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La Tefila
LA TEFILÁ
( Última revisión: 6 de Octubre del 2016 )
CONTENIDO
1 - ¿QUÉ ES LA TEFILÁ?
1.1 Introducción
1.4 Si el Creador no cambia, ¿por qué está escrito: “Y se arrepintió el Eterno de haber
hecho al hombre... y le pesó en su corazón”?
2.1 Introducción
El presente documento es una sección del Apéndice del Sidur Meforash Tefilot Israel, realizado
por el Rav Avdiel, Rosh Yeshivá de Najalat Yehoshua; obra en proceso de edición y publicación.
En aprecio y agradecimiento a ( חבורה מבוסטוןLa Javurá de Boston, Massachusetts) por su
constante apoyo y colaboración. Que Hashem les conceda ברכהy הצלחהen sus proyectos.
¿QUÉ ES LA TEFILÁ?
Introducción
Conexión y Transformación
El objetivo de la Tefilá
Así pues, la tefilá, según esta concepción, no tiene como fin cambiar de parecer al
Creador, sino a uno mismo; el hombre no puede influir en el Creador como un acusado
influye en un juez humano que tiene emociones y está sujeto a cambios, pues está escrito: “El
Eterno no es hombre... para que se arrepienta (i.e. cambie). ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará?, ¿ha hablado,
y no lo cumplirá?”3. La manera más simple de definir tefilá en español con dos términos,
conservando el concepto hebreo, es introspección 4 y autoanálisis5 en presencia del Amo del
universo, la Fuente de la existencia. Como lo indica el significado de estos dos términos, tefilá
es un medio de conexión que ha de tener como objetivo la transformación de quien realiza
este ejercicio espiritual, una transformación que busca estar en armonía con la voluntad
Divina.
¿Cómo puede el ser humano solicitar un favor al Creador? ¿Cómo puede después de
errar, solicitar el perdón o la bendición? ¿Cómo es posible solicitarle a un tzadik que interceda
mediante la tefilá? ¿Acaso no es esto pretender cambiar de parecer al Creador? La respuesta a
todas estas preguntas y otras similares radica en comprender que el Creador en primer lugar
decretó varias alternativas que el ser humano es libre de elegir, y cada alternativa tiene su
propia consecuencia ya predestinada. Por ejemplo, si la persona que erra decide permanecer
en el error, el decreto por haber errado no cambiará; es decir, si no cambia la causa, tampoco
cambiará el efecto. En este caso, el decreto puede cambiado solamente si la persona reconoce
y opta por reparar el error, este es un decreto divino. Es el hombre quien puede cambiar, y
una vez que ha cambiado, entonces el Creador inmutable se relaciona con él bajo la opción
elegida por el hombre. En este sentido, la tefilá es el medio a través del cual la persona puede
examinar a dónde se dirige, lo que necesita mejorar, y así optar por la mejor alternativa.
Es en este mismo sentido que se ha de comprender lo que Rabí Yehoshúa dijo a sus
discípulos cuando les habló sobre la salida de Judea: “Hagan tefilá para que vuestro viaje no
suceda en invierno, ni en shabat”15. El significado de estas palabras no es que el Eterno ya tenía
previsto que el viaje sería en un día de shabat durante el invierno, y los discípulos por medio
de la tefilá podrían hacer cambiar de parecer al Eterno para que eligiera otro día de salida. Lo
que en realidad enseñó a sus discípulos es que a través de la tefilá, es decir, la conexión con la
fuente de la existencia, ellos sabrían cuando sería el momento que tendrían que salir de
Judea, y de esta manera podrían elegir por ellos mismos un día de la salida que no sea en
invierno ni en shabat.
Es evidente que el Eterno está por encima de cualquier forma de elogio que podemos
decir, Él no necesita saber cuán agradecido estamos; el orante no debe olvidar que el contexto
de la alabanza es la introspección. Por lo tanto, cuando en la alabanza nos referimos al
Creador según sus atributos de padre 17, infinito, compasivo, justo, excelso, fuente de vida,
proveedor o sanador, nos ayudanos a nosotros mismos a comprender quién es El en relación
con nosotros, porque la alabanza precisamente tiene como propósito expresar en términos
humanos los atributos del Infinito. Consecuentemente, aunque el ser humano es por
naturaleza agradecido, el orante debe tener presente que el elogio en la tefilá no es por el
bien del Eterno, sino por su propio bien. La declaración de la alabanza o la bendición es un
medio a través del cual podemos concretizar los atributos del Creador, hacer de lo
A continuación hacemos mención de dos formas de tefilá: (1) Tefilat Yajid, la tefilá
individual que realiza la persona a solas, y (2) Tefilat Tzibur, la tefilá colectiva que se realiza en
comunidad.
18 Bereshit 20:17
19 Ibíd 18:23
20 Ibíd 24:63
21 Shemot 32:11
22 Daniel 9.3
23 Nejemyá 1:5 (Tefilat avdejá – la oración de tu siervo).
24 I Drivé HaYamim 15:22; 16:4-36; 25:1-6; Nejemyá 9:5-38; 11:17
25 I Drivé HaYamim 16:36; Tehilim 89:52; 106:48
26 Shemot 2:23
27 Ibíd 4:31; 12:27
28 Ezra 8:21–23; 9:5–15; en el cáp. 10 es descrita como tefilá.
29 I Melajim 8
La tefilá comunitaria es algo natural en el ser humano; por ejemplo, aun cuando la
Torá no instruye explícitamente que shabat es un día en el cual se ha de meditar y entonar
cantos, fue sobreentendido por la concepción del pueblo hebreo cuando se ordenó a
santificar, recordar y guardar el shabat, tal como se puede apreciar en la composición de
Tehilim 92, la cual lleva como título “Mizmor para el día de Shabat”. Respecto al libro llamado
Tehilim, se puede decir que es la primera composición de tefilot personales y colectivas,
formalmente registrada y considerada proveniente de ruaj hakódesh.
Si la tefilá es una mitzvá de la Torá, significa que el hijo de Israel está obligado hacer
tefilá. Pero ¿dónde está escrito que la tefilá es una mitzvá? En Toldot Yehoshúa, Perek 9, se
registró que Rabí Yehoshúa Ben Yosef dijo: “Está escrito, al Eterno haz tefilá, y a Él, solo a Él,
servirás”30; de esta manera parafraseó interpretativamente Devarim 6:13 (Al Eterno temerás, y a
Él servirás)31. Según este registro, Rabí Yehoshúa vio implícita la mitzvá de hacer tefilá en la
expresión “Al Eterno temerás”.
Mientras que algunos maestros opinan que la tefilá no es una mitzvá de la Torá, otros
como Maimonides (1138 – 1204), Najmanides (1194 - 1270) y el autor del Sefer Ha-Jinuj,
llegaron a la misma conclusión de Rabí Yehoshúa, la tefilá sí es una mitzvá de la Torá. Aunque
no dejan de reconocer que la composición de las tefilot, así como los tiempos para la tefilá,
fueron establecidos posterior a la Torá, difieren en la sección de la Torá donde se ordena la
tefilá.
Sin embargo, para Najmanides, esta interpretación según la cual 'servir con el corazón'
se percibe como una alusión a la tefilá, no evidencia que la tefilá sea una mitzvá de la Torá,
pues el Midrash Sifré no tuvo como objetivo dar una explicación literal del texto de la Torá,
sino alegórica; de hecho, en el Midrash Sifré se exponen varias opiniones respecto al
significado de la orden ( ולעבדוule'avdó / servirle); además de opinar que este servicio alude a
la tefilá, también se opina que alude al servicio del Templo, y al estudio de la Torá. Por lo
)Gr. Mt. 4:10) את ה' התפלל ואותו לבדו תעבוד30
את ה' אלהיך תירא ואתו תעבד31
tanto, para Najmanides, la mitzvá de hacer tefilá se encuentra en Bemidbar 10:9 “Cuando
vayáis a la guerra… tocaréis alarma (heb. teruá) con las trompetas a fin de que el Eterno vuestro
Elohim se acuerde de vosotros, y seáis salvados de vuestros enemigos”. De este modo, él concibe que
la tefilá ordenada en la Torá se manifiesta como súplicas y ruegos en momentos de
necesidades; por ende, según su concepción, la obligación de la tefilá diaria es posterior a la
Torá.
En conclusión, hacer tefilá es una mitzvá implícita en la Torá, esta mitzvá no significa
leer las palabras de un libro, ponerse en pie o sentarse en ciertos párrafos; significa hablar
con el Todopoderoso, hablar reflexivamente, meditar, escuchar y saber comprender
críticamente. Cada persona o comunidad puede elegir libremente usar un texto como
inspiración para la tefilá individual. Dado que la tefilá colectiva usualmente está estructurada
con la lectura fija de un texto para así mantener el orden colectivo, la tefilá individual es
preferida en su efecto sobre la tefilá colectiva. Por ello, aun si la persona decide hacer tefilá
junto con la comunidad, debe dedicar un tiempo antes o después para realizar la tefilá
individual.
¿Por qué Israel necesitó la mitzvá de hacer tefilá?
Si la tefilá es un impulso natural del ser humano que está consciente de la existencia
de un Creador, si en momentos de alegría expresa gratitud, y en momentos de dificultad
tiende a meditar y solicitar la asistencia Divina, si esta capacidad le fue otorgada del cielo, y
es evidencia del amor que el Creador tiene para con sus criaturas; entonces ¿qué sentido
tiene que exista una mitzvá de hacer tefilá, siendo que el hombre nació con este impulso
natural?
Introducción
Para comprender cabalmente como es que la mitzvá “Al Eterno temerás” implica la tefilá
según Rabí Yehoshúa, es necesario saber qué significa realmente el concepto Yirat Adonai,
traducido usualmente como “Temor al Eterno”. Cada vez que traducimos una palabra o frase
del hebreo al español, existe el riesgo de desvirtuar el concepto; como en este caso sucedería
si usáramos “temor” como equivalente a “Yirá”, pues un término hebreo que mejor describe
el temor es ( פחדpajad | temor). Temor en español equivale a miedo, y el miedo es un
sentimiento ante algo que puede causar dolor o terror, así pues, en esencia, el temor es
contrario a la tefilá; mientras que la tefilá es un medio de acercamiento, el miedo aleja. Si la
mitzvá Yirat Adonai fuese tenerle miedo al Eterno, ¿cómo puede estar escrito en Devarim 6:5
“amarás al Eterno” y seguido a ello diga “temerás al Eterno” (Ibíd 6:13; lo mismo ocurre en
34 Meditación, análisis, bendición, reflexión, alabanza, gratitud, súplica, petición, intercesión, confesión, introspección,
contemplación o evaluación.
35 Yehoshúa Maasáv VeTorató 6:12.
36 Lehitpalél tamid ( ְלהִתְ ַפלֵל תָ מִ ידYehoshúa, Maasáv VeTorató 18:1-8).
Hitpalelú tamid ( הִתְ ַפלְלו תָ מִ ידCarta de Shaul a los Kedoshim en Éfesos 6:18).
Hatmidú lehitpalél ( הַתְ מִידו ְלהִתְ ַפלֵלI Carta de Shaul a los tesalonicenses 5:17).
Devarim 10:12)? Si el vocablo hebreo Yirá no significa temor, entonces ¿qué es? Hay quienes
lo traducen como “reverencia”, pero aun este término que significa respeto o admiración que
siente una persona hacia alguien o algo, no logra expresar en español el concepto Yirat
Adonai.
Vamos a dejar que el propio texto de la Torá nos diga el significado de Yirat Adonai.
Está escrito en Shemot 9:20-21 “El que de entre los siervos del Faraón tuvo yirá a la palabra del
Eterno, hizo poner a salvo a sus siervos y sus ganados en sus casas, pero el que no puso atención a la
palabra del Eterno, dejó a sus siervos y sus ganados en el campo”. En esta traducción se puede
apreciar claramente que “poner atención” es el equivalente a “yirá”; pero ¿qué significa
exactamente para la concepción hebrea poner el atención? ¿Será mirar o escuchar
atentamente? La frase en el texto hebreo es ( שם לבו אל דברsam livó el devar...), literalmente
“puso su corazón hacia la palabra...”. Hasta aquí podemos confiadamente definir Yirat Adonai
como la acción de poner el corazón hacia el Eterno; pero todavía hay más.
¿Por qué en lugar de emplear la vista o el oído para la atención, el texto se emplea el
corazón? Porque estamos en presencia de una frase idiomática, para la concepción hebrea el
corazón es el lugar de la vida intelectual, moral y psicológica, por ello dice el proverbio “Con
toda diligencia guarda tu corazón, porque de él emana la vida”.37 Por lo mismo es que la definición
idiomática “Yiré Elohim” (lit. Temeroso de Elohim) describe en hebreo a una persona ética y
moral38, es decir, alguien que pone atención a Elohim y se conduce según Su voluntad.
Es precisamente sobre estas concepciones hebreas que, según Yirmeyá 31, el Eterno
promete escribir la Torá en los corazones de los hijos de Israel, para así transformar la vida
intelectual, moral y psicológica. De manera que Yirat Adonai, o lo que es igual poner el corazón
hacia Adonai, es el acto de coordinar todas las facultades y dirigir su poder combinado hacia
un objetivo específico, este es: Comprender cual es la voluntad Divina en cada aspecto de la
vida, para transformar todo lo que sea necesario y estar en armonía con la voluntad Divina.
Esta es la concepción de Rabí Yehoshúa sobre la tefilá.
Durante la primera mitad del siglo I EC, está evidenciado que la tefilá individual seguía
siendo espontánea, no era concebida como una composición fija de bendiciones, tal como
existe en nuestros días dentro de algunos movimientos judíos 39. Aun cuando Rabí Yehoshúa
de Natzrat estaba acompañado por sus discípulos, acostumbraba a distanciarse para realizar
Tefilat Yajid40; y es precisamente en este contexto que se registra cuando sus talmidim
37 Mishlé 4:23
38 Bereshit 42:18
39 En algunos grupos dentro del Judaísmo Jasídico, se enfatiza en la práctica de Hitbodedut (lit. reclusión o aislamiento),
orar a solas, como lo hacían los antiguos, sin un texto fijo que seguir. Sin embargo, debido a que el Judaísmo Jasídico es
una rama del Judaísmo Ortodoxo, Hitbodedut no remplaza la recitación de la Amidá individual (Sobre la Amidá, ver
más adelante el artículo 'La Postura de los Talmidé Yehoshúa respecto a la Amidá').
40 Ejemplos de Rabí Yehoshúa haciendo Tefilát Yajid:
dijeron: “enséñanos hacer tefilá, así como Yojanán enseñó a sus talmidim”41, evidenciando así el
texto que no existía un orden fijo para la tefilá individual que rigiera a todos los miembros de
Israel; de haber existido no tendría sentido alguno solicitar “enséñanos hacer tefilá”. El orante
solía componer su propio orden, o utilizaba algún orden que hubiese aprendió de su maestro,
y sobre ese orden construía sus propia tefilá.
Fue así como Rabénu Yehoshúa transmitió a sus discípulos un seder tefilá, una
estructura para la Tefilat Yajid, no para la tefilá colectiva, tal como instruyó: “Pero tú, cuando
hagas tefilá ve a tu lecho y cierra tras de ti tus puertas, y haz tefilá a tu Padre que está en los cielos en
secreto”. Esta estructura concisa, popularmente identificada como Avinu (Padre nuestro), no
significa que Rabénu Yehoshúa acostumbraba hacer tefilá de forma breve, al contrario, se
informa que pasaba la noche haciendo tefilá42; por lo tanto, Avinu no fue concebido como un
texto para ser repetido literalmente palabra por palabra, aunque tampoco está prohibido
hacerlo, sino como una estructura temática que encierra lo más básico que debe contener la
tefilá: Alabanza, Reconocimiento y Petición.
Se debe de tener en claro que Rabí Yehoshúa no se opuso a la tefilá colectiva, de hecho,
sus propios discípulos practicaban43 esta costumbre general usualmente llevada a cabo en la
sinagoga. Está registrado que la costumbre de Rabí Yehoshúa era ir a la sinagoga 44, donde el
Sheliaj Tzibur dirigía el servicio sinagogal incluyendo, además de tefilót, la lectura de la Torá,
los profetas y sus respectivas berajot. También está registrado que solía subir al Bet ha-
Mikdash, lugar público que él mismo llamaba “Centro de Tefilá”45, en donde sus discípulos
solían hacer tefilá46, y los levitas recitaban salmos mientras el pueblo les acompañaba.
Toldot Yehoshúa Perek 66 /Gr. 14:23; Perek 110 /Gr. 26:36-44; Tejilat Besorat Yehoshúa 1:35; Yehoshúa Maasáv
VeTorató 5:16; 6:12-13; 22:41-43
41 Yehoshúa Maasáv VeTorató 11:1-13
42 Yehoshúa Maasáv VeTorató 6:12.
43 Maasé HaShelujim 1:14; 2:42; 4:31; 6:4; 12:12; 16:13-16; 20:36; 21:5.
44 Toldot Yehoshúa Perek 53 /Gr. 12:19; Perek 64 /Gr. 13:54; Tejilat Besorat Yehoshúa 1:21; 6:2; Edut ha-Talmid 6:59;
Yehoshúa Maasav VeTorató 4:16-29.
45 Bet Tefilá, citando las palabras de Yeshayá 56:7.
46 En Maasé ha-Shelujim se registra que sus discípulos acostumbraban hacer tefilá en el Bet ha-Mikdash (3:1), lugares
específicos para la tefilá (16:13-16), y en lugares privados (10:9).
Avinu - Seder Tefilá
כותך
ְ ְוְ יִ ְת ָב ֵרך ַמל ָא ִבינו יִ ְת ַק ֵדש ִש ְמך
ָוב ָא ֶרץ ַב ָש ַמיִ ם עָ שוי ְרצונְ ך יִ ְהיֶ ה
ֹאתינוֵ ומחול ַחט ְ לַ ְח ֵמנו ְת ִמ ִידית ֵתן ַהיום לָ נו
חוט ִאים לָ נו וְ ַאל
ְ ַמוחלִ ים ל ֲ כַ ֲא ֶשר ֲאנַ ְחנו
:ְת ִב ֵיאנו לִ ֵידי נִ ָסיון וְ ָש ְמ ֵרינו ִמכָ ל ָרע ָא ֵמן
{ Transliteración }
{ Traducción }
Padre nuestro, santificado sea tu nombre. Bendito sea tu reino. Tu voluntad será hecha en los
cielos y la tierra. Danos nuestro sustento diario. Perdona nuestros errores, así como
perdonamos a los que erran contra nosotros. Guárdanos de obrar mal, para no pasar por las
pruebas consecuentes. Amen.
Padre nuestro – Expresa la concepción48 que se ha de tener sobre el Creador. Rabí Yehoshúa
enseñó a sus talmidim a referirse al Creador empleando el término אָב(Av | Padre), haciendo
referencia a la experiencia humana que existe entre padre e hijo 49. אָבexpresa humildad, y
manifiesta la dependencia total que tiene un hijo del amor de su padre. De esta manera אָב
encierra dos cualidades a la vez, la reverencial y la relacional. Esta es precisamente la imagen
reflejada en el Tanaj, entre Israel y el Creador, todos los hijos de Israel son identificados como
hijos del Todopoderoso.50
Bendito sea tu reino – Expresa que la Soberanía Divina se puede manifestar entre los
hombres solo cuando estos aceptan y reciben lo estipulado por el Rey del universo. 52
Danos nuestro sustento diario – Lit. “Danos hoy nuestro pan continuo”, esto significa
( פַרנָסָה תְמִידיתparnasá temidit | sustento diario). El término léjem en el pensamiento
hebreo desde la antigüedad tiene un significado muy amplio, para los pescadores léjem
puede aludir al pescado, para los pastores la carne, y para los maestros la enseñanza; por
ende, no debe entenderse únicamente como pan. El mensaje es claro en la enseñanza
de Rabí Yehoshúa, en la tefilá solo se debe solicitar las necesidades del presente día,
como enseñó: “no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se preocupará
de sí mismo. Bástele a cada día su propia dificultad”.54
Guárdanos de obrar mal, para no pasar por las pruebas consecuentes – El texto hebreo
literalmente dice: “No nos sometas a la prueba, sino guárdanos de todo mal”. Esta
oración es un hebraísmo en el cual no se expresan dos solicitudes, sino una sola:
Ayúdanos a alejarnos de la posición en donde nuestros pecados nos lleven a ser probados. No
todas las pruebas son el resultado del mal proceder, sin embargo, hay pruebas que son
la consecuencia de haber obrado mal, y precisamente a estas pruebas hace referencia
el texto.
Amen – אמןes una típica conclusión para la tefilá, de la misma raíz del vocablo Emuná
(perseverancia )אמונה, con la cual el orante afirma todo lo que ha expresado
previamente.
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