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Cómo hacer una introducción para un trabajo académico

13 de enero de 2020

El saber cómo hacer una introducción para un trabajo académico o un ensayo es vital para el
éxito del mismo. Y es que, si se logra hacer bien, será mucho más fácil que el lector demuestre
estar verdaderamente interesado y acabe el estudio completo.

Una pequeña historia puede ser una buena manera de realizar una presentación

Una pequeña historia puede ser una buena manera de realizar una presentación | Fuente:
iStock

La redacción de un trabajo académico o ensayo es un hecho complejo. No obstante, con la


experiencia, se puede mejorar la técnica, pues no siempre dependerá de la inspiración del
redactor.

Dicho esto, a medida que el estudiante avanza en su carrera, descubrirá métodos excelentes
para redactar la introducción de sus ensayos y trabajos, de forma que la exhaustiva investigación
llevada a cabo se vea reflejada en la redacción.

Cómo hacer una introducción

Veamos cómo se redacta una introducción. Recordemos la importancia de este tramo del
trabajo, pues es aquí donde se conoce el tema y se plantea la hipótesis que se desarrollará a lo
largo del ensayo o redactado.

Aunque existen muy diversos tipos de trabajos académicos, todos comienzan por un
planteamiento que será el hilo conductor en el que se basará el lector para no perderse y no
desviarse de lo importante del contenido.

Es decir, durante la introducción plantearás la hipótesis de forma sencilla y precisa, con


brevedad, pero con claridad. Habrá que especificar lo que se describirá a lo largo de trabajo, lo
que vas a demostrar y los puntos de vista y observaciones que se han tenido en cuenta para el
tratamiento del tema mientras se desarrolla el ensayo o trabajo.
Qué considerar en la introducción

Sea cual fuere el tipo de trabajo académico que has elegido realizar, la estructura suele ser
similar. No obstante, de forma previa tienes que considerar ciertos detalles antes de plantear la
introducción, que será la base sobre el desarrollo del contenido.

Crea una introducción proporcional a la longitud del trabajo. Todo ensayo es una investigación
seria, pero esto también se aplica a una encuesta u otro tipo de redacción.

No pierdas de vista nunca el objetivo. En ningún momento de la extensión del redactado debes
andarte por las ramas, y mucho menos en la introducción, que será breve, concisa y directa en el
planteamiento.

No olvides la motivación de la investigación. Mientras redactes, tenla muy clara y sin perderla de
vista para obtener una mayor concisión.

Antes de escribir, tendrás que conocer en profundidad los problemas planteados en el trabajo.

El desarrollo de la introducción te indicará cuán larga puede ser según la longitud total del
trabajo al completo y los anexos para las aclaraciones que de forma esporádica y general tendrás
que añadir.

Es importante que ya en el planteamiento quede claro el método de investigación que se ha


utilizado y en análisis del resultado obtenido.

También es importante la estructuración del trabajo en esquemas de desarrollo para evitar que
el lector pierda el hilo conductor establecido en la introducción.

A partir de aquí, recuerda que debes tener claro de qué se habla en cada capítulo, detallando el
tema sobre el que escribes y los antecedentes del mismo.
Empieza a redactar la introducción

Para responder a la pregunta sobre cómo se redacta una introducción, vamos a explicar una
serie de detalles importantes a considerar:

El primer párrafo ha de generar mucho interés. Por ello, es una máxima de escritura que la
primera frase siempre ha de ser potente, o sea, que llame la atención del lector. Luego, este
detalle se extrapola a toda la redacción introductoria.

Toda la introducción presentará el tema del trabajo de forma concisa, directa y amena.

Además, también contaremos con otros detalles importantes para la redacción de la


introducción:

Desarrollo de una idea por párrafo. Otro punto básico que siempre se ha de respetar. Para que el
lector disfrute de una lectura amena e interesante, sin confusión, desarrollaremos una única
idea por párrafo, de forma cohesionada, siguiendo la línea conductora planteada en la hipótesis.

Las frases que usemos deben estar bien cohesionadas. Evitaremos repeticiones, redundancias y
malas construcciones sintácticas y semánticas que dificulten la comprensión lectora del trabajo
académico.

Usos y consejos

A continuación, vamos a comentar algunos consejos expertos que pueden ser interesantes para
la introducción de todo tipo de trabajos académicos, logrando que el contenido sea más
atractivo:

Es interesante el uso de citas de autores célebres. Es decir, además de citas bibliográficas, se


pueden añadir otras que amenicen la lectura.

La narración de anécdotas relacionadas con la temática también en llamativa en cualquiera de


las partes de un trabajo académico, ya sea en su introducción, en su desarrollo o durante las
conclusiones.

Es importante también contar con el uso de analogías y ejemplos para facilitar el entendimiento
del contenido expuesto.

Además, se recomienda el uso de preguntas. Es una fórmula interesante para suscitar el interés
del lector.

Las partes del trabajo académico

Veamos ahora, sea cual sea el tipo de investigación que se realice, cómo es la estructura de un
trabajo académico. Ya hemos conocido cómo hacer la introducción. Luego, ¿qué viene?

Desarrollo. El cuerpo y la parte más extensa del trabajo académico. Una vez expuestas las ideas
en la introducción, hemos de desarrollarlas y explicarlas.

Conclusiones. Lanzada e introducida la hipótesis y desarrollada la investigación, toca demostrar a


qué conclusiones se han llegado y por qué de dichas conclusiones.

Referencias. A continuación, se exponen todas las referencias bibliográficas que se han usado
para el desarrollo de los trabajos académicos.

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