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SUJETO DE DERECHO

En Roma, son sujetos de derecho todas aquellas personas que pueden tener derechos y ejercerlos, es decir,
los dotados de capacidad jurídica (Capacidad de Derecho o de Goce y Capacidad de Hecho o de Ejercicio).

Persona en Roma, lo mismo que hoy, es todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones.
En roma se tuvo dos sujetos de Derecho, tanto las personas Físicas, como las personas Jurídicas.

 Personas Físicas, las que presentan signos característicos de humanidad, natural, esta se subdivide
en personas libres y esclavos. Las personas libres se clasifican en:
1. Ingenuos (nació libre), Libertos (esclavo obtuvo libertad).
2. Ciudadanos y no Ciudadanos.
3. Sui Juris y Alieni Juris.

 Personas Jurídicas, Morales o Colectivas, son creaciones ideales y a las cuales la ley les reconoce
capacidad de derecho, ya que no poseen capacidad de hecho, por tanto actúan jurídicamente por
medio de representantes.

LOS 3 STATUD DEL CAPUT


Para tener personalidad completa en Roma se requiere reunir tres elementos o status:

1. Status Libertatis. [Ser libre y no esclavo]. Es un estado reconocido por el derecho que permite disponer
libremente de la propia persona y de los actos propios. El “Status Libertatis” se adquiere por el
nacimiento “jus samnguinis“, el hijo de un ingenuo o de un liberto, nace ingenuo, nace libre. También
se adquiere por la manumisión cuando esta manumisión concede tal prerrogativa.
2. Status Civitatis. [Ser ciudadano romano y no latino o peregrino], muy importante, ya que quien lo posee
tiene ventajas desde el punto de vista del derecho público y desde el punto de vista del derecho privado.
3. Status Familiae. [Derecho que corresponde y todo varón tiene dentro de su familia], carecen de él los
esclavos y los “alieni juris” que están sometidos al poder de un Pater quien se denomina “sui juris“.

Los que reunían estos tres elementos tenían plena capacidad jurídica, sin embargo, de hecho podía no tener
ejercicio pleno de sus derechos en razón de su edad, sexo, o alteración de sus facultades mentales.
PRINCIPIO Y EXTINCION DE LA PERSONA FISICA
Nacimiento y muerte señalan el comienzo y el fin de la persona física, del hombre. En orden al nacimiento,
se exigen por la ley los siguientes requisitos:

 Nacimiento efectivo, esto es total desprendimiento del claustro materno: partus antequam edatur
mulieris portio est vel viscerum, partus nondum editis homo non recte fuisse dicitur (porque el que
todavía no ha sido dado a luz, se considera porción de la mujer o de sus vísceras: pues el que aún
no ha sido dado a luz no se dice, con razón, que sea hombre.
 Nacimiento con vida: qui motui nascuntur, neque nati neque procreati videntur (los que nacen
muertos no se consideran ni nacidos ni procreados).
 Forma humana del nacido: mulier si monstruosum aut prodigiosum enixa sit, nihil profict: non sunt
enim liberé, qui contra forman humani generis procreantur (si una mujer hubiese dado a luz algún
monstruoso o prodigios, nada es sospechoso; porque no son hijos los que son procreados con forma
contraria a la del género humano.

El que “ha de nacer” [NASCITURUS] no es considerado hombre, por tanto, no siendo el concebido sujeto
del derecho, la ley tiene una cuenta su futura humanidad dispensando anticipada protección, en su propio y
exclusivo beneficio, a derechos que les corresponderán una vez que acaezca el nacimiento.

Se admitió, en efecto, que el magistrado nombrase, a petición de la madre, un curator ventris, con la finalidad
especial de salvaguardar los intereses del nasciturus. Pudo este ser instituido heredero en testamento,
confiriendo la posesión de los bienes a la mujer encinta missio in possessionem ventris nomine.

Nacido un hombre, en las condiciones antedichas, el derecho romano no le confiere, sin más, la capacidad
jurídica. Contrariamente a lo que sucede en las legislaciones modernas, donde persona sujeto capaz es el
hombre, por el solo hecho del nacimiento, exigese en roma que el nacido sea libre status libertatis y
ciudadano status civitatis. En resumen, para ser considerado persona debía nacer con vida, tener forma
humana y estar deprendido del claustro materno.
CAPACIDAD E INCAPACIDAD
Se subdividían los sui iuris en capaces (que podían cumplir ellos mismos los actos jurídicos) e incapaces,
que eran todos aquellos que carecían de la aptitud para desenvolverse autónomamente en el mundo del
derecho.

La incapacidad tiene que ver con dos aspectos: Uno, el de la inhabilidad para ser titular de un derecho; y
otro, el de la inhabilidad para ejercitar el derecho o realizar un acto jurídico. Esa incapacidad, de
consiguiente, tenía y tiene dos variantes: la de goce y la de ejercicio.

Los casos de incapacidad de goce fueron escasos, como que primordialmente están vinculados a los
derechos políticos. No es ese el evento del recién nacido por ejemplo, supuesto que le es enteramente
posible tomar parte en actos jurídicos o contratos por medio de los representantes legales.

La incapacidad de ejercicio puede ser absoluta o relativa.

Eran absolutamente incapaces: El furioso, el imbécil y el impúber. Sus actos carecían de relevancia jurídica,
eran inexistentes, por faltar absolutamente la voluntad o disposición para realizarlos. El impúber era el menor
de 14 años. El furioso y el imbécil tenían alteradas las facultades mentales, ora a raíz de exaltación de ellas,
o bien a consecuencia de depresión de esas facultades, dándose en aquélla la furia e imbecilidad como
manifestaciones de la locura, dado que en Roma no fueron conocidas las graduaciones modernas de las
enajenaciones mentales.

Eran relativamente incapaces: Las mujeres casadas para la constitución de fianzas, según el senado-
consulto Veleyano; los menores adultos, según la Ley Plaetoria; los débiles mentales; los disipadores; las
personas jurídicas; y los religiosos, en la época cristiana.

CAPITIS DIMINUTIO
Suponía una incapacidad de derecho absoluta en la persona, existen tres tipos de "capitis deminutio":
 La "capitis deminutio" máxima, que se produce cuando la persona pierde la libertad y la ciudadanía.
 La "capitis deminutio" media, que se produce cuando una persona pierde la ciudadanía sin perder la
libertad. Se extinguía la ciudadanía por ciertas condenas, como la interdicción del agua y el fuego, la
deportación, el destierro y también cuando el ciudadano abandonaba voluntariamente su ciudadanía
de origen para adoptar la de algún país extranjero.
 La "capitis deminutio" mínima, aunque la ciudadanía y la libertad se conserva, el estado del hombre
ha cambiado; lo que ocurre con aquellos que son adoptados.

SUI IURIS Y ALIENI IURIS


Dentro de la familia romana, se distinguen las personas sui iuris (de propio derecho) de las alieni iuris
(derecho ajeno). Las primeras son las que poseen, si son hombres, la plena capacidad jurídica, y son los
PATERFAMILIAS, personas que gozan además del status libertatis (son libres) y del status civitatis (son
ciudadanos romanos). Se logra este status al encontrarse libres de autoridad sobre ellos, ya sea por muerte
de sus antecesores varones, por vía masculina, o por haber sido emancipados. Los sui iuris y paterfamilias
son cabeza de sus familias y poseen distintas potestas: la patria potestas sobre sus filius (liberis y
adoptados), la manus sobre su esposa y nueras, y el mancipium sobre los incorporados en causa
mancipium, por venta de su pater o por abandono noxal (quien cometía un delito era entregado en noxa a
la víctima si su pater no optara por reparar el daño cometido). El pater era también el dueño de los esclavos
sobre los que tenía la dominica potestas, y del patrimonio familiar (dominium).

Las mujeres podían también ser sui iuris por haber muerto el pater, pero NUNCA serían pater, ya que no
podían ser cabeza (iniciar) de una familia. En este caso, de ser las mujeres sui iuris; si eran impúberes
estaban bajo la tutela prevista para los menores (igual que los varones) pero cumplidos los 12 años
quedaban bajo la tutela perpetua de los parientes mientras no se casaran. En época de Augusto se les
otorgó el ius liberorum, que significaba la posibilidad de no tener tutor si se era ingenua con tres hijos o
liberta con cuatro.

Los alieni iuris estaban bajo la potestad del pater, cualquiera sea su sexo o edad; podían casarse con su
conformidad y si bien los varones púberes podían ejercer cargos públicos, litigar y votar en los comicios,
como no tenían patrimonio no podían testar. Todo lo que adquirían ingresaba al patrimonio familiar, cuyo
dueño era el pater, lo que se mitigó con la aparición de los peculios, o pequeños patrimonios que pudieron
ir adquiriendo los filius, separados del patrimonio familiar.
PERSONA JURÍDICA
También llamadas entes o personas morales. Se distinguen las asociaciones y corporaciones, formadas por
la unión o agrupación de personas físicas, y las fundaciones o conjunto de bienes o patrimonios destinados
a un fin.
 El populus romanus y los entes públicos: Adquiere una personalidad propia y sobrevive a las
personas que lo forman en cada etapa histórica. Gayo afirma “las cosas públicas se estima que no
son de nadie en particular pues se consideran propias de la colectividad”.
 Las corporaciones y asociaciones: Existían asociaciones de pobres con finalidades funerarias,
otras de carácter religioso o de profesiones, como las de recaudadores de impuestos, panaderos,
etc. Cada una se rige por su propio estatuto, que regula sus fines y actividades. Es necesario que en
el momento de constituirse la formen tres personas como mínimo. La corporación o asociación se
extingue por falta de sus miembros, o por decisión de éstos, al alcanzarse el fin para el que se creó,
o cuando éste se declara ilícito. En caso de disolución el patrimonio se reparte entre los asociados.
 Las fundaciones: Los romanos conocieron y practicaron el destino de determinados bienes o
patrimonios para atender a finalidades duraderas o de utilidad pública. Generalmente se trataba de
donaciones, que no tenían un destinatario determinado.
 Los precedentes clásicos de estos patrimonios destinados a fines permanentes están en las
fundaciones sepulcrales, que se encargaban de mantener el cuidado permanente de la
sepultura.
 Otras eran fundaciones alimentarias imperiales, consistían en capitales que se entregaban a
ciudades o créditos agrícolas concedidos a particulares, con la obligación de destinar los
intereses al mantenimiento de niños pobres. Se entendía que era siempre el emperador el
titular de los préstamos e intereses.
 Existían también para atender a fines benéficos; se trata de capitales y bienes que se destinan
a casas y establecimientos de beneficencia, como asilos, hospitales u orfanatos; o a la Iglesia,
o lugares de culto. Estas fundaciones no tienen personalidad propia, sino que se integran en
la personalidad jurídica de la Iglesia, siendo administradas y representadas por los obispos.
Se les faculta para promover acciones y responder de las deudas.

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