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DIPLOMADO EN SEGURIDAD PRIVADA

UNIVERSIDAD CATÓLICA SILVA HENRÍQUEZ


PROFESOR ULDA OMAR FIGUEROA OSSA

CURSO DERECHO PENAL Y RESPONSABILIDAD PENAL

Módulo Seis
Legítima defensa

1) Introducción

La legítima defensa es una causal de justificación. Esto es, una situación en la cual una
conducta típica deja de ser antijurídica, pues excepcionalmente las personas que se
encuentran en ella son autorizadas por la ley para realizar esta clase de conductas, y por
ende no realizan delitos ni se les impone pena alguna por ello

En particular, existe legítima defensa cuando una persona “actúa en defensa de su


persona o derechos, o los de un tercero para repeler una agresión ilegitima (generalmente
un delito), concurriendo diversos requisitos que guardan relación la existencia de dicha
agresión no provocada por quien se defiende y toda vez que existe la necesidad racional de
defenderse”

Existen 3 tipos de legítima defensa: propia, de pariente, de terceros .

2) Legítima defensa propia

En términos generales, es aquella en la cual se repele una agresión ilegitima padecida por
el propio sujeto que emprende la defensa.

Sus requisitos son los siguientes:

i. Padecer una agresión ilegitima: se trata de cualquier conducta realizada por un


ser humano idónea para causar daño y que no esté autorizada por la ley. De esta forma, el
ataque de un animal, no es una agresión, porque no es protagonizada por un ser humano,
y por ende quien la repele no obra en legítima defensa (aunque puede no ser igualmente
antijurídica por una razón diversa). Las agresiones humanas legitimas tampoco pueden
repelerse legítimamente, por ejemplo, no cabe legítima defensa contra la detención
practicada por un civil o por un policía en ejercicio de la facultad de detención en
flagrancia, ni tampoco la legitima defensa contra una persona que actúa en legítima
defensa.

ii. Dicha agresión debe ser actual o a lo menos inminente: ello implica que no
procede legítima defensa contra agresiones futuras. La persona contra la quien se
defiende debe estar protagonizando la agresión ilegitima para que esta pueda
legítimamente repelerse o a lo menos debe estarla preparando (inminente)
iii. Necesidad racional de los medios empleados en la defensa: lo que exige la ley no
es proporcionalidad entre el delito que se repele y la defensa, sino que lo requerido es
que el medio empleado para defenderse sea necesario, y no excesivo, para emprender la
defensa. La evaluación de dicha necesidad no puede hacerse en abstracto, pues varia para
cada caso concreto. Por ejemplo, no es necesario disparar un arma para repeler un robo
realizado por un solo sujeto desarmado, menos si es menor de edad, pero si puede ser
necesario para repeler un robo de 10 sujetos mayores de edad, fornidos y con armas
blancas. Por el contrario, puede ser suficiente para un guardia de seguridad fornido y
experto en artes marciales repeler simplemente con la fuerza del cuerpo a un chico de 14
años, que sin ser fornido y temerosamente lo amenaza con un desatornillador, pero
puede ser necesario que ese mismo guardia de seguridad recurra a su arma si se
encuentra rodeado por 10 jóvenes de 20 años, todos fornidos, aunque todos se
encuentren provistos solo de cuchillos.

iv. Falta de provocación por parte del que se defiende: este requisito está
contemplado para evitar que una persona pueda alegar legítima defensa cuando ha sido
él quien ha incitado al otro a agredirle ilegítimamente.

3) Legitima defensa de pariente

En términos generales, es aquella en la cual se repele una agresión ilegitima padecida por
alguno de los parientes del defensor indicados por la ley.

Sus requisitos son los mismos que los de la legítima defensa propia, pero se agregan los
siguientes:

v. Que la persona atacada sea alguno de los parientes enumerados por la ley:
cónyuge, consanguíneos en toda la línea recta (padres, abuelos, hijos, nietos, etc.), y en la
colateral hasta el 4° grado (hermanos, primos), afines en toda la línea recta (suegros e
hijos del cónyuge) y en la colateral hasta el 2° grado (cuñados), y padres e hijos.

vi. No haber participado en la eventual provocación del agresor ilegitimo: si entre


agresor y agredido hubo provocación, el pariente no debe haber participado. Esto para
evitar venganzas disfrazadas de legítima defensa.

4) Legitima defensa de terceros

En términos generales, es aquella en la cual se repele una agresión ilegitima padecida por
una persona extraña.

Sus requisitos son los mismos que la legítima defensa propia, pero se agrega uno
adicional: "No haber actuado por venganza u una motivación ilegítima", de modo tal que
es posible interceder para defender a un tercero que está siendo agredido, siempre que la
motivación sea sólo esa, y no sea una motivación ilegítima, como por ejemplo una rencilla
anterior con el agresor del tercero.

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