Está en la página 1de 44

MANTENIMIENTO DE CADENAS

Dentro de las transmisiones flexibles, las transmisiones por cadenas son las más empleadas
cuando se demanda grandes cargas en los accionamientos con alta eficiencia y sincronismo
de velocidad en los elementos de rotación.

Características fundamentales de las transmisiones por


cadenas
 Las transmisiones por cadenas se emplean fundamentalmente, en accionamientos
con árboles dispuestos a mayor distancia entre centros que los engranajes de ruedas
cilíndricas con ejes paralelos.
 Para relaciones de transmisión hasta seis, aunque pudieran emplearse como máximo
hasta diez, tienen una eficiencia del 97-98% y en su funcionamiento no se manifiesta el
deslizamiento.

 Su duración es menos que la de los engranajes, debido al desgaste en las


articulaciones de las cadenas, lo que también impone regímenes de lubricación específicos
según la velocidad lineal de trabajo de la cadena.
 Comparando las transmisiones por cadenas de rodillos con las transmisiones por
engranajes cilíndricos, el costo de inversión inicial es aproximadamente el 85% de estos
últimos.

Clasificación de las cadenas


La clasificación de las cadenas está basada en dos aspectos fundamentales:

Clasificación de cadenas de acuerdo al tipo de cadena que se emplee:

 De rodillos
 De casquillos
 Dentadas
 Abiertas o vaucanson

Clasificación de cadenas de acuerdo al trabajo que realizan:

 Cadenas de tracción que sirven para mover cargas en las máquinas transportadoras.
 Cadenas impulsoras que sirven para transmitir la energía mecánica de un árbol a
otro.

Aplicaciones de la transmisión por cadena


Este tipo de transmisión tiene una amplia aplicación en la industria contemporánea,
específicamente cuando el uso de otras transmisiones se hace muy difícil. Estos casos son:

 Con distancia entre ejes medias, donde los engranajes necesitarían ruedas parásitas
o escalones intermedios innecesarios para obtener la relación de transmisión requerida.
 Si es necesario el funcionamiento sin resbalamiento, lo que impide el uso de
transmisiones por correas.
 Si son rigurosas las exigencias en las dimensiones exteriores, donde las
transmisiones por correas estarían limitadas.

 El campo de aplicación puede ampliarse recurriendo a artificios especiales. Por


ejemplo:
 En casi de choques de gran periodicidad y velocidades elevadas, suele emplearse
amortiguadores con el fin de limitar las oscilaciones de la cadena.
 En caso de separaciones muy grandes entre ejes, es recomendable el empleo de
apoyos, con el fin de disminuir el esfuerzo de la cadena debido a su propio peso.

Ventajas de la utilización de cadenas para la transmisión


Las ventajas fundamentales de este tipo de transmisión son:

 Posibilidad de empleo en una amplia gama de distancia entre centros.


 Dimensiones exteriores menores que las transmisiones por correas.
 Ausencia de deslizamiento.
 Alta eficiencia.
 Pequeñas fuerzas actuando sobre los árboles, pues no necesitan tensado inicial.
 Posibilidad de transmitir el movimiento a varias ruedas.

Principios de mantenimiento de la cadena


Deterioros en las transmisiones por cadenas
Las causas principales de los fallos de funcionamiento de las transmisiones por cadenas
son:

Desgaste de las articulaciones


Es la causa principal del fallo de las transmisiones por cadenas.

 Provoca su alargamiento durante su funcionamiento, desgastándose principalmente


los pasadores, los casquillos y rodillos.
 Con el tiempo de explotación, el paso de la cadena aumenta hasta que los eslabones
entran indebidamente en los dientes de la rueda, surgiendo el peligro de alterarse el
engranaje y de que salte la cadena de las ruedas.
 La experiencia ha mostrado que el desgaste en la cadena de una transmisión de
potencia puede ser tolerado hasta que no presente un alargamiento mayor de los siguientes
valores:

Deterioros en las transmisiones por cadenas

 En accionamientos simples: 3% de su longitud inicial.


 En accionamientos de elevadas exigencias: 2% de su longitud inicial.
 En accionamientos con exigencias de sincronismo: 1% de su longitud inicial.

Por ejemplo: una cadena de 66 eslabones de ¾” (19,05 mm de paso), de una transmisión


industrial con exigencias normales de explotación, tiene una longitud inicial 1257.3 mm
(19,05 mm X 66), cuando la cadena se estire hasta una longitud de 1295,0 mm (1257,3 mm
X 1,03) debe ser reemplazada.

Deterioros en las transmisiones por cadenas


Rotura de los agujeros de las placas

 Este deterioro está asociado a una rotura por fatiga del material en los agujeros de
las placas, que soportan una carga con variaciones en su magnitud durante el recorrido del
eslabón por los ramales de la cadena.
 Es un deterioro con grandes probabilidades de ocurrencia en las cadenas de rodillos
rápidas y muy cargadas que trabajan dentro de carcasas cerradas con buena lubricación.

Deterioros en las transmisiones por cadenas


Pérdida del ajuste por interferencia entre los pasadores y casquillos con las placas

 Este es un deterioro asociado a defectos de fabricación y escasa calidad de cadena.


 Si el ajuste prensado de los pasadores y casquillos con los agujeros de las placas
está mal ejecutado, estos elementos darán vueltas en los sitios de ajuste, con intensificación
del desgaste de las piezas conjugadas.
 Aunque puede ser un deterioro detectado en un solo eslabón, esta perdida de la
interferencia entre el pasador y/o casquillo con la placa hará que la cadena trabaje mal.

Picadura de los rodillos

 Este deterioro consiste en la aparición sobre las superficies de los rodillos de


pequeños hoyos semejantes a cavidades alveolares que crecen, convirtiéndose luego en
oquedades.
 Este es un deterioro típico de fatiga superficial del material y puede ocurrir en
cadenas sumergidas en aceite con rodillos poco endurecidos.

Desgaste de los dientes de las ruedas


 Debido al contacto con deslizamiento entre los dientes de las ruedas y los rodillos
de la cadena, es inevitable un desgaste del flanco activo de los dientes, mucho mayor en
cadenas cargadas y sujetas a elevadas velocidades.
 Generalmente una observación del trabajo de la transmisión por cadenas permite
diagnosticar los problemas y las causas que los provocan.
 A continuación se brindan un grupo de soluciones que la práctica ha permitido
recomendar como efectivas antes los problemas más probables a encontrar en la
explotación de las transmisiones por cadenas.

Problemas prácticos más probables a encontrar durante la explotación de


transmisiones por cadenas
Ruido Excesivo

 Desalineación de las ruedas dentadas.


 Incorrecto tensado de la cadena (muy floja o muy apretada)
 Necesidad de lubricación.
 Cadena y/o dientes de las ruedas desgastados.
 Deterioro de los apoyos o soportes de la transmisión.
 Cadena seleccionada con un paso demasiado grande para la velocidad de
explotación.
 Ruedas con un número de dientes muy pequeño.

Desgaste lateral de las placas en los eslabones de la cadena y dientes de las ruedas

 Desalineación de las ruedas dentadas.

Cadena que salta sobre los dientes de las ruedas

 Desgaste de la cadena.
 Incorrecto tensado de la cadena.
 Mal tallado o desgaste de los dientes en las ruedas.
 Mal dimensionado de las ruedas.
 Acumulación de suciedad y materias extrañas entre dientes.

Rotura de los pasadores, casquillos o rodillos

 Velocidad de la cadena muy elevada para el paso seleccionado.


 Pequeño número de dientes en las ruedas.
 Cargas externas de impacto asociadas a grandes choques.
 Mal tallado o desgaste de los dientes de las ruedas.
 Escasa lubricación.
 Corrosión de la cadena y/o dientes de las ruedas.

Movimiento de la cadena con tirones


 Escaso tensado de la cadena.
 Cargas externas altamente pulsantes.
 Uno o más eslabones rígidos (perdida de flexibilidad)
 Cadena con desgaste desigual.

Rotura de los dientes

 Obstrucción con material u objeto externo, localizado generalmente, en las


guarderas de la cadena.
 Excesivas cargas de impacto, especialmente con ruedas pequeñas de hierro fundido.
 Dientes de las ruedas hacen contacto con los rodillos en la parte superior.
 Acumulación de suciedad y materias extrañas entre dientes.

Cadena rígida (poco flexible)

 Escasa lubricación.
 Corrosión.
 Sobrecargas excesivas.
 Suciedad en las articulaciones de la cadena.
 Desalineación de las ruedas.
 Perdida de la interferencia en las placas de la articulación de la cadena.

Cadena sobrecalentada durante el trabajo

 Velocidad de la cadena muy elevada para el paso seleccionado.


 Velocidad de la cadena muy elevada para sumergirse en un baño de aceite.
 Cadena sumergida muy profundamente en el baño de aceite.
 Escasa lubricación.
 Rozamiento de la cadena o los árboles con alguna obstrucción.

Lubriación de las cadenas


En las transmisiones por cadenas una correcta y efectiva lubricación evita el excesivo
desgaste de las articulaciones y es quizás el factor con más influencia en la vida útil de las
cadenas. Experiencias prácticas, han demostrado que cadenas trabajando a plena carga y sin
lubricar pueden alcanzar los niveles limites de desgastes en poco menos de 200 horas, en
cambio puede ser aumentada de 3 a 10 veces más la vida útil de las cadenas si estas son
lubricadas manualmente de forma periódica.

Existen 5 tipos básicos de formas de lubricación de las cadenas, tanto más complejos
mientras mayor es la velocidad lineal de la cadena.

 Lubricación manual y periódica (es típica el uso de aceiteras y brochas).


 Lubricación periódica por inmersión en aceite de la cadena.
 Lubricación continua por goteo.
 Lubricación continua por inmersión.
 Lubricación continua por aceite de presión.

Estudios realizados, permiten conocer la influencia decisiva de la lubricación en la


capacidad de carga de la cadena, considerando el valor de potencia transmisible que
garantiza un mismo nivel de desgaste en igual tiempo. Valores comparativos de la potencia
transmisible según las condiciones de lubricación y la velocidad de la cadena son
mostrados en la siguiente tabla.

VELOCIDAD LUBRICACION LUBRICACION INADECUADA SIN LUBRICACION

DE LA ACEITE LIMPIO-ACEITE CON


PERFECTA
CADENA IMPUREZAS

HASTA 4 M/S 100% 70% – 40% 20%

HASTA 7 M/S 100% 40% – 25% Condición inadmisib

En transmisiones por cadenas con velocidades bajas, en las que no se emplea un cárter
sellado, puede ser empleada la lubricación por goteo, por inmersión periódica de la cadena
en grasa consiste calentada hasta su dilución (cada 120-180 horas) y con aceiteras (periodos
entre 6 y 8 horas de trabajo).

En las transmisiones por cadenas de responsabilidad es necesario emplear, siempre que sea
posible, la lubricación continua con aceite en cárter, según los siguientes métodos.

 Lubricación por inmersión de la cadena en el baño de aceite. En este procedimiento,


la inmersión de la cadena no debe superar la altura de las placas y se emplea en cadenas con
velocidades no mayores de 10 m/s, para evitar la agitación inadmisible del aceite.
 Lubricación por salpicadura. En este método la salpicadura se realiza con ayuda de
salientes guías, aros especiales salpicadores y de pantallas rechazadoras mediante los cuales
el aceite se derrama sobre la cadena, es típico su empleo en cadenas con velocidades entre 6
y 12 m/s, cuando el nivel del aceite en el baño no puede ser elevado hasta tocar la cadena.
 Lubricación a presión mediante bomba. Es el método más efectivo en transmisiones
de elevadas exigencias de explotación y cuando la cadena supera la velocidad de 12 m/s.

Consejos para el mantenimiento de las cadenas


Elegir la cadena más adecuada para la potencia, velocidad y tarea del mecanismo donde
será colocada.

 Antes de comenzar la sustitución de una cadena u otro elemento de transmisión,


asegurarse de que estén tomadas todas las medidas de seguridad para que la máquina,
motores o mecanismos no pueden ponerse en marcha automáticamente (PLCs, termostatos,
etc) ni accidentalmente.
 Respetar la información del fabricante en cuanto a colocación o sustitución, sin
forzar JAMÁS la cadena en el momento del montaje, destensando la transmisión o
desmontando coronas dentadas si fuera necesario.
 Utilizar cadenas especiales estancas, inoxidables, etc en los ambientes donde fuera
necesario por la presencia de suciedad, sustancias químicas o corrosivas, etc.
 Comprobar periódicamente la alineación de las coronas dentadas, así como la
holgura de sus cojinetes o rodamientos.
 Comprobar periódicamente el alargamiento de la cadena usada, sustituyéndola en
caso de que sea mayor a un 2-3 % en longitud.
 Controlar especialmente el tensado en transmisiones de cadenas de coronas de
pequeño diámetro y pocos dientes, para evitar saltos de dientes y la generación de
vibraciones y ruidos.
 Efectuar un programa de limpieza y engrase de la cadena, en función de su trabajo y
ubicación, intentando seguir instrucciones del fabricante de ese equipo o de elementos de
máquinas similares.
 Al sustituir una cadena de transmisión por rotura o desgaste, comprobar el desgaste
de las coronas dentadas. Si este es claro, no deberá montarse NUNCA una cadena nueva
sobre coronas ya gastadas, reducirá la vida de la cadena de forma contundente.
 Tras sustituir una cadena y tensarla o ajustarla, montar de forma inmediata todas las
cubiertas y protecciones de seguridad.

CATEGORÍAS
$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$

Riesgos en la cinta transportadora de


materiales a granel
28 enero, 2014 por Seguridad Minera 3 comentarios

Los riesgos más comunes que presentan las cintas


transportadoras pueden evitarse indicando medidas protectoras,
cuya adopción en las fases de diseño, construcción y montaje
resultan sumamente fácil.
Por lo amplio del tema, la presente nota se concreta a las cintas
aplicadas al transporte de materiales a granel y no a los riesgos
de tipo general que son comunes a todas las máquinas, como
pueden ser los contactos eléctricos, los atrapamientos en
transmisiones, etc.

Antecedentes
Las cintas transportadoras son elementos auxiliares de las
instalaciones, cuya misión es recibir un producto de forma más o
menos continua y regular para conducirlo a otro punto.

Por otra parte, las cintas son elementos de gran sencillez en el


funcionamiento, que una vez instaladas suelen dar pocos
problemas mecánicos y de mantenimiento.

Son aparatos que funcionan solos, intercalados en las líneas de


proceso y que no requieren generalmente de ningún operario que
manipule directamente sobre ellos de forma continuada.

Tanto el proyectista como el usuario suelen considerar que las


cintas son elementos que únicamente complican y encarecen las
instalaciones. Por ello, no suele prestarse una adecuada atención
a aquellas características que no sean la potencia de su motor y
la capacidad de transporte en toneladas/hora, olvidándose de las
cotas de seguridad necesarias frente a los riesgos que como
máquinas presentan o, lo que es más grave, considerando las
protecciones como elementos «accesorios o suplementos» que
únicamente encarecen la instalación.

Así, encontramos instalaciones en que las cintas transportadoras


carecen de elementales medios de protección, o disponen de
algunos de los diversos sistemas de seguridad. Pero raramente
se encuentran cintas de nueva implantación que cumplan con
todas las premisas para la prevención de los riesgos
profesionales.
Descripción de la máquina
Este tipo de cintas transportadoras continuas están constituidas
básicamente por una banda sinfín flexible que se desplaza
apoyada sobre unos rodillos de giro libre. El desplazamiento de la
banda se realiza por la acción de arrastre que le transmite uno de
los tambores extremos, generalmente el situado en «cabeza».
Todos los componentes y accesorios del conjunto se disponen
sobre un bastidor, casi siempre metálico, que les da soporte y
cohesión.

Se denominan cintas fijas a aquéllas cuyo emplazamiento no


puede cambiarse. Las cintas móviles están provistas de ruedas u
otros sistemas que permiten su fácil cambio de ubicación;
generalmente se construyen con altura regulable, mediante un
sistema que permite variar la inclinación de transporte a voluntad.

Accidentabilidad
El análisis de la accidentabilidad en las cintas transportadoras de
materiales a granel, pone de manifiesto que se trata de aparatos
que producen pocos accidentes, lo que se puede atribuir a la
escasa presencia de operarios a pie de máquina y a la reducida
tasa de manipulación en las mismas. Igualmente se pone de
manifiesto que, en su mayoría, los accidentes merecen la
calificación de graves y dejan muy lamentables secuelas por
incapacidades laborales permanentes debidas primordialmente a
amputaciones, arrancamientos y desgarros musculares que
inutilizan las extremidades superiores afectadas.

También se constata que la mayoría de accidentes se produce


por la manipulación directa de los operarios sobre partes de las
cintas al intentar solucionar, sobre la marcha y sin parar, alguna
anomalía en el funcionamiento (atascos, derrames,
deslizamientos, etc.).
La
mayoría de accidentes se produce por la manipulación directa de
los operarios sobre las partes de las cintas.
Accidentes más comunes
Atrapamientos en los tambores
En el tambor de “cola”
Generalmente, ocurre al realizar operaciones de limpieza de las
adherencias, de materiales pulverulentos o pastosos, en la
superficie de los tambores lisos, o de incrustaciones de
fragmentos duros en los intersticios de los tambores ranurados.
En el primer caso, se produce una desalineación de la banda y,
en el segundo, se daña la banda por fatiga de la misma y por
cortes y muescas que producen las aristas de los materiales
incrustados.

Para eliminar las adherencias que recrecen desigualmente el


diámetro de tambor, los operarios, comúnmente con la cinta
transportadora en marcha, aplican una barra metálica de forma
tangencial al tambor y presionando fuertemente producen un
rascado y la caída de las adherencias. En parecida forma suelen
actuar para la eliminación de las incrustaciones de trozos duros
en los intersticios de los tambores ranurados, golpeándolos con
martillos o herramientas a fin de fragmentarlos.
Es evidente que estas operaciones de “limpieza” son muy
peligrosas, puesto que se manipula generalmente en posturas
incómodas y en espacios angostos a pequeña distancia de las
zonas de riesgo, por lo que al mínimo descuido o falso
movimiento se produce el atrapamiento de las manos del
operario.

En el tambor de “cabeza”
En este tambor raramente se producen adherencias o
incrustaciones de materiales. Los atrapamientos suelen
presentarse al intentar arrojar productos granulados (arena, etc.),
sobre el tambor para aumentar su poder de arrastre, cuando la
cara interior de la banda y el tambor están mojados y la banda se
desliza (goteo de material, lluvia, etc.), y también al intentar la
limpieza de los rodillos de presión.

Caída de personas
Desde la cinta
En muchas ocasiones las cintas discurren por encima de las
propias instalaciones bien sea en posición inclinada o plana. Por
ello, en los casos de caída de personas, las lesiones producidas
se ven agravadas por las consecuencias de las propias máquinas,
o equipos sobre los que se precipita.

Si bien es cierto que en las cintas transportadoras no suele existir


puestos de trabajo fijos, no lo es menos que de forma periódica
deben realizarse operaciones de mantenimiento que obligan al
personal a efectuar recorridos en toda su longitud para vigilancia,
engrase o sustitución de rodillos, y para tener acceso a los
mecanismos de accionamiento que generalmente se sitúan en
“cabeza”.

Sobre la cinta
Es también frecuente encontrarse con cintas que salen de fosos o
que discurren a escasa altura del suelo y a través del piso o por el
interior de zanjas quedando a nivel del suelo o ligeramente por
debajo.
El accidente se actualizará al precipitarse sobre la cinta
transportadora, cuando esta discurre en profundidad, o bien por
una pérdida de equilibrio, cuando se intenta cruzar pisando sobre
la cinta, estando en marcha.

Caída de materiales
Materiales transportados
Cuando las cintas transportadoras discurren en altura por encima
de zonas de trabajo o de paso de vehículos o personas, debe
prestarse especial atención a prevenir que la caída accidental de
los fragmentos gruesos transportados puedan alcanzar a las
personas, por la gravedad de las lesiones que se podrían causar
con el impacto directo.

Debe
prestarse especial atención a la caída accidental de los
fragmentos gruesos transportados porque pueden alcanzar a las
personas.
Igualmente es preciso evitar la caída de las partículas de
granulometría fina que, si bien con su impacto no pueden causar
lesión, pueden dar lugar a acumulaciones en el piso, que en el
mejor de los casos da sensación de suciedad y puede provocar
caídas del personal por resbalones, etc.
En aquellas zonas en que los vientos dominantes presentan
fuerzas importantes deben tomarse medidas a fin de evitar que
las bandas de cierta longitud sean desplazadas dando lugar a su
caída y la del material transportado, así como a la aparición de
esfuerzos que incluso pueden llegar a dañar la propia estructura
de la cinta.

Los derrames en el recorrido de la cinta suelen ser debidos a: una


excesiva inclinación de la cinta; una excesiva o irregular carga de
la cinta; un ancho inadecuado de la banda; falta de tensión de la
banda; adherencias de material húmedo o mojado a la banda;
falta de potencia del motor; roturas en la banda transportadora,
etc.

Componentes de la cinta
En las cintas dotadas de sistemas de tensión por contrapeso, la
necesidad de disponer de un espacio vertical para su
desplazamiento (carrera), obliga en ocasiones a que el sistema se
coloque en altura. La rotura de la banda transportadora puede dar
lugar a la caída del contrapeso y ser causa de graves accidentes
por aplastamiento.

En algunas cintas transportadoras de altura regulable, mediante


sistema de cable y poleas, es el propio cable exclusivamente el
que mantiene la cinta en posición. La rotura ocasional del referido
cable provocará el desplome de la cinta.

Inhalación de polvo
En ocasiones, los materiales transportados tienen alto contenido
de polvo, por lo que, cuando el material “está en el aire”, se
producen fuertes emisiones de polvo que pasan al ambiente.
Igualmente ocurre durante el recorrido de la cinta transportadora,
si está expuesta a la acción del viento.

Sistemas de prevención
Frente al atrapamiento en los tambores
Debe impedirse la accesibilidad a los distintos elementos del
tambor de “cola”, mediante el carenado del conjunto a base de
rejilla metálica que permita la visión de la cinta.

Este carenado, además de cubrir los soportes de los tambores,


los extremos de los ejes, chavetas, etc., debe prolongarse
lateralmente un metro desde el tambor, a cada lado de la cinta.

A fin de reducir en lo posible las incrustaciones y adherencias, en


el tambor de “cola” por goteo y materiales derramados debe
establecerse una separación física entre el ramal de transporte y
el de retorno a base de colocar un elemento de cubrición a lo
largo de este último.

El cubrimiento debe abarcar también la máxima zona posible del


sector de tambor comprendido entre las caras interiores de los
dos ramales de la banda transportadora.

No se considera suficiente la colocación de un elemento deflector


y de rascado de la cara interior de la banda transportadora por
cuanto, si bien se eliminan los fragmentos gruesos, es
prácticamente imposible evitar el paso del barrillo y de las
partículas finas adheridas a la banda.

Instalar mecanismos que permitan realizar la operación de


“rascado” del tambor a voluntad del operario cuando se observa la
formación de “costras”. El accionamiento debe realizarse desde el
exterior de la cinta sin necesidad de retirar la rejilla protectora.

Se considera que los tambores de tipo “jaula de ardilla” no deben


utilizarse para el transporte de materiales duros y de fragmentos
de granulometría superior a 15 milímetros.

En cualquier caso, la mínima separación entre las barras que


configuran el tambor debe ser de dos veces la dimensión máxima
del material transportado.
Las indicaciones de los apartados anteriores son aplicables
también para los rodillos de presión, sistemas retráctiles y de
descargas intermedias móviles, tambores de tensión, etc.

Debe mantenerse un buen ajuste entre las tolvas o tolvines de


alimentación y la superficie de la banda transportadora, bien sea
directamente o mediante el empleo de tiras de material flexible
(goma, lona, etc.) a modo de faldones. Es igualmente aconsejable
que en la zona de carga la banda transportadora discurra
apoyada sobre un lecho de rodillos dispuestos horizontalmente
que pueden ser de tipo amortiguador cuando los fragmentos que
se reciban sean gruesos y se produzcan impactos que puedan
dañar la banda.

Frente a la caída de personas


Las cintas que discurren elevadas o que ofrecen peligro de caída
desde más de dos metros de altura para el personal que debe
circular por ellas o que deba situarse en ellas para realizar
operaciones de mantenimiento, deberán disponer de plataformas
de visita en las zonas de los tambores elevados y de pasarelas de
visita a lo largo de los tramos elevados.

Tanto las pasarelas como las plataformas de visita, deben


disponer de barandillas suficientemente resistentes y el piso, tanto
si es continuo como si está formado por escalones, debe ser de
material antideslizante ciego, ranurado o perforado y, en todo
caso, debe permitir una fácil eliminación de las aguas y de las
posibles acumulaciones de sedimentos, polvo, etc.

El cuerpo de la cinta transportadora debe quedar a media altura


respecto al piso de la pasarela o plataforma de visita, a fin de que
se pueda realizar con comodidad la inspección y mantenimiento
de los rodillos que soportan el ramal de retorno de la banda. La
separación existente entre el piso de la pasarela o de la
plataforma y el cuerpo de la cinta debe ser protegido mediante
barandilla o paneles resistentes que eviten la posible caída de
personas por dicha parte interior.
El acceso a las pasarelas o plataformas de visita debe realizarse
cómodamente a nivel del piso o bien a través de una escalerilla.
Las aberturas en el piso, a través de las que discurren cintas,
deben ser amplias y disponer de barandillas que cierren todo su
perímetro.

Deben disponerse pasos elevados o inferiores fijos o móviles,


según convenga, para facilitar la circulación del personal,
estableciendo barreras que impidan el paso si no es utilizando los
puntos dispuestos al efecto. Tanto las pasarelas como las
escalerillas de acceso deben estar provistas de barandillas.

Las cintas que discurren a nivel del suelo o por debajo de él


deben tener las aberturas (fosos) protegidas mediante barandillas
o cubiertas con elementos suficientemente resistentes, en función
del tipo de circulación que deban soportar.

Frente a la caída de materiales


Cuando la alimentación a la cinta es irregular y con aportaciones
puntuales que determinan la formación de montones sobre la
banda, debe instalarse a la salida del tolvín algún elemento de
tipo fijo y oscilante cuyo cometido sea esparcir o extender los
montones a fin de evitar derrames posteriores.

Igualmente, para regular lo desfases en producción de distintos


elementos consecutivos, es aconsejable introducir entre estos
elementos un tolvín u otro elemento capaz de absorber y regular
las diferencias de flujo.

En los tramos en que las cintas discurren sobre áreas de trabajo o


de circulación, deben adoptarse medidas muy estrictas para evitar
caída de materiales, especialmente si son de granulometría
gruesa:

• Instalando encauzadores ajustados a la parte superior de la


banda, que retengan los ocasionales fragmentos rodantes que se
presenten.
• Carenando totalmente el tramo de cinta de forma que los
posibles derrames queden retenidos en el interior.
• Disponiendo debajo de la cinta paneles de recogida, instalados
con pendiente suficiente para que los derrames puedan ser
encauzados y vertidos directamente en zonas no conflictivas.

En las zonas afectadas por fuertes vientos y con instalaciones al


aire libre deben colocarse puentes de pletinas metálicas
abrochadas al propio bastidor de la cinta para retener la banda y
que no pueda ser desplazada.

El contrapeso de las estaciones automáticas de tensión de la


banda debe tener instalado un sistema que no permita la caída
libre del mismo. En los casos en que el contrapeso quede situado
a poca altura del suelo debe colocarse una pantalla en todo el
perímetro de la vertical del contrapeso, que impida el paso del
personal por dicha zona.

Las cintas de altura regulable, en las que el sistema de elevación


es el que las mantiene en posición, deben dotarse de un
dispositivo mecánico que conserve a la cinta en posición, evitando
su desplome, si se produjera la rotura o fallo del propio sistema de
elevación.

Una posible solución para los sistemas de cable es la colocación


de una pletina metálica, que se fija al bastidor de la cinta
mediante un perrillo.

Frente a la inhalación de polvo


Carenar la zona de recepción y de vertido instalando un sistema
de extracción localizada cuyos volúmenes de captación deben
canalizarse y someterse a un sistema de depuración. En los
casos de exposición al viento será suficiente con el carenado del
transportador.
Varios
Junto a los tambores, grupos de accionamiento, rodillos de
presión y sistemas retráctiles, de descargas móviles intermedias
(tripper), tensión automática, etc., deben instalarse botoneras de
paro de emergencia que sean accesibles al personal para que
pueda manipular en la cinta. El accionamiento del sistema de paro
debe estar enclavado con los elementos anterior y posterior de la
cinta. Su puesta en marcha debe requerir el desbloqueo desde el
punto en que se accionó el paro de emergencia.

Las cintas transportadoras de gran longitud y las que transportan


caudales importantes deben disponer, a todo lo largo de su
recorrido, de un cable que accione un paro de emergencia. Dicho
cable debe ser perfectamente accesible y debe actuar cualquiera
que sea el sentido y dirección en que se tire del mismo. El
accionamiento del sistema de paro debe estar enclavado con los
elementos anterior y posterior de la cinta.

La puesta en marcha de la cinta deberá requerir el desbloqueo


desde el cuadro eléctrico en que se disparó el paso de
emergencia.

Delimitar e interponer obstáculos a fin de evitar el paso de


personas andando por debajo de las cintas en aquellos tramos en
que la altura libre sea inferior a dos metros.

Es preciso señalizar y encauzar debidamente la circulación de


vehículos bajo las cintas por zonas en las que la altura libre
permita holgadamente el paso de los equipos autopropulsados y
de los camiones, incluso con el volquete levantado.

Artículo publicado en la revista Seguridad Minera n° 100. Escrito


por Pedro Sabaté Carreras, Facultativo de Minas, Centro de
Investigación y Asistencia Técnica – Barcelona.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
ccidentes en bandas transportadoras
Una gran parte de los accidentes de trabajo en los procesos de trituración y manejo de

materiales involucran bandas transportadoras. Estos se dan por el acceso a zonas

peligrosas con bandas en funcionamiento y zonas sin protección. Se deben

implementar medidas preventivas para que el trabajo en los alrededores de las bandas

se realice de manera segura.

Según información recolectada, en 85 accidentes graves o fatales en bandas

transportadoras, la mayoría de estos (55%), involucraba tambores de cabeza o cola o

mecanismos de accionamiento (ver cuadro resumen a la derecha).

Posibles Soluciones
Una vez identificados los peligros, se deben implementar diferentes medidas de control

tales como:

 Los transportadores de banda deben estar construidos de tal manera que no


permitan el acceso a zonas peligrosas o, por defecto, deben estar equipados con
protectores y dispositivos de protección.
 Por medio de señalización, indicar los peligros de un equipo durante su
funcionamiento.
 Instalar elementos de protección para cada riesgo que no puedan eliminarse o
reducirse mediante métodos de diseño.
 Eliminar o reducir el riesgo mediante el diseño de normas y procedimientos.
 Capacitar constantemente a los trabajadores de todos los peligros a los que
pueden verse expuestos.
¿Cuánto le cuestan los accidentes de trabajo a
una empresa?
Infortunadamente, con frecuencia, no hay un método fácil para determinarlo con

exactitud pero con seguridad buena parte de los accidentes de trabajo afectan el

balance final de gastos de una empresa, a veces de manera significativa.

Por lo general las empresas no dimensionan el impacto de un accidente de trabajo

debido a que estos generan costos que no son evidentes y pese a que la magnitud de

estos valores ocultos puede ser mucho mayor a los costos visibles, estos costos ocultos

con frecuencia son difíciles de calcular con un sistema contable convencional.

¿Como puedo medir estos costos?


Un buen método para medir estos costos, es a través de indicadores reactivos y

proactivos. Los primeros están directamente relacionados con los gastos del accidente

y los segundos, con los gastos de prevención. Ambos indicadores deben utilizarse para

medir la utilidad de las inversiones en seguridad y la eficacia de la gestión de la

seguridad en la operación de la empresa.

Estos eventos repentinos resultan más costosos de lo que los gerentes se dan cuenta

debido a los costos ocultos tales como, tiempos muertos por incapacidad,

traumatismos en la operación, reentrenamiento y/o compensación de un nuevo

empleado, investigar el accidente e implementar acciones correctivas para evitar

nuevos accidentes. Los costos de un accidente de trabajo bien pueden ser comparados

con un iceberg, donde el costo visible es sólo la pequeña punta que se puede ver.

De acuerdo con la Sociedad Americana de Ingenieros de Seguridad, cada dólar

invertido en la prevención, puede producir de  3 a 6 dólares, al evitar daños. Mediante

la realización de un análisis de costos totales por accidentes, el impacto en la ganancia

de la empresa se hace más evidente. Por lo tanto, con un enfoque más claro en el

retorno neto de las inversiones en seguridad y salud, la gerencia puede tomar

decisiones más informadas sobre los gastos de prevención de accidentes.

En DISMET contamos con los equipos y componentes adecuados para la

prevención de accidentes laborales, adecuados y adaptados a los diferentes

tipos de bandas transportadoras.


COMPONENTES DISMET

También podría gustarte