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YACIMIENTOS MINERALES METALICOS (3155) Prof.

Sebastián Grande

Tema 9 YACIMIENTOS HIDROTERMALES


Anteriormente se consideraban las soluciones hidrotermales (SHT), como fluidos acuosos calientes que
se separaban de ciertos magmas o que se formaban por la condensación de gases o vapores de origen
magmático. Actualmente el concepto de "fluido hidrotermal" incluye, además de las SHT magmáticas, toda
solución acuosa y caliente que circule por el interior de la corteza terrestre (continental, oceánica o
insular). Estas SHT pueden así tener los más diversos orígenes, a saber:
 JUVENIL: fluidos incorporados por primera vez a la corteza y provenientes del manto superior.
 MAGMÁTICO: líquidos residuales de la cristalización magmática, tanto volcánica, como plutónica.
 METEÓRICO: aguas subterráneas o freáticas calentadas a profundidad por el gradiente geotérmico local.
 OCEÁNICO: agua marina que se infiltra en la corteza oceánica de las dorsales centroceánicas, islas
oceánicas, montes marinos y arcos de islas, calentada por los muy elevados gradientes geotérmicos allí
reinantes.
 CONNATO: fluidos porosos o connatos expulsados durante la compactación diagenética de sedimentos
arcillosos o evaporíticos (ver Tema 12).
 METAMÓRFICO: aguas expulsadas durante reacciones metamórficas progradas de deshidratación, en el
paso de la facies de anfibolita a la de granulita. Estos son los de origen más profundo.
Una fuente muy controversial de fluidos la constituyen las llamadas AGUAS JUVENILES, es decir, aguas o
fluidos incorporados a la corteza por primera vez y provenientes de la desgasificación del manto superior.
Evidentemente toda el agua terrestre, excepto aquella traída por impactos de cometas con la Tierra, fue
alguna vez, juvenil, exhalada a la atmósfera por la actividad volcánica, principalmente. El problema no es
aceptar su obvia existencia, sino el comprobar y verificar su presencia en la marea de fluidos reciclados que
circulan dentro de la corteza, de los cuales sólo algunos tienen potencial metalogénico. Es casi imposible
acertar qué proporción del agua hidrotermal tiene este origen juvenil, mucho menos dar estimados
cuantitativos exactos, pero lo más probable es que constituya menos del 1%.
El estudio de inclusiones fluidas, ya discutidas en el Tema 5, ha demostrado que las SHT, de cualquier
origen, son salmueras calientes, con una elevada concentración de sales disueltas (principalmente NaCl),
que alcanza valores de hasta 300 g/lt, unas 10 veces la salinidad del agua marina normal, aunque son
comunes fluidos mucho menos salinos. Una vez formadas las SHT se desplazan hacia zonas de menor
presión (generalmente hacia la superficie), a través de zonas de alta permeabilidad, constituidas por litologías
permeables, planos de falla, chimeneas de brecha, crestas ensilladas, fracturas o diaclasas. La carga
metalífera de estas soluciones puede ser original (existía al momento de su formación) o pudo haber sido
adquirida cuando estas soluciones, químicamente muy activas, lixiviaron metales de las rocas que
atravesaban. Al ascender los fluidos pierden calor y sufren descompresión y/o ebullición, comenzando
selectivamente a precipitar su carga mineral disuelta. Se ha comprobado que la solubilidad de los sulfuros y
óxidos metálicos (características menas HT) es demasiado baja para haber permitido su movilización como
tales. Lo más probable es que los metales viajen en forma de COMPLEJOS SOLUBLES clorinados o sulfurados,
como (CuCl3), Hg(HS)3 o Au(HS)2.
Estudios de la homogeneización de inclusiones fluidas bifásicas o trifásicas, y otras técnicas de
geotermometría aplicadas a los minerales mena de los depósitos han demostrado que las temperaturas
iniciales de estos fluidos al momento de la depositación varían desde unos 50ºC, prácticamente aguas
termales, a fluidos ultracalientes a más de 500ºC. De acuerdo a su temperatura de formación se conocen los
siguientes tipos de depósitos hidrotermales, caracterizados por ciertos metales índices y asociaciones
minerales más o menos definidas:

Tipo rango de T nivel origen del fluido metales índices


HIPOTERMAL 450-600° C PROFUNDO ¿plutónico o metamórfico? W, Sn, Bi, (Au)
MESOTERMAL 200-450° C INTERMEDIO volcánico, oceánico, connato Pb, Zn, Cu, Ag
metamórfico, o meteórico
EPITERMAL 50-200° C SOMERO volcánico o meteórico As, Sb, Hg,(Au)
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A esta clasificación se le han añadido otros dos tipos, con metales índice poco diagnósticos:

Tipo rango de T Nivel origen del fluido Metales índice


XENOTERMAL 200-600° C SUPERFICIAL meteórico, volcánico Sn, Ag, Sb
TELETERMAL  150° C SOMERO diagenético, meteórico Pb, Zn, Ba (F)

Los depósitos teletermales no muestran ninguna relación con rocas ígneas, ocurriendo en grandes
plataformas carbonáticas. Los xenotermales se asocian a rocas volcánicas a subvolcánicas félsicas donde, a
poca profundidad, los fluidos meteóricos que se infiltran en el subsuelo son calentados a elevadas
temperaturas, pero se enfrían rápidamente durante su ascenso depositando conjuntamente una gran gama
de menas perteneciente a rangos que van de hipotermales (Sn), a mesotermales (Ag) a epitermales (Sb).

9.1 Pórfidos de Cu-Mo


El término "pórfidos de cobre" se aplica a yacimientos que se caracterizan por una baja concentración en
menas de cobre y molibdeno, con algo de oro y otros elementos. En estos depósitos la mineralización es
diseminada y se asocia a rocas félsicas a intermedias de las familias cuarzo-monzonita, granodiorita a diorita.
Generalmente son intrusiones hipoabisales a epizonales y las rocas exhiben textura porfídica. Las zonas
mineralizadas y productivas contienen una gran cantidad de intrusiones menores, diques, venas, filones,
zonas brechadas y chimeneas diatrémicas que se destacan por su grado de meteorización superficial, con
colores verdes o azules, distintivos de los minerales de oxidación de Cu (azurita, malaquita, covellina, etc.). El
enriquecimiento supergénico puede crear zonas superficiales con tenores hasta 10 veces mayores que en la
mena diseminada primaria, sobre todo en zonas desérticas, con amplia fluctuación de la mesa de agua, o
con alguna influencia de haluros arrastrados como salitre desde el océano, como ocurre en Chuquicamata y
La Escondida, Chile (ver Secc.14.3). Estas zonas enriquecidas son de gran ayuda para generar el capital
necesario para iniciar el proyecto de explotación a gran escala, que se realiza en terrazas al aire libre, que
poco a poco van cavando enormes cráteres cuya profundidad, en algunos casos, alcanza los 600 m, con
diámetros de hasta 2-3 km (Bingham Canyon, Utah y Butte, Montana, en U.S.A.).
Para poder definir si un yacimiento es un pórfido cuprífero se requiere delinear un mínimo de 20 Mt de
mena con un tenor de Cu de 0,1% aproximadamente. Los yacimientos mayores, como Bingham Canyon
(Utah), Butte (Montana) y los de Chile e Irán, alcanzan a tener hasta 1 Gt, con tenores que van de 0,8 a 3%.
Depósitos de esta magnitud podrían producir un total de 30 Mt de cobre metálico y por lo menos 5 Mt de
molibdeno puro, lo que equivale a muchas decenas de millardos de U.S.$.

9.1.1 Distribución geográfica y edad de los depósitos


Las provincias metalogénicas que se caracterizan por la posibilidad de contener pórfidos cupríferos
parecen coincidir con los cinturones orogénicos paleozoicos a terciarios, aunque es posible reconocer sus
equivalentes metamorfizados en rocas proterozoicas. Esto se hace patente sobre todo en el cinturón
circumpacífico, caracterizado por arcos magmáticos mesozoicos a terciarios (Fig. 9-1A). La misma relación
se observa en las cadenas norteamericanas, australianas y en el cinturón de los Urales, en Rusia, este último
de edad paleozoica (Fig. 9-1B). En general, es evidente su asociación con zonas de subducción o sutura
pasadas, que involucraron arcos insulares maduros, microcontinentes o márgenes activos. Los depósitos
post-paleozoicos son muy numerosos y se deben a la disgregación de la Pangea, que creó nuevos arcos
magmáticos y zonas de convergencia de placas, desde el Jurásico hasta el Reciente. Los depósitos
paleozoicos son más raros y los hay también de edad precámbrica, pero son difíciles de reconocer debido a
que han sido afectados por el metamorfismo regional, que deformó sus características geológicas más
resaltantes.

9.1.2 Clasificación de los pórfidos de Cu


Modernamente se clasifican los pórfidos de cobre en tres tipos principales:

a) Depósitos "clásicos", asociados a plutones graníticos post-orogénicos

b) Depósitos asociados a rocas plutónicas dioríticas orogénicas epizonales

c) Depósitos asociados a rocas subvolcánicas a volcánicas dacíticas orogénicas


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(A)

(B)

Fig. 9-1. Ubicación mundial de los principales pórfidos de Cu en América y Eurasia, en relación con cinturones
orogénicos fanerozoicos. Tomado de Sassano y Carcano (1988).
(A) Cinturón Cordillerano-Andino (Mesozoico-Terciario): 1.Craigmont (Columbia Británica; 2. Butte (Montana); 3.
Bingham Canyon (Utah); 4. Climax (Colorado); 5. Ajo (Sonora); 6. Rosita (Honduras); 7. Michioullay (Perú); 8.
Cerro Verde (Perú); 9. Chuquicamata y La Escondida (Chile-norte); 10. El Salvador (Chile-centronorte); 11. El
Teniente (Chile-centro); 12. Lares (Puerto Rico).
(B) Eurasia: 1. Alaverdi-Shermanshah (Cáucaso); 2. Sverdloysk (Urales); 3. Norilsk (Siberia-norte); 4. Udokan
(Siberia-sur); 5. Chita (Siberia-sur).
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El primer tipo comprende los depósitos de Cu formados en batolitos o stocks post-orogénicos,


hipoabisales, no relacionados con la roca caja, donde la mineralización está presente tanto en la roca
plutónica, como a lo largo de la zona de contacto y, a veces, en ambos lugares. Estos depósitos fueron
formados generalmente durante el Terciario, como los de Shermanshah (Irán) (Fig. 9-2). El segundo tipo
comprende depósitos formados en batolitos orogénicos simples o compuestos, con una o varias fases de
mineralización principales, es el típico de las cordilleras norteamericanas (Fig. 9-3); el tercero, se asocia
estrechamente con litologías volcánicas y rocas plutónicas subvolcánicas comagmáticas, y es característico
del cinturón andino del oeste de Sudamérica (Fig. 9-4). Los depósitos del segundo y tercer tipos tienen
generalmente edades mesozoicas a terciarias.

Fig. 9-2. Esquema de un pórfido de Cu “clásico” asociado a intrusivos plutónicos, del tipo Irán. El corte
representa en gran yacimiento de Shermanshah, en el Cáucaso. Nótese la forma de hongo del cuerpo ígneo, que
fue inyectado a lo largo de una discordancia basal. El inserto de la derecha muestra un detalle del corazón
mineralizado de la intrusión. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).

Fig. 9-3. Modelo genético de los pórfidos de Cu-Mo localizados en las cordilleras norteamericanas. La intrusión
es subvolcánica a epizonal y a menudo se asocia con chimeneas de explosión diatrémicas, las cuales son ricas
en Mo, y con aureolas de contacto (hornfels biotíticos). El corte representa el famoso yacimiento de Climax
(Colorado), la mayor concentración de molibdenita del mundo. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).
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CHUQUICAMATA

Fig. 9-4. Sección idealizada de un pórfido de Cu-Mo de tipo andino asociado a un ambiente francamente
volcánico. La llave a izquierda indica el nivel óptimo de erosión para la exposición de estos depósitos; la flecha
a la derecha indica el nivel de erosión actual del depósito de Chuquicamata (Chile), unos 2.000 m sobre el nivel
del mar. Nótese la presencia de skarns metasomáticos de contacto en rocas carbonáticas, de venas HT
polimetálicas someras y de depósitos de sublimación volcánicos superficiales. Son notables las zonas de
alteración hidrotermal, que alcanzan un volumen de 10 km 3 y un diámetro superficial de hasta 4 km.
Leyenda: 1. Stock porfídico; 2. Granodiorita; 3. Brecha intrusiva hidrotermal; 4. Estratos de caliza. Nótese la
gran extensión de las aureolas de alteración hidrotermal. P marca el rango de profundidad al que ocurren los
pórfidos de Cu; 0 es el nivel del mar. Tomado y modificado de Sassano y Cárcano (1988).

9.1.3 Tipos litológicos intrusivos de los pórfidos de Cu

Los plutones asociados son casi siempre cuerpos bien diferenciados, de naturaleza félsica a intermedia.
Aquellos asociados con rocas volcánicas comagmáticas y a complejos típicos de arcos volcánicos tienen un
origen profundo, posiblemente derivado de la subducción de corteza oceánica. Las intrusiones asociadas a
depósitos continentales revelan una naturaleza anatéctica y contaminada, debiendo su origen, en parte, a la
anatexis de la corteza inferior. Las litologías varían de diorita a cuarzo-monzonita a monzogranitos, dentro de
series calco-alcalinas. Las intrusiones post-orogénicas varían de dioritas a sienitas, de series típicamente
alcalinas potásicas. En muchos depósitos las intrusiones son multifásicas y fuertemente diferenciadas; a
veces, los plutones mineralizados y los estériles son casi idénticos químicamente. Esto ha dado origen a
hipótesis que colocan colchones basálticos debajo de los batolitos graníticos, donde estaría la verdadera
fuente de los metales. Este magma basáltico generado en el manto subcontinental no podría ascender a
superficie y sería entonces represado al nivel del moho continental, donde cristalizaría como gabro.
En general las secuencias de arcos magmáticos, pobres en K, tienen una elevada relación Al/Na+K y son
capaces de producir fluidos hidrotermales ricos en Cu; las intrusiones intracontinentales en vez se
caracterizan por alta PO2 y elevada presión de vapor, tanto que casi siempre resultan estériles. Los depósitos
asociados a complejos volcánicos se asocian a las últimas fases intrusivas subvolcánicas del ciclo de
vulcanismo, los llamados "domos resurgentes" que son intrusionados luego de un colapso de caldera. Las
intrusiones mineralizadas están constituidas de tramas de cristales con líquido intersticial que son
emplazadas por diapirismo o stoping, a veces alcanzando la superficie terrestre. Estas se enfrían
rápidamente y emiten una gran cantidad de fluidos residuales, a veces de manera explosiva, como lo
atestigua la presencia de chimeneas de brecha o diatremas, (generalmente ricos en molibdenita, MoS 2),
debidos a la despresurización violenta de vapores y gases mineralizantes (Fig. 9-2).
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9.1.4 Características estructurales de los pórfidos de Cu

Estos depósitos se caracterizan estructuralmente por presentar zonas fuertemente fracturadas, brechadas
y diaclasadas (Figs. 9-2 a 9-4). Las zonas de intersección de varios sistemas de fallas parecen ejercer un
importante control estructural. Las intrusiones casi siempre se localizan en áreas de intensa deformación del
basamento antiguo. La presencia de estructuras circulares ligadas al colapso de caldera es obvia en aquellos
depósitos formados en ambientes subvolcánicos. La gran complejidad de las mineralizaciones, generalmente
multifásicas, indica que la preparación del terreno por las soluciones hidrotermales creó una zona de
permeabilidad y de brechas muy amplia, dada la gran intensidad de la alteración hidrotermal en estos
depósitos (ver Tema 4). También los plutones pueden estar cortados por numerosos diques y filones
posteriores y se pueden notar episodios de apertura y cierre de fracturas, debidos a la depositación de
minerales secundarios, para formar un intrincado enrejado de venillas y filones de diferente edad (stockwork),
que en su conjunto recibe el nombre de pórfido de Cu.

9.1.5 Características de los fluidos mineralizantes: estudio de inclusiones fluidas

Los fluidos mineralizantes de estos depósitos han determinados por el estudio de inclusiones fluidas.
Parecen ser salmueras de origen mixto y de baja salinidad, entre 5-30 g/kg. Las vacuolas dan temperaturas
de homogeneización que varían entre 250 y 750°C, típicamente en el rango de 380-410°C, que los
caracteriza como depósitos mesotermales. Estudios de isótopos estables de S en calcopirita y pirita revelan
una fuente profunda, quizás de la parte más somera del manto superior. Los isótopos estables de O
muestran, en vez, que las soluciones mineralizantes eran, en gran parte, de origen meteórico superficial a
freático, no puramente magmáticas. Finalmente, los datos de campo sugieren que los pórfidos de Cu se
formaron a profundidades entre los 2-6 km, con presiones inferiores a 2.000 bar ( 6,5 km).

Fig. 9-5. Secciones idealizadas de un pórfido de Cu mostrando las diversas etapas evolutivas durante el
proceso de alteración de las rocas encajantes. Nótese la interacción entre fluidos magmáticos y freáticos
durante los procesos de alteración hidrotermal: (A) Fase post-magmática y de metamorfismo de contacto
(hornfels); (B) Fase hidrotermal inicial; (C) Fase hidrotermal tardía; (D) Fase de fuentes termales superficiales.
Leyenda: 1. Zona de sulfuros de Cu-Mo; 2. Alteración propilítica; 3. Alteración argilítica; 4. Alteración sericítica;
5. Alteración potásica; 6. Fluidos magmáticos; 7. Fluidos meteórico-freáticos. Tomado de Sassano y Cárcano
(1983).
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9.1.6 Mineralogía de los pórfidos de Cu


Casi todos los depósitos americanos mesozoicos se caracterizan por muy bajos tenores de metal,
típicamente 0,05-0,1% de Cu, y menos de 0,02% de Mo. Su explotación es a cielo abierto, lo cual permite
una alta producción a costos razonables. Las excavaciones más profundas hechas por el hombre incluyen
los pórfidos de Cu con más de 1.000 Mt de reservas. Son inmensos cráteres artificiales, elipsoidales, de casi
2 km de diámetro máximo y unos 400-600 m de profundidad, cortados en forma de terrazas paralelas. Entre
éstas se cuentan Bingham Canyon (Utah, USA); Chuquicamata y El Salvador (Chile) y Shermanshah (Irán).
La mineralogía de la mena es muy simple: pirita, calcopirita, bornita, sulfosales grises de Cu (tetraedrita,
enargita), y cantidades subordinadas de blenda y molibdenita. La alteración supergénica favorece un
enriquecimiento secundario con formación de una zona de calcosina (Cu 2S) de muy alto tenor y de una zona
de oxidación, conteniendo, según el caso, hidroxicarbonatos de Cu (malaquita, azurita), otras combinaciones
oxigenadas complejas de Cu (fosfatos, arseniatos) y hasta hidroxi-haluros, como atacamita Cu2Cl(OH)3,
como ocurre en Chile y Australia. Estas zonas supergénicas tienen de 15 a 150 m de espesor y constituyen
yacimientos de gran atractivo comercial, donde el tenor alcanza hasta un 2,5% de Cu.
En conclusión, los pórfidos de Cu fueron formados en márgenes activos o arcos maduros, por eventos
multifásicos que comenzaron desde una fase magmática inicial y culminaron con una fase hidrotermal tardía
(Fig. 9-5). Las variables involucradas, tales como la litología de la intrusión, contenido de elementos volátiles,
profundidad de emplazamiento, temperatura y composición química de los fluidos, y el grado de
fracturamiento, pueden producir resultados finales diferentes. La búsqueda de estos yacimientos requiere
pues, de un conocimiento profundo de la geología regional del área de prospección y del estudio genético de
los fenómenos hidrotermales que acompañan al evento intrusivo. La Fig. 9-6 muestra en secciones
idealizadas, todas las características de un pórfido de Cu típico: alteración hidrotermal y mineralización.
9.1.7 Mecanismos para la concentración del metal Cu
Los arcos magmáticos asociados a las zonas de subducción subcontinentales abarcan la totalidad de un
margen continental activo, donde se emplaza una inmensa alineación de centenares de estratovolcanes y
son intrusionados enormes batolitos graníticos longitudinales. Pero los pórfidos de Cu ocurren sólo en ciertas
partes restringidas de esas grandes alineaciones. ¿Por qué? Primero hay que analizar cuales son las fuentes
del metal, porque obviamente en un marco tectónico tan complejo puede haber más de una. Las fuentes
posibles son: 1. La corteza oceánica subducida y mineralizada; 2. El manto subcontinental; 3. La corteza
continental antigua. Como se verá más adelante, la corteza oceánica en las dorsales, específicamente en el
valle axial, está sometida a una intensa alteración metasomática que la altera a equivalentes “metamórficos”
y al mismo tiempo deposita lentes o cuerpos de sulfuros masivos vulcanogénicos, ricos en Cu. Aquí el metal
fue lixiviado de la gran pila de rocas basálticas y gabroides que forman la corteza oceánica, siendo luego
redepositado en o cerca del fondo oceánico por chimeneas hidrotermales submarinas, llamadas “de humo
negro”. Por lo tanto, esparcidos en toda la corteza oceánica deben hallarse innumerables cuerpos de sulfuros
masivos que son llevados por la expansión del piso oceánico a miles de km del valle axial donde se
originaron. Al ser esta corteza mineralizada subducida ocurren complejos procesos de deshidratación que
desprenden fluidos acuosos que metasomatizan a la cuña de manto suprayacente a la zona de Benioff. Estos
fluidos muy probablemente contendrán Cu y otros metales disueltos, los cuales serán incorporados al manto
superior metasomatizado. Dicho manto sufre fusión parcial y genera un magma basáltico hidratado que
asciende a la superficie, y por supuesto, los metales ahora viajarán en este nuevo vehículo magmático.
Como se dijo anteriormente, el magma basáltico no es capaz de una manera masiva de alcanzar la
superficie continental debido al fuerte contraste de densidad que existe entre el basalto y la corteza granítica,
en especial en los márgenes activos, donde ésta tiene más de 55 km de espesor. De este modo el magma
represado y los fluidos que él contiene transfieren calor a la corteza continental y causan su fusión parcial,
generando magmas mucho más félsicos que formarán los batolitos y stocks huéspedes de los pórfidos de
Cu. Otra complicación, inexistente en los arcos insulares, es que la corteza continental es un conjunto ígneo-
metamórfico que contienen basamentos antiguos de precámbricos a paleozoicos, que puedieron ser
previamente mineralizados en esas eras geológicas. De este modo los metales presentes en estos antiguos
depósitos pueden ser reciclados e incorporados al magma anatéctico, aumentando aun más su
concentración. La asociación con zonas de basamento fracturado no es pues fortuita, es muy probable que
los pórfidos más grandes y ricos se hallen justo donde un basamento antiguo fracturado y profusamente
mineralizado haya sido reciclado hidrotermalmente, acumulando toda la carga metalífera en estos plutones
anatécticos más someros y sus rocas volcánicas asociadas. Como se puede apreciar en este análisis
somero, el problema es bastante complejo y se presta para numerosas controversias.
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Fig. 9-6. Secciones idealizadas de un pórfido de Cu (depósito de San Manuel-Kalamazoo, Arizona, U.S.A.)
mostrando: (A) las zonas concéntricas de alteración hidrotermal; (B) la distribución de la mineralización; (C) la
manera de presentarse la mineralización. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).
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9.2 Alteración hidrotermal


La alteración hidrotermal son los cambios metasomáticos producidos en la mineralogía y textura de la
roca caja adyacente a una vena o un cuerpo de mena, debido al paso de los fluidos mineralizantes,
calientes y químicamente activos que depositaron la ganga y la mena. La naturaleza de la alteración
hidrotermal depende de:
1) La litología de la roca caja: muy intensa en calizas y esquistos, poco intensa en areniscas y granitos.
2) Las características químicas del fluido invasor: pH (acidez), Eh (oxidación), P VAP, grado de hidrólisis,
etc.
3) La temperatura del fluido.
4) La presión litostática (o la profundidad).

Casi todas las rocas son afectadas por los fluidos hidrotermales, sufriendo sus minerales cambios
químicos y físicos hasta alcanzar un nuevo equilibrio. La alteración resultante puede ser tan sutil como una
simple hidratación de minerales máficos anhidros (piroxenos pasan a anfíboles o filosilicatos), o muy
completa, como la silicificación o dolomitización de una caliza. Puede ocurrir antes, durante o en las etapas
finales de la actividad hidrotermal. Originalmente los fluidos deben ser de neutros a algo ácidos y algo
calientes. El proceso consiste en un intercambio de H por otros cationes de la roca y es controlado por
numerosas variables: P, T, oxidación del H2S a H2SO4, mezcla de soluciones hipogénicas (profundas) con
epigénicas (meteóricas), etc. Los cambios que se producen en la roca caja incluyen: recristalización,
neomineralización, argilización y piritización. Estos modifican sustancialmente la permeabilidad y el color de
las rocas, siendo este último efecto el más notable al nivel de afloramiento.
Se muestra en la Fig. 9-7 la alteración hidrotermal asociada a un gran depósito de pórfido de Cu, que es
la más completa y variada conocida, abarcando un área superior a los 10 km 3 y una profundidad de 6 km. Se
reconocen cuatro zonas principales de alteración, caracterizadas por su temperatura de formación y una
mineralogía bastante diagnóstica:
 Alteración potásica: es un metasomatismo de K, de alta T. Ocurre en las cercanías del cuerpo
de mena (dentro del plutón). Se forman feldespato K, muscovita, biotita y cuarzo.
 Alteración argilítica: es una hidratación de alta T que ocurre algo lejos del cuerpo de mena, pero
a gran profundidad. Se generan arcillas (caolinita, smectita o montmorillonita), cuarzo, y a veces,
pirofilita.
 Alteración sericítico-pirítica: alteración de temperatura intermedia. El Fe3 contenido en la roca
caja es reducido a Fe2 (pirita). Ocurre la pérdida de Ca, Mg y Na, se forman sericita (muscovita
de grano fino) y cuarzo, junto con pirita y magnetita. La roca alterada es blanqueada
notablemente, pero luego adquiere colores amarillentos a rojizos por la meteorización de la pirita
contenida en ella a goethita-limonita.
 Alteración propilítica: es la alteración más extensa y somera, pero de menor temperatura. Se
forman minerales verdes (clorita, tremolita-actinolita, epídoto, talco), junto con calcita, cuarzo y
hematita especular.
Las reacciones químico-mineralógicas (no-balanceadas) que caracterizan estas alteraciones se dan a
continuación. El metasomatismo de K que caracteriza a la alteración potásica genera feldespato potásico o
micas a partir de plagioclasa u otros minerales no-potásicos:
Na[AlSi3O8] + K+  K[AlSi3O8] + Na+
ALBITA ORTOSA

Na2Ca[Al4Si8O24] + H+ + K+  KAl2[AlSi3O10](OH)2 + SiO2 + Na+ + Ca2+


ANDESINA MUSCOVITA-SERICITA CUARZO

Estos minerales suelen ser afectados posteriormente por la alteración argilítica, que genera minerales de
arcilla, como caolinita, pirofilita o illita:
KAl2[AlSi3O10](OH)2 + H+ + H2O  Al2[Si2O5](OH)4 + K+
MUSCOVITA CAOLINITA
10

KAl2[AlSi3O10](OH)2 + H+ + SiO2  Al2[Si4O10](OH)2 + K+


MUSCOVITA PIROFILITA

La alteración hidrotermal de ciertas rocas particulares por sí sola es capaz de generar yacimientos
explotables, así no haya habido depositación de cuerpos de menas de sulfuros u óxidos metálicos. Por
ejemplo: la alteración propilítica de cuerpos de peridotita-serpentinita ofiolíticos produce depósitos de TALCO
masivos, a veces con impurezas de tremolita (La Bimba, Edo. Yaracuy); la alteración argilítica de un granito
en la China produjo un enorme depósito de CAOLÍN en el cerro Kao-Ling, arcilla ésta utilizada en la
elaboración de la famosa y valiosa cerámica china de la época de las dinastías de mandarines. Además,
muchas alteraciones hidrotermales sirven como indicadoras de depósitos no-aflorantes, ya que ocupan áreas
superficiales decenas de veces mayores que las de los cuerpos de mena. De este modo es posible descubrir
ricos depósitos de sulfuros enterrados, sobre todo en zonas desérticas o semidesérticas, por medio de sus
aureolas coloreadas, con un simple sobrevuelo aéreo.
La alteración sericítico-pirítica genera pirita FeS2 a partir de minerales de Fe. Esta ocurre en presencia de
soluciones sulfatadas ácidas. Si la roca contiene mucho Fe férrico éste es reducido a ferroso, produciéndose
un blanqueamiento de la misma, al perder los colores rojizo-amarillentos que caracterizan a la hematita o la
goethita (la mal llamada “limonita”). En este ejemplo la fayalita representa una especie ferrosa genérica, o el
componente ferroso de un mineral ferromagnesiano:
Fe2SiO4 + SO42 + H+  Fe3O4 + FeS2 + SiO2 + H2O
FAYALITA MAGNETITA PIRITA CUARZO
Fe2O3 + SO42 + H+  Fe3O4 + FeS2 + H2O
HEMATITA MAGNETITA PIRITA

Los minerales potásico-alumínicos, como muscovita, sericita, feldespatos, caolinita, illita, pirofilita, etc.,
atacados ulteriormente de esta manera generan el hidroxi-sulfato de K y Al, ALUNITA, ocurriendo una total
desilificación de la roca, puesto que el componente silíceo se va en solución coloidal:

KAl2[AlSi3O10](OH)2 + SO42 + H+  KAl3[SO4]2(OH)6 + SiO2.nH2O


MUSCOVITA ALUNITA GEL DE SILICE

Al2[Si2O5](OH)4 + SO42 + K+ + H+  KAl3[SO4]2(OH)6 + SiO2.nH2O


CAOLINITA ALUNITA GEL DE SILICE

K[AlSi3O8] + SO42 + H+  KAl3[SO4]2(OH)6 + K+ + SiO2.nH2O


FELD. K ALUNITA GEL DE SILICE

Como se observa en la Fig. 4-12 las alteraciones potásica y argilítica ocurren a grandes profundidades,
por lo tanto serán conspicuas en todos los depósitos formados a niveles mesozonales y a altas temperaturas
(hipotermales). Los depósitos de temperaturas intermedias (mesozonales), formados a niveles meso-
epizonales, se caracterizarán sobre todo por alteraciones sericítico-pirítica y propilítica, estando la alteración
argilítica confinada a los contactos entre la vena mineralizada y la roca caja. En los depósitos de bajas
temperaturas (epitermales), formados a poca profundidad y debidos a fluidos someros oxidantes, la
alteración propilítica y la alunitización serán muy extensas, las demás serán muy subordinadas o inexistentes.

4.6.1 Alteración hidrotermal en los varios tipos de depósitos

EN DEPÓSITOS MAGMÁTICOS

En estos depósitos la alteración hidrotermal es inconspicua y no-diagnóstica. Las zonas de contacto


gradan a roca caja pobre en mena. En los depósitos de inyección el contacto mena/roca caja es abrupto y la
alteración es muy limitada o ausente, a menos que la inyección sea acompañada o seguida de actividad
hidrotermal. En depósitos de asentamiento gravitatorio se observa una reacción entre los cumulados y el
magma residual que forma adcumulados, pero no debe considerarse como alteración hidrotermal sino como
un fenómeno de sobrecrecimiento magmático.
11

1 Km

Fig. 9-7. Aureolas de alteración hidrotermal asociadas a un gran depósito de pórfido de Cu. Explicaciones en el
texto. El diámetro máximo de la zona propilítica puede alcanzar hasta 10 km. La alteración potásica se localiza a
4-6 km de profundidad por debajo de la superficie de erosión existente al momento de la formación del depósito
y caracteriza al propio cuerpo de mena de pórfido de Cu. Las alteraciones CSEM (magnetítica) y CSClK
(clorítico-potásica) sólo ocurren en las partes más profundas de los pórfidos de Cu y no se relacionan con la
zona mineralizada de Cu-Mo, sino con cuerpos pegmatíticos o roca granítica estéril. La escala vertical es igual a
la horizontal. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).

EN DEPÓSITOS PEGMATÍTICO-NEUMATOLÍTICOS
Puede haber zonas de contacto abruptas y angostas (aplíticas), o amplias y transicionales. Algunos
elementos raros pueden ser incorporados por vapores (fluidos neumatolíticos) a la roca caja, produciendo
productos muy particulares de alteración, como berilo, monacita, esfena, columbita-tantalita, lepidolita-
zinnwaldita, topacio, circón, fluorita y allanita. Generalmente los productos de alteración son feldespatos
alcalinos, micas, granates y turmalina. También puede ocurrir un metasomatismo de K, con transformación
de anfíboles a biotita. Cuando la pegmatita ocurre dentro de la roca caja granítica la alteración será casi nula
y el contacto será un cambio gradual en la textura y la granulometría, pero no en la mineralogía.

EN DEPÓSITOS DE SKARN METASOMÁTICOS


La alteración HT forma zonas de contacto muy conspicuas que contienen numerosos minerales
diagnósticos como: granate ugrandita (grossularia, andradita, uvarovito), wollastonita, epídoto, Ca-
clinopiroxenos (serie diópsido-hedembergita), Ca-anfíboles (serie tremolita-actinolita), ilvaita, vesubianita,
minerales de grupo de la humita (condrodita, humita), serpentina (alteración de forsterita), espinela,
escapolitas y muchos otros. Las características de la alteración dependen, en gran parte, de la naturaleza de
la roca caja. Las reacciones son generalmente de silicificación:

En calizas (calcita)  wollastonita


En margas (calcita+arcillas)  grossularia, vesubianita, epídoto
En dolomías (dolomita+calcita)  diópsido, serpentina, flogopita

En lutitas (arcillas+cuarzo) y  hornfels de clorita, andalucita,


En rocas volcánicas félsicas cordierita, granate, epídoto

Las aureolas de contacto varían en espesor de algunos cm a varios km. Cuanto más extensa la zona de
contacto más favorable será el área para una mineralización o skarn. Los contactos recristalizados anhidros
son generalmente estériles. La silicificación ocurre como producto de soluciones hidrotermales ricas en sílice
o por recristalización del cuarzo presente en la roca caja. Este proceso prepara muy bien la roca para recibir
soluciones mineralizantes, ya que aumenta la fragilidad, forma brechas y le confiere permeabilidad.
12

EN DEPÓSITOS HIPOTERMALES
Estos depósitos gradan hacia pegmatitas o skarns a profundidad, y hacia depósitos mesotermales en sus
partes superiores. Sus alteraciones hidrotermales serán análogas a las producidas alrededor de skarns o
pegmatitas, en sus partes más profundas, y similares a las de los depósitos mesotermales, en sus partes
más someras. Las alteraciones de mayor profundidad son generalmente poco diagnósticas, pero las de las
partes superiores son intensas alteraciones típicas de vetas mesotermales: carbonatación (formación de
calcita, dolomita, ankerita), silicificación, sericitización y cloritización, con pirita, pirrotina y arsenopirita
diseminadas.

EN DEPÓSITOS MESOTERMALES
Aquí los productos de alteración son muy notables y sirven de guía para la búsqueda de yacimientos de
Pb-Zn-Cu-Ag. No todos los depósitos mesotermales, sin embargo, desarrollan halos de alteración
hidrotermal. Las zonas formadas por meteorización adquieren vivos colores distintivos que señalan la
disminución en la temperatura del fluido hidrotermal. Comprenden, desde la veta hacia la roca caja (Fig. 9-8):
SERICITIZACIÓN-SILICIFICACIÓN:con formación de "jasperoides"
CARBONATACIÓN: con formación de carbonatos de Ca-Mg-Fe-Mn
CLORITIZACIÓN: con formación de clorita, epídoto y otros minerales verdes
PIRITIZACIÓN: formación de cubitos de pirita, en zonas de clorita o sericita

Fig. 9-8. Aureolas de alteración hidrotermal alrededor de una veta mineralizada mesotermal de Zn-Pb-Cu
(presente en la mina Sta. Isabel, estado Guárico, Venezuela): 1. Alteración sericítica (color grisáceo debido a la
presencia de micas satinadas); 2. Alteración sericítico-pirítica (color amarillo-rojizo, debido a la meteorización
de la pirita); 3. Alteración silícea o propilítica (inconspicua debido a que la roca caja metavolcánica ya contiene
minerales de color verde, como epídoto, clorita, actinolita); 4. Roca caja inalterada: consiste del Granofel de
Santa Isabel, del Complejo Villa de Cura, integrada por granofels, metatobas y metalavas verdes); 5. Lentes de
barita masiva; 6. Veta mineralizada de sulfuros masivos de Zn-Pb-Cu + barita. Tomado y modificado de
Rodriguez (1977).

Las extensas zonas de alteración hidrotermal asociadas a los pórfidos de cobre fueron descritas
anteriormente en detalle. Comprenden las zonas potásica, argilítica, sericítico-pirítica y propilítica, las
primeras de alta T y a gran profundidad, las segundas, de menor T y a niveles más someros (Fig. 9-7). En
estos depósitos la alteración hidrotermal ha sido extraordinariamente intensa y la zona de alteración se
extiende a muchos km a su alrededor, ocupando un volumen cortical de más de 10 km3.
EN DEPÓSITOS EPITERMALES
La cloritización es la alteración más frecuente y extensa en los depósitos de Au-Ag-Te o Sb-Hg
epitermales. Es una alteración propilítica, alguna sericitización puede ocurrir y también puede haber
argilización o alunitización masiva. La zona de alteración puede ser tan extensa que hace difícil localizar el
depósito dentro de ella, quedando generalmente en posición excéntrica.
EN DEPÓSITOS TELETERMALES (tipo Valle del Mississippi)
Los productos de alteración son pocos y muy inconspicuos: calcita, dolomita, marcasita y sílice
criptocristalina (calcedonia) y no ayudan en la exploración y búsqueda de estos depósitos.
13

9.3 Emplazamiento secuencial de menas hidrotermales: paragénesis

La paragénesis es el orden cronológico relativo en que se depositaron los minerales en una veta o
depósito dado. El estudio de estas secuencias de depositación se restringe a técnicas de MINEROGRAFÍA en
secciones pulidas de mena, observadas con luz polarizada reflejada. Las microtexturas y microestructuras
son las que se utilizan para decidir la paragénesis, aunque a veces las relaciones de corte en el campo
ayudan tambien. En estos estudios se determina la edad relativa de parejas de minerales distinguibles y con
dichos resultados se construye un gráfico similar a los que usan los paleontólogos para expresar la aparición,
desarrollo y extinción de una especie dada (Fig. 9-9). Es de notar que el término paragénesis en Europa tiene
un significado totalmente distinto que en América y denota la asociación mineral presente en un depósito
dado, sin importar las relaciones cronológicas relativas de remplazo metasomático. Así, según el concepto
europeo la paragénesis de un pórfido cuprífero clásico es: calcopirita + bornita + pirita ± molibdenita.
La secuencia general, obtenida basándose en los rangos de formación de los minerales, es bastante
constante en algunos depósitos, sin importar la temperatura de formación ni su origen. Ya que el carácter del
fluido mineralizante cambia al moverse éste, diferentes minerales serán precipitados a lo largo de distintas
partes del canal; mientras un mineral se deposita en ciertas condiciones en un sitio o nivel, otro lo estará
haciendo en otro sitio, bajo otras condiciones. En general, la depositación de un mineral se superpone a la
depositación de otros, tanto en el espacio, como en el tiempo. Leves cambios de T, P, concentración, pH y
Eh pueden interrumpir o hasta invertir el proceso. Además la paragénesis de cada etapa en un sistema
multifásico tiene su propia secuencia cronológica, debida a la repetida apertura y cierre de fisuras
mineralizadas por la actividad tectónica.

SECUENCIA PARAGENÉTICA DE UN DEPOSITO MESOTERMAL POLIMETÁLICO

Fig. 9-9. Secuencia paragenética idealizada en un yacimiento mesotermal de Cu-Pb-Ag: orden cronológico
relativo de precipitación de ganga y mena. El grosor de cada lentejón es proporcional al volumen de mineral
presente, su longitud representa el lapso de tiempo (arbitrario) durante el cual el mineral precipitó o sustituyó a
minerales previos.

Las secuencias paragenéticas de LINDGREN & EDWARDS son casi iguales, en ellas es posible notar que:

 Los óxidos de alta temperatura son depositados primero


 Los sulfuros y arseniuros de Fe,Ni,Co,Sn y Mo son contemporáneos o algo más tardíos que los óxidos.
 Los sulfuros de Pb, Zn, Ag y de Cu-Fe son intermedios en la paragénesis y están mezclados con, o son
algo más tardíos que las sulfosales de Cu, Pb, Ag.
 Los elementos nativos y los telururos-seleniuros son típicamente tardíos.
 Los sulfuros de As, Sb y Hg son los últimos en precipitar.
14

9.4 Zonaciones hidrotermales


Los procesos de depositación hidrotermal (generalmente de remplazo o relleno de cavidades (ver Tema
4) producen cambios en la mineralogía de la ganga y de la mena, a medida que las soluciones se van
enfriando. En el caso ideal de un fluido HT que radia desde una zona profunda, se producirá una
depositación secuencial más o menos concéntrica, con zonas de diferente mineralogía a distancias cada vez
mayores de la fuente. La detección de estas zonaciones en los depósitos de menas o en los distritos mineros
es de gran importancia económica, puesto que ayuda a predecir cambios en la mineralización durante la
minería y permite diseñar programas efectivos de prospección, a la escala regional. De acuerdo a su escala
de tamaño se conocen varios tipos de zonaciones:

a) ZONACIÓN DE VETA: son cambios crípticos en la mineralogía o en el grado de enriquecimiento de un metal


valioso a lo largo de una misma veta o cuerpo de mena (Fig. 9-10). A menudo el metal más valioso se halla
como impureza intersticial o en solución sólida dentro de minerales de poco interés. Es estos casos la
zonación se manifiesta como una variación del tenor de la mena (en oz/ton, si se trata de Au o Ag), o como la
aparición de un mineral muy rico en dicho metal valioso (como arseniuros de Ag o telururos de Au-Ag). En el
ejemplo de la Fig. 9-8 se observa una chimenea de brecha mineralizada con sulfuros. A la derecha se denota
el tenor de Ag, el metal más valioso presente. La zona superior de galena es subeconómica, la zonación
vertical muestra que la explotación es muy rentable en la zona de stromereyita (CuAgS), un mineral de Cu y
Ag, pero sólo hasta la zona de bornita Cu5FeS4, con Ag en solución sólida limitada, donde hay tenores de Ag
económicos; las zonas inferiores de calcopirita y pirita se consideran no-económicas, puesto que el tenor es
muy bajo y el costo de explotación es más elevado. Una zonación de veta críptica de este tipo es muy útil
para planificar la explotación y rentabilidad de un yacimiento como el descrito.

Fig. 9-10. Zonación de veta en una chimenea argentífera (mina Red Cloud, Arizona, U.S.A.). Nótese que el tenor
de Ag varía según los diferentes minerales mena presentes y que las partes inferiores del yacimiento carecen de
atractivo económico. La mena más rica es la stromereyita, que es un mineral de plata, CuAgS, en los otros
minerales la plata es una impureza en solución sólida sustitucional limitada o como microinclusiones de
argentita, Ag2S. Tomado de Park & Mc.Diarmid (1983).

b) ZONACIÓN LOCAL O DE DISTRITO: cambios mostrados por varios depósitos cercanos, dentro de un mismo
distrito minero, a escala kilométrica (Fig 9-11). Las menas pueden variar desde hipotermales a mesotermales
a epitermales, dentro de un cuerpo de skarn, o a lo largo de varios km de zonas mineralizadas. Los stocks
epizonales post-colisonales de la zona de Cornwall, Inglaterra, formaron extensas aureolas de contacto en
las rocas encajantes paleozoicas. Dentro de estos skarns existe una marcada zonación hidrotermal que va
desde Sn (en el endoskarn y el exoskarn proximal, a Cu, Pb-Zn y Fe hacia la periferia de las aureolas.
Zonaciones de este tipo ayudan a la prospección o a extrapolar las reservas posibles en las zonas aledañas
a yacimientos ya conocidos o explotados.
15

Fig. 9-11. Zonación local o de distrito en los skarns desarrollados alrededor de stocks graníticos epizonales
post-colisionales en la región de Cornwall, Inglaterra. La mineralización comienza en el endoskarn con menas
de Sn (alta T), prosigue en el exoskarn proximal con menas de Cu, seguida por menas de Pb-Zn (T media) y
finaliza con menas de Fe (baja T) fuera de la aureola de contacto. Tomado de Sassano y Cárcano (1988).

c) ZONACIÓN REGIONAL: son zonaciones observadas a nivel regional, en grandes elementos geotectónicos,
como cinturones orogénicos o escudos precámbricos, relacionadas estrechamente con procesos de
tectónica global (ver Tema 16), o de macrotectónica precámbrica, respectivamente (ver Tema 17).
Descuellan las zonaciones regionales en la cordillera de los Apalaches (SE de U.S.A.) y los Andes Centrales
(Perú-Bolivia-Chile), en las cuales se observa un aumento en la temperatura de los depósitos al alejarse de
las zonas de subducción, actuales o pasadas (Figs. 9-12 y 9-13). La zonación regional más completa de
provincias metalogénicas ligadas a un margen continental activo o zona de convergencia subcontinental es la
que existe en los Andes Centrales, en el oeste de Sudamérica. Los yacimientos se relacionan espacialmente
y genéticamente con el plutonismo granítico y el vulcanismo félsico que han caracterizado la región, de modo
casi ininterrumpido, desde el Jurásico. Las zonas metalogénicas tienden a aumentar en temperatura de
epitermales a hipotermales a medida que se alejan de la trinchera o de la zona de subducción, estando las
de mayor temperatura, hipo y xenotermales, en la región donde la corteza alcanza su mayor espesor, con
una raíz isostática de más de 65 km de profundidad, donde se generan magmas anatécticos félsicos y
alcalino-K por fusión parcial de metasedimentos corticales, a gran profundidad. Estos magmas de tipo “S”
son característicamente ricos en Sn-W-Bi-U y quizás esa sea una de las razones por las cuales las
provincias estanníferas se hallan justo donde la corteza alcanza su máximo espesor, es decir, en Bolivia. Las
costas de Chile y Perú, contrariamente se caracterizan por plutones graníticos supra-zona de Benioff, de tipo
“I”, originados principalmente por la fusión parcial del manto debida a la deshidratación de la corteza
oceánica subducida, y se caracterizan por la asociación Cu-Mo±Au.
16

(A)

(B)
Fig. 9-12. Zonaciones regionales a escala continental observadas en cinturones orogénicos relacionados con
zonas de subducción pasadas o presentes. (A) Zonación fósil en el piedemonte sur de los Apalaches, generada
durante la subducción en sentido hacia el este del proto-Atlántico (océano Iapetus) durante el Paleozoico
Medio. (B) Zonación de los Andes centrales, una de las más completas del mundo. En ambas se observa un
aumento en el rango termal de los depósitos desde epitermal a hipo y/o xenotermal al adentrarse en el
continente y alejarse de la zona de subducción (trinchera Perú-Chile). (A) Tomado de Park & Mc.Diarmid; (B),
modificado de Sassano y Cárcano (1988).

9.3.1 Zonación ideal (de Lingren y Edwards)


Ningún yacimiento o distrito minero del mundo posee una zonación completa desde hipotermal a
epitermal, y menos todavía una en la aparezcan depósitos de todos los metales posibles, pero sintetizando
datos y observaciones efectuadas en numerosos depósitos mundiales, les fue posible reconstruir a estos
autores, uniendo las piezas como en un rompecabezas, una zonación ideal que, desde la fuente hasta la
superficie, sería la siguiente (las menas características se indican en negrita):
17

ZONACION IDEAL (Secuencia paragenética de LINDGREN & EDWARDS)


Zona Tipo Metales índice Mineralogía característica (*)
1 HIPO (estéril) cuarzo + feldespatos + pirita + carbonatos + otras gangas
2 HIPO Sn casiterita + cuarzo + turmalina + topacio + feldespatos
3 HIPO W wolframita/scheelita+ arsenopirita + pirrotina + calcopirita
4 HIPO Bi bismutinita/Bi nativo + cuarzo
5 HIPO Co-Ni skutterudita/cobaltina/esmaltina/niquelina ± calcopirita
6 HIPO Au-As Au nativo/arsenopirita/telururos de Au + cuarzo + carbonatos (siderita)
7 HIPO Cu-U calcopirita/uraninita (pechblenda) + pirrotina
8 MESO Porf. Cu-Mo tetraedrita/enargita/calcopirita molibdenita + pirita + cuarzo
9 MESO Zn-Pb-Cd blenda/galena/greenockita ± calcopirita + carbonatos + cuarzo ± barita
10 MESO Pb-Ag Ag-galena/argentita ± blenda ± calcopirita + carbonatos + cuarzo
11 MESO Ag-As argentita/pirargirita/proustita + siderita + cuarzo
12 MESO (estéril) cuarzo + carbonatos + escasos sulfuros MESO
13 EPI Ag-Au Au-argentita/pirarg./proust./telururos Au-Ag (silvanita, calaverita)
14 EPI Sb-Pb antimonita/sulfosales de Pb-Sb + barita + fluorita + cuarzo
15 EPI Hg cinabrio + calcedonia + marcasita + vetas de barita-fluorita
16 EPI As rejalgar/oropimente ± cinabrio + calcedonia + vetas de barita-fluorita
(*) En negrita las menas económicamente explotables.

En los distritos mineros mejor estudiados se presentan secuencias de zonación que siguen parcialmente
el esquema descrito, aunque son muy frecuentes las omisiones y las irregularidades (ver Fig. 9-12A). Estas
pueden deberse a numerosas causas: inversiones u omisiones debidas a una rápida depositación, ausencia
de ciertos metales en el sistema hidrotermal, yuxtaposición de zonas debida a la presencia de varios centros
de mineralización, que pueden avanzar o retroceder, produciendo etapas sucesivas pero diversas de
mineralización; o a otros factores no comprendidos aún. Cuando una zona se yuxtapone a otra se dice que el
depósito, o la zonación, son telescópicos. Los depósitos de baja temperatura o de formación somera (epi,
tele o xenotermales) son frecuentemente telescópicos, ya que el rápido descenso de la temperatura de los
fluidos, al alcanzar niveles someros o superficiales, causa una brusca depositación que acorta la zona
mineralizada y superpone zonas distintas. A mayores profundidades los gradientes geotérmicos son más
suaves y la depositación es lenta, originando las típicas zonaciones mesotermales, bien definidas. En los
depósitos hipotermales y de greisen no se observan zonaciones minerales definidas, sólo existen zonaciones
de veta crípticas, reflejadas en el contenido de metales preciosos o valiosos, como Au, Ag, Sn o, W.
9.4 Teorías de la depositación secuencial de menas hidrotermales
La regla general en los depósitos HT es que, los últimos minerales que precipitan son aquellos que han
viajado más lejos de la fuente de los fluidos, mientras que los primeros formados se hallaban en equilibrio, a
alta T y P. Para explicar las zonaciones observadas se han propuesto teorías basadas en las características
físico-químicas de las menas, como: solubilidad, volatilidad, pesos atómicos de los elementos mena, peso
específico de las menas, etc. Los estudios geoquímicos recientes invalidan todos esos modelos, puesto que
se ha demostrado que las menas son demasiado insolubles para haber sido transportadas como tales.
Minerales como PbS (galena), ZnS (blenda), FeS2 (pirita), etc. tienen constantes de producto de solubilidad
Ksp del orden de 10-2010-30, lo cual los hace extremadamente insolubles en el agua, a cualquier temperatura
o presión. Se ha estimado que para transportar en solución todo el Cu presente en un pórfido de Cu como
calcopirita se requeriría de una cantidad de agua hidrotermal equivalente al volumen del océano Pacífico. Se
concluye que los metales no se hallan en solución como compuestos iónico-covalentes o metálicos, (óxidos o
sulfuros), sino formando COMPLEJOS ANIÓNICOS solubles, sulfurados o clorinados. El orden de solubilidad de
los complejos clorinados, por ejemplo, concuerda muy bien con el patrón zonal frecuentemente observado en
los sulfuros y arseniuros de cationes metálicos bivalentes:
← menos solubles COMPLEJOS CLORINADOS más solubles →
Co < Fe < Ni < Sn < Zn < Cu < Hg
CoAsS Fe1-X S NiS Cu2FeSnS4 ZnS CuFeS2 HgS
COBALTINA PIRROTITA MILLERITA ESTANNITA BLENDA CALCOPIRITA CINABRIO
MENAS hipotermales  mesotermales  epitermales
18

Las zonaciones regionales seguramente se deben a las intrusiones batolíticas. Las ratas de intrusión,
diferenciación y enfriamiento de los diversos cuerpos ígneos graníticos tienen un enorme significado en
metalogénesis. Las intrusiones grandes representan largos períodos de tiempo (10-20 Ma) durante los cuales
la roca suprayacente es lentamente levantada, asimilada, metamorfizada y deformada. La cristalización y
diferenciación del magma causa continuos cambios en la composición de los líquidos o vapores residuales, a
menudo mineralizantes, y promueve el funcionamiento de celdas hidrotermales durante 10 5106 años, donde
las aguas porosas o connatas y los fluidos intersticiales de la roca caja pueden ser activados y puestos en
movimiento. En general, todo fluido caliente y químicamente activo (salino) que se desplace por el interior de
la corteza es capaz de disolver grandes cantidades de metales diseminados o presentes como trazas en
rocas prexistentes de origen volcánico, plutónico, sedimentario pelítico o metapelítico, tal como se vio en el
Tema 4, de la formación de complejos solubles. Enormes cantidades de Cu, Pb, Zn, Ag, Au, son removidas
de los basaltos del piso oceánico por la circulación convectiva profunda del agua marina en el interior de la
corteza oceánica caliente de las dorsales centroceánicas, o de arcos de islas submarinos, para ser luego
depositados como capas, lentes masivos y stockwork de sulfuros metálicos. Los sedimentos finos de
ambiente reductor (lutitas negras) contienen apreciables concentraciones de U, Cu, Pb, Zn, V, Ni, Se, etc., de
donde pueden ser lixiviados por soluciones de origen diagenético o meteórico, para luego ser depositados en
rocas carbonáticas permeables (arrecifales), o en areniscas fluviales o de playa. Las vías de escape de todos
estos fluidos pueden variar durante etapas sucesivas de actividad ígnea, metamorfismo o diagénesis.
El ascenso de magma granítico viscoso (por stoping o diapirismo) genera fracturas concéntricas o
radiales, que pueden controlar la trayectoria de los fluidos mineralizantes, y rigen el patrón de zonación
regional. Esta zonación inicial puede quedar enmascarada o complicada por otras menas depositadas luego.
Claramente debe existir una estrecha relación entre los procesos de tectónica global y las zonaciones
regionales. La generación de magmas graníticos (anatécticos o no), se relaciona íntimamente con los
procesos de subducción, de choques de placas o de separación de placas (rifting). Los fenómenos de la
tectónica global son la causa última de todos los procesos metalogénicos y de los que generan recursos
energéticos, sean de origen ígneo, sedimentario, metamórfico o meteórico. Este tópico será tratado con
mayor amplitud en el Tema 16. El origen del Cu y otros metales en los plutones que dan origen a pórfidos
cupríferos parece ser, en parte, la propia corteza oceánica subducida. Se ha determinado que la corteza
basáltica contiene numerosos yacimientos de tipo exhalativo-hidrotermal y vulcanogénico, formados por la
acción de fuentes termales submarinas abisales que expelen un fluido negruzco, muy rico en sulfuros.
Depósitos de SMV del tipo "Chipre" deben entonces estar dispersos a lo largo y ancho de toda la corteza
oceánica (ver Tema 14); cuando ésta sufre deshidratación en las zonas de subducción, los metales allí
presentes son incorporados al magma basáltico generado en el manto metasomatizado, siendo así
reciclados hacia la corteza continental de los márgenes activos, o hacia la corteza transicional de los arcos
volcánicos. Esto explicaría la estrecha relación que se observa entre los pórfidos de Cu y las zonas de
subducción, presentes o pasadas. LA GRAN RIQUEZA QUE EXHIBEN LOS MÁRGENES ACTIVOS Y LOS ARCOS
INSULARES VOLCÁNICOS EN DEPÓSITOS DE SULFUROS SE DEBE, EN PARTE, A QUE EN ELLOS HAN SIDO
CONCENTRADOS TODOS LOS METALES QUE ANTES SE HALLABAN ESPARCIDOS A LO LARGO Y ANCHO DE EXTENSAS
PLACAS OCEÁNICAS YA SUBDUCIDAS. En márgenes activos donde la subducción de corteza oceánica ha tenido
lugar continuamente desde hace 200 Ma se han concentrado enormes cantidades de metales por el reciclaje
de todos los depósitos oceánicos y de los depósitos presentes en el basamento continental antiguo, cuyos
metales son liberados cuando la corteza continental alcanza condiciones de fusión parcial, generando
magmas C-A ricos en dichos metales, o cuando las rocas metamórficas alcanzan la facies granulita, donde
son deshidratadas totalmente desprendiendo grandes cantidades de fluidos acuosos.
También los depósitos fósiles (de placer, sedimentarios, lateríticos), situados en las raíces
metasedimentarias de los orógenos continentales o de arcos maduros, soterrados profundamente, pueden
llegar a sufrir anatexis o fusión parcial en las raíces de los orógenos continentales, liberando fácilmente los
metales contenidos en ellos. Las menas pegmatíticas o de greisen de Sn-W-U, Nb-Ta o Li-Be, asociadas a
granitos anatécticos, parecen tener este origen continental reciclado (ver Tema 16). Cualquier componente
metálico traza de una roca en estado de fusión parcial tendrá un punto de “escape” inferior al punto de fusión
de los componentes silicatados, lo que permite su concentración en los primeros fundidos generados durante
la anatexis, o en los fluidos liberados, todos ellos a su vez enriquecidos en ciertos compuestos volátiles,
como H3BO3, H2S, HF, HCl, o P2O5, que favorecen la removilización de los metales como complejos solubles
o compuestos volátiles, para ser luego depositados en forma de cuerpos de mena. Todo este “milagro”
metalogénico ocurre como subproducto de los procesos geológicos normales asociados a la tectónica de
placas: magmatismo, diagénesis o metamorfismo, con sus consiguientes levantamiento y erosión.
19

ECUADOR

PERU
BRASIL

BOLIVIA

SUBDUCCION

CHILE

ARGENTINA

Fig. 9-13. Mapa metalogénico de los Andes centrales mostrando una muy bien desarrollada zonación regional
en depósitos hidrotermales de varios tipos y rangos de temperatura. De la zonación ideal de Lindgren &
Edwards están ausentes las zonas 5 y 6 (Ni-Co y Au-As hipotermales), estando todas las otras más o menos
bien representadas. No se conoce ninguna otra zonación tan completa como ésta en todo el planeta. Existe una
relación evidente entre la temperatura de los depósitos y la profundidad de la placa subducida (o la lejanía a la
trinchera), aumentando la temperatura de los depósitos de epitermal, cerca de la costa a hipo y xenotermal en el
interior del continente (Bolivia). Ésta se correlaciona directamente con el aumento en el espesor de la corteza
del orógeno andino hacia el interior de continente. Tomado y modificado de Sassano y Cárcano (1988).

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