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Venezolanos, una enfermedad que se debe curar.

Para nadie es un secreto que existen muchas enfermedades en la ciudad, y por mas campañas de
salud que se realicen, es inevitable que la población no se enferme. Gracias a los esfuerzos de las
diferentes entidades de salud pública, los índices de infección de ciertas enfermedades ha
disminuido notablemente, a un nivel donde se puede decir que han sido erradicadas, pero esta
situación ha cambiado.

Las enfermedades que ya se encontraban controladas en la ciudad de Cúcuta, es posible que se


propaguen más rápido por culpa de los venezolanos.

Males como Chagas, difteria, malaria y otras enfermedades transmisibles que están controladas
en Norte de Santander y el país, llegan a diario por la frontera colombo-venezolana y ponen en
riesgo la salud pública regional. (La Opinión, 2017)

En un hecho que en este país hay desabastecimiento de medicamentos lo que ya está generando
enfermedades. Por esto, autoridades de salud de la capital de Norte de Santander, como el
Instituto Departamental de Salud (IDS), están preocupados. “Venezuela tiene un foco de difteria,
en Zulia, también tienen sarampión y un crecimiento de malaria”, dice Juan Bittar, director del IDS,
tratando de explicar las razones que los llevan a encender en alarmas. (ElColombiano, 2018)

La difteria, que no había registrado un caso entre 2006 y 2015, tuvo un rebrote continental. Desde
julio de 2016, ya van más de 1.500 registros, y, de sarampión, ya van 383 casos registrados. Estas y
otras amenazas han hecho que el Ministerio de Salud haya tenido que poner en marcha un amplio
y costoso programa de vacunación en las fronteras y en las ciudades con más migrantes. Más de
1.157.000 venezolanos han recibido vacunas desde agosto de 2017 a mayo de este año, con un
costo superior a los 16.000 millones de pesos. (Semana, 2019)

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