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La Chica de La Ventana PDF
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La chica de la ventana
SINOPSIS
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
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CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
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EPILOGO
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Bonus Trolly
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SINOPSIS
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comenzó a recibir diariamente... Así fue como Camila se convirtió en una joven
deprimida que, al llegar a su casa, se encerraba y lloraba en su habitación...
Hasta que vio a la chica de ojos verdes que la miraba desde la casa de enfrente.
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CAPITULO 1
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QUE TENGO QUE SER ASI?! ¡¿POE QUE ESTUPIDA?! ¡¿POR QUE?!
De repente, la canción de One Direction que usaba como tono de celular
interrumpió su llanto. Atendió su teléfono sin siquiera ver el nombre.
Camila: ¿Hola?
XX: ¿Mila, estás bien?
Camila: Si, Dinah... o al menos físicamente. Pudo ser peor... La otra vez me
abrió el labio.
Dinah: Yo creo haberle roto la nariz, pero no estoy segura. Ojala los otros
hayan tomado fotos y las suban a Facebook. En serio quiero ver cómo le deje la
nariz de payaso.
Camila río entre lágrimas. Dinah era la única que podía hacerla sentir mejor en
aquellos momentos en los que solo sabía odiarse a sí misma.
Camila: Créeme, yo también quiero ver eso.
Dinah: Mila, quisiera ir a tu casa ahora, pero tengo que cuidar a mis hermanos
y... Mani aun no ha terminado su servicio comunitario, así que ella tampoco ira.
Camila: Le dije que escribir "Fuck You" y "Normani Was Here" en el auto de
Luis no iba a ser bueno.
Dinah: Vamos, Camila, valió la pena. Si miras de cerca aun lees Normani en la
puerta del copiloto.
Camila: Si lo de esa forma es como si Normani viajara a todas partes con Luis.
La risa de Dinah se escucho al otro lado del altavoz. Camila río también,
contenta de que alguno de sus chistes hubiese sido lo suficientemente bueno
como para hacer a Dinah reír.
Dinah: Oh, Dios, Mila, tengo que contarle esto a Mani.
Y sin decir más, Dinah colgó su celular
Y allí estaba Camila, de nuevo sola, en su habitación, con el vientre adolorido y
unas inmensas ganas de llorar.
Fue entonces cuando Camila miro hacía la ventana. No solía asomarse por allí,
pues solo se podía ver la ventana de la casa de enfrente y un montón de
arbustos sin cortar. Pero ese día, esa ventana tenía algo que le llamo la
atención. Tal vez eran los rayos de sol que atravesaban el vidrio o la
transparencia del cristal. Nadie jamás lo sabría.
Miro a través de ella, con los ojos aun llenos de lágrimas y sonrío. El cielo
estaba azul, las nubes parecían algodones y el sol brillaba como nunca. Sonrío.
El día estaba realmente hermoso.
Entonces, cuando sus ojos decidieron bajar un poco, Camila la vio. En la casa
del frente, con una mano sobre la ventana, una chica de ojos claros (O al menos
esto pudo notar a la distancia), cabello oscuro y tez pálida la estaba mirando.
No estaba sonriendo, llorando o enojada. Solo la estaba mirando.
En cuanto la chica se dio cuenta de que Camila había notado su presencia abrió
los ojos como platos, bajo la mirada y luego solo se dio media vuelta y se
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recostó sobre su cama, donde comenzó a escribir en... ¿Era eso un periódico?
¿Acaso estaba ella rellenando un crucigrama? Los pocos segundos que Camila
la había visto, había notado que tal vez tendría su edad, así que no podía
imaginar que alguien tan joven estuviese haciendo algo tan aburrido como un
crucigrama del periódico.
Intrigada, Camila busco un cuaderno de dibujo y un marcador y escribió
algunas palabras allí. Luego coloco el papel sobre la ventana y comenzó a
golpear su propia ventana intentando llamar la atención de la chica de la
ventana. Durante unos minutos la chica no reacciono, como si estuviese
atrapada en su propio mundo. Entonces lentamente pareció darse cuenta del
sonido y levanto la cabeza despacio. Cuando sus miradas se encontraron, ella la
aparto rápidamente. Entonces, sus ojos cayeron en el papel y comenzó a leerlo.
"¿Que estás haciendo?"
Sus ojos, a los dos metros que separaban ambas ventanas, parecieron llenarse
de alegría, pero su rostro no lo demostró. Era como si ella quisiera sonreír, pero
no pudiese o no supiese como.
Se acerco lentamente a la ventana, como si estuviese dudando entre hacerlo o
no, y luego coloco el periódico sobre la ventana. Como Camila lo había
pensado, era un crucigrama. Sonrío. Por primera vez había adivinado algo en su
vida sin tener que pedir una segunda oportunidad.
Entonces Camila bajo su mirada. Algo no estaba bien en uno de los brazos de
la chica. Se veía un poco más grande que el otro, y una vena parecía
sobresalirse. Lo miro con curiosidad, intentando descifrar que era lo que hacía
que este se viese así. Cuando finalmente se dio por vencida, noto que la chica la
estaba mirando con el ceño fruncido, como si estuviese intentando descifrar lo
que Camila estaba haciendo. De nuevo, cuando sus miradas se encontraron, la
chica de la ventana dejo de mirarla.
La chica se dio la vuelta y pareció estar buscando algo por la habitación. Luego
volteo a ver a Camila y coloco una mano sobre su cabeza, aparentemente
confundida. Finalmente abrió un cajón de su escritorio y saco una hoja y un
marcador. Camila la miro fijamente mientras comenzaba a escribir.
Finalmente, la chica termino y coloco su papel sobre la ventana. Camila sonrío.
"¿Que estas mirando?"
Su letra era hermosa, pulcra, casi de computadora. Parecía irreal, así como la
chica.
Camila tomo otro pedazo de papel y comenzó a escribir. No escribió lo que
antes había querido preguntar a cerca de su brazo. En realidad, solo escribió lo
que estaba pensando mientras veía a la misteriosa chica de ojos claros.
"Eres hermosa"
Y por primera vez, Camila vio a la chica sonreír tímidamente.
Esa sonrisa borro todo lo malo que a Camila le había sucedido durante el día.
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CAPITULO 2
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XX: Buenas tardes, Jauregui -La saludo una voz que conocía bastante bien.
Lauren: Ally Brooke Hernández, acabas de interrumpir mi crucigrama.
Ally: Lo siento. Solo quería hacerte compañía. Puedo irme si quieres.
Lauren sacudió la cabeza casi de inmediato. Le encantaban los crucigramas,
pero su madre sobreprotectora solo le permitía ver a Ally durante las diálisis y
cuándo asistían a clases de piano, y en estas últimas hablar era imposible con la
estricta señora Hansen como profesora.
Lauren: Quédate, por favor.
Ally: Sabía que me necesitarías, Jauregui.
Lauren sonrió y luego hizo espacio para que Ally se sentara a su lado. En
cuanto lo hizo, ambas se quedaron en silencio, escuchando el sonido de la
máquina de diálisis. Entonces Lauren rodeo a Ally por la cintura con su brazo
libre y apoyo su cabeza en su hombro. Era un abrazo. Torpe, pero lo era. Ally
respondió al abrazo de inmediato.
Eran pocas las veces en las que Lauren daba un abrazo espontaneo. Su
psicóloga decía que era a causa del Asperger, pero Ally creía que en realidad la
personalidad de Lauren era así. ¿Por qué echarle la culpa de todo a tu
padecimiento? ¿Por qué no puedes ser tu mismo a pesar de todo?
Lauren: Mi vida es espantosa.
Ally: No, no lo es Lauren.
Lauren: Por favor, lee mi historial. Trasplantes, rechazos, enfermedades,
diálisis... No hay nada bueno en el.
Ally: Claro que sí.
Laura: ¿Qué cosa? Créeme, memorice cada palabra y no logre encontrar nada
bueno. Incluso fui prematura.
Ally: Te lo mostrare...
Y sin dudarlo, Ally llamo a una enfermera y pidió el historial de Lauren.
Enfermera: De inmediato, señorita Brooke. ¿Algo más?
Ally: Nada más Antonia, gracias.
El por qué las enfermeras hacían todo lo que Ally decía era bastante grande. Su
padre era el dueño del hospital, pero esto no quiere decir que Ally se
aprovechara de ello. Ella no era una de esas chicas presumidas y arrogantes.
No, Ally era la mejor persona que jamás nadie pudiese conocer. Y su padre era
igual...
El padre de Ally había sido de gran ayuda durante toda la vida de Lauren.
Cuándo Lauren necesitaba un corazón, el padre de Ally ya tenía tres a su
alcance. Cuándo Lauren comenzó a necesitar diálisis, el padre de Ally ya la
había hecho entrar en el programa. Cuándo necesito insulinas, el se las dio.
Cuándo necesito medicinas para evitar que su corazón fuese rechazado
nuevamente, el padre de Ally ya se las había entregado a su madre. El padre de
Ally era como el ángel guardián de Lauren Jauregui.
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CAPITULO 3
Cuándo Lauren llego a su casa estaba tan débil que su padre, Mike, debió
subirla cargada hasta su habitación, donde se quedo dormida casi de inmediato.
"Estúpidos efectos secundarios" Pensaba Lauren cada vez que la debilidad
luego de una diálisis la atacaba. "Estúpida enfermedad" Pensaba después.
Cuando su cuerpo le indico que ya había dormido más de lo que necesitaba,
Lauren se sintió lo suficientemente fuerte como para bajar las escaleras y cenar
junto a su familia.
La cena transcurrió casi con normalidad.
Casi...
Taylor: Lauren -La llamo su hermana. Lauren volteo a mirarla, demostrándole
que la estaba escuchando- ¿Quieres salir a dar una vuelta conmigo y Chris?
Clara: Amor, sabes que su corazón está débil y no puede hacer ese tipo de
esfuerzos...
Taylor: Entonces tal vez... podríamos... solo salir al jardín y mirar las estrellas.
Clara: Taylor, ella está cansada después de la diálisis... Solo... Déjala
descansar.
Chris: ¡Deja que Lauren hable, mamá! -Dijo exasperado.
Mike: ¡No le hables así a tu madre, Chris!
Chris: ¡Entonces dile que le permita a Lauren hablar! ¡Ella no es muda!
Lauren: Taylor... yo... yo solo... -"Estúpida, la voz no debería fallarte" Se
regaño a sí misma.
Clara: Ella hará lo que sea mejor para su salud. Y lo mejor para ella es quedarse
acá en casa.
De repente, Lauren comenzó a chasquear los dedos lentamente. Era algo que
hacía cuando estaba estresada, indecisa o confundida. Mientras su familia
peleaba en la mesa, ella los miraba sin saber que decir, chasqueando los dedos
sin ser consciente de este acto.
"¡Haz algo Jauregui! ¡No dejes que se peleen por tu culpa!"
Taylor:¡Tiene casi dieciocho años mama! ¡Ya no es una bebe!
Claro:¡Pero ella está enferma!
Esto fue lo que hizo a Lauren reaccionar.
En un ataque de ira la chica de ojos verdes lanzo su plato al suelo y se levanto
de la silla, frustrada, chasqueando los dedos inconscientemente.
Mike: Lauren, mi amor... Tranquila. Te puedes hacer daño.
Lauren: ¡NO SOY UNA PUTA ENFERMA, MAMA!
Y con toda la velocidad que le permitían sus débiles piernas, Lauren subió a su
habitación y cerro con llave, aunque sabía que su madre tenía varias de
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CAPITULO 4
Camila estuvo viendo películas con Sofi hasta que esta se quedo dormida (lo
cual sucedió muy tarde, para desgracia de Camila, quien deseaba con urgencia
hablar con la chica de la ventana). Luego de llevar a Sofi a su cama, Camila
volvió a su habitación, esperando que la misteriosa chica que vivía frente a su
casa estuviese aun despierta.
Para su mala suerte, la chica de la ventana ya estaba dormida.
Camila gruño. Estaba frustrada. Quería conocer su nombre, pero cada vez que
lo intentaba alguien las interrumpía. Primero la madre de la chica de la ventana,
luego Sofi...
"¿Ahora qué? ¿Un cerdo volador en tanga?"
Entonces sonrió al ver que había un papel pegado torpemente en aquella
ventana de enfrente. La ventana donde aquella chica apoyaba su mano derecha
y la miraba con esos ojos que Camila nunca lograba ver más de un par de
milisegundos.
"Buenas noches, chica de la ventana"
Camila jamás había sonreído como lo hizo aquella vez.
............................................................
Pero como siempre, las cosas buenas en la vida de Camila venían acompañadas
de algo mucho peor. Se levanto temprano y se alisto para ir a la escuela. Intento
hablar con la chica de la ventana antes de irse, pero esta estaba recostada sobre
su cama, dormida, lo cual era raro pues al despertar Camila habría jurado que la
chica de la ventana ya no estaba en su cama... Además, habían quitado el papel
de su ventana.
Frustrada por no poder hablar con la misteriosa chica de ojos escurridizos,
Camila tomo una hoja y escribió en ella "Buen día, chica de la ventana", la
coloco sobre el vidrio y se fue.
Al llegar, Dinah y Normani la recibieron como siempre.
Dinah: ¿Cómo estás, Mila? -Pregunto Dinah mientras sacaba algunos libros de
su casillero.
Camila: Bastante bien, en realidad -Contesto sonriendo. Camila no podía
recordar lo sucedido con Austin y Luis el día anterior. Lo único que ocupaba su
mente era la chica de la ventana.
Normani: Mila, estas... extraña. Jamás te había visto sonreír tanto. ¡Ni siquiera
cuándo Dinah te regalo una pizza tamaño extra familiar por tu cumpleaños!
Camila: ¡ESTOY FELIZ, NEGRA! ¡ESTOY FELIZ!
Dinah: ¡Fiesta en casa de Mila! -Dijo no muy alto, burlándose de la felicidad de
su amiga.
Normani: ¡Yo llevo la bebida!
Camila: ¡NORMANI!
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extraño en el.
Dinah: ¡Alienígena! -Grito, pero Normani nuevamente volvió a cubrirle la boca
y la miro de forma amenazante.
Normani: Vuelves a interrumpir y ni Michelle Obama te salvara de lo que te
pasara, Dinah "nombre largo" Hansen -Dijo con evidente molestia. Luego
volteo a ver a Camila y dijo con una sonrisa:- Sigue.
Camila: Ella noto que estaba mirando algo, pero no supo que era su brazo, así
que me pregunto que estaba mirando y... No sé porque razón no pregunte
acerca de su brazo. Le dije que... Que era hermosa y -Camila se sonrojo y se
coloco ambas manos sobre la cara, sonriendo estúpidamente, como un niño que
acaba de recibir la noticia de que tendrá un hermanito-... Luego me dijo que yo
también lo era.
Normani: Awwww. Eso es tan tierno -Dijo, apretándole las mejillas a su amiga
con las manos.
Camila: ¡Auch! ¡Normani, eso duele!
Normani: Lo siento, Mila -Se disculpo, dejándola libre.
Dinah: ¿Qué mas, Mila?... Dijiste que habían hablado dos veces, así que me
imagino que aun hay otra historia.
Camila: Sí la hay... Luego de que ella me dijera... que yo también era... Ustedes
entienden. Bueno, ella debió irse. Hice mis deberes ¿Saben? Los termine todos
y ella aun no regresaba. Fue entonces cuando baje a cenar. Al regresar a mi
habitación, ella estaba allí de nuevo... Pero ella estaba llorando ¿Saben? Hasta
parecía estar gritándole a alguien detrás de su puerta. Entonces la vi recostarse
en su cama y... se veía tan sola que... tome un papel y escribí lo primero que
pensé. Golpee la ventana y se lo enseñe. Ella se acerco, y les juro que -Suspiro
al recordar el momento-... les juro que se veía hermosa aun con los ojos
hinchados... Y lo leyó.
Normani: ¿Qué le escribiste, Mila? -Pregunto intrigada mientras mantenía sus
ojos bien abiertos.
Camila: Yo... Yo le dije que -Camila se cubrió la cara con ambas manos,
intentando ocultar sus mejillas rojas- Le pedí que no llorara.
Dinah: Awww. ¡Eres tan tierna, Mila!... Créeme que estoy a punto de dejar a
Siope por ti, Mila. Y no estoy bromeando. Palabra de Stripper frustrada.
Normani: ¡Dinah! ¡Siope y tú son mi OTP! ¡No puedes hacerme esto!
Dinah: ¡Cállate Normani! ¡Tú destruiste mi OTP!
Normani: ¡¿YO?!
Dinah: ¡Sí! ¡Mi primo y su cama eran tal para cual!
Camila: Tranquila, Dinah. Piensa que su relación sigue siendo normal, pero
ahora Normani hace tríos con ellos.
Normani: ¡CAMILA! -La reprimió, avergonzada.
Dinah: Creo que voy a vomitar...
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Camila rio fuertemente. Le gustaban las reacciones de sus amigas cuando ella
hacía comentarios de aquel tipo. Era divertido... Para ella.
Dinah: Mejor síguenos contando sobre tu nuevo amor antes de que lo devuelva
todo, por favor.
Camila: ¡Qué no es mi nuevo amor!
Normani: Sí, sí, lo que sea... ¡Habla!
Camila: Bueno, la vi sonreír. Pero de verdad. Y tiene una sonrisa hermosa...
Ella es hermosa -Dinah la miro levantando una ceja-. El hecho de que me
parezca hermosa no quiere decir que este enamorada -Dinah levantó aun más su
ceja, demostrándole a Camila que no le creía. Sonrojada (de nuevo), Camila
volvió a esconder su rostro entre sus manos-... El punto es que se lo dije y me
dijo que la mía también era hermosa y... intente mirarla a los ojos, pero ella no
me lo permitió. Siempre que intento mirarla a los ojos ella los aparta y es...
¡Frustrante! En serio lo es -Camila suspiró, recordando sus ojos escurridizos-...
Luego de eso le pregunte por que lloraba, y ella me dijo que no quiere ser una
maldita enferma...
Dinah: ¿Enferma? ¿Enferma de qué?
Camila: No... no lo sé. No me lo dijo... ¿Saben? Quería escuchar su voz. Quería
saber si su voz es tan sexy como el resto de ella... ¡No me mires así, Dinah! ¡Si
la vieras también dirías que es sexy!... Le pedí que abriera su ventana para
hablar, y ella iba a abrirla pero... Sofi llego y me pidió ver una película con ella
y... Saben que no puedo decirle que no, chicas.
Dinah: ¡Esa enana! ¡Arruino el mejor momento de mi nuevo OTP! -Exclamó
enojada, casi gritando.
Camila: ¡Dinah!
Dinah: está bien, me tranquilizo...
Camila: Volví cuándo Sofi se durmió. Pensé que ella estaría despierta, pero ya
estaba recostada sobre su cama, durmiendo... Pensé que se había aburrido de
mí, que ya no le interesaba. Pensé que solo había querido desahogarse y yo
había sido su primera opción... Pero entonces vi... -Camila sonrió e hizo
silencio. Recordar aquello le hacía sentir unas cosquillas muy extrañas en su
estomago, unas que jamás había sentido hasta ese día.
Normani: ¿Qué? -Pregunto con los ojos bien abiertos.
Camila: Había pegado un cartel en la ventana y... ella escribió "Buenas noches,
chica de la ventana"... Y yo... Eso fue tan... Yo estaba tan... Creo que jamás me
sentí tan...
Dinah: ¿Enamorada?
Camila: No estoy enamorada.
Dinah: Vamos, Mila, dilo. No está mal enamorarse de una acosadora con un
brazo extraño que hace crucigramas y te escribe detrás de una ventana.
Camila: ¡No es una acosadora, Dinah!
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CAPITULO 5
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CAPITULO 6
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malicia, como siempre lo hacía cada vez que las cosas empezaban a empeorar.
Lo primero que Camila sintió fue el pie de Austin impactando contra su
abdomen una y otra vez. Camila ya no pudo resistir más. Los gritos escapaban
de sus labios inconscientemente, como si estos fuesen a disminuir el dolor.
Intentaba protegerse haciéndose un ovillo, pero eso solo hacía vulnerables otras
partes de su cuerpo como su espalda, sus brazos y sus piernas.
Austin: ¡Estúpida... lesbiana... estúpida... estúpida... estúpida... estúpida... no...
mereces... vivir... no... mereces... nada! -Cada palabra era acompañada con una
patada. Y cada patada, con un grito de Camila.
Los demás sabían que eso estaba mal, y deseaban poder proteger a la pobre
chica tirada en el suelo, manchada con su propia sangre, pero eran demasiado
cobardes.
Camila sentía que ya no podría soportarlo más. Estaba llorando
desesperadamente, sintiendo como golpes iban y venían por todas partes de su
cuerpo, quemándola como mil infiernos.
Por eso, cuándo Luis alejo a Austin de ella, casi sintió ganas de besarlo.
Luis: ¡¿Estás loco?! ¡Vas a matarla!
Austin: Se lo merece -Dijo secándose el sudor que corría por su cuello con una
de sus manos, mientras sonreía al ver a Camila llorando sobre el suelo
manchado con su sangre.
Luis: Pero tú no quieres ir a la cárcel, ¿o sí?... Podemos escaparnos de muchas
cosas, Austin, pero no de un asesinato...
Austin: Tienes... Tienes razón.
Luis: Vámonos de acá -Le ordeno mientras los tomaba de los brazos, sabiendo
que si lo soltaba no podría detenerlo nuevamente.
Austin: Espera, quiero despedirme de nuestra lesbiana favorita Luis.
Luis asintió, quedándose cerca de Austin todo el tiempo, temiendo ir a la cárcel
por culpa de su amigo. Entonces, Austin se acerco al cuerpo de Camila, se
agacho y le acaricio una mejilla, haciéndola a ella temblar de miedo.
Austin: ¿Viste su rostro, chica enamorada? -Y sin esperar respuesta, le escupió
en la cara.
..................................
Casi pudo sentir la saliva de nuevo en su rostro, y se sintió asqueada. Se sintió
decepcionada también, pues, al irse Austin, ni una sola ofensa había logrado
salir de sus labios.
"Te mereces esto y mucho más, Camila" Susurro su mente "Lo sabes"
Ignorándose a sí misma, se fijo en sus rodillas, llenas de raspones.
.................................
Dinah: ¿Estás bien, Mila? -Pregunto mientras corría hacía ella e intentaba
ayudarla a sentarse.
Camila: Sí... yo solo... eso fue -Y sin poder soportarlo más, se echo a llorar
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pensando en ti"
No era lo que esperaba, pero Camila sonrío y suspiro. ¿Podría ser cierto que
aquella misteriosa chica de ojos escurridizos estuviese en realidad pensando en
ella? ¿Era eso posible? ¿Podía una joven tan hermosa estar pensando en ella,
una simple chica con baja autoestima?
No conocía las respuestas a sus preguntas, pero no se cansaría hasta tenerlas.
Camila abrió la ventana sonriendo y se sentó en el borde, dispuesta a esperar a
la chica de la ventana toda una eternidad.
Sin saber cómo, se quedo dormida.
Solo lograron despertarlas unos fuertes golpes. Camila abrió los ojos
lentamente, y espero que estos se acostumbrar a la luz. Aun era temprano, pues
no había comenzado a anochecer. Se descubrió durmiendo en el borde de la
ventana y sonrío. Ojala la chica si estuviese pensando en ella, pues solo eso
podía valer el dormir en una ventana.
Lo siguiente que descubrió es que estaba adolorida, mucho más que antes, y
supo que tendría que arrastrarse hasta su cama para poder llegar a ella.
Fue entonces cuando la vio frente a ella, golpeando su ventana. Saludo a la
chica con la mano, sonriendo, sintiendo un montón de cosquillas en su
estomago y un inmenso dolor en su mano.
Entonces, la chica de la ventana tomo un papel y lo coloco frente a ella.
"Espero que tuvieses un lindo sueño, chica de la ventana"
Esto fue todo lo que necesito Camila para olvidarse de todo lo sucedido durante
el día. Olvido los golpes de Austin. Olvido los insultos. Olvido la humillación.
Ahora, sentía que podía volar y tocar el cielo con los dedos. El día comenzaba a
ser perfecto.
Cuándo Camila sonrío, la chica de la ventana lo hizo también.
De repente, la chica de ojos escurridizos comenzó a abrir la ventana,
procurando usar solo su mano derecha, como si la otra pudiese sufrir algún
daño.
"¿Acaso estoy soñando? ¿Ya me volví loca?" Se pregunto.
Cuando la ventana estuvo completamente abierta y pudo ver su largo cabello
negro danzando con la brisa, Camila supo que no lo estaba.
Como una idiota adolescente que acaba de conocer a su artista favorito, sonrío
y se sonrojo al escuchar las primeras palabras que aquella chica le dirigió con
una voz rasposa que le hizo sentir escalofríos hasta en el rincón mas inhóspito
de su ser:
Lauren: Estuve pensando en ti, chica de la ventana.
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CAPITULO 7
Lauren se sentía tan valiente luego de haber dicho aquellas palabras a la chica
de la ventana. Su constante estrés, luego la pelea con su madre y finalmente su
ataque de pánico en la casa de la señora Hansen (Lo cual vino después del
vomito), habían hecho de su día un terrible día, y es por esto que, el hecho de
estar hablando con una completa desconocida sin tartamudear, aunque parecía
algo muy simple para otros, logro que su día dejara de parecer una mierda.
Pero fue la voz de la chica cuándo la escucho por primera vez la que hizo que
su día realmente dejara de ser tan malo.
Camila: Tu voz acaba de alegrarme el día, chica de la ventana.
Lauren no pudo evitar sonreír. Su voz era tan... No sabía cómo describirla. Solo
podía decir que la hacía sentir de una increíble forma, como en su heladería
favorita o en un concierto de Lana del Rey. Su voz también le había alegrado el
día.
Camila: Oye, se que ya te lo había dicho, pero tu sonrisa es en serio muy
hermosa -Le dijo con los ojos brillando de emoción. A cambio, Lauren,
inconscientemente, sonrió aun más.
Lauren: Técnicamente lo escribiste.
Camila: Escrito o no, sigue siendo hermosa. Como tú.
Fue entonces cuando Lauren levanto la mirada, y sus ojos se encontraron con
los de la chica de la ventana. Por primera vez en su vida, el hecho de estar
mirando fijamente a alguien a los ojos no le molesto. Al menos no de
inmediato. Por unos pequeños segundos, se fijo en los ojos de la otra chica,
notando lo marrones que estos se veían, convirtiéndose así este color en su
favorito... Pero luego de unos diez segundos se sintió incomoda, como siempre,
así que desvió la mirada y borro la sonrisa de su rostro, comenzando a
chasquear los dedos.
Camila: Tus ojos son realmente hermosos, chica de la ventana. Siempre he
amado los ojos claros, pero los tuyos son tan... ¿Crees que puedas prestármelos
algún día?
Lauren frunció el ceño, confundida. Aquella chica debía de ser estúpida o algo
así. Una persona jamás podría prestarle sus ojos a otra. Era imposible. Y mucho
menos solo por un día... y si lo hacía ¿qué ojos usaría ella? ¿Tendría que
quedarse ciega durante un día o ella le prestaría los suyos?
Camila: ¿En qué estás pensando, chica de la ventana? ¿Te he ofendido?
Lauren: No... no me has ofendido... es solo que no puedo prestarte mis ojos.
Es... imposible.
Camila: Tranquila, solo estaba jugando, chica de la ventana. Deberías dejar de
tomártelo todo tan a lo literal.
Fue entonces cuando Lauren comenzó a reír como una loca. Rio y rio,
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sujetándose el estomago, hasta que por fin logro recuperar el control y volver a
mirar a la chica de la ventana, aun con una sonrisa en los labios.
Camila: Chica de la ventana, sé que soy un payaso y que mis chistes no pueden
igualarse, pero no he dicho nada gracioso esta vez.
Lauren: Claro que si -Contesto con los ojos iluminados.
Camila: En serio, no he dicho...
Lauren: Dijiste que dejara de tomarmelo todo tan a lo literal -Revelo, una
carcajada amenazando con salirse por entre sus labios.
Camila: ¡¿Y eso te causa gracia?!
Lauren: Es que no puedo dejar de tomarme las cosas a lo literal, chica de la
ventana.
Camila: ¿Por qué? -Pregunto con algo que Lauren de inmediato reconoció
como curiosidad.
Fue entonces cuando la chica de ojos claros suspiro y comenzó a contarle su
historial médico a la chica de la ventana, esperando a cada segundo que esta
saliera corriendo y no le hablara nunca más. Pero ella permaneció allí,
escuchándola atentamente, dejando resbalar un par de lágrimas por sus mejillas
de vez en cuando. Al terminar, lo único que la chica de la ventana hizo fue
sonreírle, secarse las mejillas y decir con una tierna voz que hizo que su
corazón rechazado palpitara como nunca:
Camila: Has tenido una vida difícil, chica de la ventana.
Lauren: Todos tienen una vida difícil de diferentes maneras, chica de la
ventana.
Camila: Tienes razón, las chicas que tienen que elegir que marca de ropa
ponerse cada día en serio tienen vidas difíciles.
Lauren: ¿Lo dices en serio?
Camila: No, obviamente no -Contesto, como si fuese evidente.
Lauren: No lo hagas de nuevo, por favor... Ya te conté que no me la llevo bien
con las cosas no literales. Cualquier cosa que digas yo me la tomare muy en
serio.
Lauren inmediatamente reconoció culpabilidad en el rostro de la chica, de que
inmediato dijo con desesperación en la voz:
Camila: ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho, chica de la ventana!... No quiero que
creas que no te escuche, porque lo hice, en serio, pero... Es difícil analizar
tantas cosas... Lo siento, en serio... Soy... Soy una completa idiota y...
Lauren: Está bien, chica de la ventana... No tienes que disculparte. No me has
ofendido.
Pero ella no parecía estar escuchándola, pues seguía diciendo:
Camila: En serio lo siento. Ahora mismo... Oh, no, seguro ya tienes una mala
impresión de mí... Soy tan idiota... ¿Hay algo que puedo hacer para
recompensarte?
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La chica se le quedo mirando con sus ojos marrones, su nuevo color favorito,
como si estuviese esperando algo. Lauren sonrió. Cada segundo, la chica de la
ventana se volvía más especial para ella.
Por supuesto, la mente de Lauren no supo leer entre líneas que debía responder
a la pregunta, así que la chica exigió finalmente:
Camila: ¡Contesta! ¡No me ignores!
Lauren: No te estoy ignorando, lo prometo... Puedes... Tú puedes... Puedes
hacer dos cosas por mí.
"¡¿Por qué estás tartamudeando, idiota?! ¡Deja de hacerlo!"
Camila: Dímelo y lo hare, chica de la ventana -Una sonrisa curvaba sus labios.
Sinceramente, ella era la mujer más hermosa que había visto en toda su vida.
Lauren: Primero, tendrás que dejar de pedirme perdón. Y luego... Luego...
Tu.... Tienes que contarme como... como te has hecho eso.
"¡Deja de tartamudear, Lauren Jauregui!"
La chica parecía estar confundida, así que se quedo callada unos instantes y
luego pregunto con esa voz que a Lauren le aceleraba su dañado corazón:
Camila: ¿A qué te refieres?
Lauren: A tus heridas.
La chica abrió sus ojos como platos, como si no pudiese creer que Lauren se
había dado cuenta de lo mal que se veía.
Camila: ¿Cómo te diste cuenta?
Lauren: Soy buena observando -Respondió con simpleza.
Fue entonces cuando la chica suspiro, bajo la cabeza, derramo un par de
lágrimas y comenzó a contar la historia.
Lauren jamás se había sentido tan conmovida.
Ahora podía entender sus lágrimas diarias, sus moretones y sus cortes. Lloro
junto con la chica, odio a sus agresores (de los cuales la chica no quiso dar
nombres) y sintió cada uno de los golpes. Se enfureció con los demás por no
hacer nada, le agradeció mentalmente a sus amigas (de las cuales tampoco dio
nombres) y golpeo una y otra vez al director, el padre de aquella bestia.
Cuándo la chica de la ventana termino su historia, Lauren limpio sus lágrimas y
susurro con molestia:
Lauren: Son unos idiotas. Realmente lo son... Tú... tú eres tan... tan... tan
increíble... No te mereces esto solo por ser... ser... bueno... tu entiendes.
"¡Reacciona, idiota! ¡Ella está mal y tú sigues tartamudeando! ¡Se una mujer!"
Lauren no era homofóbica. Todas las enfermedades que tenía le habían
enseñado que se debe vivir la vida al máximo, aunque ella no cumplía con esto
exactamente. Para Lauren vivir la vida al máximo era sonreír todos los días, ser
feliz con cada mínimo instante, ser su propio jefe y enamorarse, no importa de
quien, pero hacerlo hasta tocar los límites del infinito. Sin importar tamaño. Sin
importar raza. Sin importar edad. Sin importar genero. Sin importar nada.
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CAPITULO 8
Estuvieron hablando por lo que parecieron ser horas. Hablaron sobre sus
colores, lugares, artistas y deportes favoritos. La chica de la ventana amaba el
softball, andar en patineta (Aunque no lo hacía muy seguido debido a su
sobreprotectora madre), coleccionar monedas, la nutella, Lana del rey y el color
azul. Ella le contó, a cambio, sus obsesiones con Ed Sheeran, One Direction,
Demi Lovato, las bananas, la pizza, los lazos y la poca habilidad que tenía para
el deporte. Rieron como solo ríen amigas que se conocen desde hace diez años.
De vez en cuando, Camila dejaba salir de su boca comentarios sarcásticos, y de
inmediato lo corregía todo, sabiendo que Lauren no podría entenderlos.
Fue entonces cuando la madre de Camila toco la puerta.
Sinuhe: ¿Puedo pasar?
Camila: Mamá... tu -La chica de la ventana estaba asustada-... Estoy
vistiéndome, mamá. ¿Podrías quedarte afuera?
Sinuhe: Claro. Solo te quería decir que la cena esta lista.
Camila: Mamá... en realidad me siento un poco mal. Creo que prefiero dormir.
Sinuhe: ¿Segura?
Camila: Si... Si me da hambre en la noche bajare y preparare algo, lo prometo
Sinuhe: Está... está bien.
Y en cuánto dijo esto, se fue. Camila respiro hondo. Sinuhe no era una madre
de las que suelen enojarse por todo, pero encontrar a tu hija hablando con una
desconocida a través de la ventana no debe de ser algo muy lindo.
Cuándo Camila se volteo a mirar a la chica de la ventana, esta estaba
chasqueando los dedos y mirando el suelo de la habitación.
Camila: ¿Qué sucede?
Lauren: Necesitas comer.
Camila: Comería si pudiera moverme...
Lauren: Puedes moverte. Acabas de mover tu cabeza.
Camila: Me refiero a que iría si pudiese caminar sin gritar.
Lauren: Oh -Su boca se abrió, sorprendida, como si hubiese olvidado el hecho
de que Camila estaba lastimada- ¿Te duele mucho?
Camila: Lo normal. Tal vez no vaya mañana a la escuela.
Lauren: Eso sería genial...
Camila: ¿Perdón?
Lauren: Me refiero a que así podríamos hablar durante toda la mañana... No
hablo con muchas personas, chica de la ventana, y cuándo lo hago no es
divertido.
Camila: ¿Estás diciendo que es divertido hablar conmigo? -Pregunto,
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así, lo prometo.
Fue entonces cuando la chica de la ventana se echo a reír. Lo había hecho unas
seis veces desde que habían comenzado a hablar, y siempre lo hacía por alguna
tontería. Camila debía admitir que esto era bastante tierno. Mientras la chica de
la ventana intentaba sofocar su risa, Camila la miraba con ternura, sonriendo
dulcemente.
Cuándo su ataque de risa pareció marcharse del todo, Camila pregunto:
Camila: ¿Qué fue tan gracioso?
Lauren: Parecías estar a punto de llorar, chica de la ventana. Y tu rostro estaba
bastante rojo... Te veías graciosa.
Camila: ¡Mi rostro no es gracioso, chica de la ventana!
Lauren: Si, si lo es -Contesto, mirándola a los ojos durante solo un par de
segundos.
Camila: ¡No lo es!
Lauren: Claro que sí. Si yo hiciera lo mismo y tú me descubrieras no
reaccionaria así -Dijo con su voz rasposa y ronca, intentando ocultar sus risas.
Seguramente no se había dado cuénta de lo sexy que se habí escuchado.
Fue entonces cuando Camila abrió los ojos como platos y finalmente sonrío al
imaginar aquellos ojos verdes mirarla con más que un sentimiento de amistad.
Algo en lo más profundo de su ser se revolvió y la hizo sentir en el cielo
durante medio segundo.
"Concéntrate, Camila. No arruines esto. Ni siquiera sabes si a ella le gustan las
chicas"
Lauren: ¿Por qué sonríes, chica de la ventana?
Camila: ¿En serio estás pensando en mirarme los pechos? -Pregunto,
cruzándose de brazos y levantando una de sus cejas.
La chica de la ventana volvió a reír, como si aquel fuese el mejor chiste del
mundo. Como siempre que ella reía, Camila la observo con dulzura y una
sonrisa en la cara.
Finalmente, cuándo las risas se sofocaron, la chica de la ventana miro a Camila
a los ojos y susurro rápidamente:
Lauren: Ya lo he hecho, chica de la ventana -Su voz sonó ronca y rasposa una
vez más. Los vellos de sus brazos se erizaron al escuchar eso. ¿Sabría la chica
de la ventana los efectos que tenía sobre ella? Seguramente no.
Camila: Creo que... tu y yo deberíamos -Volvió a cubrirse el rostro con ambas
manos, avergonzada- En serio necesitamos dejar de hablar sobre pechos si no
quieres que muera de vergüenza ahora mismo.
Lauren: ¿Morir de vergüenza?
Camila: No es en serio. Es una...
Lauren: Expresión. Lo sabía. Mi mejor amiga suele utilizar bastantes
expresiones sin sentido como esa... Lo que realmente quería decir es que no
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Para matar el tiempo Camila decidió darse otro baño. Caminar hacía el baño no
fue nada sencillo. Tuvo que sostenerse de todo lo que encontraba, y de vez en
cuando un gemido se escapaba de sus labios.
El agua fría le ayudo a aliviar sus músculos adoloridos. Estuvo en la ducha,
pensando en los hermosos ojos de Lauren Jauregui por lo que parecieron ser
horas. Entonces noto el cuerpo entumecido, y con tristeza dijo adiós al agua fría
y los claros ojos de su vecina.
Tardo unos diez minutos secándose, sufriendo con cada mínimo movimiento.
Vendarse y colocarse apósitos fue otro reto. Y vestirse... Eso fue lo peor.
¿Desde cuándo resultaba ser tan doloroso colocarse ropa interior, shorts rosas y
una camisa de Ed Sheeran?
Salió del baño esperando que Lauren Jauregui ya estuviese en su habitación. Y
así era.
Estaba sentada en el borde de su ventana, con los pies en la intemperie y la
cabeza recostada en uno de los marcos. Llevaba puestos unos shorts negros y
una camiseta de Bob Marley. También tenía puestas unas medias negras con
calaveras que le llegaban hasta las rodillas.
"Es tan extraña y tan sexy al mismo tiempo que podría mirarla para siempre"
Lo siguiente que noto fue que estaba dormida. Tal vez se había dormido
esperándola.
¡SE HABIA DORMIDO EN EL BORDE DE UNA VENTANA!
Corriendo y sin importar el dolor que sentía, Camila salió corriendo de su
habitación. No podía dejarla allí toda la noche. Podía caerse, podía hacerse
daño, podía...
"¡NO PIENSES EN ESO!"
Salió de su casa con facilidad, pues sus padres ya estaban dormidos. Corrió lo
más rápido que pudo hacía la casa de los Jauregui, sin importarle no poder ver
nada a causa de la oscuridad e ignorando sus musculos adoloridos. Finalmente
llego hasta allí y sin siquiera saber que decir cuándo la puerta se abriera, toco el
timbre.
Unos minutos después, una mujer abrió la puerta.
Clara: ¿Qué quieres? -Pregunto sin más, mirándola de arriba a abajo.
Fue entonces cuando Camila se dio cuenta de que no llevaba más que su pijama
y unas pantuflas de perrito.
Camila: Si... em... yo... em... buenas noches... yo...
"¡Dilo! ¡Ella puede caerse en cualquier minuto! ¡Habla!"
Clara: Habla rápido. La noche no es eterna.
Camila: Su hija se quedo dormida en el borde su ventana. No intente
despertarla, porque probablemente se hubiese asustado y caería... Yo... Yo solo
quería decirle eso.
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CAPITULO 9
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Chris: También son sexys, pero creo que solo yo herede esto.
Taylor: ¡¿Es en serio, Chris?! ¡¿Cómo puedes decir esto cuándo tu hermana es
como la hija de Megan Fox?!
Lauren rió y bajo la mirada, sonrojada, al recordar su charla con Camila y
como está también había resaltado su parecido con Megan. Se cubrió la boca
con la mano, intentando ocultar su evidente alegría.
Taylor: ¡Alerta Jauregui!
Chris: ¡Lauren está sonrojada, repito, Lauren está sonrojada! -Exclamo
mientras rodeaba su boca con ambas manos, haciendo a su voz sonar más alta
de lo que debía.
Lauren: ¡No estoy sonrojada! -Mintió. Y muy mal, por cierto. Se cruzo de
brazos y alejo su plato de tostadas, como si se negase a comer hasta que sus
hermanos dejaran de ser unos idiotas.
"Son iguales que tu de idiotas, Lauren... Y si esperas que dejen de comportarse
como lo que son morirás de hambre"
Taylor: Cuéntanos quien es tu nuevo crush, Lauren.
Chris: ¿Sera acaso Beto la almohada o Daniel la lampara?
Lauren: ¡No se llama así! -Exclamó, enojada. De inmediato se cubrió la boca,
sabiendo que no debía de haber dicho eso. Inconscientemente había revelado
tener un crush.
Chris: Entonces si hay alguien -Comento, curvando sus labios en una sonrisa
pícara.
Lauren: Puede... puede ser.
Taylor: ¡Tartamudeaste! ¡Es más que obvio! -Señalo, alzando la voz más de lo
que debía.
Chris: ¡Lauren Jauregui está enamorada! -Se burlo, levantando sus manos al
aire y formando corazones con ellas.
Lauren: No estoy enamorada -Respondió secamente.
Taylor: ¡No intentes mentir, Lauren! ¡Mírate!... No te veías tan feliz desde
hacía mucho tiempo.
Lauren: Tal vez ustedes son muy graciosos peleando...
Taylor: Siempre peleamos, Lauren. Y jamás te habías reído como hoy.
Chris: Tienes razón... Al menos dinos como se llama, Lauren. No le diremos a
papá.
"Camila Cabello, Chris. Se llama Camila Cabello"
Clara: Chicos, será mejor que se vayan a otra parte... Están incomodando a
Lauren, y ella necesita alimentarse.
Pero Lauren, aunque sabía que sus hermanos se estaban comportando como
verdaderos idiotas, no quería que ellos se fuesen. Fue entonces cuando lo hizo.
Por primera vez enfrento a su madre.
Lauren: No... Ellos se quedaran acá.
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Clara: ¿Perdón?
Lauren: Ya me escuchaste -Comento sin mirarla mientras fruncía el entrecejo.
Disgustada, Clara Jauregui salió de la cocina sin decir más.
Chris: Iré a calmarla -Y dicho esto, se fue, sabiendo que su madre posiblemente
comenzaría a lanzar cosas contra el suelo y las paredes si no la detenía primero.
Taylor y Lauren se quedaron solas en la cocina, ambas mirando las tostadas
que aun no habían sido probadas, como si estás pudiesen hablar.
"Pero obviamente no pueden hacerlo, idiota"
Taylor: ¿Puedo abrazarte, Lauren?
Fue entonces cuando Lauren levanto la vista, sorprendida por la pregunta, y
miro directamente a su hermana. Sus ojos color miel se veían cristalizados,
como si quisiera llorar. Como siempre, al sentirse incomoda, bajo la mirada.
Lauren comenzó a recordar. La última vez que había abrazado a Taylor debía
de haber sido hacía ya más de un año, antes de su primer trasplante de riñón (El
cual no había tenido ningún tipo de éxito). Y antes de eso no se habían
abrazado en muchas oportunidades. Lauren no era una chica de abrazos.
Lauren se levanto de su silla y rodeo la mesa mientras chasqueaba sus dedos
audiblemente. Taylor de inmediato pensó que se estaba marchando, así que
dejo salir un par de lágrimas. Pero lo que sucedió a continuación fue una gran
sorpresa para ella... Lauren la abrazo.
No la abrazo toscamente como solía hacerlo con su padre, su madre y Ally. No.
Este abrazo fue real. Los brazos de Lauren rodeaban la cintura de su hermana,
mientras esta se aferraba a su cuello, no queriendo separarse de su hermana
jamás. Lágrimas corrían por sus mejillas y una sonrisa iluminaba su rostro,
mientras Lauren solo mantenía los ojos cerrados, disfrutando de aquel abrazo
como jamás había disfrutado de ellos.
Taylor: No se dé quien te has enamorado, Lauren -Susurro al oído de su
hermana-. ¡Y no intentes decirme que no te has enamorado, porque te conozco!
-La advirtió-. Pero esa persona ya me agrada, Lauren... Te hace feliz. Por lo
tanto, a mi también me hace feliz.
Y sin decir más se separo un poco de su hermana, le beso la mejilla y salió de
la cocina limpiando sus lágrimas. Lauren miro el reloj. Hora de la escuela.
Suspiro. Le hubiese gustado permanecer en los brazos de su hermana para
siempre.
Ahora podía entender por qué la gente siempre se abrazaba. Se sentía bien.
Realmente bien... Pero no con todo el mundo... Se pregunto si abrazar a la
chica de la ventana se sentiría igual de bien.
"No te preguntes eso de nuevo, idiota. Simplemente no lo hagas" Pensó.
Chris: ¡OJALA TE GUSTEN MIS TOSTADAS, LAUREN! -Grito desde la
puerta de la salida. Lauren se echo a reír. No podía pedir mejores hermanos.
Se termino todas las tostadas, tal y como Chris se lo pidió. No eran la gran
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cosa, pero Chris se había esforzado en ellas y esto era suficiente para Lauren.
Su madre entro cinco minutos después de que terminara sin decir palabras. Le
coloco la insulina, se aseguro de que sus valores de azúcar en sangre estuviesen
bien, la superviso mientras tomaba sus médicinas y se marcho completamente
callada.
Sintiéndose lista y sabiendo que lo estaba, Lauren subió a su habitación. Era
tiempo de hablar con la chica de la ventana, quien, con suerte, estaría despierta
y esperándola sentada en su ventana.
Lauren solo tuvo razón en una cosa. La chica de la ventana se había despertado,
pues ya no estaba en su cama y los papeles de la ventana habían sido quitados.
Pero Camila no estaba sentada en su ventana, esperándola.
"Debe de estar en el baño, idiota"
Lauren estuvo de acuerdo con sus propios pensamientos, así que sonrió y se
sentó en el borde de su propia ventana, esperando a que Camila saliera del baño
mientras chasqueaba sus dedos.
Lauren: ¿Qué estás haciendo conmigo, Camila Cabello? -Susurro para sí
misma.
Lauren pego un brinco cuando escucho la voz de Camila a sus espaldas.
Camila: Ahora mismo... te estoy sorprendiendo
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CAPITULO 10
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Era un beanie morado, oculto entre los otros. Lo tomo entre sus manos y lo
saco del armario procurando no desordenar los demás.
Camila sonrió y lo coloco sobre su mano, examinándolo fijamente. Entonces lo
vio. En la parte delantera del beanie se encontraban unas palabras escritas con
los diferentes colores del arcoíris. Camila sonrío al leerlo.
"Soy un unicornio"
Camila: ¿Tu también, chica de la ventana?
Jamás se había sentido mejor. Sus ojos estaban iluminados y una gran sonrisa
ocupaba su rostro. Lo cierto era que Camila ya había intuido que Lauren podía
ser lesbiana por lo que le había dicho el día anterior sobre sus pechos, pero ese
beanie, morado y distinto a los demás, lo confirmaba.
Se pregunto por que Lauren no se lo habría dicho antes. La respuesta llego
claramente en su cabeza: tenía miedo.
No podía culparla. Ella también había sentido miedo al descubrirlo.
Fue entonces cuándo escucho unos pasos en la escalera. Asustada y pensando
que podría tratarse de la madre de Lauren, Camila cerro el armario rápidamente
y se escondió bajo la cama aun con el beanie morado en la mano. Se sorprendió
al encontrar una vieja patineta allí abajo junto con un viejo casco negro. Sonrío.
¿Cuántos secretos escondería la chica de la ventana?
Fue entonces cuándo la persona de los pasos entro a la habitación. Lo primero
que vio fue un par de largas medias con calaveras. Sonrió. Lauren Jauregui
estaba allí. La vio sentarse en el borde de la ventana, y en serio se veía
hermosa. No hermosa como una niña de cinco años ni hermosa como las
actrices de televisión. No. Ella era más hermosa que eso. Lauren Jauregui era
hermosa como las demás no podían serlo ni utilizando programas de edición
avanzados. Lauren Jauregui era hermosa porque era Lauren Jauregui.
Fue entonces cuándo la voz de Lauren la saco de sus pensamientos.
Lauren: ¿Qué estás haciendo conmigo, Camila Cabello? -Fue un susurro, leve
como el susurro del viento. Camila sonrió. Su nombre se escuchaba tan bien
con su voz.
TODO se escuchaba tan bien con su voz.
Sin esperar más Camila salió de debajo de la cama, se arreglo lo más rápido
que pudo y dijo con la voz más sexy que encontró entre sus tonalidades.
Camila: Ahora mismo... te estoy sorprendiendo.
La sorpresa que decoro el rostro de la chica fue casi irreal. Su mandíbula
prácticamente cayo al suelo, mientras que sus ojos la examinaban, como
dudando que fuese real.
Sin pensarlo dos veces, Camila corrió hacía ella y la abrazo.
Lamentablemente no fue bien recibida.
En cuanto sus brazos rodearon el cuerpo de la chica de ojos verdes esta la
empujo con fuerzas, haciéndola caer al suelo y gemir de dolor.
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CAPITULO 11
Durante los siguientes dos días Camila no fue a la escuela, alegando que sus
heridas eran muy graves y no sanarían correctamente si volvían a golpearla,
aunque la verdadera razón por la cual se quedaba en casa era para poder pasar
su tiempo con la chica de la ventana. El contacto entre ellas era mínimo.
Algunas veces, Lauren entrelazaba sus meñiques. Otras, simplemente, sus
hombros se tocaban. Algunas veces Camila jugaba con su cabello, y otros
Lauren lo hacían con el de ella. Pero sus encuentros casi siempre se limitaban a
Camila haciendo tareas atrasadas mientras Lauren hacía crucigramas sobre su
cama o daba vueltas en su patineta alrededor de la estrecha habitación. Casi
fueron descubiertas un par de veces, pero no resulto ser nada serio. A veces
Lauren ayudaba a Camila con alguna tarea que no entendía, pues era bastante
lista. Otras Camila ayudaba a Lauren a reorganizar su habitación. A veces,
Lauren le pedía a Camila posar para dibujarla y ella accedía con mucho gusto.
Los resultados eran increíbles. Camila pensaba que Lauren era la mejor artista
del mundo. Los peores momentos eran cuando debían separarse para que
Lauren asistiera a unas de sus citas, y el mejor era cuándo regresaba y
simplemente se asomaba a la ventana. En esos momentos Camila veía a Lauren
apoyando su mano derecha sobre el vidrio y mirándola hasta que algunas de las
dos se atrevía a tomar un marcador y escribir como el primer día en el que se
conocieron. El sábado estuvieron todo el día en la habitación de Lauren, riendo
y hablando sobre cosas sin importancia.
El domingo sucedió casi lo mismo, pero a la hora del almuerzo Lauren le
pregunto a Camila si quería almorzar con ella, y esta no se negó. Le pregunto a
Camila cual era su comida favorita, y esta no negó en decir pizza. Fue entonces
cuando la chica de la ventana le dijo a su madre que quería almorzar pizza, y
esta no se lo negó. Media hora después llego el repartidor, y Lauren entro a su
habitación con la caja de la pizza entre manos. Camila le había dicho a su
madre que estaría estudiando en la biblioteca y que comería algo en el camino.
Su mamá solo le deseo un feliz día. ¿Qué madre puede esperar que su hija en
realidad este comiendo pizza con la vecina?... Camila le demostró a Lauren que
podía comer más de lo que parecía poder, y le mostró sus mejores eructos,
aunque los de Lauren eran inigualables. Cuándo terminaron de almorzar,
Camila recibió una llamada de Normani.
Camila: ¿Hola?
Normani: ¡Mila! ¡¿Estás bien?!
Camila: Mejor que nunca -Contesto sonriendo mientras miraba a la chica de
ojos verdes, la cual estaba jugando un juego de preguntas con su celular.
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Normani: Mila, Dinah quiere saber si te gustaría salir con nosotras dentro de
una hora. Iremos al cine. Bajo la Misma Estrella, por si te interesa.
Camila se mordió el labio inferior. Bajo la Misma Estrella era la película que
tenía meses esperando por ver. Aquel libro era su favorito. Debía de haberlo
leído unas diez veces, y cada vez que lo releía lloraba y reía mucho más que la
vez anterior. Quería ir. En serio quería ir...
Pero entonces vio a la chica de ojos verdes, la cual estaba concentrada en sus
juegos, respondiendo preguntas sin dudar ni un solo segundo en cual era la
correcta. Fijándose bien, Camila vio en la mejilla de la chica de la ventana un
rastro de salsa que la pizza había dejado. Con su pulgar lo limpio dulcemente, y
cuándo la chica la miro Camila se llevo el dedo a la boca, sonriendo, sintiendo
que su corazón salía cuando Lauren también lo hizo
Camila: Me encantaría ir, Mani, pero tal vez otro día. Ahora mismo estoy justo
donde quiero estar.
Los ojos de Lauren se iluminaron, y Camila sintió a todo su ser derretirse con
esta acción.
Normani: ¿De nuevo ella, Mila? -Pregunto. Todos los días en los cuales
Normani la había llamado, Camila estaba con la chica de la ventana.
Camila: Siempre es ella -Comento, y finalmente colgó su celular sin decir
adiós.
Lauren había retomado su juego, y de nuevo estaba ganando y superando
niveles de forma asombrosa. Camila simplemente la miraba jugar, sonriendo.
Finalmente Lauren pareció reaccionar y se alejo de la pantalla.
Lauren: Deberías ir... Mis clases de piano empiezan dentro de una hora, así que
no nos queda mucho tiempo. Había pensado en no ir hoy, pero creo que es
tiempo de que también estés con tus amigas.
Camila: ¿Hablas en serio?
Lauren solo asintió.
Camila: Bueno, está bien, iré -Contesto mientras le enviaba un mensaje a
Normani- Pero necesito que me prestes algo de ropa. Se supone que estoy
llegando de la biblioteca después de una larga sesión de estudios, y un pijama
rosa no es lo que yo usaría para ir a estudiar.
La chica de la ventana solo sonrío y asintió. Camino hasta su armario y abrió
las puertas.
Lauren: Elige lo que quieras...
Camila: ¿No tienes algo más colorido? Mi mamá jamás creerá que esta ropa es
mía.
Lauren pareció dudar, pero finalmente asintió. Busco dentro de su armario
hasta encontrar una mochila negra y algo rota y la coloco sobre su cama.
Cuándo Camila la abrió, se sorprendió. Dentro encontró una camiseta rosa con
las palabras "Soy diferente" escritas al revés con todos los colores del arcoíris.
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También saco unas leggins blancas que, en algunas partes, parecían haber sido
salpicadas por brochazos multicolores. Finalmente encontró zapatillas moradas
y una gorra del mismo color con las mismas palabras que la camisa en la parte
trasera. Las miro sonriente. Jamás habría esperado que Lauren pudiese tener
ropa como esa.
Lauren: Es lo único que tengo, Camz...
Camila: ¿Dónde lo compraste?
Lauren: Internet. Un día solo buscaba algunas cosas de Lana del Rey y
encontré esto y... no lo sé, solo me gusto.
Camila: ¿Por qué las tienes? -Sentía tanta curiosidad. Quería conocer cada
mínimo secreto de Lauren Jauregui, aunque la mayoría fuesen insignificantes.
Lauren: Porque yo soy diferente. Todos lo somos.
Camila asintió. Aquella vaga respuesta era suficiente para ella.
Camila: ¿Algunas vez la has usado?
Lauren: Un par de veces, tal vez... Pero jamás en público o frente a otras
personas. Mi madre me mataría si lo supiera.
Camila: ¿Si supiera que tienes esta ropa? Yo no le veo nada de malo, es solo
ropa...
Lauren: Sabes a lo que me refiero, Camila... Además, la del Asperger soy yo,
no intentes imitar mi forma de tomármelo todo a lo literal.
Camila solamente sonrío y volvió a mirar la ropa que tenía entre manos,
intentando aun procesar la situación.
Lauren: Si no te gusta puedo buscarte algo de Taylor o...
Camila: Cállate, Lauren. Solo... -No encontraba palabras. Se sentía tan feliz. La
chica de la ventana era como ella, realmente lo era. Primero el beanie y ahora la
ropa. ¿Qué otros secretos escondía Lauren Jauregui?-... Es hermosa, Lauren.
Lauren: ¿Lo dices en serio?
Fue entonces cuando, sin poder evitarlo, la abrazo. La abrazo con fuerzas, y
Lauren no la alejo. Pero tampoco le correspondió. Y aunque cualquiera hubiese
quedado inconforme, para Camila aquel abrazo fue el cielo.
Camila: Iré a cambiarme -Indico mientras caminaba hacía el baño.
Lauren: Yo también lo haré.
Camila entro al baño, sonriendo y suspirando, sintiendo su corazón más grande
con cada latido. Mientras se colocaba la ropa de Lauren, Camila sentía que sus
manos abrazaban su cuerpo. La camiseta le quedaba algo grande, pero los
leggins y las zapatillas le entraban a la perfección. Por último se coloco la gorra
hacía atrás, para que cualquiera pudiese leer la frase que allí había. Salió
cuándo pensó estaba lista.
La que encontró frente a ella casi la hizo desmayar. Lauren tenía puestos unos
pantalones negros y unos tenis desatados, a los cuales miraba con frustración.
Y su torso... ¡Solo llevaba un sexy brasier negro! Camila estuvo mirándola
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usaban brasier?!
Cuando termino se levanto sonríete, pero no miro a Lauren. Camino hacia la
ventana, hizo una bola con sus pijamas y las lanzo, haciendo que estas cayeran
dentro de su propia habitación.
Camila: Te veré más tarde -Susurro, aun sin voltear a mirarla. Finalmente,
comenzó a descender por la escalera.
Iba ya por la mitad cuándo escucho a Lauren llamarla.
Lauren: ¡Espera!
Camila: ¿Qué sucede, Lauren?
Lauren: Hace frío. Tu mamá jamás creería que has salido sin un abrigo.
Y sin decir más, le lanzo una de sus muchas chaquetas negras, la cual Camila
atrapo fácilmente.
Lauren: Te veré más tarde -Dijo, y Camila pudo distinguir un guiño. Se sujeto
fuertemente a las escaleras, procurando no caer.
Camila: Ser tan sexy debería de ser un delito, chica de la ventana -Susurro,
pero Lauren ya se había marchado.
Bajo apresuradamente la escalera y se dirigió al frente de su propia casa
mientras se colocaba la chaqueta de Lauren. No es algo que ella tendría en su
armario, pero seguramente podría inventar algo lo suficientemente creíble.
Aspiro fuertemente. Olía a Lauren.
Toco la puerta dos veces, sintiéndose una idiota de inmediato. ¿No debía de
tener ella las llaves de su propia casa?
Fue su madre quien abrió la puerta.
Sinuhe: ¿Camila? ¿Por qué estás tocando? ¿Dónde están tus llaves?
Camila: Yo... em... yo... la olvide.
Sinuhe: Deberías ser más cuidadosa cuándo sales, Camila. No sabes cuándo
tendrás una emergencia y... Espera. ¿Qué estás haciendo con esa ropa?
Camila: Es mía ¿No te gusta? -Pregunto con una mueca.
Sinuhe: Sí, claro que si -Respondió de inmediato, no queriendo hacer sentir mal
a su hija- Es solo que no te la había visto antes.
Camila: La compre hace unas semanas mamá, y pensé que hoy era un buen día
para usarla.
Sinuhe: ¿También compraste esa chaqueta? Realmente no lo creo, porque te
queda algo grande, así que...
Camila se sonrojo. Poco a poco la mentira que había creado se caía a pedazos.
Sinuhe: ¿Es de ella, verdad? -Pregunto mientras se cruzaba de brazos y alzaba
una de sus cejas.
Camila: ¿Perdón?
Sinuhe: No soy estúpida, Camila. Hace unos días dijiste que alguien te
gustaba... ¿Estuviste con ella?
Camila: No hicimos nada malo, mamá, lo prometo... -Se apresuro a aclarar con
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Compraron las entradas. Ultimas tres para su suerte. Se sentaron a las afueras
del cine, esperando a que se les permitiera entrar a la sala, comiendo
lentamente palomitas de maíz y unos cuantos dulces.
Dinah: Mila, debo de ser una estúpida por no me había dado cuenta antes
pero... ¿Tu ropa es nueva?
Camila se miro y sonrío. No se había quitado la ropa de Lauren, ni siquiera la
gorra o la chaqueta.
Camila: Algo así...
Normani: ¿Esa chaqueta es de ella, verdad?
Sus amigas estaban un poco más informadas que su madre a cerca de sus
encuentros con Lauren, pero no sabían aun que esta vivía a su lado o cual era su
nombre.
Camila: Si -Respondió finalmente, cubriendo sus mejillas acaloradas.
Normani: Chica ruda ¿eh?
Camila: Parece serlo -"Pero no lo es"
Dinah: ¿En serio me dejaste a mí, Dinah Jane Hansen, por una chica ruda que
usa chaquetas de cuero negras? -Pregunto, fingiendo secar sus lágrimas con su
muñeca-... ¡Te lo pierdes Camila Cabello! ¡Yo pude haberte dado todo lo que
querías! -Grito mientras colocaba su cabeza sobre el hombro de Normani e
intentaba hacerle creer a Camila que sus carcajadas eran en realidad un
descontrolado llanto. Las personas allí las miraban con confusión y curiosidad,
haciendo a Camila sentirse más avergonzada que nunca.
Normani: Dinah, hay muchas mejores...
Dinah: ¡Pero yo la quiero a ella, Mani! -Grito mientras la señalaba,
escondiendo aun su cabeza en el hombro de su amiga.
Las personas las miraban aun más, preguntándose si debían intervenir o no.
Camila quería desaparecer.
Camila: Dinah...
Dinah: ¡No me hables, desalmada!
Camila: Dinah, si no te callas yo voy a...
Dinah: ¡No me importa con cuantas te acostaste! ¡¿Qué soy yo para ti?! ¡¿Un
juguete?!
Camila se cubrió con la chaqueta de Lauren. Aquel era el último lugar donde
quería estar. De repente, un guardia de seguridad se les acerco.
Policía: ¿Algún problema, señoritas?
Dinah: ¡Está idiota me dejo por una chica que usa chaquetas de cuero! -Lloro
desconsoladamente. El hombre miro a Camila, que posiblemente hubiese
podido cocinar un asado con sus mejillas encendidas.
Policía: Señorita, no me importa lo que esta chica le haya hecho. Si van a
discutir háganlo afuera. Están incomodando a los demás.
Dinah: ¡Pero yo la amo!
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Y así fue como a Dinah, Camila y Normani se les fue prohibida la entrada a
aquel cine durante el resto de sus vidas. Camila intento discutir con Dinah
mientras iban de camino a comprar dulces y refrescos para una improvisada
noche de cine en casa, pero no lo logro. Simplemente no podía enojarse con
Dinah. Era una estúpida y la había hecho pasar como una completa idiota frente
a un montón de desconocidos, pero ahora, recordándolo todo, la situación había
sido bastante divertida.
Camila: Eso fue tan vergonzoso...
Dinah: Y divertido...
Camila: Y vergonzoso...
Normani: Y lo deberíamos repetir.
Camila: ¡Si seguimos así nos van a vetar hasta de nuestras propias casas!
Dinah: ¡Entonces deja de engañarme, Mila!
Camila sonrío ante la broma de su amiga y salto a su espala riéndose y besando
su mejilla dulcemente.
Normani: ¿Ahora se van a besar intensamente como prueba de reconciliación
o...?
Camila: ¡Normani!
Normani: ¡Solo preguntaba! -Se defendió alzando las manos.
Camila solo negó con la cabeza y sonrío mientras Dinah comenzaba a caminar
en dirección a su casa, Camila sosteniéndose fuertemente para no caerse.
Normani: Mila ¿Cuándo vas a presentarnos a la chica por la cual cambiaste a
Dinah?
Camila se sonrojo de inmediato, sabiendo que podía hacerlo en cuánto llegaran,
y escondió su rostro en el hombro de Dinah.
Dinah: Yo era demasiado buena para ella...
Normani: ¡Dinah! ¡Esto es serio!
Dinah: Eres una aburrida, Mani...
Camila: Cuándo aprendan a comportarse tal vez podrán conocerla.
Normani: Y así fue como Normani Kordei y Dinah Jane Hansen jamás
conocieron al nuevo amor de Camila Cabello -Comento, imitando una muy
mala voz de narradora.
Dinah: Esto es triste, Mila. Primero me dejas y ahora no puedo conocerla...
Comenzare a salir con Mani.
Normani: Lo siento, Dinah, salir con dos Hansen a la vez no es lo mío...
Siguieron caminando entre bromas, como solo lo hacen las verdaderas amigas.
Camila sonreía. Jamás había tenido amigas así... Sandra y Marielle habían sido
sus mejores amigas en México, pero la abandonaron en cuánto supieron sobre
su orientación sexual. Y no habían sido ni la mitad de divertidas.
Al llegar a la casa de Camila las amigas comenzaron a ver una película
sentadas en el sofá de la casa junto a Sofi, Sinuhe y Alejandro. Cuándo Sofi se
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CAPITULO 12
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era un buen chico, y un gran amigo, y no deseaba que nada malo le sucediera.
Sobre todo porque Ally lo amaba, y si perdía a Troy también perdería a Ally.
De nuevo estaba llorando.
Troy: Lauren, yo -El intentaba permanecer fuerte, pero su voz también estaba
algo quebrada- estoy bien. ¿Me escuchaste? Estoy bien... Lo supe desde hace
un par de días, pero Ally acaba de enterarse y... -Suspiro- Tu eres la única que
puede entenderme ahora mismo, Lauren.
Lauren: ¿Quieres un consejo, Troy?
Troy: Por favor -Y Lauren reconoció esa voz. Era la voz que ella usaba todo el
tiempo. La voz de alguien que se siente enfermo. De alguien que ESTA
enfermo.
Lauren: No intentes hacerle sentir a los demás que estás bien. Eso solo te hará
sentir mal a ti.
Y sin esperar una respuesta, Lauren finalizo la llamada, colocando su celular al
lado y dejando que lágrimas corrieran por sus mejillas desenfrenadamente. Otro
ataque parecía acercarse.
Ya se había perdido a sí misma. No quería perder a Troy y a Ally también.
Fue entonces cuando lo sintió.
Primero, un pequeño dolor. Luego el sentimiento de que su corazón era
estrujado. La sensación de ahogo. El dolor se hacía más grande.
Cayó al suelo de rodillas, sujetando su pecho, respirando agitadamente.
"No de nuevo, idiota. Por favor, no" Pensaba, como si con eso pudiese detener
lo que estaba sucediendo "Inhala, exhala. ¡Vamos Lauren! ¡No es difícil!
¡Hazlo idiota!"
Su corazón era estrujado. Débiles sonidos guturales escapaban por su garganta.
Se quedaba sin aire. Las cosas daban vueltas a su alrededor. La garganta le
dolía. Las nauseas iban y venían.
"No, idiota. No. Tú no estás enferma. Tú no estás enferma"
Lágrimas corrían por sus ojos, pero ella no se daba cuenta a causa de las miles
de malas sensaciones que sentía. El dolor empeoraba con cada segundo.
Lauren: Mamá -Fue lo último que dijo antes de caer directamente inconsciente
sobre el suelo.
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CAPITULO 13
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el pañuelo ensangrentado.
Lauren: ¿Dónde lo pongo? -Pregunto, señalando el pañuelo.
Camila: Lánzalo al suelo. Lo recogeré después.
Lauren no protesto.
Camila: Lindo beanie -La halago con una sonrisa mientras volvía a encender el
auto.
Lauren: Pensé que te gustaría -Dijo sonriendo.
Camila: ¿Lo vio tu madre?
Lauren: Me lo puse cuándo salí.
Claro. Lauren aun seguía teniendo miedo... Una visita al hospital no te quitara
el miedo a ser tu misma por más que lo intentes, sobre todo si estás allí por tu
corazón y no por tus problemas de inseguridad.
Lauren: ¿Te gustaría acompañarme a mi diálisis? -Pregunto- Le dije a mi
madre que iría sola, pero tu compañía no me haría daño y... El hospital esta a
unas calles, así que ir en mi skate será fácil si tú no quieres...
Camila: Claro que iré, Lauren -Susurro con una sonrisa en el rostro, mirándola
por el rabillo del ojo-... ¿Tengo que quedarme en la sala de espera, cierto?
Lauren: No si logro que Ally te permita pasar...
Camila: ¿Ally?
Lauren: Mi mejor amiga. Ya la conocerás.
Camila simplemente asintió. Llegaron al hospital unos minutos después.
Lauren: ¿Puedo dejar mi skate acá?
Ella asintió. Lauren solo sonrió y se dispuso a salir del auto.
Camila: Con una condición... -Dijo.
Lauren: ¿Condición?
Camila: Mírame a los ojos... No lo has hecho en todo el día.
Lauren solo asintió y respiro un par de veces, como si se estuviese preparando
psicológicamente para hacerlo. Luego volteo la mirada y sus ojos se
encontraron.
Era tan hermoso mirar aquel mar verde esmeralda. Camila se sintió sin
aliento.... Debía de ser la mujer más afortunada. Estaba viendo los ojos más
hermosos del universo.
Y fue entonces cuando lo vio. Sus ojos estaban cristalizados, como si hubiese
estado llorando o quisiera hacerlo.
Camila: ¿Lauren? ¿Estás bien?
Pero la chica no respondió. Ella solo bajo la mirada, se cubrió el rostro con las
manos y comenzó a llorar. De inmediato Camila la abrazo, sintiendo que era su
deber aunque a Lauren no le gustasen los abrazos. Lauren la había salvado de
una paliza, ahora debía recompensarla...
La chica de la ventana no la alejo.
Camila: ¿Qué sucede, Lauren? -Pregunto entre susurros, jugando con su
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cabello.
Lauren: El problema es que me enamore de ti, Camila Cabello. Y yo... yo
simplemente no puedo amarte como te lo mereces. Estoy enferma. Ninguno de
mis órganos parece querer funcionar como debe. Soy un pedazo de basura, una
idiota, y me enamore de ti... Lo único que hice durante mis días en el hospital
fue pensar en ti. No pude dejar de hacerlo, Camz. No pude porque me enamore
de ti -En este punto ambas estaban llorando. Camila escondió su cabeza en el
cabello de Lauren, aspirando su aroma, esperando que eso la tranquilizara, pero
las palabras de Lauren tenían un efecto increíble en ella-. Hable con mi
psicólogo. El es el único que sabe que soy lesbiana a parte de ti. Me dijo que lo
intentara, que intentara ser feliz... ¡Pero no puedo ser feliz sabiendo que tú no
serás feliz conmigo!
Camila: ¿Quién te dijo que no lo seré, Lauren?
Lauren: ¿Cómo puedes ser feliz con una enferma como yo, Camz?
Camila solo se alejo, sujeto la barbilla de Lauren y susurro dulcemente:
Camila: Lauren, para mi tú no estás enferma.
Estaban tan cerca. Pudieron besarse en ese mismo instante. Se miraron los
labios mutuamente durante un par de minutos, esperando el beso tan anhelado.
Camila incluso se permitió cerrar los ojos un par de veces... Pero no sucedió.
Lauren solo salió del auto. Segundos después, con un suspiro, Camila hizo lo
mismo.
Camila: ¿Por qué no me besaste, Lauren?
Lauren: ¿Por qué no lo hiciste tú? -Pregunto con una sonrisa. ¿Era aquello un
reto?
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CAPITULO 14
Lauren inicio los preparativos para la diálisis mientras Camila esperaba fuera.
Ally aun no había conseguido su permiso, así que debió hacer todo aquello
sola, lo cual era lo mejor, pues los preparativos eran aburridos: Debía pesarse,
tomar su presión arterial, su temperatura, limpiar la zona y aplicar la anestesia
tópica y la heparina, un anticoagulante. Camila obtuvo el permiso de entrar
justo antes de que la enfermera le colocara las vías en el brazo.
Camila: Lern Jergi -Susurro, apareciendo a su lado. Lauren estaba recostada en
su silla, mirando su celular, así que se sorprendió al verla.
Lauren: Parece que Ally hizo su trabajo...
Camila: Es muy amable, Lauren. Ahora entiendo por qué es tu mejor amiga...
Dijo que estaría acá dentro de una hora. Su novio tenía una cita médica o algo
así.
Lauren asintió. Probablemente estaba con el neurólogo. Lágrimas amenazaron
con salir de sus ojos cuándo recordó el tumor cerebral de su amigo.
Camila: ¿Qué sucede, Lolo?
Lauren: Recuerdos, solo eso -Respondió mientras limpiaba sus laágrimas, no
queriendo preocupar a su amiga por cosas innecesarias- ¿Quieres sentarte?
Camila: ¿Puedo?
Lauren sonrió y se hizo a un lado, dejando el espacio suficiente para que
Camila pudiese sentarse a su lado. Camila se sentó de inmediato a su lado.
Camila: Bien. ¿Ahora qué?
Lauren: Ahora esperamos a que la enferma coloque las vías en mi brazo y me
conecte a la máquina para que...
Camila: No me refiero a eso, Lauren. Ignora la máquina unos instantes. ¿Qué
vamos a hacer tú y yo mientras estamos acá?
Lauren sonrió. Le encantaba la forma en la que Camila la hacía sentir un
poquito no tan enferma.
Lauren: Podríamos hablar a cerca del idiota que intento golpearte... -Susurro
con odio y la cabeza gacha, jugando con sus propios dedos, los cuales había
comenzado a chasquear inconscientemente.
Camila: O podríamos hacernos preguntas mutuamente -Sugirió, sonriendo.
Lauren la miro a los ojos unos segundos y luego asintió apartando la vista.
Lauren: Eso me parece bien.
Luego de esto llego la enfermera.
Enfermera: Buenos días, Lauren. ¿Estás preparada?
Lauren solamente asintió sin dignarse a mirarla. Conocía a aquella enfermera,
Antonia, desde que había comenzado su diálisis y no había logrado dirigirle
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con ellos sobre la posibilidad de un trasplante. Al inicio me dijeron que no, que
era demasiado peligroso debido a mi corazón trasplantado, pero finalmente
accedieron a realizarlo, no sin antes obligar a mis padres a firmar ese papel
donde ellos se hacían responsables de lo que pudiera sucederme en el
quirófano. La cirugía fue perfecta, pero mi recuperación no. Mi trasplante fue
rechazado de inmediato, y los doctores volvieron a sugerirme la diálisis. Fue
entonces cuando pedí otro trasplante. Ellos dijeron que era peligroso, pero yo
no quería depender de una maquina... Tuve dos trasplantes más, y ninguno
funciono. Y así fue como termine viniendo a este lugar tres veces a la semana...
Finalmente, hace cuatro meses comencé a sentirme fatigada y mi corazón de
vez en cuando latía de forma anormal. No se lo dije a mis padres. No quería ser
una estúpida enferma... Fue entonces cuando mi corazón se detuvo por primera
vez. Desde entonces los médicos están intentando hacer todo lo posible para
que mi sistema no rechace mi corazón, pues realizar otro trasplante podría ser
verdaderamente peligroso debido a mi insulinodependencia y a mi problema
renal. Mi corazón se ha detenido dos veces más desde entonces, la última hace
cuatro días. Finalmente los doctores determinaron que una de las razones por la
que mi corazón parecía estar fallando era porque no hacía suficiente ejercicio,
así que mi sobreprotectora madre se vio obligada a ceder con sus cuidados... Y
sí. Creo que eso es todo.
Camila gruño, y fue entonces cuando Lauren levanto la cabeza. Camila movía
su cabeza de lado a lado con una sonrisa en los labios y los ojos cristalizados.
Lauren: ¿Qué sucede?
Camila: Esa no es tu historia, Lo.
Lauren: Sí lo es Camila...
Camila: ¡No quiero un repaso de tu historial médico, Lauren! ¡Ya me lo
contaste la primera vez que hablamos! -Exclamo. Su voz no era demasiado alta
como para que todos en la sala la escuchara, pero su tono era suficiente como
para que Lauren la notara irritada- Quiero conocer tu verdadera historia
-Revelo con un suspiro.
Lauren: No se cual es mi verdadera historia, Camz -Susurro, apretando
fuertemente la mano de Camila, como si en estas encontrase algún tipo de
fuerza.
Fue entonces cuando Ally llego.
Ally: Buen día, Jauregui.
Lauren: El mejor, Brooke -Contesto sonriendo mientras volteaba su mirada
para observar dulcemente a Camila, que saludo a Ally con un ligero
movimiento de su mano.
Ally: ¡Woooh! ¡Lauren Jauregui acaba de responder a mi saludo positivamente!
-Exclamó sonriendo, evitando levantar demasiado la voz, sabiendo que a los
demás pacientes les incomodaría-... Deberías traer a tu novia más seguido -Dijo
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Fue entonces cuando Lauren se echo a reír. No era el momento, pero lo hizo.
Camila: ¡¿Cómo puedes reírte de algo así, Lauren?! -Le recriminó. Parecía
enojada. Aun así, Lauren no pudo parar de reír. Había algo en su interior que la
obligaba a reír, que parecía estar haciéndole cosquillas en el estomago.
Ally: No es su culpa. Suele suceder todo el tiempo... Una vez tuvo un ataque de
risa en el funeral de una de sus tías. En menos de quince minutos todos estaban
riendo junto a ella... En realidad, alegrar los días tristes con una sonrisa no
puede ser tan malo.
Fue entonces cuando Lauren escucho a Ally reír. Y luego la siguió Camila.
Su risa era la gloria.
Y lo era porque estaba enamorada. Todo lo que le había dicho en el auto era
cierto... Estaba enamorada como idiota. Y sí, no era lo mejor que Camila podría
tener. Lauren no era nada para ella. Camila tal vez se casaría con alguna otra
chica y sería muy feliz... Pero mientras pudiese, Lauren iba a disfrutar de cada
segundo con ella.
En menos de quince minutos, toda la sala de diálisis estaba riendo junto a ellas.
Como Ally lo había dicho, alegrar el día triste con una sonrisa no había sido tan
malo.
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CAPITULO 15
Luego de terminada la diálisis Lauren estaba tan débil que no podía levantarse
sin ayuda. Su madre estaba fuera, esperándola en el auto, así que Camila no
pudo llevarla de la mano para cerciorarse de que estaba bien. Lauren fue
acompañada por enfermeras hasta la salida, no sin que antes Camila le
prometiera una charla esa noche.
Cuándo Camila llego a su casa Lauren ya estaba durmiendo sobre su cama, con
un rostro tan adorable que Camila no pudo evitar el suspiro que salió de sus
labios. Corriendo fue a buscar su celular y tomo una foto de Lauren en el mejor
ángulo que encontró, tomando en cuenta que estaban a dos metros de distancia.
Aun así, la foto salió bastante bien. Sin dudarlo, esta tomo lugar en el fondo de
escritorio de su celular.
Comenzó a hacer sus tareas, esperando el momento de que Lauren despertase,
cuándo recibió la llamada de Dinah.
Dinah: ¡KARLA CAMILA CABELLO ESTRABAO! -Parecía realmente
molesta.
Camila: Dinah, si vienes a reclamarme por no salir contigo te diré que puedes
irte con Normani y ser feliz, porque en serio estoy muy ocupada con este
problema de física y no q...
Dinah: ¡Cállate, Mila! -Camila suspiro. La había llamado por su apodo, así que
no estaba verdaderamente molesta, pero aun así su tono había sonado
autoritario.
Camila: Dinah...
Dinah: Vero me contó que Austin te golpeo, Mila...
Camila: Siempre lo hace -Contesto, encogiéndose de hombros-... Por cierto
¿Quién es Vero?
Dinah: Oh, cierto... Tú no la conoces. Es miembro del coro escolar.
Camila intento recordar su rostro, pero no lo logro. Era una completa
desconocida para ella.
En realidad, la mayoría de los chicos en su escuela eran unos desconocidos
para ella. Camila era la rara. La excluida. La lesbiana.
Dinah: También me contó que alguien llego a salvarte...
Las mejillas de Camila se sonrojaron de inmediato, y dio gracias a Dios por
estar sola en ese momento. No habría sido capaz de soportar las burlas de sus
amigas en ese instante.
Dinah: ¡No puedo creer que Vero sepa quién es Lauren antes que yo! ¡Soy tu
mejor amiga, Cabello!
Camila: Dinah, por favor...
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y conmigo a escondidas?
Dinah: I want Normani and Camila bah Siopicia, lol.
Camila se echo a reír. Dinah era capaz de encontrar el chiste en cada pequeña
situación, y esto era lo que a Camila le encantaba de ella. Por esta razón Dinah
era su mejor amiga junto a Normani. Mientras Normani le daba un hombro
para llorar, Dinah intentaba animarla con estúpidos chistes. Ni Sandra ni
Marielle le habían dado este tipo de amistad. Tal vez, solo tal vez, jamás habían
sido sus verdaderas amigas.
Fue entonces cuando Camila miro el reloj. Ya era bastante tarde. Lauren pronto
despertaría, ella no había terminado la tarea de física y ese día Camila y Lauren
tendrían otra increíble clase de atado de agujetas a través de la ventana.
Dinah: ¡Ya sé de dónde conozco a Lauren, Mila! -Soltó- ¡Oh, por Dios!
Camila: Tendrás que contarme mañana, Dinah -Dijo, no muy interesada. Lo
cierto es que solo quería estar con Lauren en ese momento-. Necesito terminar
esto ya -Y sin esperar a que Dinah se despidiera, colgó la llamada.
Desde hacía un mes Camila estaba intentando enseñarle a atar sus agujetas a la
chica de la ventana. Lauren aprendía rápido, pero sus dedos no. Aun así,
Camila había logrado reducir el tiempo de Lauren de veinte minutos a ocho, lo
cual era un gran logro. El nudo final aun no era perfecto, y a veces las agujetas
se soltaban en solo un par de pasos, pero aun así Camila estaba orgullosa de
ella. Estaba orgullosa porque nunca, ni una vez, se había rendido. A pesar de
frustrarse, a pesar de los miles de nudos que se desataban, a pesar de los nudos
mal hechos, Lauren jamás se había rendido. Solo había respirado hondo y
seguido adelante. Camila admiraba esto de ella.
Fue entonces cuando Lauren comenzó a moverse bajo las sábanas. Sus
movimientos eran lentos, y cada vez que parecía estar a punto de despertar su
cuerpo volvía a caer en una etapa en inanición que duraba unos diez segundos
cada vez.
Fue entonces cuando Camila recordó la vieja patineta de la chica que aun
estaba dentro de su auto. No había logrado devolvérsela antes, así que pensó
que aquella sería una buena excusa para entrar por la ventana de Lauren y verla
una vez más ese día.
Se coloco unos shorts blancos y una camiseta de "The 1975", la cual antes
pertenecía a Lauren, y como siempre aquella gorra morada por la cual ya tenía
un gran cariño. Estuvo a punto de salir cuándo Alejandro noto que se estaba
marchando.
Alejandro: ¿A dónde vas a esta hora, Camila? Ya casi esta lista la cena.
Camila: Tengo que... -Se aclaro la garganta- tengo que ir a buscar unas cosas a
casa de Dinah. Regresare dentro de quince minutos, lo prometo.
Alejandro pareció dudar un poco al principio, pero finalmente asintió. Camila
estaba de nuevo a punto de salir cuando escucho la voz de su madre.
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vivir?! -Exploto, intentando mantener un tono de voz bajo pero aun así irritado.
No quería alertar a los padres de Lauren, pero tampoco quería parecer una niña
sonriente y juguetona.
Lauren sacudió su cabeza rápidamente, pero la ira había consumido lo
suficiente a Camila como para que notara el gesto.
Camila: ¡Eres una idiota, Lauren Jauregui! ¡Somos amigas, no rutina! ¡Quería
verte! ¡Solo verte! ¡Y ahora me pides que me vaya porque no es "parte de
nuestra rutina"! ¡La amistad no tiene rutinas, Jauregui!
Lauren intento acercarse a Camila, pero esta se lo impidió. En cuanto la tuvo
cerca la empujo con ambas manos, alejándola lo más posible. Lauren
permaneció estática, con la boca abierta y los ojos cristalizados.
Lauren: Camila...
Camila: ¡Cállate! ¡Hablarme a estas horas tampoco es parte de tu rutina,
estúpida! -Lágrimas calientes resbalaban por sus mejillas. Lágrimas de rabia-
¡Eres una estúpida! ¡Lo estás arruinando todo con tus rutinas! ¡Me gustas, y yo
soy solo una cosa que tienes que hacer para que su vida se sienta en control!
Lauren de inmediato se deslizo hacia el suelo y coloco la cabeza entre sus
manos, comenzando a llorar y chasquear sus dedos con intensidad. Había dado
justo en el blanco. Camila habría ido a consolarla, pero...
Camila: ¡No vas a convencerme con eso, Lauren! ¡No voy a ceder ante tus
lágrimas!
Y sin poder seguir en aquella habitación por más tiempo, pues sabía que en
cualquier momento cedería aunque no lo deseara, Camila se acerco a la
ventana. Se quito la gorra de la cabeza y la lanzo directo a la cama de Lauren,
depositando allí toda la irritación que sentía. Amaba esa gorra. Amaba la frase
"Soy diferente" en ella, pero dejarla fue la única forma que encontró para hacer
sufrir a Lauren tanto como ella lo estaba haciendo.
Camila: Hablaremos cuándo ya no sea solo una rutina para ti.
Y sin querer decir más, Camila bajo las escaleras aun llorando. Entro a su casa
sin decir nada. Sus padres la miraron preocupados, pero Camila fue directo a su
habitación antes de que pudiesen preguntar algo.
Fue entonces cuando pensó en lo que había sucedido.
No era culpa de Lauren reaccionar así. No era culpa de Lauren ver todo como
una rutina. No era culpa de Lauren llorar cuándo se sentía abatida.
"Eres una estúpida" Dijo la voz de Austin en su cabeza.
Y lo era. Se sentía como una.
Había enviado todo a la mierda. Había destruido todo. Había peleado con la
chica de la ventana. La hermosa chica de ojos verdes que le hacía estallar el
corazón.
Había peleado con Lauren Jauregui.
Corrió hacia su ventana, esperando poder disculparse. Pero en cuanto miro a
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través de ella noto que las ventanas de la habitación de Lauren estaban cerradas
y que ella estaba teniendo un ataque de pánico en ese preciso momento
mientras su madre la abrazaba en intentaba contenerla. También noto que, con
dolor, se aferraba a la gorra morada que minutos antes había depositado sobre
la cama.
En su habitación, Camila también comenzó a llorar.
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CAPITULO 16
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Lauren: Eres un idiota -Dijo con una sonrisa, tomando a Frog, su rana de
peluche, entre manos y permitiéndose ser quien realmente era durante algunos
segundos.
Chris: ¿Lo dices en serio? -Pregunto, haciéndose el herido.
Lauren: Sabes que no se cómo bromear, Chris.
Fue entonces cuando Lauren la vio. Sobre el suelo, casi bajo su cama, estaba
aquella gorra morada con la frase "Soy diferente" escrita al revés. La tomo
entre sus manos y la observo fijamente. Recordó a Camila, como había sido
una idiota al pedirle que se marchara, como ella la había herido y como le había
dicho que hablarían de nuevo cuándo Camila dejara de ser una estúpida rutina
para ella.
De inmediato cayó al suelo, llorando y chasqueando sus dedos, otra crisis
aproximándose. Taylor y Chris de inmediato intentaron tranquilizarla
sosteniendo sus brazos, procurando que no comenzara a hacerse daño.
Taylor: Todo está bien, Lauren.
Pero ellos no podían saber esto. Camila no los había herido a ellos. No habían
sido ellos quienes habían herido a Camila.
Escondió su cabeza entre sus manos, aun llorando y recordando cada facción de
Camila la noche anterior.
"Eres una idiota, Jauregui" Se decía a sí misma "Ella solo quería estar contigo y
tu la echaste. Tenía derecho a decirte todo lo que te dijo y más, porque tu eres
una idiota, te enamoraste de ella y ella es demasiado buena para ti"
Taylor: Lauren, tienes que calmarte...
Chris: No pienses en las cosas malas ahora, Lauren. Piensa en algo que te haga
sentir bien.
De inmediato su mente busco recuerdos de Camila sosteniendo sus manos para
que estas dejaran de chasquear. Recordó su mirada achocolatada. Su tacto. Su
sonrisa. Su voz. La forma en la que lograba relajarla.
En menos de lo que esperaba sus lágrimas se habían marchado.
Chris: ¿Estás mejor? -Pregunto finalmente. La chica de ojos verdes asintió.
Taylor: Lauren, necesito que nos digas que sucedió. Y lo siento si no quieres
hacerlo, pero tienes que contarnos. Tú no estás bien, Lauren -Susurro,
limpiando sus lágrimas tiernamente.
La chica de ojos verdes suspiro hondo. Tenía razón. Necesitaba contarles lo
que sucedió, ellos necesitaban saber por qué casi había tenido un ataque de
pánico... Tenía que contarles sobre Camila.
Tenía que hablar sobre lo que realmente era.
Solo su psicólogo y Camila lo sabían. Y Ally tal vez un poco...
Lauren: Prométanme que no van a juzgarme...
Taylor: Lauren...
Lauren: Prométanlo, por favor. Prometan que no se alejaran de mi pase lo que
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pase.
Taylor y Chris se miraron confundidos durante unos instantes antes de decir al
unísono "Lo prometemos"
Lauren: ¿Recuerdan que hace unas semanas ustedes supusieron que estaba
enamorada? -Pregunto, jugando con la gorra morada que tenía entre manos.
Taylor y Chris asintieron-. Lo estoy... -Confeso sonriendo entre susurros- Me
hace reír, aunque no puedan creerlo. Es la mejor persona que jamás conocí, y
tan diferente a mi que no podrían creerlo. Me hace sentir bien y algo así como
no enferma. Logra hacer lo que lo que Paul me hizo sentir se vea solo como un
juego -Paul había sido su primer novio. Tenía catorce en ese entonces. Creyó
estar enamorada, pero el chico la dejo por alguien sin enfermedades, alguien
por quien no debía preocuparse-... Es la única persona que no me trata como a
una estúpida enferma aunque lo sea -Suspiro, sonriendo aun mas y delineando
los contornos de la gorra.
Taylor: ¡Wooh! Lauren, jamás te había escuchado hablar así de alguien. El
debe de ser increíble -Dijo con una sonrisa mientras acariciaba su brazo
dulcemente.
Lauren suspiro de nuevo y se levanto. Aquella era la parte difícil. Lauren jamás
había planeado tener una conversación como aquella, pero no podía seguir
ocultándose. Lentamente se acerco a la ventana y coloco su mano sobre el
vidrio mirando hacía la habitación de Camila, completamente vacía. No había
nada pegado sobre el vidrio. Ni un papel deseándole buenos días ni un dibujo
gracioso. Nada.
Lauren respiro hondo.
Había llegado el momento.
Lauren: El es ella -Dijo. Se detuvo unos minutos, esperando escuchar alguna
reacción, pero la habitación permanecía en silencio-. Y ella es perfecta.
La chica de ojos verdes había pensado que se sentiría mal luego de decir
aquello, pero lo cierto era que jamás había estado tan feliz. Miro la gorra entre
sus manos y pensó en cómo se veía está en la cabeza de Camila.
"Eres perfecta, Camila Cabello"
Chris: Lauren... -El diccionario mental de Lauren no supo identificar el tono de
voz de su hermano en ese momento.
Lauren: Si quieres insultarme o algo, por favor, hazlo más tarde. Hoy solo...
De repente unas manos acariciaron sus brazos. Era Chris. De inmediato aquello
se transformo en un abrazo... Lauren no le correspondió, pero al menos no se
aparto como siempre.
Chris: Te voy querer siempre, Lauren -Le susurro al oído- Si tu eres feliz yo lo
soy.
Lauren simplemente asintió. Cualquiera hubiese considerado esta una respuesta
fría, debido al hecho de que las lágrimas no decoraban sus mejillas. Pero las
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Lauren simplemente negó con la cabeza. Milika la hizo pasar y esperar sentada
en el sofá. La señora Hansen le ofreció algo de beber, pero Lauren se negó.
Milika se fue de inmediato. Sus otros alumnos debían de ser principiantes, pues
no estaban recibiendo sus clases en el piano de la sala, sino en el piano del
sótano, ese que aun Lauren recordaba claramente.
Diez minutos después, la puerta de entrada se abrió lentamente. Debía de ser
uno de los hijos de la señora Hansen.
Y lo era... Se trataba de Dinah.
Su corazón comenzó a palpitar rápidamente cuándo detallo a la acompañante
de la chica. Era Camila.
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CAPITULO 17
jamás lo permitía. La pobre Dinah ya tenía bastante con tener que soportar
algunos golpes que no merecía de vez en cuando.
Camila simplemente la miro, beso su mejilla y asintió.
En cuánto Dinah se fue los ojos de Camila volvieron a Lauren, que ahora
miraba en la dirección por la cual Dinah se había marchado con el ceño
fruncido y los puños apretados.
Camila: ¿Qué sucede, Lauren?
Lauren:... ¿Es tú novia? -Pregunto, aun sin mirarla.
Camila: ¡No! ¡Dinah no...! ¡Qué asco! ¡Es como mi hermana!
Lauren: Pero la besaste...
Camila sonrío. Lauren estaba celosa, y eso, de alguna forma, le parecía
divertido. Lentamente y sin preocuparse por la sangre que corría por su rostro,
Camila acerco sus labios a la mejilla de la chica de ojos verdes y la beso
tiernamente para luego sonreír. La reacción de Lauren fue tensarse al instante,
pero luego de unos segundos sonrío y relajo sus músculos. Camila se sintió
sonrojar.
Camila: ¿Mejor?
Pero Camila no le permitió responder pues ya había corrido hacía el sillón y
estaba buscando un pañuelo para limpiar la sangre en su bolso. Limpiar la
sangre en su nariz fue sencillo, pero no la de su labios. Cada vez que el pañuelo
tocaba la herida, Camila dejaba escapar un débil gemido.
Lauren: Déjame hacerlo -Pidió acercándose a ella y tomando el pañuelo. Se
arrodillo y miro directamente su labio. Casi de inmediato Lauren comenzó a
limpiar la sangre con delicadeza, Camila no sintiendo ningún tipo de dolor.
Camila: Lo siento -Susurro en cuánto Lauren termino su trabajo- Lamento
haber dicho todo lo que dije. No es tu culpa ser como eres y hacer lo que
haces... Y no creo que seas una estúpida -Se disculpo, sus ojos encontrándose
con los de la chica de la ventana unos segundos antes de que esta ultima los
retirara, incomoda.
Lauren: No eres una estúpida rutina -Susurro, uniendo lentamente sus
meñiques-. Y no quiero que te vayas -Agrego, mirándola fijamente a los ojos.
Camila solamente pudo sonreír. Tal vez muchos, después de aquella discusión,
habrían esperado un discurso o algo parecido, pero Camila conocía a Lauren y
sabía que, aunque sus frases no habían sido largas, sus disculpas habían sido
sinceras. Y esto era lo único que a Camila le importaba.
De repente, la mirada de Lauren volvió a descender a los labios de Camila y
por un momento, la vio suspirar.
Los ojos de Camila encontraron también su camino hacia los labios de Lauren.
Involuntariamente su lengua humedecido sus propios labios. Quería besarla.
Jamás le había sucedido, jamás había deseado besar a alguien tanto como
deseaba hacerlo con Lauren Jauregui. La necesitaba. Necesitaba aquel beso.
Rodeo con sus brazos el cuello de Lauren, esperando que esta la rechazara.
Se sorprendió al sentir las manos de Lauren rodear su cintura. Ella también
quería besarla.
Fue entonces cuando la chica de ojos verdes comenzó a acercarse lentamente,
como esperando a que Camila le empujase lejos. Esta ultima solo cerró los ojos
y suspiro.
Sus manos sudaban y cada segundo se hacía interminable. Camila podía sentir
el aliento de Lauren sobre su rostro, pero sus labios aun no se encontraban.
Comenzó a temblar y su corazón se acelero. Se sentía en las nubes... Fue
entonces cuando lo dijo...
Camila: Es mi primer beso... -Soltó sin pensar.
Lauren: ¿Qué? -Camila la sintió alejarse. Cuándo abrió los ojos Lauren estaba
cerca, pero no tanto como lo habría deseado.
Camila: Es mi primer beso... Solo eso... Ahora sigue con lo que estabas
haciendo.
Pero Lauren negó con su cabeza. Intento alejar sus manos de la cintura de
Camila, pero esta se lo impidió, colocando sus manos sobre las de ellas y
acariciando sus nudillos con su pulgar. Cuándo estuvo segura de que Lauren no
se alejaría, volvió a colocar sus manos al rededor de su cuello.
Camila: Bésame... Por favor.
Lauren: Estamos en casa de Dinah y tú tienes un corte en el labio. No hay velas
ni música romántica o flores... Tu primer beso no debe de ser así, Camz.
Fue entonces cuando Camila le sujeto la barbilla y la hizo mirarla directamente
a los ojos durante unos segundos antes de que la chica de ojos verdes apartase
la mirada, incomoda.
Camila: Podría besarte dentro de un panal de abejas y no me importaría... Yo
solo quiero besarte Lauren Jauregui. Quiero besarte ahora mismo.
Lauren: Camz, un humano no cabe dentro de un panal de abejas...
Camila: No es literal, Lauren -Explico-. Lo que quiero decir es que no me
importa donde me darás mi primer beso. Yo solo quiero besarte -El calor subió
a sus mejillas, sintiéndose avergonzada. Jamás había imaginado suplicar para
recibir su primer beso.
Lauren:... Estoy enamorada de ti -Dijo, y la miro a los ojos. Y aunque parecía
querer hacerlo, no aparto la mirada.
Camila: Lauren...
Lauren: Si voy a besarte quiero que sepas que estoy enamorada de ti. Estoy
enamorada y a veces no sé cómo demostrártelo. Estoy enamorada de ti y a
veces siento que te haré daño. Estoy enamorada de ti, y soy una idiota por
pensar que tengo una oportunidad, pero estoy enamorada de ti. Te veo y mi
corazón se acelera, y es porque estoy enamorada de ti. Cuándo estoy sin ti es
como si fuese un poco menos yo, y es porque estoy enamorada de ti. Y te estoy
si este fuese un secreto, y en verdad debía de serlo pues Camila jamás había
escuchado hablar de él- Lo llamamos "El Coro Escolar"...
Dinah: ¡Ahora entiendo por qué jamás los he visto cantar! -Exclamo, su madre
haciéndole una seña para que bajara la voz.
Brad: Lauren no era parte de él, pero siempre hacíamos los trabajos junto a ella.
Los otros jamás se nos acercaban. Las personas en la escuela no saben que
somos gays abiertamente, pero aun así somos "los raros"... Tu lo entiendes.
Fuiste la primera valiente y, sinceramente, luego de lo que te sucedió nos ha
dado algo de miedo.
Camila: ¿Has dicho que hacían trabajos junto a Lauren? -Pregunto curiosa,
ignorando lo demás, mirando fijamente a la chica de la ventana, la cual se
mantenía callada mientras la señora Hansen la dirigía al piano.
Lucy se coloco al lado de Brad de inmediato.
Lucy: Soy Lucy, un gusto -La saludo, estrechando su mano. Camila solo sonrío
sin mirarla, esperando la respuesta a su pregunta.
Brad: Le estaba contando a Camila sobre el "Coro Escolar"... ¡No me mires así,
Lucy! ¡Ella no dirá nada! Sabes mejor que nadie que...
Camila: ¿Lauren estudiaba con ustedes? -Pregunto, deseando que los chicos se
callaran para poder escuchar la dulce melodía que Lauren había comenzado a
tocar en el piano, haciendo viajar su mente por un universo completamente
perfecto.
Brad: No en el mismo año. Ella debería de haberse graduado el año pasado si
no hubiese comenzado a tomar clases en casa. Pero coincidíamos en varias
clases...
Lucy: Lauren era la única no miembro del "coro" que sabía nuestro secreto, y
jamás se lo dijo a nadie. Nuestros amigos confiaban mucho en ella. Si no
entendían clases a la primera persona que preguntaban a cerca del tema era
Lauren... Tal vez sabes que ella es muy lista.
Camila simplemente asintió. Lauren debía de ser la persona más inteligente que
jamás había conocido. Podía resolver crucigramas en diez minutos, y era
increíble con los números y conceptos.
Camila: Me gustaría hablar con ustedes un poco más, pero tengo que hacer
trabajos con Dinah y se enojara si no terminamos a tiempo -Dijo, observando
fijamente a su amiga, la cual estaba sentada sobre el sillón organizando libros y
materiales, susurrando improperios de vez en cuando mientras observaba la
gran pila de trabajo por hacer.
Brad: Oh, ya veo -Dijo, triste- Entonces supongo que... nos veremos mañana.
Camila: Tal vez -Dijo, y sin despedirse fue a sentarse junto a Dinah.
Brad y Lucy se fueron segundos después.
Dinah y Camila estuvieron haciendo su trabajo durante una hora. No fue fácil,
pues fácilmente Camila se distraía con las melodías que Lauren tocaba en aquel
piano. De vez en cuando se permitía mirar su espalda cubierta por una chaqueta
de cuero negra y sus ágiles dedos acariciando las teclas. Suspiros involuntarios
escapaban por sus labios. Ella era perfecta... Dinah solo le golpeaba el hombro
y la hacía regresar a su trabajo.
Finalmente, Dinah y Camila terminaron su trabajo, exhaustas.
Dinah: ¿Te gustaría quedarte una hora más?
Camila solo la miro, confundida. Dinah siempre la invitaba a ver una película
después de hacer las tareas juntas, pero aquella vez su invitación había sonado
extraña.
Dinah: Es el tiempo que falta para que las clases de Lauren terminen -Informo,
guiñándole un ojos.
Camila no hizo nada más que aceptar con una gran sonrisa en el rostro.
CAPITULO 18
patineta. Antes de darse cuenta sus pies estaban sobre el suelo y el rostro de
Camila estaba más cerca de lo que debería.
Camila: No me importan todos los problemas que puedas tener, Lauren. Quiero
que mi primer beso sea contigo y... ¿Acaso no te has visto en el espejo? ¡Eres
mejor que una supermodelo plástica y ruin!... Y si tu estas jodidamente jodida,
quiero estarlo yo también -Dijo decidida, sabiendo que cada palabra que salía
de sus labios era cierta- Jódeme, Lauren -Susurro, las manos de la chica de la
ventana sosteniendo sus chaqueta, atrayéndola cada vez más hacia ella. Lauren
miro fijamente aquellos labios.
Camila no era la única que deseaba aquel beso. Lauren lo necesitaba. Cada
parte de su interior gritaba por aquellos labios.
"Jodeme, Lauren" Una extraña sensación recorrió su cuerpo al recordar
aquellas palabras. Camila Cabello podía hacerla sentir de tantas maneras que
sentía que podía estallar en cualquier momento.
Sus manos encontraron su camino a la cintura de Camila y permanecieron allí,
firmes, sin moverse. Los ojos de la chica de la ventana estaban cerrados, sus
labios entreabiertos y sus mejillas sonrojadas. Lo único que Lauren deseaba
hacer en aquel momento era besarla.
Se acerco lentamente, cerrando sus propios ojos, sintiendo su corazón
acelerarse, preparada para sentir los labios de Camila sobre los suyos, cuándo
"Really Don't Care" comenzó a escucharse a alto volumen.
Camila: Mierda -Susurro irritda, buscando algo en su pantalón. Se trataba de su
celular. Alguien estaba llamando- ¿Mamá?... ¿Qué sucede?... No, estoy bien...
Estaba en casa de Dinah... Si... Si... Mamá, por fav... Mamá... Está bien, llegare
en quince minutos... Mamá, no tenemos que hablar de esto ahora... Mamá...
Está bien, estoy con ella. ¿Feliz?... ¡No!... ¡Mamá, no!... Pero mamá... Está
bien, solo no me avergüences -Lauren escucho la conversación atentamente,
intentando llevar el hilo de esta sin llevarlo en lo absoluto. Cuándo los ojos de
Camila se encontraron con los de Lauren, esta sonrío- Lolo -Susurro, aun con el
celular en la mano- Mi mamá quiere hablar contigo. ¿Crees que...? ¿Puedes
hablar con ella para que me deje en paz?
La sonrisa de Lauren desapareció de sus labios. ¿La madre de Camila sabia de
su existencia? Dudas comenzaron a atacar su cabeza. No sabía si debía hablar o
no, o si su Asperger le permitiría liberar un par de palabras. Pero, aun así,
asintió al ver los ojos de Camila clavados en los suyos. Tomo el teléfono y,
nerviosa, lo llevo a su oído.
Lauren: ¿Si?
Sinuhe: Es bueno escuchar tu voz -Dijo. Parecía ¿aliviada? Lauren no lo sabía
con certeza. No podía descifrar aquel tono de voz- Al menos así se que eres real
y no invento de Camila para encubrir noches de alcohol y sexo... ¿Cómo te
llamas?
Lauren: Lauren, soy Lauren -Dijo, dejando escapar un suspiro. Sus manos
estaban sudorosas, y no podía entender el por qué. De repente, sus dedos
comenzaron a chasquear. Las manos de Camila de inmediato viajaron a sus
manos, deteniendo el sonido, haciéndola sentir un poco menos tensa casi de
inmediato.
Sinuhe: Bueno, Lauren, es un gusto hablar contigo... Solo quiero que sepas que
estoy muy feliz de que hagas a mi hija feliz, pero me gustaría tenerla de vuelta
en quince minutos. Su tía se quedara a cenar y ella prometió preparar la cena
antes de que yo llegue...
Lauren simplemente asintió, no recordando al instante que la mujer no podía
verla. Finalmente recordó esto y, con las palabras saliendo difícilmente de sus
labios, dijo:
Lauren: Estará allá pronto, lo prometo.
Se escucho un suspiro a través del auricular.
Sinuhe: Cuídala, Lauren -Y, por alguna razón, la chica intuyo que no solo se
refería al hecho de llevarla a casa.
Lauren: Más que a mi vida -Sentencio, las palabras saliendo más fácil de lo que
esperaba, su mano aferrándose fuertemente a la de Camila. Pasaron algunos
segundos antes de que Sinuhe volviera a hablar.
Sinuhe: Me caes bien, Lauren. Tal vez pueda conocerte algún día.
Lauren: Tal vez... -Repitió entre suspiros, la dificultad para hablar volviendo en
el acto.
Sinuhe:... Adiós, Lauren.
Y fue así como la llamada finalizo.
Lauren le devolvió el celular con una sonrisa y luego, sin pensar en lo que
hacía, beso la mejilla de Camila con delicadeza. De inmediato la noto
sonrojarse.
Camila: ¿Por qué lo hiciste?
Lauren: Tu madre quiere que llegues pronto, así que no podre darte tu primer
beso ahora, pero... Tómalo como un adelanto.
Camila: ¿Adelanto? ¿Eso quiere decir que si vas a besarme?
Lauren: Mi cardiólogo me hizo una revisión antes de salir al hospital, así que
no necesito ir mañana. Ally y Troy quieren que los acompañe al cine... Pero ir
sola sería aburrido, así que quiero que tú vayas conmigo.
Camila pareció dudar un momento, pero finalmente asintió sonriendo.
Camila: Solo con una condición... -Impuso.
Lauren: ¿Cual? -Pregunto, frunciendo el entrecejo.
Camila se acerco lentamente a su oído, y cuándo el aliento de Camila impacto
contra su piel, Lauren pudo jurar jamás haberse sentido de aquella forma.
Camila: Mañana tendrás que besarme.
Lauren no pudo negarse. Ella deseaba aquel beso tanto como Camila.
..........................
Esa noche Lauren y Camila hablaron a través de la ventana con carteles, así
como en los viejos tiempos. Lauren le había devuelto la gorra morada a Camila,
quien la estaba usando en ese preciso momento, y ella tenía puesto su beanie
morado. Usar aquellas prendas se había vuelto una especie de tradición para
ellas.
"Cuéntame sobre tu primer beso" Decía el cartel del Camila.
"Fue horrible"
"¿Qué tan horrible?"
"¿Recuerdas la primera vez que te hablaron de la reproducción humana?"
"No podría olvidarlo"
"Peor que eso"
Lauren la vio reír a través de la ventana, y un hormigueo se apodero de su
cuerpo. No la estaba escuchando, pero su risa se convirtió también en la risa de
Lauren en menos de un segundo.
"Eres hermosa, Camila Cabello" Escribió. Las mejillas de Camila se sonrojaron
al leer esto y una sonrisa apareció en sus labios.
"¿Cómo pasamos de hablar de la reproducción humana a los halagos?"
"De la misma forma en la que yo pase de espiarte por la ventana a enamorarme
de ti"
"Buena respuesta, chica de la ventana"
"¿Te parece?"
"Sí, porque yo tampoco sé como pase de ser la espiada a enamorarme
completamente de ti"
Siguieron hablando durante media hora, hasta que Lauren determino que era
demasiado tarde. Aunque la chica de ojos verdes intentaba alejarse un poco de
su rutina, su mente se lo impedía.
"Descansa, chica de la ventana" Escribió.
"Tú también eres hermosa..."
"¿Perdón?" Pregunto, confundida. La respuesta de Camila no tenía ningún
sentido.
"Antes me dijiste que era hermosa. Tu también lo eres. No podía irme a dormir
sin que lo supieras"
"Ten lindos sueños, Camz" Le deseo, una sonrisa iluminando el rostro de
ambas chicas.
"Los tengo desde que te conocí"
Y sin permitir que Lauren respondiera, Camila corrió a apagar la luz y se
recostó sobre su cama. Lauren coloco su mano derecha sobre el vidrio de la
ventana y suspiro.
"Buenas noches, Camz" Pensó, y luego de esto imito lo que la chica de la
ventana había hecho segundos antes.
CAPITULO 19
Camila fue a la escuela con una sonrisa en el rostro. Llevaba la chaqueta negra
de Lauren y la gorra morada, y contaba cada minuto que faltaba para volver a
verla. La idea de ver una película junto a la chica de ojos verdes la emocionaba
como a una niña pequeña, pero su primer beso era lo que en realidad estaba
ocupando cada parte de sus pensamientos.
Dinah:... ¡Mila! ¡Mila! ¡MILA! -La llamo a la hora del almuerzo. Era la
segunda vez que Dinah se había visto obligada a gritarle para sacarla de sus
pensamientos.
Camila: ¿Qué sucede? -Pregunto asustada.
Dinah: Le estaba contando a Mani sobre tu beso con Lauren y...
Camila: ¡No nos besamos! -Aseguro, sonrojada. Y esta era la muy cruel verdad.
Dinah: Por favor, casi tenía sus labios sobre los tuyos...
Camila: Tu misma lo has dicho, Dinah. Casi -Sonrío, ocultando sus mejillas
sonrojadas entre sus manos, decepcionada por no haber logrado probar aquellos
labios que habían estado más cerca de ella que nunca.
De repente, la chica noto como su otra amiga parecía estar algo pensativa
mientras miraba fijamente su comida a medio probar.
Camila: ¿Qué sucede, Mani? -Pregunto con una leve sonrisa en su rostro,
sujetando levemente su brazo.
La chica suspiro.
Normani: Mila, lamento decirlo pero -Hizo una pausa dramática y volvió a
suspirar frunciendo su entrecejo, como si lo que estaba por decir le doliese
profundamente-... creo que deberías alejarte de ella.
Camila río alto, como si aquello se tratase de un chiste. Y pensaba que lo era
hasta que se fijo en el rostro de su amiga. Aquella mueca jamás sería una
sonrisa.
Camila: ¿Lo dices en serio? -Aun tenía la esperanza de que aquella fuese una
broma muy pesada.
Normani: Esa chica tiene un montón de problemas, Mila. Dinah me contó todo
lo que sabe de ella mientras tú estabas en Laurenlandia... Si no te alejas ahora
vas a sufrir Mila. Esa chica te va a destrozar lentamente hasta que solo queden
un millón de pedacitos de ti para que la gente los pisotee y rompa aun más
Camila: ¿Cómo lo sabes, Normani? Tú no la conoces. No sabes nada a cerca de
ella...
Normani: ¡Desde que la conoces todo lo que haces es sufrir por ella!
Camila: No es cierto, Mani... Dinah, dile que no es cierto -Suplico a su amiga
más alta.
Pero la chica solo lo pensó todo unos instantes para finalmente fruncir el
déjenme disfrutar un poco de mi día. Todos acá quieren escuchar los gritos de
Gaybello...
Brad: Si vas a golpearla solo porque le gustan las personas de su mismo sexo,
entonces creo que vas a tener un gran trabajo hoy...
Luis: ¿Qué quieres decir?
Camila no estaba preparada para lo que vio a continuación.
En menos de un segundo, Brad estaba besando a Tristan con pasión en medio
de la cafetería. Los demás miembros del coro no se quedaron atrás. Lea y
Dianna, Lucy y una chica que Camila supuso era Vero, Kurt y Blaine, dos
chicos que Camila desconocía pertenecientes a los matematletas, dos de las
más populares porristas e incluso el capitán del equipo de fútbol junto al más
aplicado de los alumnos, habían comenzado a besarse en medio de aquella
cafetería.
Las bocas de Luis y Austin se abrieron completamente, al igual que las de todas
las personas en la cafetería, incluyendo empleados y profesores.
Demasiado humillados como para permanecer allí, Luis y Austin se fueron
maldiciendo.
..........................
Después de lo sucedido en la cafetería ni Luis ni Austin habían vuelto a
aparecer. Camila intento dar gracias a los miembros del "coro" por haberla
defendido, pero ellos solo dijeron que harían cualquier cosa por la chica que
hacía feliz a Lauren Jauregui, dejando la cafetería sigilosamente luego de esto.
Dinah y Normani habían intentado disculparse con su amiga durante el resto
del día. Finalmente lograron que esta volviera a dirigirles la palabra, pero solo
con la condición de que dejaran de opinar acerca de Lauren hasta que la
conocieran mejor.
Cuándo las clases por fin terminaron, Camila fue acompañada por Dinah y
Normani hacía la salida. Camila deseaba que sus amigas conocieran a Lauren
Jauregui de una vez y cerraran sus bocas.
No tuvo que esperar mucho para reconocer a la chica de la patineta, alejada de
la multitud, mirando el suelo y chasqueando sus dedos mientras vestía una
chaqueta de cuero y un beanie morado. Una sonrisa apareció en su rostro.
Camila: ¡Lauren! -La saludo al llegar a ella. En un movimiento involuntario
envolvió sus brazos alrededor del cuello de la chica de la ventana, dándose
cuenta muy tarde de lo que había hecho.
Camila jamás había abrazado a Lauren mientras esta no estaba en medio de una
crisis sin ser rechazada o no correspondida, así que espero que la chica solo se
tensara o no le correspondiera, sintiéndose triste antes de que sucediera.
Como siempre, Lauren la sorprendió.
Sus manos rodearon torpemente su cintura, y Camila dejo escapar un suspiro
cuándo Lauren hundió su cabeza en su cuello. Camila hizo lo mismo con
Lauren, disfrutando del abrazo como jamás había disfrutado ningún otro.
Lauren: Hola -Susurro débilmente. Su aliento le provoco cosquillas en el
cuello, lo que la hizo reír débilmente durante algunos segundos.
Camila: Hola -Contesto Camila, sintiendo a Lauren reaccionar de la misma
forma que ella-. Linda chaqueta -La halago. Era idéntica a la que Camila estaba
usando en ese preciso instante.
Lauren: Tu chaqueta también es muy linda...
Camila: Por supuesto que lo es. Es tuya.
Camila sintió a Lauren sonreír contra su cuello y luego un resoplido salió por
su nariz, el aire haciendo cosquillas en su cuello y enviando millones de
descargas eléctricas por todo su cuerpo.
Lauren: Quiero decir que... se ve... se ve linda en ti.
Una sonrisa se apodero de su rostro, al igual que un ligero rubor.
De repente, alguien carraspeo audiblemente y ambas chicas se separaron un
poco. Camila dio la media vuelta aun entre los brazos de Lauren, quedando
completamente apoyada sobre la chica de ojos verdes. Lauren intento apartar
sus brazos, pero Camila se lo impidió colocando sus manos sobre las de ellas,
acariciándolas con sus pulgares, demostrándole de esta forma que estaba bien.
Dinah y Normani se cruzaron de brazos, se miraron mutuamente y sonrieron,
como diciéndose mentalmente: "Estas tienen algo"
Camila: Lolo, ellas son Normani y Dinah, mis mejores amigas... Normani,
Dinah, ella es Lauren, mi... -Después de todo lo sucedido Camila no sabía
cómo etiquetar su relación con Lauren. No eran novias, no. Pero tampoco eran
simplemente amigas- Mi algo -Susurro finalmente, las manos de Lauren
aferrándose más a su cintura luego de decir esto.
Dinah: Es bueno verte de nuevo, Lauren -Dijo sonriendo. Y, a pesar de lo que
había dicho en la cafetería, no parecía estar mintiendo.
Lauren: Es un... un gusto... un gusto verte de nuevo, Dinah -Susurro, Camila
dedujo que con la mirada en el suelo. Acaricio sus manos con sus pulgares,
transmitiéndole seguridad-... Y es un... un placer conocerte Normani -Dijo aun
más bajo.
Normani: ¿Es cierto que irán a ver una película?
Lauren: Si... Ally y Troy... ellos... Ally es mi amiga y... -Estaba realmente
nerviosa. Sus manos estaban sudorosas, y aunque Camila intentaba
tranquilizarla con caricias en sus manos, no lo lograba- Iremos los cuatro... No
quería... yo... sola... no es... no me... y después Camz dijo que... ella... un beso
y... yo...
Camila comprendió el mensaje a pesar del nerviosismo de Lauren y sus
oraciones sin terminar, pero al ver el rostro de sus amigas supo que estas
apenas habían logrado captar las palabras.
Camila: Respira, Lauren -Susurro, acariciando sus manos, entrelazando sus
CAPITULO 20
Ally y Troy las estaban esperando fuera del hospital dentro del auto de la
pequeña (Ally en el asiento del conductor y Troy en el del copiloto). El chico
parecía estar dormido sobre la ventanilla mientras Ally sujetaba su mano y
cantaba algo que Lauren no fue capaz de escuchar.
Golpeo ligeramente la ventana del conductor, obligando a que Ally la bajara.
Camila: Es mejor que nos vayamos antes de que despertemos a Troy -Dijo,
sujetando fuertemente la mano de Lauren- Y para que ustedes dos -Señalo a
Dinah y Normani- dejen de pelear como un par de estúpidas, Lauren va a ir
sobre mis piernas. Punto.
Casi de inmediato la sonrisa en el rostro de Lauren se borro y su cabeza
comenzó a sacudirse, negándose rotundamente.
Camila: ¿Por qué no? -Pregunto mirándola fijamente a los ojos, Lauren
apartando su mirada de inmediato, sintiéndose incomoda.
Lauren: Mi trasero es grande -Susurro avergonzada- No como el tuyo, pero es...
es...
Ally: Lauren cree esta algo... no algo. Muy... pasada de peso -Explico a través
de la ventanilla del auto, una mueca que Lauren no supo distinguir apareciendo
en el rostro de su mejor amiga. Lauren simplemente se encogió de hombros,
afirmando que lo que había dicho su amiga era cierto.
Camila: Lauren -Dijo, mirándola de nuevo a los ojos, está vez Lauren
manteniendo la mirada. Lo cierto es que amaba como los ojos de Camila
Cabello podían hacer que su corazón trasplantado y con fallas se acelerara
como un caballo que galopa a través de los valles-. Eres increíble ¿Está bien?
Tienes un cuerpo increíble, desde tu cabello hasta tus pies. No estás pasada de
peso, créeme. Tienes cada kilo donde debe estar. Y aunque lo estuvieses me
encantarías, y encantarías a cada persona que te viera... Y no me hagas hablar
de tu culo porque...
Dinah: Ya sabemos que babeas por el culo de la chica por la que me dejaste, así
que ahórrate eso y sube al auto para que podamos ir a ver esa película...
El rostro de Camila se volvió completamente rojo y Lauren sonrió. Amaba
verla avergonzada, esos momentos en los que se convertía en una tierna niña
inocente a la cual solo quería besar y abrazar hasta morir.
Fue entonces cuando Lauren lo decidió.
Con rapidez se movió hacia el auto y subió, viendo a Camila sorprenderse ante
su rapidez, su corazón quejándose un poco debido al brusco movimiento.
Coloco su patineta bajo sus pies y sonrío pícaramente mientras miraba
fijamente los ojos de Camila, logrando no sentirse ni un poco incomoda.
Lauren: Estoy segura de que mi trasero es grande, pero necesito comprobar que
tu trasero sea tan grande como se ve...
Camila: ¡Lauren!
.......................
Lauren sonreía al sentir las manos de la chica de la ventana acariciar su fistula
delicadamente mientras sus propios brazos envolvían la cintura de Camila, una
sonrisa siempre dominando su rostro.
Lauren: ¿Cómo está el?- Pregunto refiriéndose a Troy, que había comenzado a
removerse en su asiento produciendo algunos sonidos guturales.
Ally miro a su novio unos segundos, sonrío con tristeza y luego simplemente le
sujeto la mano con fuerzas. Lauren, por supuesto, no noto este gesto. No a
causa de su Asperger, sino debido al hecho de que el cuerpo de Camila no le
permitió ver.
Ally: El... su tumor está creciendo, Lauren. Está en una zona de su cerebro que
es prácticamente intocable, así que es imposible que él no... Que él no m... el
no... Ya sabes... pero aun así los doctores creen que pueden hacer algo, así que
intentare pensar positivo y olvidar que... lo estoy perdiendo -Una lágrima
resbalo por su mejilla, y Lauren la vio limpiarla rápidamente a través del espejo
retrovisor. Las caricias en la fistula de Lauren aumentaron, y a la chica de ojos
verdes le gustaba la sensación que dejaban los dedos de Camila al pasar por
aquel leve elevamiento en su brazo. Simplemente, la hacían sentir un poco
menos mal al saber que, dentro de un mes, Troy ya no estaría allí-. ¿Recuerdas
que solía quejarse de dolores de cabeza y a veces se trababa al hablar? Era a
causa del tumor... Los síntomas ahora son más intensos. Tiene que tomar
píldoras para el dolor, y estas lo hacen sentir muy cansado. De vez en cuando
olvida cosas y tiene ataques de ira... Así que si quieres saber cómo esta creo
que... no puedo... no puedo responder eso... -Pequeñas lágrimas resbalaban por
la mejilla de la chica, y su nariz levemente se enrojecía. Lauren quería hacer
algo, decir algo, pero simplemente no podía. Se sentía tan mal que las lágrimas
no tardaron en llegar a sus ojos, Lauren no permitiéndose liberarlas.
Dinah: Lo importante es que el está vivo ahora -Susurro Dinah, sujetando
dulcemente la mano libre de Ally. Se conocían hacía menos de cinco minutos,
así que Lauren no podían comprender como Dinah podía estar dirigiéndole la
palabra a Ally. Ella, normalmente, no hablaba con alguien hasta haberle visto al
menos unas cinco veces. Y ni hablar de tocarla-. Si alguien me dijera que Siope
va a morir mañana yo... me destrozaría, pero... intentaría hacerlo feliz durante
las pocas horas que le quedarían porque... Estás haciéndolo bien, Ally. No
puedes cambiar nada, pero puedes hacer todo un poco menos difícil para el...
..........................
Camila: ¿Te duele? -Pregunto, Lauren solo sintiendo el ronroneo del auto y sus
piernas parcialmente entumecidas debido al peso del cuerpo de Camila sobre
ellas.
Lauren: ¿Qué cosa? -Lauren no era buena para deducir, aunque las cosas
estuviesen frente a su nariz.
Camila: Tú fistula...
La chica de ojos verdes miro a las demás. Dinah y Normani estaban hablando a
cerca de cual canción de Beyonce colocar en la radio mientras Ally intentaba
persuadirlas con colocar a Justin Timberlake. Nadie parecía estar ganando.
Troy simplemente continuaba dormido, ajeno a la conversación.
Camila: Lauren... -Escucho a lo lejos.
Normani: ¿Qué?... Quiero sentir que hice algo malo,y si ustedes no van a
reprenderme, voy a hacerlo yo porque soy muy rebelde.
Dinah se echo a reír con el comentario de Normani, y luego la siguieron los
demás.
Dinah: Esa es una de las razones por las que dejaría a Siope por ti -Se burlo, y
luego abrazo a Normani fuertemente y deposito un sonoro beso en su mejilla, la
otra chica solo riéndose ante la broma de su amiga.
Troy: Ally... -Dijo Troy, mirándola. Las demás miraron de forma inevitable,
como atraídos por el imán del amor ajeno- ¿Puedes...? Yo quiero un beso tam...
también.
Ally simplemente sonrió y se acerco a la mejilla de Troy, depositando un tierno
beso alli, y luego sujeto dulcemente las mejillas del chico y lo obligo a mirarla
para plantar un dulce beso en sus labios.
Lauren: Awww, Trolly -Suspiro.
Dinah: ¿Qué has dicho?
Ally: Lauren nos creó un Ship juntando nuestros nombres. Es muy lindo.
Lauren: Y estúpido...
Ally: Por favor, Jauregui. Es lindo y ya...
Dinah: ¿Sabes Lauren? Yo intente crear un Ship para ustedes... Camilauren fue
lo mejor que me ocurrió... Tal vez puedas ayudarme
Camila: ¡Dinah Jane Hansen, cierra tu boca! -Lauren sonrió al escuchar el
agudo tono de la chica. Realmente estaba muy avergonzada.
Se quedo callada unos instantes, observando a Camila enrojecer y creando un
montón de nombres, ninguno lo suficientemente bueno.
Hasta que finalmente se le ocurrió...
Lauren: ¿Por qué no Camren?
Camila: ¡LAUREN!
Dinah: Eso suena bien... Realmente muy bien.
.............................
Ally: Chicas, la película está por comenzar -Informo mientras ayudaba a que
Troy se levantara de su silla, sosteniendo sus palomitas y bebidas cuándo el
chico estuvo estable sobre el suelo.
Troy: ¿Vamos a ver los pitufos, Ally?
Ally: Troy, esa película la vimos hace meses...
El chico asintió. Lauren, al ver su rostro, supo que no lo recordaba. Y supo que
era a causa de su tumor.
"Puta vida de enfermedad" Pensó, entendiendo un poco la sensación que Troy
debía de tener en ese momento.
Troy: Oh, lo siento Ally...
Ally: No te disculpes -Susurro abrazándolo. Ahora que estaba de pie, Lauren
podía observar claramente la gran altura de Troy y a la pequeña Ally mirándolo
desde abajo. Para cualquiera que los viese de lejos, el hecho de su romance era
una locura. Para Lauren, su romance era algo que, simplemente, era
completamente perfecto.
Fue entonces cuando Lauren Jauregui recibió un mensaje de su madre.
"Llámame ahora mismo"
Lauren: Chicas, tengo que hablar con mi madre... Saldré un rato... Las veo
dentro...
Dinah: Esta bien, Ralph...
Lauren: ¿Ralph?
Dinah: Ralph Lauren...
Lauren simplemente negó con su cabeza sonriendo ante semejante estupidez.
Lo cierto era que el humor de Dinah era un poco raro, pero a Lauren
comenzaba a gustarle.
Camila: ¿Quieres que te acompañe?
Dinah: ¡Camren Feels!
Camila: ¡Dinah!
Lauren: Quédate. Estaré bien -Prometió mirando a Camila-. Serán solo unos
minutos.
Lauren salió del cine y se dirigió a un hermoso jardín con hermosas rosales
alrededor y una fuente en medio mientras llamaba a su madre. No pudo evitar
pensar en que en ese jardín había planeado tener su primer beso con Camila y
que seguramente, como su vida era un asco, su madre desmoronaría todos sus
planes. Pensó en lo hermoso que habría sido poder besarla frente a la fuente,
escuchando a los pajarillos cantar y con las rosas preparadas para hacerlo todo
un poco más romántico. Suspiro antes de llevarse el teléfono a la oreja.
Clara: ¿Lauren?
Lauren: ¿Qué sucede, mamá?
Clara: ¿Dónde estás?
Lauren: Estoy con Ally y Troy. Voy a ver una película con ellos y unas amigas.
Clara: ¿Qué amigas?
Lauren: Ellas... -No podía hablarle sobre Camila, así que decidió mentir-. No
son malas personas. Lo prometo. Puedes preguntarle a Ally.
Lauren cerró los ojos, esperando que su madre le exigiese regresar de
inmediato. Incluso ahora, después de escuchar lo que había dicho a su madre,
Lauren deseaba regresarse a casa por haber cometido semejando locura de ir al
cine con dos extrañas, la chica que le gustaba, su mejor amiga y un chico alto
con un tumor cerebral que lo estaba matando.
"Tomas muy malas decisiones, idiota"
Clara: Oh, ya veo... Disfrútalo, Lauren. Pero no llegues tarde -Dijo su madre, y
luego la llamada finalizo, dejándola con la boca abierta.
Miro su celular atentamente. ¿Podía ser aquello cierto? ¿Podía estar Clara
CAPITULO 21
Su rostro ardía. Estaba segura de que su sonrojo era más que evidente.
Fue entonces cuando sintió un par de manos sujetar dulcemente sus mejillas y
acariciarlas. Elevo su mirada. Lauren tenía sus ojos pegados en los de ella, y
parecía que jamás iba a apartarlos. Lauren estaba enamorada de ella. Lauren
estaba tan enamorada como ella.
Iba a recibir su primer beso de alguien que estaba completamente enamorada de
ella, y a la cual amaba de igual forma.
Lauren Jauregui era la chica perfecta para ella, Camila Cabello, la adolescente
que comenzó a ser maltratada a los quince años en cuánto los demás supieron
que sus gustos eran distintos a los de las otras chicas. Aquella que no tuvo
verdaderos amigos hasta que había comenzado su vida en un nuevo país.
Aquella que jamás se sintió lo suficientemente hermosa como para que una
chica considerablemente buena se enamorara de ella. Aquella que era golpeada
todos los días por los estúpidos de Austin y Luis. Aquella que jamás había
conocido lo que era estar verdaderamente enamorada de alguien.
Jamás pudo pedir algo mejor.
Sonrió.
Camila: Me gustan tus ojos, Lauren Jauregui...
Lauren: ¿Qué...? -Parecía desconcertada.
Camila: Me gustan tus ojos. La forma en que me miran. No lo sé, tal vez estoy
loca, pero cada vez que tus ojos se encuentran con los míos es como si pudiese
volar y... Me gusta eso, Lauren Jauregui. Me gusta volar... Y me gusta que me
toques, aunque sea con un dedo. Me gusta cuándo entrelazas nuestros
meñiques. Me gusta cuando sujetas mi mano, y me gusta cuándo me acaricias
los nudillos con tu pulgar... Y me gusta cuándo andas en patineta, y también
cuándo caminas... Me gusta cuándo colocas tu mano derecha sobre la ventana y
luego me sonríes. Me gusta mucho verte sonreír, incluso por una estupidez y...
Supongo que solo me gusta cada mínima parte de ti... Y me gusta que me
gustes... y me gusta que seas la primera persona a la que voy a besar. Me gusta
que seas la primera persona por la que me siento sentimentalmente atraída... y
me gusta cuándo dices que te estás enamorando de mí, porque yo también lo
estoy haciendo.
Sintió lágrimas caer sobre sus mejillas y bajo la mirada, avergonzada. No
quería llorar durante su primer beso... Pero aquellas no eran lágrimas de
tristeza. En ellas había alegría, esperanza, amor, y no podía evitar liberarlas.
Lauren: ¿Por qué lloras?... No llores, por favor...
Camila: Jamás voy a poder decirte lo muy especial que eres para mi, Lauren
Jauregui... No soy buena con las palabras, como tu... Yo solo... Me gustas
Lauren... Me gustas mucho... Y lo siento si no puedo explicártelo como debería
hacerlo -Dijo en un susurro, volviendo a alzar la mirada, encontrándose con
una sonriente Lauren frente a ella.
Lauren Jauregui.
A pesar de todo, era un beso inocente. Dulce. Lento. Un beso con sabor a
ilusiones y enamoramiento. Un beso con sabor a Lauren Jauregui.
Finalmente, Camila fue separándose lentamente de la chica, abriendo los ojos
cuándo sintió que estaba lo suficientemente lejos. La miro. Una gran sonrisa
decoraba el rostro de Lauren Jauregui, e incluso podría haber dicho que sus
ojos color esmeralda también lo estaban haciendo. Se mordió ligeramente el
labio mientras se fijaba en los de Lauren, esos que segundos antes habían
estado sobre los suyos. Y se echo a reír. Rio fuerte, como cuándo te están
haciendo cosquillas en todo el cuerpo.
Rio porque había besado a Lauren Jauregui en medio de un hermoso jardín y
frente a una elegante fuente. Rio porque se sentía mejor que nunca. Rio porque
estaba enamorada de ella.
Sin dudarlo, enterró su cabeza en la de Lauren, leves risitas aun saliendo por
sus labios. La chica de la ventana también estaba riendo, pero un poco más bajo
que ella.
Lauren: Se mi novia, Camila Cabello...
Jamás se negaría a aquello.
.......................
Habían decidido irse. No querían estar con nadie más en aquel momento que
con ellas mismas.
Caminaban en dirección a sus casas tomadas de la mano, de vez en cuando
Lauren besando dulcemente sus labios y Camila abrazándola de costado
cuándo se le daba la oportunidad. Algunos que pasaban por su lado las miraban
con asco, y otros simplemente les sonreían y continuaban caminando, como si
aprobaran su amor, pero a la distancia.
Lauren: La sociedad no está lista para nosotras...
Camila: Pero nosotras estamos listas, y eso es lo que importa... -Contesto,
tomando el brazo de Lauren y besando su fistula dulcemente. Le gustaba
hacerlo. Lauren sonreía cada vez que lo hacía, y su risa era la cosa más
hermosa y perfecta que Camila Cabello jamás había logrado visualizar.
Y el infierno de ese día comenzó.
XX: ¡Gaybello! ¡Qué grata sorpresa!
La respuesta inmediata de Camila fue paralizarse.
"No, hoy no. Por favor"
Lauren: Sigue caminando -Le susurro. Camila la miro, incrédula. ¡¿En serio
quería que siguiese caminando tranquilamente cuándo aquel chico quería
destrozarle los dientes?! Lauren estaba enojada, pero aun así no parecía estar a
punto de dar la vuelta para enfrentar a Austin. Era como si estuviese segura de
que no la atacarían.
Y decidió que si Lauren caminaba, ella lo haría también.
CAPITULO 22
Camila: Tus abrazos son los mejores, Lauren Jauregui -Susurro, y se inclino
para posar sus labios sobre la mejilla de su novia. Fue algo incomodo, ya que la
chica seguía apoyada en su hombro, pero valió la pena cuándo Lauren giro la
cabeza y unió sus labios con los de ella.
Lauren elevo su cabeza y se separo de los labios de Camila, mirándola
fijamente a los ojos.
Lauren:Me gusta... tu lazo. Es algo muy... rosa... pero me gusta.
Camila: Es bueno escucharte decir esto -Sonrío.
Se hizo silencio. Pero no uno incomodo. Fue uno de aquellos que pueden
permanecer horas sin que nadie los note.
Lauren: ¿Vas a mostrarme tu habitación?
Ella simplemente pudo asentir.
...................
Luego de que Lauren hubiese visto su escritorio con una cantidad descomunal
de libros, sus paredes rosa chicle repletas de fotografías y posters, su
desordenado armario y el suelo repleto de cosas, y de que Lauren le diera
varios consejos de limpieza que obviamente Camila no pensaba aceptar, se
recostaron sobre la desordenada cama de sabanas rosadas de la chica de ojos
color chocolate, sus hombros tocándose y sus manos entrelazadas sobre el
estomago de Camila.
Camila: ¿Te gusto mi habitación?
Lauren, simplemente, se encogió de hombros.
Camila:Vamos, Lauren, puedes decirme...
Lauren:Es linda, pero... está muy desordenada y me hace sentir un poco muy
nerviosa, más o menos.
Camila: Si eso es verdad entonces ahora mismo estarías chasqueando tus dedos
-Susurro con una sonrisa mientras miraba la mano de Lauren sujetando la suya,
su dedo pulgar acariciando sus nudillos.
Lauren:¿No has pasado suficiente tiempo conmigo como para darte cuenta de
que tus manos logran tranquilizarme en cualquier momento? -Le dijo
acercándose a sus labios lentamente, Camila cerrando sus ojos casi de
inmediato-. Con tu mano logras que se detengan mis ataques de pánico. Logras
que olvide el echo de que tu habitación es un asco y de que estoy rompiendo mi
rutina más que nunca. Te a...-Se detuvo, y un gran suspiro de alivio escapo por
los labios de Camila. Si bien hubiese amado oír esas palabras, la chica de ojos
achocolatados pensaba que aun no era el momento-. Te quiero -Finalizo,
cambiando la palabra que había pensado utilizar por una más apta en la
situación. Camila sonrío. Lauren debía de estar pensando lo mismo que ella.
Camila: ¿Sería estúpido que solo me besaras ahora mismo?
La respuesta a esta pregunta fueron los labios de Lauren posándose sobre los
suyos, una sonrisa inmediata apareciendo en los labios de ambas durante ese
contacto.
La lengua de Lauren humedeció delicadamente el labio de Camila, pidiendo
permiso para entrar. Suspiro audiblemente y se lo permitió de inmediato, ambas
lenguas enredándose de inmediato , esta acción haciendo a Camila sentirse en
medio de las nubes casi tan verdes como los ojos de Lauren. No pudo evitar
soltar otro suspiro.
Lentamente, Lauren fue cambiando de posición, de forma de el rostro de
Lauren quedase sobre el de Camila, una de sus piernas entrelazándose con la de
la chica, el beso siendo aun lento y completamente romántico.
Dulcemente Camila rodeo con su brazo libre el cuello de Lauren, mientras que
con su otra mano aun sujetaba la de Lauren. De repente, la chica de ojos verdes
se alejo de Camila ligeramente, esta ultima suspirando ante la repentina falta de
contacto.
De repente, Lauren comenzó a dejar pequeños y delicados besos sobre las
comisuras de los labios de Camila y fue trazando una línea de besos hasta
llegar a su cuello. Se detuvo antes de dejar un pequeño y delicado beso allí.
Camila:Te quiero, Lauren Jauregui. Te quiero más de lo que puedes imaginar...
Lauren: No puedo imaginar, Camz. ¿Lo recuerdas? Soy pésima en eso
-Susurro, su labios volviendo a posarse sobre el cuello de la chica. Camila cerro
los ojos y sonrío. Le gustaba esa sensación.
Camila: Tienes razón, no puedes imaginar, y eso solo hace la brecha entre tu
imaginación y lo mucho que te quiero infinidades de veces más grande...
Y con su mano libre sujeto la barbilla de Lauren para guiar su rostro hacia el
suyo, sus labios uniéndose en un tierno beso de inmediato.
........................
Luego de que Lauren se fuese a clases de piano junto a Ally (A la cual Camila
había saludado a través de la ventana), bajo a la cocina a preparar todo para la
tarde de películas que tendría con sus amigas.
Camila: ¿Sofi, Alejandro y tu irán a algún lado? -Pregunto a su madre mientras
servía palomitas de maíz en un gran tazón y snacks en otro.
Sinuhe:No, pero estamos planeando ver una película en el sótano mientras
ustedes están acá arriba. No queremos incomodar.
Camila:Mamá, pueden ver la película con nosotras. Ustedes no nos
incomodarían nunca... Dinah ama a Sofi y Normani ama hablar con pa... con
Alejandro y contigo... Por favor, mamá. Vean la película con nosotros...
Sinuhe:Solo si Dinah no trae cincuenta sombras de Grey...
Camila:¡Mamá! ¡Esa película aun no se estrena!... Y si quisiera entretenerme
con algo pasado de tono vería porno lésbico... -Esto último lo dijo solo en un
susurro, sus mejillas sonrojándose.
Sinuhe: ¡Camila! -Le reclamo, una sonrisa que no debía estar allí apareciendo
en sus labios. De nuevo, Sinuhe se comportaba como la madre de su mejor
amiga.
Camila: ¡Es la verdad!
Sinuhe: Cállate -Le susurro de nuevo, abrazándola esta vez, besándole
ligeramente la mejilla.
Se hizo silencio, pero este silencio, al contrario del silencio que se había
formado entre Lauren y ella horas antes, era incomodo. Muy incomodo.
Pensamientos comenzaron a florecer en la cabeza de Camila. La mayoría eran
dudas...
Camila: ¿Crees que el estaría orgulloso de mi, mamá? -Pregunto refiriéndose a
su padre. Sinuhe dejo escapar un suspiro y abrazo a su hija aun más.
Sinuhe:No tengo duda alguna...
Camila: Pero yo soy... no soy como las demás... Y... ¿Qué padre quiere una hija
como yo? -Pregunto, una lágrima escapando por sus ojos, su madre limpiándola
de inmediato. Era extraño como Camila podía pasar de estar feliz por la
reciente visita de Lauren a estar triste por el echo de que su padre podría no
haber estado orgullosa de quien era en esos momentos-. Quiero mucho a Lolo,
mamá. Es la mejor novia que jamás pude imaginar, pero... Somos diferentes
mamá. La sociedad jamás va a aceptarnos como a los demás y tengo miedo de
que mi padre hubiese sido parte de esa sociedad... -Sollozo.
Sinuhe:Camila, mírame -Susurro. Camila elevo sus ojos inundados en lágrimas
para mirar fijamente a su madre-. No eres diferente a mi. No eres diferente a
nadie. Tienes dos ojos, una nariz, una boca, manos, dedos, piernas. Tienes todo
lo que los demás. No eres diferente a nadie, hija. El echo de amar a alguien no
va a hacerte menos humana ¿Lo entiendes? Cameron, tu padre, sabía esto. Y
estoy segura de que, este dónde este, está presumiendo tener la mejor hija de
todo el universo....
La chica de ojos achocolatados solo logro asentir y abrazar a su madre
fuertemente, dándole las gracias de esta forma...
Sinuhe: Ahora vas a contarme a cerca de Lauren, que al parecer es tu novia
ahora...
La chica de ojos color chocolate se sonrojo de inmediato y escondió su rostro
en el cuello de su madre, avergonzada...
Camila: Yo... iba a contártelo, mamá... pero... yo...
Sinuhe: Tranquila, Camila...
Camila: ¿No estás enojada?
Sinuhe: No puedo estarlo. Yo hice lo mismo cuándo comencé a salir con
Cameron... Sabía que tu abuela se enojaría cuándo supiera que me había
enamorado de un extranjero -Sinuhe había nacido en Cuba. Cameron en
México. El hombre estaba en un viaje relajación cuándo se conocieron-. No me
equivocaba. En cuánto lo supo me echo de la casa. Luego naciste tu y tu padre
decidió que fuésemos a su país para que tuvieses una mejor vida y ya sabes lo
obligo"!
Normani: Sigue intentando...
Dinah: Entonces puede ser: Normani me prometió una noche salvaje repleta de
se... -Camila la miro fijamente con los ojos abiertos. Dinah no debía olvidar
que Sofi estaba allí- de juegos muy divertidos, así que no pude negarme...
Normani:¡Yo jamás te prometí una noche salvaje repleta de se... "juegos muy
divertidos"!
Dinah: En mi cabeza sí, así que prepárate mi amor -La advirtió guiñándole un
ojo.
Normani:¡Dinah!
Sofi:¿A ustedes también les gustan las chicas como a Mila? -Pregunto,
haciendo a su hermana sonreír. Camila y sus padres le habían explicado a su
pequeña hermana sobre esto, y la pequeña simplemente había abrazado a su
hermana y le había dicho que la querría aunque se casara con un elefante
volador con siete cabezas.
Normani: ¡No! -Respondió rápidamente.
Dinah: ¡A mi solo me gusta Mani! -Dinah siempre siendo tan Dinah.
Normani: ¡Dinah!
Dinah:Antes intente salir con tu hermana, pero ella prefirió a la rebelde de su
novia y... -Sí, Camila se lo había dicho. No podría habérselos ocultado luego de
todos los mensajes que Dinah le había enviado esa tarde.
Sofi: ¿Tienes novia, Camila? -Pregunto mirando fijamente a su hermana a los
ojos, la chica sonrojada de inmediato.
Camila:Yo... eh... ¡Empezó la película!
...........................
Luego de una hora Sofi se quedo dormida, como siempre que veía películas
que ya sabía de memoria. Sus padres decidieron llevarla a su habitación, pues
esta científicamente demostrado que los padres consideran a las camas más
cómodas para sus hijos que un sillón lleno de palomitas y migajas de doritos.
En cuándo estuvieron solas Camila supo lo que la esperaba.
Dinah y Normani comenzaron a hacer preguntas casi de inmediato.
Dinah: ¿Cómo fue?
Camila: Bien, Voldemort asesino a los padres de Harry y Hagrid lo llevo a...
-Dijo intentando desviar la atención de sus amigas.
Dinah:¡Sabes de lo que hablamos, Camila!
Normani:Y, sin ofender, no sabes imitar la actitud Lauren...
Camila:¿Actitud Lauren?
Normani: Sabes a lo que me refiero. No entender indirectas y toda esa basura...
Camila: ¡No es una basura! -Exclamo enojada.
Dinah: Si, ya lo sabemos, Mila. Créeme que lo sabemos. Ahora háblanos del
beso...
CAPITULO 23
repetición del nombre de su novia. Las otras chicas, que se habían encariñado
con Troy en tan poco tiempo, también se detuvieron y miraron a la pareja con
algo que el diccionario mental de Lauren reconoció como temor. Temor de que
algo estuviese pasándole al chico y ellas no pudiesen hacer nada.
Ally: ¿Qué sucede, amor? ¿Te sientes mal? -Pregunto, una mueca que el
diccionario de Lauren no pudo reconocer, pero que podía acercarse mucho a la
del dolor, la lástima y la preocupación juntas- Podemos detenernos unos
minutos si quieres... -Sugirió mientras le acariciaba los antebrazos dulcemente.
Troy negó bruscamente con su cabeza y luego miro a su novia fijamente a los
ojos, sonriendo. Ally lo imito. Lauren lo hizo también, pues sabía que sonreía
de la misma forma cuándo sus ojos y los de Camila se encontraban de aquella
forma en la que los demás a su al rededor parecían desaparecer.
Troy:El doctor... dijo que... -Cerro los ojos y se froto la frente, intentando
recordar lo que tenía planeado decir-... dijo que voy a... olvidar... olvidar cosas
y yo... no... -Se froto la frente de nuevo-... yo no quiero... -Gruño frustrado.
Lauren conocía lo que Troy estaba pasando, el echo de sentirse un idiota que no
puede hacer cosas como los demás, así que se aferro fuertemente a la cintura de
Camila, sabiendo que si no lo hacía comenzaría a llorar. Las manos de la chica
de inmediato se posaron sobre las suyas, tranquilizándola.
Ally: Está bien, Troy. Solo respira. Está bien.
Troy respiro, pero Lauren sabía que para Troy todo aquello no estaba bien.
Un grito frustrado escapo por los labios del chico segundos después, y el
cuerpo de Lauren se estremeció. Sintió el cuerpo de Camila caer de la patineta,
así que la sujeto con fuerzas para que lograse mantener el equilibrio. En cuánto
los pies de la menor tocaron el suelo y se estabilizo sobre ellos la pequeña se
acomodo en los brazos de su novia, Lauren no haciendo nada para alejarla. Aun
no estaba acostumbrada a dar abrazos, pero en ese momento, viendo como su
amigo sufría al hacer algo tan simple como hablar, lo necesitaba.
Ally:Calma, Troy... Solo piénsalo y dilo despacio. Esta bien. Te esperaría mil
años -Susurro acariciando dulcemente su mejilla.
El chico asintió, y Lauren escucho un ligero "Owww" de parte de Dinah.
Troy:El doctor dijo que... iba a olvidar las... las... las cosas y a las... persianas...
no, persianas no... las pers... personas... sí, personas... y yo no... no quiero... yo
estoy repitiendo.... repito tu nombre... porque... porque no... no quiero...
olvidar... olvidarlo y tampoco... tampoco quiero... no quiero... -Respiro hondo y
miro a Ally fijamente a los ojos-. No quiero olvidarme de ti, Ally Brooke -Era
la primera vez en el día que hablaba de forma tan fluida. Respiro de nuevo,
Lauren entendiendo que de esta forma el chico lograba liberar las palabras más
fácilmente-. Jamás podría perdonarme olvidarte.
La pequeña dejo salir un par de lágrimas y sonrío ligeramente. Delicadamente
sujeto las mejillas de su novio y se puso de puntillas para besarlo, aun no
logrando alcanzarlo.
Ally:¿Puedes ayudarme con esto, amor?
El chico simplemente asintió y unos segundos después la hermosa pareja
compartió un beso tan corto que a penas puede considerarse beso, pero que sin
dudas guardaba en el los sentimientos más hermosos y puros almacenados en el
planeta.
Ally:Sigan caminando. Necesito hablar con Troy... ¿Te veo el domingo,
Lauren? -La chica de ojos verdes simplemente asintió, conmovida.
Tomo su patineta y dio media vuelta, las demás chicas siguiéndola. Camila y
sus amigas caminaban en silencio, la chica de la ventana ocultando su rostro en
el cuello de su novia y enterrando una mano en su chaqueta mientras la otra
rodeaba el cuello de Lauren fuertemente, como si solo de esta forma pudiese
mantenerse de pie.
Dinah: Eso fue... hermoso -Susurro. Lauren volteo ligeramente su rostro y pudo
observar que tanto ella como Normani estaban llorando. Sintió que el rostro de
Camila se enterraba más a su cuello, y pudo sentir algo húmedo allí.
La abrazo con fuerzas. Sabía que la pequeña estaba llorando, y se sintió
culpable por no haberse dado cuenta antes.
Camila: El va a morir, Lauren -Sollozo, demasiado bajo para que sus amigas la
escucharan-. El es bueno, Lauren. El ama a Ally y la mira como... como si ella
fuese lo único que tiene en este mundo. Y el no merece morir. El no tiene que...
-Pero no pudo terminar, Lauren sabiendo que estaba demasiado afectada por lo
ocurrido y que estaba intentando ahogar sus sollozos, pues sentía fuertes
respiraciones sobre la piel de su cuello.
Las cuatro chicas caminaron sin hablar, y la despedida en casa de Dinah no
existió. Ambas chicas simplemente entraron a casa, y Lauren no pudo
culparlas. Ella también se sentía afectada, y hablar era lo último que deseaba.
Camino hasta Camila cinco minutos más hasta que esta última simplemente se
paralizo y se aferro fuertemente a Lauren, comenzando a llorar sonoramente,
llenando su cuello de lágrimas.
Lauren: Camz... No llores. Tranquilízate. ¿Estás bien?
Camila: ¡¿Es en serio?! ¡¿Me estas pidiendo que no llore?! -Se separo de ella
bruscamente, Lauren no comprendiendo el por qué de su reacción- ¡¿Cómo
puedes pedirme algo así?! ¡¿Cómo puedes pedirme que me tranquilice?!
¡¿Cómo puedes preguntarme si estoy bien?! ¡¿Cómo puedes TÚ, su amiga,
estar bien?!
Lauren: ¿Quien te ha dicho que estoy bien? -Susurro enojada, su voz
volviéndose lenta, Lauren concentrándose en no quebrarse en ese preciso
instante.
Camila: ¡El echo de que no te hayas derrumbado me lo dice!
Lauren: ¡ESTOY CONTENIENDOME, CAMILA! ¡¿SABES LO QUE
CAPITULO 24
Ariana: Eso no es problema. Ella no tiene por qué saberlo... -Una mano salvaje
viajo directamente hacía la pierna de Camila, acariciándola. No. No se sentía
bien. No viniendo de ella, una completa desconocida. Se sintió invadida. Ni
siquiera Lauren la había tocado de esa forma.
Aparto la pierna bruscamente y miro a la chica con su peor cara de pocos
amigos, dejándole en claro que la próxima vez que lo hiciera sufriría las
consecuencias.
Camila: No vuelvas a tocarme...
Ariana: Te lo prometo, Camila. Uno de estos días vas a suplicarme que lo
haga... -Susurro mirándola fijamente a los ojos, Camila sintiendo un gran
miedo ante su mirada.
No volvieron a hablar hasta el final de la clase, cuándo el señor Martínez
comenzó a formar las parejas para realizar los trabajos que debían de ser
entregados en un plazo de dos semanas. Dinah y Normani fueron colocadas
juntas, Camila riendo de inmediato, sabiendo que sus amigas suplicarían por su
ayuda, pues el español de Normani estaba compuesto por un simple "Mi amor"
con las erres demasiado marcadas y el de Dinah consistía en un gracioso "Biri
biri bam bam"...
Fue entonces cuándo el señor Martínez lo dijo:
Sr. Martínez: Cabello, Karla y... Grande, Ariana.
Y, aunque deseo golpear a su profesor con todas las fuerzas que tenía,
simplemente asintió y escondió su cabeza entre sus manos, soltando un suspiro
de frustración.
.....................
Camila decidió comenzar el trabajo ese mismo día. Entre más rápido
terminaran aquello, mejor.
Ariana y ella fueron a su casa en el auto de Camila, el cual había salido del
taller el sábado.
Camila: Antes de que entremos quiero que te queden claras varias cosas...
Ariana simplemente asintió y miro a Camila fijamente a los ojos, con una
mirada de inocencia que no podía ser más que fingida. Camila había sido capaz
de apreciar la inocencia pura en los verdes ojos de Lauren muchas veces, y la
que intentaba mostrar Ariana no se le acercaba ni un poco.
Camila: Primero, tengo novia. La quiero mucho. No sabría explicar cuánto...
Segundo, no quiero nada contigo. Ni un revolcón. Ni una aventura. Nada...
-Aclaro- Tercero, sí intentas tocarme estarás completamente frita, por no decir
jodida. No, jodida no. Mi novia solo puede joderme a mi. Y, hablando de mi
novia,es celosa, muy celosa. Y suele ser algo agresiva cuándo alguien intenta
tocarme, y aunque me gustaría ver una buena pelea, no quiero que seas una de
sus víctimas ni nada por el estilo-Explico, recordando como su novia había sido
capaz de defenderla en aquel estacionamiento semanas antes. Tal vez con las
palabras que había utilizado Camila su novia había parecido ser un poco más
agresiva de lo que era, pero esa era la idea- Y cuarto, no intentes seducirme. No
vas a lograrlo.
Ariana: ¿Es eso último un reto? -Pregunto alzando una de sus cejas.
Camila: Estoy segura de que desearías que lo fuera...
................
A pesar de todo, Ariana era divertida. Algo atrevida y fuera de lugar, sí, pero lo
era. Esa tarde en casa de Camila no volvió a intentar tocarla y se limito a
redactar párrafos y párrafos en hojas de papel, hablando sobre cualquier
estupidez que le viniera a la cabeza.
Ariana: Y esa es la historia de como Matt, mi primer novio, se gano una patada
en los huevos...
Camila: Por eso jamás me gustaron los chicos -Susurro arrugando su nariz.
Ariana: ¿Es en serio? ¿Ni uno?
Camila lo pensó un poco antes de responder.
Camila: Puede que sí. Tuve un crush con un chico de mi clase cuándo tenía
unos... trece... pero no fue nada más que eso. También me gustan Ed y Harry,
pero lo sabes, son inalcanzables y creo que solo me gustan porque sus
canciones lo hacen también... Los chicos son lindos, debo admitirlo. Unos más
que otros, pero lo son... Pero las chicas tienen...
Ariana: Pechos. Y lindos traseros.
Camila: ¡No me refería a eso! -Se defendió de inmediato, sonrojándose- Es solo
que ellas... olvídalo.
Ariana: Por favor, Camila... No intentes mentirme diciéndome que no le has
mirado el culo y los pechos a tu novia.
Camila: ¡No!... Bueno, si, un par de veces... ¡Pero no es todo lo que me interesa
de ella! Es decir, ella es tan... divertida e inocente. Ella puede consolarme
cuándo estoy triste y puede demostrarme cuánto me quiere solo mirándome...
Ella es tan especial para mi. Cuándo me abraza, me besa o me mira es como
sí... No lo se, puedo tocar el cielo con mis manos cuándo lo hace.
Ariana: Tus ojos brillan, Camila. Ella debe de ser increíble...
Camila: Lo es...
Ariana: Pero yo podría ser mejor que ella. Yo podría llevarte a las estrellas con
solo una palabra...
Camila: Ariana...
Ariana: Sé que vas a decirme que no tengo oportunidad, pero voy a cambiar
eso...
Camila: Suerte con eso.
........................
Camila estuvo más de una semana sin saber nada a cerca de Lauren. La joven
pensaba que la chica de la ventana solamente la estaba ignorando debido a su
pelea, pero algo dentro de sí le decía que estaba sucediendo algo peor.
No había visto a Chris y Taylor, ni a sus padres. Tampoco había logrado
comunicarse con Ally.
Algo realmente grave debía de estar sucediendo, su cerebro se lo decía. Aquello
no podía ser solo por una simple pelea entre novias.
Dinah: ¿La estás llamando de nuevo, Mila? -Pregunto al ver a su novia mirar
nerviosa su celular y llevárselo a la oreja por quinta vez. Por quinta vez, fuera
de servicio.
Camila: No he sabido nada de ella. Su cama esta echa. Nadie parece haber
pasado por su habitación... ¡Los Jauregui parecen haberse esfumado!
Normani: Estoy segura de que esta bien, Mila -Susurro colocando su mano
sobre la de su amiga para consolarla.
Camila: Tengo miedo... Ella...
Normani: Te esta destruyendo...
Camila: ¡¿Puedes deshacerte de esa estúpida idea un par de segundos y
concentrarte en el echo de que Lauren puede estar en cualquier hospital del país
en estado crítico?! -Pidió alterada.
Normani: Tienes razón... Lo siento.
Fue entonces cuándo Ariana llego.
Camila y ella habían continuado las reuniones en casa de la chica hasta que el
trabajo estuvo terminado. Había sido más fácil de lo que Camila pensaba, y eso
le dio más tiempo para ayudar a Normani y Dinah con el suyo.
Aunque todo había sido un estúpido trabajo, Ariana ya creía ser amiga de la
chica de ojos color chocolate y la saludaba demasiado amistosamente todos los
días.
Camila no podía intuir que el echo de que Austin y Luis la hubiese dejado
completamente en paz y que ahora fuese Ariana quien lo hiciera tenía algo que
ver.
Ariana: ¡Hola, Mila! Supe que el señor Martinez va a dejar que escojamos
nuestras parejas para el siguiente trabajo, así que pensé que podríamos hacerlo
juntas...
Camila: No, gracias. Estoy planeando hacer el trabajo sola...
Ariana: ¿Sola?
La chica se encogió de hombros.
Camila: Es lo que suelo hacer -Era cierto. Antes de "La Revolución del Coro"
(Como habían apodado los demás a lo sucedido en la cafetería semanas antes)
nadie quería estar en sus grupos por temor, y Camila simplemente se unía a
Dinah y Normani cuándo podía, y cuándo no prefería hacer todos sus trabajos
sola.
Ariana: ¡No, no, no, no y no! ¡No voy a permitirlo!
Camila: Ariana, no quería llegar a esto, pero me estas obligando... -Dijo
mientras frotaba sus sienes con fuerza. La chica le daba dolores de cabeza-
No... quiero... estar... en... NINGUN... grupo... contigo... nunca... más...
Ariana: Pero...
Camila: Eres divertida ¿está bien? Y podríamos ser amigas, pero siempre
intentas seducirme y es completamente incomodo. Mientras te comportes de
esa forma preferiría que te mantuvieses alejada de mi...
Camila la escucho gruñir.
Ariana: Como sea...
Y salió enfadada por la puerta de la cafetería, los aplausos de Dinah y Normani
de inmediato haciéndose escuchar.
Normani: ¡Así se hace!
Camila: Pensé que creías que Lauren me estaba destruyendo..
Normani: El echo de que ella te este destruyendo no quiere decir que tu debas
destruirla a ella también...
....................
Ariana tomo su teléfono y se encerró en uno de los cubículos del baño, enojada
y golpeando las paredes hasta que los nudillos le sangraron.
Austin: ¿Qué sucede, Ariana?
Ariana: Sigue resistiéndose... ¡Esto es tan difícil, Austin!
Austin: ¿Te estás dando por vencida?
Ariana: Jamás... Ni en un millón de putos años.
Austin: ¿Entonces que quieres?
Ariana lo pensó un par de segundos antes de responder.
Ariana: Te espero dentro de diez minutos. En mi auto. Espero que vayas
preparado...
Austin: Así será... -Susurro.
La chica sabía que Austin estaba acostándose con ella solo porque ese era el
precio a pagar por lo que estaba haciendo, pero aun así lo aceptaba. Si había
algo a lo que Ariana Grande no podía resistirse era a una buena sesión sexual.
......................
Fue ya durante la tarde, mientras Camila miraba fijamente el techo de su
habitación pensando en las miles de cosas graves que pudieron haber sucedido
con su novia, cuándo sintió a su celular vibrar. Reviso fijamente y no pudo
creer quien le había enviado aquel mensaje.
Era Lauren.
Sonrío.
"Adivina quien tiene riñones nuevos..."
CAPITULO 25
Lauren se sorprendió bastante al abrir los ojos y descubrir que estaba en una
sala de hospital en la que nunca antes había estado. También se sorprendió al
darse cuenta de que tenía nauseas y mareos, muy típicos en ella después de que
se le aplicase anestesia general...
"¿Anestesia general?"
Aquello tenía que ser una broma...
Sintió un agudo dolor en el vientre cuando intento sentarse, un leve jadeo
escapando por sus labios, así que desistió y se tumbo de nuevo sobre la cama.
Cuándo inspecciono su cuerpo con sus manos se detuvo en el vendaje que
abarcaba toda su zona abdominal.
¿Acaso era posible que...?
No pudo terminar sus pensamientos, pues una enfermera había entrado a la
habitación y había comenzado a llamar al doctor Brooke, a los médicos y a sus
compañeras de trabajo a través de su intercomunicador, contándoles que
Lauren había despertado.
.......................
Su corazón estaba cediendo. Se hacía débil cada día, pero los médicos aun
creían en una especie de milagro. Pero, en caso de que ese milagro no
sucediera, los médicos y padres de Lauren determinaron que hacerla apta para
un trasplante de corazón era una prioridad, así que el primer paso era un
trasplante de riñón que tenía la gran probabilidad de ser rechazado de nuevo.
Había estado inconsciente tres días antes de la cirugía, y dos días más después
de esta. Al día siguiente de que Lauren abriera los ojos, los doctores (Entre
ellos el padre de Ally, quien no había participado abiertamente de la cirugía
pero se había asegurado de que todo fuese bien) se dignaron a explicarle lo
sucedido, de como se había desmayado en medio de la sala de espera de su
psicólogo y en como la habían trasladado días antes a un hospital con mejor
tecnología que el del doctor Brooke para que se realizara su trasplante.
En la primera persona en la que pensó fue en Camila, y el echo de que su novia
podía... no, no podía. Camila seguramente ESTABA preocupada por ella. Su
corazón era tan hermoso que podía preocuparse en una pequeña hormiga
aplastada por una aplanadora al otro lado del mundo.
Hablo con sus padres, su hermanos y Ally ese día. Nada importante, solo cosas
estúpidas que habían sucedido esos días como divertidas cenas en familia o los
divertidos dibujos de Ally con los cuales Troy había llenado las paredes de su
habitación.
No le devolvieron su teléfono hasta la tarde del día siguiente. En cuánto lo tuvo
entre manos suplico a sus padres y amiga salir de la habitación, alegando que
necesitaba algo de privacidad después de haber estado con ellos más de un día
entero.
Lo primero que pensó fue en llamar a Camila, pero sabiendo que su madre
probablemente estaba escuchando a través de la puerta, decidió solo enviarle un
mensaje para que dejara de preocuparse como, seguramente, lo estaba
haciendo. Lo sabía porque en sus ojos color chocolate veía cariño cada vez que
juntaban sus miradas, porque se lo había demostrado y porque simplemente
quería creerlo.
Estuvo mordiendo su labio durante cinco minutos, pensando en cual sería el
mensaje perfecto, hasta que lo decidió. No podía ser solo perdón, porque eso no
explicaría su ausencia y, aunque planeaba que ella le respondiera y tuviesen
una larga conversación, Lauren deseaba que un solo mensaje reflejara todo lo
que había sucedido, y así fue como vino la gran idea...
"Adivina quien tiene riñones nuevos..."
Gruño cuándo vio su mensaje ya enviado. Tal vez había sido una mala opción
colocar solo eso.
"¿No pudiste enviarle algo un poco mas lindo, idiota? ¡No lo se! Un: Te
extrañe... ¿Quien sabe? Hubiese sido lindo. Estoy segura de que ella hubiese
sonreído. Te gusta cuándo sonríe, idiota. Nos gusta"
Sonrío ante sus propios pensamientos. Tal vez jamás dejaría de llamarse idiota
a sí misma, pero al menos esa voz en su cabeza ya no la afectaría como antes.
"¡Lauren! ¡Estuve tan preocupada por ti!" Era lo que decía el mensaje que
recibio de Camila unos segundos después.
"Lo siento"
"¿Qué sucedió? ¿Por qué desapareciste así?..." A pesar de que no podía
escucharla, Lauren podía intuir que su novia estaba realmente preocupada, y
era extraño, pues generalmente no podía intuir nada. Continuo leyendo:
"Estuve días mirando por la ventana y solo veía tu cama. Y créeme, tu cama no
es atractiva si no estas tu en ella" Una risita escapo por sus labios.
"Antes de llegar con mi psicólogo comencé a sentirme mal y cuándo llegue
simplemente me derrumbe..."
"Es mi culpa. Lo siento. No debí empezar esa pelea... Fue realmente muy idiota
de mi parte"
"No es tu culpa, Camz. Solo paso. No eres tu quien controla mi cuerpo...
Además, ambas somos idiotas ¿lo recuerdas?" Sí, Camila tenía que recordarlo.
"Jamás lo olvidaría... Ahora dime ¿Estás bien?"
"Bueno, como mi corazón aun falla, ser apta para un trasplante es la propiedad,
así que..." Lauren no podía creer que lo que había sucedido fuese verdad, que
ya no estuviese condenada a la estúpida maquina de diálisis, así que se tomo
unos segundos para respirar hondo antes de escribir lo que faltaba.
"Así que..."
"¡Tengo riñones nuevos, Camz! Y al parecer mi jodido cuerpo no los ha
CAPITULO 26
Lauren regresaría esa tarde. Era miércoles, y las horas pasaban tan lentamente
que parecían siglos. No prestaba atención a la mayoría de sus clases, y estuvo a
punto de ser castigada. Camila tenía suerte de ser una buena alumna y haberse
ganado el cariño de sus profesores.
Dinah y Normani también deseaban saludar a Lauren, y usaron la excusa del
trabajo de Francés que debían hacer juntas para ir a casa de Camila ese día.
Fue durante el almuerzo cuándo recibió un mensaje de la chica de ojos verdes
que la hizo sonreír.
"Ya estoy en casa. Espero verte pronto. Te quiero"
Camila suspiro. Ella estaba bien. Estaba en casa. Quería verla.
La quería.
"No debiste haberme dicho eso. Ahora mismo lo único que quiero hacer es salir
corriendo hasta donde tu estas, Lauren"
"Pero vas a quedarte allí, porque sino Dinah comenzara a acosar a Normani y
no habrá quien la detenga"
Camila miro a sus amigas de reojo, no sorprendiéndose al darse cuenta de que
Dinah estaba rodeando con sus brazos a una incomoda Normani y la estaba
acosando con su supuesta relación falsa, como siempre. Sí seguían así, Camila
pensaba que realmente Dinah terminaría enamorándose de Normani.
"Esta bien mamá, lo haré..."
"No soy tu mamá, Camz"
"Es solo una broma, Lauren"
"Oh... ¿Debo reírme?"
"No, nadie lo hace" Escribió con una sonrisa, sabiendo que su novia lo haría de
todas formas. Lauren siempre se reía de sus bromas, fuesen malas o... Lo cierto
es que jamás hacía buenas bromas.
"Camz, necesito decirte algo" Camila se sintió confundida ante el repentino
cambio de tema. Miles de suposiciones a cerca de cosas malas que podrían
haber pasado abarrotaron la cabeza de la chica. ¿Sería su corazón? ¿Sus riñones
de nuevo? ¿Algo nuevo?
Respiro hondo, intentando no entrar en pánico.
"¿Qué sucede?"
"Vero y Lucy, unas chicas del "coro", vendrán a mi casa esta tarde" Un suspiro
de alivio escapo por sus labios. Por suerte, no era nada de lo que preocuparse
"Eran mi amigas cuándo yo estudiaba allí. Mi madre quiere que recuperemos
nuestra amistad o algo así... Por supuesto, ella no sabe que Vero y Lucy son
pareja y todo eso, así que posiblemente mi madre estará furiosa cuándo lo sepa.
Vero no es buena para guardar secretos... Luego tendrá paranoia e ira a mi
habitación cada cinco minutos para comprobar que las chicas no esten haciendo
cosas "raras", así que me temo que no podrás venir. Lo siento, Camz. No te
molestes, Camz. En serio lo siento"
"No me molestare si hablamos a través de la ventana. Sería sencillo fingir que
Dinah, Normani y yo solo estábamos mirando las nubes"
"¿Dinah y Normani?"
"Tenemos que hacer un trabajo de francés... Y te extrañaron casi tanto como
yo"
"¿Hablas en serio?"
"Sí, el señor Grey es un pesado y siempre manda trabajos interminables"
"No hablo de eso" Camila sonrío "¿Dinah y Normani me extrañaron? ¿Por
qué?"
"Sí, Lauren. Te extrañaron, tal vez porque te quieren"
"¿Cómo pueden quererme?"
"¿Acaso hay alguien que no lo haga, Lauren Jauregui?" Escribió, sabiendo que
cualquiera que conociera a Lauren en su totalidad la querría casi tanto como
ella lo hacía. La chica era verdaderamente increíble.
Estaba dispuesta a seguir hablando con Lauren durante mil años cuándo una
fuerza hizo que su celular cayera directamente al suelo, la pantalla haciéndose
trizas al instante.
No necesito elevar su mirada para saber de quien se trataba.
Había regresado.
Unas grandes y sudorosas manos la halaron del cabello y la hicieron levantarse
de donde estaba bruscamente, un gemido de dolor escapando involuntariamente
de los labios de la chica. El repugnante aliento de Austin golpeo su mejilla
cuando hablo.
Austin: Buen día, Gaybello. ¿Me extrañaste?
Camila no respondió.
Segundos después sintió a Dinah y Normani levantarse de la mesa e intentar
alejar las manos de Austin del cabello de su amiga, pero lo único que ganaron
fueron los golpes de los puños de Luis en el rostro de la indefensa Normani,
Dinah de inmediato corriendo a socorrerla al ver su cara manchada de sangre,
sabiendo que intentar confrontar a los chicos solo la dejaría completamente
herida e imposibilitada para ayudar a sus amigas.
Austin: Espero que hayas disfrutado tus vacaciones, Gaybello -Susurro con una
sonrisa malévola, escupiendo el rostro de la chica al hablar de forma
intencional.
Camila seguía con la mirada sobre el suelo, más exactamente sobre el celular
roto, deseando solo hablar con Lauren y reír como una tonta, sin maltratos, sin
idiotas homofóbicos que la golpeasen, sin nada más que las más hermosas y
puras sonrisas en el mundo.
Ningún chico del "coro" se acerco esa vez. Todos estaban demasiado ocupados
en su charla mensual. Brad le había contado a Camila que, una vez al mes, los
chicos del "coro" se reunían para hablar sobre sus problemas, sus parejas, sus
relaciones o cualquier otra cosa como forma de liberación o algo así. Brad le
había ofrecido participar, pero la chica simplemente se había negado. No le
interesaba hablar de esas cosas con las demás personas. Sí tenía problemas con
Lauren los resolverían solas, en pareja, como debía de ser.
Por supuesto, Austin había aprovechado la oportunidad.
Suspiro entristecida.
"Debí imaginármelo"
Austin: Vas a sufrir, Gaybello -Susurro, preparado para golpearla, Camila
cerrando sus ojos, sabiendo que lo que empieza siempre tiene que terminar.
No iba a insultarlo ese día. No iba a mirarlo ese día. No iba a hablarle ese día.
Ese día, solo se dejaría golpear, sabiendo que en algún momento esto
terminaría y podría ir junto a Lauren y contarle, aun entre gemidos de dolor,
cuánto la había extraño.
XX: ¡DETENTE AUSTIN MAHONE!
........................
*Horas antes*
Ariana: No esta funcionando, Austin -Susurro dentro del lujoso y comodo auto,
colocándose la camisa rápidamente y retocando su maquillaje corrido con
ayuda del brillante espejo retrovisor. El sexo con Austin era salvaje, sin
sentimientos de por medio, así que la intensidad era siempre la mayor. Al chico
no le importaba si estaba haciendo daño o no a las chicas que decidían caer en
sus garras. Simplemente lo hacia.
Austin: Lo se, lo se. Ya me lo has dicho -Susurro fastidiado, una mano
retirando los restos de labial rojo de su cuello-. Creo que comenzamos mal,
Ariana. Es obvio que el plan "seductora y acosadora" no esta funcionando...
Creo que debo golpearla.
Ariana: ¿Golpearla? ¿Cómo va ayudarnos eso, Austin?
Austin: No voy a hacerlo, Ariana. Pensé que eras más lista... ¿Acaso el sexo te
ha puesto estúpida?... Veras, voy a intentar hacerlo. Voy a intentar golpear a
Gaybello... Y tu vas a detenerme.
Ambos sonrieron maliciosamente al mismo tiempo. Era un buen plan. Ambos
lo sabian.
El zumbido del celular de Austin interrumpió el momento.
"Buenos días, príncipe" La mirada de chico enamorado al instante ocupo su
rostro. Ariana debía admitir que la conmovía inmensamente verlo así, tan débil,
en plan "haría todo lo que fuese por ti".
"Buenos días, amor"
..................
Camila vio a Austin y Luis desaparecer por la cafetería completamente
Camila, porque desde que te vi la primera vez siento que eres lo único que
realmente quiero en mi vida. Lo único en lo que realmente puedo pensar...
Cuándo terminamos de hacer el trabajo de español desee que hubiese sido más
largo. Jamás me ha gustado estudiar, Camila, pero lo haría eternamente solo
para estar contigo... Puede sonar tonto, pero creo que me he enamorado de ti.
Estás palabras dejaron a Camila completamente atontada. Las palabras de
Ariana no se asemejaban a las palabras que Lauren le había dicho al confesarle
que se había enamorado de ella en aquel auto, pero, aun así, sacudieron algo
dentro de ella. Algo que la hizo sentir completamente incomoda.
Camila: Ariana, no se que decir. Yo...
Ariana: No tienes que decir nada, Camila. Se que quieres a tu novia y eso, y se
que va a ser difícil ser parte de tu vida, pero voy a conseguirlo, aunque lo
niegues.
Y, sin más, la chica pelirroja se fue del lugar con una sonrisa en los labios. Una
sonrisa con dobles intenciones. Una sonrisa de un niño travieso que sabe que
acaba de cometer la peor de todas las travesuras.
CAPITULO 27
hetero frente a nosotras? -Las chicas solo habían conocido al primer novio de
Lauren, Paul, aquel estúpido. Se hubiesen alarmado si hubiesen sabido que su
segunda relación fue peor- Quiero restregarle su relación con Camila por toda
la cara y recordarle un millón de veces que por fin se digno a salir de Narnia...
Lucy: ¡Veronica!
Vero: ¡Lucia! -Dijo, una sonrisa seductora formándose en sus labios. Se acerco
lentamente a Lucy, rozando sus labios con los de su novia, sonriendo.
Lucy: Ni lo intentes -Susurro cerrando los ojos, suspirando profundamente.
Vero: ¿No quieres que te bese?
Lucy: No... bueno, sí, pero... -Miro los labios de su novia, olvidando de
inmediato todos sus argumentos. Veronica tenía un no-se-sabe-qué que la
volvía completamente loca en cualquier situación.
Lauren: Pero... están en mi... casa y... mamá... cerca -Susurro, levantándose
lentamente, sujetando sus costados. Lauren no estaba dispuesta a apreciar el
intercambio de afecto entre sus viejas amigas.
Sus amigas se separaron rápidamente, sonriendo la verla de pie, Lauren jamás
mirándolas a los ojos y elevando la comisura de uno de sus labios en una falsa
sonrisa.
De inmediato corrieron a ayudarla, pero Lauren se negó. No se sentía bien
cuándo ellas la tocaban. Antes, cuándo eran más unidas, lo permitía aunque no
le agradara, pero ahora simplemente se sentía completamente incomoda cuándo
lo hacían. Tal vez había sido el aislamiento lo que la había echo tan poco fan
del contacto físico.
Lauren: Subamos -Susurro, aun intentando recuperar el aliento, no queriendo
estar allí cuándo su madre regresara.
Subieron lentamente las escaleras, Vero y Lucy siempre detrás de ella,
preparadas para sostenerla en caso de un desmayo o algo parecido. Lo cierto es
que las chicas habían conocido a una Lauren Jauregui que no parecía estar a
punto de sufrir un colapso cada vez que intentaba subir las escaleras, así que no
sabían como comportarse en situaciones así.
¿Debían disimular? ¿Debían parecer preocupadas? ¿Debían llorar con ella?
¿Debían hacerla reír?
Finalmente, llegaron a la habitación de Lauren, quien de inmediato se sentó en
la silla de su escrito, coloco su cabeza entre sus piernas, intentando recuperar el
aire que tanto necesitaba.
De un segundo a otro, la locura se desato.
Lauren comenzó a llorar.
Sus sus dedos chasqueaban, las lágrimas quemaban y sus pulmones luchaban
por obtener oxigeno. Lucy y Vero intentaban consolarla acariciando su espalda,
pero la chica simplemente las apartaba, incomoda ante el contacto. Finalmente,
ambas decidieron sentarse frente a ella, tomándose de las manos y reteniendo
sus lágrimas.
Lauren se sentía tan impotente, incapaz de subir y bajar unas simples escaleras
sin cansarse. Incapaz de decirle a su madre que Vero y Lucy eran sus amigas,
besasen a quien besasen. Incapaz de decirle a su madre que le gustaban las
chicas. Incapaz de decirle a su madre que le gustaba Camila. Incapaz de todo.
Con brusquedad tomo uno de los muchos crucigramas de su escritorio y lo
lanzo al suelo con fuerzas, soltando un sonoro jadeo ante el esfuerzo. Hizo lo
mismo con siete crucigramas más, los cuales había resuelto mientras estaba en
el hospital, recuperándose de su trasplante de riñon. Finalmente decidió que
lanzar cosas blandas no era suficiente, así que busco en el último cajón de su
escritorio y saco el enorme álbum donde almacenaba todas sus monedas. No
pensó antes de comenzar a sacarlas de sus lugares y lanzarlas sonoramente al
suelo, chasqueando los dedos audiblemente, llorando y solo concentrándose en
el odio que sentía hacía sí misma, intentando descargar sus sentimientos con
cada lanzamiento.
Vero: Lauren, por favor... Lauren mírame -Pidió acercándose a ella, con
intenciones de ayudar.
Lauren: ¡No! -Quiso gritar, pero no lo logro. El aire en sus pulmones aun era
escaso, y más aun con aquella crisis- No... me... toques -Chillo. Vero
simplemente asintió, sabiendo que si se acercaba solo lograría alterarla más.
Y así fue como otro puñado de monedas antiguas fue a dar directamente al
suelo.
... Fue entonces cuándo lo escucho.
Un golpeteo desesperado. Un golpeteo desesperado en la ventana de su vecina.
Giro el rostro, aun con lágrimas cayendole de los ojos, para ver a una
preocupada Camila abrir su ventana junto a Dinah y Normani, y mirarla
directamente a los ojos, Lauren de inmediato apartando la mirada, incomoda.
No por el echo de estarla mirando, sino por el echo de estar tan rota frente a
ella.
Camila: Lolo -La escucho decir.
Fue lo suficiente como para que la crisis de Lauren se detuviera, dejara el
álbum sobre el suelo y llorara sobre sus piernas, avergonzada ante su
comportamiento.
Camila: Todo esta bien, Lolo. Respira.
Lauren intento hacerlo. Intento inhalar y exhalar normalmente, pero no podía.
El llanto aun seguía. El sufrimiento aun seguía. Su mente seguía torturándola.
"Eres una idiota, Jauregui. No puedes ni mirarla a los ojos. ¡ERES UNA
IDIOTA!
Se agito aun más.
Camila: Respira, Lo...
Lauren: No... puedo -Susurro. La chica sabía que su novia no la había
XX: ¡Austin!
Austin: Esta bien, esta bien, lo siento...
Ariana: ¿En serio quieres involucrarla en esto?
Austin: Si -Susurro, levantándose de su silla y haciendo que la chica se sentara,
ambos sonriendo dulcemente al mirarse, Austin buscando otra silla para poder
sentarse el también a su lado.
XX: Pero no demasiado. No tengo que besar a nadie... Si lo hago Austin dice
que se enojara y se lo dirá a mi papá.
Austin: Créeme, su papá tiene problemas de ira.
Ariana: No lo dudo. Austin Mahone jamás miente sobre los padres de sus...
Austin: No lo digas...
Ariana: Esta bien, señor autoridad.
XX: Entonces... ¿Humillamos a Gaybello?
Austin: Por supuesto, Becky...
CAPITULO 28
CAPITULO 29
Luego de media hora Vero y Lucy se habían marchado. Lauren estaba un poco
más tranquila, pero aun así preocupada por Normani y Dinah. No comprendía
por qué la chica alta había reaccionado de aquella forma. No es como si
hubiese hecho algo malo. Solo había besado a Normani durante cinco
segundos. No era tan grave.
Tal vez estaba molesta consigo misma porque pensaba que el beso podía
significar que había engañado a su novio, al cual Lauren aun no había conocido
personalmente, pero creía haber escuchado a su amiga llamarlo Siope. La
verdad es que no hablaba mucho de el.
Una hora después Lauren aun seguía observando a través de la habitación, con
su mano derecha apoyada en el vidrio y esperando que Camila apareciera allí
para decirle que todo estaba bien.
Normani ya no estaba allí. Se había ido quince minutos después, luego de
comprobar que Lauren estaba bien. Dijo que necesitaba pensar. Tal vez
también se sentía culpable por haber besado a su amiga. Es decir, ella también
tenía novio y no era más que el primo de Dinah, la chica con la que se había
besado. Seguramente estaría pidiéndole disculpas al pobre Thomas en aquellos
minutos.
Finalmente la chica se canso de esperar. No podía soportarlo más. Tomo una de
sus muchas chaquetas de cuero y se dispuso a salir, no pensando en que aun
traía la ropa con la cual había llegado a casa luego de salir del hospital, las
cuales eran solo unos pantalones de pijama grises, una camiseta blanca
demasiado grande y pantuflas de leones.
Bajo las escaleras, sentándose en el último escalón para tomar aire durante diez
minutos. El estado de su corazón no era el mejor para salir, pero aun así
necesitaba saber que era lo que había sucedido con su novia y su amiga, y por
qué aun no regresaban.
XX: ¿Qué estás haciendo acá, Lauren? Deberías estar descansando... -Pregunto
colocando una mano sobre el hombro de su hermana, de inmediato apartándola
cuándo la chica de ojos verdes comenzó a chasquear sus dedos.
Lauren: Chris... yo... yo quería... -Intento mentir, pero realmente no era buena
para eso, y la falta de oxigeno tampoco la ayudaba.
Chris: No me mientas, Jauregui.
Lauren: Quiero ver a... Camila -Susurro débilmente, el aire volviendo
lentamente a sus pulmones y su corazón regularizando sus latidos.
Chris: Mamá no te va a dejar salir... -Le dijo.
"Idiota. Idiota. Idiota. Debiste haberlo sabido. Eres una idiota, Jauregui.
Quieres verla y no se te ocurre un mejor plan. ¡Yo también quiero verla, idiota!
¡Yo soy tu! ¡Debiste hacerlo planeado mejor!"
pesar de todo. Ella era, simplemente, la persona que siempre estaba a tu lado,
en buenas y malas.
Suspiro.
Era la primera vez que estaban cerca después de la pelea, del ataque, del
hospital, de todo, sin ventanas de por medio.
Se acerco lentamente a las chicas, sentándose de inmediato al lado de Dinah.
No es como si no quisiera estar al lado de Camila, pero en esos momento Dinah
tal vez la necesitaba un poco más.
Camila sonrió y negó con su cabeza, mirando a Lauren fijamente a los ojos,
quien también sonrió al verla.
Dinah: Creo que ya debería irme... Ustedes necesitan estar solas y supongo que
yo también...
Lauren vio a Camila sujetar la mano de su amiga cuándo esta se puso de pie y
la miro una última vez, sonriendo y regalándole un simple "Gracias". Luego, la
chica alta se volteo hacía Lauren y se despidió. Finalmente se marcho, aun con
la cabeza gacha.
Antes de que la chica de ojos verdes pudiese darse cuenta Camila ya estaba a su
lado, rodeándole la cintura con los brazos y con la cabeza enterrada en su
cuello. Cuándo finalmente reacciono Lauren la abrazo lo mejor que pudo, y su
corazón se acelero.
Fue entonces cuando Camila rio, Lauren suponiendo que debía de ser por el
hecho de haber escuchado aquel viejo apodo. Sintio escalofriaos. La risa de
Camila tan cerca de su piel era la gloria.
Camila: Lo siento. Sé que ya has dicho que me has perdonado y todo eso, pero
necesito decírtelo en persona. Lamento haber sido una idiota.
Lauren: Camz, yo lo siento. Lamento no ser la novia que debería ser, esa que es
perfecta, no tiene ningún problema y nunca hace a su chica enojar. Lo lamento,
en serio...
Camila: Tu eres perfecta, Lolo. Y sí, peleamos y nos enojamos, pero eso no nos
hace menos perfectas juntas -Susurro sujetando la mano de Lauren, la chica de
ojos verdes de inmediato acariciando sus nudillos con el pulgar. Sonrio. Había
extrañado hacer esto-... ¿Seguimos juntas después de todo, cierto? Bueno, eso
es lo que importa...
..............................
Austin: Amor, soy yo... Sí, llegare algo tarde a nuestra cena... No, es solo que...
Lo siento ¿Está bien?... ¡NO! ¡TU SABES QUE TE AMO!... No, es... ¡No
digas eso!... Ariana quiere su pago... Sí, lo sé, pero... Sé que no te gusta, pero
tengo que hacerlo... Cuando empezamos nuestra relación sabias que haría esto,
amor. Si no te gusta pues vete a la... ¡NO! No quiero eso... Yo te amo... Amor...
por favor... Tú y yo... Amor... por favor... No amor... No... Yo... Yo te amo...
¡NO!... Amor, no tienes que hacerlo... Amor, por favor... Amor... AMOR...
¿Hola?...
...............................:
Simplemente se estaban mirando. No se habían besado durante los quince
minutos que llevaban juntas. Lauren simplemente se había separado de su
abrazo con Camila, le había sujetado las mejillas y la había mirado a los ojos.
Le gustaba hacer eso, así que simplemente continuo haciéndolo mientras
Camila hacía lo mismo.
Y lo comprendió de inmediato.
Lauren frunció el ceño de nuevo. ¡Estaba tan frustrada! ¡¿Por qué Camila no
podía hablarle con frases que podía entender?!
Lauren: Esto es una mierda -Susurro. ¿Por qué el amor tenía que ser tan difícil?
¿Por qué Dinah había tenido que amar a su mejor amiga? ¿¿Por qué el primo de
Dinah había tenido que amar a Normani?
Y volvió a besarla.
.............................
Austin intento marcar su número, enviarle mensajes, llamar a su madre... Pero
nada.
Ahora, mientras embestía fuertemente a Ariana, intentaba descargar toda su
frustración en el acto, sin lograrlo.
Sí, la amaba, pero tal vez... Tal vez Camila no estaba lista para escuchar eso.
Tal vez se iría corriendo, asustada, y no volvería a dirigirle la palabra. No
volvería a mirarla. Y, Lauren, simplemente no podía vivir con eso...
Para su sorpresa Camila simplemente sonrío y se lanzo a los brazos de Lauren,
besándola de nuevo, la chica de ojos verdes sintiéndose completamente
sorprendida.
Lauren la beso con más intensidad esa vez, completamente feliz por lo que
acababa de escuchar.
La amaba. Lo hacía. Como ella.
Lauren amaba a Camila.
Camila amaba a Lauren.
Punto.
Lauren sonrío y mordió levemente el labio de Camila, haciendo que un débil
gemido escapara de sus labios. Era la primera vez que la escuchaba hacerlo, y
se había sentido bien haber sido la culpable de aquel leve gemido que deseo
bailar.
Deseando más introdujo su boca en la lengua de Camila, jugando con la boca
de esta como no lo había hecho antes. Olvido que estaban sobre una acera,
frente a la casa de sus padres, bajo el sol de la tarde. Simplemente quería
escuchar ese sonido de nuevo.
Las manos de Camila subieron hasta el cuello de Lauren y se enredaron en su
cabello, acercándola mas a ella. Y Lauren lo escucho de nuevo. Era un gemido
leve, casi inexistente, pero capaz de hacerla sentir completamente feliz y...
¿Estaba excitada?... No lo había estado antes. Sus antiguos novios jamás la
habían hecho sentir de aquella forma.
"Asquerosos chicos"
Las manos de Lauren bajaron lentamente hasta posarse sobre las caderas de su
novia, sujetándola con fuerzas mientras el beso se hacía cada vez más
apasionado. Intento bajarlas un poco, pero las devolvió de nuevo a su posición,
sabiendo que no sería lo correcto.
En un momento rápido, las manos de Camila se alejaron del cabello de Lauren
y se colocaron sobre las de Lauren, guiando estas hacia su trasero. Lauren se
tenso, no sabiendo que hacer.
La chica de ojos verdes se alejo y miro a Camila a los ojos. La chica estaba
sonrojada y mordía sus labios mientras miraba los de Lauren fijamente.
"Sus ojos se ven distintos" Pensó. Había deseo en ellos.
Lauren: Camila, yo... -Intento alejar sus manos del trasero de Camila, aunque
sus deseos de dejarlas allí eran grandes. La chica simplemente sujeto sus
muñecas fuertemente y obligo a que sus manos permanecieran allí.
Camila: Tu quieres hacerlo, y yo sinceramente quiero que lo hagas. Quiero que
me toques. Te amo, y confío en ti para que lo hagas -Susurro acercándose
lentamente a los labios de su novia-. Jódeme Lauren.
CAPITULO 30
Mike: Tienes razón, Camila -Sonrío. Aunque el hombre no parecía del todo
feliz, tampoco lucía enfadado-. Pero solo procuren no hacerlo frente a mi casa...
Camila y Lauren simplemente sonrieron mirando al hombre. Sonrío aun más
cuándo los brazos de su novia envolvieron su cintura dulcemente y cuando esta
deposito un dulce beso en su mejilla.
Camila: Linda gorra -Le susurro con una débil sonrisa.
Lauren: Tu eres linda -Contrarresto, Camila de inmediato sonrojándose.
Mike: Sera mejor que nos vayamos, Lauren. Si tardamos más tu madre seguro
vendrá a buscarte completamente enojada...
La chica de ojos verdes simplemente asintió, levantándose junto a su padre,
sosteniendo fuertemente la mano de Camila.
Mike: Sera mejor que no vayas junto a nosotros, Camila. Estoy seguro de que
Clara que está afuera, esperándonos para sermonearnos y todo eso...
Camila: Oh, está bien, yo solo... -Susurro asintiendo, levantándose de
inmediato y acercándose a Lauren dudosamente.
Mike: Oh, entiendo... Yo... no mirare, lo prometo.
En cuánto el hombre volteo, lentamente Camila deposito un tierno beso sobre
los labios de su novia, sonriendo dulcemente al hacerlo.
Camila: Te amo -Susurro en su idioma, sintiendo en cada parte de su interior
que era cierto.
Lauren: Te amo -Dijo, y una sonrisa apareció en el rostro de ambas. Una mano
dulce y cálida se poso en la mejilla de Camila, y unos suaves labios besaron
dulcemente su nariz y sus mejillas, haciéndola reír y sentir miles de mariposas
en su estomago.
Mike: ¿Cuándo planean decírselo a Clara, chicas? -Pregunto, la pareja
separándose de inmediato. Por unos segundos habían olvidado que Mike estaba
allí.
Lauren: No lo sé, papá...
Mike: No te voy a obligar a decírselo, Lauren. Pero debo decirte que entre más
pronto lo hagas será mejor para ustedes.
Lauren: Lo entiendo -Asintió.
Mike: Bueno, ahora creo que si es hora de irnos -Dijo comenzando a alejarse.
Lauren miro a Camila rápidamente, sonriendo, sabiendo que esa noche
hablarían a través de la ventana, como siempre, como antes de que Lauren
fuese al hospital.
Lauren: ¿Te veré el domingo? -Pregunto besándola rápidamente en los labios.
Camila: ¿Domingo?
Lauren: Es la operación de Troy... -Susurro con tristeza- Y la boda- Agrego.
.........................
Camila no sabía cómo sería ese día. El día anterior, mientras hablaba con
Dinah, supo de inmediato que las cosas no volverían a ser como antes, y tuvo
miedo. Tuvo miedo de no tener a sus amigas juntas de nuevo. Tuvo miedo a
perderla.
.....................
Camila: ¿Puedes explicarme que fue todo eso, Dinah? -Pregunto dulcemente
sentándose a su lado en aquella acerca completamente desierta. De inmediato
Dinah coloco su cabeza sobre el hombro de Camila, la chica de inmediato
acariciando dulcemente el cabello de su amiga.
Dinah: Ni siquiera yo lo se -Le contesto.
Camila: Dinah... Necesito que seas sincera conmigo. No voy a juzgarte.
Dinah: Me enamore de Normani ¿Está bien?
.............................
Camila fue sacada de sus pensamientos cuando una chica choco contra ella. Lo
primero que vio fue una patineta rosa en su mano y una gorra colorida en su
cabeza.
XX: Oh, lo siento. Estoy algo distraída. Es mi primer día -Se disculpo con una
tierna sonrisa.
Camila: Eso es bueno. Lo de tu primer día, no lo de la distracción, aunque es
normal... Yo siempre lo estoy y... Perdón, creo que estoy hablando demasiado
-Dijo, sonrojándose al final-. ¿Cómo te llamas? Yo soy Camila Cabello... o eso
creo.
XX: Becky, me llamo Becky...
Camila: Un gusto conocerte, Becky -Dijo sonriendo, estrechando la mano libre
de la chica mientras observaba su patineta fijamente.
Becky: ¿Sabes usarla? -Pregunto, refiriéndose a la patineta rosa.
Camila: No, pero mi novia es increíblemente buena con ellas... Aunque estoy
segura que no se subiría a la tuya ni por todo el dinero del mundo.
Becky: Eso es b... ¡Espera! ¿Dijiste novia?
Camila frunció el entrecejo.
"Aquí vamos de nuevo" Pensó.
Camila: Si -Contesto sonriendo. Si a Becky no le agradaba el hecho de que
prefiriese a la chica de ojos verdes antes que a cualquier idiota podía irse
completamente a la mierda.
Becky: Genial -Dijo con una sonrisa.
Camila se sorprendió como solo Lauren lograba sorprenderla. Ni en un millón
de años habría esperado una reacción así.
Camila: ¿Solo eso vas a decir?
Becky: ¿Tendría que decir algo más? -Quiso saber, aun sonriendo. Camila
sonrío. La chica era realmente agradable.
XX: ¡BECKY!
Camila frunció el entrecejo. No... no... no... no...
Era Ariana.
Ariana, Becky, Luis y Austin compartían las clases de geografía. No era solo
coincidencia. Austin así lo había deseado, y su padre simplemente había
cumplido sus deseos, como siempre. Camila no estaba allí.
Austin: Eres una buena actriz, Becky -Le dijo volteándose a mirarla con una
sonrisa sincera y maléfica a la vez, sentado al lado de Luis, que tomaba
apuntes, más concentrado en la clase que nunca.
Becky: Yo no estaba actuando, Austin. Tu sí.
Ariana: Estoy segura de que Austin no estaba fingiendo, hermanita -Susurro
mordiendo su lápiz mientras fingía concentrarse en la pizarra, cuando en
realidad solo estaba mirando el culo de la profesora-. El te quiere de verdad.
Becky: Yo se que Austin me quiere... Después de todo somos -Austin la miro
fríamente-... Eso... Pero no me refería a ese tipo de actuación.
Austin: ¿De qué estabas hablando entonces?
Becky: Lo sabes muy bien, Austin Mahone -Contesto con una mirada llena de
rabia.
Austin: ¡¿Cuándo dejaras de estar enojada por eso?!
Becky: ¡Cuándo dejes de acostarte con Ariana! -Le recrimino.
Ariana: No me hagas quedar como la mala del cuento, hermanita...
Luis: ¿Pueden cerrar sus bocas?... No puedo escucharla -Indico claramente
enojado, señalando a la profesora.
Ariana: Por favor, no te hagas el niño responsable acá, Luis. Todos sabemos
que le estas mirando el culo. No esta tan mal.
Austin: ¡Basta!
......................
Durante el almuerzo Normani no se sentó junto a Camila y Dinah, esta ultima
sorprendentemente callada y pensativa. Camila a penas probo su comida. No
podía soportar el silencio que había allí.
Dinah: No quería perderla, yo solo... Mila, yo realmente no quería enamorarme
de ella. Y lo que pasó ayer, después del beso... La perdí, Camila. Simplemente
la perdí.
.......................
Normani: ¡¿Qué te sucede, Dinah Jane?! ¡¿Por qué me trataste así?! -Pregunto
furiosa, saliendo de la casa de su amiga para encontrarse con Dinah llorando
sobre el hombro de Camila en la acera de enfrente.
Dinah: ¡Me enamore de ti! ¡Eso pasa! -Exclamo en cuánto la chica estuvo
cerca, la polinesia de inmediato cubriendo su boca con ambas manos, sabiendo
que decir aquello había sido completamente estúpido-... Mani...
Pero no pudo decirle nada más. La chica ya estaba corriendo lejos de ambas
chicas.
..................
Camila: ¿Dónde está ella? -Quiso saber, no encontrando a su otra amiga por
ningún lado.
Dinah: Con los chicos del coro -Susurro, ambas amigas mirando como
Normani hablaba animadamente con Brad, Lucy y Lea en aquella gran mesa.
Una sonrisa apareció en los labios de Camila sin saber por qué.
Dinah: ¿Por qué sonríes?
Camila: Tal vez ella también está confundida, Dinah...
Dinah: Eso es imposible... Normani tiene novio.
Camila: Tu también.
Dinah: No, no más... No puedo estar con él después de todo lo que paso.
Camila: Oh, no sabía eso... ¿Cómo está el?
Dinah: Destrozado. Vino a pedirme otra oportunidad esta mañana... Pero no
pude. Simplemente... Solo mira a Normani. Ella es perfecta, no solo
físicamente y... Mierda... Realmente estoy perdida.
Camila: Tal vez ella también lo este, Dinah... Si no fuese así, ella no estaría con
los del "coro escolar".
.............................
A Camila le resulto extraño ver a Lauren esperándolas a las afueras de su
escuela, sobre todo después de saber que la chica apenas podía caminar un par
de calles sin cansarse.
Corrió hacía ella y la beso dulcemente en los labios, sonriendo mientras lo
hacía.
Camila: No esperaba verte acá -Susurro sujetando su mano-. ¿Cómo es que no
te cansaste? -Pregunto preocupada, envolviendo con su brazo libre el cuello de
su novia, la chica de ojos verdes rodeando su cintura protectoramente, siendo
extraño el gesto para Camila, ya que la chica siempre sostenía una patineta con
su otra mano.
Lauren: Mi papá me trajo en su auto -Explico con una sonrisa, besando
dulcemente la mejilla de su novia-. Le dije que tú tenías auto, así que espero
que me lleves, porque el ya se fue... Y tenía que devolverte tu gorra -Comento,
sacando una de sus manos de la cintura de Camila, mostrando la gorra colorida
en ella y colocándola dulcemente sobre la cabeza de su novia.
Camila: No tenías que devolverla, Lauren...
Lauren: Ya lo sé, pero necesitaba una excusa para venir a verte.
Camila solamente sonrió y beso a su novia nuevamente, quitándose la gorra en
medio del beso y colocándola sobre la cabeza de la chica de la ventana.
Camila: Debo admitir que te ves muy atractiva con ella -Confeso.
Lauren: Te amo -Susurro dulcemente sin venir al tema, mirándola a los ojos,
jamás sintiéndose incomoda.
Camila: Te amo.
Se fueron acercando lentamente, dispuestas a compartir un beso juntas, cuándo
una voz las separo.
XX: !
Era Becky.
CAPITULO 31
muriéndose. Recordó como se había burlado del hecho de que moriría primero
sin perder la chispa en sus ojos. Recordó incluso la visita que el chico le había
hecho días antes, en el hospital, luego del trasplante. Troy ya no hablaba fluido,
olvidaba cosas, hablaba demasiado alto y repetía el nombre de Ally sin parar,
pero cuándo Lauren tuvo que ir al baño y solo Ally y Troy estaban en aquella
habitación acompañándola, Mike, Clara y sus hermanas habiéndose ido a sus
respectivas actividades, Troy simplemente se había levantado de su silla y la
había ayudado al llegar al baño. La había ayudado como el primer día en el que
lo vio, y al salir, cuándo vio sus ojos, reconoció al mismo Troy que un par de
años atrás comenzó a salir con su amiga.
Lauren, siempre que pensaba en Troy, pedía a Dios que no se lo llevara. Ese
día, sin embargo, la chica simplemente pidió que sus ojos jamás dejaran de
brillar de esa forma, ni en la vida, ni en la muerte.
Lágrimas corrían por sus mejillas incontrolablemente, cada recuerdo
afectándola más que el anterior.
Fue entonces cuando su celular vibro. Era un mensaje de Brad.
"Estamos llegando. ¿Está ella en casa?"
"Sí, lo está"
.................................
....................................
Camila estaba cocinando junto a sus padres y Sofi cuando escucho el timbre de
la casa sonar. Miro a sus padres sonriendo, preguntando quien abriría con la
mirada.
Alejandro: Es tu turno, Sinu...
Sinuhe: No, es tu turno...
Alejandro: ¡La otra vez fui yo! ¡Y era ese molesto chico que quería jugar con
Sofi al futbol!
Sinuhe: Está bien, está bien, iré yo... Pero la próxima no te salvas, Alejandro
Cabello.
Sinuhe simplemente abandono la cocina sonriendo.
Sofia: ¿Tu novia también habla en español, Camila?
La chica comenzó a toser. No había esperado esa pregunta de parte de su
pequeña hermana. Las únicas personas de su familia con las cuales había
hablando de su relación con Lauren eran su madre y su padre. La pequeña no
debía de saber eso.
Camila: ¿Cómo sabes que tengo novia, Sofi?
Sofia: Papá me lo conto -Explico encogiéndose en hombros.
Camila miro fulminantemente a Alejandro, quien solamente comenzó a silbar y
a mirar a todos lados con nerviosismo antes de echarse a reír.
Camila: Sí, habla español -Respondió finalmente con una sonrisa, recordando
las miles de veces que había escuchado hablar a su novia en este idioma y había
muerto al instante-. Ella es tan perfecta, Sofi -Agrego con una sonrisa.
Su hermana también sonrió. Alejandro iba a intervenir cuando escucho a su
madre llamarla.
Sinuhe: ¡CAMILA! ¡UN CHICO TE ESTA BUSCANDO!
Camila: ¿Chico? -Se pregunto a sí misma, confundida.
Solo conocía a Troy, y el estaba en el hospital, pues debía estar allí un día antes
de la cirugía para comprobar que todo estuviese bien. También conocía a
Austin y a Luis, pero dudaba que ellos interrumpieran en su casa cuando todos
estaban allí.
Salió de la cocina luego de lavarse y secarse las manos.
Camila: ¿Brad? -Pregunto al ver al chico, sonriéndole desde la puerta aun con
el uniforme que usaba en la floristería.
Tritan: Y Tristan. No lo olvides.
Camila: ¿Qué hacen acá? -Pregunto acercándose a ellos, sonriendo para
recibirlos con un fuerte abrazo. Aunque los chicos la defendiesen de Austin en
la escuela, sabía que no eran amigos, y por eso que la visitara le parecía ilógico.
Escucho a su padre salir con Sofi de la cocina, y volteo a mirarlo. Sus padres y
hermana estaban tan confundidos como ella, mirando al par de chicos
fijamente.
Brad: ¿Puedes bajar las flores, amor? -Pregunto mirando a su novio, que
sonriente simplemente asintió y se dirigió al gran auto con el logo de la
floristería aparcado frente a su casa, el cual, debido a la impresión de
encontrarse con los chicos, no había notado.
Camila: ¿Flores?
El primer ramo era de orquídeas rosadas, en el siguiente eran blancas y en el
ultimo color lavanda. Luego Tristan llevo tulipanes amarillos, morados y rosas,
gardenias, lirios amarillos y blancos, margaritas blancas y naranjas, claveles
rojos y blancos, girasoles, lilas azules y rosadas, azucenas blancas y calas
naranjas y rosas.
Luego de quince minutos, todos los ramos estuvieron dentro de la casa de la
chica, perfumando y llenando el lugar, Sinuhe, Alejandro y Sofi mirando
impresionados la sala de estar, que ahora parecía un jardin.
Tristan: Creo que eso es todo, Brad -Dijo con una sonrisa, despidiéndose de
Camila con un beso en la mejilla y dirigiéndose al auto, encendiéndolo de
inmediato, listo para irse.
Camila: ¿Quién envió todo esto, Brad? -Pregunto al chico sonriente frente a
ella, quien aun no se había marchado.
Brad: Creo que ya lo sabes -Contesto guiñándole un ojo, y comenzó a
marcharse. Entonces, ya a punto de entrar al auto, pareció recordar algo y
volvió corriendo-. Se me ha olvidado darte esto -Susurro, entregándole una rosa
roja entre manos y una nota-. Ahora si es tiempo de que me vaya.
32
Troy miraba fijamente el anillo que tenía en su dedo y luego el que había en el
de Ally, sonriendo, abrazándola mientras la chica estaba recostada en aquella
pequeña camilla junto a su cuerpo. Camila seguía abrazada a Lauren, que había
permanecido callada. No había soltado su mano durante toda la ceremonia, y
tampoco la soltó después de esta. Sabía que en cuánto lo hiciera tendría un
ataque de pánico. Lo notaba en el ligero temblor en sus manos.
Dinah y Normani se habían alejado luego de unos minutos, apenas mirandose.
Ahora Dinah estaba hablando con Scott, un chico bastante callado que había
terminado reconociendo como el ex novio de una de sus primas. Normani había
ido al baño. Camila sabía, por el tiempo que llevaba dentro, que estaba
llorando. Los padres de Ally y Troy seguían allí también, observando a la
pareja sin decir nada.
Troy: Ally... -Escucho decir a Troy. Era la única palabra que parecía recordar.
Ally: Dime amor -Pregunto besando su hombro, abrazándolo fuertemente,
como si de esta forma pudiese mantenerlo más tiempo a su lado.
Troy: Ally...- Volvió a decir, señalando los anillos que ambos compartían.
Ally: ¿Qué sucede con los anillos? ¿No te gustan? ¿Quieres cambiarlos? Tal
vez podamos retrasar la operación un día y buscar otros...-En sus ojos, Camila
noto que Ally realmente deseaba que Troy le pidiera esto. La chica solo parecía
estar suplicando por un día más.
Pero el chico negó con su cabeza, una mueca de dolor apareciendo en su rostro
al hacerlo. En sus últimos días, el dolor era constante para el chico debido al
creciente tumor.
Con delicadeza tomo la mano de Ally entre las suyas y la beso antes de tomar
el anillo y sacárselo, para luego colocárselo de nuevo con cierta torpeza.
Después, comenzó a mover su dedo índice de un lado a otro y finalmente llevo
su mano a su corazón.
Todos las personas en la sala entendieron. Casi todos, supo Camila de
inmediato. Su novia no habría entendido este gesto debido a su Asperger, pero
podría explicárselo más tarde.
Ally: No me lo quitare jamás, Troy. Lo prometo -Susurro, sus ojos
humedeciendose.
Troy no le pidió a Ally que no llorara. Camila jamás supo si no lo hizo porque
solo lograba recordar una palabra o porque sabía que en ese momento su novia
necesitaba hacerlo, pero el chico simplemente limpio las lágrimas de ella con
besos y la abrazo con fuerzas.
En sus ojos, Camila vio el deseo del chico de quedarse un poco más.
.....................
Los doctores fueron a buscar a Troy a la habitación diez minutos después.
El chico se despidió de Ally con un beso que, Camila supo, la pequeña jamás
olvidaría. No separaron sus manos hasta que la distancia entre ambos fue tan
33
conversación.
Luis: ¿Qué sucede?
Becky: Es Jimmy, un nuevo amigo de la escuela... Dice que quiere tomar un
café conmigo, mañana...
Luis: Tal vez deberías darle una oportunidad.
Becky: Tal vez...
34
Alejandro: Linda ropa -La halago mientras le servía su desayuno, que constaba
mi abuela.
Lea: ¡Iug! Penes... -Murmuro por lo bajo, haciendo a Camila reír antes de que
la chica tomara sus cosas y le cediera el lugar a Ariana.
Ariana: Lindos tirantes -Comento en un susurro, el profesor Daniel
continuando la clase-. Estoy segura de que se verán mejor si te los quito -
Agrego pícaramente, deslizando el tirante lentamente, mordiendo su labio.
Camila de inmediato coloco su mano sobre la de Ariana y la hizo a un lado,
arreglando su ropa al instante, enojada.
Ariana: No seas tan difícil, Camila -Suplico seductoramente cerca de su oreja,
su mano de inmediato viajando a la pierna de Camila.
Camila: Déjame en paz -Ordeno de nuevo, alejando aquella traviesa mano.
Ariana: No -Respondió casi automáticamente, colocando de nuevo su mano,
esta vez acercándose un poco más a su centro.
Camila: ¡DEJA DE JODERME LA VIDA, ARIANA GRANDE!
Fue así como Camila fue enviada de inmediato a la sala de castigos, dónde
escribió cien veces "No debo gritarle a Ariana en clases" en un pizarron.
................
En clases de geografía Becky se sentó junto a Jimmy, mientras que Ariana,
unos puestos más adelante, esperaba que el primer necesitado o necesitada se
sentara a su lado... Aun se sentía mal por el pobre Martín... Había estado tan
cerca...
Luis y Austin ocupaban sus respectivos puestos frente a ella, apenas
hablándose. Lo cierto era que el chico de frente grande solía ser muy atento a
las clases, e incluso algo distante de sus amigos.
Austin: No quiero que ella este a su lado -Susurro enfadado.
Ariana: Déjala vivir.
Austin: ¡Es mi hermana!
Ariana: Hermanastra -Corrigió, el chico arrugando su nariz.
Austin: Sí, sí, como sea...
Fue así como termino la conversación, sin a penas comenzar.
Segundos más tarde, cinco minutos antes de empezar la clase, a su lado se
sentó nada más y nada menos que Lucy Vives.
Ariana: Eres la última persona en la que pensé para que se sentara a mi lado.
Pensé que tenías novia, la amabas y todo ese cuento... Pero bien, todas
necesitamos un ligero cambio de vez en cuando.
Lucy: Quiero que dejes de meterte con Camila Cabello -Le susurro frunciendo
el entrecejo. Ariana se sintió confundida. ¿No quería la chica algo de sexo
arriesgado asi como todos los demás que se acercaban a ella?
Ariana: ¿Perdón?
Lucy: Ya me escuchaste, Ariana Grande. Ella tiene novia y es feliz. Déjala en
paz...
avergonzada.
Dinah: Oh, ya... ¿Eso quiere decir que si fuese Mani me dejarías violarte?
XX: ¿Violarme, Dinah? ¿En serio?
Ambas chicas se voltearon hacía la voz, a la derecha de la mesa. Habían estado
tan concentradas en la conversación que no la habían visto llegar. Dinah
comenzó a toser sonoramente, Camila intentando no reírse y Normani
sonriendo nerviosamente.
Lo cierto es que realmente Normani se veía muy bien. Tenía un nuevo corte de
cabello, la cantidad necesaria de maquillaje, una camiseta por encima de del
ombligo y pantalones ajustados.
Dinah: Perdona, Normani, yo no quería...
Normani: ¿No querías que? ¿Violarme? Es muy tarde, Dinah... Estoy
embarazada. Hazte responsable -Se burlo, sentándose junto a sus amigas.
Cualquier idiota habría notado el intenso brillo en su mirada esa mañana.
Dinah: ¿Qué? -Se sonrojo de inmediato. Camila intento no carcajearse mientras
cubría su boca con una de sus manos y mordía fuertemente la palma de esta,
con la otra tomando su celular, intentando distraerse con las miles de fotos en
el- Normani, no podría embarazarte. Mis dedos son largos, no mágicos...
Camila: Tal vez los de Lauren si lo son -Alucino, mirando fijamente una de las
muchas fotos que Camila la había obligado a tomarse juntas, donde
comparaban sus manos. Los dedos de Camila eran ligeramente más largos, pero
había algo en los dedos de su novia que la hacían sentir cosquillas... y no
precisamente en su estomago.
Normani y Dinah: ¿Perdón?
Camila: Eh... nada -La chica realmente deseaba desaparecer en ese momento-...
Sigan. Sigan por favor.
Normani: Necesito hablar contigo, Dinah -Dijo decidida, levantándose y
mirandola fijamente a los ojos.
Dinah: No quiero hablar contigo.
Normani: ¿Por qué?
Dinah: Porque estas enamorada de mi primo y vas a romperme el corazón.
Estoy minimizando los daños, Normani.
Normani: ¿No te lo dijo, verdad? -Dinah parecía estar confundida, y Camila
también lo estaba mientras comía su almuerzo lentamente, observando lo que
estaba sucediendo frente a sus ojos-. Termine con el. Descubrí que me había
enamorado de otra persona.
Dinah: Eres buena para romper el corazón de la familia Hansen, Mani -Susurro,
intentando que pareciera una broma-. El es muy afortunado -Aseguro
mirándola con ternura.
Normani: Pensé que era solo Lauren quien no podía entender cosas tan directas,
Dinah...
Lauren por la cintura y alejarla, mientras que Brad sujeto a Austin fuertemente
y luego llamo a Tristan para que lo acompañara a llevarlo a enfermería. El
chico solo se alejo junto a su novio cuándo dejo a Lauren sentada sobre el
suelo, Camila asegurando que lograría tranquilizarla.
Camila: ¡Váyanse de acá, estúpidos! -Grito a quienes las miraban fijamente sin
haber ayudado en lo más mínimo segundos antes.
Uno por uno se fueron marchando hasta que el lugar quedo prácticamente
vacío.
Camila se sentó al lado de su novia, una mano sobre su espalda, acariciándola,
otra sobre su mano, mientras la cabeza de Lauren se colocaba entre sus piernas,
intentando de esta forma recuperar el aliento.
Cuándo por fin su respiración pareció normalizarse elevo la mirada, pero no
giro su cabeza para ver los achocolatados y hermosos ojos de Camila.
Simplemente miro hacía adelante, sus puños apretándose fuertemente. Estaba
enojada. La chica de los lazos lo sabía.
Camila: Lolo, tranquila, ya paso... Esto no le hace bien a tu corazón -Susurro
dulcemente, posando una de sus manos sobre el pecho de su novia y
masajeando ligeramente el lugar-. El es un idiota.
Lauren: Abrázame -Suplico.
La chica simplemente lo hizo. Amaba abrazar a su novia. Amaba sentir como
lentamente Lauren aflojaba la tensión acumulada y se entregaba completamente
a sus brazos. Y la amo aun más cuándo los labios de Lauren besaron
dulcemente su frente.
Lauren: Lo siento -Se disculpo, ahora más calmada.
Camila: No te disculpes. Solo me defendías... Fue algo agresivo, sí, pero esta
bien. Se por qué lo hiciste... Yo habría hecho lo mismo por ti -Hizo una pausa y
suspiro, recostándose sobre el pecho de su novia, sintiendo su corazón
palpitar-... Te amo, Lauren Jauregui.
Como respuesta recibió los brazos de su novia envolviendo su cuerpo en un
fuerte abrazo que contenía tantos sentimientos que Camila sintió que estaba por
explotar. No era un "Te amo" verbal... Era mucho más que eso.
Lauren: ¿Te parece si vamos a tu casa? Tienes que curarte esas heridas...
-Indico señalando el labio de su novia-... Y realmente quiero estar junto a ti lo
que nos queda del día.
Camila: Esta bien, pero primero tienes que besarme. Dicen que es una buena
anestesia.
Lauren: Eso es impos...
Camila: Solo bésame.
Lauren simplemente asintió, Camila sospechando que se había dado por
vencida en explicarle el hecho de que los besos no podían ser anestesia, y la
beso dulcemente, Camila dejando escapar un leve gemido de dolor.
Lauren: Lo siento...
Camila: Shhh, esta bien -Volvió a besarla, esta vez preparada para el ligero
dolor que sintió- ¿Lo ves?
Su novia simplemente asintió y beso la frente de su novia antes de levantarse
lentamente junto a Camila, que aun estaba sufriendo un gran dolor en su
abdomen debido a los recientes golpes.
Lauren: Te ves como Karla.
Camila: ¿Eso te gusta?
Lauren: Me encanta -Susurro, besando su cuello durante unos segundos,
mordiéndolo ligeramente- Ahora dame las llaves. No puedes conducir en este
estado.
Camila: ¿Sabes conducir?
Lauren: Sí, pero no me gusta hacerlo. Me parece aburrido.
Camila se sintió sorprendido. Jamás la había visto conducir, pero confiaba en
ella. Sabía que jamás la pondía en peligro.
Camila: Entiendo -Susurro abriendo la puerta del copiloto, para luego sentarse
con dificultad y colocarse el cinturón de seguridad, Lauren besando su mejilla
antes de alejarse.
Casi se sintió sufrir un ataque al corazón al ver a Lauren rodeando el auto.
Llevaba el Beanie morado típico en ella y una larga camisa negra a cuadros
junto a unas zapatillas deportivas. Tal vez no parezca la gran cosa, pero el
punto era que la chica no llevaba pantalones, y sus blancas y largas piernas
quedaban a la vista. Tal vez llevaba shorts, pero eran tan cortos que su camisa
los cubría por completo.
Recorrió el cuerpo de su novia una y otra vez hasta que esta entro al auto, no
dándose cuenta de que había tenido la boca abierta todo el tiempo.
Camila: ¿Acaso quieres matarme? -Pregunto, no pudiendo evitar mirar sus
desnudas piernas una vez más. Si tan solo pudiera tocarlas...
Lauren: No, no, no, no quiero matarte -Negó de inmediato, aterrada ante la
suposición.
Camila: No es en serio... Es solo que -Trago saliva con dificultad-... Tus
piernas son tan sexys y... ¿Cómo se te ocurre no traer pantalón? -De nuevo
miro, esta vez por más tiempo, sonrojándose de inmediato al descubrirse
pensando en lo que habría bajo ese mínimo trozo de tela que cubría sus piernas.
Lauren: La camisa es lo suficientemente larga como para cubrirme -Susurro
encogiéndose de hombros.
Camila: No lo suficiente -Aseguro. Tenía la boca seca.
Lauren: Puedes tocar si quieres...
Camila abrió los ojos de inmediato, sorprendida y avergonzada, mirando los
verdes ojos de su novia de inmediato. El silencio se volvió incomodo.
Por sorpresa, la mano de Lauren sujeto la mano de Camila y la llevo lentamente
35
Camila: ¿Estás segura de que no hay nadie en tu casa? -Pregunto su novia por
quinta vez, aferrándose fuertemente a sus hombros. Lo cierto era que parecía
estar realmente adolorida.
Lauren: Si. Mamá iba de compras y papá aun debe estar trabajando. Taylor fue
a clases de teatro y Chris iba a acompañar a su novia a algún lado. Estoy sola,
lo prometo...
Lauren determino que la chica por fin había creído en lo que le estaba diciendo
cuándo hizo silencio y camino junto a ella hacía el interior de la casa. Subir las
escaleras fue difícil para ambas, pero finalmente llegaron a la habitación de
Lauren, ambas cayendo en la cama de esta con brusquedad para intentar
recuperar el aliento perdido a causa del esfuerzo.
Camila, claramente, fue la primera en recuperarse. Lauren, sin embargo, seguía
sintiendo que el aire le faltaba, así que cerró sus ojos fuertemente y se
concentro en recuperar lo que había perdido.
Mientras lo hacía sintió la mano de Camila acariciar su brazo sutilmente y no
pudo evitar sonreír y pensar que había hecho para merecerla. No era más que
Lauren Jauregui, la chica enferma que se pasaba los días encerrada en su
habitación, pero aun así, de una inexplicable forma, Camila Cabello parecía
amarla como jamás pensó alguien lo haría.
Poco a poco, en medio de todos sus pensamientos, su respiración logro volver a
la normalidad.
Se sentó lentamente, respirando profundamente mientras lo hacía, sintiendo una
de las manos de su novia sobre su espalda, ayudándola en el acto.
entrecejo.
Lauren: ¡¿Qué te dije?!
Camila: Lo siento Daddy.
Algo le decía a Lauren que su novia solo estaba intentando fastidiarla, y lo
confirmo cuándo sintió su risa contra su cuello.
Dinah: Ustedes son tan tiernas -Susurro, una dulce risa llegando a los oídos de
ambas a través del altavoz.
Camila: ¿Dónde está Normani, Dinah? -Pregunto. Parecía confundida. Lo
cierto era que Lauren también necesitaba saberlo.
Dinah: Bueno, ella... Mila... Bueno -El diccionario mental de Lauren le dijo que
la chica estaba nerviosa-... Verás, cuando un papá y una mamá se quieren mu...
No, eso es un mal ejemplo... Cuándo Dinah y Normani se quieren mucho
intentan... No, eso está mal...
Lauren: ¿Hiciste el amor con Normani? -Pregunto, una sonrisa formándose en
sus labios y la pregunta saliendo efusivamente. Era extraño como su cerebro
había trabajado de forma tan rápida y analítica esa vez.
Camila: ¡Lauren!
Dinah: Dejare que lo adivinen...
Normani: ¡AMOR! ¡APRESURATE! ¡EL AGUA SE ESTA ENFRIANDO... Y
YO TAMBIÉN!
Dinah: ¡YA VOY, MANI!... Lo siento chicas, tengo que irme.
Camila: ¿No crees que vas muy rápido, Dinah?
Dinah: Conozco a Mani desde hace siete años. Estoy segura de que en realidad
voy bastante lento.
Y sin más la llamada finalizo.
...............
Estuvieron juntas durante una hora que pareció ser perfecta. Se besaron,
hablaron, se miraron. Para muchos leerlo podría resultar poco interesante, pero
lo cierto es que cuándo estas con esa persona ni mirar la pintura secarse puede
resultar aburrido.
Camila: Tenemos que hacer algo con tus paredes -Susurro mirándolas
fijamente. Eran tan blancas, vacías y aburridas...
Lauren: ¿Cómo qué?
Camila: ¿No tienes fotos de tus artistas favoritos?
La chica asintió. La verdad era que tenía un montón, todas guardadas en un
ordenado álbum que no hacía nada más que llenarse.
Camila: Perfecto.
Quince minutos más tarde Lana del Rey y las chicas de Thug Harmony
ocupaban una pequeña parte de su pared. Lauren las había ordenado bien, de
modo que en su pared no reinara el caos.
Lauren: Lana es perfecta -Susurro apareciendo la foto durante varios segundos,
Luis: Te ves muy bonita -La halago, mirándola con una intensidad que no le
gustaba.
Lauren: ¡Deja de mirar mis piernas! -Exigió. Quería gritar, decirle a su madre
que no quería ver al chico nunca más, pero lo sucedido anteriormente con su
novia le había quitado el aire de los pulmones y simplemente no podía.
Luis: ¿Qué es eso que tienes en el cuello? -Pregunto, frunciendo el entrecejo en
una mueca aterradora. De inmediato Lauren cubrió su cuello, recordando la
gran marca que Camila había dejado allí, sonriendo al pensar en la chica que
estaba descansando bajo su cama- ¿Ya estas con alguien más?
Lauren, sabiendo que mentir no era lo suyo, simplemente asintió.
Luis: Eres tan estúpida... -Susurro, escupiendo mientras hablaba y se acercaba a
ella-. ¿Por qué?
Lauren: Lo nuestro no fue real. Lo sabes... Y han pasado años.
Luis: ¡Al inicio lo fue! -Estaba cerca, muy cerca. Lauren intento alejarlo, pero
el chico era más fuerte de lo que ella nunca sería.
Lauren: ¡Nunca lo fue! ¡Tú lo creíste! ¡Yo solo quería que mi mamá dejara de
llorar por mí!
Luis: Entonces eres una estúpida por haberme usado y...
Lauren: Tu lo sabías, Luis. Tú también tenías algo que ocultar... Y tú fuiste
quien cometió el error.
Luis: Pero yo me enamore de ti...
Lauren: ¿Y por eso me engañaste?
Luis: No podía engañarte. Nuestra relación no era real.
Lauren: Entonces tu amor tampoco -Finalizo.
El chico simplemente suspiro y sujeto los brazos de Lauren, ella de inmediato
comenzando a respirar agitadamente. El aire comenzó a faltar en sus pulmones
cuándo Luis comenzó a besar su cuello.
Lauren: Déjame en paz -Susurro, sus ojos humedeciéndose. Le gustaba cuándo
Camila hacía eso. Luis era un asco.
Luis: Tal vez tengas razón. No te ame. Pero aun así quiero hacerte mía,
Lauren...
Y con esto el chico ya no dijo más.
Beso su cuello agresivamente, Lauren dejando a las lágrimas descender. Intento
gritar, pero las palabras no salían de su garganta. Se sentía mareada, asustada,
sucia...
Con su mano libre Luis sujeto uno de sus glúteos bajo su camisa, la chica no
disfrutando de la sensación. Odiaba las raposas manos de Luis. Odiaba sus
toscas caricias. Odiaba su olor a sudor. Odiaba la sensación de su barba
recortada sobre su piel. Odiaba todo acerca de él.
Lo odio más cuándo lo sintió acercarse a su cadera, sintiendo el bulto en su
entrepierna.
36
señora Marta me detuvo. Ella solo me miro, y supe que estaba mal. Que quería
tener su edad algún día... Y por eso comencé a mirar a través de la ventana.
Mirar a través de ella me recordaba que a pesar de todas las estupideces que tu
decías tenía que vivir, porque, tal vez algún día yo podre salvar a una chica
como ella me salvo a mi.
Camila suspiro entristecida. Su abuela siempre había logrado hacer que una
vida mierda no pareciera tanto una vida mierda. Deseo abrazarla en ese mismo
momento. Su abuela no solo la había hecho feliz. Su abuela, sin pensarlo, había
salvado al amor de su vida.
La rodeo con su brazos sin poder evitarlo. Tal vez ella también necesitaba un
abrazo luego de escuchar lo que había escuchado.
Clara: ¡SUELTA A MI HIJA, ESTUPIDA!
Mike: ¡BASTA CLARA! ¡ES TU HIJA! ¡ES SU NOVIA! ¡BASTA!
Clara: ¡NO PUEDO VIVIR CON UNA ESTUPIDA LESBIANA, MIKE!
Lauren: ¿Que... que quieres de... decir con... eso? -Balbuceo entre lágrimas.
Clara: Vete de mi casa, Lauren...
La chica se tenso bajo los brazos de Camila al escuchar esto, elevando la vista
repentinamente. La chica de ojos marrones de inmediato escucho su respiración
irregular y supo que un ataque de pánico estaba a punto de llegar.
Lauren: ¿Qué? -Estaba temblando.
Camila la abrazo fuertemente y coloco una de sus manos contra su pecho,
susurrándole al odio que debía respirar tranquilamente. No logro calmarla por
completo, pero algo es algo.
Clara: En mi casa no viven abominaciones como tu, Lauren.
Mike: ¡Deja de tratarla así!¡Solo esta enamorada! ¡Y estoy seguro que Camila
en mejor que cualquiera de esos chicos con lo que te gustaría verla!
Clara: ¿Sabes por qué los chicos la tratan así? ¡Porque se lo merece! ¡Es un
bicho raro!
Mike: ¡Es tu hija, Clara! ¡Por Dios! ¡Deja de hablar de ella como si no lo fuera!
Clara: Ella no es mi hija. Mi hija no es lesbiana.
Lauren: Sí lo soy, mamá...
Clara: No vuelvas a llamarme así -Advirtió subiendo las escaleras de la casa
con furia. Cuándo Camila escucho la puerta de la habitación de Lauren abrirse
con brusquedad, supo de inmediato lo que la mujer estaba haciendo allí, y lo
confirmo cuándo bajo con un par de grandes maletas entre manos.
Mike: Clara, esta también es mi casa. Ella no se va a ir.
Clara: Sí lo hará. Si tu quieres una hija lesbiana puedes irte con ella...
Camila: Señora Jauregui...
Clara: A mi no me hables, estúpida...
Y sin decir más se dirigió a la cocina, Mike suspirando y yendo rápidamente
tras ella. Camila sabía que el hombre intentaría hacer cambiar a Clara de
37
Cuándo Lauren despertó Camila aun estaba abrazada a ella, y no pudo evitar
acercarla más a su cuerpo en un fuerte abrazo y sonreír. Si bien dormir con
otras personas siempre la había incomodado, había algo en los brazos de su
novia que la había hecho dormir como nunca.
Miro el reloj fijamente. Era aun temprano para la chica de la ventana, incluso
en días de escuela.
Se alejo de Camila lentamente, depositando un dulce beso en su mejilla, con
intenciones de dejarla descansar. Ese día su novia iría al colegio, así que dormir
era importante.
Tomo un short blanco y una camiseta de Lana del Rey antes de ir al baño para
tomar una rápida ducha y hacer sus necesidades fisiológicas. Dejo la habitación
poco después, asegurándose de cubrir bien a su novia con la sábana y
depositando un casto beso en sus labios.
Intento preparar un buen desayuno para la familia, y lo logro a pesar de que las
cosas no estaban ubicadas como en casa. Luego desayuno sola, disfrutando del
silencio y resolviendo un crucigrama mientras bebía su jugo de manzana,
sonriendo al sentir que estaba siguiendo una pequeña parte de su típica rutina.
Luego se coloco su dosis diaria de insulina y tomo la gran cantidad de
medicinas prescritas que necesitaba. Estaba terminando de lavar su plato
cuándo Sinuhe y Alejandro Cabello entraron.
Sinuhe: Oh, Lauren... No esperaba verte -Le dijo con una sonrisa, colocando
una mano sobre su espalda cariñosamente, Lauren no sintiéndose
completamente cómoda con el contacto-. Buen día.
Lauren: Les hice el desayuno -Susurro alejándose un poco de la pareja, no
comprendiendo como después de la amplia charla que habían tenido el día
anterior aun no podía sentirse bien junto a ellos. Sinuhe era definitivamente una
madre divertida y de mente abierta que la chica de ojo verdes habría pagado por
tener, y Alejandro era un hombre bastante cálido y de mirada reconfortante. Tal
vez estaba destinada a no disfrutar jamás del contacto físico.
Sinuhe: No tenías que hacerlo, Lauren -Susurro, Lauren entregándoles sus
respectivos alimentos y guiándolos al comedor tímidamente.
Lauren: Quiero hacerlo -Susurro.
Luego de esto, ambos decidieron asentir, sabiendo que la chica no cedería,
comenzando a desayunar.
Alejandro: Esta muy bueno -Alago.
Lauren: Gracias...
Alejandro:... Pero un buen desayuno no va a desaparecer el hecho de que
dormiste con mi hija y estoy enojado por eso, porque se supone que teníamos
un trato...
Lauren: Señor Jauregui, yo... -Susurro, completamente aterrada. Sabía lo que
podía suceder, y wi los Cabello la echaban de casa, ya no tendría otro lugar
adonde ir.
Alejandro: Solo cuéntame por qué mi hija estaba allí y no tendrás que irte
-Había una arruga en su frente, y un ligero toque de enojo en su voz que el
diccionario mental de Lauren detecto fácilmente.
Lauren: Ella... yo... nosotras estábamos -Respiro hondo. Los nervios no iban a
ayudarla en momentos como aquellos-. Ella volvió a su habitación, pero yo...
yo no podía dormir... Lo prometo, yo... yo no... no fui a su habitación porque
sabía que estaba mal y... luego ella volvió... y no pude... no pude pedirle que se
marchara porque... tenía miedo... de que el.... el volviera... -Confeso
lentamente, trabándose y dejando que un par de sus lágrimas descendieran por
sus mejillas.
Sinuhe: Oh, Lauren... Nosotros no sabíamos que...
Alejandro: ¿Estás bien? -Pregunto levantándose, intentando rodearla con sus
brazos, ella alejándose bruscamente.
Sinuhe: Recuerda, Alejandro. Nada de contacto.
Alejandro: Tienes razón, lo siento -Se disculpo, volviendo a sentarse,
mirándola con pena. Lauren recibía miradas como esas muy seguido-. Solo...
No te pediré que no vuelvan a hacerlo, pero por favor duerman con la puerta
abierta y no hagan nada indebido.
Lauren: Esta bien -Acepto limpiando sus lágrimas rápidamente.
Sinuhe: ¿Y tu lo estás? -Parecía preocupada, como si Lauren fuese realmente su
hija- ¿Estás bien? -Volvió a preguntar luego de que la chica de ojos verdes solo
pudiera permanecer callada.
Lauren: Estoy bien... O tal vez un poco bien. Hablare con mi psicólogo
mañana, el me... ayudara a estar bien... lo prometo... Además, Camz... ella me
ayudo un poco anoche -Aclaro-. Ella siempre me ayuda -Una sonrisa se dibujo
en sus labios inconscientemente.
Alejandro: ¿Cuándo te refieres a esa "ayuda" debo deducir que hicieron algo
más que dormir?
Lauren se sintió confundida al instante, su mente trabajando arduamente en
comprender.
Lauren: Lo siento, pero no puedo... entenderlo, señor Cabello.
Sinuhe: Estoy segura de que no hicieron nada de lo que estas pensando, Ale
-Aseguro sujetando y acariciando su mano. Lauren sonrío. Ella solía acariciar
la mano de Camila de la misma forma.
El hombre asintió lentamente, calmándose ante el contacto. Sinuhe lograba
calmar a Alejandro de la misma forma en la que Camila lo hacía con ella.
Camila, y cualquier cosa relacionada con ella era digna de admirar- ¡Lauren,
concéntrate! -La chica volvió a sacudir su cabeza y miro fijamente los ojos de
su novia, intentando olvidar la muy poca tela que la cubría en ese momento-.
Me encantaría que lo hicieras, pero mi mamá y mi papá...
La chica de ojos verdes la miro suplicante. Realmente quería hacerlo. Quería
que sus manos sintieran la cálida piel de Camila bajo estas, y que la electricidad
en su cuerpo le demostrara que no estaba soñando.
Camila: Si me miras así no puedo negarme, Lauren -Sonrío, acercándose
lentamente, Lauren no pudiendo evitar desviar su mirada a sus piernas
nuevamente- Deja de hacer eso -Exigió juguetonamente, cubriendo por unos
segundos los ojos de su novia cuándo estuvo lo suficientemente cerca.
Lauren dejo escapar un profundo suspiro cuándo sintió a Camila sentarse sobre
sus piernas, un par de ojos deseosos encontrándose.
Lauren: Eres hermosa, Camila Cabello -Susurro deslizando su mirada por toda
la extensión visible del cuerpo de Camila. Observo sus suaves y delgadas
piernas uniéndose con las suyas, también descubiertas debido al short, el
contacto entre pieles causandole un agradable hormigueo que terminaba en su
centro. Observo los brazos de Camila al rededor de su cuello, y sus propias
manos enredadas en la cintura de la menor.
Sin temor alejo sus manos de su cintura y descendido hasta que estas se
posaron en sus muslos, ambas suspirando, Lauren recorriendo con la punta de
sus dedos una pequeña extensión de piel allí, Camila erizándose bajo su
contacto.
Camila: Bésame -La escucho suplicar.
Y Lauren, que habría dado hasta su último respiro por aquella chica de ojos
chocolate y enorme sonrisa, lo hizo, aferrándose a sus muslos como si no
quisiera dejarla ir.
................
Camila se había marchado minutos después, Lauren sintiendo un gran vacío al
no poder tenerla un poco más. No era como si no estuviese acostumbrada a no
verla durante las mañanas, pero ese día realmente necesitaba a alguien. Estaba
en una casa desconocida, con cosas desconocidas, con rutinas desconocidas,
pasando por una situación desconocida. Necesitaba la mano de Camila para
sentirse un poquito mejor con esto.
Tampoco la vería en la tarde, ya que había quedado de verse con Ally en el
hospital. No es que le desagradara la idea, pero ver cinco minutos a su novia
antes de irse no le haría ningún mal.
Ya que no necesitaba diálisis podía aprovechar sus jueves mejor que antes, y
Lauren solo podía sonreír al pensar en esto. ¡Saldría a solas con Ally por
primera vez en años! Tal vez incluso irían al cine para rememorar los
momentos en los que solo eran Lauren y Ally, las dos mejores amigas que el
Día 2: Siempre te prometí no hacerte llorar. La primera vez que nos peleamos y
te vi llorar por las miles de estupideces que dije te prometí que jamás volvería a
hacer nada igual. Pero lo hice, una y otra vez. Supongo que no puedo cumplir
mi promesa.
Día 3: Ahora que lo pienso mientras te veo dormir en el sofá con lágrimas aun
en tus mejillas, se que en realidad debí prometer que te haría dejar de llorar. Sí,
admito que a veces era un estúpido y te hacía llorar. Pero mis tonterías te
hacían reír. Supongo que siendo un estúpido también lograba que tu dejaras de
llorar. Pude haber aprovechado mi estupidez un poco más.
Día 4: Esta carta no va a tener sentido, Ally. En realidad estoy escribiendo este
párrafo mientras tengo un dolor de cabeza terrible. Si paso a hablar de mi amor
por ti a mis grandes deseos de manejar un ferrari, espero sepas entender por
qué. Lo siento.
Día 5: Te amo. Mucho. Es todo lo que creo ser capaz de escribir hoy.
Día 6: No se como lo haces, pero ayer tenía una jaqueca terrible y tu solo
viniste hasta acá, me abrazaste y poco a poco comencé a sentirme mejor. Y me
sonreíste cuándo te dije que te amaba. Sufriría todas las jaquecas del mundo
solo para verte sonreír como lo hiciste en ese momento.
Día 7: Estoy olvidando las cosas muy rápido. Tengo miedo de olvidarte a ti.
Día 8: Lo siento. Ayer me descontrole. No se como destroce la mitad de mi
departamento, pues no lo recuerdo. Lamento que lo vieras, y lamento haber
destrozado la primera foto que nos tomamos juntos. Intentare repararla, lo
prometo.
Día 9: No quedo bien. Use cinta y tu nariz esta donde debería estar tu pie
derecho. Lo siento. Creo que termine arruinándolo.
Día 10: ¿Por qué sigues sonriéndome como si no hubiese hecho nada malo?
Rompí esa foto. Nuestro primer recuerdo. ¿Por qué seguiste sonriendo cuándo
la viste? ¿Por qué sonreíste cuándo viste una mano en donde debía estar mi
rostro? ¿Y por qué me besaste después?........... Te hice todas estas preguntas.
Dijiste que mis actos valían más que esa simple foto... No lo entiendo, Ally.
Creo que ahora comprendo a Lauren. ¡Esto es tan estresante!
Día 11: Otro ataque. Lo siento, Ally. Lamento que ahora tus padres lo vieran
también, y lamento haber roto esa taza.
Día 12: El doctor estaba revisando nuevos exámenes, Ally. Hable con el. No
recuerdo si estabas allí, lo siento. Me dijo que el tumor estaba creciendo, pero
no pude escuchar que dijo a partir de allí, porque tenía un bonito reloj detrás de
el. Le pedí al reloj que me diera más segundos para vivir, pero la manecilla
seguía andando. Supongo que le gusta burlarse de mi.
Día 13: No se por qué hoy estuve pensando en Lauren. No es como si no
hubiese pensado en ti, pero hay algo en mi cabeza que me dice que ella va a
leer esto... Te quiero, Lauren. Y te aprecio. Tu llevas toda una vida muriendo,
pero yo, que apenas llevo trece días, ya quiero mandarlo todo a la mierda. Pero
no lo hago por ti. No lo hago porque tu tienes más razones para hacerlo. Has
estado dieciocho años temiendo no despertar, pero no lo has enviado todo a la
mierda. Supongo que yo tampoco debo hacerlo. Es extraño, pero te admiro por
no morir...
Día 14: He olvidado tanto, Ally. Intente recordar cuántas pastillas debía
tomarme en la mañana, pero lo olvide Ally. Lo olvide. Olvide como leer este
número (2). Tengo miedo, Ally.
Día 15: Duele, Ally.
Día 16: Lauren y Camila deberían estar juntas siempre. No lo se. Ellas merecen
tener la historia que nosotros no podremos tener.
Día 17: Mi doctor dijo que... Esa mosca es linda Ally. Deberías verla.
Día 18: Soñé contigo. Estabas bailando la macarena. Fue muy gracioso... El
punto es que te amo.
Día 19: Tengo miedo. Soñé que me arrollaba un auto, y dolió. Tengo miedo de
que morir duela más.
Día 20: Desperté y olvide tu nombre. Vi tu foto y no te recordaba. Perdón. Leí
esto y te recordé. Hola Ally. Te amo.
Día 21: Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally.
Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally.
Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. Ally. No me dejes olvidarte.
Día 22: Gracias por entregarte a mi. Te amo Ally.
Día 23: Otro ataque. Lamento lo de tu libro.
Día 24: Olvide como escribir cas... ces... kas...caz... Es dónde vivo, Ally. No lo
se. No lo recuerdo. Pero siempre quise una para nosotras.
Día 25: Gracias.
Día 26: Te amo.
Día 27: Te amo.
Día 28: Te amo.
Día 29: Tengo miedo.
Día 30: Adiós Ally.
Una lágrima resbalo por su mejilla.
.................
Lauren: ¿Qué hacemos acá?
Ally: No lo se. Planeaba llevarnos al cine, pero... Algo me dijo que debíamos
venir.
A Lauren no le aterraba el lugar como a la mayoría. De pequeña coleccionaba
fotos de lápidas, incluso. Pero hubo algo ese día que, mientras se acercaba a la
lápida de su amigo, le hizo erizar la piel.
Ally se abrazo a ella, como si fuese la única persona en ese momento que podía
mantenerla de pie.
Lauren río.
Lauren: Limpie tu habitación -Le notifico, sin venir al tema. Lo cierto era que
quería saber si su novia había visto su trabajo.
Camila: Lo note. Jamás la había visto así. Literalmente puedo ver mi reflejo en
el suelo -Contesto besando su mejilla, una sonrisa apoderándose del rostro de
Lauren-. Gracias.
Lauren: No es nada -Susurro, devolviendo el beso en la mejilla de su novia-.
Solo quería hacer algo por ti. Por ustedes. Están dándome un lugar donde
quedarme y...
Camila: Y te amo.
Lauren: ¿Perdón?
Camila: Realmente te amo, Lauren Jauregui, y no tienes que hacer nada por
nosotros. Estas acá porque nosotros te queremos acá. ¿Bien?
La chica simplemente asintió, sabiendo que al siguiente día recibiría la misma
charla. No dejaría de hacer lo que estaba haciendo. No quería sentirse como
una idiota. Como aprovechada. Como una inútil.
Camila: Lauren...
Lauren: ¿Dime?
Camila: ¿Tienes algo que hacer exactamente dentro de un mes?
Lo pensó unos minutos, buscando algo significante en su organizado cerebro.
Si aceptaba el trasplante tal vez si tendría "algo" por hacer, pero eso aun no
estaba decidido, y no iba a hablar de ello con Camila. Esa era una decisión que
Lauren sentía que debía tomar sola.
Lauren: Citas con mi psicólogo, tal vez...
Camila: Bien. Sera mejor que marques la fecha en tu calendario. Ese día
tenemos que ir a un concierto...
Lauren: ¿One Direction? -Pregunto mirándola a los ojos. Sabía el fanatismo
que su novia tenia por ellos, así como el que ella sentía por Lana y Thug
Harmony, así que no le habría extrañado que el concierto fuese de esos cinco
chicos.
Camila: Thug Harmony, en realidad -Contesto con una sonrisa.
Lauren solo pudo besarla, sabiendo que jamás podría conocer mejor mujer en el
mundo que ella.
...................
Al terminar la película solo Ally estaba llorando por el devastador final.
Normani y Dinah habían estado muy ocupadas besándose, al igual que Camila
y Lauren, pero estas últimas no habían gemido ni una sola vez.
Ally: Pobre Bob -Chillo limpiando sus lágrimas con un pañuelo.
Dinah: ¿Bob? ¿Quien es Bob? -Pregunto confundida, separándose
momentáneamente del cuello de su novia- ¿Es tu nuevo novio?
Normani: ¡Dinah! ¡No digas eso! ¡Troy murió hace poco!
Dinah: Esta bien, tienes razón, perdón... Pero si quieres seguir con tu vida esta
bien. Sobretodo si decides unirtenos y...
Normani: ¡Dinah! ¡No vamos a hacer un trío!
Dinah: ¿Por qué no? -Pregunto mirando a su novia, el diccionario mental de
Lauren diciéndole que la chica solo estaba bromeando.
Normani: ¡Porque no! ¡Punto!
Ally: ¿En serio fui la única que vio la película?
Entre carcajadas, las demás asintieron.
..............
Esa noche, mientras Lauren abrazaba fuertemente a Camila e intentaba dormir
escuchando los fuertes ronquidos de Dinah, respiro hondo y acaricio sus
delgados brazos, sintiendo que su novia se abrazaba más a ella ante el contacto
aun en sueños.
Y supo que no podría estar ni un día sin ella.
Las medicinas estaban funcionando. Su corazón se fortalecía cada día más. Ya
no tardaba tanto tiempo en recuperar el aire.
Estaba dispuesta a esperar toda una eternidad a que su corazón funcionara
ligeramente bien. Incluso estaba dispuesta a vivir con un corazón rechazado.
Pero no estaba dispuesta a alejarse de los brazos que en esos momentos
envolvían su torso.
Habría muchos donantes en el futuro, pero ¿Cuándo volvería a encontrar el
amor? Tal vez nunca.
No estaba dispuesta a perderla por un corazón que posiblemente también
rechazaría.
Decidió quedarse.
Se quedo no porque fuese idiota y prefiriese morir. Lo hizo porque estaba
enamorada y prefería amar.
.......................
Austin cerro los ojos cuándo sintió un suave beso en sus labios.
Austin: No volveré a hacerlo -Expreso dejando escapar una lágrima por sus
ojos-. No volveré a acostarme con Ariana. Lo prometo.
Es extraño que esta promesa si se cumpliera.
38
era afortunado.
Camila miro extrañada como su novia permaneció entre los brazos de la
pequeña chica cuándo ella se alejo. Parecía haber estado esperando ese abrazo
por años, y no los rechazaba aunque no fuese una aficionada a darlos.
Ni siquiera se alejaron cuándo una chica apareció por la puerta del baño
rapeando canciones de Beyonce. Camila la miro fijamente, reconociéndola de
inmediato como Mom Mani debido a sus dientes de aluminio y a sus miles de
accesorios en oro y plata. Camila estaba segura de que Mom Mani podía rapear
hasta las canciones de Barney.
Becky de inmediato se lanzo sobre ella, ambas cayendo al suelo debido a que la
chica de dientes de aluminio no había podido reaccionar a tiempo. Becky
también la lleno de besos. Se levantaron segundos después.
Mom Mani: ¡Boyfriend Ally! ¡Dime que no estoy loca! ¡Estoy viendo a las
Karla y Loren de hace seis años!
Boyfriend: No, Mom, no estas loca... Pero esa chica tiene mejor culo -Dijo
palmeando agresivamente el culo de Camila, la chica soltando un gritito y
cubriéndose. La pequeña había logrado que su nalga palpitara-. Y esta otra
tiene mejores pechos -Indico señalándolos sin pudor y sujetando uno un par de
segundos, Lauren cubriéndose de inmediato, incomoda- ¡Y son reales!... Es
como gOOgle, si sabes a lo que me refiero Mom...
La chica simplemente asintió y corrió a abrazarlas. Sus abrazos eran igual de
cálidos que los de Ally, y Camila debía admitir que tenía cierto parecido con
Normani.
Eso era una locura.
Mom Mani: Disculpen a Boyfriend Ally -Les susurro-. Le encanta toquetear
gente, pero es más virgen que el aceite.
Boyfriend Ally: ¡No soy virgen! ¡Pregúntale a Thug Rob!
Tanto Becky, Lauren y Camila abrieron sus bocas, sorprendidas ante la
confesión.
Thug Rob: ¿Qué sucede conmigo? Yo solo venía a traerle sus chanclas a my
boyfriend, yes my boyfriend...
Boyfriend Ally: Nada, Thug Robsito. Nada.
La conversación se vio interrumpida por un golpe. Cuándo voltearon a ver, era
Finah, que se había golpeado la cabeza con el marco de la puerta. Camila lo
supo por las medias blancas que llegaban a sus rodillas y su GRAN altura.
Finah: ¡Por mis olorosos pies! ¡¿Por qué no existen puertas más altas?!
-Gruño-. ¡Todo es culpa de Karla y Loren! ¡Me echaron Boyfriend Ally! ¡Están
tocándose como si fueran gelatina! -Exclamo mirando a la pequeña, enojada.
Boyfriend Ally parecía un bebe frente a ella. Finah debía medir al menos dos
metros-. ¿Ya he dicho que odio Koren? -Ciertamente era la única de las chicas
que no parecía terminar de aceptar esa relación.
hablando.
Karla: ¿Quieres un abrazo ovejita salvaje?
Lauren simplemente asintió, sonriendo, echándose a los brazos de Karla en
cuánto esta libero a su novia.
Río junto a Loren cuándo vio las sonrisa en ambos rostros.
Karla: Me recuerdas tanto a ella la primera vez que la vi -La escucho susurrar,
o intentar hacerlo. La voz de Karla era bastante alta y chillona, y cualquiera
podría escucharla.
Fue entonces cuándo Camila sintió una mano en su brazo. Cuándo la vio, la
mano estaba llena de tatuajes. Uno en especifico le llamo la atención. La "K"
de Karla.
Cuándo Camila la miro, la chica estaba intentando ocultar sus ojos húmedos.
Loren: Supongo que también deberíamos abrazarnos. Ya sabes, para que no sea
incomodo.
Camila lo hizo.
La chica la abrazaba fuertemente y suspiraba, como si estuviese intentando
recordar algo. La primera vez que había visto a Karla, tal vez.
Su abrazo era cálido, reconfortante. Necesitado.
Era como si necesitara saber que estaba haciendo las cosas bien. Que la
apreciaban de verdad.
Cuándo se separaron y Loren miro a Karla para luego saltar a sus brazos, supo,
al ver los ojos de Karla, que así se veía ella cuándo estaba junto a Lauren.
................
Fueron tres fotos las que se llevaron las chicas, debido a que las portadoras del
pase eran tres. La primera fue un abrazo grupal, luego hicieron caras graciosas
y finalmente (no podía faltar) tomaron sus fotos con su mejor pose pandillera.
Se sorprendieron cuándo las chicas de Thug Harmony pidieron selfies junto a
Lauren y Camila, sin ignorar a Becky, pidiéndoles permiso para subirlas y
mostrarle a los fans el gran parecido, las chicas aceptando solo con la condición
de que las siguieran en twitter.
Fueron varias fotos. Una grupal, otra con Lauren junto a Karla, otra con Camila
junto a Loren, ambas parejas, Boyfriend Ally, Becky, Camila y Lauren...
La chica de ojos verdes jamás se sintió incomoda con el flash de la cámara, y
para Camila fue genial.
Su novia realmente estaba divirtiéndose.
Cuándo finalmente salieron de allí Lauren aun estaba riendo.
Para Camila ese día, a pesar de que Thug Harmony no era su banda favorita,
fue el mejor de toda su vida.
................
El concierto fue verdaderamente increíble, más de lo que Camila había
esperado.
El ruido que hacían las fans gritando y rapeando era espectacular, al igual que
el BeatBox de Loren Jambalaya (¡Vamos! ¡Si su novia tenía un crush con Karla
ella mínimo debía tener un crush con la esposa de esta!), aunque, como
pudieron notarlo durante los quince minutos en los que interactuaron con los
fans y estos le pidieron algo de rap a la chica del lunar y los tatuajes, su estilo
libre era un asco.
A mitad del show, Karla y Loren aparecieron solas en el escenario.
Karla: Ovejitas salvajes -Dijo, Loren intentando silenciar a la multitud-. Loren
y yo -La pobre no podía hablar. La multitud, con solo escuchar el nombre de su
esposa salir de sus labios ya estaba gritando de nuevo-, bueno... hoy tuvimos un
encuentro con dos gallinitas enamoradas -Camila sabía que Karla se refería a
ellas, así que rodeo con firmeza la cintura de su novia, que coloco su cabeza en
su hombro, sonriendo- que nos hizo recordar mucho a nosotras... nuestros
comienzos y...
Loren: Hemos decidido que tendremos algo así como un "Momento
romántico"... mientras yo hago el BeatBox, Karlz va a intentar usar toda su
imaginación para rapear romanticamente o algo así...
Karla: Si trajeron a alguien pueden abrazarlo, besarlo, toquetearlo, hacerle el
amor. Ya saben, las luces van a apagarse -Les guiño un ojo-. ¡Y si no hágalo
igual! ¡Las luces van a estar apagada, conejos en celo!
Y sin más, todo comenzó.
Camila y Lauren se abrazaron durante todo ese tiempo, cuerpo con cuerpo, sus
rostros escondidos en sus cuellos, recordando todo lo que habían pasado para
llegar allí, saltando suspiros de vez en cuándo.
Había sido un camino largo, y aun faltaba mucho por recorrer.
Cuándo todo termino aun estaban abrazadas.
Lauren: ¿Camila?
Camila: ¿Si?
Lauren: Te amo...
Y, sin más, se besaron.
...........
Esa noche, recostadas en la cama de Camila, abrazadas, con dolor de oídos y
dolor de garganta, Camila coloco su mentón sobre el pecho y Lauren y lo sintió
palpitar ritmicamente.
Lauren: Gracias -Susurro su novia besando la parte superior de su cabeza
dulcemente.
Camila supo de inmediato que no le estaba agradeciendo solo por el concierto.
Le estaba dando las gracias por estar en su vida. Por hacerla sonreír. Por
hacerla feliz. Por ser su novia.
El corazón de Camila comenzó a palpitar rápidamente, lleno de felicidad, y sin
poder evitarlo se levanto y la beso dulcemente, diciéndole con este gesto que
haría todo lo que había hecho y más para ver una sonrisa en su rostro.
Fue la última vez que se besaron antes de que todo lo malo comenzara...
39
deja abrazarla. Es hermosa porque cuándo habla de algo que le apasiona sus
ojos brillan. Es hermosaporue cuándo habla de mi sus ojos brillan... Es hermosa
porque a veces llora. Es hermosa porque a veces ríe. Es hermosa porque es mi
novia, y seguiría siendo hermosa aunque no lo fuera. Es hermosa porque la
amo. Es hermosa porque me ama. Es hermosa porque me protege. Es hermosa
porque me abraza. Es hermosa porque me besa. Es hermosa, Dinah. Lauren es
hermosa... Y lo que la hace aun más hermosa es que ella no sepa cuan hermosa
es.
Cuándo abrió los ojos, Dinah estaba limpiando sus lágrimas, conmovida.
Camila: ¿Estás bien?
Dinah: Sí, es solo que... Me conmoviste ¿Está bien? Me conmoviste porque mis
sentimientos hacía Normani son parecidos. Me conmoviste porque el amor
conmueve -Suspiro-... Se que Normani y yo vamos realmente muy rápido, que
parece que lo único que hacemos es hacerlo como conejos... Pero hay días en
los que solo quiero abrazarla y decirle lo mucho que la quiero. Hay días de los
que daría todas mis horas solo para tenerla entre mis brazos unos segundos.
¡Solo abrazarla! ¡Dinah "Caliente" Hansen solo quiere abrazar a Normani
"Sexy" Kordei! ¡Es decir! ¡Mira mis dedos, Mila! ¡Míralos! ¡Nacieron para
tener sexo con Normani y hacerla gritar de placer hasta que su anciana vecina
vaya a callarnos la boca con discursos eclesiásticos del siglo dieciocho! ¡Pero a
veces solo quiero acariciarla, Camila! A veces solo quiero sostener su rostro
entre mis manos y... A veces solo quiero decirle que la amo y lo muy especial
que es para mi. A veces solo quiero mirarla a los ojos y perderme en ellos para
siempre.
Aquella conversación constituyo los mejores minutos de aquel nefasto día.
...................
Las clases de ese día no fueron las mejores. Camila casi réprobo un examen, se
quedo dormida en una de sus clases y obtuvo un siete en un trabajo de diez solo
porque le grito a Ariana cuándo esta intento besarla cuándo estaba escribiendo
el nombre de Lauren en la parte trasera de uno de sus cuadernos.
En resumen, fue una muy mala jornada de clases.
Para colmo su celular se quedo sin batería la hora del almuerzo, lo cual no le
permitió llamar a su Lauren, a quien vería en la noche ya que su novia había
acordado en salir con Becky para observar los vídeos de los inicios de Thug
Harmony en "The Thug Factor" hasta la hora de la cena. No estaba celosa, los
celos habían desaparecido el día anterior. Estaba furiosa porque su novia no era
capaz de negar una propuesta tan estúpida por una sola vez en su vida. Sí, era
cierto, Lauren y Camila estaban juntas todos los días, pero ese día... Ese día
necesitaba estar junto a ella.
Ese día era un asco, y ella era la única que podía ser capaz de mejorarlo.
¡Y como si fuese poco los del "coro" habían sido castigados por no cantar en la
iglesia el domingo solo porque tenían una reunión programada para ese día!...
Ahora estaba indefensa. Austin podía atacarla en cualquier momento.
"Vaya día de mierda" Pensó. Ni siquiera su almuerzo parecía almuerzo y su
jugo estaba pasado de fecha.
¿Ahora que? ¿Un elefante aparecía de la nada y la aplastaba? No,por supuesto
que no. Morir aplastada por un elefante caído del cielo podría llegar a ser
gracioso. Y ese día no era gracioso. Era un día de mierda.
Dinah: Pasar tanto tiempo con Lauren te esta afectando, Mila. Podría tomarte
una foto ahora y saldrías con su cara de orto...
Camila: Cierra la boca, Dinah -Exigió.
Normani: ¡Woooh! ¡Cálmate un poco, Karla!
Camila: No... me... llames... Karla -Dijo entre dientes, irritada.
Normani: ¿Mal día, Mila?
La chica simplemente pudo asentir, colocando su rostro entre sus manos,
suspirando sonoramente.
Camila: Solo quiero llegar a casa y acostarme a dormir durante mil años.
Normani: ¿Solo dormir? -Pregunto elevando una de sus cejas, Camila no
comprendiendo exactamente lo que la chica estaba intentando decirle
indirectamente.
Camila:... En realidad creo que estoy pasando mucho tiempo con Lauren. No
comprendo lo que quieres decir, Mani.
Normani: Es solo que... Lauren y tu tienen la casa para ustedes solas casi todas
las tardes. Fácilmente podrían... ya saben...
Camila se sonrojo casi de inmediato, comprendiendo claramente a lo que su
amiga se refería.
Dinah: ¡El día que eso suceda dejare a Normani tener el mando durante
veinticuatro horas!
Normani: Oh, amor, eso es tan lindo de tu parte -Susurro, acariciando las
mejillas de Dinah dulcemente para luego depositar un beso en la comisura de
su labio, la chica alta de inmediato regalándole una sonrisa antes de tomar su
mano y acariciarla-... Ella nunca cede -Confeso a Camila.
Camila: No creo que le des pelea -Opino.
Normani: Tienes razón.
Fue entonces cuándo ese se convirtio en el peor día de su vida.
Austin solamente necesito cruzar la puerta de la cafetería para que Camila
supiera que ese día iba a ser el peor de día de todos sus días vividos en el
mundo.
Austin: ¡SEÑORAS Y SEÑORES! -Grito mirado a la multitud-
¡PROFESORAS Y PROFESORES! -Agrego mirándolos. Los pobres se
encogían de miedo ante el hijo del director. Eran simples títeres guiados por el
dinero y el deseo de conservar sus puestos- ¡Y USTED, LA SEÑORA QUE
haciéndolo sangrar. Pero el placer que Camila sintió al verlo casi llorar de dolor
solo le duro hasta que Luis, aun sosteniendo su entrepierna con dolor, golpeo a
Normani, haciéndola caer inconsciente junto a su novia.
Austin: Ahora es tu turno, Gaybello -Susurro vilmente, golpeando la palma de
una de sus manos con el puño de la otra.
XX: ¡DEJALAS AUSTIN! -Exigió una voz femenina.
Era Becky, que corría hacía ellos, intentando detener algo con solo palabras. Se
interpuso entre Camila y los chicos con los brazos extendidos, mirando al chico
de ojos claros.
Camila sabía que Becky no iba a golpearlo. Recordaba el primer día, en el que
la chica había corrido a abrazarlo. Recordó haberla visto hablar animadamente
con Austin y Luis fuera de clases. Recordó haberla escuchado hablar de el
varias veces como si se tratara de un ángel.
La única razón por la cual Camila no la había alejado de Lauren porque no por
ser amiga de unos cuántos idiotas ella era una idiota también.
Austin: Eres la menos indicada para estar acá, Becky -Susurro.
Becky: Pero aun así me quedare...
Fue entonces cuándo los ojos de Austin parecieron volverse rojos de furia y
miraron a Becky con odio. Tomo la camisa de la chica entre sus manos y la
hizo girarse, con su mano obligando a su rostro observar a Camila. Becky de
inmediato comenzó a llorar. Tal vez por el dolor. Tal vez por algo peor.
Camila quería actuar, hacer algo por la chica que la había defendido el día
anterior, pero sabía que en cuánto se acercara Luis la noquearía.
Austin: Cuéntale por que estas aquí, Becky -Susurro al oído de la chica, cuyos
ojos se llenaron de terror- ¡CUENTASELO!
Becky: Estaba ayudando a Austin -Dijo con una voz tan débil que Camila casi
no comprendió.
Austin: ¡MÁS ALTO!
Becky: ¡TE ESTABA AYUDANDO! -Grito.
Camila abrió los ojos como platos. No entendía a la perfección, pero algo le
decía que de lo que se enteraría no le agradaría. Aquello era...
Austin: ¡¿COMO ME ESTABAS AYUDANDO?!
Becky: Austin quería que yo te diera celos con Lauren para que Ariana
terminara llevándote a la cama y te sintieras como la mierda que el cree que
eres -Explico rápidamente, llorando, frunciendo el entrecejo con cada palabra,
como si odiara decir lo que estaba diciendo.
Camila estaba petrificada.
Becky...
La chica sonriente que se había hecho amiga de su nova...
Otro títere asqueroso de Austin Mahone y sus caprichos.
Austin: ¿Y qué sucedió cuándo supimos que Ariana no nos funcionaria, Becky?
Camila caminó lentamente por los nuevos pasillos. Las escuelas eran muy
distintas a las escuelas en México, y se sentía aterrada al tener los ojos de los
demás fijos en ella.
Estaba tan atemorizada de comportarse como una idiota el primer día que dejo
caer sus libros al suelo cuándo abrió su casillero.
Cuándo se agacho a recogerlos, ya había alguien allí.
XX: ¿Eres la nueva, verdad? -Pregunto sonriendole, tomando los libros y
colocándolos dentro de los casilleros de la chica ordenadamente.
Camila: Si -Murmuro.
XX: Soy Austin Mahone, y me pareces muy bonita -Se presento, mirándola
fijamente a los ojos, Camila sonrojarse instantáneamente.
Camila: Camila Cabello... Y supongo que me gusta tu gorra.
...................
Austin: Ahora si, bebe. Nada entre tu y yo -Susurro acercandosele demasiado.
Su horrible aliento envenenaba sus fosas nasales.
Camila: Estúpido de pene pequeño...
Austin: Si vamos a recalcar los defectos de los demás entonces supongo que
podemos hablar del hecho de que tu novia no puede dar ni cinco pasos sin
morir ahogada...
Camila: ¿Quien te lo dijo? -Pregunto retorciéndose, con veneno en sus
palabras, intentando liberar sus manos de los fuertes brazos de Luis.
Luis: ¡Becky, estúpida! ¡¿Acaso no prestaste atención?!
Austin: Estoy seguro de que Becky tiene su celular acá. También estoy seguro
de que su código de desbloqueo es la fecha de cumpleaños de Loren
Jambalaya. Estoy seguro de que tiene el número de tu amada novia. Y estoy
seguro de que, si la llamara, ella intentaría venir acá... Y su corazón no
resistiría.
Camila: ¡NI LO INTENTES, AUSTIN MAHONE! ¡GOLPEAME!
¡ESCUPEME! ¡LANZAME AL RIO! ¡MATAME SI QUIERES! ¡PERO NO
TOQUES NI UN SOLO CABELLO DE LAUREN JAUREGUI!
Austin: Puedo hacer lo que quiera, Camila...
....................
Austin sujeto uno de los brazos de Camila y la guío a través de la escuela a
mitad de la noche, la chica riendo sonoramente.
Camila: ¿No es algo excesivo venir acá solo por una gorra?
Austin: No cuándo yo te la regale.
Corrieron hacia el gimnasio, Camila aferrándose al chico con miedo a las
sombras proyectadas por la luz de la luna.
Encontraron su gorra bajo las gradas. El profesor le había ordenado quitársela
durante las clases y, simplemente, la había olvidado.
Camila: No deberíamos estar aquí -Susurro una vez fuera del lugar.
Aun así, a pesar de que su hija estaba radiante, el hombre tenía miedo. Miedo
de que el trasplantado corazón de Lauren no soportara un año más de vida. O
un mes. O una semana. O un día... Es por ello que intento hacerla pensar sobre
el trasplante en Nueva York, diciéndole que Camila podría esperarla un tiempo,
pero ella simplemente se negó. Estaba bien. Realmente estaba bien.
Se bajo frente al colegio, pidiéndole a su padre esperarla cinco minutos por si
Camila ya se había marchado. Era aun bastante temprano, pero su novia pudo
haber salido antes.
Lo que encontró la sorprendió...
Había al menos cien estudiantes en el estacionamiento del colegio, mirando
fijamente el espectáculo que se desarrollaba en el centro de este. Lauren intento
mirar lo que estaba sucediendo,procurando no acercarse demasiado a la
multitud.
Entre los pequeños agujeros dejados por los cuerpos de las demás personas
pudo divisar a su novia, con las ropas destrozadas y manchadas, en el centro,
cerca de Austin.
Apretó los puños. Iba a matarlo. Iba a matarlo por hacerle eso a Karla Camila
Cabello Estrabao. A SU Karla Camila Cabello Estrabao.
Estaba a punto de adentrarse para darle su merecido al estúpido chico cuándo lo
vio...
Camila simplemente se acerco y lo beso...
El dolor que la chica de ojos verdes sintió en ese momento fue peor que los
dolores que le producirían miles de ataques al corazón al mismo tiempo.
Sintió sus piernas temblar, gritos llamándola idiota en su mente, sus dedos
chasqueando sonoramente.
Camila...
Camila Cabello...
Su Camila Cabello...
Su novia estaba besando a ese chico que la maltrataba. Ese chico que había
producido tantas heridas en su cuerpo. Ese chico del que ella había protegido
tantas veces.
Al parecer, un maltratador era mejor que la enferma Lauren Jauregui.
"Cualquier cosa es mejor que tu, idiota"
"No eres lo suficiente, idiota"
"Ella es incapaz de querer a una enferma como tu, idiota"
"Ella merece a alguien mejor que tu, idiota"
"Idiota"
"Idiota"
"Idiota"
Lauren estaba tan dolida y enojada al ver ese beso que su diccionario mental no
pudo percibir el enojo en uno de los rostros y el asco en el otro. Realmente,
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en el trabajo, pero realmente creía que estaba a punto de morir con cada
respiración que daba. Y no estaba exagerando.
Sinuhe: ¿Hola?
Camila: Mamá, soy yo... -Susurro,un chillido escapando de sus labios debido a
la articulación de las palabras y el esfuerzo que debió hacer para pronunciarlas.
Cayo al suelo, sin impórtale el vomito bajo sus pies. No estaba bien. Se estaba
desvaneciendo. Y no podía luchar contra esto.
Sinuhe: ¿Camila? ¿Qué sucede? -Se la notaba preocupada.
Camila: Necesito que vengas a casa -Susurro, el aire faltandole en los
pulmones. Así debía de sentirse de Lauren cuándo perdía el oxigeno. Ahora
comprendía lo horrible que era-. Necesito que me lleves a un hospital... yo...
Sinuhe: ¿Camila?
Pero la chica se desmayo.
............
Abrió los ojos lentamente, sintiendo sus ojos arder debido a la intensa luz que
golpeaba sus pupilas y sus parpados cansados. Le dolía la cabeza y cada parte
de su cuerpo, aunque mucho menos que antes. En realidad, el dolor que sentía
ahora era como una simple caricia comparada con el dolor que había sentido
antes de desmayarse.
... ¿Desmayarse?...
Recordó lo que había sucedido en un par de segundos, desde los golpes, hasta
el beso y el agonizante trayecto a casa, abriendo los ojos repentinamente al
darse cuenta de donde estaba.
Aquel era el hospital.
Sinuhe: ¿Camila? ¿Estás bien?
No quería hablar, pues sentía la garganta hinchada y adolorida como nunca
antes... Era como si se la hubiesen quemado con un soplete... Así que
simplemente asintió. Estaba realmente bien... Es decir, no había muerto ni nada
parecido, o eso creía...
Sinuhe: Llamare a la enfermera -Susurro, acercándose a ella y besando su
cabeza unos segundos-. Vendra a revisarte, y después tenemos que hablar...
Camila frunció el entrecejo. ¿Acaso había tristeza en su voz?
...............
Luego de que las enfermeras y doctores hicieran las típicas revisiones
correspondientes y determinaran que Camila tenía solo algunos huesos rotos
que sanarían en semanas, es decir, nada verdaderamente grave, le dejaron sola
en aquella habitación junto a sus padres, Dinah y Normani.
La chica alta tenía un gran moretón en la mejilla, y Normani algunos pequeños
cortes en el rostro que parecían tener varios días de cicatrización.
Y Lauren...
Ella simplemente no estaba.
Se le estrujo el corazón.
Camila: ¿Hace cuánto estoy acá? -Fue lo primero que pregunto, su garganta
ardiendo intolerablemente ante la salida de aquellos sonidos.
Alejandro: Dos días -Susurro, sujetando su mano-... ¿Por qué no nos habíamos
contado de Austin, hija?
Camila abrió los ojos, volteando a mirar a sus amigas casi al instante, quienes
asintieron lentamente. Ellas le habían contado a sus padres sobre aquel chico,
adivino... Y estaba realmente agradecida por ello.
Camila no lo habría hecho jamás, no porque fuese cobarde. No lo habría hecho
porque pensaba que podía resolver sola sus problemas... Supongo que todos
pensamos como estúpidos alguna vez en nuestras vidas.
Camila: Yo solo... Pensaba... Fui una idiota, lo siento -Susurro, adolorida,
sabiendo que el intentar explicarse un poco mejor solo la haría sufrir- ¿Qué
sucedió con el?
Sinuhe: Lo detuvieron luego de que te ingresaran. No pudimos hacer mucho.
Su padre pago una gran cantidad de dinero y le dejaron en libertad
condicional... Pero prometió no hacerte daño. Dijo que ya le habías pagado lo
suficiente o algo así -Explico cruzada de brazos, hablando con odio en sus
palabras. Eran pocas las personas que se habían ganado el desagrado de la
madre de Camila, y Austin estaba entre los primeros puestos.
La chica simplemente asintió lentamente, recordándolo todo. Ella no había
pagado.
Sus labios habían pagado.
Camila: ¿Cuándo podre irme? -Estaba impaciente.
Sinuhe: Mañana según los doctores... Espero.
Silencio.
Camila: ¿Dónde esta, Lauren?
Nadie respondió.
La atmosfera se volvio pesada.
Intolerable.
Dolorosa.
Dinah: Camila, ella... -¿Acaso estaban cristalizados sus ojos? ¿Acaso Dinah
sabía algo que ella no?
Sinuhe: Estará esperando en casa. Dice que no le gusta estar en los hospitales
debido a su frecuencia de visitas a ellos, pero también dijo que te ama y... Ella
espera que estés mucho mejor cuándo vuelvas.
Y, por primera vez luego de despertar, Camila sonrío genuinamente.
..............
Camila subió al auto lentamente, sintiendo que se iba acostumbrando al dolor y
a la limitación de movimiento lentamente. Era algo que tendría que soportar
durante algunos días luego de aquella golpiza.
Durante el camino, Sinuhe y Alejandro estaban muy callados, al igual que Sofi.
Camila pensaba que era a causa de lo recientemente sucedido con Austin y su
internación en el hospital, así que no se esforzó en escuchar sus voces.
Simplemente, comenzó a pensar.
Pensó en por qué Lauren no la había llamado... Tal vez había pensado que
dejarla descansar sería lo mejor, pero aun así había algo en todo eso que no
encajaba del todo...
Dinah y Normani habían evitado hablar de ella... Y esto no tenía explicación. O
tal vez sí. Tal vez estaban molestas con ella por no ir al hospital a verla cuándo
lo necesitaba.
Hablando de no haber ido a visitarla... La explicación que había dado su madre
era creíble, pero Lauren no era así. Lauren era la chica capaz de lanzarse de un
puente si ella estaba abajo. Lauren era capaz de enfrentar su peor miedo solo
por ella,y eso lo sabía bastante bien.
Todo lo que estaba sucediendo era tan extraño, pero, aun así, decidio no
preocuparse demasiado por ello.
En realidad se preocupo en como se veía. En si a Lauren le darían asco los
cortes en su rostro y sus amarillentos y gigantes moretones, además de sus
millones de vendas y las facciones de dolor que se dibujaban en su rostro al
caminar.
Se preocupo también en como reaccionar cuándo la viera de nuevo.
Pensó en abrazarla... En realidad, necesitaba abrazarla para sentirse mejor de lo
que se había sentido en todos esos días. Necesitaba dormir junto a ella para
alejar sus miedos. Necesitaba besarla para sentirse menos adolorida. Necesitaba
sentir que todo estaba bien, al menos entre sus cálidos y reconfortantes brazos.
Cuándo llegaron a casa, su padre mantuvo las puertas del automóvil cerradas y
suspiro audiblemente, su madre sujetando su mano fuertemente.
Camila: ¿Qué sucede, papá? -Realmente estaba preocupada por ellos.
Alejandro Cabello no era de esos hombres que se comportaban como lo estaba
haciendo ahora.
Si bien quería salir corriendo y lanzarse sobre los brazos de Lauren aunque su
mente protestara por el dolor, su padre realmente no estaba bien, y los brazos
de Lauren podían esperar un poco más.
Alejandro: Tenemos que decirle -Dijo a su esposa, con los ojos humedecidos.
Camila: ¿Decirme que? -Ahora si estaba más que preocupada.
Sinuhe: Hija.. Esto va a ser difícil...
Camila: ¡Dímelo de una vez! -¿Qué mierda estaba pasando? ¿Por qué sus
padres se veían tan tristes? ¿Por qué parecían estar escondiendo un gran secreto
bajo llave?
Sinuhe: ¿Quieres saber por qué Lauren realmente no te ha visitado? ¿Por qué
no te ha enviado mensajes? ¿Por qué no ha enviado una carta o una flor?
Lo primero que se le vino a la mente al ver las lágrimas corriendo por las
mejillas de su madre al preguntar todo esto fue la muerte.
La muerte que siempre acechaba a su novia.
La muerte que siempre parecía querer llevársela.
La muerte que quizás ya había hecho de las suyas.
Camila: Mamá ¿Ella está bien, verdad? -Ahora ella también quería llorar. Le
picaban los ojos, y su corazón se estrujaba lentamente con cada segundo.
La mujer simplemente asintió, Camila lanzando un suspiro al aire.
Ella estaba bien.
Ella estaba viva.
Camila: ¿Un ataque, entonces? -Era su otra opción, y no completamente mejor
que la primera.
Sinuhe volvió a negar, limpiando sus lágrimas con un pañuelo.
Camila: ¿Entonces por que no ha...?
Sinuhe: Ella se fue, Camila.
Ella se fue.
Ella se fue.
Ella se fue.
Ella se fue.
Ella se fue...
..................
Camila no había llorado. No había gritado. No había golpeado nada.
Simplemente había salido del auto y caminado lentamente hacía su casa,
subiendo las escaleras como un muerto viviente, olvidándose del dolor corporal
mientras daba grandes y audibles zancadas sobre la madera de los escalones.
Ahora mismo, saber que Lauren se había ido sin dejar una nota, un mensaje o
algo era lo que realmente le dolía. Dolía tanto que la enmudecía y paralizaba.
Dolía tanto que la insensibilizaba..
Y no era como el dolor desvanecedor que había sentido días atrás al ser
golpeada.
... Dolía mucho más, como mil infiernos, pero ese dolor era tan intenso que no
le habría permitido desvanecerse. No solo quemaba, ardía y entristecía. Ese
dolor le retorcía el corazón, lo hacía polvo y lo pisoteaba miles de veces antes
de encenderlo en llamas y lanzarlo a tres mil metros de altura sobre una cama
de púas envenenada para que luego un carnicero acuchillara cada pequeño
trozo uno por uno y repitiera el proceso antes mencionado con cada pequeño
pedazo sangrante, envenenado y adolorido.
...Les dije que era mucho peor...
Al llegar a su casi ordenada habitación se encontró con aquel beanie morado
con la leyenda "Soy un unicornio" escrito al revés tirado descuidadamente
sobre el suelo. Tantos recuerdos tenía Camila Cabello con ese beanie sobre la
mejilla-. La amaba como solo ella puede ser amada... Con todo mi ser.
Suspiro.
Sinuhe: Hija -Dijo dulcemente, limpiando la lágrima con su dedo lentamente-.
Esta bien llorar -Le informo en un gran abrazo.
Camila suspiro audiblemente.
Era cierto.
Estaba bien.
Su libro favorito decía que el dolor demanda sentirse.
Y ese dolor en su pecho, ese dolor lleno de perdida y ganas de saltar por la
ventana sin mirar atrás, demandaba sentirse más que ningún otro dolor que la
humanidad pudiese sentir.
"Eres hermosa"
"Tú también lo eres"
"Tienes una linda sonrisa"
"Tú también"
"Buenas noches, chica de la ventana"
"Estuve pensando en ti, chica de la ventana"
"¿Estás diciendo que es divertido hablar conmigo?"
"Sí, supongo que sí"
"Mi nombre es Lauren. Lauren Jauregui"
"Un gusto conocerte, Lauren Jauregui. Soy Camila Cabello y posiblemente
soñare contigo"
"¿Qué estás haciendo conmigo, Camila Cabello?"
"Ahora mismo... te estoy sorprendiendo"
"Si tu eres una idiota, yo también quiero ser una idiota"
"¿Soñaste conmigo, Camz?"
"¿Camz?"
"No voy a ser la única con un apodo acá..."
"Son... son mis zapatos... Yo... Yo quería... quería atarlos pero... mis dedos...
mis dedos no son ágiles en eso y... ¡soy un desastre!"
"No lo eres, Lolo...."
"¿Tu sabes atarlos, Camz? ¿Podrías enseñarme?"
"¿Puedo dejar mi skate acá?"
"Con una condición..."
"¿Condición?"
"Mírame a los ojos..."
"¿Qué sucede, Lauren?"
"El problema es que me enamore de ti, Camila Cabello"
"No se cual es mi verdadera historia, Camz"
"No eres una estúpida rutina. Y no quiero que te vayas"
"... Estoy enamorada de ti"
"¿Camila?"
"¿Si?"
"Te amo..."
"Gracias"
Aferrándose fuertemente a aquel beanie y recordando cada momento junto a
Lauren, cada sonrisa, cada lágrima, cada palabra, cada mirada, cada toque,cada
abrazo y cada beso, se escondió en el cuello de su madre, recibiendo un fuerte
abrazo de parte de sus padres, y en menos de un segundo un fuerte sollozo
escapo por sus labios seguido de un imparable llanto que pudo haber hecho
llorar hasta al chico más rudo en la faz de la tierra.
..............
Lauren tenía mucho miedo.
Nueva York era muy distinta a Miami... No es que fuese un feo lugar, pero
estaba acostumbrada a otro tipo de panoramas que ya se habían convertido en
rutinas para ella.
El departamento donde se quedarían también era muy distinto a su vieja casa en
Miami. Gigante. Con olor a hombre sudado. Desordenado.
Tendría que aprender a vivir incomoda.
Lauren: ¿Aquí vamos a vivir? -Pregunto, sus dedos comenzando a chasquear y
su rostro mirando fijamente el suelo.
Clara: Sí. Peter, el dueño de la casa y amigo del padre de Ally, nos ha dejado
vivir con el.
Taylor: Huele muy mal -Susurro, arrugando su nariz.
Mike: Pero no puedes quejarte. Es una departamento enorme en el que solo
vive un hombre soltero y adicto a las fiestas. No puedes pedir más de lo que
ves, Tay.
Chris: Aun no puedo creer que nos obligaran a venir...
Clara: Todo es por su hermana. Deberían pensar en ella...
Taylor: ¿Y quién piensa en nosotros, mamá?
................
Lauren se encerró en la que de ahora en adelante sería su habitación y se
recostó contra la puerta, descendiendo lentamente hasta el suelo.
Ahora que estaba allí, a miles de kilómetros de Camila, se sentía la peor idiota
de la historia por haberse marchado.
Pero todo había sido culpa de su novia...
Ella había besado a ese chico...
Ella había besado a Austin Mahone...
Ella solo había buscado aliviar el dolor con un acto apresurado, no lográndolo.
Tomo su celular, intentando buscar consuelo en Ally, pero al ver una selfie de
Camila y ella en la pantalla de desbloqueo solo pudo sentir que su corazón era
estrujado cada vez más segundo a segundo.
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"me quejo porque los chicos de la tienda huelen a popo de caballo"! ¡Pero ella
sigue llamándome Norman y refiriendose a mi como si fuese hombre!
Camila: Tal vez solo tienes que hablar con ella -Aconsejo encogiéndose en
hombros.
Normani: ¡Hey! ¡Tienes razón!... No puedo creer que no se me haya ocurrido
antes...
Camila: Y Normani...
Normani: ¿Sí?
Camila: Cuidado con Taniela.
..............
Su tía llevo a Sofi a casa a las cinco, Camila de inmediato dedicándose a jugar
con ella y ayudarle a hacer las tareas del día siguiente.
Era martes.
Tal vez el dato parezca irrelevante, pero supongo que tenía que decirlo.
¿Acaso existe un día más normal que el martes?
...........
A las seis sus padres ya estaban en casa, y luego de cenar junto a ellos Camila
salió de casa y se sentó en la acera, como normalmente lo hacía desde que
Lauren se había marchado. Tal vez era la única forma que encontraba para no
llorar desesperadamente al lado de la ventana que ya no significaba nada para
ella.
Miro las estrellas fijamente, sin buscar formas o constelaciones de ningún tipo.
Simplemente las miro, pensando en su día y en su vida, charlando con su yo
interior, su rostro siendo iluminado por la luz artificial de las farolas.
Pensó en Lauren.
Siempre lo hacía.
Se preguntaba por qué se había ido. Si la había dejado porque lo había deseado
o porque había sido obligada.
Si lo había deseado ¿Cual era la razón?
Si la habían obligado ¿Volvería?
¿Y como sería todo si Lauren Jauregui decidiera reaparecer en su vida? ¿La
perdonaría? ¿Todo volvería a ser como antes? ¿Serían felices? ¿Volverían a
separarse? ¿Se odiarían a muerte?
Desgraciadamente, en esos momentos Camila Cabello no tenía las respuestas a
esas preguntas como las tengo yo ahora.
Ya cerca de las ocho, Camila percibió un ruido extraño en la calle. Era el
sonido de un vehículo que no debía estar allí. La demás personas del vecindario
solía llegar a su casa a las seis, o siete como máximo. Ocho era algo excesivo.
Y demasiado temprano para los pocos adolescentes de la zona.
Pensó en correr, pero luego supo que no corría peligro alguno. ¿Qué podrían
obtener los secuestradores -si es que lo eran- de una chica que acaba de cumplir
sus dieciocho años hace tan solo cinco meses y que no parece tener nada que
hacer con su vida aparte de tener que trabajar en una librería junto a las
personas con las que menos querría estar? La respuesta es sencilla: Nada.
Se quedo quieta, observando al auto acercarse y estacionar frente a la casa de
su vieja novia.
De inmediato pensó que debían de ser los nuevos habitantes, El lugar había
estado completamente deshabitado desde que ella se había marchado.
Se sorprendió increíblemente cuándo vio la silueta del padre de Lauren bajar
del auto, las siluetas de Clara Jauregui y sus hijos menores siguiéndole,
dirigiéndose al interior del lugar mientras el padre de su ex-novia se dirigía a la
parte trasera del vehículo y comenzaba a bajar equipajes por montón,
llevándolos al interior de la casa con facilidad.
Mentiría si dijera que Camila Cabello se mantuvo tranquila.
Su corazón estaba palpitando como solo había palpitado ocho meses antes, una
llama de esperanza floreciendo en su pecho y una sonrisa dibujándose en sus
labios. Se levanto sin poder evitarlo, limpiándose el short con rapidez, mirando
fijamente el auto, a la espera de que la hermosa silueta de Lauren fuese visible.
Sucedió.
Una de las puertas traseras simplemente se abrió, la figura de su ex-novia
descendiendo lentamente, como si nada hubiese sucedido ocho meses antes,
como si todo estuviese en calma y el corazón de Camila no hubiese sido
destruido brutalmente.
Fue entonces cuándo la vio por primera vez en meses.
La chica simplemente se dio la vuelta, la luz de las farolas iluminando su pálido
rostro. Se veía sana. Estaba hermosa, perfectamente maquillada, de una forma
en la que Camila no la había visto antes. Su corazón se detuvo un par de
milisegundos, siendo atacado por todos los sentimientos que se arremolinaron
dentro de si en ese momento.
Odio. Amor. Felicidad. Tristeza. Paz. Miedo...
Y aunque cualquier persona normal que acaba de reencontrarse con el viejo
amor de su vida habría salido corriendo... Camila solo la miro.
Si Camila hubiese olvidado su amor por Lauren habría visto la perfección de
sus facciones y habría suspirado audiblemente por lo que no pudo ser.
Pero Camila aun estaba enamorada, y a pesar de toda la perfección en el rostro
de Lauren Jauregui, había algo que no estaba bien.
Sus ojos, ese día grisáceos, estaban apagados. Era extraño ver sus ojos en tan
poca sintonía con el resto de su cara.
Y como Camila estaba enamorada y su corazón seguía recordándola como el
primer día, la chica supo que Lauren Jauregui no era feliz aunque intentara
parecerlo.
Supongo que esto la destruyo más que el hecho de que la chica la hubiese
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Lauren Jauregui sabía que todo lo que estaba haciendo estaba mal.
Desde la primera vez que había besado a Peter, el dueño del departamento
donde se habían hospedado en Nueva York antes, durante y después de su
nuevo trasplante de corazón, lo supo.
Resumiré todo los sucedido para no aburrirlos con todo esto.
Digamos que a Clara el hombre le parecía un buen partido para su hija mayor.
Tenía dinero, era guapo, estaba disponible y por último, pero no menos
importante para la mujer, era hombre. ¡Ni en un millón de años tendría una
oportunidad como esa de nuevo!
Luego del trasplante de corazón exitoso y la recuperación de su hija, la mujer
decidió que era tiempo de jugar sus cartas.
La alejo de Vero y Lucy, de Brad y Tristan. Incluso de Becky (Qué aun
consideraba su amiga, pues no se había quedado el suficiente tiempo como para
escuchar la verdadera razón por la cual se había acercado a Camila y ella meses
atrás). Cambio su número de teléfono, e incluso le prohibió hablar con Ally
luego de recibir una llamada del padre de esta. Quemo sus discos de Thug
Harmony, incluso el que Troy le había regalado en su cumpleaños, y también
cualquier cosa relacionada con ellas. Le prohibió usar su cuenta fan o escuchar
su música. Desecho sus gorras y beanies, sus chaquetas y sus medias largas, sus
camisas a cuadros y su patineta. Tiro todo lo que podría hacerla parecer "rara".
Finalmente, la mujer comenzó a hablar con su hija y, después de varias charlas
llenas de mentiras y amenazas disfrazadas, Clara termino convenciendo a
Lauren de que olvidar su "experimento" (o al menos así lo llamaba) con Camila
y comenzar una relación seria con el hombre de dinero sería la mejor opción...
Al menos, era la mejor opción para Clara Jauregui, pero esto fue algo que la
mujer prefirió omitir en aquella larga conversación.
Besarlo fue asqueroso para la chica de ojos verdes la primera vez. Luego,
termino adaptándose parcialmente. Sus labios eran demasiado toscos, poco
suaves, y sus besos estaban llenos de rudeza. No le gustaba. Pero era lo que
tenía que hacer para mantener a su madre feliz. Para detener los insultos... Y
los golpes.
Porque si. Clara había golpeado a su hija cada vez que, durante sus crisis,
gritaba el nombre de Camila como si fuese lo único que la mantenía viva,
exigiéndole que dejara de actuar como una niña idiota. La golpeaba cuándo
usaba ropa poco femenina. La golpeaba cuándo lloraba todos los meses en el
día que habría sido su aniversario con Camila Cabello. Incluso la golpeaba
cuándo decía cosas que para Lauren eran frases normales pero que Clara
malinterpretaba...
Luego de "formalizar" su relación con Peter, el chico comenzó a exigir cosas a
los padres de la chica como si de un producto se tratase. Ropa ajustada.
Maquillaje. Predisposición.
Mike no estaba de acuerdo con todo esto, y sus hermanos tampoco, pero Clara
Jauregui si, y los demás temían por la salud física de Lauren, así que se
abstenían de hacer o decir cualquier cosa.
Durante esos ocho meses Lauren tuvo que acostumbrarse a ser tratada y vista
como un vulgar pedazo de carne, su madre jamás haciendo nada para detenerlo.
Fue por eso que, al saber que volverían a Miami luego de tantos meses, su
nuevo corazón casi se le salió del pecho. Volver a Miami suponía alejarse de
esa vida. De su tortura. Volver a ser parcialmente libre.
Como puede apreciarse, la inocencia característica en la mente de Lauren
seguía allí, completamente intacta.
Librarse de aquel hombre no iba a ser tan fácil como ella pensaba.
Clara Jauregui, manipuladora como siempre, había logrado que Peter accediera
a acompañarlos.
...........
Durante el camino Lauren se mantuvo pensativa, sus piernas apenas cubiertas
hasta los muslos por un corto vestido siendo acariciadas toscamente por las
rasposas manos de Peter sin control alguno.
Aun así, aunque esto era asqueroso y degradante, la chica podía ignorarlo, pues
cosas más importantes que un toqueteo al que ya estaba acostumbrada
ocupaban su mente.
Estaba pensando en Camila Cabello...
Tal vez la chica era feliz con Austin, al menos un poco, hasta que el chico se
descontrolaba y volvía a golpearla sin control alguno.
Tal vez no la recordaba.
Tal vez no significaría nada para la chica de ojos marrones volver a verla.
Peter: Supongo que tu cama es grande, muñeca -Susurro a su oído
morbosamente, acariciando con uno de sus dedos su escote, haciéndola volver a
la realidad.
Lauren: Yo... em -"¡Deja de tartamudear, idiota! ¡A Peter no le gusta!"-. No
creo que a mi madre le guste que compartamos habitación -Susurro cerrando
sus ojos fuertemente, queriendo creer lo que acababa de decir. Lo cierto era que
sabía que su madre aprobaría cualquier cosa que el hombre deseara.
Peter: ¿Cree que puedo dormir con su hija, señora Jauregui? -Pregunto a Clara,
quien sentada en el asiento del copiloto revisaba sus más recientes mensajes en
el nuevo celular que Peter le había regalado días atras.
Clara: Pueden hacer lo que sea, Peter. No me molesta. Ya están algo grandes
como para decidir por ustedes mismos...
El sonido de los chasquidos era algo que Peter no toleraba, así que solía gritarle
en cuánto los escuchaba, su madre golpeando sus manos sonoramente para que
dejara de irritar al hombre.
Pero ese día se permitió hacerlo porque ni Clara ni Peter estaban allí. Y
realmente lo necesitaba.
Antes, cuándo lo hacía, el sonido solía alterarla más. Ese día, casi logro
tranquilizarla. Volver a su rutina de chasquear los dedos y perder el aliento la
tranquilizaba.
¿Extraño, cierto?
Camila: ¿Lauren?
Escuchar su voz de nuevo provoco en su corazón las mismas sensaciones que
un ataque.
Lauren: Camz -Susurro elevando su cabeza, sin poder mirarla a los ojos. No
sabía por que la había llamado de esta forma, como si aun fuesen algo más.
Supongo que, en su interior, era lo que Lauren más deseaba.
Camila: ¿Sucede algo? -Pregunto preocupada, mirando sus manos, sus dedos
chasqueando rápidamente. La chica de ojos verdes no podía creer que, después
de todo,la hermosa chica de ojos marrones siguiera preocupándose por ella.
Lauren simplemente negó con su cabeza.
Es decir, estaba odiando su vida y todo eso, pero no estaba teniendo un ataque
al corazón así que no podía estar sucediendo nada realmente serio.
Camila: ¿Estás segura?
La chica asintió. Dudosamente, pero lo hizo.
Camila: Entonces supongo que... Bueno, yo... Tengo que trabajar... Te veré otro
día.
Y sin más, la chica entro a la biblioteca.
Y Lauren no hizo nada para evitarlo,a pesar de que se moría por escuchar su
voz una vez más.
................
Llego a casa luego de correr una hora y haber ido al gimnasio durante cuatro.
Almorzó lo poco que Peter le había permitido a su madre darle junto con una
manzana y un jugo verde que olía fatal pero que, según su novio, era bueno
para su cuerpo y su figura.
Tomo otra tanda de medicinas y se dirigió a su cuarto para bañarse y tomar sus
clases de Francés por internet.
Peter decía que su novia debía de ser tan culta que cualquiera de sus amigos
debía envidiarlo al verlo con semejante mujer.
Para Peter, Lauren solo era un pedazo de carne parlante que deseaba exhibir.
Dos horas después, cuándo sus clases hubieron terminado, la chica se levanto y
decidió hacer lo que no había hecho en meses.
Miro por la ventana.
43
Camila había evitado hablar de Lauren con Normani, Dinah o sus padres,
aunque estos últimos ya sabían de su regreso. Sabía que hablar significaría
volver a su depresión. Sabía que hablar realmente no la ayudaría.
No había vuelto a verla debido a sus horarios en la biblioteca, y estaba
realmente agradecida por esto. Debía admitir que temía encontrársela como en
elprimer día, sentada en las escaleras. Esa situación había sido completamente
incomoda, y prefería no pasar por lo mismo dos veces.
Porque Camila sabía que si volvía a verla, le diría todo lo que quería decirle...
Estaba cargando libros de un lado a otro de las estanterías cuándo tropezó con
alguien que hizo caer todo lo que tenía entre manos con gran escandalo, un
gruñido involuntario escapando por sus labios.
XX: Lo... lo siento. Yo te ayudare a ordenar, lo prometo. Lo siento. Lo siento.
Lo siento -Susurro Austin, tomando los libros rápidamente y organizándolos en
su respectiva estantería a una velocidad impresionante. Estaba temblando.
Parecía tener miedo... ¿De ella?
Camila: Esta bien -Lo tranquilizo. Si bien el chico no le caía bien, y todo el mal
que le había hecho durante meses no había sido borrado de su mente, sus
exagerados lamentos era algo que deseaba dejar de escuchar-. No es como si
me hubieses vuelto a golpear o algo así. Solo son libros.
Austin: También lo siento por eso -Susurro antes de alejarse silenciosamente,
cabizbajo, aun con algunos libros en manos, su cuerpo temblando ligeramente
con cada paso.
Camila miro al chico con el entrecejo fruncido.
Aquel chico no era el mismo que había sido su amigo, y tampoco el que la
había golpeado sin parar.
Ese Austin era un nuevo Austin.
Y realmente la aterraba.
................
También se topo con Ariana, pero su encuentro fue completamente distinto a lo
que habían sido sus otros encuentros durante esos meses.
Realmente muy distinto.
Ariana: ¿Sabes si Demetria nos aumentara la paga pronto? -Pregunto
arreglando los libros como se le daba la gana, sin respetar orden alguno-.
Necesito nuevos vestidos...
Camila: Estoy segura de que no vas tener ningún aumento en mucho tiempo,
Ariana.
Ariana: ¿Por qué lo dices? ¡Soy una excelente trabajadora!
Camila: Primero, has intentado seducirme unas mil veces desde que trabajo
acá, por lo cual ni tu ni yo podemos terminar nuestros trabajos a tiempo.
errores.
Y quería vivir al máximo, así que hizo lo que hizo, aunque fuese un error.
Ella simplemente beso a Ariana.
No fue un beso lento ni pasional. Fue un beso brusco, tosco y salvaje, lleno de
dudas,enojo, tristeza y frustración. Camila estaba intentando deshacerse de todo
lo sucedido. De sus sufrimientos. De su dolor. De la infelicidad.
Del recuerdo de Lauren.
Ariana tomo rápidamente el mando, empujándola contra las enormes
estanterías y colocando las manos de Camila sobre su cabeza mientras aun
devoraba su boca, invadiéndola de inmediato con su experta lengua,
presionando sus caderas contra las de Camila, ambas dejando escapar un
gemido de sus labios.
Camila: No... -Susurro de repente contra los labios de la chica, alejándose,
como si algo la empujara lejos.
No era como si no se hubiese sentido bien besarla. Es decir, hacía ocho meses
que no lo hacía, y Ariana era experta con lo que de usar su boca se hablaba,
pero, simplemente, había algo en su interior que le impedía seguir haciéndolo.
Algo que le decía que aquello no era solo cometer un error, sino traicionarse a
sí misma.
Camila: Lo siento... yo...
Ariana presiono su índice sutilmente contra los labios de Camila al instante,
buscando callarla.
Ariana: Te estaré esperando en mi casa a las nueve, Camila -Susurro
entregándole una tarjeta impresa con una dirección, de esas que todo
empresario u abogado siempre carga en su cartera por montón. Camila supuso
que la chica iba preparada para toda ocasión-. Si no vas, supondré que este beso
fue suficiente para ti y me alejare. Si vas, prometo que te daré la mejor noche
de tu vida.
Y sin más, se fue, dejando a Camila completamente confundida.
..........
Por supuesto, no pensaba ir. Estaba en contra de sí misma.
Camila Cabello no se veía a sí misma como la chica que perdió su virginidad
con una persona que no amaba. Simplemente, no era de esas.
Pero aun así...
No, no, no y no. Definitivamente no.
Llamo a Dinah y Normani para notificarles que no comería con ellas.
Necesitaba pensar. Necesitaba estar sola. Necesitaba alejar a Lauren Jauregui
de su vida. Necesitaba darse cuenta de que ya nada volvería a ser lo mismo.
Supongo que no le fue muy bien en esta tardea cuándo se encontró tomando su
auto y dirigiéndose al parque dónde tantas veces Lauren y ella se habían
reunido para ver a Becky jugar con su patineta, mientras ellas se besaban sin
sonrojo-, no me trata como tu. Jamás nadie lograra tratarme como tu.
Lauren: ¿Cómo yo?
Camila: Como si realmente me amaras...
Lauren: Te amo -Susurro, Camila levantando su mirada de inmediato, para
encontrarse con una lágrima corriendo por esa blanca mejilla.
Camila: No te creo -Se negó, bajando su mirada de nuevo, su labio temblando
ligeramente, las lágrimas esforzándose en no hacerse presentes.
Lauren: ¿Por qué no? -Balbuceo entre sollozos que hicieron romper su corazón.
Por el rabillo del ojo, logro encontrarse con la silueta de Lauren sujetando
fuertemente los bordes de su ventana, como si estas fuesen lo único que la
estuviesen deteniendo de lanzarse al piso y llorar desconsoladamente.
Camila: Porque ahora estas con el -Escupió mirando a Lauren, lágrimas
calientes recorriendo su cara, enojo llegando a ella.
¡¿Cómo podía decirle Lauren Jauregui tan tranquilamente que la amaba cuándo
esa misma mañana debía de haberse besado con ese tipo que ahora vivía con
ella?!
Lauren: Lo siento -Susurro simplemente. Las lágrimas caían sobre su ventana,
sus ojos verdes mostraban arrepentimiento, sus facciones demostraban dolor,
sus dedos chasqueaban, su labio temblaba ligeramente y pequeños sollozos
desgarradores llegaban a sus oídos.
Camila no supo como logro mantenerse firme después de verla de esa forma,
como si le estuviesen arrancando el corazón lentamente.
Camila: Un simple "lo siento" no es suficiente... Tu ahora estas con el. Ahora lo
besas a el. Ahora lo amas a el...
Lauren: No lo amo -Se apresuro a corregir.
Camila: ¿Entonces por qué estas con el?
Lauren: Porque mi madre me lo pidió -Contesto limpiando sus lágrimas con el
dorso de su mano repetidas veces, como una hermosa niña pequeña que acaba
de rasparse la rodilla.
.............
Luego de que Lauren le explicara claramente lo que había sucedido, Camila ya
no sabía que pensar.
No sabía a quien odiar más.
Tal vez a Clara por obligar a su hija a hacer semejantes cosas...
Pero se decidió por Peter, pues sin Clara Lauren no estaría allí, viva y perfecta
con lágrimas en sus ojos. Además, no la trataba ni un poco bien. Era solo otro
pedazo de carne en su plato. No la respetaba. No la amaba. No le era fiel. En
resumen, era un idiota que se merecía una buena cortada de pelotas con una
hoja de papel.
Pero Camila no lo odiaba solo porque le hacía todo esto a Lauren.
Lo odiaba porque ella también era una mujer, y seguramente el hombre ya
había tratado a muchas de esta forma. Ella odiaría inmensamente que la trataran
así. No podría vivir de esa forma más de dos días sin soltarle al imbécil lo muy
idiota que lo consideraba.
Cuándo Lauren le contó la historia de sus últimos meses, la chica no pudo
evitar sentir que todo lo que Lauren había pasado ella lo había vivido también.
Camila: Debe de ser horrible...
Lauren: Es humillante, Camz -Confeso, un par de lágrimas volviendo a escapar
de sus ojos. Camila se mordió el labio. Se veía tan frágil. Tan débil... Solo
quería abrazarla, a pesar de todo lo que le había hecho sufrir-... Siempre tengo
que sonreír, aunque este teniendo un mal día, porque debo parecer feliz de estar
con el. Tengo que comportarme como una chica de dinero, superficial y
estúpida. Tengo que usar esta ropa que enseña más de lo que me gustaría
mostrar. Tengo que comportarme como si en verdad lo quisiera...
Camila: Pero no lo quieres...
Lauren: Ya te lo dije. La única persona que ame has sido tu... Y aun lo hago,
porque, a pesar de que pensé que me habías abandonado y todo eso... Supongo
que no pude sacarte de mi cabeza tan fácilmente...
............
Camila y Lauren se dedicaron a mirarse durante el resto de la tarde, ella
asegurándole a su madre que estaba estudiando latín y Francés cuando había
ido a verla, encontrando la puerta cerrada.
"Estar encerrada me ayuda a relajarme" Había asegurado, Camila soltando un
par de risitas. Clara había cedido luego de seis minutos, sabiendo que su hija no
abriría la puerta por más que se lo pidiera.
No hablaron. No lloraron. No discutieron.
Simplemente se miraron.
Aveces, se miraban y sonreían. Otras suspiraban. Se contaban chistes con la
mirada, y se pedían disculpas con el movimiento de sus pupilas. Se abrazaban
con parpadeos.
No hay mejores palabras que las que nos dan las miradas.
Era bastante tarde cuándo Lauren decidió hablar.
Lauren: Son las ocho -Susurro mirando el reloj, miedo apoderándose de sus
ojos verdes al instante-. Hoy Peter me prohibió cenar -"Ese idiota"-, así que
supongo que... tengo que cambiarme la ropa.
Camila: Te esperare -Sonrío, intentando ocultar su disgusto por la mención de
Peter, cruzándose de brazos y viendo a Lauren ir a su armario y tomar algunas
cosas, cabizbaja, antes de entrar al baño.
Cuándo salio, la chica de ojos marrones no pudo evitar sentir un retorcijón en el
estomago.
Lauren llevaba un conjunto de lencería color negro que apenas cubría sus partes
intimas. Se había maquillado, tal vez demasiado, y a través de la ventana
44
Era Becky.
Se sintió feliz de volver a verla y escucharla. Era bueno no tener que correr sola
ni con un desconocido o desconocida. Además,también era bueno que quien
corriera a su lado le cayera bien.
Becky: Pensé que no te vería más -Dijo sonriente, uniéndose a su trote, su cola
de caballo yendo de un lado a otro junto con su ropa demasiado colorida-
¿Dónde fuiste?
Lauren: Tuve un trasplante de corazón -Informo sonriente, mirándola.
Realmente estaba muy feliz de reencontrarse con la chica-. Al parecer es el
último.
Becky: ¡Bien, Lauren! ¡Te felicito! -Sonrío, abrazándola de inmediato con
todas sus fuerzas, Lauren apartándola con brusquedad-. Lo siento, olvide que
los odias... Aunque cuándo abrazaste a Finah... -Lauren dejo escapar una risita,
recordando el glorioso momento entre los pechos de la famosa- ¿Supiste lo de
su nueva novia?
Lauren negó de inmediato. Su madre le había prohibido hablar, escuchar o leer
algo relacionado con las chicas.
Becky: Se llama Ramiro. ¡Ramiro! Es como... No puedes ser NOVIA de Finah
y llamarte Ramiro. Es decir, Finah es tan Finah y Ramiro es... ¡UNA CHICA!
¡Y NO ES MOM MANI!
Lauren: Creo que deberías respirar un poco, Becky.
Becky: Tienes razón -Coincidió, respirando hondo-. ¡PERO ES QUE NO ES
MOM MANI! -Grito desesperada.
Lauren: Becky, creo que deberías calmarte...
Becky: ¡NO ME CALMO NADA, JAUREGUI! ¡LA SEPARACIÓN DE
KOREN ME TIENE MAL!
Lauren: ¿Entonces en verdad se separaron?
Becky: ¡¿Qué?! ¡¿No lo sabes?! ¡¿Quién eres y que hiciste con Lauren
Jauregui?! -Se sorprendió, exagerando todo con su voz chillona y aun una
sonrisa en el rostro-. ¡¿Cómo es que no sabes que Loren se enojo porque Karla
se compro una gallinita llamada Anacleta que no dejaba ni para ir al baño?!
Lauren: ¡¿Qué?!
Becky: Lo que escuchas...
Lauren: ¡LA UNICA GALLINITA DE KARLA ES LOREN! ¡ELLA ES LA
ÚNICA QUE PUEDE ACOMPAÑARLA AL BAÑO!... Estoy odiando a
Anacleta.
Becky: ¿Todavía quieres que me calme? -Pregunto, elevando una de sus cejas.
Lauren: Definitivamente no. Cuéntame más...
............
Lauren debió de haber hablado con Becky al menos durante diez minutos más,
sin concentrarse en su trote, informándose de todo lo sucedido con su vieja
banda favorita, cuándo escucho a una voz llamarla.
Una voz que conocía.
Una voz que hacía que su corazón se comportara como un corazón de mierda.
Una voz que la hacía sonreír.
La voz de Camila Cabello.
Camila: ¡Lauren! ¡Lauren! ¡LERN JERGI!
Se detuvo de golpe, dándose vuelta para mirarla. La chica estaba caminando
hacía ella, sonriente, utilizando su uniforme de trabajo amarillo y una gorra
colorida hacía atrás.
Becky: Creo que... sera mejor que me vaya. Adiós Lauren -Susurro
rápidamente, su diccionario mental identificando su tono de voz como
atemorizado.
Camila se acerco a ella en cuanto Becky se marcho corriendo a una velocidad
impresionante, Lauren reanudando su trote, Camila de inmediato integrándose
a su ritmo.
Lauren: Pensé que tenías que trabajar -Dijo evitando mirarla a los ojos. Luego
de la noche anterior no se sentía capaz de volver a verla directamente sin
sentirse una completa idiota.
Se sentía humillada.
Usada.
Controlada.
Y lo peor de todo esto es que no podía hacer nada para evitar sentirse así.
Camila: Aun tengo media hora para llegar -Informo consultando su reloj.
Lauren: Bien...
Camila: ¿Por qué estabas hablando con Becky, Lauren?
¿Estaba enojada?
Lauren: Ella se acerco y simplemente comenzamos a hablar de Thug
tomar una gran bocanada de aire-. El punto es que estoy dentro del circulo
grande, cerca de Augustus Waters, y bueno... Es lo más cerca que estaré de él
en toda mi vida.
Lauren: Bien -Rió- ¿Eso quiere decir que eres virgen?
Camila: Sí, Lauren. Si lo soy.
Lauren: ¿Y dónde estaría yo, más o menos? -Pregunto, sabiendo ya que no
habría un lugar dentro para ella nunca mas, sintiéndose triste con esto al
instante.
Camila: Bien... Creo que... -Dibujo un pequeño circulo algo alejado de los
otros-. Creo que estarías acá. Estoy segura de que Augustus pondría en este
lugar a las chicas no-virgenes sorprendentemente atractivas llamadas Lauren
Jauregui.
..................
Dinah y Normani llegaron al lugar tomadas de las manos unos quince minutos
después, la chica alta de inmediato dándole a Lauren una bolsa repleta de ropa
que podría quedarle.
Dinah: Ve a cambiarte -Le dijo, sin siquiera saludarla-. Después no
abrazaremos y todo eso -Agrego sonriente.
..........
Salio del baño diez minutos después, todo su incomodo vestuario siendo
reemplazado con una vieja camiseta con la cara de Beyonce (¡Es Dinah! ¡No se
puede esperar nada distinto de ella!) deformada debido a su constante paso por
la lavadora, unos pantalones holgados negros y cómodas zapatillas deportivas
que, al ver las lentejuelas, dedujo eran de Normani.
Volvía a sentirse Lauren Jauregui.
O una parte de ella.
Tal vez era solo Laur...
Dinah: Dime que tiraste esos estúpidos zapatos rosas -Dijo en cuánto la chica
de ojos verdes se sentó en la mesa, al lado de Camila, el único lugar que la
pareja le había dejado libre.
Lauren: Los tire... Y lo demás también -Afirmo, pues era cierto. Peter odiaba
que Lauren repitiera ropas a menos que fuesen sus favoritas, así que habrían
acabado en el cesto de basura de todos modos-. Gracias Dinah.
Dinah: Deberías agradecerle a Mani... No sabes lo difícil que fue deshacerme
de esa camisa.
Normani: Tienes muchas otras camisas de Beyonce, amor... Además, esta está
tan gastada que su cara parece vomito.
Dinah: Pero...
Lauren: Puedo devolvértela si quieres... No me importaría usar esa camisa
verde con olor a sudor que estaba a su lado.
Normani: Tranquila, Lauren. Estoy segura de que Diyonce puede vivir con eso.
Dinah: Además, esa camisa verde era de Siope y sería extraño que olieras a el...
Normani: ¿Siope?
Lauren: ¿Diyonce?
Camila: Normani invento ese apodo para Dinah porque ahora que es rubia
parece su hermana gemela perdida -Informo entre susurros, regalándole una
cálida sonrisa que Lauren no vio.
Normani: Pensé que habías tirado toda su ropa, Dinah...
Dinah: Lo hice, pero encontré esa camisa bajo mi cama hace unos días y no
sabía que hacer con ella...
Normani: ¿Por qué no la tiraste?
Dinah: ¡No lo se, amor! ¡No lo se! Lo siento..
Normani: No me hables. Estoy enojada.
Dinah: Amor...
Normani:...
Dinah: Amor...
Normani:...
Dinah: Mani, soy Beyonce. No puedes ignorar a Beyonce.
Normani:...
Camila: Creo que alguien se enojo, Dinah -Dijo divertida.
Dinah: Oh, por favor, cállate Mila.
Lauren: ¿Ally?
Todas voltearon de inmediato hacia la dirección en la que Lauren estaba
mirando, encontrándose con la pequeña y delicada figura de la chica sentada
algo alejada de ellas, tomando una taza de humeante te.
Lauren se levanto, ignorando todo lo que pudiese suceder a su alrededor, y
camino lentamente hacía su amiga, preguntándose si estaría enojada por
haberla ignorado durante todos aquellos meses.
Lauren: ¿Brooke?
La pequeña se quedo paralizada unos segundos antes de elevar su mirada,
sonriendo en cuánto vio a su amiga, Lauren imitándola. Ally de inmediato se
lanzo a los brazos de la chica, ambas riendo ante el encuentro, demasiado
concentradas en ellas mismas que no notaron que las demás personas en la
cafetería las miraban.
Lauren anhelaba tanto ese reencuentro que no tuvo la oportunidad de sentir
rechazo ante el contacto.
Por fin Ally pasaba a la lista de personas que podía abrazar sin sentir deseos de
alejar.
Ally: Te extrañe tanto, Jauregui -Sollozo. Ni siquiera se había dado cuenta de
que estaba llorando.
Lauren: Lamento no... lamento no haber hablado contigo. Mamá me lo
prohibió...
Ally: Tranquila. Lo se... Todo fue por Troy -Susurro alejándose, la sonrisa de
sus labios acompañando sus lágrimas de alegría.
Lauren: ¿Troy?
Ally: Sí. Pensó que el... Bueno, que nosotros, seriamos una mala influencia
para ti.
Lauren: ¿Mala influencia? Es imposible. Troy está muerto -Allí estaba Lauren
"Directa" Jauregui.
Ally: No hablo de ese Troy -Aclaro, su sonrisa ensanchándose. Se alejo de ella
unos instantes, agachándose frente a un cochecito colocado al lado de su mesa,
sacando de allí a un pequeño bebe de no más de un mes de nacido con cabellos
rubios y ojos cafés que la miraban fijamente mientras chupaba una de sus
manitas hábilmente-. Lauren, te presento a Troy...
............
Camila: Entonces... cuánto Troy murió...
Estaba todas reunidas al rededor de la mesa, Normani alzando al pequeño Troy,
que jugaba con los dedos de Dinah, sentada a su lado. Ambas chicas habían
logrado arreglar sus diferencias en menos de diez segundos de plática, lo cual
fue increíblemente sorpréndete para Lauren.
¿Relación rápida y perfecta?
La respuesta siempre será Norminah.
Ally: Yo ya estaba embarazada -Confeso con una sonrisa, tomándose unos
minutos para limpiar la baba alrededor de la boca del pequeño, para que solo
segundos después volviera a estar en las mismas condiciones-... Troy y yo
hicimos el amor unas... seis veces... antes de que el muriera. No nos cuidamos
porque... El estaba muriendo, así que protegernos no era nuestra prioridad... No
supe de él hasta un mes luego de que te fueras, Lauren.
Lauren: Justo cuándo mi madre me prohibió hablar contigo...
Ally: Exacto. En cuánto mi padre se lo notifico ella me prohibió cualquier tipo
de contacto contigo... ¡Incluso señales de humo! Lo siento, Jauregui, pero tu
madre esta loca...
Lauren simplemente río. Tal vez era cierto.
Camila: ¿Y por qué no te acercaste a nosotras? Dinah, Normani y yo seguíamos
acá...
Ally: Fue un embarazo difícil, Mila. En realidad, no pude salir del hospital
hasta hace poco -Explico, Lauren rodeando la cintura desu amiga con sus
brazos toscamente, intentando darle con este los miles de abrazos que durante
esos ocho meses no había podido regalarle-. Este pequeño dio más problemas
de los que podría pensarse... Pero estoy realmente muy feliz de que este acá
conmigo... El me hace sentir llena de nuevo.
Lauren: Se parece mucho a el -Le susurro, mirando fijamente al pequeño, que
intentaba devorar los enormes dedos de Dinah-. Tiene tus ojos, y tal vez tu
Y lo supo.
Supo que, como Karla para Loren, Camila estaba tatuada en ella. No en su
manos, pero sí en su corazón.
Y sí, Camila llevaba "c" de culo, pero su culo era tan perfecto como el de
Karla, así que si piensas en culo también debes estar pensando en Camila
Cabello.
Como había dicho Loren, por más que lo intentara, no iba a poder deshacerse ni
de ella, ni de su recuerdo, ni del amor que sentía por ella.
Iba a recuperarla, costara lo que costara.
Pero primero tenía que alejarse de su madre... y de Peter.
Se distrajo cuándo la India María volvió a salir en pantalla.
María: Boyfriend Ally, famosa integrante de Thug Harmony, fue ingresada al
hospital con carácter de urgencia hace pocas horas debido a una posible
inhalación de gases tóxicos. Sus familiares y fans han expresado sus mejores
deseos para la artista en twitter, usando el hashtag. Más información a
continuación.
"Pobre Boyfriend Ally" Pensó Lauren antes de pagar lo poco que había
consumido y salir a toda prisa del lugar.
45
Y justo allí, al verla sonreír apenas elevando una de las comisuras de su labio,
decidió que era el momento. Coloco el beanie sobre la cabeza de Lauren,
viendo sus grises ojos confundidos.
Lauren: ¿Qué es...? -Pregunto curiosa, quitándose el beanie de la cabeza,
mirándolo fijamente con una verdadera sonrisa en el otro durante algunos
minutos. La que quería ver... Tal vez el beanie si tenía que ver. Tal vez Camila
quería esa sonrisa, y sabía que la única forma que tenía para encontrarla era de
esa manera-... ¿Por qué lo conservaste?
Camila: ¿Por qué no?
Al parecer, fue un argumento bastante bueno para la chica de la ventana, pues
simplemente se encogió en hombros, sonriendo de nuevo antes de colocarse el
beanie morado que tantos recuerdos guardaba sobre la cabeza de nuevo.
Camila: ¿Cómo llegaste a mi habitación? -Pregunto sentándose a su lado en el
sofá, mientras la chica aun tomaba su té caliente.
Lauren: Solo salí corriendo por la puerta trasera y busque la escalera... Estaba
en el suelo, y tenía algo de moho... Pero eso no me impidió llegar a ti. Jamás
nada me impedirá llegar a ti.
Y Camila supo que esta había sido una promesa.
.............
Lauren había regresado a su casa minutos después de terminar de beber su té,
argumentando que si se quedaba más tiempo terminaría dormida en e sofá y los
padres de Camila la verían.
Camila intento persuadirla de quedarse. Aun había una habitación libre y la
mitad de su propia cama, además aquella también era su casa y Lauren estaba
siempre invitada a ella a pesar de todo, pero la chica se negó, diciéndole que su
madre se enojaría si no la encontraba en su habitación. Pero la chica no se
rindió ante esto, insistiendole que si regresaba tal vez Peter querría tener sexo
con ella y no la dejaría descansar, pero la chica de la ventana solo le dijo que
Peter no estaría en casa esa noche antes de descender por las escaleras con una
mirada triste.
La chica se marcho sin explicarle el motivo de su llanto.
............
El día siguiente, luego de una jornada de trabajo normal, Camila decidió
utilizar esa escalera con la que había alcanzado la ventana de Lauren muchos
meses atrás.
La chica tenía razón. La escalera estaba vieja, repleta de moho, húmeda, sucia y
astillada en algunas partes, pero cumplía su función de permitirle llegar a la
ventana de su vecina, y eso lo valía. Incluso electrificada habría valido la pena
subirla.
Encontró a Lauren tomando clases de latín por intenet cuándo se adentro en su
habitación.
46
pudo evitarlo.
La coloco contra la pared, presionando sus caderas, como si esto pudiese
apagar el fuego que juntas habían comenzado a encender.
No literalmente.
Camila se aparto bruscamente, alejándola solo lo suficiente como para mirarla
a los ojos.
Lauren estaba desesperada. Necesitaba seguir besándola. Su centro ligeramente
humedecido se lo exigía. La deseaba. La necesitaba... Y necesitaba quitarle esa
estúpida ropa.
Intento besarla de nuevo, pero Camila no se lo permitió, así que simplemente
sujeto su trasero aun con más fuerza y posesión y la acerco a sus caderas,
Camila no pudiendo evitar dejar escapar un gemido.
Ver la forma de los labios de la chica que amaba al soltar ese gemido fue
completamente excitante, y cosquillas viajaron desde su cerebro hasta su
centro, provocando que su humedad aumentara.
Se estaba quemando por dentro.
Camila: Lauren -Jadeo con voz ronca.
Lauren: Mierda -Susurro mirándola fijamente, no pudiendo evitar sentirse
extremadamente excitada solo con verla así, con los labios hinchados y la
respiración irregular-. Esto es tan...
Camila: Jódeme, Lauren.
Supongo que ese fue el momento en el que Lauren comenzó a perder su
autocontrol
Simplemente arremetió contra los labios de la chica, acercándola mucho más
que antes, como si esto fuese posible.
Lentamente, Camila bajo sus manos hasta la base de la camisa de Lauren, y
comenzó a acariciar la piel de su estomago, al igual que las cicatrices en sus
costados debido a sus múltiples trasplantes de riñón. Lauren suspiro contra sus
labios.
Sin poder evitarlo fue descendiendo lentamentente hasta el cuello de Camila,
dejando largos y húmedos besos en su camino, la chica de la ventana
retorciéndose bajo su contacto. Lauren beso, chupo y mordisqueo su cuello a su
gusto, sintiendo un cosquilleo en su centro al escuchar los múltiples gemidos de
la chica.
Llevo sus manos a los pechos de Camila y los masajeo tentadoramente
mientras intentaba oscurecer las marcas que estaba dejando el cuello de la
chica, quien hacía descender sus manos hasta su trasero y jugueteaba con el,
excitándola.
Camila: Jódeme, Lauren -Jadeo por segunda vez.
"Mierda. Mierda. Mierda" Pensaba Lauren, sintiendo a su centro palpitar
placenteramente con cada movimiento de las manos de Camila.
47
Debieron estar allí por más o menos dos horas, acariciándose y besándose,
diciéndose las cosas que no habían podido decirse en ocho meses durante los
cuales habían estado separadas.
Camila estaba ahora recostada boca abajo, sintiéndose como si hubiese hecho
ejercicio durante miles y miles horas. Pero el dolor valía la pena después de
todo.
Lauren dibujaba formas en su espalda desnuda, y la besaba de vez en cuándo, a
lo que Camila simplemente sonreía, sintiendo las agradables cosquillas que le
provocaban los labios de Lauren.
Ese debía de ser el mejor día de su vida.
Lauren: Te amo -Dijo por décima vez en un minuto. Y no exageraba.
Camila: Yo también te amo -Respondió con una sonrisa, dándose vuelta en la
cama para quedar frente a la chica, que se quedo mirando fijamente sus pechos
desnudos antes de que Camila los cubriera con la sábana. Lauren, en cambio,
no hizo lo mismo y Camila no pudo dejar de mirarlos fijamente, como si fuesen
la octava maravilla del mundo.
Lauren era la octava maravilla del mundo.
La octava y todas las demás.
Lauren: ¿Puedes no mirarme así? Me hace querer volver a hacerte el amor, y
mi madre debe estar a punto de llegar...
Camila: Lo siento -Susurro sonrojada, sacudiendo su cabeza y fijándose en los
cambiantes y hermosos ojos de la chica de la ventana. En ese momento estaban
azules.
Lauren: No puedo separarme de ti... -Murmuro de repente.
Camila: ¿Qué?
Lauren: No puedo casarme con Peter. No puedo seguir a su lado... Soy tuya,
Camila. No puedo permitirle a los demás creer algo diferente.
Camila analizo lo dicho por la chica durante algunos minutos antes de mirarla
dulcemente, con una sonrisa en su rostro, preguntándole entre susurros:
Camila: ¿Entonces que haremos?
La chica lo medito unos instantes.
Lauren: No lo se. Podríamos buscar en internet...
Camila simplemente río y beso tiernamente sus labios. Se veía tan hermosa
cuándo un rastro de inocencia atravesaba su mirada verde.
En realidad, siempre se veía hermosa.
Lauren Jauregui era perfecta.
Camila: ¿Como no casarme con el estúpido de mi novio y huir con la mujer que
vi, y un cuerpo bastante trabajado. Sus abrazos son cálidos, Camila... Y es muy
bueno en la cama.
Por supuesto debía serlo. Era Ariana después de todo, y no saldría con
cualquier principiante.
Ariana: Pero no es eso lo que me importa... Y se que puede sonar bastante
estúpido viniendo de mi, pero... El... El me dijo que soy hermosa, Camila.
Nadie jamás lo había hecho. Soy solo un objeto para todos. Un objeto sexual
con el cual relajarse y olvidarse de sus problemas. No soy más que una muñeca
de plástico... Pero, hace dos días, cuándo fuimos a cenas a ese restaurante el...
me miro a los ojos, Camila. Me miro y juro que estaba viéndome como si fuese
una persona. Una muy sexy, pero una persona en fin -Hablaba como una niña
de catorce años a la que el capitán del equipo de fútbol acaba de pedirle asistir
al baile de otoño, suspirando entre palabras-... Y luego simplemente me regalo
rosas. ¡Rosas! Nadie jamás me ha regalado rosas. En realidad, creo que mi
último regalo fue un condón que puso mi mejor amiga entre mis pechos antes
de irme con el dueño de un bar... No lo se... El... Cuándo estoy con el no quiero
estar con nadie más, y es raro, porque yo siempre he querido estar con alguien
más...
Camila: Imagino que el es un gran hombre -Halago, sorprendida de que por fin
Ariana pareciera haberse enamorado de alguien. Esperaba que el chico también
lo estuviese.
Ariana: Si, bueno, lo es -Aseguro-... En todos los aspectos -Agrego con una
mirada completamente pervertida.
Camila: ¡Ariana! ¡Eso fue... asqueroso!
Ariana: Lo se -Rió-. Solo quería ver tu cara de asco -Se burlo.
Camila: Eres una idiota -Sonrío-. ¿Cómo se llama el?
Ariana: Peter... Su nombre es Peter.
...........
Luego de escuchar el nombre de aquel hombre salir de los labios de Ariana,
Camila solo pudo enmudecer y alejarse. El era un idiota, un estúpido, un
traicionero, un hijo de puta...
Y lo peor es que no solo estaba jugando con Lauren.
Estaba jugando con Ariana también. Y quien sabe cuántas más.
No es como si la chica fuese su amiga o algo por el estilo, pero se veía tan
ilusionada con el que Camila realmente tenía deseos de tirarlo de un puente o
aplastarlo con un elefante obeso.
Luego de lograr tranquilizarse un poco -Tal vez menos que poco- decidió
buscar a la siguiente persona que necesitaba.
Austin.
Si, tal vez el chico había sido un completo abusivo idiota en el pasado, pero ya
no lo era más, y si quería que su plan saliera bien, lo necesitaba.
limpiando sus lágrimas con su pulgar, regalándole un abrazo que podría haber
unido todas las piezas rotas de su alma.
Los abrazos de Lauren eran mágicos.
Los de Ally eran reparadores.
Camila: Nada, es solo que... No lo se. Supongo que este Troy se parece a otro
Troy que conocí hace un tiempo.
Ally: Tal vez un poco -Sonrío.
.............
Luego de contarle su plan a Ally y la chica acceder volvió al trabajo para
terminar su turno, subiendo a su auto apresuradamente al terminar para llegar a
la floristeria, donde se encontró con Brad y Tristan bastante cariñosos en el
rincón de los tulipanes.
Camila: ¡Brad! ¡Tristan! ¡Necesito su ayuda! -Exclamo corriendo hacía ellos.
Brad: Camila Cabello, que sorpresa verte acá -Saludo nervioso, acercándose
para depositar un amistoso beso en su mejilla.
Camila: Necesito su ayuda, chicos.
Tristan: ¿Flores? Tenemos tulipanes bonitos acá, como puedes ver...
Camila: No es eso, precisamente.
Brad: No soy bueno en las manualidades, te lo advierto...
Camila: ¿Aun siguen comunicándose con el "coro"?
Tristan: Por supuesto...
Camila: Bien, porque necesito que hagan algunas llamadas...
..............
Luego de llamar a Vero y Lucy y otros cuántos miembros del coro, Camila
estaba deseando que la lista por fin se terminara,pero los miembros parecían ser
infinitos.
Fue entonces cuándo lo vio...
Caminando frente a la vitrina de la tienda estaba Austin, llevando un conejo de
felpa rosa entre sus manos, dando largos pasos hacía una dirección
desconocida.
Camila: ¿Creen que puedan seguir ustedes, chicos? Necesito.. necesito buscar a
alguien más.
Tristan: Por supuesto. Todo sea por Camren... -Aseguro.
Camila: ¿Has estado hablando con Dinah, cierto?
Tristan: Tal vez... -Sonrío.
Camila simplemente río y se despidió de ambos chicos con su mano antes de
salir corriendo tras Austin.
Lo siguió a lo lejos, procurando que no la viera. Quería saber a donde iba con
ese conejo rosa. La curiosidad la estaba matando.
Era el día de "Camila Curiosa Cabello".
No se imagino verlo doblar en un callejón bastante sucio y cruzar las vallas de
una casa bastante vieja y mugrienta, para luego acercarse a una vieja puerta de
metal y sacar las llaves de su bolsillo. Debía de ser su casa.
Realmente no se lo imaginaba allí. Austin era un chico de dinero, capaz de
tener lo que quisiera. Y Camila no se lo imaginaba queriendo algo como
aquello.
Tal vez su padre lo había echado de casa, pero aun así lo consideraba lo
bastante astuto como para conseguir un mejor lugar.
Camila: ¡Austin! -Lo llamo atravesando la valla, el chico quedando demasiado
sorprendido como para terminar de abrir la oxidada puerta del lugar.
Austin: ¿Camila? Tu... ¿Qué haces acá? Este lugar es... es peligroso.
Camila: Supongo que pregunto lo mismo... Estaba siguiéndote. Necesito tu
ayuda.
Austin: ¿Mi ayuda?
Camila: Eso dije -Respondió.
Austin: Camila, este no es un buen momento...
Camila: Tampoco eran buenos momentos los que tomabas para golpearme
después de la escuela, pero de todos modos lo hacías. Supongo que me lo
debes, Austin Mahone.
El chico simplemente asintió, temeroso.
Austin: Sera mejor que entremos -Recomendó, apresurándose para abrir la
puerta-. No es bueno estar acá afuera por mucho tiempo.
Camila simplemente asintió, entrando al lugar tras el. La sala era casi tan
pequeña como la casa de Ally, y olía mucho peor que un pañal sucio del
pequeño Troy. Las paredes estaban destrozadas, y el techo tenía algunos
grandes agujeros que no debían de ayudar mucho en días lluviosos.
Austin: Puedes sentarte si quieres -Susurro señalando un pequeño sofá
polvoriento.
Camila: Gracias -Susurro aceptando.
No era cómodo estar allí, pero necesitaba la ayuda de Austin si quería recuperar
a Lauren, así que...
XX: ¡Papi! -Escucho gritar a una vocecita chillona que llego hasta ellos
caminando torpemente a causa de sus pañales, atravesando un estrecho y viejo
pasillo.
Camila abrió los ojos ampliamente cuándo vio a Austin sonreír, correr hasta la
niña dueña de la voz y alzarla en brazos.
La pequeña no debía de tener más de un año y medio. Tenía el cabello marrón
y rizado, y los ojos de un café claro, además de una sonrisa que reconocería en
cualquier lado...
Y no era precisamente la sonrisa de Austin.
Austin: Mira lo que papi te ha traído, princesa Luisa -Susurro con ternura,
entregándole a la pequeña el conejo rosa que había estado sosteniendo por todo
48
Esta vez, a diferencia de las otras veces en las que lo había dicho, Austin
parecía estar diciendo la palabra con respeto.
Austin: La primera vez que te golpee debo admitir que lo hice solo porque me
sentí herido. Nadie nunca me había rechazado, Camila. Solo tu. Supongo que
me dolió saber que no era el chico irresistible que todas deseaban... Fue cuándo
le conté a mi padre lo que me habías hecho, y el me dijo que debía hacerte
sufrir. Dijo que gente como tu no merecía pisar la tierra... Y, simplemente, me
enoje. ME enoje porque yo era como tu. Pero le temía, Camila... Así que,
aunque quería golpearlo, no lo hice. Supongo que por eso fue que comencé a
golpearte de forma tan seguida. Imaginaba su rostro en tu cara y era mucho más
sencillo. Por eso Luis siempre me detenía... El sabía que yo realmente no
deseaba hacerte daño. Sabía que, en mi mente, le estaba haciendo daño a el.
Austin: No iba a dejar a Luis solo en esto... Durante dos meses, sus padres nos
ayudaron. Luego el señor Santos volvió a Brasil y jamás regreso... y bueno, la
madre de Luis murió.
Luis: Supimos que no podíamos hacerlo solos...
Austin: Y yo decidí pedirle ayuda a mi padre. Jamás le dije que la niña era en
realidad de Luis. Sabía que jamás me ayudaría en una situación de este tipo...
Lo que no sospeche fue que tampoco querría ayudarme con Luisa.
Luis: ¡Le pidió darla en adopción! ¡¿Puedes creerlo?!
Austin: Fue cuándo me echo de casa...
Luis: Y nos vinimos a vivir acá... A mi casa.
Silencio.
Camila suspiró.
Detrás de grandes villanos existen grandes historias, supongo.
Austin: Podría haber seguido golpeándote, Camila. Realmente podría haber
seguido. Ya no era el beso lo que me importaba. Era la envidia lo que me
motivaba... Pero cuándo fui a la cárcel y Luisa llego... Supe que no podía
hacerlo más, Camila. Ese no era el ejemplo que quería darle a mi hija...
Luis: Nuestra hija -Corrigió sonriente.
Austin: Supongo que Luis termino por hacerme entrar en razón...
Luis: Siempre lo hago -Sonrío.
Camila: ¿Y tu padre sabe que ustedes...?
Austin: No... Si se lo decimos el podría quitarnos a Luisa, Camila. Y no lo digo
como una suposición. El realmente lo haría.
..........
Finalmente Camila había podido contarle su plan a Luis y Austin.
Luis decidió quedarse en casa con la pequeña Luisa, pero el otro chico accedió
a ayudarla solo si terminaban aquello antes de las nueve.
A esa hora daban la repetición de la séptima temporada de America's Next Top
Model.
Camila le aseguro, riendo, que llegaría a casa antes de que Tyra Banks
anunciara a la eliminada de la semana.
Se fueron en el auto de Camila, el cual había dejado aparcado a unas calles de
la floristería de Brad. Se dirigió a su casa a toda velocidad.
Al llegar Dinah, Normani y Ally ya estaban allí.
Dinah: ¡Mila! -Grito al verla bajar del auto, una sonrisa plasmada en su rostro,
la cual rápidamente se borro-. ¡¿Qué hace este infeliz acá?! -Pregunto corriendo
hacía el.
Austin: ¡Mi cabello! -Chillo cuándo Dinah se lanzo sobre el y tomo un puñado
de su cabello entre sus manos.
Camila: ¡Dinah! ¡Suéltalo! -Exclamo corriendo hacia ella y sujetándola de la
cintura, intentando alejarla. Normani y Ally se le sumaron, pero no lograron
tranquilizarla hasta que Normani introdujo una de sus manos bajo su camisa y
apretó uno de sus pechos.
Ally: ¡Normani! Tu y yo iremos a misa el domingo...
Normani: ¡¿Qué?! ¡¿Preferías que lo matara?! -Pregunto, tomando la cintura de
su novia y alejándola, aun acariciando su pecho, haciéndolo bruscamente
cuándo Dinah parecía querer alejarse y volver junto a Austin, los gruñidos de
Dinah confundiéndose con sus gemidos repentinos.
Ally: ¡NO! ¡Definitivamente no!
Austin: ¡Mi cabello! ¿Sabes lo que cuesta que quede así en las mañanas?
Dinah: Cállate idiota...
Camila: Dinah, calma. El es parte de mi plan... Y si no vas a tranquilizarte
puedes marcharte, y me encargare yo misma de atarte en la cama y permitirle a
Normani ser tops durante TODO UN MES.
Dinah: No lo harías...
Camila: ¿Quieres apostar?
Normani: Yo apostaría. Me encantaría ser tops un mes... -Dijo, quitando su
manos del pecho de Dinah y rodeando su cintura con sus brazos.
Dinah: ¿Las pasivas están organizando una rebelión o...?
Camila: ¡Cállense! -Exigió exasperada-. ¿Vero y Lucy ya están dentro?
Ally: Están allí desde hace dos horas...
Camila: Bien.
Normani: ¿Qué se supone que harán ellas?
Camila: Ellas se encargaran de que Peter no haga nada con Lauren hasta que
lleguemos. Lo último que quiero es que ese imbécil vuelva a colocarle un solo
dedo encima.
Dinah: Bien... ¿Y dónde se supone que entran los del coro? Brad me llamo para
pedirme prestado el autobús familiar. El cree que los integrantes del coro son
muchos o algo así... Realmente no lo entiendo. Cuándo mi familia lo usa yo
tengo que cargar a Regina... ¡Y mi madre tiene que cargarme a mi! ¡Y los del
coro casi podrían acampar allí!
Normani: Eso sucede porque tu familia es infinita, Dinah Jane Hansen...
Dinah: ¿Nombre completo? Vamos, Mani, lo estuvimos practicando.
Normani: Dinah Jane Milika Ilaisaane Hansen Amasio -Dijo pausadamente-.
¿Feliz?
Dinah: Muy feliz -Aseguro, besándola tiernamente.
Austin: ¿Qué se supone que harán los del coro? ¿Van a hacer un fondo musical
como en High School Musical o Glee?...
Camila: ¡No!... Aunque no sería mala idea.
Austin: Troy es lindo... -Dijo refiriéndose al protagonista de las películas
musicales.
Ally: ¡¿A cual Troy te refieres?! -Pregunto molesta, cruzándose de brazos-. Soy
charla sobre las posibles universidades donde sus amigas asistirían y sobre los
cursos de fotografía de Lauren, en los cuales iba bastante avanzada.
Cuándo salió Peter estaba frente a ella y cubrió su boca con sus manos,
llevándola a rastras hacía su habitación, cerrando la puerta con seguro.
Peter: Quítatelo todo -Exigió bajando la apretada cremallera de su pantalón-.
Estoy tan caliente que podríamos volver de tu casa un infierno.
Lauren: Peter... yo... ¿Qué te parece si hoy lo dejamos pasar? Realmente quiero
hablar con Vero y Lucy...
Peter: Vamos, muñeca, serán quince minutos...
Lauren: Peter...
Peter: Vamos, nena, jamás te has negado. Se que lo deseas tanto como yo.
"Por supuesto que no, estúpido"
Lauren: Peter, por favor...
Pero obviamente Peter no aceptaría un no como respuesta.
El hombre simplemente se lanzo sobre Lauren y comenzó a desvestirla.
Lauren cerro los ojos.
El chico la estaba tratando tal y como la primera vez que la había hecho suya.
Tal vez las cosas debían terminar como habían comenzado.
..........
Camila se limpio el sudor de las manos y toco el timbre de la casa de Lauren
dos veces.
Para su mala suerte, fue Clara Jauregui quien abrió.
Clara: ¿Qué haces acá? -Pregunto con repulsión- ¿Qué hacen todos ellos acá?
-Ahora se refería a los chicos del coro, a Austin y a sus amigas.
Camila: Yo... em - "¡Deja de tartamudear! Estamos en una misión para
recuperar a Lauren"-. Necesito hablar con Lauren...
Clara: Lo siento, ella no esta acá...
La mujer se disponía a cerrar la puerta frente a sus narices cuándo Austin corrió
hacía allí y mantuvo la puerta abierta.
Austin: Lo siento, señora. No podemos rechazar esto. Realmente estoy seguro
de que Tyra eliminara a la chica que más odio hoy, y no quiero perderme sus
lágrimas de perra...
Clara: ¿Pero que...? -Ya era muy tarde. Camila, con Normani y Dinah a sus
lados y los demás siguiéndola, ya habían entrado a casa-. ¡MIKE!
Mike: ¿Qué sucede, Clara? -Pregunto desde el salón.
Camila: Buenos días señor Jauregui -Saludo entrando al lugar-. Espero no
incomodarlos, pero me gustaría saber dónde está Lauren ahora mismo...
Vero: Está en el baño -Informo rápidamente.
Lucy: Algo debió de haberle caído mal. Ha estado allí por más de diez
minutos...
Camila se tenso.
No.
Algo le decía que no era así.
Algo le decía que Lauren Jauregui no estaba en el baño.
Camila: ¿Dónde esta Peter? -Pregunto desesperada.
Clara: ¿Qué te interesa? ¡Sal de mi casa! ¡Ella es feliz con el!
Camila: Púdrase señora...
Chris: Peter esta en la cocina...
Taylor: ¡NO LO ESTA! -Grito desde el lugar-. ¡SE FUE HACE DIEZ
MINUTOS PORQUE QUERÍA TOCARLE EL TRASERO A LAUREN!
Tal vez era precisamente eso lo que estaba haciendo.
Camila corrió desesperadamente hacía el segundo piso, con Clara, Austin,
Dinah, Normani y Ally a sus espaldas, los miembros del coro permaneciendo
en la planta inferior para comprobar que todo estuviese bajo control.
Toco fuertemente la puerta que debía de pertenecer a la habitación de Lauren.
Camila: ¡ABRE ESTUPIDO!
Clara: ¡Déjalos! ¡Van a casarse! ¡Peter tiene derecho!
Ally: Con todo el respeto del mundo, señora Jauregui, váyase al infierno
-Murmuro antes de golpear la puerta junto a su amiga, Dinah sujetando a Clara
para que no las detuviera, Normani lista para retenerla por si la mujer se
escapaba de los brazos de su novia.
Camila: ¡ABRE ESTUPIDO ENFERMO! ¡ABRE ESTA MALDITA PUERTA
Y DEJALA SALIR! ¡ELLA NO QUIERE ESTO! ¡ELLA NO TE QUIERE!
XX: ¡CALLATE! -Escucho gritar a una voz masculina tras la puerta-. ¡ELLA
ES MIA!
Camila: ¡¿Y QUE PASA CON ARIANA?!
XX: ¡CALLATE!
Camila: ¡¿QUE PASA CON LAS OTRAS EN TU LISTA?!
XX: ¡TE PEDI QUE TE CALLARAS!
Camila: ¡CALLATE TU, ESTUPIDO!
Los dos lo hicieron.
Fue increíble el momento en el que, simplemente, sus puños contra la puerta
dejaron de golpear y la voz de Peter dejo de escucharse. Era como si hubiesen
apretado el botón de "mute" en un mando a distancia.
Pero fue desgarrador escuchar un golpe seco, seguido por uno de los gritos de
Lauren.
Camila: ¡NOOO! -Grito al comprender que el hombre haía golpeado a la chica
de la ventana. Estaba enojada. Peter era un idiota que merecía caer del piso más
alto de un edificio-. ¡NO VUELVAS A TOCARLA IDIOTA!
Lauren: ¡CAMZ!¡CAMZ! ¡POR FAVOR! ¡SACAME DE AQUI! -Suplicaba,
seguramente llorando. Su voz se escuchaba tan cercana. Los golpes en la puerta
le notificaron que estaba al otro lado.
49
TI?! ¡¿DONDE?!
Y así es como Sinuhe la hizo sentir como la mierda que pensaba que era una y
otra y otra vez.
"Eres una idiota, Jauregui"
"La heriste"
"Sufrió"
"Por ti"
"Eres una mierda, Jauregui"
"Eres una mierda"
"Eres una idiota"
Le costaba respirar. Sus dedos chasqueaban. Su cabeza daba vueltas.
Dolía. Dolía mucho, pero no sabía precisamente donde.
Era como si le doliese en todas partes a la vez.
Se recostó en la pared más cercana, sintiendo que el aire que recibían sus
pulmones era escaso. Todo lo que estaba a su alrededor se había convertido en
formas coloridas, y los gritos de las personas a su alrededor ya no eran nada
más que sonidos completamente inentendibles.
Fue deslizándose lentamente hasta el suelo, intentando tomar el aire que
necesitaba con su boca.
Aun así no era suficiente.
Enterró su cabeza entre sus piernas, chasqueando sus dedos, meciéndose en el
suelo, de vez en cuándo enterrando sus uñas en su piel.
"No la mereces"
"Eres una idiota"
"Eres una mierda"
Lauren: ¡BASTA!
Pero las voces no se callaban.
Cubrió sus oídos, pero las voces seguían allí, dentro de ellas, diciéndole las
miles de cosas que no quería escuchar.
Lauren: ¡BASTA!
Pero las voces no se marchaban. Seguían hablando, diciéndole lo poco que
valía. Diciéndole que sería mejor para todos los demás que estuviese muerta.
Golpeo repetidamente su cabeza contra la pared, intentando que las voces
callaran.
Pero ellas seguían allí, junto al dolor.
Grito.
Grito porque no las quería allí.
Grito porque quería que se callaran de una puta vez.
Fue cuándo lo sintió...
Unas cálidas manos sobre las suyas, sujetándolas fuertemente y alejándolas de
sus oídos.
Lauren: Meses... Supongo que lo que sucedió hoy... Y no lo digo solo por lo de
tu madre... Termino haciendo regresar el ataque con el doble de intensidad.
Camila: Supongo que... supongo que tendrás que contarle a tu psicólogo de
esto.
Lauren: En realidad... Deje de verlo hace unos meses, cuándo los ataques
terminaron. A Peter no le gustaba que vieran a su "novia" en lugares así. No
querían que pensaran que estaba viviendo con una loca.
Las facciones de Camila de inmediato se deformaron.
Camila: Ese hombre es un estúpido..
Lauren: Lo se -Aseguro abrazando a Camila fuertemente.
La necesitaba. Necesitaba sentirla bajo sus brazos para saber que aquello era
real. Necesitaba sentirla para asegurarse de que no seguía en casa de sus padres,
con aquel idiota al lado de su cama.
Necesitaba sentirla para mantenerse en control.
Cuándo entraron a la cocina, Dinah y Normani estaban allí, cada una en
extremos diferentes del lugar, mirándose con recelo. Sinuhe estaba lavando los
platos de una cena que seguramente Camila no había probado, pues había
estado demasiado ocupada sacándola de aquel infierno donde vivía.
Camila: ¿Qué sucede? -Pregunto curiosa al ver a sus amigas de esa forma,
presionándose más sobre el cuerpo de Lauren, la chica más alta ajustando su
agarre.
Dinah: ¡Es Normani! ¡Ella empezó todo!
Normani: ¡Tu querías una respuesta sincera!
Dinah: ¡Pero eso fue cruel, Normani!
Normani: ¡Fui cruel porque te amo!
Dinah: Pero...
Lauren las miraba confundida, no comprendiendo aquella conversación.
Sinuhe, en un rincón, se reía, como si nada de lo anterior hubiese sucedido.
Camila obligo a Lauren a sentarse en un taburete cerca de la encimera, la más
alta quejándose débilmente cuándo sus cuerpos se separaron. ¿Quién le
aseguraría ahora que todo estaba bien?
Le entrego la taza con el te caliente que Ally había preparado y la miro
fijamente a los ojos.
Camila: Bébetelo -Dijo dulcemente, acariciando sus mejillas-. Te ayudara a
calmarte... Yo tengo que ayudar a estas dos a resolver sus problemas antes de
que se maten... O antes de que lo hagan ellas mismas y terminemos viendo
porno lésbico en vivo y en directo en la encimera de la cocina...
Lauren río.
Lauren: No me molestaría ver eso -Susurro débilmente, llevándose la taza a los
labios.
Camila solamente sonrío, golpeo juguetonamente su hombro y se alejo
paseaba sus manos por sus glúteos y dejaba marcas en su clavícula. Se sentía
desfallecer cuándo sus sexos se rozaban, y el agua golpeando sobre su piel solo
lograba volver más erótico el momento.
Ahogo un gemido cuándo Camila descendió lentamente hasta sus pechos,
llevándose uno de sus pezones a la boca.
Tenía que liberarse de alguna forma.
Sentía la necesidad de gritar, pero no podía, porque eso posiblemente alertaría a
los padres de la menor y las harían salir de inmediato.
Si hay algo más torturante que estar limitado durante el sexo es no poder
terminarlo.
Mordió la piel de su muñeca, buscando se esta forma ahogar sus gritos mientras
Camila lentamente descendía por su abdomen hasta quedar completamente
arrodillada en el suelo, las baldosas frías de la pared chocando con la espalda
de Lauren.
Lauren: ¿Qué... que vas a hacer? -Jadeo mientras Camila trazaba la forma de
sus piernas con sus dedos, besando partes de ellas lentamente, de vez en cuándo
dedicándose a morder.
Camila: Creo que lo sabes, Jauregui... ¿Leíste "Fifty Shades Of Jambalaya",
cierto?
"Dos veces" Quiso responder, pero lo único que logro salir de sus labios fueron
gemidos ahogados cuándo Camila hundió sus dientes en la piel de sus muslos y
comenzó a morderlos hasta llegar peligrosamente cerca de su entrepierna.
Sus músculos temblaban. Su centro palpitaba dolorosamente. Hacía calor. Si
Camila no hacía nada en ese momento era capaz de hacerlo incluso ella misma
aunque no supiera exactamente como.
Mordió la palma de su mano intensamente cuándo sintió a sus labios depositar
un beso allí. Y luego otro, y otro, cada vez más duraderos.
Lauren: Por favor, Camz -Suplico entre gemidos.
Camila simplemente sonrío entre sus piernas y pego sus labios a su centro,
permitiéndole a su lengua vagar por cada rincón de este y mordiendo levemente
de vez en cuánto.
Lauren gemía sonoramente, y sinceramente ya no podía contenerse. ¿Qué
mierdas importaba si las descubrían? ¡Aquella era la sensación más placentera
del mundo!
Lauren llevo sus temblorosas manos al cabello de Camila, sujetándolo y
acercando su centro a la boca de la chica mucho más que antes, su lengua
haciendo estragos lentamente.
Lauren: Mierda... Camz... Camz, por favor no pares...
Camila: Sabes muy bien, Jauregui -Susurro alejándose un poco, para luego
retomar la tarea y comenzar a penetrar a Lauren con su lengua tan lentamente
que casi sintió ganas de llorar.
50
Lauren: No...
Camila: Si lo haces tal vez podrías tocar mi trasero... Ya sabes, acabo de
caerme, me duele y necesito que alguien lo acaricie por mi mientras bebo algo
de jugo de naranja...
La sonrisa que en esos momentos se dibujo en los labios de Lauren fue casi
mágica.
Camila: Eres una pervertida -Susurro antes de depositar un corto beso en sus
labios, sirviéndose algo de jugo en un vaso-. ¿Qué? ¿No piensas hacerlo?
Lauren simplemente asintió rápidamente, aun sonriendo, sujetando las piernas
de Camila para acercarla a la mesa y luego usando la misma mano para
acariciar tiernamente su trasero adolorido, mientras que con la otra tomaba su
taza de café y daba un largo trago antes de comenzar un nuevo crucigrama.
Camila sonrío al verla de esta forma, tan ajena al mundo, acariciando su trasero
mientras su mente le daba las respuestas de aquellos complejos acertijos que a
ella le habría tomado años decifrar.
Soltó un chillido bajo cuándo sintió la mano de la chica de la ventana deslizarse
bajo su pantalón y seguir con el trabajo, ahora en contacto con la pie de la zona.
Camila: Lauren -Murmuro, comenzando a sentir como corrientes eléctricas
viajaban por todo su cuerpo con solo esta acción-. Lauren, mis padres entraran
en cualquier momento...
Pero la chica de ojos verdes estaba demasiado ocupada en su crucigrama como
para prestarle atención a sus advertencias.
Lauren: El Taj Mahal -La escucho susurrar mientras escribía la respuesta en la
quinta columna horizontal.
Realmente no parecía darse cuenta de las acciones de su mano.
Lo supo cuándo sintió como, lentamente, sus caricias se convertían en bruscos
agarres que, a pesar de que eran endemoniadamente placenteros, necesitaba
detener.
Fue entonces cuándo su madre entro a la cocina.
Fue su tercera charla.
...............
Al llegar a la biblioteca las chicas de inmediato fueron asignadas a reorganizar
las estanterías de la sección infantil.
Era un trabajo difícil, porque los niños realmente no son para nada ordenados,
ni siquiera en la biblioteca.
Lauren: Jamás me gusto "Ricitos de Oro" -Susurro señalando el pequeño libro
que, el día anterior, algún niño había dejado tirado en el suelo, cerca de una
mesa tan pequeña que ni Ally habría podido sentarse allí-... Es decir, los osos
no hablan ni preparan avena... Y duermen en cuevas, no en casas en medio de
bosques...
Camila: Es solo una historia, Lauren -Susurro dulcemente, acariciando sus
eso.
Lauren: Contigo quería hablar -Murmuro entre dientes.
El hombre estaba sentado en un sillón, mirando un programa de televisión
donde una sexy chica hablaba en un idioma que no podía entender.
Peter: No esperaba verte acá -Murmuro con una sonrisa que Camila deseo
borrar con un puñetazo.
Espero que Lauren contestara. Que lo insultara o algo mucho peor.
No esperaba que su novia lo tomara de la camisa, lo levantara del sillón y lo
hiciera chocar contra una pared.
El hombre, por supuesto, era mucho más fuerte que ella y podría haber hecho
algo para evitarlo, pero había algo en su mirada... Algo en su mirada que
demostraba entendimiento.
Lauren: Ocho meses -Gruño-. Perdí ocho meses de mi vida a tu lado, idiota.
Durante ocho meses vestí estúpida ropa de prostituta para ti y comí solo la
miserable ración de comida que me permitías. Durante ocho meses deje que me
tocaras como si fuese masa para modelar. Durante ocho meses asistí a clases
virtuales que odiaba, y fui al gimnasio hasta que ya no podía caminar. Durante
ocho meses fui contigo a estúpidas fiestas y te vi entrar a distintas habitaciones
con tus putas... ¡Me humillaste durante ocho meses, Peter!
Clara: ¡Lauren! ¡¿Qué haces?! -Pregunto al llegar, asombrada al ver la
situación-. No le hagas eso. El pobre ha sufrido mucho por ti, hija...
Camila: Lamento ser irrespetuosa, señora Jauregui, pero creo que Lauren tiene
un par de cosas que decirle a este hombre, así que sera mejor que haga
silencio...
Clara: Cállate, estúpida lesbiana...
Camila: Tuve las mejores calificaciones de mi curso, señora Jauregui
-Informo-. Así que realmente no puedo ser una estúpida.. Por otra parte, que me
llame lesbiana no me ofende. Créame, aprendí a aceptarme hace ya mucho
tiempo.
La voz del hombre interrumpió la discusión.
Peter: Lauren...
Lauren: ¡Cállate idiota!... ¡Me quitaste mi virginidad, Peter! ¡¿Para qué?!
¡¿Para que ahora te vayas con esa perra?!¡Perdí la única cosa que en verdad
valoraba de mi misma contigo, Peter! ¡Me la quitaste! ¡Y a ti te vale una
mierda! ¡Te vas con esa estúpida a seguir tus juegos! ¡Me obligaste a
entregarme a ti! ¡Y mientras estabas conmigo te acostabas con otras!... ¡Estoy
enojada contigo! ¡Estoy enojada porque había muchas más en el planeta, y
justamente me escogiste a mi, la chica que guardaba su virginidad como un
tesoro! ¡La chica que quería entregarse por primera vez a alguien que la amaba
y no a un idiota como tu!... Y lo peor es que no pudiste valorar esto.
Camila conocía a Lauren y sabía que no estaba celosa de Ariana. ¿Quién lo
estaría? Era Peter, el idiota más grande en el mundo de los idiotas... Ni una
chica desesperada por amor lo desearia.
En realidad, como lo había dicho, Camila sabía que Lauren estaba enojada.
Enojada porque Peter le había arrebatado algo importante a la fuerza y ahora se
marchaba con otra chica. Estaba enojada porque pudo haber tenido miles de
chicas más, pero el se decidió por ella para al final terminar tratándola como
basura.
Lauren: Vámonos Camz -Susurro con las manos temblorosas, acercándose a
ella.
Camila: Espera -Susurro acercándose al hombre. Era alto, mucho más alto de lo
que había sido Troy, e intimidante también-. Alguien necesita recibir su
merecido...
Se marcharon luego de que la rodilla de Camila impactara fuertemente en la
entrepierna del hombre.
..............
Al mediodía, en el café, Dinah, Ally, Normani, Camila y Lauren se reunieron
tal y como habían acordado el día del reencuentro, el pequeño Troy
descansando apaciblemente en su cochecito.
Dinah: No puedo creer que lo golpearas justo allí -Susurro, encantada con la
historia.
Lauren: Yo tampoco -Agrego su novia mientras acariciaba sus brazos
tiernamente, haciéndola sonreir-... Cuándo volvimos a casa el aun estaba
gritando de dolor -Rió-. Al parecer Camz tiene más fuerza de la que creemos.
Camila: En realidad -Murmuro con una sonrisa- creo que tu ya sabes hace
mucho cual es mi fuerza...
Ally: ¡Camila! ¡No quiero que cuentes tus experiencias sexuales de nuevo! ¡El
miércoles pasado Troy no durmió absolutamente nada, y estoy segura de que
no lo hizo porque tus relatos pasados de tono le dieron pesadillas!
Dinah: O no lo hizo porque estaba demasiado ocupado pensando en la bebe que
conoció en el parque ese mismo día...
Ally: No me hables de ella... ¡Debe de tener unos seis meses más que el! ¡SEIS
MESES! ¡Por Dios, Dinah, es una anciana para el! ¡Y lo estaba mirando como
si fuese... no se... el pecho de su madre!
Lauren: ¿No crees que estas exagerando un poco, Ally?
Ally: Oh, no, por supuesto que no. El día que vuelva a ver a esa niña le
arrancare cada uno de sus cabellos YO MISMA... Y luego iré con el sacerdote
de mi iglesia para arrepentirme por mis pecados... ¡Pero es que el es mi bebe!
Dinah: No se como harás cuándo lo lleves a la guardería el lunes, Ally...
Ally: No me hables de eso. Estoy paranoica... Es decir, quiero volver a ayudar a
mi padre en el hospital y todo eso, pero... mi bebe...
Camila: Todo estará bien. Estoy segura de que sabran cuidarlo en ese lugar...
Además, no es como si los otros bebes fuesen a comérselo ni nada de eso. ¡Los
bebes ni siquiera tienen dientes!
Ally: Nunca confíes en los bebes, Camila Cabello -Susurro seriamente-. Y
mucho menos si huelen a pañal sucio.
Camila: Bien, lo tomare en cuenta para cuándo decida tener hijos...
Dinah: Espero que cuándo los tengas sean de Lauren, porque sino estaré muy
decepcionada de las Camren...
Lauren: Y yo espero que tengas unos quince hijos con Normani antes de que
cumplas los treinta, porque sino me sentire de la misma forma... -Susurro,
uniéndose a la conversación y entrelazando su mano con la de su novia.
Camila sonrío.
No era como si quisiera hijos en ese momento. Tenía dieciocho, aun faltaban
algunos años para eso.
Pero los quería. En algún momento lejano, pero los quería.
Y no se podía imaginar dando a luz con alguien más a su lado que Lauren
Jauregui.
Dinah: Bien. Acepto...
Ally: No sabes en lo que te estas metiendo, Dinah Jane. Créeme, con uno es
suficiente.
Dinah: Cállate, Ally...
Camila solamente sonrío ante la estúpida discusión y recostó su cabeza en el
hombro de la chica de la ventana.
Lauren: ¿Los tendrías tu o yo? -Pregunto repentinamente en un susurro, Camila
comprendiendo que la pregunta era para ella.
Camila sonrío y desvío su mirada de Dinah y Ally, que seguían en su pequeña
discusión, para mirar fijamente los ojos de su novia, tan verdes que pocos los
habrían considerado reales y beso su nariz tiernamente.
Camila: No lo se -Contesto encogiéndose de hombros-. Podríamos turnarnos si
quieres...
Lauren: Bien -Sonrío.
Camila: Bien.
Ally: Dinah... -La chicas voltearon sus miradas hacia la chica, que había
hablado demasiado alto como para ser ignorada- ¿Por qué Normani está tan
callada?
Era cierto. La morena estaba mirando al vacío, con sus manos temblororsas
sobre la mesa.
Dinah: Supongo que es por el lugar en donde están mis dedos ahora mismo
-Contesto pícaramente, volteando a ver a su novia y depositando un corto beso
en su mejilla.
Camila: ¡Dinah! -Chillo.
Ally: Por Dios Dinah, arrepiéntete de tus pecados...
Silencio.
Lauren: ¿Pueden explicarme, chicas? No lo entiendo...
Camila se acerco al oído de su novia y susurro un par de cosas rápidamente,
uniendo sus meñiques.
Lauren: ¡Dinah!
51
Camila: mmm... ¿Lauren? ¿Eres tu? -Pregunto con voz rasposa debido al
sueño.
Lauren: ¿Esperabas a alguien más? -Pregunto divertida, dirigiendo sus labios a
su mandíbula, dejando sutiles mordiscos en la zona, su novia dejando escapar
débiles risitas.
Camila: No... realmente no -Susurro, moviendo su cuello ligeramente para que
Lauren tuviera más acceso a el-. En realidad -Agrego luego de unos minutos,
alejándose un poco para mirarla a los ojos. Lauren suspiró. Sus ojos no
cambiaban de color, ni eran claros, ni tenían un tono peculiar, pero para ella...
para ella eran los ojos más hermosos del mundo- ni siquiera esperaba
encontrarte a mi lado al despertar -Confeso acariciando sus mejillas con una
sonrisa, Lauren sintiendo decepcionada de si misma. Camila realmente nunca
la esperaba a su lado en la cama. Camila sabia que no estaría-. Es decir,
siempre te encuentro desayunando en la cocina, haciendo un crucigrama... Y
esta bien, me gusta que sigas tu rutina. Que seas tu misma... No pongas esa
cara, amor. Ya te dije que esta bien. Te amo, y no necesito despertar todos los
días a tu lado para saber que lo haces también. Solo necesito verte suspirar
como hace algunos segundos, o escucharte llamarme "Camz", o besarme...
Lauren: Pero yo... yo... -Intentaba hablar, pero un nudo se había formado en su
garganta-. El punto que ambas seamos felices en esta relación, Camz. No solo
yo. No me importaría salir un poco de mi rutina por ti, amor... Si quieres que
despierte a tu lado solo dímelo y me quedare junto a ti, pero tienes que
decírmelo. Recuerda que no soy buena en eso de adivinar cosas... ¿Bien?
Camila: Bien... -Dijo con una sonrisa que Lauren imito. Le encantaba verla
sonreír, sobretodo si sabía que ella el origen de esta sonrisa- Ahora, como
estamos empezando en esto de la comunicación, quiero que sigas con lo que
estabas haciendo antes...
Lauren simplemente rió levemente y negó con su cabeza.
Lauren: ¿Qué te parece si mejor desayunas y luego damos un paseo por el
parque?
Camila: No, definitivamente no -Se negó con una sonrisa, levantándose
lentamente de la cama para ir al baño-. Bajare a desayunar y luego subiré...
Espero encontrare completamente desnuda, Jauregui, porque sino tendré que
azotarte.
Lauren: Creo que has leído "Fifty Shades Of Jambalaya" más de lo que
deberías, Camz -Se burlo.
Camila: Pero es que Loren es tan sexy en su faceta de mujer dominante y
posesiva -Suspiro, perdiendo de esta forma la poca seriedad que había tenido la
conversación-. Pero te hablo en serio, Lauren -Agrego abriendo la puerta-,
realmente quiero encontrarte desnuda cuándo vuelva...
............
Una hora más tarde Lauren se sentía en medio de un sueño mientras miraba el
techo e intentaba recobrar la respiración, una sonrisa decorando su rostro.
Lauren: Eres increíble -Jadeo mientras Camila retiraba sus dedos de su interior
lentamente y los llevaba a su boca, limpiándolos de esta forma. Lauren supo al
instante que jamás podría cansarse de ella. Sencillamente la amaba. Realmente
lo hacía.
Camila: Lo se -Se burlo, recostándose a su lado, acariciando la enorme cicatriz
entre sus pechos, por la cual sus corazones habían sido extraídos una y otra y
otra vez. Por alguna razón, Camila, cada vez que la veía, solía besarla y decirle
a Lauren cuan perfecta era.
Aquella vez no fue la excepción.
Lauren: La próxima vez sera mi turno -Notifico con una sonrisa cuándo Camila
dejo de recorrer su cicatriz con sus labios.
Camila: También lo se -Rió, uniendo sus labios unos minutos-. Estoy
esperándolo -Suspiró.
Lauren simplemente rió audiblemente y escondió su rostro en el cuello de su
novia, sintiéndola tensarse cada vez que su respiración chocaba con su piel.
Llevo su mano a la cintura de Camila, acariciadora lentamente mientras
comenzaba a succionar su cuello, intentando dejar marcas que gritaran su
nombre a kilómetros.
Fue cuándo las interrumpieron...
XX: Mila, papá dice que...
Camila fue rápida, y logro cubrir sus cuerpos con una sábana cercana
rápidamente antes de que Sofi entrara, haciendo parecer a la situación como si
acabaran de levantarse.
Sofi: ¿Por qué tu ropa esta por toda la habitación, Mila? -Pregunto curiosa al
entrar.
Camila: Sabes que soy muy desordenada...
Sofi: No desde que Lauren volvió. Ella siempre lo limpia todo... ¡Hola Lauren!
-Saludo al verla tras las sábanas.
Lauren: Hola, Sofi -Saludo riendo nerviosamente, volteando su rostro un poco
para ver el de su novia, completamente sonrojado. Deseo besarla en ese
instante, pero se contuvo. Los padres de Camila les habían suplicado conservar
la compostura frente a Sofi-. ¿Crees que podrías dejarnos cinco minutos?
Tenemos que... Camila tiene su periodo y tendremos que cambiar las sabanas
porque... -"Eres una mala mentirosa, Lauren"
Sofi: Sí, sí, ya lo se, mamá me hablo de eso... Ojala nunca me suceda.
Camila: ¿Qué quería papá, Sofi? -Pregunto antes de que la menor saliera del
lugar, riendo aun por el último comentario de su hermana.
Sofi: Oh, si, eso... Quería que le dijeras a Lauren que hay una chica esperándola
allá abajo.
Camila: ¿Una chica? -Pregunto elevando sus cejas, Lauren sonriendo ante sus
evidentes celos.
Sofi: Sí -Asintió-... Creo que se llama Becky.
...................
Lauren termino de vestirse y bajo las escaleras rápidamente. Realmente
necesitaba hablar con Becky. Al parecer, ciertos rumores indicaban que Karla
Pelo podía estar embarazada...
Lauren: ¡Becky! -Dijo al verla, sentada en el sillón, bebiendo un vaso de agua
mientras Sinuhe hablaba con ella sobre el clima.
Becky se lanzo sobre ella casi al instante, rodeándola con sus brazos.
Lauren se aparto.
Era su amiga, sí, pero aun no estaba acostumbrada al contacto. Tal vez jamás se
acostumbraría del todo.
Becky: Lo siento... Yo... yo he estado muy preocupada por ti... Austin me contó
lo que hizo Camila en tu casa y... bueno, he querido verte desde ese día pero no
he sabido donde estabas... Hasta que mi padre se fue ayer por unos asuntos de
trabajo y Austin por fin pudo ir a mi casa... Ya sabes, mi padre es chapado a la
antigua y cree que los gays le hacen mal a la humanidad y todo eso... Me dijo
que estabas acá.
Lauren simplemente asintió, sonriendo. Le gustaba saber que más personas de
las que esperaba realmente se preocuparan por ella. No es como si realmente
esperara que alguien lo hiciera.
Becky: ¿Estás bien? -Le pregunto intentando mirarla a los ojos. Por supuesto,
no iba a conseguirlo.
Lauren: Bastante bien, en realidad...
Becky: Eso puedo notarlo, Jauregui... Esas marcas en tu cuello se ven a
kilómetros.
Lauren de inmediato se cubrió el cuello con ambas manos, avergonzada.
Becky: Y, por supuesto, también tenía que celebrar junto a ti el crecimiento de
la familia Jambalaya-Pelo...
Lauren: ¿Es cierto, entonces? -Podía no sonar emocionada, pero muy en su
interior lo estaba.
Becky: ¡Por supuesto! -Afirmo con alegría- ¡Vamos, Lauren! ¡Baila la
macarena! ¡Canta! ¡Haz algo!
Lauren: ¿Wiii?
Becky: Sigue intentando, Jauregui -Se burlo, golpeándole levemente el
hombro-... ¿Quisieras ir a mi casa un rato? Unas chicas del fandom también
van a estar allí... Ya sabes: Victoria, Ellen y Mariana, las que siempre intentan
seducirte para luego violarte... Tranquila, ya las controle. Nadie separa
Camren... Celebraremos el embarazo de Karla viendo vídeos desde The Thug
Factor...
XX: Ella no ira a ninguna parte contigo, Becky.
Era Camila que, bajando las escaleras de brazos cruzados, miraba a la chica con
furia en sus ojos.
Lauren: Amor... yo... si es por las chicas podría ir vestida de monja y con una
máscara...
Camila: No es por eso, Lauren -Negó, procurando bajar cuidadosamente el
último escalón. Lauren rió, pues su novia siempre solía tropezarse con este.
Becky: Camila, por favor, no le digas... -Ellas parecían entenderse. Lauren
frunció el entrecejo, buscando ayuda en la madre de su novia. Tal vez ella
podría explicarle lo que estaba sucediendo... Claro, podría si no se hubiese ido
a la cocina sin que Lauren lo notase segundos atrás.
Camila: Becky no es tu amiga, Lauren... -Susurro, sujetando su brazo
fuertemente.
Becky: ¡Si lo soy! Tienes que creerme, Lauren... Por favor... Yo no...
Camila: ¡Deja de ser tan mentirosa! ¡Cuéntale todo lo que hiciste! ¡Cuéntale
por qué te acercaste a ella! ¡Cuéntaselo, Becky! ¡Cuéntale que clase de persona
eres!
La chica suspiro, derrotada.
Becky: Lauren, yo...
Lauren: ¡Habla de una puta vez, Becky!
Jamás había visto a su novia tan alterada, excepto cuándo la situación
realmente lo indicaba, así que realmente no podía estar exagerando todo
aquello.
Y si le había mentido, tal y como Camila estaba dando a entender, quería
escuchar la razón.
Becky le contó todo, de principio a fin.
Le contó como se había acercado intentando separarlas y como luego había
servido de informante solo para tener una bonita noche con Mahone, la cual
nunca llego. Le contó como había comenzado a agradarle, y como se había
dado cuenta de que lo que estaba haciendo estaba mal.
Le contó todo detalladamente, y, al final, Lauren no se pudo sentir más usada.
Becky: Lo siento, Lauren... -Susurro con los ojos cristalizados.
Lauren: Vete de acá -Exigió, intentando contener sus lágrimas.
Becky: Lauren...
Lauren: ¡Vete idiota! ¡No quiero verte más!
Becky: Lauren, en serio lo...
Camila: Sera mejor que te vayas, Becky... En serio.
Lo hizo.
Cuándo la chica cerro la puerta tras de sí, Lauren solo pudo girarse y abrazar
fuertemente a su novia, escondiendo su rostro en su cuello, sollozando y dejar a
Lauren: Te conozco bien, Camz... Si fueses a una fiesta esta sería hasta la una y
tomarías solo agua y coca-cola...
Camila: ¡Claro que no! -Negó, tomando un puñado de palomitas y
lanzándoselas al rostro, para que luego cayeran en todas partes. Lauren cerro
los ojos y bufo-. Lo siento -Se disculpo inocentemente, besando su mejilla y
volviendo a recostarse entre sus pechos. A Lauren le gustaba que lo hiciera. Se
sentía bien. Era como si Camila la considerara su mejor lugar para descansar-,
tal vez deba limpiar todo esto -Susurro, acercándose tentadoramente al cuello
de Lauren, donde la chica de ojos verdes sabía habían caído varias palomitas.
Rió cuándo sintió los labios de Camila atrapar las palomitas entre sus labios,
rosando su cuello con la acción, haciéndola sentir cosquillas.
Camila: Espera, no te muevas, tienes una justo... -Deslizo un poco la manga de
su camisa, exponiendo su clavícula y acerco sus labios, engullendo la palomita
que había estado allí- aquí... Y mira -Estiro su mano hacía su cabello, tomando
rápidamente unas cuadro o cinco palomitas que habían quedado allí.
Pero no las comió como Lauren esperaba.
... Las dejo caer y fueron a parar directamente a su camisa, escabulléndose por
el cuello de esta, bajando por su pecho y deteniéndose en su brasier (Vuelvo a
repetir, usamos brasier porque lo necesitamos porque somos chicas)- ¡Ups!
-Dijo inocentemente, una picara sonrisa apareciendo en sus labios mientras
descendía lentamente, su mirada fijándose en la poca porción de sus pechos que
la camisa le permitía ver-. Creo que se cayeron -Informo divertida,
relamiéndose.
Y fue entonces cuándo Camila hundió su cabeza allí, intentando atrapar las
palomitas que había dejado caer, Lauren riendo desesperadamente ante la
situación, pues cuándo Camila no lograba atraparlas sus dientes rozaban con su
piel causándole una rara mezcla de cosquillas y excitación.
Cuándo por fin logro atrapar la última palomita, Camila salió de allí sonriendo
victoriosa, y beso sus labios tiernamente, Lauren sintiendo la sal en ellos.
Camila: ¿Lista para llorar como una perra loca viendo vídeos de Thug
Harmony en The Thug Factor? -Pregunto mientras se recostaba sobre el
hombro de Lauren, la chica de ojos verdes sonriendo y besando la cabeza de su
novia.
Lauren: Lista -Aseguro mientras tomaba la laptop y la colocaba sobre su
estomago, reproduciendo la primera presentación de las chicas en la casa de los
jueces.
Las chicas habían sido eliminadas como participantes individuales, y luego
obligaron a Demi, la dueña del programa, a colocarlas juntas de nuevo por
medio de amenazas del novio de Boyfriend Ally, Thug Rob.
La presentación comenzaba con una no perforada y mucho más joven Karla
Pelo preguntando a quien estaba a su lado (Esa chica aun no se imaginaba que
aquella mujer de hermoso lunar terminaría siendo su esposa): "Ay Loren "¿A ti
te gusta mi chapa?" y junto con el Beat Box de Loren Jambalaya se empezó a
escuchar estrepitosamente "MENEA TU CHAPA, TU CHAPA, TU CHAPA,
TU CHAPA ¡EHHH!"
No hace falta decir que, luego de nueve horas viendo la evolución de la chicas,
Lauren termino llorando debido a la depresión.
.............
Ya en la noche, luego de cenar, mientras Lauren ayudaba a Sofi a hacer su tarea
y Camila charlaba con sus padres sobre lo sucedido con Becky, la pequeña
decidió hacer una pregunta un tanto difícil de contestar.
Sofi: ¿Por qué tu y mi hermana tienen esas marcas en sus cuellos, Lauren?
-Pregunto. Por supuesto, Lauren sabía que las suyas eran mucho más visibles,
pero las de Camila no estaban mejor.
Silencio.
Fue justo en ese momento en el cual el timbre sonó, Lauren casi llorando de
alegría al verse interrumpida, sabiendo que no tendría que dar explicaciones...
O que tendría un poco de tiempo para inventar una buena excusa.
No pudo evitar mirar fijamente el trasero de su novia cuándo esta paso frente a
ella, decidida a abrir la puerta.
"Idiota, estas en casa de sus padres, no deberías hacer eso"
"Cállate, su trasero es..."
"Perfecto, idiota. La palabra es perfecto"
Se sorprendió cuándo vio a Ally tras la puerta, con una enorme caja entre sus
brazos.
Ally: Siento llegar tarde, Mila -Se disculpo mientras entraba y saludaba con
una gran sonrisa a los padres de Camila, dejando la gran caja al lado de sofá-.
La señora Hansen cuidara a Troy esta noche, y tuve que advertirle a Seth que si
llegaba a tocar un solo cabello rubio de mi bebe iba a sacarle los ojos con una
espátula... Tengo suerte de que la señora Hansen no me escuchara. Si lo
hubiese hecho seguramente me habría denunciado con el departamento de
"madres celosas"...
Lauren rió levemente. Ese departamento definitivamente no existía.
Ally: Hola Jauregui -Saludo acercándose a ella, Lauren levantándose de
inmediato para darle un fuerte abrazo. Sentía que debía hacerlo. Habían sido
amigas desde pequeñas, y solo diecinueve años después era capaz de tocarla sin
sentirse incomoda. Se lo debía. Le debía aquel abrazo y muchos más-. ¿Lista
para nuestra sesión de recuerdos?
Lauren: ¿Sesión de recuerdos? -Pregunto confundida.
Camila: Se supone que era una sorpresa -Susurro, encendiendo la televisión-.
Le conté a Ally lo sucedido con Becky y todo lo que me habías dicho... Es tu
amiga, merece saberlo...
Ally: Tenía que venir aquí y demostrarte yo misma que soy tu amiga de verdad
-Susurro con una sonrisa, tomando su mano, Lauren rodeando sus hombros con
sus brazos.
Lauren: Se que eres mi amiga, Ally... Supongo que solo hable sin pensarlo...
Estaba dolida. Becky fue bastante cruel...
Ally: Tal vez un poco -Aseguro-. Bien... Demasiado cruel... Pero, aun así... Tal
vez te haría bien recordar.
Camila: Definitivamente quiero ver ese vídeo donde ambas salen bailando
desnudas cuándo tenías cinco años, amor -Aseguro.
Lauren: ¿Le contaste, Ally?... ¿Qué parte de "no se lo cuentes a nadie" no
entendiste hace ocho años?
Ally: Supongo que olvide eso -Se burlo.
Sinuhe: Vámonos Sofi -Cuándo Lauren volteo a verla, estaba riendo-. Estoy
segura de que no querrás ver a la novia de tu hermana bailando desnuda cuándo
tenía cinco años...
Alejandro: Sí, sera mejor que veamos Harry Potter por décimo cuarta vez...
Sofi: ¡No! ¡Veremos Barbie!
Sinuhe: Bien, Barbie sera... -Suspiro. Era la decimoquinta.
Y así fue como los tres abandonaron la habitación.
Ally: ¿Lista, Jauregui? -Pregunto mientras tomaba asiento en el sofá.
Lauren: ¿Sin palomitas? -Pregunto entristecida.
Camila: Ni lo sueñes... Sabes que me distraigo fácilmente con ellas -Dijo,
regalándole una cómplice sonrisa junto con un guiño.
52
Camila, a pesar de las lágrimas de la joven Ally, no pudo evitar dejar salir una
carcajada.
Lo siguiente que vio fue a Ally en lo que debía de ser un campo de Softball.
Llevaba una gorra y debía de tener unos dieciséis.
Ally: La gran Lauren Jauregui esta lista para batear, amigos -Susurro
expectante moviendo la cámara hacía silueta de Lauren-. Se ha preparado para
esto, e incluso busco en internet maneras de correr más rápidamente. No hay
nada que pueda evitar la victoria de su equipo y -El discurso de Ally se vio
interrumpido cuándo Lauren simplemente golpeo la pelota a una distancia
considerable y comenzó a correr- ¡CORRE JAUREGUI! ¡CORRE COMO SI
LUIS ESTUVIESE INTENTANDO DARTE UN BESO!
La siguiente imagen volvía a mostrar a Ally llorando frente a la cámara.
Ally: Juro por mi vida, Jauregui, que si pudiera regalarte mi corazón lo haría...
Luego se mostraba a Lauren junto a Lucy y Vero sentadas frente a una
computadora mientras una mujer hablaba y hablaba sin parar acerca de las
raíces cuadradas, Lauren tomando nota de todo lo que decía a una velocidad
realmente impresionante.
Ally: Jauregui esta recibiendo clases por internet porque ella posee un intelecto
superior y no puede ser educada por profesores terrícolas -Se burlo, su voz
escuchándose tras la cámara. Por el rostro de Lauren, el cuerpo y sus facciones,
determino que debía de tener unos catorce, por lo cual Ally debía de tener unos
diecisiete-. Y Lucy y Vero solo vinieron a molestar...
Vero: Estamos dándole apoyo moral...
Lauren: Cállate Vero -Susurro enojada.
"Cara de culo Jauregui" Pensó Camila, sonriendo.
Lucy: Si no quieres nuestro apoyo moral podemos irnos -Susurro enojada,
cruzándose de brazos.
Lauren: Eso sería lo mejor que podrían hacer...
Ally: Vamos, Jauregui, Ellas solo quieren darte apoyo moral -Decía tras la
cámara-... Vamos, Lauren. Sonríe... ¿Por mi? ¿Sonrisa bonita? ¿Sonrisa
grande? ¿Sonrisa pequeñita?
Lauren: No, Ally. Déjame estudiar -Pidió, sus dedos comenzando a chasquear
audiblemente.
Ally: ¿Por los unicornios?
Esta vez, Lauren si sonrío.
En la siguiente toma Ally sostenía la cámara lo más alto que sus brazos le
permitían, la lente enfocando a una Lauren de unos quince años y una Ally de
dieciocho recostadas sobre la que Camila reconoció como la cama de su novia.
Lauren, al notar que su amiga grababa, cubrió su rostro con ambas manos.
Ally: Lauren esta teniendo un mal día hoy, amigos del futuro -Anuncio con una
sonrisa antes de susurrar:- Tiene cólicos...
53
ropa. Lo único que quería hacer era saber como estaba Camila Cabello.
Subió los pies al asiento, rodeando sus rodillas con sus brazos y sollozando
contra ellas. Sus dedos chasqueaban y su cabeza le gritaba que Camila, su
Camz, su princesa, iba a morir.
Chris: Lauren, no llores, ella esta bien...
Taylor: Sí, Lauren. Ha soportado más golpeas que este en su vida. Podrá con
esto.
Pero Lauren Jauregui no estaba segura de esto.
Lauren Jauregui no estaba segura de nada.
La única persona que podía darle seguridad estaba en camino al hospital, dentro
de una ambulancia, inconsciente.
Clara: Llamare a Sinuhe -Dijo de repente, sacando su celular de su enorme
bolso.
Lauren: ¿Cómo... como es que tienes su número? -Pregunto entre lágrimas.
Clara: No soy tan mala madre, Lauren. Todos los días llamaba para preguntar
por ti.
.............
Lauren estuvo todo el camino abrazada a Taylor, llorando sobre su hombro
mientras Chris acariciaba su espalda dulcemente.
A pesar de que ellos lo estaban dando todo de su parte para hacerla sentir
mejor, no era suficiente.
Clara había logrado comunicarse con la madre de Camila. Al parecer había
unos cuántos huesos rotos y algunas torceduras, pero no podía tratarse de algo
realmente serio.
Aun así, Lauren no pudo evitar preocuparse durante todo el camino.
¿Estaría realmente bien? ¿La extrañaría? ¿La odiaría por no haber sido lo
suficientemente buena como para insistir en ir ella y buscar aquel dibujo? ¿La
necesitaría? ¿La querría lejos? ¿Le dolería?
"Deja de ser tan idiota, Jauregui. Obviamente le duele"
Mike: Lauren -Susurro dulcemente su padre, acercando su mano a uno de sus
brazos-. Llegamos.
............
Lauren estaba en la sala de espera del hospital aguardando por alguna noticia.
Dinah y Normani habían llegado quince minutos después que ella y Ally unos
pocos segundos más tarde junto al pequeño Troy, a quien dejo en la guardería
del hospital no sin antes darle miles de indicaciones a las niñeras.
Dinah había llevado un poco de ropa para ella, pero lo único que había
aceptado colocarse eran unas cómodas zapatillas deportivas. También había
cedido ante las súplicas de Ally de lavarse un poco.
Cuándo se miro al espejo, supo que jamás se había visto tan mal.
Los ojos rojos e hinchados, el rostro sucio,el cabello revuelto y las mejilllas
humedecidas la hacían parecer una vagabunda. Jamás se había visto tan pálida.
Tan temblorosa. Tan... sin vida.
Ally había limpiado su rostro dulcemente mientras Lauren veía a sus dedos
chasquear sin poder detenerlos. También se había ocupado de sus brazos, e
incluso de sus sucias piernas.
Ally: Ella esta bien, Jauregui -Le aseguro dulcemente, intentando mirarla a los
ojos.
Pero Lauren no pudo creerle.
Y seguía sin hacerlo en esos momentos, sentada en una silla tan incomoda que
era una ofensa para el resto de las sillas, con la cabeza recostada en el hombro
de su mejor amiga mientras Normani y Dinah se abrazaban en un rincón del
lugar, su padre hablaba con los padres de su novia, sus hermanos intentaban
animar a la pequeña Sofi y su madre estaba desaparecida.
XX: ¿Lauren? -Era su madre, tocando su hombro levemente-. Te traje algo de
té... No es el mejor, pero te ayudara a relajarte.
Lauren: No necesito relajarme, mamá. Estoy bien -"Idiota, eres una mentirosa"
Clara: Hija, has chasqueado los dedos durante horas. No estás bien -Aseguro
sentándose a su lado.
Lauren: ¿Cómo puedes saberlo, mamá? ¡Cuándo estaba con Peter tu no sabías
que me sentía como una mierda! -Había comenzado a alterarse.
Ally: Lauren, no le hables así. Es tu madre...
Lauren: Pero Ally...
Ally: Jauregui, tal vez tu madre no fue la mejor en el pasado, pero tal vez... solo
tal vez... ha cambiado.
Lauren simplemente asintió, respirando hondo. Ally tenia razón.
Sujeto fuertemente la mano de su amiga y miro a su madre tan fríamente que
podría haberla congelado si esto fuese posible.
Porque, obviamente, las personas no pueden congelarse entre sí con solo una
mirada.
Clara: Aun no estoy de acuerdo con su relación y todo eso -Expreso de
inmediato, entregándole el té a Lauren, que lo tomo entre sus manos
temblorosas-... Pero eres feliz con ella, así que... Creo que el momento en el
que fuiste a casa para decirle todo aquello a Peter fue lo que me hizo
reflexionar. Me di cuenta de que realmente no habías sido feliz y que, aunque
yo lo deseara, Peter jamás sería el amor de tu vida... Fue entonces cuándo, una
noche, mire por tu ventana... Estabas hablando con Camila y tus ojos
brillaban... Y luego sonreíste... No te había visto sonreír así en años, Lauren...
Supongo que, aunque ella no me haga feliz, ella te hace feliz. Y eso es todo lo
que importa aquí al final del día.
.................
Media hora después Dinah y Normani se acercaron a Lauren, que había
Dinah: La pobre estaba tan pérdida que habría ido al baño de hombres sin darse
cuenta... Y no le habría gustado porque, bueno,ya sabes...
Normani: Pasamos todo el día juntas... Le pedimos que nos enseñara algo de
español, pero fue un fracaso. Dinah aun no sale de su típico...
Dinah: Biri biri bam bam...
Normani: No nos contó nada sobre su preferencia sexual hasta que Austin
comenzó a golpearla.
Dinah: Dijo que había preferido mantenerlo en secreto porque Sandra y
Marielle, sus viejas amigas, la habían alejado por esto. Temía que hiciéramos lo
mismo... Pero nos quedamos con ella.
Normani:... Ella era tan débil, Lauren.
Dinah: Intentaba verse fuerte. Intentaba hacer sentir mal a Austin. Intentaba
herirlo con palabras. Intentaba que el chico pensara que los golpes no le
afectaban... Pero lo hacían. La veíamos llorar, Lauren. Y luego, cuándo volvía a
casa, sabíamos que también lo hacía. Sabíamos que se sentía estúpida. Que
deseaba ser como los demás. Que no deseaba ser... ella lo llamo diferente.
Normani: Y luego llegaste tu, Lauren... Ella sonreía más. Ella era un poco más
feliz... Y cuándo tu fuiste al hospital, ella también se destruyo más de lo
normal... A tal punto que pensé que ibas a destrozarla...
Lauren: Lo hice -Comento entre lágrimas, recordando lo sucedido hacía meses.
Normani: Sí, pero la reparaste Lauren. Eres tu quien siempre la repara... ¿Cómo
es que dice esa frase, Dinah? La que nos dijo luego de leer Cazadores de
Sombras...
Dinah: Amar es destruir, y ser amado es ser destruido -Cito.
Normani: El amor duele, Lauren. No es solo felicidad como te han dicho en
miles libros, películas y fanfics Koren. El amor no es de esos sentimientos que
se sienten bien todo el tiempo... El amor se trata de destruirse, para luego
repararse. Una y otra y otra vez...
Dinah: Por supuesto, si lo único que haces es destruir la ecuación no es válida...
Normani: Pero tu la has hecho reír, tanto como la has hecho llorar. Tu las has
destruido y las ha reparado cientos de veces, Lauren, y ella también hace esto
contigo.
Dinah: Cuándo te conoció dejo de ser la chica infeliz que era golpeada por
Austin, Lauren. Dejo de pensar que sería mejor ser como los demás... Y paso a
ser la chica que estaba profundamente enamorada de ti.
Normani: Tu la reparaste, Lauren. La reparaste incluso cuándo nadie más
podría haber visto que estaba rota.
Lauren: Y luego la destruí... -Insistió.
Dinah: ¡¿Qué parte de amar es destruir y ser amado es ser destruido no
entiendes?! ¡No soporte su discurso de "Jace e Isabelle son mis nuevos amores
literarios" para esto"!
Ahora tenía el mismo deseo, y se sentía de la misma forma, pero había dos
diferencias... Ellas eran cinco. Camila era una. Y Lauren Jauregui estaba
profunda e irremediablemente enamorada de ella.
Camino rápidamente hacía ella, no tardando el rodearla torpemente con sus
brazos y enterrar su cabeza en el hueco de su cuello para aspirar su aroma.
Estaba bien. Realmente lo estaba. Con algunas torceduras y unos cuántos
huesos rotos, pero no era algo que no sanara con el tiempo.
Lauren: ¿Esto era lo que sentías cada vez que yo iba al hospital? -Pregunto
entre susurros, un nudo en su garganta y sus ojos ardiendo debido a las
lágrimas que amenazaban con salir.
Camila rodeo su cuello con su brazo bueno y asintió.
Lauren: Se siente como la mierda -Intento burlarse.
Camila: Lo se -Coincidió.
Y antes de que Lauren pudiese adivinarlo Camila encontró la forma de que sus
labios chocaran, compartiendo de esta forma un hermoso y dulce beso.
Un beso que le hacía doler el corazón.
Un beso que la reparaba.
Sinuhe: Yo... Supongo que estaré afuera -Susurro en cuánto el beso acabo.
Lauren observo sonriente como las mejillas de su novia se sonrojaba y beso
dulcemente su frente.
Se mantuvieron en silencio incluso cuándo Sinuhe se fue.
Camila: ¿Puedes creer esto? -Pregunto de repente señalando su brazo roto,
Lauren alejándose un poco para mirarlo y sonriendo dulcemente-. ¡Es mi mano
sexual, Lauren! ¡Y se me rompieron tres dedos! ¡TRES! Es decir, mi mano
izquierda es buena, pero jamás como la derecha y... Lo tendré durante semanas,
Lauren. ¡Semanas! Es decir, es como... ¡Seré la pasiva por semanas!... Me
gusta ser versatil, Lauren. En serio me gusta. Es como... "Camila la versatil"...
Se escucha bien. Se escucha maravilloso. Es la mezcla perfecta entre
dominación y sumisión... Ahora soy... ¡SOY CAMILA LA PASIVA!
¿Escuchaste eso? Camila... ¡La pasiva!
Lauren simplemente rió audiblemente ante el evidente enojo de su novia y negó
con su cabeza.
Camila: ¡No te rías, Jauregui! ¡Estoy sufriendo!... Ahora soy... ¡SOY
NORMANI, LAUREN! ¡Soy Normani!
Lauren: Camz... Aun tienes tu boca... -Susurro dulcemente, mirándola a los
ojos y acariciando sus labios con su pulgar.
Camila: ¡Eres una pervertida, Jauregui! -Exclamo divertida, tomando su rostro
con su mano izquierda y acariciando su mejilla tiernamente antes de dejar una
juguetona mordida en el dedo de su novia.
Lauren: ¿Yo? ¡Fuiste tu quien comenzó a decir que sería pasiva por semanas y
todo eso...!
Silencio.
Camila: ¿Quieres llorar, cierto?
Su rostro había pasado de la diversión a la tristeza rápidamente.
Fue cuándo Lauren supo que, en realidad, todo aquel rollo de "Camila la
pasiva" había sido solo un intento de ocultar lo que en verdad sentía.
Preocupación.
Lauren: Camz, yo... No debería llorar. Estas bien. Estás a salvo... Tu...
Camila: Estoy bien, tienes razón. Tengo un esguince en mi tobillo, y mi brazo
derecho hecho trizas. Tengo un par de costillas astilladas y este corte que va a
dejar un fea cicatriz, pero estoy bien... Aun así, puedes llorar. Puedes llorar
porque tuviste miedo. Porque estuviste preocupada. Porque me amas... ¿Bien,
Lolo?
Lauren simplemente asintió y la beso dulcemente, queriendo comprobar que no
estaba soñando.
La beso intentando explicarle cuándo se había preocupado, cuánto miedo tuvo,
cuánto la amaba.
Fue cuándo, sin poder controlarlo, un sollozo escapo por sus labios y golpeo los
de Camila, seguido de otro y uno más. Escondió su rostro en el cuello de
Camila rápidamente, dejando a las lágrimas descender y a todo lo que había
sentido salir de allí mientras la pequeña simplemente la abrazaba con su brazo
derecho, acariciando su cuello tiernamente hasta que el llanto se volvió
controlable.
Camila: Tengo algo para ti -Susurro dulcemente luego de limpiar sus lágrimas
con tiernos besos-... O tal vez para Ally... Solo... Creo que mamá lo coloco
sobre la mesita de noche.
Lauren simplemente asintió y limpiándose las lágrimas se levanto lentamente.
Al llegar, encontró el viejo y arrugado dibujo de Troy que había hecho hacía ya
bastante tiempo.
54
Camila suspiro.
Era bueno estar sobre una cama cómoda de nuevo.
Sinuhe: Tu padre y yo te dejaremos descansar hasta que la familia Jauregui
llegue...
Camila: ¿La familia Jauregui? -Pregunto confundida.
Alejandro: Oh, si, habíamos olvidado decírtelo. Ellos vendrán a cenar esta
noche...
Y, sin decir nada más, se fueron, dejándola sola con Lauren, que había estado
escondida tras los padres de la chica silenciosamente.
Camila: ¿Tu madre también vendrá? -Quiso saber.
Mientras estaba en el hospital la familia Jauregui había ido a visitarla,
incluyendo a la señora Jauregui, pero esta solo se había limitado a mirarla
fijamente en silencio durante los pocos minutos en los que ellos habían estado
allí.
Lauren simplemente asintió.
Camila: ¡Excelente! Camila la pasiva tendrá una pelea con su suegra esta
noche...
Lauren: ¿Por qué lo dices? -Pregunto con el entrecejo fruncido, completamente
confundida, acercándose a la cama de Camila y dibujando divertidos patrones
en la planta de su pie izquierdo.
Camila: Tu madre quiere pelear conmigo, es obvio. Sino fuese así no se
acercaría.
Lauren: Ella no quiere pelear contigo, Camz -Susurro dulcemente, mirándola a
los ojos unos segundos.
Camila: ¿No? -Ahora la confundida era ella.
Lauren: Dijo que ya no quiere pelear -Comentó encogiéndose en hombros-. En
realidad, dice que le caes bien...
Camila: ¿Esta drogándose, verdad?
Lauren: No -Negó completamente horrorizada-. Mamá no lo hace desde que yo
nací, Camz...
Camila: Estaba bromeando, Lolo -Sonrío dulcemente, sintiendo como las
manos de Lauren jugaban con cada uno de los dedos de sus pies-. Es solo que
me parece extraño... ya sabes... que yo le caiga bien y todo eso...
Lauren: Supongo que se dio cuenta de que, por más que lo desee, tu y yo no
vamos a separarnos.
Camila: ¿No vamos a hacerlo? -Quiso saber, intentando que sus labios no
dibujaran la sonrisa que deseaba.
Jamás se debe cantar victoria antes de tiempo.
Lauren: No -Negó mirándola fijamente a los ojos, gateando lentamente hasta
recostarse a su lado, Camila aprovechando la situación para apoyar su cabeza
en su pecho y verse envuelta por los protectores brazos de su novia.
Esa persona se llamaba Lauren Jauregui y tenía los ojos más hermosos que
jamás había visto en su vida, y era perfecta, y el amor de su vida, y no estaba
dispuesta a dejarla ir.
Lauren: Te amo, Camila Cabello -Susurro arrodillándose a su lado en la cama-.
Amo cada pequeña parte de ti. Amo despertar a tu lado. Amo que sujetes mis
manos y me hagas sentir en control. Amo la forma en la que arrugas tu nariz al
reírte, y como muerdes tu lengua cuándo estas realmente feliz. Amo cuándo te
sonrojas sin razón. Amo cuándo muerdes tu labio y tu ni siquiera te das cuenta.
Amo cuándo me miras a los ojos y siento que podría estar así durante años.
Amo cuándo dices que me amas y haces que mi nuevo corazón funcione como
un corazón de mierda. Amo cuándo hablas, y también cuándo callas. Amo verte
pensar. En realidad, amo verte haciendo cualquier cosa. Amo incluso esos
dibujos que haces parecidos a los de una niña de preescolar. Amo cuando
cantas y cuándo bromeas. Amo la forma dulce en la que intentas explicarme
cosas que no entiendo. Incluso amo cuándo te molestas. Te ves linda molesta.
Amo cada parte de tu cuerpo, y amo quien eres. Amo ese pequeño lunar en la
parte superior de tu frente, y también amo esa cicatriz que va a quedar en tu
mejilla. Amo la forma en la que tus ojos parecen brillar cuándo hablas de cosas
que te gustan y... -Lauren no estaba mejor que Camila. Lágrimas corrían por las
mejillas de ambas y sollozos amenazaban con escapar-. Te amo, Camila
Cabello. A ti y a todo lo que eres... Y si me dieran a elegir entre volver a nacer
con todos mis problemas y conocerte, o ser como cualquier otra chica normal y
jamás cruzar mi mirada contigo... Te escogería a ti, Camila Cabello. Siempre te
escogeré a ti. Siempre serás tu... Tu eres mía, Camila Cabello, y yo soy tuya, y
no voy a permitir que nadie cambie esto, porque te amo, y tu me amas, y daría
hasta mi última partícula de vida por ti.
Si Camila Cabello hubiese podido saltar en ese momento, lo habría hecho.
Lauren: Te amo Camila Cabello.
...............
Camila no sabía en que momento los besos dulces y salados se habían vuelto
tan pasionales, pero le gustaba.
Le gustaba sentir a la lengua de Lauren enredarse con la suya, y escuchar los
gemidos ahogados que impactaban con su garganta. Le gustaba sentir como las
manos de su novia vagaban por su cuerpo aun sobre la tela de la estúpida ropa
y se detenían sobre su trasero. Le gustaba enredar los dedos de su mano buena
en sus sedosos cabellos para que el beso se profundizara, hasta que ninguna de
las dos supiera cual lengua pertenecía a quien.
Camila: Jódeme Lauren -Susurro contra sus labios, mordiendo juguetonamente
en labio de su novia, sintiéndola tensarse sobre ella y un leve gemido
escapando de sus labios, haciendo que la humedad de Camila aumentara.
Sintió a la rodilla de Lauren presionarse contra su centro y su espalda de arqueo
Lauren: Amor...
Camila: Vamos, Lauren, es imposible que tenga hambre ahora. Comí como una
cerda mientras estaba en el hospital, y esta es mi quinta rebanada de pizza
-Explico alejando la mano de su novia- ¿Quieres que explote, cierto? ¿Es eso?
-Le recrimino, fingiendo enojo.
Lauren: No, yo no... yo no quiero eso.
Camila: Estoy jugando, Lauren.
Lauren: Deberías dejar de hacer eso -Susurro malhumorada, alejándose y dando
un mordisco a la rebanada de pizza como si se tratara de papel.
Camila: ¡No! ¡Es divertido! -Se nego.
Lauren: Bien -Acepto cruzándose de brazos, bufando.
Camila: Bien -Rió.
Lauren: Bien -Repitió.
Camila: Bien.
Lauren: Bien.
Camila: Bien...
Camila habría esperado seguir con el juego. En realidad, le encantaba ver a
Lauren molesta de esa forma. Era divertido. Y ella realmente se veía bastante
tierna de esa forma, con los brazos cruzados y el seño fruncido.
... Pero su novia tenía otros planes.
Lentamente desenredo sus brazos, llevando una de sus manos a la pierna de
Camila, acariciándola lentamente, pequeñas cosquillas viajando a su centro.
Mordió sus labios por instinto, reteniendo el gemido que amenazaba con salir.
Camila: ¿Qué estas haciendo? -Pregunto con los ojos completamente abiertos,
sintiendo como la mano de su novia vagaba hasta el botón de su short.
Lauren simplemente se encogió en hombros, mirándola fijamente,
introduciendo uno de sus dedos en su braga, dejándolo vagar lentamente.
Camila: Deberías dejar de hacer eso -Jadeo mientras juntaba sus piernas, de
esta forma solo aumentando el contacto de los dedos de Lauren contra su
centro.
Mierda. ¿Cómo era que no se había dado cuenta antes de que en el comedor
hacía tanto calor?
Lauren: No -Se negó sonriente-. Es divertido.
Bien. Excelente. Ahora Lauren jugaba el papel de la novia vengativa.
Camila: Por favor, Lauren -Suplico al sentir como sus dedos comenzaban a
tantear su entrada.
No era como si no quisiera que la chica de la ventana le hiciera el amor, pero en
ese momento sus padres estaba allí y, bueno, supongo que esas son malas
situaciones para hacer el amor.
Lauren: ¿Dejaras de hacerlo?
Camila: ¡No! -Le encantaba ver a su novia enfadada. No podía pedirle
55
Los días pasaron rápidamente, tal vez demasiado. Antes de que las chicas
pudiesen notarlo, navidad se acercaba.
Lauren seguía viviendo con la familia Cabello, no porque las cosas con su
familia siguieran tensas, sino porque a Camila le gustaba tenerla allí, y a los
padres de esta también.
Aun así,la pareja solía pasar los fines de semana junto con los Jauregui.
Lauren: Cuidado con la escalera, Camz -Advirtió a su novia-. Tienes un muy
mal historial con ellas... -Se burlo mientras intentaba desenredar un montón de
luces para colocar alrededor de la casa.
Camila: Muy gracioso, Jauregui, muy gracioso -Dijo mientras subía las
pequeñas escaleras de metal y se disponía a decorar la parte superior del árbol
de navidad colocado a mitad de la sala.
Sofia: ¿Crees que puedas acompañarme a comprarle un regalo de navidad a
papá y mamá cuando terminemos de decorar, Camila? -Pregunto dulcemente
mientras terminaba de colocar unos cuántos copos de papel en las ventanas.
En Miami no caía nieve, pero eso no era algo que unos cuántos trozos de papel
recortado no pudiesen arreglar.
Camila: Lo siento, Sofi -Se lamento-. Le prometí a Dinah que la ayudaría a
cuidar de sus hermanos mientras ella y sus padres decoran la casa...
Lauren: Puedes ir conmigo si quieres, Sofi -Se ofreció dulcemente, corriendo
rápidamente para ayudar a Camila a bajar las escaleras y depositando un dulce
beso en la pequeña cicatriz que había quedado en su mejilla luego de la caída
de la ventana-. Ally y yo planeábamos hacer algunas compras luego del
almuerzo...
Camila: Pensé que ya las habían hecho hace dos días -Dijo confundida.
Lauren: Ally esta loca por la navidad, Camz. Estoy segura de que ahora
comprara un trineo y un disfraz de santa para el pequeño Troy... Deberías
revisar su twitter. Su header son unas galletas navideñas caseras que hizo para
el pequeño Troy y su icon es... bueno, ella con una barba falsa y un traje de
santa...
Camila: Eso se escucha aterrador...
Lauren: Lo es... -Aseguro- Estoy segura de que cuándo llegue el día abrazara
hasta a un asesino serial y le deseara una feliz navidad... -Camila rió ante su
chiste, y Lauren no pudo evitar hacerlo también- ¿Entonces, Sofi? ¿Qué dices?
-Pregunto a la pequeña.
Sofia: Iré -Accedió sonriendo. Lo cierto era que la relación entre ambas era
bastante buena-. Pero no usare ningún tipo de barba falsa...
...........
Ally: ¡Jauregui! -La saludo al verla llegar al centro comercial, con el pequeño
Troy dando pequeños saltos sobre sus brazos-. Mira Troy, la tía Lauren -Señalo
al pequeño, que de inmediato se lanzo a los brazos de la chica, la cual deposito
un dulce beso en su pequeña mejilla antes de alzarlo dulcemente-. Hola, Sofi...
Sofia: Hola Ally...
Ally: ¿Les molestaría si vamos primero a ver a Santa? Quiero que Troy se tome
una foto con el...
Lauren: Pero, Ally... El ya tiene una foto con Santa...
Ally: ¡Eso fue hace dos días, Jauregui! ¡Míralo ahora! Se ve tan hermoso con
ese trajesito azul...
Lo cierto era que el pequeño Troy, que jugaba salvajemente con el cabello de
Lauren, se veía adorable.
Lauren: Debo admitir que, para tener cinco meses y medio, se ve bastante
atractivo... -Confeso con una sonrisa, llevando su boca al estomago del
pequeño, donde comenzó a hacerle cosquillas, el niño carcajeándose con su voz
angelical.
Sofia: Se ve mejor que los niños de mi clase -Admitió, comenzando a caminar
al lado de las chicas, en dirección a Santa-... Y también huele mejor -Agrego.
Lauren simplemente pudo reír.
...........
Luego de que Ally tomara unas quince fotos de Santa junto a su pequeño hijo y
se colara también en un par, las chicas pudieron por fin comenzar las compras
navideñas, el pequeño Troy disfrutando su estancia entre los brazos de Lauren,
aprovechando algunas ocasiones que tenía para mordisquear su oreja, o su
nariz, o sus mejillas, o alguna parte visible de su rostro con sus encías.
Si Camila hubiese estado allí probablemente habría estado bastante celosa.
Sofia: ¿Crees que esto le gustara a mamá, Lauren? -Pregunto enseñándole unos
adorables guantes de cocina, al igual que un libro de recetas.
Lauren: Estoy segura de eso, Sofi -Respondio sonriendo, acariciando su suave
cabello-... ¿Por qué no le buscas también una tarjeta?
Sofia: Bien -Accedió alejándose lentamente con una hermosa sonrisa en los
labios bastante parecida a la de su hermana.
A veces Lauren solía sorprenderse por el gran parecido entre su novia y su
pequeña hermana.
Ally: ¡Mira esto, Lauren! -Exclamo al mirar un pequeño cascanueces-. A Troy
va a encantarle...
Lauren: Ally, creo que ya tienes muchos cascanueces y...
Ally: Siempre hay espacio para uno más, Jauregui -Dijo sonriendo, tomándolo
entre sus manos y colocándolo en su carrito con delicadeza-... ¿Ya le has
comprado un regalo a Mila, Lauren? -Pregunto tomando a Troy entre brazos,
Lauren: Amar nunca esta mal, Sofi -Negó dulcemente-. ¿Por qué lo preguntas?
-Sentía curiosidad.
Sofia: Bien... Hace unas semanas en la escuela mi profesora nos contó una
historia. Ya sabes, esa donde la princesa esta en atrapada en la torre junto a un
dragón y el príncipe la salva... Ella dijo que algún día las niñas encontrarían
algún príncipe, y los niños a alguna princesa... Entonces levante la mano y le
dije que mi hermana... Bueno... Le dije que ella te encontró a ti... Mi profesora
no me dijo nada, pero en el descanso mis compañeros empezaron a burlarse de
mi. Dijeron que mi hermana era rara, y que las princesas deben enamorarse de
príncipes, y no de otras princesas... Y... bueno... eso es todo.
Lauren suspiro.
"Niños estúpidos" Pensó.
Lauren: ¿Sabes, Sofi? Algunas personas suelen ver de mala forma las cosas a
las cuales no están acostumbradas... Es como... En las historias, las personas no
se preocupan en el hecho de que la princesa probablemente habría muerto si
nadie hubiese llegado. A ellos solo les importa que un príncipe las salvara. Ni
siquiera se preocupan en saber si el dragón era realmente malo... Tal vez el
dragón solo quería protegerla. Tal vez el dragón la amaba... Esta bien si el
príncipe salva a la princesa, Sofi. Esta bien si una princesa salva a la princesa.
Esta bien si el dragón salva a la princesa... Lo importante es que la princesa sea
salvada ¿Comprendes?
Sofia: Comprendo -Asintió sonriendo-. Entonces, si ustedes dos son princesas
¿Quien salvo a quien?
Lauren lo pensó durante algunos minutos antes de hablar, sujetando la mano de
Sofi antes de cruzar la calle.
Lauren: Nuestra historia no es de princesas, Sofi -Explico-. En realidad, jamás
me gustaron esas historias. Las princesas siempre solían comportarse como
idiotas y esperaban a algún príncipe en vez de intentar salvarse por sí mismas...
Nuestra historia es más sobre un dragón rosa y un... un -Lo medito un instante,
hasta que su cerebro dio con algo-. Un unicornio verde.
Sofia: Suena interesante -Halago-. Cuéntame más...
Lauren: Bien... El dragón era hermoso, pero la princesa de la torre y su mejor
amiga no querían que el dragón opacara su belleza, así que golpeaban sus alas
para que no pudiera salir volando de la torre a exhibirse ante el mundo. Dos
hadas algo extravagantes intentaban curarla, pero no era suficiente...
Sofia: Pobre dragón -Se lamento, Lauren y ella tirando los restos de su helado a
la basura.
Lauren: Lo se, Sofi -Coincidió dulcemente-... En la torre de enfrente vivía...
Sofia: ¡El unicornio! -Adivino divertida.
Lauren: Exacto Sofi... El cuerno del unicornio no solía funcionar como el de
los demás, y su pelaje tenía varias marcas hechas por los hechizos fallidos de su
cuerno, así que se sentía inferior a los demás y decidió confinarse a si mismo a
aquella torre... Una noche, mientras la princesa malvada y su mejor amiga
dormían y el unicornio miraba las estrellas, el dragón se atrevió a sacar su
cabeza por la ventana de la torre...
Sofia: ¿No se atasco?
Lauren: Era una ventana grande, Sofi -Aclaro-... Fue cuándo el unicornio y el
dragón se vieron por primera vez. Para el dragón, el unicornio era hermoso.
Para el unicornio, el dragón era perfecto... El unicornio solía usar su magia para
escribirle mensajes al dragón con las estrellas, y el dragón usaba el fuego de su
boca para escribir en el cielo. Fue entonces cuándo ambos, dragón y unicornio,
se enamoraron. Pero, a pesar de esto, no podían ser completamente felices,
pues las princesas seguían golpeando las alas del dragón y el unicornio seguía
sintiéndose inseguro... Fue cuándo decidieron ayudarse mutuamente. Con su
cuerno mágico el unicornio reparo las alas del dragón, quien le dio al unicornio
una de sus escamas para cubrir su pelaje. Aun así, las alas del dragón no
funcionaban debido a que el cuerno mágico que la chica solo había hecho la
mitad de la magia, y el cuerno del unicornio seguía siendo un asco... Fue
entonces cuándo convirtió al dragón en una princesa rosa para que pudiera
bajar de la torre, y también se convirtió a si mismo en una princesa verde, para
que de esta forma su cuerno desapareciera y se convirtiera en su corazón...
Sofia: Dijiste que las princesas eran idiotas... -Dijo cruzándose de brazos.
Lauren: Pero no estas princesas. Estas princesas antes eran un dragón y un
unicornio, y los dragones y los unicornios no son idiotas, así que... ¿Sabes,
Sofi? Aunque muchos aldeanos no aceptaban el romance entre la princesa
verde y la rosa, ellas fueron felices. No para siempre, porque eso no existe.
Pero lo fueron tanto como sus vidas duraron, porque se salvaron la una a la
otra, y porque eran felices amándose entre ellas...
Sofi simplemente sonrió.
Sofia: Fue un lindo cuento, Lauren.
Lauren: Gracias... Supongo que se lo debo a Camz. Ella me dijo que, en las
historias, podemos hacer lo que sea que queramos, así que logre que pasaran
cosas imposibles. -Explico-.. ¿Es increíble, verdad? -Preguntó con una amplia
sonrisa.
Sofia: Lo es -Coincidió-... Tu eras el unicornio ¿Cierto?
Lauren: Cierto...
Sofia: Entonces Mila es...
Lauren: El dragón. Camila es el dragón.
Sofia: ¿Y la princesa y su amiga eran Austin y Luis? -La chica de ojos verdes
asintió. Rió al pensar que Austin se sentiría halagado al saber que, en su
historia, el había sido una princesa-. Y las hadas que intentaban curar al dragón
eran Dinah y Normani... Y las torres son sus ventanas... Y los aldeanos son las
que, luego de conocerlas, deje de darle información a Austin... Ustedes dos son
mis únicas amigas, chicas... Antes de ir a la escuela estudiaba en casa y mi vida
social era un mierda. Las únicas personas con las que hablaba eran Austin,
Luis, Ariana y otro par de mis hermanastros, pero no eran... Ellos realmente no
me entendían... Entonces te conocí a ti, Lauren. Tu me entendías cuándo
hablaba de Loren, de Thug Harmony y de los olorosos pies de Finah. Tu fuiste
la única chica con la que realmente podía hablar de lo que realmente quería
hablar... Ahora tengo a Jimmy. Somos novios desde hace más de un año, pero...
El no me entiende cuándo hablo de Thug Harmony. Y, cuándo esta ocupado o
estamos peleados, no tengo a más nadie con quien divertirme... No planeo que
me perdones. Ni tu ni Camila... Pero no quiero seguir pensando que fui tan
idiota como para no pedirles perdón por haber hecho lo que hice... Lo siento.
El silencio que invadió el lugar durante un par de minutos fue casi
sorprendente.
Sorprendentemente, no fue Lauren quien hablo primero.
Camila: Supongo que te perdono -Susurro-. Ya ha pasado tiempo...
Lauren simplemente sonrió al escuchar las palabras de su novia.
Lauren: Supongo que te perdono también. Todos hacemos cosas estúpidas de
vez en cuándo... Como Camz. Hace dos días dejo la puerta abierta y su mamá
nos encontró...
Camila: No des detalles, Lolo. Estoy segura de que Becky comprendió la idea
-Interrumpió cubriendo su boca con su mano, completamente sonrojada.
Becky: ¡Gracias! -Chillo abalanzándose sobre Lauren y rodeándola con sus
brazos, alejándose de inmediato-. Lo siento. Olvide que no te gustan...
Camila: Em... Becky... ¿Te parecería venir a mi casa un par de horas? -Lauren
frunció el entrecejo y la miro completamente confusa-. Hoy Thug Harmony
dará un especial de navidad junto con una entrevista y yo le prometí a Dinah
ayudarla a hacer galletas de navidad junto a Normani para toda su familia, así
que... Lauren tendrá que ver el especial sola... A menos que quieras
acompañarla.
Becky: Me encantaría -Acepto sonriente.
..........
Lauren: ¿Pasaras la navidad con Ariana? -Pregunto a Becky mientras encendía
el televisor. Camila se había ido tan solo unos segundos antes.
Becky: No -Respondió-. Ella esta en Nueva York conociendo a la familia de su
nuevo novio. Y cuándo digo nuevo novio hablo de uno oficial, no de cualquier
revolcón. Estoy feliz por ella, en realidad... Estaré con Austin, Luis y Luisa.
Irán a mi casa. Mi papá aun no lo quiere del todo. En realidad, esta enojado con
mi mamá por haberse casado con el padre de Austin, vinculándome así con su
hijo gay... Pero supongo que la pequeña Luisa lo conquisto... Ella conquista a
quien la conoce.
Finah: ¡Todo es culpa de Koren! -Chillo. Por supuesto, allí esta la jefa suprema
de las anti-Koren shippers- ¡Ni siquiera le pondrán Anacleta si es niña! -El
público abucheo al escuchar su nombre. La pobre gallina destructora de Koren
sería odiada por todos los fans hasta el fin de los tiempos.
Boyfriend Ally: ¿Puedes callarte la puta boca Finah? Si no lo haces juro que te
meteré una de mis chanclas por el...
Loren: ¡Boyfriend! ¡Mantén la compostura! ¡Estamos es televisión nacional!
Mom Mani: Loren, Boyfriend Ally no sabe mantener la compostura...
Boyfriend Ally: Creo que la única partícula de educación que había en mi salio
por este dedo -Concluyo elevando su dedo medio.
Loren: ¡Boyfriend!
Karla: ¡CALLENSE! -Grito, lo cual hizo temblar a Lauren, pues el micrófono
había triplicado el sonido de su voz-... Finah, quiero decirte algo. Se que me
odias, pero necesito que me escuches -Un sinónimo claro de enemistad era la
relación entre Finah y Karla Pelo-. Loren y yo te admiramos, Finah.
Admiramos que no tengas miedo en decir lo que piensas, y que seas tan
determinada. Es decir ¿Quién vende su perro para pagar la gasolina solo porque
quería llegar a tiempo a la audición de "The Thug Factor"? ¡Solo tu, Finah!...
Por eso pensamos que... -Iba a continuar, pero su llanto se hizo imparable, a lo
que Loren Jambalaya respondió abrazándola dulcemente, besando el piercing
en su mejilla.
Loren: Si es niño le pondremos Taniela...
Boyfriend Ally: ¡¿Qué puto macho se llama así?!
Mom Mani: ¡Por los olorosos pies de Finah, Boyfriend Ally, cállate!
Boyfriend Ally: ¡Bien! -Acepto cruzándose de brazos-. Boyfriend esto.
Boyfriend lo otro. Siempre yo. Todo yo... -Se quejo.
Loren: Si es niña -Continuo colocando sus ojos en blanco ante las quejas de
Boyfriend Ally-, Karla y yo decidimos llamarla Finah.
Loren no había terminado de hablar cuándo Finah ya se había lanzado sobre
ellas, abrazándolas fuertemente y derramando enormes lágrimas sobre ellas.
Entrevistador: Y sí, chicos, esta fue la última entrevista de Thug Harmony.
56
brazos.
XX: ¿Quieres algo de te, Lauren? -Era su madre que, atravesando la puerta de
la cocina, se acercaba a ella silenciosamente.
Su novia simplemente negó con su cabeza.
Camila: Lauren -Susurro al verla, entrando rápidamente al lugar, cerrando la
puerta a sus espaldas fuertemente. Al instante se arrodillo frente a ella,
limpiando dulcemente sus lágrimas con sus pulgares-. ¿Qué sucedió?
Pero Lauren no respondió. Parecía estar en algún tipo de profundo transe.
Sinuhe: Su amiga Becky estaba en el mismo estado. Tuvimos que llamar a
Austin, su hermano, para que viniera a buscarla... Tu padre casi lo golpeo con
el sartén al verlo. El no olvida ni perdona fácilmente.
Camila: ¡Mamá! ¡Ve al grano! -Suplico alterada, viendo como su novia fijaba
sus ojos en ella pero no parecía darse cuenta de que estaba allí.
Sinuhe: Creo que es por Thug Harmony... Se separaron, ya sabes...
Camila lo comprendió de inmediato y abrazo a su novia fuertemente.
...........
Luego de llevar a su novia a la habitación que compartían y buscar algo de
helado de fresa para calmar el dolor en su corazón de fan, Camila se metió bajo
las sábanas junto a ella, de inmediato rodeándola con sus brazos.
Camila: Come un poco, Lolo -La incito tomando una gran cucharada de helado
y conduciéndola a la boca de su novia, quien mantuvo sus labios sellados-.
Vamos, Lauren. Te ayudara con tu depresión.
Lauren: No quiero -Susurro con tristeza, tomando las sábanas y cubriéndose
hasta la cabeza, abrazándose fuertemente al cuerpo de Camila y usando su
cuello como escondite.
Camila: Vamos, Lauren. Estamos en víspera de navidad. No puedes estar triste.
Lauren: Si puedo -Afirmo.
Camila: Bien, esta bien, pero al menos come algo de helado. No quiero que se
derrita.
Lauren: Bien -Accedió de mala gana sacando su cabeza entre las sabanas, sus
verdes ojos hinchados mirando fijamente a Camila.
Camila suspiro audiblemente. De esta forma, enredada entre las sabanas y con
los ojos llorosos, su novia parecía un tierno bebe entristecido.
En esos momentos la chica de ojos marrones solo quería llenarla de besos y
abrazos.
Camila: Abre la boca -Dijo dulcemente a su novia, que de inmediato obedeció,
Camila depositando la cucharada de helado en su boca, la cual su novia trago
con amargura.
Lauren: Ya no volveré a ver los músculos de Mom Mani, Camz. Ya no las
escuchare rapear las canciones que ella compone... ¡Ya Mom Mani no volverá
a escribir frases tan inspiradoras como "Y te dará con el martillo veinticuatro
horas los siete días de las semanas" o "Finah hoy tiene el periodo así que no
tendrá solo"!
Camila: Lo se, amor. Se que duele. Vamos. Otra más...
Lauren volvió a obedecer.
Lauren: Y Boyfriend Ally ya no toqueteara a las entrevistadoras calientes ni
amenazara al camarógrafo con abusar sexualmente de el con una banana si no
enfoca su lado bueno...
Camila:... ¿Más helado? -Lauren asintió entre lágrimas.
Lauren: Y ya no volveré a escuchar "Por mis olorosos pies". ¡Esa frase hacía
mis días, Camz!... Y ya.... ya no veré los enormes pechos de Finah de nuevo.
Camila: Si no estuvieses deprimida te golpearía por decir eso, amor, pero como
pareces estar en una crisis solo te ofreceré más helado... -Lauren simplemente
asintió, al parecer no dándose cuenta de que Camila estaba algo enojada por su
anterior comentario.
Lauren: Y el fandom no seguirá volviéndose loco con cada nuevo tatuaje de
Loren Jambalaya, y ya no podremos hacerle Bullying diciéndole Mommy... Ya
sabes, ella ama que le digan Daddy a pesar de que es muy femenina.
Camila rió ante este comentario. Lo cierto es que ella también iba a extrañar a
Loren Jambalaya y su perfecto culo en los vídeos musicales, los cuales Lauren
había procurado enseñarle uno por uno.
Lauren: Y yo... yo no... no volveré a ver el culo de Karla Pelo -Estallo
finalmente, recostando su cabeza sobre el hombro de Camila.
Camila: Esta bien, amor. Esta bien.
Lauren: No quiero más helado -Se negó en cuánto la cuchara estuvo de nuevo
cerca de su rostro.
Camila simplemente sonrió cuándo ideo un plan para hacer sentir mejor a su
novia.
Se levanto lentamente de la cama y corrió a cerrar la puerta con seguro,
mirando a su novia pícaramente al terminar con esta tarea.
Lauren: ¿Qué pasa, Camz?
Camila: Se como aliviar tu depresión...
Lauren: ¿Helado de nuevo? -Pregunto confusa.
Camila: No -Negó riendo-. Bueno, sí, pero no tienes que comerlo... Esta vez
soy yo quien quiere helado.
Y con esto último Camila simplemente se coloco sobre su novia, gateando
lentamente hasta que sus labios estuvieron cerca.
Lauren: Amor... yo... yo no soy helado -Balbuceo, Camila posando sus labios
en su cuello y dedicándose a chupar este sensible punto, Lauren retorciéndose
bajo su cuerpo con este simple acto.
Camila: Lo se -Susurro con voz ronca-. Pero...
Camila se alejo del cuello de su novia sonriendo pícaramente e introdujo uno
que esto.
............
A la hora de dar, recibir y abrir los regalos el salón se volvió una locura entre
papeles y cajas de diferentes colores.
Clara había recibido varios delantales, Alejandro un par de zapatos, Taylor un
nuevo celular y Sofi varias Barbies para jugar, además de una muñeca a la cual
podía maquillar y desmaquillar a su antojo.
Chris estaba terminando de abrir sus regalos, entre ellos un nuevo y sangriento
videojuego, cuándo Lauren le entrego a Camila tres pequeñas cajas
perfectamente envueltas.
Lauren: No me des el crédito por el envoltorio -Susurro divertida-. Lo hicieron
en el centro comercial. Soy un completo desastre envolviendo regalos.
Sofia: ¡Ábrelos! -La animo sonriente.
Camila asintió felizmente, destrozando el papel del primer regalo, siendo
observada por los demás en la habitación. Al parecer Sofi y ella no eran las
únicas que sentían curiosidad en aquella habitación.
Se cubrió la boca con una de sus manos al encontrarse con un par de hermosas
fotografías de sus ventanas, cada una con el ángulo y la iluminación correcta.
Eran fotos dignas de exponerse en cualquier vitrina.
Sintió como sus ojos se humedecían y recostó su cabeza en el hombro de su
novia, sonriendo melancólicamente al recordar los inicios de su relación.
Habían avanzado tanto desde ese primer día en el que ambas eran chicas
deprimidas que se encontraron a través de los vidrios de sus ventanas.
Camila ahora sonreía más. No veía su vida como una tortura. Y estaba
perdidamente enamorada.
Y Lauren... la deprimida Lauren con una fistula en su brazo y un corazón de
mierda que solía mirar el suelo con los ojos humedecidos ahora era esa chica a
su lado, que le estaba sonriendo con un brillo mágico en los ojos.
El segundo regalo era una varita. La de Hermione, en realidad. Lauren conocía
su obsesión tanto por el personaje como por Emma Watson, y que le regalaran
aquello era como... como recibir un cuadro autografiado de su artista favorito, o
la primera edición firmada de Bajo la Misma Estrella.
Camila: Gracias, Lolo -Susurro dulcemente, besando la tersa mejilla de su
novia dulcemente, sonrojándose al recordar que todas las personas allí reunidas
la estaban observando.
Estaba a punto de abrir su tercer regalo cuándo Lauren la detuvo.
Lauren: Espera -Susurro levantándose lentamente, atravesando la puerta del
comedor y regresando con las manos tras su espalda.
Camila: ¿Me compraste un perrito, cierto? -Intento adivinar con una sonrisa en
su cara.
Lauren frunció el entrecejo.
57
Por supuesto las cosas no eran color rosa en Nueva York. Es decir, la vida
nunca lo es.
Había peleas. Discusiones. Desacuerdos.
Pero también había buenos momentos.
El departamento era pequeño, casi tanto como el de Ally, pero funcionaba para
ambas. Las tareas diarias solía realizarlas quien estuviese menos cansada, y esta
era la razón por la cual algunas veces el lugar se asemejaba a un chiquero,
produciendo un increíble estrés en Lauren.
A veces las luces titilaban. A veces el agua de la ducha era tan fría que a penas
podían bañarse con ella. A veces la calefacción fallaba... Pero aun así las chicas
se sentían felices al decir que aquel lugar era suyo.
Su hogar.
Resulta ser que Sinuhe y Mike habían comprado el departamento para las
chicas solo si prometían pagarlo con el paso de los meses, lo cual estaban
haciendo lentamente.
Por supuesto, en cuánto pudieran, pensaban comprar un lugar más cómodo,
pero ahora, con Camila en la universidad y Lauren asistiendo a eventos
infantiles con su maestro para tomar algunas fotografías, realmente no podían
pedir nada mejor.
Aquel día en particular fue bastante frío.
Lauren estaba intentando preparar una cena decente para su novia, la cual,
sobre la pequeña mesa del comedor que había limpiado el día anterior,
comenzaba a realizar varios ensayos y trabajos atrasados que debía entregar
dentro de unas cuántas semanas.
Lauren no era excepcionalmente buena cocinando, aunque aun así podría
decirse que sus platos eran digeribles, pero aquel día en el que el frío aire
azotaba las ventanas y la calefacción no funcionaba verdaderamente bien sus
dedos se sentían tan entumecidos que no podía cortar ni un trozo de pan.
"Perfecto, idiota, tus dedos están petrificados. ¿Sabes lo importantes que son
tus dedos hoy?... Y no me refiero solo a la comida"
importar la cantidad.
Lauren: Si no llega en media hora es gratis -Informo sonriente en cuánto la
llamada se termino, como si eso realmente fuera a pasar.
Camila: Si no llega en media hora la pizza se enfriara -Agrego.
Lauren: Tienes razón -Asintió. Era un buen argumento.
Se sentó al lado de su novia, abrazando sus cintura fuertemente y juntando sus
cuerpos más de lo necesario, intentando proporcionarse calor a sí misma sin
que su novia dejara de escribir.
Lauren: Amor...
Camila: ¿Si? -Pregunto sin dejar de mirar la hoja de papel y los diversos libros
esparcidos a su alrededor. A veces Lauren se preguntaba como su novia podía
hacer tantas cosas a la vez y no terminar con un terrible dolor de cabeza.
Lauren: Este sábado Simón fue contratado para el primer cumpleaños de una
niña con un padre bastante influyente y me pidió ser su asistente... Y no pude
negarme, Camz. Simón es increíble y quiero aprenderlo todo de el... Se que es
nuestro aniversario de un año y siete meses, pero...
Camila: Esta bien, Lo -Dijo con una sonrisa, desviando su vista unos minutos
de la hoja de papel y besando su fría nariz antes de mirarla fijamente a los
ojos-. Supongo que podemos celebrar cuándo llegues con comida china.
Tampoco es como si hubiésemos planeado algo especial... Además, tengo
algunos trabajos que necesito terminar y supongo que eso me dará tiempo.
Lauren se sorprendió ante su respuesta.
Lauren: ¿No estas enojada? -Pregunto, su voz sonando como la de una pequeña
niña que acaba de hacer algo que cree realmente malo.
Camila: No podría estarlo... Estoy segura de que Simón va a pagarte, y tal vez
yo podría trabajar algunas horas extras en la biblioteca. Tal vez pronto
podríamos arreglar la calefacción... Además, no es como si te hubieses
olvidado de nuestro día. Solo tuviste que hacer algunas cosas -Respondió
tiernamente, acariciando dulcemente su fría mejilla-... Y tu y yo siempre
estamos juntas -Agrego, llevando su mano al pecho de Lauren, donde
descansaba el dije del dragón rosa, justo sobre el inicio de su cicatriz.
Lauren: Aun no comprendo eso -Susurro sujetando la mano de su novia entre
las suyas, sus dedos entrelazándose-. Son solo dijes... No son... no son partes de
nuestras almas.
Camila: ¿Tu eres mi unicornio, cierto? -Pregunto llevando su mano a su propio
pecho, donde el dije del unicornio verde podía apreciarse claramente. Lauren
asintió-. ¿Y yo soy tu dragón? -Volvió a asentir, completamente atenta,
intentando comprender la explicación de su novia-. Los dijes nos recuerdan
que, estemos donde estemos, tu seguirás siendo mi unicornio, y yo tu dragón.
Nos recuerdan que, estemos donde estemos, nos amamos. ¿Comprendes ahora?
Lauren: Claramente...
Me gusta vivir acá, Lauren. Contigo... Existen lugares mejores, eso no puedo
negarlo, pero no podría vivir ni cinco minutos en ellos sabiendo que tu no estas
allí... Mira este lugar, Lauren. Cuándo llegamos solo dormíamos sobre un
incomodo colchón inflable que compramos por internet. Ahora tenemos este
sofá.
Lauren: Me gustaría haberte comprado una cama -Susurro con los ojos
ligeramente humedecidos.
Camila: Lo harás -Aseguro envolviendo sus manos en su cintura, alejándose un
poco para poder mirarla a los ojos. Y aunque habían pasado más de dos años
desde que se conocían, aquellos ojos color café seguían robándole el aliento-. Y
yo te comprare un piano para que puedas tocarme todas esas lindas melodías
que aprendiste con la señora Hansen. Y tu me compraras un televisor. Y yo te
comprare un cómodo sofá. Y tu me compraras una fusta, porque en serio quiero
una. Y juntas arreglaremos la calefacción, y juntas compraremos un nuevo
departamento... Y cuándo recordemos el pasado estaremos completamente
orgullosas por haber empezado en este lugar, donde los pies se nos congelaban
y pedíamos pizza para cena... Aunque espero que en un futuro sigamos
pidiendo pizzas de vez en cuando...
Lauren: Lo haremos -Asintió sonriendo. Era extraño como solo unas cuántas de
sus palabras podían hacerla sentir mejor.
Camila beso sus labios, riendo contra ellos.
Camila: ¿Tu eres feliz? -Pregunto dulcemente rodeando su cuello con su brazo.
No necesito pensarlo para responder.
Lauren: Soy muy feliz -Dijo, uniendo sus labios nuevamente. Y supo que,
estuviese donde estuviese, ella sería completamente feliz si estaba a su lado-...
Te amo, chica de la ventana.
Camila simplemente sonrió y escondió su rostro contra su cuello, uniendo sus
frías manos bajo las mantas.
Por un momento no importo que la pizza se estuviese enfriando, o que las luces
comenzaran a parpadear, o que el sofá emitiera un leve chillido.
Por un momento solo ellas importaban.
Camila: Yo también te amo, chica de la ventana.
.............
Lauren se ajusto el abrigo cuándo aparco su auto frente al lujoso lugar,
sujetando fuertemente las correas de la bolsa donde llevaba sus cámaras. Tenía
suerte de que Camila y ella hubiesen decido conservar el auto de la menor,
porque de otra forma habría llegado tarde.
Todo había sido culpa de Camila, que había querido darle su regalo de
aniversario antes de tiempo... Aunque, pensándolo mejor, tal vez había sido
culpa de ambas...
Lauren se miro en el espejo retrovisor y subió la bufanda gris que rodeaba su
cuello, ocultando las grandes marcas que su novia había dejado tan solo
minutos atrás.
Lauren supo, al entrar a aquel enorme departamento, que lo conocía.
Conocía aquellas paredes blancas y la amplia sala de estar. Conocía esa enorme
mesa del comedor y el sofá rojo en la esquina.
Lo que no conocía eran los globos color rosa, o aquel enorme pastel de
princesas sobre la mesa. No recordaba el "Bienvenidos" colorido sobre la
puerta, ni a los payasos que empezaban a maquillarse.
XX: ¡Lauren Jauregui! -Escucho a su lado.
Era Simón.
Sacudió la cabeza intentando alejar los malos recuerdos que tenía de ese lugar y
se acerco al fotógrafo.
Llevaba ropas extravagantes, como siempre. Una camisa rosa junto a
pantalones dorados y una bufanda verde hecha de plumas.
Lauren: Buen día, Simón -Saludo con una amable sonrisa, dejando su abrigo
negro en un perchero. Lo cierto era que la calefacción de aquel departamento
funcionaba a la perfección.
Simón: Sigo insistiendo que tendrías que hacer algunas cosas con ese atuendo,
querida -Dijo mirando su ropa, siempre oscura-. Te falta color.
La chica de ojos verdes simplemente se encogió en hombros, mirando el suelo.
Simón era de los que siempre querían hacer contacto visual a pesar de que
sabía que a Lauren esto le incomodaba, lo cual la obligaba a mirar hacía el
suelo la mayoría el tiempo que estaba con el.
Lauren: Así estoy bien -Aseguro-. Por suerte no soy yo quien saldrá en las fotos
-Intento bromear.
Pero aquel lugar era un mal lugar para bromear.
Simón: ¿Pasa algo, querida? Te noto tensa.
Lauren: Nada, yo... yo solo...
"No, idiota. No puedes tener un ataque ahora. No hoy. Hoy necesitas llegar a
casa y decirle a Camila que tuviste un gran día para que puedan hacer el amor y
comer las sobras de la cena de ayer"
Lauren: Estoy bien -Aseguro elevando una de las comisuras de sus labios.
Simón: Bien -Se conformo juntando sus manos-. Ahora vamos a colocar las
cámaras en su sitió antes de que lleguen los invitados... Tu tomaras las fotos de
la recepción y yo me paseare por allí intentando capturar un buen momento de
nuestra pequeña cumpleañera. ¿Te parece bien?
Lauren simplemente asintió.
..........
La chica de ojos verdes estaba terminando de colocar los pedestales de la
cámara cuándo una niña en pañales y solo con una camiseta rosa entro
gateando al lugar y se sentó justo frente a Lauren enseñándole sus cuatro únicos
dientes frontales.
Tenía el cabello castaño y unos adorables pequeños hoyuelos en sus mejillas. Y
sus ojos... Habría reconocido esos ojos en cualquier lado.
XX: ¡Mar! ¡Mar!¡¿Dónde te metiste, pequeña traviesa?!
La voz era suave y dulce.
No era la voz que esperaba.
XX: ¡Aquí estas! -Exclamo felizmente corriendo hacía ella y dándole vueltas
alrededor.
Era Ariana.
Su cabello ahora era castaño, el cual debía de ser su tono natural. Llevaba una
coleta y un sencillo vestido azul. Sus pies estaban descalzos, y aun no parecía
haberse maquillado.
Ariana: ¿Acaso no puedes estar ni un minuto tranquila mientras mamá va a al
baño?
¿Mamá? Bien, esa era una gran sorpresa.
Ariana: Oh, hola Lauren -Por fin había notado su presencia-. Supongo que es
bueno verte de nuevo.
Lauren: Lo es -Asintió.
"Siempre y cuándo no intentes robarme a mi chica"
Ariana: Supongo que eres la fotógrafa...
Lauren: Una de ellas -Respondió fingiendo una sonrisa, elevando una de las
comisuras de su labios.
Ariana: Bien... -Asintió- ¿Cómo... como esta, Camila? ¿Siguen juntas?
Lauren: Ella... ella esta realmente bien. Y sí, seguimos juntas.
Ariana: Me alegra -Sus palabras parecían completamente sinceras-. Camila se
merece a alguien que la haga feliz. Alguien como tu.
Lauren simplemente le sonrió cortésmente y sacó una de sus mejores cámaras
de la bolsa, colocándola sobre el pedestal, no sabiendo como continuar con
aquella conversión.
Ariana y ella no habían sido grandes amigas.
En realidad, no habían sido amigas para nada.
Lauren: ¿Peter es el padre, cierto? -Se le escapo.
"¿Qué parte de "no preguntes nada personal" no entendiste, idiota? Tal vez
debas comprarle esa fusta a Camila y permitirle que te azote hasta que no
puedas sentarte"
Ariana: Sí -Admitió de inmediato, sin que la pregunta pareciera molestarle. Y
aunque las pocas veces en la que la había escuchado hablar sobre el meses atrás
parecía verdaderamente enamorada, ahora su diccionario mental había
detectado algo de decepción en su voz-... Pero no te preocupes. No creo que
venga... El... ya sabes... Supongo que la chica del callejón tiene mejores pechos
que yo.
predicadora.
Entro a casa sonriendo ampliamente al escuchar a su novia tararear una canción
de Ed Sheeran desde la cocina. Aunque la calefacción seguía sin funcionar del
todo bien, la mantenía lo bastante cálida como para quitarse el fastidioso abrigo
y la bufanda.
Lauren: Traje pastel -Susurro dulcemente cerrando la crujiente y vieja puerta de
madera tras sus espaldas, acercándose a su novia para envolverla con sus
brazos y depositando un dulce beso en sus labios.
Aspiro el humo.
Realmente olía bien.
Mejor que cuándo ella cocinaba, al menos.
Camila: Bien -Sonrió-. Yo estoy haciendo vegetales salteados, así que si
esperas unos minutos podríamos tener una buena cena, y doble postre...
Lauren: ¿Doble postre? ¿Compraste helado o algo así?
Camila: No -Negó, mirándola por unos segundos, una sonrisa traviesa que
Lauren conocía bien apareciendo en sus labios. Lentamente Camila coloco su
mano sobre el cuello de Lauren y fue descendiendo lentamente entre sus
pechos y por su estomago hasta llegar a su entrepierna, presionando sus dedos
ligeramente a través de la tela del pantalón, lo cual la hizo soltar un gemido y
mover sus caderas ligeramente hacía adelante, aumentando la fricción-. Acá
esta mi segundo postre...
.................
Lauren comía rápidamente, observando como su novia parecía llevarse cada
vez trozos más pequeños a la boca, mirándola fijamente a los ojos.
Estaba provocándola. Lo sabía.
Camila: ¿Visitaremos a nuestros padres en navidad? -Pregunto de repente.
¿Cómo podía pensar Camila en sus padres cuándo luego de hablar se mordía el
labio de aquella forma?
Cruzo las piernas.
Lauren: Supongo -Respondió encogiéndose en hombros-. Así podremos ver a
Ally, Dinah y Normani también. Las extraño... Y también al pequeño Troy.
Camila: Yo también. Aun recuerdo la última vez que hablamos por Skype...
Fue incomodo.
Lauren asintió, riendo.
Las tres amigas junto al pequeño Troy habían estado dos horas seguidas frente
a la pantalla hasta que Dinah decidió que era buen tiempo para provocar a
Normani y termino por quitarse la camiseta frente a todos, Ally de inmediato
cubriendo los ojos de su hijo y gritándole a su amiga que tenía que arrepentirse
de sus pecados mientras las tres miradas restantes, dos marrones y una verde, se
centraban en los enormes pechos de Dinah.
Era inevitable no hacerlo.
58
Jauregui interrumpiera.
Clara: ¡ATENCIÓN! ¡ATENCIÓN! ¡¿TODOS ESCUCHAN?!
Mike: Clara, estamos en el comedor, no es un salón de clases. Baja la voz, por
favor -Pidió cubriéndose los oídos debido a que la voz de Clara taladraba sus
oídos.
Clara: Bien, entiendo... Estamos acá reunidos hoy para... Bueno, sera mejor que
Lauren lo explique.
Todas las miradas giraron a la chica de ojos verdes, y cuándo Camila hizo lo
mismo, completamente confundida, se encontró con que Lauren la estaba
mirando fijamente.
Lauren: Se que... bueno, yo... Estaba -Intentaba explicarse, pero las palabras
parecían no querer salir de sus labios.
Ally: Esta bien, Jauregui. Solo respira hondo.
Lauren lo hizo y luego sacudió su cabeza antes de volver a posar sus ojos en los
de Camila, uniendo sus manos bajo la mesa.
Lauren: Bien... Un día en Nueva York mientras Camila estaba en la universidad
y Simón me había dado un día libre, comencé a pensar en la vida. Es decir,
tenemos tanta y a la vez tan poca... Algunos viven muchos años, como la
abuela de Camila. Otros tienen vidas tan cortas como Troy, e incluso otros
disfrutan de menos que esto... Tenemos... Supongo que nadie sabe cuánto
tiempo tiene realmente y... No quiero pensar en cuánto tiempo podría tener, o
cuánto tiempo podría tener Camz o cualquier persona en esta sala... En lo que
realmente quiero pensar es en que voy a hacer cosas increíbles hasta que el día
llegue mi final. Nuestro final... No quiero pensar que puedo irme mañana sin
haber hecho todo lo que quiero hacer... Así que... Se que debí escribir un
discurso o algo así, pero creí que las palabras se me olvidarían y... supongo que
lo deje pasar y ahora mismo siento que voy a vomitar, pero... Quiero hacerlo,
así que.
Fue cuándo Lauren se levanto de su lugar, Camila de inmediato comenzándose
a preguntar que era lo que estaba sucediendo.
Fue cuándo, para su sorpresa, Lauren se arrodillo ante ella y saco una hermosa
caja de terciopelo rojo de su bolsillo.
Lauren: Karla Camila Cabello Estrabao -Comenzó-... Ellos te llaman Mila
-Dijo señalando a los demás con su cabeza-. Yo te llamo Camz... Y eres el
amor de mi vida... En cuánto te vi por primera vez, llorando cerca de la cama
de tu abuela, supe que eras especial. Lo supe también la primera vez que te vi
llorar a través de la ventana y solo quise ir a abrazarte, y también cuándo
notaste mi presencia... Luego nos volvimos amigas de la forma más extraña que
cualquier persona podría imaginar, y termine enamorándome de ti... Se que
hubo peleas, separaciones y una que otra visita al hospital, y se que tal vez
habrá más de esto para nosotros en un futuro... Pero te amo, y estoy dispuesta a
soportar todo eso y más solo por estar contigo... Y se que tu también estas
dispuesta, porque me lo demuestras cada día en el que despiertas a mi lado,
sonriéndome y haciendo que mi nuevo corazón se comporte como un corazón
de mierda... Cuándo me miras es como...Y cuándo me tocas, tu... Eres
increíble, Camz. Eres perfecta... Logras calmarme con solo tus manos y fuiste
la primera persona a la que pude mirar fijamente a los ojos sin sentirme
completamente incomoda. Me enseñaste que no estaba malditamente enferma,
y que podía sonreír incluso en los peores momentos. Me enseñaste a contar mi
verdadera historia, y a atar mis agujetas... Eres el dragón rosa que salvo a este
unicornio verde. Eres la princesa rosa que esta princesa verde siempre amara...
Y por eso, aunque para algunos podamos parecer demasiado jóvenes, y aunque
otros no nos acepten, quería preguntarte frente a tus padres, mis padres,
nuestras amigas, el pequeño Troy y la foto de tu padre biológico que se siempre
tienes en el bolsillo de tu pantalón, si tu... tu... Quería saber si... Oh, por Dios,
no puedo trabarme ahora mismo. Soy una idiota... Bien, espera... -Respiro
hondo, Camila limpiando sus lágrimas. Sabía lo que estaba por venir. Y quería
escucharlo. Realmente quería hacerlo.
Lauren simplemente abrió la cajita de terciopelo, mostrando el hermoso anillo
en su interior.
Lauren: ¿Quieres casarte conmigo, Karla Camila Cabello Estrabao?
No necesito decir que la respuesta fue un sí.
59
tan pequeño como una hormiga cuándo me dijeron que tu corazón estaba
fallando y debían realizarte un trasplante. Juro que jamás llore tanto en mi
vida... Tal vez hoy ese día le haga competencia.
Lauren: No llores, papá -Intento animarlo-. Voy a casarme. No es como si
fuese a morir o algo así.
Mike: Tienes razón, yo... yo no debería... -Balbuceo mientras comenzaba a
alejarse, limpiando sus lágrimas-. Creo que es hora de que bajemos -Susurro-.
Camila no tardara en llegar.
..........
La boda no iba a celebrarse en un lugar grande, o uno lujoso, o uno que hubiese
marcado su relación. La boda iba a celebrarse en el salón de la casa de los
Jauregui.
No habían tres mil invitados como en esas típicas bodas de telenovela, ni eran
solo Lauren y Camila, como en esas bodas de libros donde los chicos se
volvían locos de amor y terminaban casándose en las vegas.
Las chicas habían invitado a sus padres, sus mejores amigos, a Becky, Austin y
Luis, y a unos cuántos chicos del coro escolar.
No eran muchas personas, pero sí las suficientes.
No era una boda de ensueño, y Simón, quien se había ofrecido a tomar las
fotos, tendría que surcar entre las apretadas sillas para tener algunos ángulos
buenos. No había fuentes de chocolate, ni costosas luces, ni increíbles
decoraciones o esculturas de hielo... Pero era la boda de Camila Cabello y
Lauren Jauregui, y era lo suficientemente memorable como para querer ser
recordada por la chica de ojos verdes tanto como su vida durara.
Es esos momentos se encontraba de pie junto al juez, su padre acariciando sus
temblorosos brazos, mirando hacía la puerta.
Lauren: ¿Por qué no llega, papá?
Mike: Supongo que quiere hacerse esperar, Lauren...
Lauren: Pero... ¿Qué pasa si se arrepintió? ¿Qué pasa si no piensa venir? Tengo
que ir a su casa. Tengo que hablar con ella. Tengo...
Mike: No, Lauren. Solo respira. Ella vendrá, lo prometo.
"Cálmate, idiota"
Y casi como para relajar la agitada mente de Lauren, Sinuhe y Sofia, ambas
con hermosos vestidos azules, atravesaron la puerta de entrada de la casa y
fueron a sus lugares, no sin antes Sinuhe acercarse a Lauren y darle un gran
abrazo, al cual ella no correspondió.
Sinuhe: Te ves hermosa, Lauren -Susurro antes de separarse lentamente.
Lauren: ¿Vendrá? -Pregunto completamente nerviosa.
Sinuhe: Por supuesto -Respondió con una sonrisa-. Solo tienes que esperarla un
poco más... Alejandro tenía que ir al baño. Supongo que esta más nervioso que
ella.
cuerpo cubierto por aquel vestido blanco que tanto había luchado por
conseguir.
No era un vestido de diseñador, pero era lo suficientemente bonito como para
que Lauren quisiera guardarlo en su armario y mirarlo de vez en cuándo,
recordando aquel día.
Lauren: Tu también, chica de la ventana -Correspondió con una sonrisa,
mirándola fijamente a los ojos, permitiéndole a su mente perderse entre ellos-.
Feliz cumpleaños.
Camila: Eres mi mejor regalo, Lauren Jauregui.
Fue entonces cuándo Camila sonrió ampliamente y el corazón de Lauren
comenzó a latir tan rápidamente que nadie podría haberlo superado.
"La amas, idiota. Realmente lo haces"
Fue la última vez que se llamo de esta forma.
...........
Lauren Jauregui sabía que la vida no era perfecta. Esta se lo había demostrado
de formas crueles y dolorosas, pero no se quejaba.
También sabía que la vida tenía momentos felices, y que estos podían durar
muchos años o solo unos cuántos días.
Por eso, mientras veía a Camila firmar aquella hoja de papel en la cual sus
vidas quedaban unidas para siempre, Lauren decidió que iba a aprovechar ese
momento feliz que la vida estaba dándole al máximo.
60
60 (FINAL)
Se que probablemente no leeran esto. Si les soy sincera yo tampoco lo haría, así
que realmente no me molestaría que simplemente ignoraran estas lineas y
comenzaran a leer el capítulo final de "La Chica de la Ventana".
Si eres de los que seguiran leyendo esto te felicito ¡Te ganaste una de las
galletas de Ally! (Miento, las galletas de Ally son solo mias).
Quiero agradecerles a todos los que han llegado hasta aca y han seguido la
historia, a los que han dado sus votos y han comentado, e incluso a los que solo
leen. El saber que la historia le gusta a tantos es sencillamente increible.
Espero que les guste el final, porque va dedicado a cada uno de ustedes.
Y no se depriman aun. Recuerden que falta el epilogo...
Y dare la misma recomendación que di hace unos cuántos capítulos... Sean
fuertes.
-Lore-
***
Camila Cabello amaba leer, y también escribir, aunque sabía que los finales de
aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una
completa farsa.
Camila sabía que Lauren y ella no terminarían sus vidas en medio de un paraíso
tropical tomando agua de coco y siendo abanicadas por un par de esclavos
extranjeros muy mal pagados... También sabía que ningún enemigo del pasado
terminaría apuñalandola hasta la muerte, y que Lauren no la vería mientras se
desangraba, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los verdes
ojos llorosos de su mujer, recostada sobre su pecho, susurrando sus últimos
deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.
Camila Cabello creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a
esto sus dos primeras novelas se habían vendido realmente bien.
Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes
con finales tan comunes que podían ser reales. Camila sabía que lo hacían
porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales
felices que se habían olvidado de los finales verdaderos.
Su trabajo como editora también estaba dando buenos frutos.
Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Camila Cabello estaba triunfando.
Estaba entrando al auto luego de un largo día de trabajo cuándo recibió una
llamada de su esposa, una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro
Se llamaban Shaila y Alisha, y aunque Camila las amaba como si fuesen sus
propias hijas, a veces quería atarlas a una silla y cerrar sus bocas con cinta
adhesiva.
Lauren: Pero Dinah va a cortarme mis dedos si no lo hacemos...
Camila: Ella estaba bromeando, Lauren -Le aclaro dulcemente.
Lauren: No parecía estar bromeando.
Camila: Entonces tendras que verle el lado positivo a esto... Camila La Pasiva
suena mal, pero Lauren La Pasiva tiene cierto encanto...
Lauren: Callate. Me niego a perder mis dedos -Y aunque Camila escuchaba un
pequeño toque de seriedad en su voz, la chica de ojos marrones sabía que ahora
su novia simplemente estaba bromeando.
Camila: Comienza a esconderlos ahora, Jauregui. Dinah no tardara en ir a por
ellos -Se burlo.
Y aunque habría esperado una fuerte carcajada, Camila solo escucho silencio.
Lauren:...¿Qué piensas de Cameron si es un niño? -Pregunto volviendo al tema
con brusquedad-. Era el nombre de tu padre biologico y...
Camila: No -Se nego de inmediato, deteniendose frente a un semaforo en rojo-.
No quiero que nuestro hijo piense que escogimos su nombre pensando en una
persona que murió...
Lauren: ¿Entonces...?
Camila: Lo decidiremos cuándo llegue el momento, Lauren -Le dijo con
frialdad, intentando cortar el tema de raiz. No quería hablar de algo de lo cual
aun no estaban seguras. No quería terminar deprimida-. En realidad aun no
sabemos si resulto. No quiero ilusionarme como la vez anterior.
Lauren: Bien -Acepto, aunque parecía decepcionada.
Camila:...Amor, tengo que colgar. Te veo alla ¿Bien?
Lauren: Bien.
...........
Camila miro a su novia entrar al auto con la cabeza gacha, abrazando el viejo
bolso donde guardaba un par de cámaras que siempre llevaba consigo por si
alguna situación inesperada y que necesitara una fotografía aparecía.
Fue cuándo lo supo con solo mirar su cara.
Camila: ¿Tuviste un mal día, cierto?
Lauren simplemente asintió y Camila llego a sentirse algo mal por la
conversación que habían tenido anteriormente, sabiendo que la había tratado
con demasiada brusquedad solo por haber estado pensado en los nombres de
sus futuros hijos.
Camila: ¿Quieres hablar?
Lauren asintio recostando su cabeza en el vidrio de la ventanilla, mirando el
horizonte.
Lauren: Una de mis cámaras se rompio -Susurrro sacandola cuidadosamente de
su bolsa-. Fue la primera cámara que compre con mi propio dinero. Connor
dice que no puede arreglarse -Parecía realmente triste por esto y Camila solo
pudo depositar su mano sobre la de su esposa dulcemente, acariciandola,
conduciendo hacía su departamento con cuidado-... Luego vino una clienta
bastante exigente que hizo que le tomara veintitres fotos a su hija antes de que
quedara lo suficientemente aceptable para ella. Dijo que mi trabajo era un asco
y que no volvería -Camila se sintió enojada al instante. ¿Como podía esa
estupida pensar que el increible trabajo de Lauren Jauregui era un asco? Sujeto
la mano de su esposa con fuerza, intentando no gritar e insultar a la mujer
desconocida... Las fotos de Lauren eran mágicas, y no solo ella lo decía.
Simón, que había sido el maestro de su esposa tiempo atras, estaba de
acuerdo-... Y luego el auto se averio cuándo solo quería ir a nuestro
departamento y dormir un poco para olvidar todo lo que paso... Esto apesta.
Camila: Si hablas del auto estoy segura de que fue Alisha.. Ya sabes, Normani
intento cambiarle el pañal ayer luego de que fuesemos al cine -Bromeo.
Lauren rio levemente y golpeo su hombro juguetonamente.
Lauren: Deja de imitarme.
Camila: ¿Imitarte?
Lauren: Ya sabes, no entender algunas cosas...
Camila: Bien, supongo que dejare de imitarte.
Lauren: Me parece maravilloso -Determino, Camila girando su cabeza unos
intantes para admirar su hermosa y verdadera sonrisa. Algo le decía que era la
primera vez que lo hacía en todo el día-... Ahora hablame de tu día. Tal vez eso
me anime un poco.
Camila: Me fue bien -Dijo sin más.
Lauren: ¿Solo bien?
Camila: Solo bien...
Lauren:... ¿Realmente no has visto los examenes?
Camila suspiro y nego con su cabeza.
Sabía que Lauren estaba ansiosa, y debía admitir que ella también, pero
realmente no quería pensar en eso hasta llegar a casa.
Camila: Quiero verlos contigo luego de hacer el amor -Susurromirandola
divertidamente, encontrandose a su esposa con una ceja elevada-. ¿Qué? No
puedes culparme... Es tu culpa. Y de tu trasero.
Lauren: De lo único que te culpo ahora es de no conducir más rápido.
..........
Camila recosto su cabeza sobre los pechos de Lauren y acaricio la enorme
cicatriz entre ellos antes de bajar a sus blancas y tersas piernas, sonriendo
dulcemente.
Camila: Eres increible -Susurro dulcemente con cierto cansancio en su voz.
Lauren: Tu lo eres -Aseguro besando su cabeza, rodeando su cintura con sus
brazos
Camila: ¿Alguna vez te he dicho cuánto te amo?
Lauren: Miles de veces... -Responió, Camila sabiendo que había sonreido.
Camila: Pues lo hago -Dijo besando la parte superior de uno de los pechos
desnudos de su esposa rápidamente-... Me encantan tus piernas -Murmuro
acariciandolas de forma ascendente-. Amo tus caderas. Tu abdomen. Tu pecho.
Tu cuello. Tus labios -Nombro mientras ascendia por su cuerpo-. Tu nariz. Tus
ojos. Incluso me encantan tus oidos... Me encanta todo lo que tenga que ver
contigo, Lauren Jauregui. Tu me encantas.
Lauren: Eso habría sido tierno si aun no tuviese un rio corriendo entre mis
piernas... -Comento mordiendo su propio labio-. Lo del rio no es literal, pero
sabes a lo que me refiero...
Camila: ¿No te parecio tierno?
Lauren: En mis condiciones, fue excitante.
Camila: Oh, vaya... Entonces supongo que soy increible.
Lauren: Jodeme, Camila -Dijo, una sonrisa formandose en los labios de ambas
al instante.
Usualmente quien usaba aquella frase era Camila, no la chica de ojos verdes,
así que se sintió realmente sorprendida al escucharla.
Camila: No esperaba escuchar eso... -Sus manos comenzaban a vagar por el
cuerpo de su esposa, haciendola suspirar levemente mientras comenzaban a
trazar los contornos de sus puntos sensibles.
Lauren: Lo se.
Camila: Hicimos el amor hace... Realmente no se cuánto tiempo. No cuénto los
minutos luego de hacer el amor... Pero... ¿En serio quieres otra ronda?
Lauren: Soy una mujer con bastante energia.
Camila: Pense que querrías ver los examenes...
Lauren: A la mierda los examenes. Si estas embarazada aun tenemos ocho
meses para que tu y yo lo sepamos.
La chica de ojos color chocolate simplemente rio antes de atacar los labios de
su esposa ferozmente.
.........
Luego de una sencilla cena fue Camila quien se ocupo de colocarle la insulina a
Lauren, depositando un dulce beso en el lugar en el que su piel había sido
atravesada por la aguja.
Lo hacía desde el día en el que se habían casado. Y estaba feliz de hacerlo. Era
como demostrarle que estaría allí, tanto en las dificultades que pudieran durar
solo unos días como en aquellas que fuesen constantes.
Camila sabía que existían cosas que podían eliminarse con unas cuántas
cirugias y otras que simplemente siempre estaban allí. Lauren le había
enseñado esto, y estaba realmente feliz de haberlo aprendido.
cuándo mis organos eran una mierda , y tu no lo hiciste cuándo la escuela era
una mierda. No nos dimos por vencidas la primera vez que nos escribimos a
traves de nuestras ventanas y mi madre nos interrumpio. No nos dimos por
vencidas cuándo estabamos a punto de hablar y Sofi nos interrumpió. No nos
dimos por vencidas las veces en las que fui al hospital. No nos dimos por
vencidas todas esas veces en las que discutimos... Creo que incluso no nos
dimos por vencidas cuándo me fui... No nos dimos por vencidas cuándo volví y
mi madre iba a obligarme a casarme con el estúpido de Peter. No nos dimos por
vencidas las noches de frío en Nueva York. No te diste por vencida cuándo tu
primer borrador fue rechazado, y yo no me di por vencida cuándo aquel chico
no quiso contratarme para trabajar en su estudio... Y hoy no me di por vencida
cuándo tuve un mal día de trabajo... Tu madre no se dio por vencida cuándo
Cameron murió y se vio obligada a ser madre soltera hasta que Alejandro
apareció. Normani no se dio por vencida cuándo Dinah le confeso que se había
enamorado de ella y por esta razón quería alejarla. Dinah jamás se dara por
vencida ante los intentos de Normani de ser la activa. Ally no se dio por
vencida cuándo Troy murio. Austin y Luis no se dieron por vencidos con su
relación. Becky no se dio por vencida cuándo Thug Harmony se separo. Ariana
no se dio por vencida cuándo descubrio que Peter era un estúpido... Si la
respuesta a todo fuese darse por vencido, Camila Cabello, ni tu ni yo
estaríamos aca ahora mismo.
Camila: ¿Eso quiere decir que deberíamos intentarlo?
Camila no escucho a su esposa por un par de segundos.
Lauren: Solo quiero decir que no deberíamos darnos por vencidas, Camz
-Contesto.
Camila simplemente sonrio dulcemente, sabiendo de inmediato que Lauren
tenía razón.
Ellas merecían ser felices y tener una familia como muchas otras personas en el
mundo. No iban a darse por vencidas con eso.
Camila: Pero me gustaría esperar un par de meses...
Lauren: Bien -Accedio besando su cuello-. ¿Probaremos de nuevo con uno de
mis ovulos o...?
Camila: Por supuesto -Accedio-... Es increible ¿Cierto? -Pregunto después de
unos cuántos segundos.
Lauren: ¿La pared sucia que tenemos delante? No, Camz, no lo es. Preferiria
tener vista al parque o algo así...
Camila: No hablo de eso -Rio golpeando una de sus piernas juguetonamente-.
Hablo de todo esto.... Hablo de lo que las personas pueden hacer ahora... Es
increible como ellos pueden extraer unos cuántos de tus ovulos para luego
fecundarlos y colocarlos dentro de mi. Es increible como pueden hacer algo
que se escucha tan simple para lograr que tantas personas en el mundo puedan
EPILOGO
sobre una de las sillas del comedor para terminar de servir eldesayuno, no sin
antes dejar un dulce beso en su cabeza.
Camila: Para mi lo eres, bebe.
Michelle: Tampoco soy un bebe. Ya se leer... Y hago sopas de letras.
Camila: Lo se, Michelle -Le dijo dulcemente-. Pero a las madres siempre nos
da tristeza ver a nuestros hijos crecer, así que los llamamos bebes para pensar
que no lo han hecho.
Michelle: Eso es tonto -Rio arrugando su pequeña nariz y colocando su lengua
entre los dientes, de esta forma imitando la sonrisa de Camila casi a la
perfección.
Lauren: No lo es, amor -Nego tiernamente sentandose al lado de su hija con un
crucigrama nuevo-.Cuándo tengas hijos lo entenderas... Y hasta que eso pase
mamá va a resolver un crucigrama nivel experto.
Michelle: Yo quiero terminar mi sopa de letras... ¿Puedo?
Lauren simplemente miro a su hija con una sonrisa y asintio levantandose de
inmediato para buscar la sopa de letras a medio hacer, la cual tenía palabras que
un niño normal de cinco años no conoceria.
Michelle: Un día voy a ser muy rápida haciendo esto. Voy a ser como tu,
mamá.
Camila: No dudo eso -Dijo colocando tres platos repletos de comida sobre la
mesa, al igual que dos tazas de café para ella y su esposa y un vaso de jugo para
la pequeña-. Y mientras resuelves eso tal vez deberías comer un poco,
Michelle.
Michelle: ¿Solo un poco?
Camila: Si quieres puedes comertelo todo...
Michelle: Bien -Dijo con una sonrisa antes de volver a su sopa de letras e
intentano llevarse un buen bocado de tortilla a la boca, solo logrando que este
trozo cayera directo en la mesa.
Camila: Sera mejor que dejes eso a un lado por un tiempo, bebe -Susurro
acariciando la espalda de su hija, pero esta pareció no darse cuénta de que se le
estaba hablando y siguio encontrando palabras en aquel revoltijo.
Lauren: Dejame hacer esto a mi, amor -Se ofrecio tomando los cubiertos y
llevando un pequeño trozo de tortilla a la boca de su hija, quien lo mastico y
trago casi de forma automatica mientras intentaba encontrar la palabra
"Manualidad" en la última hilera-. Cuándo era pequeña era igual a ella. Mamá
solía quitarme el cuaderno de ejercicios para que pudiera comer, pero eso solo
me alteraba y comenzaba a chasquear mis dedos...
Camila: Ella no chasquea sus dedos -Observo de inmediato.
Lauren: Lo se, pero...
Camila: Frota sus manos, lo se.
Lauren simplemente asintio y siguio alimentando a su hija por unos minutos, el
voz.
Camila: Lauren -La detuvo-, son solo niños. Respira.
Lauren asintio lentamente y tomo aire, de inmediato sintiendo sus dedos
comenzar a chasquear.
Excelente, ahora Camila tenía dos ojiverdes a las cuales tranquilizar.
XX: ¿Esta bien, señora Jauregui?
Camila: Ella lo esta -Aseguro-. Ella solo...
Pero justo en ese instante un pequeño niño de cabello rubio y rizado, con
hermosos ojos color miel y sonrisa levemente torcida llego hasta ellas.
YY: ¿Esta bien Michelle, señorita Jones? -Pregunto casi en un susurro, como si
no quisiera que Lauren y Camila le escucharan.
XX: Lo esta, Will -Aseguro.
Will: Pero ella no parece estar bien...
XX: Lo esta, Will. Ella solo esta cansada, así que ira con sus madres a dormir...
Michelle: No iremos a casa -Interrumpio en voz baja, aun frotando sus manos-.
Iremos a casa de la tía Ally. Hoy es elcumpleaños de mi mami Camz...
Lauren: ¿Quien es el, amor? -Quiso saber de inmediato. Los celos y la
desconfianza eran evidentes en su voz.
Michelle: Es Will. Me cae bien -Susurro bajando de los brazos de su madre,
quien sujeto sus manos de inmediato, haciendo que estas de dejaran de frotarse
entre si. Al parecer las manos de Camila Cabello eran mágicas para Lauren
Jauregui y toda su descendencia-... El le dijo a los otros que se callaran cuándo
me cai.
Camila: Un gusto conocerte, Will -Saludo con una sonrisa.
Lauren, a su lado, no parecía tan contenta.
Will: ¿Ella es tu mamá, Michelle? -Pregunto señalando a Lauren, que lo miraba
seriamente, como si hubiese cometido algun delito. Por suerte era un niño,
porque sino habría salido corriendo. Michelle simplemente asintio llevandose
un dedo a la boca-. ¿Y ella también es tu mamá? -Pregunto ahora con una
sonrisa en el rostro, señalando a Camila.
Michelle: Es mi mami -Murmuro en voz baja con una sonrisa, escondiendo su
rostro timidamente en una de las piernas de ella, su cabello siendo acariciado
por la mano de Lauren.
Will: ¿Tienes dos madres? -Pregunto con los ojos bien abiertos, Lauren riendo
por primera vez desde que lo había visto.
XX: Will, no creo que debas preguntar eso...
Camila: Oh, no, esta bien. Es solo curiosidad -La tranquilizo de inmediato.
XX: Oh, bien, yo solo... ¡Sam! ¡Deja la nariz de Josh en paz!... Lo siento, tengo
que cuidar a los demás niños.
Fue cuándo la maestra dio media vuelta y se fue corriendo de alli.
Will: ¡Ire en unos minutos, señorita Jones! -Grito a la mujer.
había comprado años atras con un monton de harina en la cara- Llegaron antes
de lo que esperaba -Dijo con sonrisa antes de abrazar fuertemente a Camila-.
Feliz cumpleaños, Mila.
Camila: Gracias, Ally... ¿Estabas haciendo galletas o algo asi?
Ally: Sí -Asintio con una sonrisa-. Molly quiere algunas, y Thomas es
demasiado perezoso como para prepararlas.
Thomas era el nuevo esposo de Ally y llevaban juntos unos cuatro años. Se
conocieron en la iglesia, y hablaron hasta que Troy le dijo a su madre que tenía
sueño... Molly era una hija que el hombre había tenido en su matrimonio
anterior, el cual había sido completamente desastroso. Estaba con ellos la
mayoría de los días, ya que su madre biologica viajaba por todo el mundo
haciendo negocios.
¿Qué sucedio con James el páramedico?
Supongo que lo suyo con Ally no estaba destinado.
Simplemente existen cosas que funcionan, y otras que no.
Troy: ¿Quieres dibujar un rato, princesa Michelle? -Pregunto con una sonrisa a
la pequeña, que miraba el suelo fijamente mientras chupaba su dedo.
La niña asintio y no dijo nada al chico por haberla llamado "princesa". La
pequeña no solía hablar si no era con sus madres.
Troy: Vamos Jauregui -Animo sujetando su mano, su voz fallando al final de la
frase debido a los efectos de la pubertad.
Lauren: Se parece tanto a el -Suspiro en cuánto se marcharon.
Ally: Lo se, Jauregui -Dijo con una sonrisa, mirando como ambos se sentaban
en la mesa del comedor, y con hojas y lapices comenzaban a dibujar-. Pero
tiene el encanto de su madre, debes admitirlo.
Lauren: Eso no sabría decirlo -Intento burlarse.
Ally: Tiene novia ¿Puedes creerlo?... ¡Usa faldas sobre su rodilla! ¡Sobre la
rodilla, Jauregui!... El dice que una buena chica, pero no puedo creerlo cuándo
se viste así. Es mi bebe, no puede salir con una -Miro hacía todos lados, con
miedo- prostituta barata -Susurro.
Lauren: Estas exagerando, Brooke... -Dijo con una sonrisa
Ally: Dimelo cuándo Michelle tenga novio -Contraataco con cierto enojo antes
de volver a la cocina.
No hace falta decir que Lauren dejo de reir con estas palabras.
...........
Dinah, Normani y sus cinco hijos llegaron justo cuándo Ally terminaba de
sacar las galletas del horno.
Las mellizas y Jamal y Said, de cuatro y tres años, fueron de inmediato a pintar
junto a Michelle y Troy en la mesa, mientras que la pequeña Anjali, de uno,
prefirio quedarse durmiendo en los brazos de Dinah.
Dinah: Me estan volviendo loca -Se quejo al sentarse en el sofa, donde Lauren
Pero no importaba.
Ese dibujo tenía algo más importante que el coloreado dentro de las lineas. Ese
dibujo tenía amor, y eso lo hacía completamente hermoso.
Michelle: Esta soy yo -Dijo señalando a la figura más pequeña, la cual tenía un
pequeño cuaderno entre manos. Lauren dedujo que se trataba de su cuaderno de
ejercicios-. Y esta es mamá -Indico señalando a una mujer con ropa oscura y
una enorme bolsa. Lauren rio. El simple detalle de las bolsas de sus cámaras
indicaba cuán bien su pequeña la conocia-. Y esta eres tu, mami. Y estas
usando una de las camisas de mamá porque tu siempre usas las camisas de
mamá.
Camila: No siempre...
Michelle: ¡Claro que si! -Dijo de inmediato-. La camisa que llevas ahora es de
mamá -Camila no pudo decir nada, pues era cierto-... Tal vez deberías
comprarle solo ropa a mamá, y así tendrías más dinero para comprarme sopas
de letras.
Los niños piden juguetes. Michelle Jauregui-Cabello se conformaba con letras
esparcidas al azar en un cuadrado.
Lauren: Es una buena idea -Dijo encogiendose en hombros. No le molestaba
compartir ropa con Camila. Lo hacían desde antes de casarse.
Camila: ¿Y qué es este punto azul al lado de ti, Michelle? -Pregunto curiosa.
Lauren se sorprendio, pues no lo había notado. Era tan pequeño que lo había
pasado por alto.
Michelle: Es mi nuevo hermanito -Contesto con una sonrisa.
Lauren se paralizo de inmediato y miro a su esposa.
Lauren: ¿Estas embarazada?
Camila: ¡Claro que no!
Michelle: La tia Dinah dijo que iban a darme un hermanito pronto.
Lauren: ¡Dinah!
...........
Esa noche luego de la fiesta en la casa de Ally, a las cuales habían asistido
también los padres de ambas, Sofi, Taylor, Chris, Vero, Lucy y Becky, la
familia Jauregui-Cabello volvio a su pequeño departamento.
Lauren: ¿Quien quiere algo de Coca-Cola para celebrar que mami se este
volviendo anciana?
Camila: Eres un año mayor que yo, Lauren. No deberías burlarte con eso.
Michelle: Yo quiero -Dijo ignorando el comentario de su madre, corriendo al
refrigerador para sacar dos botellas de Coca-Cola para Camila y ella y una de
Coca-Cola light para Lauren, sosteniendola entre manos.
Camila: Dejame ayudarte con eso, bebe -Dijo tomando las botellas-. Y no me
vengas con que no eres una bebe. Lo eres para mi y punto.
Lauren simplemente rio y se sento en el borde de la ventana, la cual seguia
teniendo vista a la sucia pared del edificio vecino. Camila, como siempre, se
sento entre sus piernas, y Michelle sobre las piernas de Camila.
Michelle: Me gusta mirar por la ventana con ustedes -Susurro recostando su
cabeza sobre el estomago de Camila mientras esta jugaba con su cabello-. Es
divertido... La tia Ally y Troy ven television. Las tias Dinah y Mani juegan a
las charadas con los primos. Becky ve videos de Thug Harmony con sus hijos.
Las abuelas ven telenovelas. Los abuelos reparan los autos. Vero y Lucy viajan
todo el tiempo... La señorita Jones me dijo que esos eran pasatiempos. ¿Lo que
nosotros hacemos con la ventana es un pasatiempo también?
Lauren: Lo es, amor -Susurro con una sonrisa-. Hola Michelle -Dijo con voz
tierna, golpeando la nariz del reflejo de su hija en el cristal, quien arrugo la
nariz tiernamente ante el gesto.
Michelle: Hola mamá -Dijo con una sonrisa.
Ya no eran dos ventanas separadas, ni una ventana con dos reflejos. Ahora eran
tres reflejos, y Lauren y Camila solo podían sentirse completamente felices con
esto.
Camila: ¿Sabes que tu mamá y yo nos conocimos por una ventana, Michelle?
-Pregunto con una sonrisa,observando a aquella pequeña que se había robado
su corazón en cuánto la tuvo entre sus brazos.
Michelle: Lo se -Asintio con una sonrisa, cerrando sus pequeños ojos verdes-.
Mamá dice que sigues siendo tan hermosa como la primera vez que te vio, y
que esta feliz de que su historia fuera sobre dragones y unicornio -Susurro
como si no quisera que Lauren escuchara, sujetando inconcientemente los dos
dijes que colgaban de su cuello. Eran el dragon rosa y el unicornio verde que
Lauren le había regalado años atras, los cuales la niña había quitado un día del
cuello de sus madres y no había devuelto-. Me dijo que te ama mucho
-Murmuro.
Camila: Y yo la amo mucho, bebe -Reconocio girando su cabeza para
encontrarse con los ojos verdes de su esposa, que le sonreia dulcemente.
A Lauren le gustaban sus ojos color chocolate. Le gustaba la forma en la que
podía verse en ellos y darse cuénta de cuan feliz Camila la hacía.
Michelle: Mamá también me dijo que eres perfecta -Añadio con un bostezo.
Camila: Ella también es perfecta, bebe -Reconoció acercandose lentamente a
los labios de Lauren.
Michelle: Ambas lo son -Decidio antes de que Lauren y Camila se besaran.
........
Camila: Fue un día largo -Dijo con una enorme sonrisa antes de meterse bajo
las sábanas.
Lauren: Y aun no ha terminado, Camz -Añadio.
Camila: ¿Que quieres decir con eso?
Lauren: Quiero decir que son las once y cinco, así que aun es tu cumpleaños...
tomadas de la mano junto a un lago mientras hablaban sobre sus miles de gatos.
Me gustaria decir que vivieron grandes aventuras junto a sus hijos y que
compartieron hermosas sonrisas junto a sus nietos.
Pero si lo hago estaría mintiendo.
Lo siento...
No dire como paso, ni cuándo.
Solo dire que, a los treinta y tres, Camila y Lauren hablaron sobre el final.
Lauren pensaba que sería la primera en morir. Pensaba que alguno de sus
problemas volvería y terminaría con ella... Tal vez sería su corazón, o algo
nuevo y completamente mortal.
Camila, en cambio, pensaba que ella sería la primera. Dijo que un auto la
aplastaria, o que el cancer, el cual se había llevado la vida de su padre biologico
cuándo tenía tres años, la atacaria y terminaria con ella.
Gracias por esta hermosa historia Lore, nos llegó al corazón, siempre nos
encantará tus finales inesperados, te amo mujer.
Bonus Trolly
-Lore-
***
Troy había sido afortunado. Tenía buenas notas, dos increíbles padres, una
hermana menor que realmente lo hacía feliz y a Scott, su mejor amigo. Pero,
aun así, el chico se sentía incompleto.
Aun así, el chico podía olvidar su vacío y ser feliz. Hasta que su hermana
menor enfermo de leucemia.
Fue entonces cuándo una chica llego caminando junto a quien debía de ser su
padre. Tenía el cabello negro y la piel blanca, y era hermosa. Caminaba
mirando el suelo, como si el mundo solo estuviese conformado por las blancas
baldosas.
Fue entonces cuándo escucho a la enfermera hablar con el padre y con la joven,
escuchando la palabra diálisis. Al inicio creyó que era para el hombre, pero
cuándo la mujer solamente acompaño a la joven hacía el interior y el hombre se
sentó unos cuántos puestos a su derecha supo que se había equivocado.
Pensó en volver, pero algo más atrajo toda su atención. Una chica pequeña, de
cabello castaño y largo y una sonrisa que podría, fácilmente, iluminar la
habitación, entro a la sala de espera y comenzó a charlar con el padre de la
joven. Troy no debió escucharlos, pero aun así lo hizo.
XX: Ella estará mejor, señor Jauregui -Le aseguraba la pequeña. Su voz, para
Troy, eran como cantos de ángeles.
Ally: Señor Jauregui, esto no es algo con lo que Lauren no pueda lidiar. Ella es
fuerte, y puede hacer todo lo que quiera... Dios nos coloca pruebas siempre,
señor Jauregui, ella solo tiene que superarlas.
..........................
Sintió su corazón estrujarse cuándo vio a la chica salir del lugar cargada por un
enfermero, sus ojos entreabiertos. Se veía tan débil.
El hombre intento caminar junto a Lauren, pero esta parecía estar a punto de
caer al suelo muerta de sueño. Ally intentaba ayudar, pero su tamaño
simplemente no era el adecuado para la tarea. Fue entonces cuándo Troy
decidió aplicar los consejos eclesiásticos y levantarse, ofreciendo su ayuda a
quien lo necesitaba.
Troy: Troy -Dijo sacudiendo su cabeza- Me... me... me llamo Troy -De nuevo
ese tartamudeo. Había comenzado a hacerlo semanas atrás, y era realmente
molesto.
Ally: ¿Ves, Lauren? Se llama Troy... Todos los Troy's son buenos.
Lo cierto era que el chico jamás se había enamorado. Había salido con un par
de chicas años antes, pero nada completamente serio, pero aquel guiño y
aquella sonrisa lo hicieron desear estarlo.
Ally: Bueno, estaba acompañando a mi amiga y, además de eso yo... -Se pauso
un momento y finalmente negó con su cabeza.
Troy: Oh... ¿Alguno de tus padres está... tu sabes... grave? -Quiso ser sutil, pero
no era algo que se le daba bien.
Ally: No, no, no. Ellos están sanos. Pero mi padre es... bueno... el dueño de
hospital.
Troy abrió sus ojos. ¿Cómo podía la hija del adinerado dueño del hospital verse
tan sencillamente hermosa? Troy había imaginado a la hija del dueño como una
mujer con prótesis y botox a más no poder, pero el chico estaba seguro de que
todo en Ally era natural... No es como si la hubiese visto.
Habría dicho que no, que su hermana no debía estar con desconocidos en sus
últimos días, pero, viendo su sonrisa, simplemente no pudo negarse.
..............................
A veces, Ally era un hada y Jade la hermosa cenicienta. Otras, Ally era una
bruja cruel que terminaba repartiendo abrazos, pues eso de ser mala no era lo
suyo ni en juego, y Jade era blancanieves. Otras, la historia no tenía sentido.
Troy se sentaba en el fondo, observándolas, hasta que Ally lo invitaba a jugar,
no pudiendo negarse a su hermosa sonrisa.
Lauren también era una buena chica. Se había acercado tímidamente dos días
después de conocerlo para darle las gracias, y sin saber como comenzaron a
Lauren era atractiva, Troy no podía negarlo. Pero Ally, su rostro angelical y su
sonrisa habían conquistado el corazón de Troy, aunque este aun no lo supiera.
Lo completaban. Lo llenaban. Hacían que su vida dejase de ser vacía... Y esto
era bueno.
............................
Troy abrazo fuertemente a Ally a las afueras del hospital, sintiendola llorar a
ella también. Sabía que se había encariñado con Jade, y que su corazón era tan
grande que incluso la muerte de la más pequeña mariposa podría dolerle como
a mil infiernos.
Troy sabía del problema de Lauren. La chica solía hablarle de las veces en las
que su corazón dolía... Estaba seguro de que eso era peor, aunque no había
experimentado el primer dolor.
Lloro por lo que debieron ser horas, y muchas veces quiso correr y lanzarse de
un precipicio para acabar con todo.
...................
Durante los dos siguientes meses Ally fue la única que lo hizo reír. Scott los
había visto un par de veces, y simplemente le había hecho notar esto al chico.
............................
Ally: ¡Troy! ¿Qué haces acá? -Pregunto apoyándose sobre el marco de la puerta
de su departamento, demasiado humilde como para pertenecer a quien
pertenecía, nada más y nada menos que la hija del dueño de uno de los más
importantes hospitales de Miami.
Ally: ¿Qué?
El chico simplemente se dejo llevar y aun sonriendo pego sus labios con los de
la chica, compartiendo el que sería el primero de muchos besos.
.........................
Sabiendo que Scott no era realmente bueno en eso del amor, solo se le ocurrió
ir con la mejor amiga de su novia.
Lauren lo abrazo ese día, y aunque no pudo darle ningún consejo, lo hizo ver
cuán especial era Ally en su vida y que no la perdería como una estupidez
como aquella.
Simplemente le pidió perdón por ser un estúpido, y sujeto su mano con fuerza,
contándole todas sus inseguridades, escuchándola hablar sobre lo que le había
disgustado de una forma completamente calmada. Esa noche durmieron juntos.
No hicieron nada más allá de eso. Troy solo rodeo la cintura de Ally con sus
brazos y beso su mejilla dulcemente, deseándole unas muy buenas noches.
............................
Cuándo Lauren cumplió dieciocho Ally abrazo llorando a Troy, contándole que
Clara, su madre, no iba a celebrar su cumpleaños solo por el echo de que la
chica parecía estar muriendo y no parecía valer realmente la pena.
El chico solamente sonrío y miro a su novia, beso dulcemente sus labios, sujeto
sus manos y la arrastro hasta el auto. Media hora después ya estaban frente a la
casa de Lauren con un pastel, globos y un frasco de nutella envuelto
torpemente.
Para aliviar el momento, Troy le entrego a Lauren su segundo regalo. Era nada
más y nada menos que el primer album de Thug Harmony autografiado por
Finah, Boyfriend Ally, Mom Mani, Loren y la gran Karla Pelo.
El brillo en sus ojos le recordó el brillo en los ojos de Jade cuando jugaba con
Ally, así que solo sonrío con cierta melancolía.
Se echo a reír cuando se dio cuenta de que Ally lo estaba haciendo al ver a
Lauren emocionada, rapeando cada una de las canciones que se conocía de
memoria.
...................
Troy siempre había escuchado a sus padres decir que todo lo que sube tiene que
bajar.
Sabía que no era justo para Ally darse por vencido, pero no era su culpa tener
aquel tumor. Tampoco era culpa de Ally. El chico, en realidad, no culpaba a
nadie. Las cosas, simplemente, tenían que ser así.
Pidió al doctor una hoja de papel y escribió allí las cincuenta cosas que quería
hacer junto a Ally antes de morir. Tal vez, de ese modo, su novia sufriría
menos cuando el se fuera, sabiendo que lo había hecho feliz.
................
Ally: ¿No hay nada que puedan hacer? -Pregunto entre lágrimas.
...................
¿Troy fue feliz? Sí, Troy lo fue durante ese mes en el que contó los días que
faltaban para su muerte.
Fue feliz porque hizo nuevas amigas, Dinah, Normani y Camila. Fue feliz
porque Scott encontró un buen trabajo. Fue feliz porque Lauren finalmente
sonreía, y era todo gracias a su nueva novia, quien curiosamente era también
una de sus nuevas amigas: Camila. Fue feliz porque, aunque se trababa, Ally
continuaba sonriendole como el primer día. Porque Ally lo miraba no como al
chico que estaba muriéndose. Ally lo miraba como si un milagro fuese a
suceder de un día a otro.
Lo que la chica no sabía era que, para Troy, Ally era su pequeño milagro.
.....................
En todos los años que llevaba con ella no se habían atrevido a dar ese paso,
pensando que tendrían tiempo, pero ahora que el chico sabía que el tiempo se le
estaba acabando estaba ansioso por demostrarle a su novia cuánto la amaba.
Poder dejar marcas en su cuerpo y sentir que el sería su primero, y que ella
sería su primera, y que el universo jamás olvidaría eso.
Habría dado todo lo que tenía por escuchar esa risa para siempre.
....................
Los siguiente días fueron devastadores. Me gustaría decir que los últimos días
de Troy solo estuvieron llenos de risas, besos y caricias, pero mentiría si digo
que fue así. Hubo un poco de eso, sí, pero el dolor era algo que no podía
cambiar.
Lo único que alegraba sus días era una chica pequeña, de claro cabello castaño,
con ojos cafés y una sonrisa que ninguna mujer en el mundo podría igualarl.
....................
Habían decidido casarse el día de la operación. Troy quería tener un gran día.
No quería que ese fuese solo el aburrido día de su muerte. El quería que su
unión con la persona que más amaba en el mundo acompañara cada recuerdo
de esa fecha.
Scott estaba allí, al igual que sus padres y los de Ally. También Lauren y
Camila, tomadas de las manos. Troy siempre sonreía al verlas. Lauren miraba a
Camila como Troy miraba a Ally, y Camila miraba a Lauren como Ally lo
miraba a el. Ojala ellas si aprovecharan el tiempo que la vida les daría.
Fue una ceremonia sencilla, donde lo único que Troy pudo decir durante sus
votos fue "Ally"... Su habla estaba tan estúpidamente afectada, pero aun así
sonrío, porque aquel simple nombre podía iluminar todas las tormentas, y
porque lo había pronunciado con tanta devoción que dudo que Ally no pudiese
entender todas las cosas que habría dicho si su habla hubiese estado un poco
mejor.
.....................
Recordó su risa, sus besos, sus ojos, su cara angelical, su forma de ser
increíblemente perfecta. Recordó cada parte de su cuerpo y cada hermosa parte
de su personalidad. Recordó la forma en la que lo abrazaba, como si no quisiera
despegarse de él. Recordó sus manos unidas, la fuerza que estas le daban.
Recordó que había sido feliz junto a ella, feliz como muchos jamás lo serian, y
dio gracias a Dios por esos dos años de felicidad.
Uno...
Ally.
Dos...
Ally.
Tres...
Ally.
Cuatro...
Ally.
Cinco...
Ally.
Seis...
Siete...
Ocho...
Nueve...
Cerro los ojos, siendo llevado por el sueño. No se sentía bien, pero tampoco
mal.
Lo último que vio en su cabeza fue el rostro sonriente de Ally, sus ojos
irradiando una luz que Troy siempre había visto.
Diez...