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Hipoacusias Leves y Moderadas de Primer Grado Conceptos Médicos y Cuidados Escolares PDF
Hipoacusias Leves y Moderadas de Primer Grado Conceptos Médicos y Cuidados Escolares PDF
1. APRENDIENDO CONCEPTOS
4. ¿QUÉ GRADO DE DISCAPACIDAD AUDITIVA ES NECESARIO PARA TENER UN DICTAMEN DE ALUMNO CON
N.E.E.?
5.1 Atención al funcionamiento de las ayudas técnicas y respuesta del alumno al sonido
5.2 Algunas estrategias y actuaciones relacionadas con la organización del espacio y el
ambiente sonoro del aula
5.3 Algunas estrategias y actuaciones que aseguren la recepción adecuada de la información
general del grupo
El objetivo del presente documento es ayudar a los profesores y profesionales del mundo educativo a entender e
intervenir en aquellos casos de alumnos que presentan pérdidas auditivas leves y moderadas. Sobre alumnos con
sorderas profundas existe numerosa información, pero los problemas menos graves están presentes en las aulas y
pueden pasar desapercibidos y no ser tomados en cuenta, generando a medio plazo dificultades de aprendizaje.
Con frecuencia recibimos en nuestro servicio peticiones de intervención o aclaración sobre pérdidas auditivas, leves,
moderadas, monoaurales… Queremos ofrecer algunas ideas y conceptos médicos y educativos que puedan ayudar a los
profesores a tomar medidas adecuadas y a comprender las distintas situaciones audiológicas de estos alumnos.
1. APRENDIENDO CONCEPTOS
(www.cedaf.com.gt/images/estructuraOido.jpg)
- Oído externo que lo forman el pabellón auditivo y el conducto auditivo externo (CAE).
- Oído medio es una cavidad empotrada en el interior del hueso temporal, y que se separa del oído externo
por el tímpano. El tímpano es una membrana que a modo de cortina separa totalmente el conducto
auditivo externo del oído medio. Desde el tímpano y atravesando completamente esta cavidad,
encontramos una cadena de huesecitos (el martillo, el yunque y el estribo) que transmiten los
movimientos originados en las ondas sonoras al impactar con el tímpano, y las refuerzan para que lleguen
en condiciones óptimas al oído interno. Además tiene un “conducto de ventilación” llamada Trompa de
Eustaquio que une la cavidad del oído medio con la parte posterior de la nariz o nasofaringe, y por tanto,
cuando este conducto se obstruye, la cavidad o caja timpánica queda cerrada.
- Oído interno: también excavado dentro del hueso temporal, tiene una parte auditiva que es la cóclea o
caracol y una parte del equilibrio que es el vestíbulo. Dentro de la cóclea están las células ciliadas,
especializadas en la percepción auditiva. La cóclea se comunica con el oído medio a través de dos
perforaciones en la pared de hueso: en una de ellas que se llama “ventana oval” se acopla una parte del
- Desde aquí, esta energía es enviada a lo largo del nervio auditivo que sale de la cóclea y por el conducto
auditivo interno llega al interior de la cavidad craneal. Desde aquí, el nervio penetra en el Tronco cerebral
e inicia la ascensión por todo el sistema nervioso central hacia el área auditiva, que está en la corteza
cerebral del lóbulo temporal. Es allí donde esta información es descodificada, comprendida, almacenada y
donde se relaciona con otras áreas cerebrales.
La audiometría es una grafica en la que se plasma la audición de una persona. Se hace con un aparato llamado
audiómetro. En la gráfica se combinan (en sus ejes de coordenadas) dos parámetros:
- Intensidad del sonido al que oye, cuya medida hacemos en decibelios (dB) Normalmente se va
aumentando de 10 en 10 a partir de 0 dB: 0, 10, 20….
- Frecuencias a las que oye: Su medida se hace en herzios. Las que más nos interesan son las frecuencias
donde están todos los fonemas del habla, es decir, las frecuencias conversacionales, que son 500- 1000-
2000 y 4000 Hz.
A continuación vemos una grafica audiométrica con la representación de las frecuencias y de las intensidades de
distintos ruidos y en donde además se señala la “banana del habla”, (que es la zona oscurecida con una auténtica forma
de banana) que se ocupa por las frecuencias y las intensidades de los distintos fonemas del habla normal. ((Imagen
obtenida de fono-audio.blogspot.com)
En la audiometría se señala, en cada frecuencia, la intensidad mínima a la que es capaz la persona evaluada de
diferenciar el sonido del silencio, y que es lo que llamamos umbral auditivo.
Después, podemos sumar los resultados obtenidos en los umbrales auditivos de las frecuencias 500Hz, 1000, 2000, y
4000, y dividir el resultado entre 4. Así tendremos un número “global” con el que sabremos el grado de pérdida
auditiva.
- Deficiencia auditiva ligera ó leve: entre 21 y 40 dB. La audición normal se percibe, pero hay dificultad
cuando la voz es baja o lejana. Es lo que coloquialmente conocemos como una persona “dura de oído”.
Entre 91 y 119 dB. No va a tener percepción del habla e incluso con los audífonos sólo le ayudarán en
algunos casos. Buscaremos hacerles llegar la información por otras vías.
Ninguna percepción de la palabra. Sólo los ruidos muy potentes son percibidos.
- Deficiencia auditiva total o cofosis: La pérdida tonal media es de 120 dB. No se percibe nada.
El término “resto auditivo” se utiliza para aquella capacidad auditiva que le queda al oído y que con ayudas técnicas
podemos aprovechar auditivamente. No hay que llamarse a engaño con este término. Casi todos los alumnos, salvo los
que presentan una cofosis, tienen restos auditivos.
Su calidad, su utilidad para el aprendizaje de la lengua oral es muy variada y no siempre completamente funcional para
este objetivo. En cada ocasión tendremos que observar los aspectos audiométricos con mayor atención.
Por otra parte, en ocasiones nos llega información sobre la audición del alumno en %. Esta información no nos aporta
suficientes datos para conocer el funcionamiento auditivo real del alumno. En estos casos os aconsejamos que solicitéis
una gráfica de audiometría a la familia para poder tomar las medidas educativas adecuadas.
La suma de ambas
Ocasiona una NEUROPATÍA O DISINCRONÍA
HIPOACUSIA MIXTA
Se producen por un funcionamiento inadecuado del oído externo/y o medio. Ello hace que la onda sonora llegue con
dificultad al oído interno o cóclea (que es donde están las células ciliadas de la audición y donde realmente se empieza
a oir). Por eso nunca vamos a encontrar una hipoacusia profunda que solo sea de transmisión. La máxima pérdida
exclusiva de transmisión que podemos encontrar, será de aprox. 60 dB.
- Los tipos que nos podemos encontrar en la clínica según su presentación o su evolución, son:
o Hipoacusia estable: cuando en el tiempo no sufre modificación la audiometría. O cuando hay una
malformación congénita del oído externo o medio.
o Intermitentes: por ejemplo en el caso más común, que es la otitis seromucosa, en el que la Trompa de
Eustaquio no ventila adecuadamente la cavidad timpánica y el moco se acumula en el oído medio.
Produce una pérdida auditiva leve o moderada, que se corregirá al desaparecer el moco y puede
volver con cada catarro.
o Progresivas, por ejemplo en patologías que van alterando la funcionalidad de esta zona y van
aumentando con el tiempo.
Su objetivo es normalizar la audición. En algunas patologías graves puede no ser éste la prioridad del
tratamiento ya que lo primordial será la salud general del paciente.
En muchas ocasiones estas hipoacusias trasmisivas tienen un tratamiento médico y/ó quirúrgico. Por este
motivo, deben revisarse periódicamente con su ORL o su pediatra. Hay que extremar la atención en casos de
mucosidad persistente en la nariz y que generalmente acabara produciendo una otitis seromucosa. Se
aconseja consultar nuestro documento (“Nuestro mundo sonoro: aprendiendo a oír y escuchar”).
Hay veces en que la hipoacusia es superior a 40 dB y no tiene tratamiento médico ni quirúrgico (es decir, es
una hipoacusia estable), o el tratamiento se demora demasiado tiempo. Entonces precisará de la colocación
de audífonos para mejorar su audición.
Actualmente casi todos tienen una tecnología digital y el audioprotesista los adapta para que el aparato
se ajuste a la pérdida auditiva.
Los hay de varios tipos:
Intracanales y los intra-auriculares: que se colocan en el interior del CAE, y no son adecuados
para niños hasta que no se estabilice el proceso de crecimiento.
(www.mexicotop.com/uploads/image_1297.jpg)
Por supuesto, hay muchos tipos de audífonos (aunque en el exterior su aspecto sea parecido): así pueden ser
más o menos potentes, tener más o menos canales para adaptarse a la grafica audiométrica del paciente,
tener distintos dispositivos de mejora en ambientes ruidosos, etc. y el audioprotesista lo elegirá para que se
adapte lo mejor posible al paciente y le aporte las prestaciones que le sean idóneas.
Por eso, aun destacando la importancia del uso continuo de los audífonos en todos los niños hipoacúsicos que
los precisen, hay que saber que muchos de estos alumnos seguirán teniendo dificultades en el ámbito escolar y
necesitaran de complementos y estrategias didácticas (que se desarrollaran en la segunda parte de este
documento).
En caso de tener una atresia de Conducto Auditivo Externo (CAE) (no hay conducto auditivo externo y
entonces no se puede poner audífono) ó en casos graves de infección crónica de oído medio, sería necesario
tomar otras medidas:
o Vibrador óseo: es un amplificador que estimula directamente la cóclea mediante un vibrador que se
coloca sobre el hueso, justo detrás del pabellón auditivo. Para ello va a necesitar el complemento de
una diadema o unas gafas.
o Implante osteointegrado o Baha: consta de una especie de tornillo que se enrosca mediante una
intervención quirúrgica en el hueso temporal, detrás del pabellón y de un dispositivo externo que se
adapta a él y envía la señal auditiva directamente a la cóclea. Se prescribe en casos de niños que
presentan malformaciones congénitas del oído externo o en otitis crónicas que hacen inviable la
adaptación de un audífono convencional. También puede estar indicado en pérdidas neurosensoriales
severas o profundas unilaterales adquiridas (no congénitas).
(audinfopr.wordpress.com)
o Por último resaltar que los avances tecnológicos son imparables. Recientemente se ha autorizado la
colocación en niños de “dispositivos semiimplantaboles” o “totalmente implantables” que
sustituirían a los audífonos y que pueden estar indicadas tanto en hipoacusias transmisivas como
neurosensoriales. Aunque actualmente solo tienen unas indicaciones muy concretas, son un paso
muy importante para el futuro.
De nuevo recordaremos:
Hay que tener especial cuidado en los niños que presentan frecuentes catarros con
mucha mucosidad nasal, que puede dar origen a otitis seromucosa, lo que le
impedirá oír correctamente.
• En niños pequeños lo primero que habrá que comprobar es que lleven pila y que
ésta funcione.
• Será preciso solicitar la colaboración de la familia durante los primeros días de curso
para que el profesor pueda familiarizarse con el audífono y aprender a ponerlo y
quitarlo y saber cuándo está funcionando. Un audífono al que no le funcione la pila,
produce un “tapón” en el oído y todavía será un obstáculo mayor para la audición
del alumno.
3.2.1. TIPOS
Se deben a una alteración en el oído interno (cóclea) o en la vía nerviosa auditiva que lleva la información de
la cóclea al cerebro. Según el grado, como hemos visto anteriormente, pueden ser desde leves a profundas. El
término con el que se denomina a la pérdida total de la audición es cofosis.
o Progresivas que se presentan sobre todo en algunos tipos de hipoacusias hereditarias. Pueden
provocar un aumento paulatino de la dificultad auditiva. Esto originaría lagunas en el aprendizaje
poco a poco; sin ser demasiado conscientes ni él ni su entorno de que son consecuencia de una
hipoacusia progresiva. Necesitará, una vez diagnosticado, de revisiones periódicas y de la adaptación
de un audífono versátil, con el que poder ir ajustando la amplificación a la pérdida auditiva que vaya
teniendo en cada momento.
Un caso especial: Neuropatía Auditiva o Disincronia: es la alteración en el envío de las ondas bioeléctricas
auditivas a lo largo de la vía nerviosa, lo que va a ocasionar que tenga una audiometría tonal menos alterada
de lo que correspondería con los resultados de una audiometría realizada con palabras (es decir, la
audiometría tonal va a estar mejor, respecto a los malos resultados en la inteligibilidad del habla). El alumno
no comprende los mensajes en lengua oral, a pesar de que no presenta una grave pérdida en el campo de los
ruidos o de los tonos puros. Son casos poco frecuentes y requerirían un documento diferente a este.
Normalmente las hipoacusias perceptivas no tienen tratamiento médico ni quirúrgico, es decir, son
generalmente irreversibles (tampoco en la neuropatía hay tratamiento).
Para ver su evolución, es imprescindible realizar visitas periódicas al ORL, y poder ir ajustando la respuesta
médica y protésica a sus necesidades. Durante los primeros años, con las revisiones periódicas se va
consolidando el diagnostico inicial, y posteriormente se va valorando la evolución audiológica, que como ya
dijimos, en algunos casos es progresiva.
o Si estamos ante una hipoacusia leve (hasta 40 dB), no requiere el uso de audífonos. La amplificación
por debajo de esta intensidad, amplificaría también los ruidos suaves del ambiente, ocasionándole al
usuario un ruido de fondo que podría interferir en la comprensión del lenguaje.
o IMPLANTES COCLEARES: Vamos a hablar brevemente de ellos ya que, aunque éstos sólo se realizan
en hipoacusicos severos y profundos, si es cierto que cuando se implantan precozmente, en la
mayoría de los casos, presentarán las características auditivas de un hipoacúsico leve ó moderado,
es decir: oyen bastante bien en un ambiente silencioso, pero tienen mayores problemas auditivos
Primero una intervención quirúrgica en la que se implanta el receptor del sonido y una guía
de electrodos que se introduce en el interior de la cóclea.
Actualmente muchos alumnos los llevan bilateralmente, pudiendo percibir los ruidos
estereofónicamente.
(www7.nationalacademies.org)
Se continúan realizando distintas investigaciones en todos los ámbitos y el futuro podrá deparar avances
técnicos que hoy no podemos imaginar.
3.2.4. ATENCIÓN ESPECIAL QUE HAY QUE TENER DURANTE LA EVOLUCIÓN DE LA HIPOACUSIA
NEUROSENSORIAL
Un dato a tener en cuenta, es el cuidado que debemos extremar con las automedicaciones. Hay muchos
fármacos que son ototóxicos (como por ejemplo, la aspirina) y que pueden lesionar las células ciliadas del oído
interno. Por tanto sólo se deberán tomar medicamentos con control médico. ´
Así mismo, es importante difundir entre el alumnado como higiene audiológica, el daño que puede causar en
el oído el uso de cascos (conectados al ordenador o a otros aparatos) en intensidades altas. El ruido excesivo
puede dañar las células auditivas del oído interno, y ocasionar una hipoacusia neurosensorial irreversible por
trauma acústico.
Tienen componentes de los dos tipos descritos anteriormente: es decir, una parte de la transmisión
no se realiza correctamente y la percepción auditiva también está dañada.
Hay que tener en cuenta que las dificultades auditivas se suman: por eso será imprescindible el tratamiento
que requiera la hipoacusia de transmisión para aminorar sus efectos.
En general, será para la hipoacusia neurosensorial que reste, una vez solucionado el problema transmisivo.
Solo requerirá audífonos si es superior a 40 decibelios.
Es muy importante tener en cuenta esta asociación, ya que niños que tengan una pérdida neurosensorial leve,
pueden verse muy afectados por el simple hecho de asociarse a un problema de oído externo/medio. Así, un
simple tapón de cera, puede dificultar la audición de un alumno con una hipoacusia neurosensorial leve, y
cuya simple extracción mejorará la capacidad auditiva del alumno. Y también aquí, podemos volver a
considerar el alumno que lleva su audífono sin funcionar adecuadamente y sumándose el efecto de tapón de
su propio audífono a la pérdida auditiva.
Será más preocupante aún un catarro nasal que les ocasione una otitis seromucosa. Las repercusiones
auditivas tendrán mucha más relevancia que en alumnos oyentes que padezcan este mismo problema. Por
eso, urgirá poner el tratamiento médico/quirúrgico adecuado.
De todo lo mencionado, se deduce que es importante la vigilancia del estado auditivo de los niños aunque
tengan una pérdida leve y no precisen audífono habitualmente. Puede ser que les ocasione lagunas de
aprendizaje que en principio pasen desapercibidas.
3.3.4. CASO ESPECIAL: HIPOACUSIA PROFUNDA DE UN LADO Y AUDICIÓN NORMAL EN EL OTRO LADO
Se trata de hipoacusias unilaterales. Hay casos en que la audición es normal en un lado, pero el alumno
presenta una hipoacusia profunda en el otro. Muy a menudo nos llegan demandas de los colegios y de los
Equipos solicitándonos ayuda para este tipo de alumnos.
Si la audición, por un lado, es normal y por el otro, presenta una hipoacusia, podremos saber la dificultad que
tendrá, aplicando la siguiente fórmula:
. El nivel medio de la pérdida se multiplica por 7 para el oído mejor y por 3 para el peor.
La suma se divide por 10 (ejemplo, pérdida a 100dB en un oído y normal a 10 dB en el otro: 37 dB de pérdida
global).
En esos casos, se debe de poner audífono en el lado hipoacúsico siempre que la diferencia audiométrica entre
ambos oídos no sobrepase los 30 dB en las frecuencias conversacionales, y observar la evolución.
Hay audioprotesistas que son partidarios de la colocación de un audífono en el lado hipoacúsico aunque
sobrepasen estos 30 dB. Parece que esto sólo sería oportuno si el niño es tan pequeño que su sistema
También puede estar indicado un baha en caso de hipoacusia neurosensorial severa ó profunda unilateral
adquirida, que recogería información del lado afectado y la enviaría a la cóclea sana, proporcionando
binauralidad y mejor audición en ambientes ruidosos.
De cualquier modo, una pérdida auditiva profunda unilateral no significa ser sordo profundo, ya que su oído
normal va a proporcionarle acceso al lenguaje. Sin embargo va a tener dificultad en la localización del sonido.
Por supuesto habrá que tener en cuenta sus circunstancias durante toda su escolarización, con las
perspectivas escolares que comentaremos a continuación.
CUADRO RESUMEN
TIPO
DE HIPOACUSIAS TRANSMISION PERCEPCION MIXTAS
TRATAMIENTO MEDICO SI NO SI
ATENCION ESCOLAR DE “VIGILANCIA”: OBSERVAR AL NIÑO Y LAS POSIBLES DIFICULTADES QUE PUDIERA
TENER PARA REMITIRLO A SU MEDICO.
Es esta una pregunta que con mucha frecuencia se hace a los componentes del EOEP ESPECÍFICO DE DISCAPACIDAD
AUDITIVA.
Para contestar a la misma hemos de recordar, en primer lugar, que cualquier afirmación taxativa tiene múltiples
excepciones y por tanto hay que revisar y sopesar una serie de aspectos antes de decir que el alumno concreto tiene
necesidades educativas o no las tiene.
Dentro de este binomio, el elemento alumno tiene a su vez varias caras que hemos de considerar:
• ¿Cuáles son las características de su pérdida auditiva? ¿Ligera, moderada, severa, profunda? (ver supra documento
relativo a las características audiológicas).
• Esta pérdida ¿es estable, ha sufrido modificaciones a lo largo de la vida del niño? En ocasiones hay alumnos que
actualmente tienen una sordera leve, pero por causa de otitis de repetición ha tenido momentos en su desarrollo
en que esta sordera ha sido moderada o severa, por lo que su lenguaje se ha visto retardado significativamente.
• ¿Tiene el alumno una corrección de su audición mediante ayudas técnicas? ¿Cuál? ¿Desde cuándo?
• ¿Cómo le llega la información lingüística, con qué nitidez? ¿Cuáles son sus dificultades?
• ¿Su entorno familiar puede prestarle una ayuda sustancial para solventar sus dificultades…?
Hasta aquí los aspectos relativos al alumno. Ahora veremos si su entorno escolar puede aumentar o disminuir las
necesidades del niño con hipoacusia:
• ¿Cuenta el centro con medidas ordinarias para ayudar a los alumnos que quedan un poco rezagados sin dictamen
de NEE?
• ¿Cómo es la población en cuanto a su nivel curricular, a su nivel sociocultural, las expectativas del profesorado?
• ¿Existen planes de centro para la educación inclusiva de todo el alumnado: más de un profesor en determinadas
situaciones, trabajo por proyectos, diversos niveles para que cada niño se adapte al que más le puede ayudar…?
En general podemos decir que en un entorno flexible, con medidas ordinarias que atienden a la diversidad del centro,
con una enseñanza que se preocupa de la inclusión… muchos alumnos con sorderas leves o moderadas podrían no
necesitar un dictamen de escolarización. Pero estas situaciones no son las más frecuentes en las escuelas.
- Las sorderas leves tendrán que estudiarse detenidamente. En el caso de que sea y haya sido una pérdida
estable que no ha influido significativamente en la adquisición de la lengua oral NO precisarán un
dictamen de alumno con necesidades educativas especiales.
- Por el contrario, cuando la pérdida auditiva actual sea leve, pero a lo largo de la historia del alumno haya
habido momentos en que ha sufrido sorderas moderadas o severas que le han hecho retrasarse en la
15 ELABORADO POR: EOEP ESPECÍFICO DISCAPACIDAD AUDITIVA (MADRID)
adquisición normalizada de la lengua oral, SI podrá realizarse un dictamen de alumno con necesidades
educativas especiales. El objetivo es ayudar al alumno, mediante la intervención educativa dentro y fuera
del aula, a que alcance los niveles linguisticos que su audición actual si le permite. Se revisará este
dictamen en los momentos prescriptivos y si deja de existir la necesidad se le puede sacar del programa.
- A partir de sorderas moderadas, y por supuesto las severas y profundas, es imprescindible reconocer las
necesidades educativas especiales de los alumnos mediante dictamen. Estas necesidades van a ser más
estables y continuarán a lo largo de la escolaridad del alumno. Las sorderas binaurales moderadas, severas
y profundas precisarán un dictamen de NEE para asegurar al alumno una atención especializada en el
centro (apoyos de AL o PT) y la toma de medidas en el aula. Todo ello dirigido a facilitar el desarrollo
curricular del alumno y la consecución del éxito escolar.
- En el caso de las sorderas de un solo oído, monoaurales, pueden darse dos situaciones diferenciadas:
a) Siempre que el otro oído sea de audición normal (ver supra) NO SE CONSIDERA NECESIDAD EDUCATIVA
ESPECIAL ASOCIADA A DISCAPACIDAD AUDITIVA. Un oído conservado permite la adquisición de la lengua
oral y, con muy pocos cuidados que se verán después, un desarrollo normal del alumno y unas
posibilidades de aprendizaje normalizadas. No hay que descartar que, como en el caso de las sorderas
leves, el alumno podrá tener necesidades asociadas a otros aspectos (discapacidad intelectual, motora,
TGD…) y el dictamen las recogerá, pero no será la discapacidad auditiva la que conste como elemento
definidor de las necesidades personales del alumno.
b) En el caso en que tengamos una sordera monoaural profunda, pero en el otro oído también hay una
pérdida auditiva moderada de primer o segundo grado las cosas cambian. EN ESTE CASO SI SE REALIZARÁ
UN DICTAMEN DE NEE, siempre que consideremos que esta definición nos va a permitir que el alumno se
beneficie de los recursos de apoyo y de este modo prevengamos cualquier fracaso escolar posible. Se
actuará de la misma manera que en el caso de las soderas moderadas o severas comentadas más arriba.
Puede darse el caso de alumnos con otras NEE asociadas a otros aspectos y que, además, tienen dificultades auditivas,
en este caso, el dictamen ha de recoger ambas y ponderar los aspectos de necesidad achacables a cada una de ellas.
No hace falta decir que las necesidades serán específicas de cada alumno. No todos son iguales y es muy importante
EVALUAR A CADA NIÑO DE MODO MUY SISTEMÄTICO Y CUIDADOSO PUES LA PERDIDA AUDITIVA NO ES EL ELEMENTO
BÁSICO QUE LO DEFINE. Alumnos con pérdidas auditivas en una audiometría iguales pueden responder de modo
diferente y precisar una intervención educativa muy distinta. El grado de pérdida sólo es un dato. La variabilidad en la
población de alumnos sordos con pérdidas auditivas similares es enorme. Hemos de observar en conjunto al niño (su
capacidad comunicativa, lingüística, de atención, cognitiva, de relación, la interacción con la familia, el
aprovechamiento de sus sistemas de amplificación….) para determinar, en nuestro centro (que se organiza de una
determinada manera, con una metodología determinada, con una capacidad para modificar sus intervenciones, con
unos compañeros determinados…) las medidas que vamos a tomar para permitir el acceso del alumno hipoacúsico a los
aprendizajes.
A continuación vamos a proponer algunas medidas generales que pueden ayudar a cualquier alumno con discapacidad
auditiva en un aula “tipo”. Estamos seguros que algunos de estos cuidados pueden beneficiar a los alumnos oyentes
también. Pero para realizar una intervención adecuada que optimice el aprendizaje del alumno hipoacúsico tendremos
que, además, proponer intervenciones específicas. A mayores dificultades, más específicas las medidas a tomar con
cada alumno, considerando todos los elementos alumno-entorno que las definen.
Es importante tener en cuenta estrategias de colaboración con la familia para conocer el modelo de audífono/implante
en particular y las peculiaridades auditivas de cada alumno.
No olvidar que hasta 40 dB no llevaran audífono, pero sin embargo, aunque en estos casos no sean subsidiarios de
ayudas técnicas, sí que van a precisar de todos los otros aspectos que estamos teniendo en cuenta.
Necesidad: El alumno ha de utilizar asiduamente su/s ayuda/s técnica/s (Ej. audífono y FM, audífono solo, implante y
FM,…)
Acciones: ¡CUIDADO!:
- Comprobar diariamente si el Realizar esta comprobación con delicadeza sin poner en
alumno lleva su ayuda técnica evidencia al alumno frente a sus compañeros.
Si observamos reiterados olvidos de su ayuda técnica, en
situación individual pedirle explicaciones. Si es muy
pequeño hacerlo con la familia.
Puede suceder que algún alumno manifieste un rechazo
reiterado al uso de la ayuda técnica (ej. alumnos
adolescentes). Indagaremos las causas y tomaremos las
medidas necesarias para convencerlo de su utilidad.
Acciones: ¡CUIDADO!
-
- Cada ayuda técnica requiere una serie de cuidados y Hay que ajustar las expectativas
comprobaciones que en el cuadro siguiente se recogen. respecto a lo que cada ayuda
técnica puede proporcionar a
cada alumno. No esperar
“milagros” que aseguren una
audición perfecta.
(www once.es)
(Once. Es)
Necesidad: Facilitar que la voz del profesor llegue al alumno dentro de las posibilidades auditivas de cada uno.
Acciones: ¡CUIDADO!
Situar a estos alumnos cerca del campo de Contar con la opinión del alumno, sobre todo en algunas
acción del profesor, de su voz y de su rostro. edades, en cuanto al lugar donde se siente más cómodo
En sorderas unilaterales, el oído conservado ha visual y auditivamente.
de estar orientado hacia el centro del aula. Una mesa aislada, al lado de la mesa del profesor, no es
Fomentar un ambiente silencioso dentro del la ubicación más oportuna, ya que lo separa del resto de
aula como entorno agradable y facilitador de la sus compañeros perdiendo la referencia del grupo y lo
comunicación. señala como diferente.
El alumno hipoacúsico ha de acceder Establecer estrategias de turnos más lentos y pautados
igualmente a las intervenciones de sus permitiendo al alumno hipoacúsico percibir las
compañeros ya que también son importantes intervenciones de sus compañeros.
para no “perder el hilo” y aportar coherencia a
la información.
Necesidad: Conseguir la autonomía personal y social del alumno hipoacúsico accediendo en igualdad a toda la
información.
Acciones: ¡CUIDADO!
Observar si las acciones del alumno Como ya hemos recogido más arriba, el que el
corresponden a los avisos y consignas explicadas. alumno reciba “alguna información auditiva” no
Si no es así indagar si ha entendido lo que se significa que comprenda completamente el lenguaje
pide. hablado.
Realizar preguntas concretas al alumno para El facilitarle la autonomía en el desempeño de las
comprobar su comprensión respecto a las tareas mejorará su autoestima –a veces dañada en
consignas dadas. sus dificultades de comprensión de la lengua- Esta
Reforzar las explicaciones con información visual: autoestima positiva generará una actitud
tablón de anuncios, esquemas en la pizarra… responsable y activa en las distintas actividades del
Hemos de recordar los datos concretos sobre las aula.
actividades programadas. Hemos de cuidar especialmente que su conducta no
Utilizar diariamente la agenda escolar para se base en la imitación automática de sus iguales,
anotar actividades, tareas para casa, materiales sino en la comprensión de la dinámica del aula y su
necesarios… De este modo podrá desenvolverse sentido.
autónomamente. Puede perderse en los cambios de actividad que a
veces se realizan sin anticiparlos adecuadamente. Es
necesaria explicitar estos cambios para que el
alumno hipoacúsico los comprenda y se sienta
seguro.
Acciones: ¡CUIDADO!
- Anticipar en el calendario mensual o trimestral, No hacerlo dependiente de nuestros avisos
según la edad, las actividades que modifiquen personales para saber lo que sucederá. Favorecer
las rutinas o actividades habituales: cambios en que sistemáticamente repase de modo
el horario, salidas del centro, actividades fuera autónomo los canales de información visual
del aula, actividades deportivas, fiestas… existentes.
- Presentar al comienzo de la semana el plan de
trabajo previsto: materiales, temas que se
trabajarán…
- Fomentar las preguntas de los alumnos como
actitud general del aula en relación con sus
propias dudas, valorando como positivas estas
iniciativas de los alumnos.