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América Latina

región del continente americano


América Latina o Latinoamérica es un concepto étnico-geográfico aparecido en el siglo XIX para identificar una región
del continente americano con habla mayoritaria de lenguas derivadas del latín (principalmente español o portugués y en
menor medida francés).
La delimitación precisa de la región es variable. En todos los casos, agrupa a países cuya lengua oficial es el español o el
portugués (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Perú, República
Dominicana, Uruguay y Venezuela). Algunos incluyen a países francófonos como Haití sin tomar en cuenta aspectos
culturales, pero por esa misma razón también se debate[2] la inclusión de Belice (país de habla inglesa, pero con una
fuerte presencia del idioma y cultura españolas), la región francófona de Canadá, los estados y posesiones
hispanohablantes de Estados Unidos, en especial Puerto Rico e Islas Vírgenes de los Estados Unidos y las
posesiones francesas en América y Caribe(Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, San Bartolomé y San Martín).
De los tres idiomas que definen a América Latina, el español y el portugués son los predominantes, quedando el francés
como idioma de solo un 3% de la población de la región. Derivado de la expresión se ha extendido el gentilicio «latino»
para hacer referencia a personas de cultura latinoamericana.
La región comprende más de veinte millones de kilómetros cuadrados de superficie, que corresponden
aproximadamente al 13,5% de la superficie emergida del planeta. Por su extensión, América Latina presenta una gran
diversidad geográfica y biológica. En ella se encuentran prácticamente todos los climas del mundo y es el hogar de
numerosas especies animales y vegetales. Cuenta también con algunos de los mayores ríos del mundoe importantes
recursos alimenticios, energéticos y minerales, entre los que destacan sus yacimientos de petróleo, cobre, litio y plata.
El concepto «América Latina» ha sido cuestionado como eurocéntrico por diversos estudiosos y movimientos debido a
la exclusión que el mismo hace de una gran cantidad de idiomas y pertenencias étnicas, entre ellas las de los  pueblos
originarios y afroamericanos, mayoritarias en varios países y regiones de la llamada América Latina. Tomando en cuenta
solo el idioma, el término correcto sería Hispanoamérica, si se refiriese a los países hispanohablantes, o Iberoamérica,
englobando también a Brasil, ya que Latinos son los originarios de la región del Lazio, en Italia, y por extensión, aquellos
países con lenguas derivadas del Latín. Pese a estos cuestionamientos también se pueden encontrar otras razones
lógicas y valederas al concepto de Latinoamérica que complementan las definiciones inicialmente conocidas.
[
cita  requerida]
El término "Latino" correctamente usado en ámbitos culturales define al individuo que pertenece a los pueblos
europeos con idioma y herencia étnica-cultural en la Antigua Roma (como España, Francia, Italia, Portugal y Rumanía,) y
compuesta la palabra "Latinoamericano" haciendo referencia al continente, se encuentran otros fundamentos; las
corrientes migratorias de los últimos siglos muestran que (aparte de otras corrientes menores) no solo llegaron
más españoles y portugueses a establecerse en los diferentes países de la región, sino también millones de italianos a lo
largo del continente, por supuesto esto es más evidente en países como Argentina, Uruguay y Brasil. En el siglo XX, por
ejemplo los inmigrantes portugueses no solo se establecieron en territorio brasileño sino también en países
como Venezuela entre otros. Obviamente aparte de la población Afrodescendiente (que forma parte vital de la cultura y
población) y de los países europeos nombrados hay una importante población minoritaria con orígenes en otros países
europeos, árabes, asiáticos, entre otros como es normal en cualquier lugar del mundo. Con estos datos se puede
determinar que la base principal étnica y cultural de América Latina está compuesta por cinco
procedencias: Amerindia, Europea Latina y Africana, mundo Árabe, y Asia, nombrando así (en términos generales) a los
individuos que la componen como "Latino-americano" y "Afro-latino-americano" respectivamente.
Etimología

Definición
La expresión América Latina o Latinoamérica tiene varios usos y connotaciones divergentes:[15]
 En su acepción más simple, «América Latina» suele referirse exclusivamente a los países de
habla española y portuguesa del continente americano, incluyendo a Puerto Rico, aunque sea un Estado Libre
Asociado de los Estados Unidos de América. Esta acepción sería sinónimo de Iberoamérica, pero suele
considerarse incompleta al excluir territorios que sin ser específicamente de habla hispana o portuguesa,
culturalmente pueden considerarse latinos.
 En su acepción más generalmente aceptada, englobaría también a los países de habla francesa, es decir, Haití,
los territorios franceses de ultramar en América y la Isla Clipperton. Según la definición de la Real Academia
Española, «América Latina» es el conjunto de los países americanos que fueron colonizados por naciones
latinas, es decir, España, Portugal o Francia.[16] De acuerdo al Diccionario Panhispánico de Dudas, para referirse
exclusivamente a los países de lengua española es más propio usar el término específico Hispanoamérica o, si se
incluye Brasil, país de habla portuguesa, el término Iberoamérica.[17]
 Otra acepción menos aceptada englobaría también aquellos territorios de Norteamérica en los que las lenguas
latinas tienen carácter oficial o predominante, esto es, los estados de California, Arizona, Nevada, Nuevo
México, Texas y Florida en EE. UU., donde hay una presencia importante del español, y los territorios
francófonos de Quebec, Nuevo Brunswick, Manitoba y Ontario en Canadá y Luisiana en EE. UU.
 Una variante de la anterior es la de incluir aquellos territorios que pueden considerarse como culturalmente
latinos o con una presencia importante de la cultura latina, pero excluyendo los territorios que culturalmente
serían más próximos a la cultura angloamericana. Así, se incluirían los anteriores territorios de Norteamérica
con presencia importante del español, pero se excluirían los territorios francófonos de Norteamérica por ser
culturalmente más próximos a la cultura angloamericana que a la latina, a pesar del idioma. En este caso,
algunos incluyen a Belice y a las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, ya que aunque tienen el inglés como
lengua oficial, tienen una fuerte presencia del español y de la cultura latinas.
 En ninguna acepción se incluye a los países de lengua no latina, salvo lo indicado para Belice y las Islas Vírgenes
de los Estados Unidos. Estos países no incluidos son Surinam, Guyana y diversos países del Caribe de
habla inglesa y neerlandesa. En la jerga internacional geopolítica es común usar el término compuesto América
Latina y el Caribe para designar a todos los territorios del Hemisferio Occidental que se extienden al sur de
los Estados Unidos, incluyendo a los países anteriores.[15]

Controversia
Las expresiones Latinoamérica y América Latina, a pesar de ser comúnmente aceptados por la población de los países a
los que se refiere, tienen sus detractores, en especial entre los grupos hispanistas, indigenistas y antirracistas: los
primeros por dar prioridad a la influencia española y los dos últimos por considerar que se trata de un
término eurocentrista impuesto por los colonizadores, ya que jamás podrían considerarse de origen latino ni
los indígenas, ni los afroamericanos, decisivos cuantitativa y cualitativamente en la composición de la población.[18]
Incluso en muchos casos los indígenas no hablan idiomas europeos. Como concesión ante estas críticas, en la actualidad
se utilizan otras palabras como Hemisferio, Hemisferio Occidental o las Américas, en plural. También se cuestiona el
uso del término «hemisferio», pues puede referirse a cualquier parte del mundo y también porque, como sucede con
«hemisferio occidental», implica una disolución de la propia identidad americana. [cita  requerida]Adicionalmente, las
naciones y pueblos no latinos del Caribe consideran que la expresión «América Latina» no los abarca, porque no hablan
una lengua romance.[cita  requerida] De hecho, incluso autores brasileños como Nélida Piñón dudan de que el nombre
abarque a su país, por no ser hispano.[19]
El uso mismo del nombre «América» ha sido históricamente controvertido. A principios del siglo XIX, el líder
independentista Simón Bolívar quiso llamar a toda la región «Colombia», en honor a Cristóbal Colón.[20] Según el
parecer del Libertador, Colón tenía más mérito que Américo Vespucio para dar nombre al continente («América» se hizo
popular en Europa por las cartas geográficas de Mercator, primeros planos de América que salían de España hacia el
resto de Europa). Antiguamente, se utilizaba el término «Indias Occidentales» para nombrar al continente.
El subcontinente sur también era llamado «América Meridional» o «América del Mediodía». En cuanto al subcontinente
norte, la Nueva España era también conocida como la «América Septentrional», México se declaró independientecon
ese nombre durante el Congreso de Anáhuac en 1813.
El término latinoamericano también es criticado en cuanto a que, según muchos estudiosos, parece integrar de manera
forzada a las colonias francesas que en poco se parecen histórica y culturalmente al resto de las regiones
latinoamericanas, debido a la política de Napoleón IIIdurante la intervención francesa en México (1862-1867), que
según él justificaba el establecimiento de un "Imperio Latinoamericano" bajo la influencia francesa.[21] El escritor
mexicano Carlos Fuentes, por su parte, acuñó la variante "Indo-Afro-Ibero América" en su libro Valiente mundo
nuevo (1990). Sin embargo, apuntar contemporáneamente a la península Ibérica (España y Portugal) como único
integrador de la población de estos países americanos excluye a la gran población de inmigrantes originarios de otros
países y continentes, como Europa (en particular Italia y Alemania), África y Asia (Armenia, Líbano, Oriente
Medio, China, India, Japón). Una vez obtenida la independencia de España y Portugal durante el siglo XIX, nuevos grupos
de inmigrantes pasaron a conformar la población de muchos de estos países y se mezclaron con los grupos de población
existentes en las diferentes regiones de América. Además, hoy existe un gran número de inmigrantes en la población
procedentes tanto de Canadá como de los Estados Unidos u otros países de América.
Va cobrando fuerza en ámbitos internacionales una nueva postura teórica sobre la «América Latina», que se vincula más
a aspectos antropológicos y sociológicos que al lingüístico, y parte del concepto «horizonte cultural».[20] Se entiende
por este último al espacio geográfico y temporal en el que prevalecen pautas culturales comunes, las cuales pueden
incluir la utilización de una lengua determinada. En este sentido, los partidarios de esta postura entienden que países
del Caribe, Centro y Sudamérica como Jamaica, Surinam, Barbados o Belice son parte de América Latina, ya que las
pautas culturales de la población de los mismos poseen similitudes con otros países latinoamericanos, diferenciándose
de las prácticas de las naciones de América Anglosajona, a la que ven como otro horizonte cultural. Asimismo, la región
francófona de Canadá (pese a que el francés es una lengua latina) la incluirían en la América Anglosajona, por los
mismos motivos anteriormente expuestos. Entre los partidarios de esta postura encontramos a reconocidos estudiosos,
como Miguel Rojas Mix, Ricardo Méndez, Pedro Cunill Grau, John Cole, Rodolfo Bertoncello, Diego M. Ríos y Andrea
Salleras.

Unidad latinoamericana

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada.


Este aviso fue puesto el 15 de marzo de 2010.

El término «Latinoamérica» tiene un sentido de supra-nacionalidad respecto de los estados-nación. Dicho sentido supra-
nacional confluye en diferentes iniciativas comunes que tienden a la formación de organismos políticos que lo articulen,
como la Comunidad Sudamericana de Naciones actualmente constituida en UNASUR/UNASUL y en pleno proceso de
aprobación a nivel de tratado por los congresos respectivos. La Unidad Latinoamericana es un concepto político-cultural
extendido por América Latina anterior a los tiempos de la independencia, y que debe ser distinguido claramente
del panamericanismo. Partidos políticos, sectores sociales, intelectuales y artistas de las más diversas extracciones han
expresado reiteradamente su adhesión a las más diversas formas de unidad latinoamericana, desde organizaciones
supranacionales como la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) hasta instancias de coordinación política
como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), culturales como la Unión de
Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) o sectoriales que adoptan la forma de uniones latinoamericanas.
Las similitudes históricas y culturales de los pueblos latinoamericanos han llevado a crear la idea de América Latina
como una patria grandecomún.[22] El plan de regularización de inmigrantes procedentes de países fronterizos iniciado
por Argentina en 2006 lleva el nombre, precisamente, de Patria Grande.[23][24]

El Canal de Panamá y la carretera panamericana, constituyen las principales vías de comunicación e


integración física de América Latina
Derivado de la idea genérica de unidad latinoamericana se han desarrollado proyectos e instancias
políticas de integración de las naciones latinoamericanas. Estos proyectos han tomado cuerpo principalmente en
la ALADI, pero también en diversos proyectos de integración física, logística y cultural y se han expresado en un cuerpo
teórico particular acerca del proceso de integración. En el marco de la integración latinoamericana se han desarrollado
también experiencias más o menos exitosas de integración subregional, como el Mercosur, la Comunidad Andina, o
el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que ha llevado a la teoría de la integración latinoamericana a
sostener distintos modelos de interrelación entre los procesos de integración subregional, latinoamericano y
continental. En Norteamérica, México es el único miembro latinoamericano del TLCAN y es observador en las 3
principales agrupaciones latinoamericanas de Centro y Sudamérica.
Historia
Artículo principal: Historia de América Latina
La idea de «América Latina» apareció en el siglo XIX y presupone que la región debe definirse a partir de categorías
europeas, en particular "lo latino". Por lo tanto, en rigor, no puede haber una historia de América Latina anterior al  12
de octubre de 1492. Adicionalmente y debido a la naturaleza étnico-geográfica de la noción, tanto las culturas indígenas
como afroamericanas no están incluidas en el concepto. Finalmente, desde 1492 hasta el presente, la presencia latina
en el continente ha ido cambiando geográficamente y continúa cambiando, de modo tal que territorios que hace unos
siglos pertenecían a América Latina, hoy ya no pertenecen y viceversa.
Período precolombino
Véase también: América precolombina

Templo de la ciudad Maya de Tikal Guatemala.
En la América precolombina se desarrollaron cientos de culturas y decenas de civilizaciones originales a lo
largo de todo el continente. Las consideradas altas culturas precolombinas surgieron en Mesoamérica y
los Andes. De norte a sur podemos nombrar las
culturas Mexica, Tolteca, Teotihuacana, Zapoteca, Olmeca, Maya, Muisca, Cañaris, Moche, Nazca, Chimú, Inca y Tiahuan
aco entre otras. Todas ellas elaboraron complejos sistemas de organización política y social y son notables por sus
tradiciones artísticas y sus religiones.
En el resto del continente el desarrollo cultural no fue menos importante, desarrollándose avanzados sistemas de
gestión ambiental como en el Amazonas, en Beni e incluso en una de las primeras sociedades democráticas
constitucionales como Haudenosaunee.[25]
En los asentamientos humanos no alcanzaron un nivel cultural tan elevado como en las civilizaciones antes señaladas,
en parte por su menor densidad de población y, sobre todo, por sus actividades seminómadas (cazade varios animales,
etc.). Podemos citar entre los grupos étnicos preponderantes de Norteamérica a
los yaquis, seris, apaches, mohicanos, navajos, cheyennes, iroqueses, esquimales, siuxs, chichimecas, etc.
Las civilizaciones americanas descubrieron e inventaron elementos culturales muy avanzados como calendarios,
complejos sistemas de mejoramiento genético como el que generó el maíz y la papa, sistemas de construcción
antisísmicos, así como un dominio en el trabajo de la piedra, sistemas de gestión ambiental de amplias zonas
geográficas, sistemas de riego, nuevos sistemas de escritura, nuevos sistemas políticos y sociales, una
avanzada metalurgia y producción textil.

La ciudad incaicas de Machu Picchu, en Perú.


Las civilizaciones precolombinas también descubrieron la rueda, que no resultó de utilidad
productiva debido en parte a las cordilleras y selvas donde se encontraban, pero fue utilizada para
la fabricación de juguetes.
Otro de los elementos comunes de las culturas precolombinas que alcanzó un alto grado de desarrollo fue la edificación
de templos y monumentos religiosos, siendo claros ejemplos las zonas arqueológicas de Teotihuacan, Templo
Mayor, Tajín, Palenque, Tulum, Tikal, Chichén-Itzá, Monte Albán,
en Mesoamérica y Caral, Chavín, Moche, Pachacámac, Cuzco, Machu Picchu y Nazca, en los Andes Centrales.
Los chavines representaron a sus dioses en grandes monolitos. Los más conocidos son el lanzón monolítico, la Estela
Raimondi, la Estela de Yauya y el Obelisco Tello. Cada uno de ellos es un wanka, que en quechua significa piedra de
poder y tienen un carácter eminentemente sagrado.
La edad de oro de los mayas comenzó alrededor del año 250, con las últimas dos grandes civilizaciones, las de
los mexicas y los incas, emergiendo en la prominencia posteriormente a principios del siglo XIV y mediados de los siglos
XV, respectivamente.
Colonización europea
Véanse también: Colonización europea de América y Descubrimiento de América.
La colonización europea de América comenzó a finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón llegara en 1492 con
el mecenazgo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, el Imperio
británico, Francia y Holanda, conquistaron, saquearon y colonizaron algunos territorios y poblaciones que ya habitaban
el continente.

Visión romántica de la llegada de Cristóbal Colón a América.  Primer desembarco de Cristóbal


Colón en América, obra del pintor Dióscoro Teófilo Puebla Tolín. 1862.
El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se
asentaron principalmente en Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica(imperios Azteca e Inca,
respectivamente). España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. Tomó posesión por la fuerza
de los dos grandes imperios existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse
del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades y a partir de ahí controló una gran parte
de América Central.

Imperios español y portugués en 1790.


Mientras en América del Sur el Imperio español luego de asesinar
al Inca Atahualpa en Cajamarca en 1532 llegó a apropiarse del Imperio inca, en los
actuales Perú, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile estableciéndose en sus ciudades.
Desde la capital del Imperio inca, Cusco, Perú, los españoles conquistaron y controlaron toda
la zona andina y la franja costera del Pacífico de América del Sur desde la ciudad
de Panamá hasta Santiago de Chile la zona central del actual Chile. En el Caribe, dominó sobre
todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de
sus posesiones caribeñas.
Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que más tarde
originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica norteamericana, además
de algunas islas caribeñas. Francia ocupó la actual Guayana Francesa en Sudamérica (aún bajo su dominio), Luisiana en
el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Quebec. Holanda estableció colonias en América
del Sur (Guayana holandesa hoy Surinam) y algunos asentamientos en islas caribeñas (Antillas Neerlandesas y Aruba).

Países soberanos y territorios dependientes

Países:
  Argentina
  Bolivia
  Brasil
  Chile
  Colombia
  Costa Rica
  Cuba
  Ecuador
  El Salvador
  Guatemala
  Haití
  Honduras
  México[26]
  Nicaragua
  Panamá
  Paraguay
  Perú
  República Dominicana
  Uruguay
  Venezuela
Se mencionan además los territorios que harían parte de América Latina según la connotación literal del término
(territorios donde se hablan lenguas romances): las provincias de Quebec y Nuevo Brunswick en Canadá; los estados
de Luisiana, Florida, California, Texas, Arizona y Nuevo México en Estados Unidos más Puerto Rico una de las
dependencias estadounidenses; y los territorios franceses de Guyana Francesa, Clipperton, Guadalupe, Martinica, San
Bartolomé, San Martín y San Pedro y Miquelón.
Independencia

Retrato de Miguel Hidalgo y Costilla, el padre de la independencia de México.


La mayor parte de las poblaciones bajo dominio europeo de América Latina lograron independizarse
de España, Portugal y Francia en el curso del siglo XIX, siguiendo el movimiento independentista
anticolonial que se originó en los Estados Unidos en 1776. En 1805 Haití se independizó de Francia; en
1809 y 1810 comenzaron las guerras independentistas en los territorios de ultramar españoles; en tanto
que Brasil obtuvo su independencia de manera relativamente pacífica creando una monarquía soberana
en 1821.
Las guerras de independencia contra España
Artículo principal: Guerras de independencia hispanoamericanas
Las guerras de independencia hispanoamericanas fueron una serie de conflictos armados que se desarrollaron en las
posesiones españolas en América a principios del siglo XIX, en los cuales se enfrentaron grupos independentistas contra
autoridades virreinales y los fieles a la Corona española. Dependiendo el punto de vista desde el cual se aborden, estos
procesos emancipatorios pueden verse como guerras de independencia o guerras civiles, o bien, una combinación de
diversas formas de guerras.[27]
Los movimientos independentistas de la América Hispánica adquirieron formas variadas de acuerdo con las condiciones
que imperaban en cada región. Por ello «es esencial que, al principio, no reduzcamos movimientos diferentes a un
denominador común. Grupos diferentes actuaron en etapas diferentes: la élite caraqueña tomó la iniciativa de
separarse de la monarquía española en 1810 mientras que la élite limeña se dividió en 1808 por un lado temiendo
perder con la independencia el monopolio comercial vía el puerto del Callao, de América del Sur con Europa y por el
otro acerca de la cuestión de la autonomía dentro del imperio y por estos motivos se opuso firmemente a la revolución
de Independencia del Perú en 1820 y no actuó como grupo homogéneo en 1821 cuando se integró a el movimiento del
libertador argentino Don José de San Martín».[28]
La crisis política en España y la ocupación de su territorio por parte de Francia en 1808 constituyen dos hechos que
incentivaron el independentismo en Hispanoamérica. Como respuesta a la entronización de José Bonaparte en España,
entre 1808 y 1810 se instalaron juntas de gobierno que ejercieron la soberanía ante la ocupación francesa, tanto en la
península como en las posesiones de ultramar. Las diferencias entre la España europea y los territorios americanos se
fueron agudizando después de esa crisis, lo que finalmente desencadenó los movimientos armados independentistas
hispanoamericanos. La lucha armada entre los americanos y los ejércitos virreinales inició alrededor del 1810 en la
mayoría de los dominios españoles.

Óleo de la batalla de Ayacucho, decisiva victoria del Ejército Unido Libertador, obra del
pintor Martín Tovar y Tovar.
La independencia de América del Sur logra consolidarse luego de la derrota del Imperio españolen la batalla de
Ayacucho, Perú en 1824. La batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres
de las guerras de independencia hispanoamericanas (1809-1826) y significó el final definitivo del dominio virreinal
español en América del sur. La batalla se desarrolló en la actual Pampa de la Quinua en la  RegiónAyacucho,[29] Perú,
el 9 de diciembre de 1824. La victoria de los independentistas supuso la desaparición del contingente
militar realista más importante que seguía en pie, sellando la independencia del Perú con una capitulación militar que
puso fin al Virreinato del Perú.
Luego de la Batalla de Ayacucho algunos gobiernos independientes debieron enfrentar guerrillas realistas, por ejemplo
en 1823-1827 en (Venezuela); entre 1827 y 1830 en Pasto (Colombia); en el sur de Chile, apoyados por mapuches y
pehuenches, hasta 1832; y la guerrilla de Iquicha en Perú, hasta la década de 1830.
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia establecieron relaciones comerciales con los nuevos gobiernos americanos y
posteriormente reconocieron la soberanía de los nuevos estados a lo largo de la década de 1820. Sin embargo, España
solo abandonó los planes de reconquista después de la muerte de Fernando VII, ocurrida en 1833. Las Cortes españolas
renunciaron a los dominios americanos en 1836 y autorizaron al gobierno para que pueda realizar tratados de paz y
reconocimiento con todos los nuevos estados de la América española.[30][31][32][33]
Después de la batalla de Ayacucho en 1824 no hubo otra operación militar española en las  Américas por espacio de 40
años hasta 1863, cuando España intentó reimplantar el dominio de ultramar en la República Dominicana por medio de
la Guerra de la Restauración, que terminó con una nueva derrota del Imperio español en 1865.
Casi simultáneamente, en 1864, España ocupó militarmente las Islas Chincha en el mar peruano, de gran importancia
por su riqueza en guano, desatando la llamada Guerra contra España en el Perú, Guerra hispano-sudamericana en Chile
y Guerra del Pacífico en España, conflicto bélico que se desarrolló principalmente en las costas peruanas y chilenas, en
el que se enfrentaron la Armada Española España, contra las repúblicas americanas de Chile y Perú, principalmente,
y Bolivia y Ecuador, secundariamente — ya que estos dos últimos países no participaron militarmente de manera activa
en la contienda—. Las hostilidades terminaron en 1866 y se logró un armisticio en 1871. Los tratados de paz se firmaron
de forma bilateral entre cada país sudamericano y España en los años 1879 (Perú y Bolivia), 1883 (Chile)
y 1885 (Ecuador).
En 1868 Cuba inició su primera guerra de independencia, que resultó derrotada en 1878. Finalmente en 1895 se produjo
la Guerra de Independencia cubana o Guerra del 95, logrando instalar el primer gobierno independiente en 1898. Ya
avanzado el conflicto independentista, Estados Unidos decidió intervenir a través de lo que se conoce como Guerra
hispano-estadounidense, que le permitió desplazar a España de sus territorios de Cuba, Puerto Rico y Filipinas,
ocupándolos militarmente en 1899. En 1902 se establece la República de Cuba, pero incluyendo en la constitución
la Enmienda Platt, que facultaba a Estados Unidos a intervenir militar y políticamente a Cuba. Estados Unidos mantuvo
un sector de la isla de Cuba, Guantánamo, como posesión hasta el presente.
Territorios dependientes

Dependencias:
  Guayana Francesa
  Puerto Rico
  Guadalupe
  San Bartolomé
  San Martín
  Martinica
  Quebec[34]
  San Pedro y Miquelón

Castillo del Morro en San Juan de Puerto Rico.


Cabe destacar que ciertas regiones latinoamericanas dependen de ciertos países.
Uno de ellos es Puerto Rico desde 1898, que tras una guerra entre España y Estados Unidos pasó a depender de este
país norteamericano. Pues este país no logró encontrar su independencia, como lo habían logrado Cuba y Filipinas, que
también pertenecieron a la soberanía española y que pasó también al dominio de los Estados Unidos. Puerto Rico es
una isla hispanohablante. Jurídicamente es bilingüe, en el sentido de que tanto el español como el inglés son idiomas
oficiales, siendo el español el idioma vernáculo hablado por la totalidad de la población. El inglés se enseña como
segunda lengua, aunque menos de un 5% de la población es totalmente bilingüe.
El 23 de julio de 1965, los puertorriqueños acudieron a las urnas a votar por las opciones presentadas por los
movimientos estadolibristas, estadistas e independentistas, solo el 0.6% de los votos fue para los independentistas. La
reafirmación del Estado Libre Asociado establecido por común acuerdo bajo los términos de la Ley 600 de 1950 y la
Resolución Conjunta 447 de 1952 del Congreso de Estados Unidos como comunidad autónoma permanentemente
asociada a Estados Unidos de América gana por un 60.4% de los votos. Mientras que un 39% vota para solicitar del
Congreso de Estados Unidos de América la admisión de Puerto Rico en la unión americana como estado federado.
Sin embargo, el Partido Independentista Puertorriqueño promueve la independencia completa de la isla. Aunque en
cuanto la independencia entró en agenda de la ONU y se concluyó que solo dependerá de los ciudadanos la
independencia de la isla o no del país.
La Guayana Francesa, Guadalupe y Martinica no son colonias de Francia, sino que forman parte de Francia, como
departamento de ultramar (DOM, Départements d'outremer). En cambio, las áreas insulares de Saint-Pierre y
Miquelon, San Bartolomé y San Martín, son una colectividad de Francia.
En el caso de la Guayana Francesa, algunos intelectuales miembros de la Unasur, conocidos como la emancipación
socialismo del siglo XXI han tenido algunas ideas aspiracionistas para que este territorio pueda lograr su total y completa
independencia. Según el pensamiento es completar una América del Sur, sobre una plena soberanía propia de este
departamento ultramarítimo algo similar como ocurre en Nueva Caledonia en Oceanía[35]
Economía
Artículo principal: Economía de América Latina
Las economías de Latinoamérica marcan una notoria diversidad en lo que se refiere a las políticas económicas
existentes, siendo una región diversa en lo referente a lo político y económico, y así mismo inestable, por el continuo
cambio de enfoque en lo que se refiere a políticas monetarias en los países de la región, lo cual ha generado constantes
conflictos internos como externos con distintos desenlaces en la historia Latinoamericana.
En la actualidad, podemos reconocer 3 tipos de sistemas económicos en Latinoamérica, que si bien pueden mantener
contenidos generales y mantener espectros de simbiosis, sus economías siguen una línea predeterminada, en esto
reconocemos los netamente capitalistas, economías abiertas, los cuales se basan en el modelo del libre
mercado y tratados de libre comercio.
Estos países son Perú, Chile, México y Colombia, países fundadores de la Alianza del Pacífico así como Panamá y Costa
Rica, que siguen los modelos económicos de Estados Unidos y de la Unión Europea.
Mientras que por otro lado, existen los países que si bien, sostienen una estructura de apertura al mundo, son
claramente proteccionistas, modelos más enfocados a la Economía social de mercado o de economías mixtas en
diferentes magnitudes, el caso de Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Finalmente existen aquellos países que sostienen economías cerradas, o con muy poca relación de libre mercado,
manteniendo relaciones económicas con países exclusivos de sus bloques, con clara tendencia al modelo económico
marxista, el caso de Cuba y en menor medida Venezuela y Nicaragua que a pesar de sostener modelos económicos
semi-cerrados, mantienen relaciones comerciales con las potencias del capitalismo Estados
[ ]
Unidos y Europa.  cita  requerida
Las economías de mayor tamaño en Latinoamérica basado en el PIB PPA (poder paridad adquisitivo) están encabezadas
por Brasil con 2.393.954 millones de dólares, seguido por México con 1.943.474 millones, Argentina con 964 279
millones,[38] Colombia con 733.576 millones de dólares y Venezuela con 396.848 millones de dólares,[39] mientras que
las economías más desarrolladas en términos de PIB per cápita PPA, el líder es Chile con (19.474US$), seguido
por Argentina con (18.709US$) y Panamá con (16.993US$),[40] mientras que las cinco naciones con mejor IDH según
la PNUD ONU en su último informe de índice de desarrollo
humano son Chile (0,843), Argentina (0,825), Uruguay (0,804), Costa Rica (0,793) y Panamá (0,789).[41]
El 1 de julio de 2013, el Banco Mundial catalogó a las economías de Chile y Uruguay como economías de ingresos
altos siendo la primera vez en la historia de América Latina donde países de la región comparten ese estatus, el Banco
Mundial agrupa a los países en base al PIB per Cápita Método Athlas del 2013.[42]
Principales industrias
Las características generales de la composición industrial y productiva de las economías exportadoras
de Latinoamérica son, la extracción de recursos naturales, mayoritariamente las industrias mineras y petrolíferas,
manufactura y agrícola.
Los países en donde la industria agrícola es la de mayor importancia son Brasil (20%)[44][45] siendo el mayor productor
mundial de naranja y café verde,[46] Argentina (27%)[47][48] y Paraguay (55%),[49] mientras que en Uruguay es el
ganadero con un (19%) seguido del agrícola con (16%),[50] el único país latinoamericano en donde el sector
manufacturero es la principal industria, es en México con un (37%) seguido del petróleo,[51] con respecto a la industria
petrolífera esta es la principal en Venezuela con (63%)[52] de sus exportaciones, Ecuador (46%),[53] Colombia (40%)[54]
y Bolivia con sus exportación de gas de petróleo con un (37%),[55] los países en donde la industria minera es la principal
son Chile (51%)[56] siendo el mayor productor mundial de cobre,[57][58] litio[59] y yodo,[60][61] y Perú (58%).[62] En
el caso de Panamá[63] y Costa Rica, éstos basan sus economías netamente en el área servicios.
Según el Banco Mundial la economía de Latinoamérica a precios de mercado (Paridad de poder adquisitivo), llega a ser
la 3.ª más grande y potente a nivel mundial con 6,06 billones de dólares.[6] Está basada mayoritariamente en una
economía secundaria y/o terciaria. En los últimos años se han producido grandes avances a nivel político, económico y
social, produciendo un desarrollo acelerado en prácticamente todos sus países. La región tiene acceso a créditos menor
en comparación con otras regiones (30%), sin embargo, tiene un sistema financiero estable, con bancos relativamente
pequeños, pero bien saneados.
La economías latinoamericanas de mayor crecimiento al 2012 fueron Panamá con un crecimiento del
10.5%, Perú, Colombia, Chile, Venezuela y Bolivia entre 6,9% a 4,0%.[64]
La crisis económica de Estados Unidos y Europa recién golpeó a Latinoamérica a finales de 2008, pues ha habido una
disminución del comercio mundial y una disminución de los flujos de capital. La región se contrajo 1.9% en 2009, y
registrará un alza de 4.9% en 2010, siendo una de las regiones de mayor crecimiento en el mundo. Además, varios
organismos multilaterales invertirían cerca de $90 000 millones entre 2009 y 2010. Así, el Banco Mundial invertiría
$35 600 millones; el BID, $29 500 millones; la Corporación Andina de Fomento, $20 000 millones, el Banco
Centroamericano de Integración Económica, $4 200 millones; y el Banco de Desarrollo del Caribe, $500 millones. Los
organismos multilaterales financiarán proyectos de infraestructura, programas sociales y créditos comerciales, además
de apuntalar la liquidez de los bancos, entre otros usos.[65]
Integración económica

UNASUR 2011.
El mayor acuerdo o bloque comercial de la región es el UNASUR conformado por el Mercosur y
el CAN, se intenta la integración económica a nivel continental a través del  CELAC, la Aladi y el SELA.
México forma parte del TLCAN con los Estados Unidos y Canadá. Por su parte, Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana tienen vigente un tratado de libre comercio con los
Estados Unidos (DR-CAFTA), y otros tratados con Canadá y México a través del CARICOM. También Bolivia, Cuba,
Nicaragua y Venezuela tienen su propio bloque, llamado en este caso la Alternativa Bolivariana para América Latina y el
Caribe. En América del Sur existe un bloque predominante, el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay,
Uruguay, y Venezuela con Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Guyana y Suriname como miembros asociados. En el sur del
continente, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú conforman la Comunidad Andina de Naciones, de la que los países vecinos
son miembros asociados y recientemente Chile, Colombia, México y Perú conformaron la Alianza del Pacífico que creara
un área de integración profunda entre los países integrantes[66] que buscará conquistar el mercado asiático.[67]
Fuera del ámbito continental, Argentina, Brasil y México son los únicos países de la región que forman parte del Grupo
de los 20 (países industrializados y emergentes); mientras que Chile, México y el Perú forman parte de la APEC (Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico). Finalmente, Chile y México son los únicos que forman parte de la OCDE.
Inversión en Latinoamérica
Artículo principal: Inversión extranjera directa en Latinoamérica
La recepción de inversión extranjera directa (IED) en América Latina marcó una tendencia al alza sobre todo a partir del
año 2000. En 2012 la IED entrante según el organismo económico CEPAL fue de 173,361 Millones de dólares,[68][69] un
verdadero récord, considerando que la inversión extranjera directa entrante entre los años 2000 y 2006 sumaron tan
solo 68,183 millones de dólares.[70]
Las mayores economías receptoras y exportadoras de inversiones continúan siendo lideradas por Brasil, seguido
por México y Chile, aunque la tendencia es a la desaceleración en las economías de Brasil y México, con una variación
negativa de su ingreso de inversiones de hasta un -34,9%;[71] por el contrario, Chile muestra una acelerada y creciente
captación de inversiones registrando una variación positiva de 32,2% el año 2012,[72] y es así la segunda economía
latinoamericana en captación de inversión el año 2012, y la primera economía con más inversiones relativas como
porción del PIB y per cápita.
Además, la creciente llegada de inversiones foráneas a América Latina no solo se ha capitalizado en las 3 mayores
economías receptoras de inversiones Brasil, México y Chile; países como Colombia han logrado a su vez cifras históricas
en lo que se refiere a captación de inversiones, mientras que Perú ha sido el país que más aumento su porcentaje de
inversiones, pues registra un aumento del 49% con respecto a 2011.[73]
Inversión de países latinoamericanos al exterior
Artículo principal: Inversión extranjera directa en América Latina
Por otro lado, en lo que se refiere a IED de salida, las mayores economías que lideran la recepción de inversión
extranjera directa, Brasil, Méxicoy Chile, también lideran las inversiones hacia el exterior mediante las empresas
multinacionales latinas, en este aspecto México es el líder de exportaciones de capitales en 2012 sumando 25.597
Millones de dólares, seguido por Chile con 21.090.[74]
La inversión directa de las economías de América Latina y el Caribe en el exterior creció 17 % en 2012 hasta alcanzar los
48 704 millones de dólares, lo que representa un máximo histórico. Los flujos de IED desde la región se han mantenido
en niveles altos durante los tres últimos años. Estas inversiones provinieron principalmente del  Brasil, Chile y México, si
bien en 2012 se concentraron casi exclusivamente en México y Chile. Las empresas trans-latinoamericanas se han
beneficiado durante estos tres últimos años de un buen nivel de crecimiento económico y de la confianza de los
inversores en la región, lo que ha favorecido su acceso al crédito. En 2012, en un contexto de contracción de
la IED mundial, las empresas trans-latinoamericanas se expandieron, en algunos casos, a partir de oportunidades de
negocios generadas por el repliegue de firmas europeas. En efecto, siete de las diez mayores adquisiciones realizadas
por las trans-latinas en 2012 correspondieron a compra de activos a empresas europeas. América Móvil fue la principal
protagonista de este proceso al expandir sus actividades hacia Europa. Las empresas chilenas invirtieron 21  090 millones
de dólares en el extranjero en 2012, lo que representó un nuevo récord, y concentraron su expansión en América del
Sur, principalmente en el comercio minorista, la industria forestal y el transporte. Por su parte, las empresas brasileñas
continuaron su expansión en el exterior y realizaron 7 de las 20 mayores adquisiciones efectuadas por trans-latinas
en 2012.

Indígenas
Se denomina indígena u originarios a los pueblos y naciones existentes a la llegada de los europeos a  América.
Poblaciones provenientes de Asia entraron a través del estrecho de Bering durante la última glaciación, hace unos 25
000 años, y colonizaron los cuatro subcontinentes. El único país donde el porcentaje de indígenas es el mayor
componente de la población es Bolivia, mientras en Perú y Guatemala componen entre el 40-45% aproximadamente.
Existen significativas comunidades indígenas en Ecuador y México. Hay minorías entre el 5-10%
en Belice, Honduras, Panamá, Chile y Nicaragua. Por último, hay minorías muy reducidas (menos del 4%)
en Colombia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador, Argentina y Brasil.[116]
Mestizos

Una representación de mestizosen una "Pintura de Castas" de la era colonial. "De español e india
produce mestizo".
Mestizo o mestiza es un término dentro del sistema de razas y castas o cruzas utilizado por el  Imperio
españole Imperio portugués para clasificar a la población americana y atribuirle privilegios y deberes según la
pertenencia de cada persona. Dentro de ese sistema racista la denominación de mestizo se aplicó a la persona que era
resultado de la cruza entre la "raza blanca" (por europea) y la "raza india" (por indígena). La  Real Academia
Española recoge la palabra definiéndola como el que nace de padre y madre de razas diferentes, en especial de hombre
blanco e indígena, o de hombre indígena y mujer blanca, a pesar que en el último siglo el término  raza ha caído en
desuso en ámbitos académicos, siendo sustituido por el concepto de etnia.[117] A pesar de la condena universal al
racismo la categoría sigue siendo utilizada por algunas personas y algunos estudios, en muchos casos sin rigor alguno. La
utilización de la categoría "mestizo" y otras categorías provenientes de clasificaciones racistas de la población como
"zambo" o "mulato" ha sido cuestionada como racismo por varios estudios.[118]
En el término mestizo hay cierta imprecisión, ya que en castellano se ha aplicado en especial para los individuos
resultado del mestizaje entre españoles y amerindios. Se olvida con este uso que una considerable parte del mestizaje
en la América hispánica se hizo entre blancos con negros, negros con amerindios o el mestizaje secundario de mestizos
con amerindios y negros. Los indomestizos, adquirían tal denominación por exhibir un fenotipo, que indicaba que eran
la mezcla de un mestizo y una india, en el caso del zambo, de un negro y un amerindio, así como un blanco con negro en
el caso del mulato o pardo, y de un mestizo al resultado de un blanco con amerindio, y de este resultado con otro
amerindio, resulta un indomestizo. Los países con mayor predominio de población mestiza son por orden:  Honduras, El
Salvador, Paraguay, República Dominicana, México, Panamá, Nicaragua y Ecuador.[119][120] También existe cifras
significativas de población mestiza aunque no mayoritaria en países
como Venezuela, Colombia, Guatemala, Chile, Perú, Brasil, Bolivia, y la provincia canadiense de Quebec.
Criollos y blancos
Criollo fue en su origen un término utilizado en los virreinatos españoles en América para distinguir a las personas que
habían nacido ahí pero eran descendientes de europeos, de aquellas que habían nacido en los virreinatos americanos
pero eran descendientes de indígenas o africanos. Luego el término fue utilizado para diferenciar a las personas de "raza
europea" cuyos antepasados ya se encontraban en América a comienzos del siglo XIX, de las personas de los nuevos
inmigrantes.[121]
Debido a las presiones racistas, tanto antes como después de la época virreinal, muchas personas con antepasados
indígenas o africanos, ocultaron esas raíces con el fin de ser clasificados como "blancas" o "criollas". En sentido opuesto,
algunos sectores sociales de ascendencia europea, oponen "criollo" a "civilizado" o "europeo", asignándole a la
condición criolla una carga desvalorizadora y despectiva.[122]
La emigración europea hacia América Latina ha albergado un número considerable de personas procedentes de
diferentes países principalmente a Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Venezuela, Cuba y México donde se concentraron
el mayor número de personas procedentes de los países europeos.[123][124]Las principales diásporas europeas hacia
América Latina fueron especialmente españoles en Argentina, Chile, Venezuela, Cuba, Brasil y México, portugueses
a Brasil y Venezuela, italianos en Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, alemanes en Argentina, Brasil, Chile,[125]
franceses en Argentina, Brasil, México, Uruguay,[125] irlandeses en Argentina, México y Chile, ingleses
en Argentina, Chile,[125] y por último croatas en Argentina y Chile.[126]
Recientes estudios genéticos han establecido que grandes sectores de la población tradicionalmente clasificados como
"europeos", "blancos" o "criollos", tienen en realidad uno o más antepasados indígenas o africanos. En Argentina por
ejemplo, donde se llegó a establecer censalmente en 1947 que más del 95% de su población era blanca, recientes
estudios genéticos han establecido que más de la mitad de la población tiene al menos un antepasado indígena o
africano, generalmente por vía materna.[127][128]
En contra de estos estudios, otras fuentes sostienen que en países con predominio de esta ascendencia,
como Uruguay, Argentina y Costa Ricasuperan el 80% de la población.[129][130][131][132][133][134]
En Puerto Rico (Estados Unidos) y San Pedro y Miquelón (Francia) -territorios dependientes- también hay absoluta
mayoría criolla, que representan entre el 70-80% de esos países. En países como Cuba, la población blanca llega a
representar el 65%, mientras que en Chile y Brasilun poco más del 50%, y por último en Venezuela y Colombia tiene
porcentajes del 35-47%.[129]
Otros países que se presentan como minoría pero visibles son Paraguay, Guatemala y Nicaragua que tienen porcentajes
que son entre el 17-20%, en México no existe un número determinado de cuanto exactamente es el porcentaje de la
población criolla se da un número de no superior de 9%, 15% o 20%,[135] República Dominicana y Perú con más de
15%, El Salvador y Bolivia 12% aproximadamente y por último Panamá 10%.[129] Por otra parte en países
como Ecuador, Haití, Belice y Honduras son bajas minorías de la población.
En cantidad, los países con mayor número de personas de origen criollo son Brasil (aproximadamente 91
millones), Argentina(aproximadamente 38 millones), México (20 millones),[136][137] Colombia (aproximadamente 16
millones), Venezuela (más de 13 millones) Chile(más de 12 millones), Cuba (más de 7 millones) y Perú (más de 4.6
millones). En Argentina la población clasificada como "blanca" en muchos casos no se corresponde con la clasificada
como "criolla", debido a que se trata de descendientes de inmigrantes llegados entre 1850 y 1950, mayoritariamente
italianos.
Las inmigraciones de España y Portugal durante la conquista y, sobre todo, durante la Colonización europea de América,
se sumaron posteriormente inmigrantes de otros países europeos, principalmente de Italia, Alemania, Reino
Unido, Francia, Irlanda y Croacia. Argentina, Brasil y Uruguay incrementaron notablemente su población recibiendo
importantes flujos migratorios provenientes de Europa a partir de la segunda mitad del siglo XIX, principalmente de
Italia, Portugal, España y Alemania. Chile recibió un gran número de inmigrantes principalmente españoles (vascos), con
aportes de alemanes, italianos, croatas, franceses, suizos, árabes y británicos, quienes componen la población criolla del
país, estimada en un 64%. Por su parte Cuba recibió una considerable inmigración basada, casi en su totalidad, en
españoles. Costa Rica recibió un considerable número de inmigrantes europeos, además mantiene
el caucasismo homogénico entre su población. Puerto Rico también recibió inmigración europea, principalmente de la
misma España y también de Francia, pero a principios del siglo XIX. México durante el siglo XX y mediados del siglo XIX
también recibió inmigrantes principalmente exiliados españoles,[138] al igual que italianos, franceses, ingleses,
alemanes y muy recientemente estadounidenses y canadienses de origen británico y alemán. [139] Colombia recibió
inmigración principalmente española y árabe; Paraguay recibió inmigración europea en el siglo XX al igual que Colombia,
pero en un flujo mucho menor. Perú recibió inmigración en los siglos XIX y XX,[140] también en flujos
menores. Venezuela, siendo hoy en día un país multiétnico, tuvo gran inmigración también en el siglo XX, especialmente
de españoles, portugueses, italianos, y alemanes; esto gracias al crecimiento económico por el descubrimiento del
petróleo lo que modifico notablemente su etnografía, actualmente la población criolla representa el 43.6% de la
población total del país.[141] También podemos incluir acá la provincia canadiense de Quebec y el territorio francés de
ultramar de San Pedro y Miquelón; ambas tienen ascendencia europea procedente de Francia desde la conquista y la
época colonial. Aunque en la provincia de Quebec, se sumaron también otros inmigrantes, principalmente del Reino
Unido, Italia, Grecia, España, Portugal, y de la misma Francia, además de algunos países árabes.
Estudios recientes del ADN mitocondrial, solo trasmitido a través de las madres, en la población de fenotipia blanca en
estos países revelan que existe también un porcentaje de mestizaje en esta población. Lo que coincide con los datos
históricos de predominio de inmigrantes masculinos.[142]
Afrodescendientes
Véase también: Afroamericano
Los países con una población de origen predominantemente africano o mulato (mestizo europeo-africano)
son Haití, Guyana, Surinam y los territorios franceses de ultramar: la Guayana Francesa, las áreas insulares de
Guadalupe, Martinica, San Bartolomé y San Martín. También hay importantes poblaciones
en Belice, Brasil, Cuba y Puerto Rico que oscilan entre el 17-37%. En países como Panamá, República
Dominicana y Colombia representan el 10%. En menor proporción de porcentaje se presenta en países
como Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Uruguay, Costa Rica,[143] Perú,[144] Honduras y Bolivia. La inmigración africana
se diferenció de las otras en que mayoritariamente fue forzosa fruto del tráfico de esclavos.
Cabe también mencionar a los zambos (mestizos africano-amerindios), con comunidades presentes en Brasil, Panamá,
Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y la costa caribeña de Centroamérica. En esta última zona son
denominados garífunas y hablan una lengua propia del tronco arawak caribeño.
Asiáticos del este y del sureste
Latinoamérica también ha recibido minorías de inmigrantes del Lejano oriente, tanto de Asia del Este como del Sureste
Asiático. Estos inmigrantes se han ido mezclando progresivamente con la población local dando lugar a nuevos tipos de
mestizaje. Provienen principalmente de China, Taiwán, Japón, Filipinas, Corea y Laos, formando en ciertos países
importantes comunidades: japoneses principalmente en Brasil (mayor comunidad étnica japonesa fuera de Japón [145]
[146]), México, Perú, Colombia, Argentina, Paraguay, Chile y Bolivia;[147] chinos y taiwaneses en El Salvador, Panamá,
Argentina, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Puerto Rico;
filipinos en Argentina, México y Puerto Rico; coreanos en Brasil, Paraguay, Argentina, Perú, y Chile; [148] laosianos en
Argentina. Cabe destacar que la comunidad china y japonesa en el Perú —junto a la asentada en el Brasil [145]—, es una
de las más importantes y numerosas de la región.[149]
Próximo-orientales
Desde fines del siglo XIX ha llegado a América Latina una importante cantidad de inmigrantes provenientes del Oriente
Próximo, principalmente de origen árabe y judío, aunque no exclusivamente. Si bien muchos de ellos arribaron
directamente desde el Imperio otomano, con anterioridad a 1918, la mayor parte proviene directamente de países
como Líbano, Siria, Turquía, Israel o los Territorios Palestinos. Se instalaron principalmente en países como Ecuador, El
Salvador, Colombia, México, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Argentina, Chile y Brasil. En Perú ingresaron alrededor de
10 mil inmigrantes del Próximo Oriente.[150][151]
Es significativo, por ejemplo, el flujo de palestinos que llegó a Chile desde el siglo XIX; estos inmigrantes forman
actualmente la colonia palestina más importante y numerosa fuera del mundo árabe con alrededor de 450 000 -
500 000 miembros.[152][153][154]
En Ecuador se estima que actualmente más de 500.000 personas descienden directamente de las comunidades
libanesas y sefardíes llegadas en el siglo XIX y XX. Varios presidentes y políticos influyentes tienen ascendencia libanesa
(Julio Teodoro Salem, Abdalá Bucaram, Alberto Dahik, Jaime Nebot Saadi y Dalo Bucaram), varios escritores y artistas
(Jorge Enrique Adoum, Jorge Saade) así como también otros personajes de la vida pública del país como Constanza Báez
Jalil (ex-miss Ecuador), Diego Spotorno y Elsa Bucaram.[155][156][157]
Los judíos, por su parte, emigraron principalmente a Argentina, donde forman la comunidad hebrea más numerosa de
Latinoamérica, así como a Brasil, Chile, México (país de discutida clasificación geográfica y regional) y Panamá desde
Europa y el Oriente Próximo. Actualmente la población de judíos se estima en: Argentina 235 000, Chile 150 000, Brasil
96 700,[158] Uruguay con 10 000 y el Perú con 3000,[159] además de aglomeraciones de menor tamaño en
prácticamente todos los países de la región. La mayor parte de los judíos que llegaron a Latinoamérica es de
origen askenazí provenientes de Europa del Este. También son numerosos los judíos de origen sefardí, los cuales
provenían de los Balcanes, Turquía y Palestina.
Gitanos
También en esta región viven gitanos de diferentes grupos sub-étnicos oriundos de Asia y Europa (España,
los Balcanes, Rumania, etc.), instalados principalmente en países como Brasil, Argentina y Chile, más reducidos en
México, Colombia y Ecuador.
Inmigración
Inmigrantes chinos trabajando en cultivos de algodón en Perú.
América Latina recibe inmigrantes desde la colonización europea, particularmente
de Europa, Asia, África, Oceaníay del Mediterráneo. Posterior a esa época, la inmigración hacia esta
subregión no paró, sino experimentó grandes flujos migratorios entre 1850-1950, un 55% de los
inmigrantes eran europeos (sin contar a los españoles) seguido por inmigrantes del Asia Oriental;
entre los principales destinos destacaron Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Cuba y Puerto Rico.
Posterior a 1950 la inmigración se vio en crisis y disminuyó gradualmente por segunda vez luego de la
crisis global de 1929, aunque esta ya no volvió a dar auge principalmente por algunas guerras civiles y dictaduras que
ocurrieron posteriormente, además esto causó una inmigración interna en la región, es decir, la emigración de un
pueblo de un país específico a otro cercano (como los paraguayos en Argentina o los bolivianos en Chile). La década de
1990 sirvió para que la región recuperara su buena imagen de inmigración. Actualmente, con excepción de  Puerto
Rico, Costa Rica y Venezuela, la mayor parte de los países tienen una población extranjera menor al 5 %. La inmigración
árabe especialmente desde mediados del siglo XIX hasta los años 60 del siglo XX, continúa aunque menos. Como toda
inmigración y mezcla, es enriquecedora cultural y genéticamente.
Idiomas de América Latina
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 15 de marzo de 2010.
Véase también: Lenguas indígenas de América
Distribución de las lenguas americanas más habladas en el
continente a principios del siglo
XXI: quechua, guaraní, aymara, náhuatl, lenguas
mayas, mapudungun.

Lenguas romances en América


latina:
español, portugués, francés.
Como el nombre indica, los idiomas oficiales y mayoritarios de los países de América Latina son lenguas romances como
el español (con un 66% de hablantes), el portugués (con un 33% de hablantes) y el francés (con un 1% de hablantes). Sin
embargo, dentro de estos territorios se habla una multitud de lenguas americanas, ya sea con estatus oficial reconocido
o no, que enriquecen el patrimonio lingüístico. Algunas de estas lenguas americanas son:
1. Quechua: de 9 a 14 millones de hablantes (en Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador)
2. Guaraní: de 7 a 12 millones de hablantes (en Argentina, Paraguay y Bolivia)
3. Aymara: 2 a 3 millones de hablantes (en Argentina, Chile, Bolivia y Perú)
4. Náhuatl: 1,3 a 5 millones de hablantes (en México)
5. Maya; de 0,9 a 1,2 millones de hablantes (en Guatemala, El Salvador y México)
6. Mapundungun: 250 000 hablantes (una minoría aislada en el sur de Chile y Argentina)

Religión
Artículo principal: Religión en América Latina
La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México es un importante lugar de
peregrinación cristiana, con unos veinte millones de visitantes anuales.
La mayoría de la población latinoamericana profesa el cristianismo, principalmente el cristianismo
católico. Aparte de éste, el cristianismo protestante se profesa de forma creciente en países como
Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Costa Rica, México, Colombia, Honduras, Nicaragua y Perú.
Puerto Rico, Guatemala y Belice son la excepción, donde los protestantes se encuentran en una mínima diferencia con
los católicos. Por lo tanto en casi todos los países latinoamericanos el catolicismo es la religión predominante. También
hay que mencionar las creencias indígenas que se han conservado hasta el día de hoy, y que además son practicadas
mediante rituales en países como Bolivia, El Salvador, Guatemala, México y Perú. En México y Guatemala, la más
conocida es la típica ofrenda de  día de muertos. En Argentina, Bolivia y Perú se hace
un ritual conocido como ofrenda a la  Pachamama  y la Challa.

Procesión de la Divina Pastora, en Venezuela, la tercera procesión más grande del


mundo.

Francisco, nacido en Buenos Aires, se convirtió en el primer papa nacido en el continente americano.
En Cuba, República Dominicana, Panamá, Puerto Rico, Brasil, Haití, Venezuela y en las regiones francesas de ultramar
(Guadalupe, Guayana Francesa y Martinica), algunos rituales de origen africano se entremezclan con prácticas
propiamente cristianas derivando en rituales tales como: santería, umbanda, macumba, candomblé y el vudú.[20]
El judaísmo tiene fuerte presencia particularmente en Argentina, siendo la quinta comunidad judía en el mundo fuera
de Israel, con una población de entre 250.000 y 300.000 personas. La ciudad de Buenos Aires alberga una población de
aproximadamente 245 mil judíos, según un censo de 2005.[163]
Costa Rica tiene la religión católica como oficial, según su constitución política, aunque con libertad de culto. Con la
inmigración, también han llegado otras religiones como el islam, el judaísmo, el hinduismo, el budismo, el sintoísmo y
otros.
En la actualidad hay países dentro de la región, donde la iglesia católica tiene estatuto oficial y en otros no, es decir, que
se declaran estados laicos. En países donde el catolicismo goza de oficialidad son: Costa Rica,[164] Haití.[165] Países
declarados laicos son: Bolivia (desde 2009), Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador (desde 2008), El Salvador, Guatemala,
Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
De igual manera, la secularización ha impactado en la sociedad latinoamericana (cosa que no se veía en décadas atrás),
y a pesar de que América Latina es una de las regiones mundiales más religiosas, las estadísticas actuales demuestran un
crecimiento de personas ateas y agnósticas o gente no religiosa que agarra fuerza en naciones como Uruguay, Cuba y
recientemente Chile. En el caso de México y Brasil porcentualmente los no religiosos representan una baja minoría,
aunque en cantidad se posicionan como unos de los más ateos de la región.
Educación
Los niveles educativos en Latinoamérica pueden ser evaluados de distintas formas, por calidad, desarrollo, accesibilidad
entre otros, los principales organismos internacionales que generan indicadores educativos para Latinoamérica son
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) junto
con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) los cuales aportan datos
relevantes para la evaluación de los sistemas educativos más completos en la región.
Chile encabeza la lista de países latinos con mayores niveles de educación, según un informe divulgado por
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), le siguen Costa Rica, México y Uruguay,
mientras los países más rezagados son Colombia, Perúy Honduras.[167]

Países por niveles de alfabetización, según el Reporte de


Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(Unesco) (2012). Cuba, Chile, Uruguay y Argentina poseen
la población más alfabetizada de América Latina.[168]
Los niveles de alfabetización en latinoamericana son
evidencia de las grandes brechas que existen entre los
países de la región, desde Cuba (99,7), Uruguay(98,4),
Argentina (98,1), Costa Rica (97,6), y Chile (96,6) con porcentajes de analfabetismo prácticamente inexistentes,
hasta Haití (60,7), Guatemala (79,1) y Nicaragua (82,5), donde importantes secciones de la población carecen de la
habilidad de leer y escribir.[169][168]
La educación primaria es obligatoria, gratuita e impartida por el estado en la mayoría de los países, aunque también
existen centros de educación privados por pago, con excepción de Cuba. Debido a las condiciones económicas de varios
países, existen todavía deficiencias tanto en el medio rural como en el medio suburbano, lo que produce una fuente de
desigualdad social. Más de 15 millones de niños entre 3 y 6 años, el 40 % de los niños de esta edad, están sin escolarizar.
De estos, alrededor del 7 % están desnutridos. Alrededor de 32 millones de personas son analfabetas en la región.[170]
La duración media de los estudios en colegios o escuelas de primaria es de 12 años, en algunos es de 11 años. La
duración de las carreras en las universidades suele ser de 5 años.[171]
En materia de estudios universitarios, Argentina, Brasil y México poseen los sistemas de educación superior más
avanzados y complejos de la región, al concentrar, juntos, el 55 % de los estudiantes de grado y posgrado, el 62 % de los
establecimientos (5548 en total), el mayor número de doctorados (69 472), el 82 % de la producción científica y el 78 %
de la solicitud de patentes. Además, en los últimos años está creciendo la opción de la enseñanza virtual en este
continente, dada su accesibilidad. [172]
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica_Latina?fbclid=IwAR0WvNJExcw3oqU6ptcS-ty0lfQVd-
x0tbb1q5qQ7WHq-M0O0EssMPz49XM

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