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Universidad Nacional de Formosa

Facultad de Humanidades-Profesorado en Letras


Cátedra: Literatura Argentina II
Profesora Adjunta: Mgter. Marisa Budiño
Profesora JTP: Lic. Laura Aguirre

Trabajo Práctico Nº 5

UNIDAD 2: ROBERTO ARLT, Los siete locos (novela, 1929)

Objetivos
Lograr que el estudiante:
 Lea y conozca la obra de autores centrales del canon literario argentino.
 Observe las características de la propuesta de Arlt a través de la lectura de Los
siete locos, integrando conceptos de la teoría y de la crítica literarias.

Actividades:

Parte I- Lectura, análisis textual


1. Analizar el primer capítulo de la novela considerando los siguientes componentes de
la estructura narrativa: la voz narrativa y la focalización.
1.1. Identificar narrador/es de cada apartado del capítulo I y focalización.
1.2. ¿En qué apartado notás un cambio del narrador y de la focalización? Transcribir
fragmentos que lo demuestren.
1.3. En el apartado “El humillado” hay marcas que dan algunos datos más del narrador.
¿Cuáles son? ¿Qué permiten saber?
1.4. Más adelante, en el capítulo II se define con mayor precisión a quién pertenece la voz
del narrador. Relevar las marcas. ¿Cómo explicarías su inserción textual y paratextual?
¿hay marcas del narratario?
1.5. Elaborar la explicación sobre el posible efecto de lectura de la voz narradora, de la
focalización y las marcas del narratario.
2- Elaborar un resumen del cada capítulo, de 10 líneas como máximo cada uno (en letra
Times New Roman, tamaño 12).

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1.1. El narrador.

La narración inicia con un narrador intradiegético-heterodiegético con focalización


cero o llamado omnisciencia, pero que en la construcción de la historia van apareciendo
unas series de marcas que no son coherentes con esa convención de omnisciencia
planteada porque en el aparece la duda:
Terror en la calle:
“Se dejó arrastrar por los impulsos que retuercen al hombre que se siente por
primera vez a las puertas de la cárcel, impulsos ciegos que conducen a un desdichado a
jugarse la vida en un naipe o en una mujer. Quizá buscando en el naipe y en la hembra
una consolación brutal y triste, quizá buscando en todo lo más vil y hundido cierta
certidumbre de pureza que lo salvará definitivamente.”
En esta parte de la narración este narrador duda sobre los motivos por los cuales se
comporta de esa manera Erdosain, y trata de interpretar la conducta, es decir, aparece un
"resquebrajamiento” en esa convención acerca del narrador omnisciente que tiene que ver
con las incongruencias, que le señalan los críticos, problemas de técnicas que no está
dominando o que la escritura por innovar las pasa de largo.

1.2. En el apartado “Los sueños del inventor” notamos un cambio de narrador,


pasamos de un narrador en tercera persona a un narrador en primera:

“Si alguien le hubiera anticipado a Erdosain, que horas después tramaría el asesinato de
Barsut y que asistiría casi impasiblemente a la fuga de la esposa, no lo hubiera creído”
(pág. 24)
Este fragmento que dice “no lo hubiera creído” es un comentario del narrador.
En el mismo apartado aparece una aclaración o comentario entre paréntesis:
“Se imaginaba que desde la mirilla de la persiana de algunos de esos palacios lo estaba
examinando con gemelos de teatro cierto millonario “melancólico y taciturno”. (Uso
estrictamente los términos de Erdosain). (Cap.I; pág; 23).”
Este narrador heterodiegético, es heterodiegético en tanto en tanto cuenta lo que le pasa
a Erdosain, pero este narrador está armando su propio programa narrativo, porque no
solamente va a contar lo que sucedió, sino que se puede observar un quiebre, es decir, que
está refiriendo lo que dijo el otro, como narrador homodiegético extradiegético, y sin
embargo la actividad previa a accedido el marco de esos conocimientos agregando sus
propias interpretaciones.
1.3. En el apartado “El Humillado” es dónde empieza a mostrarse la imagen de ese
narrador, acá va a decir que usa las palabras de Erdosain, que le ha contado él:
“A las ocho de la noche llegó a su casa.
—El comedor estaba iluminado… Pero expliquémonos —dijo Erdosain—, mi esposa y
yo habíamos sufrido tanta miseria, que el llamado comedor consistía en un cuarto vacío
de muebles. La otra pieza hacía de dormitorio. Usted me dirá cómo siendo pobres

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alquilábamos una casa, pero éste era un antojo de mi esposa, que recordando tiempos
mejores, no se avenía a no «tener armado» su hogar.”
Acá el narrador usa las palabras de Erdosain, lo incluye como narrador con el marcador
expliquémonos. Y cuando dice “usted me dirá” a alguien Erdosain le está contando los
hechos y sus preocupaciones, como le contaba. Quiere decir que este narrador cumple la
función de narratario:
“Y Erdosain se imaginaba que les decía:
—¿Qué hicieron del pobre muchachito? («Por que yo, a pesar de mi edad, era como un
muchacho —decíame más tarde Remo—. ¿Usted comprende, un hombre que se deja
llevar la mujer en sus barbas… es un desgraciado… es como un muchacho, comprende
usted?»).
Nuevamente ese narrador referido por Erdosain. Los fragmentos citados dejan ver,
gracias al uso del estilo directo, que el narrador conoce los hechos porque le fueron
previamente relatados por el propio Erdosain. La utilización del pronombre “usted” hace
explicita la relación entre narrador (narratario) y personaje protagonista; indica la
proximidad entre ambos.
En el apartado “La bofetada”, tenemos un paratexto –nota del comentador- donde se
puede apreciar más claramente la voz del narrador y su posición de depositario de las
confesiones de Erdosain:
“Nota del comentador: Este capítulo de las confesiones de Erdosain me hizo pensar más
tarde si la idea del crimen a cometer no existiría en él en una forma subconsciente, lo
que explicaría su pasividad frente a la agresión de Barsut (Cap. I; pág.; 61).”
Se define el narrador como un comentador, no es un simple narrador omnisciente de los
hechos, sino que comenta y agrega su parecer tratando de explicar, de analizar la conducta
de Erdosain, entonces conocemos que esa omnisciencia ese saber le viene por el propio
Erdosain. Es omnisciente porque recibe ese relato, la fuente de su conocimiento no le
viene porque le han contado los hechos, pero además no sólo cuenta usando las palabras
de Erdosain, sino que hay una transgresión a esa fuente de saber y a ese propósito porque
él está conjeturando porque quizás por tal cosa, quiere decir que tal vez. Entonces quiere
decir que hay mucho de su aporte en esta historia que está contando:
“En el curso de esta historia he olvidado decir que cuando Erdosain se entusiasmaba,
giraba en torno de la «idea» eje con palabras numerosas. Necesitaba agotar todas las
posibilidades de expresión, poseído por ese frenesí lento que a través de las frases le daba
a él la conciencia de ser un hombre extraordinario y no un desdichado. Que decía la
verdad, no me cabía duda. Lo que muchas veces me confundió fue la pregunta que a
mí mismo me hice: ¿de dónde sacaba ese hombre energías para soportar su espectáculo
tanto tiempo? No hacía otra cosa que examinarse, que analizar lo que en él ocurría, como
si la suma de detalles pudiera darle la certidumbre de que vivía. Insisto. Un muerto que
tuviera el poder de conversar no hablaría más que él, para cerciorarse de que en apariencia
no estaba muerto.”
El comentador evalúa “Que decía la verdad, no me cabía duda”,

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No conoce toda la verdad “Lo que muchas veces me confundió fue la pregunta que a mí
mismo me hice: ¿de dónde sacaba ese hombre energías para soportar su espectáculo tanto
tiempo?”

1.4. Capitulo II:


Marcas textuales:
En las siguientes citas podemos apreciar a quien pertenece la voz del narrador, estos
fragmentos nos permiten saber que el narrador conoció de cerca de Erdosain y lo escondió
en su casa, momento en el cual el protagonista le cuenta su historia, lo cual hace posible
su posterior trascripción, pero además también se presenta como cronista de la historia:
“El cronista de esta historia no se atreve a definirlo a Erdosain, tan numerosas fueron
las desdichas de su vida, que los desastres que más tarde provocó en compañía del
Astrólogo pueden explicarse por los procesos psíquicos sufridos durante su matrimonio.
Aún hoy, cuando releo las confesiones de Erdosain, paréceme inverosímil haber asistido
a tan siniestros desenvolvimientos de impudor y de angustia;
Me acuerdo. Durante aquellos tres días en que estuvo refugiado en mi casa, lo confesó
todo.
Nos reuníamos en una pieza enorme y vacía de muebles, donde poca luz llegaba (Cap.II;
pág; 85).”
La utilización de la palabra “cronista” deja explicita además la función del narrador.
“Deciame la segunda tarde de encontrarse en mi casa… (Cap: II; pág; 85)”
“-Aquí es – dijo Erdosain.
Barsut dio un salto atrás y mirándolo con una agudeza increíble, exclamó:
-¿Y cómo sabes que es aquí, si no hay número?
Comentando más tarde esta incidencia Erdosain decía:
“Puede afirmarse que hay un instinto del crimen, un instinto que le permite a uno mentir
instantáneamente sin temor a incurrir en contradicciones, un instinto que es como el
impulso de conservación y que en el momento más agudo de la lucha le permite encontrar
recursos de salvación casi inverosímiles” (Cap.II; 98-99).”
Las citas también dejan ver que en esta relación el cronista es un narratario interno de
Erdosain puesto que éste le cuenta su historia.
Marcas paratextuales:
Las marcas paratextuales se insertan también dentro del mundo ficcional de la novela, no
pueden ser consideradas como un agregado editorial; es una decisión del autor que estén
presentes.

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En la medida en que nos permiten explicar la relación entre el protagonista de la historia
y su narratario interno (el cronista), estas notas son imprescindibles para comprender el
mecanismo narrativo de la novela.
El narrador se dirige al narratario externo explícitamente en las marcas paratextuales, en
las cuales aparece como depositario de las confesiones de Erdosain:
“Nota del comentador: refiriéndose a esos tiempos, Erdosain me decía: “yo creía que el
alma me había sido dada para gozar de las bellezas del mundo, la luz de la luna sobre la
anaranjada cresta de una nube y la gota del rosío temblando encima de una rosa…”
(Cap .II; pág; 81).”
“Nota del comentador: posiblemente algún día escriba la historia de los diez días de
Erdosain. Actualmente me es imposible hacerlo, pues no entraría en este libro otro tan
voluminoso como el que ocuparán las dichas impresiones. Téngase en cuenta de que la
presente memoria no ocupa nada más que tres días de actividades reales de los
personajes y a pesar del espacio dispuesto no he podido dar sino ciertos estados
subjetivos de los protagonistas, cuya acción continuará en otro volumen que se llamará
Los Lanzallamas. En la segunda parte que preparo y en la que Erdosain me dio
abundantísimos datos, figuran sucesos extraordinarios como la “Prostituta ciega”,
“Aventuras de Elsa”, “El hombre en compañía de Jesús” y la “ Fabrica de gases
asfixiantes”. (Cap. II; pág; 81).”
En este paratexto podemos apreciar la presencia del autor, puesto que al hablar de “Los
lanzallamas” deja constancia de su autoria haciendo referencia explícita de su identidad
(Roberto Arlt), además, al mismo tiempo utiliza una marca folletinesca al adelantar la
continuidad de su obra y se dirige al narratario externo, es decir, los lectores, a los cuales
quiere persuadir de comprar su próximo libro.
“Nota del comentador: en una conversación que Barsut mantuvo con el Astrólogo dijo
que la noche anterior al secuestro había pensado en la posibilidad de una emboscada para
asesinarlo, y que a último momento sólo le impidió retroceder el amor propio”. (Cap. II;
pág.; 99). “
En conclusión, la novela presenta un narrador comentador intradiegético, que, a su vez se
convierte en narratario interno, es decir, narratario de Erdosain, por cuanto recibe la
narración por boca de Erdosain y es también un personaje de la novela. Este narrador no
participa en la historia que relata, por lo cual es un narrador testigo.
Las marcas del narratario aparecen tanto a nivel textual como paratextual, y del análisis
de ambas resulta el reconocimiento de dos narratarios, uno interno y otro externo como
ya se dijo anteriormente.
1.5. Elaborar la explicación sobre el posible efecto de lectura de la voz narradora, de la
focalización y las marcas del narratario.
Roberto Arlt, a diferencia de otros escritores reconocidos, tuvo dificultades para hacerse
un nombre dentro del ámbito literario. Este autor al experimentar en su escritura produce
extrañezas en sus obras ya que incorpora las novedades que va encontrando con respecto
a las técnicas narrativas. Este puede producir variados efectos en sus lectores. Para los
lectores de época es calificado como un mal escritor, sus escritos habían sido rechazados

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por varias editoriales, Elías Castelnouvo consideró a la novela de Arlt como una obra
“desigual y escabrosa” contenía muchos errores de ortografía y de redacción, cuestionó
la unidad y la coherencia del texto.
Pero, se podría decir que fueron, justamente, esos desaciertos e incongruencias, la
incorporación de una serie de técnicas una de ellas es la utilización de la voz narrativa del
comentador, sus personajes componen una comunidad de excluidos sociales, se
convierten en los humillados, los desclasados, la no-sociedad o la sociedad del mal, los
locos si se atiende al paratexto título. Es por todo esto que la angustia se perfila como
tema central en la obra de Arlt, que quiebra o fractura, contantemente, el código de lectura
convencional, y hace de Arlt un escritor novedoso, reconocido y recuperado a-posteriori.

2. En el primer capítulo de la novela, el protagonista (Erdosain) se encuentra angustiado


por la acusación de estafa que realiza la Compañía Azucarera contra él. Consciente
de su culpabilidad, teme ir a la cárcel y busca conseguir el dinero para evitar su
encarcelamiento, por lo tanto, recurre a diversos personajes como Barsut, Erguetta y
el Astrólogo para pedirles dinero hasta que el Rufián se lo proporciona. Al volver a
su casa recibe la noticia de que su mujer lo abandonará por el capitán. Erdosain se
siente un fracasado, su humillación es cada vez mayor y su tristeza lo hace recurrir a
ideas trágicas como el crimen. Al enterarse que fue el primo de su mujer, Barsut,
quien lo acusó por la boca del mismo recurre al astrólogo para planear el secuestro y
asesinato de Barsut. El capítulo concluye con los dos amigos estableciendo los
detalles del secuestro.

En el segundo capítulo, ya consumado el secuestro de Barsut y saldado la deuda con


la compañía azucarera, se presenta a Erdosain encerrado en un hotel recordando todas
las desdichas y sufrimiento que atravesó cuando Elsa le confiesa que, si no hubiera
estado casado, hubiera tenido amante, por lo cual, Erdosain reacciona agresivamente
hacia ella amenaza con ir al prostíbulo a “pescarse” una sífilis. En el siguiente
apartado, el narrador describe los detalles y sensaciones cuando en su casa, el
personaje confesaba los sucesos ocurridos. Luego, continúa la historia y Erdosain
recibe una carta del Astrólogo y más tarde visita a Barsut para convencerlo de buscar
a Elsa en Temperley; al salir de allí, Remo manda un telegrama al Astrólogo con la
confirmación. Esa noche, Erdosain no puede dormir debido a los sucesos que lo
atormentan. Al otro día, pasa a buscar a Barsut quien, al llegar al lugar acordado, es
golpeado por Bromberg y amarrado por Erdosain para revisarle los bolsillos.

En el tercer capítulo, Erdosain va a la quinta del astrólogo dónde tienen encerrado a


Barsut y lo tortura con un látigo para que le firme el cheque, luego, el astrólogo le
explica el uso que le darán al dinero y la idea de revolución que tienen. Barsut se
impresiona y accede a firmar el cheque. Al día siguiente, se reúnen en la casa del
astrólogo el buscador de oro, Haffner, Erdosain, Bromberg y el mayor, para
conformar una sociedad secreta y asigna a cada integrante una función. Erdosain, se
acerca al buscador de oro y descubre que todo lo que este había dicho sobre el oro
que tenía guardado era mentira. Después, se dirige a una pensión dónde se encuentra
con Hipólita quien le cuenta que Ergueta, se volvió loco y está internado el Hospicio
de las Mercedes, hablan del pasado, luego visita a lo Espila. Al día siguiente, se va
al banco a cobrar el cheque, posteriormente, se dirige a la casa del astrólogo, a quien

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le entrega el dinero. El astrólogo y Bromberg fingen el asesinato de Barsut en
presencia de Erdosain.

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Parte II- Lectura, nivel paratextual
Leer y reflexionar sobre el prólogo a la publicación de Los lanzallamas (1931) y
contestar: ¿qué dice Arlt sobre el modo en que sus contemporáneos lo leen?, ¿de qué
modo quiere que su obra sea leída?
Reflexionen y describan su experiencia -personal- de lectura con Los siete locos.

El prólogo a la obra “Los Lanzallamas” denominado “Palabras de Autor” fue


escrita por Roberto Arlt con el objetivo de justificar y defender sus producciones
novelescas del ataque de los críticos literarios quiénes desestimaban la escritura de Arlt
por considerarla brutal y poco artística. Similares prólogos han sido escritos en la
literatura con el objetivo de justificarse ante las críticas como por ejemplo el prólogo a
La vuelta del Martín Fierro denominado “Cuatro palabras de conversación con los
lectores” donde Hernández realiza una defensa del lenguaje y estilo utilizado en su poema
basándose en su público lector, sin embargo, Hernández poseía cierta modestia (falsa o
no) para hablar de su producción. Por el contrario, el autor de Los 7 locos, sin ningún tipo
de modestia, argumenta que la falta de un estilo reconocido por la literatura en sus obras
se debe a la exigencia de publicar en las columnas del periódico. Explica Arlt que esto se
debe a la falta de tiempo, comodidades, vida holgada y sedantes empleos nacionales de
los que gozan ciertos escritores. Para él la escritura es un lujo, depende de las constantes
publicaciones para subsistir y, por lo tanto, no tiene tiempo para distracciones artísticas
ni para dedicar diez o más años a una obra para complacer a la crítica literaria.
De la misma manera, Arlt comenta que otro grupo de críticos se escandalizan por
narraciones brutales que utiliza para denotar ciertas situaciones o temáticas tabú de su
época a los cuales él refuta afirmando que son situaciones naturales de la relación humana
entre dos sexos y, por lo tanto, no debería generar tanto escándalo. Por estos motivos, él
decide no enviar sus obras a la sección crítica literaria de los periodísticos ya que allí solo
lo difaman para satisfacción de algunas personas honorables.
El prólogo concluye con la postura de Arlt de seguir narrando esa realidad que a ciertos
personajes del ámbito literario les resulta impactante y, por lo tanto, invita a los escritores
a crear su propia literatura y no conversar sobre la misma, quizás refiriéndose a la
escritura de Jorge Luis Borges, el cual, generalmente, utiliza relaciones intertextuales en
sus producciones.
En cuanto a nuestra propia experiencia de lectura, nos pareció interesante la
formación de la psicología de los personajes para demostrar sus estados de locura a partir
de ciertas acciones que realizan. Si bien el personaje de Erdosain es más trabajado en
cuanto a la explicitación de sus pensamientos, de la misma manera se puede construir el
estado psíquico de los demás personajes a partir de las experiencias que Remo tuvo con
ellos, como el casamiento de Erguetta con la prostituta, el deseo de Barsut, el tratamiento
de la mujer por parte del Rufián y los planes revolucionarios del Astrólogo. Sin embargo,
los extensos fragmentos de los pensamientos de Erdosain nos provocaba perder el hilo de
los sucesos que ocurrían a nivel de la historia y, por lo tanto, requería un esfuerzo de
volver a releer las partes confusas.
Resulta interesante como, a pesar de los años transcurridos, en la actualidad,
algunos fragmentos de la novela provocan cierta incomodidad como también generó en
aquellos años de su publicación. En el apartado “La casa negra” del capítulo II de Los 7
locos se narra la masturbación que se ejercía Erdosain debido al fracaso sexual con su
esposa. En este fragmento, se narra los detalles explícitos del ejercicio que realizaba el

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personaje con su cuerpo y las imágenes que recorrían sus pensamientos durante el acto
donde formaba una figura femenina con partes de cien mujeres de diferentes ámbitos de
las cuales la mayoría eran prostitutas. La lectura de estas narraciones generó muchas
críticas negativas al autor en su momento y en nuestra propia experiencia, en menor
grado, provocó cierta incomodidad.

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(*) Requisitos formales: El TP N° 5 podrá ser realizado en grupos de a pares o
individualmente. El trabajo se expondrá y corregirá oralmente durante la clase del lunes
3 de junio.

Bibliografía:
Arlt, Roberto. Los siete locos.
__________ “Palabras del autor”. En Los lanzallamas. Disponible en:
https://www.dropbox.com/s/3obhgn5oa23rrne/Arlt-Prologo-a-Los-
Lanzallamas.pdf?dl=0
Genette, Gerard (1984). Figuras III. Copias de la traducción española publicada por
Hyspamérica. Ver: 25-Tiempo de la narración; 26-El narrador; 27-El punto de
vista; 28-Las voces de la novela; 29-El narrador omnisciente; 31-El narrador y
el narratario.

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