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Breve historia del Matte Painting

En la antigua Grecia, hubo una vez un artista muy popular y reconocido por el increíble realismo de sus cuadros llamado
Parrhasius. Un día, un pintor rival, Zeuxis, le propuso el reto de ver quién de los dos era capaz de pintar el cuadro más
realista y por lo tanto, poder proclamarse como mejor pintor de Grecia. Así pues, cada uno toma una parte de una pared
y se ponen a trabajar en secreto. Zeuxis decide pintar una fuente con frutas. Cuando acaba, descorre la cortina que
ocultaba su trabajo para contemplarlo y mostrárselo a su rival, y en ese mismo momento un pájaro vuela hacia la pintura
con el fin de picotear las piezas de fruta y choca con la pared víctima de la ilusión. Zeuxis estaba seguro de su victoria
ya que una imagen capaz de engañar a un animal tenía que ser forzosamente el dibujo más perfecto jamás creado. Al
cabo de un rato, Zeuxis le pide a Parrhasius que descorra la cortina para que pueda ver su pintura y él le responde que la
cortina es su pintura. Así pues, Parrhasius ganó pues su pintura consiguió engañar a un hombre, mientras que la pintura
de Zeuxis sólo sonsiguió engañar a un pájaro. De esta anécdota se concluye que nada mejor para interesar a un hombre
que hacerle suponer algo más allá de lo que ven sus ojos. Esta es la base primordial sobre la que se construye una de las
disciplinas más maravillosas del cine: los efectos especiales. Pero antes, un poco de historia.

En el siglo XV, Filippo Brunelleschi, pintor y arquitecto renacentista, descubrió la perspectiva en la pintura, aplicando las
leyes de la geometría proyectiva al problema de representar la realidad de tres dimensiones en un plano bidimensional.
León Bautista Alberti, otro genio florentino, adaptó y puso por escrito los descubrimientos de Brunelleschi en un libro
publicado en Italia en 1436. El descubrimiento de Brunelleschi vino a conocerse, por eso, como perspectiva albertiana.

Brunelleschi y Alberti simplificaron la visión a un solo ojo e


imaginaron que los rayos de luz entran a él en un haz cónico o
piramidal. Cada línea atraviesa en un solo punto el plano de la
pintura, interpuesto entre los objetos tridimensionales y el ojo, lo
que permite así un proceso de proyección ordenado y coherente,
con un punto de fuga único, correspondiente al ojo, que se ubica en
el horizonte de la representación pictórica. Todas las ortogonales
del objeto o la escena que se representa convergen en ese punto.
De esta manera las características topolólicas (como el número
de bordes y esquinas) se mantienen, pero la forma se deforma

Experimento que demostraba la perspectiva albertiana.


según la distancia y el ángulo del plano interpuesto respecto al
observador (la pintura).
Así, en 1420, Brunelleschi sorprendió a la ciudad de Florencia con una innovadora técnica de pintura que aplicaba
la perspectiva realista para dotar de profundidad al lienzo, algo que no se había hecho con anterioridad. Para su
demostración, Brunelleschi pintó dos cuadros con el mismo tema, el Baptisterio (edificio famoso de la ciudad); en uno
aplicó las tradicionales técnicas de pintura plana, mientras que en el otro aplicó la innovadora perspectiva albertiana.
Luego le hizo un agujerito cónico al cuadro, exactamente en el punto de fuga. Cuando una persona se ubicaba en la
puerta de la catedral y miraba al Baptisterio por el orificio por detrás de la pintura, con un espejo en la otra mano podía

Fotograma de la película El Templo maldito de la trilogía de Indiana Jones y su correspondiente matte painting (izquierda).

verificar que la imagen pintada correspondía exactamente al edificio real; para completar el efecto, coloreó con pintura
metálica el cielo, de manera que el asombrado público pudo observar como las nubes reales se reflejaban y se movían
empujadas por el viento sobre los edificios de aspecto realista. La técnica inventada por Brunelleschi supuso toda una
revolución sobre el concepto de arte pictórico que se había tenido hasta entonces, cuyos ecos resonaron, muchos años
más tarde, a oídos del arte cinematográfico. Se habían asentado las bases para la construcción de matte paintings, las
pinturas sobre mate, unos de los trucos más habituales y más antiguos en la creación de efectos especiales en el cine.

Uno de los asistentes a la histórica proyección del 28 de diciembre


de 1895 fue Georges Mélies, prestidigitador experimentado y
director del teatro de ilusionismo Robert Houdin. Méliés quedó
fascinado con el invento y trató de comprar el cinematórafo de
los Lumiére; pero fue un intento fallido, pues el padre de éstos
no accedió a venderlo argumentando que “el aparato podría ser
explotado durante algún tiempo como curiosidad científica, pero
que no tenía ningún porvenir comercial”. Desde entonces Méliés
insistió una y otra vez con el tema de cine, hasta crear su propio
estudio y empezar a rodar películas en las que reproducía los
Uno de los trucajes hechos por Méliés basados en las
decorados y trucos que conocía de su época del teatro. técnicas de Brunelleschi.
El tiempo demostró lo equivocado de las palabras de los Lumiére.
Hacia 1896 la gente comenzaba a aburrirse de las mismas proyecciones y fue entonces cuando con su ingenio, trucos
de magia, prestidigitación y escenografías teatrales, Georges Méliés convirtió al cine en espectáculo. Aunque no fue el
primero en hacer películas de ficción, históricamente se le reconoce como el padre del espectáculo cinematográfico y
de la ficción fílmica. Méliés explotó las cualidades narrativas de este medio, demostrando así que podía recrear y hasta
inventar la realidad.

El descubrimiento de los efectos especiales le llegó a Méliés fortuitamente, mientras proyectaba una cinta tomada días
antes: vio con asombro cómo un autobús se transformaba bruscamente en una carroza fúnebre. Después de reflexionar
un poco, descubrió que la película se había detenido al momento de tomar las imágenes. Un incidente insignificante lo
convirtió, tiempo después, en un maestro en el manejo de la cámara y del truco en la pantalla, desarrollando infinidad
de recursos que son la base de los efectos especiales y que se han seguido empleando durante décadas.

Entre estos recursos, Méliés, con la inestimable ayuda de Norman


Dawn, un joven artista que había quedado maravillado con los
trucos de espejos y luces que usaba el director de teatro, ideó una
aplicación práctica de éstos para poder mostrar en pantalla cosas
que realmente no estaban sucediendo delante del objetivo: colocó
un espejo delante de la cámara en un ángulo de 45 grados con
algunas partes raspadas para que se viera sólo el cristal. De esta
manera se podían rodar y superponer dos escenas al mismo tiempo,
una que se desarrollaba frente a la cámara y se veía a través del cristal
descubierto del espejo, y otra que se desarrollaba perpendicular al
eje de la cámara y que se reflejaba en las zonas intactas del espejo.
Representación para la grabación de una escena con un
Posteriormente, Dawn y Méliés mejoraron el truco añadiendo matte painting sobre una superfície de cristal.
pinturas sobre ciertas partes del espejo, creando así decorados
virtuales realmente asombrosos. Habían nacido oficialmente los
primeros matte paintings.

En plena fiebre creativa, Norman Dawn tuvo que dejar Francia para irse a trabajar a Los Angeles como fotógrafo.El 11
de febrero de 1905 le encargaron que realizase unas fotografías a un edifico cuya fachada se veía afeada por un molesto
poste de electricidad. Mientras Dawn retocaba minuciosamente las fotografías para solucionar el problema, fue un
colega suyo llamado Max Handshiegl, quien le proporcionó una sencilla solución: bastaba con poner un cristal entre la
cámara y el edificio con un árbol pintado en el lugar donde debía ir el poste, se tomaba la foto y asunto arreglado. Ese
banal comentario supuso para Dawn toda una revelación, ya que dio con el método para poder hacer matte paintings
mucho más baratos e igual de efectivos sin tener que usar las complejas técnicas de Méliés con los espejos. Este
descubrimiento cautivó a Hollywood que vio como sus decorados podían aumentar de tamaño de manera espectacular
y cautivar a los espectadores de la época. Fue así como Dawn se convirtió en el creador de efectos especiales mejor
pagado de su tiempo.

Pero Norman Dawn no se conformaba con eso, e intentó poner en práctica una serie de ideas para mejorar sus matte
paintings, aunque sin éxito. Sin embargo, la fortuna le sonrió en el año 1914 cuando adquirió por 1800$ la primera
cámara enteramente hecha en metal, un modelo Bell & Howell 2709. Esta cámara, a diferencia de las anteriores
fabricadas en madera, poseía otro tipo de mecanismo que la hacía ideal para los propósitos de Dawn.

En una variación del método del panel de cristal, la cámara se coloca en la posición deseada apuntando al escenario
con un cristal en medio, pero en este caso se enmascaran de color negro ciertas áreas que después serían pintadas
para incrustar el decorado virtual, y se filma la escena con los actores a través de las zonas transparentes del cristal. De
esta manera, el rodaje se facilitaba mucho, ya que era más rápido pintar un cristal de color negro que dibujar complejos
paisajes que debían ser ajustados con la acción real que sucedía detrás de ellos.

De vuelta al estudio, Dawn situó una Bell & Howell 2709 frente
a una pizarra iluminada con fluorescentes azules. La cámara,
dotada con un sistema óptico especial, le permitía ver la pizarra
sobre la que él crearía su pintura mientras simultáneamente veía
una tira de negativo con el material filmado previamente con los
actores. Dawn podía pintar su matte painting y ejecutar lo que
llamaba tests de exposición, que usaba para asegurarse de que la
línea del dibujo encajaba con el borde de la película y no hubiera
diferencias sustanciales de color entre lo real y lo sintético. Una
vez los tests habían resultado satisfactorios, se volvía a rodar ese
trozo de película con el matte painting delante de la cámara y las
zonas que antes correspondían a las transparentes del cristal

Variación del método de Dawn que permitía añadir efectos


ahora se pintaban de negro para que no quedasen expuestas en el
atmosféricos en el laboratorio. fotograma. De esta manera, el matte painting se imprimía sobre el
negativo en las zonas del fotograma que correspondían a las zonas
negras del cristal.

Las técnicas de Matte Painting se han ido combinando con miniaturas, maquetas y proyecciones hasta la aparición de
las técnicas digitales, donde los trucajes han alcanzado un alto grado de perfección y detallismo.

Fuente: Tar-Calion (cinépatas.com)

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