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Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A.E.N. Vol. VIII. N. o 27.

1988

Un modelo de historia clínica


psiquiátrica computarizada (*)
A computerized Psychiatric Record
Keeping Model

J. M.a VILLAGRAN MORENO (**); R. LUaUE LUQUE (**);


J. M.a VALLS BLANCO (**) Y A. DIEZ PATRICIO (**)

Uno de los retos que


la disciplina denomi­
RESUMEN nada Psiquiatría ha
afrontado desde sus orí­
En el presente trabajo se describe un modelo computarizado genes es la formaliza­
de recogida y almacenamiento de datos en Psiquiatría. En la ción y definición ex­
elaboración de dicho modelo se ha perseguido un triple objetivo: haustiva de los datos
operatividad, simplicidad y posibilidad de ampliación con fines psico(pato)lógicos que
investigadores. constituyen su objeto
El modelo aquípropuesto (HCPCC) se articula en bloques de de estudio. La falta de
datos, y es complementado por una serie de programas de precisión de dichos da­
ampliación y explotación de éstos. tos ha llevado a nume­
rosos intentos de obje­
tivación, entre ellos, la
ABSTRACT aplicación de las técni­
cas de computariza­
The present report describes a computerized Psychiatric re­ ción.
cord model. In the development of this model, three aims
have been emphazised: operativity, simplicity and possibility
of being implemented for research purposes.
The model here proposed (HCPCC) is articulated on data­ COMPUTADORAS
blocks and is complemented by a series of extension and ope­ Y SALUD MENTAL
rative programs.
Desde que empeza­
ron a utilizarse las téc­
PAlABRAS ClAVE nicas de automatiza­
ción en salud mental
Historia clínica psiquiátrica. Computarización. Sistemas de -coincidiendo con la
automatización en salud mental. segunda generación
(*) Este trabajo fue be­
cado por la Junta de Anda­
KEYWORDS lucía dentro de su programa
de Formación de Personal In­
vestigador (FPI) en la convo­
Psychiatric record keeping. Computerizing. Mental Health catoria de 1984.
Automation Systems. (**) Unidad Docente de
Clínica Psiquiátrica. Facultad
de Medicina de Córdoba.

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Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A.E.N. Vol. VIII. N. 027. 1988

de computadores, en la primera mitad cuales, además, permiten el acceso a


de los años 60-, los trabajos publica­ "softwares" comercializados que obvian
dos sobre el tema han sido numerosos. la elaboración de programas propios pa­
Si en el período que va desde 1960 a ra el sistema informatizado.
1964 fueron publicados menos de 20 En otro orden de cosas, la introduc­
trabajos al respecto, ya en el simposium ción de los denominados POR (Problem
sobre "Sistemas de Informatización en Oriented Records) (WEED, 1969; HAYES­
Psiquiatría", de 1973, existía una am­ ROTH et aL, 1972) -en los que se re­
plia variedad de sistemas computari­ quiere un tipo específico de información
zados para evaluación y diagnóstico, y de acuerdo a un listado de problemas-,
el número de estos modelos ha ido mul­ supuso, asimismo, un intento de defi­
tiplicándose en los últimos años (HED­ nición y reestructuración de la docu­
LUNG et aL, 1985a). mentación clínica de una forma más
A mediados de los años 70 se pro­ explícita.
duce un cambio significativo en la filo­
sofía que, hasta entonces, había presi­
dido la elaboración de modelos infor­ APLlCACION DE LOS
matizados. Los grandes sistemas de ORDENADORES EN PSIQUIATRIA
orientación clínica, omnicomprensivos,
dan paso a sistemas más restringidos, Las técnicas de informatización me­
referidos a propósitos específicos. Así, diante computadores han sido aplica­
en virtud de su coste, complejidad e das, fundamentalmente, en tres áreas:
infrautilización, sistemas como el de evaluación psicológica, entrevista clí­
Camarillo State Hospital, el COMPSY nica y diagnóstico.
(Computer Support in Military Psychia­
try) o el MSIS (Multi-State Information a) Evaluación psicológica
System) comienzan a abandonarse en
favor de los denominados management Sin duda constituye el área de apli­
information systems (MIS), sistemas cación más fructífera: más de 300.000
más pequeños y baratos y menos com­ interpretaciones computarizadas de
plejos que abordan determinados ob­ tests psicológicos se realizan anualmen­
jetivos considerados de alta prioridad. te (JOHNSON, 1984). La informatización
Pero no sólo se produce una inflexión más conocida tal vez sea la del MMPI
en el diseño de programas computari­ (Minnesota Multiphasic Personality In­
zados, sino que, además, la manera en ventory) (DUNN et aL, 1972), pero existen
que la información es introducida (o otras pruebas cuyos protocolos de in­
retirada) en el ordenador sufre una im­ terpretación han sido computarizados,
portante modificación: hasta entonces como el Inventario de Beck para la de­
el sistema más utilizado era el deno­ presión, la escala de personalidad de
minado batch processing (la informa­ Eysenck (KATZ y DALBY, 1981), la escala
ción es recogida en impresos y, ulte­ de depresión de Zung (CAVANAUGH et
riormente, los datos son transmitidos aL, 1982) y otras (ALSTROM et aL, 1983;
al aparato), mientras que a partir de ANCILL et aL, 1985; BUTCH y ADOLFS­
ahora se prefiere el sistema on-line, SON, 1983; DAVIDSON et aL, 1984; MUR­
en donde los datos son suministrados PHY, et aL, 1985; etcétera). Asimismo,
(y retirados) directamente del aparato. existen sistemas computarizados apli­
Por todo ello, en la última década se cados a tests psicométricos -como la
han abandonado los grandes ordena­ escala de Weschler (ELwOOD, 1969)­
dores en favor de los más disponibles, y a tests proyectivos -como el test de
baratos y manejables computadores per­ Rorschach (HARRIS et aL, 1981) y el TAT
sonales (personal computers - PC), los de Murray (SMITH, 1968).

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b) Entrevistas clínicas DIS con los ítems del PSE de WING et


al. (SARTORIUS, JABLENSKY, 1984).
Desde los trabajos de STILLMAN et al.
(1969), MAULTSBY y BLACK (1971) Y
GREIST, et al. (1973), se han elaborado e) Diagnóstico
multitud de métodos de entrevista clí­
nica computarizada para la recogida de Aunque algunos autores critican la
datos acerca del estado mental e his­ realización de un diagnóstico automa­
toria personal del paciente (SPITZER y tizado (HEDLUNG et aL, 1985b; TAINTER,
ENDlcon, 1971; TIZON, 1977). 1980), son muchos los intentos de com­
Los modelos más conocidos quizá putarización realizados en este campo
sean el PSE (Present State Examination) (GLUECK y STROEBEL, 1982). Numerosos
de WING et al. (WII\JG, COOPER, SARTO­ procedimientos estandarizados de cla­
RIUS, 1974) y el DIS (Diagnostic Inter­ sificación de los fenómenos clínicos in­
view Schedule) de ROBINS et al. (1981). cluyen programas de agrupación de los
En general, estos modelos incluyen un síntomas en síndromes y de éstos, a
glosario de definiciones de términos y su vez, en entidades diagnósticas (PSE­
un sistema estructurado de entrevista CATEGO-ID, DIAGNO, etcétera).
psiquiátrica, si bien no siempre se in­ El procedimiento más conocido es el
cluyen ambos (por ejemplo, el DIS no sistema CATEGO, programa informa­
posee glosario). Mientras el PSE se cen­ tizado para la clasificación de pacientes
tra en la recogida de datos del episodio psiquiátricos con trastornos funcionales.
actual, y puede no llegar a reflejar los Este programa, que utiliza la informa­
síntomas precoces del cuadro clínico, ción psicopatológica recogida a través
el DIS, cuya finalidad es establecer un del PSE, se estructura alrededor de una
diagnóstico longitudinal (Iifetime diag­ serie de "c1ases clínicas" pensadas para
nostic), no se reduce a los síntomas la investigación del diagnóstico clfnico.
recientes. Ambos sistemas poseen un Estas clases no son categorías diag­
protocolo estructurado de entrevista, si nósticas en sí (WING et aL, 1974) ni su
bien el DIS incluye un protocolo muy finalidad es sugerir cómo debe hacerse
detallado mediante el cual la presencia un diagnóstico (WING, 1983). Se trata
o ausencia del síntoma se decide prin­ de clases descriptivas cuya relación con
cipalmente por la respuesta sí/no del el diagnóstico clínico debe establecerse
paciente. Por contra, el PSE, aunque a partir de la investigación empírica.
asimismo detallado, basa la entrevista Consta de 10 etapas de las cuales, las
en la práctica médica corriente, en la ocho primeras agrupan los aproxima­
que el médico adapta sus preguntas a damente 500 ítems del PSE en seis
las respuestas del enfermo con el fin categorías descriptivas; la novena sitúa
de decidir con seguridad la presencia al paciente en un único grupo descrip­
o ausencia de dicho síntoma (WING, tivo, mientras que en la décima y última
1984). fase los datos de la historia previa y los
datos etiológicos son recogidos para así
Ambos modelos (PSE y DIS) han sido llegar a una clase "diagnóstica" provi­
traducidos al español y utilizados en sional de acuerdo con la Clasificación
nuestro medio (CANINO et aL, GUIMON, Internacional de Enfermedades (ICD).
VÁZQUEZ BARQUERO, etcétera). Aunque, como señala WING (1984),
Recientemente, y como resultado del "solamente el clínico puede poner un
programa conjunto OMS/ADMHA (JA­ diagnóstico", la utilización de este tipo
BLENSKY et aL, 1983), se ha diseñado de programas, así como otros más pun­
un instrumento compuesto (CIDI) que tuales (ROBERTS, 1980; POPKIN et aL,
reúne las características esenciales del 1985; HAMMOND y MUNNECKE, 1984) pue­

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den servir de gran ayuda en la tarea puesto por el propio TIZÓN (TIZÓN, 1977a;
asistencial. TIZÓN et al., 1977c).
Así, los Cuestionarios Automatizados
d) Otras aplicaciones de Investigación Epidemiológica de SEVA
DíAZ (SEVA et al., 1973) y el modelo del
Se han utilizado técnicas de compu­ Hospital Clínico de San Carlos (LÓPEZ­
tarización en la enseñanza de profe­ IBOR et al., 1973) abordaron aspectos
sionales de salud mental (CAI-compu­ epidemiológicos el primero, y datos ge­
ter aided instruction), en las que se si­ nerales y de tratamiento el segundo.
mulan situaciones clínicas a las que el En este último, se diseñó, además, un
estudiante debe hacer frente (CARR y programa de creación de archivos del
ANCILL, 1983). fichero clínico (RODRíGUEZ, 1973).
Asimismo, es común la utilización de Otros sistemas limitados a aspectos
sistemas de computerización para el parciales de la historia clínica han sido
registro de casos psiquiátricos en gran­ el Cuestionario Automatizado para Sín­
des áreas de población (FAGIN y PUR­ dromes Obsesivos, diseñado en la Fa­
SER, 1986; STEFANSSON, 1984). cultad de Medicina de la Universidad
de Barcelona (COSTA, BALLÚS, EGUILLOR,
1971) y el modelo de historia clínica
SISTEMAS COMPUTARIZADOS informatizada de epilepsia elaborado en
PSIQUIATRICOS EN ESPAÑA la Cátedra de Zaragoza (ABAD ALEGRíA,
1985).
TIZÓN (1977a; TIZÓN et al., 1977c) cla­ Asimismo, se han aplicado modelos
sifica los progra mas de automatización protocolizados de entrevista y recogida
en: de datos psiquiátricos diseñados en
otros países (PSE, DIS, etcétera).
a) Programas que abarcan series li­ La informatización de la historia clí­
mitadas de datos o segmentos de la nica en su globalidad se ha abordado,
historia clínica: también, desde otras ramas de la me­
dicina. Así, en diversos centros nacio­
1. Programas de automatización de
nales, se utilizan desde hace años mo­
los tests psicológicos.
delos informatizados de historia clínica,
2. Programas para series limitadas
como el diseñado por el doctor ABAD
de datos o segmentos de la historia clí­
IGLESIAS para el Servicio de Oncología­
nica.
Radioterapia del Centro "Ramón y Ca­
3. Programas de automatización de
jal" de Madrid.
ficheros clínicos.
4. Programas de automatización de
registros parciales de la información
LA HISTORIA CLlNICA
psiquiátrica.
PSIQUIATRICA COMPUTARIZADA
b) Programas de automatización de "CORDOBA"
la historia clínica psiquiátrica en su to­
talidad (incluyendo aspectos adminis­ El presente trabajo propone un mo­
trativos, clínicos y de investigación). delo de historia clínica psiquiátrica com­
putarizada que facilite la utilización de
Los sistemas aparecidos en España los datos obtenidos en la práctica clíni­
hasta el momento pueden ser integra­ ca. Por ello, y aunque existan numero­
dos en el grupo de programas de as­ sos intentos de aplicación de técnicas
pectos parciales de la historia clínica de computarización en el diseño de mo­
psiquiátrica, si exc~ptuamos el sistema delos cibernéticos para problemas con­
de SEVA DíAZ y CEARRA (1971) Y el pro- ceptuales en psicopatología (principal­
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Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A. E. N. Vol. VIlI. N. 027. 1988

mente nosológicos EVERIlT, 1973; WING, Por todo ello, los datos que hemos
1973), así como en la búsqueda de al­ integrado en nuestro modelo han sido
goritmos para el diagnóstico psiquiátrico aquellos que consideramos imprescin­
(TIZON, 1977a), nuestros esfuerzos se dibles en todo contacto médico-pacien­
han centrado en la elaboración de un te y que, por otra parte, han de dirigir­
modelo de recogida de datos que con­ nos hacia la correcta comprensión del
tribuya a la mejora del sistema de ar­ motivo de la consulta y de las caracte­
chivos clínicos utilizado en nuestra red rísticas del cuadro presentado por el
asistencial, posibilitando la correcta ex­ consultante.
plotación de los mismos, labor que con­ No obstante, estas precisiones -por
llevaría, en última instancia, una mejora otro lado necesarias para centrar el pro­
de calidad en la asistencia psiquiátrica pósito y la finalidad del trabajo-, nues­
dispensada. tro modelo no está dirigido únicamente
Nuestro trabajo se ha encaminado a ser un sistema más o menos elabo­
al diseño y construcción de un modelo rado y operativo de recogida de datos.
de recogida de datos que, por su di­ Antes al contrario, hemos intentado que
mensión y operatividad, no conculcase sirviera de esqueleto o armazón para
ninguno de los principios que, de acuer­ una serie de programas de ampliación
do con McLEAN y KAPKIN (1983), deben que incorporaran aquellos proyectos de
presidir la aplicación de los computa­ investigación que, en la actualidad, se
dores a la asistencia psiquiátrica. A están llevando a cabo en nuestro de­
saber: partamento. Además, y dada nuestra
orientación teórica -distinta a la de
- dicha aplicación no debe dificultar otras escuelas psiquiátricas- hemos
la comunicación entre el personal sa­ pretendido recoger las peculiaridades
nitario y el administrativo del centro; de nuestra concepción psicopatológica
- no ha de significar una disminu­ sin menoscabo de una posible coordi­
ción del tiempo destinado al trato con nación con sistemas computarizados de
los pacientes; recogida de datos elaborados en otros
- no debe producir, en virtud de su centros.
complejidad o dificultad para el manejo,
sentimientos de frustración en el per­ ESTRUCTURA DE LA HCPCC
sonal sanitario, de manera tal que pu­
dieran ser éstos transmitidos a los pa­ Hemos articulado nuestro modelo so­
cientes, quedando afectada la relación bre tres ejes básicos: el "esqueleto" o
terapéutica. "armazón" de la HCPCC, formado por
la conjunción de los distintos bloques
De acuerdo con estos principios, el de datos, una serie de programas de
sistema propuesto en el presente tra­ ampliación que complementan la in­
bajo -y al que, en adelante, nos refe­ formación recogida en la estructura bá­
riremos como HCPCC-, ha tomado co­ sica anterior, y un conjunto de progra­
mo premisa básica la operatividad. A mas de explotación de los datos apor­
este respecto, es curioso observar cómo tados.
de las tres ventajas que para el usuario
pueden representar los programas in­ La HCPCC como conjunto
formatizados -rapidez, objetividad y fle­ de bloques de datos
xibilidad (KLEINMUNTZ, McLEAN, 1968)-,
la mayoría de los sistemas aplicados Al igual que otros programas de auto­
en psiquiatría se refieren a las dos pri­ matización (SEVA y CEARRA, 1973; TIZON,
meras y soslayan la última (BUTCHER, 1977a), nuestro modelo está integrado
1985). por una serie de bloques de datos in­

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dependientes que, en conjunto, confi­ Bloque 2: Datos relativos al motivo


gurarían la historia clínica psiquiátrica. de la consulta
Son varias las razones que apoyan esta
decisión: En este bloque valoramos, además
del motivo de la consulta -tanto el que
a) la articulación en bloques evita expresa el paciente como el expresado
la dispersión de los datos recogidos, por los acompañantes-, la iniciativa
agrupándolos en áreas de interés; para consultar y la actitud que el pa­
b) al configurar la HCPCC como un ciente muestra durante la entrevista.
conjunto de bloques de datos indepen­ Asimismo, valoramos el "rapport" que
dientes entre sí -o, lo que es lo mismo, se produce y si el paciente se muestra
al estar estructurada en forma de "lista o no colaborador.
de problemas" (problem oriented re­
cords, POR)-, el psiquiatra o psicólogo Bloque 3: Datos del cuadro clínico
no tiene por qué consultar todos ellos,
pudiendo prescindir de aquellos bloques Este bloque constituye, como es ob­
que no considere relevantes para el pa­ vio, el núcleo central de nuestro modelo.
ciente en cuestión (TIZÓN, 1977a); En él se recogen los datos que confi­
c) como 'consecuencia de esto, se guran el cuadro clínico presentado por
posibilita la inclusión de nuevos blo­ el paciente, así como el juicio pronóstico
ques, así como la modificación de los emitido por los técnicos. Hemos arti­
antiguos a la luz de nuevas perspectivas culado los datos alrededor del eje sín­
o intereses. toma-síndrome-proceso, siguiendo la
teoría de los síndromes propuesta por
Hemos aislado nueve bloques de da­ CASTILLA DEL PINO (1982). Los síntomas
tos en nuestro modelo, en contraste han sido agrupados en conjuntos de
con los 14 y 19 bloques de los modelos unidades de análisis (SARTORIUS, BROO­
de SEVA y TIZÓN, respectivamente: datos KE, 1973). Se han descrito 19 grupos
de entrada, datos sobre el motivo de la de unidades (Tabla 2). Las unidades in­
consulta, datos del cuadro clínico, datos tegrantes de cada grupo han sido for­
acerca de la identidad o "self' del pa­ malizadas cuando sus peculiaridades
ciente, datos exploratorios, datos per­ lo permitían. Así, por ejemplo, la unidad
sonales, datos familiares, datos de evo­ alucinación recoge tipos y formulacio­
lución y datos de tratamiento. Todos nes de las posibles formaciones aluci­
ellos son heteroaplicados -esto es, son natorias.
recogidos por los técnicos en salud men­ En cada unidad d~ análisis (en cada
tal, así como por el personal adminis­ síntoma), una vez aislada, deben ser
trativo (Tabla 1). cumplimentados una serie de ítems que
El contenido de los bloques de datos incluyen la duración e intensidad del
es como sigue: síntoma, y la actitud del paciente ante
el mismo. Se señala, a su vez, el sín­
drome y subsíndrome conformados por
Bloque 1: Datos de entrada los síntomas y, finalmente, el proceso
o diagnóstico. Para terminar, se incluye
Recoge tanto los datos de filiación el juicio pronóstico.
como aquellos que sirven para la iden­
tificación de la historia clínica. También Bloque 4: Datos referidos a la
se contempla quién lleva a cabo la re­ identidad o "self"
dacción de la historia, así como qué
técnico se hace cargo del controlo te­ Este bloque de datos constituye una
rapia del paciente. aportación de nuestro grupo de trabajo.

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Se basa en la teoría del " se lf" elaborada dre, hermanos-, así como a la esposa
por CASTILLA DEL PINO a partir de los tra­ e hijos, sin olvidar aquellos datos que,
bajos de LAING, PHILLlPSON y los comu­ referidos a los miembros de la deno­
nicólogos de la Escuela de Palo Alto minada familia extensiva -abuelos,
(CASTILLA DEL PINO, 1982). Aquí queda­ tíos, familia polftica-, puedan tener in­
rían incluidos los datos sobre la perso­ terés para una mejor comprensión del
nalidad previa del paciente, así como cuadro clínico del paciente.
sobre sus relaciones sociales y afecti­
vas, poniendo especial énfasis en la Bloque 8: Datos de evolución
imagen que aquél tiene de sí mismo
(vector interno del "self") y en la que El bloque de datos de evolución cons­
supone que los demás poseen de él tituye, junto con el bloque clínico y el
(vector externo del "self"). Este bloque de tratamiento, el eje central de nuestro
recoge, en suma, todos aquellos datos modelo. En este bloque incluiremos to­
sobre la estructura de la identidad del dos aquellos datos que pueden hacer
paciente que pueden apuntar a una hi­ comprender la evolución seguida por
pótesis explicativa del cuadro clínico el paciente en su cuadro clínico. Así,
presente. contemplamos datos referentes a los
antecedentes del cuadro actual -fecha
Bloque 5: Datos de exploración de los episodios, duración, sintomato­
logía, tratamiento prescrito, etc.-, datos
Este bloque incluye datos suminis­ relativos al propio cuadro -resumen
trados tras la exploración psicológica sucinto de la sintomatología presenta­
(tests proyectivos - lAl, Rorschach, da- y una relación de las entrevistas
CAl-A, CAl-H, etcétera-; de inteligen­ de control y revisión llevadas a cabo
cia -escala Weschler, Raven-), neu­ -fecha de las mismas, sintomatología,
rológica y física. juicio pronóstico, etcétera-o

Bloque 6: Datos personales Bloque 9: Datos de tratamiento


En este bloque incluimos aquellos da­ Este bloque de datos, complementario
tos referentes a la historia personal del con el anterior, recoge todos aquellos
sujeto que consulta. De este modo re­ datos referidos al tratamiento o trata­
cogemos información sobre el embarazo mientos seguidos por el paciente. De
y el parto del paciente, sobre su des­ esta forma, incluimos aquí información
arrollo psicomotor -edad de inicio del sobre los tratamientos efectuados con
habla, edad de inicio de deambulación, anterioridad por el paciente -fechas,
edad en que controló esfínteres- y su tipos de tratamientos, pautas, lugar y
proceso de escolarización. Asimismo, autor de la prescripción-, así como del
nos interesamos por su profesión y por tratamiento que pudiera presentar en
la actividad que desempeñe en la ac­ el momento de la consulta. Además,
tualidad. Por último, se contempla un contemplamos datos sobre el tratamien­
grupo de datos relativos a enfermeda­ to prescrito en nuestro centro y, en un
des no psiquiátricas que el paciente ha­ último apartado, el control y evolución
ya padecido. de éste a lo largo de las sucesivas en­
trevistas y revisiones.
Bloque 7: Datos familiares
Características de los ítems
Incluimos en este apartado todos
aquellos datos relativos a los miembros La HCPCC ha sido estructurada, como
de la familia del paciente -padre, ma- hemos señalado, en forma de POR (pro­

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blem oriented record) o listado de pro­ pectos limítrofes de la historia clínica


blemas, de tal forma que, dentro de psiquiátrica, tales como los datos so­
cada bloque, puedan soslayarse amplias ciales del usuario, hábitat, etcétera, sino
series de ítems. Con esto evitamos la aquellos aspectos puramente psicoló­
tediosa tarea de responder a todos ellos gicos que, por mor de la sencillez y uti­
cuando algunos no añaden nada de in­ lidad del protocolo, no han sido recogi­
terés a la comprensión del paciente y dos en éste.
de su cuadro. Para ello, existen cues­ En esta dirección, y hasta el momen­
tiones que, al ser respondidas afirmativa to, han sido diseñados tres programas
o negativamente ("sí" o "no"), remiten de ampliación de tests psicológicos: uno
a un nuevo paquete de ítems, evitán­ de ellos, de un test psicométrico (la es­
dose, en virtud de esta disyunción, los cala de Weschler) y los dos restantes
ítems que no procedan. de tests de personalidad o proyectivos
Algunos ítems, por último, precisan (TAT de Murray y Rorschach). Los datos
la transcripción de valores numéricos, aquí recogidos amplían la información
cantidades, fechas, nombres comercia­ que, sobre la realización de estas prue­
les de fármacos, nombres propios, et­ bas, se incluye en el protocolo- y que
cétera. se reduce a la fecha de realización y
condiciones de la prueba y al nombre
del examinador.
PROGRAMAS DE AMPLlACION

El diseño de los programas de am­ Prog ramas de explotación


pliación (PA) intentó cumplir dos obje­
tivos: Los programas de explotación de da­
tos fueron pensados para satisfacer una
1. Por una parte, complementar de­ triple necesidad: en primer lugar, la ne­
terminados aspectos de la historia clí­ cesidad de ordenación y archivo de los
nica psiquiátrica que, por su especifi­ datos recogidos; en segundo lugar, los
cidad o carácter interdisciplinar, eran requerimientos investigadores en el ám­
merecedores de un tratamiento espe­ bito de la psico(pato)logía; por último,
cial. las necesidades epidemiológicas.
Así, por ejemplo, la elaboración de En lo concerniente a los programas
un programa de ampliación del informe de archivo y ordenación de datos, ha
social tendría en cuenta aquellos datos sido diseñada una ficha simplificada del
que el trabajador social recoge para la protocolo que permite el rápido acceso
elaboración de su ficha social y aquellos a los aspectos más importantes de la
otros que incluye en el informe social historia clínica psiquiátrica. En la ac­
requerido por otro estamento de la red tualidad, dicha ficha está siendo objeto
asistencial (DiAZ et al., 1986). Estos da­ de ensayo en el Dispensario de Psi­
tos, como es obvio, no deben ser in­ quiatría e Higiene Mental de Córdoba.
cluidos en una protocolización de la his­ Por lo que respecta a los programas
toria clínica que pretende, ante todo, de investigación psico(pato)lógica se es­
ser operativa, pero sí debe contemplarse tán perfilando esquemas formalizados
la posibilidad de su utilización e incar­ para el estudio de la degradación de
dinación en dicho protocolo. Es con este las formaciones psicóticas (VILLAGRÁN
fin, por lo que el programa de amplia­ et al., 1988) y el análisis del discurso,
ción "Informe Social" ha sido diseñado de acuerdo con la principal línea de
(Tabla 3). investigación de nuestro departamento.
2. Un segundo objetivo de estos pro­ Asimismo, ha sido diseñada una ficha
gramas sería el de abarcar no ya as- epidemiológica cuya formalización per­

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mita disponer de los datos recogidos unión entre los distintos estamentos
para ulteriores estudios epidemiológicos de salud mental en la ciudad de Córdo­
en el campo de la salud mental. ba y, por extensión, con las restantes
unidades asistenciales y de hospitali­
zación de Andalucía.
Umi'laciones de la HCPCC La premisa fundamental que sustentó
el proceso de elaboración y diseño del
La HCPCC, al partir de presupuestos protocolo formalizado fue la de la ope­
teóricos propios, utiliza, en algunos as­ ratividad: la idea consistía en la creación
pectos, una terminología distinta a la de un modelo flexible -a la vez que
de otros modelos. Así, en la HCPCC se completo- que no fuese considerado,
siguen los modelos judicativos y del en el momento de su aplicación, como
"self" propuestos por CASTILLA DEL PINO una tarea meramente burocrática y, por
(1977, 1982, 1984), así como la clasi­ ende, inútil y engorrosa. Nuestra prin­
ficación diagnóstica utilizada, desde ha­ cipal preocupación fue la de conseguir
ce años, en el Dispensario de Sanidad que la utilización del modelo computa­
de Córdoba. Por ello, la HCPCC ha de rizado fuese considerada por el personal
incluir un glosario de términos que de­ técnico y administrativo como una in­
finan los conceptos utilizados en la mis­ versión de tiempo y dedicación que apor­
ma, así como un programa de diagnós­ taría una serie de ventajas (facilitación
tico comparado que permita la conver­ de informes clínicos y administrativos,
sión a clasificaciones internacionales datos estadísticos y psicopatológicos,
(ICD-9, DSM-III). etcétera).
La HCPCC no incluye, por otra parte, Por todo ello, la HCPCC ha sido dise­
algoritmos o reglas que conduzcan a ñada como un modelo abierto, en un
una clasificación diagnóstica. La fina­ doble sentido:
lidad de nuestro modelo, como se dijo,
se centra en la estructuración de la re­ - por una parte, porque permite la
cogida de datos y en facilitar la utiliza­ integración de los distintos programas
ción de los mismos, tanto con fines psi­ de investigación que están siendo lle­
co(pato)lógicos como epidemiológicos vados a cabo en nuestro departamen­
o de archivo. to (degradación de formaciones psicó­
ticas, análisis del discurso, aplicación
de la hermenéutica del lenguaje, etcé­
CONCLUSIONES tera);
- pero, además, porque la HCPCC
El modelo de historia clínica psiquiá­ prevé la posibilidad de complementa­
trica computarizada aquí presentado ción de los distintos bloques de datos y
(HCPCC), surgió de la necesidad de con­ programas de ampliación y explotación
tar con una herramienta de trabajo asis­ en virtud de las necesidades asisten­
tencial que pudiera servir de nexo de ciales y comunitarias.

Dirección para correspondencia: José M.a Villagrán Moreno. Unidad Docente de Clínica Psiquiátrica.
Facultad de Medicina de Córdoba.

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Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A.E.N. Vol. VIII. N. 027. 1988

Tabla 1

Bloques de datos y programas de ampliación de la HCPCC

BLOQUES DE DATOS

BLOQUE 1: Datos de entrada.

BLOQUE 2: Datos referidos al motivo de la consulta.

BLOQUE 3: Datos referidos al cuadro clínico.

BLOQUE 4: Datos referidos a la identidad o "self".

BLOQUE 5: Datos de exploración.

BLOQUE 6: Datos personales.


BLOQUE 7: Datos familiares.
BLOQUE 8: Datos de evolución.
BLOQUE 9: Datos de tratamiento.

PROGRAMAS DE AMPLlACION

PROGRAMA 1: Informe social.

PROGRAMA 2: Test de Apercepción Temática de Murray.

PROGRAMA 3: Weschler.

PROGRAMA 4: Rorschach.

632
Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A. E. N. Vol. VIII. N. o 27. 1988

Tabla 2
Grupos de unidades de análisis que componen el bloque
de datos referidos al cuadro clínico (bloque 3)

GRUPOS DE UNIDADES DE ANALlSIS

GRUPO 1: Juicio de realidad.


GRUPO 2: Esfera psicomotora.
GRUPO 3: Pensamiento y lenguaje.
GRUPO 4: Fobias y obsesiones.
G RUPO 5: Estados de á nimo y afectos.
GRUPO 6: Síntomas referidos a la esfera corporal.
GRUPO 7: Sentimientos de extrañeza.
GRUPO 8: Conducta adictiva.
GRUPO 9: Inadaptaciones situacionales.
GRUPO 10: Trastornos de la memoria.
GRUPO 11: Trastornos de la atención.
GRUPO 12: Trastornos de la orientación.
GRUPO 13: Trastornos de la conciencia.
GRUPO 14: Trastornos del sueño.
GRUPO 15: Conducta alimentaria.
GRUPO 16: Conducta sexual.
GRUPO 17: Conducta esfinteriana y excrementicia.
GRUPO 18: Trastornos cerebrales focales.

GRUPO 19: Automatismos (epilepsias y otros estados convulsivos.

633
Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A.E.N. Vol. VIlI. N. o 27. 1988

Tabla 3

Estructura del programa de ampliación "Informe Social" (programa 1)

PROGRAMA DE AMPLlACION: INFORME SOCIAL

1. Datos del usuario.

2. Datos socio-demográficos.

2.1. Composición del núcleo de convivencia.

2.2. Historia familiar (secuencias cronológicas determinantes de la evolución individual y

familiar).

2.3. Relaciones familiares (sociograma).

3. Datos del hábitat.

3.1. Vivienda.

3.2. Barrio o zona.

3.3. Relaciones sociales y vecinales.

4. Datos de intervención social.

4.1. Valoración de los problemas presentados.

4.2. Demandas presentadas.

4.3. Recursos aplicados.

4.4. Recursos idóneos.

4.5. Idoneidad del recurso aplicado.

4.6. Indicador de actividad.

4.7. Fechas de inicio y término del problema.

634
Un modelo de historia clínica psiquiátrica computarizada R.A.E.N. Vol. VIl/. N. o 27. 1988

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