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Quebrantando nuestros pensamientos

“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de


Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”
2 Co 10:3-5

OBJETIVO: Que cada hermano pueda llevar cautivo todo pensamiento a la


obediencia a Cristo.

INTRODUCCIÓN: Importa poco realmente lo que digamos o hagamos en


comparación con lo que pensamos puesto que esto es lo que revela quienes somos
realmente (cf. Pr 23:7; Lc 6:45). Cada uno de nosotros debería hacer un balance
de las cosas que pensamos durante el día. Deberíamos contestarnos preguntas
como ¿En que pensamos más que cualquier otra cosa? ¿Cuánto tiempo pensamos
en cosas malas o equivocadas? ¿Cuánto tiempo invertimos pensando en Dios?
¿Con que llenamos nuestra mente durante el día: TV, Internet, redes sociales, etc.?
¿Lo que vemos y luego pensamos glorifica a Dios?

DESARROLLO
1) Los malos pensamientos nos traen futuros sufrimientos: Siempre tenga presente
que en la mente empieza la batalla por nuestra alma. David dejo de ser el rey que
salía con su ejército a las batallas; en vez de eso, cierta tarde se dedicó a observar
a Betsabé, que era la mujer de uno de sus oficiales (2 S 11:1-3); esos pensamientos
luego se convirtieron en acciones: se produce un embarazo no deseado (v. 5), se
orquesta un complot para asesinar a Urías (vs. 15-17), a David lo persigue la culpa
(12:7), hay un mal testimonio ante los enemigos de Israel (12:14), ese hijo finalmente
muere (12:14, 18)

2) Nuestra mente es un verdadero campo de batalla: (Stg 1:13-15) En nuestra mente


se libra una batalla espiritual entre el cielo y el infierno, que busca cautivar nuestros
pensamientos. Solos no podemos ganar esa batalla. Si estamos perdiendo terreno
en esa batalla en la mente estamos en serio peligro, porque es muy probable, que
luego en la vida real, hagamos eso que estamos pensando y no agrada a Dios.

Es un error atribuir a Dios alguna tentación, la biblia enfáticamente enseña que Dios
no tienta a nadie, sino que nuestra propia mente, si no es debidamente entrenada
a someter los pensamientos a Dios, nos conduce hacia el pecado conforme el
siguiente patrón:

Malos Pensamientos ➔ Deseo ➔ Pecado ➔ Ejecución del pecado ➔ Muerte

Una buena ilustración sería una avalancha de nieve que empieza con un pequeño
desprendimiento de tierra (mal pensamiento) que si no se detiene a tiempo
continua cuesta abajo cada vez tomando más y más fuerza (deseo, pecado)
hasta que es imposible detener por lo grande que es y trae consecuencias de
destrucción a su alrededor (muerte Cf. Ro 6:23). La acción destructiva del pecado
crece cuando la dejamos actuar y está siempre empieza con un pensamiento.

3) Lo terrenal debe morir en nuestra mente: (Col 3:5-10) La mente antigua no debe
resurgir, sino debemos despojarnos del viejo hombre y revestirnos del nuevo,
conforme a la imagen del que lo creo (Ef 4:23).

Un comentarista bíblico alguna vez comparó los malos pensamientos con un huevo
de dinosaurio. Decía, que para evitar males mayores convenía matar el dinosaurio
dentro del huevo, así se evitarían muchos dolores de cabeza en el futuro. En efecto,
los malos pensamientos nos pueden conducir a tomar decisiones desastrosas, por
tanto, haremos bien en identificar malos pensamientos desde su mismo inicio y
antes que tomen cuerpo someterlos o rendirlos a la obediencia de Jesús.

Como creyentes también debemos anticipar las consecuencias de nuestros


pensamientos o acciones. Por ejemplo, si “abrazamos” la idea de adulterio,
debemos pensar (extendernos hacia el futuro) en que nuestro hogar puede
terminar con un divorcio, podemos contagiarnos con alguna enfermedad, etc.
Pensar en las consecuencias, es algo que también debiera hacernos recapacitar
a la hora de tomar decisiones que sabemos de antemano que son equivocadas.
Medite en esto: Saber alejarse es tan importante en la batalla espiritual como saber
cuándo y cómo pelear.

4) Debemos inundar nuestra mente de cosas sanas: (Fil 4:8-9) Ciertos comentaristas
bíblicos coinciden que esta porción de la biblia es una cortísima biografía de
nuestro Señor Jesucristo.

Tenemos que reconocer que es imposible mantener la mente sin pensamientos


durante el día; aun cuando se duerme el cerebro está en actividad desatando
imágenes en nuestro subconsciente. Por eso tenemos que reemplazar malos
pensamientos por buenos. Preste atención que la biblia dice “en esto pensad”. Dios
demanda de nosotros pensamientos que le honren, está en nuestra solo potestad
escoger nuestros pensamientos. ¡No hay excusas!

APLICACIÓN: Ore de esta manera: “Dios ayúdanos a concentrarnos en ti. Aunque


estamos en este mundo, ayúdanos a concentrar nuestros pensamientos en las
cosas que son puras, amables, verdaderas, buenas, honestas. Ayúdanos a ver esas
cualidades en las demás personas y en nuestras circunstancias, porque en estas
cosas podemos regocijarnos y alabarte por ellas” Amen.

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