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DD106 - Resolución/Transformación de

conflictos en el ámbito internacional


Presentación a la asignatura

La resolución y transformación de conflictos y la mediación en el ámbito


internacional es de enorme interés global y de complejidad creciente, y su
desarrollo en el futuro centrará los esfuerzos de instituciones
gubernamentales, académicas y civiles. Seguramente la formación
profesional específica de mediadores internacionales requiere de un conjunto
de conocimientos y técnicas que exceden a los objetivos de este curso y en
particular de esta asignatura, pero no es menos cierto que los mega y macro
conflictos internacionales (en un sentido amplio, que debe incluir conflictos
internos de un estado de suficiente envergadura y repercusiones
internacionales) deben formar parte de la atención de las personas que
desean formarse como expertos en conflictos y mediación.

En este contexto, y teniendo en cuenta que los conocimientos y habilidades


generales son objeto de otros bloques de este curso, la presente asignatura
se centra en las cuestiones específicas del ámbito internacional; si bien
naturalmente son de utilidad en este ámbito las ideas y técnicas generales de
gestión de conflictos y mediación, en algunos aspectos se requiere una
atención específica.

Una cuestión tan amplia y compleja tiene una diversidad de enfoques de


interés. Así, serán objeto de los capítulos que siguen aspectos generales
como los elementos básicos y estructurales de los conflictos internacionales,
su incardinación en las teorías que informan a las Relaciones Internacionales,
la impresionante evolución histórica de tales conflictos en el último siglo y
medio; también se incidirá en cuestiones metodológicas centradas en los
elementos fundamentales del análisis objetivo con modelos matemáticos
simples y en los paradigmas de intervención de la comunidad internacional,
para finalizar con una visión general del esfuerzo académico mundial por los
estudios para la paz y en particular de las bases conceptuales de la
"noviolencia".
Objetivos generales

Como objetivo general, dotar al alumnado de los conocimientos y


capacidades necesarias para analizar, y en su caso intervenir, en los
procesos de resolución y transformación de los conflictos y en la gestión de
los postconflictos en el ámbito internacional, a través de:

- Definir y comprender los elementos y estructuras propios de los conflictos


internacionales.

- Conocer y analizar la evolución histórica de los conflictos en el marco de las


Relaciones Internacionales.

- Analizar objetivamente las actuaciones de las partes intervinientes a través


de la Teoría de Juegos.

- Definir las acciones que la comunidad internacional considera adecuadas


para la resolución y transformación de conflictos internacionales.

- Conocer y evaluar la oportunidad del uso de técnicas de regulación


"noviolenta" de conflictos en el marco de la búsqueda de la paz.

OBJETIVO APORTACIÓN Y RESULTADOS


CAPÍTULO RESUMEN CAPÍTULO
PARTICULAR CONSEGUIDOS

Se consigue conocer las claves a


Definición, elementos,
Conocer las considerar en el análisis de
causas y desarrollo de los
características conflictos internacionales y su
conflictos internacionales
conceptuales e enmarque en las teorías de las
1 y su evolución histórica a
históricas de los Relaciones Internacionales. Se
la luz de las teorías de las
conflictos internacionales distinguen las características de
Relaciones
para realizar su análisis. los conflictos más recientes en
Internacionales.
comparación con los clásicos.

Se consiguen conocer las


Elementos fundamentales herramientas fundamentales de
Conocer y utilizar los
de la Teoría de Juegos los modelos objetivos de análisis
modelos de la Teoría de
para el análisis de de conflictos, determinar las
2 Juegos para analizar los
conflictos y esquemas estructuras básicas subyacentes
conflictos internacionales
básicos de estructura de y construir modelos sencillos de
y predecir su desarrollo.
conflictos. análisis formal de los conflictos
internacionales.

Conocer los modelos Modelo de intervención


Se conocen las estrategias de
internacionales de de conflictos de la
intervención militarizada y civil en
intervención en comunidad internacional,
3 conflictos internacionales para el
conflictos y la aportaciones de la
diseño de estrategias de
intervención de la sociedad civil y ejemplos
resolución y transformación y se
sociedad civil para de conflictos modernos.
diseñar estrategias de estudian ejemplos de conflictos
transformación. reales de especial interés.

Se consigue conocer la
La evolución de los
Conocer y manejar la trayectoria histórica de los
estudios de la paz como
metodología de estudio estudios académicos de la paz y
metodología académica
de la paz y los la "noviolencia" y los
4 de análisis de conflictos
conceptos y aplicaciones condicionantes fundamentales de
internacionales y
de la "noviolencia" en la la utilización de metodología no
aportaciones de la
resolución de conflictos. violenta en la resolución y
"noviolencia".
transformación de conflictos.

Capítulo 1 .- Los conflictos


internacionales. Su evolución histórica

OBJETIVOS

- Definir conflicto internacional.

- Conocer los elementos fundamentales de análisis y sus antecedentes y desarrollo.

- Interpretar los conflictos en base a las teorías de las Relaciones Internacionales.

- Distinguir las características propias de los conflictos armados y su transcurso a lo largo de los
períodos históricos contemporáneos y en la actualidad.

1.1 Introducción

En este capítulo se pretende hacer un análisis de los conflictos


internacionales poniendo el énfasis, principalmente, en sus definiciones,
características y elementos básicos, en especial los que ayudan a estructurar
y analizar el conflicto. Asimismo, es importante reflejar una visión histórica,
centrada principalmente en los conflictos armados, y una aproximación a las
teorías de las Relaciones Internacionales como marco de los estudios de
conflictos.
1.2 ¿Qué es un conflicto internacional?

El término "conflicto internacional" no pertenece a ninguna de las categorías


que aparecen en las tipologías usuales en las que se clasifican los conflictos,
aunque habitualmente se le ha asociado a acciones de guerra, acciones de
intervención militar, etc. En la actualidad, esta concepción ha sido superada
por la realidad y los conflictos internacionales no tienen por qué ser de tipo
militar o bélico, sino que incluyen todos aquellos aspectos en los que se actúa
conculcando los derechos de grupos de personas que no pertenecen a un
mismo país.

Desde un punto de vista legalista, "un conflicto internacional se constituye


cuando intervienen dos sujetos de derecho internacional y se aplica el
derecho internacional". Esta definición tiene el inconveniente que exige el
cumplimiento de dos aspectos, a veces de difícil determinación por parte de
los diversos actores: en un conflicto específico es necesario conocer las
partes que son o no "sujetos de derecho internacional" y si es posible aplicar
el "derecho internacional" al conflicto que hemos pensado resolver.

En un sentido amplio, un conflicto internacional es aquel conflicto que tiene


lugar:

a) Entre países o grupos de países que entran en conflicto. Este tipo de


conflicto, clásico, está relacionado con aspectos de geopolítica.

b) Entre grupos o instituciones pertenecientes a diferentes países. Si el


conflicto se origina entre un gobierno y un grupo o institución, habitualmente
se transforma en un conflicto, al menos diplomático, entre países.

c) Entre países o instituciones con algún grupo multinacional, en cuyo caso el


conflicto es bastante complicado ya que aparecen elementos que son en
parte de tipo geopolítico, en parte económicos y en parte de poder.

d) Entre facciones o pequeños grupos que pertenecen a países limítrofes.

Una característica muy importante de los conflictos internacionales es que


afectan en gran medida a los derechos humanos. Hasta el final de la II
Guerra Mundial, los conflictos internacionales tenían generalmente un
carácter bélico de guerra entre países, y la comunidad internacional, para
defender la dignidad humana y los derechos de la persona, promovió la
consecución de compromisos que permitieran respetar los derechos básicos
y de proteger a los civiles no combatientes. El primer gran acuerdo entre
Estados que garantiza el respeto debido a la persona humana es el Derecho
de la Guerra, suscrito en La Haya en 1899, que fue el origen de posteriores
desarrollos hasta llegar a los Convenios de Ginebra y su Protocolo Adicional I
auspiciados por las Naciones Unidas (ONU); estas normas han establecido
las reglas de conducta que los estados deben seguir como garantía del
respeto debido a la persona humana. El Derecho Internacional Humanitario
cubre, pues, el amplio y variado campo de los conflictos internacionales, pero
por su carácter complementario de los derechos humanos no excluye el
respeto a estos derechos, que continúan vigentes aun en situaciones de
conflicto internacional, aunque sea difícil garantizar su vigencia en y como
resultado de un estado de guerra (Rivas, 2005).

La organización que se dedica a intervenir para resolver, transformar, regular,


etc., los conflictos internacionales es la Organización de las Naciones Unidas
(ONU). En la Carta de la ONU se explicitan los objetivos de esta organización
que se enfocan principalmente a: mantener la paz y la seguridad
internacional, desarrollar relaciones amistosas entre naciones, cooperar en la
tarea de solucionar problemas sociales (económicos, políticos y culturales), y
humanitarios internacionales, además de promocionar el respeto por los
derechos humanos y las libertades fundamentales, y ser el centro para la
armonización de las acciones emprendidas por las naciones para lograr estos
fines. En la actualidad las acciones de la ONU se enfocan a tres áreas: paz y
seguridad, desarrollo, y derechos humanos y democracia.

El investigador para la paz (peace researcher) y matemático Johan Galtung


(Galtung, 2004) expone una tipología de conflictos dividida en cuatro
categorías:

 Micro-conflictos (dentro y entre personas).


 Meso-conflictos (en las sociedades).
 Macro-conflictos (entre los Estados y las naciones).
 Mega-Conflictos (entre regiones y civilizaciones).

En este esquema, los conflictos internacionales tienen cabida en los tipos


"macro" y "mega". Los conflictos "macro" se refieren a conflictos geopolíticos
cuyos protagonistas son los estados como "países definidos
geográficamente" y las naciones como "grupos definidos culturalmente
(históricamente, lingüísticamente y religiosamente, etc.)". Y los cálculos que
expone para evaluar la posibilidad de conflictos en la tierra son 180 estados y
1980 naciones. El nivel "mega" se refiere a "las relaciones entre las regiones
con Estados como miembros, y entre civilizaciones con las naciones como
miembros, y la relación entre los dos", además de los aspectos religiosos que
existen entre los Estados.

No debemos olvidar que prácticamente desde el inicio de las investigaciones


acerca de los conflictos, en especial los conflictos internacionales, han
aparecido modelos teóricos que intentan elaborar una teoría general de los
conflictos, basándose en distintas concepciones del mismo. Diversos autores
han propuesto modelos de resolución, de transformación o de regulación de
conflictos con pretensiones que abarcan desde un modelo general causal de
los conflictos (Blalock, 1989) hasta una guía para el trabajador en conflictos
(Galtung, 2004). En general, cada modelo incluye un conjunto de variables
que determinan los conflictos, pero usualmente solamente tienen validez en
algunos tipos de conflicto. Johan Galtung (2004) ha intentado elaborar un
modelo de propósito general que abarque todos los conflictos, desde el nivel
micro hasta el nivel mega, pasando por los niveles meso y macro, desde los
conflictos geopolíticos hasta los conflictos familiares e individuales. Sin
embargo, puede parecer que estas propuestas no parecen ser demasiado
viables por distintas razones y causas (Jiménez Bautista et al., 2007):

a) La variedad de tipos de conflictos es tan amplia que cualquier teoría que


modelice todos los conflictos deberá tener, si existe, una complejidad enorme.

b) Las teorías existentes se basan en una cantidad muy grande de variables y


factores. Además, la aceptación o no de las variables o factores de cada
modelo está lejos de poseer un consenso general, lo que constituye un
inconveniente importante para estos modelos que aspiran a una "teoría
unificada de conflictos".

c) Las características de los distintos tipos de conflictos están sufriendo


constantes cambios. La transformación de las sociedades humanas con el
transcurso del tiempo modifica los tipos de conflictos haciendo que surjan
nuevos y que otros desaparezcan o se conviertan en algo anecdóticos. Este
hecho exige que una posible teoría unificada de conflictos deba estar
modificándose constantemente y, posiblemente, desechándose y siendo
sustituida por nuevos modelos para adaptarse a los nuevos tipos de
conflictos.

d) Por último, la amplia variedad de conflictos existente en la sociedad actual


exige que exista una especialización basada en el tipo de conflicto de que se
trate. El análisis, la predicción de posibles desenlaces, la evaluación de las
estrategias y acciones de cada una de las partes, entre otras, exigen la
utilización de modelos muy específicos que se ajusten lo mejor posible a cada
conflicto.

Sin embargo, al hablar de conflictos internacionales, o quizás armados, se


suele utilizar la definición que dan Peter Wallensteen y otros expertos en
el Journal of Peace Research a raíz de las investigaciones llevadas a cabo en
el Uppsala Conflict Data Project (Wallensteen y Eriksson, 2004; Wallensteen
y Harbon, 2005). Estos autores suelen indicar a través de unos estudios
cuantitativos las situaciones más conflictivas como aquellas
incompatibilidades que conciernen al gobierno y/o al territorio (conflictos
internacionales), donde el uso de la fuerza armada entre las dos partes, de
las que una, al menos, es el gobierno de un estado, genera un mínimo de 25
muertos en batalla. Se extrae como conclusión, que los elementos más
relevantes en esta propuesta son el uso de la fuerza armada, las armas, el
número de muertos, cada una de las partes, el gobierno, las organizaciones
de oposición, el Estado, y la incompatibilidad que concierne al gobierno y/o
territorio.

A partir de esta interpretación de conflictos armados hacen una clasificación


que distingue entre:

 El conflicto armado menor, que muestra como mínimo 25 muertos


durante la batalla por año y menos de 1.000 muertos durante el curso
del conflicto.
 El conflicto armado intermedio, que presenta 25 muertos durante la
batalla por año y un total acumulado de más de 1.000 muertos.
 La guerra, que alcanza los 1.000 muertos durante la batalla por año.

Además, el conflicto armado mayor incluye estos dos niveles más severos,
como son el conflicto armado intermedio y la guerra.

Frente a estas definiciones, podemos destacar aspectos cualitativos, porque


aunque no subrayen datos tan generales, tienen en cuenta los rasgos
particulares de los contextos en los que acontece cada conflicto armado.

1.3 Elementos básicos de los conflictos


internacionales
1.3.1 Las causas de los conflictos

Los modelos de análisis de conflictos comparten un factor común a todos


ellos: son modelos causales, es decir, solamente admiten la influencia
del azar como un factor de entre varios que pueden actuar en el
desarrollo del conflicto y en las acciones y estrategias que lo
conforman, pero lo eliminan de la génesis del conflicto. En este sentido,
existen varios aspectos de utilidad (utilidades) que inducen a originar o
participar en un conflicto, y pueden resumirse según de la siguiente forma
(Brams y Kilgour, 1988; Blalock, 1989):

- La utilidad asociada a la finalidad de alcanzar objetivos


específicos relacionados con la otra parte (por ejemplo, conseguir una parte
del territorio del oponente, obtener libertad de explotación de recursos,
protegerse contra ataques, o controlar recursos, aumentar el poder de
influencia, etc.).

- La utilidad asociada a las respuestas a las agresiones del oponente, que


provocan una escalada en el conflicto ya iniciado o producen la iniciación de
un conflicto.

- La utilidad asociada a evitar la agresión y/o castigo que pueda llevar a


cabo el oponente, o incluso para eludir otros costes asociados con el
conflicto.

- Por último, la utilidad asociada a conseguir ganar status y reconocimiento


como resultado de la participación en el conflicto.

Todo conflicto está caracterizado por unas variables que afectan a su


desarrollo y que es necesario tener en cuenta en cualquier análisis. Estas
variables constituyen un núcleo básico que, con variaciones, permiten
establecer las líneas por las que se va a desarrollar el conflicto y que va a
afectar a los posibles desenlaces del mismo (Deutsch, 1973). Incluso algunos
investigadores como Blalock plantean una teoría general de conflictos en
base a las relaciones entre multitud de variables y la evaluación de las
mismas como método de análisis y caracterización de los conflictos, aunque
es un esquema demasiado complicado y un poco artificial (Blalock, 1989).
Existe una gran variedad de causas al hablar de los conflictos
internacionales. Algunos de los siguientes son factores a tener en cuenta en
la investigación de cualquier situación conflictiva:

1. Las percepciones entre los Estados, que se refieren a las formas en las
que comprendemos las situaciones que nos afectan.

2. El territorio, que supone el origen del conflicto como consecuencia de su


conquista. No obstante, se cree que estos conflictos son menos frecuentes en
la actualidad gracias al desarrollo del Derecho Internacional, y a la creación
de las instancias jurídicas como las Naciones Unidas y el Tribunal
Internacional de Justicia que regulan los conflictos internacionales.

3. La historia, que hace hincapié en las causas históricas que van


construyendo a lo largo de un pasado inmediato o lejano el desarrollo de las
tensiones.

4. La economía, que simboliza aquellos motivos económicos que


desencadenan guerras como la posesión de recursos (tierras, petróleo,
aguas, etc.), la apropiación de bienes y personas (mujeres, esclavos), y la
satisfacción de necesidades básicas de subsistencias de cada Estado.

5. La falta de democracia, porque supone la existencia de una relación entre


democracia, conflictos armados y paz. En este caso, se dice que en las
sociedades en las que rigen las libertades públicas, los derechos humanos y
los derechos civiles existen más posibilidades de que los conflictos se
resuelven sin el uso de la violencia (directa, estructural y cultural).

6. Las cuestiones étnicas, que inciden en la dominación de unos grupos


humanos sobre otros debido a las desigualdades económicas, a la búsqueda
de recursos naturales propios de los grupos dominados, o a desplazamientos
forzosos fuera de los territorios de origen.

7. Las cuestiones ambientales, que relacionan los conflictos con los


recursos o bienes naturales esenciales para la supervivencia y el desarrollo
de las sociedades. Por ejemplo, en la actualidad se observa el importante
papel que desempeña el conflicto del agua en los escenarios futuros de
conflictos internacionales.

8. El militarismo, porque concebir, exclusivamente, la seguridad en términos


de 'seguridad militar' provoca el incremento de la inseguridad y la violencia en
sus distintas formas. Esto puede generar una 'espiral de la violencia' frente a
la posibilidad de la construcción de la paz.

9. La pobreza, porque se cree que la crisis económica, la desigualdad y


marginación se encuentran en la mayoría de las causas de los conflictos
internacionales.

Como se puede observar, estas causas están interrelacionadas, y por esta


razón, el origen de todos los conflictos internacionales es una suma
multifactorial de todas ellas. De igual forma, aunque algunos de estos
factores jueguen un papel primordial en su desencadenamiento,
generalmente el conflicto internacional será producido por una conjunción de
las causas mencionadas. Se debe resaltar el valor de la pobreza y las
desigualdades como causa de los conflictos internacionales, asociada a los
más violentos, como son los armados, porque se considera que allí donde
hay más desigualdades es más probable que surja la violencia directa, y al
mismo tiempo, que esta violencia a su vez siga produciendo más desigualdad
y pobreza (Sáez, 1997; Duffield, 2004).

1.3.2 Elementos para el análisis

Otras clasificaciones se basan en la estructura del núcleo básico de variables


que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar el estudio y análisis de los
conflictos internacionales, como las siguientes:

1. Las características de cada parte en conflicto. Este concepto incluye


todos aquellos aspectos específicos de cada una de las partes en conflicto,
que van a determinar el desarrollo del mismo. Estas características pueden
dividirse en:

a) Aspectos intrínsecos a las partes: objetivos, aspiraciones, motivaciones,


valores, etc.

b) Recursos disponibles para mantener el conflicto: recursos físicos,


económicos, políticos, culturales, tecnológicos, alianzas con otras partes, etc.

c) El modelo intelectual de cada parte, que incluye las creencias acerca del
conflicto, las concepciones de la estrategia y la táctica, la habilidad para
utilizar las armas y recursos disponibles, etc.
2. Las relaciones previas existentes entre las partes, puesto que tanto el
nacimiento como el desarrollo y el desenlace de un conflicto están muy
influidas por estas relaciones. Este apartado incluye las actitudes, creencias y
esperanzas que cada parte tiene acerca de la otra, ya sean reales o
percibidas, y, sobre todo, el grado de polarización existente entre las partes,
ya que todo conflicto se ve poderosamente afectado por las relaciones
previas y las actitudes preexistentes entre las partes. Como ejemplo, basta
enunciar el conflicto árabe-israelí (en sus comienzos fue árabe-israelí para,
posteriormente, convertirse en egipcio-israelí y, finalmente, en palestino-
israelí, aunque posiblemente se trate del afloramiento de conflictos
aparentemente distintos pero que son manifestaciones de un único conflicto
latente).

3. La importancia y la naturaleza de los problemas que han dado lugar al


surgimiento del conflicto. En este apartado hay que incluir la importancia y el
alcance del problema, la formulación del conflicto, la periodicidad del mismo
si existe, etc. Así, en los conflictos ideológicos es importante conocer si el
problema que lo origina es generalizado, mientras que en los conflictos
acerca de la posesión de algo hay que conocer si es específico y limitado, o
no. Además, es necesario analizar si el problema es importante o trivial para
alguna o ambas partes. Estas consideraciones proporcionan indicios
importantes acerca de si es posible alcanzar compromisos entre las partes o,
en cambio, esta solución no es posible y quizá la única solución posible sea
el sometimiento (en el sentido y al nivel que sea) de una parte a la otra.

4. El contexto en el que se produce el conflicto, tanto a nivel interno como a


nivel internacional. Este aspecto es muy importante porque es necesario que
existan unas condiciones específicas en el entorno internacional para que
pueda surgir y desarrollarse un conflicto o, en cambio, la parte que podría
iniciarlo no considera adecuada la situación o, si se produce el conflicto, su
finalización es muy rápida al no existir las condiciones necesarias para que
pueda desarrollarse. El entorno condiciona los estímulos e incentivos, así
como las posibles disuasiones que puedan plantearse, y tiene establecidas
un conjunto de normas sociales e institucionales de resolver o regular un
conflicto.

Características del entorno tales como la existencia o no de tradiciones, o el


desarrollo de normas, instituciones, recursos, etc. que hayan propiciado la
resolución cooperativa y pacífica de los conflictos influyen, en gran medida,
en las características del conflicto. La creación de un entorno pacífico es,
entonces, un objetivo importante con vistas a la cooperación.
5. Las audiencias interesadas. Estos grupos afectan al desarrollo del
conflicto en base a su intereses, las relaciones que mantienen con algunas o
ambas partes, su interés en el conflicto (puede ser interés para que se inicie
un conflicto, para que se mantenga o con respecto a sus posibles salidas, y
que posiblemente conduce a influenciar en el conflicto, ya sea directamente o
mediante las concepciones; el caso de los países vendedores de armas a
partes que intervienen en guerras raciales en África es paradigmático), la
concepción de las partes acerca de su audiencia y de cómo reaccionará, etc.
A veces un conflicto puede ser frenado o incitado a continuar por el deseo de
conseguir "mantener el tipo" respecto a otras partes.

6. Las estrategias y tácticas, generalmente variables, que las partes


utilizan en el conflicto. El desarrollo de un conflicto es un elemento
dinámico debido a la actuación de las partes en cada momento. Cada parte
actúa, no solamente teniendo en cuenta sus ideas, objetivos, probabilidades
subjetivas, recursos, utilidades, etc., sino que estos elementos varían en base
a la actuación de la otra parte, en un modelo a veces difícil de predecir, al que
podemos acercarnos con la Teoría de Juegos. En este caso aparecen
elementos positivos como promesas y recompensas, o negativos como
amenazas o castigos, junto a procesos de coerción, persuasión, chantaje,
etc. (Schelling, 1960; Boulding, 1962; Brams & Kilgour, 1988; Burton, 1993).

7. Las consecuencias que provoca el conflicto a los participantes y a otras


partes interesadas. El desarrollo del conflicto afecta a las partes intervinientes
debido a que, con el paso del tiempo, se origina un desgaste importante,
aumentando o disminuyendo su reputación (en este aspecto se suele
establecer una relación inversa, es decir, que el aumento del prestigio de una
de las partes disminuye el prestigio de la otra parte, y viceversa).

1.3.3 Fases del desarrollo de los conflictos

El núcleo de variables anteriormente enunciado establece los aspectos


básicos a tener en cuenta en la aparición, el desarrollo y el desenlace de un
conflicto. El inicio del conflicto puede producirse de pronto, sin previos
indicios en el contexto de que pueda originarse una escalada importante, o
puede deberse a una sucesión de pequeñas escaladas por las partes que
culminan en el surgimiento del conflicto. Sin embargo, una vez iniciado, la
fase de desarrollo del conflicto produce una gran actividad en las partes
intervinientes, que continuamente llevan a cabo acciones de escalada o
desescalada, de amagos o de ataques en un intento de modificar la situación
a favor de sus intereses.

Básicamente, podemos distinguir cuatro fases en los conflictos


internacionales:

a) Incubación: aparecen los elementos de la discordia.

b) Crisis: se desencadena el enfrentamiento.

c) Desarrollo intermedio: el conjunto de amenazas o acciones diplomáticas


o bélicas que dilucida las posiciones y las ventajas.

d) Desenlace: resolución o superación del conflicto por acuerdo de las partes


o triunfo de una de ellas.

a) Incubación

En la fase de incubación del conflicto, aparecen (si son nuevos) o emergen


(si estaban latentes) elementos de discordia entre las partes; viejas
rivalidades históricas, enfrentamientos anteriores no superados, dificultades
económicas o estrategias e ideologías políticas van creando un ambiente
enrarecido entre los futuros bandos o parte de ellos. Como ejemplo, resulta
claro que la gestación en Europa de la Segunda Guerra Mundial está
relacionada con las rivalidades históricas de las potencias europeas en el
siglo XIX por la consecución de imperios propios, pero también con la salida
que se dio a la Primera Gran Guerra después de 1918, con las crisis
económicas de los años veinte y treinta y con el ascenso de los totalitarismos,
entre otras causas; ello condujo a una situación muy comprometida para la
paz en los años anteriores a 1939. En esta primera fase todavía es posible la
prevención de las fases siguientes, y en concreto de la aparición de la crisis,
mediante procesos de cultura y mantenimiento de la paz.

b) Crisis

Por ello es importante resaltar el concepto de "crisis", como un instrumento


importante a la hora de referirnos a los conflictos internacionales. Podríamos
definir crisis como un empeoramiento temporal de las relaciones
internacionales. La crisis suele enviar señales. El origen de la crisis siempre
viene del exterior aunque a veces pensemos que sólo se manifiesta en
nuestra mente. La crisis suele llegar para destruir la concordia, y por más que
intentemos asociar la palabra "crisis" a la "oportunidad" (como hacen los
chinos), esa romántica asociación sólo es posible cuando estamos
preparados para lo imprevisto. Sin embargo, los hechos no cuentan, lo que
cuenta es cómo percibe los hechos la opinión pública. La crisis siempre gira
alrededor de un símbolo: puede ser una institución como el matrimonio, la
empresa, la religión, la patria, el terror al terrorismo internacional, etc.

La idea de crisis nos ayuda a estudiar los conflictos internacionales, sus


causas y la visión que se tiene de ellos de forma distinta. Como señala el
profesor Hylke Tromp (Prins and Tromp, 2000),

'... ha llegado el tiempo de que la Investigación para la paz vuelva a centrarse


en el primer y más importante de los problemas: el fenómeno de la guerra y la
violencia incluyendo su justificación mediante sistemas de creencias e
ideologías militaristas tales como las que están generalmente hoy presentes
en casi todas las sociedades'.

Durante la fase de crisis, que en el ejemplo de la Segunda Guerra Mundial se


concretaría en los meses o años inmediatamente anteriores al estallido de la
guerra, aún se puede evitar la confrontación, o al menos mantenerla en unos
niveles inocuos para la paz, mediante la diplomacia y la mediación. En esta
fase suele ser clave el mantenimiento de la comunicación y la búsqueda de
intereses comunes entre las partes, pero también el juego de amenazas
mutuas.

c) Desarrollo intermedio

El "desarrollo intermedio" de un conflicto internacional suele tener altibajos


de gravedad, con períodos más virulentos (escaladas) o menos, y con el
problema básico de mantener la relación entre las partes (comunicación,
relación diplomática, negociación) para evitar el desencadenamiento de
acciones armadas. Durante este periodo, la posición de las partes
intervinientes en el conflicto puede cambiar cíclicamente desde posiciones
más dialogantes a otras más intransigentes y viceversa; como se verá más
adelante, una característica importante de los conflictos internacionales de
nuestros días es el alargamiento en el tiempo y los sucesivos cambios de
esquema frente al conflicto de las partes implicadas.

El desarrollo de un conflicto internacional puede conllevar acciones armadas,


agresiones político-económicas y/o simplemente posicionamientos
diplomáticos (en el ejemplo, es evidente que no se evitó la guerra), por lo que
no siempre un conflicto en esta fase significa una ruptura total. Por otra parte,
aunque el momento más peligroso para la paz suele ser el de la crisis,
cuando se ha conseguido superar ésta sin guerra es necesario mantener los
esfuerzos para evitarla a lo largo de todo el desarrollo intermedio.

d) Desenlace

Finalmente, la fase de "desenlace" del conflicto constituye en algún sentido


una situación de relajación, en la que de una forma o de otra se habría
llegado al final del conflicto. Sin embargo, esta fase es, cada vez más, una de
las más importantes y, a veces, la de mayor duración, ya que en muchos
conflictos actuales el desenlace no es una solución definitiva, sino que finaliza
en una situación favorable aparentemente a una de las partes. Este hecho
propicia que los perdedores realicen multitud de acciones desestabilizadoras
que en realidad constituyen un conflicto de bajo nivel, continuo o intermitente,
que origina una situación inestable y muy difícil de conseguir llevar a un
status quo aceptado por ambas partes. Incluso, a veces, este contexto de
finalización inestable del conflicto está estableciendo las bases de la
aparición de un nuevo conflicto, entra las mismas partes o entre una de ellas
y otro actor, pero que en realidad constituye una vigorización del mismo
conflicto que ha permanecido latente y, con frecuencia, es una nueva versión
del conflicto que se ha manifestado anteriormente.

También pueden generarse las condiciones para un conflicto con nuevos


protagonistas, como en el ejemplo de la Segunda Guerra Mundial, en el que
las rendiciones de 1945 derivaron, paradójicamente, en el enfrentamiento de
la Guerra Fría entre las grandes potencias que habían sido vencedoras.

1.4 Interpretación de los conflictos


según las teorías de las Relaciones
Internacionales

Los conflictos internacionales han estado ligados, desde el comienzo de las


sociedades humanas estatalizadas, al objetivo de conseguir recursos,
aumentar el poder y la influencia, y de controlar aquellas zonas del mundo
que se consideraban de interés geoestratégico. Y para alcanzar este objetivo
han surgido, a partir de la aparición de los imperios, y sobre todo a partir del
siglo XVIII, varias corrientes de pensamiento que han guiado interpretando
los conflictos internacionales hasta nuestros días; entre ellas cabe destacar
las siguientes: Realismo, Idealismo, Institucionalismo liberal,
Interdependencia, Neoliberalismo, Neorrealismo, Constructivismo e
Interdependencia compleja.

Realismo

El realismo ha sido, desde los comienzos de los conflictos internacionales, el


pensamiento dominante a lo largo del planeta, aunque con mínimas
variaciones. El principio filosófico básico es el estado en contra de otros
estados (Aggarwal & Allan, 1995). La teoría realista de los conflictos asume
que, en el aspecto geopolítico, la finalidad de cualquier política exterior debe
ser obtener el poder de influir en otros estados a su favor, y así conseguir
aumentar sus beneficios y su influencia, además de otros fines como el estar
mejor preparado ante una posible agresión (real o no, pero percibida como
real), mantener un status quo favorable o modificar el existente si es
desfavorable, conseguir la cooperación de otros países para conseguir sus
fines, etc. En sus primeros tiempos, esta geopolítica se imponía mediante la
agresión militar, lo que llevó a los distintos países a una carrera armamentista
en aumento y a intentar disponer de un arsenal tan destructivo o más que el
de su adversario (en el límite, la posesión de arsenal nuclear, etc.).

Para el realismo, las relaciones entre los estados y entre los grupos sociales
dentro de ellos se definen por los conflictos de intereses. La concepción
realista del mundo "concibe a las relaciones internacionales como una lucha
por el poder y la seguridad entre comunidades políticas diferentes,
primordialmente naciones-estados"(Baylis y Rengger, 1992). Cada estado
busca su máximo nivel de seguridad, y eso genera inseguridad en otro y otros
estados que, a la vez, buscan conseguir la mayor seguridad. Esta búsqueda
produce una sistemática inestabilidad que puede ser parcialmente remediada
por el equilibrio de poder (Aguirre, 1995).

El realismo se abandera bajo premisas hobbesianas del Leviatán en las que


se afirma que el hombre es lobo para el hombre, y que las relaciones
internacionales se basan en las relaciones de poder, en donde el principal y
único actor es el Estado. Los conflictos surgen por el choque de intereses
entre los mismos, pues se parte del principio epistemológico de que el
sistema internacional es anárquico ya que cada actor es soberano, y que el
sistema carece de una cabeza sólida de poder. Esta situación provoca que
exista una constante disputa entre los estados para asegurarse su seguridad
a través del ejercicio del poder. La jerarquización del sistema internacional
estará en función del poder que cada Estado sea capaz de ejercer, estando
dicho poder caracterizado por su capacidad militar y política para imponer sus
intereses a otros estados (Morgenthau, 1993). La mejor manera de mantener
la paz entre dos potencias será a través del equilibrio de poder
(principalmente entendido en términos armamentísticos).

Su protagonismo será casi total hasta la Primera Guerra Mundial. Hasta ese
momento, el escenario internacional en la época contemporánea se ha
caracterizado por el enfrentamiento anárquico entre los estados que tratan de
expandir su poder y por la búsqueda de un sistema de equilibrio europeo que
frenase tanto la posibilidad de destrucción mutua como que frenase la
posibilidad de que una potencia dominase al resto de Europa (amenaza que
casi se cumple durante el Imperio Napoleónico). El medio de gestión de
conflictos internacionales será el uso de la violencia o de la amenaza de la
misma por un Estado con el objeto de imponer sus intereses a otros estados.
La máxima expresión de dicho medio de resolución de conflictos
internacionales serán las guerras (el ejemplo clásico que utilizará Clausewitz
serán las guerras napoleónicas).

La teoría realista de las relaciones internacionales se encarna en sus tres


máximos representantes. Hobbes es la representación simbólica intelectual
del escenario que plantea esta teoría (Hobbes, 2003); Henry Kissinger (1996)
es la representación de esta corriente de pensamiento en la práctica política
de las relaciones internacionales; y Clausewitz fue su máxima materialización
militar (Clausewitz, 1999).

Idealismo

Los partidarios de la teoría idealista consideran que existe potencial o


realmente una armonía de intereses, y que se puede alcanzar a través de
marcos institucionales (y normativos) apropiados.

Su concepción del sistema internacional contempla ese caos y esa anarquía


en las relaciones internacionales pero establece que es preciso crear
sistemas normativos que permitan gestionar y prevenir los conflictos de una
forma más beneficiosa para todos los actores de la comunidad internacional.

El idealismo fue planteado principalmente por Woodrow Wilson al finalizar la


Primera Guerra Mundial y se institucionalizó en el periodo de entreguerras
con la creación de la Sociedad de las Naciones, que partía de la constatación
de principios de cooperación y armonía entre las naciones. Rousseau será la
representación simbólica intelectual de este segundo escenario (Rousseau,
2006). Los teóricos de la seguridad compartida son la representación de esta
corriente de pensamiento en la práctica política de las relaciones
internacionales.

Institucionalismo liberal

Las dos corrientes previas coinciden en la necesidad de existencia de


organizaciones internacionales y escenarios de negociación multilateral
(instituciones internacionales), para gestionar las caóticas relaciones
internacionales (según los realistas) o para fomentar los intereses comunes
(según los idealistas).

El liberalismo surge a partir de las reflexiones del Barón de Montesquieu y de


Immanuel Kant, y fue rápidamente adoptado por la política exterior de
Alemania y Francia a lo largo del siglo XVIII, y de los filósofos ingleses
Jeremy Bentham y John Stuart Mill en el siglo XIX (Nye, 2000). En vez de
partir de la base de que el sistema de estados es anárquico, el liberalismo
considera que la sociedad es un todo global, en la que el funcionamiento de
esta sociedad global se lleva a cabo a partir de los estados, y así es posible
regular el contexto internacional. De esta forma se consigue una sociedad
global en la que el pilar básico es el intercambio en sus diversas facetas: se
intercambian mercancías y el comercio es un pilar básico del desarrollo
humano, la personas viajan y tienen contactos con personas de otros países
y culturas, enriqueciéndose mutuamente, se crean organismos
internacionales de control que permiten establecer un contexto de progreso
de las naciones, se favorece la interdependencia entre estados a través del
aumento en el comercio, etc. Es decir, apuesta por las relaciones pacíficas
entre los países y el acatamiento a las leyes internacionales, intentando
mantener los conflictos violentos solamente para situaciones extremas.

El institucionalismo liberal mantiene que las relaciones internacionales están


reguladas por convenciones, regímenes y organizaciones internacionales.
Las teorías liberales de Relaciones Internacionales tienen fuertes enunciados
sobre la cooperación internacional. En general se comparte el deseo de que
el comportamiento y el entendimiento sean constitutivos, es decir, que tengan
poder para que se establezcan leyes con el fin del éxito de las interacciones.

Las instituciones internacionales establecen las reglas de juego en las


políticas internacionales fijando normas comunes sobre el comportamiento
apropiado.

El cambio en las instituciones internacionales se produce porque las prácticas


de los actores cambian y es necesario adecuarlas de nuevo El liberalismo
institucional da énfasis al desarrollo de convenciones, las cuales excluyen
ciertas áreas de la competición. La más importante concierne a la
inviolabilidad de las fronteras de posguerra y la preservación del "status quo"
territorial.

Esta teoría enfatiza la interconexión entre los cambios nacionales e


internacionales. Las prácticas de los actores configuran instituciones
internacionales que en turno afectan a los actores en su modo de percibir y
definir sus propios intereses y preferencias. El enfoque es, por tanto, abierto a
todo tipo de explicaciones incluyendo las históricas, culturales y de equilibrio
de poder, con tal de que estén mediadas por normas internacionales. El
énfasis en el cambio de normas de gobierno sugiere, también, que las ideas o
principios de sistemas y percepciones sean tomadas más seriamente que las
capacidades materiales, aunque también éstas podrían afectar a las prácticas
de los actores en los procesos de razonamiento.

Interdependencia

La teoría de la interdependencia de la seguridad (seguridad compartida y más


tarde seguridad cooperativa) afirmaba que el mantenimiento del paradigma
realista en la era nuclear conducía a aumentar de forma peligrosa el grado de
inseguridad de los potenciales enemigos que, a la vez, respondían reforzando
su aparato militar disuasivo/ofensivo. Los teóricos alternativos al realismo
miraron la realidad de la disuasión desde el otro lado: el paradigma realista
estaba conduciendo una escalada peligrosa y el grado de inseguridad para
garantizar la paz resultaba demasiado alto. La dinámica del rearme como
juego de acción y reacción conducía a la posibilidad de hacer reales las
profecías. La inestabilidad superaba los límites de lo admisible, en
consecuencia se planteó algo tan elemental como que la seguridad del
potencial o supuesto enemigo era la mejor forma de crear seguridad para uno
mismo.

La interdependencia rescata en alguna medida las posturas propuestas por el


idealismo de Wilson, pero sobre todo, debate las premisas del realismo frente
a condiciones que a consideración de estos, no son tenidas en cuenta por la
anterior teoría y que son de vital importancia.

Tras el fin de la Segunda Guerra, se ven declaraciones como la de Roma y


programas como el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, los
cuales empiezan a deslegitimar las premisas expuestas por el realismo, y
principalmente comienzan a darle preponderancia a la esfera económica
como máxima prioridad dentro de las agendas estatales.
Uno de los hechos que da mayor sustento a la teoría de la interdependencia
es la conformación de los primeros modelos de integración económica, como
la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero) en 1951,
que es el principio de lo que hoy conocemos como la Unión Europea, la cual
permite ver que no solo existen intereses y jerarquías en el campo militar,
sino que por su parte existen otras condiciones generadoras de cambio, y
además que la unidad única y fundamental no puede ser exclusivamente el
Estado pues dichos primeros acercamientos rompen los esquemas de los
intereses particulares del Estado. Por esta razón se puede ver que empiezan
a existir entidades que sobrepasan las barreras interestatales para llegar a un
plano supranacional partiendo de una base económica.

Con estos hechos se habla de una interdependencia en la medida en que se


plantea el principio que las relaciones económicas son fundamentales y que a
su vez dichas relaciones hacen necesaria la existencia de los otros para
mantener el equilibrio del mercado, es decir, que los Estados se necesitan
unos a otros para mantener sus ventajas comparativas y para superar las
dificultades desde el campo económico (Keohane y Nye, 1988a).

Del mismo modo esta teoría muestra que la variable militar no debe ser
considerada como la única forma de que los países generen presiones para
conseguir sus intereses, sino que por su parte, la misma economía puede ser
más relevante y generar condiciones más favorables para lograr un estatus
de poder en el panorama internacional.

A este respecto autores como Keohane y Nye plantan dos dimensiones en


las que se puede identificar la capacidad de un país para ejercer el poder,
como lo son la sensibilidad, que tiene que ver con la rapidez con que los
cambios de un país pueden afectar a otro, y vulnerabilidad, que tiene que
ver con el costo de los ajustes políticos para enfrentar dicho cambio, los
cuales permiten identificar, a partir de una teoría, como se concibe el principio
del ejercicio de poder (Keohane y Nye, 1988b).

Neoliberalismo

A partir de los años setenta y ochenta surgen nuevas versiones de algunas


de las anteriores teorías denominadas neorrealismo y neoliberalismo. Los
neoliberales, cuyo más destacado teórico es Robert Keohane arguyen que
solamente existen dos formas de poder que lleva a cabo la política exterior:
mediante la guerra o mediante las relaciones pacíficas entre los países, y que
esta última es menos costosa, más favorable a la humanidad y consigue un
mayor desarrollo humano.
Neorrealismo

Frente a estos postulados nace la renovación del realismo que es lo que


conocemos como neorrealismo, el cual emerge como crítica a la
interdependencia, adaptándose a los nuevos contextos internacionales sin
perder la esencia del realismo clásico de Morgenthau.

Los neorrealistas, cuyo principal exponente es Kenneth Waltz, mantienen los


postulados del realismo pero revisados. La idea de poder se modifica
abandonando el punto de vista de la derrota del adversario como fin
exclusivo, y extendiendo el concepto de poder a obtener ventajas de todo tipo
para mantener su hegemonía: control de los recursos económicos,
adquisición de recursos vitales para mantener la economía, aumento del
desarrollo tecnológico como elemento de poder, etc. Y la metodología de
análisis, pautas de conducta y predicción de los posibles desenlaces de un
conflicto, es la idea básica de que los estados son actores racionales
inmersos en el contexto internacional.

Este nuevo realismo por su parte nace en la década de los 70's bajo el
contexto de la Guerra Fría y empieza a dar preponderancia a aspectos que
anteriormente no habían sido tenidos en cuenta, el Estado pasa a tener un
papel importante pero pierde su estatus de protagonista, y del mismo modo
ya no se piensa en términos de superioridad militar sino que dicho
componente se moldea y ajusta a la idea fundamental de la "seguridad".

Kenneth Waltz (1988) intenta dar nuevos matices y permitir la entrada de


otros componentes adicionales a los que se tenían en el realismo clásico, por
lo que la variable económica se empieza a contemplar y se fundamenta bajo
la idea de un "sistema interestatal" en el que se confunden los principios del
Estado con las relaciones con el mercado, es decir, que en esta medida se
pone sobre la mesa la idea de que ambos conceptos son "relacionables" o de
manera clara que existe una relación directa entre las partes y su todo. En
esta medida la teoría pretende incluir otras variables como la económica, que
había sido supeditada con anterioridad, pero que estaba demostrado ser de
vital importancia, o así por lo menos, en lo que se percibía en el periodo de
posguerra.

Al igual que la teoría empezaba a moldear y ajustar sus nuevos componentes


como es el caso de la inclusión de la economía, también se corrigen las ideas
anteriores en torno al concepto de seguridad. Dado que el mundo estaba
polarizado por las dos superpotencias, EEUU. y la URSS, y la carrera
armamentística se hacía cada vez más importante dentro de los
presupuestos nacionales y las agendas estatales, el concepto de seguridad y
de amenaza exterior se convierte en el protagonista de la política exterior e
interior de los estados (la seguridad necesita recursos de la economía del
país que hay que retirar de otras partidas presupuestarias).

La seguridad no solo implicaba la tenencia de un mayor número de tropas,


sino en este caso de capacidades tecnológicas y armamentistas, de la
capacidad de despliegue de fuerzas, de la utilización de la economía como
medio fundamental para la consecución del poder. De esta manera el término
seguridad empieza a englobar todas las esferas en las que interactúan y se
desenvuelven las naciones.

Teniendo en cuenta dichos postulados, se pueden ver críticas directas a la


interdependencia, en la medida en que se ve a la seguridad por encima de la
esfera económica, y por su parte se concibe a la anterior como sólo un
eslabón más dentro de la gran cadena de la seguridad. Se vuelve a poner en
tela de juicio la nobleza de la cooperación entre estados y se parte del
principio de que dichos primeros procesos de integración se basan
principalmente en la necesidad de generar bloques, evidentemente también
económicos pues no se da la negación de esto, que permitan sostener y
mantener la seguridad y los intereses por parte de un país, Estado-Nación o
actor dentro del sistema internacional.

Constructivismo

Entre ambas corrientes "neo" de pensamiento surge el constructivismo, que


critica la ineficacia de ambas ideologías para explicar de forma correcta los
cambios a lo largo del tiempo en la situación geopolítica internacional. Las
políticas exteriores, los objetivos de cada estado, los métodos de actuación,
la cultura de los países, el pensamiento de las personas, etc., varían
considerablemente a lo largo del tiempo; incluso los conceptos de estado y de
soberanía cambian. Por tanto, proponen analizar las causas del cambio y
reconocer por qué y cómo se ha producido para poder actuar de una forma u
otra. En realidad el constructivismo es, más que una teoría, una aproximación
a los conflictos (Nye, 2000). Se volverá a las teorías que interpretan las
relaciones internacionales un poco más adelante con más detalle.

Interdependencia compleja

Esta nueva interdependencia o interdependencia compleja nace a finales de


la década de los 80's y durante todo el transcurso de la década de los 90's, y
a diferencia del neorrealismo, no presenta un cambio drástico de sus
postulados iniciales, sino que se centra en responder a los nuevos cambios y
transformaciones que se están produciendo en el sistema global desde la ya
desarrollada teoría de la interdependencia.

Una de las preocupaciones más grandes por parte de esta corriente de


pensamiento es contemplar el papel que las multinacionales y las
transnacionales van a tener como nuevos actores en las relaciones
internacionales. Estas organizaciones empiezan a operar y a ejercer mucho
poder en el panorama mundial, generando como efecto la pérdida paulatina
de la fuerza y protagonismo que ejercían los Estados-Nación (lo que iba en
contra de las teorías realistas y neorrealistas) (Waltz, 1988).

Es en este sentido, para la interdependencia compleja, cuando el Estado


debe adoptar nuevos roles y desempeñar un papel diferente al que venía
teniendo hasta ahora, no siendo ya el protagonista exclusivo de las relaciones
internacionales y de los conflictos internacionales. Se habla desde esta
corriente de la total flexibilización de las agendas de los Estados, pues éstas
deben responder a los acontecimientos del momento, y sobre todo, aceptan
la idea de que ninguna esfera de poder (político, militar, económico, cultural,
etc.) se debe supeditar a las demás, sino que están interrelacionadas. Del
mismo modo reconocen el constante y variable juego de intereses que
existen en el actuar internacional de los Estados, pero mantienen la idea de
que se pueden generar instancias internacionales que regulen y controlen el
buen desarrollo de las relaciones internacionales.

La interdependencia compleja mantiene muchos de los presupuestos


anteriores aunque se vuelven más complejos. Por ello mantiene la idea de la
existencia de canales múltiples de interconexión por medio de los cuales se
establecen relaciones interestatales, transgubernamentales y
transnacionales, que hacen que las relaciones entre los Estados sean más
dinámicas. Pero como se tratan nuevas temáticas debido a la contemplación
de nuevas esferas y debido a su interrelación y no jerarquización, la
interdependencia se vuelve compleja.

1.5 Evolución histórica de los conflictos


armados internacionales
1.5.1 Los conflictos armados hasta la Segunda Guerra Mundial
En el mundo de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo
XX, amplias regiones del planeta permanecen aisladas cultural o
económicamente, y otras muchas colonizadas; los estados con capacidad
económica y militar (las "potencias") tenían fuertes intereses coloniales, más
ligados a la obtención de materias primas y rutas comerciales que a la
búsqueda de mercados. Por tanto los conflictos armados que recoge la
Historia de esa época están fuertemente ligados a empresas coloniales y
disputas entre instituciones bien definidas, como los estados o sus alianzas, y
poseen características bien definidas en cuanto a sus actores, comienzo,
final, etc. Se podría decir que estas guerras son aún "a la antigua", con una
fácil descripción de su desarrollo.

Así, las guerras anteriores a la Segunda Guerra Mundial, e incluso en gran


medida esta misma, pueden caracterizarse por oposición a las posteriores
por los elementos siguientes, entre otros:

- Se dan mayoritariamente entre estados o alianzas de estados, y


minoritariamente como guerras civiles o revolucionarias; si bien existe un
componente nacionalista de búsqueda de independencia en muchas de ellas,
no es lo fundamental.

- Tienen sobre todo causas imperialistas o colonialistas, de voluntad de


aumento de influencia sobre territorios a los que dominar; se desarrollan en
las metrópolis (guerra franco-prusiana, guerra ruso-japonesa, Primera Guerra
Mundial,...) aunque frecuentemente por intereses de las colonias, pero
también en ultramar (guerra de los boers, guerra de Cuba,...)

- En las internacionales (mayoritarias) la economía tiene gran influencia en su


estallido. En cambio las guerras civiles tienen también fuertes componentes
ideológicos, de revolución o lucha entre liberales y conservadores o de
carácter independentista.

- Los bandos y los cambios de alianzas suelen estar bien definidos.

- El ansia de revancha provoca nuevas guerras, aunque puedan cambiar algo


los estados protagonistas en cada bando.

- Suelen ser relativamente cortas, y con fechas de comienzo (declaración de


guerra) y final (armisticio) bien definidas.
- El resultado de la guerra se plasma frecuentemente en ganancias
territoriales (o independencia) para el vencedor, y pérdidas territoriales para
el bando perdedor.

- La participación es fundamentalmente de militares; la población civil, aunque


afectada en los escenarios bélicos, no interviene decisivamente.

- Se sufren proporcionalmente muchas bajas en los ejércitos, pero pocas en


la retaguardia.

- La diplomacia y el espionaje juegan un papel fundamental.

- Las guerras más importantes afectan directamente a los países más


desarrollados económicamente y sus ejércitos pagan un alto precio en vidas
humanas.

Por motivos ideológicos, pero sobre todo por la existencia y desarrollo de


superpotencias que se incorporan a la capacidad de uso militar de armas
atómicas de destrucción masiva y se alinean en dos grandes bloques, la
situación cambia mucho en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial.

1.5.2 Los conflictos armados durante la Guerra Fría

Durante la Guerra Fría, entre 1945 y 1989, el mundo estaba dividido en dos
bloques: uno liderado por Estados Unidos (EEUU.) y el otro liderado por la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Naciones Unidas, la
OTAN y el Pacto de Varsovia definieron el sistema internacional durante la
Guerra Fría. En el mundo bipolar, la gestión de conflictos internacionales
estaba enfocada en conflictos y crisis interestatales. La confrontación hizo de
cualquier país o cualquier área un objeto de consideración estratégica e
incluso las disputas locales adquirían una dimensión interestatal. Las
intervenciones directas o indirectas fueron comunes. (Wallensteen, 2002;
Kaldor, 1990).

Las dos superpotencias intervinieron en sus respectivas esferas de influencia


o en zonas disputadas, empleando una mezcla de argumentos ideológicos y
motivaciones estratégicas. La principal racionalidad de la esfera de influencia
era su capacidad para limitar el conflicto directo entre las mayores potencias
(Doran, 1991). Lo que ocurre dentro de la esfera en términos de estabilidad
es un efecto secundario a este deseo de regularizar las relaciones a un nivel
global. Ambos superpoderes tenían control político sobre estados satélites, y
cuando aquellos estados intentaban escapar de ese control eran frenados por
intervenciones armadas directas o por intervenciones indirectas (por ejemplo,
la guerra de Vietnam o la represión en América Latina en un bando, y la
represión de los movimientos democráticos en Hungría y Checoslovaquia, en
el otro).

Pero las superpotencias buscaban argumentos y justificaciones porque


necesitaban obtener la legitimidad de la sociedad internacional, una sociedad
internacional que había eliminado el uso legal de la fuerza como una
herramienta para solucionar conflictos y que había sacralizado el principio de
no intervención. Necesitaban el uso de la guerra justa, (Ruiz-Giménez, 2005).
Primero, intervenían siguiendo la petición del propio estado intervenido (como
el apoyo contra revoluciones internas o contra una agresión externa).
Segundo, la URSS y EEUU. desarrollaron dos doctrinas para defender las
intervenciones en sus esferas de influencia: la doctrina "Breznev", para
apoyar el socialismo; la doctrina "Reagan", para defender el "mundo libre" y
contener al comunismo.

Hasta la era de Gorbachov, ni los líderes soviéticos ni los americanos


pensaron en la cooperación entre las superpotencias como un medio de
resolver los conflictos internacionales. Cada una veía estos conflictos en
término de suma cero; una pérdida de una de las superpotencias era una
ganancia para la otra (Katz, 1991). El objetivo era ayudar a los aliados
propios a conseguir la victoria sobre los aliados del otro.

En consecuencia, los conflictos armados de esa época tienen nuevas


características, como las siguientes:

- Se dan mayoritariamente como guerras civiles o revolucionarias, o como


guerras entre países vecinos, con un componente nacionalista de búsqueda
de independencia en muchas de ellas, sobre todo hasta los años sesenta.

- Tienen sobre todo causas políticas e ideológicas, ligadas con la voluntad de


los bloques de consolidar o aumentar su influencia política sobre países o
regiones, más que sobre el dominio estrictamente territorial o colonial; se
desarrollan físicamente sobre todo en el Tercer Mundo.

- Los bandos y los cambios de alianzas continúan estando bien definidos,


aunque aumenta la proporción de actores sin estado (grupos revolucionarios
o antirrevolucionarios, naciones sin estado, etc.).
- Las guerras van surgiendo no tanto por deseo de revancha, sino de
equilibrio regional (en el sentido de región como conjunto de estados) y por
contagio de alianzas desde territorios vecinos.

- Comienzan a ser relativamente largas y a tener efectos devastadores para


la paz y la economía regional durante décadas.

- El resultado de la guerra se plasma frecuentemente en ganancias de poder


político o ideológico (o independencia) para el vencedor, y no tanto en
ganancias territoriales.

- La participación de la población civil comienza a ser importante, con gran


aumento de ejércitos irregulares, bajo banderas de movimientos más que de
estados.

- Se sufren muchas bajas en los ejércitos, pero también en la retaguardia.

- La diplomacia y el espionaje entre alianzas continúa jugando un papel


fundamental.

- Las guerras más importantes afectan indirectamente a los países más


desarrollados económicamente, porque no se libran en su territorio y aunque
en algunos casos sus ejércitos pagan un alto precio en vidas humanas
(Corea, Vietnam, Afganistán,...), el sufrimiento directo mayor es para los
países tercermundistas implicados.

Al final de los años 80, el nuevo contexto internacional permite la cooperación


entre ambos superpoderes en la prevención, gestión e incluso en la
resolución de algunos de los conflictos del Tercer Mundo pero con un éxito
relativo (Doran, 1991). El hundimiento político-económico del bloque
comunista europeo a finales de esa década, causado en parte por la presión
económica occidental de la carrera armamentística en un esquema de
amenazas y escaladas, define un nuevo mundo en el que la bipolaridad se
transforma súbitamente en unipolaridad.

1.5.3 Los conflictos armados después de la Guerra Fría

De la misma manera que la Revolución Industrial cambió no sólo el mercado


laboral sino la estructura familiar y la política exterior, (la Revolución Industrial
empujó la era del imperialismo colonialista), la Globalización ha producido
cambios territoriales, laborales y comerciales incitando un gran intercambio
de personas, tecnología e información entre países. Debido a este fenómeno,
por primera vez el mundo ha visto el surgimiento de actores no-estatales en
la era internacional: las empresas multinacionales, las ONG's y los individuos.
Por ello, los análisis de los conflictos internacionales tienen que tener en
cuenta que el mundo actual ha sufrido una inestabilidad dual: la caída de la
bipolaridad y la globalización. Desde 1989, se pretende infructuosamente
volver a encontrar la previsibilidad y estabilidad de la época pasada, por otra
parte ideológica y políticamente más cerrada que la actual.

El final de la Guerra Fría nos ha permitido observar algunos cambios


importantes en la sociedad internacional. Durante los años 90 existió un
fuerte debate sobre la estructura del sistema internacional en la post Guerra
Fría. Había dos grandes opiniones entre los académicos sobre ello:
unipolaridad y multipolaridad. La primera afirmaba la capacidad de EEUU.
para enfrentar cada nueva amenaza en el sistema internacional (Krauthamer,
1991). La segunda estaba más extendida y estaba asociada al proceso de
difusión del poder (Hoffmann, 1990) o a la dimensión económica del sistema
que tenía tres cabezas (EEUU., UE y Japón) (Freedman, 1992). También
puede ser confirmada la presencia en la sociedad internacional de tensiones
entre dinámicas de integración y fragmentación (Barbé, 1995). Esta tensión
integración-fragmentación incluye dos procesos. El primer proceso enfrenta a
la mundialización (valores, cultura, tecnología, economía, etc.) contra la
individualización (defensa de las identidades propias). El segundo es un
proceso económico que enfrenta la regionalización (creación de bloques
regionales) contra la globalización.

Como resultado de ambos procesos, las crisis y los conflictos internacionales


han sufrido muchos cambios que desafían la tradicional gestión de crisis y
conflictos. Los investigadores han comprobado como los conflictos violentos
han cambiado en la post Guerra Fría. Los conflictos violentos presentan
cambios en sus características y también en los actores y motivaciones
implicados y plantean problemas analíticos y prescriptivos para académicos y
para los implicados en la elaboración de las políticas exteriores (Fisas, 2004).
Mientras que durante la Guerra Fría los conflictos eran principalmente
interestatales, en la post Guerra Fría los conflictos son principalmente
intraestatales (90%) (Wallensteen, 2002).

Los "nuevos" conflictos tratan con incompatibilidades gubernamentales y


territoriales que son internas, y muchos de ellos se han convertido en
prolongados y la destrucción que acumulan es inmensa. Algunos
investigadores hablan de nuevas guerras (Kaldor, 1999; Ignatieff, 1999) y
otros hablan de conflictos socio-internacionales (Miall et al., 1999). La
mayoría de los conflictos durante los años 90 podrían ser definidos como
"basados en la identidad", constituyendo un desafío directo a la autoridad
estatal existente así como a sus características. Los actores en los conflictos
internos normalmente no están legalmente vinculados a las reglas que
gobiernan el comportamiento en tiempos de guerra. Los grupos nacionalistas
o de otra identidad típicamente definen sus acciones como consecuentes con
su propia interpretación de las convenciones legales. En muchos conflictos
contemporáneos los civiles son frecuentemente considerados como objetivos
y los derechos humanos violados. La intensidad de los conflictos étnicos y los
odios raciales, religiosos o culturales ha desarrollado muchas "limpiezas
étnicas" (Ruanda, Bosnia, Camboya).

La noción de seguridad ha sufrido grandes transformaciones debido a estos


cambios en la sociedad internacional. El término ha evolucionado desde la
protección de los intereses nacionales a través de la fuerza militar y la
agresión disuasoria (Buzan, 1991; Walt, 1991; Krause & Williams, 1997) a un
concepto más flexible y amplio. La seguridad como un concepto unido a una
concepción global y multidimensional se ha convertido en una idea extendida.
Estas dimensiones están entretejidas en una red interdependiente. Podemos
hablar sobre una dimensión mundial de los problemas porque están unidos
entre ellos y se extienden más allá del área geográfica donde han sido
creados. Estos cambios en la naturaleza de la sociedad internacional y en la
naturaleza de los conflictos internacionales y amenazas a la paz y la
seguridad, han desafiado el enfoque tradicional de la gestión de crisis y
conflictos. Se ha incrementado la necesidad para un enfoque más amplio y
profundo para tratar las crisis y los conflictos internacionales.

Por tanto, las características de los conflictos armados han continuado


evolucionando fuertemente en el sentido ya apuntado en la época de los
bloques y con algunas novedades:

- Se dan mayoritariamente como guerras civiles o étnicas, pero también con


una gran diversidad de causas y actores, desde microconflictos locales con
influencia internacional hasta conflictos multinacionales, como los provocados
por redes terroristas internacionales; simplificando tal vez excesivamente, se
podría decir que hay guerras de todas clases, menos clásicas.

- Tienen sobre todo causas políticas, ideológicas, culturales y religiosas, y de


intereses económico-estratégicos, de imposición política en un espacio local
o global.
- Se caracterizan por su estallido inesperado o por situaciones crónicas con
fases violentas y latentes (períodos de calma aparente).

- Los bandos y los cambios de alianzas no suelen estar bien definidos,


porque a menudo se trata de grupos guerrilleros o terroristas frente a poderes
establecidos pero políticamente cambiantes. Se producen por primera vez
gran número de intervenciones más o menos violentas de cuerpos de ejército
de organizaciones internacionales en búsqueda del mantenimiento o
recuperación de la paz en una zona.

- Las causas de las nuevas guerras son muy diversas, multifactoriales.

- Suelen ser conflictos armados muy largos en el tiempo, con altibajos de


actividad militar y con poco uso de declaraciones de guerra y poco respeto a
los acuerdos, a menudo parciales.

- El resultado de la guerra se plasma más bien en ganancias políticas y de


influencia que territoriales, con algunas excepciones en guerras civiles
abiertas.

- La participación es indistintamente de militares, organizaciones civiles y


población civil; esta última sufre mayoritariamente las consecuencias de la
guerra, directamente con bajas pero sobre todo con catástrofes humanitarias.

- Se sufren proporcionalmente pocas bajas en los ejércitos, pero muchas en


la retaguardia.

- La diplomacia y el espionaje juegan un papel fundamental, pero también el


interés por conquistar a la opinión pública y el uso de la propaganda en los
medios de comunicación es muy importante.

- Los conflictos afectan directamente a los países menos desarrollados, pero


indirectamente a todos.

- Aparecen cada vez con más frecuencia conflictos armados que no son
estrictamente guerras en sentido clásico, sino conflictos terroristas, de grupos
internacionalizados, revolucionarios, antiglobalización, etc.

Como resumen, se podría decir que los conflictos armados son cada vez
menos guerras en sentido estricto y poseen características en muchos
sentidos opuestas a los de hace un siglo.
Ello se debe a los cambios sociales, científicos y tecnológicos, pero también
porque en la actualidad existe únicamente una superpotencia, lo que ha
originado la desaparición de varias situaciones y estrategias propias de la
existencia de dos superpotencias: el denominado "Balance de Poder",
"Equilibrio de Poder", la "Guerra Fría", la carrera de armamentos, la
"Disuasión Nuclear", etc. Desde el punto de vista de la geopolítica,
este status quo se ha modificado convirtiendo al mundo en un lugar más
inseguro, en el que existe una importante cantidad de países, de distinta
importancia, que poseen armamento nuclear o están en vías de conseguirlo
en un futuro cercano, pero también con mayores posibilidades de paz
negativa (en el sentido de ausencia de guerra). Desde un punto economicista,
la economía mundial ya no está regulada exclusivamente por una o dos
superpotencias, sino que han surgido varias economías emergentes, de
distinto signo político, y que posiblemente dominarán la economía mundial en
un futuro próximo.

En lo que concierne a la Seguridad y la Defensa, desde la desaparición de


rivales que mantenían un equilibrio de poder hemos asistido a la aparición de
conflictos muy alejados del estándar clásico, debido a dos aspectos
fundamentales que han sufrido una amplia modificación:

a) En primer lugar, ha variado el sistema de enfrentamiento y, por tanto, se ha


modificado el sistema de evitar enfrentamientos mediante amenazas,
compromisos, etc. Este cambio comenzó en la guerra de Vietnam y se ha
intensificado en nuestros días a todos los niveles, de forma que a veces es
muy difícil evaluar las características del adversario, los recursos que posee
con respecto al conflicto, el apoyo del que puede disponer en la comunidad
internacional, las fuentes de recursos de las que puede disponer (casi
siempre ocultas y, a veces, entremezcladas con el sistema económico
internacional), o su relación con los distintos países.

b) En segundo lugar, se han desorganizado los bloques de poder, de forma


que recientemente ha aparecido el concepto de "conflicto de civilizaciones"
para resumir la situación actual en la que el bloque occidental se enfrenta a
organizaciones terroristas sin estructura definida, sin una organización clara y
estructurada, pero con una carga ideológica muy fuerte que lleva a realizar
actuaciones violentas (incluso suicidas) sin que sea posible determinar con
una mínima precisión cuándo, dónde, cómo, etc.

Esto nos lleva al paso de la bipolaridad ideológica del enfrentamiento Este-


Oeste a la multipolaridad no-ideológica de enfrentamientos en diferentes
direcciones. Este cambio suele ser visible en algunos aspectos:
- Fin de la preponderancia de las Alianzas Militares (desaparición del Pacto
de Varsovia y crisis de identidad de la OTAN).

- Fin del monopolio de la posesión de armas nucleares en manos de cinco


potencias reconocidas (EEUU., la ex URSS, Francia, Gran Bretaña y China) y
cuatro no reconocidas (Israel, Sudáfrica, India y Pakistán). La desintegración
de la URSS -que dejó sus armas nucleares en manos de Bielorrusia, Rusia,
Kazajstán y Ucrania-, y la proliferación de componentes nucleares para
países con ambiciones de poseer este tipo de armamentos (Corea del Norte,
Irán, entre otros).

- Afianzamiento de EEUU, la Unión Europea y Japón como los tres grandes


centros de poder global y científico-tecnológico, industrial, comercial y
comunicacional.

- Creciente importancia de potencias regionales alrededor de las cuales se


construyen bloques económicos, reconocidos o no (Sudáfrica, Nigeria,
México, Brasil, India, entre otros).

- Ruptura de la cohesión ideológica del enfrentamiento


capitalismo/comunismo de la Guerra Fría y ascenso o recuperación de otros
signos de identidad (raza, etnia, religión, civilizaciones) alrededor de los
cuales se agrupan sectores sociales. Consiguientemente se ha producido un
desafío a la configuración de algunos estados.

Estas consideraciones conducen a pensar que es necesario estudiar, analizar


y diagnosticar esta nueva situación, caracterizada por su complejidad, rápida
evolución y la aparición de nuevos actores fuente de conflictos. Los
componentes económicos de límites al crecimiento, medioambientales y
demográficos son claramente emergentes, como indica la tabla 1.1:

FUENTES DE CONFLICTOS CONTEMPORÁNEOS

Nivel Elementos

Transición geopolítica, divisiones económicas Norte-Sur, restricciones


Global
medioambientales, proliferación armamentística, disputas ideológicas.

Patrones de clientelismo, intervención, desbordamiento, diáspora, demografía


Regional
social transfronteriza.

Estatal Social Sociedad débil: divisiones culturales, desequilibrio étnico.


Económico Economía débil: pobreza de recursos, privación relativa.

Político Política débil: gobierno parcial, ilegitimidad del régimen.

Partes en conflicto Movilización de grupo, dinámicas intergrupos.

Elite / Individuo Políticas excluyentes, intereses fácticos, liderazgo rapaz.

Tabla 1.1. Fuentes de conflictos contemporáneos.


Fuente: Miall et. al., 1999.

Capítulo 2 .- La teoría de juegos (game


theory) como herramienta del análisis de
conflictos

2.1 Introducción

La teoría de juegos se puede utilizar para el análisis objetivo de conflictos y


es de especial utilidad para mejorar la comprensión de los conflictos
internacionales; en este capítulo se introducen los fundamentos de la teoría
en relación con la labor de los árbitros y mediadores, distinguiendo las
situaciones susceptibles de colaboración entre los implicados y se analizan
los esquemas básicos de las posiciones que pueden tener los oponentes en
un conflicto.

2.2 Elementos históricos y conceptuales


de la teoría de juegos
La "teoría de juegos" (o "teoría del juego" si se traduce literalmente del inglés
"Game Theory) es una poderosa herramienta para el análisis de cualquier
tipo de conflictos, pero que ha sido aplicada históricamente con mayor
frecuencia a los conflictos internacionales que a los de otro tipo. Se llama así,
teoría de juegos, porque en su origen se basó en el estudio de las estrategias
de los juegos de mesa, algunos de ellos relacionados con la guerra.

Aunque tiene antecedentes en el siglo XIX y comienzos del XX en varios


ámbitos, se dice que la teoría propiamente dicha comienza a partir de los
trabajos de Von Neumann en los años veinte; su desarrollo puede resumirse
en las aportaciones de tres figuras sobresalientes:

1. J. Von Neumann: Matemático húngaro-estadounidense nacido en


Budapest en 1903 y que trabajó en EEUU desde los años treinta. Publicó el
Teorema Minimax en 1928 y el libro más famoso de la teoría en 1944
("Theory of games and economic behaviour", con Morgenstern). Una amena
biografía de este investigador, que muestra los orígenes de la teoría de
juegos es la traducción española del "Dilema del Prisionero" de Poundstone
(1995).

2. J. F. Nash: Nacido en 1928, es el matemático conocido por la película


"Una mente maravillosa" (A beautiful mind); se le debe el concepto de
equilibrio de un juego en los años cincuenta del pasado siglo, entre otras
relevantes aportaciones, y obtuvo el Premio Nobel de Economía. Sus
aportaciones permitieron la amplia utilización de la teoría en los ámbitos
académicos y políticos de Estados Unidos durante la llamada Guerra Fría.

3. R. Axelrod: ha desarrollado un nuevo enfoque cooperativo de la teoría que


ha enriquecido desde aproximadamente 1980 las Ciencias Sociales,
Biológicas y Económicas. "La evolución de la cooperación" (1984) es su libro
más conocido.

En general, la "teoría de juegos" ha ido ganando espacio científico y


evolucionando en sus desarrollos teóricos y sus aplicaciones desde la
competitividad y el belicismo hacia las estructuras de fomento de la
cooperación. Se puede considerar parte de la Investigación Operativa
(Operacional Research, en inglés), que estudia en general la optimización de
los procesos, es decir, la mejor alternativa ante una situación real. En este
contexto, la "teoría de juegos" busca la mejor estrategia cuando dos o más
oponentes (llamados también actores o jugadores) defienden intereses en
conflicto, y puede considerarse también como una rama particular de la
"teoría de la decisión", que trata de encontrar la decisión óptima de un
decidor entre todas las posibles. En la práctica, se suele hablar de "decisión"
cuando el actor se enfrenta a circunstancias que no dependen explícitamente
de otros actores sino sólo del estado de la cuestión (técnicamente estado de
la naturaleza) y se utiliza la expresión "juego" cuando el actor se enfrenta con
otros actores (personas, grupos o instituciones) cuya actuación resulta
determinante en el resultado de sus decisiones.

La teoría de juegos se basa en la idea de que la conducta de las partes que


intervienen en un conflicto puede explicarse mediante el análisis de la
estructura de la situación de los participantes, identificando y cuantificando
sus incompatibilidades en los objetivos o intereses, o en los incentivos que
tiene cada de ellos para actuar respecto a la ventaja o desventaja del otro u
otros. Por tanto, clasificar una situación como un juego es indicar que lo
importante son estas incompatibilidades e incentivos, y no las vicisitudes
emocionales, ni las creencias filosóficas, religiosas, o morales de los
jugadores. Por ello es menos aplicable a las situaciones con fuerte
componente emocional, que no es tenida en cuenta, y tal vez por ello
encuentra sus más fértiles aplicaciones en la Economía y Empresa, en las
Relaciones Internacionales y la Defensa, o en la Biología, en las que se
supone una actitud poco emotiva de los actores.

Aunque su estudio puede llegar a requerir gran complejidad matemática,


incluso los más elementales modelos de la "teoría de juegos" ayudan
extraordinariamente a comprender las estructuras de los conflictos, arrojando
luz sobre su dinámica y ayudando mucho a su resolución.

Se puede definir "juego" como proceso en que un jugador se enfrenta a otro u


otros jugadores bajo ciertas reglas y en el que debe actuar o tomar
decisiones; como consecuencia de su comportamiento y a veces del azar,
hay un resultado de recompensa o castigo.

Naturalmente un jugador o actor puede ser un individuo pero también un


colectivo, como un grupo de vecinos, un partido político, una nación o, en
general, cualquier institución.

Dado que los juegos se analizan desde el punto de vista de cada jugador, un
mediador o un árbitro debe ponerse sucesivamente en el lugar de todos y
cada uno de los jugadores para buscar, si es posible, la mejor solución para
todos o, al menos, la más justa, aunque evidentemente dependerá de los
actores mismos que se obtenga o no tal solución y en general el resultado del
juego.
En la "teoría de juegos", el jugador es siempre egoísta. Un paradigma que
no debe olvidarse en la "teoría de juegos" es que al analizar un juego se
considera siempre que el jugador (persona individual o grupo) es siempre
"egoísta", en el sentido de buscar siempre los mejores resultados para sí
mismo, sin importarle lo que obtengan los oponentes. Esto significa que al
tomar sus decisiones no es compasivo con los otros actores del conflicto,
pero que tampoco busca perjudicarlos: simplemente busca el bien propio y
los resultados para los demás le traen sin cuidado. ¿Cómo puede hablarse
entonces de cooperación? Pues básicamente desde un análisis exterior a los
participantes, de un arbitraje o mediación que facilite la comunicación o haga
ver a los actores del conflicto la ventaja global a la larga de decisiones
aparentemente perjudiciales a corto plazo.

Elementos a considerar en el análisis de un juego son:

1. El número de jugadores. Se requieren al menos dos jugadores, y, como


ocurre frecuentemente en las estructuras matemáticas, se distingue esta
situación (juegos bi-personales), de la de tres (tri-personales) o más (multi-
personales).

2. Las alternativas de decisión de cada uno (estrategias) y sus


consecuencias (pagos, utilidades o preferencias).

3. La complejidad del propio juego (una o más decisiones o jugadas).

4. La temporización de las decisiones de cada jugador (jugadas alternativas


o simultáneas).

5. La información que cada jugador tiene sobre las decisiones del otro y
sobre el proceso total del juego: se dice que la información es perfecta, si el
jugador conoce en cada momento la situación y toda la historia del
proceso, completa si se conoce lo actual, pero no lo pasado, o incompleta si
el jugador ha de decidir sin saber qué decisión toman los demás jugadores o
sin conocer la situación exacta del juego.

6. La posibilidad o no de comunicación entre los jugadores antes de tomar


decisiones.

7. Número de realizaciones del juego (una sola vez o reiteraciones del


mismo juego).
Dado que el objetivo en el resto del capítulo no es estudiar en profundidad
esta teoría, sino explorar su aplicación al análisis de los conflictos, en
general, y en particular de los internacionales, estos elementos serán tenidos
en cuenta en este capítulo sólo cuando sea necesario y se han mencionado
para dar una idea de la complejidad y posibilidades de la "teoría de juegos".
Salvo cuando se indique lo contrario, en los ejemplos que siguen se
considerará la realización una sola vez de juegos bi-personales con
información incompleta, de una sola jugada y con decisiones simultáneas sin
posibilidad de comunicación, habitualmente usados para la búsqueda de
modelos generales de las estructuras de conflictos.

Para el análisis de los conflictos, la clasificación más interesante es la


siguiente:

- Juegos puramente competitivos o juegos de suma nula o suma cero (lo


que gana un jugador lo pierde otro, por lo que tienen intereses opuestos).

Podríamos llamarlos también no cooperativos, y en ellos sólo cabe la


rivalidad (como ejemplos, dos personas que tienen un pleito judicial por la
propiedad de una finca, o delincuentes que reparten un botín). Intuitivamente,
se puede pensar que son aquellos en que se disputa una cantidad fija,
como al repartir un pastel que no puede aumentar ni disminuir de tamaño, de
modo que aumentar la parte de uno requiere disminuir la de los otros.
Técnicamente se denominan de suma nula porque las sumas y restas totales
de ganancias y pérdidas dan cero, ya que el total no cambia.

- Juegos competitivos y cooperativos o juegos de suma no nula o suma


variable (con intereses de los jugadores en parte opuestos y en parte
comunes).

Son parcialmente cooperativos, y en ellos se encuentran elementos de


rivalidad pero también de cooperación (como ejemplos, dos países vecinos
que desean reducir su gasto armamentístico pero a los que, además, les
interesa mantener superioridad militar sobre el vecino, dos empresas del
mismo sector que compiten por el mercado pero a las que les interesa
aumentar la demanda de su producto, padre y madre que colaboran en la
atención a los hijos, pero también compiten en su autoridad sobre ellos, etc.).
Intuitivamente, se puede pensar que son aquellos en los que se disputa una
cantidad no fija, de modo que el pastel a repartir puede aumentar o
disminuir de tamaño según las estrategias de los jugadores, de modo que
aumentar la parte de uno no requiere disminuir la de otro, y podrían ganar
todos o perder todos, o, lo que es más frecuente, que lo que pierde uno no
coincide con lo que gana otro. Técnicamente se denominan de suma no nula
porque las sumas y restas totales de ganancias y pérdidas pueden no dar
cero, sino cantidades positivas (si "aumenta el pastel") o negativas (si
"disminuye").

De todos modos, quede claro que, como se mencionó con anterioridad, cada
jugador busca sólo su propio interés.

También hay juegos puramente cooperativos. A veces todos ganan con la


cooperación, están de acuerdo en las preferencias y no hay oposición de
intereses (por ejemplo, si dos conductores de autos pueden ir por la derecha
o por la izquierda, es preferible que lo hagan por el mismo lateral de la
carretera, lo que en realidad es un acuerdo para todos los conductores). Es
estos casos no se requieren estrategias, sino organización y comunicación.
Para la mayoría de los expertos, no se consideran propiamente juegos.

2.3 La modelización del juego: expresión


de las estrategias y los resultados

La expresión de un juego se hace básicamente de dos maneras: la forma


extensiva, a través de un árbol de posibilidades que recoge todos y cada uno
de los resultados, y la forma normal, a través de una matriz o caja de filas y
columnas donde se explicitan en una dimensión (filas o renglones) las
estrategias posibles de un jugador y en la otra (columnas verticales) las del
otro; a continuación se presenta con un ejemplo muy sencillo como son
ambas formas:

Ejemplo: Juego de Pares o Nones

Consideremos el juego (llamado en España "de pares o nones") en el que


dos jugadores ocultan una mano tras su espalda y la sacan simultáneamente
mostrando cada uno un número de dedos extendidos; si la suma de los
dedos mostrados por los dos jugadores es cero o par gana uno y si
es impar gana el otro. Llamemos A y B a los jugadores y supongamos que el
vencedor obtiene del perdedor una unidad de dinero.
EN FORMA EXTENSIVA SE EXPRESARÍA:

y... B saca un número par: el jugador A gana (+1)


A saca un número par
y... B saca un número impar: el jugador A pierde (-1)

y... B saca un número par: el jugador A pierde (-1)


A saca un número impar
y... B saca un número impar: el jugador A gana (+1)

EN FORMA NORMAL SE EXPRESARÍA:

El jugador B
Saca par Saca impar
El jugador A

Saca par A gana (+1) A pierde (-1)

Saca impar A pierde (-1) A gana (+1)

Tabla 2.1. Juego de Pares o Nones.

Como se observa en la tabla 2.1, en ambos casos afirmar que A gana


equivale a decir que B pierde, y viceversa, por lo que no es necesario
exponer el resultado para ambos, sino sólo para uno. Ello se debe a que este
juego es de suma cero, es decir, puramente competitivo.

Por otra parte, es reiterativo decir que A gana o pierde y dar además los
números +1 ó -1; si se trata de resultados numéricos basta dar sus valores,
que si representan dinero o ventajas económicas se llaman "utilidades"; de
este modo, si efectivamente hubiera la apuesta de una unidad de dinero entre
los jugadores, tanto en la forma extensiva como en la normal no diremos que
el jugador gana o pierde, sino que pondríamos sólo +1 ó -1. Alternativamente,
también hay juegos cuyos resultados no se quieren o no se pueden
cuantificar, siendo expresados en base a las "preferencias" de cada jugador
sobre los resultados.
Los ejemplos y esquemas de este capítulo se expresan en forma normal y en
general con esquemas de preferencias, lo que permite apreciar mejor las
estructuras de cada caso.

2.4 Análisis de los juegos puramente


competitivos: el concepto de equilibrio

Aunque las situaciones puramente competitivas no son tan frecuentes en la


práctica del análisis de conflictos como podría parecer, sí resulta importante
su estudio para comprender los conceptos que después se exponen para las
situaciones parcialmente cooperativas, que son mucho más interesantes.
Además de algunas aplicaciones económicas donde exista una ganancia fija
a repartir, a menudo los ejemplos de juegos de suma cero provienen de la
guerra como situación de conflicto abierto sin posibilidad de acuerdo o
negociación (recuérdese que en tales juegos lo que gana un oponente lo
pierde el otro y no hay nada que negociar).

El análisis se lleva a cabo a partir de una matriz de pagos al jugador A, que


se construye colocando en filas las estrategias de un jugador y en columnas
las del otro jugador, y cada casilla contiene un valor que corresponde a los
pagos o preferencias del jugador de las filas, A, porque no es necesario
incluirlos para el jugador de las columnas, B, porque sus ganancias son
pérdidas del primero y sus preferencias son exactamente opuestas a las de
A. Con el siguiente ejemplo sencillo se comprenderán los conceptos
fundamentales del análisis de estos juegos, que son los de elección de
seguridad y punto de equilibrio.

Ejemplo:

De una forma simplificada, se dice que en el transcurso de la Segunda


Guerra Mundial, tras una batalla naval, la aviación estadounidense con base
en portaaviones persiguió a una parte de la flota japonesa cerca de Nueva
Guinea; los japoneses trataban de buscar lo antes posible cobertura ante los
ataques aéreos, huyendo de los portaaviones, mientras los navíos
estadounidenses trataban de acercarse a los japoneses para tenerlos bajo
fuego aéreo el mayor tiempo posible. Ambos bandos tenían la posibilidad de
rodear la isla por el norte, con un peor clima que dificultaba más las acciones
aéreas, o por el sur, que era una ruta más lenta pero más fácil, y debían
decidir sin saber lo que iba a hacer el otro bando. La tabla 2.2 refleja el
número de días que la flota japonesa quedaría al alcance de los aviones
estadounidenses según las elecciones de cada bando (si los perseguidores
elegían ruta distinta a los perseguidos, tenían que rectificar y perdían tiempo).

ELECCIÓN DE SEGURIDAD Y PUNTO DE EQUILIBRIO

Japoneses por...
El Norte El Sur
Estadounidenses por...

El Norte 2 días 2 días

El Sur 1 día 3 días

Para el segundo jugador (Japón), se


trata de obtener el menor número de
Para el primer jugador (EEUU), se trata de obtener el
días (utilidad inversa), de modo que si
mayor número de días (utilidad), de modo que si
elige Norte se garantiza que como
elige Norte se garantiza 2, y si elige Sur podría tener
máximo son 2, y si elige Sur podría tener
sólo 1; además, analiza que el segundo jugador
incluso 3. Además, como la primera
preferirá el Norte y él también elige Norte.
columna es siempre mejor para él que la
segunda, elige Norte.

Tabla 2.2. Elección de Seguridad y Punto de Equilibrio.

Elecciones de seguridad: criterios Maximín y Minimax

Para resolver el juego, se supone que cada jugador adopta una actitud
conservadora y nada arriesgada tratando de evitar sus peores resultados. De
este modo, ambos buscarían su decisión o elección de seguridad, y así,
dado que el jugador A quiere hacer lo mayor posible y el B lo menor posible,
razonarían de este modo:

- El jugador A (de filas) piensa que su oponente siempre elegirá la acción con
la que el jugador A obtendrá el pago mínimo (sería lo peor para el jugador A).
Por tanto, el jugador A pretende asegurarse un mínimo de ganancia
escogiendo la acción que le garantiza el máximo de los mínimos de todas sus
decisiones posibles. El valor así obtenido se llama maximín del juego; en el
ejemplo, el jugador A (EEUU) calcularía los mínimos de cada fila (que son 2 y
1) y elegiría la decisión que le proporciona el máximo de ellos (maximín = 2),
que es el Norte (su elección de seguridad).

-El jugador B (de columnas) razona de forma opuesta porque quiere hacer
mínima la ganancia de A, y elige el mínimo de los máximos, que le garantiza
el mejor de sus peores resultados, que es el peor de las mejores resultados
para A; en el ejemplo, el jugador B (Japón) calcularía los máximos de cada
columna (que son 2 y 3) y elegiría la decisión que le proporciona el mínimo de
ellos (minimax = 2), que es el Norte (su elección de seguridad).

Siempre se cumple que el maximín es menor o igual que el minimax y


cuando, como en el ejemplo, coincide el maximín con el minimax se le
llama valor del juego (en el ejemplo el valor 2) y se dice que la pareja de
estrategias de seguridad es un punto de equilibrio o solución del juego (en el
ejemplo es (Norte, Norte), que es lo que ocurrió históricamente en la
realidad).

Resumiendo, como el maximín nunca puede superar al minimax, las dos


únicas situaciones posibles en un juego puramente competitivo son las
siguientes:

1. Si maximín = minimax, el juego tiene solución, es decir, tiene al menos un


punto de equilibrio; entonces a ese valor o preferencia en que coinciden
maximín y minimax se le llama valor del juego y la pareja de estrategias que
lo consiguen constituyen el punto de equilibrio.

Aunque podría haber más de un punto de equilibrio, el valor del juego es


único, por lo que si hay varios puntos de equilibrio sus pagos (utilidades o
preferencias) deben coincidir.

Un árbitro del juego recomendaría a los oponentes acordar adoptar las estrategias
correspondientes a un punto de equilibrio para obtener ambos su valor garantizado. No
hay posibilidad de negociación, por lo que se habla de árbitro, no de mediador.
2. Si maximin
< mínimax, el juego no tiene solución, porque no existe ningún
punto de equilibrio ni valor del juego, sino un intervalo de resultados
"razonables", que comienza en el maximín y termina en el minimax.

Entonces se puede negociar cualquier resultado entre el maximín y el


minimax, pero la situación será inestable, porque los jugadores pueden tener
la tentación de cambiar su estrategia.

Un árbitro del juego trataría, si es posible, de establecer una negociación previa a la


realización del juego y de determinar un resultado (compromiso) en algún sentido justo
o intermedio en ese intervalo, y trataría de disuadir a los oponentes de jugar
efectivamente el juego, ya que el resultado sería incontrolable y podría dar lugar a
nuevos conflictos.

Para comprender esta situación se puede suponer que la tabla 2.2 del
ejemplo anterior se modifica cambiando 2 días por 1 día en la casilla (Norte,
Sur), quedando:

VARIANTE DE ELECCIÓN DE SEGURIDAD Y PUNTO DE EQUILIBRIO

Japoneses por...
El Norte El Sur
Estadounidenses por...

El Norte 2 días 1 día

El Sur 1 día 3 días

Tabla 2.3. Variante de Elección de Seguridad y Punto de Equilibrio.

Ahora el maximín es 1 día (máximo entre 1 y 1) y el minimax 2 días (mínimo


entre 2 y 3), por lo que no existe solución y el juego sería impredecible;
cualquier solución entre 1 y 2 sería razonable, pero no hay forma de
garantizar que el resultado lo sea, porque el jugador A (EEUU) pensaría que
el B (Japón) iba a elegir Norte para evitar el 3 y él elegiría Norte para obtener
2, pero entonces el B podría pensar que por ese razonamiento el A elegirá
Norte, y él elegiría Sur para obtener 1, y entonces el A elegiría Sur para
obtener 3, y así indefinidamente en un ciclo infinito de ideas y contraideas.

2.5 Análisis de los juegos parcialmente


cooperativos o de suma variable:
equilibrio de Nash y óptimo de Pareto

Los juegos de suma no nula modelizan situaciones con aspectos competitivos


y aspectos cooperativos, son adecuados a la mayor parte de los conflictos de
la vida real, y el modelo adecuado a las situaciones de negociación, con o sin
mediador. Por ello son especialmente importantes para los conflictos
internacionales, en los que es habitual recurrir a la diplomacia para evitar la
escalada o explosión del conflicto.

En la práctica, las diferencias con los juegos de suma nula radican en el


hecho de que las ganancias de un jugador no sean pérdidas para el otro, lo
que obliga a expresar en la tabla las ganancias o pérdidas o las preferencias
de cada uno de los jugadores (si son dos, tendremos una pareja de valores
en cada casilla) y a generalizar el concepto de equilibrio: aunque ello supone
una ligera complicación del modelo, vale la pena porque los juegos de suma
variable se adaptan mucho mejor a la realidad de los conflictos.

La búsqueda de soluciones estables nos conducirá a los puntos de


equilibrio de Nash, mientras que garantizar que la solución no puede
mejorarse se basa en el cálculo de los puntos óptimos de Pareto.

Un ejemplo de la transición española de 1976-77 analizado por Colomer


(1990) es útil para entender los nuevos conceptos:

Ejemplo de la Transición Española

Para buscar una salida de la dictadura hacia la democracia tras la muerte del
general Franco, el Gobierno del presidente Suárez y la Oposición deben optar
entre reforma o ruptura del sistema político; la reforma, que llamaremos (r),
suponía el cambio de régimen hacia la democracia parlamentaria
manteniendo una cierta continuidad institucional y legal mientras la ruptura,
denotada por (R), significaba el rechazo de la legalidad vigente y la
construcción de una nueva legalidad.
Como cada bando tiene dos alternativas, aparecen cuatro posibilidades o
resultados, recogidas en la tabla 2.4 en las cuatro casillas que podríamos
llamar (r,r), (r,R), (R,r) y (R,R), en las que el primer miembro de cada pareja
representa la elección del Gobierno y el segundo la de la Oposición. Pero lo
que también se representa en cada casilla y debemos analizar son las
preferencias de cada parte por cada una de los posibles resultados, desde 4
(lo mejor) hasta 1 (lo peor) para cada jugador.

ELECCIÓN DE GOBIERNO ELECCIÓN DE LA OPOSICIÓN

Para el Gobierno, la mejor salida


(preferencia 4) era el acuerdo a favor
de la reforma (casilla (r,r)),seguida de
(3) defender la reforma y que la Para la Oposición, la mejor posibilidad (preferencia 4) era el
Oposición defendiera la ruptura (r,R), acuerdo a favor de la ruptura (casilla (R,R)), seguida del (3)
acuerdo a favor de la reforma (r,r), seguida de (2) que el
Gobierno defendiera la reforma y que la Oposición defendiera
seguida del (2) acuerdo a favor de la la ruptura (r,R), y la peor era que el Gobierno defendiera la
ruptura (R,R) y la peor posibilidad (1) ruptura y ella la reforma (R,r), lo que hubiera sido extraño e
era defender la ruptura y la Oposición incomprendido por la sociedad.
la reforma (R,r), lo que hubiera sido
extraño e incomprendido por la
sociedad.

LA OPOSICIÓN
A favor de la reforma (r) A favor de la ruptura (R)
EL GOBIERNO

Casilla (r,R)
Casilla (r,r)
Posiciones "lógicas" en
A favor de la reforma(r) Se acuerda la reforma
desacuerdo
Preferencias (4,3)
Preferencias (3,2)

Casilla (R,r)
Casilla (R,R)
Posiciones "ilógicas" en
A favor de la ruptura (R) Se acuerda la ruptura
desacuerdo
Preferencias (2,4)
Preferencias (1,1)

Para buscar los puntos de equilibrio de Nash (ver texto), se eligen las mejores respuestas del Gobierno
son (r,r) y (r, R), porque en realidad para él la primera fila domina a la segunda, y las mejores
respuestas que la Oposición, que son (r,r) y (R,R), de modo que el equilibrio de Nash es (r,r). Los
óptimos de Pareto (ver texto) resultan ser (r,r) y (R,R), por lo que la solución del juego existe y es (r,r),
acuerdo por la reforma, que es lo que en realidad ocurrió históricamente en la realidad (ello satisfizo
completamente al Gobierno (4) pero no tanto a la Oposición(3)).

Tabla 2.4. Ejemplo de la transición Española.


Un punto de equilibrio de Nash es "una pareja de estrategia, una por
jugador, que verifican simultáneamente que fijada la estrategia de un jugador,
el otro no puede mejorar su recompensa o preferencia adoptando una
estrategia alternativa".

Los puntos de equilibrio de Nash se encuentran calculando, para cada


jugador, cuáles son las mejores réplicas a cada estrategia del otro, e
identificando las coincidencias entre las casillas para todos los jugadores; es
decir, que para cada opción de un jugador se ve lo que haría el otro y se
anota la casilla correspondiente; después se hace lo mismo para el otro
jugador y los puntos de Nash son las casillas que hayamos anotado para
los dos jugadores.

En el ejemplo, la casilla (r,r) es la única coincidencia entre las casillas


anotadas para el Gobierno como respuesta a cada columna de la Oposición
((r,r) y (r, R)) y las anotadas para la Oposición como respuesta a cada fila del
Gobierno ((r,r) y (R,R)). Por tanto, (r,r) es equilibrio de Nash, y además es el
único.

 El conjunto de puntos de equilibrio de Nash se denomina región de


Nash.
 Un equilibrio de Nash es la solución de una negociación racional en
ausencia de otras imposiciones externas; sin embargo, ahora (en suma
no nula) sí pueden existir otras soluciones más beneficiosas para
ambos jugadores.
 En juegos de suma nula equivaldría al punto de equilibrio o solución
maximín-minimax, pero aquí el concepto es más amplio y rico.

Los puntos de equilibrio de Nash pueden:

1. No existir: entonces la situación es inestable (pueden ocurrir varias cosas


de forma incontrolable, dependiendo del nivel de riesgo que asuman los
jugadores y de la propia estructura de la tabla).

2. Ser único: la situación es estable, aunque en ocasiones podría mejorarse


por negociación (si el punto de equilibrio de Nash no es un óptimo de Pareto).

3. No ser único: Como hay varios equilibrios, la situación es inestable,


pudiendo dar lugar a buenos o malos resultados; se depende de la
casualidad o las circunstancias, en estos casos es frecuente que la capacidad
de amenaza de un bando sea importante en el resultado final.
Junto al de punto de equilibrio de Nash, el concepto más importante para
analizar un juego mixto (de suma no nula) es el de punto óptimo de Pareto.

Un punto óptimo de Pareto es una combinación de estrategias tal que no


existe otra casilla que proporcione mejor pago (o preferencia) para los dos
jugadores. La región de Pareto es, por tanto, el conjunto de puntos no
dominados, es decir, que no se pueden mejorar para todos los jugadores (un
punto óptimo se puede tal vez mejorar para un jugador, pero perjudicando al
otro).

Los puntos de Pareto son los resultados "razonables" de un juego, en el


sentido de que no son mejorables por acuerdo de los jugadores. Cualquier
casilla que no sea óptimo de Pareto puede mejorarse hacia otra que mejore
el resultado de los dos jugadores, por lo que en principio no sería razonable,
si hay posibilidad de negociar, quedarse en un resultado que no sea un
óptimo de Pareto.

Para calcularlos hay que tachar o señalar todas las casillas dominadas para
todos los jugadores, es decir, para las que existe otra mejor en la ganancia o
preferencia de todos los jugadores; las que queden sin señalar son los
óptimos de Pareto.

En el ejemplo, la casilla con preferencias (4,3) no está dominada, la (3,2) está


dominada por la (4,3) y la tachamos, la (1,1) está dominada por todas y
también la tachamos, y finalmente la (2,4) no está dominada, porque para el
segundo jugador no hay nada mejor. Por tanto, los puntos óptimos de Pareto
son las casillas (r,r) y (R,R). Nótese que sólo la primera es un punto de
equilibrio de Nash.

Así pues, el análisis de un juego de suma variable se basa fundamentalmente


en la búsqueda de los puntos de equilibrio de Nash y en caso de que existan
uno o más, en determinar si son o no puntos óptimos de Pareto. Sólo los
óptimos de Pareto pueden considerarse soluciones técnicamente aceptables
para un arbritaje o mediación.

2.6 Los esquemas básicos de los


conflictos
A partir de esquemas de juegos relativamente sencillos se pueden obtener
los modelos básicos que subyacen a la mayoría de los conflictos,
especialmente a los llamados, en un sentido amplio, conflictos
internacionales. Se ven a continuación los más importantes, en realidad todos
los basados en supuestos racionales, a partir de los juegos más simples: dos
oponentes con dos estrategias cada uno y preferencias sobre los cuatro
resultados posibles.

Si cada uno de los dos actores puede elegir entre cooperar (ser altruista,
ceder) o defraudar (ser egoísta, mantenerse), resultan las cuatro situaciones
siguientes:

EL SEGUNDO
Coopera Defrauda
EL PRIMERO

Los dos cooperan. Sólo el primero coopera.

Coopera Consenso El Segundo Triunfa

(MC) (CP)

Sólo el segundo coopera. Ninguno coopera.

Defrauda El Primero Triunfa Conflicto o no consenso

(RP) (NC)

Tabla 2.5. Esquemas básicos de conflictos.

Donde las siglas MC, CP, RP, NC son las iniciales en inglés de "consenso
mutuo", "prevalecen columnas", "prevalecen filas" y "no consenso".

Las ideas de cooperar o defraudar son una simplificación que nos ayuda a
entender los esquemas, pero, ¿que significan en la práctica?

1. Se entiende por cooperar una acción de carácter positivo en cuanto a una


solución consensuada del conflicto (predisposición a alcanzar acuerdos),
como por ejemplo:

- Ofrecer intercambios factibles.


- Plantear concesiones admisibles para la parte opuesta.

- Mantener una política conciliadora sin realizar actos agresivos.

- Realizar concesiones con la esperanza de obtener concesiones por parte


del oponente.

- Proponer compromisos en la dirección de alcanzar acuerdos.

- No ser el primero en romper la negociación.

- Realizar acciones que favorezcan las actitudes positivas del oponente hacia
el acuerdo.

2. Se entiende por defraudar una acción de carácter negativo en cuanto a una


solución consensuada del conflicto (predisposición a no llegar a acuerdos),
como por ejemplo:

- Romper las negociaciones.

- Imponer condiciones inaceptables para la otra parte.

- Ofrecer intercambios imposibles de aceptar para la otra parte.

- Mantener la negociación pero provocar, a otros niveles, la predisposición del


oponente a no negociar.

- Valorar sobre todo no ser defraudado.

- Llevar a cabo acciones de fuerza (no necesariamente violentas) que


modifiquen el statu quo.

- Pretender modificar las condiciones previamente acordadas.

Al asignar preferencias a los cuatro resultados posibles, cada jugador está


expresando su posición ante el conflicto; siguiendo la idea que se vio en el
ejemplo de la Transición Española, y dadas las salidas del juego MC, CP, RP
y NC, a la de su mayor preferencia cada oponente le adjudica 4, a la
siguiente 3, a la siguiente 2 y a la menos deseada, 1, (es decir, 4 > 3 > 2 > 1
para las cuatro casillas se podría traducir por excelente, bueno, malo y muy
malo, respectivamente). Así, si se piensa en términos del bando primero o de
las filas, el que asigne preferencia 4 a MC desea sobre todo el consenso, o
alternativamente si asigna 4 al RP lo que más prefiere es su propia victoria, y
así con el resto de posibilidades para el 3, el 2 y el 1. Para sistematizar se
puede fijar el orden (MC, CP, RP, NC) y jugar desde la posición del primer
jugador, y así decir que un jugador 3-1-4-2 es el que adjudica preferencia 3 al
consenso MC, preferencia 1 a la victoria de su oponente CP, preferencia
máxima 4 a su propia victoria RP y preferencia 2 al mantenimiento del
conflicto o no consenso NC.

Si no se considera la posibilidad de empates, sino que hay que asignar


necesariamente las cuatro preferencias a las cuatro casillas,
matemáticamente existen 24 permutaciones posibles; sin embargo, algunas
preferencias parecen irracionales para cualquier jugador, por lo que podrían
no ser consideradas en el análisis de preferencias en las que:

a) se prefiera CP a RP, porque no es lógico (sino patológico) desear la


victoria del contrario más que la propia,

b) se prefiera NC a RP, porque tampoco es lógico preferir que el conflicto


siga abierto antes que ganarlo.

Es cierto que los sentimientos humanos de ira o rencor podrían hacer a


algunas personas actuar e ir en contra de la racionalidad, o engañarse a sí
mismas en sus preferencias, pero ello no es imaginable en conflictos
internacionales o sociales donde el que decide tiene responsabilidad sobre
muchas vidas. Se podría decir que ciertos tipos de terrorismo suicida son
irracionales, pero no que no deseen la victoria de su bando, y en todo caso
habría que analizarlos en clave de escalada temporal del conflicto, no de
preferencia definitiva por su permanencia indefinida.

Por tanto, si de las 24 combinaciones eliminamos CP > RP y NC > RP,


resultan sólo ocho preferencias posibles para un jugador racional, con su
respectivo esquema de preferencias:

LAS PREFERENCIAS
Y SU INTERPRETACIÓN: EL JUGADOR
RACIONALES

Armonía (4-2-3-1) - Desea el consenso y huye del conflicto.

Caza del ciervo (4-1-3-2) - Desea el consenso pero no quiere ser defraudado.

Dilema del preso (3-1-4-2) - Desea defender sus intereses y no quiere ser defraudado.
Dilema del gallina (3-2-4-1) - Desea defender sus intereses aún de forma arriesgada.

- Desea defender sus intereses y acabar con el conflicto


Líder (2-3-4-1)
pronto.

- Desea defender sus intereses y acabar con el conflicto


Héroe (1-3-4-2)
pronto.

Callejón sin salida (2-1-4-3) - Desea defender sus intereses o mantener el conflicto.

Tipo callejón sin salida (1-2-4-3) - Desea defender sus intereses o mantener el conflicto.

Tabla 2.6. Preferencias posibles para un jugador racional.

A continuación se analiza cada uno de estos esquemas de preferencias en un


juego, suponiendo que en cada juego los dos jugadores juegan el mismo
esquema. Recuérdese que el primer número de la pareja de preferencias es
el del primer jugador (filas) y el segundo el del segundo (columnas).

Esquema 1. "La armonía" (cuando se desea el consenso)

Érase una vez... una pareja en la que cada uno puede (o no) ofrecer regalos
el día de los enamorados, o en su aniversario, etc., al otro. Ambos son felices
cuando los reciben (y aun más si los reciben los dos) pero también se sienten
aceptablemente cuando los dan y no los reciben (lo peor sería no hacérselos
ninguno).

EL SEGUNDO
Coopera Defrauda

(hace un regalo) (no regala nada)


EL PRIMERO

Coopera Ambos se regalan. El segundo recibe un regalo.

(hace un regalo) (4,4) (2,3)

Defrauda El primero recibe un regalo. Ninguno regala nada.

(no regala nada) (3,2) (1,1)


Tabla 2.7. Cuando ambos actores juegan hay armonía.

El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"armonía", se obtiene un solo punto de equilibrio en la casilla con
preferencias (4,4) y un solo punto de Pareto, también en (4,4). Por tanto, el
resultado del juego es MC o consenso y es innecesaria la mediación o el
arbitraje: las partes llegan a un acuerdo por su propia voluntad.

Es interesante distinguir este esquema "armonía", en el que los actores llegan


al consenso por su propia voluntad, por su propia elección, pero que puede
ser aplicado a verdaderos casos de conflicto y tiene todas las características
de un "juego", en el sentido de la Teoría de Juegos, de los llamados "juegos
completamente cooperativos", a los que se hizo referencia anteriormente, en
los que de inicio los intereses de los intervinientes son iguales, y que no
requieren estrategia alguna y puede discutirse que sean propiamente ni
siquiera un "juego".

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo


de alianzas estables, en las que cada nación o grupo mantiene como política
prioritaria el mantenimiento de la alianza aunque sus intereses no sean
siempre idénticos.

Esquema 2. "La caza del ciervo" (cuando conviene cooperar)

Érase una vez... dos cazadores que deciden cazar un ciervo y repartirlo, pero
entonces no deben disparar a caza menor (liebres), porque ahuyentan al
ciervo.

EL SEGUNDO Coopera Defrauda

(espera al ciervo) (dispara antes)


EL PRIMERO

Coopera Pueden cazar al ciervo. El segundo se lleva una liebre.


(espera al ciervo) (4,4) (1,3)

Defrauda El primero se lleva una liebre. Los dos compiten por una liebre.
(dispara antes) (3,1) (2,2)
Tabla 2.8. La caza del ciervo.

El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"caza del ciervo", se obtienen dos puntos de equilibrio en la casilla con
preferencias (4,4) y en la que tiene (2,2), y un solo punto de Pareto, en (4,4).
Por tanto, el resultado del juego es MC o consenso, pero podría ser también
el NC o no consenso; además de que a ambos jugadores les interesa el
consenso, la clave es tener mutua confianza para que el resultado no sea NC
sino MC; aquí, la mediación debe tratar de comunicar a las partes y potenciar
esa confianza mutua.

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo


de alianzas de conveniencia, en las que cada nación o grupo mantiene la
alianza en función de sus intereses, aunque estos puedan ser temporales; se
requiere una gran dosis de confianza mutua para superar las posibles
divergencias.

Esquema 3. "El dilema del preso" (cuando falla la comunicación)

Érase una vez... dos delincuentes que son detenidos e incomunicados por la
policía. El juez les ofrece la libertad si acusan al otro, que recibiría una gran
pena, pero si ambos se acusan mutuamente también es considerable el
período de cárcel (mayor que si se "protegen"). Así, lo mejor es defraudar al
otro y que éste te proteja, lo siguiente es protegerse mutuamente, lo siguiente
acusarse mutuamente y lo peor proteger al otro y que éste te acuse.

EL SEGUNDO Coopera Defrauda

(no acusa al primero) (acusa al primero)


EL PRIMERO

Coopera Ambos se protegen. El segundo se lleva una liebre.

(no acusa al segundo) (3,3) (1,4)

Defrauda El primero se lleva una liebre. Los dos compiten por una liebre.

(acusa al segundo) (4,1) (2,2)

Tabla 2.9. El dilema del preso.


El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"dilema del preso", se obtiene un único punto de equilibrio de Nash en la
casilla con preferencias (2,2) y tres puntos óptimos de Pareto, en (3,3), (1,4) y
(4,1). Por tanto, este es un modelo excepcional porque el equilibrio está fuera
de la región de Pareto, lo que significa que hay al menos un resultado mejor
para los dos actores, en este caso el (3,3). De este modo, actuar
racionalmente conduce a ese equilibrio, pero en realidad perjudica a ambos
jugadores con respecto a la casilla de consenso (MC). La clave es la
incomunicación: si no se comunican, para cada jugador su segunda fila o
segunda columna domina a la primera, por lo que se ve obligado a defraudar
al otro; en cambio si pudieran comunicarse se pondrían de acuerdo
rápidamente en protegerse mutuamente y obtener (3,3); aquí, la mediación
tiene como misión tratar de comunicar a las partes, así los propios implicados
se darán cuenta de que les interesa consensuar.

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo de


respeto incomunicado, en las que cada nación o grupo mantiene
estrictamente sus intereses pero pierde posibilidades de cooperación y
ventajas que provendrían de una mayor comunicación.

El dilema del preso es con diferencia el más importante de los esquemas de


la lista, por lo que se analiza con mayor profundidad más adelante, junto con
el segundo en trascendencia, el dilema del gallina, que se presenta a
continuación.

Esquema 4. "El dilema del gallina" (cuando hay que ser más "valiente")

Érase una vez... dos jóvenes que apuestan que el otro frenará primero
cuando se dirigen con sus coches hacia un precipicio. La imagen proviene de
un conocido film de cine de los años sesenta, "Rebelde sin causa", pero es
imaginable a partir de cualquier apuesta arriesgada para la integridad física
de los participantes. Hay que interpretar la palabra gallina como cobarde.

EL
SEGUNDO Coopera Defrauda

EL (frena antes) (frena después o nunca)


PRIMERO

Coopera Ambos se salvan. El segundo se ríe del primero.


(frena antes) (3,3) (2,4)
Defrauda El primero se ríe del segundo. Catástrofe.
(frena después o nunca) (4,2) (1,1)

Tabla 2.10. El dilema del gallina.

El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"dilema del gallina", se obtienen dos puntos de equilibrio de Nash en las
casillas con preferencias (2,4) y (4,2) y tres puntos óptimos de Pareto, en
(3,3), (2,4) y (4,2). Por tanto, este es un modelo típicamente inestable, cuyo
resultado es impredecible, porque si bien los puntos de equilibrio son óptimos
de Pareto, y por tanto ambos se podrían considerar solución del juego, al ser
dos provoca que el resultado pueda ser cualquiera de las cuatro casillas. La
idea básica de cada participante es intimidar, asustar o amenazar al contrario
para obtener el propio mejor resultado (4); curiosamente, la amenaza puede
ser en este esquema un factor de estabilidad... si el otro se asusta; aquí, la
mediación tiene como misión tratar de comunicar a las partes y tratar de
obtener el consenso poniendo de manifiesto el grave peligro de llegar a la
catástrofe (1,1).

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo de


naciones o grupos enfrentados con amenaza mutua, que inevitablemente
recuerda el modelo de disuasión con la amenaza de destrucción absoluta
mutua de la guerra nuclear, típica de la Guerra Fría.

Esquemas 5 y 6. "El líder y el héroe" (cuando hay que enfrentar el


conflicto a todo o nada)

Érase una vez... dos presidentes de dos empresas que compiten por un
mercado que es rentable para una de ellas y muy poco rentable para las dos
a la vez (el "líder"). También se puede recordar el film de cine "Troya", en el
que se enfrentan los líderes de cada bando, Héctor y Aquiles, en singular
combate.

El "héroe" es igual cambiando los 1 por los 2, que son irrelevantes en el


análisis. El resultado es el mismo técnicamente y también en la práctica, ya
que no cambian los puntos de equilibrio ni los óptimos.
EL
SEGUNDO COOPERA DEFRAUDA

EL (negocia) (se empeña y no cede)


PRIMERO

COOPERA Ambos se "reparten" el mercado El segundo se queda con el


(negocia) (2,2) mercado (3,4)

DEFRAUDA El primero se queda con el El conflicto continúa

(se empeña y no cede) mercado (4,3) (1,1)

Tabla 2.11. El líder y el héroe.

El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"líder" (o el "héroe"), se obtienen dos puntos de equilibrio en las casillas con
preferencias (3,4) y (4,3), y dos puntos de Pareto, en las mismas casillas. Por
tanto, el resultado del juego es inestable, y el enfrentamiento, inevitable, ya
que se trata por ambos bandos de acabar cuanto antes con el conflicto con
triunfo para uno de ellos. Con estos esquemas, la mediación es imposible, y
cualquier intervención debe ir dirigida, si es posible y conveniente, a hacer
cambiar su sistema de preferencias a alguno o a los dos jugadores; aquí no
se trata de comunicar a los jugadores, sino de hacerles cambiar su posición
respecto al conflicto. De todos modos, aún desde un punto de vista pacifista,
hay circunstancias sociales o políticas en las que podría considerarse
conveniente el enfrentamiento, siempre que los riesgos de la derrota sean
asumibles, pueda obtenerse un avance importante con la victoria y los
métodos puedan ser no violentos. En otros casos, frente al totalitarismo,
desgraciadamente la fase preventiva resulta ineficaz y el enfrentamiento
sencillamente inevitable.

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo de


naciones o grupos enfrentados en una fase aguda del conflicto, que lleva al
enfrentamiento abierto e inminente (lo que no significa necesariamente el uso
de métodos violentos). Es el esquema típico de los "combates singulares" de
las guerras antiguas, donde un líder o héroe de cada bando se enfrentaban
para decidir una batalla evitando un mayor derramamiento de sangre.
Esquemas 7 y 8. "El callejón sin salida y el tipo callejón sin salida"
(cuando se desea que el otro no se salga con la suya)

Érase una vez... dos familias que discuten desde hace tiempo por los límites
(lindes) de una propiedad y no tienen interés en ponerse de acuerdo.
También es inmediato pensar en dos países pugnando por problemas de
fronteras.

El "tipo callejón sin salida" es igual cambiando los 1 por los 2, que son
irrelevantes en el análisis. El resultado es el mismo técnicamente y también
en la práctica, ya que no cambian los puntos de equilibrio ni los óptimos.

EL
SEGUNDO Coopera Defrauda

EL (cedes) (se empeña y no cede)


PRIMERO

Coopera Ambos se ponen de acuerdo. El segundo se sale con la suya.


(cede) (2,2) (1,4)

Defrauda El primero se sale con la suya. El conflicto continúa.

(se empeña y no cede) (4,1) (3,3)

Tabla 2.12. El callejón sin salida.

El análisis de este esquema nos indica que cuando ambos actores juegan
"callejón sin salida" (o "tipo callejón sin salida"), se obtiene un punto de
equilibrio en la casillas con preferencias (3,3), y tres puntos de Pareto, en las
casillas (1,4), (4,1) y (3,3). Por tanto, el resultado del juego es estable y la
salida lógica es el no consenso (NC), y el conflicto continuará, ya que se trata
por ambos bandos de obtener el triunfo y no aceptar bajo ningún concepto el
triunfo del otro. Con estos esquemas, la mediación es imposible, y cualquier
intervención debe ir dirigida, si es posible y conveniente, a hacer cambiar su
sistema de preferencias a alguno o a los dos jugadores; aquí no se trata de
comunicar a los jugadores, sino de hacerles cambiar su posición respecto al
conflicto.

En los conflictos internacionales, este esquema representa un modelo de


naciones o grupos enfrentados en una fase crónica del conflicto, que lleva al
mantenimiento del enfrentamiento abierto. Es el esquema típico de las
llamadas "guerras modernas", que alternan períodos agudos con periodos
más latentes y dan la impresión de no poder terminar, con una mentalidad de
"a ver quien resiste más" antes que aceptar la derrota.

Hasta aquí la enumeración de los esquemas racionales posibles cuando los


dos jugadores juegan el mismo esquema. Pero, ¿Qué ocurre si cada jugador
juega uno distinto, como en el ejemplo de "La Transición Española", en que el
Gobierno jugaba "tipo callejón sin salida" y la Oposición "héroe"?. Da la
impresión de que algunos esquemas se imponen o triunfan sobre otros. La
enumeración de los casos posibles es la siguiente:

EL PRIMERO JUEGA... EL SEGUNDO JUEGA... Y RESULTA

"armonía" o "caza del


"armonía" o "caza del ciervo" Perfecto, se alcanza el consenso.
ciervo"

"gallina", "líder" o
"gallina", "líder" o "héroe" Inestable y peligroso.
"héroe"

Interesante; situación paradójica,


"preso" "preso"
que depende de la comunicación.

Conflictivo; se producirá la
"callejón sin salida" o "callejón sin salida" o "tipo callejón sin
permanencia indefinida del
"tipo callejón sin salida" salida"
conflicto.

"gallina", "líder", "héroe", "preso",


"armonía" "callejón sin salida" o "tipo callejón sin Triunfa el segundo.
salida"

"caza del ciervo" "gallina", "líder" o "héroe" Inestable.

Interesante; situación paradójica,


"caza del ciervo" "preso"
que depende de la comunicación.

Conflictivo; se producirá la
"callejón sin salida" o "tipo callejón sin
"caza del ciervo" permanencia indefinida del
salida"
conflicto.

"gallina", "líder" o
"preso" Triunfa el segundo.
"héroe"
"gallina", "líder" o "callejón sin salida" o "tipo callejón sin
Triunfa el segundo.
"héroe" salida"

Conflictivo; se producirá la
"callejón sin salida" o "tipo callejón sin
"preso" permanencia indefinida del
salida"
conflicto.

Tabla 2.13. Relación entre los ocho esquemas básicos.

Nótese que si se encuentra alguno del esquema "armonía" con cualquiera de


los demás que no sea "caza del ciervo", es derrotado; "caza del ciervo" da
toda clase de resultados, pero los esquemas valientes "gallina", "líder" o
"héroe" al encontrarse con "preso", "callejón sin salida" o "tipo callejón sin
salida" son derrotados; finalmente, los esquema de "caza del ciervo" y "preso"
son capaces de aguantar la presión de los conflictivos "callejón sin salida" o
"tipo callejón sin salida".

A partir del resultado de estas confrontaciones, y sin entrar en


consideraciones éticas, se pueden explicar gran número de situaciones
reales de conflicto y entender por qué a veces se complican o, por el
contrario, se desbloquean, determinados conflictos sin aparente explicación.
En muchos casos ello se debe a un cambio en los esquemas de preferencias
de los oponentes o bien al establecimiento de canales de comunicación. Un
buen mediador debe distinguir estas dos situaciones básicas: la que requiere
comunicación y la que requiere cambio mental.

Ejemplo:

Un ejemplo clásico es el siguiente: En el periodo de la Guerra Fría que tuvo


lugar entre EEUU y la URSS (enfrentamiento político, ideológico, económico,
tecnológico y militar), durante trece días a lo largo de octubre de 1962, con el
presidente John F. Kennedy al mando de EEUU y la URSS gobernada por
Nikita Jrushof, se vivió una situación sumamente crítica que colocó al mundo
al borde de una guerra entre superpotencias, con la amenaza nuclear
presente. El conflicto comienza cuando un avión espía U2 norteamericano
descubre y fotografía la instalación, aún incipiente, de misiles soviéticos de
largo alcance en Cuba, que podían alcanzar prácticamente todo el territorio
norteamericano. En este momento estalla la crisis con una situación de
confrontación no violenta que, a lo largo de trece días, se va modificando
hasta finalizar en un acuerdo de paz.
Desde el punto de vista de la Teoría de Juegos, la crisis puede modelizarse
en tres fases básicas:

1. En el momento del descubrimiento de la existencia de los misiles soviéticos


en Cuba, indicando por "Atacar" el bombardeo a Cuba por parte de los
norteamericanos, y por "Retirar" y "Mantener" las opciones soviéticas de
retirar los misiles o intentar mantenerlos, la situación es la siguiente:

URSS

No forzar Forzar

Mantener 4,1 2,4


EEUU
Atacar 3,2 1,3

Tabla 2.14. Crisis de los misiles en 1962 (I).

El análisis conduce a que el punto de equilibrio de Nash es (2,4), por lo que


EEUU no ataca y la URSS mantiene. La situación es derivada de que EEUU
juega "armonía", al preferir una solución diplomática, ya que Kennedy decidió
No Atacar en principio e intentar reconducir la crisis de forma pacífica. URSS
mantiene los misiles (juega inicialmente "tipo callejón sin salida" para
presionar y simulando no haber advertido el espionaje) y los militares
norteamericanos propugnan el ataque. Kennedy decide llevar a cabo el
bloqueo marítimo para evitar la llegada de técnicos, del material para
completar la puesta a punto de los misiles ya enviados, el envío de nuevos
misiles a Cuba, etc, pero sin bombardear.

2. En esta segunda fase cambian las opciones básicas de las partes, y de


alguna manera "la pelota pasa al tejado soviético", porque la URSS pasa a
tener la iniciativa, y por tanto el problema de provocar una escalada. Ahora
USA tiene las opciones de "Mantener" el bloqueo sin atacar o "Atacar",
mientras que la URSS actúa para "Forzar" el bloqueo o "No Forzar". Los
barcos de guerra norteamericanos forman una línea de bloqueo y los barcos
rusos, mercantes pequeños, intentan un "tour de force" y romper el bloqueo,
aunque sea simbólicamente. La situación es la siguiente:
URSS

No forzar Forzar

Mantener 4,3 1,4


EEUU
Atacar 3,1 2,2

Tabla 2.15. Crisis de los misiles (II).

Aquí EEUU ha pasado a "caza del ciervo" y la URSS a jugar "preso". El


análisis conduce a que el punto de equilibrio de Nash es (2,2), que conduciría
a una situación de conflicto armado. Sin embargo existe un óptimo de Pareto
(4,3) que mejora al punto de equilibrio de Nash. Históricamente esto es lo que
ocurrió: los soviéticos hicieron un tímido intento de romper el bloqueo y los
norteamericanos respondieron enérgicamente disparando salvas cercanas al
barco que intentó esta rotura. En palabras de MacNamara, Secretario de
Defensa de EEUU, los presidentes de ambas superpotencias estaban
hablándose en un nuevo idioma de "signos" y había fructificado
momentáneamente el diálogo.

3. En esta tercera fase cambian las opciones básicas de las partes. Ahora
USA tiene las opciones de "Insistir" en la retirada de los misiles o "Bloqueo",
es decir, mantener el bloqueo indefinidamente, mientras que la URSS actúa
para "Mantener" o "Retirar" los misiles, pero con contrapartidas. Los barcos
de guerra norteamericanos forman una línea de bloqueo y los barcos rusos,
mercantes pequeños, intentan un "tour de force" y romper el bloqueo, aunque
sea simbólicamente. La situación es la siguiente:

URSS

No forzar Forzar

EEUU Mantener 3,3 1,4


Atacar 4,1 2,2

Tabla 2.16. Crisis de los misiles (III).

El análisis conduce a que el punto de equilibrio de Nash es (2,2), en un


esquema típico del Dilema del Preso (jugado por los dos bandos), situación
que puede desbloquearse mediante diálogo, etc. Existe un óptimo de Pareto
(3,3) que mejora al punto de equilibrio de Nash y que proporciona una
situación mejor para ambos. El diálogo se llevó a cabo con gran secreto, y la
URSS retiraba los misiles de Cuba a cambio de que EEUU retirara los misiles
Júpiter que mantenía en Turquía apuntando a la URSS; esta operación no se
llevaría a cabo sino pasado un tiempo para que no pareciera que era una
claudicación norteamericana. Es cierto que estos misiles estaban algo
anticuados e iban a ser sustituidos por otros más modernos, pero la URSS
consiguió que no se instalaran nuevos misiles en Turquía.

2.7 Los dilemas

La doble característica de modelizar situaciones cooperativas y competitivas


simultáneamente origina la aparición de dilemas. Un dilema es una situación
que se plantea cuando existe algún tipo de paradoja entre las estrategias
resultantes del análisis racional del juego y los resultados que con ellas se
obtienen, que son o pueden ser peores que los de estrategias aparentemente
menos racionales.

Los dilemas más importantes son los denominados "dilema del gallina y
dilema del preso".

2.7.1 El dilema del Gallina

El nombre proviene de la situación planteada en la película "Rebelde sin


causa" protagonizada por James Dean: las pandillas de jóvenes "jugaban" a
determinar quién era el más "macho" de todos. Para ello planteaban una
carrera hacia un precipicio, y ganaba el que frenara más cerca del precipicio;
naturalmente, el riesgo está en no poder frenar a tiempo; además, si alguno
de los contendientes frenaba demasiado pronto era el hazmerreír de las
pandillas, de donde proviene el nombre de gallina.

Como se vio en un apartado anterior, el dilema plantea las situaciones en las


que la no cooperación de ambos jugadores produce la peor de las
situaciones, aunque no necesariamente lo mejor sea la cooperación mutua.
En realidad, el juego induce a cada jugador a hacer lo contrario que su
oponente (pues sólo puede haber un valiente vivo), por lo que es un caso
de juegos de coordinación, en los que cada jugador debe condicionar su
estrategia a la del otro.

Es muy adecuado para llevar a cabo amenazas enfocadas a que el oponente


colabore, por lo que este esquema se corresponde a situaciones de
confrontaciones bélicas, negociaciones con secuestradores, la guerra fría y el
problema MAD (mutua destrucción asegurada), o, en un tema más cotidiano,
la limpieza de una casa en la que viven dos personas, el juego de póker, etc.

Casi todas las situaciones prácticas del tipo "gallina" para los dos
jugadores incluyen importantes escaladas de amenazas y la puesta en
práctica de faroles, con la circunstancia básica que la defección de todos es
una salida catastrófica y la peor para ambos, por lo que finalmente cada
jugador debe "tensar la cuerda" pero cediendo cuando vea cercano el peligro.

La aplicación de este dilema ha sido la modelización de la disuasión


nuclear entre los bloques atlántico y soviético; en efecto, durante la Guerra
Fría cada bando se esforzó en acumular armamento nuclear y mostrar al
adversario que estaba dispuesto a utilizarlo en caso de ser atacado; las
amenazas de represalia surtieron efecto y ninguna de las alianzas en
conflicto se atrevió a atacar a la otra con armas nucleares.

2.7.2 Dilema del Preso (trampa de Leviatán)

Se cuenta (Poundstone,1995) que un investigador de la RAND Corporation


apellidado Tucker planteó a sus compañeros un problema lógico de
estrategias aparentemente paradójico o sin solución, que en forma
esquemática puede redactarse así:

Ejemplo:
Imagínese que la Policía detiene a dos ladrones que suelen robar en grupo,
pero no tiene pruebas contundentes para condenarlos. Los incomunica y les
hace saber que si ambos "cantan" son condenados a varios años de cárcel; si
uno de ellos delata al otro y éste no lo hace con el anterior, el delator queda
libre y su compañero recibe toda la culpa, con una pena mayor que si ambos
se delatan mutuamente; finalmente, si ninguno delata al otro, la condena es
muy pequeña por escasez de pruebas.

La opción C se identifica con la de no delatar y la opción D con la de delatar,


estableciéndose la matriz ya conocida.

El dilema del preso, cuyo nombre es también traducido a veces del inglés
como dilema del prisionero, es tan importante porque es el único caso en que
un esquema sencillo de preferencias provoca un punto de equilibrio que no es
óptimo de Pareto; esto ocurre porque la racionalidad lleva ambos jugadores a
delatarse, pues la colaboración unilateral es peor para el que colabora; sin
embargo, la mutua colaboración es deseable para ambos, pero es difícil de
alcanzar porque los oponentes no están comunicados y seguramente no se
fían uno del otro; en un ejemplo de conflicto bélico diríamos que los dos
prefieren la paz a la guerra pero la desconfianza mutua les hace elegir la
guerra.

Entre las aplicaciones de este importante esquema destacan:

a) Los problemas de comercio internacional. La liberalización proporciona los


beneficios de la eliminación de barreras (cooperación), pero cada país
considera que es preferible colocar barreras protectoras y que el resto
mantenga el libre comercio, lo que explica la actitud de muchos países
reticentes a la liberalización, y el resultado es peor para todos.

b) Los problemas de desarme en países con escasa tecnología. Cada país


desea gastar menos en armamento, pero quiere poseer mayor potencial
bélico que su adversario.

c) Las situaciones de bienestar común. Un pequeño gasto (impuesto) de cada


parte proporciona un gran beneficio para todos, pero individualmente es más
beneficioso no gastar y aprovecharse de los beneficios resultantes de la
contribución de los demás al bien común. Los ejemplos son muy numerosos:
pago de impuestos, sociedades de sanidad, pagos en comunidades, etc.

En general, en las aplicaciones del "dilema del preso" se trata de situaciones


basadas en la confianza y definen la existencia o no de relación fiable y con
futuro. El problema radica en que si las partes confían una en la otra se
consigue un gran beneficio a largo plazo, mientras que con la desconfianza,
el desconfiado consigue mayor beneficio a corto plazo.

Joaquín Estefanía, en un artículo publicado en el diario español "el País" en


2005 ponía de manifiesto la fuerza de este concepto, afirmando:

"El dilema del prisionero ha pasado a ser una de las cuestiones filosóficas y
políticas centrales de nuestro tiempo. Los que se dedican a su estudio han
llegado a una pregunta central: ¿Hay alguna forma de estimular el bien
común en ese dilema?. El intento de responder a esta cuestión es uno de los
mayores retos intelectuales (y políticos) de nuestra era".

La respuesta hay que buscarla en el estudio de las repeticiones del juego, es


decir, en que para los mismos jugadores y similares circunstancias se juegue
muchas veces el mismo juego; si dos jugadores realizan múltiples
interacciones, pueden aprender que a la larga es preferible la cooperación
mutua (para conseguir siempre una preferencia 3 en el esquema) que
defraudar una o varias veces al oponente y provocar su defección, con
resultado permanente de 2 en las preferencias; la disyuntiva es entonces la
confianza (y obtener 3) o seguir el refrán de "pan para hoy pero hambre para
mañana" (obteniendo en el mejor de los casos algunas veces 4 pero luego
muchas veces 2).

En consecuencia, la comprensión del beneficio a largo plazo es clave en el


fomento de la cooperación.

En el caso de los conflictos internacionales, la conclusión es el reforzamiento


de la idea de que el conocimiento mutuo, el comercio y las relaciones
económicas beneficiosas para todos y en general todo aquello que promueva
la confianza entre las naciones será la mejor política para evitar conflictos y
promover la cooperación.

Capítulo 3 .- Modelos y métodos para la


intervención y mediación en los
conflictos internacionales
OBJETIVOS

- Comprender el conjunto de acciones y estrategias para la prevención, mantenimiento, establecimiento y construcción de

- Aprender la conveniencia de realizar acciones complementarias en los escenarios de conflicto.

- Valorar e integrar las actividades procedentes de la sociedad civil a las estrategias de transformación de conflictos.

- Estudiar los componentes del análisis histórico-contextual, de elementos básicos y de gestión de conflictos internaciona

3.1 Introducción

Actualmente existen diferentes modelos y métodos para la intervención y la


mediación en los conflictos internacionales. Tales modelos proceden de
diferentes tradiciones prácticas y teóricas aunque muchos de ellos están
fuertemente interconectados, algo que se ha puesto de manifiesto no solo
desde el campo de las relaciones internacionales, sino también desde la
teoría de los conflictos y de la investigación para la paz.

En este capítulo se va a analizar el modelo de gestión de conflictos


internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta
organización nació después de la Segunda Guerra Mundial con la vocación
de mantener la paz y la seguridad mundial. Para cumplir con estos objetivos
la ONU ha tenido que desarrollar una serie de métodos de intervención en
conflictos internacionales a partir de múltiples aportaciones teóricas y
prácticas, por lo tanto gran diversidad de procedencias ha permitido aplicarlos
a gestores con diferentes sensibilidades, orientaciones y metodologías en el
campo de la gestión de conflictos.

Para mostrar la variedad y complejidad de las dinámicas de los conflictos


armados se incluyen cuatro ejemplos de conflictos con intervención
internacional; estos son el caso de: Israel-Palestina, Yugoslavia, Afganistán y
Colombia. El caso de Colombia podría no considerarse estrictamente
internacional, pero por sus características propias de los conflictos modernos
se incluye también como ejemplo.
3.2 El modelo de Naciones Unidas

Desde comienzos de los años 90, la ONU ha clasificado sus instrumentos


para la gestión de conflictos internacionales en cuatro estrategias: diplomacia
preventiva, mantenimiento de la paz (peacekeeping), establecimiento de la
paz (peacemaking) y construcción de la paz (peacebuilding). Con su Agenda
para la Paz, Boutros Boutros-Ghali (1992) pretendía fortalecer las
capacidades de Naciones Unidas para la gestión de conflictos internacionales
y para mantener la paz mundial a través de esas estrategias, las cuales ya
habían sido presentadas desde la Investigación para la Paz por Johan
Galtung (1975).

Esta sistematización del modelo desarrollado por Naciones Unidas ha sido


ampliamente aceptada como modelo de análisis y de intervención, y ha
guiado las transformaciones del sistema de gestión de conflictos de Naciones
Unidas en la última década. Además, permite su combinación con las
estrategias para la intervención en conflictos (Jiménez Bautista y López,
2007) procedentes de la teoría de los conflictos (Reimann, 2004) en función
de los objetivos que se persiguen en cada momento de la intervención
internacional.

ACTORES
ESTRATEGIA PROBLEMA ACTIVIDADES OBJECTIVOS
IMPLICADOS

- Análisis de
conflicto.
- Diplom. Vía I.
- Misiones de
- Diplom. Vía Gestión de
Prevención de Impedir la escalada investigación.
II. conflictos de
Conflictos violenta de los conflictos. - Redes de alarma
- Diplom. Vía modo pacífico.
temprana.
III.
- Despliegue
preventivo.

- Fuerzas - Misiones de
Existencia de Prevención de la
militares. control de
Peacekeeping comportamientos continuación
- Fuerzas interposición de
violentos. violencia.
policiales. presencia.

Percepción de - Diplom. Vía I. - Negociación. Resolución de


Peacemaking incompatibilidad de - Diplom. Vía - Mediación. conflictos.
intereses. II. - Facilitación.
- Diálogo.
- Encuentros.

- Programas
educativos.
- Diplom. Vía
Actitudes negativas y - Ayuda
III. Superar las
estructuras socio- económica.
Peacebuilding - Diplom. Vía causas profundas
económicas que crean - Apoyo a la
II. de los conflictos.
grandes desigualdades. democracia.
- Diplom. Vía I.
- Ayuda psico-
social.

Tabla 3.1. Naciones Unidas y la gestión de conflictos.


Fuente: Checa y Ghica, 2007.

3.2.1 Prevención de conflictos

La prevención de conflictos es un concepto amplio que incluye acciones


políticas, económicas o militares llevadas a cabo por terceras partes con el
ánimo de impedir la escalada violenta de los conflictos (Fisas, 1998;
Rupesinghe, 1995). El propósito de la acción internacional para tratar con tal
situación es frenar la extensión de la violencia y gestionarla de un modo
diferente en las primeras etapas del conflicto. La prevención de conflictos no
es una idea nueva. Ya fue el tema dominante en el Congreso de Viena de
1815 y es el protagonista dominante de la Carta de Naciones Unidas. Pero
después de la Guerra Fría emergió como un tema prioritario de las relaciones
internacionales (Dwan, 2002).

Boutros-Ghali redefinió la diplomacia preventiva para el nuevo contexto


existente en los años noventa e identificó cinco herramientas para
desarrollarlo: medidas para crear confianza, redes de información de alerta
temprana, misiones de investigación, despliegues preventivos (de Naciones
Unidas o de una tercera parte) y zonas desmilitarizadas.

El proceso que lleva a la prevención de un conflicto está compuesto por tres


conjuntos de elementos. En primer lugar encontramos aquellos elementos
que nos permiten definir el contexto, identificando la naturaleza del conflicto,
sus causas y sus fases. En segundo lugar interviene la utilización de
mecanismos que detecten las señales y los indicadores que adviertan de
inminentes acciones violentas. Finalmente se realizará la selección de
iniciativas específicas que contribuirán a la gestión "noviolenta" del conflicto.

El concepto de prevención de conflictos contempla desde la diplomacia


preventiva a intervenciones más estructurales. Incluye operaciones
diplomáticas y militares, construcción institucional, desarrollo económico y
construcción comunitaria desde las bases. La literatura especializada ha
desarrollado categorías para los diferentes tipos de acciones preventivas.
Lund (1996) ha elaborado un conjunto de herramientas que sirven de
instrumentos preventivos, y la Comisión Carnegie (1997) ha desarrollado una
extensa lista de herramientas preventivas tanto directas como estructurales.
De acuerdo al estudio de esta Comisión para la prevención de los conflictos
violentos, Naciones Unidas tiene varias fortalezas importantes para la
prevención de conflictos: su alcance global, los mecanismos flexibles que se
han desarrollado dentro del Consejo de Seguridad, la capacidad funcional de
las agencias especializadas de la ONU, de sus programas y de su
financiación, y la legitimidad mundial del Secretario General. También han
sido identificadas diferentes fases en la prevención de conflictos. Por ejemplo,
Wallensteen menciona tres fases: emergencia, dinámicas y construcción de
la paz (Wallensteen y Möller, 2003).

1. ENFOQUE MILITAR

a) Restricciones al uso de la fuerza armada.

b) Amenaza o uso de la fuerza armada.

2. ENFOQUES NO MILITARES

a) Medidas diplomáticas coercitivas (sin el uso de la fuerza armada).

b) Medidas diplomáticas no coercitivas (sin coerción o fuerza armada).

3. ENFOQUES DE DESARROLLO Y GOBERNANZA

a) Políticas para promover el desarrollo económico y social nacional.

b) Proclamación y respeto de los derechos humanos, la democracia y otros standards.

c) Estructuras de gobierno nacionales para promover la resolución pacífica de conflictos.


Tabla 3.2. Herramientas para la prevención de conflicto.
Fuente: Lund, 1996.

La prevención de conflictos está enfocada principalmente en la pacífica


gestión de los conflictos antes de la escalada de la violencia, buscando el
menor sufrimiento humano y los menores efectos destructivos. Sin embargo,
siempre existe el desafío de intervenir antes de que el conflicto escale
demasiado, ya que frecuentemente la comunidad internacional solo es capaz
de reaccionar cuando la crisis ya está significativamente avanzada. Además,
después del año 2001, la "guerra contra el terrorismo" ha desplazado el foco
de atención de la comunidad internacional desde la prevención de conflictos a
un enfoque más estrecho, coercitivo y a corto plazo.

3.2.2 Mantenimiento de la Paz (Peacekeeping)

El mantenimiento de la paz o peacekeeping es una estrategia de gestión de


conflictos utilizada para controlar a los actores armados enfrentados y
contribuir a la prevención o a la finalización de conflictos violentos. Esta
estrategia es disociativa y consiste en la intervención de terceras partes con
el objetivo de mantener separados a los distintos oponentes. El principal
objetivo de esta estrategia es la prevención de más violencia.
Tradicionalmente es llevada a cabo con el consentimiento de las partes en
conflicto y es tarea de fuerzas militares y policiales. Los instrumentos clásicos
de peacekeeping han sido la práctica desarrollada por el envío de tropas
pacificadoras de la ONU, "cascos azules".

OPERACIONES OPERACIONES EN
ÁREA
FINALIZADAS FUNCIONAMIENTO

UNAVEM I
Angola UNAVEM II
UNAVEM III
MONUA

ÁFRICA Burundi ONUB

Chad / Libia UNASOG

Costa de Marfil UNOCI


Congo ONUC

Etiopía / Eritrea UNMEE

Liberia UNOMIL UNMIL

Mozambique ONUMOZ

Namibia UNTAG

R. Centroafricana MINURCA

R D Congo MONUC

Ruanda UNAMIR

Ruanda / Uganda UNOMUR

Sahara Occidental MINURSO

UNAMSIL
Sierra Leona
UNOMSIL

UNOSOM I
Somalia
UNOSOM II

Sudan UNMIS

América Central ONUCA

El Salvador ONUSAL

Guatemala MINUGA
AMÉRICA
INMIH
UNSMIH
Haití MINUTSAH
UNTMIH
MIPONUH

R. Dominicana Domrep
Afganistán /
UNGOMAP
Pakistán

UNAMIC
Camboya
UNTAC

ASIA- India / Pakistán UNIMOP UNMOGIP


PACÍFICO
Nueva Guinea UNSF

Tayikistán UNMOT

UNMISET
Timor Oriental UNMIT
UNTAET

Bosnia y
UNBIH
Herzegovina

Chipre UNFICYP

UNCRO

Croacia UNTAES

UNPSG

EUROPA F.Y.R.O.M UNPREDEP

Georgia UNOMIG

Kosovo UNMIK

Península de
UNMOP
Prevlaka

R. Yugoslavia UNPROFOR

Irak / Kuwait UNIKOM

NTE. MED. Irán / Irak UNIIMOG

Altos del Golán UNDOF


Líbano UNOGIL UNIFIL

UNEF I
Oriente Medio UNTSO
UNEF II

Yemen UNYOM

Tabla 3.3. Operaciones de Peacekeeping de la ONU (1948-2007).


Enlace web: www.un.org/peace/reports/peace_operations
[Leído: 18 de diciembre de 2007, a las 9:51 GMT-5].

La estrategia de peacekeeping es un tema recurrente en la literatura de


gestión de conflictos. Podemos encontrar muchos libros y artículos referidos a
este tema. Antes de los años 90, la literatura estaba enfocada en estudios de
casos de las operaciones de peacekeeping de la ONU o en aproximaciones
históricas a las misiones de peacekeeping de la ONU.
Los peacekeepers implicados en las misiones de Naciones Unidas
contribuyeron desde sus experiencias y muchas veces en primera persona.
Durante los 90, el incremento en el número de operaciones
de peacekeeping desarrollados por Naciones Unidas fortaleció el análisis de
las operaciones de paz, el estudio de la evolución de su mandato y el
desarrollo de recomendaciones para prevenir sus fracasos. Algunos estudios
de casos como Somalia, Bosnia, Congo o Sierra Leona han sido relevantes
para comprobar la evolución de los principios guía para las operaciones
de peacekeeping de la ONU, como son obtener el consenso de las partes en
conflicto para el despliegue de la misión, la utilización del uso de la fuerza
únicamente para la autodefensa y la imparcialidad (Bellamy et al, 2004).

Hasta los años 90, las misiones de peacekeeping de la ONU eran


principalmente dSesplegadas para controlar a las partes y para establecer
zonas de separación después de acuerdos de alto el fuego. Su principal tarea
era esencialmente política, no militar. Por ello sus mandatos incluían el
mantenimiento del status quo militar, pendiente de la resolución diplomática
del conflicto. Esto reducía el riesgo de violencia directa pero no contribuía a la
resolución del conflicto, únicamente a congelarlo. La importancia que tienen
en nuestros días las misiones de peacekeeping para la paz y seguridad
mundiales, han generado reflexiones como el Informe Brahimi (UN, 2000) que
recomienda medidas para fortalecer el peacekeeping de la ONU más allá de
su consideración como herramienta política. Entre dichas medidas se
encuentran el desarrollo de mandatos más claros, creíbles y realistas, el
fortalecimiento de las estructuras de las misiones, el mayor protagonismo
requerido para los civiles en diferentes tareas y la necesidad del despliegue
rápido de las fuerzas de paz.

Esta estrategia tiene la ventaja de frenar la violencia y comenzar a tender los


primeros puentes entre las partes en guerra mediante, por ejemplo, la
implantación de canales de comunicación. Pero existen límites a esta
estrategia si no va unida a otras porque el peacekeeping solo no puede
afrontar el conflicto y éste permanecerá latente. Por ello en los últimos años
existe la tendencia a considerar las misiones de peacekeeping como
misiones de transición hacia misiones de peacebuilding con unos objetivos
más ambiciosos.

3.2.3 Establecimiento de la Paz (Peacemaking)

El peacemaking es otra estrategia de gestión de conflictos internacionales


que sirve para buscar una solución negociada a los conflictos tratando de
abordar los temas en disputa. Es una estrategia asociativa cuyo principal
objetivo es reunir a líderes gubernamentales o políticos para que dialoguen
sobre las posibles soluciones de un conflicto. Las actividades típicas de esta
estrategia son la negociación, la mediación, la conciliación y diferentes tipos
de facilitaciones (Bercovitch, 1984; 1996; Rasmussen, 1997). La Carta de la
ONU especifica estas actividades en su artículo 33 y también incluye
sanciones, bloqueos e intervenciones violentas para restaurar la paz entre
partes en conflicto armado (artículos 41 y 42 de la Carta). Normalmente la
tercera parte que media o que negocia son diplomáticos oficiales aunque
ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil están implicándose cada
vez más en procesos de peacemaking. Están contribuyendo con nuevos
enfoques a esta estrategia de gestión de conflictos internacionales.

NIVEL DE
TIPO ACTORES ESTRATEGIAS ACTIVIDADES
ACTUACIÓN

Consultas informales.
Buenos oficios.
Líderes militares. Enviados especiales.
Orientadas hacia los Liderazgo de
I Líderes políticos. Mediación.
resultados. alto nivel
Líderes religiosos. Misiones de
investigación.
Sanciones
diplomáticas y
económicas.

Mediación.
Líderes étnicos. Conciliación.
Líderes religiosos. Facilitación.
Orientadas hacia los Liderazgo de
II Académicos. Talleres de solución
procesos nivel medio
Intelectuales. de problemas.
Líderes humanitarios. Construcción de
confianza.

Trabajo psico-social.
Formación de base.
Líderes locales.
Reducción de
Líderes de ONGs Orientadas hacia los
locales. prejuicios.
III procesos y hacia las
Oficiales locales de Mejoras de la
estructuras. Liderazgo de
desarrollo comunicación. base
comunitario. Construcción de
confianza.

Tabla 3.4. Diplomacia para la gestión de conflictos.


Fuente: Checa y Ghica, 2007.

Actualmente, entre los centros de investigación más conocidos que estudian


este tema podemos encontrar el Centro para la Resolución de Conflictos de
la Universidad de Bradford (Reino Unido), el Centro Africano para la
Resolución Constructiva de Disputas, la Academia Internacional de Paz, el
Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Oslo y el Instituto
Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Este último publica
un anuario en el cual están recogidas las evoluciones más recientes en este
campo (Anuario SIPRI).

La estrategia de peacemaking pertenece a la esfera político-diplomática y su


principal objetivo es conseguir un acuerdo al conflicto a través del liderazgo
de alto nivel (Diplomacia de vía I). La violencia directa será detenida por esta
estrategia pero el conflicto continuará existiendo en el mismo estado, y el
apoyo a la paz podría no ser duradero.

3.2.4 Construcción de la Paz (Peacebuilding)


La estrategia de peacebuilding es un proceso a largo plazo para conseguir
una paz duradera actuando sobre las actitudes y las estructuras
socioeconómicas negativas que sostienen un conflicto violento. Intenta
superar las causas profundas de los conflictos a través del fortalecimiento de
todos aquellos elementos que unen las partes unas a otras y a través de la
reconstrucción y el desarrollo socio-económico. Es un proceso que implica a
toda la sociedad y que incluye muchas tácticas diferentes en programas de
ayuda económica y educativa, cooperación al desarrollo, ayuda estructural
(elecciones, estado de derecho, derechos humanos, sociedad civil) y ayuda
psico-social para la curación del trauma.

En la literatura de la ONU peacebuilding es vista como la fase del proceso de


paz que tiene lugar después del peacemaking y del peacekeeping. El objetivo
es facilitar el establecimiento de una paz duradera bajo instituciones
democráticas. Pero, ¿qué es una paz duradera? Desde las teorías de
transformación de conflictos peacebuilding es visto como una transformación
a largo plazo desde un sistema de violencia hacia un sistema basado en la
paz positiva (Galtung, 1996). Es un proceso con cambios en las diferentes
dimensiones del conflicto (personal, estructural, relacional y cultural)
(Lederach, 1998) y que implica todos los niveles de la sociedad (Rupesinghe,
1995).

Existen muchas otras contribuciones a las diferentes dimensiones


de peacebuilding desde diferentes campos de experiencia como el
económico (informes del Banco Mundial sobre casos concretos o desde
centros de investigación sobre desarrollo), el nogubernamental (artículos e
informes sobre el papel de las ONGs y la importancia de la sociedad civil en
los procesos de peacebuilding), el político (estudios e iniciativas para guiar la
construcción de estructuras legales y políticas) o desde el campo de la
seguridad (como manejar amenazas violentas al proceso, como hacer frente
al proceso de DDR).

En este contexto, es fácil notar que la estrategia de peacebuilding es


congruente con el enfoque de transformación de conflictos. Ambos están
enfocados hacia un trabajo a largo plazo, a la necesidad de superar las
causas profundas del conflicto y la necesidad de fortalecer las relaciones
entre las partes en conflicto. Lederach, sin embargo, presenta la construcción
de la paz como un proceso que incluye los tres enfoques de la gestión de
conflictos (acuerdo, resolución y transformación), desarrollados por actores
pertenecientes a las diplomacias de vía I, II y III. El peacebuilding está
compuesto por tres niveles y cada uno está relacionado con un enfoque y con
una vía de diplomacia (acuerdo - vía I; resolución - vía II; transformación - vía
III) pero las relaciones y la influencia de cada enfoque y vía no son
únicamente a nivel horizontal sino también a nivel vertical (desde arriba hacia
abajo y desde abajo hacia arriba). Debido a este enfoque, cada avance en
cada nivel tiene influencia o impulsa cambios constructivos en los otros.

3.2.5 Evoluciones recientes del modelo de Naciones Unidas

Los últimos desarrollos realizados en el seno del sistema de Naciones Unidas


mantienen a grandes rasgos este sistema para el tratamiento de los conflictos
internacionales aunque apuntan varias tendencias.

En primer lugar se asiste a la potenciación de la estrategia de prevención de


crisis, una estrategia que había sido dejada en segundo lugar durante los
años noventa dado la mayor visibilidad que tenían otro tipo de estrategias de
gestión de conflictos que implicaran el envío de operaciones de paz con
soldados de Naciones Unidas (Dwan, 2002).

En segundo lugar, dado los fracasos que han tenido que afrontar las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, la
organización ha decidido realizar algunas transformaciones que han incidido
en el despliegue rápido de las mismas, en la complementariedad entre las
actividades de peacekeeping y peacebuilding y en el desarrollo de reglas
robustas de enfrentamiento para mejorar la seguridad del proceso de
transformación del conflicto frente a saboteadores (UN, 2000).

En tercer lugar, en el proceso de redefinición del concepto de seguridad al


que se asiste desde los años 80 (Buzan, 1991), Naciones Unidas ha
apostado por el término Seguridad Humana, (UNDP, 1995). Junto a ello, la
ONU también ha reformado su concepción del concepto de soberanía,
desplazando el objeto de atención de los Estados a los individuos, y sobre
esta evolución ha establecido la idea de la responsabilidad que tiene la
comunidad internacional para proteger a los individuos, primando a las
personas por encima de la tradicional soberanía estatal (Carnegie
Commission, 1997).

Finalmente, también se asiste en los últimos años a una mayor implicación de


componentes civiles en la gestión de crisis y conflictos. Los cambios en la
concepción de la seguridad han disminuido el papel de lo militar como fuente
de seguridad y las organizaciones internacionales (especialmente la UE y la
ONU) dan una importancia cada vez mayor al peso de lo civil en la gestión de
conflictos. Por ejemplo, en las operaciones de mantenimiento de la paz
multidimensionales de Naciones Unidas el componente civil es muy
importante, no solo como policía civil sino en muchas actividades
relacionadas con la construcción de paz (Hansen, Ramsbotham, Woodhouse,
2004).

3.3 Aportaciones desde la sociedad civil

La sociedad civil se ha ido implicando cada vez más en la gestión de


conflictos internacionales y ha modificado los enfoques tradicionales que
reservaban a los Estados el papel de actores en la sociedad internacional.

El salto cualitativo del protagonismo de las misiones de paz de las


organizaciones de la sociedad civil en la era de la post-guerra fría -desde un
punto de vista académico- está en que sus acciones, organización, logística,
estrategias, metodologías, etc., están cuestionando el paradigma dominante
de la consumación, es decir, las intervenciones tanto humanitarias, como de
operaciones de mantenimiento o imposición de la paz siguen instaladas en
los hechos consumados, en la imprevisión y la imposición a posteriori cuando
el conflicto ha derivado en formas y escaladas de violencia, costosísimas de
parar y que requieren intervenciones militares de alto coste presupuestario y
ligadas a intereses estratégicos de las grandes potencias o de los intereses
de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas.

El cuestionamiento de esta forma de operar en las relaciones internacionales


y en la resolución de conflictos ya se puso de manifiesto, hace décadas, por
parte de la Peace Research, tanto con su bagaje conceptual, por sus
investigaciones ad hoc, como por su capacidad como ciencia aplicada. De
hecho, su influencia en el campo político y de las relaciones internacionales
expresadas, por ejemplo, en el documento de Butros Butros-Ghali antes
mencionado refleja que es necesario, frente al paradigma de la consumación,
fortalecer el paradigma de la prevención como conjunto de doctrinas,
sistemas y experiencias que permitan evitar que los conflictos o las
catástrofes deriven en formas de violencia o mortandad masiva. Sistemas de
alerta temprana, códigos de conducta y seguimiento, observatorios de
conflictos, desarrollo de estrategias planificadas en el campo del respeto a los
derechos humanos, el papel de las mujeres, la democracia, el desarme y el
desarrollo son sólo una pequeña muestra de cómo el paradigma de la
prevención puede aliviar en costes humanos, materiales y logísticos el
siempre grave y difícil problema de dónde intervenir y por qué.

Pero no se trata sólo del paradigma de la prevención, sino también de nuevas


concepciones, actores, sensibilidades, protagonismos, herramientas, etc., en
la era de la globalización. El resultado más visible es el creciente
protagonismo de las organizaciones de la sociedad civil en las agendas
mundiales, quizá no tanto en la toma de decisiones que afectan a todo el
Planeta como en hacerse cada vez más visibles como actores importantes en
las agendas mundiales de la paz. El protagonismo que tienen, hoy día, ciertas
ONGs en el campo de la intervención es otro resultado visible de esto.

En concreto, en los últimos tiempos, y gracias a las experiencias sobre el


terreno, se han abierto franjas de disparidad más que notables en la
significación de la concepción terminológica (y su alcance) de las acciones
de peacekeeping, peacemaking y peacebuilding, esto es, entre lo que quieren
decir estas acciones para la ONU o para los Estados miembros involucrados
en estas operaciones y lo que significan para las ONGs que trabajan sobre el
terreno en las situaciones de post-conflicto violento. Esta grieta no es sólo
semántica y experiencial sino quizá lo más importante, el reflejo de
diferencias filosófico-políticas y metodológicas (relación entre medios y fines)
de cómo construir un mundo más justo y sustentable, diferencias que tienen
serias dificultades para el consenso tomado en términos maximalistas. Un
ejemplo de ello, a un nivel terminológico-conceptual, lo refleja la tabla 3.5:

CONVENCIONAL ALTERNATIVO

Armado (Cascos azules). No armado (Cascos Blancos).

Peacekeeping
Operaciones de Mantenimiento de la Misiones de paz realizadas por ONG's
Paz realizado por Estados miembros de sobre el terreno (Brigadas Internacionales
la ONU. de Paz, Nonviolent Peaceforce, etc.).

Negociación diplomática convencional


Multi-track diplomacy (diplomacia paralela,
entre Estados o liderazgo de un Estado
diplomacia ciudadana, diplomacia civil
sobre los contendientes.
"noviolenta", field diplomacy).
Peacemaking
Fuerte presencia de líderes (por
Fuerte presencia de la sociedad civil.
ejemplo 'señores de la guerra').
Procesos de abajo-arriba.
Procesos de arriba-abajo.

Peacebuilding Proceso de pacificación simple Pacificación como proceso complejo.


Reconstrucción política (moderadas Fuertes cambios institucionales, jurídicos y
reformas y maquillaje institucional). políticos.

Incorporación de combatientes Políticas de prevención de la violencia y de


(estados, grupos e individuos) a la vida reinserción multidimensional dentro de las
normal. comunidades de base.

Alto niveles de impunidad. Tratamiento político de la impunidad.

Justicia penal. Justicia penal + Justicia reparativa.

Escasos cambios estructurales. Apuesta por los cambios estructurales y de


mentalidad.
Pocos cambios educativos y culturales.
Fuerte peso de la cultura de la paz y los
Incorporación del Estado a los derechos humanos en el sistema
organismos internacionales educativo.

Cortoplacismo. Proceso de normalización más profundo.

Medio y largo plazo.

Tabla 3.5. Gestión de conflictos internacionales: propuestas ONU - sociedad civil.

Siguiendo las distintas estrategias que ha desarrollado Naciones Unidas,


podemos decir que las organizaciones de la sociedad civil que participan en
misiones de paz desarrollan las siguientes actividades:

1. Actividades de peacekeeping para la reducción de la violencia: incluyen


actividades de observación, presencia, y acompañamiento, para proteger a
personas o comunidades, y para informar a las autoridades o a la comunidad
internacional de cualquier situación de riesgo.

2. Actividades de peacemaking destinadas a unir a individuos o a grupos de


base enfrentados por un conflicto: incluyen medidas de apoyo al diálogo, de
facilitación, ofreciendo lugares de encuentro, estableciendo contactos con las
autoridades locales, nacionales y con las agencias internacionales

3. Actividades de peacebuilding dirigidas a la reconstrucción y a la


reconciliación: incluye un amplio abanico de tareas como el trabajo social
multi-comunitario, el empoderamiento de la sociedad civil, la defensa de los
Derechos Humanos y del Estado de Derecho, la educación y el
entrenamiento en transformación de conflictos, el desarrollo de proyectos de
reconstrucción social y el despliegue de ayuda de emergencia y
rehabilitación.

ORGANIZACIONES ACTIVIDADES

Educación para la paz.


Diplomacia
Múltiples ONGs. Análisis de conflictos.
preventiva

Alerta temprana.

Brigadas Internacionales de Paz.


Protección defensores de derechos
Peacekeeping humanos.
Christian Peacemaker Teams.
Misiones de observación.
Amnistía Internacional.

Movimiento Internacional de
Reconciliación.
Diplomacia civil "noviolenta"
Peacemaking
Movimientos religiosos.
Reconciliación.
ONGs locales.

Médicos sin fronteras.


Prevención y alivio del sufrimiento
humano.
Oxfam.
Peacebuilding
Reconstrucción post-conflicto
Nonviolent Peaceforce.
Educación para la paz.
Greenpeace.

Tabla 3.6. La sociedad civil en misiones de paz.

Hasta aquí se ha tratado de esbozar el modelo de gestión de conflictos


internacionales que se gestó tras la Segunda Guerra Mundial y que sigue
vigente para garantizar la paz mundial y resolver las disputas entre Estados
de manera no violenta. Para ello se han analizado las estrategias que la ONU
ha desarrollado a lo largo de los años (diplomacia preventiva, peacekeeping,
peacemaking, peacebuilding) para la regulación pacífica de los conflictos
internacionales.

Hay que resaltar los elementos que se han presentado porque se considera
que todos ellos han de ser tenidos en cuenta a la hora de afrontar un conflicto
para que desarrolle una práctica exitosa. Por ello, debemos de mantener,
pacificar o establecer y construir la paz para reducir los conflictos.

Todo ello se ha trabajado en relación con los conflictos internacionales, y será


el siguiente apartado cuando este estudio se completará con la incorporación
de algunos ejemplos.

3.4 El conflicto árabe-israelí


3.4.1 Contexto histórico e internacional

El conflicto árabe-israelí tiene sus orígenes a finales del s.XIX, cuando el


movimiento sionista comienza a reclamar la creación de un hogar nacional
judío en los territorios bíblicos de la antigua Palestina, ignorando a las
poblaciones árabes allí asentadas. Esta propuesta de retorno a la Tierra
prometida estaba ligada a la expansión colonial europea y va a iniciar una
corriente migratoria judía hacia Palestina que chocará con las propuestas del
nacionalismo árabe que buscan la creación de un estado árabe
independiente en la zona.

Durante la primera mitad del s.XX, el conflicto entre los dos nacionalismos se
va agudizando, sin que el mandato británico sobre el territorio palestino
pudiese ponerle freno. Finalmente, Gran Bretaña se desentiende del
problema y es la ONU la que tratará de transformar el conflicto. La resolución
181 de la Asamblea General de 29 de noviembre de 1947 establecía la
partición del territorio entre las dos comunidades para la creación de dos
estados independientes y la internacionalización de Jerusalén, algo que el
nacionalismo árabe no iba a aceptar.

Cuando los británicos se retiraron de Palestina, el movimiento sionista


proclamó el Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948, sobre los territorios que
la ONU le había otorgado. La respuesta árabe a esta afrenta será la
declaración de guerra y los ejércitos árabes de los países vecinos atacaron el
recién creado Estado de Israel que repelió la agresión, aumentó el territorio
que inicialmente le había otorgado la ONU y se consolidó en la región. Esta
primera guerra árabe-israelí dividió el territorio de Palestina en dos áreas, una
donde se construyó el Estado de Israel, y otra, la árabe, controlada por Egipto
(Gaza) y Jordania (Cisjordania). El conflicto alcanzará de nuevo el
enfrentamiento armado en distintos momentos. Primero será la crisis de Suez
(1956), luego la guerra de los 6 días (1967), la guerra del Yom Kipur (1973) y
las invasiones israelíes del Líbano (1978, 1982, 2006).

Será a partir de 1973 cuando el conflicto cambie su dinámica en dos


aspectos. El primero será el desentendimiento de los países árabes (que no
de la sociedad árabe) por la causa palestina y mayor protagonismo que van a
asumir los propios palestinos en la conducción del conflicto. El segundo
aspecto será el inicio de negociaciones entre árabes e israelíes para la
resolución pacífica del conflicto, ante la constatación por parte de los árabes
de que la realidad israelí no va a ser destruida, y ante la constatación de las
élites israelíes de la necesidad de conseguir la paz con los pueblos árabes
para garantizar la seguridad del estado hebreo y la normalización de su
sociedad.

Esas negociaciones de paz serán iniciadas por Egipto e Israel y llevarán a la


firma de los acuerdos de Camp David en 1979. La Intifada palestina de los
años 80, el cambio de contexto internacional en 1989 y la Guerra del Golfo
crearán un clima propicio para las negociaciones entre el resto de estados
árabes y los representantes palestinos por un lado, e Israel por el otro, que
conducirán a la firma de un acuerdo de paz entre Jordania e Israel y luego a
los acuerdos de Oslo entre Israel y los representantes palestinos y a la
creación de la Autoridad Nacional Palestina (López García, 1997).

El incumplimiento de los compromisos adquiridos por Israel, la frustración de


la población palestina y el ascenso islamista con su rechazo de los acuerdos
de paz en los términos alcanzados en los años 90, han distanciado de nuevo
a palestinos e israelíes y han bloqueado el proceso de paz.

3.4.2 Conflicto: estructura y actores

El conflicto árabe-israelí nació como consecuencia de la superposición de dos


proyectos nacionalistas incompatibles sobre un mismo territorio, en el que el
mandato británico sustituirá la soberanía otomana. Esta incompatibilidad
llevará a la ONU a proponer la creación de dos estados para satisfacer
ambos proyectos. Sin embargo, el nacionalismo árabe verá la creación del
Estado de Israel como un nuevo acto colonial del mundo occidental al ser una
realidad impuesta por la fuerza, y tratarán de destruirlo para imponer su
modelo.
Si en un primer momento los actores del conflicto serán el Estado israelí por
un lado, y por otro los Estados árabes enfrentados a Israel (Egipto, Siria,
Jordania y Líbano principalmente), en el último cuarto del siglo XX el propio
nacionalismo palestino, de la mano de la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP), asumirá un mayor protagonismo.

Otro importante actor en este conflicto será EEUU., quién a través de una
política exterior que defiende sus intereses geoestratégicos en Oriente Medio,
ha ejercido una influencia definitiva en la evolución del conflicto. EEUU ha
apoyado a Israel durante las crisis, le ha proporcionado ayuda militar y
económica constante y ha propiciado las condiciones necesarias para la
transformación del conflicto más adecuada a sus intereses.

El conflicto árabe-israelí se nos presenta en muchas ocasiones como un


conflicto religioso donde los árabes musulmanes se enfrentan a los israelíes
judíos, lo cual está lejos de ser cierto. Es un conflicto entre dos pueblos por el
territorio, por la construcción de estados nacionales y por la supervivencia. El
diseño de estados excluyentes por los ideólogos sionistas y por los
nacionalistas árabes abocó al surgimiento de un conflicto con graves
repercusiones internacionales a lo largo del siglo XX. Ambos nacionalismos
han tratado de imponer su modelo por la fuerza y el resultado han sido
guerras, altos niveles de violencia estructural en ambas sociedades y el
"triunfo" del modelo sionista a un alto coste. Todos conocemos cuales han
sido los costes para los palestinos: ocupación de su territorio, refugiados,
colonización, segregación, marginación política y económica. Pero también la
sociedad israelí ha sufrido los resultados de este triunfo: estado de
excepción, militarización de la sociedad, sensación de inseguridad, etc.
(Shlaim, 2003).

3.4.3 Gestión internacional del conflicto

El conflicto árabe-israelí ha tenido grandes repercusiones para la comunidad


internacional a lo largo de su historia. Por esta razón, han sido numerosas y
variadas las iniciativas que distintos actores internacionales han llevado a
cabo para intentar la resolución o la transformación del conflicto.

El mandato sobre Palestina que la Sociedad de Naciones le otorgó al Reino


Unido tras la disolución del Imperio Otomano en 1920 (Tratado de San
Remo), convirtió a este país en el gestor de este territorio, de sus poblaciones
y de sus conflictos. La creciente violencia entre las comunidades judía y
árabe a lo largo del periodo de entreguerras hizo que las autoridades
británicas idearan varios planes para la resolución del conflicto. Primero
trataron de detener la emigración judía a Palestina (White Paper, 1939) y ante
los pocos resultados conseguidos por esta medida será el Plan Peel el que
propondrá la partición del territorio entre las dos comunidades.

La ONU retomará la idea de la partición cuando los británicos deciden


retirarse del territorio. La Comisión Especial de Naciones Unidas sobre
Palestina (UNSCOP) recomendó que Palestina fuese dividida en dos
estados, uno árabe y otro judío, con una administración internacional sobre
Jerusalén. La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó este plan el 29
de noviembre de 1947 (Resolución de la ONU, GA 181), pero fue incapaz de
forzar su aplicación.

Desde ese momento, el conflicto, gestionado por los actores del mismo y por
la comunidad internacional, ha evolucionado unas veces mediante el ejercicio
de la violencia en sus diferentes dimensiones y, otras veces, de forma no
violenta, mediante negociaciones pacíficas y medidas para la creación de
confianza entre las partes.

La Liga Árabe, organización internacional intergubernamental de inspiración


pan-arabista, desde el momento de su fundación ha dedicado sus principales
esfuerzos a la resolución del problema palestino. Para ello, primero alentó a
sus miembros a la destrucción del Estado de Israel y a la defensa de los
derechos de los árabes, aunque a finales de los años 80 adoptó una postura
menos intransigente y más favorable a la aceptación de la existencia de Israel
y al establecimiento de negociaciones de paz.

Durante los años de la Guerra Fría, el conflicto árabe-israelí se ha visto


inmerso en los equilibrios resultantes del sistema bipolar instaurado tras la
Segunda Guerra Mundial en torno a las dos superpotencias: EEUU. y la
URSS. Cada superpotencia intervenía en sus respectivas áreas de influencia
o en zonas disputadas entre ambas, utilizando una mezcla de argumentos
ideológicos y de motivaciones estratégicas. En Oriente Medio, los países
árabes que implantaron repúblicas socialistas como Egipto, Siria o Irak,
gozaron durante la Guerra Fría del apoyo de la URSS, mientras que Israel ha
contado con el apoyo de EEUU. Ambas superpotencias limitaron los
enfrentamientos de sus aliados para evitar el enfrentamiento directo. No será
hasta la era Gorbachov cuando los líderes soviéticos y estadounidenses
consideren la cooperación entre los dos estados como medio para la
resolución de los conflictos internacionales. A partir de ese momento, su
apuesta por el inicio de negociaciones de paz en Oriente Medio se concretará
el 30 de noviembre de 1991 en la Conferencia de Madrid y en el inicio del
proceso de Oslo.

Los intentos de la ONU para gestionar el conflicto han estado basados en el


principio del mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Aunque
esta organización internacional ha mostrado su condena enérgica al uso de la
violencia para la resolución del conflicto, no existen mecanismos coercitivos
que fuercen el respeto y el cumplimiento de las decisiones adoptadas por la
ONU, por lo que los actores del conflicto las han incumplido
sistemáticamente.

La intervención de la ONU en el conflicto se ha producido desde cuatro áreas


diferentes. En primer lugar, la ONU ha tratado de mediar entre las partes en
conflicto para frenar las escaladas de violencia y para generar medidas de
confianza que propiciasen el diálogo para la transformación del conflicto. La
ONU también ha realizado misiones de peacekeeping para separar a los
contendientes y para generar la desescalada del conflicto. Además,
diferentes agencias de la ONU han trabajado para mitigar el sufrimiento de la
población en la zona, mediante la ayuda humanitaria y el apoyo a los
refugiados generados por el conflicto. Finalmente, la ONU pretende la
resolución del conflicto mediante el respeto a la legalidad internacional. Para
ello, exige el cumplimiento de las diferentes resoluciones que el Consejo de
Seguridad de la ONU ha realizado para la solución del conflicto (242, 338,
339, 425, etc.). Dichas resoluciones imponen el fin de la ocupación de los
territorios árabes por parte de Israel (Cisjordania, Gaza, Sinaí, Altos del
Golán, Líbano), declaran la ilegalidad de los asentamientos judíos en dichos
territorios y solicitan el retorno de los refugiados. La ONU exige también el
reconocimiento mutuo entre el Estado de Israel, los estados árabes y los
palestinos, y el establecimiento de acuerdos de paz entre las partes para
superar definitivamente el estado de guerra.

La Conferencia de Madrid y el proceso de Oslo supusieron el inicio de


negociaciones de Paz entre Israel, algunos estados árabes y los
representantes palestinos. Este proceso de paz, tutelado en todo momento
por EEUU, llevó al reconocimiento mutuo de las partes y a la creación de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP) sobre parte de los territorios ocupados
por Israel, gestionando las competencias municipales que el Estado israelí le
transfirió. La implicación de la diplomacia europea en este proceso ha sido
también muy importante, y la UE ha mostrado su constante apoyo a las
negociaciones de paz y al desarrollo de las infraestructuras de la ANP.
3.4.4 Resultados y futuro

El conflicto árabe-israelí ha cambiado a lo largo de su existencia. En la


actualidad, el conflicto afecta a Israel, al pueblo palestino y a los estados
árabes vecinos. El proceso de paz iniciado en los años 90 se ha visto
frenando en el nuevo milenio. Primero se ha producido el incumplimiento de
algunos aspectos de los acuerdos, tanto por Israel (mantenimiento de la
colonización de los territorios) como por la ANP (incapaz de garantizar la
seguridad israelí). Segundo, la situación de la sociedad palestina y de la
sociedad israelí ha cambiado. Del lado palestino se ha extendido un
sentimiento de frustración entre la población ante la inexistencia de mejoras
en su situación socioeconómica y ante las tendencias autoritarias adoptadas
por sus líderes. Ello ha provocado la ascensión de Hamas que se opone al
proceso de paz con Israel en los términos acordados en Oslo. Del lado israelí,
las élites liberales que impulsaron el proceso de paz durante los 90 y
partidarias de la estabilización de la región y de la normalización política y
económica de Israel, se han visto desplazadas por los grupos más vinculados
al sector de la defensa y de la seguridad, partidarios del mantenimiento del
conflicto del que obtienen importantes réditos económicos y políticos.

La transformación del conflicto en los años venideros tendrá que basarse en


la apuesta por la paz y por el establecimiento de relaciones "noviolenta" entre
los actores implicados en el conflicto, en el cumplimiento de las resoluciones
adoptadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en el logro de
acuerdos en torno a cinco puntos clave:

a) El reconocimiento mutuo que lleve a la creación de un Estado palestino y


al reconocimiento de la existencia de Israel.

b) El estatus de Jerusalén.

c) La gestión de los recursos hídricos de la región.

d) La resolución del problema de los refugiados palestinos causados por el


conflicto.

e) El fin de la ocupación y de la colonización israelí que aún persiste en


Cisjordania y en los Altos del Golán.
3.5 El conflicto de la antigua Yugoslavia
3.5.1 Contexto histórico e internacional

El conflicto de la antigua Yugoslavia apareció con fuerza en la opinión pública


occidental en el verano de 1991, cuando las imágenes de los combates entre
el Ejército Federal Yugoslavo y la Defensa Territorial Eslovena inundaron los
boletines de noticias. El conflicto yugoslavo generó durante los años 90 una
gran cantidad de violencia y castigó duramente a la población civil con el
objeto de desplazarla y crear proyectos estatales étnicamente puros.

Este conflicto tiene su origen en la conformación durante el último tercio del


siglo XIX y el primer tercio del siglo XX de unos proyectos nacionalistas
excluyentes que van a colisionar sobre unos territorios que no son
étnicamente homogéneos. El brutal desarrollo del conflicto en los años 90 se
explica por la opción populista y nacionalista que toman las antiguas élites
comunistas para conservar el poder en los años del reflujo comunista.

A lo largo de la Historia, diferentes poblaciones se asentaron sobre los


territorios de los Balcanes, convirtiéndolos en un área muy heterogénea
étnicamente. Los imperios Habsburgo y Otomano rigieron sus destinos
durante los últimos siglos y asistieron al nacimiento entre dichas poblaciones
de los primeros movimientos nacionalistas que aspiraban a la independencia
política.

El fin de la Primera Guerra Mundial acabó con ambos imperios y reorganizó


territorialmente el área de los Balcanes. Es entonces cuando asistimos a la
creación del Reino de los Eslavos del Sur, que unificó bajo la monarquía de
los Karadjordjevic a serbios, eslovenos y croatas, aunque otorgándoles una
hegemonía política y social a los serbios. Las contradicciones existentes
entre los tres nacionalismos y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial
acabaron con el Reino de los Eslavos del Sur (Yugoslavia).

Durante la Segunda Guerra Mundial se asiste al brutal enfrentamiento entre


fascistas, monárquicos y comunistas en la región, un choque ideológico que
iba a estar sazonado también por el nacionalismo. Así, el
movimiento ustachi croata apoyó a las fuerzas fascistas del Eje en su
ocupación de la región, mientras que los chetnicsserbios trataron de defender
a la monarquía.
La victoria comunista sobre el fascismo encumbró en el poder a Tito. Éste
diseñó una Yugoslavia dividida espacialmente en seis repúblicas (Serbia,
Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro y Macedonia) y con dos provincias
autónomas dentro de la República de Serbia producto de sus especificidades
étnicas (Voivodina y Kosovo). Dicha estructura territorial trataba de dar
respuesta a las necesidades que manifestaban los nacionalismos croata y
esloveno principalmente.

Los años del comunismo vivirán pequeños conatos nacionalistas en Croacia y


Eslovenia pero el crecimiento económico que benefició a toda la sociedad, la
amenaza exterior de la intervención de la URSS y el Ejército Yugoslavo como
elemento simbólico (liberador en la Segunda Guerra Mundial, defensor de la
independencia yugoslava, reconstructor del país) permitieron el
mantenimiento del sistema.

Serán la gran crisis económica, que arrastrará Yugoslavia desde 1973 y que
se manifiesta durante los años 80, y los cambios producidos en Europa del
Este a finales de dicha década, la Perestroika impulsada por Gorbachov y la
caída del muro de Berlín, los que presionen al régimen comunista exigiendo
cambios en el sistema y su mayor apertura política. Ante dichas presiones,
las élites comunistas utilizarán el nacionalismo para mantenerse en el poder.
En cada república, las élites usaron la exaltación de los sentimientos
nacionales de cada pueblo para buscar los culpables de la crisis en la que se
encontraba el país, y le echaron la culpa a las otras repúblicas yugoslavas
para disimular sus propias responsabilidades (Taibo y Lechado, 1995).

El resultado fue la creación de un proceso de desintegración de la República


Yugoslava y su sustitución por las seis repúblicas que existían en su seno.
Este proceso, que fue muy violento y que generó hondas consecuencias para
la región, va a ser el que se analiza a continuación como el conflicto de la
antigua Yugoslavia.

3.5.2 Conflicto: estructura y actores

El conflicto de la antigua Yugoslavia presenta una base estructural en la que


encontramos la colisión de diferentes proyectos de un nacionalismo
excluyente que tratan de imponerse sobre un territorio que no es étnicamente
homogéneo por su evolución histórica.
La explicación del surgimiento del conflicto a finales de los años 80 y a
principios de los 90 la encontramos en una serie de factores coyunturales
como son la profunda crisis económica que afecta a Yugoslavia, las
trasformaciones que acontecen en la Europa del Este en dichos momentos
con el fin del comunismo y la utilización de la ideología nacionalista como
sustituta por parte de las élites políticas de la región.

Siguiendo al profesor De Diego (1993), podemos decir que en Yugoslavia


existían una serie de factores de diferenciación de la población que no tenían
por qué ser necesariamente fuente de conflictos, pero que se convertían en
ellos cuando eran utilizados adjudicándoles determinados valores. Dichas
diferencias eran de tipo demográfico, religioso, lingüístico y económico. Así,
en los años 80, estos factores de diferenciación se volvieron fuentes de
conflicto. Con la disminución del nivel de cohesión de la sociedad y con el
hundimiento de los pilares del régimen comunista yugoslavo, en cada
república surgieron demagogos que utilizaron dichos factores en su propio
beneficio y manipularon a la población utilizando los medios de comunicación.

Esto dibuja un escenario conflictivo con la participación de una serie de


actores que trataron de implantar sus proyectos mediante el uso de la fuerza.
Así destacan los líderes de las repúblicas yugoslavas, abanderados del
nacionalismo étnico, cuyos máximos exponentes eran Milosevic y Tudjman,
presidentes de la República Serbia y de la Croata respectivamente, y
dirigentes de dos partidos nacionalistas que abogaron por la extensión de
dichas repúblicas sobre todos los territorios habitados por serbios, en el
primer caso, y por croatas en el segundo.

El caso de la República de Bosnia y Herzegovina será distinto, ya que


aunque el punto de partida de Izetbegovic será similar a los otros líderes, la
situación de Bosnia y Herzegovina era más complicada, al estar compuesta
su población por contingentes serbios, croatas y bosniacos, principalmente.
En esta república se producirán los mayores combates entre las fuerzas
separatistas serbias, las fuerzas separatistas croatas y el ejército de la
república. Las fuerzas separatistas contarán con los apoyos exteriores de los
nacionalismos serbio y croata, y el gobierno bosnio contará con el apoyo
exterior de algunos países musulmanes.

3.5.3 Gestión internacional del conflicto


Las guerras yugoslavas provocaron la reacción de la comunidad internacional
para tratar de gestionar el conflicto de forma pacífica o con la menor violencia
posible. Los primeros movimientos para frenar la escalada del conflicto fueron
realizados por la OSCE y por la Comunidad Europea (CE). De esta forma, la
diplomacia comunitaria y sus actividades de peacemaking consiguieron frenar
la guerra en Eslovenia en el verano de 1991 y establecieron un embargo de
armas sobre las ex-repúbicas yugoslavas para tratar de evitar la extensión de
la violencia a otras áreas.

La ONU siguió a la CE en la imposición de ese embargo y, además, envió


una fuerza de peacekeeping para aliviar el sufrimiento de las poblaciones que
se habían visto envueltas en el conflicto. Cuando los esfuerzos de la CE para
frenar la guerra en Croacia y en Bosnia no dieron sus frutos, la ONU tomó el
relevo, encargándose de impulsar los contactos entre las partes y la
elaboración de varios planes de paz que terminaran con la violencia. La
OTAN también intervino en la región, tratando de hacer cumplir el embargo y
apoyando a las fuerzas de peacekeeping de la ONU.

Sin embargo, será el impulso norteamericano el que fuerce a las partes a


encontrar una salida negociada al conflicto. La llegada de Clinton a la
presidencia hará que los EEUU. se impliquen más en la búsqueda de una
solución para el fin de la guerra en la región apoyándose en dos estrategias:
el levantamiento del embargo de armas para una de las partes y la acción
más enérgica de la OTAN en la defensa de la población civil y de las
acciones de la ONU, y por otro lado en la elaboración de un plan de paz que
reconociese las adquisiciones de territorio que durante el conflicto se habían
producido mediante el uso de la fuerza. Estas estrategias norteamericanas
tuvieron éxito y en 1995 se firmó el Acuerdo de Dayton que ponía fin a la
guerra.

3.5.4 Resultados y futuro

Los conflictos de la antigua Yugoslavia no se circunscriben temporalmente a


la primera mitad de los años 90 ni espacialmente a Eslovenia, Croacia y
Bosnia Herzegovina. Abarcan también el caso de Kosovo y Serbia, el caso de
Macedonia y también la independencia de Montenegro. Hasta la actualidad,
los resultados más inmediatos del conflicto han sido la independencia de las
seis repúblicas yugoslavas, la instauración de un protectorado internacional
sobre Kosovo y el triunfo y la legitimación internacional de los proyectos
nacionalistas excluyentes.
La intervención internacional fue clave para el freno de la violencia tras la
desintegración yugoslava, y más tarde para frenar la violencia en Kosovo. Sin
embargo, el hecho de que las negociaciones de paz finalmente legitimaran
las transformaciones territoriales producto de adquisiciones de territorio
mediante el uso de la fuerza, ha dado paso a un profundo debate en la
comunidad internacional en torno a ese tema.

La aceptación de este principio supone un grave desafío al derecho


internacional, puesto que éste prohíbe la conquista de territorio mediante el
uso de la violencia por parte de los actores internacionales, tal y como
aparece recogido en la Carta de Naciones Unidas. Además, este principio ha
servido como incentivo para el agravamiento de la situación en otras zonas
de la región. En Kosovo o en Macedonia, dos territorios donde existen
también conflictos nacionalistas, los extremistas se han visto legitimados por
los acontecimientos para recurrir al uso de la violencia para obtener sus
objetivos políticos, esperando ver reconocidos sus logros por la comunidad
internacional.

El futuro de la región es gris. El triunfo político de los nacionalismos


excluyentes ha condicionado y condicionará las políticas de la región y será
fuente de violaciones de derechos humanos y de inestabilidad. Queda por
definir la situación de Kosovo y ello también tendrá grandes repercusiones
sobre Macedonia. Únicamente la imagen de la Unión Europea parece
incentivar a los estados de la región a modernizar sus estructuras
económicas y a adaptar sus estructuras políticas a los patrones de Europa
Occidental.

3.6 El conflicto de Afganistán


3.6.1 Contexto histórico e internacional

Con una situación geográfica clave en el comercio y el transporte entre Irán y


Pakistán, Afganistán ha vivido siempre del transporte, el comercio y el control
de las rutas entre occidente y los imperios chino e hindú más que de una
civilización agrícola, que no ha podido prosperar por la dureza de su tierra y
la aridez del clima. Así, no es de extrañar que su organización política haya
sido tradicionalmente tribal y lejana a un estado consolidado y moderno. Con
unos 650000 km2, sus aproximadamente 30 millones de habitantes se dividen
entre la mayoritaria etnia pashtún (50-55%), los tadjicos (20%), uzbecos,
hazaras y nómadas. Con cerca de veinte lenguas y una geografía difícil, los
gobiernos sucesivos han estado lejos, tradicionalmente, de controlar todo el
país desde su capital, Kabul.

La asamblea de notables o Loya Yirga, convocada sólo en ocasiones


especiales, es la forma tradicional de control del poder y de legislación y de
unidad política de todo el país; su peculiaridad es que permanece reunida,
incluso durante meses o años, hasta que toma por consenso la importante
decisión para la que haya sido convocada, esquema que recuerda
costumbres medievales en occidente y que está muy lejana a la democracia
parlamentaria.

Sir Martin Ewans, un diplomático británico que fue responsable de la


Cancillería británica en Kabul, ha estudiado la historia de Afganistán desde la
aparición del Reino Afgano en el siglo XVIII hasta la caída de los talibanes. Y
su conclusión es que "si ha existido una característica predominante en la
historia afgana ha sido su tradición de conflictos, de invasiones, batallas y
sitios, de venganzas, asesinatos y masacres, de feudalismo tribal, luchas
dinásticas y guerra civil."

Con tales antecedentes es de lamentar que el primer rey tras la


independencia del protectorado inglés, obtenida en 1919, Amanullah Khan,
no tuviera éxito perdurable en su intento de establecer una Constitución laica
y progresista, similar a la que propugnó Amal Atatur en Turquía. Sus intentos
de crear una judicatura independiente y mejorar los derechos de la mujer,
entre otras iniciativas avanzadas, chocaron con los intereses de los jefes
tribales que le obligaron a abdicar en 1929.

Fue sustituido por Mohamed Nadir Sha quien propició una Constitución más
tradicional en 1931. El país vivió un periodo de relativa calma hasta 1963,
destacando el gobierno entre 1953 y 1963 como primer ministro de Mohamed
Daoud Khan, primo del rey Mohamed Zaher Shah, que provocó un salto en
las infraestructuras y modernizó el ejército y las costumbres, consiguiendo
una neutralidad en la Guerra Fría.

Pero no era fácil contentar a los poderes fácticos, y fue obligado a dimitir en
1963; la Constitución de 1964 dispuso la igualdad legal para hombres y
mujeres pero se inició un período de inquietud política y radicalismo creciente
bajo el reinado del citado Zaher Shah, con la fundación en la clandestinidad
del Partido Democrático del Pueblo Afgano (PDPA), comunista prosoviético,
que en 1965 organizó las primeras manifestaciones antimonárquicas. Este
partido apoya que en 1973 haya un golpe de estado del propio Daoud Khan
contra su primo, aprovechando un viaje de éste a Italia, tras el que proclama
la República y a sí mismo como presidente.

Se puede afirmar que, en cierto sentido, el derrocamiento del rey en 1973 fue
el comienzo de una cadena de acontecimientos que ha conducido, paso a
paso, a la desesperada situación de hoy en día.

A su vez Daoud fue derrocado y asesinado en 1978 por una escisión, el


Parcham, del propio partido prosoviético que lo había devuelto al poder. Tras
unos meses de luchas internas, Hafizullah Amin se hace con el poder en
1979 e inicia reformas (políticas, sociales y económicas) por parte del nuevo
régimen, pero con el apoyo soviético Babrak Karmal tomó el poder con el
ejército rojo invadiendo el país.

Empieza la resistencia "popular" al nuevo régimen. El 12 de marzo, uno de


los grupos de la resistencia (El Frente de Liberación Nacional) proclama la
yihad contra el gobierno ateo de Kabul. Se producen revueltas de los chiítas
afganos (con el apoyo de Irán) y en la ciudad de Herat una sublevación
provoca la muerte de decenas de consejeros soviéticos y de sus familias; el
ejército afgano reprime la revuelta, con la ayuda de la aviación soviética,
provocando más de 30.000 víctimas.

La ocupación soviética, que duró diez años hasta la retirada del Ejército Rojo
en 1989, fue un desastre para Afganistán. El intento de imponer el control por
parte de los soviéticos y del gobierno costó la vida a cerca de un millón de
afganos. Millones más huyeron al exterior.

Grupos de guerreros afganos islámicos -o muyahidines- lucharon con


denuedo para lograr la salida de las tropas soviéticas con apoyo encubierto
de los Estados Unidos. Además, la situación motivó la solidaridad entre
musulmanes fundamentalistas que viajaron a tierras afganas para combatir
en expediciones de voluntarios financiadas por instituciones musulmanas. La
guerra se convirtió en el modo de vida de numerosos grupos más o menos
organizados.

Tras el acuerdo afgano-pakistaní de Ginebra, y después de casi diez años de


ocupación, en 1989 la Unión Soviética retiró finalmente a sus hombres
dejando en el poder al presidente Najibullah, quien reemplazó a Karmal como
líder del país. Najibullah se mantuvo en el gobierno tres años, pero cayó en
1992 mientras las Naciones Unidas intentaban alcanzar una transferencia
pacífica del poder.
En 1991, Estados Unidos y la Unión Soviética pactaron dejar de enviar armas
al gobierno y a la guerrilla afgana. El pacto dejó la confrontación abierta entre
Arabia Saudita e Irán, países que financiaban grupos de "muyahidines"
afganos. El régimen de Kabul, una vez desaparecida la URSS, se quedó sin
apoyo externo.

En 1992, los muyahidines tomaron Kabul y el profesor Burhanuddin Rabbani


se convirtió en el presidente de la nueva República Islámica. Pero las luchas
internas, provocadas por la falta de acuerdo por parte de las diferentes
facciones muyahidines para compartir el poder, provocaron un estado de
creciente anarquía.

En 1995, el surgimiento del grupo armado Talibán ("estudiantes" en persa) en


el sur de Afganistán modificó el curso de la situación. Estos guerrilleros,
formados en Pakistán, tienen por objetivo crear un gobierno islámico unido en
Afganistán y contarían con el apoyo de amplios sectores de la sociedad, en
particular en las regiones habitadas por pashtunes. Este apoyo y la ayuda
exterior (tal vez provenga de los servicios secretos pakistaníes) les permitió
conquistar Qandahar y algunas provincias vecinas, para acabar entrando en
Kabul.

Tras la toma del poder de los talibanes en 1996, el país quedó regido por un
férreo fundamentalismo político y religioso, mientras algunas facciones
guerrilleras opuestas siguieron hostigando al gobierno, pero a finales de 1996
los talibanes ya controlaban unos dos tercios del país y posteriormente
lograron dominar casi todo el territorio. Su gobierno no fue especialmente
brillante en el terreno económico, pero al menos mantuvo una cierta disciplina
y unidad en gran parte del territorio; sin embargo, los "señores de la guerra"
con ejércitos locales basados en mercenarios y grupos tribales mantuvieron
el dominio de la región norte.

Los atentados terroristas del 11 de septiembre provocaron la acusación al


gobierno talibán de tener en su territorio campos de entrenamiento y proteger
a la cúpula de Al-Qaeda y ya en octubre los primeros bombardeos
americanos y británicos sobre ciudades afganas importantes; dentro del
marco de la operación "Libertad Duradera", la ofensiva aliada aplasta a los
talibanes. Kabul cae el 13 de noviembre. Inmediatamente, la ONU (día 14), la
Conferencia de Washington (el 20) y la Reunión interafgana de Bonn (el 27)
organizan la transición democrática del país, y el 20 de diciembre se vota la
Resolución 1386 del Consejo de Seguridad de la ONU por la cual se crea la
Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (International Security
Assistance Force, ISAF), para ayudar a la Autoridad interina afgana
(instaurada el día 22) al mantenimiento de la seguridad en Kabul y en su
entorno.

Hamid Karzai, antiguo colaborador de la CIA, fue nombrado presidente


interino y en 2003 se convocó la redacción de una nueva Constitución
democrática y desde el 11 de agosto de 2003 la dirección de la ISAF
corresponde a la OTAN.

3.6.2 Conflicto: estructura y actores

Como afirma O. Roy,

"Todos los problemas actuales con que se enfrenta la comunidad


internacional en Afganistán (construcción del Estado y de la nación,
desarrollo de la sociedad civil, ayuda al desarrollo, control de los "señores de
la guerra", papel del Islam, lucha contra los talibanes) se encuentran, si
dejamos aparte el problema de la droga (que es un fenómeno reciente en
Afganistán), enraizados en la historia y en la antropología del país. Hay que
evitar el síndrome de la tabla rasa (construir la democracia de forma
abstracta), pero también el del "retorno al pasado". Es necesario entender las
dinámicas actualmente operativas y volver a la historia y a la antropología
política del país para entender cómo articular una política adaptada a las
realidades afganas."

En realidad, más que un conflicto, en Afganistán ha habido y hay una


sucesión de conflictos; sólo en los últimos cuarenta años, se pueden
distinguir tres grandes confrontaciones y múltiples actores:

a) El primer gran conflicto es común a otros países islámicos, con desiguales


resultados, y esencialmente es la pugna entre las élites tradicionales no
necesariamente fundamentalistas en aspectos religiosos y los jóvenes (en los
años cincuenta y sesenta) que más o menos influidos por las ideas marxistas
o por su formación en el extranjero, pretenden modernizar el país. En el caso
de Afganistán el protagonismo de un partido filo comunista y su situación
geopolítica dio mayor virulencia al conflicto y provocó un alto nivel de
violencia política, en línea con la tradición invertebrada del país. La invasión
soviética en auxilio de determinadas facciones más próximas fue la
culminación de este conflicto.
b) El segundo, la lucha de los patriotas tradicionalistas (muyahidines) frente a
la invasión y al gobierno comunista es un gran conflicto civil típico de la
Guerra fría, con Estados Unidos apoyando al bando enemigo de la URSS; sin
embargo, el largo período de guerra abierta provoca una gran destrucción y la
consolidación de la violencia como forma de vida, y crea las difíciles
condiciones adecuadas para el reforzamiento del fanatismo religioso. Como
en muchas ocasiones ocurre, la guerra tiene una continuación en nuevos
enfrentamientos entre facciones de los vencedores.

c) El tercer gran conflicto, entre un gobierno talibán fundamentalista y las


grandes potencias occidentales, podría haber permanecido latente durante
más tiempo pero los atentados del 11 de septiembre de 2001 fijaron la
atención sobre aquel país, en parte por su real apoyo a los grupos terroristas
islámicos pero también por la necesidad del gobierno norteamericano de
encontrar cuanto antes un enemigo a quien golpear: de nuevo la violencia y
de nuevo las tensiones.

En tan larga cadena de conflictos se encuentran un gran número de actores;


sólo en la situación actual, posterior a la invasión aliada de 2001 y a la
creación de un nuevo estatus político se pueden enunciar al menos los
siguientes:

- El actual gobierno, que trata de consolidar su poder con el apoyo de las


fuerzas de la OTAN pero que desearía poder prescindir de ellas cuanto antes.

- EEUU y el resto de aliados, con similares deseos pero con la presión de las
opiniones públicas que comienzan a no comprender la permanencia
indefinida; la nueva presidencia de EEUU en 2009 puede ser clave.

- Los jefes tribales y señores de la guerra, aliados circunstanciales del


gobierno pero que atienden fundamentalmente a sus propios intereses
incluido el tráfico de drogas.

- Los guerrilleros o terroristas fundamentalistas, que tratan de erosionar la


situación con el recrudecimiento de ataques a las fuerzas extranjeras y de
atentados a la población civil.

- La gran potencia regional, Pakistán, cuyo gobierno se encuentra también en


una crisis entre la espada del islamismo y la pared de su falta de legitimidad
democrática; como transcurra tal crisis será importante en el futuro de
Afganistán y decisivo en la mayor o menor permanencia de las tropas de
mantenimiento de paz.
3.6.3 Gestión internacional del conflicto

La eliminación por la fuerza occidental del gobierno talibán supuso a finales


de 2001 que la comunidad internacional no pudiera plantearse siquiera
acciones de mantenimiento sino de reconstrucción de la paz.

Además, la caída de los talibanes dejó como herencia un gran reto para la
comunidad internacional: la reconstrucción del país. Para ello hacía falta la
formación de una estructura estatal viable, la extensión de la autoridad central
a todos los rincones del país y la elaboración de una constitución que
salvaguardara los derechos humanos y la tolerancia religiosa. Tras el
Acuerdo de Bonn de diciembre de 2001 la comunidad internacional se
encontró con el objetivo de desarmar, desmovilizar y reconvertir los antiguos
mujahidines en un Ejército Nacional Afgano disciplinado y eficiente. Desde
agosto de 2003 la OTAN se ha visto directamente implicada en esta empresa
al pasar a dirigir la Fuerza Internacional de Apoyo a la Seguridad (ISAF), la
misión de mantenimiento de la paz que según el mandato de las Naciones
Unidas tiene la responsabilidad de proporcionar seguridad, inicialmente en
Kabul y sus alrededores y después en amplias zonas del sur y el oeste.

Se trataba de un país que tras más de veinte años de guerra ostentaba el


triste récord mundial de número de minas enterradas. Según el Programa
para el Desarrollo de la ONU, el 70 por ciento de los 22 millones de
habitantes presentaban síntomas de malnutrición, y la esperanza media de
vida no sobrepasaba los 40 años. En el periodo posterior se han conseguido
grandes avances, hasta el punto de que tanto la OTAN como la comunidad
internacional y los mismos afganos pueden reivindicar una serie de logros:

- El proceso de Bonn, iniciado oficialmente en 2001 tras la caída de los


talibanes, ha culminado con la celebración de elecciones parlamentarias el
pasado mes de septiembre. A pesar de las predicciones catastrofistas, los
comicios se desarrollaron de forma bastante segura y pacífica (al igual que
ocurrió con los comicios presidenciales de 2004), en parte gracias a la ayuda
que proporcionó la ISAF al gobierno afgano para la consecución de un
entorno seguro. El pluralismo político ha empezado a echar raíces en este
país mientras los parlamentarios electos se han puesto a trabajar.

- El gobierno del Presidente Hamid Karzai sigue extendiendo gradualmente


su influencia por todo el país y ha conseguido atraer a la arena política a
muchos líderes regionales, antiguos señores de la guerra.
- El proceso de formación y desarrollo de instituciones nacionales avanza,
aunque con retrasos, gracias a la ayuda de la comunidad internacional y de
ciertos países donantes.

- La ISAF ha ampliado su presencia al oeste del país hasta el punto de llegar


a estar considerada como un elemento imprescindible para el mantenimiento
de la seguridad y estabilidad mediante su presencia en 13 provincias y 9
Equipos Provinciales de Reconstrucción (PRT). Además de llevar a cabo su
función primordial, las tropas de la ISAF han colaborado también en tareas de
reconstrucción, desarme de milicias, almacenamiento de armas pesadas y
medidas de fomento de la confianza.

Es cierto que el proceso de institucionalización del país ha tenido un relativo


éxito, con la aprobación de la Constitución y las elecciones presidenciales y
parlamentarias; sin embargo, la labor de reconstrucción se enfrenta con la
desvertebración del territorio y la enorme dificultad de controlar todas las
regiones desde el gobierno central. ¿Qué ocurrirá cuando el apoyo militar y
económico internacional disminuya?

3.6.4 Resultados y futuro

Diversas circunstancias impiden el optimismo de cara al futuro; la más


evidente, la presión terrorista y militar de la alianza talibán-Al Quaeda, que en
los últimos años ha matado a miles de civiles y cientos de soldados. Según
fuentes de la OTAN, los talibanes contaban en 2006 con cerca de 6.000
combatientes listos para luchar contra tropas extranjeras y afganas.

Por otra parte, el cultivo de opio en Afganistán equivale a más de la mitad, o


53%, del Producto Interno Bruto (PIB) lícito del país, en datos del ONU, con
incrementos del más del 25% anual, y, como ocurre en otros escenarios de
conflicto, son los insurgentes y señores de la guerra los que controlan la
producción y distribución de las drogas.

Además, son cientos de miles los desplazados por la presión de las


hostilidades y por la búsqueda de territorios para el cultivo de opio por parte
de las bandas que lo controlan.

Sin embargo, no todo es negativo, ya que se han registrado avances en la


educación y la emancipación de la mujer, y se dispone de una cierta
seguridad en la mayor parte del territorio. Seguramente, la futura política de
los EEUU y la dinámica de Pakistán en los próximos meses marcará en
buena parte las posibilidades de desarrollo democrático, a su estilo, del país.

3.7 El conflicto colombiano


3.7.1 Contexto histórico e internacional

Desde la independencia de Colombia de la corona española en 1810,


Colombia ha estado enmarcada en una serie de guerras civiles que han
desencadenado la dinámica de un conflicto que llega hasta nuestros días.

El conflicto colombiano podría ser definido, en palabras de Pizarro


Leongómez como "un conflicto interno, irregular, prolongado y con raíces
históricas de índole ideológica" (Pizarro, 2004). El mismo autor afirma que el
concepto de Guerra Civil no sería adecuado, ya que no se presenta la
confrontación de dos o más proyectos de sociedad antagónicos ni un proceso
de polarización social que los legitime. Por otra parte, no se carece de una
institucionalidad de carácter democrático y no se podría hablar propiamente
de una soberanía escindida.

El conflicto colombiano tiene sus raíces en el periodo de La Violencia. El


período histórico que comienza el 9 de abril de 1948 con el asesinato del
caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, lo que desencadenó un crudo
enfrentamiento entre los partidos tradicionales Liberal y Conservador, y se
extiende hasta principios de los sesenta. En los años sesenta surgen los
grupos de autodefensa campesina impulsada por el Partido Comunista a
finales de los años cuarenta.

Pero es en el año 1964 cuando se da el surgimiento de las Fuerzas Armadas


Revolucionarias de Colombia (FARC), y en ese mismo año surge también el
Ejército de Liberación Nacional (ELN). El conflicto perdura hasta la inclusión
del narcotráfico en la década de los ochenta, el cual actúa como un elemento
que sustenta, potencia y recrudece la violencia. A todo este fenómeno hay
que añadir la aparición de diversos grupos de autodefensa articulados
posteriormente por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 1997,
actor armado que actualmente lleva a cabo un proceso de desarme,
desmovilización y reintegración.
3.7.2 Conflicto: estructura y actores

Los principales procesos que han sido atribuidos a la actividad del conflicto
colombiano, pueden ser reunidos en dos categorías: causas estructurales,
relacionadas con elementos como la distribución asimétrica de la tierra y el
capital, el hermetismo del sistema político, y la debilidad del Estado en el
ejercicio pleno de su soberanía, y la precariedad en el ejercicio de su función
social, la pobreza y la ausencia de suficientes oportunidades de empleo.

En un primer momento, distintos autores presuponían que su solución


dependía de la transformación de condiciones estructurales por medio de una
reforma agraria y la implementación de políticas sociales relacionadas con la
salud, la educación y el empleo. Esto se tradujo en una postura estatal
determinada, desarrollada principalmente a finales de los años ochenta y que
no tuvo los efectos deseados posiblemente por el control riguroso y cerrado
de las élites políticas sobre sus intereses.

Por otro lado y en especial frente al surgimiento del narcotráfico como actor y
motor de la dinámica conflictiva, puede presentarse una segunda categoría
de causas de tipo económico, es decir, relacionadas con la búsqueda de
intereses monetarios y la extracción de recursos por parte de los actores
armados. Esto corresponde a una segunda etapa del conflicto, en el que se
evidencia un abandono parcial de la práctica de los actores sustentada en
una conciencia discursiva relacionada con una ideología de tipo marxista-
leninista que reivindica diversas luchas sociales.

Otros autores plantean la degradación del conflicto colombiano hacia la


búsqueda de recursos, de forma que los actores armados desarrollan
también una lógica económica y empresarial ligada principalmente al
elemento narcotráfico (Rubio, 1999a, 1999b). Paul Collier, plantea el tema de
la rebelión como "una depredación a gran escala de las actividades
económicas productivas".

No se puede percibir ambas categorías como excluyentes, ya que puede


darse una combinación entre un conjunto de condiciones estructurales y unos
actores que frente a ellas reaccionen en la búsqueda de sus intereses
particulares. De igual forma, no puede negarse la importancia de la ideología,
que sigue operando de forma desigual en las organizaciones de los grupos
armados ilegales, teniendo así un determinado impacto. Es importante
visualizar ambos tipos de causas de forma que se logre desarrollar un lente
híbrido que permita diferenciar los efectos de la estructura sobre la práctica
de los actores y la forma en que ellos actúan frente a los diversos escenarios
del conflicto, defendiendo también sus propios intereses.

Con respecto a los actores, es preciso diferenciar un escenario nacional y


otro internacional. En el primer caso, se encuentran los actores que están
directamente relacionados con el conflicto como lo son los grupos guerrilleros
(FARC-ELN), los grupos paramilitares (AUC), el gobierno colombiano (Álvaro
Uribe Vélez, 2002-2007; 2007-...), la sociedad civil y la población en general.

Por otro lado, podemos observar algunos actores de carácter internacional


que están divididos en dos temáticas generales; por un lado, los Derechos
Humanos en el que juegan un papel importante la comunidad Europea y las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG's) y por otro lado el narcotráfico,
en donde Estados Unidos ha aparecido como el actor más importante.

3.7.3 Gestión internacional del conflicto

A continuación se presentará un especial énfasis en el comportamiento y


percepción de la comunidad internacional frente a las características y
desarrollo del conflicto colombiano.

a) Estados Unidos

Estados Unidos se ha convertido en el actor imprescindible, en parte por su


propia política, la defensa de sus intereses y la visión nacional, y en parte
porque Colombia decidió una política de alineamiento casi incondicional con
Washington, como salida a sus múltiples problemas y sobre todo a la guerra
que se prolonga indefinidamente. Por ello, los temas claves de la vida
nacional giran en torno a esta relación, entre ellos: el conflicto armado, el
narcotráfico, la integración nacional, etc. Igualmente, la relación entre los dos
países ha gravitado en el 2005 en torno a dos temas centrales: las
negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) y el balance y las
perspectivas del Plan Colombia.

Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, hacia el 2005 la


proporción de exportaciones colombianas hacia Estados Unidos era del 40%
y las importaciones que recibía del 35%; estas cifras ponen de manifiesto la
importancia que el comercio de Estados Unidos tiene para Colombia. Así
mismo, la lucha contra las drogas ha sido fundamental en la agenda
internacional, si bien el problema de producción puede ser localizado en
áreas específicas de tráfico, los insumos y el consumo son aspectos que hay
que abordar para poder hacerle frente al problema de manera real y
contundente.

Los grupos armados son considerados terroristas por el gobierno


estadounidense, ya que la producción y la venta de drogas es su principal
fuente de sostenimiento. Para luchar contra esto se creó el Plan Colombia en
1999, que contenía diez estrategias, que pueden ser sintetizadas en dos: la
antinarcóticos y la económica. (Ahumada y Álvaro, 2004).

El nexo directo de Estados Unidos con el conflicto armado colombiano se


debe inicialmente al Plan Colombia; sin embargo, después del 11 de
septiembre, tanto las FARC como el ELN fueron considerados grupos
terroristas, y bajo la política de seguridad nacional de USA se contempla el
apoyo al gobierno colombiano en la lucha y neutralización de esos grupos.

La coyuntura del conflicto se ha trasladado hacia la eventualidad del 11 de


septiembre, en torno a éste se ha ratificado la lucha antiterrorista a nivel
estadounidense y consecuente con esto el fuerte enfoque en el contexto
colombiano. A lo largo de 2001 - antes y después del 11 de septiembre - la
política exterior de Estados Unidos continuó siendo la de un dominio
estratégicamente incuestionable en el apogeo de su poder e influencia,
reescribiendo las reglas mundiales sobre cómo manejar su imperio; con el
atentado del 11-S George Bush y sus asesores escogieron una respuesta
militar inmediata, con un llamado a la guerra al pueblo estadounidense y a
todos aquellos que quisieran estar "con nosotros" en lugar de ser tratados
como si estuvieran "con los terroristas". La guerra fue la única opción
considerada.

b) Países vecinos

El orden internacional fue reconfigurado a partir el 11 de septiembre de 2001


y de las posteriores intervenciones de Estados Unidos en Afganistán e Irak.
Desde el 11-S el terrorismo ha tenido una gran influencia directa en la región
andina (Colombia, Ecuador, Bolivia y Venezuela).

Por un lado, la guerra contra el narcotráfico iniciado desde la década de los


80 ha sido también una fuente de presión por parte de Estados Unidos hacia
dicha región.
Por otro lado, es preciso tener en cuenta la inestabilidad socio-política que
presentan los países que conforman el área, además, de una crisis
económica y política, y un descontento generalizado de sus habitantes
expresado en varios movimientos políticos. Los países andinos además,
comparten ciertas dificultades y problemáticas internas como son la debilidad
estatal, los altos índices de corrupción y la ausencia de legitimidad de sus
líderes políticos.

Colombia comparte 6.000 kms de fronteras repartidos entre Venezuela,


Ecuador, Perú, Panamá y Brasil. Éstas, en parte por sus condiciones
geográficas (selvas tropicales, montañas y desiertos), han estado difícilmente
atendidas por el gobierno colombiano debido a la ausencia de políticas y de
infraestructuras suficientes. Esto ha permitido que los actores armados,
narcotraficantes y traficantes de armas logren establecerse y transitar por
dichos corredores. Así los actores armados, por ejemplo, han usado las
poblaciones fronterizas para refugiarse de la fuerza pública y allí cometer
múltiples delitos como el secuestro de habitantes de dichos países y el tráfico
de drogas.

3.7.4 Resultados y futuro

Frente a la construcción de postconflicto es preciso afirmar que la paz es un


proceso multidimensional que implica la articulación tanto a nivel macro como
micro, por tanto, su construcción no puede observarse únicamente desde el
nivel gubernamental sino que también se deben tener en cuenta las
experiencias que se encuentran dentro de la sociedad civil.

Desde el nivel gubernamental se debe hacer especial énfasis en las Políticas


de Seguridad Democrática que ha desarrollado el Presidente Álvaro Uribe y
que están caracterizadas especialmente por una respuesta militar frente a las
acciones de los actores ilegales. No obstante, desde el año 2003 se ha
iniciado un proceso de negociación con las Autodefensas Unidas de
Colombia, el cual ha logrado un proceso de desarme, desmovilización y
reintegración de más de 30.000 combatientes. Para ellos se creó un marco
normativo de alternatividad penal materializado en la Ley de Justicia y Paz
aprobada por el Congreso Nacional en el año 2005.

Sin embargo, con las FARC se ha intentado lograr un intercambio


humanitario para liberar guerrilleros presos y secuestrados políticos pero
hasta ahora no se ha logrado ningún acercamiento efectivo. Por otro lado, se
ha iniciado un proceso de acercamiento con el grupo guerrillero ELN, con el
que se ha dado una extensa historia de intentos de negociación con los
anteriores gobiernos, sin llegar a resultados contundentes. El actual
acercamiento se está realizando en La Habana (Cuba) y cuenta con la
presencia y el apoyo de múltiples actores de la Comunidad Internacional y la
Sociedad Civil.

Por último, se evidencian múltiples iniciativas por parte de organismos no


gubernamentales y organizaciones de víctimas que se movilizan en la
defensa de los Derechos Humanos y la denuncia de las violaciones
perpetradas por todos los actores armados y el Estado. Aunque estas últimas
son más difíciles de visualizar, nos propondremos realizar una observación
exhaustiva de estas iniciativas de construcción de paz desde la base, ya que
desde ellas se activa realmente un proceso de reconciliación.

Capítulo 4 .- La investigación de la
construcción de la paz y de la
"noviolencia"

4.1 Introducción

La Investigación para la Paz reúne un conjunto de esfuerzos, desde diversas


disciplinas, para deconstruir la violencia presente en las diferentes
dimensiones de las sociedades humanas y construir un concepto de paz
como una categoría independiente, compleja y de igual multidimensionalidad.
Así, en este capítulo se repasa cómo se han desplegado las distintas fases
de la Investigación para la Paz desde su nacimiento hasta la actualidad,
marcando algunas etapas clave de su propio desarrollo. Además, una
panorámica de las posibilidades de análisis y gestión de conflictos quedaría
incompleta sin una visita a las bases conceptuales y a los métodos que
propone la "noviolencia".
4.2 Estudios sobre la paz

Los Estudios sobre la paz y los conflictos suelen realizar una división tripartita
siguiendo la clasificación de Johan Galtung, esto es, la distinción de tales
estudios en tres ramas específicas:

a) Estudios empíricos sobre la paz, basados en el empirismo, en la


observación científica de la realidad, de donde se retoma la relación teoría-
realidad y se compara de manera sistemática tal relación. En estos estudios,
se opta por modificar las teorías cuando éstas se confrontan con los datos y
no son respaldadas por ellos.

b) Estudios críticos sobre la paz, elaborados desde una propuesta crítica,


como es el caso de la comparación sistemática entre la realidad empírica
(datos) y los valores, intentando mediante palabras o acciones modificar la
realidad que no está de acuerdo con los valores, siendo éstos últimos los más
importantes. El pensamiento crítico señala que no sólo hay que conocer la
realidad, sino que además hay que transformarla, en la vieja idea de Marx.

c) Estudios constructivistas sobre la paz, fundamentados en el


constructivismo. Mediante ellos se trata de "armonizar" las teorías a los
valores, produciendo visiones sobre una nueva realidad en la que
predominen los valores sobre las propuestas teórico-académicas.

Galtung menciona que, en sentido amplio, los estudios para la paz pueden
versar sobre el pasado, el presente y el futuro. En la lógica del empirismo, los
datos prevalecen sobre las teorías; en la del criticismo, los valores se
anteponen sobre los datos; y, en el constructivismo se concluye de manera
transitoria que los valores se privilegian sobre las teorías. De esta forma, los
estudios sobre la paz constituyen una ciencia social aplicada y explícitamente
orientada en valores.

4.3 La evolución de los estudios para la


paz: la paz negativa
Los Estudios para la Paz, como otros ámbitos de interés en las ciencias
sociales, han transcurrido por diversas fases de desarrollo: fundacional,
expansión, fragmentación, e hibridación o amalgama, que los han
configurado con un patrimonio específico y un capital acumulado gracias al
aporte de numerosos científicos que han contribuido a forjar el cuerpo central
de tales estudios.

Dogan y Pahre (1993) señalan que la investigación científica se encuentra


siempre en continua expansión, marcada por dos movimientos paralelos;
en primer lugar, la especialización científica implica la fragmentación de
disciplinas en subdisciplinas y, en segundo lugar, cuando esta
especialización llega a sus límites naturales, los investigadores recombinan
los fragmentos en dominios híbridos, pero dicha hibridación sólo tiene lugar
después de la especialización. Al desplazarse desde el centro hacia la
periferia de una disciplina, al transgredir sus fronteras e incursionar en el
dominio de otra especialidad, el científico dispone de mayores posibilidades
para ser innovador y creativo. Así, se delimitan en líneas generales las
distintas etapas por las que ha transcurrido este ámbito de estudio:

 Primera etapa: Paz negativa y estudios científicos para la guerra.


 Segunda etapa: Paz positiva. Cooperación al desarrollo, desarme y
refugiados.
 Tercera etapa: Paz neutra: nuevas culturas frente a nuevas realidades.

Así pues, en términos históricos, se han dado tres maneras de abordar el


concepto de paz. Paz como paz negativa (ausencia de violencia directa); paz
positiva(ausencia de violencia estructural o indirecta: esta clase de violencia
es propia de las estructuras sociales que soportan algún tipo de desigualdad
social, económica, política o militar); y, en últimas fechas, se menciona la paz
neutra (ausencia de violencia cultural y/o simbólica).

El concepto de paz negativa se define en cuanto a falta de conflictos


armados, de violencia expresa. Esta es la primera idea sobre el tema que nos
viene a la cabeza y en la que durante mucho tiempo se han centrado los
estudios sobre pacifismo. Además, es concebida como un equilibrio dinámico
de factores sociales (económicos, políticos y culturales) y tecnológicos, ya
que la guerra aparece como el desequilibrio de uno o más factores respecto
de los demás.

Johan Galtung reconoce dos tendencias en esta concepción de paz negativa:


1. La paz como una unidad interior frente a una amenaza exterior. De este
concepto han surgido las luchas que han caracterizado la historia de
Occidente durante siglos, al igual que la concepción político-militar de todas
las épocas. Los aparatos militares aparecen como una necesidad de defensa
y conquista de la paz y tiene sus expresiones en el desarrollo del militarismo
y el armamentismo (nivel nacional), y del imperialismo, expansión colonial y
política de pactos y alianzas contra amenazas enemigas (nivel internacional).

2. El universalismo, que nace y tiene su centro en Occidente. Esta tendencia


se presenta desde el Imperio Romano entendida como una paz netamente
eurocéntrica (etnocentrismo, jerárquico y dominante), que se adjunta al
concepto de derecho de Estado y que aspira al universalismo con un centro
socio-político y cultural en Occidente.

Algunos antropólogos, como Marvin Harris, señalan que con la agricultura la


guerra se hace más frecuente. La guerra dispersaba a las poblaciones por lo
que se creaban tierras de nadie que servían de espacios ecológicos donde
los animales podían reproducirse libremente. La guerra tenía como objetivo
indirecto el control de la población, era útil para obtener mayores tierras y
recursos. O como menciona Pierre Clastres (2004):

"Volvamos, entonces, al problema de la guerra. Esta última heredaría de la


caza (técnica de obtención de alimentos) su carga de agresividad; la guerra
no sería más que una repetición, una "réplica", una reorganización de la
caza": dicho de modo más prosaico, para Leroi Gourhan "la guerra es dar
caza al hombre".

Los conceptos de paz y guerra están ineludiblemente ligados. Sin embargo,


la guerra ¿es intrínseca a la biología del hombre? ¿es una competencia entre
grupos para apropiarse de bienes escasos? o es, como sostiene Lévi-Strauss
(1997), ¿resultado de un intercambio "malogrado"?

Cabe mencionar que en algunas sociedades no se ha dado el concepto de


paz, principalmente porque se estaba de manera constante en guerra o
preparándose para ella. De igual forma, la paz es una definición que proviene
de la cultura grecolatina, en la que la paz (eirene) es un estado de ausencia
de guerra o de intermedio entre dos conflictos. La paz para los griegos es
racional y surge del intercambio entre ciudadanos. Eirene es sinónimo de
Homonoia "armonía", término que se refiere a un estado de tranquilidad
aplicada sólo a los grupos griegos y en el interior de éstos: pueblos, ciudad-
estado, pero nunca a la colaboración o interrelación entre los griegos y los
"bárbaros". La Eirene se relaciona con armonía mental, exterior y anímica
que se traduce en sentimientos apacibles.

Para el caso de Roma, esta ausencia de guerras o rebeliones estaba


garantizada por un poderoso aparato militar (si vis pacen, para bellum = si
quieres la paz, prepara la guerra) vinculado al pactum. La pax romana
constituía todo un sistema de orden, control y relación legal, era ausencia de
violencia, pero no garantizaba justicia y prosperidad.

Durante el siglo XIX, cuando los conflictos bélicos parecen conformar la


realidad social, el concepto de paz comienza a emerger, pero sin una
articulación teórica. Es a partir de la experiencia de las Guerras Mundiales
cuando se comienza a elaborar una teoría de la paz. Fueron necesarios el
progreso de la Ciencias Sociales y Humanas a lo largo de los siglos XIX y XX
y el impacto de las dos Guerras Mundiales para que se pensara el problema
desde una reflexión teórica.

Por lo tanto, es en el siglo XX cuando la Investigación para la paz, la Peace


Research, incluye la paz como el elemento opuesto a la violencia. La idea de
violencia se verbaliza dentro de una cultura concreta y se pone de manifiesto
a través del concepto de violencia directa (verbal, psicológica y física).
Mientras que la paz negativa se relaciona con los estudios de confrontaciones
bélicas.

Fueron los análisis de Wright y de Richardson, así como las teorías


sociológicas y culturales de Pitirim Sorokim en los años 20, los que hicieron
grandes esfuerzos por clarificar los motivos de las guerras. Eran estudios que
criticaban la guerra como extensión de la política desde una mirada científica
y no moral. Aunque Richardson y Wright constituyen los antecedentes o
padres fundadores de Estudios para la paz en su versión más genuina de paz
negativa; sin embargo, es difícil afirmar que los estudios para la paz no
habrían empezado como campo académico hasta después de los años
cuarenta y cincuenta.

Durante los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, se crean los primeros
centros y se editan las publicaciones iniciales sobre la Investigación para la
paz. En Francia, el Instituto francés de Polemología se funda en 1954. La
expresión "polemología", del griego "polemos", significa guerra contra los
extranjeros; Bert Roling fue la figura central de la polemología (la
Investigación sobre la guerra), sus estudios constituyen una herramienta
esencial para el desarrollo del derecho internacional. En Estados Unidos,
Theodore Lentz establece el centro de investigación para la paz que más
años lleva operando en el mundo, alentando la movilización de científicos
sociales para una Ciencia de la paz -como él la llamó- que trajera una
revolución científica que implicara cambios tanto en los hechos, en los
valores y en las conductas.

Existe una línea de interés por parte de la disciplina de la Psicología hacia el


estudio de la guerra como comportamiento exclusivamente humano y, por
tanto, como un fenómeno social e individual. Dicho interés está representado
por la Society for the Psichological Study of Social Issues que se estructuró
en el Comité sobre la Psicología de la Guerra y de la Paz previo a la II Guerra
Mundial, pero en la práctica estuvo inactivo durante la conflagración.

En 1948, finalizada la II Guerra Mundial, se introduce por primera vez un


programa de Estudios de la Paz en el Manchester College de Indiana. En
1950, se publican el Research Exchange on the Prevention of War y después,
en la Universidad de Michigan (USA) bajo la influencia de Kenneth Boulding,
Herbert Kelman y Anatol Rapoport.

El año 1954 constituye un momento significativo ya que fue la creación, por


un grupo interdisciplinar, del Center for Avanced Studies in the Behaviorual
Sciences en la Universidad de Stanford. Entre los más destacados centros,
tenemos: el Center for Peace Research on Conflict Resolution, en 1959,
Michigan, USA, asociado al Journal of Conflict Resolution desde 1956.

Ahora bien, todo este planteamiento de relaciones no tendría sentido sin la


consolidación de la acción humanitaria. Como señala Ferré, la acción
humanitaria tiene sus antecedentes en la caridad cristiana de las órdenes
monásticas medievales, la mezcla de monjes y soldados (la espada y la cruz)
de las órdenes hospitalarias, y su secularización en el humanitarismo
ilustrado, la misión civilizadora de la colonización y el desarrollo de la
medicina colonial. En el siglo XIX destacan Florence Nightingale y,
finalmente, Henri Dunant con la creación de la Cruz Roja en 1863 y la
Convención de Ginebra en 1864. El desarrollo de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja, se produce durante la Primera Guerra Mundial y tiene importante
acción en la crisis provocada por la Segunda Guerra Mundial frente a los
fascismos y totalitarismos alemanes y soviéticos.

Por último, entre 1934 y 1945, surgen en los Estados Unidos las primeras
organizaciones humanitarias privadas que más tarde se llamarán
Organizaciones No Gubernamentales (ONG's), para distinguirlas de los
organismos gubernamentales y de los intergubernamentales de la ONU. En
1942, se crea en Europa, el Oxford Famine Relief Committe (OXFAM) para
socorrer a la población griega de la hambruna de la guerra.

Las propuestas y reflexiones sobre la Paz se apoyan en estos puntos de


partida básicos que constituyen, con ligeras variaciones terminológicas y en
distintas versiones, el momento de anclaje de los estudios sobre Paz
desarrollados en esta fase que denominamos fundacional. Parafraseando a
Turner, es posible entender la "fase fundacional" como el caudal de
conceptos básicos y un cuerpo de conocimientos acumulados en los
dominios de este ámbito analítico que eran suficientemente comunes para
que un estudioso de este campo pudiera aportar contribuciones significativas
y hablar con autoridad de la disciplina en general.

Sin embargo, es pertinente mencionar a las primeras generaciones de


especialistas precursores, quienes como Wright y Richardson, así como
Pitirim Sorokim, en las décadas de los veinte y treinta, vincularon al estudio
sobre la Paz con el proyecto de construcción de una ciencia social sobre
bases empíricas.

De acuerdo con Dogan y Pahre (1993), los patrimonios científicos cambian


constantemente, se desarrollan, pero también se fragmentan. La
especialización en cada dominio conlleva nuevos progresos; ésta es
necesaria cuando una disciplina evoluciona, ya que permite el análisis
profundo de un objeto de estudio determinado, posibilitando una mejor
comprensión de los fenómenos examinados. A medida que una mirada
teórica se expande, sus practicantes se especializan cada vez más.

4.4 La evolución de los Estudios para la


paz: la paz positiva

A lo largo de toda la historia de la humanidad y bien entrado el siglo XX, la


paz es entendida a partir de lo que no lo es, es decir, paz negativa heredada
de los romanos, como ausencia de guerra (absentia belli). Este concepto ha
estado vigente hasta 1959, cuando Johan Galtung fundó el Instituto
Internacional de Investigación para la Paz, en Oslo, Noruega (Peace
Research Institute de Oslo -PRIO-) y plantea la definición de paz positiva y
violencia estructural. Hoy día, la paz negativa debe incluir ausencia de malos
tratos, violaciones, abusos de la infancia, y matanzas callejeras (violencia
directa no organizada). Asimismo, Johan Galtung en 1960, introdujo la noción
de violencia estructural mencionando que mientras existan injusticias e
insatisfacciones de las necesidades humanas básicas por parte de algunos
seres humanos, no existe la paz aunque no nos agredamos directamente.
Entonces, la tarea del trabajador por la paz es la construcción de la justicia y
el desarrollo para que todos los seres humanos puedan satisfacer sus
necesidades básicas.

En la década de los sesenta, se crean todo un conjunto de instituciones que


reabren las temáticas de la paz. Así, en 1960 aparece el
Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI); se funda por Saul
H. Mendlovitz y Richard Falk el Institute for Word Order en 1961 que ahora se
denomina World Policy Institute en Nueva York, donde se publica la
revista Alternatives; en 1963 el Peace Research Society, que actualmente se
llama el Peace Science International Society de Suecia y la International
Peace Research Asociation (IPRA) que surge en un congreso de los
cuáqueros en Suiza, además de todo un conjunto de asociaciones nacionales
para la paz en Japón, Canadá, entre otros. Se crea el Council on Peace
Research in History, contra el asesinato de Kennedy y la participación de
Estados Unidos en la guerra de Vietnam. En el año 1964 aparece el Journal
of Peace Research, que hoy se denomina Security Dialogue.

En los años setenta, los Estudios para la paz amplían su campo de trabajo
hacia los movimientos sociales por los derechos humanos, las
reivindicaciones feministas, las manifestaciones en contra de la guerra de
Vietnam. Además, se elabora una autocrítica sobre el papel de los Estudios
para la paz. Es importante también mencionar, la descolonización y la crisis
del petróleo que privilegió los estudios sobre el desarrollo en el Tercer
Mundo, la pobreza, la desigualdad y la desnutrición. Los problemas de la
objetividad de la ciencia y la promoción de los valores, crearon nuevos
centros y revistas científicas. Algunos centros a considerar, son: el Peace
Research Institute of Oslo (PRIO, Noruega, 1959), en el que participa Johan
Galtung; el Laboratory of Peace Research (Saint Louis, USA). En 1959,
debemos añadir algunos centros más como el Richardson Peace Research
Centre en Lancaster (Inglaterra), o la presencia de Alan y Hanna Newcombe
en el Peace Research Institutede Dundas (Cánada) que profundiza la
definición negativa de paz. Además, señalar el Polemological Institute,
Groningen, Holanda, 1962, (que después fundará el Journal of Peace
Research); el Canadian Peace Research Institute (Notario, Canadá, 1963); el
Stockholm Internacional Peace Research Institute (SIPRI, Suecia, 1966).
En los años siguientes, la sensibilización sobre la necesidad de investigar la
paz se vio apoyada por nuevos centros, manifiestos (Russell-Einstein),
organizaciones como la Internacional Peace Research Association, (IPRA,
1964 y para Europa, el EUPRA o el movimiento científico Pugwash) y
diversas publicaciones al respecto. Estos centros de investigación trabajan en
el contexto de la unidad de los principios de investigación, educación y
acción. En el ámbito de América de Norte: el COPRED (Consortium on Peace
Research, Education and Development), que colabora con el IPRA, donde
fomenta, entre otros temas, el desarrollo de la Educación para la paz (EpP).

El IPRA se fundó en 1973, la comisión PEC (Peace Education Comisión),


donde tratarían de impulsar todo lo relacionado con la EpP: publicaciones,
desarrollo de materiales, organizaciones de actividades, facilitación de la
cooperación internacional entre educadores, investigadores y activistas por la
paz. En este mismo año se creó los Programas y Cátedra de Peace
Studies en la Universidad de Bradford. La lista es muy extensa. Respecto a
Revistas de más o menos relevancia internacional tenemos las
siguientes: Journal of Conflict Resolution; Journal of Peace research, más
tarde, Bulletin of Peace Proposals y ahora Security Dialogue; Peace and
Exchange; Alternatives; Defense & Disarmaments News; Internacional Peace
Research Newsletter; Peace Research; Peace Research Abstraes
Journal; Peace Research Reviews; Pugwash Newsletter; SIPRI Yearbook;
UNESCO Yearbook of Peace and Conflict.

Asimismo, en esta década se fundan los programas y cátedras de Peace


Studies en la Universidad de Bradford. Se establece dentro de la IPRA una
Comisión de Educación para la Paz que hace más accesible la investigación
sobre el tema y promueve experiencias de aprendizaje y pedagogías
democráticas y críticas. En 1973, se instituye la Asociación de Estudios de la
Paz en Japón, Caucus for a New Political Science así como la Asian Peace
Research Association y el Consejo Latinoamericano de Investigación para la
Paz que se crean en 1974. Durante este periodo da inicio la interacción paz y
desarrollo.

Por su parte, los años ochenta están más ligados a los movimientos sociales,
especialmente, a las organizaciones que combaten la carrera de armamento
nuclear: Physicians for Social Responsibility, International Physicians for the
Prevention of Nuclear War, Artists for Social Responsibility, Educators for
Social Responsibility, United Campuses Against Nuclear War, Center for
Teaching of International Relations de la Universidad de Denver, entre otras.
En 1984 se crea la revista Nuclear Times; en 1989 la Peace Review y la The
Peace Studies Association (PSA). Y entre 1986 y 1987 algunas
investigadoras feministas de la paz como Betty Reardon y Birgit Brock-Utne,
establecen la perspectiva de género en la Investigación para la paz,
completando el trabajo iniciado por Elise Boulding quien amplía la distinción
entre paz positiva y paz negativa introduciendo los análisis de la violencia a
escala micro como la violencia de género o doméstica contra las mujeres y
los niños.

Como señala el Dalai Lama,

"la no violencia tiene dos directrices: si puedes, ayuda y sirve a los seres; si
no puedes, al menos no les perjudiques".

Pero ¿por qué es tan importante la "noviolencia" (ahimsa)? En la relación


sistémica la ahimsa o no-violencia no sólo es no perjudicar a los demás,
también es un acto de compasión. Como acota Gandhi, un no, cuando es
dicho sin miedo, puede ser mejor y más importante que un sí expresado
solamente para agradar o, lo que es peor, para evitar problemas.

Galtung suele mencionar que el resumen del gandhismo es: la unidad de la


vida y la unidad de los medios y fines. "El primero emana del segundo, si se
asume que ninguna vida, y en especial ninguna vida humana, puede ser
utilizada como medio para alcanzar un fin. Si el fin es la supervivencia,
entonces el medio ha de potenciar la vida". La conclusión de Gandhi sobre
estos dos axiomas era el respeto a lo sagrado de toda la vida (de ahí su
vegetarianismo) y la aceptación del precepto de "cuida los medios y los fines
cuidarán de sí mismos".

4.5 La evolución de los estudios para la


paz: la paz neutra

En esta tercera fase se reitera una vez más que el problema de la paz es una
de las prácticas sociales que muchos reconocen, pero que pocos pueden
definir satisfactoriamente.

Por ello, en los años noventa, la caída del Muro de Berlín y el final de la
Guerra Fría constituye un periodo donde el análisis de la paz negativa y
positiva como alternativa a las violencias directas y estructurales se unen a
las discusiones sobre la violencia cultural y simbólica, ésta más sutil y
legitimadora de los otros dos tipos de violencia.

Inmanuel Wallerstein ha señalado que los "próximos 25-50 años serán unos
años terribles en términos de las relaciones sociales" y que, del mismo modo,
"los próximos 25-50 años serán unos años excepcionales en el mundo del
conocimiento ya que la crisis sistémica forzará a la reflexión social".

En un marco conceptual de Investigación para la paz, la Cultura de paz es el


conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la
vida de la persona humana, a su dignidad, y a todos los derechos humanos;
el rechazo de la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios
de libertad, justicia, tolerancia y solidaridad, así como la comprensión tanto
entre los pueblos, los grupos y las personas.

La evolución de los conceptos de violencia y paz discurren paralelos y en


íntima conexión. Cuando el estudio de los conflictos se hace más complejo,
se amplía el concepto de violencia, entendiendo ésta como todo aquello que,
siendo evitable, impide el desarrollo humano, comprende no sólo la violencia
directa o física, sino también la denominada violencia estructural (pobreza,
represión, alienación, contaminación ambiental, entre otros). Cabe mencionar
el concepto de violencia culturalpara señalar a todo aquello que en el ámbito
de la cultura legitime y/o promueva tanto la violencia directa como la violencia
estructural. Frente a la violencia cultural es posible situar la paz neutra que
configura un marco diferente de acción caracterizado por la implicación activa
de las personas en la tarea de reducir la violencia cultural (simbólica) que
según Galtung se legitima a través del silencio y de la apatía social. Este
autor señala de forma sucinta que la paz: "se define como la capacidad de
manejar los conflictos con empatía, no violencia y creatividad".

Cuando apareció, en 1990, el concepto de Violencia cultural acuñado por


Galtung, se vio como una vez más el concepto de violencia avanzaba más
rápidamente que el concepto de paz ya que muchos intelectuales suelen
trabajar y describir formas de violencia, sin hacer el mismo esfuerzo para
presentar la realidad social desde la óptica de paz.

Una cultura neutral que implique una cultura de paz debe nacer, en primer
lugar, de una actitud de empatía, es decir, de comprender la cultura del "otro"
para adquirir una posición tolerante hacia otras culturas y llegar a valorar así
las diferencias como algo positivo y enriquecedor.
Empero, ¿cómo neutralizar nuestros esquemas mentales para poder
encontrarnos con esos "otros" distintos? Sostenemos que la construcción y
los avances hacia una paz neutra demandan cambios profundos que sólo
podrán realizarse por medio de la transformación social y cultural.

Como señala Martínez Guzmán,

"La idealización matemático-experimental heredada de la tradición galileana


ha olvidado el mundo de la vida en donde se constituyen genuinamente las
relaciones entre los seres humanos y ha imposibilitado el desarrollo de las
ciencias humanas".

Dejamos de lado que una verdadera Epistemología para la paz es su


capacidad de denuncia, de movilización, de ruptura con relaciones injustas,
donde podamos hacer primar ese componente emotivo inherente a la
naturaleza humana y del que adolece, en buena medida, el paradigma
científico a través de una pretendida racionalidad de las relaciones humanas.
Este es el reto que debe plantearse una reflexión sobre la paz. Debe tener un
carácter polifónico, es decir, superar el discurso etnocéntrico, jerárquico y
meritocrático de la sociedad occidental -androcéntrica y blanca- con una
propuesta en la que múltiples voces puedan expresarse y ser escuchadas. Se
debe anteponer la comprensión del "otro" como requisito para la producción
de conocimiento, algo que desde el discurso científico parece no
contemplarse.

Los trabajos de Martínez Guzmán (2001), suelen hacer un repaso histórico de


la epistemología occidental que va desde Aristóteles a Galileo, pasando por
los postmodernos y los movimientos sociales que aportan conocimiento
actual. Su perspectiva, la hermenéutica le sirve para dotar de comprensión
una realidad compleja de difícil delimitación y con un carácter
fuertemente intersubjetivo, pero difícilmente podrá servirnos para explicar y
entender acontecimientos sociales actuales.

En este sentido, puede resultar preocupante la separación entre hechos y


valores que se ha dado y se sigue dando en la ciencia. Sin embargo, la
racionalidad hace referencia al principio de verdad que desde Aristóteles
(Analíticos primeros) era definida como: "Decir lo que es, que es y de lo que
no es, que no es". Aunque esta idea se plantee de forma simplista, no
podemos negarla. Si bien, ha sido criticada a lo largo de las corrientes lógicas
y epistemológicas del siglo XIX y sobre todo en el siglo XX. No obstante, si
pretendemos construir Estudios para la paz, debemos hacer un esfuerzo
epistemológico de acercarnos a la racionalidad, no podemos estar de
acuerdo en introducir, por ejemplo, la dulzura, la ternura, las emociones en el
análisis de las amenazas nucleares como geneoradoras de conocimientos de
tales amenazas, o por ejemplo, hablar de la paz en el País Vasco y no hacer
referencia a ETA. Hoy día como afirma Arundhaty Roy nos encontramos ante
la primacía de lo que se ha venido en llamar la "dictadura de la élite nuclear",
que nada tiene que ver con expresiones como la dulzura o la ternura con las
que aparentemente se intenta combatirla.

4.6 Aportaciones desde la "noviolencia"


4.6.1 Sobre el concepto de "noviolencia"

La "noviolencia" es una palabra-concepto que surge como oposición al poder


convencional, al poder de la violencia (López, 2003). Tradicionalmente,
existen tres formas de escribir este concepto: "no violencia", "no-violencia" y
"noviolencia", y existe mucha confusión entre estos términos ya que los
medios de comunicación, las instituciones y los propios científicos sociales no
terminan de establecer cuál es la mejor manera de nominar este concepto.
Por ello vamos a tratar de delimitar lo que significa cada uno de esos
vocablos.

- En primer lugar, la "no violencia" puede ser una situación en la que se


consigue que dejen de existir formas de violencia directa, generando unas
relaciones humanas "sin violencia". (Oposición a la violencia).

- El término "no-violencia" viene del inglés "non-violence", un concepto que


quería trasladar al lenguaje una realidad histórica, política, social, como la
lucha sin armas de Gandhi: una forma de resistencia aparentemente nueva,
en la que se renunciaba al uso de la violencia para resolver conflictos.
(Metodología de resistencia).

- Por último, la "noviolencia" como una sola palabra es obra de Aldo Capitini,
que la idea al traducir la ahimsa y satyagraha gandhiana con ese vocablo. La
"noviolencia" no era simplemente la negación de la violencia o una forma de
resistencia, sino que incorporaba también el desarrollo de una filosofía, de un
programa constructivo de tipo político, ético, social y económico abierto,
humanista y espiritual de las relaciones humanas conflictivas (Filosofía
alternativa).

EL CONCEPTO "NOVIOLENCIA"

Oposición a la violencia directa.


No violencia
Relaciones sin violencia.

Oposición a la violencia cultural.


No-violencia
Resistencia sin armas.

Oposición a la violencia estructural.


"Noviolencia"
Filosofía para la paz.

Tabla 4.1. El concepto "Noviolencia".

4.6.2 Dimensiones de la "noviolencia"

La "noviolencia", vista como una cosmovisión del mundo y como una filosofía
política, presenta una serie de dimensiones (López, 2006) que vamos a
definir a continuación para posibilitar su mejor comprensión.

a) La "noviolencia" es un método de intervención en conflictos, un conjunto de


procedimientos y técnicas que permiten gestionar, transformar o, incluso,
resolver y trascender ciertos conflictos.

b) La "noviolencia" también es un método de lucha no armada y no cruenta


contra las injusticias, contra la opresión y contra las diversas formas de
violencia.

c) La "noviolencia" tiene una dimensión política (teórico-práctica) y maneja un


concepto de poder que amplía lo público más allá del Estado y reconoce el
poder que se encuentra en cada uno de los ciudadanos/as para realizar
acciones políticas y establecer nuevas relaciones de convivencia.
d) La "noviolencia" es "un viaje de introspección personal", que implica
encontrar un sentido íntimo y profundo a la vida en base a lo que hacemos,
cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, mediante el auto-conocimiento.

e) La "noviolencia" es una cosmovisión del ser humano y de la naturaleza,


que plantea una concepción del ser humano abierto a cambios y
transformaciones, imperfecto, con conciencia moral, con capacidad para
vertebrar su racionalidad y sensibilidad. Una filosofía basada en la libertad y
dignidad humanas y en la creencia de que el amor es lo que mueve al mundo
y que se plasma en múltiples maneras de cooperación y filantropía. Una
cosmovisión cuya doctrina ética incluye a todos los seres sensibles.

La "noviolencia" responde a la violencia deslegitimando, denunciando y


criticando el uso de la violencia; advirtiendo de sus consecuencias y del daño
irreversible que puede producir; y auto-excluyéndose de usarla. La
"noviolencia" se manifestará de diversas formas a la hora de oponerse a la
violencia:

- Frente a la violencia directa, la "noviolencia" se expresa como pacifismo,


como objeción de conciencia, como despliegue de métodos de lucha político-
social no armados, como auto control, etc.

- Frente a la violencia cultural, denuncia la cultura de la guerra y de la


violencia: armamentismo, militarismo, sexismo, etnocentrismo, competitividad
destructiva, etc., y trata de construir y de difundir una cultura de la paz
(derechos humanos, solidaridad, reparto de la riqueza, derecho a la paz, etc.)
que abarcaría la educación, la socialización, los medios de comunicación y
otros aspectos civilizatorios.

- Frente a la violencia estructural, se produce un proceso de toma de


conciencia profundo para reconocer cuáles son (y por qué) las víctimas de
cualquier sistema político, económico y social. Trata de darle solución de
diversas formas: participando en las ONG's, cambiando nuestros estilos de
vida y de consumo, adoptando la simplicidad voluntaria, no-cooperando con
aquella parte del sistema que consideramos injusto, creando formas de
comercio y de consumo más justo, protegiendo la naturaleza, adoptando
hábitos alimenticios menos entrópicos, planteando campañas de
desobediencia, plantando cara a las autoridades, modificando las agendas
políticas y económicas para que favorezcan a los que menos tienen.
A cada forma de violencia corresponde una dimensión teórico-práctica de la
"noviolencia". La "noviolencia" es la acción y el deber por la justicia
respetando la vida y la integridad física de los adversarios de esa lucha.

4.6.3 Principios y valores

La construcción de la paz desde la filosofía de la "noviolencia" encuentra su


fortaleza en una serie de principios y valores que están asociados a la
"noviolencia". Sin embargo, muchas de las personas y las organizaciones que
desarrollan su vida en parámetros de "noviolencia" no lo hacen
conscientemente. Desde sus tradiciones culturales o desde su cotidianidad,
los individuos asumen una serie de valores básicos como el respeto a la vida,
el diálogo y la justicia. Estos valores morales se encuentran también en la
filosofía de la "noviolencia", y aunque las personas y las organizaciones no
asuman la "noviolencia" conscientemente, se puede decir que forman parte
del movimiento noviolento al compartir sus mismos valores.

El principio fundamental de la "noviolencia" es no matar. Este principio


defiende el valor del respeto a la vida y a la dignidad humana en un sentido
amplio. Un principio que excluye el causar daño o sufrimiento a los demás
seres vivos y a nosotros mismos. Parte de la idea de responsabilizarnos de
nuestros actos y no hacer aquello que no nos gustaría que nos hicieran.
Estos pensamientos son compartidos por multitud de tradiciones culturales y
religiosas y forman el pilar fundamental de la "noviolencia".

Otro de los principios de la "noviolencia" es la búsqueda de la verdad. La


"noviolencia" no tiene verdades absolutas porque pueden no ser acertadas o
partir de un conocimiento limitado. La "noviolencia" trata de iniciar un camino
en el que se expongan las verdades que todos poseen para alcanzar juntos
un mundo más justo. Trata de que el conflicto se convierta en una
oportunidad para indagar sobre las razones profundas de las diferencias.

Ese principio de búsqueda de la verdad se complementa con el principio del


diálogo activo. Un diálogo donde los interlocutores se reconocen y se
esfuerzan por entablar una comunicación que permita la generación de
confianza, la interrelación humana y la transformación "noviolenta" de los
conflictos. Se basa en el valor que existe en la capacidad de cambio del ser
humano.
Por último, "noviolencia" incluye en su seno el principio de pensamiento
alternativo y creativo. Esto implica el ser conscientes de las posibilidades que
existen de transformar la realidad y de crear otros modelos.

Todos estos principios se apoyan en una serie de argumentos que parten de


la concepción de los seres humanos como un fin en sí mismos, y nunca como
un medio para alcanzar otros objetivos, y en la condena de las consecuencias
de la violencia.

La filosofía política de la "noviolencia" considera que la transformación de la


realidad es un proceso. Por ello, piensa que el objetivo perseguido se puede
tener en la mente pero será construido a lo largo de ese proceso y no se tiene
la certeza de cómo se definirá. De esta manera, las metas perseguidas
estarán condicionadas por los medios que se utilicen para alcanzarlas. Y al
comienzo del proceso tampoco se puede estar seguro de alcanzar los
objetivos deseados.

De ahí que la filosofía política de la "noviolencia" piense que es un riesgo


postergar la "justicia" al mañana e imponer a nuestros semejantes unos
medios "inmorales" para obtener un fin loable. Si nuestros medios han sido
"inmorales" y el objetivo no ha sido alcanzado, lo único que se habrá
conseguido es aumentar el sufrimiento y la violencia en nuestra sociedad.

Sin embargo, si el proceso de transformación de la realidad se ha


desarrollado desde los principios contemplados por la "noviolencia", aunque
no se alcancen los objetivos perseguidos, siempre se habrá avanzado en la
consecución de un mundo más justo, se habrán dado unos pasos más en el
camino.

Otros argumentos que apoyan los principios de la "noviolencia" son aquellos


que nacen de la observación de las consecuencias de la violencia. Si
contemplamos el siglo XX, veremos como la violencia ha ido aumentando su
intensidad de la mano del aumento de los niveles tecnológicos (era nuclear) y
económicos, y del perfeccionamiento de técnicas de exterminio (campos de
concentración, limpieza étnica). Y sin embargo, se ha mostrado ineficaz en la
resolución de muchos conflictos de manera definitiva. La aplicación de más
violencia no garantiza la solución de los problemas. Puede esconderlos o
postergarlos, pero no puede transformar los conflictos de manera justa.

La violencia deshumaniza a quien la practica, lo embrutece. La violencia


causa la degradación de los fines que se persiguen porque destruye muchos
de los principios morales que se proclaman para desarrollarla. El empleo de
la violencia organizada es un peligro para la sociedad y los individuos porque
puede llevar a la militarización y a la pérdida progresiva de libertades y
derechos. De ahí que la "noviolencia" trate de buscar argumentos para
restarle legitimidad a la violencia, para revelar sus causas y mostrar sus
efectos negativos. Estos argumentos permiten sostener los principios de la
"noviolencia".

4.6.4 El proyecto político de la "noviolencia"

Como se ha podido ir destilando a lo largo de las páginas anteriores, la


"noviolencia" supone una alternativa política (López, 2006). Una alternativa
que no está fuera de la política ni tampoco de la democracia. De hecho el
método noviolento lo practicamos a diario, porque la característica de una
democracia precisamente es la búsqueda, permanente, del compromiso, del
consenso, del acuerdo, del entendimiento.

Igualmente, la "noviolencia" alimenta las soluciones de los conflictos sin


necesidad de recurrir al uso de la fuerza recíproca. Son actos de prevención y
de persuasión. Es adelantarse a los problemas y los conflictos pero, cuando
éstos existen, es poner en marcha todo un trabajo constructivo, integrador y
de justicia.

La política noviolenta como alternativa significa:

 Renunciar a la violencia como medio de hacer política.


 No separar ética de política, no separar la moral individual de la moral
de grupo.
 Adecuar al máximo medios y fines, no sirve cualquier medio.
 Los medios para ejercer presión sobre el adversario deben ser
graduales.
 Hacer un trabajo político constructivo, creativo y no destructivo, menos
egoísta, más social y más participativo.
 Hacer lo indecible para buscar y mostrar a nuestros adversarios que les
guardamos un papel digno en la sociedad futura.
 Adoptar decisiones basadas en un humanismo que no olvide que lo
más importante a preservar mediante la política es el ser humano, su
felicidad y su seguridad.
 Trabajar en el ámbito educativo, en los procesos de socialización para
construir ciudadanos democráticos y comprometidos con lo social y la
justicia.
 Una forma de rebeldía, de objeción ante el mal, de firmeza de voluntad,
de no dejarse vencer por las adversidades, de mantener la esperanza
sin utopismos, sabiendo que los cambios son graduales, que requieren
de tiempo y de esfuerzo.
 Sumar voluntades en torno al conocimiento de métodos pacíficos de
transformación de conflictos, de crear instituciones hechas a medida de
los ciudadanos, de apoyar la cultura del trabajo bien hecho y del
esfuerzo compartido.
 Apostar por la creación de un Poder Social, formado por los que
tradicionalmente han sido excluidos de la sociedad: jóvenes, mujeres,
campesinos, indígenas y un largo etcétera. Es pedagogía social,
participación y democracia.
 Un proceso de empoderamiento de la gente, es fortalecimiento social
para generar capital social y capital de confianza y de cooperación.
 Reducir al máximo los niveles de sufrimiento sobre la población,
buscando el bienestar de todos, contando con todos y acordando con
todos.
 Es una forma humana de hacer la política que respete las vidas.
 Es una herramienta y una teoría ético-política de construcción social y
cultural que nos permita generar oportunidades políticas, movilización
de estructuras y nuevas formulaciones de procesos.

La "noviolencia" es, por tanto, una forma flexible, racional, abierta y


democrática de hacer de la política un instrumento eficaz para construir
sociedades más justas.

4.7 A modo de conclusión

La Investigación para la paz viene dada por la evolución y ampliación del


concepto de paz entendida, en un principio, como ausencia de guerra, para
llegar posteriormente a un concepto positivo de ésta, como un proceso
orientado hacia el desarrollo humano (justo, sustentable y perdurable), es
decir, al aumento en el grado de satisfacción de las necesidades humanas
básicas y, en definitiva, a la creación de las condiciones necesarias para que
el ser humano desarrolle toda su potencialidad en sociedad. A su vez, la
evolución del concepto de violencia discurre paralelo y en íntima conexión
con el concepto de paz. A medida que el estudio de los conflictos se hace
más complejo, se amplía el concepto de violencia, entendiendo a ésta como
aquello que, siendo evitable, impide el desarrollo humano, comprendiendo, no
sólo la violencia directa o física, sino también la denominada violencia
estructural. También se debe considerar el concepto de violencia cultural para
señalar lo que en el ámbito de la cultura legitime y/o promueva tanto la
violencia directa como la violencia estructural. Es frente a la violencia
cultural donde anteponemos la paz neutra o paz cultural si seguimos a Johan
Galtung, quien nos viene a configurar un diferente marco de acción
caracterizado por la implicación activa de las personas en la tarea de reducir
la violencia cultural (simbólica).

- Debemos de tener un concepto de paz amplio, de regulación,


transformación y resolución cotidiana de conflictos creados entre los
individuos y/o grupos con la naturaleza. La paz convive siempre con el
conflicto y sus distintas alternativas. No olvidemos que el desarrollo de la paz
como categoría analítica, y por tanto, de la Teoría para la paz, parece haber
sido realizada por un grupo de autores occidentales que, por cierto, dan la
impresión de basarse en gran parte de los elementos de una ideología
neomarxista (el conflicto como motor y avance de la humanidad).

- Apostamos por un reconocimiento de las múltiples identidades que pueden


conformar la identidad del ser humano. La naturaleza imperfecta del ser
humano y de la paz, al ser entendido como un todo se convierte en algo
indefinible, y por lo tanto escasamente útil para convertirlo en una categoría
de análisis. La paz, como diría Gandhi, es el camino inacabado como proceso
ordinario de vida.

- Por tanto, es necesario contar con un amplio abanico de posibilidades de


hacer las paces: primera generación de paces (negativa, positiva y neutra), o
las expresiones como la paz de seres humanos entre sí (dimensión social), la
paz de los seres humanos con la naturaleza o paz Gaia (dimensión natural o
ecológica de la paz) y la paz de los seres humanos consigo mismo
(dimensión interna). Sin olvidar, que la paz en su dimensión social da lugar a
un proceso basado en el desarrollo humano sostenible, así como de los
pueblos que lo integran.

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