Está en la página 1de 4

EL PERFUME HISTORIA DE UN ASESINO

Obra: El perfume historia de un asesino


Autor: Patrick Süskind
Editorial: planeta de libros
Año: 2011 (1985)
Páginas: 318
Quizá los olores evoquen el privilegio de la invisibilidad. Antes del tacto, sucede el olor, como
mensajero de una esencia que sabe desaparecer en el aire y ser agente de un gran poder. La seducción
que despliega el olor es implacable: se instala en nosotros y sella su poderío en los tejidos de la
memoria.
Esta historia comienza el día 17 de julio de 1783, justo en el momento en que Jean-Baptiste
Grenouille llegó al mundo, sobre los restos de animales putrefactos del puesto de pescado en donde
trabajaba su madre, una chica pobre de París, que con 25 años ya había dejado morir a otros tres bebés
sobre la basura de su local. Sin temor a dudas, esta mujer decidió para Grenouille el mismo destino
que el que habían corrido sus otros hermanos, sólo que este bebé delató sus planes con su fuerte llanto.
Al ser descubierta por la muchedumbre, fue detenida y condenada a la guillotina.
Por su parte, el recién nacido Grenouille fue llevado a una casa de beneficencia para huérfanos,
la primera de muchas por la que pasaría, siendo rechazado por sus cuidadores y odiado por sus
compañeros, quienes incluso trataron de matarlo varias veces, pues este niño era extraño y causaba
grima a quien lo conocían. De esta forma, a los 8 años de edad es vendido al curtidor Grimal, a fin de
que comience a fungir como su aprendiz y empleado. Allí pasa casi siete años, trabajando de sol a
sol, mientras su cuerpo se llena de cicatrices, debido a las numerosas enfermedades mortales a las
que sobrevivió.
Para esa época, ya Grenouille había desarrollado gran pasión por los olores, por lo que aprovechaba
la poca libertad que le daba su jefe y dueño, Grimal, para explorar con su gran sentido de
olfato, los aromas de la París del siglo XVIII. Es así como a los 15 años, mientras se encontraba
en una celebración callejera, en honor a la coronación del rey, Grenouille percibe un olor que lo
estremece: se trata de una joven pelirroja que lo embriaga con su olor. Grenouille la sigue, y termina
matándola, para luego olerla y olerla hasta que no deja ni un vestigio de aroma en su cuerpo.
Ese crimen cambia su vida, no sólo por el hecho de haber matado, sino porque a partir de ese momento
tendría sólo una meta fija: convertirse en el mejor perfumista de todo el mundo. Con su firme
propósito se las arregla para lograr ser contratado por Baldini, cliente de Grimal, con quien pasa a
trabajar durante tres años seguidos, tiempo en el cual logra aprender a perfección las técnicas de
extracción de los aceites esenciales, aun cuando siente frustración al sentir que solo puede extraerlos
de flores. Queriendo seguir con sus investigaciones, logra convencer a Baldini para que lo deje partir,
su nuevo rumbo es Provenza.
Grenouille parte entonces hacia Provenza, dejando atrás París. Cuando no ha avanzado mucho en su
recorrido, por primera vez se da cuenta de que percibe aromas que nunca había olido, y que no tenían
relación alguna con un ser humano. Encantado con los olores descubierto, Grenouille comienza a
sentirse tan cómodo en la naturaleza, que termina por encerrarse en una cueva, en donde habitará
por siete años, alimentándose de cualquier animal o resto que encuentra, mientras tiene fantasías con
ser el dueño de un imperio, y pasa los años bebiéndose las fragancias que había coleccionado de por
vida, incluida la primera, la de la chica pelirroja. Sin embargo, un buen día descubre algo horroroso:
él, el amante de los olores, el aspirante a perfumista, no tiene olor alguno. El descubrimiento lo hace
entonces salir de su retiro, y retomar su camino inicial hacia el sur.Luego de crear un perfume que le
permite disimular un olor propio, Grenouille llega a Grasse, en donde se da a la tarea de empezar a
conocer los aromas de esta ciudad. Es así como entre la gran variedad de olores, encuentra uno que
lo estremece: el aroma de Laura Richis, una niña que le recuerda a la muchacha pelirroja. Haciendo
acopio de paciencia, Grenouille llega a la conclusión de que esta muchacha es como una flor, a la que
hay que esperar a que llegue a la madurez, momento en que él calcula dará su mejor aroma.
Buscando un medio de subsistencia, entra a trabajar como aprendiz al taller de Madame Arnulfi, a fin
de aprender nuevas técnicas que le permitan extraer el aroma de las flores. Se emplea, bajo unas
condiciones miserables, en el taller de Madame Arnulfi, dirigido por su amante Druot, el capataz. Allí
aprende una nueva manera de obtener el alma olorosa de las flores, no obstante, Grenouille lleva la
técnica un poco más allá y se da cuenta de que puede con ella conservar el olor de objetos,
animales, y por qué no de personas. Es ahí cuando su instinto asesino sale de su estado de latencia
y empieza a cazar a las jóvenes del pueblo, a quien le corta el cabello y la ropa, para robarse su olor,
después de matarlas.
La policía no sabe qué hacer ni cómo calmar a la población que llora sus 24 jóvenes asesinadas, por
lo que en medio de la confusión arrestan a Grenoble. No obstante, al padre de Laura Richis, su instinto
le dice que el asesino en realidad quiere a su hija, por la que se la lleva de la ciudad.
Lamentablemente, Grenouille ya va tras de ella, siguiendo su olor. Al poco tiempo logra alcanzarla
y matarla en la misma posada en donde ella y su papá habían hecho su primera parada.
Sin embargo, ese es el fin de su carrera, pues el posadero logra describirlo, y la policía le da alcance,
encontrando en su casa, los vestidos y cabellos de las jóvenes asesinadas. Como castigo es
condenado a muerte, no obstante cuando al menos diez mil personas esperan que el asesino pague,
Grenouille aparece llevando en su piel el último perfume que ha fabricado, haciendo que la multitud
se estremezca en estasis de amor por su figura. Ante la sorpresa de todos, la multitud lo aclama y pide
que lo perdonen, antes de entregarse a una gran orgía. Grenouille concluye que ha inventado la
fragancia del amor, aun cuando esto le causa decepción, pues no es ese el sentimiento que busca.
Después de este descubrimiento, Grenouille decide regresar a París. La propia noche de su llegada
visita el justo lugar en donde nació. Después de estar totalmente mezclado entre la miseria de ese
sitio, decide rociarse por completo el perfume que ha inventado. La gente vuelve a enloquecer,
ahora mucho más porque es mayor la cantidad de perfume. De esta forma, Grenouille es
nuevamente aclamado, cada vez con más euforia, hasta que la gente termina
devorándolo, mientras la felicidad de sentir que por primera vez en sus vidas hicieron algo por
amor, los embarga.
Patrick Süskind, convertido en maestro del naturalismo irónico, nos transmite una visión ácida y
desengañada del hombre en un libro repleto de sabiduría olfativa, imaginación y enorme amenidad.
Su persuasión iguala la de su personaje y nos propone una inmersión literaria en el arco iris natural
de los olores y en los turbadores abismos del espíritu humano.

El Perfume, novela contemporánea, que en un principio destaca por las amplias y asombrosas
descripciones que contiene, esconde tras de sí la historia de un joven que vive sumergido en la
miseria de su propio ser debido a su incapacidad de amar y al profundo rechazo social y familiar
que lo ha acompañado a lo largo de su vida. El vacío existencial, las ansias de poder, la soledad, el
problema identitario del sujeto y otros muchos aspectos brotan de la obra de una manera discreta
pero a la vez impactante, donde en cualquier caso no es difícil acabar sintiendo cierta compasión
por este asesino en serie tan castigado por la vida.

Natalia Fernández Muñoz


Curso:908
COLEGIO: NUESTRA SEÑORA DE NAZAREHT

También podría gustarte