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Estudiante: Daniel Stevens Medellín Sánchez

Curso: Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.


Semestre: IV
Docente: Jhon Jairo Peña
Fecha: 4 de octubre de 2019.

ANALISIS DE LA DECISIÓN DEL CASO FAIRÉN GARBI Y SOLÍS CORRALES


VS. HONDURAS

FECHA DE LOS HECHOS La última vez que se tuvo noticia de los


desaparecidos (Francisco Fairén Garbi y
Yolanda Solís) fue el 11 de diciembre de
1981.
ESTADO INVOLUCRADO Honduras
FECHA DE RATIFICACIÓN DE LA Honduras es Estado Parte en la Convención
JURISDICCIÓN DE LA CORTE desde el 8 de septiembre de 1977 y depositó
INTERAMERICANA el instrumento de reconocimiento de la
competencia contenciosa de la Corte a que se
refiere al artículo 62 de la Convención, en
fecha 9 de septiembre de 1981.
EXCEPCIONES 1. El Gobierno sostuvo que la Comisión, al no haber reconocido
PRELIMINARES formalmente la admisibilidad del caso omitió un requisito
(SIMPLEMENTE impuesto por la Convención, para poder conocerlo.
ENUNCIAR) 2. El Gobierno arguyó que la Comisión infringió el artículo
48.1.f) de la Convención por no haber promovido una
solución amistosa en el asunto.
3. El Gobierno señaló que la Comisión no había realizado una
investigación in loco para verificar los hechos denunciados en
este caso, no obstante que, en su opinión, se trata de un
trámite obligatorio e indispensable, según lo dispuesto por el
artículo 48.2 de la Convención.
4. El Gobierno objetó la admisibilidad del caso ante la Comisión,
por considerar que los recursos internos no fueron
previamente agotados
RESUMEN DE LOS HECHOS OBJETO DE DENUNCIA Y RESUELTOS POR LA
CORTE (BREVE)
Francisco Fairén Garbi, estudiante y empleado público, y Yolanda Solís Corrales,
educadora, ingresaron al territorio de Honduras por la Aduana Las Manos, departamento
de El Paraíso, el 11 de diciembre de 1981. Esta fecha fue la última noticia cierta de su
paradero. En lo que se refiere a la permanencia y salida de Francisco Fairén Garbi y
Yolanda Solís Corrales del territorio hondureño existen numerosas contradicciones. La
Corte observó que un conjunto de indicios apuntaron a demostrar que los dos
costarricenses habrían podido continuar su viaje de Honduras hacia Guatemala y,
posiblemente, hacia El Salvador.
DERECHOS HUMANOS VIOLADOS (INDICAR EL ARTÍCULO Y SU FUENTE
NORMATIVA)
Si bien, existen fuertes indicios que los siguientes Derechos consagrados en la
convención Americana de Derechos Humanos, les fueron vulnerados a Fairén Garbi y
Yolanda Solís, como se verá en el cuadro de “Declaraciones” no se probó la
responsabilidad de esta violación al Estado de Honduras.
Artículo 1 (Obligación de respetar los derechos)
Artículo 4 (Derecho a la vida)
Artículo 5 (Derecho a la integridad personal)
Artículo 7 (Derecho a la libertad personal)

OBLIGACIÓN INCUMPLIDA POR EL ESTADO OBJETO DE JUZGAMIENTO


Presuntamente el Estado de Honduras incumplió la obligación de respeto y garantía de
los derechos humanos que tiene contraída en virtud del artículo 1.1 de la Convención;
también incumplió con su obligación de proporcionar recursos internos eficaces a quienes
consideran que se les han vulnerado sus derechos humanos; y la obligación del Estado
de garantizar los derechos a la vida, integridad y libertad personal.
ESTABLECER LOS HECHOS QUE TIENE EN CUENTA LA CORTE PARA
DETERMINAR LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
El único hecho que considera probado la Corte es que Francisco Fairén Garbi, y Yolanda
Solís Corrales ingresaron al territorio de Honduras por la Aduana Las Manos,
departamento de El Paraíso, el 11 de diciembre de 1981. Estableciendo, además, que se
tiene un conjunto de indicios de que los costarricenses continuaron desde Honduras su
trayectoria a Guatemala. En ese sentido, la CIDH determinó que no se le puede imputar
responsabilidad a Honduras por la desaparición de estas personas, en cuanto a que no
existen elementos probatorios para imputar jurídicamente al Estado de Honduras.
FUNDAMENTO JURÍDICO UTILIZADO PARA RESOLVER EL CASO
Hay numerosas e insalvables dificultades de prueba para establecer que estas
desapariciones hayan ocurrido en Honduras y que, por tanto, sean imputables
jurídicamente a este Estado. En efecto, como ya lo ha dicho la Corte, ha sido plenamente
demostrado que, en la época en que ocurrieron los hechos existía en Honduras una
práctica represiva de desaparición forzada de personas por razones políticas. Esa
práctica representa en sí misma una ruptura de la Convención y puede ser un elemento
de primera importancia para fundar, junto con otros indicios concordantes, la presunción
judicial de que determinadas personas fueron víctimas de esa práctica. No obstante, la
sola comprobación de la práctica de desapariciones no basta, en ausencia de toda otra
prueba, aun circunstancial o indirecta, para demostrar que una persona cuyo paradero
se desconoce fue víctima de ella. En ese sentido, no se ha suministrado prueba suficiente
que vincule la desaparición de Francisco Fairén Garbi y Yolanda Solís Corrales con la
mencionada práctica gubernamental. No la hay de que fueran objeto por parte de las
autoridades hondureñas de vigilancia o de sospecha sobre su presunta peligrosidad; ni
de su captura o secuestro dentro del territorio de Honduras (…). Por otra parte, si bien el
Gobierno de Honduras incurrió en numerosas contradicciones, la omisión de investigar
este caso, (…) no es suficiente, en ausencia de aquellas otras pruebas, para configurar
una presunción judicial que atribuya responsabilidad a Honduras por las desapariciones
mencionadas.
DESCRIPCIÓN DE LAS DECLARACIONES Y CONDENAS (ESTABLECER SI SE
CONDENO O NO // QUE TIPOS DE DAÑOS SE RECONOCEN)

En cuanto a las Declaraciones de la CIDH:


 La CIDH desestimó las excepciones preliminares presentadas por el Gobierno
de Honduras
 Además, declaró que en el caso sub examine no ha sido probado que Francisco
Fairén Garbi y Yolanda Solís Corrales hayan desaparecido por causa imputable
a Honduras, cuya responsabilidad, por consiguiente, no ha quedado establecida.
En cuanto a las condenas:
 La CIDH no encontró procedente pronunciarse sobre costas.
ESTABLECER QUE SE MENCIONA SOBRE CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
Por control de convencionalidad se entiende la obligación que tienen los jueces de cada
uno de los Estados parte de efectuar no solo el control de legalidad y constitucionalidad
en los asuntos de su competencia, sino de integrar en el sistema de sus decisiones, las
normas contenidas en la Convención Americana. En el caso sub examine, los jueces
hondureños solucionaron el caso en base al ordenamiento jurídico interno y no tuvieron
en cuenta las disposiciones de la Convención Americana, motivo por el que omitieron la
aplicación integral del artículo 25 (protección judicial) de la Convención Americana. Esto
se puede evidenciar, ya que, si bien en el ordenamiento jurídico hondureño existían
recursos jurídicos como el de “Exhibición Personal”, Habeas Corpus y recursos ordinarios
y extraordinarios para acudir y reclamar ante el Estado la protección de derechos
humanos como en primera instancia, lo establece el art 25 de la Convención, estos
recursos de aquella época eran sumamente ineficaces, y la eficacia es condición sine
qua non se puede hablar verdaderamente del derecho de protección judicial.

Febrero 5 del 2020


COMPLEMENTO DEL TALLER

 Obligación incumplida por el Estado objeto de su juzgamiento:


Si bien en este caso no se condenó al Estado, la obligación que alegó la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos que se incumplió es la OBLIGACIÓN DE
GARANTÍA, específicamente la de investigar, ya que tras la desaparición de Fairén
Garbi y Solis correales las acciones del Estado hondureño para esclarecer lo
ocurrido fueron sumamente insuficientes y hasta obstaculizadoras.
 Competencia:
 En razón del tiempo: La CIDH es competente en razón del tiempo, ya que
el Estado de Honduras es Estado Parte en la Convención desde el 8 de
septiembre de 1977 y los hechos tuvieron ocurrencia en 1981.

 Por factor territorial: La CIDH es competente por el factor territorial dado


que los hechos sucedieron en territorio hondureño.

 En razón de la materia: La CIDH es competente por el factor de la materia,


en cuanto a que los derechos supuestamente vulnerados están consagrados
en la Convención Americana, verbigracia; Artículo 1 (Obligación de respetar
los derechos), Artículo 4 (Derecho a la vida), Artículo 5 (Derecho a la
integridad personal), Artículo 7 (Derecho a la libertad personal).
 Legitimación activa: No consta en la sentencia quien interpuso la
denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Revisé no solo la sentencia de fondo sino también la que resuelve
las excepciones preliminares y en ningún momento se hace referencia a
esto.
 Legitimación pasiva: Debido a que los hechos tuvieron ocurrencia en
el Estado de Honduras, quien hace parte de la Convención Americana
es este el único responsable por las violaciones de derechos humanos
que tengan ocurrencia en su territorio, por lo que tiene legitimación en la
causa por pasiva.

Febrero 8 del 2020.


COMPLEMENTO No. 2 DEL TALLER

ADMISIBILIDAD:

 Requisitos de forma

• Registro de la petición: La Secretaría de la Comisión recibió la denuncia


el 14 de enero de 1982. No obstante, en la sentencia no consta por quién
fue presentada.

• Informe de admisibilidad: en la sentencia no se hace referencia a algún


informe de admisibilidad. Aunque existen dos resoluciones (16/84 y
23/86), adoptadas por la Comisión con aproximadamente un año y medio
de diferencia, ninguna de las cuales ha sido designada formalmente como
"informe", a los efectos del artículo 50. Sin embargo, la resolución 16/84
fue adoptada por la Comisión y comunicada al Gobierno con nota del 15
de octubre de 1984.

• Respuesta/observaciones del Estado sobre informe de admisibilidad:


por nota del 29 del mismo mes y año, es decir, antes de que hubieran
transcurrido tres meses desde la adopción de la resolución 16/84 y, en
consecuencia, estando aún abierta la posibilidad de introducir el caso ante
la Corte, el Gobierno solicitó a la Comisión la reconsideración de la
mencionada resolución. La Comisión no adoptó ninguna decisión
inmediata sobre dicha solicitud, la cual fue finalmente denegada el 18 de
abril de 1986 por la resolución 23/86 ya citada, después de haber recibido,
por nota del 7 de ese mismo mes, información del Gobierno, a propósito
del caso pendiente de reconsideración, según la cual no habían podido
obtenerse nuevos elementos de juicio para establecer los hechos con
certeza e identificar a los presuntos responsables

 Agotamiento de los recursos internos

Frente a este punto existe una importante discusión en el proceso, ya que el Estado de
Honduras alegó que se admitió la denuncia sin haber requerido el previo agotamiento de
los recursos internos, por lo que la Comisión lo privó de un importante medio de defensa.
Contrario sensu, la Comisión argumentó que resultaban aplicables las excepciones a la
regla del previo agotamiento de los recursos internos contempladas en el artículo 46.2 de
la Convención, porque no existía en Honduras, en la época, el debido proceso, porque se
obstaculizaba el acceso a los recursos de la jurisdicción interna en casos de desapariciones
y porque los recursos los recursos intentados en casos similares, sin excepción, se habían
demorado injustificadamente.

La CIDH acoge la tesis expuesta por la Comisión Interamericana señalando además que el
caso tiene una particularidad: cuando un gobierno afirma haber realizado una minuciosa
investigación, como resultado de la cual ha concluido que una persona cuya desaparición
se alega no está en su territorio ni se ha encontrado jamás en poder de sus autoridades,
puede considerarse que ha reconocido que no hay recursos internos que agotar. Motivos
por los cuales la Corte rechazó la excepción de falta de agotamiento de recursos internos
interpuesta por el gobierno de Honduras.

 Plazo para interponer la denuncia


El literal b del numeral 1 del artículo 46 de la Convención Americana establece que toda
denuncia deberá ser presentada en un plazo de seis mese contados desde la notificación
que se haga al peticionario de la decisión definitiva dentro del ordenamiento jurídico
interno. Sin embargo, los literales a, b y c del numeral 2 del mismo artículo señalan que el
plazo de seis meses mencionado anteriormente no se aplicarán cuando a) no exista en la
legislación interna del Estado de que se trata el debido proceso legal para la protección
del derecho o derechos que se alega han sido violados; y b) no se haya permitido al
presunto lesionado en sus derechos el acceso a los recursos de la jurisdicción interna, o
haya sido impedido de agotarlos.

Estos presupuestos ocurren en el caso sub examine. Ya que la condición de desaparecidos


de manera forzada de las dos víctimas imposibilitaba que estos acudieran al aparato
jurisdiccional hondureño. Y si bien, los familiares de la víctima presentaron un recurso
denominado de “exhibición personal”, la CIDH no relata en su sentencia la fecha en la que
se interpuso dicho recurso, debido a que este no produjo relato alguno. Por este motivo,
se puede afirmar que en el presente caso se aplica una excepción al término de seis meses
para peticionar a la Comisión Interamericana.

 No duplicidad de procedimientos
Si bien no se menciona tácitamente en la sentencia que se cumplió con la No duplicidad
de procedimientos, el hecho de que la Corte haya aprobado el informe de admisibilidad
hace que se entienda de manera implícita que se cumplió con este requisito y que por
ende el caso no ha sido conocido por otro organismo internacional o por la misma CIDH.

 Compatibilidad prima facie de la petición.

La Comisión, en resolución 16/84 de 4 de octubre de 1984, declaró "que los hechos


materia de la denuncia constituyen graves violaciones al derecho a la vida (art. 4) y al
derecho a la libertad personal (art. 7) de la Convención Americana". En ese sentido, queda
en evidencia que los hechos denunciados al violar los mencionados derechos humanos nos
permiten afirmar que se cumple la “Compatibilidad prima facie de la petición”.

DAÑOS

Es importante señalar que la CIDH no encontró responsable al Estado de Honduras por


las violaciones a los ddhh que se le aducían, por lo que la Corte no estableció que daños
se causaron a las víctimas directas y a sus allegados. No obstante, realizaré el ejercicio
en base a los hechos presentados por la Comisión Interamericana.

Daños Materiales
1. Daño emergente: El padre de Fairén Garbi, quien era nacional y residente en
Costa Rica se desplazó en reiteradas ocasiones a Honduras para contribuir y
revisar el estado de las investigaciones sobre la desaparición de su hijo. De
igual manera los gastos en que incurrieron las dos familias en contratar una
defensa jurídica en un país extranjero.
2. Lucro cesante: Yolanda Solis, una de las víctimas, era una educadora de 28
años al momento de su muerte, por lo cual los ingresos que pudo haber seguido
teniendo en el resto de vida probable eran potencialmente considerables. De
igual manera, Francisco Fairén, segunda víctima, tenía 28 años y era
estudiante y empleado público, por lo que pudo haber tenido ingresos
considerables el resto de vida probable que tenía.
Daño inmaterial o moral
Al estar ante un caso de desaparición forzada y al no tener esclarecidos los hechos,
no se tiene comprensión sobre el sufrimiento psicológico que padecieron las víctimas.
No obstante, sus familiares tuvieron graves afectaciones morales y psicológicas al no
tener, certeza sobre qué había ocurrido exactamente con sus familiares y
posteriormente saber que fueron víctimas de desaparición forzada.
Daño a la vida en relación
En el presente caso no se menciona que las víctimas tuviesen pareja, o que la
muerte de ellos tuviese implicaciones a la vida en pareja de sus padres.

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