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Formación socio afectivo y ética en la escuela:

Experiencias internacionales

La tarea educativa de formar de manera integral a los estudiantes, ha encontrado


espacio y respuesta en una serie de países que muestran tanto sus avances en la
comprensión de las habilidades socio afectivas y éticas y la manera de formarlas,
como en las investigaciones que reflejan los beneficios y elevado impacto de la
implementación de programas en esta línea.

El aprendizaje socio-afectivo está estructurado a partir de tres metas


fundamentales. La primera es el desarrollo de habilidades de autorregulación y
conciencia de sí mismo para poder lograr éxito en la escuela y en la vida, la
segunda se refiere al desarrollo de habilidades interpersonales y conciencia social
para establecer y mantener relaciones positivas, la tercera se refiere al desarrollo
de habilidades en toma de decisiones y comportamiento responsable.

Cada meta SEL se divide en un cierto número de estándares de aprendizaje. Los


estándares prescriben los contenidos y habilidades del aprendizaje socio-
emocional para estudiantes desde la enseñanza preescolar hasta el fin de la
enseñanza media. Cada estándar incluye 5 criterios que describen lo que los
estudiantes debieran saber y ser capaces de hacer en cada una de las etapas de
su desarrollo, de acuerdo al ciclo de enseñanza en que se encuentre.

Por último, cada uno de los criterios ha sido desglosado en indicadores concretos
que describen las acciones específicas que llevarían a cabo los estudiantes si han
aprendido los conocimientos y habilidades necesarios.
La ventaja de contar con estándares de aprendizaje socio-afectivo, es que
uniformiza los resultados de todas las instituciones educativas, a la vez que
permite un mayor grado de autonomía para las escuelas en relación a como
concretarlos. Los objetivos fundamentales detrás de esta perspectiva apuntan a
desarrollar la creatividad de los docentes y a mejorar el nexo entre profesores y
profesionales de la salud mental que trabajen en la escuela.

Además de lograr avances importantes en el desarrollo de políticas educativas


que integran estas dimensiones, diversos estudios e investigaciones
internacionales arrojan resultados relevantes que muestran cómo la formación
socio afectiva y ética integrada en el currículum escolar, además de promover la
salud mental, beneficiar el desarrollo ético y ciudadano de los estudiantes, y la
prevención de conductas de riesgo; produce mejoras sobre el aprendizaje
académico.

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