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La historia se rescribe constantemente debido a dos factores: 1) La aparición de los efectos de los acontecimientos pasados con el tiempo, lo que revela su significado completo; y 2) Los cambios en los criterios e interpretaciones de los historiadores a medida que evolucionan las actitudes sociales. Al comprender el conocimiento histórico como un proceso en constante desarrollo, se acepta que las interpretaciones de la historia varíen sin que esto niegue la objetividad de la verdad histórica.
La historia se rescribe constantemente debido a dos factores: 1) La aparición de los efectos de los acontecimientos pasados con el tiempo, lo que revela su significado completo; y 2) Los cambios en los criterios e interpretaciones de los historiadores a medida que evolucionan las actitudes sociales. Al comprender el conocimiento histórico como un proceso en constante desarrollo, se acepta que las interpretaciones de la historia varíen sin que esto niegue la objetividad de la verdad histórica.
La historia se rescribe constantemente debido a dos factores: 1) La aparición de los efectos de los acontecimientos pasados con el tiempo, lo que revela su significado completo; y 2) Los cambios en los criterios e interpretaciones de los historiadores a medida que evolucionan las actitudes sociales. Al comprender el conocimiento histórico como un proceso en constante desarrollo, se acepta que las interpretaciones de la historia varíen sin que esto niegue la objetividad de la verdad histórica.
(Schaff, Adam. “Historia y verdad” Ed. Grijalbo. Méjico. 1982)
(…) Porque en la historia siempre nos enfrentamos
con procesos, con el devenir, y es muy difícil (si es que no imposible), prever por anticipado no sólo los detalles, sino también la orientación general de los acontecimientos.(…) (…)Y esto se debe precisamente a que vemos mejor la historia con la perspectiva del tiempo, cuando los efectos de los acontecimientos se han revelado y permiten emitir juicios más íntegros y más profundos; y a que lo más difícil es escribir la historia reciente, la historia contemporánea en particular: debido no sólo a la dificultad de ser objetivo, o sea de considerar los acontecimientos sine ira et studio, aun cuando esto tenga su importancia, sino también a la dificultad de com329 prender el sentido de los acontecimientos contemporáneos. En efecto, estos acontecimientos todavía no han revelado sus efectos; los acontecimientos históricos poseen la significación que sus efectos les confieren cuando emergen en la realidad.(…) Sidney Hook escribe: “.. La historia se reescribe cuando emergen nuevas perspectivas que nos permiten comprender la significación de determinados acontecimientos del pasado que habían escapado a la atención de los contemporáneos. Estos acontecimientos se insertan en los modelos de continuidad que incluyen a los acontecimientos que constituían el porvenir para aquellos que vivían en el pasado... Del mismo modo, nuestros descendientes comprenderán mejor nuestra época que nosotros mismos, ya que ellos estarán en situación de ver las consecuencias de los acontecimientos que ignoramos actualmente y que constituyen las premisas de importantes tendencias que llevarán sus frutos cuando ya no existamos. ” (11 S. Hook, “Objectivity and Reconstruction in History”, en S. Hook (ed.), Philosophy and History, Nueva York, 1963) (…)
(…) “Las grandezas pasadas que no consideramos quizá como
particularmente importantes, pueden producir, en un tiempo que para nosotros es el futuro, y en circunstancias definidas, efectos importantes. En consecuencia, el pasado no es algo fijo, petrificado, sino algo vivo, que cambia y se desarrolla incesantemente. ” (13 K. Heussi, Die Krisis des Historismus, ed. Cit) (…) (…)Por tanto, dos factores concurren a la reinterpretación constante de la historia: la aparición en el proceso histórico de los efectos de los acontecimientos pasados, lo que constituye la “significación” de estos últimos; el cambio de los criterios de la selección de los hechos históricos a consecuencia de un nuevo condicionamiento de las actitudes y de las opiniones de los historiadores. Ambos factores van ligados al presente, que es el futuro en relación a los acontecimientos pasados. Tal es el elemento racional de la concepción del presentismo. (…) (…)Cuando se comprende el conocimiento histórico como proceso y superación, y las verdades históricas como verdades aditivas, acumulativas, se comprende la razón de esta constante reinterpretación de la historia, de la variabilidad de la imagen histórica; variabilidad que en vez de negar la objetividad de la verdad histórica, por el contrario la confirma. (…)