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Analisis Del Punto Crucial
Analisis Del Punto Crucial
MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIO SUPERIORES
IZTACALA
GRUPO 1502
Fritjof Capra, en su obra “el punto crucial”, nos abre la vista a una concepción del
mundo implícita en la física moderna e incompatible con nuestra sociedad actual. El
futuro de nuestra civilización parece depender de nuestra capacidad para efectuar
un cambio social radical que transforme el estado de profunda crisis mundial en el
que nos hallamos (un cambio de paradigma).
El gran físico Austriaco Fritjof Capra, nos expone, en la década de los 80, un tema
que nos persigue hasta el día de hoy: “La crisis mundial”.
En los siglos XVI y XVII, la visión del universo como algo orgánico, vivo y espiritual
fue reemplazada por la concepción de un mundo similar a una maquina “la máquina
del mundo” se volvió la metáfora de la era moderna. La ciencia de estos siglos se
basaba en un nuevo método de investigación definido por F. Bacón y su teoría del
procedimiento inductivo (consiste en extraer una conclusión de carácter general a
partir de un experimento y luego conformarla con otros experimentos) que
modificaron profundamente los objetivos y la naturaleza de la investigación
científica. Hasta ese momento la ciencia había tenido como meta el conocimiento,
la comprensión del orden natural y la vida en armonía con este orden. Con bacón,
la ciencia comenzó a tener como fin un tipo de conocimiento que permitiera dominar
y controlar la naturaleza, hoy estos conocimientos se emplean con ayuda de la
tecnología para lograr objetivos que son profundamente antiecológicos
Esta visión nos heredó una crisis con dimensiones políticas, intelectuales, morales
y espirituales (todas ellas interrelacionadas) que pone a plena vista la desigualdad
que existe entre los países del tercer mundo y los países en “vía de desarrollo”.
Mientras las consecuencias del poder empresarial son perjudiciales en los países
industrializados, en los países del tercer mundo resultan totalmente desastrosas
pues no suele existir ningún tipo de restricción. La crisis demográfica en el mundo
moderno, también se debe en parte al rápido aumento de la población del tercer
mundo. Una crisis acompañada por una enorme degradación del entorno natural
del que dependemos totalmente para vivir pues el exceso de población y la
tecnología industrial que hemos generado, generan a la vez graves perturbaciones
al sistema ecológico del cual depende nuestra existencia. La excesiva dependencia
de nuestra economía respecto a la energía, se refleja en el uso intensivo del capital
y no de mano de obra, derivando una explotación de los recursos naturales.
El “punto crucial” deja claro que el verdadero problema está oculto tras nuestra crisis
ideológica: el hecho de que la mayor parte de la elite, sobre todo la parte académica
donde se encuentran los asesores políticos, tengan una percepción muy limitada de
la realidad, hace imposible comprender los problemas principales de nuestro tiempo
pues utilizan una metodología fragmentada que no sirve para resolver nuestras
dificultades. Aun así, la nueva organización que requerimos no es simplemente una
tarea intelectual, sino que también supone un cambio en nuestro sistema de valores.
Por tanto, y ya que estos problemas son intrínsecos al sistema y están íntimamente
vinculados, solo será posible encontrar la solución cambiando la estructura misma
de toda la red. La crisis actual no solo corresponde a una clase de gobiernos, de
individuos o de instituciones, más bien, es un proceso transitorio compuesto por
dimensiones universales. Capra afirma que lo que necesitamos es un nuevo
«paradigma», una nueva visión de la realidad que se puede lograr transformando
nuestros pensamientos y sobre todo nuestros valores. Hoy, a pesar de que se
vislumbran claramente las severas limitaciones de la visión cartesiana del mundo,
se empieza a tomar conciencia y a perfilar soluciones en distintas dimensiones que
ayudaran al arduo trabajo de transformar todo un sistema y toda una cultura que
formo sus bases en esta visión cuadrada.
El patriarcado se asocia con un lapso de unos tres mil años en donde la civilización
occidental se ha basado en un sistema filosófico, social y político en el que los
hombres determinan siempre el papel que las mujeres pueden o no desempeñar.
Es aquí donde podemos hacer una relación bidireccional de temporalidades, es
decir; que la periodificación macro histórica permite apreciar que ya han pasado
más de tres siglos de feminismo en Occidente, los que corresponden con la era de
la modernidad sin embargo, la desintegración del patriarcado es inminente. El
movimiento feminista es una de las corrientes culturales más combativas de nuestro
tiempo y sus ideas repercutirán profundamente en nuestra futura evolución (Capra
19988). El feminismo ha ido desarrollándose a ritmos distintos en regiones, países
y culturas durante ese tiempo. Podemos conceptualizar ese tiempo/ espacio como
un horizonte cultural feminista (Lagarde, M).
La decadencia del patriarcado contribuye pues a este proceso global del ocaso de
nuestra cultura. Por lo tanto la crisis actual no sólo es una crisis de individuos, de
gobiernos o de instituciones sociales, sino también un periodo transitorio de
dimensiones universales donde el factor crucial será ir mucho más a fondo que el
simple ataque a un determinado grupo o institución que reflejan un sistema de
valores anticuado en el que se basa, lamentablemente, toda nuestra cultura.
Vivir en un mundo patriarcal provoca que las mujeres no vivan una identificación
directa con lo femenino, las mujeres dejan de vivir hitos de su feminidad y
encuentran formas nuevas de vida sin tomar en cuenta que la personalidad de un
ser humano no es una entidad estática si no un fenómeno dinámico. No somos
seres humanos programados, no somos maquinas gobernables. Es hora de dejar
el modelo mecanicista newtoniano del otro lado de la brecha, pues ya vimos que no
es un método eficiente para fluir en la sociedad moderna
Las relaciones entre los sexos han cambiado a lo largo de la historia pero siempre
se ha mantenido el dominio de la masculinidad sobre marcado en nuestra sociedad
occidental que manipula cada factor a su conveniencia patriarcal no importando si
incluso, deforma conceptos nunca relacionados con valores morales de otras
culturas. En la cultura china, la asociación del Yin con la pasividad y el yang con la
actividad parece ser nuevamente una expresión de los estereotipos patriarcales,
una interpretación occidental moderna que probablemente no refleja el significado
original de los conceptos.
Según la filosofía china, ninguno de los valores que nuestra sociedad persigue, es
malo en sí; el triste estado de la situación actual es el resultado del énfasis que
hemos puesto en el Yang, confiriéndole virtudes morales y poder político. Es el
resultado de la excesiva importancia que se ha dado a nuestro lado yang o
masculino (conocimientos racionales, análisis, expansion9 descuidando nuestro
lado Ying o femenino (sabiduría intuitiva, síntesis y conciencia ecológica). En
nuestra cultura se espera, y a menudo se obliga a las mujeres a satisfacer estas
necesidades, ellas son las que realizan los servicios que facilitan la vida del hombre
puesto que corresponden a una actividad Yin o integradora, de valor inferior a una
actividad masculina Yang. Pasando del Yin al Yang, de la integración a la
autoafirmación. La comparación de la naturaleza con una hembra a la que se había
de torturar con artilugios mecánicos para arrancarle sus secretos, no está muy
distanciada de esta mala interpretación de conceptos. (Eh aquí la influencia que la
mentalidad patriarcal tuvo en el desarrollo del pensamiento científico y el por qué se
convirtió en tema central de este escrito.)
Ahora pues, si el poder político y económico está en manos de una clase dominante
constituida; las jerarquías sociales siguen una línea racista y sexista convirtiendo
esta violación y sobre explotación de la feminidad, en la metáfora central de nuestra
cultural.
Durante el siglo XIX los científicos siguieron elaborando el modelo mecanicista del
universo en todos los campos: la física, química, biología, psicología y ciencias
sociales. Por lo que ahora, solo un siglo después, se combina con la desaparición
de grandes áreas de la masculinidad de los hombres, y con la reconversión de las
mujeres para sustituirlos y se crean más espacios exclusivamente femeninos en el
mundo patriarcal (Lagarde 1988)
De este muy resumido informe sobre las actitudes y los valores culturales podemos
deducir que nuestra cultura siempre ha fomentado y premiado los elementos Yang
(autoafirmantes) de la naturaleza humana sin tomar en cuenta los aspectos
femeninos o intuitivos. Por lo que la participación directa de las mujeres en la
transformación de su mundo y de sus vidas es fundamental así como su presencia
en los ámbitos propios y en los que tradicionalmente eran masculinos, y la re
significación ideológica y política de las mujeres y de lo femenino, hace que el
mundo se feminice, se sensibilice .
Conclusiones
Estoy convencida que la vía que el feminismo nos proporciona es la más grande
creación cultural de las mujeres en la historia y que ha enriquecido al mundo en el
que vivimos y a nosotras aprendiendo a vivir a favor de nosotras mismas pero sobre
todo, de la vida. Sin embargo, aún tenemos que luchar contra la corriente del
patriarcado acunado en un modelo mecanicista que nos limita, nos divide y nos
impide visualizar una integridad, tener una visión holística de nuestra realidad.
Bibliografía
Fritjof, Capra. “el punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente”. 1982.
Editorial estaciones. Buenos Aires, Argentina
Lagarde, Marcela. “Claves éticas para el feminismo en el umbral del milenio”.
Posgrados de la UNAM. México
Largarde, Marcela. 1988. “cultura feminista y poder femenino. Una
aproximación conceptual”, Revista “A” 23/24 135-150 UAM-A, México.
Lagarde, Marcela. 1999. “Identidad femenina”. UNAM. México