen en lo que los estudiante s aprenden con la espe-
Pero el trabajo de Doyle se basa en la opinión de que lo
cificación que hacen de las tareas, las explicaciones que que ocurre en las aulas es más una cuestión de diná-
dan sobre los procesos que se pueden emplear para rea-
mica interactiva entre estudiante s, profesores y disci-
lizar el trabajo, el hecho de ofrecerse como recurso plina estudiada que el resultado de que el docente sim-
cuando los estudiante s trabajan y de hacerse responsa- plemente asuina la autoridad para dirigir y controlar
bles por los productos terminados», el elemento esen- los eventos que se dan en ellas.
cial de la enseñanza es «la manera en que los docentes
definen y estructura n la tarea que los estudiante s tie-
nen que hacer». u Doyle considera el currículum aplica- Reflexiones adicionales
11 Walter Doyle, «Classroom Tasks: The Core ofLearning from Este enfoque de la enseñanza puede considerar se
'Thachin~>, en Micbael S. Knapp y Patrick M.Shields, comps., Bet-
ter Schooling for the Chüdren ofPouerty: Alternatiues to Conuen- particularm ente eficaz. Ningún otro conjunto de mé-
tional Wisdom, Berkeley, California: McCutchan, 1991, pág. 237. todos de enseñanza puede atribuirse la capacidad de
Véase también Walter Doyle, «Classroom Organization and Man- explicar tan bien (relativam ente hablando) la variación
agement», en Merlin C. Wittrock, comp., Handhook o{Research on que se da en el rendimiento estudiantil. Pero considere-
Teaching, 3ª edición, Nueva York: Macmillan, 1986, págs. 392-431. mos una situación diferente: supongamos que sacamos

ñO
la enseñanza de la típica aula escolar y la llevamos a La fuerza de este estilo procede de su conexión con la es-
una situación tutorial. Supongamos que un docente es- tructura de la escuela diurna moderna: con aulas po-
tá a cargo de sólo dos o tres estudiantes . Y supongamos bladas por una cantidad importante de alumnos, con la
además que esos pocos estudiante s saben por qué es- obligación de dar cuenta, con los exámenes y los boleti-
tudian con ese profesor y deciden voluntaria mente ser nes de calificaciones, con los niveles por grados y los di-
parte de una relación educativa. ¿Piensa usted que en plomas, con los docentes que tienen licencia para traba-
esta situación el enfoque del ejecutivo en la enseñanza jar con algunos niños pero no con otros, con algunos
sería muy valioso? En semejante situación parecería temas pero no con otros.
que saberes y habilidades sobre el tiempo empleado, el Sin embargo, esas son las realidades de las escuelas
cotejo entre currículum y evaluación, la oportunida d en las cuales trabajamos y aprendemos. ¿Estamos obli-
para aprender, y todos los demás aspectos del enfoque gados a adoptar una forma de enseñanza que capitalice
del ejecutivo son superfluos. exhaustiva mente los rasgos estructural es y educacio-
¿Por qué? Porque apenas hay algo que necesite ser nales de la escuela pasando por alto muchos de los valo-
organizado o manejado. El docente tiene la libertad de res básicos auténticos que constituyen nuestro sentido
concentrar se específicamente en los estudiante s y en lo de lo que significa ser una persona educada? ¿O acaso
que estos aprenden. ¿Qué le sugiere esta perspectiva en Fensterma cher y Soltis están planteando aquí mera-
relación con el enfoque del ejecutivo? Tómese un mo- mente un sofisma, puesto que no existe un conflicto in-
mento para pensarlo y veamos si nuestras respuestas herente en tratar de manejar un aula como cualquier
coinciden. buen ejecutivo manejaría una compleja organización y,
Si el enfoque del ejecutivo es innecesario en una si- al mismo tiempo, perseguir y alcanzar los ideales de un
tuación tutorial y sin embargo parece necesario en una ser humano plenament e educado? Esperamos que este
típica aula de una escuela, luego este enfoque de la en- problema se le presente a usted como un serio obs-
señanza puede tener mucho más que ver con la manera táculo; incluso para nosotros fue un hueso duro de roer.
en que organizamos la educación en las escuelas y en La resolución podría estar en considerar otro enfoque
que involucramos a los alumnos en esta forma de edu- de la enseñanza . Sin embargo, antes de que comience el
cación que con una noción radical sobre qué es en defi- próximo capítulo, lo instamos a examinar los casos y
nitiva la educación. Para decirlo de otro modo, el enfo- discusiones pertinente s presentado s en el capítulo 7. Si
que del ejecutivo en la enseñanza explica la variación usted dedica unos pocos minutos a inspeccionar aque-
en los logros, no porque haya demostrado ser una forma llos que se refieren al enfoque del ejecutivo, como se
particularm ente buena de educar a los seres humanos, indica en el cuadro 1, no sólo tendrá una idea más aca-
sino porque funciona bien en aulas de cincuenta y cinco bada de esta forma de enseñanza , sino que además
metros cuadrados , pobladas por veinticinco jóvenes, estará mejor preparado para introducirse en el estudio
más de los dos tercios de los cuales, si se les permite ele.- del próximo enfoque.
gir, probablem ente prefieran estar en otra part;e.
El enfoque del ejecutivo parece funcionar porque se
ajusta muy bien a las circunstancias modernas de ense-
ñanza. Si cambiamo s las circunstancias, esta forma de
abordar la enseñanza podría ser mucho menos eficaz.
3. El enfoque del terapeuta

¿Recuerda a Nancy Kwong, la profesora de inglés?


Nancy dejaba que sus alumnos eligieran los libros que
querían leer. Además les hacía llevar un periódico para
que pudieran reflejar en él sus pareceres sobre sus lec-
turas y su subjetividad. ¿Qué relación tiene el parecer
de usted sobre algo con la enseñanza y el aprendizaje?
Mucha, especialmente en el enfoque de enseñanza del
terapeuta. Pero aquí debemos ser cuidadosos. Es fácil
trivializar este enfoque y reducirlo a cierta amalgama
informe de emociones, creencias, actitudes y opiniones.
También hay que cuidarse de no extraer conclusiones
apresuradas y suponer que esta manera de enseñar tie-
ne alguna relación con personas que no están mental-
mente sanas. Aunque este método pueda beneficiar a
aquellos cuya comprensión de la realidad es deficiente,
el enfoque del terapeuta está destinado a que se lo apli-
que a las actividades de enseñanza cotidiana en la mis-
ma medida en que se aplican el enfoque del ejecutivo y
el del liberador. La razón de que se lo llame el enfoque
del terapeuta se irá comprendiendo a lo largo del capí-
tulo. Como hicimos en el caso del enfoque de la ense-
ñanza del ejecutivo, comencemos por considerar la que
podría ser una situación real.
Usted ha sido contratado para enseñar inglés a ni-
ños de una escuela intermedia (digamos, en el octavo
grado). Algunas semanas antes de que comiencen las
clases, usted comienza a preparar seriamente las pri-
meras clases. ¿Qué pensamientos le vienen a la mente
cuando se sienta con papel, libros de texto y otros ma-
teriales educativos ante usted? ¿Piensa en cómo abor-

55
dará las clases de gramática? El libro de texto asignado nes de los alumnos y se señala la cantidad de estu-
parece explicar bien las ideas gramaticales clave, aun- diantes que comparten cada una de esas condiciones.
que usted querría ampliar algunas secciones y acortar
Característi.cas Canti,dad de
otras. estudiantes
¿Qué opina de la literatura? ¿Cómo equilibrará las
El inglés no es su lengua nativa; sólo habla su len-
consideraciones lingüísticas y literarias durante el
gua nativa 4
curso del año? Mientras pondera estas cuestiones, pro- El inglés no es su lengua nativa; habla inglés ade-
bablemente piense en los estudiantes, preguntándose cuadamente 4
cuál será la mejor manera de despertarles interés por lo Discapacidad física: ausencia del pulgar y de otros
que planea enseñar. Pero ¿quiénes son esos alumnos dos dedos de la mano derecha 1
Disparidad auditiva moderada 2
que usted imagina? ¿Tienen nombres? ¿Sabe usted algo Padres separados hace un año o menos 1
acerca de ellos? ¿Cuáles son las cosas que les importan? Padres divorciados 6
¿Y qué interés tienen, si es que tienen alguno, por el es- Primer año en este distrito escolar; se mudó a más
tudio del inglés? de ciento sesenta kilómetros 5
Tiene una dificultad extremada con la representa-
ción espacial; posible daño neuronal 1
Detesta la gramática inglesa 5
Diferencias individuales Le encanta la gramática inglesa 2
No manifiesta ningún sentimiento en relación con
Con frecuencia, cuando planifica sus clases, el do- la gramática inglesa 13
cente nuevo tiene en mente un prototipo de estudiante: Lee bien por encima del nivel de grado 7
Lee según el nivel del grado 6
alguien semejante a sí mismo, quizás, o un arquetipo Lee por debajo del nivel del grado 11
que recuerda de sus propios días de estudiante. Esta Cinco insignias al mérito de los boy-scouts 1
concepción del estudiante prototipo usualmente mode- Físicamente maltratado por uno o ambos padres 2
la los planes del nuevo profesor para la enseñanza de su Viajó a más de cinco países extranjeros 2
materia. Supongamos que a usted le ocurre eso. Usted Viajó a más de cinco estados de los EE.UU. 15
Nunca viajó a más de cuarenta kilómetros de su
hace toda su planificación preliminar teniendo pre- casa 7
sentes a esos estudiantes prototipo. Para usted, hacer Tiene pesadillas recurrentes; duerme poco 1
esto no sólo es conveniente: puede ser necesario; ¿cómo Le encantan casi todos los deportes y las estrellas
alguien planificaría realmente un programa para es- del rock 5
tudiantes que ni siquiera ha visto? En este mismo sen- Es muy selectivo en cuanto a estrellas del rock y los
deportes 15
tido, ¿cómo puede alguien tomar realmente en cuenta la Disfruta de construir cosas 6
vida de los estudiantes? Estos difieren entre sí en as- Responde bien a la libertad y la responsabilidad 8
pectos esenciales. Responde bien a la estructura y la autoridad 8
Sólo con la intención de mostrar hasta qué punto son La familia sobrevive principalmente gracias a la
pertinentes estas dudas, le presentamos aquí un anti- asistencia social 3
La familia está constituida por dos adultos y dos
cipo no autorizado de su clase de inglés de octavo grado: niños; no tiene menos de dos automóviles y la
esa clase a la que usted no verá hasta dentro de cuatro casa tiene más de diez ambientes 3
semanas. Allí se indican las características o condicio-

56 57
A medida que usted lee esta lista de las características Caracterí sticas de este enfoque
de sus futuros alumnos, ¿piensa cómo tratarlas en el Hasta ahora hemos considerado dos alternativa s pa-
plano pedagógico? ¿O se sorprende a sí mismo desean- ra tratar las característ icas de los estudiante s. Pode-
do que simplemente se esfumen?
mos pasar estas por alto, lo cual, teniendo en cuenta las
Aquí, usted, en su condición de docente, tiene que to-
circunstan cias típicas del aula de hoy, no siempre es
mar algunas decisiones. Puede pasar por alto estas con-
una decisión tan terrible como puede parecer a simple
diciones, tratar de enseñar desconociéndolas y esperar
vista. O reconocerlas, buscando las maneras de dismi-
que todo salga lo mejor posible. Esta opción suena terri-
nuir aquellas que con más probabilidad obstaculiza rán
ble, pero muchos docentes sienten que deben obrar así, el aprendizaj e y aumentar las que con más probabili-
por lo menos en ocasiones. Teniendo a su cargo entre
dad lo facilitarán . Pero hay una tercera opción. Uno
veinte y treinta y cinco estudiante s en un aula, obliga- podría entender estas características como rasgos esen-
dos a enseñar una cantidad establecida de contenidos,
ciales del proceso mismo de aprendizaje, como elemen-
a tomar pruebas, a poner notas, algunos educadore s
tos vitales de todo lo que el alumno piensa, siente y ha-
sostienen que simplemen te no pueden tomar además
ce. En esta perspectiva, lo que el alumno es no puede se-
en consideración las múltiples característ icas de sus
pararse de lo que aprende y de cómo lo aprende.
alumnos. Aunque estos docentes tienen algo de razón,
Aquella pequeña fórmula práctica que menciona-
hay alternativa s a esa posición.
mos antes, D<pExy, nos ayudará a ampliar este punto.
Otra manera de considerar las diferencias indivi-
En el enfoque del ejecutivo, x simboliza el contenido de
duales entre estudiante s es reconocerlas, pero más co- la materia en cuestión: geología, uizás, o fisica, histo-
mo impedimentos o como facilitadores del aprendizaje ria o mecánica del automóvil. La e resenta las a ti-
que como partes vitales del proceso de aprendizaje mis-
tudes técnicas em leadas para trasladar x desde su
mo. Este punto puede parecer una distinción sin una ente al alumno, para permitir a este adquirir x con un
verdadera diferencia, pero es esencial para comprender
grado aceptable de competencia. Lo esencial de la acti-
el enfoque de la enseñanza del terapeuta. El docente
vidad y es que el alumno adquiera un conocimiento es-
que trata las característ icas del estudiante como im-
pecializado. ~n el enfoque del terapeuta, se altera el
pedimento s o facilitadores del aprendizaj e asigna así carácter de <p. La enseñanza es la actiyidad de guiar_y
gran valor a la adquisición del contenido de la enseñan- asistir al estudiante (E) para que este seleccione y trate
za por parte del estudiante . Hay un contenido ahí afue- de alcanzar x. El acto de enseñar (q>) está mucho menos
ra, por así decirlo, una x , que el docente trata de trans- volcado a preparar el contenido (x) para que E lo ad-
mitir al alumno. Las característ icas particulare s del
quiera y mucho más interesado en preparar a E para
alumno frenan o aceleran ese proceso de impartir x a E, las tareas de elegir, elaborar y evaluar lo que aprende.
y el docente trata de tomar en consideración esas carac-
En la perspectiva del terapeuta, el propósito de en-
terísticas para que sirvan de apoyo y no de obstáculo a
señar es el de capacitar al estudiante para que se con-
la adquisición de x. Las diferencias individuales del es- vierta en un ser humano auténtico, una persona capaz
tudiante sólo cuentan en la medida en que el docente
de asumir la responsabilidad por lo que es y por lo que
pueda usarlas o superarlas para lograr el aprendizaj e
tiende a ser, una persona capaz de tomar decisiones que
de algún tema específico.
definan su carácter como desea que sea definido. Para

59
el docente que adopta la perspectiva del terapeuta, la seriamente la libertad, comprender que uno tiene que
autenticidad del estudiante no se cultiva adquiriendo tomar decisiones sobre quién y qué es y aceptar la res-
un conocimiento remoto que no se relacione con la bús- ponsabilidad de tomar esas decisiones y afrontar sus
queda de la significación y la identidad personales. Lle- consecuencias.
nar la cabeza del alumno con un conocimiento específi- En la versión del .terapeuta, la y en Dq>Exy repre-
co seleccionado, empaquetado y transmitido por otros senta la autenticidad. Ese es el propósito de establecer
sólo lo induce a que se abstenga de comprenderse como una relación entre profesor y alumno. Cuando se logra
ser humano. Todo esto lo separa de sí al obligarlo a y, se obtiene la tarjeta de P. E. En el enfoque del eje-
prestar atención, no a sus propios sentimientos, sus cutivo, lay es un conocimiento especializado. Docente y
propios pensamientos y sus propias ideas, sino a es- alumno se unen con el fin de que el estudiante adquiera
tériles pensamientos, imágenes y actitudes de otros. un conocimiento y unas habilidades específicos. Cuan-
El docente que elige la posición terapéutica, al afron- do el alumno logra dominar con cierto grado de compe-
tar las características estudiantiles descriptas en la lar- tencia (determinada a menudo por el puntaje obtenido
ga lista que presentamos antes, ni las ignorará nitra- en los exámenes) el conocimiento y las habilidades es-
tará de usarlas como mecanismos que lo ayuden a fo- pecíficos, se lo premia con su tarjeta de P. E. En la pers-
mentar el aprendizaje de algún contenido libresco. Este pectiva del ejecutivo, laxes el contenido seleccionado
docente abordaría estas características directamente, y por el docente o el especialista que elabora el curricu-
a menudo de una manera abierta, y averiguaría cómo lum. En contraste, el docente que adopta la perspectiva
proyecta el estudiante desarrollarse y experimentar su terapéutica se compromete a asistir a E para que apren-
mundo teniendo en cuenta esas características particu- da la x de su elección. Hay una diferencia categórica. En
lares. El docente que adopta este enfoque no acepta res- la manera ejecutiva de abordar la enseñanza, la fórmu-
ponsabilidad por trasladar ciertos conocimientos y ha- la Dq>Exy se lee: «el docente enseña (q>) x a E de modo tal
bilidades desde cierta fuente exterior hasta la mente que y (E adquiera el conocimiento especializado)». En el
del estudiante; en cambio, acepta la responsabilidad de enfoque del terapeuta, en cambio, ThpExy se lee: -;fñ
ayudarlo a hacer la elección de adquirir conocimientos F a y asiste (q>) a E en la selección el a rendiza ·e de x
,

de cierto tipo y apoyarlo para adquirir ese saber y utili- de m o t que y (E llegue a ser una persona auténtica
zarlo para afirmar su personalidad. autorrealiZada)». Obsérvese que el objeto del verbo
¿Cómo se obtiene una tarjeta de Persona Educada ~bia e un e oque a otro; en el primer caso es el con-
de acuerdo con el enfoque terapéutico de la enseñanza? tenido, y en el segundo, un atributo del estudiante.
Responder a esta pregunta exige quebrar un poco las ~ Consideremos la descripción que hace de sus clases
reglas. La idea de semejante tarjeta sería anatema una profesora de escritura desde la perspectiva del te-
para el docente que adopta la perspectiva del terapeu- rapeuta. Nos ayudará a ver más claramente el contras-
ta, por razones que quedarán claramente expuestas te entre los dos enfoques considerados hasta ahora.
cuando examinemos el fundamento existencial de este
enfoque. Por ahora, torceremos un poco las reglas. La Enseño escritura a dos grupos muy diferentes de
tarjeta se obtiene cuando la persona es un ser humano estudiantes, pero lo hago esencialmente del mismo
auténtico. Ser auténtico significa ser genuino (no falso modo en ambos casos. El primer grupo podría des-
ni engañoso, especialmente con uno mismo), tomar cribirse como una muestra heterogéneamente re-

60 61
presentativa de alumnos de sexto grado de nuestro yeron poder obtener. Cuando Mark pasó de escribir
suburbio acomodado. Los estudiantes del programa un máximo de dos oraciones por día a escribir un
Alternative High School, por su parte, son bastante relato de cuatro páginas sobre una cacería de vena-
más dificiles de caracterizar. En realidad estos estu- dos de la que participó y a contar las piezas que ha-
diantes han «abandonado» los estudios. Dejaron de bía cobrado, ambos alcanzamos el éxito. Para él fue
asistir a clases de manera regular y probablemente un avance hacia el convencimiento de que algo que
durante muchos años tampoco prestaron atención sabía y sentía podía ser una lectura valiosa para
en clase. Sus vidas son ricas en confusión y proble- otra persona; su autoestima se elevó. Ese sentimien-
mas. Casi en todos los casos, los padres podrían defi- to de ser una persona interesante, capaz y valiosa se
nirse como disfuncionales, con lo cual quiero decir tradujo directamente en la actitud con que encaró el
que algo fracasó terriblemente en su rol parental. resto del trabajo escolar y comenzó a destacarse en el
Estos estudiantes se maltratan fisicamente entre sí, plano académico como no lo había hecho desde que
golpean a sus pares y sufren atropellos a manos de estaba en segundo grado (ahora tiene dieciocho
otros como cosa de rutina. Muchos de ellos tienen in- años). La paciencia y el aliento con que respondí a
convenientes con la ley o los tuvieron en algún mo- sus primeros esfuerzos por escribir algo que le
mento. Sufren de una intensa falta de autoestima. importaba a él me reconfortaron como docente.
Cuando comencé a enseñarles, advertí claramente Mark no sólo lograba éxito de un modo mucho más
que aquellos jóvenes no podían lograr nada en un tradicional como estudiante; además comenzaba a
contexto académico si no se abordaba de algún modo sentir lo que valía como ser humano.
esa carencia de autoestima. Yo ataqué principal- Esta conexión entre la tarea de escribir y la auto-
mente este problema mediante la escritura. estima es muy vigorosa. Al brindar a los estudiantes
Les dije a todos mis alumnos que escribir es im- una retroalimentación positiva constante, puedo
portante porque es una actividad que procede del ayudarlos a aumentar su autoestima. Y cuando la
interior de ellos mismos. Creo que la escritura surge confianza en sí mismos es elevada, pueden alcanzar
de una unión de mente y alma, y es la tarea más per- muchos más logros que si se sienten ignorantes, ton-
sonal que se pide a los estudiantes en la escuela. En tos o incapaces. Precisamente porque escribir sobre
consecuencia, cuando les pido que escriban, siento la lo que conocemos y nos importa es un acto personal
profunda obligación de apoyarlos, alentarlos y apre- tan íntimo, sólo puede realizarse con éxito en una at-
ciarlos por los esfuerzos que cada uno hace como mósfera que respete al individuo y alimente aquello
individuo único. Les pedí a ambos grupos de estu- que es único en cada persona. Un resultado lógico de
diantes que escribieran sobre lo que les importaba, un contexto acogedor en el que se considera primor-
sobre aquello que conocían; sobre aquello en lo que dial el respeto por la personalidad es que tanto la
eran expertos. buena escritura como la autoestima florezcan. 1
A medida que comenzaron a abandonar sus no-
ciones de escritura «académica» y a internarse en
sus propias experiencias y sentimientos en busca de 1
Esta descripción fue suministrada por Susan Shaw en una
material, los estudiantes de la Alternative High carta personal a uno de los coautores y se utilizó aquí con su
School empezaron a alcanzar logros que nunca ere- autorización.

62 63
Esta manera de pensar con relación a cómo enseñar :mas escolares, y al mismo tiempo algo del enfoque del
a escribir obtuvo su inspiración contemporánea del tra- terapeuta, alentándolos a que afronten lo que son como
bajo realizado por Lucy Calkins en el Teachers College seres humanos? ¿Puede uno adoptar ambas perspec-
de la Universidad de Columbia. Generalmente se lo co- tivas? Desafortunadamente, no parece posible combi-
noce como la teoría y práctica del «proceso de escri- nar estos dos enfoques, porque son maneras de enseñar
tura». Las siguientes son algunas citas tomadas de su que se basan en concepciones muy diferentes de lo que
libro, The Art ofTeaching Writing. significa ser una persona. Una breve mirada a los fun-
damentos sociales y psicológicos de la perspectiva del
«Los seres humanos tienen una profunda necesidad de terapeuta explicará la imposibilidad lógica de la idea de
representar su experiencia a través de la escritura... utilizar ambos estilos de enseñanza simultáneamente.
No existe una línea argumental en la desconcertante
complejidad de nuestra vida que no sea la que nosotros
mismos hacemos y encontramos. Al expresar la expe- Raíces en la crítica social
riencia, la hacemos nuestra ... Escribimos porque
queremos comprender nuestra vida.» En el capítulo anterior mencionamos los programas
«Sé que la tarea de enseñar a escribir comienza por re- Gran Sociedad de Lyndon J ohnson y el Informe Cole-
conocer que cada individuo llega al taller de redacción man. Justamente antes de ese período, la educación en
con intereses, ideas, recuerdos y sentimientos. Nuestra los Estados Unidos hacía su ajuste de clausura del gran
tarea como docentes es escucharlos y ayudarlos a es- debate educativo de las décadas de 1930 y 1940, la edu-
cuchar. "¿Cuáles son las cosas que sabes y que te im- cación tradicional versus la educación progresista.
portan?", pregunto a los escritores, tengan estos cinco Mientras las instituciones educativas procuraban aco-
años o cincuenta.» modarse a los ideales pedagógicos progresistas sin
abandonar la estructura y los objetivos esencialmente
«Cuando escribir se convierte en un proyecto personal tradicionales, la Unión Soviética lanzaba el Sputnik, el
para los niños, los profesores ya no tienen que hala- presidente Kennedy era asesinado, el presidente J ohn-
garlos, impulsarlos, apoyarlos ni motivarlos. El acto de son defendía simultáneamente las armas y la mante-
enseñar cambia. Con un leve toque podemos guiar y quilla (es decir que la nación podía hacer la guerra en
ampliar el crecimiento de esos niños en la escritura. Vietnam y al mismo tiempo llevar adelante programas
Además nuestra enseñanza se vuelve más personal y masivos de justicia social), mientras ocurría todo eso,
esto marca la gran d:iferencia.»2 crecía dramáticamente la conciencia nacional de las es-
trechas conexiones que había entre la enseñanza y la
Teniendo en cuenta lo que usted ya sabe del enfoque igualdad de oportunidades para los miembros de los
terapéutico, ¿cómo reacciona ante él? ¿Se opone o tiene diferentes grupos raciales y culturales. En medio de
una actitud favorable? ¿Se está preguntando si podría este malestar social y político, se propusieron una can-
adoptar algo de la perspectiva ejecutiva, haciendo un tidad de teorías pedagógicas.
trabajo efectivo para que los alumnos aprendan los te- La perspectiva del terapeuta fue una de esas teorías.
2 Lucy McCormick Calkins, The Art ofTeaching Writing, Ports- Surgió de una fascinante conjunción de crítica social
mouth, New Hampshire: Heinemann, 1986, págs. 3, 5, 6. contemporánea y una nueva versión de la psicología

64 65
desarrollada en oposición al conductismo y los métodos «Si los jóvenes al madurar pueden seguir su inclinación
experimentales. En Inglaterra, A. S. Neill fundó y di- y elegir sus materias, sus horarios y sus profesores, y si
rigió con éxito Summerhill, una escuela en la que los los docentes enseñan lo que ellos mismos consideran
estudiantes eran libres de decidir si asistían o no a clase únportante -que bien mirado es todo lo que pueden
y hasta si preferían aprender a leer o a hacer cuentas. 3 enseñar con habilidad-, se satisfarán adecuadamente
En los Estados Unidos, Paul Goodman fue uno de los las necesidades de la sociedad; habrá personas más
críticos sociales más severos y más leídos. Su libro animosas, independientes y creativas; y en el muy corto
Growing Up Absurd tuvo la fuerza de un texto sagrado plazo, habrá una sociedad más sensible y eficiente».ª
para la contracultura de la década de 1960.4 Pero las
críticas más ácidas de la educación no están en Grow- En su época, semejante proposición fue considerada ra-
ing Up Absurd, sino en Compulsory Mis-Educatwn5 y dical; y aún lo es. Observemos que Goodman asigna un
en los diversos artículos que escribió para diarios y re- rol central a la elección que hace el alumno. El estu-
vistas. En un texto que publicó en Saturday Revi,ew en diante elige el contenido que ha de aprender, cuándo y
1968, Goodman respaldaba enérgicamente la opinión cómo lo ha de aprender y quién se lo enseñará. En esta
de que «podemos educar a los jóvenes atendiendo en- situación, la obligación del docente es aumentar la ca-
teramente a sus elecciones libres, sin ningún proce- pacidad de elegir del alumno y ayudarlo a utilizar lo
samiento, sea el que fuere. Nada puede aprenderse efi- que aprende como una oportunidad para su crecimien-
cientemente o, más aun, nada en absoluto puede apren- to personal. Herbert Kohl, otro destacado defensor de
gerse... salvo aguello que satisface una necesidad, un formas alternativas de educación de la década de 1960
deseo, una curiosidad o una fantasía».6 escribe sobre el rol del docente como ejemplo de vida pa-'
En lo que parece un golpe directamente asestado al ra el alumno:
enfoque del ejecutivo, Goodman sostiene: «Parece es-
«Por supuesto que el profesor es un ejemplo moral: un
túpido decidir a priori lo que los jóvenes deben saber
ejemplo de toda la confusión, la hipocresía y la inde-
~ ~u.eg? tratar de motivarlos, en lugar de dejar que la
cisión, de todos los errores así como de los triunfos de un
m1c~ativ~ provenga de ellos y poner la información y el
hombre moral. Los niños ven todo esto, por más que si-
eqwpamiento correspondientes a su servicio».7 La ré-
mulen ver otra cosa. Por consiguiente, para ser más que
plica típica a este argumento era señalar que en el largo
un ejemplo, para ser un educador -alguien capaz de
plazo esta forma de educar podía no servir a los mejores
ayudar a guiar al niño a través del laberinto de la vi-
intereses de la sociedad. A lo cual Goodman respondió:
da-, el docente debe ser honesto con los niños sobre
3 A S. N~ill, Summerhill, Nueva York: Hart Publishing, 1960 sus errores y debilidades; debe ser capaz de decir que se
[Summerhill, un punta de uista radical sobre la educación de los equivocó o de pedir disculpas... Es la lucha del maestro
niños, México: Fondo de Cultura Económica 1963)
4 ' . por ser una persona moral lo que entusiasma a sus
Paul Goodman, Growing Up Absurd, Nueva York: Random
House, 1956. alumnos; es su honestidad y no su exactitud lo que con-
6
Paul Goodman, Compulsory Mis-Education, Nueva York: Ho- mueve a los niños».9
rizon Press, 1964.
6 Paul 8 Ibid.
Goodman, «Freedom and Learning: The Need for Choi-
ce»7, Saturday R.euiew, 18 de mayo de 1968, pág. 73. 9 Herbert Kohl, 36 Children, Nueva York: Signet, N ew American
Ibid. Library, 1967, págs. 25-6.

66 67
Psicología humanista formación de estudiantes con personalidades saluda-
bles, capaces de planificar, elegir y actuar de modos que
Muchas de las ideas educativas surgidas de estos contribuyan a su crecimiento educativo y a su desarro-
críticos sociales tuvieron sus raíces en una psicología llo personal. Aunque muchos educadores adhirieron al
distinta conocida como psicología humanista o de «ter- concepto de autorrealización de Maslow, este no .de-
cera fuerza». Gordon Allport, Abraham Maslow y Carl sarrolló las implicaciones de esa idea en la ed_u~c16n.
Rogers estuvieron entre las figuras señeras de esta Quien lo hizo fue Carl Rogers, y debemos rerrutrrnos a
escuela de psicología. Cada uno de estos psicólogos des- su obra para conocer las implicaciones pedagógicas de
taca el carácter singular de los individuos y las dificul- la psicología humanista. .,
tades que había tenido la psicología, en sus intentos de «Enseñar», afirma Rogers, «es una func10n vasta-
llegar a ser una ciencia de la mente o la conducta, para rnente sobrevaluada.»11 «Es algo sumamente desafor-
tratar al individuo prestando la debida atención a sus tünado que los educadores y el público en general pien-
propiedades singulares. sen en enseñar y se concentren en ello. Esta idea los
Maslow no niega el a}'B"Wllento conductista según el conduce a una serie de cuestiones que son, o bien irrele-
cual los individuos actúan en respuesta a estúnulos, pe- vantes, o bien absurdas, en relación con lo que es la edu-
ro sostiene que esta acción debe entenderse como el re- cación real.»12 Rogers basa su opinión de la enseñanza
sultado de una interacción entre las necesidades de la en la importancia de lo que llama el «aprendizaje viyen-
persona y el «es acio de vida>> sin ar de cada indivi- cial». Este es un aprendizaje cargado de compromiso
uo. Cada uno de nosotros tiene una jerarquía de im- personal; la persona en su conjunto participa del apren-
pulsos que van desde las necesidades básicas para la dizaje en lugar de absorber pasivamente lo que el do-
supervivencia, necesidad de alimento y agua, hasta las cente ofrece. El aprendizaje se inicia a sí mismo. Es glo-
necesidades de un nivel tan elevado como son dar y re- bal; influye en cada aspecto del ser del alumno. El pro-
cibir amor, desarrollar la autoestima y apreciar la belle- pio alumno lo evalúa y no el profesor o el examen. El
za. Una persona que interpreta efectivamente su situa- aprendizaje tiene sus raíces en el sentido, lo cual equi-
ción y por consiguiente satisface sus necesidades hasta vale a decir que posee un sentido personal para el alum-
el nivel más elevado posible para su espacio de vida es, no; aumenta la capacidad del estudiante para com-
de acuerdo con Maslow, una persona autorrealizada. prender los hechos que son importantes para su vida e
Una persona plenamente realizada es la que posee una influir en ellos.
personalidad equilibrada e integrada y rasgos positivos Un aprendizaje de este tipo no puede ser controlado
como autonomía, creatividad, independencia, altruis- por el docente. El alumno debe involucrarse libremente
mo y un saludable impulso para alcanzar objetivos. 10 en él. El docente sólo puede guiar, sugerir, alentar y,
Los objetivos de la autorrealización y la autenticidad quizás hasta --cuando la oc~sión es propicia- preve- A1,~·11f
son completamente compatibles entre sí. El docente nir. Rogers cree que «cualqmer cosa gue pueda ense- f
que adopta el enfoque del terapeuta procura alcanzar ñársele a otro tiene una consecuencia relativa y ejerce 11 rl~
f.P"~"
los dos, en la medida en que se esfuerza por promover la
11 Carl Rogers, Freedom to Learn, Columbus, Ohio: Charle~ E.
10 Abraham Maslow, 'Ibward a Psychology ofBeing, Nueva York: Merrill, 1969, pág. 103 [Libertad y creatividad en la educación,
Van Nostrand, 1962 [El hombre autorrealizado: hacia una psico- Barcelona: Paidós, 1978).
logla del ser, Barcelona: Kairós, 1985). 12 !bid., pág. 125.

68 69
muy poca influencia o una influencia no significativa en tenido que ha de adquirir y las acciones que puede
la conducta». 13 Lo importante es, no lo que puede ser co~ar una vez que domine ese contenido. Esta rela-
enseñado, sino más bien lo que se aprende. «El único~ :ón entre el profesor y el alumno fue d~script~ po~ ~od­
aprendizaje que influye significativamente en la con- dings y Shore como una relación de cmdado mtmtivo y
ducta es el aprendizaje que cada uno descubre por sí riño. Y llaman a este proceso caritas educativa, «el
mismo, del que cada uno se apropia por sí mismo.» Este capecto de una comunidad de cuidado e intuitiva entre
aprendizaje autodescubierto constituye la verdad que ~~cente y estudiante, el amor y "tacto" intuitivo por un
es «apropiada y asimilada personalmente en la ex- área temática que puede ser experimentado tanto por
periencia».14 Precisamente porgue en el aprendizaje de el profesor como por el alumno, y amor por el acto de
este ti el alumno se a ro ia ersonalmente del conte-:- aprender y enseñar».17 . .
nido, «este no puede ser directamente comumca o a ¿Qué opina usted sobre ser ejecutivo y terapeuta?
~. 15 De ahí que el docente no sea alguien que im- - ·Puede ser ambas cosas a la vez? No, si acepta los argu-
¿ .
parte conocimiento y aptitudes a otro, sino que es una ro.entos de Rogers. Este autor sostiene que uno no pue-
persona que ayuda a otro a alcanzar su propio conoci- de poner conocimientos en la cabeza de alguien (no en
miento y sus propias habilidades. En el rol de guía o de un sentido significativo), como lo haría usted siguiendo
facilitador, el docente debe ser «una verdadera persona el estilo del ejecutivo. Cualquier intento de enseñar se-
en su relación con sus estudiantes. Puede ser entusias- gún la perspectiva ejecutiva dis~uirá al alumno,
ta, puede estar aburrido, puede interesarse en los estu- limitará sus posibilidades de apropiarse de ese cono-
diantes, puede estar enojado, ser sensible y simpático. cimiento y de asimilarlo en su propia experiencia, y por
Porque acepta esos sentimientos como propios, no tiene lo tanto le impedirá tomar conciencia de la significación
necesidad de imponérselos a sus alumnos».16 y de la libertad que conducen a vivir una vida auténtica
La psicología humanista, como lo demuestran de y autorrealizada. Para el docente terapeuta, el enfoque
manera evidente Maslow y Rogers, es una psicología del ejecutivo conduce a la alienación porque separa al
basada en la libertad, la elección, el crecimiento perso- que conoce de lo conocido. Cuando el pro~esor se vuelv~
nal y el desarrollo de la salud emocional y mental. En un ejecutivo, los alumnos siempre adqmeren el conoci-
opinión de estos autores, la educación contribuye de miento de otra persona, el punto de vista de otra perso-
manera significativa a alcanzar esos objetivos, pero no na, con los propósitos de otra persona. Aquí parece no
mediante los mecanismos tradicionales de empaquetar haber contemporización posible, no hay manera de te-
el contenido de una disciplina en particular para entre- ner el pastel del terapeuta y comerlo como un ejecutivo.
gárselo a los alumnos. En cambio, es necesario ayudar ¿Realmente no hay modo de salvar la brech,ª7 Pa-
al estudiante a lograr su propia realización. La tarea rece que no. Recordemos que el enfoque ~el ejecutivo se
del docente es conducir al alumno hacia adentro hacia basa en la psicología conductista, experimental. que a
su propio yo, de modo tal que el educando pueda, ' en su vez se basa en la filosofia del empirismo lógico o el
virtud de ese proceso, volcarse hacia afuera, eligiendo el positivismo. El positivismo es una posición filosófica so-
13
Ibi.d., pág. 152. bre el conocimiento que aprecia sobre todo la observa-
14
Ibi.d., pág. 153. 11 Nel Noddings y Paul J. Shore, Awakening the lnner Eye: In-
15 Ibi.d.
16
tuition in Education, Nueva York: 'Thachers College Press, 1984,
Ibi.d., pág. 108. pág.165.

'7()
ción del mundo natural, la prueba pública de las hipóte- tes que nada, existe, se encuentra a sí mismo, se ve en el
sis, la objetividad y la verificabilidad de los postulados. mundo y luego se define a sí mismo. Si el hombre, según
En lo esencial, esta posición tuvo su pleno desarrollo a lo ve el existencialista, no es definible, se debe a que al
fines del siglo XIX. En una versión contemporánea, al- comienzo no es nada. Y no lo será hasta después, y lue-
go modificada, el positivismo ofrece los conceptos que go será lo que él haga de sí mismo... El hombre no es
sustentan nuestra visión moderna de la ciencia y una sino lo que hace de sí mismo. Este es el primer principio
variante en gran medida cuantitativa de investigación del existencialismo».18
en pedagogía. Los enunciados sobre sentido y libertad,
sentimientos y emociones, intuición y cuidado, y expe- Llegamos a ser algo cuando enfrentamos el mundo y
riencia subjetiva y espiritual, que son importantes para nos abrimos paso por él. Si eludimos estas elecciones y
los psicólogos humanistas, están generalmente prohi- sus consecuencias, en realidad eludimos la esencia del
bi,dos en el mundo positivista-conductista. No obstante, ser humano: nuestra libertad. Fue Sartre quien escri-
algunas formas más nuevas de investigación en peda- bió sobre personas que tenían miedo de la libertad. Y lo
gogía, a menudo conocidas como «investigación cualita- tenían porque la libertad absoluta, total, es aterradora.
tiva», se opusieron al positivismo y trataron de incluir Es dificil afrontar la perspectiva de que podemos hacer
algo más de la dimensión humana de la educación en el de una manera diferente todo lo que ahora hacemos;
interés de los investigadores. Con todo, la oposición e que siempre podemos elegir actuar de otra manera,
incompatibilidad fundamentales de esas perspectivas pensar diferente, sentir una nueva emoción. Sin em-
parecen insalvables. bargo, para ser auténticos debemos afrontar nuestra li-
bertad, crear nuestro propio sentido y elegir nuestro ca-
mino hacia el futuro y a través de nuestro futuro.
El existencialismo ¿Recuerda usted nuestro ejemplo de Jim Barnes,
que enseña una unidad de matemática a sus alumnos
En contraste con el positivismo, la filosofía que al- de quinto grado? Jim quiere que sus alumnos aprendan
berga a la psicología humanista es el existencialismo. la fórmula que permite calcular la superficie de figuras
Para muchos, el positivismo y el existencialismo son ar- planas limitadas por líneas rectas. Observemos que tie-
chienemigos. Explorar el existencialismo con alguna ne en mente cierta x, una fórmula para calcular super-
profundidad nos llevaría muy lejos, pero podemos refe- ficies, que desea transmitir a sus E. Barnes es un do-
rirnos a él brevemente, lo suficiente para completar la cente del tipo ejecutivo que sigue la guía del currículum
descripción del enfoque del terapeuta de la enseñanza. y de ahí que matemática sea la materia que da en esa
Una de las pocas tesis que los existencialistas defien- clase. La mayor parte de sus alumnos está en su aula
den en común es que la existencia precede a la esencia; porque le fueron asignados. Desde luego, a Jim le en-
que simplemente somos, antes de ser algo en particu- cantaría que sus estudiantes se interesaran mucho por
lar. Uno de los existencialistas más conocidos, Jean- la matemática, y apelará a toda clase de ardides y tác-
Paul Sartre, explica:
18 Jean-Paul Sartre, «Existentialism Is a Humanism», en Wal-
«¿Qué queremos significar cuando decimos que la exis- ter Kaufmann, comp., Existentialism from Dostoievsky to Sartre,
tencia precede a la esencia? Decimos que el hombre, an- Cleveland, Ohio: Meridian/World Publishing, 1956, págs. 290-1.

79 ,.,,.,
ticas para ganar ese interés. Pero, en fin de cuentas, · tencialista-humanista es uno de los antagonismos
dicen los psicólogos humanistas y los existencialistas, el:iasá modernas. Walter
·cos de la filosofia y la psicología .Ó
C SI
eso no conduce a nada. Los estudiantes no eligieron es- J{aufmann establece bien la disyunci n:
tudiar cómo se calculan superficies. En su vida es poco
lo que los impulsaría a apropiarse personalmente de «Uno de los rasgos más tristes de nuestra época. es que
ese conocimiento y asimilarlo. Jim Barnes no carga con debamos afrontar una dicotomía enteramen~ mnece-
la responsabilidad de aumentar la capacidad de sus san··a· por un lado ' están aquellos cuya
. devoc1on por la
estudiantes -ni está realmente interesado en ha- limpieza y el rigor intelectuales es eJemplar, pero que se
cerlo-de elegir, ganar en identidad personal y ampliar · gan a abordar otras cuestiones que no sean las pe-
queñas y con frecuencia francamente t nv1a
nie . . 1es; en el
su perspectiva de poder y sentido.
¿Qué piensa usted sobre Jim Barnes? ¿Daña lamen- otro bando están los hombres como Toynbe~ Yalgunos
te y detiene el desarrollo de la psique de sus estudian- de los existencialistas que abordan las cuestiones gran-
d s e interesantes, pero lo hacen de manera tal que los
~sitivistas los señalan como prue?as vi~entes de que
tes? ¿O sigue legítimamente una perspectiva eficaz de
la enseñanza? Piense lo que piense usted en este mo-
mento, ¿le queda claro por qué razón es problemático cualquier esfuerzo de este tipo está destmado al fraca-
tratar de ser un profesor ejecutivo y un profesor tera- so. Conscientes de los errores de sus oponentes, ambos
peuta, por lo menos al mismo tiempo? Quizás usted bandos van llegando cada vez a extremos mayores; la
considere la posibilidad de ser un docente ejecutivo en brecha se ensancha; y el lego inteligente que queda en
ciertas ocasiones y un docente terapeuta en otras. Ante el medio pronto los pierde de vista a ambos». 19
esto los existencialistas bramarían: «Ü usted cree que
En la esfera de la educación parecemos atrapados en
hay que presentar a los estudiantes el contenido para
la misma dificultad. Ha habido muchos intentos de des-
aprender, o cree que pueden y deben determinar su pro-
cribir la enseñanza mediante la terminología de causa-
pio aprendizaje. O cree que un docente puede enseñar
efecto de proceso-producto, pero los críticos afirman
cierto contenido específico a un alumno, o cree que el
que e~to deja de lado la dimensión genuinai:riente hu-
docente lo único que puede hacer es guiar al alumno en
mana que da sentido a la enseñanza. Tai:ribién. hemos
la prosecución de un contenido específico. Usted cree o
tenido descripciones fenomenológicas y exi~tenciales de
que el propósito de la educación es instruir al estudian-
la enseñanza como experiencia personal smgula~-, ~ro
te en el conocimiento y las habilidades, o que el propósi-
los críticos dicen que no podemos hacer generalizacio-
to es engendrar autenticidad y autorrealización. ¡ELI-
nes provechosas partiendo de semejantes considera-
JA! Usted no puede sentarse en el borde de la cerca. No
puede hacer ambas cosas». ciones narrativas personales. ¿Puede usted ll~gar ~~a
resolución por sí mismo, a algo que le permita utilizar
tanto el enfoque del ejecutivo como el del terapeuta en
Reflexiones adicionales el aula? No le hemos dejado grandes esperanzas, ¿no es
cierto?
Si usted se siente aturdido por este problema, tiro- 19 Walter Kaufmann, «Chapter 1: Existentialis~ &:om Dos-
neado en dos direcciones, no está solo. La brecha entre toievsky to Sartre», en Kaufmann, comp., Existenttalism from
la perspectiva positivista-conductista y la perspectiva Dostoieusky to Sartre, pág. 51.

74 75
Mientra s usted medita sobre estas pregunt as, hay n:úentos centrales, los estudian tes pueden norn_iahnen-
un pequeño detalle que nos gustaría despejar. Cuando te seleccionar program as y cursos de una amplia ?ama
discutíamos el enfoque del terapeu ta respecto de la tar- propuesta; o, si han alcanzado la edad correspondiente,
jeta de Persona Educada, dijimos que los defensores de abandon ar la escuela. Pero primero debe considerarse
esta perspectiva de la enseñan za se opondrían enérgi- el bien común. ¿Cómo entonces toleraremos que ~os es-
camente a cualquier tarjeta semejante. ¿Por qué? Por- tudiante s elijan el momento, el lugar y el conterudo de
que cada persona es singular. Mientra s cada persona su educación, según propone el enfoque del terapeu ta?
elija su propio camino hacia un futuro proyectado por Una vez más su deseo, como el nuestro , sería en-
ella misma, ese carácte r singula r se conserva. De ahí contrar un acuerdo. El enfoque del terapeu ta es tan
que no existan normas compartidas ni resultad os co- atractivo, tan pleno de dignidad y de esperan za puesta
munes que puedan utilizarse para determi nar cuándo en cada ser humano , que nos resistimos a apartam os
una persona está calificada para recibir su tarjeta de de él. Pero, reiteram os nuestra pregunta: ¿cómo puede
~· E. En este caso no hay ningún conocimiento especia- uno adoptar los dos enfoques y ser coheren te con los
lizado que pueda certificarse median te un examen de la principios e imperativos de ambos? Cada elemento de
junta escolar o del registro de graduados. Usted podría, estas dos perspectivas nos está diciendo «¡Elige!». ¿Qué
tal vez, asignar se una tarjeta de P. E. a sí mismo, pero, hará usted?
¿para qué querría hacer semejan te cosa? Esa tarjeta no Antes de tratar de decidir esta cuestión, nos gustaría
significaría nada para ninguna otra persona , puesto que considere los casos y discusiones que el cuadro 1
que usted se premió a sí mismo sobre la base de su asocia al enfoque del terapeu ta. Los encontr ará en el
propia condición singular. capítulo 7. Ahora pasarem os a examin ar otro enfoque.
Y aquí nace un problema dificil para el enfoque del y no es una perspectiva de contemporización entre las
terapeu ta. Cada persona es singular. Esa condición se otras dos perspectivas, ni tampoco una especie de reso-
mantien e en virtud de las elecciones personales. Uno lución de la paradoj a que plantea n el conductismo y el
debe tomar decisiones sobre la base del futuro que cons- humani smo. Este tercer estilo de enseñan za pone prin-
truye para sí mismo. Pero, ¿qué ocurre con el futuro de cipalme nte el acento en la x de la fórmula Dq>Exy Y
los demás? ¿Qué ocurre con el futuro de la comunidad? resulta por completo diferente de cualquiera de los dos
¿Del Estado? ¿De la nación? Esas entidades, ¿no pue- enfoques considerados hasta aquí tanto en lo referente
den ejercer jurisdicción sobre la enseñan za a fin de ase- aq>como ay.
gurar cierto sentido común y servir a ciertos propósitos
comunes? ¿El gobierno del pueblo no debería imponer
un program a compartido de estudios a cada niño a fin
de preserv ar la cultura y la nación?
En los Estados Unidos, hace tiempo que se acepta
que el manten imiento de la democracia y la identidad
nacional exigen una educación común. Esta idea se ma-
nifiesta general mente como un conjunto de elementos
centrales comunes a los estudios de todos los estudian -
tes. Una vez que se adquier e ese conjunto de conoci-

76 77
4. El enfoque del liberador

Las dos perspectivas examinadas hasta ahora po-


nen el acento en diferentes variables de la fórmula
DcpExy. El enfoque del ejecutivo destaca lo que el do-
cente hace (cp). El enfoque del terapeuta pone énfasis en
lo que el estudiante (E) es y decide llegar a ser. Cada
estilo de enseñanza tiene diferentes propósitos (quepa-
recen excluirse recíprocamente si tenemos en cuenta
los argumentos que acabamos de esbozar). El docente
ejecutivo busca que el alumno adquiera un conocimien-
to y una habilidad específicos. El docente terapeuta
apoya y guía al alumno para que llegue a ser una per-
sona auténtica. Hemos analizado todas las variables de
la fórmula salvo una. Aunque hemos mencionado con
frecuencia el contenido (x), hasta ahora no lo hemos
caracterizado. El enfoque del liberador de la enseñanza
pone en primer plano el contenido, x.

Estudio de un caso
Para ilustrar la perspectiva liberadora quisiéramos
que usted imagine nuevamente que es un profesor. Es-
ta vez se trata de un profesor que acaba de egresar de la
facultad con calificaciones sobresalientes en matemáti-
ca y física. Usted se siente muy orgulloso por esos lo-
gros, pero lo que más lo enorgullece es haber rechazado
varios ofrecimientos de trabajo en la industria privada
porque desea ser profesor. Durante mucho tiempo us-
ted ha lamentado lo que considera la insuficiente pre-
paración de los estudiantes secundarios tanto en mate-

79
mática como en ciencias naturales. A usted le encantan conducción, la resonancia, la filtración y los efectos
estas materias y vislumbra el futuro en el que podrá magnéticos, así como los térmicos y bioquímicos.
compartir su conocimiento con sus estudiantes. Usted ¿Cómo planea enseñar todo este contenido? Esta
puede elegir entre varias escuelas; una preparación co- consideración lo perturba un poco, pero no excesiva-
mo la suya no se ve todos los días en los profesores que mente. Usted sabe bien todos estos temas. Se siente se-
recién se inician. Usted se decide por una buena escuela guro de poder presentarlos de manera viva a sus estu-
secundaria situada en una comunidad suburbana de diantes mediante el uso cuidadoso de ayudas instruc-
clase media, heterogénea desde el punto de vista racial. cionales, esbozos históricos y biográficos, y alentando a
Usted está a cargo de cinco clases, ~os de fisica y tres los alumnos a realizar ejercicios y experimentos que los
de matemática. Una clase de fisica es de nivel avanza- pongan frente a los problemas que deben resolver. A us-
do, la otra es de fisica general para estudiantes que se ted le preocupa el modo en que debe comunicar este
preparan para ingresar a la facultad. Un curso de ma- complejo material a clases compuestas por una varie-
temática es de introducción al álgebra, los otros dos son dad de diferentes estudiantes -ron capacidades, expe-
deAlgebra I. Usted se prepara profundamente para dar riencias e intereses diferentes-, aunque tampoco en
esos cursos, complementando los libros de clase con li- este caso siente una profunda inquietud. Confia en el
bros de ejercicios, prepara su propio material de apoyo valor que tiene su material para los estudiantes y está
hecho a medida de los alumnos, y una cantidad muy preparado para hacer los ajustes necesarios a medida
completa de ayudas visuales que incluyen coloridos es- que vaya conociendo sus diferencias.
quemas y gráficos, pósters, diapositivas, filminas y has-
ta unas po~s películas que muestran a famosos cientí-
ficos y matemáticos luchando con los grandes proble- Características de este enfoque
mas intelectuales de su época.
En cada curso, su principal interés es que la mayor Este estilo de poner gran énfasis en el contenido y
cantidad posible de alumnos aborden el material del prestar menos atención a las habilidades docentes es-
modo en que lo haría un fisico o un matemático. Por pecíficas o a los estados psíquicos y emocionales de los
ejemplo, usted decide comenzar la unidad sobre electri- alumnos lo convierte en un candidato para el enfoque
cidad de manera simple, utilizando una linterna o una del liberador. Pero sólo en candidato. Ser un miembro
lámpara hogareña corriente como punto de partida. Pe- pleno exige considerar el objetivo de la enseñanza, más
ro antes de que termine el primer período de esa lec- allá del énfasis en el contenido, del mismo modo que la
ción, usted proyecta considerar temas como los circui- consideración del objetivo es esencial para los enfoques ... J,,
tos, la polaridad, la resistencia y la corriente eléctrica. A del ejecutivo y del terapeuta. El mero énfasis en el estu- í ! f'4.(1;1t
partir de entonces usted presentará la matemática bá- diante no lo hace a uno un docente terapeuta: uno debe
sica que es usual emplear en los cálculos eléctricos y concentrarse en el alumno con el propósito de ayudarlo 1
luego el carácter atómico de los circuitos eléctricos y ague llegue a ser una persona auténtica. El mero énfa- -g~tiLO
electrónicos. Durante el desarrollo de estos temas les sis en las aptitudes técnicas de la enseñanza no lo hace
hablará a sus alumnos de Gilbert, de Faraday, de Max- a uno un docente ejecutivo¡ uno debe además procurar
well y de Neumann. Para cuando termine de dar la uni- que el estudiante adquiera efectivamente conocimjentQ
dad, usted espera haber tratado convenientemente la y pericia específicos. El mero énfasis en el contenido no

80 81
lo hace a uno un liberador; además hay que procurar espera que sus alumnos lleguen a ser investigadores
liberar la mente del estudiante de los límites de la ex- escépticos, críticos, porque es una actitud previa nece-
periencia cotidiana, de la inercia y la trivialidad de la saria para llegar a ser un buen científico. A fin de que
convención y el estereotipo. De ahí que el contenido de los estudiantes aprendan a pensar de ese modo, es ne-
sus clases de fisica y de matemática deba ser seleccio- cesario que vean que otro lo hace así (difícilmente pue-
nado y organizado con el propósito particular de liberar dan aprenderlo de la lectura del texto). Usted es el pro-
la mente del estudiante. fesor que debe servir como modelo para los estudiantes.
Llegado a este punto, usted podría objetar que hasta Si usted desea que ellos se conviertan en investigadores
ahora no puede precisar la diferencia entre el contenido críticos, como lo exige la naturaleza de su disciplina,
x en el enfoque ejecutivo y el contenido x en el enfo- deben observarlo a usted haciendo una indagación crí-
que liberador. Ambas perspectivas tratan con el conoci- tica. Para actuar como modelo, usted frecuentemente
.:;t ~ miento, y ambas parecen tratar con el conocimiento es- debe hacer ciencia en su salón de clases, de modo tal
\¡\ s.~ ~ pecífico, aunque el enfoque liberador parece describir que sus alumnos puedan ver qué significa que ellos ha-
So~ . ;\vese conocimiento en un elevado nivel de complejidad. gan ciencia como investigadores críticos. Sería dispara-
(?- º""''"" Pero, sin duda, las meras diferencias en profundidad y tado que usted esperara que sus alumnos tuvieran una
alcance del conocimiento no pueden ser lo único que conducta crítica y cuestionadora sobre los fenómenos
separa el contenido x ejecutivo y el contenido x libera- del mundo si la persona que les enseña la materia no
dor. Si esa es su réplica, felicitaciones. Usted apunta en actúa de ese modo.
la dirección correcta.
La naturaleza del conocimiento y la manera en que
se fo explora son diferentes en las perspectivas ejecuti- Las «maneras» en la enseñanza
va y libertaria. La x en el eñfoque ejecutivo está, como
ya señalamos, altamente especificada. La constituyen Este modo de actuar como profesor se llama «ma-
datos discretos, ideas, temas y dominios a menudo ex- nera». No en el sentido en que se dice «las buenas ma-
presados en la forma de resultados en la conducta o en neras en la mesa» (aunque hay alguna semejanza), sino
competencias mensurables. Este tipo de especificación la «manera» en el sentido que se usa cuando alguien
precisa es necesaria si se pretenden utilizar exámenes dice «me gusta su manera de ser». Una manera de ser
objetivos y estandarizados para determinar qué obtie- es una disposición relativamente estable para actuar
nen, si es que obtienen algo, los alumnos de sus docen- de un modo determinado en circunstancias que requie-
tes. Recordemos que la tarea del docente es pasar x ren una acción semejante. Hablamos de personas que
desde su fuente hasta la mente del alumno. La manera son corteses, que tienen buen humor, que son afectuo-
en que se haga esta enseñanza parece estar por com- sas, o reservadas o ambiciosas. Esas palabras descri-
pleto determinada por aquellas habilidades técnicas ben su «manera» de ser. En las circunstancias apropia-
para enseñar que han demostrado ser eficaces para que das, una persona afectuosa sonreirá, acariciará, abra-
los estudiantes obtengan conocimientos específicos. zará, ofrecerá apoyo y hará preguntas simpáticas,
En el enfoque liberador, la manera de dar clase está mientras que las mismas circunstancias harían que la
en gran medida influida por el contenido mismo. Por persona que tiene una «manera de ser» tímida reaccio-
ejemplo, en su condición de profesor de ciencias, usted ne quedándose inmóvil, con el ceño fruncido y retraída.

82 83
La manera de ser del docente es esencial en el en- nes diferentes. Estas son maneras (modos coherentes
foque liberador porque determina en gran medida que de conducta) que el docente debe mostrar a fin de
el conocimiento y la aptitud que el alumno debe apren- enseñar bien la ciencia. El profesor debe no solamente
der liberen su mente o simplemente la paralicen con mostrar esas maneras, sino también llamar la atención
datos y habilidades insípidos e irrelevantes. Uno de los hacia ellas y alentar a sus alumnos para que las imiten,
más destacados defensores contemporáneos del enfo- además de elogiarlos cuando ellos mismos se compor-
que liberador, R. S. Peters, aclara la idea de la manera tan de ese modo. Para el enfoque liberador no basta con
de ser al analizar lo que él llama los «principios de pro- que el alumno simplemente adquiera el conocimiento y
cedimiento» para enseñar materias tales como ciencia o la aptitud, en mayor o menor medida. Ese conocimiento
historia:
y esa aptitud deben adquirirse de una manera apropia-
«Debe haber respeto por las pruebas y una prohibición da al tipo de conocimiento que se imparte.
de "cocinarlas" o deformarlas; debe haber una disposi- En la enseñanza de literatura, por ejemplo, la mane-
ción a admitir que uno se ha equivocado; no debe poner- ra de la instrucción tiene que ser algo diferente de la
se ninguna traba a la persona que desea plantear ob- manera de la ciencia. En el primer caso, el profesor pro-
jeciones; debe manifestarse respeto por las personas bablemente desee mostrar pasión y compromiso y alen-
como una fuente de argumentos y nunca se dirigirán tar a sus alumnos a hacer lo mismo, mientras que la en-
injurias personales ni se manifestará desprecio por.io señanza de la ciencia requiere desapasionamiento y de-
que dice alguien a causa de quién es el que lo dice. sapego. En arte y en música, el docente quizá quiera
Aprender ciencia no es sencillamente aprender datos y mostrar despreocupación por las reglas convencionales
comprender teorías; también es aprender a participar de armonía, equilibrio, ritmo y color, con el objeto de
en una forma pública de una vida gobernada por tales promover la expresión creativa en su clase, en tanto
principios de procedimiento. Por consiguiente, en la que sólo en condiciones muy especiales el científico que-
medida en que una persona quiera educarse científi- rría mostrar indiferencia por las reglas metodológicas
camente, deberá absorber estos principios de procedi- de la indagación científica convencional. Cada campo
miento, en virtud de los cuales se ha acumulado, se disciplinario normalmente tiene una serie de maneras,
critica y se desarrolla el contenido del pensamiento de principios de procedimiento, como los llama Peters,
científico» .1 que son los que convienen a ese campo.
Si bien hemos descripto con suficiente claridad la
Estos principios de procedimiento son parte de lo idea de «manera», aun podemos agregar un poco de
que significa la manera de enseñar. Observemos que complejidad a esta discusión sin abrumar al lector. ~
Peters habla de mostrar respeto por las pruebas y por manera de enseñar no sólo está baio la influencia de 1ª-
las personas como fuente de argumento; de no estorbar naturaleza del contenido (por ejemplo, fisica, literatura
cuando se presentan perspectivas divergentes; de no o arte), también recibe la influencia de la complejidgd
utilizar la injuria ni mostrar desprecio por las opinio- del contenido. Si se trata de un contenido poco desarro-
1 R. S. Peters, «Aims ofEducation: A Conceptual Inquiry», en R. llado y de nivel bajo, ¿qué valor y qué fascinación acom-
S. Peters, comp., The Philosophy of Education, Londres: Oxford pañarían a semejante contenido? Un contenido poco
University Press, 1973, pág. 25 [La filosofia de la educación, Mé- elaborado le deja al docente muy poco campo y poca pro-
xico: Fondo de Cultura Económica, 1977].
fundidad para desarrollar sus maneras. La situación

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podría compararse con la de una actriz que debe vérse- el trato justo. Entre las virtudes intelectuales están la
las con un guión pobre. No desea actuarlo porque no re- racionalidad, la amplitud de espíritu, la valoración de
presenta un desafio para su talento dramático; le niega las pruebas, la curiosidad, un hábito mental reflexivo Y
alcance y profundidad. el escepticismo prudente.
El conocimiento específico, tan valorado en el enfo- Cada una de estas virtudes denota una manera de
que ejecutivo, está especialmente sujeto a este tipo de actuar que según los liberadores debería ser caracterís-
deficiencias. El conocimiento y las habilidades se espe- tica de toda la enseñanza. En realidad, en la perspec-
cifican con toda precisión a fin de que se pueda diagnos- tiva libertaria, estas virtudes morales e intelectuales se
ticar con exactitud el fondo acumulado de conocimiento consideran una parte del contenido. El alumno debe
y habilidades del alumno, se pueda preparar una pres- adquirirlas del mismo modo en que debe adquirir el
cripción instruccional, brindar esa instrucción y, final- conocimiento y la aptitud en cada disciplina. ¡Diablos!
mente, se administre una evaluación que no dé lugar a ¿Comprendió usted bien lo que acaba de leer? Hasta
ambigüedad. La dificultad está en que el conocimiento ahora hemos estado hablando de la manera y el conte-
y las habilidades se especifican en un nivel tan básico y nido como si fueran dos entidades separadas y ahora
detallado que al docente le resulta imposible impartir- acabamos de decir que la manera es parte del conte-
los de una manera que refleje algo más que un enfoque nido. Tómese un momento. Vea si puede explicarse esto
rudimentario, y hasta a veces primitivo, del contenido. - por sí mismo. Y luego regrese al texto.
En el enfoque liberador hay muchas menos probabili- La manera es una parte del contenido de la enseñan-
dades de llegar a este resultado porque en él se pone za porque mientras usted comunica el contenido de al-
particularmente el acento en la calidad del contenido: gún terna a sus alumnos, también les enseña la manera
en que usted enfoca y trata ese contenido. Los estudian-
tes aprenden no sólo de lo que usted dice y lo que les
Virtudes morales e intelectuales asigna hacer; aprenden del modo en que usted lo hace.
Es normal que usted no piense demasiado en esta face-
En un momento observaremos más detenidamente ta de la docencia (es parte de una noción que se conoce
esta noción de la complejidad del contenido. Ahora es como «currículum oculto»), pero para el liberador, es
necesario agregar un detalle sobre la manera de ense- una parte vital de la enseñanza. El liberador desea que
ñar. Hemos dicho que la manera es específica del campo el estudiante adquiera la manera (general y especial)
disciplinario y también señalamos hasta qué punto esa tanto como el contenido, porque el contenido sin la ma-
manera está afectada por el grado de complejidad con nera no será liberador.
que se desarrolla el contenido para que el docente lo im-
parta en su clase. También existe lo que podríamos lla-
mar la manera general. Su forma y su carácter no de- Rasgos de carácter
penden de los diferentes terrenos o materias; resulta
aplicable en todos los campos. Esta manera general ha- Puede resultar dificil entender cómo la manera llega
bitualmente se agrupa con el título de «virtudes mo- a formar parte del contenido, porque no puede ser en-
rales e intelectuales». Entre las virtudes morales están señada a los estudiantes directamente, a diferencia del
la honestidad, la integridad, la disposición imparcial y conocimiento, las habilidades y la comprensión. Estos

86 P.7
últimos se obtienen por una especie de ataque frontal. Ryle sostiene que aprendemos rasgos de carácter
Pero hay otro tipo de resultado del aprendizaje, llama- cuando otro nos los muestra y nos entrena en ellos,
do «rasgos de carácter>>. Difiere de los otros tres en que alentándonos o recriminándonos, según corresponda.
':.J
~
se hace dificil impartirlo directamente. Suena un poco finalmente llegamos a dominar cada rasgo entrenán-
-...J
tonto que un profesor diga «Hoy voy a enseñarles ama- donos para vivirlo bien. Este es el modo en que el alum-
~ bilidad», aunque no suena tonto que diga «Hoy les en- no adquiere la «manera» de ser del profesor. El conocido

~
señaré el teorema de Pitágoras» u «Hoy voy a enseñar- psicólogo de niños Urie Bronfenbrenner hace una ob-
les cómo se inicia y se mantiene una reacción atómica». servación semejante:

l~
Los rasgos de carácter se ~nseñan con el ejemplo y el
modelo, no por medio d'* la enseñanza directa. Para que «Por importantes que sean los factores genéticos en
los alumnos puedan adquirirlos, tales rasgos deben ser cuanto a determinar la conducta humana, no hay du-

ti parte de la manera de ser del docente. Ahora bien, aun- - das de que cualidades tales como la confianza mutua, la
que se los enseñe indirectamente, siguen siendo en amabilidad, la cooperación y la responsabilidad social
gran medida una parte de lo que el docente liberador no pueden asegurarse mediante la reproducción selec-

;!L quiere que sus alumnos aprendan. Esta característica


es la que hace que la manera sea parte del contenido. El
filósofo británico Gilbert Ryle, al observar rasgos tales
tiva; se aprenden de otros seres humanos que en algu-
na medida exhiben esas cualidades, las valoran y se
esfuerzan por desarrollarlas en sus hijos. Es más una
~t como el esfuerzo sostenido y la disposición imparcial,
ofrece un descripción interesante:
cuestión de herencia social que de herencia biológica. O,
como solía decir uno de los profesores del autor, Walter
~i Fenno Dearbom, "[El] es astilla del mismo palo, no
j~ 1,
«Lo gue nos ayudará a ejercer el control de nosotros
~mos, a ser imparciales o laboriosos, son los buen<?.§. -
porque haya sido hachada de él sino porque conviven
en el mismo bosque"».3
eJemplos dados por otros, luego la propia práctica a~
t
~ ,
l ha amos, los errores ue cometamos los nuevos inten-
tos y os nuevos fracasos, pero nada ocurre de manera
~ ~ediata. En cuestiones de moral, como de las habili- -
Para quienes adoptan la perspectiva libertaria, po-
cas cosas son ás destructivas ue edir a los estu-
antes una «manera» ue el rofesor ni see m e
~ e Ea<les y las artes, primero aprendemos de lo que nos e. Todos hemos tenido docentes de este tipo: el pro esor
de"ciencia que les pide a sus estudiantes que tengan un

q
~ ~uestran los demás, luego del entrenamiento al que
nos someten otros, naturalmente, acom añado r 1- pensamiento crítico, pero nunca se aparta del problema
guna ho a ien expresa a, gún elogio, alguna re- planteado en el texto o de las respuestas que dan los
~ primenda y, en fui, del entrenamiento al que nos sorne-
- ternos nosotros mismos».2 3 Urie Bronfenbrenner, Two Worlds of Chilhood: U.S. and
U.S .S.R., Nueva York: Simon & Schuster, 1970, Clarion edición de
bolsillo, 1972, cita tomada de la página 117 de la edición de bolsillo
[Educación de los niños en dos culturas: comparaciones entre los
2Gilbert Ryle, «Can Vrrtue Be Taught?», en R. F. Dearden, P H . Estados Uni.dos y la ex Uni.ón Soviética, Madrid: Visor, 1993). [En
Hirst y R. S. Peters, comps., Education and R eason: Part 3 ofEdu- la frase de Walter Fenno Dearbom hay un juego de palabras irre-
cation and the Deuelopment of Reason, Londres: Routledge & producible en español: He's a chip off the old block, not because he
Kegan Paul, 1975, pág. 47. was knocked offit, but because he knocked around with it.)

89
manuales para docentes; el profesor de arte que habla tipo de contenido que tiene más probabilidades de ser
incesantemente de ser creativo y expresivo, pero en el dominado por los niños, y la necesidad de que ese
aula siempre estructura del mismo modo las tareas que contenido se desarrolle de modo tal que después se lo
encarga y le da rigurosa importancia a la pulcritud de pueda evalua~ con exactitud. La~ demandas del enfo-
los trabajos; el maestro de la escuela elemental que les que liberador son por completo diferentes. Un docente
aconseja a sus alumnos compartir sus cosas, pero se inclinado hacia el estilo liberador re~ . ue ~1 alu~ o ~
enoja si alguien olvida un lápiz o toma alguno de los s 0 pue e esarrollar y liberar su espmtu s1 adqwere ~
materiales que él tiene en su escritorio. saberes y com rensiones es n · binados con .,
El docente liberador se preocupa por ser un inodelo os rasgos morales e intelectuales del carácter que más ~
de la manera de ser especial y general necesaria oara se ajusten a esos conocimiento~Lo que se incluya en la
liberar la mente del alumno de los dogmas, las con- categoría de «Saberes y comprensiones esenciales» no ~
venciones y los estereotipos. Si quiere inculcar creati- - debe estar determinado por el simple hecho de que los .......J
vidad, ese docente no enseña una unidad sobre la crea- niños lo aprendan con mayor facilidad ni por la posibi-
tividad; la creatividad no es tanto una habilidad que lidad de evaluarlo con el mayor nivel de confiabilidad y
pueda enseñarse directamente como un modo de enca- validez.
rar las tareas y actividades. De modo que ese profesor El liberador establece algunos controles estrictos
actúa creativamente, impulsando a sus alumnos a se- sobre lo que cuenta como saber y comprensión y, por lo
guir su ejemplo y ofreciéndoles la oportunidad y la se- tanto, sobre lo que es adecuado para el curriculum. Una
guridad necesarias para que intenten ser creativos. Lo de las explicaciones contemporáneas más completas de
mismo ocurre en el caso del pensamiento crítico, la pie- esos controles fue presentada por P. H. Hirst. 4 Este
dad y la honestidad. Estos y muchos otros rasgos clave autor sostiene que el conocimiento puede dividirse en
se adquieren indirectamente de una enseñanza que siete formas. Estas son: matemática, ciencias físicas,
además busca impartir conocimiento, aptitud y com- ciencias humanas, historia, religión, literatura y bellas
prensión. artes, y filosofia. Hirst afirma que estas siete formas o
dominios cubren todos los tipos de cosas que, como se-
res humanos, podemos llegar a saber sobre el mundo.
Formas de conocimiento La mejor educación es aquella que inicia a los estudian-
tes en estas formas de conocimiento.
Hace un momento distinguíamos la naturaleza del Además de interesarse por establecer cuáles son las
contenido estudiando el nivel de complejidad con que se formas apropiadas de conocimiento, el liberador tam-
desarrolla y se presenta a los alumnos. Prometimos vol- bién estipula cómo deberían enseñarse esas formas. Es
ver sobre este punto después de analizar el concepto de decir, uno no puede ni elegir un tema de enseñanza
«manera». Ha llegado el momento de hacerlo. Recorde- cualquiera (si su objetivo es liberar la mente, debe se-
mos que, en el enfoque del ejecutivo, el contenido está
altamente especificado, como debe ser para que el do- 4p H. Hirst, «Liberal Education and theNature ofKnowledge»,
cente que adopta esta perspectiva cumpla bien su fun- en R. Peters, comp., The Philosophy ofEducation, págs 87-111 [La
filosofía de la educación, México: Fondo de Cultura Económi~a,
ción. Estas exigencias con respecto al contenido surgen 1977]; también en Dearden, Hirst y Peters, comps., Education
primariamente de la experiencia pasada: esta indica el and Reason: Part 3, págs. 1-24.
inas ante s de
de la man era idea rele er el mat eria l de las últi mas pág
leccionar entr e las formas) ni enfocarlo
a de conoci- abo rdar los nue vos párr afos que siguen.
que más le plaz ca. Par a Hirs t, una form os, expe-
es que pue- A med ida que crecemos y nos desa rrol lam
mie nto tien e cier tas cara cter ístic as especial info rma ción y
qué es esen cial y rim enta mos el mun do que nos rodea. La
den ayu dar al docente libe rado r a ver nue stro s sen-
to tem a. Una los dato s entr an en nue stra cab eza por
qué contribuye a form ar la idea par a cier olem os y sabo ream os
cept ual cohe- tidos. Oímos, vemos, sent imo s,
form a de conocimiento es un sist ema con las cosas que hay en el mun do. Y podemo
s hac er una
cole ctivamen-
rent e que la hum anid ad ha desarrollado stra cabeza.
ido a área s par- diversidad de cosas con lo que entr a en nue
~ a trav és del tiempo a fin de dar sent arta rlo (ol-
a form a tien e Podemos, por así decirlo, dire ctam ente desc
ticu lare s de la experiencia hum ana . Cad por un lapso
ctos clav e de vidarlo o ignorarlo). Podemos alm acen arlo
sus conceptos especiales que cap tan aspe brev e y no pres tarl e muc ha aten ción . Pod
emo s eva -
la experiencia hum ana . algo con ello.
ncia s ar- luarlo, refl exio nar sobre ello y aun hac er
Por ejemplo, par a dar sentido a las exp erie otra s cosas
bell eza; par a dar Podemos elaborarlo, conectarlo con algu nas
tísti cas, nece sita mos un concepto de ideas. Evi-
natu ral, ne- y quiz á crea r nue va información o nue vas
sent ido a exp erie ncia s en el mun do :fisico, de nue stro
o y pru eba den tem ente , todo lo que ocu rre en el inte rior
cesi tam os conceptos tale s como verd ad, hech ción que se-
men os mat emá - cerebro tien e una influencia en la informa
evid ente ; y par a com pren der los fenó idos. Lo que
Ade más de guim os inco rpor and o a trav és de los sent
ticos, nec esit amo s el concepto de núm ero. con nue stro mun do
cimiento, en la sab emo s y sen tim os en rela ción
esto s conceptos clave, cad a form a de cono que ram os
lógi ca dist inti va pue de tene r un impacto profundo en lo que
opinión de Hirs t, tien e una estr uctu ra en que inte r-
regl as par a ver u oír, en lo que vere mos y en el modo
prop ia (piénsese en la diferencia entr e las mos.
as gram ati- pret arem os lo que veamos, sint amo s u oiga
reso lver ecuaciones mat emá tica s y las regl a toda esta
des y mét o- Por el mom ento llam arem os «ingreso»
cales de un idioma), un conjunto de hab ilida o filtramos,
significativos información y estos dato s que entr an. Cóm
dos especiales par a elab orar enu ncia dos es un asu nto
o) y una se- procesamos y estr uctu ram os ese ingreso
en esa form a (piénsese en el método científic iva, se consi-
ar pública- crítico par a el liberador. En esta perspect
rie de nor mas únic as par a com prob ar y juzg men cion amo s
ca artí stic a o dera que las form as de conocimiento que
men te esos enu ncia dos (piénsese en la críti elab orad os
liter aria ). ante rior men te está n entr e los medios más
par a darl e a
men te com- par a dar una estr uctu ra a la experiencia:
Esto s conceptos pue den pare cer exce siva y útil, y par a
s dificultad la exp erie ncia una significación prof und a
plejos. Una razó n de que algu nos teng amo ón de nue stra
hem os teni do cap acit amo s en el con trol y la med iaci
par a cap tarl os es que nosotros mismos no o no está n
ame nte el exp erie ncia . Est as form as de conocimient
muc hos profesores que com pren dier an plen com pue stas sim plem ente de dato s, cifras
y fórm ulas ;
etidos con
enfoque libe rado r y que se sint iera n comprom lógicas distin-
las nociones son idea s clave o cent rale s, estr uctu ras
él. De a1ú que encontremos dificil asim ilar de juicios pú-
s con la edu - tiva s, mét odo s de indagación, y nor mas
libe rado ras a nue stra s prop ias experiencia esta s últi mas
plificar algu - blic ame nte sust enta das . Si apre nde mos
cación. Por esta razó n, pod ría ser útil sim que apre nde mos
. Tra tare mos cara cter ístic as de las form as al tiempo
nas de las idea s que acab amo s de describir te hace mos
dolo s en idea s los dato s, las cifras y las fórmulas, real men
de no forz ar esto s conceptos tran sfor mán del conocimiento la bas e par a libe rar la men
te de lími-
Y met áfor as más corrientes, pero pod
ría ser una bue na

93
tes, engaños y convencionalismos de la experiencia pensamiento liberador. El movimiento de desarrollo de
corriente, no estructurada. los curricula en la década de 1960 le prestó gran aten-
Un docente podría considerarse un liberador si pone ción y el ahora clásico libro de Jerome S. Bruner, The
el acento en el contenido, en la x de la fórmula D<pExy. Process of Education, le dio mayor impulso. Bruner
Sin embargo, si el contenido se entiende meramente escribió que «captar la estructura de un asunto es com-
como un conjunto de datos, cifras y fórmulas, ese do- prenderlo de un modo que permite vincularlo con senti-
cente no es un liberador, aun cuando x parezca ser la do a muchas otras cosas. En suma, aprender la estruc-
variable principal en la instrucción que brinda esa per- tura es aprender cómo se relacionan las cosas entre
sona. Recordemos que además de impartir el contenido sí».5 Luego pasaba a analizar la importancia de las
de su materia, el docente que adopta la perspectiva li- ideas clave:
beradora debe también ser ejemplo de la manera de ser
de una persona educada liberalmente; debe poseer y «Las ideas básicas que están en el corazón mismo de
exhibir las virtudes morales e intelectuales que anali- toda ciencia y de la matemática así como los temas bá-
zamos antes. Ahora bien, hay otro pequeño inconve- sicos que dan forma a la vida y la literatura son no me-
niente: el contenido mismo debe desarrollarse con pro- nos simples que vigorosas. Dominar esas ideas básicas,
cedimientos particulares. Debe planearse y presentar- utilizarlas con eficacia, exige una prpfundización con-
se de modo tal que el alumno pueda captar la estruc- tinua de la comprensión que tenemos de ellas y que na-
tura radical de las diversas formas de conocimiento, y ce de aprender a utilizarlas en formas cada vez más
de este modo el estudiante se capacita para estructurar complejas». 6
su propia experiencia.
La estructura del contenido, de acuerdo con Hirst y No es sorprendente que nos remitamos a Bruner
muchos otros teóricos de la educación, se revela aten- para hacer una descripción de la naturaleza del conte-
diendo a los conceptos clave de una forma dada, a sus nido en el enfoque liberador. Bruner es un psicólogo
estructuras lógicas distintivas (las reglas y heurísticas cognitivo y, como tal, representa una escuela de pensa-
que gobiernan el modo en que se conectan los conceptos miento diferente del conductismo del enfoque del ejecu-
y las afirmaciones de conocimiento), a sus métodos para tivo y de la psicología humanista del enfoque del tera-
emprender investigaciones formales (tales como el mé- peuta. Como el psicólogo cognitivo está especialmente
todo científico, la historiografia, la etnografia y la feno- interesado en la manera en que adquirimos, interpre-
menología) y sus normas para comprobar y juzgar tamos, aplicamos y ampliamos nuestro conocimiento,
hipótesis o declaraciones. De ahí que, en esta perspecti- existe una estrecha filiación entre el liberador y el psi-
va, adquirir una disciplina (fisica, química, historia, cólogo cognitivo. Pero sería un error llevar esta filiación
psicología, etc.) es aprender sus ideas principales, com- demasiado lejos, porque la perspectiva liberadora no
prender su estructura lógica, estar capacitado para em- está tan enraizada en la psicología (en ningún tipo de
prender indagaciones controladas dentro de su esfera
de experiencia, y saber qué determina el mérito y el va- 5 Jerome S. Bruner, TheProcess ofEducation, Cambridge, Mas-
sachusetts: Harvard University Press, 1960; Nueva York: Ran-
lor de nuestros descubrimientos y producciones. dom House Vintage Edition, 1963, cita tomada de la página 71 de
La noción de que el conocimiento tiene una forma o la edición Vmtage.
estructura ha sido durante mucho tiempo parte del 6 Ibid. (edición Vmtage), págs. 12-3.

94 95
psicología) como los enfoque s ejecutivo y terapéut ico. enseñar a los campes inos adultos analfab etos de la
~s fundam entos de los liberadores son más filosóficos. atrasad a región nordest e del Brasil. En 1964 Freire de-
Sm embargo , en la medida en que quienes adoptan este bió exiliarse a causa de su obra. Su libro Pedagog ía del
punto de vista quieran buscar algún apoyo en la psico.. oprimid o7 present a sus ideas políticas y filosóficas así
logía, la de tipo cognitivo sería su escuela de pensa- como las práctica s pedagógicas que Freire elaboró para
miento preferida. estimul ar y sostene r la «Conáencia crítica» en la gente.
La preocup ación fundam ental de Freire es la libe-
ración de las persona s pobres, débiles e ignoran tes que
La liberación como emancipación han estado sujetas a una domina ción semejan te a la
esclavitud por parte de los ricos y poderosos. Freire cree
El pensam iento liberado r ha experim entado recien- que los grupos domina ntes impone n a los oprimid os
temente otro impulso procede nte de la filosofía neo- una visión opresiva de la realidad social, con lo cual les
marxist a que tiene más una orientación política y social impiden percibir y evaluar su situación, y siquiera pen-
que una preocupación por las disciplinas y las manera s. sar que pueda ser de otra manera . Esta versión de la
Aquí la tratarem os como una variante del enfoque libe- realidad social se va inculcan do median te palabra s,
rador porque la filosofía neo-ma rxista busca liberar la imágen es, costumb res, mitos, cultura popular y una
mente en un aspecto especial; algunos educado res po- multipli cidad de formas obvias y sutiles que penetra n
drían argüir que este es ya por propio derecho otro en- y recorren la vida pública. Los oprimidos aceptan esta
f~que -~erente de la enseñan za. Y lo llamarí an pedago- versión como la realidad y se sienten psicológicamen-
gia cntica o enseñan za emancip adora. El emancip ador te devasta dos por ella. Al aceptar el punto de vista del
ve el ~undo social como un lugar de lucha continu a y dominan.te, los oprimidos llegan a creer que carecen de
opresión en el que aquellos que tienen poder, privilegio valor, que son desvalid os e inferior es. Adquie ren los
Y. status se afirman cada vez más y aquellos que se per- rasgos de persona lidad característicos de la gente opri-
cibe.~ como persona s inferiores aceptan su destino y su mida: fatalism o, autodes aprobac ión y depend encia
debilidad. Los emancip adores sostiene n que las escue- emocional.
las son instrum entos de reproducción social en las cua- Para Freire, la tarea primari a del educado r es su-
les las clases inferiores aprende n a ser obreros dóciles perar estas actitude s y reempla zarlas con rasgos de
que cumple n órdenes y donde se entrena a las clases libertad activa y respons abilidad humana . Esto es im-
superior es para el liderazgo y el ejercicio del poder. El posible de lograr tratand o a los oprimidos como objetos
punto ~sencial (y) de la enseñan za emancip adora es, cuyas conduct as deben ser transfor madas por el docen-
pues, liberar los espíritu s de los estudia ntes de la in- te. Antes bien, deben ser tratado s como agentes hu-
fluencia inconsciente de ideas opresivas sobre su clase manos activos que merecen nuestra ayuda a fin de po-
~u género, su raza o su condición étnica porque esa~ der alcanza r su propia liberación. Necesit an que se les
ideas los paraliza n, los debilita n y los separan de las despiert e la conciencia, para que «lleguen a verse a sí
oportun idades de lograr una vida mejor. mismos como hombre s comprometidos en la vocación
Quizás el autor más conocido que enunció tempra-
nament e el rol del docente emancip ador sea Paulo Frei- 7 Paulo Freire, Pedagogy ofthe Oppressed, Nueva York: Herder
re, el educado r brasileñ o que desarrolló un método para and Herder, 1970 [México: Siglo XXTI.

96 97
ontológica e histórica de llegar a ser más plename nte nada por otros. Ellos creen que este es el propósito ade-
humanos». 8 Esto debe lograrse mediante el diálogo. La cuado de la educación no sólo para los campesinos de
tarea del docente como emancipador es plantear pro- Brasil sino para todos los pobres y oprimidos que ha-
blemas: «plantea r los problemas de los hombres en sus bitan en las grandes ciudades , los trabajad ores mi-
relaciones con el mundo». 9 Los estudiant es y su docente grantes y los obreros..fabriles de todas partes del mun-
deben llegar.a ser colaboradores, coinvestigadores que do, y para todos aquellos que, en cualquier parte, hayan
?e~arrollen Juntos su conciencia de la realidad y sus aprendido a no cuestiona r lo que les ha tocado en suerte
rmagenes de una realidad mejor, posible. A esta aptitud en la vida. Algunos de los esfuerzos actuales en educa-
de apartarse de una aceptación inconsciente del estado ción multicult ural, en los estudios sobre grupos negros
de cosas y percibir el mundo de manera crítica incluso y mujeres y en program as bilingües son ejemplos de
e.n medio de fuerzas generales, sutiles y poder~sas que programa s emancipadores. Si bien tanto los liberado-
tienden a deformar y oprimir, se refiere Freire cuando res como los emancipadores procuran liberar la mente
habla de lograr una conáenci,a crítica. de los estudian tes, los objetivos de los segundos son
En los Estados Unidos y en tiempos más recientes abiertam ente políticos. No obstante, ambos se esfuer-
la obra de Michael Apple, Henry Giroux, Peter Me~ zan por que la educación tenga un fin moral: la libertad
Laren, Stanley Aronowitz, Thomas Popkewitz, Ira Shor del espíritu. En un esfuerzo por distingui r ambos enfo-
10
Y otros dio nuevo impulso a la posición emancipa dora ques, utilizaremos el término «emancipadores» para re-
contra los males de la reproducción social. ferirnos a los programa s educativos sostenidos por los
Para estos teóricos emancipadores, el objetivo de la que defienden las ideas de Freire y otros autores que
e~ucación es elevar la conciencia crítica de los opri- siguen su pensamiento. Reservaremos el término «libe-
nndos de modo que puedan liberarse de una vida domi- radores» para designar a los que represen tan las no-
ciones principales de la educación liberal, como lama-
8 lbi.d., pág. 52. nera de ser, la virtud, las formas de conocimiento y la
9 lbi.d., pág. 66. paideia.
io v· . I
. . eanse, por eJemp o, Michael Apple, Teachers and Texts: A
Political Economy of Class and Gender R.elations, Nueva York:
Routledge , Chapman and Hall, 1988 [Maestros y textos. Una La propues ta de paideia
economía política de las relaciones de clase y de sexo en educación
Barcelo~a: Paidós, ~989); Stanley Aronowitz y Henry A. Giroux:
Educatwn under Siege: The Conservative, Liberal and Radical
Ya mencionamos que el enfoque liberador tiene sus
Debate over Schooling, South Hadley, Massachus etts: Bergin and raíces más profunda mente arraigad as en la filosofia
G~ey, 1985; Peter McLaren, Life in Schools: An Introduction to que en la psicología. Estas raíces pueden remontar se a
Cntical Pedagogy in the Foundations ofEducation, Nueva York: Platón y Aristóteles. En cierto sentido, la noción de edu-
Longm~n, 1989; Thomas S. Popkewitz, A Política[ Sociology of cación liberal es decidida mente griega. Los filósofos
Educat~onal Reform: Power / Knowledge in Teaching, Teacher
Education_ an~ Rese_a:ch, Nueva York: Teachers College Press,
aún vuelven a la obra de los antiguos griegos (y de algu-
1991 [Socwlogia politica de la reforma educativa: el poder/ saber nos romanos como Horacio, Virgilio y Cicerón) en busca
en la ~nseñanza, la formación del profesorado y la investigación, de las premisas básicas de la educación liberal. La idea
~adrid: .Morata, 1994) e Ira Shor, Critical Teaching and Everyday griega de paUiei,a está en el centro conceptual del en-
Life,. Chicago: University of Chicago Press, 1987, originalme nte foque liberador de la enseñanz a.
publicado en 1980.

98 99
.1:aide'ia es el nomb re de un siste ma de educación y modos instin tivos de cond, ucta. · tEn con-
~tiliz~do ~m la ~recia y la Roma clásicas. Su curriculum natÓnn·co cna uras en
aecuenci·a • son más flexibles que las <lemas li · d d
mclm a gunnas1a, retórica, gram ática , mate máti ca y su capacidad para ajustarse~ la más amp ª.van e a
geografia (nótese el paralelo con las formas de conoci- ambientes y a circunstancias exte~as ráp1dam':11:te
5

miento de Hirst). Estas son las disciplinas en las que de hiant es. Se adap tan a todos los climas y condic10-
pensa mos hoy cuando hablamos de educación liberal carnde la Tierr a y pueden amol darse perpe tuam ente al
El estudio de tales disciplinas hace una «persona aca~ nes b' .
. acto que produce e1cam 10. . .
bada», prep ara al individuo de mane ra gene ral para la un:P or eso la enseñ anza no espec ializa da tiene la cua-
vida. Dura nte los primeros tiempos de la era cristiana lidad que más se ajust a a la naturale~a huma n~: Por
el concepto griego de paúle'ia se enten día como huma~ - y de utilid
el punto de vista práctico ad,
nitas: la cultu ra de la huma nidad . En amba s nociones esara zO' n ' desde 12
es mejor que cualquier otro tipo de ensenanza».
tanto en paúle'ia como en huma nitas , se ponía el acen~
en la capacidad de los seres huma nos de alcan zar los El conocimiento especificado, el objetivo_ del enf~que
fines más nobles, los logros más elevados en el cono- del ejecutivo, es anate ma para Adler. Dest mar ~l t1em-
cimiento, la comprensión y la virtud. Estas nociones de escolar a prep arar personas para tarea s, a~tit~des, o
excelencia en los logros huma nos se conservaron en el ~abajos específicos es malgastarlo. El aprendiza~~~tru e mas
pensa mien to occidental. Fuer on nociones funda ment a- práctico es el general, aque~ que nos ofrece los ­
les dura nte el Renacimiento y la Ilustr ación y conti- mentos necesarios para realiz ar nues tra ada~t abili dad
núan siéndolo en el presente. De un modo u otro, a lo y nos capac ita para efect uar las tarea s a medi da ~ue
se
largo de la historia, los filósofos argum entar on en favor nos prese ntan en un mundo rápi d~en te c~mb1 ante.
del enfoque liberador: no sólo Platón y Aristóteles, sino El aprendizaje gene ral o liberal es meJor, 1:1~ solo P?rqu~
tamb ién Eras mo y Tomas Moro, Pasc al y Desc artes , capitaliza mejor la capacidad de adaptac1on y la mteli-
Hum e y Voltaire, Mili y Kant, Whitehead y Dewey. gencia huma nas, sino tamb ién «porque prepar~ ~ nues-
En la década de 1980 se publicaron una cantidad de tros niños para ser buenos ciudadanos y para VlVIT bue-
libros e informes sobre el estado de la educación en los nas vidas humanas». 13
Estad os Unidos. Quizás el más famoso sea A Natio n at . Cómo haría Adle r para alcan zar esos fines en entor-
Risk, realizado por una comisión nacionaJ.11 Otro infor- no~ escolares? Su respu esta moderna no es notab le-
me que llamó ampl iame nte la atención fue el titula do ment e difer ente de la respu esta antig ua. El curso de
The Paúie'ia Proposal, de Mortimer J. Adler. Cens uran- estudios que prese nta en The Paide'ia Proposal e~ ~
do la práctica de dividir los progr amas de los estud ian- caso punt u al . Adler argum enta en favor . -
. . de tres obJetI
tes secundarios según diferentes curricula prepa rato- vos principales: 1) adqu irir un conoclIDlento o_rgamza-
rios, Adle r dice:
do· 2) desar rolla r aptitu des intelectuales, que m~luyan
«De todas las criat uras de la Tierra, los seres huma nos la~ habilidades de aprendizaje; 3) comprender ma~ ~­
son los menos especializados en cuanto a equipamiento pliam ente las ideas y valores. En el prim er propos1to,
11
n
Comisión Nacional sobre Excelencia en Educación A Natio Morti mer J. Adler, The Paideia Propo sal: An Educa tional
at Risk: The lmperatiue for Educational R.eform, Washi~ gton, DC: 12

U.S. Gover nment Printi ng Office, 1983.


Manifesto, Nueva York: Macmillan, 1982, págs. 19-20.
13 Ibi,d., pág. 20.

100 101
~dler incluye tres esferas primari as de estudio: lengua rúforrne. y afirman que la mayor parte de los estu-
literatu ra y bellas artes; matemá tica y ciencias natura~ u. no pueden ponerse de acuerdo sobre la estruc-
diosos
les; ~.historia, geografia y estudios sociales. ¿Le suena ura del conocimiento en sus respecti.vos campos Y s~
familiar? Esperam os que sí pues estas son las formas t guntan si realmen te existe algo que pueda denorm-
de conocimiento que, según Hirst, resultan fundam en. pre la estructu ra 0 siquiera una estructu ra de cono-
tales para el enfoque liberador. Tanto el segundo como narse
cinriento. Aun en el caso de que fuera pos1"ble llegar ªun
el tercer objetivo de Adler también debería n resultar - rdo sobre la estructu ra, los conceptos clave Y las
acue . d aro
le familiares, ya que se los present amos previam ente forroas lógicas cambian con el tiempo; e . que re sul:
como parte de la discusión sobre la «manera» en el en- te insensa to tratar de enseña~ e.sa~ nocion: s ~om? si
foque liberador. fueran rasgos inheren tes a la disciplina~ ~a replica li?e-
radora sostiene, por supuesto, que la cntica ~s esencial-
roente derrotis ta y deja al docente desproVIsto de una
Reflexiones adicionales
guía. · · d t
El enérgico énfasis puesto en el conocimiento de las
El teórico crítico, neo-ma rxista o emancip a or a;m-
bién tiene dificultades con la tradición de la educación
disciplinas ha inquietado a muchos que estudiar on de- liberal por cuanto esta fue utilizad a con mucha frecuen-

1
tenidam ente el enfoque liberador. Esos investig ado- cia como una forma de diferenciación de cla~es Y de
res se pregunt an si es realmen te posible o aun deseable opresión económica. A aquellos que poseen a 1:q~eza y
que todos los alumno s estudien los temas básicos del la influencia se les brinda, por derecho d~ nacunie~to,
modo que sugiere n los liberadores, sobre todo teniendo una educación liberal que luego los capacita. Y autonza
en cuenta la amplia gama de diferencias individuales a maneja r la industri a, controlar el comercio Y ocupar
que se dan en la mayor parte de las aulas. ¿Pueden to- posiciones de poder en el gobierno. Mientra s tanto? a los
dos los estudia ntes desarro llar la mente académ ica y pobres y diferentes cultural mente se les propo~cion~n
erudita que defienden los liberadores o en realidad este sólo habilida des mínima s o quizás una edu~ción téc-
enfoque de la enseñan za represe nta una visión elitista nica y, como resultad o de ello, sólo pueden aspirar a las
de la educación ya que unos pocos estudian tes selectos ocupaciones menos prestigiosas y de ~e~o~ ~der.
pueden alcanza r sus objetivos? ¿Qué tendría de malo El emancip ador probabl emente coincidiría en afir-
un enfoque más práctico, que buscara desarro llar las mar que ese resultad o de una educación .liberal no se
habilida des y la comprensión necesar ias para la vida vincula en modo alguno al verdadero sentido de la edu-
cotidiana y el trabajo? En realidad, algunos críticos di- cación liberal, y que en cambio se debe al modo ~n que
jeron que la verdade ra cuestión no está en la gama de se la utiliza social y económicamente. Incluso sm un~
diferencias que se dan entre los estudian tes sino en la intención deliberada, la educación liberal puede consti-
gama de diferencias que existen entre los docentes es tuir, y a menudo lo hace, un instrume~1'.° de las cla~e.s
decir que algunos profesores sencillamente no son'ca- privileg iadas para manten er su~ J?osi~ones de pnVI-
paces de maneja r y enseñar bien el enfoque liberador. legio y negar al mismo tiem~ pnvilegios a los de~ás.
¿Está usted de acuerdo con ellos? Semeja nte negación no se realiza sobre la base ~bVIa de
Otros sostiene n que los liberado res present an un las diferencias de lengua, raza, etnia o sex~, smo m,ás
panora ma del conocimiento demasia do coheren te y bien sobre la base de las diferencias en el ruvel Yla m-

102 103
dole de los logros educativos (como ocurre cuando un
aJ.roente de esta teoría se le suministrará conocimiento
:obre los demás, pero no se le ~nseñará a preocuparse
anuncio de empleo estipula que es necesario tener cier-
to nivel de estudios como requisito previo para ocupar
una posición, y el anuncio mismo aparece en una publi- Por e1bienestar de esos otros, m mucho menos a tratar-
., d
cación con una circulación en general limitada a las los amablemente. Se le brindar~ ci:rta con:prens~o~ e
personas que tienen más probabilidades de tener esa la sociedad, pero no se le ensenara a sentir .sus lllJUS-
formación). Aunque este tipo de dominación de clase, o ticias y ni siquiera a inquietarse por el destmo de esa
reproducción cultural, como la llaman los neo-marxis- sociedad».
tas, no es un resultado necesario de la educación libe-
A medida que leía este capítulo, ¿tuvo usted la sen-
ral, es ciertamente un aspecto que requiere gran aten-
ción e intuición a fin de evitarlo. En el próximo capítulo ción de que el enfoque liberador era tan desalmado
sa lo sugiere Martin? Si ella está en 1o c1e
como . rto, ¿po
. dría
diremos algo más sobre esta cuestión.
h ber una forma de unir los enfoques del terapeuta Y
d:l liberador, de modo tal que en la fórmula Thp~ se
Otra importante crítica que se le hace a la perspecti-
va liberadora es la que expresó Jane Roland Martin.
pueda poner el énfasis tanto en x como en E? ¿O existe
Experta norteamericana en filosoña de la educación,
un abismo conceptual y lógico entre ambas perspec-
Roland Martin afirma que la concepción sostenida por
tivas tan profundo como el que separa el enfoque del te-
Hirst y Peters de la persona educada como la que tiene
su mente plenamente desarrollada y ha alcanzado una rapeuta del enfoque del ejecutivo? Ha _llegad~ el mo-
amplia perspectiva cognitiva es una visión de torre de mento de tratar de resolver estos espmosos mterro-
marfil, excesivamente estrecha, de lo que realmente gantes y lo haremos en el próximo capítulo. ~e~~· ant:s
significa ser una persona educada. Y lo dice así:l4 de pasar a él, usted puede tener ~a apreciac~on ~~s
aguda del enfoque liberador exa~and.o la discus~oi;
del capítulo 7 «Libertad y adoctnnamiento». Qmza
«La gran paradoja de la teoría de Hirst sobre la educa-
ción liberal consiste en que no es ni tolerante ni ge- también quiera echar una mirada a los otros casos Y
nerosa; concibe la educación liberal como el desarrollo discusiones recomendados para este capítulo en el
de la mente, limita ese desarrollo a la adquisición de cuadro l.
conocimiento y comprensión y restringe el conocimien-
to a proposiciones verdaderas... A la persona educada
liberalmente de la teoría admitida se le enseñará a ver
el mundo a través de la lente de las siete formas de co-
nocimiento, si es que son siete, pero no a actuar en el
mundo. Tampoco se alentará a esa persona a adquirir
sentimientos y emociones. A la persona educada libe-

14
Jane Roland Martin, «Needed: A New Paradigm for Liberal
Education», en Jonas F. Soltis, comp., Philosophy and Education:
Eighüeth Yearbook ofthe National Society for the Study ofEduca-
tion, Chicago: University ofChicago Press, 1981, pág. 44.

104
5. Reflexiones sobre los tres enfoques

¿Está usted listo para decidir, o ya tomó una deci-


sión? ¿Se siente confundido? Puesto que los tres enfo-
ques parecen tan diferentes, incluso tan poco cohe-
rentes entre sí, tratamos de presentarlos de un modo
que le exigiera a usted hacer una elección. Supongamos
que usted está dispuesto a considerar cuál de las tres
posiciones ha de adoptar. ¿Sobre qué base realizaría esa
elección? Hay dos preguntas simples que usted debe
formularse antes de decidir: ¿cuáles son las normas
adecuadas para asignar la tarjeta de Persona Educa-
da? y ¿cómo deberían calificar las escuelas a las perso-
nas para que estas puedan obtener esa tarjeta? ¿Dos
preguntas simples? Tal vez no sean tan simples, pero
tratar de responderlas lo ayudará considerablemente a
clarificar su elección.

Educación y escolaridad
Por ejemplo, supongamos que usted cree que esas
normas apropiadas para otorgar la tarjeta de P. E. son
la competencia en habilidades básicas como la lectura,
la escritura y el cálculo, y una buena educación liberal
(esto es, y =conocimiento especificado+ una mente libe-
rada). Para usted, ambos objetivos son importantes.
Pero además cree que la escuela sólo debería hacerse
responsable de la parte de ese objetivo correspondiente
al conocimiento especificado, es decir, de todo aquello
que puede medirse y comprobarse de algún modo. Por

107
lo tanto, aun cuando usted cree que una persona no está las reflexiones sobre la contaminación, la inflación, los
plenamente educada hasta que no logra liberar su espí- problemas de la salud y de la paz?».1
ritu, también cree que la escuela sólo puede ser respon-
sable por la parte de ese logro que implica preparación ¿Reconoce usted el enfoque liberador en estas pa-
en las habilidades básicas. La liberación de la mente labras? Probablemente Broudy no pretendería que todo
sostiene usted, es un proceso que dura toda la vida y' lo que se necesita para obtener una tarjeta de P. ~· de
que se va cumpliendo en el mundo que está más allá de primera clase se encuentre en las escuelas, pero s1 sos-
la escuela. tendría que lo que se encuentra en las escuelas debe ser
Si esta fuera su posición, usted podría inclinarse por absolutamente especial: no sólo un conjunto más de ex-
el enfoque del ejecutivo, una manera de encarar la en- periencias corrientes, sino el desarrollo de un co°:oci-
señanza que promete preparar a los estudiantes en las miento y una comprensión disciplinados que permitan
cuestiones básicas de la manera más eficiente y eficaz. a los estudiantes ampliar continuamente sus horizon-
La selección parece justificada si tenemos en cuenta la tes, afrontar los problemas y posibilidades de la vida en
distinción que usted establece entre educación e escola- este planeta y adquirir un sentido de lugar en el pa~~­
ridad. Quizá no deberíamos suponer automáticamente do, el presente y el futuro del género humano. ~a ?iJl-
que las escuelas son responsables por todo lo que repre- mos (en el capítulo anterior) que alcanzar esos obJebvos
senta una buena educación. Otras instituciones como tan recomendables requiere que el docente indague las
los museos, las bibliotecas, las iglesias y los centros de concepciones más elaboradas del conocimiento en las
artes teatrales, así como los padres, los pares, los me- materias tradicionales y que tenga muy en cuenta el
dios y la comunidad también contribuyen a la educa- desarrollo de las maneras.
ción de un individuo. La enseñanza que brinda la es- Ya le advertimos que esta perspectiva presenta pro-
cuela es sólo uno de los factores que contribuyen a que blemas. Cuando estos nobles ideales se aplican en un
una persona logre su tarjeta de P. E. sistema de masas, de escolaridad obligatoria, pueden
Algunos desaprueban esta opinión y sostienen que tener efectos exactamente contrarios a los buscados. En
la educación debe ser una actividad muy especial. No es lugar de promover una sociedad justa y solidaria, el
algo que se adquiera aquí y allá, construida con un poco enfoque liberador puede terminar -y frecue~te~ente
de esta experiencia y otro poco de aquella. Estas perso- lo hace-dando una gran ventaja a los muy mteligen-
nas afirman que la educación debería encararse con el tes y más acomodados y ofreciendo un callejón sin sa-
fin de estructurar las experiencias que vivimos y no lida a los pobres, a las minorías raciales o étnicas.º a los
como una experiencia más. El filósofo Harry Broudy lo menos capaces en el plano intelectual de cualqwer po-
dice de manera bastante terminante: blación de estudiantes. Al parecer, el docente puede
centrarse en los contenidos bajo la forma de nociones
«Cuando las situaciones dificiles de la vida pueden re- muy elaboradas en el plano cognoscitivo, ~ro a costa
solverse con generalizaciones de sentido común, uno de dejar en el camino a esos mismos estudiantes.que
aprende viviendo; cuando el sentido común no basta, para muchos deberían ser precisamente los que reciban
uno debe aprender asimilando el conocimiento descu-
bierto y formulado por otros. ¿Hasta dónde pueden lle- 1 Harry S. Broudy, The Real World of Public Schools, Nueva
gar hoy el sentido común y la experiencia personal en York: Harcourt Brace Javanovich, 1972, pág. 82.

108 109
--------:e;
El obvio atractivo personal de las posiciones huma-
más ayuda de la escuela (porque los ricos e intelectual- nista y existencialista no niega la influencia de las de-
mente capacitados cuidarían de sí mismos o al menos Illandas sociales y políticas que se ejercen sobre las
así lo suponen quienes critican esta perspe~tiva). escuelas. El existencialista puede tener razón al afir-
Hasta ahora ninguna de las opciones parece terri- Illar que somos libres y que la única vida auténtica que
blemente atractiva. Por un lado, podemos enseñar podemos llevar es aquella cuyo camino elegimos cons-
como ejecutivos, limitando el contenido a las habilida- tantemente. En realidad puede ser cierto que somos
des Y conocimientos básicos, ignorando el espacio vital singulares y que no hay modelos a los cuales debamos
del alumno en nuestro esfuerzo por trasladar eficiente adaptamos ni moldes en los cuales se nos pueda hacer
Yefica~mente x de la fuente al receptor. O podemos pro- entrar a presión, y también puede ser que todo lo que
c~~r liberar el espíritu del alumno explorando el cono- vale la pena sólo lo podemos aprender por nosotros
cmuento y desarrollando una manera a gran profundi- ro.ismos y nunca a través de la enseñanza de otro. A pe-
dad, sólo para terminar comprobando que los princi- sar de estos elocuentes sentimientos a favor del indivi-
pal~s benefi~arios de este enfoque son aquellos que ya duo, somos, por una cuestión práctica, incapaces de en-
están aventaJados económica y académicamente. ¿Qué señar de ese modo en las escuelas tales como estas son.
podemos decir del enfoque del terapeuta? ¿Representa Además, la posición del terapeuta presenta suficientes
una solución a nuestro dilema? problemas teóricos y conceptuales para hacemos dudar
de si realmente sería conveniente enseñar de ese modo
en caso de que se nos permitiera hacerlo.
Realidades sociales y políticas Este último comentario puede no ser justo. Como lo
muestran las discusiones del capítulo 7, los tres enfo-
No parece. En este enfoque debemos depender del ques, y no sólo el del terapeuta, presentan problemas de
est,udiante para seleccionar el contenido y aceptar la teoría y de concepto. Estos problemas se agravaron en
guia del docente sobre el modo de alcanzar y dominar la discusión precedente, al introducir en nuestras deli-
ese contenido. Como una cuestión social y política nin- beraciones sobre las tres elecciones la cuestión práctica
guna sociedad moderna parece dispuesta a ofre~r a de lo que en realidad son las escuelas. Hasta este capí-
tod?s sus estudiantes elecciones de este tipo. En estas tulo sugerimos que la elección correspondía a cada do-
sociedades, las necesidades sociales y políticas normal- cente y que este podía hacerla basándose en las cues-
mente tienen prioridad sobre las necesidades del indi- tiones de razón y de ética que podía evaluar. ¡Ah, si la
vidu~. Para muchas personas clave -los padres, los vida fuera tan sencilla! También hay cuestiones prác-
contnbuyentes y los políticos-, el enfoque del terapeu- ticas. ¿Qué pretende la sociedad de sus escuelas? ¿Qué
ta se presenta como una especie de anarquía. Para esas requerirán de usted los padres de sus alumnos? ¿No
personas, la escuela es un lugar en el que los niños de- tienen acaso derecho a determinar el tipo de educación
ben aprender no sólo conocimientos y habilidades bási- que han de recibir sus hijos? Y luego hay algunas con-
cos necesarios para funcionar en la sociedad sino tam- sideraciones en apariencia tontas, pero vitales: ¿cómo
bién el juego de la vida, es decir que no pod~mos hacer lo evaluará a usted su director y cómo lo juzgarán sus
todo .lo que elegimos hacer, que el destino y la impru- colegas? ¿Qué determinará los aumentos de su salario?
dencia nos dan suaves caricias y duros golpes, y que el
¿Cómo sobrevive uno como docente?
mundo no es un lecho de rosas.

111
¿Cómo debería yo enseñar?
actividad no siempre es una lucha entre sus ideales y
las poderosas fuerzas negativas del mundo, porque en
¿Y ahora qué? ¿La posición que usted prefiere tiene
1 s escuelas ya hay mucho fundamentado en la buena
en cuenta estas exigencias del mundo real y por lo tan-
to constituye una amalgama de teoría y realidad? ¿O ~oría y los ideales elevados. Sin embarg?, si usted ?º
usted siente que por ahora debería desconocer estas puede reconocer el lugar exacto donde esta parado, difi-
cuestiones prácticas, formular su posición en el plano cilmente reconocerá lo que haya en ellas, bueno o malo.
intelectual y luego, en todo caso, modificarla al tener De ahí que la primera tarea que debe afrontar todo
más experiencia? ¿O directamente debería tirar la toa- docente es llegar a ciertas conclusiones sobre la natu-
lla y dejar que la vida transcurra como lo decida lama- raleza y el objetivo de ser una persona educada Y el lu-
rea? Estos son dilemas espinosos porque ponen de relie- gar que ocupa la escolaridad. en el proce~o de alcanzar
ve interrogantes esenciales que todo ser humano debe esa condición. Estas conclusiones debenan ser puntos
afrontar: ¿cómo debería vivir? Sólo que en este caso la de vista sostenidos con firmeza, pero nunca con tanta
fuerza que nuevas experiencias y comprensiones no los
pregunta es una derivación de esta otra: ¿cómo debería
enseñar? puedan modificar o aun eliminar. Las tres ~aneras d~
Comenzamos este capítulo diciendo que para selec- abordar la enseñanza que hemos explorado Juntos aqm
cionar un enfoque de la enseñanza sería conveniente se ofrecen con ese espíritu: capacitarlo para que usted
responder dos preguntas: ¿cuáles son las normas ade- comience a formarse su propio concepto de educación Y
cuadas para asignar la tarjeta de Persona Educada? y del lugar que ocupa la escuela en esta. Presentamos los
¿cómo deberían calificar las escuelas a las personas pa- tres enfoques como si fueran mutuamente excluye?tes,
ra que obtuvieran esa tarjeta? Esto implica que usted pero lo hicimos únicamente como un modo ~~ clarific.ar
puede responder a esos interrogantes por sí mismo sin sus diferencias e ilustrar el poder y la atracc1on que tie-
hacer consideraciones adicionales sobre las realidades ne cada uno de ellos.
sociales, económicas y políticas del contexto en el cual
enseñará. Sin embargo, hemos mostrado que esta im- ¿Diferencias irreconciliables o integración?
plicación es incorrecta. Cualquier respuesta, para re-
sultarle realmente útil, debe tomar en consideración
Después de todo, estos son sólo enfoques: diferentes
estas realidades. Pero hay una diferencia crítica entre
maneras de pensar sobre la misma cosa, la enseñanza.
tomar en consideración las realidades y permitirles
determinar qué enseñar y cómo. Son perspectivas que nos proporcionan modos de orde-
nar un gran número de concepciones ~~ctivas, lo qu~
Si usted parte de una clara concepción de lo que es la nos permite ver más claramente las similitudes, las di-
educación, tiene oportunidad de controlar muchas de
ferencias y los problemas que conviven dentro de la
las fuerzas prácticas que lo afectan, en lugar de ser una
desordenada confusión de la teoría y la práctica edu-
víctima más de esas fuerzas. Si usted tiene una idea
cativas contemporáneas. Estos enfoques se basan en
sobre el propósito de la escolaridad, idea que ha elabo-
ideas teóricas y éticas que parecen oponerse entre sí en
rado reflexionando sobre la teoría y el ideal, puede mo-
el plano lógico. No obstante, creemos que las fronter~
delar y dirigir esas realidades de manera tal que apo-
lógicas que separan estas posiciones como construccio-
yen lo que usted aspira a brindar a sus alumnos. Esta
nes académicas, como formas de pensar sobre la ense-

112
ñanza y la educación, no tienen que const ituir necesa-
riame nte barre ras para la acción prácti ca. corregibles les enseñ an terap eutas que les perm iten se-
leccionar por sí mismos lo que han de apren der (no por-
Usted puede , por ejemplo, ser un docente ejecutivo
en determ inado s mome ntos, un docente terap euta en que cream os que es la forma correc ta y conve niente de
enseñ ar, sino porqu e no conseguimos que hagan ningu -
otros y aun un libera dor en otros. En realid ad, en la
enseñ anza parec e haber situaciones que le piden obrar na otra cosa); los alumn os promedio son instru idos por
profesores ejecutivos, de modo que adqui eran las lla-
de ese modo. Está el alumn o de cuarto grado que ape-
mada s competencias básica s, y a los alumn os avanz a-
nas si puede leer o escribir. Usted puede pregu ntar-
se cómo llegó a este punto , pero ahora es a usted a quien dos se los alien ta para que indag uen profu ndam ente el
le corresponde enseñ arle lo mejor que pueda . Quizá la amplio espectro del conocimiento huma no. Y así es co-
mejor mane ra de ayuda rlo es ejerci tar las aptitu des mo la brech a que separ a a los alumn os incorregibles, a
los alumn os promedio y a los alumn os acadé micam ente
técnicas del docente ejecutivo con la mayo r habili dad de
capaces se amplí a cada vez más. Una situac ión de este
la que sea capaz. ¿Y qué hacer con la niña maltr atada ,
tipo justif ica las acusaciones que señal a el eman cipa-
que se queda miran do un punto fijo y apena s habla ? An-
dor, ya que esto es preci same nte lo que quier e decir
tes de poder trans mitir cualq uier tipo de x a esa niña,
cuand o menc iona el carác ter opresivo de la enseñ anza y
usted debe ayuda rla a afron tar un mund o que la ha
la capac idad que esta tiene de repro ducir la cultu ra an-
aplast ado. Los alumn os más prepa rados para avanz ar
puede n beneficiarse con el enfoque liberador, explo rar tes que de renov arla y recrea rla.
Desde un punto de vista práctico, parte de esta dife-
el conocimiento y las mane ras tan profu ndam ente co-
renciación es una consecuencia inevit able de la buena
mo sus capac idade s se lo permi tan.
instru cción , indep endie nteme nte del enfoq ue que se
¿Esta últim a oración le moles ta a usted ? Era falsa y
utilice. Es decir, aquellos que están mejor prepa rados y
para provocar. Si usted utiliz a el enfoque libera dor sólo
son capac es de obten er más de la escue la avanz arán
con los alumn os que ya están «más prepa rados para
más veloz y eficaz mente que aquellos que están meno s
avanzar>>, usted puede agrav ar las condiciones de desi-
prepa rados . La consideración absol utame nte crítica es
guald ad de las escuelas. Luego, sólo los alumn os más
imped ir que se determ ine de antem ano quién es gana-
capac es recibi rían el contenido y la instru cción avan-
rán y en qué porcentaje, enseñ ando a un grupo de niños
zados, y esto colocaría a los alumn os meno s capaces en
según un enfoque que no les perm ite crece r en un senti-
una situac ión de desve ntaja creciente. Exist e un claro
do en el que otro grupo sí crece gracia s a que con él se
peligro para la educación si estas persp ectiva s se inte-
gran de cierta mane ra. Si usted concibe estos enfoques aplica un enfoque diferente.
como opciones que puede seleccionar para los diferen-
tes alumn os o para las difere ntes situaciones, corre el
Reflexiones finales
riesgo de conde nar a los estud iantes a categ orías para
la instru cción preestablecidas. Esto ocurre a veces en el
Proba bleme nte usted ya ha imagi nado hacia dónde
caso de grupo s de capac idad y en las divisiones que se
estam os yendo . La natur aleza norm ativa de la ense-
hacen en las escue las secun darias . Cuan do se los agru- ñanza exige un compromiso con los principios educa -
pa de ese modo, los alumn os puede n queda r atrap ados tivos de valor, y cada una de las tres persp ectiva s que
en la categ oría que se les ha asignado. A los alumn os in-
anali zamo s conti enen eleme ntos de valor. Si usted

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siente que su compromiso es lograr que sus estudiante s que importa para alcanzar la condición de Persona
o~te~gan los mayores beneficios posibles de sus expe- Educada. Como tal, esta perspectiva sirve como piedra
nencras escolares, creemos que debe tratar de encon- basal para guiar nuestro trabajo docente. 2
trar algún modo de aplicar los tres enfoques simultá- Sin embargo, como ya lo señalamos , la orientación
~ea~ente evitando al mismo tiempo los peligros que liberadora contiene peligros que le son inherentes . En
rmplica hacer semejante cosa. También creemos que en muchas de las versiones de sus defensores, esta pers-
la práctica este objetivo no es tan imposible como lo su- pectiva es insensible a las diferencias humanas y se la
gieren las diferencias teóricas entre los tres enfoques. prescribe de manera demasiado rígida. Aparte de esta
Tampoco es tarea fácil.
debilidad inherente, esta postura tiene una desventaja
La integración requerirá una gran sensibilidad para estructura l importante : es fácilmente adaptable como
comprende r los factores que, en situaciones concretas un instrument o para mantener los privilegios de clase
exi~en un delica~o equilibrio entre sus valores, sus pro~ y para engendrar diferenciaciones destructiva s basa-
pósitos y sus acciones. No hay recetas infalibles y puede das en la riqueza, el poder, los antecedent es culturales,
ocurrir que no siempre las cosas salgan como uno de- la raza o el sexo. Los emancipadores rindieron un gran
sea. Por supuesto, usted puede decidir, con buenas ra- servicio al señalar el lado oscuro de la educación liberal,
z.ones, que las ventajas de adoptar una de las perspec- pero no ofrecieron una alternativa educativa ni remota-
tivas exceden con mucho las desventaja s de intentar la mente tan profunda y completa como la que proponen
integración de las tres. Su elección de una visión nor- reemplazar . Y en cierto sentido querríamo s verlos lu-
~~~va de la enseñanza debería basarse en su mejor chando por aplicar bien la educación liberal, sin los
JWCIO personal. Por eso en este libro le hemos ofrecido
efectos nocivos que documenta ron tan sesudamen te.
una consideración de los rasgos negativos, así como de Si fuera posible educar a todo el mundo en ámbitos
los positivos, de cada postura. La decisión es suya. Fi- formativos definidos, tales como familias nucleares que
nalmente, si nuestra posición es tentadora será usted
. '
qwen decida si vale la pena probar la integración
brinden sus cuidados agrupadas en comunidad es pe-
. No- queñas y cohesivas, el enfoque liberador no sólo servi-
sotros sólo podemos ofrecer algunas observaciones que ría como piedra basal de la enseñanza : también sería
nos ayudaron en nuestra propia práctica y tratar de una guía suficiente para que el docente lograra éxito en
hacer honor a estos tres puntos de vista diferentes. su tarea. Pero no vivimos en una época de ámbitos for-
En nuestra opinión, las tres formas de encarar la en- mativos con adultos comprometidos. Los cambios pro-
señanza son esencialme nte importante s para llegar a ducidos en la demografia y la estructura social traje-
ser-un buen profesor. Sin embargo, sólo el enfoque libe- ron consigo demandas crecientes para que las escuelas
rador no~ ~uministra un amplio fundament o teórico pa- ofrezcan a la mayor parte de los niños y jóvenes lo que
ra la actividad general de la enseñanza. La postura li- antes solían ofrecer los padres, las iglesias y las comu-
beradora tiene la ventaja de su edad (ha estado «en de- nidades. Para enseñar con éxito en los sistemas de es-
sarrollo» desde la época de Sócrates) así como de su colaridad que existen hoy son necesarios los enfoques
integridad (ningún otro enfoque ha expresado tan ple-
nam~nte una visión de la conducta racional y moral con
2 Para una exposición más detallada de la idea de que enfoque
relacrón a la naturaleza de la educación). Para noso-
liberador tiene más fundamento, véase Jonas F. Soltis, «The Vir-
tros, esta perspectiva especifica más que las otras dos lo tue of'Thaching», Journal of Tlwught, otoño de 1987, págs. 61-7.

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11 '7
del ejecutivo y del terapeuta. Ambos ofrecen perspec- gún modo con la vida que llevan fuera del .án:1bito esco-
tivas y métodos que permiten a los docentes ejercer una lar. En la perspectiva del terapeuta, el obJebvo del do-
práctica efectiva y humana en las complejas y alta- cente va mucho más allá de lograr que sus alumnos ad-
mente diferenciadas aulas actuales. quieran conocimientos y habilidades. Este profesor
Volviendo nuestra atención a la fórmula D<pExy, las quiere también capacitarlos y fortalecerlos para que
posturas del ejecutivo y del terapeuta asignan gran im- puedan utilizar, interpretar y ampliar lo que aprenden
portancia a la definición de <p, aunque no tanta a la defi- de manera de aumentar su propio sentir de identidad y
nición de y (salvo que el concepto de autenticidad del te- significación. Para el terapeuta, la sabiduría de la hu-
rapeuta es, creemos, una contribución destacada a los manidad no puede convertirse en sabiduría para los
propósitos de la educación). El modo liberador de abor- alumnos salvo que ellos puedan apropiarse de ella por
dar la enseñanza atribuye, en contraste, gran impor- sí mismos, elaborándola por y para ellos mismos.
tancia a la definición de y y, si bien contribuye a definir De ahí nuestra convicción de que, si bien puede ha-
el modo de <p atendiendo a la «manera», gran parte de ber contradicciones entre estos enfoques en el nivel del
esto debe inferirse de opiniones teóricas sobre la natu- concepto o la teoría, no necesariamente debe haber opo-
raleza de la mente, el conocimiento, la virtud y la acción sición en el nivel de la práctica. Si usted tiene una pro-
humana. funda y bien enunciada opinión de lo que debería ser
La orientación ejecutiva exige del docente una ha- una persona educada, estará preparado para la más
bilidad técnica. Esta no necesariamente debe utilizarse importante de las decisiones que pueda tomar un do-
sólo para trasladar una x altamente especificada de cente. No se debe adoptar un enfoque de la enseñanza
una fuente a un receptor, aunque se lo suele expresar solamente porque se ajuste bien al espíritu de la época o
así porque con frecuencia el material curricular alta- porque funcione bien en su aula o porque la junta esco-
mente estructurado y las exigencias de los exámenes lar o el director de la escuela lo promulguen. Esos son
estandarizados parecen requerir la aplicación del enfo- fundamentos débiles e insuficientes para la elección
que ejecutivo. No obstante, usted puede aprender técni- crucial sobre el modo de enseñar.
cas útiles, desarrollar aptitudes pedagógicas efectivas y De modo que finalmente, si usted tratara de inte-
contarse entre quienes ofrecen una instrucción eficaz grar su propio enfoque de la enseñanza, debería procu-
sin perder el derecho de aprovechar las oportunidades rar liberar no sólo la mente sino también el corazón Yel
de explorar las áreas de contenido en profundidad, po- espíritu. Para hacerlo, quizá deba faltar a la pureza
ner énfasis en la estructura y la interrelación de los co- teórica de las tres perspectivas e indagar profunda-
nocimientos y adoptar una «manera» tendiente a forta- mente en lo que la criatura humana piensa que sabe Y
lecer las virtudes morales e intelectuales. dentro de usted mismo a fin de averiguar qué signifi-
Algo bastante semejante puede decirse de la pers- ca lo sabido para usted y cómo lo vivirá. Y deberá ha-
pectiva del terapeuta. Llegar a conectarse con la vida cerlo por sus alumnos, ante sus alumnos, para que ellos
personal de los alumnos no significa que uno deba puedan ver las «maneras» de una persona educada Y
abandonar un serio compromiso con su desarrollo aca- puedan elegir si quieren formarse según ese modelo.
démico. En realidad, en el caso de muchos de los niños Entonces habrá llegado a ser un auténtico docente.
de escuela actuales uno no puede comprometerse seria-
mente con su desarrollo académico sin conectarse de al-

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