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Ahora bien, eso tiende a ser muy vergonzoso para el ateo. El filósofo ateo
Quentin Smith escribió,
El cristiano teísta no confronta ninguna dificultad como esa, ya que la teoría del
big bag solamente confirma lo que él siempre creyó: que en el principio Dios
creó el universo. Ahora, yo les pregunto: ¿qué es más plausible: de que el
cristiano teísta tenga razón o de que el universo saltó a existir sin ser causado,
de la nada?
La respuesta es que las probabilidades de que el universo sea uno que permita
la vida son tan infinitésimas hasta el punto de ser incomprensibles e
incalculables. Por ejemplo, un cambio en la fuerza de gravedad o de la fuerza
débil atómica por tan sólo una parte de 10100 hubiese impedido un universo
que permita vida. La constante cosmológica llamada “lambda”, la cual conduce
la inflación del universo y que es responsable por la aceleración que
recientemente se descubrió de la expansión del universo, está
inexplicablemente bien ajustada a más o menos una parte en 10120. El físico
de la Universidad de Oxford, Roger Penrose, calcula que la probabilidad de la
condición especial de baja entropía de nuestro universo, de la cual depende
nuestra vida, habiendo surgido simplemente al azar es por lo menos tan
pequeña como aproximadamente una parte de 1010 (123). Penrose comenta,
“ni siquiera me puedo recordar haber visto otra cosa en la física cuya precisión
se conozca acercarse, inclusive remotamente, a una figura como una parte en
1010(123)”. Hay constantes o cantidades múltiples que deben estar bien
ajustadas en esta manera si el universo ha de ser uno que permita vida. Y no
es sólo que cada cantidad debe estar exquisitamente bien ajustada, sus
proporciones una a la otra también deben estar bien ajustadas. De modo que la
improbabilidad es multiplicada por improbabilidad por improbabilidad hasta que
nuestras mentes se enredan en números incomprensibles.
No existe ninguna razón física del porqué esas constantes y cantidades deban
poseer los valores que poseen. El otrora físico agnóstico Paul Davies comenta,
“Mediante mi trabajo científico he venido a creer con más y más fuerza que el
universo está configurado con un ingenio tan asombroso que no puedo
aceptarlo meramente como un hecho bruto”. De igual manera, Fred Hoyle
observa, “Una interpretación de sentido común de los hechos sugiere que un
súper intelecto ha jugueteado con la física”. Robert Jastrow, el exdirector del
Instituto Goddard para los Estudios Espaciales de la NASA, le llamó a esta la
evidencia más poderosa a favor de la existencia de Dios aun viniendo de la
ciencia.
La visión que los teístas cristianos siempre han sostenido (de que hay un
diseñador inteligente del universo) parece tener mucho más sentido que la
visión atea de que el universo, cuando surgió a la existencia de la nada sin ser
causado, simplemente está bien afinado al azar a una precisión incompresible
para la existencia de la vida inteligente.
La moralidad no es una adaptación biológica menos que [lo son] las manos, los
pies y los dientes. Considerada como un conjunto de afirmaciones
racionalmente justificables acerca de una cosa objetiva, la ética es ilusoria.
Aprecio que cuando alguien dice, ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo,’ esa
persona cree que se está refiriendo, sobre todo, a él mismo. Sin embargo, esa
referencia verdaderamente no tiene fundamento. La moralidad sólo es una
ayuda para la supervivencia y la reproducción, y cualquier significado más
profundo es ilusorio.
El gran ateo del siglo XIX, Friedrich Nietzche, quien proclamó la muerte de
Dios, entendía que la muerte de Dios significaba la destrucción de todo
significado y valor en la vida.
Pero aquí debemos tener mucho cuidado. La pregunta no es: “¿debemos creer
en Dios para vivir una vida moral?” No estoy afirmando que debemos.
Tampoco la pregunta es: “¿Podemos reconocer o admitir los valores morales
objetivos sin creer en Dios?” Pienso que sí podemos.
Más bien, la pregunta es: “Si Dios no existe, ¿existen los valores morales
objetivos?” Al igual que Ruse, no veo ninguna razón para pensar que a falta de
Dios, la moralidad de manada evolucionada por los homo sapiens sea objetiva.
Después de todo, si no hay Dios, ¿qué tienen de tan especial los seres
humanos? Son simplemente subproductos accidentales de la naturaleza que
han evolucionado relativamente hace poco tiempo en una infinitesimal mota de
polvo, perdidos en algún lugar en un universo hostil y sin sentido, y que están
condenados a perecer individual y colectivamente en un período de tiempo
relativamente corto. En la visión atea, alguna acción (por ejemplo, la violación)
no pudiera ser socialmente ventajosa y de esa manera en el transcurso del
desarrollo humano se ha convertido en un tabú. Sin embargo, eso no hace
absolutamente nada para probar que la violación sea algo realmente malo. En
la visión atea, no hay nada realmente malo con que uno viole a alguien. Por lo
tanto, sin Dios no hay un bien o mal absoluto que se imponga en nuestra
conciencia.
Estos son sólo partes de la evidencia de que Dios existe. El prominente filósofo
Alvin Plantinga expuso más o menos dos docenas de argumentos a favor de la
existencia de Dios. La fuerza cumulativa de esos argumentos hace que sea
probable la existencia de Dios.
Pero eso nos lleva al problema emocional del mal. Pienso que la mayoría de
las personas que rechazan a Dos por la existencia del mal en el mundo
realmente no lo hacen por dificultades intelectuales, sino que lo hacen por
problemas emocionales. A ellos simplemente no les gusta un Dios que permita
que ellos u otros sufran y, por lo tanto, no quieren nada que ver con Él. El
ateísmo de ellos simplemente es un ateísmo de rechazo. ¿Tiene la fe cristiana
algo que decirles a esas personas?
¡Claro que sí! Pues el cristianismo nos dice que Dios no es un Creador distante
ni un ser impersonal, sino que nos dice que Él es un Padre amoroso que
participa en nuestros sufrimientos y dolores con nosotros. El profesor Plantinga
escribió,
Pueden ver que Jesús soportó un sufrimiento que va más allá de toda
compresión: Él llevó el castigo por los pecados del mundo entero. Ninguno de
nosotros se puede imaginar ese sufrimiento. A pesar de que era inocente, Él
tomó sobre sí de manera voluntaria el castigo que merecíamos. ¿y por qué?
Porque Él nos ama. ¿Cómo podemos rechazar a Él, quien dejó todo por
nosotros?
1Cro.21:1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese
censo de Israel.
Si usted lee ambos pasajes, comprobará que se trata del mismo evento, sin
embargo, aquí nos encontramos frente a un tremendo problema: ¿Quién en
realidad fue el responsable de este censo? Por un lado dice que fue Dios, y por
el otro que fue Satanás. Los que dan favor a Satanás, dirán que en realidad fue
Dios quién estuvo detrás de todo esto, permitiendo a Satanás para que
actuara, ya que él nunca haría algo malo o perjudicial en contra de su pueblo.
Suena razonable, pero ¿qué diríamos ante este otro versículo? He aquí que yo
hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta
para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir (Isa. 54:16). "Yo he
creado al destruidor para destruir", no significa que Dios haya creado un
personaje con esta característica, sino que aun la maldad está bajo su
soberano dominio. El problema nuestro es que durante toda la vida hemos
procesado una información de carácter "dualista", es decir, hemos entendido
que existe un lugar llamado cielo y otro opuesto llamado infierno; que existe el
bien y existe el mal; el negro y el blanco; la luz y las tinieblas; Dios y Satanás.
Todo lo racionalizamos bajo este concepto, romper esta norma es casi
inconcebible.
¿Satanás en el huerto del Edén?
Salmos 58:1-4
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios,las blasfemias.
El problema, según yo veo, radica principalmente en la forma de interpretar
el texto bíblico, atribuyéndole a pasajes escritos metafóricamente, un carácter
netamente literal. Además, se debe sumar la persuasiva influencia religiosa, la
que en un sentido actúa como un filtro controlador, a través del cual pasa todo
el criterio teológico con que debe analizarse o interpretarse el contenido de la
Biblia. Es más, creo que el término Satanás o diablo, fue introducido
intencionalmente en el texto, por quienes tradujeron las primeras versiones de
la Biblia, justamente para que se entendiera lo que ellos, de antemano, ya
habían definido como doctrina de la Iglesia.
Otro elemento que no va acorde con la idea de que un ser sobrenatural
diabólico estuviese detrás de todo esto, es la clase de sentencia o castigo que
la serpiente recibió de parte de Dios. "Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por
cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los
animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días
de tu vida" (v.14). ¿Ha visto usted alguna vez a una serpiente comer polvo?
¿Verdad que no? Las serpientes son carnívoras y se alimentan principalmente
de roedores, lo cual significa, que la narración es simbólica. Comer el polvo
implica un arduo y sacrificado trabajo: "con dolor comerás de ella todos los días
de tu vida" (v.17).
Satanás en el libro de Job
Éste es el libro favorito para usar en favor de la existencia de Satanás. Sin
embargo, nuevamente aquí se cae en el mismo error de interpretación de
siempre. Para todos los que han realizado estudios bíblicos, incluso aquellos
que tienen una mínima noción o base en las Escrituras, entienden que el libro
de Job, de muy dudosa autoría por lo demás, pertenece al grupo de los libros
"sapienciales" o poéticos de la Biblia. Esto quiere decir entonces que el estilo
literario usado en el libro, no puede interpretarse literalmente, aun cuando el
mensaje transmite la idea de un enemigo cercano a Job, quién habría sido, en
algún sentido, el instigador de todas las calamidades del personaje central de
la historia. Veamos algunos detalles importantes del libro.
Este es el único libro de la Biblia que nada dice sobre el pueblo judío, ni
sobre su ley, ni nada relacionado con Israel, lo cual significa que fue escrito
mucho antes que éstos existieran como nación. Al parecer éste sería el libro
más antiguo de toda la Biblia. (La tradición y el Talmud atribuyen su autoría a
Moisés).
El relato del capítulo uno dice: Un día vinieron a presentarse delante de
Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás (v.6). Primero,
no dice en dónde fue esa reunión, sin embargo, por la misma Palabra
entendemos que no pudo ser en el cielo, porque antes de Cristo, nadie había
subido al cielo (Jn.3:13). Segundo, los hijos de Dios no podían haber sido
ángeles, como algunos interpretes han sugerido, sino simplemente seres
humanos que conocían a Job, y quienes habrían venido a rendir culto a
Jehová: eso significa en la Biblia "venir o presentarse delante de Jehová"[2]
Es muy significativo descubrir que la preposición "entre", no solo significa
"en medio de", sino además, "interior", lo cual nos da una mejor comprensión
de la frase. En lugar de decir: entre los cuales vino también Satanás, se podría
decir: "dentro de los cuales vino también Satanás". No olvidemos que Job se
trata de un libro poético y, por lo tanto, su contenido está escrito
alegóricamente. La historia es posible que no haya existido literalmente, sin
embargo, la idea que pretende transmitir el autor con este lenguaje figurado, es
que aun los hombres más piadosos sostienen fuertes luchas internas, y que "el
satanás", que significa: adversario, engañador, acusador y enemigo, es su
propia naturaleza carnal que lo lleva a estar siempre en conflicto consigo
mismo y con Dios. La historia de Job, nos enseña que a pesar de la fuerte
lucha que un creyente pueda experimentar, ya sea en su propia mente o por la
gente que le rodea, será su fe, su confianza en Dios, lo que le dará finalmente
la victoria. No nos debe extrañar que Satanás, es decir, ese espíritu de
adversario y de acusador, haya venido dentro de los hijos de Dios. ¿Recuerda
cuando Jesús reprendió a Pedro diciéndole: "¡Quítate de delante de mí,
Satanás"!? No era que Pedro en ese momento estaba siendo utilizado por
Satanás, sino simplemente fue su actitud o reacción opositora a los planes
divinos que Jesús reprendió (Mt.16:23).
Por último, al parecer el termino Satán, representaría para los hebreos en el
Antiguo testamento, a un ángel que cumpliría la función de un fiscal acusador
delante de un tribunal, el cual sería Dios. Hay varios pasajes bíblicos que
avalan esta idea, pero bajo ningún aspecto se trataría de un ángel malo, sino
simplemente de un ángel ministro de Dios.
Satanás en el libro de Zacarías
Aparte del ángel acusador que vino con los hijos de Dios delante de Jehová
en la historia de Job, existe otro pasaje en donde este ángel cumple con esta
misma función de acusar, se trata de Zacarías 3:1: "Me mostró al sumo
sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba
a su mano derecha para acusarle". En este pasaje, como en el de Job, el
Satán, no está para castigar a nadie, solamente acusar. Si usted lee bien el
primer capítulo de Job, notará que nunca Satanás toma la iniciativa en la
conversación, sino Dios. Es Dios quien pregunta y toma las decisiones;
Satanás se ve totalmente atado e inhabilitado a la voluntad de Dios. Satanás
pide a Dios que extienda su mano contra Job (v.11), Dios autoriza a Satanás a
que le quite todo (v.12). Siendo Job tan creyente y piadoso como era, ¿no
sabría él de la existencia de un ser espiritual malo llamado Satanás, y de quien
él debería cuidarse? Claro que hubiera sabido, si es que este personaje
hubiese existido realmente. Sin embargo, encontramos en toda la historia de
Job, que él nunca atribuyó su mal a otro que no fuera Dios mismo, y no
culpándolo, sino reconociendo que Dios era soberano, y hacía lo que a él le
placía hacer.
12¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13Tú que decías en tu corazón: Subiré
al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el
monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
14sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
15Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
16Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste
aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;
17que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus
presos nunca abrió la cárcel?
18Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en
su morada;
19pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido
de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura;
como cuerpo muerto hollado.
20No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra,
mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los
malignos.
Éste es el primero de una serie de oráculos o profecías que se pronuncian
en el libro de Isaías acerca del fin de las potencias mundiales de aquellos días
y de las naciones que circundaban a Israel. Isaías no es el único que pronuncia
esta clase de sentencias o juicios, también lo hace Jeremías y Josué, como
veremos más adelante. En realidad, la profecía sobre Babilonia comienza en el
capítulo 13 y concluye en el verso 23 del capítulo 14. Si uno lee con una mente
sana, me explico, con una mente no contaminada con la idea preconcebida de
un ángel caído, puede percibir muy claramente que la profecía en sí, en ningún
momento alude a un ser sobrenatural, sino que exclusivamente está referida al
rey de Babilonia (v.4). El interprete común tiende a impresionarse muy
fácilmente por el estilo literario del oráculo, llevándolo finalmente a confundirse
en su tarea de interpretarlo. Expresiones como las que leemos en el verso 12,
llenas de dramatismo y poesía, son muy propias del idioma hebreo, y las
encontramos por doquier en la Biblia: ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de
la mañana! Este es el único versículo, en toda la Biblia, en donde pareciera que
se estuviera hablando de un ángel que fue expulsado del cielo, y es justamente
de esta metafórica expresión que la Iglesia romana se tomó para sustentar su
doctrina sobre la preexistencia de Satanás como un ángel perfecto. Sin
embargo, al leer detenidamente los versículos 12 y 13 uno puede observar
como que hubiera una especie de contradicción entre las expresiones: "caíste
del cielo" y "subiré al cielo", lo cual hace inmediatamente absurdo suponer que
aquí se esté hablando de un ángel que fue arrojado del cielo, porque para "caer
del cielo", se necesita, primeramente, haber estado allí, pero el verso 13 dice:
"Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de
Dios, levantaré mi trono,..." ¿Por qué se cree que tal rebelión tuvo lugar en el
cielo, donde este "supuesto" ángel perfecto moraba, cuando acá dice tan claro,
que este lucero (Lucifer) decía en su corazón, o sea, maquinaba en su mente,
"subiré al cielo"? La verdad que aquí no existe ninguna "contradicción", lo que
pasa es sencillamente que la palabra "cielo", en este contexto, tiene una
connotación muy diferente a la que conocemos. La expresión: ¡Cómo caíste del
cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! está relacionada directamente con la caída
del rey de Babilonia, y que al parecer, se trataría de Belsasar, nieto de
Nabucodonosor, y quien gobernaba Babilonia en el momento que los medos y
persas invadieron la ciudad.
Caer del cielo implica caer de la posición más alta a la que un hombre
puede llegar, por eso la figura del cielo, pues, para nosotros significa el infinito,
lo máximo; no existe nada que esté por encima del cielo. En cuanto al término
"lucero", no tiene ningún significado espiritual, simplemente es para
complementar la figura del cielo. El lucero es la luz que más brilla en el cielo, el
más sobresaliente. Para Belsasar, el cielo era la figura de su poderío y
grandeza, él se sentía como el lucero del firmamento, el más grande y brillante
entre todas las estrellas; Sin embargo, de allí Dios lo bajó. También podría ser,
considerando que el capítulo 13 declara sentencia sobre la ciudad imperial, que
la profecía señale directamente la caída de Babilonia, y no la caída de un rey.
El libro de Daniel describe la majestuosidad que alcanzó Babilonia bajo el
reinado de Nabucodonosor, cuya gloria y grandeza fue figurada en visión como
un gran árbol cuya copa llegaba hasta el cielo (Dn.4:20 y 22). Es posible que la
expresión ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! esté referida a
esa grandeza alcanzada por Nabucodonosor y que fue traspasada
posteriormente a sus hijos y nietos, quienes continuaron con la dinastía real
hasta que Darío el medo y Ciro el cirio sitiaron Babilonia y la sometieron a
esclavitud.
Es increíble cómo teólogos y exegetas bíblicos (aunque no todos,
afortunadamente) no puedan conciliar el contenido de Isaías 13:1-22 y 14:1-11,
con el resto del oráculo que continúa desde el verso 12 hasta el 23 del capítulo
14. Aquí no hay ningún signo indicativo que señale que a partir del verso 12 la
profecía cambia abruptamente de contexto y da paso a uno nuevo, revelar el
origen de Satanás. Los defensores de esta posición, no pudiendo ignorar el
indiscutible destino y cumplimiento que tuvo la profecía, han tenido que recurrir
a su inventada ley de la doble referencia, para concluir, que aunque en verdad
la profecía fue dirigida originalmente al rey de Babilonia, no obstante, a partir
del verso 12 del capítulo 14 la profecía toma un doble significado, y comienza a
revelar el origen de Satanás, cuando aún era Lucifer (estrella de la mañana), y
cómo cayó de esa elevada posición en el cielo, considerando, además, las
propias palabras de Jesús en Lucas 10:18 cuando dijo:
"el que hería a los pueblos con furor, con llaga permanente, el que se
enseñoreaba de las naciones con ira, y las perseguía con crueldad" (v.6).
Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas Aun los cipreses
se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú
pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. El Seol abajo se espantó de
ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus
sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. Todos
ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y
llegaste a ser como nosotros? (vv.7-10).
No puede haber ninguna duda que la descripción en estos versos aluden a
un hombre de carne y huesos, a un ser humano semejante a nosotros; aunque
con mucho poder y autoridad, pero finalmente un hombre, el rey de Babilonia.
"Cómo caíste del cielo", se refiere precisamente a la forma en que terminó su
imperio y poderío; aquel que debilitaba las naciones fue derribado hasta ser
reducido a nada (cortado fuiste por tierra).
El capítulo 13 revela el nombre de cuál sería el pueblo que usaría Dios
para derribar a este monarca: He aquí que yo despierto contra ellos a los
medos, que no se ocuparán de la plata, ni codiciarán oro (v.17). Daniel 5:30 y
31 dice sobre el fin del imperio babilónico: La misma noche fue muerto
Belsasar rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta
y dos años.
Si volvemos a Isaías 13 leemos como quedó Babilonia después que los
medos la invadieron: "Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la
grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó
Dios" (v.19). Es muy evidente que la descripción de este pasaje corresponde
única y exclusivamente a Belsasar, último rey de Babilonia. Cortado fuiste por
tierra, significa su exterminio total, su muerte. El verso 11 dice: Descendió al
Seol (sepulcro) tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y
gusanos te cubrirán. Si este pasaje aludiera a Satanás, ¿Por qué dice la
profecía que su soberbia descendió al sepulcro? Sencillamente porque no está
hablando de un ser espiritual ni de un ángel caído. Los espíritus no pueden
morir, ni mucho menos pueden quedar encerrados en un sepulcro; aquí
simplemente se está hablando de una persona. Los versos 16 y 17 confirman
aun más esta tesis: Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán,
diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los
reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a
sus presos nunca abrió la cárcel?
Pretender ver en esta profecía de Isaías 14 una alusión a Satanás, me
parece que solo es posible cuando se tiene una mente totalmente impregnada
de una filosofía "dualista", que es la que lamentablemente posee el cristianismo
actual. El pasaje es muy claro y preciso en su descripción, obviamente,
entendiendo el estilo literario de la lengua hebrea de la época. Revisemos
nuevamente los versículos 16 y 17.
12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho
Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y
acabado de hermosura.
13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu
vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro,
carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron
preparados para ti en el día de tu creación.
14Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que
se halló en ti maldad.
16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y
pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las
piedras del fuego, oh querubín protector.
17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré
para que miren en ti.
18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrata-ciones
profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te
consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te
miran.
19Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán so-bre ti;
espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
Ezequiel 28 e Isaías 14, son los pasajes favoritos para quienes promueven
la falsa doctrina sobre el origen de Satanás, y digo falsa, porque
definitivamente ésta no tiene lugar en las Sagradas Escrituras, sino que
obedece a suposiciones fundadas sobre leyendas mitológicas, que describían
el origen de muchas de las deidades de los pueblos antiguos. Leyendas que la
religión consideró interesantes, como punto de referencia, para encontrar en la
Biblia algo que insinuara, como en la mitología, el origen del dios antagónico al
Ser supremo, es decir, cómo fue que nació Satanás.
¿Qué significa en realidad el pasaje que acabamos de leer? Si uno lee con
entendimiento, aplicando sentido común a la lectura y considerando
responsablemente la gramática en el texto, debe concluir que el oráculo de
Ezequiel 28 tiene un destinatario definido, el rey de Tiro: Hijo de hombre,
levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú
eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura
(v.12). No existe ninguna palabra o signo, en todo el pasaje, que insinué que la
profecía podría tener siquiera una doble referencia. Si usted observa bien, es a
partir de los primeros versículos de Ezequiel 28 que se está afirmando a quien
va dirigida la sentencia, y además, las razones por las qué Dios ha
determinado semejante castigo para este monarca: Hijo de hombre, di al
príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu
corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio
de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como
corazón de Dios (v.2). Si este versículo, como la totalidad del pasaje, estuviera
referido al origen de Satanás, ¿cómo podría explicarse el hecho de que se
haga tantas veces referencia a un ser humano como el que está recibiendo la
sentencia? Observe:
Ez. 36:35 Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del
Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están
fortificadas y habitadas.
Ezequiel recurre al lenguaje figurado para describir características
importantes del rey de Tiro, algo muy usual en la profecía. Generalmente tales
características estaban relacionadas con la cultura, leyendas e, incluso, con la
geografía del lugar citado por el profeta.
Al igual que en la profecía de Isaías 14, en donde pudimos observar muy
claramente, la sentencia apunta en primer lugar a la ciudad y luego a su rey,
por lo tanto, podemos decir que la profecía de Ezequiel 28 comienza en el
capítulo 26 con la sentencia de la caída de Tiro a manos del rey de Babilonia
(v.7).
Es más que obvio que el oráculo va dirigido a un rey, quien era muy
conocido por los reyes del antiguo oriente, y además, por su estrecha relación
que mantuvo por años con el pueblo de Dios y sus más importantes
gobernantes como David y Salomón. Debe saber usted que fue el rey de Tiro
quien suministró gran parte de los materiales, como madera de cedro y ciprés,
además de mucho oro, para la construcción, tanto para la casa de David como
finalmente para el templo[3].
A continuación, me gustaría que leyera el pasaje de Ezequiel 28 en una
versión diferente: Traducción en Lenguaje Actualizado (TLA), y luego
compárelo con la versión tradicional Reina-Valera 60. Haciendo este ejercicio,
se puede concluir, más categóricamente, que la profecía de Ezequiel 28 no
tiene ninguna doble referencia, sino, únicamente, la que estuvo en la mente
del profeta en el momento de pronunciarla.
Esta hipótesis indica que Dios tiene dos lados opuestos a sí mismo, debido en
parte a su omnipotencia. Siendo el primer lado uno divino y lleno de claridad, y
el segundo uno oscuro y lleno de sombras. Si algún mortal viera el lado claro
de Dios moriría debido al poder que irradia.
Según esta hipótesis, Dios usaba su lado oscuro para poder comunicarse con
los mortales. Al judaísmo evolucionar, también evolucionaron los dos lados de
Dios. La Sombra se convirtió en la Palabra de Dios, y luego en la Voz, y
finalmente se convirtió en un ser completamente solo, con su propio libre
albedrío. Ahora que el lado oscuro de Dios había sido separado por completo,
comenzó a recibir algunos aspectos familiares: destrucción, traición, tentación,
etc. Esto fue la causa para que el lado oscuro de Dios se convirtiera en lo que
muchos conocen como Satanás. La palabra "Satán" es una versión de la
palabra hebrea Ha-Satan, que significa "adversario".
La condenación eterna
Escogió el mal
1509 Siempre está ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos
durmamos. Sugiere halagos, pone celadas, introduce malos pensamientos y,
para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza con perjuicios.
Todos ahora y cada uno es probado, cada cual a su modo (SAN AGusTiN,
Sermon 6).
1510 Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra
voluntad, son de poca importancia, comparadas con la guerra implacable que
nos tiene declarada el demonio (SAN JUAN CRISOSTOMO,en Catena
Aurea,vol I, p.374).
1511 Nos dice también San Pedro: Vigilad constantemente, pues el demonio
esta rondando cerca de vosotros como león rugiente ,que busca a quien
devorar. Y el mismo Jesucristo nos dice: Orad sin cesar, para que no caigáis en
la tentación: es decir, que el demonio nos acecha en todas partes. De manera
que es preciso contar con que, en cualquier parte o en cualquier estado que
nos hallemos, nos acompañará la tentación (SANTO CURA DE ARS, Sermon
sobre las tentaciones).
La tentación
1513 Como general competente que asedia un fortín, estudia el demonio los
puntos flacos del hombre a quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte más
débil (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, 1. c., p. 162).
l514 Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual y sus despojos
los hombres engañados por él (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 30).
1515 Dos pasos del diablo: primero engaña, y después de engañar intenta
retener en el pecado cometido (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, 1. c. ,
p. 163).
1516 Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus
servidores de un modo individual. Pero su escala, naturalmente, es diferente: el
demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mí todos los reinos del mundo.
Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula
que el comprador tomará. Supongo que pensará, con bastante razón, que la
mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y
una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus
condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda
especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en
señalarnos a vosotros y a mí cómo podemos conseguir aquello que queremos
si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si
aceptamos ser infieles a nuestra lealtad catolica (R. A.KNOX, Sermones
pastorales, P. 79).
1517 El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que
lo han consumado (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.
345).
1518 Suponed, por ejemplo, que sobre las calles de una populosa ciudad
cayera de repente la oscuridad; podéis imaginar, sin que yo os lo cuente, el
ruido y el clamor que se produciría. Transeúntes, carruajes, coches, caballos,
todos se hallarían mezclados. Asi es el estado del mundo. El espíritu maligno
que actúa sobre los hijos de la incredulidad, el dios de este mundo, como dice
S. Pablo, ha cegado los ojos de los que no creen, y he aquí que se hallan
forzados a reñir y discutir porque han perdido su camino; y disputan unos con
otros, diciendo uno esto y otro aquello, porque no ven (CARD.J. H. NEWMAN,
Sermon para el Domingo II de Cuaresma. Mundo y pecado).
1519 El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la
impureza, a otros inflama con la avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a
otros los separa por medio de la ira, a este le estimula con la envidia, al otro le
incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un
rebaño y las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por
medio de las tentaciones (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los
Evang.).
1520 Siendo un ángel apostata, no alcanza su poder mas que a seducir y
apartar el espíritu humano para que viole los preceptos de Dios, oscureciendo
poco a poco el corazón de aquellos que tratarían de servirle, con el propósito
de que olviden al verdadero Dios, sirviéndole a el como si fuera Dios. Esto es lo
que descubre su obra desde el principio (SAN IRENEO, Trat. contra las
herejias, 5).
En la hora de la muerte
1522 Debemos procurar pensar con santo temor cuan furioso y terrible se
presentará el demonio en el día de nuestra muerte, buscando en nosotros sus
obras; cuando vemos que se presentó a Dios al morir en su carne, y buscó
alguna de sus obras en Aquel en quien nada pudo encontrar (SAN GREGORIO
MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang.).
1523 Alguien podría quizá preguntar: ¿como se explica que el diablo utilice las
citas de la Sagrada Escritura?
¿Que no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con
testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE
DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).
1524 Después (de cometido el mal) el diablo exageró de tal manera su tristeza
que llego a perder al desgraciado. Algo semejante pasó en Judas, pues
después que se arrepintió no supo contener su corazón, sino que se dejó llevar
por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdió (ORIGENES, en Catena
Aurea, vol. III, p. 346).
1525 De la misma manera que la nave (una vez roto el timón) es llevada a
donde quiere la tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de
la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el
demonio (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.
1526 Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y
cuando le ha inducido a un segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero
(ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).
"No tiene tanto poder para vencernos como para tentarnos". Incluso tiene
limitado el poder de tentar
1528 El diablo tiene un cierto poder; sin embargo, las más de las veces quiere
hacer daño y no puede porque este poder esta bajo otro poder [...], ya que
Quien da facultad al tentador, da también su misericordia al que es tentado. Ha
limitado al diablo los permisos de tentar (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermon dde
la Montafla, 2).
1529 El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón
confían en El. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos (PASTOR DE
HERMAS, Epilogo sobre los Mandamientos, 2).
Inclusive los mismos pensamientos que ellos nos sugieren, la acogida que les
damos, la reacción que causan en nosotros, todo esto no lo conocen por la
misma esencia del alma, antes bien, por los movimientos y manifestaciones del
hombre exterior (CASIANO, Colaciones, 7).
1532 Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso
diario del agua bendita.—Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro,
esta de la Santa de Ávila: "De ninguna cosa huyen mas los demonios, para no
tornar, que del agua bendita" (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 5t2).
1533 Dios nos envía amigos, ora sea un santo, ora un angel, para consolarnos
[...]; nos hace sentir con mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de
fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los sacramentos, no es un
santo o un ángel, es El mismo quien viene revestido de todo su poder para
aniquilar a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazón, se
precipita a los abismos; aquí tenéis, pues, la razón o motivo por el cual el
demonio pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que los
profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio
pierde todo su poder sobre ella (SANTO CURA DE ARS, Sermon sobre la
perseverancia)
1534 (Mas libranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando
hemos pedido su protección contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya
podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que el demonio y el
mundo pueden hacer. ¿Que miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a
Dios por defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. II, pp. 371-372).
1535 Ningun poder humano puede ser comparado con el suyo y solo el poder
divino lo puede vencer y tan solo la luz divina puede desenmascarar sus
artimañas. El alma que hubiera de vencer la fuerza del demonio no lo podrá
conseguir sin oración ni podra entender sus engaños sin mortificación y sin
humildad (SAN JUAN DE LA CRUz, Cantico espiritual, 3, 9).
1538 Refiérese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo
sembrado de lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los
hombres en pecado. Quedó de ello tan sorprendido que su cuerpo temblaba
como la hoja de un árbol, y dirigiéndose a Dios le dijo: "Señor, ¿quien podrá
escapar de tantos lazos?" Y oyó una voz que le dijo: "Antonio, el que sea
humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria para que puedan
resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los
orgullosos, los cuales caerán en pecado en cuanto sobrevenga la ocasión. Mas
a las personas humildes el demonio no se atreve a atacarlas" (SANTO CURA
DE ARS, Sermon sobre la humildad).
La ayuda de la Virgen
1541 ¡Que cosas nos dicen los santos de Maria! "¡Quién volvió a su casa sin
alegría ni gozo, despues de haber pedido a María, la Madre del Señor, lo que
deseaba? (SAN AMADEO, Homilías).
1542 Así como Eva fue seducida por un ángel para que se alejara de Dios,
desobedeciendo su palabra, así María fue notificada por otro ángel de que
llevaría a Dios en su seno, si obedecía su palabra. Y como aquella fue inducida
a no obedecer a Dios, así ésta fue persuadida a obedecerlo, y de esta manera
la Virgen María se convirtió en abogada de la virgen Eva (SAN IRENEO, Trat.
contra las herejias, 5).
1543 En todo peligro puedes alcanzar la salvación de esta Virgen gloriosa; por
eso se dice: Mil escudos—mil remedios contra los peligros—cuelgan de ella
(Cant 4, 4). Igualmente, para cualquier obra virtuosa puedes invocarla en tu
ayuda; por eso dice Ella misma: En mí esta toda esperanza de vida y de virtud
(Eclo 24, 25) (SANTO TOMAS, Sobre el Avemaria, 1. c., p. 182).
Demonio.- "Nadie conoce los lazos en que está preso, ni los que el demonio le
prepara: nosotros somos semejantes a las gentes entregadas al vino, que no
perciben los cordeles con que los van a atar, ni sienten cuando los atan. (s.
Efren., -de morb.ing.- sent. 9, Tric. T. 3, p.78.)"
"Dios clama por sus Profetas, por sus Apóstoles y Evangelistas, y pocos oyen
su voz; el diablo llama a los hombres por medio de los bailes, canciones y
músicas, y junta una infinidad de gentes. (S. Efren., -Cont. neg. resurrec.- sent.
16, Tric. T. 3, p. 80.)"
"Veía yo a Satanás que caía del cielo como un rayo: no temamos, pues, a un
enemigo tan débil que tiene que caer. Le dio el Señor libertad para tentar; pero
no le concedió facultad para derribar, si el afecto, por no invocar el auxilio, no
se resbala con facilidad. (S. Ambrosio, lib. de Parad., c. 2, sent. 2, adic. Tric. T.
4, p. 393.)"
"En toda la figura de este mundo que pasa, y por medio de los ojos, da deleite
al corazón, tiene el demonio tendidas las redes; en su hermosura está el lazo y
la espada de la muerte. (S. Paulino, Ep. 2, ad Sever., sent. 3, adic. Tric. T. 5, p.
360.)"
"El demonio se esfuerza contra vosotros con mayor rabia cuando ve que
procuramos arreglar nuestra vida; y cuando advierte que hemos trabajado en
llenar el navío de nuestro corazón con más preciosos tesoros de gracias, hace
todo cuanto puede para cansamos un naufragio mortal. (S. Juan Crisóst., sent.
1, Homil. 1, ad popul. Antioch., Tric. T. 6, p. 300.)"
"Entre tanto que el demonio nos combatiere sólo por fuera, seremos bastante
fuertes para resistirle; pero si le abrimos una vez la puerta de nuestra alma y
dejamos entrar este peligroso enemigo, sabed que ya no tendremos fuerzas
para defendernos. (S. Juan Crisóst., Sern. de pec. non evulg., n. 4, sent. 224,
Trie. T. 6, p. 345.)"
" ¡Qué astuto es el diablo! Como sabe que en la oración alcanzamos de Dios
grandes gracias, se esfuerza cuanto puede para apartar las almas imprudentes
de un ejercicio tan útil. (S. Juan Crisóst., Sen-n. de Canan., n. 10, sent. 247,
Tric. T. 6, p. 350.)"
"Aunque el demonio es el que nos inspira el amor carnal, con todo eso, de
nosotros mismos viene; porque proviene de las compañías, de las lisonjas y de
la ociosidad. A la verdad, que tiene tanta fuerza la costumbre, que impone
como una necesidad a la naturaleza.
Si la costumbre tiene eficacia para producir el amor malo, no tiene menos para
extinguirlo, y así hemos visto que muchos han dejado de amar, porque han
cesado de ver. (S. Juan Crisóst., Homi. 5, c. 5, ad Corinth., sent. 335, Tric. T. 6,
p. 373.)"
"Así como los que cantan los Salmos están llenos del Espíritu Santo, así los
que cantan canciones disolutas y diabólicas están llenos del espíritu inmundo.
(S. Juan Crisóst., Hom]. 19, sent. 346, Tric. T. 6, p. 376.)"
"El que siempre tiene el infierno delante, no caerá en él: como al contrario, no
le evitará el que le desprecia. (S. Juan Crisóst., Homl. 2, in e. 1, ad Tesal., sent.
365, Tric. T. 6, p. 379.)"
"Dios no permite que el demonio tiente a los fieles, sino en lo preciso para su
adelantamiento espiritual. (S. Agust., Saim. 63, sent. 98, Tric. T. 7, p. 4o3.)"
"El diablo sólo persigue a los buenos y no a los malos, porque estos son sus
amigos y hacen siempre su voluntad. (S. Cesáreo de Arnés, Serm. 10, sent. 2,
Tric. T. 9, p. 44.)"
"Acuérdate, infeliz, que vas caminando entre los lazos del demonio; los cuales,
pro todas partes nacen debajo de tus pies: despierta temiendo que tu sueño te
precipite en la sombra de una funesta muerte. Desengáñate de la ilusión de
una vida larga sobre la tierra, no sea que este error te mantenga en el estado
de la culpa y te tenga por más tiempo encerrado en los hábitos perniciosos.
Ruega sin cesar a Jesucristo, tu Salvador, que haga que todas las aficiones de
tu corazón lleven los frutos de una tierra excelente, y que toda tu vida sea como
una fecunda vid, cuyo fruto merezca ser ofrecido a Dios, y que la reciba su
Divina Majestad con complacencia. (S. Anselmo, Exhort., ad Contempt.
temporal., sent. 2, Tric. T. 9, p. 338.)"
"Más atrevido es el enemigo para envestir por la espalda, que para resistir cara
a cara. (S. Bern., Ep. 11, n. 12, sent. 36, Tric. T. 10, p. 324.)"
"No hay seguridad para el que duerme cerca de una serpiente. (S. Berna., Ep.
241, sent. 60, Trie. T. 10, p. 325.)"
"El que rehusa seguir los preceptos, favorece al tentador. (S. Bern., Serm. 77,
in Cant., sent. 133, Tric. T. 10, p. 330.)"
"Es cambio infeliz y de la mayor locura, por huir del trabajo humano, escoger
con el demonio los ardores eternos. (S. Bern., Tract.de Cont. mund., ad Cler.,
n. 27,ent. 167, tric. T. 10, p. 332.)"
"Nadie conoce los lazos en que está preso, ni los que el demonio le prepara:
nosotros somos semejantes a las gentes entregadas al vino, que no perciben
los cordeles con que los van a atar, ni sienten cuando los atan. (s. Efren., de
morb. ling.- sent. 9, Tric. T. 3, p. 78.)"
"Dios clama por sus Profetas, por sus Apóstoles y Evangelistas, y pocos oyen
su voz; el diablo llama a los hombres por medio de los bailes, canciones y
músicas, y junta una infinidad de gentes. (S. Efren., -Cont. neg. resurrec.- sent.
16, Tric. T. 3, p. 80.)"
"Veía yo a Satanás que caía del cielo como un rayo: no temamos, pues, a un
enemigo tan débil que tiene que caer. Le dio el Señor libertad para tentar; pero
no le concedió facultad para derribar, si el afecto, por no invocar el auxilio, no
se resbala con facilidad. (S. Ambrosio, lib. de Parad., c. 2, sent. 2, adic. Tric. T.
4, p. 393.)"
"En toda la figura de este mundo que pasa, y por medio de los ojos, da deleite
al corazón, tiene el demonio tendidas las redes; en su hermosura esta el lazo y
la espada de la muerte. (S. Paulino, Ep. 2, ad Sever., sent. 3, adic. Tric. T. 5, p.
360.)"
"El demonio se esfuerza contra vosotros con mayor rabia cuando ve que
procuramos arreglar nuestra vida; y cuando advierte que hemos trabajado en
llenar el navio de nuestro corazón con mas preciosos tesoros de gracias, hace
todo cuanto puede para cansarnos un naufragio mortal. (S. Juan Crisóst., sent.
1, Homil. 1, ad popul. Antioch., Tric. T. 6, p. 300.)"
"Entre tanto que el demonio nos combatiere sólo por fuera, seremos bastante
fuertes para resistirle; pero si le abrimos una vez. la puerta de nuestra alma y
dejamos entrar este peligroso enemigo, sabed que ya no tendremos fuerzas
para defendernos. (S. Juan Crisóst., Sern. de pec. non evulg., n. 4, sent. 224,
Tric. T. 6, p. 345.)"
"Aunque el demonio es el que nos inspira el amor carnal, con todo eso, de
nosotros mismos viene; porque proviene de las compañías, de las lisonjas y de
la ociosidad. A la verdad, que tiene tanta fuerza la costumbre, que impone
como una necesidad a la naturaleza. Si la costumbre tiene eficacia para
producir el amor malo, no tiene menos para extinguirlo, y así hemos visto que
muchos han dejado de amar, porque han cesado de ver. (S. Juan Crisóst.,
Homl. 5, c. 5, ad Corinth., sent. 335, Tric. T. 6, p. 373.)"
"Así como los que cantan los Salmos están llenos del Espíritu Santo, así los
que cantan canciones disolutas y diabólicas están llenos del espíritu inmundo.
(S. Juan Crisóst., Homl. 19, sent. 346, Tric. T. 6, p. 376.)"
"El que siempre tiene el infierno delante, no caerá en él: como al contrario, no
le evitará el que le desprecia. (S. Juan Crisóst., Homl. 2, in c. 1, ad Tesal., sent.
365, Tric. T. 6, p. 379.)"
"Dios no permite que el demonio tiente a los fieles, sino en lo preciso para su
adelantamiento espiritual. (S. Agust., Salm. 63, sent. 98, Tric. T. 7, p. 463.)"
"El diablo sólo persigue a los buenos y no a los malos, porque estos son sus
amigos y hacen siempre su voluntad. (S. Cesáreo de Arnés, Scrm. 10, sent. 2,
Tric. T. 9, p. 44.)"
"Acuérdate, infeliz, que vas caminando entre los lazos del demonio; los cuales,
pro todas partes nacen debajo de tus pies: despierta temiendo que tu sueño te
precipite en la sombra de una funesta muerte. Desengáñate de la ilusión de
una vida larga sobre la tierra, no sea que este error le mantenga en el estado
de la culpa y le tenga por más tiempo encerrado en los hábitos perniciosos.
Ruega sin cesar a Jesucristo, tu Salvador, que haga que todas las aficiones de
tu corazón lleven los frutos de una tierra excelente, y que toda tu vida sea como
una fecunda vid, cuyo fruto merezca ser ofrecido a Dios, y que la reciba su
Divina Majestad con complacencia. (S. Anselmo, Exhort., ad Contempt.
temporal., sent. 2, Tric. T. 9, p. 338.)"
"Más atrevido es el enemigo para envestir por la espalda, que para resistir cara
a cara. (S. Bern., Ep. 11, n. 12, sent. 36, Tric. T. 10, p. 324.)"
"No hay seguridad para el que duerme cerca de una serpiente. (S. Berna., Ep.
241, sent. 60, Tric. T. 10, p. 325.)"
"El que rehúsa seguir los preceptos, favorece al tentador. (S. Bern., Serm. 77,
in Cant., sent. 133, Tric. T. 10, p. 330.)"
Es cambio infeliz y de la mayor locura, por huir del trabajo humano, escoger
con el demonio los ardores eternos. (S. Bern., Tract. de Cont. mund., ad Cler.,
n. 27, sent. 167, Tric. T. 10, p. 332.)"
Jerarquias demoníacas
Se clasifican en:
PRIMERA JERARQUÍA
Los más poderosos de los ángeles caídos son los Serafines, Están a las
órdenes de Belcebú, que tienta a los hombres con el orgullo; Leviatán, que es
el líder de los herejes y lleva a los hombres a pecados que repugnan a su fe, y
Asmodeo, príncipe del desenfreno, que arde con el deseo de tentar a los
hombres con el pecado de la lujuria. Por debajo de los Serafines están los
Querubines, encabezados por Balberoth, que agita la sangre para el asesinato
y la blasfemia. Después están los Poderes, al mando de Astaroth, que
promueve la pereza y la ociosidad; Verine, que provoca la impaciencia que
lleva al pecado; Grassil, que quiere ahogar a la humanidad en la inmundicia, y
Sonneillon, que tienta a los hombres al odio contra sus enemigos.
Estos Duques y Archiduques del Infierno apenas tienen algún aspecto humano,
apareciendo en su lugar como perversas mezclas de criaturas: grandes bestias
o dragones, o amenazadoras sombras. Les resulta casi imposible alcanzar la
Tierra, y ejercen su influencia mediante sueños y visiones. Los Satanistas se
ponen en contacto con ellos en busca de su conocimiento y consejo, pero
temen mirar a demonios tan poderosos y por ello lo hacen en la oscurida.
SEGUNDA JERARQUÍA
Estos señores del Infierno son las Dominaciones, encabezadas por Oeillet, que
tienta a la gente para que rompa sus votos, y Rosier, Reina de los Súcubos,
que abre el camino al placer pecaminoso y el amor impuro. Su obra cuenta con
el apoyo de Verrier, Principe de las Soberanías, que susurran palabras de
rebelión contra la autoridad e incita a la gente a rechazar a sus señores. El
último nivel de esta jerarquía es el de las Potestades, al mando de Carreau,
que endurece los corazones de los hombres ante el amor y la fe; y Carnivean,
que hace que la gente ame la obscenidad.
La Segunda Jerarquía es muy activa en la Tierra. Sus príncipes son capaces
en ocasiones de romper sus cadenas y aparecer entre sus siervos. Suelen
asumir formas humanas de gran belleza (en especial Rosier, que aparece
como una hermosa mujer o un hombre muy apuesto). Estos señores del
Infierno son demasiado orgullosos para enzarzarse en vulgares combates y
otros enfrentamientos de poder, y volverán a sus dominios si se les desafia,
lanzando grandes maldiciones contra quien haya osado oponérseles.
TERCERA JERARQUÍA
Las Virtudes están gobernadas por Belias, que lleva a la humanidad a la
arrogancia y los placeres mundanos, distrayendo a los mortales de la virtud con
modas vulgares y enseñando a los niños a ser libertinos y descreidos. Olivier
de los Arcángeles, es el señor de la crueldad, y disfruta abusando de los
pobres y débiles. Por último, los Ángeles Infernales, al mando de Iuvart, son
meros sirvientes y vasallos de los demás señores del Infierno.
La verdadera hueste infernal está compuesta por incontables demonios. Son
los seres convocados al mundo por los satanistas, y los más propensos a
interesarse por los asuntos de la humanidad. Muchos de ellos se muestran
serviles con sus amos del Infierno, pero hay algunos que parecen un tanto
independientes. De acuerdos con los eruditos medievales, hay seis tipos de
demonios con acceso al mundo.
El diablo en la antiguedad
Según los Evangelios, Dios creó el mundo en seis días: la luz, los mares, los
bosques y todos los animales; por último, creó al hombre a su imagen y
semejanza. Como todo el mundo sabe, el séptimo día, descansó.
En principio, los ángeles fueron creados para servir y ayudar a Dios durante la
creación del mundo. Sin embargo, Lucifer, el ángel más poderoso de todos, se
sintió celoso de los hombres, puesto que estos eran los predilectos de Dios, y
ellos unos simples ayudantes. Éste se dio cuenta de que cuando alcanzaran la
perfección, serían incluso los herederos del mundo, y serían incluso más
poderosos que los ángeles. Su envidia y odio hacia los hombres fue creciendo
de tal manera que poco a poco fue separándose de Dios.
Se dice que Lucifer se enamoró de Eva, e incluso que su primer hijo, Caín, fue
fecundado por él, pero esto no deja de ser una leyenda.
Eva desatendió los consejos de Dios y comió el fruto prohibido; Dios los
expulsó del paraíso y desterró a Lucifer y a todos los ángeles caídos al infierno.
Lucifer se convirtió en Satán, el señor del infierno. Desde entonces, los
demonios intentan extinguir a los hombres, y los ángeles se oponen a ellos e
impiden la destrucción del mundo.
Satanismo