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Clase 4 PDF
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Diversos pintores de la época construyen una relación estrecha entre arte y ciencia, entre
ellos podemos mencionar los grabados del propio Vesalio, ya mencionado en estas
clases; o de Leonardo Da Vinci
Aguilar da cuenta de los debates por la concepción del cuerpo, y su relación con
el alma, en los que Descartes ofrece "una nueva concepción del cuerpo no como
informado por el alma sino como mecanismo que funciona gracias a los estímulos
procedentes del exterior, que funciona por sí mismo y cuando deja de hacerlo no es
porque el alma esté ausente en él, sino porque alguna de sus partes se ha «corrompido»"
Aguilar plantea que "el pensamiento claro y distinto rechaza la dualidad corporal
como modelo del pensar y por eso Descartes es abiertamente antisensualista dado que
los sentidos están situados contra la razón". Eligiendo una parte corporal como causa
orgánica y material de la interacción, "la glándula pineal se convierte así en un lugar
anatómico utópico". De lo que deduce que el alma puede existir por sí misma, lo que
conduciría a pensar la superioridad del alma sobre el cuerpo. Donde el cuerpo funciona
como una máquina que es energizada, no por un «ánima inmaterial», sino por el mundo
externo que actúa sobre ella.
La glándula pineal como punto de alma, dibujo de "Traite de l'homme) por René Descartes
Según Aguilar, Descartes no niega la experiencia sensible como existente, al
modo berkeliano, pero su concepción de cuerpo expresa una idea
mental.«Primeramente, pues, observo una gran diferencia entre estas tres clases de
nociones, en cuanto el alma no se concibe más que por el entendimiento puro; el cuerpo,
es decir, la extensión, las figuras y los movimientos, pueden conocerse también por el
entendimiento solo, pero mucho mejor por el entendimiento ayudado por la
imaginación; y, finalmente las cosas que pertenecen a la unión del alma y el cuerpo no
se conocen sino oscuramente por el entendimiento solo, ni tampoco por el
entendimiento ayudado por la imaginación, pero se conocen muy claramente por los
sentidos.
De donde resulta que los que nunca filosofan y no se sirven más que de sus
sentidos no dudan de que el alma mueve al cuerpo y que el cuerpo actúa sobre el alma,
pero consideran a la una y al otro como una cosa sola, es decir, conciben su unión; pues
concebir la unión que existe entre dos cosas es concebirlas como una sola» (Descartes,
Cartas a Isabel de Bohemia, carta del 21 de mayo de 1643)
Más adelante, señala que el cuerpo para Descartes encaja dentro de paradigmas
mecánicos como expresa en el Discurso del método:«Todo cuerpo es una máquina y las
máquinas fabricadas por el artesano divino son las que están mejor hechas, sin que, por
eso, dejen de ser máquinas. Si sólo se considera el cuerpo no hay ninguna diferencia de
principio entre las máquinas fabricadas por hombres y los cuerpos vivos engendrados
por Dios. La única diferencia es de perfeccionamiento y de complejidad». Y con esta
definición en Las Meditaciones: «Me consideré en primer término como poseyendo un
rostro, manos, brazos y toda esa máquina compuesta de huesos y carne tal como se ve
en un cadáver, a la que le di el nombre de cuerpo». A lo que suma el artículo 6 de Las
pasiones, donde Descartes recurre, como en el resto de la obra, a la analogía de la
máquina para comparar el cuerpo vivo con un reloj u otro autómata en funcionamiento y
el muerto con uno que ha dejado de hacerlo.
Destaca Aguilar que la analogía que establece Descartes "entre el cuerpo y la
máquina inaugura un nuevo modelo corporal que toma la máquina como análogo,
planteando por primera vez un isomorfismo simbólico entre ambas entidades, que será
fusión real cuatro siglos después a través de la figura del cyborg".
Remitiendo luego a Foucault para decir que Descartes escribió las primeras
páginas del gran libro del hombre-máquina que continuaron los filósofos y médicos, y
que éstas constituyen uno de los registros en los que ese libro fue escrito, el otro, el
registro técnico-político iría encaminado a corregir las operaciones del cuerpo,
constituido por el conjunto de reglamentos militares, escolares, etc. Subrayando que
esta concepción mecanicista del individuo, presentada por Descartes y La Mettrie,
conduciría en el siglo XVIII a la proliferación de aparatos correctores en cirugía.
Uno de los más famosos casos de creación de un autómata humano, pero también donde
es más difícil separar la historia de la ficción, es la historia de René Descartes (1596-
1650) y su hija autómata. Una de las principales ideas cartesianas era la consideración
de todos los animales como complejos autómatas, seres privados de todo estado mental,
que solo actuaban por supervivencia y que en la práctica su carne y huesos funcionaban
como la mecánica de un artilugio. Pero cuentan que tras la muerte de su hija ilegítima
Francine, de cinco años de edad, se sintió tan deprimido que se propuso construir una
muñeca autómata lo más parecida a la fallecida uniéndose tanto a aquella figura que
según describen la trataba como “mi hija Francine”. Su inseparable unión hizo que la
llevara de viaje cruzando el mar de Holanda.
1
Le Bretón, David, Antropología del cuerpo y modernidad, Buenos Aires, Nueva Visión, , 1995, primera
edición, pp. 56-57.
Durante la temprana revolución industrial, como resultado de los cambios
tecnológicos se produce el desplazamiento de sectores de población rural hacia el
trabajo con máquinas y su disciplinamiento para realizar las nuevas tareas. Del trabajo
con sencillas herramientas y en comunidad donde la misma era el centro, el organizador
de las actividades, donde la vida de la comunidad y los ciclos naturales marcaban el
ritmo de las tareas, la reconversión significó pasar a trabajar alrededor de una máquina
como meros apéndices de la misma. ¿No hay aquí un desmembramiento tanto de la
comunidad como de las partes del cuerpo, que tienen que adaptarse, reconfigurarse
alrededor de la máquina? ¿No es de este horror que nos habla Mary Shelley?
2
Foucault, Michel, Vigilar y castigar, Buenos Aires, Siglo XXI, 1989, decimoséptima edición,
pp. 141-142.
A su vez, en su texto “Feminismo y tecnociencia”, Donna Haraway (2004)
propone la metáfora del testigo modesto como encubridora de un determinado modelo
de hombre productor de ciencia; un hombre que se invisibiliza utilizando la tecnología
del laboratorio, del experimento científico como teatro de persuasión; para ocultar una
mirada sesgada de sí como hombre blanco. Diciendo: No soy yo, es el experimento
objetivo que se repite a sí mismo para producir la auto-invisibilidad como la forma
científica específicamente moderna, europea, y masculina de la virtud de la modestia,
que produce poder social y epistemológico. (Haraway, 2004)3
3
Haraway, D. Testigo_Modesto@ Segundo_Milenio. HombreHembra©_Conoce_Oncorratón®:
Feminismo y tecnociencia, 2004
4
Haraway, D. Ib. Id.
Robert Boyle (1627-1691) en su laboratorio, siglo xvii
Bibliografía obligatoria
Anzoátegui, Micaela El dualismo mente-cuerpo y la conceptualización humano-animal
en el pensamiento cartesiano EN: Ferrari, L. y Campagnoli, M. (2018). Libro de
Cátedra Introducción a la Filosofía PUEF. Ensenada : Universidad Nacional de La
Plata. En: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.536/pm.536.pdf
Videografía Complementaria
https://www.pelispedia.tv/pelicula/westworld-season-1-episode-1/
Bibliografía de referencia
Lewin, Gabriel “Homo tecnicus o las maquinaciones del cuerpo”, En: Matoso, Elina
(comp.) El Cuerpo In-cierto. Arte, cultura y sociedad. Buenos Aires: Letra Viva y
Universidad de Bs. As. (co-edición), año 2006.