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Ares intenta separar a Xena y Gabrelle, ¿lograra su objetivo?

** Caminos Separados **
(SEPARATE PATHS)

Ignacio (Iggy)

(Traducido del original inglés por el propio autor).

Aventura y romance alternativo

Renuncias:

No demasiada violencia (un perro de tres cabezas es ligeramente


dañado)

Algo más de sexo alternativo (lésbico) pero muy consensual.

Todos los personajes son propiedad de Renaissance Pictures, excepto


Larisa y Suu Kyi (He usado el nombre de Aung San Suu Kyi como
homenaje a su heroica y no violenta lucha contra el gobierno militar
de Myanmar)

Cualquier comentario o pregunta sobre esta historia será bienvenida.


** Caminos Separados **
(SEPARATE PATHS)

Ignacio (Iggy)

Afrodita está mirando la imagen de Xena reflejada en una pila

de agua mágica. La imagen de Xena sonríe, y entonces aparece la


cara de Gabrielle, acercándose a la Princesa Guerrera. Afrodita
continua mirando con una expresión de deleite en su cara, cuando 4
alguien se acerca despacio tras ella.

—¡Maldición!, —la voz tras ella exclamó de repente, asustando a


la diosa del amor.

—¿Qué estás haciendo aquí, Ares?, —gritó Afrodita, enfadada, a


la oscura figura.

—Haciendo mí trabajo, Afrodita. No como espiar a esos


lamentables mortales, —respondió el dios de la guerra señalando a la
pila con una expresión de disgusto.

—Este es mi trabajo después de todo, —contestó Afrodita—, y


explícame qué estás haciendo aquí, dios maldito.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—Oh, ya lo sabes. Esa pequeñaja, —dijo señalando a la pila—, es


mi peor enemiga, y tengo que hacer algo al respecto. ¡Necesito a
Xena de vuelta conmigo!

—¿Y qué tiene eso que ver conmigo?

—Bien, supongo que necesito tu ayuda. El amor es el problema,


así que tú tendrás que resolverlo.

—Mmm, eso puede hacerse. Ya sabes que adoro jugar con los
sentimientos. Déjame pensar...

Una sonrisa juguetona apareció en la cara de Afrodita. Susurró


algo en el oído de Ares. Mientras lo hacía él empezó a sonreír sin
perder su fiera expresión.
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—¡Maldición, eso podría funcionar!, —el dios de la guerra
exclamó al final.

—Sí, es un buen plan, pero ¿qué gano yo con ello?, —preguntó


Afrodita inocentemente.

—Uhmm, ¿qué es lo que quieres?

—Tal vez una apuesta estaría bien, sólo para jugar, —contestó
Afrodita—, Si funciona, simplemente ganas. Y si no lo hace, me
servirás durante un año.

—Muy bien, después de todo es un buen plan. Estoy seguro de


que funcionará. ¡En marcha!, —finalizó Ares desapareciendo,
mientras la imagen en la pila mostraba a Xena y Gabrielle besándose.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Xena, sus ojos cerrados, se alejó lentamente del beso de

Gabrielle. Después de un momento, abrió los ojos y dijo:

—Eh Gabrielle, tal vez tendríamos que hacer un fuego y todo


eso, ¿no?

—Ohh, tienes razón, pero dame otro beso, por favor...

Gabrielle estaba juguetona, pero hizo lo que Xena le decía,


después de todo era tarde y estaba oscuro. Cuando finalmente lo 6
tuvieron todo listo para pasar la noche, se tumbaron sobre una
manta, listas para dormir.

—Gracias por otro día a tu lado, Gabrielle, —susurró Xena


tomando a su amante entre sus brazos.

—No seas tonta, Xena. Te quiero tanto como tú me quieres,


—murmuró ella. Estaban muy cansadas después de una larga
jornada, pero Xena quería jugar. Ella estaba echada tras Gabrielle,
estrechándola entre sus brazos. Besó su cuello, acarició sus pechos,
respiró el aroma de su cabello.

—Ohhh Xena, nunca te cansas, ¿no?, —susurró Gabrielle


alegremente.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—No de ti, mi amor, —contestó Xena, su rodilla separando las


piernas de su amante. Fuertes pero suaves manos fueron detrás,
haciendo gemir a Gabrielle suavemente. Ella puso sus propias manos
entre sus muslos, buscando el placer de Xena. Pero estaban muy
cansadas, y tras algunas caricias y gemidos de placer, finalmente se
durmieron la una en los brazos de la otra.

Xena se encontró en un paisaje maravilloso, un lugar donde 7


ella había estado antes. Esto son los Campos Elíseos, pensó Xena.
Luego esto es un sueño, sonrió.

Caminó a través del prado, pero no había nadie allí. Pero podía
oírse un suave y lejano sonido. Xena prestó atención y pudo oír a
alguien llorando.

¿Llorando en los Campos Elíseos?, pensó Xena. Esto realmente


tiene que ser un sueño, o más bien una pesadilla.

Pero se aproximó al sonido, y bajo un gran árbol pudo ver a Lao


Ma llorando. Su corazón empezó a latir con fuerza ante la visión de
su antiguo amor. Se acercó a ella lentamente, y tocó su hombro para
hacerle saber que estaba allí. Pero sin levantar la vista, y todavía
llorando, Lao Ma dijo:
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—Ohhh, Xena, ¿qué estás haciendo aquí? Déjame sola.

—¿Porqué estás llorando, Lao Ma? Este es el país de la eterna


alegría, —contestó Xena.

—No para mí, Xena. Sé que mi pueblo me necesita. Sé que están


pasando cosas terribles en la Tierra, pero no puedo hacer nada al
respecto, sólo permanecer para siempre en esta terrible tierra de la
maldita felicidad, —dijo Lao Ma, al fin mirando directamente a Xena,
sus adorables y exóticos ojos llenos de lágrimas.

Es tan hermosa, pensó Xena mientras intercambiaba una larga


mirada con su antiguo amor. Acarició su largo y oscuro cabello,
tratando de consolar a Lao Ma. Tengo que ayudarla como sea, le
debo tanto, pensó. 8
Lao Ma sonrió al fin, haciendo latir feliz de nuevo al corazón de
Xena. —Hay un camino para escapar, pero necesito que vengas aquí.
Necesito volver a la Tierra, Xena, —dijo ella—, y no sólo por mi
pueblo. Nosotras dejamos algo sin finalizar también. Tú eres otra
buena razón para volver a la vida, Xena. Podrías ayudarme tanto
para socorrer a mi pueblo.

El corazón de Xena latió con fuerza de nuevo tras estas palabras.


—Lo... Lo haré, Lao Ma. Yo te ayudaré. Espérame, —dijo Xena,
mientras Lao Ma aproximaba su cara a la de Xena, besando sus
labios como lo hizo tantas veces antes. Xena saboreó sus saladas
lágrimas en ese beso. Entonces, toda la escena se disolvió ante la
mirada de Xena, mientras oía—: Todavía te amo Xena. ¿Todavía me
amas tú?
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Xena murmuró y se movió en su sueño, todavía estrechando a


Gabrielle entre sus brazos. Pero Gabrielle dormía intranquila también.
Sus labios se movían sin emitir ningún sonido, sus brazos buscaban
algo ante ella.

Ella estaba en el mismo maravilloso lugar del sueño de Xena.


Pero Lao Ma no estaba allí, sino alguien a quien ella sólo veía desde
atrás. Pero Gabrielle sabía quién era.

—Pérdicas, —susurró, sorprendida.

Él se volvió lentamente, y sí que era el marido muerto de


Gabrielle.
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—Estás aquí, Gabrielle, —dijo él, y una sonrisa forzada apareció
en su cara.

—¿Dónde estamos, Pérdicas? ¿Es esto un sueño?

—Estamos en los Campos Elíseos, Gabrielle. Y sí, esto es un


sueño, al menos para ti. Pero no para mí, —contestó.

—Entonces, ¿estás aquí realmente, Pérdicas? Me alegro por ti,


—sonrió Gabrielle, pero de alguna forma Pérdicas no parecía feliz.

—Sí, estoy en los Campos Elíseos, Gabrielle. Pero necesito salir


de aquí. Déjame explicártelo.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Gabrielle se sentó sobre la hierba más verde de cualquier mundo


y escuchó la voz de su marido, todavía de pie tras ella, las manos
sobre sus hombros.

—Los dos sabemos que Calisto me asesinó, y no sólo a mí, —el


cuerpo de Gabrielle se estremeció con ese recuerdo, pero Pérdicas
continuó—. Pero aquí conocemos muchas cosas del destino. Yo fui
asesinado porque era el único que podía rescatar a Calisto del mal y
curar su alma torturada. Necesito volver a la Tierra y completar esa
misión. Es importante para todo el mundo además de para Calisto.

—¿Pero qué puedo hacer yo? Tú estás muerto, aquí en los


Campos Elíseos, —contestó Gabrielle.

—Conozco otra cosa de mi destino. Y del tuyo. Tú eres la única 10


persona que puede devolverme a la vida, Gabrielle. Tienes que
hacerlo. Es tu responsabilidad. Y si no por eso, —y sus manos sobre
sus hombros la acariciaron con más firmeza en ese momento—, al
menos hazlo por nuestro amor, Gabrielle. Cuando mi misión esté
cumplida podremos continuar nuestras vidas juntos, Gabrielle. Yo
todavía te amo. ¿Todavía me amas tú?

Gabrielle se quedó sin habla. La responsabilidad, y un atisbo de


su amor por Pérdicas finalmente la hicieron decir: —S... Sí, te
ayudaré. —Sus verdes ojos contemplaron el maravilloso paisaje
mientras Pérdicas empezó a besar su cuello, haciéndole susurrar—:
Te ayudaré, Pérdicas. Haré lo que sea, no te preocupes, —mientras el
sueño desaparecía lentamente de sus ojos.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Xena y Gabrielle al fin despertaron, todavía abrazadas. Pero se


separaron la una de la otra, aun pensando profundamente en sus
extraños sueños de la noche pasada. Estuvieron silenciosas hasta
que, tras acabar su desayuno, Xena se puso en pie.

—Eh, Gabrielle, tengo que marcharme, y creo que es mejor que


no vengas conmigo, —dijo Xena, sin atreverse a mirar a Gabrielle a
los ojos.

Gabrielle reaccionó como siempre: —¿Por qué? ¿Otra vez me


apartas de tus aventuras?

—Por favor no empieces otra vez, —contestó Xena llamando a


Argo con un silbido. 11
—Dime al menos dónde vas, Xena.

—Voy al reino de Hades, y será un viaje peligroso, así que mejor


mantente alejada.

—¿Y qué es lo que vas a hacer ahí abajo?, —preguntó la bardo


con sospecha—. ¿Tiene algo que ver con Marcus otra vez?

—Oh no, —contestó Xena sonriendo—, es una historia diferente.


Alguien de allí me necesita, y haré lo que debo.

—He visto esa sonrisa en tu cara antes, Xena, —dijo Gabrielle


disgustada—. Es por Lao Ma, ¿no es así? ¡Me abandonas y vas tras
ella otra vez, Xena!, —gritó finalmente.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—No voy a abandonarte, —dijo Xena, otra vez sin atreverse a


mirar a su amante a los ojos.

—Xena, no te entiendo, —dijo Gabrielle con lágrimas en sus


ojos—. ¡Si te marchas de mi lado tras Lao Ma, no te sorprendas si yo
hago lo mismo!

—¿Lo mismo? ¿Qué estás diciendo?

—¡Voy a ir al submundo también a ayudar a Pérdicas!

—¿¡Qué!? ¿Estás loca? ¡No podrías ir allí sola, y yo no te voy a


ayudar en un viaje tan estúpido!

—¡No necesito tu ayuda, Xena!, —gritó Gabrielle, sus ojos ya


claramente llorando, su hermosa cara roja de ira—. ¡Soy una persona 12
libre y haré lo que crea mejor!

Gabrielle marchó al fin, sin mirar atrás. Xena contempló su


marcha, y por un momento pareció que iba a llamarla, pero no lo
hizo. Y por otro momento pareció que iba a llorar también, pero una
expresión pétrea apareció finalmente en su cara, y murmuró para sí
misma: —Tal vez sea mejor así, —y montó sobre Argo para cabalgar
en la dirección opuesta.

Gabrielle al fin apartó las lágrimas de sus ojos. Lo haré bien sin
ella, pensó, conozco un camino mejor para llegar al submundo. Ser
una bardo tiene esas ventajas, sabes cosas que otro tipo de gente no
sabe. Sobre todo malditas estúpidas guerreras, pensó.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Marchó hacia Eleusis, al cercano templo de Deméter. La diosa


sabe cómo llegar al submundo, pensó Gabrielle mientras se acercaba
al templo. La alta sacerdotisa de los misterios estaba en el exterior,
como esperándola.

—Buenos días, alta sacerdotisa, —dijo Gabrielle, tratando de


sonreír—. Vengo en busca de purificación para tomar parte en los
misterios de la Diosa.

—¿Porqué quieres hacerlo?, —preguntó la sacerdotisa, sonriendo


amistosa.

—Tengo que alcanzar el submundo. Es muy importante.

—Veo que realmente tienes que hacer algo tan terrible. Y veo
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que tu alma es pura, así que no necesitas purificación.

—¿No?, —preguntó Gabrielle sorprendida.

—No. Puedes ir a la cueva sagrada en la montaña y entrar


directamente en el submundo siguiendo el camino de Perséfone, hija
de la Diosa.

—¿Cómo lo lograré, sacerdotisa?, —preguntó Gabrielle, contenta


al ver que todo iba bien.

—Dile a Caronte estas palabras: Deméter me envía con su hija.


De esa forma te llevará al otro lado. Entonces deberás marchar hacia
la izquierda hasta los Campos Elíseos.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Gabrielle sonrió y le dio las gracias a la sacerdotisa, sin


preocuparse de averiguar cómo sabía que ella quería ir precisamente
a los Campos Elíseos. Mientras se alejaba, la sacerdotisa se
transformó en la figura de Ares, quien rió y rió hasta desaparecer al
fin.

En su propio camino, Xena cabalgó rápidamente hacia el lago de


Alconia, a través del cual, tiempo atrás, alcanzó el submundo. El
viento en su rostro arrastró algunas lágrimas de sus ojos, pero ella
las apartó con su mano. El lago estaba lejos, y tuvo que hacer un alto
para pasar la noche. Hizo un fuego y se tumbó frente a él sobre una
manta, intentando dormir. Pero no podía, y al contemplar el fuego la
imagen de Gabrielle apareció ante sus ojos.

Debo ser estúpida, pensó. Si estoy buscando a Lao Ma, ¿porqué


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estoy pensando en Gabrielle?, se preguntó a sí misma. Se está tan
solitario sin ella, y tan frío, pensó. Todavía mirando el fuego, y con la
imagen de Gabrielle en sus ojos, al fin se durmió, pero antes
murmuró: —Gabrielle...

Al mismo tiempo, Gabrielle estaba contemplando un fuego


similar mientras trataba de dormir, en el exterior de la cueva de
Perséfone. Había decidido esperar allí hasta el día siguiente para
comenzar ese difícil viaje tras dormir un poco.

Pero tampoco podía dormir. Estaba echada sobre una manta, y


sus pensamientos se encaminaron también hacia su amante. Estoy
tan sola sin ella, pensó. ¡La echo de menos, demonios!, casi exclamó.
Sus manos acariciaron sus propios pechos, y luego fueron bajando
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

lentamente, entre sus muslos. Suspiró suavemente, pero sus ojos no


mostraban placer: estaba llorando.

—Te echo tanto de menos, Xena, —murmuró al fin, y entonces


se durmió.

Xena despertó temprano. Sus sentimientos de la pasada noche


desaparecieron con el amanecer. La cara de Xena mostraba su
determinación de alcanzar los Campos Elíseos y ayudar a Lao Ma.
Pero de alguna forma estaba preocupada por Gabrielle. ¿Qué estará
haciendo ahora?, pensó.

Argo parecía preocupada también. Su galope era más rápido que


nunca antes, y Xena no necesitó hacerla apresurarse. Así, cuando
alcanzaron el lago Xena se lanzó al agua directamente desde Argo. 15
Tras un corto pero frenético buceo alcanzó el fondo del lago y la
barca de Caronte.

—Hola otra vez, Caronte, —dijo.

—¿¿Cómooo?? ¿¿Otra vez?? ¿¿Qué estás haciendo aquí?? ¿Estás


muerta al menos?, —el barquero de los muertos contestó con
irritación.

—No, Caronte, estoy viva y quiero cruzar la Estigia.

—Y seguro que tampoco me vas a pagar..., —murmuró Caronte.

—No, sólo los muertos pagan. Ya lo sabes. Y si no lo sabes, aquí


está mi espada para probarlo, —dijo con una sonrisa, sacando su
espada ante ella.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—Sólo los muertos pagan, sólo los muertos pagan... Bien lo sé...
Otra vez... ¿Cómo me voy a ganar la vida?... Primero bardos y ahora
guerreros... Primero palabras, después espadas... ¡Estoy harto de
este maldito trabajo!

Pero Xena interrumpió su resentida charla: —¿Qué estás


diciendo? ¿Ha estado alguien vivo aquí antes cruzando la Estigia?

—Oh sí, una rubita preciosa... sí que era guapa, ¿eh? —En ese
punto, Caronte guiñó un ojo a Xena, luego siguió—: Pero no pagó...
sabía las palabras... vaya m...

Xena lo interrumpió otra vez: —¿Gabrielle ha estado aquí? ¿¿Y


cruzó??
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—Oh, ya lo creo. Esa estúpida chica fue directamente hacia la
izquierda tras cruzar la Estigia.

—¿¿¿A la IZQUIERDA??? ¿¿¿Hace cuánto tiempo fue eso???,


—preguntó gritando Xena.

—¿Me estás preguntando hace cuánto tiempo? ¿Ves algún sol o


luna aquí? ¿Cómo infiernos puedo saber cuánto tiempo ha pasado?
Tengo que trabajar y trabajar sin descanso por toda la eternidad y
¿me preguntas por el tiempo?

En ese momento, Xena sujetó a Caronte entre sus manos y lo


sacudió violentamente.

—¡¡Bueno, bueno!! Después de ella, vino una vieja de


Orcómenos y luego tres soldados que murieron luchando en Platea,
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

así que supongo que fue hace poco. ¡Y todos ellos pagaron! Pero no
todo el mundo lo hace, y si esto cont...

—Vamos, necesito cruzar YA, —le interrumpió Xena otra vez, y


su fiera expresión hizo callar incluso a Caronte. Lo lanzó sobre la
barca y al fin ayudó a Xena a cruzar la laguna Estigia.

Xena saltó desde la barca mientras se acercaban a la orilla


opuesta, y quedó allí por un segundo, mirando a derecha e izquierda
hasta que finalmente salió corriendo hacia la izquierda

Esto es lo que vio Xena en la distancia: las oscuras puertas del


Tártaro, dónde los condenados sufren tortura por toda la eternidad, y
delante de ellas, la enorme y negra figura de Cerbero. Grande como 17
un caballo, el perro guardián de tres cabezas parecía todavía más
grande comparado con una pequeña figura tendida junto a él.

—¡Gabrielle!, —gritó Xena, y la pequeña figura pareció moverse,


pero no respondió. Y sí, era Gabrielle, yaciendo inconsciente o
muerta. Una de las cabezas de Cerbero vio a Xena, y las otras
hicieron lo mismo en un momento. Con su grito característico, Xena
cogió su espada en sus manos otra vez. La batalla con Cerbero
parecía imposible de ganar: Xena sólo podía alcanzar una cabeza
cada vez, mientras las otras trataban de morderla. Después de todo,
su piel era de bronce, y así ella no podía cortar sus cabezas. Pero tras
un rato, Xena lanzó su espada lejos y dijo—: Ven, perrito, te estoy
esperando.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

El gran perro saltó directamente sobre Xena, haciendo chasquear


sus tres fauces a la vez. Xena cayó bajo su peso. Pero ella sujetó los
tres cuellos entre sus brazos, oprimiéndolos los tres a la vez con todo
el poder de su desesperación. Tras larga lucha, las tres cabezas
cayeron una tras otra, y el monstruoso perro yació inconsciente sobre
el suelo.

Xena se alejó de él, sujetando a Gabrielle entre sus brazos, en


un abrazo mucho más delicado. —Gabrielle... ¡Gabrielle!... Dime que
estás viva, por favor... este no es lugar para morir, —gritó Xena.
Al principio no percibió a una figura oscura tras ella, pero después
dijo—: Hades... por favor ayúdame... mi amor está...

La figura en la armadura negra dijo: —Necesita algo de agua


para revivir, Xena. Pero tú sabes que el agua de aquí le hará olvidar
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todo. No puedo ayudarte, pero tal vez la ayuda está en ti.

—¿Qué estás diciendo? ¡Déjate de acertijos! ¡La necesito


conmigo!

Pero Gabrielle estaba pálida, muy pálida, y Xena empezó a llorar


sobre ella, todavía sujetándola entre sus brazos... Entonces, una de
las lágrimas de Xena cayó entre los labios de Gabrielle. Sus labios se
movieron, sus ojos se abrieron lentamente y susurró: —Xe... Xena...
¿eres tú?

—Sí, sí, soy yo, Gabrielle, —y continuó llorando, lavando la


suciedad de la cara de su amante con sus propias lágrimas.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—Por favor perdóname, Gabrielle. Soy tan estúpida, te necesito


tanto, ¿qué iba a hacer yo sin ti?, —continuó Xena, tratando de
detener sus lágrimas.

Gabrielle rodeó con sus brazos el cuello de Xena y dijo: —No, no,
soy yo quien te pide perdón. Estaría muerta si no fuera por ti.

—Vamos, vamos, nos perdonaremos la una a la otra, ¿eh?, —dijo


Xena, tratando de sonreír.

—¡Ejem! —Eso fue Hades todavía tras ellas, de pie con su negro
casco bajo su brazo—. Mi perrito, como lo llamaste, se va a despertar
en un momento, ¿no podríamos alejarnos?

Xena alzó a Gabrielle en sus brazos y caminó llevándola,


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siguiendo al dios del submundo. Fueron hacia la derecha, alcanzando
al fin las puertas de los Campos Elíseos. Una luz brillante salía por
ellas, y eso pareció hacer recuperarse a Gabrielle. Se puso en pie,
sus brazos todavía alrededor del cuello de Xena.

—¿Qué hacemos ahora, Xena?, —preguntó—. No necesito ver a


Pérdicas de nuevo. Sólo te necesito a ti, mi amor.

—Estoy segura de eso. Y tú ya sabes que no necesito a nadie


más que a ti. Pero tal vez podríamos entrar y ayudar a nuestros
antiguos amantes si podemos. Pero sólo si tú quieres, —contestó
Xena.

—Muy bien Xena, vamos a ver qué podemos hacer. Pero te


prometo que tú serás la única, pase lo que pase ahí dentro.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—Y tú eres mi único amor, Gabrielle. Sabes que he tenido otros


amantes antes, pero tú serás la última, por el resto de mi vida. Y te
lo prometo con Hades como testigo, —sonrió Xena.

Entonces Hades interrumpió: —Veréis que las cosas ahí dentro


son un poco diferentes de lo que esperabais, —dijo señalando hacia
las puertas—. Pero tenéis mi permiso para permanecer en los
Campos Elíseos por un año y abandonarlo cuando queráis.
Disfrutadlo, —y entonces desapareció.

Sujetando la mano de Xena en la suya y caminando con ella a su


lado, Gabrielle atravesó las brillantes puertas de los Campos Elíseos.

20
X

Todo en los Campos Elíseos parecía normal. Los verdes prados,

la luz brillante, los pequeños bosquecillos y el rumor del agua eran


como ellas soñaran. Caminaron a través de todo ello, buscando a
Pérdicas y a Lao Ma entre los alegres grupos de gente aquí y allí. Al
final los encontraron en un grupo de celebrantes bajo un gran árbol.
Pero no parecían desesperados; estaban riendo y bailando en
diferentes grupitos.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

—¡Xena!, —exclamó Lao Ma, sorprendida pero feliz. Se


abrazaron y se besaron. Pero entonces Xena la sostuvo entre sus
brazos y dijo—: Lao Ma, esta es Gabrielle, mi amor.

—Hola, —dijo Gabrielle, pareciendo un poco incómoda.

Pero Lao Ma la sujetó entre sus brazos, la abrazó y la besó de la


misma forma que a Xena.

—Me hace muy feliz conocerte, Gabrielle. Lo sé todo acerca de


Xena y tú. Alguien me lo contó todo, —sonrió, presentando a
Pérdicas.

—Pérdicas, —dijo Gabrielle, pareciendo asustada otra vez.

—Gabrielle, no te preocupes. Lo sé, lo sabía todo acerca de Xena 21


y tú. Y estoy feliz de verte feliz con ella. Yo no esperaba un sí cuando
te propuse matrimonio. Era tan sólo mi último intento. Me quedé tan
sorprendido cuando aceptaste casarte conmigo. Pero sabía que no
podía funcionar. Tu amor por Xena era demasiado fuerte, todo el
mundo podía verlo, —dijo Pérdicas, y entonces se abrazaron y se
besaron también.

—Pérdicas... No sé qué decir..., —susurró Gabrielle.

—No digas nada. No fui totalmente sincero contigo. Tuve un


amor antes que tú, en mis días de mercenario. Ella murió antes de
que te propusiera matrimonio, pero ahora está aquí conmigo.
Gabrielle, esta es Larisa. Larisa, esta es Gabrielle.
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Larisa era una pequeña chica pelirroja, con una bonita sonrisa y
grandes ojos marrones. Intercambiaron saludos y sonrisas, cuando
Lao Ma dijo a Xena: —Oh, yo tampoco he estado sola, Xena. Esta es
Suu Kyi. Ella fue mi primer amor en la Tierra, una esclava como yo.
Nunca volví a verla después de que nos vendieran, pero tras mi
muerte ella estaba aquí esperándome. Xena, esta es Suu Kyi. Suu
Kyi, te he contado muchas cosas sobre ella, esta es Xena. —Una
preciosa chica china estaba discretamente de pie tras Lao Ma,
sonriendo.

Todos sonrieron, se abrazaron y empezaron a hablar de sus


vidas y sus amores, cuando Xena interrumpió: —Todo esto es genial,
pero ¿porqué nos llamasteis? ¿Dónde están los problemas? Todo
parece perfecto. 22
—Nosotros no os llamamos. Pero sabemos qué ha pasado. Todo
se aclarará en breve, —dijo Lao Ma, y en ese momento apareció
Afrodita tras ellos, con una sonrisa traviesa en su cara.

—Ho-laaa. ¡Es tan bonito ver a tanta gente enamorada!, —dijo


alegremente.

—¿De qué va todo esto, Afrodita?, —preguntó Xena.

—Otra trampa de Ares, mi amor. Pero lo derrotasteis de nuevo, y


esta vez sin siquiera saber que lo hacíais. Estoy tan orgullosa de
vosotras dos. Os enseñaré algo, —contestó Afrodita, haciendo
aparecer la pila mágica junto a ellos. Miraron el agua, y la escena que
vieron reflejada en ella era realmente extraña. Pudieron ver un
hermoso prado, pero que estaba en la Tierra. Había una multitud de
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

ahora pacíficos soldados, mercenarios y señores de la guerra,


jugando y bailando con chicas campesinas. Ellos les entregaban
ramos de flores a las chicas, que los aceptaban con sonrisas y besos.
Pero si eso no era bastante extraño, también pudieron ver a Ares, el
terrible dios de la guerra, recogiendo frenéticamente flores y
entregándoselas a los soldados. Afrodita sacudió su cabeza y la
escena desapareció, y entonces dijo:

—Seguirá así por un año. Gracias a ti y a Gabrielle, Xena, y al


amor que compartís. Así que supongo que estaréis un año sin
necesidad de proteger a nadie... ¿Qué haréis entretanto?, —les guiñó
la diosa, sonriendo, y desapareció.

Xena estrechó a Gabrielle entre sus brazos, diciendo: —No sé lo


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que ha pasado, pero sé que te amo aún más que antes. ¿Qué
piensas? Podríamos pasar un año en este magnífico lugar...
podríamos ver a nuestros parientes muertos, descansar un poco...

—Podría pasarme un año amándote, Xena, y después el resto de


mi vida, —dijo Gabrielle, besando a la Princesa Guerrera... Las dos se
alejaron discretamente, hasta la orilla de un lago, tumbándose allí
sobre la hierba.

—Necesitamos refrescarnos un poco, ¿no crees?, —preguntó


Xena.

—Mmmm, necesito..., —contestó Gabrielle, yendo detrás de


Xena y quitándole su armadura. En un momento se desnudaron la
una a la otra, y entonces se lanzaron a la fresca agua. Sus manos se
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

frotaron la suciedad la una de la otra, luego las caricias fueron más


allá y se besaron.

—¿Crees que habrá peces en este lago?, —preguntó Xena


cuando sus cabezas se separaron.

—Mmmmm Xena, creo que has encontrado uno..., —sonrió


Gabrielle, riendo alegremente.

Entonces salieron del agua, tendiéndose de nuevo sobre la


hierba, desnudas. Xena estaba tumbada sobre su espalda, y Gabrielle
se echó encima de ella, sus caras muy cerca.

—Mmmm, estás tan mojada, alguien debería hacer algo al


respecto, Xena.
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—¿Serás tú quien lo haga, Gabrielle? ¿Por favor?

—Ohhhh sí que quiero..., —contestó Gabrielle, sus manos y


lengua yendo lentamente hacia abajo desde su cuello. Se paró sobre
sus firmes pechos, besándolos ambos, dándoles besos, caricias y
algún mordisco, hasta que Xena gimió. Entonces la juguetona lengua
de Gabrielle siguió entre los pechos de Xena hasta su ombligo. Pero
continuó abajo y abajo, hasta que Xena gritó:

—¡Ohhhh por favor Gabrielle, no juegues más! ¡Ve a por ello!,


—y cogió a su amante por su cabello, guiándola hasta donde ella la
quería tener. Muchos gemidos de placer, arqueamientos de su
espalda y no tan tiernas caricias al fin acabaron en un último y
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

profundo gemido. Gabrielle trepó sobre Xena de nuevo, una


expresión anhelante en su sonriente cara.

—Te amo tanto, Xena. Adoro darte placer más aún que
recibirlo... pero tal vez tú podrías..., —sonrió Gabrielle.

—Yo podría... mmm, sí que podría. ¡Más aun, lo quiero!, —dijo


Xena, sus manos acariciando el cuerpo de su amante sobre ella,
dirigiéndose hacia abajo y alcanzando su magnífico trasero.

—Pon tus piernas alrededor de mis caderas, Gabrielle, —dijo


Xena, y Gabrielle hizo como le decía, sus redondos y adorables
pechos casi sobre la cara de Xena. Xena chupó sus tiesos pezones,
primero uno, luego el otro, luego empezó de nuevo. Entretanto, sus
manos exploraban más abajo, una delante de su amante y la otra 25
detrás. Los ojos de Gabrielle estaban cerrados, y susurró
suavemente:

—Sí... Ssssí mi amor... más un poco más...

Entonces Xena tomó el trasero de Gabrielle firmemente en sus


manos, acercándola hasta su cara, Gabrielle de rodillas sobre ella.
—Haré que me pidas que pare, —dijo Xena sonriendo antes de que
su cara se hundiera profundamente entre los muslos de Gabrielle. Por
largo tiempo no pareció que Gabrielle le fuera a pedir que parase.
Justo lo contrario, todo lo que se pudo entender entre sus gemidos
fue—: Más, ohhhh, más, por favor Xena, no te pares, hazlo...
Caminos separados - Ignacio (Iggy) Traducción: Ignacio

Pero al fin ella cayó sobre la hierba al lado de Xena, exhausta, y


las dos se miraron a los ojos, expresando su amor sin palabras. Tras
un rato, y acariciando la cara de Xena, Gabrielle dijo:

—¿Crees que sobreviviremos a un año entero así?, —y sonrió.

—Oh, ya veremos. Tendremos que probarlo a ver, ¿no crees?,


—contestó Xena, sonriendo también.

Fin

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