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CONMEMORACION: GRITO LIBERTARIO DE SANTA CRUZ

24 de septiembre

El 24 de septiembre de 1810 estalló el grito


libertario de los cruceños.

Los primeros en buscar la libertad en Santa


Cruz de la Sierra fueron los esclavos negros de
la ciudad, en agosto de 1809, quienes
determinaron ejecutar a toda la población
blanca del lugar. Pero la revuelta fue
descubierta y los responsables castigados.

Recién después de la revolución de mayo de


Buenos Aires fue que se gestó el alzamiento
formal de la región ante el yugo español.

Los cruceños, Juan Manuel Lemoine y Antonio


Vicente Seoane, doctorados en Charcas,
formaron el partido revolucionario y junto al
cura José Andrés Salvatierra y el Coronel
Antonio Suarez, se reunieron con el enviado argentino, Capitán Eustaquio Moldes, y
realizaron el pronunciamiento a favor de los patriotas.

“El movimiento estalló la tarde del 24 de septiembre de 1810, con el amotinamiento


de las milicias, la destitución del gobernador, Pedro José Toledo Pimentel y el llamado
al pueblo para concurrir al Cabildo Abierto. Constituyéndose la Junta
Gubernamental”. Ese día se celebraba en Santa Cruz la festividad de “Nuestra
Señora de las Mercedes” por lo que se aprovechó que todo el pueblo se encontraba
en la plaza de armas para conseguir la revuelta.

Instaurada la Junta, se dio libertad a los esclavos negros del TAO y se depuso a las
autoridades españolas, quedando estos en libertad siempre y cuando no atenten
contra el nuevo gobierno. Esta Junta Revolucionaria permaneció en vigor hasta
noviembre de 1811, cuando la ciudad cae nuevamente en manos realistas.
Luego la región pasó de manos realistas a patriotas y viceversa en diferentes
oportunidades, constituyéndose en ese periodo la republiqueta de
santa Cruz de la Sierra, al mando del Coronel Ignacio
Warnes, quien murió en la batalla de El Pari en
1816 a manos del realista Francisco Javier
Aguilera y la resistencia quedo a cargo de José
Manuel Mercado y sus Montoneros.

Al nacer la República y durante mucho tiempo


Santa Cruz vivió postergada en su desarrollo,
y los ideales de los héroes que ofrendaron su
vida por hacer de esta hermosa tierra un lugar para
vivir, quedaron estancados, pero las nuevas
generaciones de cruceñas y cruceños supieron
poner el hombro para que Santa Cruz se situé de un
tiempo a esta parte como la ciudad más próspera del
país, ciudad que alberga y recibe con los brazos abiertos a los hermanos bolivianos
que llegan de otros departamentos y que fácilmente se encariñan e identifican con
la identidad del cruceño, y aportan al engrandecimiento del departamento.

Debemos entender el hecho de nacer o vivir en Santa Cruz, no como un privilegio,


sino como una obligación de hacer de esta tierra un mejor lugar cada día, donde
se viva con la libertad que nuestros mártires soñaron, y vivamos cada día tal cual
reza nuestro himno cruceño.

¡Siempre libres cruceños seamos!

GES Ediciones, Agenda 2014


Prof. Limberg Padilla Justiniano

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