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EL ESPEJISMO DE DIOS

MARZO 2016 11-2. Por Mónica María Marín Castro

La existencia de Dios ha supuesto argumentos a favor y en contra, por parte de


filósofos, teólogos y otros pensadores. Entre ellos, el teorista y etólogo británico:
Richard Dawkins. La reflexión sobre Dios plantea cuestiones importantes y
debates entre diferentes posturas. En el extremo positivo se encuentran los teístas
“creyentes”; en el medio, bajo una convicción imparcial “los agnósticos” y en el
extremo contrario los ateos o “no creyentes”.

Según Richard Dawkins, en memoria de Douglas Adams cita: ‘¿No es suficiente


ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también existen hadas en el
fondo de éste?’ En verdad, ¿la imaginación es parte de la realidad o la realidad es
producto de la imaginación? Dos preguntas diametralmente opuestas, complejas
para solucionar. La imaginación es real, pero no de la forma física. Es el poder
creativo para salvarte de cualquier situación; si puedes creerlo, puedes lograrlo.
Por lo tanto el creer se confina a un factor sensorial. En este campo no interviene
la razón, pues esta reduce lo desconocido a lo conocido, restringiendo aquello que
es enigmático.

No puedo decir qué pasa después de la muerte; solo sé que algún día ocurrirá,
pero ¿para qué?, ¿para sobrevivir en el recuerdo de quienes quedan? No, la
muerte es el fin de un comienzo. Se pasa de la confusión momentánea al
descanso eterno. La vida está llena de problemas, dificultades y situaciones que te
alejan de la esencia pura de tu ser, no obstante, si algún vez te preguntaras o si
quiera detallaras, el significado que puede tener todo esto para tu crecimiento,
notarías que entre quejas y lamentaciones se es completamente infeliz.

En efecto, para algunos teístas como yo, no se necesita ver algo para manifestar
el valor intrínseco de un misterio como lo es la vida misma. Se asume la
coexistencia de manera evidente, pues aunque la fe pueda apoyarse en los datos
metódicos y convencionales de la razón, no surge necesariamente de un proceso
demostrativo. Corresponde pensar que las barreras de un saber deben sobrepasar
el mundo material en el que vivimos. Cómo ser egoísta y creer que nosotros “los
humanos” somos los únicos en toda la expansión del universo. Dawkins apoya
aquella idea de que Dios es todo aquello que usted quiere que sea. Así, pues si se
creyera que Dios fuese energía, entonces se hallaría en un pedazo de carbón,
pero qué hay más allá de este espejismo.

No puedo definir con exactitud ¿Qué o quién es Dios?, sin embargo, puedo
expresar que si un ateo tuviera una saludable indepencia de pensamiento,-como
dice tenerlo- no andaría tratando de demostrar que no existe algo en que no cree,
porque sencillamente “esa única materia en el universo que permite conocer la
mente y las emociones del hombre” es aquello que intenta refutar. Y si intenta
refutar algo que existe pormenorizado en la mente de débiles o algo que no existe
a la vez en su ajustada lógica, entonces es eso una traición intelectual.

Dawkins critica a Dios como invento, no como revelación, pero en la misma


revelación admitida, se contradice: “estoy demasiado ocupado con la realidad en
que habito como para ponerme a pensar en aquello que demás pueda existir, pero
de lo cual no tengo evidencia”. Señor Dawkins, Dios no es teoría, Dios es la
práctica de la fe. Si Dios no puede ser probado, esto no significa que no haya
probabilidades que exista. La ciencia se condiciona a parámetros del raciocinio,
pero jamás resolverá asuntos de manera definitiva.

La ciencia junto a la religión, buscan descubrir la vida. La primera, mediante la


observación e investigación objetiva, y la segunda, mediante el desarrollo del
concepto ético de espiritualidad. Por un lado, la ciencia ha recurrido a contenidos y
metodologías para darle explicación a la mayoría de los componentes en el

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espacio-tiempo. Y por otro, la religión ha recurrido a manifestaciones
tradicionalistas no sustentada en pruebas.

Tomando como modelo la religión católica, su historia se parte en dos desde el


nacimiento de un mito llamado Jesús. Se tiene que comprender que Jesús era un
compuesto de diferentes entidades, y el nombre fue escogido años más tarde al
imperio romano, en el Concilio de Nicea, en donde Constantino ordenó a las varias
sectas religiosas juntarse y crear una sola religión para Roma. Una religión
Universal que incorporase todos los aspectos de las varias religiones, para que
todos pudieran aceptarla y subscribirse a ella.

Debido a lo anterior y otras razones, he logrado concluir que la religión es un


artificio desorientado por el que no vale la pena discutir. Mientras los católicos
intentan recuperar glorias pasadas; los evangélicos han hecho de sus cultos un
gran negocio; judíos y musulmanes son el yugo de mujeres y no precisamente
nativas, más bien occidentales. Todo varía en cada vertiente y crianza. Para
algunos es normal porque conviven en cualquiera de estas desde siempre,
entretanto para otros es este un tema inaceptable o indiferente.

Es distinta la forma en que cada persona o colectivo profesa estos seres e intenta
relacionarse con ellos, inclusive hay quienes no conocen Dios alguno. La creencia
en lo sobrenatural, así como las costumbres o representaciones, forma parte de la
cultura. Las leyendas y mitos han servido para transmitir los valores y credos de
los pueblos, pero su importancia radica en que la gente adquiere a través de ellos
un sentido de identidad y módulo grupal. De igual manera, el sol, el fuego, y otros
elementos de la naturaleza significaba para los hombres primitivos objetos de
adoración con aliento de vida y personalidad propia. No muy distante, los animales
también formaron parte de las divinidades protectoras. Al igual que los
matrimonios de género mixto entre un Dios y un mortal. Es por eso que desde el

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principio de los tiempos, las personas del común buscaron refugiarse en una
entidad extraordinaria, impuesta o influenciada por la fe.

Apoyo la afirmación de Dawkins, en la cual se expone la relación entre un niño y la


religión, porque en este caso especifico su dogma no es producto de una libre
elección o conjunto experiencias, sino más bien la carga doctrinal de un medio a
un ser que no tiene consciencia alguna de sus actos. El desarrollo moral de un
infante como proceso de socialización se ve afectado por normas y reglas
motrices que califican un consentimiento mutuo, entre el patrón de
comportamiento y la necesidad del yo. El individuo en su núcleo familiar, por
ejemplo, responde a ciertos estímulos, pero interpreta estos en términos de las
consecuencias favorables que puedan traerle. Si un niño entre los 3 y 5 años
habita en un entorno donde sus padres son participes de una religión, leen la biblia
y tratan de hacer las cosas vanamente correctas, entonces el niño
inconscientemente considerara los intereses múltiples y diferirá en los individuales.

La religión no debe ser promotor de confusiones, si se encuentra refugio y paz en


el Islam, en el cristianismo o en el catolicismo, estará bien, siempre y cuando no
se excedan los actos por pensar que aquella creencia es la única y tajante entre
todas. En el mundo existen ciertos límites, pues la libertad propia llega hasta
donde empiece la del prójimo. Las diversas expresiones son validas, mientras no
contengan venganza, aborrecimiento y violencia. Dawkins dice que: “pedirle a una
persona que justifique su fe mediante la razón, es infringir en su libertad religiosa”,
y tiene un punto a favor, porque aunque creemos en un ser omnipotente, somos
ineptos para demostrar mediante el saber algo que es aceptado por la fe.

Dios es relativamente indescifrable, si todo vino de algo, entonces Dios también;


nada se mueve sin un causante, nada es causado por sí mismo. Sin embargo, él
en su infinita superioridad jamás nos revelará de donde vino. Me detengo y pienso,
cómo surgen los pensamientos, parecieran estar codificados en el cerebro. Me

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detengo y veo, la majestuosidad de un atardecer. Me detengo y siento, el
refrescante trago de agua que a traviesa mi garganta. Cierro mis ojos y siento el
viento rozar mi piel, y es ahí donde descubro que tanta perfección, ni en un millón
de años pudo ser espontánea.

Cualquier entidad que sea capaz de diseñar el cosmos y todo lo que habita en él,
pasando por su estructura hasta su relación con el entorno es capaz de ocultar su
propio creador. Si el universo fue resultado de la acumulación de la materia en el
infinito espacio, que estalló y originó todo lo que conocemos y estamos por
conocer en futuras generaciones. Entonces, cómo contestaría un ateo si le
preguntara ¿de dónde surgió esa energía?, ¿Qué pasó antes de…?

La selección natural es un fenómeno de la evolución que se define como la


reproducción diferencial de los genotipos de una población orgánica, rigurosa en
tres premisas: 1) selección heredable, 2) variabilidad de rasgos y 3) supervivencia.
Cómo descubrir el antecesor común de una especie biológicamente perfecta como
lo es el humano, Darwin me respondería que el Simio o cualquier otro primate. No
obstante abarco una serie de incógnitas ¿Quién creó ese antecesor común? ,
¿Por qué hay otros simios y siguen igual, no evolucionaron? Lo más probable es
que no tenga el pleno conocimiento para entrar en este tema, pero apoyo la
remozada teoría del DI “diseño inteligente”, los seres vivientes, en tanto
organismos complejos, no pueden ser resultado del azar y la contingencia
evolutiva, sino el resultado de un diseñador.

¿Quién garantiza la existencia o inexistencia de Dios? No lo sé, ni me interesa.


Yo decidí creer. Creer que hay algo más allá de mi entendimiento que me permite
estar bien conmigo misma. Algo hermoso que extrémese y cura en todo el sentido
de la palabra. El tema de la demostración de Dios es superficialmente llamativo
para quienes creen, pues esa carga de prueba sería una imposibilidad, salvo que
haya testigos.

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De esta forma se llega a la analogía de la tetera de Russell: “Una tetera que gira
entre la tierra y Marte, tan pequeña que ni un telescopio pudiera verla es una
aseveración no refutable, mientras se creyera que así es. En cambio, si la
aseveración pudiera ser refutada y estuviese escrita desde tiempo antiguo, dudar
de ella sería engañoso para la razón humana y requeriría de la atención
especializada de un psiquiatra” ¡Qué inferencia e indirecta tan absurda y vacía en
contra de quienes admiten y profesan un Dios! La misma dificultad está para
probar la presencia de él. Los ateos, queriendo demostrar la inexistencia de Dios
le dan un sin sentido a su aserción. Quienes dicen ser equilibrados, “morales” e
intelectualmente satisfechos, se la pasan compungidos, escudriñando aspectos
que no deberían competerles. En su cobarde evasiva por demostrar la inexistencia
de algo que a fondo saben que existe, se olvidan de que aquello que demuestran
es una refutación irrefutable.

Como alguna vez lo dijo el genio Albert Einstein: “El frio existe por la ausencia de
lo que llamamos calor; la oscuridad existe por la ausencia de luz, entonces, si
alguno intenta culpar a Dios de la maldad, es porque ese alguien no tiene el amor
de Dios, para lo cual todo es odio” Aunque desconozco el pasado subyacente de
Richard Dawkins como para tratar de entenderlo, he analizado su conducta
respecto a un Dios y descubro que tanta desolación en el reflejo de su opinión y
juicio, no permitiría llamarle ATEO, sino más bien, misoneísta. No cree en un Dios,
pero en sus argumentos lo menciona como invento. Solo queda la inquietud del
porqué tanto odio hacia alguien que no existe. A lo mejor, su educación anglicana
y su inseguridad en tantas repeticiones ¿creer o no creer?, lo llevo a pasar de una
estado a otro; hasta que finalmente abandono al ente divino y terminó en el
entendimiento de la complejidad de la vida en términos puramente materiales.
Dawkins es uno de tantos que cree tener la razón, pero ciertamente no logra
comprender la realidad, utiliza la manipulación y descalifica a su oponente para no
sentirse tan inferior y limitado.

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