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TEMA 2.

VINO NUEVO

Objetivo del tema


Conocer que no podemos recibir lo nuevo si andamos metidos en moldes viejos. Creer que el
pasado no tiene nada nuevo por decirnos, y no debemos consultarle nada. El pasado no determina
nuestro futuro, ese está en las manos de Dios. Actuar creyendo que empieza una temporada de vino
nuevo para nuestras vidas.

Introducción
Apoyados en botellas de todo tipo, jugaremos relevos de líquido: haremos una cadena de botellas y
competiremos buscando quién cambia el líquido de forma más rápida en todas las botellas. Una de
las botellas deberá tener en el fondo un poco de bicarbonato, esto para producir un efecto
efervescente que perturbe el revelo.

Discusión
Ítem #1: Permitiremos que una o dos personas opinen sobre las respuestas de los participantes.
¿Cómo se sintieron llevando el líquido en distintas botellas? ¿Cómo cambió el líquido según en
cada botella?
Ítem #2: Reflexionaremos sobre el estado del líquido al final, ¿cómo cambió? ¿Será que el cambio
se debe al líquido, al movimiento o tiene que ver con el contenedor?

Tema
Lucas 7:37-38 dice que el vino nuevo no se echa en odres viejos, porque estos se romperán y se
echará a perder. El vino nuevo va en odres nuevos, para que así se conserve. Según este texto,
podemos asociar que en las dimensiones de Dios hay algo en común, y es la necesidad de renovar el
contenedor.

Podemos asociar el viejo vino con el antiguo testamento, y el nuevo con el nuevo por supuesto. El
viejo vino representa la ley, pero el vino nuevo la gracia. El vino viejo representa los esfuerzos de
nuestras obras, pero el vino nuevo el poder del Espíritu Santo. El vino nuevo representa lo fresco de
parte de Dios. Si comparamos el proceso de la elaboración del vino nuevo encontraremos varios
elementos que se parecen al camino con Dios.

1. La Vendimia
Es el proceso de escoger las uvas, donde el agricultor escoge el insumo. Dependiendo de la clase de
uvas, el tiempo es entre finales de agosto y finales de septiembre. Aquí termina el invierno y
empieza la primavera. Dios nos visita para quitar los años de vacas flacas, y aún la rama más seca
va a reverdecer. El agricultor escoge las uvas porque el vino está determinado por la calidad de la
uva. Para tener el mejor vino, hay que escoger las mejores uvas. El agricultor escoge lo mejor.

2. La Limpieza
Una vez que las uvas han sido escogidas, el agricultor las separa de las ramas o los racimos. Las
lava y las limpia. Este proceso es importante porque el agricultor no puede usar una uva sucia o
contaminada para hacer vino. Dios no solo nos ha escogido, nos ha limpiado. Dios nos ama tanto
que nos escoge, y nos ama demasiado para dejarnos como estamos. Nos escoge y limpia también.
Todo lo que el enemigo toca, sangra. Todo lo que Jesús toca, sana.

3. El prensado
El agricultor no puede sacar el jugo de la uva si no presiona. La presión es necesaria en la
extracción de lo mejor que tenemos. Muchos cristianos quieren vino nuevo sin ser probados.
Muchos quieren promesas sin procesos, destinos sin tormentas, tierra prometida sin estar dispuestos
a cruzar el desierto. El tiempo de presión saca lo mejor de nosotros, y Dios lo permite a través de las
pruebas y dificultades. Un diamante fue solo un pedazo de carbón que resistió la presión. El
agricultor presiona la uva, pero nunca presiona la semilla, porque si lo hace agria el vino. Dios no
nos presiona para destruirnos, sino para promovernos y restaurarnos. La calidad de la uva se
determina por la uva que no se amarga en el proceso.

4. La maceración
Luego de que se ha extraído el jugo de la uva, lo trasladan a unos depósitos para que la uva sea
fermentada y macerada. Aquí la uva toma olor, color, sabor y aroma. Es en esta parte del proceso
donde se convierte en vino. La maceración es un tiempo de espera. Dios permite esos tiempos de
espera para poner ese odre nuevo para mi vida. Sin maceración no puedo sacar mi máximo
potencial. Muchos tienen la fe para pasar por la presión, pero les falta paciencia para la espera. Tan
importante como tener fe, es tener paciencia. Las promesas se alcanzan con fe y con paciencia. En
la vida se necesitan las dos.

Para concluir el grupo


- Igualmente, Dios no solo nos ha llamado, nos ha escogido. Dios no descalifica como la gente
descalifica.
-El proceso no está destinado para cambiar mis sueños, sino para cambiarme a mí para poder
lograrlo. En vez de amargarme por el proceso, debo darle gracias a Dios por esa montaña, por haber
navegado esa tormenta.
-La falta de paciencia hace que no termines siendo vino, sino vinagre. Las cosas buenas de la vida
demandan tiempo, y Dios tiene un tiempo perfecto para ti. Tener paciencia es creer en los tiempos
de Dios, es esperar con la actitud correcta. No amargarse, sino esperar con la disposición del
corazón.

Cierre y ministración
 Pediremos al Espíritu Santo que toque nuestro corazón
 Clamaremos a Dios por ese vino nuevo, partiendo de reconocer que necesitamos un proceso
 Reconocer que Dios nos ha escogido y por ello tenemos un propósito en nuestra vida
 Confiar en que hemos sido limpiados por Dios, sacar las raíces de tristeza y amargura del
corazón
 Declarar que amamos a Dios porque nos restaura
 Dar gracias por el tiempo de prensa y prueba
 Resistirnos a tirar la toalla, creyendo que Dios no nos ha dejado ni desamparado
 Renovar nuestras fuerzas para esperar pacientemente en Dios

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