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La transmisión congénita de la enfermedad de Chagas se produce cuando el parásito

pasa de la madre al niño durante el embarazo. El niño al nacer se encuentra en una

fase aguda, con una parasitemia detectable por métodos parasitológicos en la

mayoría de los casos. Una característica especial de este tipo de transmisión es que

los niños al nacer, aparte de tener una parasitemia detectable, también tendrán

anticuerpos de tipo IgG específicos contra el T.cruzi los cuales provienen de la

madre. Las inmunoglobulinas de tipo IgG maternas que atraviesan la placenta,

también se encontrarán en todo niño nacido de madre positiva para Chagas sea o no

congénito. Por este motivo no puede utilizarse las técnicas para el diagnóstico de

Chagas en los niños hasta los 6 – 9 meses de edad.

Para el diagnóstico de Chagas congénito se debe:

Realizar una prueba serológica a la madre. Si la serología materna es positiva:

Realizar un examen parasitológico al nacimiento, y un control parasitológico antes

de los 6 meses de edad.

Realizar un exámen serológico a partir de los 6 meses de edad. Es muy importante

realizar estos controles a todo recién nacido de madre con serología positiva para

Chagas.

Toda mujer embarazada en trabajo de parto o en consulta de puerperio debe

realizar un tamizaje serológico: se sugiere HAI (hemaglutinación indirecta) u otra


técnica serológica convencional (ELISA, TIF). La muestra se toma en un TUBO

SECO, aproximadamente 3 cc (ml), de preferencia durante el control prenatal

cuando se realizan otras pruebas sanguíneas de rutina.

Para el tamizaje Serológico, una sola técnica es suficiente.

Si la mujer llega a la sala de partos sin su resultado de serología para Chagas, se

tomará una muestra directamente del cordón umbilical, antes del alumbramiento, en

un TUBO HEPARINIZADO.

Posteriormente, se le comunicará el resultado, en forma privada, antes de su alta

del hospital, con las debidas explicaciones relacionadas con la enfermedad.

En caso de cesárea, tal vez sea difícil sacar una muestra de sangre de cordón, por

lo que se debe tomar una muestra de sangre periférica a la madre y, si es positiva,

al recién nacido antes de su salida del hospital.

Si la madre llega al servicio para consulta del puerperio después de un parto

domiciliario se solicitará un tamizaje serológico si no se realizó durante el

embarazo.

SI EL TAMIZAJE SEROLOGICO ES NEGATIVO: la conducta a seguir será

repetir el control serológico en los próximos embarazos, en particular si la madre

vive en zona endémica para Chagas.

SI EL TAMIZAJE SEROLOGICO ES POSITIVO: la conducta a seguir es la

realización del micrométodo en la sangre de cordón o sangre periférica del recién

nacido.

CONDUCTA EN SALA DE PARTOS.- Se tomará muestra en sangre de cordón en

tubo heparinizado si:

 El resultado serológico es (+) en la madre; se solicita un micrométodo en la

orden de Laboratorio, especificar madre, Chagas (+).


 No tenemos el resultado de la madre, se solicita Serología materna y

micrométodo; en caso de ser serología (+), el laboratorio procederá

inmediatamente a realizar el micrométodo con la misma muestra.

NOTA: Si no se pudo sacar sangre de cordón, en una madre positiva para

Chagas, se deberá solicitar inmediatamente una muestra de sangre periférica del

recién nacido, antes de su salida del hospital para realizar el micrométodo.

TOMA DE MUESTRA EN EL CORDON UMBILICAL:

Después del nacimiento y antes de la expulsión de la placenta se debe tomar la

muestra de la siguiente manera:

Limpiar el extremo distal del cordón umbilical con una gasa estéril seca.

Abrir la pinza del extremo distal del cordón umbilical.

Recoger la muestra directamente en un TUBO HEPARINIZADO, SIN LLENAR,

TOTALMENTE y MEZCLAR SUAVEMENTE DIEZ VECES.

Identificar el tubo con el número de la historia clínica de la madre, nombre de la

madre, fecha y hora del parto.

Se debe enviar la muestra al laboratorio para su lectura a la brevedad posible, caso

contrario, se debe guardar en refrigeración SIN CONGELAR, durante un máximo


de 12 horas, ya que después de ese lapso la probabilidad de encontrar parásitos

disminuye considerablemente.

IMPORTANTES. Respetar en todo momento las reglas de bioseguridad:

Utilizar guantes para recoger las muestras, evitar contacto directo de la sangre

con las mucosas (ojo, boca) de la persona que atiende el parto, evitar contacto

directo con la placenta.

TOMA DE MUESTRA EN EL RECIEN NACIDO

Si es positivo (+):

Estamos frente a un caso de CHAGAS CONGENITO.

La conducta a seguir es el tratamiento.

Si es negativo (-):

Repetir un micrometodo al mes, o antes de los seis meses.

 Si el micrometodo es (+): CHAGAS CONGENITO.


 Si el micrometodo es (-): Realizar un control serológico entre los 6 y 12

meses de edad, con una muestra de sangre periférica Interpretar el

resultado como sigue:

La interpretación de los resultados de serología entre 6 y 12 meses de edad

se clasifica como sigue:

RESULTADO DE LA SEROLOGIA.
a) Serología Negativa: Se considera un niño sano.
b) Serología débilmente positiva: cuando se utiliza la técnica de hemaglutinación
indirecta, deberá realizarse un nuevo control serológico tres meses después. Se
interpretará el resultado como sigue:
 Si la serología se negativiza: Se considera un niño sano. (desaparición de
anticuerpos maternos).

 Si la serología es positiva: la conducta es el tratamiento.

c) Serología Positiva: Se trata de un caso de Chagas Congénito y la conducta a

seguir es el tratamiento.

Cada hospital deberá buscar la mejor estrategia para asegurar el retorno de la

madre con su bebe al control de los 6 meses, se puede hacer coincidir con el

calendario del PAI (vacuna pentavalente, 3º dosis) o escoger otra estrategia más

apropiada.

IMPORTANTE: Según normas de la OPS, se recomienda confirmar el resultado con

una segunda técnica serológica.

Para fines epidemiológicos, proponemos la siguiente definición de caso que debe

ser de notificación obligatoria por parte de los servicios de salud.

Niño nacido de madre con serología positiva para Chagas y que presenta un

micrométodo positivo si el niño es menor de 6 meses o una serología positiva si el

niño tiene entre 6 y 12 meses.


En la mujer embarazada con un tamizaje serológico positivo, se recomienda:

1) No realizar ningún tratamiento de Chagas durante el embarazo por sus posibles

efectos teratógenos.

2) Esperar hasta después del embarazo, para confirmar la serología.

 Si se confirma el resultado positivo, se recomienda el tratamiento, y referir

la paciente a un establecimiento de salud que esté prestando atención al

adulto chagásico. El medicamento de elección es el BENZNIDAZOL a la dosis

de 5 mg / Kg / día, durante 60 días. Los posibles efectos secundarios

incluyen una dermatitis alérgica, hasta reacciones adversas más graves como

leucopenia, trombocitopenia, y neuropatía periférica, síndrome de Steven

Jhonson, etc.

La aparición de uno de estos efectos secundarios necesita la consulta de un medico

con experiencia en el manejo de Chagas para definir la conducta a seguir.

 Frente a un resultado positivo, y con el antecedente que la paciente ha sido

tratada anteriormente, se debe considerar que la serología tarda varios años

en negativizarse: para medir la eficacia terapéutica, es importante realizar

controles serológicos periódicos y evaluar la disminución progresiva de

anticuerpos anti-T.cruzi (titulación o dilución).

En caso de un resultado negativo, se recomienda repetir la prueba en cada

embarazo, ya que existe siempre la posibilidad de un resultado positivo posterior,

por contaminación vectorial o transfusional.

Cuando la madre llega al hospital con su niño, y demanda atención por cualquier

motivo, se debe investigar si la madre tiene o no el resultado de su serología para

Chagas.

Si no tiene el resultado, se debe realizar un tamizaje serológico a la madre.


SI ES NEGATIVO: El niño no necesita ser controlado (recomendar a la madre,

repetir los controles para Chagas en cada embarazo).

SI EL TAMIZAJE ES POSITIVO: Se debe tomar una muestra de sangre en el

niño, y solicitar el análisis de Chagas correspondiente a su edad.

RESULTADO EN EL NIÑO:

Si el micrométodo es positivo, en un niño menor de seis meses o la serología es

positiva en un niño mayor de seis meses, se inicia el tratamiento inmediatamente.

El primer paso es establecer una buena comunicación con la madre o el responsable

del niño para desarrollar una relación de credibilidad y confianza, educar sobre la

enfermedad y capacitar sobre el tratamiento.

Es imprescindible darse el tiempo necesario en esta primera consulta.

Se debe abrir una historia clínica (HC), y llenar la ficha clínica-epidemiológica de

Chagas Congénito que se guardará en un archivo por separado.

Es importante considerar que el tratamiento es ante todo, una obligación médica

con el fin de evitar la enfermedad y la muerte, y también de cortar la cadena

epidemiológica, por lo tanto el médico deberá buscar la manera más adecuada de

involucrar a los padres en el tratamiento de su niño, y responsabilizarles frente al

riesgo de reinfección por la vía vectorial.

Se inicia inmediatamente el tratamiento de la siguiente manera:

1. PREPARACIÓN DEL MEDICAMENTO:

Se diluye una tableta de 100 mg de BENZNIDAZOL, en 10 ml de agua destilada,

agua hervida o agua mineral obteniendo una concentración de 10 mg / ml = 1 mg / 0,1

ml. Se deja la preparación en un frasco opaco, limpio con tapa rosca. Se debe agitar

antes de cada uso debido a la segmentación del producto.

2. INICIAR EL TRATAMIENTO CON A 7 MG/KG/DÍA, dividido en dos dosis,

cada 12 horas. Administrar la primera dosis con la madre, con el objetivo de


capacitarla en la preparación y administración correcta. Entregar el medicamento

diluido para una semana, con una jeringa de 5 ml con aguja cortada que servirá de

gotero (u otro tipo de gotero, si tiene). Citar a la madre para la semana siguiente.

3. En la siguiente cita volver a pesar al niño y ajustar la dosis 10 mg/kg/día, también

dividido en dos dosis cada 12 horas. Observar las dificultades de la madre durante

la administración del medicamento y las posibilidades de reacciones adversas. Se

debe controlar posteriormente cada semana hasta concluir los 30 días del

tratamiento.

4. Si el tratamiento se ha interrumpido por un periodo menor a siete días, se

prolongará por ese mismo número de días hasta cumplir con los 30 días de

administración del medicamento. Si la interrupción es superior a siete días, se debe

reiniciar el tratamiento por 30 días.

5. Realizar los controles médicos y de laboratorio.

PRIMERA SEMANA: Si pesa 3 Kg, la dosis será 7 x 3 = 21 mg / día dividido en dos

tomas = 10,5 mg que corresponde a 1 ml de la preparación, dos veces por día. O sea

que con una cantidad de 20 ml de preparación, la madre tiene una reserva de 10


días.

 A partir de la SEGUNDA SEMANA: si pesa 3 kg, la dosis será 10 x 3 = 30

mg/ día dividido en dos tomas =15 mg que corresponde a 1,5 ml de la

preparación, dos veces al día. O sea que con una cantidad de 30 ml de

preparación, la madre tiene una reserva de 10 días.

 Se debe pesar al niño en cada control y recalcular la dosis.

En la experiencia actual, no se encontraron reacciones adversas en los neonatos

tratados.

Las reacciones descritas a continuación fueron encontradas en niños de mayor edad

o que recibían antibioterapia concomitante.

De ahí la conclusión que a menor edad, menor probabilidad de reacción adversa al

tratamiento para Chagas.

NOTA: La dosis de BENZNIDAZOL en niños mayores de 12 meses es 5 mg/kilo

peso/ día por 60 días, ver manual de diagnóstico y tratamiento en niños menores de

15 años del Programa Nacional de Chagas.

Las reacciones adversas encontradas en niños mayores (escolares y pre-

púberes) son:

La más frecuente es una erupción cutánea a veces acompañada de fiebre, cefalea,

(irritabilidad), mialgias y artralgias que se evidencian al movilizar las articulaciones.

La conducta es disminuir la dosis.

Puede presentar también leucopenia o vesículas:

Si el niño presenta: Petequias, Leucopenia, Trombocitopenia o vesículas en la piel

hay que indicar a la madre que debe suspenderse la medicación inmediatamente y

llevar al niño al establecimiento de salud lo más pronto posible.

En caso de observar una erupción cutánea, se debe bajar la dosis a 5 mg /


Kg de peso/ día, en dos tomas, y asociar un antihistamínico, por ejemplo el Maleato

de Clorfeniramina a la dosis de 0,2 mg / Kg / día dividido en tres tomas (cada 8

horas). Se observa el niño durante una semana para decidir la conducta, de acuerdo

a las siguientes posibilidades:

 Persisten las reacciones adversas.

 Desaparecen las reacciones adversas.

1. Si persisten las reacciones, se debe suspender el tratamiento hasta la

desaparición completa de éstas.

Luego, una vez que desaparecen las reacciones se reinicia el tratamiento anterior a

la dosis de 5 mg / Kg / día, en dos tomas, (cada 12 horas), más un antihistamínico a

la dosis indicada.

Si reaparecen las reacciones adversas, suspender definitivamente el tratamiento

con BENZNIDAZOL, y valorar otra opción de tratamiento con NIFURTIMOX.

2. Si desaparecen las reacciones adversas, se incrementa la dosis de

BENZNIDAZOL, a 10 mg / Kg / día en dos tomas, manteniéndose el antihistamínico

por una semana más, luego se suspende el antihistamínico y se continua con el

tratamiento hasta completar los 30 días.

Se debe realizar los controles médicos y de laboratorio.

SEGUIMIENTO DEL NIÑO CON CHAGAS CONGENITO EN

TRATAMIENTO
El seguimiento del niño en tratamiento incluye un control clínico semanal y uno o más

controles clínicos y de laboratorio después de 6 meses de haber finalizado el

tratamiento. El éxito del tratamiento a esta edad depende antes de todo de la

calidad de la relación que se establece con la madre o padre, o ambos padres del

niño chagásico.

Seguimiento clínico durante el tratamiento:

El seguimiento clínico durante el tratamiento debe ser semanal, en forma integral,


(mediciones antropométricas y examen físico completo), poniendo especial atención

a la aparición de reacciones adversas y el aumento de peso.

En cada control se debe evaluar el cumplimiento del tratamiento por parte de la

madre, del padre u otro apoderado del niño, y entregar el medicamento diluido (o no

diluido, si la madre demuestra que es capaz de preparar el medicamento en la casa)

para una semana, de acuerdo a la dosis indicada.

La consejería es fundamental para mantener una relación de confianza, y se deben

destinar unos minutos para escuchar a la madre o padre, sus temores, sus

preocupaciones respecto al tratamiento, con el fin de garantizar que se cumplan los

30 días de tratamiento.

Respecto a la accesibilidad de los padres al servicio de salud, se debe asegurar que

puedan cumplir con las citas indicadas.

Si esto presenta dificultad, referir a la madre con su niño al servicio de salud más

próximo a su domicilio, con hoja de referencia debidamente llenada (puede ser la

del SUMI): antes de aquello, se deberá tomar los contactos necesarios con el

personal médico responsable del servicio al que se refiere para informar del caso y

solicitar la contrarreferencia.

Se recomienda incluir los datos personales del domicilio del paciente en la historia

clínica, con la finalidad de organizar una visita domiciliaria y poder recuperarlo en

caso de abandono, y controlar la infestación domiciliaria por un

Técnico del Programa Nacional de Chagas, o por intermedio de los PIV (puestos de

información de los vectores).

Al finalizar el tratamiento, es importante comprobar verbalmente el cumplimiento

de los 30 días de tratamiento. Si es necesario, aumente los días faltantes hasta

completar los 30 días. Para recordar el control a los 6 meses, se debe utilizar el

carnet de seguimiento de Chagas congénito.


Seis meses después de terminado el tratamiento, se debe citar a la madre con su

niño para un control clínico y de laboratorio en el que se debe solicitar un control

serológico cuantificado e interpretar el resultado.

La muestra se toma de una vena periférica en un TUBO SECO, aproximadamente 20

gotas de sangre.

Durante el control clínico, se debe vigilar el estado nutricional, realizar un examen

físico completo, y enfatizar la consejería sobre la enfermedad; es importante

averiguar si existen antecedentes de contacto con el vector de la enfermedad de

Chagas (vinchucas intradomiciliarias).

Los resultados serológicos pueden ser:

1.- Serología Negativo: Se considera el niño curado.

2.- Serología Positivo: se recomienda un nuevo control serológico después de 3

meses

RESULDATOS DEL SEGUNDO CONTROL SEROLOGICO:

1.- Negativo: Se considera el niño curado.

2.- Positivo: Se trata probablemente de anticuerpos propios del lactante, debido

a una reinfección o un fracaso terapéutico, (por tratamiento incompleto o por

resistencia medicamentosa), en cuyo caso se recomienda un retratamiento.

El medicamento de elección es el Benznidazol, o en segunda instancia, el

Nifurtimox.

Antes de iniciar el re-tratamiento, se debe confirmar el resultado con una

segunda prueba serológica.

Las causas del fallo terapéutico deben de ser evaluadas cuidadosamente antes de

deducir una resistencia al Benznidazol.


La anemia es una patología en la que se presenta un déficit de la concentración de

hemoglobina en sangre y/o del hematocrito que, generalmente se encuentra

acompañado de un bajo recuento de glóbulos rojos (eritrocitos). Los glóbulos rojos

son los responsables de transportar el oxígeno a través de la sangre, desde el

pulmón hacia los órganos y tejidos. Además, la mayor parte de este oxígeno se

transporta unido a la molécula de hemoglobina. Tanto si se reduce el número de

hematíes, como la concentración de hemoglobina, consecuentemente se reducirá el

suministro de oxígeno en el cuerpo. Existen varios tipos de anemias, el más

frecuente es la anemia por déficit de hierro.

Los distintos tipos de anemia obedecen a causas diferentes, como puede ser, por

ejemplo, la pérdida de hierro por hemorragias o el déficit de componentes de

nuestro organismo importantes en la formación de la sangre. Las mujeres, con un

80% de los casos, son las más afectadas, sobre todo aquellas en edad fértil. Debido

a la menstruación, pierden continuamente sangre y así también el hierro contenido

en los glóbulos rojos.

Las personas con anemia suelen presentar signos y síntomas como palidez,

cansancio que se manifiesta tras leves esfuerzos, debilidad, disnea e incluso

mareos. El tratamiento de cada tipo de anemia depende de su causa. La anemia por

falta de hierro precisará un tratamiento basado en complementos de hierro, pero

también es necesario determinar la causa exacta de la anemia y resolverla.

DEFINICION

La anemia es un trastorno de la sangre. La sangre es un líquido esencial para la vida

que el corazón bombea constantemente por todo el cuerpo a través de las venas y
las arterias. Cuando hay algo malo en la sangre, puede afectar la salud y la calidad

de vida.

Hay muchos tipos de anemia, como la anemia por deficiencia de hierro, la anemia

perniciosa, la anemia aplásica y la anemia hemolítica. Los distintos tipos de anemia

tienen relación con diversas enfermedades y problemas de salud.

La anemia puede afectar a personas de todas las edades, razas y grupos étnicos.

Algunos tipos de anemia son muy comunes y otros son muy raros. Unos son muy leves

y otros son graves o incluso mortales si no se hace un tratamiento enérgico. Lo

bueno es que a menudo la anemia se puede tratar con éxito y hasta prevenir.

CAUSAS DE LA ANEMIA

La anemia se presenta si el organismo produce muy pocos glóbulos rojos, si destruye

demasiados glóbulos rojos o si pierde demasiados glóbulos rojos. Los glóbulos rojos

contienen hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno por todo el cuerpo.

Cuando usted no tiene suficientes glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina que

tiene en la sangre es baja, su organismo no recibe todo el oxígeno que necesita.

Como resultado, usted puede sentirse cansado o tener otros síntomas.

En ciertos tipos de anemia, como la anemia aplásica, el organismo tampoco cuenta

con un número suficiente de otros tipos de células de la sangre, como leucocitos y

plaquetas. Los leucocitos le ayudan al sistema inmunitario a luchar contra las

infecciones. Las plaquetas contribuyen a la coagulación de la sangre, que sirve para

detener el sangrado.

Muchas enfermedades, problemas de salud y otros factores pueden causar anemia.

Por ejemplo, la anemia puede ocurrir durante el embarazo si el organismo no puede

satisfacer la necesidad de que haya más glóbulos rojos. Ciertos trastornos

autoinmunitarios y otros problemas de salud pueden hacer que el organismo

produzca proteínas que destruyen los glóbulos rojos y eso puede causar anemia. El
sangrado abundante interno o externo—por ejemplo, por heridas—puede causar

anemia porque el cuerpo pierde demasiados glóbulos rojos.

Las causas de la anemia pueden ser adquiridas o hereditarias. “Adquirido” significa

que uno no nace con un problema de salud, sino que lo presenta más adelante.

“Hereditario” significa que sus padres le transmiten el gen del problema de salud. A

veces la causa de la anemia no se conoce.

POSIBLES SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA ANEMIA

 Cansancio o debilidad

 Piel pálida o amarillenta

 Desaliento o mareo

 Sed en exceso

 Sudor

 Pulso débil y rápido; respiración rápida

 Sensación de falta de aliento

 Calambres en la parte inferior de las piernas

 Síntomas de problemas del corazón (ritmos cardíacos anormales, soplos,

aumento de tamaño del corazón, insuficiencia cardíaca)

DIAGNÓSTICO DE LA ANEMIA

Una persona averigua que tiene anemia de distintas maneras. Usted puede tener

síntomas e ir al médico y este descubre la anemia con pruebas de sangre. El médico

también puede darse cuenta de que usted tiene anemia con los resultados de

pruebas que le haya hecho por otro motivo.

Probablemente el médico le preguntará acerca de sus antecedentes médicos y

familiares, le hará un examen y le recomendará que se haga pruebas o

procedimientos para ver si tiene anemia, cuál es la causa y qué tan grave es. Esta

información le servirá al médico para tratar la anemia y el problema de fondo que la


causa. La mayoría de las anemias son tratables. Por eso es importante un

diagnóstico exacto.

Antecedentes médicos y familiares

El médico le preguntará acerca de sus signos y síntomas y durante cuánto tiempo

los ha tenido. Tal vez le pregunte si ha tenido una enfermedad que pueda causar

anemia. También le puede preguntar sobre su alimentación, las medicinas o

suplementos que toma y si tiene antecedentes familiares de anemia o de problemas

que tengan relación con la anemia.

Examen médico

El examen médico puede confirmar los signos y síntomas y proporcionar información

sobre los órganos o aparatos que estén afectados. En el examen médico se fijará en

el color de la piel, las encías y el lecho de las uñas y buscará signos de sangrado o

infección. También le puede oír el corazón y los pulmones, palparle el abdomen o

hacerle un examen pélvico o rectal para ver si tiene sangrado interno.

Pruebas y procedimientos

El médico le recomendará que se haga unas pruebas para identificar el tipo de

anemia que tiene y la gravedad de esta. A menudo la primera prueba es un

hemograma completo (recuento de todas las células de la sangre), el cual

proporciona información valiosa sobre la sangre. Según los resultados del

hemograma, el médico puede recomendarle otras pruebas de sangre o de médula

ósea (el tejido blando del interior de los huesos que produce las células de la

sangre).

TRATAMIENTO DE LA ANEMIA

Con frecuencia la anemia es fácil de tratar. El tratamiento que el médico elija

depende del tipo de anemia que usted tenga, de la causa de esta y de su gravedad.
Los principales objetivos del tratamiento son:

 Aumentar las cifras de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina para

mejorar la capacidad de la sangre de transportar oxígeno.

 Tratar el problema de fondo que está causando la anemia

 Prevenir complicaciones de la anemia, como daños del corazón o los nervios

 Aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida

Si usted sufre anemia leve o moderada y no tiene síntomas o si la anemia no está

empeorando tal vez no necesite tratamiento. El tratamiento de algunas anemias

consiste en modificar la alimentación y tomar suplementos nutricionales. Para otras

anemias el tratamiento consiste en medicinas, procedimientos, cirugías o

transfusiones de sangre (en el caso de la anemia grave).

Usted puede tomar medidas para prevenir o controlar la anemia. Estas medidas

pueden proporcionarle más energía y mejorar su salud y su calidad de vida. He aquí

unas cuantas cosas sencillas que usted puede hacer.

Consuma una alimentación saludable

Al consumir una alimentación saludable usted se asegura de obtener una cantidad

suficiente de los nutrientes que su cuerpo necesita para producir células sanguíneas

sanas. Entre estos nutrientes se cuentan el hierro, la vitamina B12, el ácido fólico y

la vitamina C. Estos nutrientes se encuentran en una amplia gama de alimentos. Una

alimentación sana también es buena para la salud en general.

Estos son los principios de una alimentación sana:

 Consumir alimentos y bebidas que contengan muchos nutrientes: verduras,

frutas, cereales integrales, productos lácteos descremados o con bajo

contenido de grasas, mariscos, carnes magras y aves, huevos, frijoles,

guisantes (arvejas), nueces y semillas.


 Limitar el consumo de sal, grasas sólidas, azúcares agregados y granos

refinados.

 Mantenerse en un peso sano equilibrando las calorías que recibe de alimentos

y bebidas con las que gasta en la actividad física.

 Cumplir las normas de seguridad al preparar y consumir las comidas para

reducir el riesgo de presentar enfermedades de origen alimentario.

Procure que un estilo de vida saludable sea la meta de toda la familia. Los bebés, los

niños y los adolescentes crecen rápidamente. Una alimentación saludable apoya el

crecimiento y el desarrollo y puede contribuir a prevenir la anemia. Tenga en casa

alimentos saludables y muéstreles a sus hijos cómo elegir alimentos saludables

cuando no están en casa.

Además, ayúdeles a sus padres o a otros parientes mayores a disfrutar de una

alimentación saludable y rica en nutrientes. La anemia se presenta con frecuencia

en los adultos mayores debido a enfermedades crónicas (constantes), falta de

hierro y mala alimentación.

ANEMIA POR DEFICIENCIA DE HIERRO

Su cuerpo necesita hierro para producir hemoglobina, la proteína de los glóbulos

rojos que transporta el oxígeno. El hierro se obtiene principalmente de los

alimentos. En ciertas situaciones—durante el embarazo, en las etapas de

crecimiento acelerado o cuando se ha perdido sangre—el cuerpo puede tener que

producir más glóbulos rojos que de costumbre. Por lo tanto necesita más hierro que

de costumbre. La anemia por deficiencia de hierro se presenta si el organismo no

logra obtener todo el hierro que necesita.

Grupos que corren más riesgo

 Los bebés y niños, los adolescentes y las mujeres en edad de procrear


 Las personas que tienen ciertas enfermedades y problemas de salud, como la

enfermedad de Crohn, la celiaquía (enfermedad celíaca) o la insuficiencia

renal

 Las personas que no reciben suficiente hierro a partir de los alimentos que

comen

 Las personas que tienen sangrado interno

Tratamiento: Suplementos de hierro y cambios en la alimentación (consumir

alimentos ricos en hierro y vitamina C, ya que esta vitamina aumenta la absorción de

hierro en el organismo).

ANEMIA PERNICIOSA

La vitamina B12 y el ácido fólico (otro tipo de vitamina B) son necesarios para la

producción de glóbulos rojos sanos. El organismo absorbe estas vitaminas de los

alimentos. La anemia perniciosa se presenta si el organismo no produce suficientes

glóbulos rojos porque no puede absorber suficiente vitamina B12 de los alimentos.

Grupos que corren más riesgo

 Las personas que tienen problemas de salud que les impiden absorber la

vitamina B12

 Las personas que no reciben suficiente vitamina B12 en la alimentación

Tratamiento: Suplementos de vitamina B12 y cambios en la alimentación (consumir

alimentos ricos en vitamina B12, como carne, pescado, huevos y productos lácteos, y

panes, cereales y otros alimentos enriquecidos con vitamina B12).

ANEMIA APLÁSICA

El término “anemia” se refiere por lo general a una enfermedad en la que la sangre

tiene menos glóbulos rojos de lo normal. Sin embargo, algunos tipos de anemia, como

la anemia aplásica, pueden hacer que las cifras de otras células de la sangre

también sean menores de lo normal. La anemia aplásica puede presentarse si la


médula ósea ha sufrido daños y no puede producir suficientes glóbulos rojos,

glóbulos blancos y plaquetas. Las causas de la anemia aplásica pueden ser adquiridas

o hereditarias.

Grupos que corren más riesgo

 Las personas que están recibiendo radioterapia o quimioterapia, las que están

expuestas a toxinas o las que toman ciertas medicinas

 Las personas que tienen enfermedades o problemas de salud que causan

daños en la médula ósea

Tratamiento: Depende de la causa de la anemia. Puede consistir en transfusiones

de sangre, medicinas, trasplantes de células madre de sangre y médula ósea y

cambios en el estilo de vida.

ANEMIA HEMOLÍTICA

En condiciones normales, los glóbulos rojos viven cerca de 120 días. El organismo

produce constantemente glóbulos rojos para reemplazar los que mueren. A veces los

glóbulos rojos se destruyen antes de llegar al final del período de vida. La anemia

hemolítica se presenta si el organismo no puede producir suficientes glóbulos rojos

para reemplazar los que se destruyen. La anemia hemolítica adquirida se presenta si

el organismo recibe la señal de destruir glóbulos rojos aunque estos sean normales.

La anemia hamolítica hereditaria tiene que ver con problemas de los genes que

controlan los glóbulos rojos.

Grupos que corren más riesgo

 Los grupos que corren el riesgo dependen de la causa y el tipo de anemia

hemolítica.

Tratamiento: Depende de la causa de la anemia. Puede consistir en transfusiones

de sangre, medicinas, cirugía, procedimientos y cambios en el estilo de vida.


Desde que comenzaron las acciones contra la Enfermedad de Chagas en nuestro

país, se hizo mayor hincapié en la lucha contra el vector y el control de los Bancos

de Sangre para descartar los donantes reactivos.

El diagnóstico y tratamiento de los pacientes infectados fue lo más postergado en

estas acciones.

Es muy importante realizar una intensa búsqueda de los neonatos, niños,

adolescentes y adultos jóvenes que padecen esta endemia, habida cuenta, de que

nuestra experiencia y la de otros países muestran que el tratamiento parasiticida

en estas edades es muy eficaz. También cabe recordar que cuanto menor es la edad

del paciente que recibe ese tratamiento mayor es el éxito del mismo.

El otro tema preocupante es que en nuestro país se han llevado a cabo estudios en

los que se diagnosticaron gran cantidad de niños, pero que no han recibido el

tratamiento etiológico.

Por lo tanto es fundamental reiterar el esfuerzo por incrementar el diagnóstico y

especialmente el tratamiento.

La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis americana es producida por el

Trypanosoma cruzi, parásito unicelular, que se transmite principalmente por un

insecto hematófago, llamado popularmente “vinchuca”. La especie más importante en

el Cono Sur es Triatoma infestans, que habita dentro de la vivienda y el

peridomicilio.

Se estima que en nuestro país hay entre 1.500.000 y 2.000.000 de niños y adultos

infectados.

Este protozoario ingresa al tubo digestivo del insecto al picar a una persona o a un

mamífero infectado. El parásito se divide activamente en el insecto y es

transmitido a través de sus heces que son depositadas en la piel del hospedero.
Esta vía de transmisión, llamada vectorial, es la más común en la región de las

Américas, comprendida entre el límite de México con los Estados Unidos de

Norteamérica y el sur de Chile y Argentina.

Las vías de transmisión no vectoriales son:

 Transplacentaria, transmisión de la madre infectada a su hijo durante el

embarazo.

 Transfusión de sangre.

 Trasplante de órganos.

 Oral, por ingesta de alimentos con parásitos.

 Accidente de laboratorio.

La enfermedad de Chagas evoluciona en dos fases, aguda y crónica; cada una de

ellas con características clínicas, criterios diagnósticos y terapéuticos diferentes.

FASE AGUDA

Se inicia al momento de adquirir la infección por cualquiera de sus vías y dura entre

30 y 90 días. Se caracteriza por presentar alta parasitemia y ser detectable por

métodos parasitológicos directos.

Si bien la infección adquirida por transmisión vectorial puede presentarse a

cualquier edad, el mayor riesgo se encuentra en los niños menores de diez años. En

zonas no tratadas con insecticidas, la mayor incidencia de la infección se registra

antes de los 14 años de edad.

Generalmente es asintomática.

 Alrededor del 8% de los infectados presenta manifestaciones clínicas

generales.

 El chagoma de inoculación es la lesión en el sitio donde penetra el

protozoario. Si se produce en el ojo se denomina complejo oftalmoganglionar

(signo de Romaña), aunque puede encontrarse en cualquier región de la piel.


Síntomas inespecíficos más frecuentes:

 Síndrome febril prolongado.

 Hepatoesplenomegalia.

 Edema generalizado.

 Adenomegalia.

 Irritabilidad, somnolencia, anorexia.

 Diarrea.

Las expresiones clínicas graves de la fase aguda son: miocarditis y

meningoencefalitis. El síndrome febril prolongado en zonas endémicas es síntoma

orientador en ausencia de otras manifestaciones.

FASE CRÓNICA

Para definir la forma clínica durante la fase crónica se requiere hacer un prolijo

examen: historia clínica, estudios digestivos por contraste, Holter de 24 hs.,

electrocardiograma, radiografía de tórax, pruebas disautonómicas (valsalva, tos,

etc.) y de ser posible un ecocardiograma. Eventualmente derivar al especialista.

El sistema inmune controla la reproducción del parásito, producto de esto, en la

fase crónica la parasitemia suele ser baja (no detectable por métodos

parasitológicos directos). El diagnóstico se realiza por medio de las técnicas

serológicas.

El primer tiempo de esta forma clínica suele llamarse indeterminada, aunque está en

revisión tanto su denominación como los aspectos médicos de la misma. En este

período el ECG y la Rx de tórax son normales.

Aproximadamente un 30% de estos pacientes entre 10 y 20 años después,

presentan lesiones evidenciables del:

 Corazón: disnea, mareos, síncope, palpitaciones, edemas, dolor precordial.

 Aparato digestivo, megacolon


 Megaesófago: dolor epigástrico, disfagia, regurgitación, ardor retroesternal,

constipación persistente y prolongada.

 Sistema nervioso.

La patología cardíaca tiene diferentes grados de morbilidad; el fallecimiento de

estos pacientes se produce por insuficiencia cardíaca grave o muerte súbita.

La demostración de la presencia del parásito constituye el diagnóstico de certeza

de la infección. Sin embargo, sólo es posible detectar eficientemente la forma

circulante del Trypanosoma cruzi durante la fase aguda de la infección.

En etapas posteriores, el diagnóstico de laboratorio se basa en la detección de

anticuerpos específicos.

Son procedimientos que tienen la virtud de poder obtener el resultado en 30 a 60

minutos de trabajo en el laboratorio. La facilidad de su realización hace que puedan

efectuarse en laboratorios de baja complejidad.

Los que se emplean comúnmente son el Strout, Microhematocrito, Microtubo, la

Gota fresca, la Gota gruesa.

Estos cuatro últimos son apropiados para emplear en niños y neonatos por el bajo

volumen de sangre que emplean (0.3 ml).

Las técnicas que actualmente se emplean en nuestro país son:

ELISA, Hemoaglutinación indirecta, Inmunofluorescencia indirecta, Aglutinación

directa, Aglutinación de partículas.

Se requiere realizarlas en forma cuantitativa.

Los equipos actuales en uso son de composición muy variable y ninguno alcanza por si

solo el 100% de certeza en el diagnóstico. Sin embargo con el empleo de 2


reacciones serológicas se puede alcanzar un rango de sensibilidad y especificidad

cercano al 100%.

El valor de la reacción para ser considerado “reactivo”, debe basarse en las

especificaciones del productor de cada equipo diagnóstico. Estos equipos deben ser

aprobados por los organismos regulatorios nacionales.

Utilizando las técnicas serológicas, afirmamos que un individuo está infectado

cuando tiene dos pruebas diferentes reactivas. En caso que el resultado fuera

discordante deberá realizarse una tercera técnica o derivar a un Laboratorio de

mayor complejidad.

Capacitar y actualizar al personal de los laboratorios.

 Asegurar el uso de reactivos controlados.

 Implementar el Control de Calidad Interlaboratorio desde los laboratorios

de mayor a menor complejidad, coordinado por el laboratorio de Referencia

jurisdiccional.

CHAGAS AGUDO

El diagnóstico de infección aguda (vectorial, transplacentario, transfusional, por

ingesta de alimentos contaminados o por trasplante) se realiza mediante la

visualización del T. cruzi por métodos parasitológicos directos.

La serología convencional es esperable que sea negativa en los primeros días de esta

etapa. Su utilidad sería para demostrar una seroconversión en una nueva muestra, a

partir de los 20 días de la infección.

CHAGAS CONGÉNITO

Todas las embarazadas deben ser estudiadas serológicamente.

El niño recién nacido, hijo de madre infectada se estudiará en las primeras semanas

de vida por los métodos parasitológicos.


Los niños que tuvieran una técnica parasitológica negativa en las primeras semanas,

deberán tener un estudio serológico con 2 técnicas a partir de los 10 meses de

edad.

Estudiar a todos los neonatos nacidos de madre con infección con Tripanosoma

cruzi

Estudio parasitológico directo del recién nacido

POSITIVO: infectado

Tratamiento Etiológico

NEGATIVO

Serología (2 técnicas) a partir de los 10 meses

Reactiva No Reactiva

(Infectado)

Tratamiento Alta
Etiológico
FASE CRÓNICA

El diagnóstico de elección en esta etapa es la detección de anticuerpos anti-T. cruzi

en el suero de los pacientes.

Se considera que un individuo está infectado cuando su muestra de sangre tiene dos

diferentes técnicas serológicas reactivas.

 Etiológico. Antiparasitario específico.

 De acuerdo a las manifestaciones clínicas.

TRATAMIENTO ETIOLÓGICO

 Los objetivos del tratamiento etiológico son curar la infección y prevenir

lesiones en órganos.

 Diversas experiencias demuestran que en el tratamiento en niños y

adolescentes, el éxito de la curación oscila entre el 70 y el 95 %.

 Es mayor aún en las primeras semanas de vida.


 Es mayor la buena respuesta, cuanto menor es la edad del paciente que

recibe el tratamiento.

Actualmente las únicas drogas autorizadas para el tratamiento específico, son el

Benznidazol y el Nifurtimox. Ambos fármacos son los únicos que se cuentan desde

hace 40 años.

El Benznidazol se presenta en comprimidos de 100 mg.

Dosis: Todas las edades: 5-7 mg/kg/ día, administrados en dos o tres tomas diarias.

Duración: 30 a 60 días.

El Nifurtimox se presenta en comprimidos de 120 mg.

Dosis:

 Recién nacido y hasta los dos meses de vida 10-12 mg/kg/d, administrados en

dos tomas. En casos de bajo peso pueden administrarse en una sola dosis.

 Lactantes, niños de primera y segunda infancia: 10 mg/kg/d, administrados

en dos o tres tomas.

 Adolescentes y adultos: 8-10 mg/ kg/d en tres tomas diarias. (Máximo 700

mg/d).

En neonatos de bajo peso comenzar con la mitad de la dosis, si no se produce

leucopenia, al 5° día indicar la dosis habitual.

 Toda infección aguda, independiente de la edad.

 Todos los pacientes infectados hasta 15 años de edad.

 En las reactivaciones.

 Pueden tratarse los adultos con infección crónica de cualquier edad aunque

los resultados presentan controversias en cuanto a su eficacia.

En los primeros años de vida tiene excelente tolerancia. Se

debe tener presente que la intensidad y la frecuencia de los efectos adversos (EA)

aumenta cuanto mayor es la edad del paciente que recibe el tratamiento.


Las manifestaciones de estos EA son:

 Dermatológicos: rush, exantema, prurito, pápulas, pudiendo en algunos muy

pocos casos presentar formas severas. Esto se observa principalmente con el

benznidazol.

 Este efecto adverso no tratado convenientemente puede evolucionar a

formas severas de eritema polimorfo de distinto grado.

 Digestivos: nauseas, vómitos, diarrea, epigastralgia.

 Neurotóxicos: anorexia, cefaleas, mareos, insomnio, mialgias, parestesias.

 Laboratorio: leucopenia, eosinofilia, aumento de transaminasas.

La mayor parte de los EA se presentan en los primeros 15 a 20 días del inicio del

tratamiento. Lo más frecuente y lo que temen los médicos son los efectos

dermatológicos.

Al inicio, a los 15/20 días y al terminar el tratamiento se recomienda de ser posible

realizar los siguientes análisis de laboratorio:

 Creatinina o urea

 Hemograma

 Transaminasas

 Prueba de embarazo en púberes y adultas (en el primer y segundo examen).

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