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Sebastián Grande
Tema 2 FLUIDOS MINERALIZANTES Y YACIMIENTOS MINERALES
Cuanto más se calienten estas aguas tanto mayor será su capacidad de disolver sustancias minerales,
de modo que estos fluidos constituirán SHT capaces de transportar gran cantidad de metales. Cuando
estas aguas ascienden luego de haber circulado a profundidad disolviendo metales, tenderán a
equilibrarse nuevamente con los ambientes superficiales depositando su carga metalífera. En muchos
casos es imposible distinguir entre aguas meteóricas HT y fluidos magmáticos HT, sólo el análisis de
isótopos estables puede dar indicios fidedignos para establecer la verdadera naturaleza de los mismos.
Las aguas meteóricas contienen los principales elementos presentes en la corteza. Además se
caracterizan por estar levemente empobrecidas en isótopos pesados ( 18O, 2H) ya que éstos debido al
proceso de evaporación tienden a concentrarse en las cuencas oceánicas. Como se muestra en las
figuras 2-1 y 2-2. Los fluidos HT meteóricos tienen una fuerte tendencia a mezclarse con fluidos de origen
magmático o metamórfico, formando depósitos minerales en los frentes de contacto o de mezcla. Otras
veces las aguas meteóricas generan procesos químicos particulares que permiten la depositación de
menas en frentes de óxido-reducción (yacimientos de U sedimentario en areniscas fluviales).
En circunstancias favorables, las aguas meteóricas connatas contenidas en las rocas profundamente
soterradas pueden ser químicamente reactivadas y vueltas a poner en circulación por intrusiones ígneas o
por metamorfismo regional. Soluciones HT de origen mixto pueden ser recirculadas a través de sistemas
hidráulicos profundos. Grandes cantidades de agua y otros fluidos son expulsados a medida que el
metamorfismo prograda de facies de bajo grado a facies de alto grado, puesto que en estas últimas las
rocas (granulitas y charnockitas) se encuentran prácticamente deshidratadas. Las SHT de origen
metamórfico regional parecen moverse paralelamente al gradiente geotérmico local, avanzando
centrífugamente a partir del centro de máximo metamorfismo (facies granulita). Por lo tanto éstas tienen
la capacidad de concentrar elementos particulares en zonas periféricas, de grado metamórfico más bajo
(facies anfibolita o esquistos verdes). En general las SHT metamórficas son de origen mixto y contienen
concentraciones anormales de Cu, Ag, K, Li, Sn, Pb, Zn, B, Be, Ga, Au, U, SiO2, etc. Datos de campo
demuestran que las rocas atravesadas por estos fluidos han sido sustancialmente modificadas, algunas
han sido silicificadas totalmente, otras han sufrido otros cambios metasomáticos.
Fig. 2-1 Ciclo hidrológico esquematizado. El oxígeno se compone mayoritariamente de dos isótopos, con
masas atómicas de 16 y 18, el hidrógeno de dos isótopos con masas 1 y 2. Los isótopos de un mismo
elemento no se comportan idénticamente durante los procesos físicos o químicos que tienen lugar en el
ciclo hidrológico. El oxígeno liviano, 16O y el hidrógeno 1H tienden a enriquecerse debido a su liviandad en el
vapor de agua generado durante la evaporación, estando enriquecidos el agua meteórica y el hielo glacial en
estos isótopos livianos; todo lo contrario, el agua oceánica tiende a enriquecerse en isótopos pesados,
como 18O e 2H. La importancia de los fluidos meteóricos y marinos ha sido reconocida sobre todo en las
últimas décadas, en especial la de los fluidos marinos ha sido invocada en numerosos modelos de
formación de depósitos de sulfuros masivos vulcanogénicos generados por actividad hidrotermal submarina
en forma de chimeneas hidrotermales, como la que ocurre actualmente en los valles axiales de las dorsales
centroceánicas. Modificado de Sassano y Cárcano (1988).
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Fig. 2-2 Relación esquemática entre los ciclos geológico e hidrológico. M-E-T: Meteorización-Erosión-
Transporte. La compleja relación entre el ciclo geológico y el hidrológico involucra la generación y
movimiento de fluidos a distintos niveles dentro de la corteza, aunada a la emisión de energía térmica
durante los procesos intrusivos, o debida a elevados gradientes geotérmicos locales. Los conceptos más
modernos engloban bajo el término “fluido hidrotermal” todo fluido acuoso caliente y móvil que circule
dentro de la corteza terrestre, y hasta aquellos que son expulsados a la superficie en fuentes termales y
géiseres. Por lo tanto los fluidos connatos, metamórficos, hidrotermales sensu stricto, magmáticos, y las
aguas termales se consideran todos como fluidos hidrotermales sensu lato. El ambiente más superficial,
controlado por la energía solar, manifestada como clima y temperatura ambiente, y por la gravedad se
denomina EXOGÉNICO, mientras que el ambiente más profundo, controlado por la energía interna de la Tierra
y la presión litostática, incluyendo la energía térmica de las intrusiones ígneas, y que abarca desde pocos km
de profundidad hasta la base de la corteza continental es el ENDOGÉNICO. La profundidad donde el ambiente
exogénico deja de ser tal ha sido objeto de numerosas controversias, un valor promedio podría estar entre
los 2-3 km, pero varía de acuerdo al marco tectónico global y el gradiente geotérmico local. Es obvio, dados
los procesos mostrados de orogénesis, vulcanismo, plutonismo, actividad hidrotermal, diagénesis,
metamorfismo y anatexis, que la zona esquematizada en este corte, y en el de la figura 2-1 anterior, debe
corresponder a un límite convergente de placas, tipo arco volcánico maduro o margen activo. La figura no
está dibujada a escala. Tomado y modificado de Sassano y Cárcano (1988).