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LA MUJER EN EL MUNDO

VIKINGO
Laura Pérez Bernabé.

Universidad de Alicante

RESUMEN

Los numerosos papeles que tuvo la mujer en la sociedad vikinga y la presencia tanto en documentos
escritos como en los registros arqueológicos son fundamentales para comprender la sociedad
escandinava. Desde una visión de la división de trabajo entre hombres y mujeres, pasando por el trato
legal hacia la mujer, la religión, el mundo funerario y el vigente debate sobre si la mujer vikinga llegó
a ser guerrera o no.

Palabras clave: estudios de género, vikingos, mujer, Época Vikinga, Escandinavia.

ABSTRACT

Viking women’s roles in viking society and their presence both in written documents and in
archaeological registers are fundamental to understand Scandinavian society. From the division of
works between male and female, the treatment of viking laws towards women, religion, the
archaeology of death, till the current debate about warrior women.

Keywords: gender studies, vikings, women, Viking Age, Scandinavia.


Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

2. LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA VIKINGA

En el siglo VIII, en Escandinavia, encontramos un marcado perfil rural, con granjas dispersas, y una
aristocracia militar predominante, con poblaciones que no superan los cien habitantes. La principal
economía será la de la agricultura, especialmente en Dinamarca, y la ganadería en Noruega, otras
actividades como la caza, la pesca y la transformación de metales y minerales tendrán un papel
secundario. La granja será el hábitat por definición, aunque en ocasiones adquieran utilidad
estancional, por el uso del barbecho o el landnám.

La familia, aett o kyn, es la base de la sociedad vikinga. Este grupo no solo incluye a los familiares
consanguíneos y los cercanos sino que también entran dentro de la familia los amigos cercanos y los
sirvientes al cargo de la casa. Nos encontramos por lo tanto con un grupo bastante numeroso, liderado
por el húsbóndi, el cabeza de familia, y la húsfreyja, su mujer.

Fuera del núcleo familiar la sociedad vikinga se encuentra dividida en tres grupos diferenciados: los
trhæll, o esclavos, los bœndr, o clase media, y los jarl, o nobles. A pesar de este encasillamiento, más
adelante, veremos que dentro de estos grupos hay otro tipo de subdivisiones. Estos principales grupos,
por otro lado, tienen su base en la mitología nórdica, más concretamente en la RígsÞula, o El Cuento
de Rig, incluido en la Edda Mayor1. El poema relata cómo el dios Rig (seguramente el dios Heimdall,
convertido en Rig) se convierte en el progenitor de las tres clases sociales haciendo visitas a diversas
casas. Según el nivel de la casa y de cómo le tratan nacerá una casta social u otra.

La primera clase social de la que hablaremos serán los trhæll. Este grupo constituye el nivel inferior
de la sociedad vikinga, los esclavos. A pesar de que hemos traducido trhæll como esclavo, este
concepto viene de las sagas escritas con posterioridad a la Era Vikinga, del s. XIII, cuyos autores solo
conocían la sociedad vikinga de oídas y acuñaron a este colectivo bajo su propio punto de vista.
Seguramente estos esclavos ya existieran antes de la Era Vikinga, pero conforme esta va avanzando y
van saliendo de su área geográfica se dan cuenta del valor que éstos tienen y se intensifica, llegando
al punto de que muchas incursiones que se realizan tienen como objetivo el de conseguir esclavos2.

Los vikingos les consideraban seres humanos, ya que dentro de su filosofía no cabía la acción de
torturar a alguien. Era bastante la movilidad en la sociedad vikinga y tenían grandes facilidades para
conseguir la libertad, ya fuera comprándola –leysing, del verbo leysa = liberar- o ganándose el favor
del señor por los servicios prestados –frjálsgjafi de gefa = dar y frjals = libre-3. Una vez liberados se
celebrara el frelsisol en el que el antiguo esclavo servía cerveza al amo por última vez. Tras este ritual
pasaban a ser leysigni, totalmente libres. También existían los frjals o gjafar, hombres con algún lazo
de dependencia con el anterior amo. Con la conversión al cristianismo pasan a ser siervos y no podrán
comprar su libertad, quedando adscritos a la tierra y sus amos.

Dentro de este grupo podríamos incluir a los pobres (fátœkisfólk), aunque no esclavos. Los países
escandinavos, por lo general eran bastante pobres y estas personas eran numerosas, pero la
característica colectividad de la sociedad vikinga los arropaba. Los códigos de leyes y las sagas nos
presentan, de hecho, un sistema en que se confiaba un úmagi o indígena a una casa de forma temporal
para luego pasar a otra.

La clase social que se encuentra en el centro son los bœndr, la clase media u hombres libres. Es el
escandinavo per se, el término proviene del verbo búa que significa “preparar la tierra a fin de hacerla

1
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp. 147-155
2
Estos esclavos de guerra se tomarían con dos propósitos finales: el de venderlos o como rehenes para
exigir una compensación a cambio
3
BOYER, R. (1992): La vida cotidiana de los Vikingos, 800-1050. Barcelona, 2000, Liberduplex, S.L.
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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

apta para producir fruto” y son, por lo tanto, pescadores o campesinos. Su condición de hombre libre
proviene de la familia, y la pertenencia a esta familia se ve reflejada en el nombre: Sigfrðr es hijo de
Siggeir, y debe ser capaz de demostrarlo en varias generaciones atrás.

Además de la libertad jurídica también la tiene de palabra, dentro del Þing4 no podrá ser sojuzgado
por dar su opinión o sostener acción en justicia, puede además exigir una compensación plena si es
ofendido. Esto se debe a que el bónði era conocedor de la ley y de la justicia. Puede suceder incluso
que reprenda al rey o le haga frente, sin consecuencia alguna. De esto tenemos un ejemplo en la Saga
de San Óláfr, dentro de la Heimskringla, de Snorri Stúrluson. El rey Óláfr de Suecia no quiere la paz
con Óláfr Haraldsson y tampoco darle su hija en matrimonio. Sus súbditos no piensan igual y Þorgnýr,
un bóndi importante, se levanta contra él amenazándole de muerte si no hace lo que el Þing desea.

Puede ser médico, escalda, mercader, etc. y es el que podrá ir í vikingu. Son los protagonistas de los
viajes vikingos ya que tienen posesiones, en ocasiones podrán pagar su propio barco, y poseen
conocimientos de navegación y astronomía. Para conseguir esto se dedicarán la mayor parte del tiempo
al negocio: en Dinamarca se centrarán en el grano y el cerdo, en Suecia al hierro y las pieles, en
Noruega a la esteatita y la madera y en Islandia al pescado seco y al vaðmál (tela hecha de lana, sin
teñir).

Por lo general pueden dedicarse a cualquier profesión, pero existen algunos oficios que se reservan a
las mujeres, como la de médico y cirujano5, como bien se indica en las legislaciones reservadas a estas
profesiones. Gracias también a la posibilidad de participar en la vida política de su comunidad, el
bóndi sentirá un gran interés por la legislación; en Islandia se creará un alÞing, o Þing general, liderado
por un lögsögumaðr, cuya función era recitar las leyes6. Otra profesión propia de los bóndir es la de
smiðr, que viene a significar herrero, pero se aplica a artesanos en general. Esta profesión tendrá una
posición privilegiada ya que es la única divinizada en el herrero Völundr (aparece en El Cantar de
Vólund, o Völundarkviða), capaz de unir el metal con el fuego.7 El sacerdote o goði, no es el sacerdote
a la cristiana, ya que en la religión nórdica no existe dogma ni textos sagrados propiamente dichos.
Se les emplea para fechas marcadas como los solsticios, equinoccios o los sacrificios. Cada jefe de
familia se encarga de su culto privado, mientras que el rey lo hace del público. En las sagas aparece
asociado a un dios en concreto -Freysgoði- por lo que un sacerdote se podría consagrar a un solo dios.
El cariz de mago respondería al mismo análisis con la única diferencia de que esta actividad estaba
reservada a las mujeres.

En las sagas se diferencia entre “grandes”, medianos” y “pequeños” bœndr. Los medianos constituirían
la masa que formaba la mano de obra no cualificada, como la tripulación de un barco y que no hacen
su aparición en los textos; los pequeños bœndr serían los esclavos.

El gran bóndi es el principal, un individuo proveniente de una familia antigua y conocida y a la que se
asocia a un lugar ancestral –Négarðr de Veradalr- para confirmar el linaje. Entre estos se escoge a los
reyes, mediante una especie de ritual en el que se subía al escogido en una piedra sagrada y se le
paseaba en procesión por distintos sitios, los Þing tenían que reconocerlo, si no lo hacían el candidato
era tirado de la piedra y en ocasiones colgado.

Por último tenemos a los jarl, para esta clase social nos encontramos con problemas ya que en la
RígsÞula hay dificultades para diferenciar entre reyes y jarls y en ocasiones, en los textos de runas en

4
El Þing es la asamblea en la que se reúnen los bœndr, jarl y reyes se reunían para formar la auténtica
autoridad política, porque de ella emanaba la ley, inviolable.
5
Saga de San Óláfr, cap. CCXXXIV, Heimskringla.
6
BOYER, R. (1992): La vida cotidiana de los Vikingos, 800-1050. Barcelona, 2000, Liberduplex, S.L.
p.61
7
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp. 185-192

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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

fuÞark antiguo, se les hace conocedores de las runas por lo que se les podría nombrar jarls por posibles
poderes mágicos; en ocasiones son nombrados jarls por los propios reyes.

En un principio no existía centralización de los territorios y los jefes gobernaban extensiones de


territorio limitadas, allí donde se encontraba el Þing. Con la cristianización se da un aumento de la
centralización y feudalización del poder y aparece la figura del rey.

Antes de estos reyes cristianizados tenemos a los jarls, o nobles militares, con pequeños reyezuelos
por encima de ellos. Estos reyes no tienen el carácter sagrado o especial que pueden tener el resto de
reyes europeos, eran miembros de la comunidad, elegidos por sus capacidades, en asamblea.
Desempeñaban su función en un tiempo limitado y se les podía destituir si no cumplían. Eran elegidos
entre los jarls de las kyn, las familias importantes.

Estos reyes eran elegidos til árs ok friðar, para un año fecundo y para la paz8, por lo que debía
garantizar el buen funcionamiento del comercio, la agricultura, la guerra y la religión. Para ello eran
hombres competentes a nivel bélico, que luchaban junto a sus hombres y eran generosos. No tenían
poder legislativo porque éste residía en el Þing, junto a los bœndr, aunque participaba en ella (al fin y
al cabo también era un bóndi).

Por debajo del rey están los hombres del rey, presentes en la época de contacto con Inglaterra. Están
los Huskarls: los hombres de la casa, guerreros de élite cercanos al rey o al jarl. Les defienden y
participan en misiones diplomáticas además de recaudar impuestos; los Strallers: mozos de cuadra, un
alguacil. Se documenta en el gobierno de Canuto el Grande en Inglaterra, por lo que no sabemos si es
de origen escandinavo o no.

Por otro lado encontramos a los jarl, el escalafón más alto de la sociedad y de donde salen los reyes.
Como hemos dicho antes están al cargo de una comunidad o aldea y su poder o fuerza recaía en el
número de seguidores, por lo que si aparecía otra figura con mayor apoyo social éste podía sustituirle
en el ejercicio de poder. No era un cargo de naturaleza hereditaria, sino que se les elegía en el Þing,
por lo que cualquier hombre libre podía ser elegido para el cargo. Tenían la misma responsabilidad
que un rey, solo que a escala menor, tenían que asegurar la prosperidad y la paz.

Por debajo del jarl tenemos a los landsmenn o styressmenn, los comandantes de las flotas del jarl. Bajo
ellos están los hold o hauld, hauldrI, un propietario capaz de arrendar sus tierras.

3. LA MUJER VIKINGA EN LA VIDA COTIDIANA

A pesar de que por lo que hemos visto en el anterior punto podamos pensar que la sociedad vikinga es
esencialmente masculinista, no es así, el problema es que, como en muchos puntos del mundo, la
historia, además de los vencedores, la escriben los hombres, y muchas veces nos encontramos con
vacíos sobre el sexo femenino. Además de estos vacíos de género, también nos encontramos con
vacíos de clase; encontraremos siempre más información sobre las clases pudientes que sobre las
pobres y esto se da tanto a nivel de las sagas, como judicial y arqueológico. Es por esta razón por la
que en este y en todos los apartados, a excepción de alguno dedicado a esclavas, concubinas y otros
ámbitos de la sociedad vikinga, nos centraremos en la mujer de clase media, las bóndi.

El entorno hogareño, las labores y las ocupaciones.


La unidad de habitación en la Era Vikinga será la granja (bœr), formada por múltiples construcciones,
con muros oblicuos o curvos y construidos en bloques de turba dispuestos en forma de sillerías. Cada
una de estas construcciones tiene una función específica: los humanos viven en el skáli o stofa, el

8
BOYER, R. (1992): La vida cotidiana de los Vikingos, 800-1050. Barcelona, 2000, Liberduplex, S.L.
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edificio central, en el que nos centraremos en este apartado, que está conectada al resto de
dependencias por pasillos. A este edificio central se le preveía de luz natural mediante tragaluces y los
humos escapaban por un agujero en el techo.9

En el centro de la habitación se cavaba un hoyo para el fuego que se empleaba para calentar, iluminar
y cocinar, en el caso de que no existiera una cocina. Los distintos espacios de la casa de señalaban con
unos postes de madera y en cada uno de estos espacios se disponían bancos que hacían también de
cama, si levantabas la tapadera, en el caso de no disponer de alcoba. Entre estos bancos, a su vez, se
colocaban asientos (öndvegi) más altos, destinados a los invitados que los dueños de la casa querían
honrar especialmente. Al fondo, en muchas ocasiones, se presentaba un asiento más grande reservado
para el hombre de la casa, y otros asientos más pequeños reservados para la dueña de la casa y las
mujeres, el Þuerpallr o hápallr10.

El mobiliario, por lo general, era bastante escaso, al menos que se sepa, solía haber uno o dos armarios
y despensas para almacenar los víveres, en ocasiones las armas, e incluso para dar cobijo a los viajeros.
La mesa que se usaba para comer era móvil y estaba formada por una tabla o plancha sostenida por
dos pies.

La iluminación, además de los tragaluces que hemos mencionado antes, la proporcionaban unas
lámparas de pie donde ardía sebo y aceite de pescado. De las vigas procedían unas cadenas que
sostenían las marmitas sobre el fuego, para cocinar. Sobre los bancos se colocan pieles y tapices, para
aislar también la casa del frío exterior. Algunos escaldas hablan también de espadas, hachas y escudos
en las paredes.

Por otro lado tenemos las construcciones secundarias: los apriscos, los establos, la lechería, forja,
hangar de barcos, granero, despensa… la mayoría de estos espacios, a excepción de la lechería y la
fragua, están asiladas del edificio principal; los excusados se encontraban siempre a cierta distancia
del skáli, por motivos de higiene. Encontramos también unas construcciones que suponen un problema
a la hora de interpretarlos y de los que hablaremos más adelante, las pit houses11, donde la mujer tendrá
un papel muy importante. Un papel especial lo tendrán los baños o saunas que podían tomarse en el
baðstofa12.

Según Regis Boyer el bœr era también una unidad jurídica y sagrada ya que existía el tún o prado,
cerrado e inviolable, que se extendía desde la entrada de la skáli. Era aquí donde se cebaba al animal,
caballo, buey o cerdo, que iban a sacrificar en el solsticio de invierno. Con el cristianismo se
consagrará a un santo en específico. El garðr, el cerco que formaba el tún, era el que le daba el carácter
sagrado y desplazarlo era sacrilegio.13

El papel de la mujer en las viviendas se limita, en gran parte, al establo, la lechería y el skáli, donde
se desempeñaban una serie de actividades de las que hablaremos más adelante, pero se han encontrado
ciertas construcciones excavadas parcialmente en el suelo que han causado varios dolores de cabeza a
los investigadores, estamos hablando de las ya mencionadas pit houses.

La variedad de estas casas se encuentra en el tamaño y la profundidad en la que están excavadas –


entre 0,3 y 1,4 m- y las investigaciones recientes han ayudado a conocer un poco sobre quiénes las

9
BOYER, R. (1992): La vida cotidiana de los Vikingos, 800-1050. Barcelona, 2000, Liberduplex, S.L. p.
74
10
Ídem.
11
La traducción literal sería casas pozo, pero como no he encontrado ningún artículo referente a este tema
en Español me he decantado por poner el término inglés.
12
Son como las saunas suecas actuales.
13
BOYER, R. (1992): La vida cotidiana de los Vikingos, 800-1050. Barcelona, 2000, Liberduplex, S.L.
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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

usaban y para qué se usaban. En un principio se les clasificó como baños por la presencia de hogares
y piedras calentadas, pero Nonna Ólafsdóttir lo descartó al pensar que el termino baðstofa sería más
algo como una sala de estar que un baño. Muchos otros arqueólogos han apostado por la idea de que
se trata de edificios que construirían los primeros pobladores ya que se han encontrado pit houses bajo
un edificio más moderno 14, pero la organización interna de estos edificios difiere de los destinados a
ser habitados: los hogares normalmente son alargados y se encuentran en el centro de la estancia,
mientras que en las pit houses son redondos y están en un rincón, pegados a la pared, y están cubiertos,
por lo que cambia completamente cómo se usa el espacio en la habitación. Existirían entonces dos
teorías: o no son asentamientos previos a la Era Vikinga o los habitantes de estas casas tenían un
concepto de articulación del espacio distinta15. Es esta última teoría cogió fuerza, ya que se parecen a
las pit houses eslavas; esto supondría que los eslavos fueron los que las construyeron, pero la forma
de unas y otras es distinta (las eslavas son cuadradas y las islandesas redondas).

Para qué se usaban. Su construcción en madera, contrastando con el resto de edificios, elaborados
en piedra, permitía la apertura de ventanas, por lo que deducimos que las actividades que se llevaran
a cabo en su interior requerirían de luz natural, además de artificial. El tamaño reducido (entre 8 y 16
m2), por otro lado, nos indica que seguramente no estaban pensadas para ser habitadas y si lo fueron,
sería por una o dos personas como mucho.

En las excavaciones de estas casas se han encontrado materiales de tejer e hilar, por lo que estas casas
serian dyngjas, áreas en las que las mujeres hacen sus tareas de tejer, hilar y cuidar a los niños. También
se han encontrado agujeros de estaca16 en el suelo que se podrían relacionar con lámparas de pie
clavadas en el suelo o con ruecas para hilar17. Ésta última teoría se ha desechado ya que las ruecas de
esta época se sujetaban bajo el brazo o en el cinturón, pero esto no quiere decir que no sea posible que
estas construcciones se usaran para las labores de hilado ya que se han encontrado, en algunos
enterramientos femeninos, bastones metálicos de 0.75 a 1.04 m cuyo diámetro coincidía con los
agujeros del suelo y que se usó en rituales religiosos. Su empleo en las labores de hilado se apoya en
la creencia literaria de que el destinado y la magia se podían tejer.18 Esto lo vemos reflejado en la
Edda, en la que las nornir tejían el destino de hombres y mujeres debajo de la tierra, cerca de las raíces
del Yggdrasil (aquí tenemos también una posible explicación de por qué se excavaban parcialmente
estas casas).

El abandono de estas casas y la creación de habitaciones para hilar en las casas principales se puede
deber a cambios sociales y económicos en la Islandia del s. XII, ya que se estaban cristianizando y la
actividades que se llevaban a cabo en estas casas se podían tachar de paganas.

Las labores en la sociedad vikinga se dividían en sexos, aunque debían trabajar juntos en la granja.
Esto se ve reflejado en el término hjón que no solo designa a la pareja marital sino a la administración
de la casa. Las mujeres, como esposas, satisfacían varias necesidades del hombres, entre las que se
encuentran las laborales, muy presentes en las fuentes escritas: un hombre sin esposa o cuya esposa
no quería o podía cuidar de la casa debía buscarse a otra para que lo hiciera, y viceversa.19

14
MILEK, K (2012): “The Roles of Pit Houses in Gendered Spaces on Viking-Age Farsmteads in
Iceland.” De Medieval Aracheology. p. 89
15
Ídem.
16
Stakeholes en el documento en inglés.
17
Milek, K (2012): “The Roles of Pit Houses in Gendered Spaces on Viking-Age Farsmteads in Iceland.”
De Medieval Aracheology. pp. 100
18
MILEK, K (2012): “The Roles of Pit Houses in Gendered Spaces on Viking-Age Farsmteads in
Iceland.” De Medieval Aracheology. p.101
19
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 116

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Cuanto más pequeña era la granja más involucrada estaba la pareja en las tareas; en las más grandes y
adineradas algunos trabajos estaban por encima de los propietarios. Normalmente se hace una división
del trabajo entre hombre y mujer, una ley dictaba que las mujeres se debían encargar de las tareas de
dentro de la casa (fyrir innan stokk) y los hombres de las tareas fuera de la casa (fyrir útan stokk),
pero la verdad es que la mujer debía hacer algunas tareas que requerían estar fuera de la casa20. La
principal diferencia entre el trabajo masculino y el femenino es que el del hombre se basaba en el
contacto directo con la naturaleza (pesca, domesticación de animales, abono de las tierras…) mientras
que el de la mujer era procesar y elaborar las materias primas que conseguía el hombre.

Como es lógico el trabajo también está condicionado por el estatus social, a menor rango social, mayor
el esfuerzo, que incluía, en algunos casos, trabajos masculinos. En las familias pobres, la mujer
también participaba en las labores de la tierra; durante la cosecha la mujer recoge la hierba que el
hombre corta y la deja secar para luego atarla. Es también cierto que debido a las actividades bélicas
de sus maridos las mujeres se acostumbraron a las labores masculinas –lo contrario también pasó, ya
que los hombres tenían que cocinar cuando iban de expedición-.

El dominio femenino dentro de las labores fuera de casa eran: la recolección, en momentos
tempranos del asentamiento, para procurar las vitaminas y calorías necesarias; los trabajos lácteos: la
principal responsabilidad de la mujer en cuanto a la ganadería era ordeñar a los animales y la señora
solía acompañar al pastor a los pastos. Ordeñaban al menos una vez al día, las mujeres a las vacas en
los pastos y el pastor a las ovejas dentro del rebaño; la colada y los baños, la mujer iba a los ríos y
aguas termales a lavar la ropa donde aprovechaba para bañarse. El sábado vikingo es el Þváttdagr o
día de la colada, donde se lavaba la ropa y se aseaban. Esta tarea también se llevará a cabo dentro de
la casa.

Las labores dentro de casa ocuparán una mayor parte del tiempo de la mujer y tendrán mucha más
importancia dentro de su sociedad. Dentro de la casa se llevaban a cabo la mayor parte de tareas de
conservación de los alimentos, se limpiaba, se preparaba la comida, la ropa, se cocinaba…

Las fuentes no dan mucha información en general, pero la mujer destacaba en una serie de tareas entre
las que se incluye el servicio al cuerpo; lavar a los hijos, al marido y a sí mismas, aunque nunca lavaría
a otra mujer, “debía” también ofrecer servicios sexuales al hombre, aunque no siempre era necesario,
con un masaje podía ser suficiente.

También se incluye la preparación de alimentos y su almacenamiento: se conoce muy poco sobre


la comida. En la descripción de Islandia del obispo Guðmundr se menciona que el grano crece en
pocos sitios y que el alimento principal eran los peces y productos animales, lo que explica a la
perfección la división tripartita que caracteriza a esta zona21. Los cereales ocupan una posición
importante dentro de la alimentación de los vikingos. Aunque el pan nunca se convirtió en un alimento
principal, los cereales se consumían diluidos en gachas y era el alimento más importante en los viajes
y para las personas mayores que no conservaran parte de la dentadura. Las sagas sugieren que el
proceso de elaboración del pan lo llevaban a cabo las mujeres de clase baja22. El cereal también se
empleaba para la elaboración de cerveza, también asociado al sexo femenino. En casas en que el
trabajo era mucho se podía pedir ayuda a los hombres, ya que se elaboraba al momento de la
consumición.

20
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 117
21
ÁLVAREZ, V. (2013): Los vikingos. Crónica de una aventura. Madrid, 2013, Ediciones Sílex. Pp.43
22
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 144

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El pescado también ocupa una posición importante en la dieta diaria. Son muy abundantes en el mar,
lagos y ríos. Se conservaban deshidratados y se consumen durante todo el año dándose un aumento
durante el cristianismo. No hay muchas información en los textos escritos ya que la pesca era una tarea
no muy interesante y no habían muchos problemas, aunque si hay información sobre peleas a la hora
de dividir la ganancia.

Los productos lácteos y la leche son otros de los alimentos que complementaban la alimentación.
Debido a la dureza del pescado seco se empleaba mantequilla para ablandarlo y durante la
cristianización, los obispos aceptaban como pago de la renta, leche, queso y mantequilla. A la
mantequilla se le añadía mucha sal y por lo tanto podía ser conservada durante años. En Islandia estos
productos tuvieron más prestigio incluso que la carne llegando al punto de que en tiempos de crisis se
distinguía entre comida para los humanos, matr, y la comida para los animales, ya que les interesaba
que estos dieran leche.

Los caballos, las vacas y las ovejas, para poder consumirlos, debían ser cocinados y de esto también
se encargaban las mujeres. Los hombres matan al animal, pero las mujeres cortaban la carne, y
separaban la piel, para luego cocinarla. Sobre el lugar en que se cocinaba tenemos otros problemas:
en algunas sagas se menciona como se cocinaba en la “casa con fuego” (eldhús) y en otras se menciona
una despensa conectada a la casa principal. En estas sagas también se distingue entre el langetdar, o
fuego largo, el que se situaba en el centro de muchas casas, y el máleldr, o fuego pequeño, que solo
se encendía para cocinar. Las piedras calentadas en este fuego se empleaban para calentar los líquidos
donde se hervía la carne23. La mujer será también la que se encargue de almacenar los alimentos y será
ella la que guarde la llave del almacén, aunque el hombre también tendrá un papel importante en la
distribución de los alimentos.

La lana. Del tiempo que sobraba entre cocinar, procesar y conservar alimentos la mujer vikinga hilaba
y elaboraba trapos y ropas para la familia. Se podría decir que esta labor era la más importante de
todas ya que no solo se elaboraba ropa para humanos y animales enfermos, sino también para las
camas, las velas de los barcos, los sacos y para revestir las paredes y aislar la casa; llegará un momento
también en que sustituya a la plata como moneda de cambio.

Primero esquilaban a la oveja, para limpiar y lavar la lana empleaban una mezcla de agua caliente y
orina. Para poder hilarla se peinaba la lana con los dedos o con peines especiales. Si no se hilaba al
momento se almacenaba en cestas. Si, por el contrario, se hilaba, se empleaba una rueca sujeta debajo
del brazo o cinturón de la mujer, quedando ambas manos libres.

El proceso de tejer se realizaba en una tejedora de pie con pesas que se apoyaba en la pared cuando se
usaba y se retiraba cuando no. Esta actividad tendrá una gran carga religiosa ya que se compara a las
mujeres con las nornas, que tejen el destino de los dioses.

La gran parte del hilado se empleaba al momento, pero en ocasiones necesitaba ser batanado; cuando
la lana estaba sumergida en el agua y la orina para limpiarla, la lanolina reaccionaba con el amoníaco
y la grasa se condensaba formando una capa sólida que se podía retirar24. El proceso encogía y
endurecía la lana, haciéndola más fuerte y aislante.

4. LA MUJER VIKINGA EN LA LEY

23
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 129
24
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 140.

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Matrimonio, divorcio y viudez.

El matrimonio en la sociedad vikinga realmente no tiene nada que le diferencie demasiado del resto
de países europeos. Los cristianos a su llegada respetarán algunas costumbres e intentarán cambiar
otras. Antes del cristianismo el matrimonio era un contrato comercial entre el novio y el padre de la
novia, o su guardián, dejando a la mujer en un segundo plano. Con el cristianismo se introducen nuevas
ideas y entre ellas destaca la capacidad de la mujer para decidir si quiere casarse o no. También pudo
haber otro tipo de matrimonios que se empezaran por razones violentas; el término brúðtraup,
refiriéndose a la ceremonia matrimonial y no a la pareja en sí, viene de brúðr, novia, y laup, correr, lo
que sugiere que la violencia era el origen del matrimonio. Esto se respalda en el hecho de que durante
las expediciones los hombres raptaban a mujeres y, una vez volvían a su lugar de origen, las convertían
en sus esposas. Esto se intentará prohibir varias veces25.

La expresión kaufehe representa el papel y estatus de la mujer en el matrimonio pagano, ya que sugiere
la relación entre el matrimonio y la propiedad. Lo más común en el mundo escandinavo era la
monogamia, pero la poligamia tampoco estaba prohibida, aunque estaba reservada a unos pocos. Solo
los hombres pudientes y que pudieran pagar el precio de la novia, y mantener a los hijos, podían
permitirse tener más de una mujer. Que no se pagara el precio por la novia las convertía en concubinas,
y los derechos de éstas y sus hijos se veían drásticamente menguados, como ya veremos más adelante.

Por lo tanto el matrimonio vikingo, antes de la llegada del cristianismo, estaba pensado para asegurar
el paso de la propiedad de generación en generación; es por esto que los hijos de concubinas no tenían
derecho a heredar y a los pobres se les prohibía casarse, ya que sus hijos podían suponer una carga
para la comunidad. Por lo demás encontramos pocas restricciones en la ley sobre el matrimonio. Una
de estas condiciones era la de casarse dentro de la clase social en la que habías nacido, lo que podemos
interpretar como que se debía ser persona libre para poder casarte, ya que era la única distinción social
en origen. Esto lo vemos por ejemplo en Islandia, en cuya ley los hijos de una mujer libre y un esclavo
no pueden heredar26. Con el tiempo, estas limitaciones serán de carácter económico, condicionados
por la riqueza y el prestigio. De aquí sacamos, a su vez, que el control natal que se lleva en esta
sociedad está también encaminada a la protección de la propiedad; se podía dar el caso en que un
hombre de avanzada edad quisiera volver a casarse y solo pudiera hacerlo con el consentimiento de
sus actuales herederos; una mujer en edad fértil que se quisiera casar debía poder aportar más que la
ropa que usaba diariamente; lo mismo pasaba con la castración de los vagabundos, aunque el individuo
pudiera morir27. Existían también restricciones de edad en las que si una niña se comprometía a una
edad temprana no se hacía nada oficial hasta que cumpliera los 16 años; otro tipo eran las referentes
al incesto, los hombres tenían prohibido acostarse con su madre, hermana o hija. Estas restricciones
se harán oficiales en la ley secular, aunque hay evidencias en fuentes narrativas de que éstas prácticas
son de origen pagano. Las relaciones entre padres e hijos estaban prohibidas, pero si se daban por error
la única condición era llevar la relación a un fin. Por otro lado, las relaciones más allá del círculo de
la familia cercana no estaban mal vistas, hasta la llegada de la ley canónica.

La regulación matrimonial se llevaba a cabo en relación con la herencia y se pueden agrupar en los
actos del compromiso, o la pedida de mano, y la ceremonia, o la boda. El compromiso era el primer
requisito para que la unión se llevara a cabo entre individuos social y económicamente iguales. La

25
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 18
26
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 21
27
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 22

8
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

narrativa nos indica que el padre no podía hacer nada para iniciar el casamiento sino que debía esperar
a que apareciera un candidato que le pareciera adecuado. La única oportunidad del padre de intervenir
en el casamiento de su hija era en las visitas de los hombres a la casa. El procedimiento del
compromiso era el siguiente: el padre o familiar del novio le hace una visita al guardián de la novia
en compañía de unos nueve u once parientes y amigos. El grupo de hombres se queda en la casa del
guardián de la novia durante unos días y solo tras haber pasado dos o tres días se aborda el tema de la
pedida de mano. En este momento el padre podía rechazar al hombre sin razón alguna, normalmente
porque o era un extranjero, un berserkr (un hombre violento) o alguien con poca o demasiada
distinción social.

Si el enlace era bien visto por el guardián empezaban las negociaciones entre el portavoz del novio y
quien hablara por la novia. El novio recontaba la oferta que estaba dispuesto a pagar por la novia; un
mínimo de un marco según la ley islandesa y en la noruega se obligaba a pagar esto más el regalo
suplementario o tilgiǫf28. La familia de la novia especificaba la dote de la novia que correspondía a la
parte de su herencia. En Islandia era común también el mundr o heimanfylgja, la contribución de las
dos familias al matrimonio, que constituía el capital inicial de la pareja.

Una vez se llegaba al acuerdo se llamaban a los testigos y se repetían las condiciones del enlace. En
esta parte el guardián de la novia juraba que esta seguía siendo virgen. Tras esto, se estrechaban las
manos. Esta fórmula –acodar un precio, los testigos y estrecharse la mano- era empleada en tres
actividades más: la adquisición de tierras, de caciquismo y de un buque para navegar, lo que acentúa
el carácter económico de los enlaces.

La mujer no tenía ni voz ni voto en la decisión y el padre podía obligarla a casarse en un matrimonio
que le interesara. Aunque la autora Jill M. Fortney apoya que la mujer sí que podía opinar en el proceso
de elección de marido. El problema de esa autora, como en muchos otros casos, es que se basa en las
sagas como única fuente para apoyar esta teoría29. Con la llegada del cristianismo y la ley secular la
mujer podrá decidir si casarse o no. Para esto encontramos ciertas excepciones: una viuda podría
opinar sobre la oferta, si el padre estaba a cargo, él tenía la última palabra. Por otro lado, una mujer
divorciada no necesitaba el permiso paternal para volver a casarse con su exmarido. En el caso por
ejemplo de que el guardián rechazara a dos pretendientes que merecían la pena y aparecía un tercer
candidato de características similares la mujer podía decidir si casarse o no, mientras tuviera 20 años
y otro pariente lo aprobara. Otro caso era el de que si varios hermanos estaban al cargo y no había
unanimidad, la decisión que se inclinara por la opinión de la hermana era la buena. Los textos escritos
confirman esto, ya que en muchas ocasiones la novia se entera de que está comprometida con alguien
en el momento en que ya se ha tomado la decisión.

Por otro lado la boda tenía un marcado carácter sexual y reproductivo. El término hjón o hjún designa
a la pareja con un énfasis en la función reproductiva y económica. A la ceremonia se le llamaba
brúð(h)laup que como ya hemos dicho podría representar una preparación pre-procreativa de la novia.
Toda la palabra podría describir la acción de copular ya que se conecta con la expresión hleypa til,
usada para aparear a los animales30. El enlace se empezaba llevando al novio a la cama de la novia.
Un total de seis testigos presenciaban cómo el hombre entraba en la cama de la mujer. Según las sagas
la ceremonia se llevaba a cabo en la casa de la novia, pero por norma general se podría haber encargado

28
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 26
29
FORTNEY, J. (2009): If She Says Yes or Is Silent: A New Interpretation of Female Marital Consent in
the Settlement Period in Iceland as Revealed Through the Family Sagas. Emory University, 2009.
30
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 30

9
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

la familia más prestigiosa y pudiente. El encamamiento iba seguido por un banquete y una fiesta que
duraba varios días en los que se hacían regalos a los invitados.

Un matrimonio en la sociedad vikinga se podría terminar por dos vías: el divorcio o la muerte de uno
de los cónyuges. Sabemos también que se daba esta práctica porque los católicos se esforzaban mucho
en prohibirlo en las leyes canónicas, ya que estas costumbres aún se llevaban a cabo cuando ellos
llegaron.

El divorcio era fácil de conseguir y pudo ser una de las razones por las que fue corriente y en algunos
casos los curas cedían con la condición de que el obispo diera el visto bueno y se quedara en secreto.
Las razones de propiedad eran las principales para el divorcio, pero la ley enumera otras más que
suponían el divorcio inmediato: la primera tiene que ver con la responsabilidad para con los hijos. Si
la pareja era muy pobre y no podía mantenerlos o una de las partes tenía que cuidar de un familiar,
pero la otra no estaba dispuesta, el divorcio se podría obtener inmediatamente. En el primer caso el
demandante se quedaba con los niños, y en el segundo era el más adinerado el que se hacía cargo; otra
situación es en la que el marido quiere llevarse las propiedades fuera del país. En este caso la mujer
solo tenía que llamar a testigos y declararse divorciada. Aquí el hombre aún podría llevarse la
propiedad, y la mujer podía dejarle el caso a otra persona para evitar la marcha del marido; la tercera
justificación de divorcio inmediato era la violencia por una de las partes. Según la ley se debían causar
heridas que pudieran ser consideradas heridas mayores, o hin meri sár31. En algunos sitios estas heridas
eran las que atravesaban el cerebro, la cavidad corporal o la médula. Las sagas mencionan que los
hombres hacían más daño de que recibían y la violencia machista era la principal causa de divorcio ya
que la mujer solía marcharse antes de casa que hacerle daño a su marido; la cuarta y última condición
era el casamiento entre los grados de parentesco prohibidos. Aquí también se añade el caso en que el
marido no quisiera mantener relaciones con su mujer durante tres años. Aquí la familia de la mujer
podría exigir ser recompensabas con la propiedad que habían dado, pudiendo quedar la divorciada
como administradora. Fuera de estos casos tenemos otros excepcionales en los que hacía falta el
consentimiento del obispo. Está el caso de incompatibilidad entre la pareja, en el caso de que el obispo
aceptara el divorcio no había ningún problema, pero si no lo aceptaba se debía proveer a la mujer de
un domicilio a parte y dividir la propiedad32.

Según las sagas la mujer tomaba la iniciativa del divorcio el doble de veces que lo hacia los hombres,
ya que éstas lo usaban en muchas ocasiones como amenaza para conseguir sus fines reproductivos. Si
cuando se presentaba el divorcio ella tenía la culpa del divorcio no se llevaba más que su dote, pero si
era del hombre, se lo llevaba todo.

La segunda forma de terminar un matrimonio era el de la viudez. Si la mujer aún estaba en edad
reproductiva se podía volver a casar, pero si ya eran mayores, ya no eran atractivas y/o tenían la
menopausia, normalmente no se volvían a casar. La viuda ya no quedaba bajo la protección del padre
o marido y sus hijos o ya eran mayores y estaban casados o eran demasiado pequeños para tener
autoridad sobre ella, por lo que en muchas ocasiones se le adjetiva de forma varonil. El dinero restante
de su precio de novia, su dote y su herencia le aseguraban cierta comodidad y podía contratar a
hombres para ayudarla y protegerla.

La mujer esclava y concubina.

31
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 56
32
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. p. 57

10
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

En el mundo vikingo se practicaba la poligamia, pero no todas eran esposas per se, y el concubinato y
la esclavitud estaban muy ligados. Como en el apartado sobre la sociedad vikinga ya hemos hablado
sobre los trhæll, en este nos centraremos en hablar sobre las concubinas y si se les puede considerar
esclavas o no.

Los esclavos capturados en los saqueos eran mayoritariamente mujeres y muchos de los amos que las
compraban lo hacían con fines sexuales. Estas esclavas destinadas a trabajos sexuales no contaban
como esposas, pero existe también poca distinción entre esclavas y concubinas libres, ya que la
situación de ambas es muy parecida. Como hemos dicho en el anterior apartado el matrimonio es un
intercambio de bienes, tiene un carácter puramente económico y la gran diferencia que encontraremos
entre una esposa y una concubina –tanto libre como esclava- está en la herencia que pueden tener sus
hijos. Si el hombre tenía hijos con esposas legítimas dejaría a los hijos bastardos fuera de la herencia,
pero si su único hijo venía de una concubina le tendría que hacer heredero. Esto último nos creará
problemas a los historiadores ya que distinguir a una esposa legítima de una concubina por el estatus
de heredero de su hijo será difícil.

Por otro lado, el término concubina como lo entendemos nosotros no puede ser aplicado a la sociedad
vikinga. La friðla escandinava no entra en la definición de concubina católica como la relación casi
marital, en la que en ocasiones se era fiel ya que en el caso escandinavo estas relaciones son sexuales
y no se considera un matrimonio plural. El problema está que en las crónicas comparaban a la friðla
con concubinas ya que la Iglesia etiqueta a cualquier mujer como concubina que estuviera en una
relación estable pero no en matrimonio legal. Para los normandos, por ejemplo, estas mujeres estaban
en matrimonio legal, pero se encontraban subordinadas a la mujer legal.

La mejor forma de conocer cómo se veía y se trataba a las friðla es a través de la ley, ya que los juristas
cristianos eran conscientes del poder irracional del sexo y en cierto modo trataron de abordar el tema
de los hijos nacidos en relaciones no legítimas. En Islandia la friðla se encuentra por debajo de la
mujer legal y no se le ve de forma honorable. Sin embargo en la Era Vikinga se reconocían tres tipos
de matrimonio: el matrimonio legal mediante el pago del mundr; la aventura amorosa con una mujer
libre, mediante un acuerdo formal; el concubinato servil.

La ley noruega bajo influencia cristiana prohibía rituales maritales con más de una mujer, pero no el
concubinato. Así tratan de separar el concubinato de la poligamia y en este sentido la concubina es
una esclava, por lo que la esclavitud estaba llegando a un fin. Por otro lado, si un hombre amaba a una
esclava además de su mujer y se hace público, deberá pagar 12 aurar al obispo, una multa de la mitad
de lo que se debe pagar por tener una esposa legal33.

Aunque por la herencia del hijo no se pueda distinguir si es una concubina o no, se espera que se les
trate de forma distinta. En la ley noruega los hijos ilegítimos de una mujer libre eran tratados de forma
distinta a los de una esclava; en un pasaje del GulaÞing34 se habla de que si una relación casi marital
dura veinte años, pasa a ser legítimo, pero esto no contemplaba las relaciones plurales; la ley islandesa
iguala a los hijos bastardos de las esclavas a los de la mujer libre, ambos heredan si el difunto no tiene
heredero legítimo. Además, los hijos entre mujer libre y esclavo no podrían heredera incluso si el

33
KARRAS, RUTH M. (1990): "Concubinage and Slavery in the Viking Age," Scandinavian Studies 62
(1990). P. 145
34
Una de las instituciones más importantes de la antigua Noruega, el thing vikingo y el actual tribunal de
justicia.

11
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

esclavo es liberado para casarse con la señora35. En Svealand36si la paternidad se prueba, se le da una
cantidad en herencia y la multa por la fornicación de los padres.

Los encontramos entonces con que no hay evidencias concluyentes de que se tratara de forma distinta
a una concubina respecto a una esclava. Pero tenemos una posible explicación de por qué se puede
considerar a las concubinas como esclavas en los textos escritos y es que, como bien sabemos, el
matrimonio era un intercambio de propiedad, y la mujer, una vez se paga el mundr por ella, pasa a ser
su esposa, mientras que las esclavas, irónicamente, so aquellas por las que no se ha pagado el precio
de la novia. Para la friðla la relación no era oficial, no hay intercambio de propiedades –una de las
razones por las que no se habla de matrimonios entre esclavos en las leyes-, y por eso se les llama
casi-esposas. En las sagas el que una mujer se fuera con un hombre sin matrimonio legal era
considerado esclavista ya que si el amante no la trataba bien no tenía derecho a reclamar ni a
divorciarse, por lo que sea una mujer libre o no, se encuentra supeditada.

5. LA MUJER VIKINGA EN LA RELIGIÓN

Diosas y figuras mitológicas


La mujer, dentro de la religión nórdica tiene un importante papel, tanto en el mundo simbólico como
el mitológico. En esta esfera la mujer está muy igualada al hombre, interviniendo las diosas al mismo
nivel que los hombres en los mitos. De estas diosas y figuras femeninas en la mitología debemos
destacar a las nornas, las valquirias y las diosas como Freyja, Frig, Hel o Idun.

Las nornas son las figuras femeninas de la mitología nórdica encargadas de tejer el destino de los
dioses. Según las Eddas proceden del mundo de los gigantes y conocían todo lo oculto, que ni siquiera
los dioses conocían. Habitan en el Ygdrassil, en el Urdarborn, la fuente del destino, el principio del
arcoíris que conduce al Asgard. La primera de estas nornas es Wurd-Urd que compone el destino desde
un principio, luego está Werdandi, que dirige los acontecimientos que van ocurriendo en la vida del
sujeto; por ultimo tenemos a Skuld, que establece cómo termina la vida de la persona 37. Su función
principal, a parte del destino, es restaurar de forma constante el Ygdrassil.

Otro grupo de figuras femeninas muy presente es el de las valquirias, sirvientas del dios Odín y que
se encargaban de escoger a los caídos en batalla que accedían al Valhalla para luchar con el dios en el
Ragnarök. Normalmente residen en el Vingólf, una residencia para las diosas. No se diferencian muy
bien de las nornas, por ejemplo Skuld es a la vez norna y valquiria, y se les asignaba la tarea de tejer
el destino de la batalla. En muchos poemas se emplea el concepto “red de guerra” donde las valquirias
piden poder tejer la red de guerra, el destino de los guerreros38.

Dentro de las diosas, una de las más destacables es Freyja, hija de Niörd y de la diosa Nerthus, o Jörd.
La acogieron los ases por su encanto y belleza, su residencia era el Folkwang y a ella se asignaban la
mitad de los héroes caídos en batalla y elegidos por las Valquirias, mientras que la otra mitad iban
con Odín. Está casada con Od, con quien tiene una hija, Hnos, caracterizada por su belleza y de la que
deriva el nombre hnoss, empleado para llamar a todo lo bello. En uno de los relatos, Od parte lejos y
Freyja llora lágrimas de oro, metal precioso estrechamente relacionado con la diosa. Tiene la

35
KARRAS, RUTH M. (1990): "Concubinage and Slavery in the Viking Age," Scandinavian Studies 62
(1990). P. 147
36
Región histórica de Suecia. En el centro sur de Suecia, limitando el norte de Norrland y el sur con
Götaland.
37
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. p.26
38
P. JOCHENS, J. (1995): Women in OId Norse Society. Cornell University, 1995, Cornell Paperbacks
1998. P. 1154-56

12
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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

capacidad de cambiar de forma y hacer profecías, propio de la magia Seiðr, de la cual ya hablaremos
más adelante. Es poseedora del Brisingamen, un collar de oro, y su carro está tirado por gatos.

La diosa Frig, Frigg o Friga, dependiendo de la traducción, es la mujer de Odín. Se la conoce por
varios kennings39: madre de los dioses y señora de la tierra. Queda relacionada con la vida y en
ocasiones se ha pensado que es la figura de donde surgen los dioses. La sala de su palacio recibe el
nombre de Sessumir o la “sala de los mil sitiales”. Se le suele llamar frau o señora y se le conocía por
proteger de buena gana a aquellos que la invocan. Se le suele invocar en cuestiones relacionadas con
la casa ya que se le atribuyen las tareas del hogar, y de su cinturón penden las llaves de la casa.40Al
igual que Odín, tiene el don de la adivinación, aunque no desvela lo que sabe, y se puede transformar
en halcón (otro ejemplo de Seiðr).

También tenemos a la diosa Hel, es la hija de Loki y Angborda; Odín la arroja al inframundo y le
entrega el gobierno de esos reinos. En un principio se la tiene como la diosa del interior de la tierra,
que simboliza la relación entre los antepasados, la renovación de la vida y, por lo tanto, la fecundidad.
Se dice que vivía en la región del Nifeldheim donde acogía a los muertos por enfermedad o edad.

Con el tiempo se elaborará una concepción de un mundo inferior y Hel pasará a ser la “señora de los
muertos” o “dama del más allá”. Un ejemplo de esto lo encontramos en las Eddas; en la Edda Menor
se describen a ella y a sus dependencias:

“[…] Extensos son sus dominios, y tiene una cerca muy alta y de grandes verjas. Su mansión
se llama La Aguanosa, Hambre su plato, Penuria su cuchillo, Remolón su criado y Remolona
la sierva, Tropezón el umbral de su entrada, Moridero su lecho y Brillante Infortunio el
cortinaje de su cama. Su cuerpo es la mitad oscuro, la mitad color carne, es por lo tanto fácil
reconocerla, y tiene una cara lúgubre y maligna. […]41”

En la Edda Mayor, sin embargo, su palacio y ella son magníficos y no falta nunca nada. Este
cambio de actitud se ha tomado en ocasiones como reflejo del cristianismo, para dar a conocer
los males del paganismo nórdico.42

Por último tenemos a la diosa Idun o Iduna, la más bella. Representa la juventud y la inmortalidad.
La Edda la presenta como hija del enano Iwaldi y esposa de Bragi, dios de la elocuencia. En la
Edda Menor se menciona que es ella la que guarda “en un arca las manzanas que los dioses deben
morder cuando se ponen viejos, y entonces se vuelven todos jóvenes otra vez, y así será siempre
hasta el Ocaso de los Dioses”43. Su casa está en lo alto del árbol Yggdrasil, justo donde éste se
convierte en el Valhalla.

Magia femenina
Como con muchos otros casos las fuentes que hablan de la magia en la Época Vikinga son de
momentos posteriores a ésta, cuando ya el cristianismo estaba a la orden del día y los monjes empiezan
a hablar de las viejas costumbres de los escandinavos. Un ejemplo de esto es la Þáttr, con un total de
14 capítulos o episodios, en los que se nos cuentan los viajes de Þorvaldr, el primer islandés en

39
Es una forma “metafórica” de llamar a una persona u objeto. Al oro se le llama “las lágrima de Freyja”
y a Freyja como “Poseedora de los caídos en combate”, entre muchos.
40
GARCÍA FONT, J. (1995): Mitos y Leyendas Nórdicos. Ediciones mra, colección aurum, Barcelona.
p. 100
41
SNORRI, S.: Edda Menor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. p.59
42
GARCÍA FONT, J. (1995): Mitos y Leyendas Nórdicos. Ediciones mra, colección aurum, Barcelona.
p. 102-04
43
SNORRI, S.: Edda Menor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. p.57

13
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

convertirse al cristianismo y quien predica esta religión entre sus compañeros paganos. Estos episodios
nos permiten analizar la percepción que se tiene sobre la magia y su división en géneros.

Para empezar con el análisis debemos comenzar haciendo una división tripartita del uso de la magia:
en un extremo tenemos a aquellos que pueden predecir el futuro y cambiarlo, mediante rituales, y a
aquellos que lo predicen sin practicar la magia; en un segundo grupo se encuentran quienes pueden
cambiar el futuro empleando la magia instrumental; y entre estos dos grupos tenemos al de las personas
que solo pueden extraer información del futuro, pero no cambiarlo44. Parece ser que la mujer dominaba
el primer tipo de magia, y esto lo vemos en la Edda poética, o Edda Mayor, en la que tanto mujeres
divinas como mortales predicen el futuro sin ayuda de la magia, pero en las sagas familiares, el forsjá45,
se atribuye tanto a hombres como a mujeres.

En muchas culturas la magia se separa de la religión, pero este no es el caso ya que muchos dioses y
diosas practican la magia. Megan Callaghan define la magia como “una acción simbólica o física que
pretende cambiar el mundo mental o físico”. Un ejemplo de magia física o pasiva es la otorgada por
la capa de plumas de Freyja46, y uno de magia activa es el de la Hyndluljóð, donde Freyja usa el seiðr
para transformar a Ottar en un verraco47. Tenemos un total de cinco tipos de magia, empezando por el
Spá, el Seiðr, el Vánir, las runas mágicas y el Galdr.

Hay que mencionar el hecho de que las Eddas no son fiables para el estudio de la sociedad vikinga ya
que los vǫlur históricos eran sacerdotisas que servían a la comunidad con profecías y haciendo
encantamientos, mientras que en las Eddas son figuras pasivas que simplemente dan consejo. También
cabe mencionar que no siempre la magia era cuestión del sexo femenino y que en las Eddas en
ocasiones el número de varones que usan la magia supera al de mujeres

El Spá es el primer tipo de magia sobre el que hablaremos, es la magia mejor definida, la profética,
usada por los vǫlur, aunque no su única magia ya que el seiðr y las runas también se emplean para
predecir el futuro. Aunque el título de vǫlva se reserve a las mujeres en la sociedad vikinga, algunos
hombres también usaban el Spá, pero aparece muy restringida; el mismo Odín, quien, en Hávámal,
dice conocer magias que nadie más conoce, no parece conocer Spá y se ve obligado a consultar a una
vǫlva para que le haga profecías. 48

Esta magia será más respetada que el seiðr, a pesar de que ambas tienen las mismas características
proféticas, pero el seiðr es la magia de las illrar brúðar o malas mujeres, que solo dan buenas profecías
o volu velspá49.Hallakorva indica que el Spá se relaciona con el ørlög o ley primitiva, unida a las
nornas, y se cree que va directamente a la fuente primaria para la predicción, mientras que para el seiðr
pueden emplear a los espíritus como medio de predicción, aunque en la Edda Mayor no hay indicios
de esta práctica.

En segundo lugar tenemos el Seiðr, un concepto muy extenso de magia que incluye la que se emplea
para batallar, para causar tormentas, hacer profecías, ilusiones, crear pociones, cambiar de forma, etc.
Parece ser una magia de tipo mental, actuando de forma tanto física como psicológicamente de forma
chamánica ya que “el conocimiento parece ser una herencia del mundo” según Dan McCoy.50

44
JOCHENS, J. (1991): “Old Norse Magic and Gender” en Scandinavian Studies, Vol 63, Nº3.
University of Illinios Press. 1991. P. 306
45
Forsjá = regalo
46
SNORRI, S.: Edda Menor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp.101
47
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp.155-162
48
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp.23.
49
De este término viene el nombre del poema Völuspá, que literalmente significa “La visión de la
Adivina”. (SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. pp.23-36)
50
Dan McCoy, Magic, 2012, <http://norse-mythology.org/concepts/magic/>

14
Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

Este tipo de magia parece tener mala reputación y parece deberse a su origen, tanto como magia
practicada por las mujeres o como magia traída por los lapones. La Edda poética apoya esta teoría
dando orígenes por parte de los Vánir51. Con el origen divino del seiðr, Freyja sería la primera en usar
esta magia, y sería su única magia. El uso de esta magia se estudiará normalmente a partir de las diosas,
ya que eran adoradas de forma más abierta y disponemos de más información, por lo tanto pueden ser
el modelo a seguir de las mujeres que emplean el seiðr52. Pero nos encontramos con el problema de
que por ser una diosa se encuentra eclipsada por el androcentrismo de los textos nórdicos.

En el Lokasenna tenemos un ejemplo de lo mal visto que estaba este tipo de magia: Loki le dice a
Freyja “Þú ert fordæða/ oc meini blandin moc” que viene a decir “Tú cállate, Freyja, bruja que
eres/llena de grandes maldades”53; fordæða es una forma de insultar a quienes practican el seiðr, pero
también tenemos el nombre seiðbenrendr, siendo berendr una forma vulgar de llamar a los genitales
femeninos54, dándole a la práctica del seiðr connotaciones sexuales; otra forma despectiva es heið,
empleado en la Vǫluspá para referirse a Freyja, especialmente si va unido al nombre de Gullveig, ya
que destaca una obsesión por el oro. Loki también puede usar el seiðr, siendo su principal uso el
cambio de forma.

A partir de los hallazgos arqueológicos se ha deducido que en la práctica del seiðr se puede emplear
ropa específica para el ritual. Estos restos son de máscaras de animales hechas de fieltro e imágenes
en el tapiz de Oseberg de una mujer con máscara y piel de verraco, animal empleado para simbolizar
a Freyja.

El tercer tipo de magia del que hablaremos son las runas, que tienen también un rango amplio de
aplicaciones. Esta magia, al contrario que el seiðr estaba pensado para los hombres, y esto se basa en
que de todas las inscripciones rúnicas con fines mágicos, solo una de ellas es de una mujer 55. Sin
embargo, esto no lo apoya la Edda Mayor, ya que de la lista de quienes usan las runas, siete son
mujeres y siete son hombres. Parece también que el conocimiento de las runas va por clase social y no
por sexo, como se explica en la RigsÞula, donde Rig solo enseña runas a Jarl y Konr.

También parece que en la Edda no hay conexión entre género y el uso de las runas. Se podría hacer
una conexión con la mujer debido a que se relacionan con las normas, pero tenemos el ejemplo de Jarl
y Konr. También su uso y objetivo se podría conectar con el de la mujer ya que se empleaban para que
el parto fuera bien, pero realmente no nos dice nada ya que también se empleaba en campos masculinos
como la guerra y la política.

Por último tenemos la magia Galdr que se compara muchas veces con todo lo contrario al seiðr: una
magia simple y masculina para contrastar con la ritualidad y feminidad del seiðr. Higley56hace una
comparación entre magias diciendo que mientras que el seiðr era considerado “magia sucia” y “de
mujeres” el Galdr era “magia de hombres” y “honorable”.

51
Uno de los grupos de dioses nórdicos.
52
CALLAGHAN, M. (2014): Magic beyond the binary: magic and gender in the Poetic Edda.
University of St Andrews, 2013-2014. P.13
53
SNORRI, S.: Edda Mayor. Madrid, 2012, Alianza Editorial, S.A. p. 122
54
CALLAGHAN, M. (2014): Magic beyond the binary: magic and gender in the Poetic Edda.
University of St Andrews, 2013-2014. P.14
55
CALLAGHAN, M. (2014): Magic beyond the binary: magic and gender in the Poetic Edda.
University of St Andrews, 2013-2014. P.19
56
Sarah Lynn Higley, Dirty Magic: Seiðr, Science, and the Parturating Man in Medieval Norse and
Welsh Literature, http://www.illinoismedieval.org/ems/VOL11/higley.html

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Laura Pérez Bernabé
LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

El Hávámal es la guía del uso del Galdr, una serie de elecciones para hombres dictadas por Odín. El
carácter masculino de la magia se define en varias ocasiones cuando Odín dice que conoce hechizos
que ninguna mujer conoce y que no enseñaría a ninguna niña o mujer; esto contrasta con el hecho de
que el Galdr va dirigido en muchas ocasiones a mujeres, como seducirlas o tener autoridad sobre ellas.
Otros usos más mundanos son proteger barcos, a los guerreros, parar fuegos, encadenar y
desencadenar, curar y maldecir…

6. LA MUJER VIKINGA EN EL MUNDO FUNERARIO

Los rituales funerarios reflejan tanto el aspecto material como el espiritual del enterramiento y
simboliza la vida, cómo reaccionan los vivos ante la muerte. Es también un ritual de paso para que el
difunto pueda llegar al más allá. En el mundo vikingo tenemos dos clases de ritos: la cremación y la
inhumación. La inhumación se puede dar en sudarios, cajas de madera, cámaras o barcos, mientras
que la cremación se da en barcos o en piras.

En las Eddas tenemos el caso de la pira funeraria de Baldr, a la que se une su mujer, Anna. También
tenemos el caso de Brynhild y su amante Sigurd; Brynhild, tras la muerte de Sigurd, se suicida y
ordena que se haga una pira para los dos, quien se lleva consigo a cuatro de sus sirvientas. En las sagas
familiares Islandesas Gyda es quemada cuando muere. Esto es significativo ya que la cremación se
reservaba a la gente que podía regresar de los muertos, por lo que es posible que en las sagas la
cremación se tenga más como una defensa que como un ritual de paso. En cuanto a inhumación
encontramos que el método favorito son los túmulos y que cuanto más grande éste más prestigio social
tiene la persona.

En la inhumación también se da el caso del uso del barco, aunque está reservado a las personas de
cierto poder adquisitivo. También se da la costumbre de enterrar a los difuntos bajo mojones o
montones de piedras, pero esta práctica estaba reservada a casos especialmente en los que el difunto
era una persona poco deseada por la sociedad como criminales, o brujas, y para aquellos que mueren
de forma violenta, posiblemente por el temor a que puedan volver de los muertos; por esta misma
razón este tipo de enterramientos los encontramos en zonas apartadas.57

Por otro lado encontramos una escasez notable de restos femeninos en las necrópolis escandinavas, y
esto, según algunos investigadores como Nancy L. Wicker, se puede deber al infanticidio aplicado
solo al sexo femenino. De esto tenemos evidencias en las fuentes escritas, como en el caso de la saga
de Gunnlaugs en la que dice “Si tienes descendencia y es hombre, déjale vivir; si es una mujer,
exponla”, refiriéndose con exponer a abandonar al bebé. Parece que fue una práctica muy común, ya
que con la llegada del cristianismo se hicieron leyes en contra de esto.

Un problema para esta teoría es que, en la arqueología, la única evidencia que tenemos de esta práctica
es la escasez de restos óseos de mujeres. Muchos estudiosos, para descartar la idea del infanticidio
como razón de la falta de restos femeninos, han tratado de explicar que esto se debe a que las tumbas
de las mujeres no se señalizaban con tanta frecuencia como la de los hombres. Es también
problemático por el hecho de no encontrar muchas tumbas de infantes, por lo que esta teoría sería
difícil de apoyar con la arqueología, pero no es descabellado pensar que también ocurrió en
Escandinavia, ya que era una práctica común en la Edad Media. 58

57
SPATACEAN C. (2006): Women in the Viking Age. Death, Life and burial customs. Center for Viking
and Medieval Studies. Oslo. 2006. p. 120
58
L. WICKER N. (1998): “Selective female infanticide as partial explanation for the dearth of women in
Viking Age Scandinavia” en Violence and Society in the Early Medieval West. The Boydell Press.
Woodbridge. 1998. Pp. 205-216.

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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

Para terminar, tenemos el caso singular del entierro de Oseberg, uno de los enterramientos más
espectaculares de la Época Vikinga y que pertenece a una mujer. Este enterramiento nos muestra el
estatus social que podía adquirir una mujer escandinava. Es el enterramiento más lujoso que se conoce
de la Época Vikinga y el barco que se usó es el más famoso. En el momento de su hallazgo la tumba
se encontraba casi sellada herméticamente, debido al túmulo de piedras y arcilla, el contenido como
la madera, las telas y todo material orgánico, se encontraba en muy buen estado, aunque, debido al
peso del túmulo, parte estaba fragmentado.

Según Leszek Gardela hay una serie de pistas que pueden ayudarnos a saber qué papeles pudieron
haber tenido los allí enterrados. A pesar de la falta de joyas encontramos aquí dos hachas y toda una
serie de objetos que normalmente se relacionarían con hombres. Las hachas se han querido relacionar
con la cocina ya que estaban muy bien decoradas, pero no se ha cerrado la puerta a nuevas
interpretaciones. En su artículo, Leszek menciona que el investigador Fedir Androschchuck sugirió
que la presencia de arneses para caballo y otros objetos típicamente masculinos podrían ser indicadores
de un tercer cuerpo, el de un hombre. Para apoyar su teoría se basa en que en el enterramiento aparte
de dos pares de zapatos enteros también se halló una suela de zapato suelta. Pero debido a la falta de
restos óseos de un varón esta teoría es imposible de probar. 59

En el enterramiento se encontraba el cuerpo de una mujer con artritis, de unos cincuenta años, junto a
otra mujer de veinte años. Dentro del barco se dispusieron todos los bienes que ambas mujeres
pudieran necesitar en su viaje al más allá, y, por si el barco no era el medio idóneo, se incluyó un
vagón, cuatro trineos y una silla de montar, junto a doce caballos sacrificados. Además de esto se
incluyeron otros elementos como camas, utensilios de cocina, lámparas, una silla, comida, bebida, etc.
Aparte de la gran cantidad de objetos hallados en la tumba, otro de los elementos que nos indican que
se trata de una mujer proveniente de una familia pudiente es el hecho de que todos estos elementos se
encuentran ricamente decorados.

Está claro que una de las mujeres enterradas en Oseberg fue una persona importante, algunos incluso
se atreven a decir que una reina, pero no podemos saber cuál de ellas ni tampoco si ambas fueron
enterradas a la vez. Lo que sí que sabemos es que los zapatos que lleva la mujer mayor, especialmente
hechos para ella, están hechos de piel de becerro y de gran elaboración, lo que la dota de cierta
importancia ya que la otra mujer va descalza. Esto no es determinante puesto que es posible que una
mujer joven se pudiera permitir regalarle unos zapatos de calidad a su criada.

El enteramiento de Oseberg nos muestra que aunque la mujer no estuviera muy presente en el mundo
funerario, por las razones que fuere, no quiere decir que no fueran importantes en su sociedad. El
hecho de que se tomaran la molestia de enterrar a una mujer de la forma en la que enterraron a las dos
mujeres de Oseberg demuestra que la mujer vikinga podía tener papeles de prestigio y ser recordada
por ello.

7. LA MUJER VIKINGA EN LA GUERRA

La guerra se ha visto siempre como una actividad masculina y como forma de demostrar la valía de
los hombres, considerando afeminados a los que no eran dotados en este aspecto. Pero, a lo largo de
la historia, se ha podido ver cómo cronistas narran casos de mujeres guerreras, como son el caso de

59
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp 292-293

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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

Juana de Arco o Aethelflaed de Mercia, quien fue educada desde pequeña en el arte marcial para llenar
el vacío que sentía su padre por no haber tenido un hijo varón60.

Uno de los documentos escritos que mayores luces arrojan sobre el asunto es el del historiador
bizantino Johannes Skylitzes, que habla sobre cómo quedó el campo de batalla tras la lucha de 971 del
gobernante escandinavo de Kiev, Sviatoslav, contra los bizantinos en Bulgaria. Los norteños sufrieron
la derrota, pero los bizantinos se asombraron al ver que habían mujeres entre los fallecidos y que iban
armadas como los hombres.

Podríamos encontrar dos tipos de mujer guerrera, la que lo es solo de forma esporádica, en caso de
emergencia, que pasado este estado volvería a las labores típicas de su género y las que lo son de forma
más habitual y durante largos periodos de tiempo. Saxo Grammaticus en su Historia de los Daneses
menciona en su descripción a Lathgertha, una "mujer hábil en la lucha, dotada del temperamento de
un hombre dentro del cuerpo de una mujer; con cabellos ondeando sobre sus hombres batallaría en la
vanguardia junto con los guerreros más valientes". Muchos historiadores no han tomado de forma
seria esto, ya que Saxo era conocido por incluir material legendario, pero parece ser que Lathgertha
fue una de las esposas de Ragnar Lothbrok, un personaje posiblemente histórico. Saxo también
menciona a Rusila, a quien muchos historiadores han querido vincular con Inghen la Roja -mencionada
como la líder de los Vikingos en Irlanda. 61

Pero incluso si Lathgertha o Rusila no son personajes históricos, no tenemos por qué abandonar la
idea de que existieran mujeres guerreras en época vikinga, ya que hay un grupo de restos arqueológicos
en Escandinavia que asocian armas, como espadas y lanzas, con tumbas de mujeres.

En arqueología hay tres formas de saber si un individuo es una mujer o un hombre: mediante la
osteoarqueología, mediante los restos enterrados y mediante la forma externa de la tumba. En manera
osteoarqueológica los restos se tienen que encontrar bien preservados, lo que no ocurre en todos los
casos ya que la cremación es un método muy común y solo parte de los huesos se depositaban en la
tumba. Pero la forma más común es la arqueológica mediante el estudio de los objetos hallados en el
enterramiento. Por lo general las armas se relacionan con los hombres y las joyas con las mujeres; los
utensilios de cocina suelen ser considerados elementos neutrales (esto se debe a que los hombres,
durante tiempos de guerra, debían cocinarse su propia comida). Aquí nos encontramos entonces con
el problema de la diferencia entre sexo biológico y el género. El sexo biológico es fácil de conocer si
tenemos disponibles los restos óseos y el individuo tiene cierto rango de edad, pero el género varía
con la sociedad y podemos hallarnos con una barrera cultural que nos impida conocer cómo percibían
el género los vikingos. 62

Por otro lado, el mayor problema que nos encontramos en este caso es que no siempre se han empleado
los mismos métodos de excavación y documentación de los objetos arqueológicos y encontramos que
no todas las tumbas han sido sexadas, fotografiadas o dibujadas. Debido a esto hay enterramientos en
los que se han dado por hecho muchas cosas solo por el tipo de objetos encontrados; las armas
relacionadas con enterramientos de hombres y las joyas o los utensilios de costura con las mujeres
cuando es posible que una tumba que contenga armas sea de una mujer. 63

60
RANK M. y RANK M. (2013): Most Powerful Women in the Middle Ages. pp. 15-21
61
MCLAUCHLING, M (1990): “The woman warrior: gender, warfare and society in medieval Europe”
en Women’s Studies. Gordon and Breach, Science Publishers, Inc. Gran Bretaña. 1990. Pp. 197
62
GRÄSLUND, A.S. (2001): “The position of Iron Age Scandinavian Women: Evidence from Graves
and Rune Stones” en Gender and the archaeology of death. Altamira Press, Plymouth 2001. Pp. 89-90
63
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp. 277-279

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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

El estudio de Leszek Gardela identifica en Dinamarca un total de tres individuos sexados como
mujeres y enterrados con armas. Incluyendo la tumba BB de Bogøvej en Langeland y las tumbas de
Gerdrup y la A505, ambas en Sjælland. La tumba BB de Bogøvej presenta a una mujer acompañada
por un cuchillo de hierro en su pecho, cerca de su pelvis un trozo de pedernal y un fragmento de dírham
árabe, y un hacha64; la tumba de Gerdrup, posiblemente la más conocida de todas, contiene dos
individuos, una mujer y un hombre. La mujer tenía sobre el pecho y la pierna derecha dos grandes
piedras y junto a la cadera una caja de alfileres y un cuchillo. Pero el objeto más destacable es una
lanza al lado de la pierna derecha de la mujer; por último, en el caso de la tumba A505 de Trekroner-
Grydehøj, la mujer enterrada tiene junto a ella, entre otras cosas, dos cuchillos, un caballo y un perro
sacrificados, y algo parecido a una punta de lanza. Tanto sobre el caballo como la mujer se le colocaron
piedras de gran tamaño. 65

En Noruega, por otro lado, tenemos otro conjunto de enterramientos. El de Love cerca de Larvik
(Vestfold), cerca de un círculo de piedras reutilizado que data de la Edad del Bronce. La persona
enterrada en esta tumba es una adolescente vestida con ropas ricas, y acompañada, entre otras cosas,
por un hacha situada cerca de su cabeza, un lugar extraño en el que colocarla. A su pies un caballo
decapitado y una brida muy ornamentada donde debía haber estado la cabeza del caballo; En el
cementerio de Marem encontramos una inhumación de una mujer acompañada con un amplio abanico
de ajuares, como joyas, broches, textiles y un hacha; también hay tumbas en el cementerio de Kaupang,
en Vestfold, con hachas acompañadas por broches ovales (inmediatamente relacionados con mujeres),
las tumbas Ka. 3, Ka. 10 y Ka. 16.

En Suiza tenemos las tumbas 59:2 y 59:3 de Klinta y la de Birka. El caso de las dos primeras tumbas
es uno especial ya que se tratan de un hombre y una mujer que fueron quemados conjuntamente en un
barco, y posteriormente separados y depositados en distintas tumbas, 59:2 (hombre) y 59:3 (mujer).
Aquí la diferencia radica en que la tumba de la mujer incluye, además de la vasija de cerámica en la
que se depositaron los huesos, un bastón y un hacha de hierro y en el caso de la tumba del varón no se
puso tanto cuidado en organizarlo todo, además de que no hay presencia de ajuar; en Birka (Uppland)
encontramos el caso más representativo de las tumbas de élite o de la aristocracia, donde los fallecidos
iban acompañados por dos caballos además de varios objetos como puntas de flecha y posiblemente
un arco, un escudo y un bastón de hierro. En este caso, como en todos los casos en los que los
enterrados son del sexo opuesto, se ha tendido a relacionar las armas con el hombre. Por último,
tenemos el caso del enterramiento A24 en el Lago Dalstorp, una mujer cuyos restos incinerados fueron
esparcidos sobre un montículo funerario y sobre estos una serie de objetos entre los que se incluye
cinco lanzas.

Estas tumbas tienen diferencias y similitudes: en el caso de Dinamarca todas contenían algún tipo de
arma, pero estaban dispuestas en diferentes posiciones. El hacha de la tumba BB de Bogøvej se
encontraba cerca de la rodilla derecha de la mujer; la lanza de Gerdrup y la lanza/báculo 66 de
Trekroner-Grydehøj estaban ambas depositadas a la derecha de la mujer, pero el arma de Gerdrup se
encontraba a sus pies, mientras que en Trekroner-Grydehøj estaba en su mano. Por otro lado las tres
tumbas se encuentran en sitios apartados del resto de tumbas, lo que nos podría indicar un estatus
diferenciado de las tres mujeres. En el caso de Noruega, podemos observar que un gran número de

64
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp. 279-281
65
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp. 284-286
66
Leszek Gardela argumenta que la práctica de colocar piedras encima del cuerpo se identificaba con una
posición de hechicera de la mujer y un deseo de que ésta no volviera al mundo de los vivos, por lo que la
cabeza de lanza podre pertenecer a alguna especie de bastón empleado en rituales.

19
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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

tumbas incluyen hachas y una cantidad importante de objetos lujosos, lo que nos indicaría que eran
miembros importantes de sus comunidades; por último, en el caso sueco lo más destacable es la última
tumba, la del Lago Dalstorp ya que se ha interpretado que los objetos hallados no tenían la intención
de ser ajuar funerario y que las armas pudieron haber sido empleadas para que el fallecido se levantara
de los muertos. 67

Un problema recurrente en el estudio de las tumbas y su ajuar es que no sabemos si lo depositado allí
pertenece al difunto o a las personas que les entierran ya que, como muchas veces se ha dicho, las
tumbas pueden hablar más sobre las personas que realizan el enterramiento que sobre el propio difunto.
Por este motivo debemos prestar atención a lo encontrado en las tumbas anteriormente mencionadas;
las hachas, por ejemplo, podrían no ser empleadas en la guerra sino como utensilios de cocina y
encontramos, también, que no hay presencia de espadas en los enterramientos de mujeres.

También tenemos evidencias iconográficas que nos pueden ayudar a saber si realmente la mujer
vikinga se incluía en la batalla, como son fragmentos de los tapices de Oseberg o broches. En los
tapices tenemos fragmentos con figuras antropomorfas vestidas con ropas similares a las femeninas,
sujetando lanzas y espadas. Muchos han especulado sobre si estas mujeres son Valquirias. En el caso
de los broches tenemos a jinetes que con un tocado caracterizado por una coleta anudada y otra figura,
a pie, que porta una lanza y, en ocasiones, un escudo. En este caso también se han querido interpretar
como valquirias, pero no debemos descartar la posibilidad de que sean mujeres.68

Como se puede observar hay una gran cantidad de información sobre el tema, pero ninguno de estos
casos nos sirven para esclarecer el asunto ya que se trata de un tema de reciente investigación y que
sigue renovándose. Recientemente se ha descubierto que la tumba 581 de Björkö, en Birka, usada
como referente sobre las tumbas de varones guerreros, contenía una mujer y no un hombre. Esta tumba
contenía dos caballos, varias armas, entre las que se incluye una espada, y piezas de un juego vikingo.
La espada es un claro indicativo de que el individuo era un guerrero y los caballos se alternarían para
dejar que uno descansara mientras que se usaba el otro. El cuerpo de la mujer parecía estar vestida con
las mismas ropas que muestran los broches que hemos mencionado antes, a la moda occidental.

8. CONCLUSIONES

Como la gran parte de los campos en historia y arqueología el tema de la mujer en la sociedad vikinga
es un tema que sigue en estudio y en constante cambio. A lo largo de este trabajo hemos visto los
aspectos más importantes a partir de las investigaciones más actualizadas y serias.

Tras la realización del trabajo se llega a la conclusión de que la sociedad vikinga ni era completamente
machista ni tampoco es un entorno ideal para la figura femenina. Al igual que tampoco hay líneas
divisorias concretas sobre qué hace una mujer y qué no, observando, en el caso de las tareas, cómo
esta línea se difumina.

Por otro lado en la cuestión legislativa que concierne a la mujer vikinga se ve claramente que no era
realmente beneficiosa para ella. La visión que se tiene sobre las leyes escandinavas y la situación de
la mujer es de cierta ventaja sobre la situación en el cristianismo, pero no es así. La mujer no puede
elegir marido ni decidir si se casa con él o no, siendo el guardián quien decide por ella, hasta la llegada

67
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp. 287-299
68
GARDELA, L. (2013): “’Warrior Women’ in Viking Age Scandinavia? A preliminary archaeological
study. En Analecta Archaeologica Ressoviensia. Rzeszóq, 2013 pp.303-306

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LA MUJER EN EL MUNDO VIKINGO

del cristianismo. Sin embargo la mujer podrá divorciarse de su marido por distintas razones, como
puede ser la agresión física o mental o que su pareja no le dé hijos.

En otro de los aspectos en los que vemos una división es en la magia, siendo un tipo de magia adecuado
para la mujer y otro para el hombre. El seiðr una magia femenina, y mal vista si era empleada por un
hombre, y el galdr destinado para ser usada por hombres. Pero lo más curioso del galdr es que su
principal uso es en mujeres.

En el mundo funerario observamos una escasez de restos óseos de mujeres, lo que puede ser explicado
por el infanticidio de niñas y una serie de tumbas destacables, de mujeres poderosas. Esto nos podría
indicar que las mujeres podían obtener un alto estatus dentro de su círculo social, pero también podría
significar que el poderoso era su marido y éste, simplemente, le quiso dar un entierro digno a su poder.
Este mundo funerario también nos ha ayudado a estudiar otro aspecto actual de investigación, la mujer
guerrera, aunque no nos da pruebas concluyentes de si hubo mujeres guerreras entre los vikingos o no.
Ninguna de las pruebas que se han aportado hasta ahora nos ayuda a sacar conclusiones sobre esta
cuestión.

9. BIBLIOGRAFÍA

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