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presencia de Bolívar en Guayana

I.B.c Relación con Bolívar

En los capítulos anteriores hemos observado una relación ambigua con El

Libertador. En Pampatar impide que estés desembarque y lo desconoce. Pese a que no

participa en el motín de Carúpano, cuando es desconocido por Ribas y este incluso intenta

arrestarlo, se beneficia por esta situación y asume, luego del exilio de Mariño, la segunda

jefatura del Ejército. De igual manera, es bien cierto que luego del triunfo de El Juncal,

promueva el llamado a Bolívar, quien ser encuentra en Haití, aunque este llamado podría

interpretarse como la única opción que tenía Piar para lograr que los oficiales leales a

Bolívar lo apoyaran en su campaña hacia Guayana.

Cuando Bolívar lleva nuevamente a Barcelona establece comunicación con Cedeño,

Monagas, Mariño, Páez, Zaraza y Piar, con la finalidad de concentrar rogad liberad fuerzas

militares en El Chaparro. Mariño no respondió de forma satisfactoria, Monagas había sido

despojado del mando por Piar y apenas estaba organizando nuevas fuerzas, Páez se negó,

pero solicitó fusiles, pólvora, plomo y piedra de chispa. Piar, quien ya se encontraba del

otro lado del Orinoco, se negó a repasarlo para acudir al encuentro.1

Y es aquí donde ocurre un acontecimiento que desprestigia un poco al Libertador

delante de los otros jefes militares y es una de las circunstancias que impiden la efectiva

concentración de tropas para la consecución de las operaciones militares. El 5 de Enero

Bolívar lanza un ataque con 800, a la población de Clarines, para destruir elementos

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BOLÍVAR PARABOLA DE INFORTUNIO Y GLORIA. GB Carlos Soto Tamayo. 1983 s/edit. pág.
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realistas y amenazar Caracas, esto con el objeto de obligar al Brigadier Real, retirar las

tropas realistas para defender esta ciudad y dejando de esta manera el camino libre para la

concentración de Tropas. Esto se confirma porque Bolivar incluso lanza una Proclama a los

Caraqueños anunciándoles que va air a liberarlos, lo cual, en caso de que la campaña no

fuese un engaño, se constituiría en un error, ya que revela al enemigo sus intenciones y

objetivos estrategicos2

Finalmente Bolívar es derrotado dramáticamente. Los patriotas tuvieron muchas

bajas y el propio Bolívar tuvo que huir para salvar la vida, siendo derrotado por un oscuro

oficial realista, el Tcnel Jiménez3 . Toda esta situación causa mucha consternación por ser

derrotado Bolívar a manos de un oficial desconocido

Sin embargo Bolívar continua en su empeño de concentrar fuerzas, por ello le

escribe a Piar desde Barcelona el 10 de Enero de 1817, lo siguiente: “Estoy seguro, por

informes lo más exactos y dignos de crédito, que sin una flotilla respetable no es posible

tomar Guayana", más adelante agrega: “No perdamos nuestro esfuerzo. Aún no es tiempo

de tomar Guayana, llegará ese y con suceso". Piar contesta: “Yo espero que siendo mi

proyecto tan conforme al bien de la patria y a los intereses y planes de V.E. merecerá su

aprobación y la cooperación que pido a las fuerzas marítimas4.

En otra correspondencia donde Bolívar le anuncia la llegada de Arismendi, le dice:

“La salvación de nuestra patria, señor General, depende de la reunión de todas las fuerzas
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BOLÍVAR PARABOLA DE INFORTUNIO Y GLORIA. GB Carlos Soto Tamayo. 1983 s/edit. pág.
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Bolívar conductor de tropas. Eleazar López Contreras. 1971. Biblioteca Histórica del Ejército. Pág.
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LOS GENERALES EN JEFE DE LA INDEPENDENCIA. Biblioteca de la Academia Nacional de la
Historia 1989. Tomás Pérez Tenreiro, pág. 79
nuestras, diseminadas ahora y separadas por grandes distancias". Asimismo le explica que:

“Toda operación parcial aun siendo feliz no producirá sino ventajas efímeras y puede tener

consecuencias muy funestas siendo desgraciadas". Posteriormente añade: “pequeñas

divisiones no pueden ejecutar grandes planes". Y concluye diciendo: “La reunión sola

puede salvarnos" 5.

Piar sin embargo responde igual: “Con cuanto dolor me veo forzado a decir a V.E.

que en mi situación actual me es imposible repasar el Orinoco y enviar los caballos que

V.E. reclama.6. Esta claro que Piar quería mantener su autonomía, si bien pudiera tener

reales intenciones de apoyar a Bolívar, debió haber esperado a que este llegara en la 2da

expedición o debió seguir las instrucciones para la concentración de tropas.

Seguramente la reacción de Piar ante Arismendi, al recibir las instrucciones que este

le transmitió para su traslado a la zona de concentración en El Chaparro, fue de

descontento, y con su natural imprudencia se excedió en comentarios que reflejaron su

desagrado, habiéndole parecido a Arismendi conveniente comunicarlo al Libertador.7

Es así como el propio Arismendi, muy contrario a Piar, le manifiesta a Bolívar en

varias cartas, su desconfianza hacia las actuaciones de este caudillo. En una de ellas le dice:

“El Gral Piar, quiero decírselo reservado, me da malas espina", añade: “a este patriota le ha

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LOS GENERALES EN JEFE DE LA INDEPENDENCIA. Biblioteca de la Academia Nacional de la
Historia 1989. Tomás Pérez Tenreiro, pág. 78-79
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LOS GENERALES EN JEFE DE LA INDEPENDENCIA. Biblioteca de la Academia Nacional de la
Historia 1989. Tomás Pérez Tenreiro, pág. 80
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BOLÍVAR PARABOLA DE INFORTUNIO Y GLORIA. GB Carlos Soto Tamayo. 1983 s/edit. Pág.
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soplado mucho la fortuna, y quien sabe a donde va a para esto, porque como que él no

piensa como nosotros".8.

Pero el no atender el llamado de Bolívar trajo sus efectos. Su poco poder de

convencimiento con los oficiales, la decisión de sitiar la plaza de Angostura y el

conocimiento de éstos del proyecto de reunión del Libertador, produjeron descontento y

con ello la deserción de muchos. El 31 de Enero el Gral. Piar le escribe a Bolívar “con

cuánto vergüenza y dolor” para comunicar la deserción del Escuadrón Dragones de

Caracas, al mando del Cmdte Ramón Segura. Como supone que tratarán de incorporarse a

las fuerzas de Bolívar le pide “castigo ejemplar" para los desertores.9

Bolivar tampoco tiene una autoridad firme, cuando planea ir a Angostura en el mes

de Marzo, para unirse a Piar, Mariño rechaza el plan; por lo que celebran un acuerdo en

donde deciden que el Libertador marche con una pequeña escolta de 15 oficiales a reunirse

con Piar, mientras el jefe oriental con el carácter de jefe de Operaciones de Oriente se

estacionaría en El Chaparro para esperar la concentración de tropas y Barcelona guarnecida

por Freites10. Mariño desconoce estas órdenes y se marcha del Chaparro a poner en sitio a

Cumana dejando sin efecto la reunión prevista con los Jefes militares y dando carta libre a

los realistas para tomar Barcelona y apoderarse del parque de armas.

Bolívar para este momento esta incapacitado para imponer sus criterios para la

conducción de operaciones. La derrota en Clarines es un golpe duro que se une al fracaso

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BOLÍVAR PARABOLA DE INFORTUNIO Y GLORIA. GB Carlos Soto Tamayo. 1983 s/edit. Pág.
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LOS GENERALES EN JEFE DE LA INDEPENDENCIA. Biblioteca de la Academia Nacional de la
Historia 1989. Tomás Pérez Tenreiro, pág. 80
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Bolívar conductor de tropas. Eleazar López Contreras. 1971. Biblioteca Histórica del Ejército.
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del desembarco de Ocumare. Su único sostén con el mando son las armas que trajo en la

2da Expedición y que representaba, tras la muerte de Ribas en 1814, el único líder de las

tropas centrales y occidentales. Al llegar a Guayana no tuvo mas remedio que avalar las

acciones emprendidas por Piar hasta ese momento

Bolívar solo aprobó lo hecho por Piar, cuando, a principios de Mayo, se reunió con

el en Guayana, dueño ya Piar de la riquísima Provincia de uno de los mas grandes ejércitos

que tuvo la República11Nunca negó el Libertador la importancia a la liberación de Guayana,

pero ingenuamente la juzgaba imposible, por falta de elementos, sobretodo de una

escuadrilla que pudiera rodear las fortalezas de Angosturas y Los Castillos de Guayana la

Vieja. Sobre esto último, sin embargo, hay que darle toda la razón al Libertador, ya que la

flota de Brion fue determinante en la toma de estos dos sitios estratégicos

La actitud de tirantez entre los dos caudillos se incrementa después de la batalla de

San Félix. El proyecto de Bolívar de dirigirse a Guayana traer honda desconfianza en Piar,

pues no podía escapar a su penetración que los principales jefes de su División, Briceño

Méndez, Anzoátegui, Pedro León Torres, Landaeta, Salom, Blanco y Cedeño, entre otros,

eran amigos de Bolívar12. Ante esta situación el mando de Piar parece estar muy

condicionado. El triunfo de San Félix, parece no haber hecho que aumentara su liderazgo

entre los oficiales, ya deteriorado por su carácter díscolo para con ellos, pese a su indudable

liderazgo con la tropa.

11
Anzoátegui (visiones de la guerra) Fabio Lozano y Lozano. 1989. Ediciones Congreso de la
República. Pág. 232
12
Anzoátegui (visiones de la guerra) Fabio Lozano y Lozano. 1989. Ediciones Congreso de la
República. Pág. 212
Bolívar con algunas tropas pasa el Orinoco el 30 de Abril. El 2 de Mayo sale Piar a

su encuentro y a las 11 a.m. están los dos juntos en el campamento zas El Juncal. Ahí es

reconocido Bolívar como Jefe Supremo, iniciándose un nuevo periodo Republicano, gracias

a los éxitos de Piar. Bolívar asciende a este último a General en Jefe y confirma lo actuado

por él (las designaciones hechas y los ascensos militares). Pero otra cosa que hace Bolívar

es agrupar voluntades y esto último desconcierta y disminuye al caudillo que viene de la

victoria13

Con la llegada de Bolívar a Guayana, Piar se sintió relegado u ofendido y surge otra

vez en él la personalidad propia del descontento o del hombre aquejado puede algún

complejo que lo perturba. Comenzó a conspirar, a tratar de minar las bases de la autoridad

de Bolívar abiertamente, sin disimulo.14.

No cabe duda que la llegada de Bolívar disminuyó considerablemente el mando de

Piar. Este no ser esperaba que el primero llegase tan rápido, menos aún que llegase con

fuerza o liderazgo para asumir las operaciones. Los refuerzos que este consiguió

(sobretodo el de Brion con su flota) le dieron la razón sobre la estrategia a seguir para sacar

a los realistas de sus últimos reductos (Angostura y los Castillos). La visión estratégica de

Bolívar desplazó la visión táctica de Piar y allanó el camino para el descontento de este

último.

Fabio Lozano y Lozano nos refiere la situación particular de los Jefes Militares

después de la Batalla de San Félix:

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LOS GENERALES EN JEFE DE LA INDEPENDENCIA. Biblioteca de la Academia Nacional de
la Historia 1989. Tomás Pérez Tenreiro, pág. 84
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BOLÍVAR PARABOLA DE INFORTUNIO Y GLORIA. GB Carlos Soto Tamayo. 1983 s/edit. Pág.
131
“Luego de la victoria de San Felix, ya reconocido Bolivar como Jefe Supremo y a

pesar de su grandeza, ya pisaba los umbrales del abismo, debido a que los mayores

problemas los tenía en sus propias filas. Bermúdez y Arismendi Obediían ahora, pero eran

hombres de escasos dotes intelectuales y muy coléricos. Mariño no obedeciá al Jefe

Supremo. Páez se mantenía a la expectativa. Piar era el enigma, era de una categoría

superior, aunque no alcanzara la de Bolívar. Era invisto y glorioso. Era soberbio e

indómito. El consenso general lo señalaba como émulo de Bolívar”

Desde que Bolívar desembarco en Barcelona el 01 de Enero de 1817, se percató que

no solo tendía que luchar contra los realistas, sino también contra la oposición de3 algunos

jefes patriotas de aceptar el comando único para centralizar las operaciones15. De hecho

Bolivar las primeras epístolas que envía son para enaltecer la gesta de los 600 (la retirada

comandada por MacGregor que partió por los llanos centrales hasta el Oriente) y otra

recordándole a Mariño los efectos negativos de la disidencia y los que le sucedió a Ribas y

a Castillo por estas acciones.

Podemos inferir que una lucha de egos se estaba desatando. La rivalidad de los

orientales contra Bolívar era manifiesta; quizás la lucha de poderes se da porque Bolívar no

acepta émulos y aprovecha la poca visión política y estratégica y el marcado regionalismo

de Mariño, quien poco a poco y por su propia cuenta va perdiendo el favor de los oficiales

orientales de quien en una ocasión fue su líder. Bermúdez no tenía como competir con el

Libertador, pese a su indudable arrojo personal. Pero Piar militarmente estaba por encima

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del resto, por lo menos en el aspecto táctico y en la conducción de tropas en el campo de

batalla, esto quiere decir que para este momento, era Piar quien podía igualarlo

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