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Trabajo Práctico Nº 5
Objetivos
Lograr que el estudiante:
Lea y conozca la obra de autores centrales del canon literario argentino.
Observe las características de la propuesta de Arlt a través de la lectura de Los
siete locos, integrando conceptos de la teoría y de la crítica literarias.
Actividades:
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1.1. El narrador.
“Si alguien le hubiera anticipado a Erdosain, que horas después tramaría el asesinato de
Barsut y que asistiría casi impasiblemente a la fuga de la esposa, no lo hubiera creído”
(pág. 24)
Este fragmento que dice “no lo hubiera creído” es un comentario del narrador.
En el mismo apartado aparece una aclaración o comentario entre paréntesis:
“Se imaginaba que desde la mirilla de la persiana de algunos de esos palacios lo estaba
examinando con gemelos de teatro cierto millonario “melancólico y taciturno”. (Uso
estrictamente los términos de Erdosain). (Cap.I; pág; 23).”
Este narrador heterodiegético, es heterodiegético en tanto en tanto cuenta lo que le pasa
a Erdosain, pero este narrador está armando su propio programa narrativo, porque no
solamente va a contar lo que sucedió, sino que se puede observar un quiebre, es decir, que
está refiriendo lo que dijo el otro, como narrador homodiegético extradiegético, y sin
embargo la actividad previa a accedido el marco de esos conocimientos agregando sus
propias interpretaciones.
1.3. En el apartado “El Humillado” es dónde empieza a mostrarse la imagen de ese
narrador, acá va a decir que usa las palabras de Erdosain, que le ha contado él:
“A las ocho de la noche llegó a su casa.
—El comedor estaba iluminado… Pero expliquémonos —dijo Erdosain—, mi esposa y
yo habíamos sufrido tanta miseria, que el llamado comedor consistía en un cuarto vacío
de muebles. La otra pieza hacía de dormitorio. Usted me dirá cómo siendo pobres
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alquilábamos una casa, pero éste era un antojo de mi esposa, que recordando tiempos
mejores, no se avenía a no «tener armado» su hogar.”
Acá el narrador usa las palabras de Erdosain, lo incluye como narrador con el marcador
expliquémonos. Y cuando dice “usted me dirá” a alguien Erdosain le está contando los
hechos y sus preocupaciones, como le contaba. Quiere decir que este narrador cumple la
función de narratario:
“Y Erdosain se imaginaba que les decía:
—¿Qué hicieron del pobre muchachito? («Por que yo, a pesar de mi edad, era como un
muchacho —decíame más tarde Remo—. ¿Usted comprende, un hombre que se deja
llevar la mujer en sus barbas… es un desgraciado… es como un muchacho, comprende
usted?»).
Nuevamente ese narrador referido por Erdosain. Los fragmentos citados dejan ver,
gracias al uso del estilo directo, que el narrador conoce los hechos porque le fueron
previamente relatados por el propio Erdosain. La utilización del pronombre “usted” hace
explicita la relación entre narrador (narratario) y personaje protagonista; indica la
proximidad entre ambos.
En el apartado “La bofetada”, tenemos un paratexto –nota del comentador- donde se
puede apreciar más claramente la voz del narrador y su posición de depositario de las
confesiones de Erdosain:
“Nota del comentador: Este capítulo de las confesiones de Erdosain me hizo pensar más
tarde si la idea del crimen a cometer no existiría en él en una forma subconsciente, lo
que explicaría su pasividad frente a la agresión de Barsut (Cap. I; pág.; 61).”
Se define el narrador como un comentador, no es un simple narrador omnisciente de los
hechos, sino que comenta y agrega su parecer tratando de explicar, de analizar la conducta
de Erdosain, entonces conocemos que esa omnisciencia ese saber le viene por el propio
Erdosain. Es omnisciente porque recibe ese relato, la fuente de su conocimiento no le
viene porque le han contado los hechos, pero además no sólo cuenta usando las palabras
de Erdosain, sino que hay una transgresión a esa fuente de saber y a ese propósito porque
él está conjeturando porque quizás por tal cosa, quiere decir que tal vez. Entonces quiere
decir que hay mucho de su aporte en esta historia que está contando:
“En el curso de esta historia he olvidado decir que cuando Erdosain se entusiasmaba,
giraba en torno de la «idea» eje con palabras numerosas. Necesitaba agotar todas las
posibilidades de expresión, poseído por ese frenesí lento que a través de las frases le daba
a él la conciencia de ser un hombre extraordinario y no un desdichado. Que decía la
verdad, no me cabía duda. Lo que muchas veces me confundió fue la pregunta que a
mí mismo me hice: ¿de dónde sacaba ese hombre energías para soportar su espectáculo
tanto tiempo? No hacía otra cosa que examinarse, que analizar lo que en él ocurría, como
si la suma de detalles pudiera darle la certidumbre de que vivía. Insisto. Un muerto que
tuviera el poder de conversar no hablaría más que él, para cerciorarse de que en apariencia
no estaba muerto.”
El comentador evalúa “Que decía la verdad, no me cabía duda”,
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No conoce toda la verdad “Lo que muchas veces me confundió fue la pregunta que a mí
mismo me hice: ¿de dónde sacaba ese hombre energías para soportar su espectáculo tanto
tiempo?”
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En la medida en que nos permiten explicar la relación entre el protagonista de la historia
y su narratario interno (el cronista), estas notas son imprescindibles para comprender el
mecanismo narrativo de la novela.
El narrador se dirige al narratario externo explícitamente en las marcas paratextuales, en
las cuales aparece como depositario de las confesiones de Erdosain:
“Nota del comentador: refiriéndose a esos tiempos, Erdosain me decía: “yo creía que el
alma me había sido dada para gozar de las bellezas del mundo, la luz de la luna sobre la
anaranjada cresta de una nube y la gota del rosío temblando encima de una rosa…”
(Cap .II; pág; 81).”
“Nota del comentador: posiblemente algún día escriba la historia de los diez días de
Erdosain. Actualmente me es imposible hacerlo, pues no entraría en este libro otro tan
voluminoso como el que ocuparán las dichas impresiones. Téngase en cuenta de que la
presente memoria no ocupa nada más que tres días de actividades reales de los
personajes y a pesar del espacio dispuesto no he podido dar sino ciertos estados
subjetivos de los protagonistas, cuya acción continuará en otro volumen que se llamará
Los Lanzallamas. En la segunda parte que preparo y en la que Erdosain me dio
abundantísimos datos, figuran sucesos extraordinarios como la “Prostituta ciega”,
“Aventuras de Elsa”, “El hombre en compañía de Jesús” y la “ Fabrica de gases
asfixiantes”. (Cap. II; pág; 81).”
En este paratexto podemos apreciar la presencia del autor, puesto que al hablar de “Los
lanzallamas” deja constancia de su autoria haciendo referencia explícita de su identidad
(Roberto Arlt), además, al mismo tiempo utiliza una marca folletinesca al adelantar la
continuidad de su obra y se dirige al narratario externo, es decir, los lectores, a los cuales
quiere persuadir de comprar su próximo libro.
“Nota del comentador: en una conversación que Barsut mantuvo con el Astrólogo dijo
que la noche anterior al secuestro había pensado en la posibilidad de una emboscada para
asesinarlo, y que a último momento sólo le impidió retroceder el amor propio”. (Cap. II;
pág.; 99). “
En conclusión, la novela presenta un narrador comentador intradiegético, que, a su vez se
convierte en narratario interno, es decir, narratario de Erdosain, por cuanto recibe la
narración por boca de Erdosain y es también un personaje de la novela. Este narrador no
participa en la historia que relata, por lo cual es un narrador testigo.
Las marcas del narratario aparecen tanto a nivel textual como paratextual, y del análisis
de ambas resulta el reconocimiento de dos narratarios, uno interno y otro externo como
ya se dijo anteriormente.
1.5. Elaborar la explicación sobre el posible efecto de lectura de la voz narradora, de la
focalización y las marcas del narratario.
Roberto Arlt, a diferencia de otros escritores reconocidos, tuvo dificultades para hacerse
un nombre dentro del ámbito literario. Este autor al experimentar en su escritura produce
extrañezas en sus obras ya que incorpora las novedades que va encontrando con respecto
a las técnicas narrativas. Este puede producir variados efectos en sus lectores. Para los
lectores de época es calificado como un mal escritor, sus escritos habían sido rechazados
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por varias editoriales, Elías Castelnouvo consideró a la novela de Arlt como una obra
“desigual y escabrosa” contenía muchos errores de ortografía y de redacción, cuestionó
la unidad y la coherencia del texto.
Pero, se podría decir que fueron, justamente, esos desaciertos e incongruencias, la
incorporación de una serie de técnicas una de ellas es la utilización de la voz narrativa del
comentador, sus personajes componen una comunidad de excluidos sociales, se
convierten en los humillados, los desclasados, la no-sociedad o la sociedad del mal, los
locos si se atiende al paratexto título. Es por todo esto que la angustia se perfila como
tema central en la obra de Arlt, que quiebra o fractura, contantemente, el código de lectura
convencional, y hace de Arlt un escritor novedoso, reconocido y recuperado a-posteriori.
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le entrega el dinero. El astrólogo y Bromberg fingen el asesinato de Barsut en
presencia de Erdosain.
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Parte II- Lectura, nivel paratextual
Leer y reflexionar sobre el prólogo a la publicación de Los lanzallamas (1931) y
contestar: ¿qué dice Arlt sobre el modo en que sus contemporáneos lo leen?, ¿de qué
modo quiere que su obra sea leída?
Reflexionen y describan su experiencia -personal- de lectura con Los siete locos.
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personaje con su cuerpo y las imágenes que recorrían sus pensamientos durante el acto
donde formaba una figura femenina con partes de cien mujeres de diferentes ámbitos de
las cuales la mayoría eran prostitutas. La lectura de estas narraciones generó muchas
críticas negativas al autor en su momento y en nuestra propia experiencia, en menor
grado, provocó cierta incomodidad.
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(*) Requisitos formales: El TP N° 5 podrá ser realizado en grupos de a pares o
individualmente. El trabajo se expondrá y corregirá oralmente durante la clase del lunes
3 de junio.
Bibliografía:
Arlt, Roberto. Los siete locos.
__________ “Palabras del autor”. En Los lanzallamas. Disponible en:
https://www.dropbox.com/s/3obhgn5oa23rrne/Arlt-Prologo-a-Los-
Lanzallamas.pdf?dl=0
Genette, Gerard (1984). Figuras III. Copias de la traducción española publicada por
Hyspamérica. Ver: 25-Tiempo de la narración; 26-El narrador; 27-El punto de
vista; 28-Las voces de la novela; 29-El narrador omnisciente; 31-El narrador y
el narratario.
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