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Cristología y Soteriología

INTRODUCCIÓN

1. Introducción

1.1 La Cristología y la Soteriología en relación con la Teología Sistemática.


La Cristología y la Soteriología constituyen la tercera y cuarta partes respectivamente de
la Teología Sistemática. La lógica del orden la podemos hallar cuando entendemos el
estado del ser humano. Berkhof expresa muy bien este hecho cuando sostiene que la
doctrina no es un mero fin en si misma sino que constituye un instrumento para
comprender el propósito de Dios ante el estado de pecaminosidad del hombre. El hombre
es un ser caído, fue lleno de privilegios pero debido a su desobediencia esta separado de
Dios. No hay posibilidad de ayudarle. La Cristología es la respuesta a esa necesidad de
ayuda.
La Cristología, pues, es el estudio ordenado y sistemático de la persona de Jesucristo, de
sus dos naturalezas y de cómo ellas se relacionan entre sí. Además, trata también
aspectos de Cristo en relación con la Trinidad, en relación con la historia de los dogmas
cristológicos y de las distintas herejías que aparecieron.
Por su parte, la Soteriología (del Gr. sotería= salvación) estudia la obra salviífica de
Cristo así como su relación con conceptos tales como la gracia, la conversión, la
justificación y otros. Aun cuando Cristología y Soteriología se presentan como partes
separadas de la Teología Sistemática, ambas tienen una relación estrecha y una no
puede ser vista independientemente de la otra.

1.2 ¿Quién es Jesús?


La finalidad del curso es proporcionar los elementos necesarios para responder a esta
pregunta con argumentos que vayan mas allá de la convicción emocional o practica. En
otras palabras queremos lograr que cada estudiante pueda expresar en sus propias
palabras quien es Jesús con toda la profundidad teológica posible.
La pregunta acerca de la identidad de Jesús fue planteada por El mismo en Mateo 22:42
cuando se dirigió a los Fariseos diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quien es hijo?
Nosotros encontramos cuatro principales tipos de respuesta a esta pregunta.

1.2.1 Respuestas Neotestamentarias


Existen varias referencias acerca de Jesús en los Evangelios; sin embargo nosotros
tomaremos tan solo algunas.
En el evangelio de Mateo: MATEO 2:2 (Rey de los Judíos = linaje especial)
MATEO 8:29 (Hijo de Dios = linaje especial. La palabra es 
en lugar de TEKNOS o PAIDOS).
Mateo presenta a Jesús como el rey prometido (trasfondo judío).
En el evangelio de Marcos: MARCOS 8:29 (CRISTO = ungido. En el A.T. se ungía a tres
tipos de personas para un fin específico: Profetas, Sacerdotes y Reyes). Cristo es el
ungido de Dios para realizar una función.
En el evangelio de Lucas: LUCAS 5:24 y 6:22 (EL HIJO DEL HOMBRE = el hombre
dependiente de Dios, sumiso al Padre).

1.2.2 Respuestas en la historia de la teología.

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Los Padres Apostólicos, que son aquellos que fueron después de los apóstoles,
presentaron una cerrada defensa en cuanto al dogma de Cristo. Básicamente la postura
general de estos escritores es presentar a Cristo como el que redime del poder del diablo.
Su función, pues, es redentora. Por ejemplo, Ireneo presenta la muerte de Cristo como la
satisfacción de la justicia de Dios por el pecado del hombre.
Por su parte los Padres Latinos, como Tertuliano, Hilario de Poitiers, Ambrosio y Agustín
continúan con la visión redentora de Cristo aunque ligeramente enfatizada en su acción
“restauradora”; es decir, que el ser humano vuelve a tener una relación directa con Dios.
Durante la era escolástica medieval encontramos la opinión de Tomas de Aquino quien
presenta a Cristo como el iniciador y/o cabeza de la nueva humanidad que Dios estaba
creando.
Los Reformadores enfatizaron a un Cristo vicario o sustituto, que moría por los pecados
del mundo..
Teólogos más modernos presentan una idea un tanto diferente de Jesús. Por ejemplo,
Schleiermacher considera a Cristo como un hombre arquetipo o un modelo de la nueva
humanidad, aunque enfatizo los aspectos que él considero “místicos” (unión especial de
Jesús con Dios).
Para Kant, Jesús es ante todo un ideal abstracto, el ideal de la perfección ética. La
salvación se obtiene por la fe en este ideal. Cristo es un ideal ético (modelo al cual todos
debemos aspirar) al cual nosotros llamamos Hijo de Dios.
Para Hegel, Cristo es solamente la declaración humana de una fe ontológica existente o
una verdad metafísica (que esta mas allá de todo sentido).

1.2.3 Respuestas latinoamericanas


En 1972 el teólogo brasilero Leonardo Boff publica su libro “Jesucristo el Libertador” como
un intento de presentar una sólida doctrina cristologica como parte de la T.L. La
cristología de los teólogos de la liberación es una cristología que ellos denominaron
“ascendente”; es decir la del hombre Jesús que va revelando su divinidad. Esto es un
contraste con la cristología tradicional “descendente” que es la del Dios que viene a
encarnarse.
¿Cuál es el pensamiento de Boff en cuanto a Jesús? Jesús es un libertador del oprimido
cuyo ejemplo histórico (no la Biblia revelada) es el punto de partida de la cristología.

1.2.4 Respuesta bíblica: el Dios – Hombre


Sin duda la Biblia en su totalidad nos presenta a un Jesús que comparte una doble
naturaleza humana y divina. Él es el perfecto mediador entre Dios y los hombres debió
específicamente a esa característica que nadie mas comparte. El retrato bíblico de Cristo
es humano y divino a la vez y por ello puede comprendernos en todo sentido y también
es Dios mismo. La Biblia no discrimina ninguna de sus dos naturalezas en perjuicio de la
otra sino que expresa un perfecto balance entre ambas. GRAFICAR EL ESQUEMA DE
UNA CONFESIÓN CRISTOLOGICA.

1.3 La importancia del tema para el mundo de hoy


¿Por qué es importante hablar de Cristo hoy? Porque la persona de Cristo es el eje central
de toda nuestra teología y porque el es el modelo al cual nosotros tratamos de imitar. La
historia nos muestra que el mundo esta en una decadencia permanente y necesita modelos
de vida y valores. Sea cual fuera nuestra elección, no es posible encontrar mejor ejemplo a
seguir que a Jesús.
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Además, cualquier error en otro campo de la Teología trae consecuencias sobre el mismo
campo, pero una Cristología errada repercute en todas las áreas teológicas
Helmut Thielicke expresa claramente lo sucedido en su tiempo cuando dice: “A través de
toda la historia de la iglesia Jesucristo ha sufrido un proceso de repetida crucifixión. Ha sido
azotado, herido y encerrado en la prisión de innumerables sistemas y filosofías. Tratado
como un cuerpo de doctrina, ha sido literalmente sepultado en tumbas conceptuales cubierto
con losas a fin de que ya no pueda levantarse y perturbarnos más... Pero he aquí el milagro:
de todas estas tumbas conceptuales Cristo Jesús ha resucitado vez tras vez!..

LA PERSONA DE CRISTO

Luego de un rápido vistazo acerca de las opiniones sobre Jesús vamos al estudio de su
persona. Comenzamos con Cristo y su relación con la Trinidad y luego vamos al análisis de
algunos términos.

2.1 Cristo en la Trinidad


Cristo tiene un nombre especial en su relación con la Trinidad: el Hijo.
La designación “Hijo” no indica en ningún sentido un orden jerárquico con Dios Padre sino
que establece una relación con Él.
La relación esta desde antes de la fundación del mundo (Jn. 1:14, 18; Gal. 4:4). Además esta
el calificativo de unigénito, lo que le da el carácter de único (1 Juan 4:9; 2 Sam. 7:14; Juan
1:12; Job 2:1; Sal. 2:7).
Por otro lado, el termino “Hijo” nos señala también la deidad de Jesús haciéndole igual al
Padre o al Espíritu Santo (Juan 5: 19-23; 10:30; 17:21-23; Heb. 1:2-14). Esta relación incluso
fue comprendida por los judíos de su época quienes quisieron apedrearlo por ello (Mat.
26:63; Juan 5: 18).

2.1.1 El Dogma Trinitario


Al inicio del cristianismo, ningún creyente tenía una idea clara acerca del significado de la
Trinidad. Inclusive los Padres de la Iglesia tenían opiniones diferentes o ideas distintas
acerca de este asunto. Algunos de ellos consideraban a Jesús como una “razón impersonal”
que se “personaliza en el momento de la creación”. El problema de la subordinación también
fue importante.
Tertuliano fue el primero que trató el asunto trinitario oficialmente en sus escritos (triple
personalidad y unidad substancial) pero como dice Berkhof, el mismo no llego a una
definición clara.
Surgió la llamada doctrina Monarquianista (unidad de Dios en uno solo = Cristo), la cual fue
combatida por Hipólito y por el mismo Tertuliano.
Orígenes trato de presentar su visión de la Trinidad pero el cayó en el error de subordinar la
segunda persona a la primera respecto a su esencia.
Surge pues una de las mayores herejías en el mundo cristiano: el Arrianismo.
ARRIO era un presbítero de Alejandría, un seguidor de Orígenes pero del ala radical. Poseía
grandes dotes de director de masas. ¿Cuál fue su doctrina?

EL HIJO NO PUEDE SER - emanación del Padre


- parte de su sustancia
- un ser semejante al Padre

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PORQUE - niega el carácter inmaterial de Dios
- la unicidad del Padre (un ser único y uno o completo)

ES IMPOSIBLE QUE EL HIJO NO TENGA UN ORIGEN porque seria HERMANO del Padre y
no Hijo. Luego, el Hijo tiene principio y fue creado o hecho por el Padre de la nada. El Padre
no fue siempre Padre sino hasta después que creó al Hijo.
Arrio sostenía que Jesús era homoiousios (es decir de una sustancia similar a la del Padre).
Fue Atanasio de Alejandría quien enfrentó a Arrio y logró que el Concilio de la iglesia reunido
en la ciudad de Nicea (325 d.C.) aceptara que Cristo fue el homoousios (de la misma
sustancia del Padre). Ver Credo Niceno.

2.1.2 La Trinidad y la Encarnación


De acuerdo con el estudio que estamos realizando fue la segunda persona de la Trinidad la
que se encargó de encarnarse. Cuatro puntos se presentan como necesarios para nuestra
consideración:

A. El Nacimiento Virginal de Jesús


Un punto usualmente conectado con la encarnación de Jesús es sin duda su nacimiento. El
Credo de los Apóstoles dice: “Creo en Jesucristo... quien fue concebido por el Espíritu Santo,
nacido de la Virgen Maria, sufrió bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado...”.
Raymond Brown expresa su definición de Nacimiento Virginal de Jesús así: “Jesús fue
concebido en el vientre de una mujer sin intervención de un padre humano; es decir, sin
semilla masculina” (The Virginal Conception).
Los relatos del nacimiento son dos: Mateo 1:18-25 y Lucas 2: 1-7
Ambos textos afirman que el origen de Jesús es divino pero nada más; es decir, no dicen
nada más acerca de su nacimiento (ausencia de dolor, sangrado, etc.), lo cual nos permite
deducir que el parto fue natural. Mateo 1:25 finaliza sentando el punto cuando dice que José
no tuvo contacto sexual con Maria sino solamente hasta después de nacer Jesús.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, el nacimiento virginal tiene que ver más con la
humanidad de Jesús que con su deidad. Jesús fue divino, indiscutiblemente, pero su
humanidad se prueba con su nacimiento humano.

¿Cuál es el significado teológico del nacimiento virginal?


1. El nacimiento virginal involucra e implica la fe de los creyentes en su Señor (Jesús) y
en su obra. La comprensión de este acto comienza con una comprensión espiritual
más que humana.
2. El nacimiento virginal es un signo del juicio de Dios sobre la naturaleza humana. La
raza humana necesita un redentor pero esta imposibilitada de producir uno por su
propia decisión deseo, por su propia educación y civilización o por su evolución.
3. El nacimiento virginal es un signo de que Jesús es un nuevo comienzo en el plan de
Dios.

B. La impecabilidad de Jesús

Antes de desarrollar este punto, debemos establecer una diferencia entre Estado de pecado
y comisión de pecado o posibilidad de pecar.

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Estado de pecado es la ubicación en la que se encuentra todo ser humano con respecto a la
justicia de Dios; es decir, BENDICIÓN o CASTIGO.

BENDICIÓN

Justicia de Dios

CASTIGO

Todo ser humano cuando nace se encuentra en un estado pecaminoso o de pecado y se


hace merecedor de la ira de Dios (Sal. 51:5). Aquí, el salmista no hace mención al sexo como
algo pecaminoso sino al estado al cual el arribo cuando nació (Rom. 5:12). En otras palabras,
todo ser humano nace en un estado de pecado y le es necesario arrepentirse para salvarse
de la ira de Dios porque si muere ira directamente a juicio (Heb. 9:27).
Eso nos lleva a una consideración interesante: ¿Por qué Jesús no nació en pecado o no es
sujeto del “pecado universal”? La respuesta es sin duda debido a su origen (divino) que en
cierto sentido lo equipara con Adán pues él fue creado sin pecado.
En otras palabras, Cristo, a diferencia de nosotros no tuvo una predisposición natural a pecar
aunque eso no indica que no podía hacerlo.

Veamos el siguiente cuadro:

Relac. Con Dios pred. A pecar dec. De no pecar

CRISTO si no sí

ADAN si no sí

NOSOTROS no si no

Por otro lado, Jesús si tuvo la posibilidad de pecar; es decir, él pudo hacerlo como cualquiera
de nosotros, pero no lo hizo por decisión propia, pues su voluntad estaba sujeta a la del
Padre. Podemos apreciar en la Escritura muchos momentos de tentación para Jesús (Mateo
4: 1-11; Marcos 8:11; Lucas 20:23; Lucas 11:16, etc.), pero en todos ellos siempre recurrió a
la ayuda de la Palabra de Dios.

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C. Herejías
A estas alturas vamos a comentar algunas herejías que tienen que ver con la encarnación de
Jesús.
EL DOCETISMO
Este nombre cubre a un grupo grande de personajes que sostuvieron la imposibilidad de que
Dios pudiera hacerse hombre en algún sentido real. Sus principales representantes fueron
Cerinto, Ebion, Marcion y Valentín, cuyas ideas fueron grabadas por Ireneo en su libro
Contra los Herejes y por Tertuliano en su libro Sobre la Carne de Cristo contra Marcion.
El Docetismo descansa sobre dos supuestos: la materia es mala y la divinidad no puede
experimentar ni cambio ni sufrimiento.
De acuerdo con esas consideraciones, Cerinto hizo una distinción muy clara entre Cristo y Jesús. Jesús
fue el hombre ordinario, nacido de Maria naturalmente, que poseía un cuerpo terrenal y que fue
crucificado en la cruz. Por su parte, Cristo fue el ser celestial que vino sobre Jesús durante su bautismo
pero que le dejó justo antes de la crucifixión.

EL APOLINARISMO
Un segundo ataque a la doctrina de la encarnación provino del Apolinarismo. Apolinario fue
un hombre de vida decente, gran intelecto y profunda espiritualidad. Su condena como hereje
por el Concilio de Constantinopla en 381 dC. Es considerada para algunos como una de las
grandes tragedias de la teología.
Apolinario sostenía que el Logos encarnado no poseía una mente humana. La afirmación “el
Verbo se hizo carne” significó para Apolinario que Jesús tomo solo un cuerpo humano. El no
tomó un pneuma (espíritu) o un nous (mente) humanos. En vez de eso, el Logos mismo
suplió ambos, por lo tanto Cristo no tuvo ni intelecto humano ni voluntad humana.
Para el Apolinarismo, Cristo es un ser truncado; es decir, Cristo no es hombre, él es como un
hombre pero no es completo hombre, le faltó el alma y la mente humana. Para esta corriente
herética Cristo es un ser sui generis que esta entre Dios y los hombres.

EL NESTORIANISMO
Esta doctrina comienza con la emergencia de una escuela teológica en Constantinopla, la
cual enfatizó la humanidad de Jesús y la distinguió fuertemente de su divinidad llegando a
sostener la presencia de dos personas: el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre. Nestorio tuvo
problemas con la definición de María como la Madre de Dios (theotokos) lo cual le llevó a
pensar que María debería tener algún tipo de divinidad también. Para evitar esto es que
esbozó la idea de Dios y el hombre trabajando en compañerismo o cooperativamente más
que unidos en un solo ser.
Cirilo de Alejandría reaccionó contra Nestorio y expresó que Jesús es no sólo el perfecto
Dios sino también el perfecto hombre que tuvo alma y mente. Las dos naturalezas no indican
ningún tipo de fusión. El término “Madre de Dios” es aplicado a María sólo porque el Verbo se
hizo carne y se hizo hombre y unió su ser al cuerpo que el tomó en su concepción.

D. La Kenosis
Históricamente la discusión acerca de la encarnación ha comenzado con Juan 1:14, “el
Verbo se hizo carne”. El único pasaje que “rivaliza” en importancia es Filipenses 2:6-11. Es
justamente la afirmación de Pablo la que origina la idea de encarnación como asumir la
naturaleza humana. Cristo se hizo a sí mismo nada asumiendo o tomando la forma de siervo
(Fil. 2:7).

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La teoría kenótica expresa que la asunción de la humanidad por parte de Cristo involucra de
algún modo un “vaciamiento” o pérdida de la deidad. Algunos defensores de esta teoría como
el alemán Thomasius sostuvieron que Jesús se encarnó y dejó sus atributos humanos de
omnipotencia y omnisciencia y sólo conservó los atributos de santidad y amor.
Gess, otro alemán, fue mas allá y sostuvo que Jesús abandonó todos sus atributos divinos,
tanto absolutos como relativos y por ello durante su vida terrenal Cristo sufrió una
interrupción en su comunicación con el Padre y el Espíritu Santo.

Criticas a la Teoría Kenotica:


PRIMERA: Si aceptamos que Cristo dejo, perdió, vació sus atributos divinos mientras estuvo
en la tierra, ¿cuántas personas habitaron en comunión divina y sobre todo dónde quedó su
poder sustentador del universo (Heb. 1:3)? ¿Qué hacemos con pasajes como Col. 1:17?
Algún asomo de kenoticismo resta poder a Jesús y le impide realizar su función cósmica.
SEGUNDA: Aceptar la teoría kenótica es de algún modo aceptar que Cristo gozó de la
humana ignorancia pero no de la divina omnisciencia lo cual contradice el perfecto balance
de ser perfecto Dios y perfecto hombre.
TERCERA: La teoría kenótica impide una continuidad entre la pre-existencia de Cristo y su
encarnación. Lo lleva de ser un Dios omnipotente y omnisciente a ser un judío del siglo I con
todos esos adelantos. En otras palabras, Cristo sufrió una amnesia colosal. Él literalmente
olvidó cada cosa que conoció. Es un tanto parecido al esquema filosófico de Platón. El
choque no pudo ser mayor. Jesús nunca supo quien fue.

Lo que Cristo hizo fue abstenerse del uso de sus prerrogativas divinas mientras estuvo aquí.
El se abstuvo de todo derecho, poder y/o atributo que le impidiera realizar su misión en la
tierra pero nunca los perdió. La tentación del enemigo fue siempre hacerle romper ese
balance.

2.2 Nomenclatura teológica

2.2.1 Salvador, Mediador y Redentor


Cristo, con relación a nosotros y su obra nos presenta una amplia gama de términos que
debemos comprender y sobre todo definir.
Llamamos a Cristo Salvador por que su función es la de rescatar al ser humano de su
estado de pecado y pasarlo a ser un Hijo de Dios.
Cristo es también Mediador porque permite que los hombres mortales e imperfectos tengan
acceso al Dios trascendental y santo. El mediador es aquel que reúne lo que esta separado,
representa a Dios ante los hombres y a los hombres ante Dios. No es un tercer tipo de ser
sino que sus dos naturalezas, perfectamente balanceadas le permiten servir de puente para
reestablecer la relación dañada entre Dios y los hombres.
Finalmente, Cristo es también el Redentor. Este término proviene del latín “redemere” que
significa comprar de nuevo; esto indica que el hombre es posesión de alguien, y en efecto lo
es, porque el hombre a causa de su pecado se ha hecho prenda de Satanás. Cristo nos
libera del pago del pecado y nos compra por su sacrificio en la cruz.
Podemos sintetizar lo dicho en lo siguiente: Cristo con relación a nosotros, que éramos
esclavos del pecado, es nuestro salvador. Con relación a la ley y al pecado, él es el que
redime y paga por el mal cometido. Como mediador nos pone a nosotros seres humanos
ante Dios y nos presenta a nuestro Creador como Padre.

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2.2.2 Nombres y títulos de Cristo
El estudio acerca de los nombres de Cristo nos llevará a comprender lo que Jesús pensó
acerca de sí mismo y lo que otros pensaron acerca de Él. En efecto algunos nombres o
títulos fueron usados sólo por Jesús y otros por otras personas.
Cada uno de los títulos muestra que estos no fueron creados de la nada sino que dependen
de un trasfondo cultural, social y religioso.

A. MESIAS
¿Cuál fue la idea judía del Mesías? Son dos las fuentes que proveen una fuente
apropiada para la interpretación de este término.
El Antiguo Testamento. Se dice bastante acerca de una era mesiánica pero poco acerca
del Mesías mismo (Is. 26-29; Ez. 40-48; Dn. 12; Joel 2: 28-3:21). En realidad el uso
absoluto del término Mesías no ocurre. Mesías significa “Ungido”. La idea de una persona
ungida para una misión especial aparece varias veces como por ejemplo el ungimiento de
reyes y sacerdotes (Lev. 4: 3ss.), profetas (1 Reyes 19:16), e incluso a un rey extranjero,
Ciro (Is. 45:1). El uso derivó más tarde a alguien quien por excelencia sería elegido por
Dios para una misión especial la cual fue la liberación de su pueblo. Creemos por
supuesto que el A.T. prepara el camino del Mesías y muchos pasajes del A.T. son citados
en el N.T.
La literatura Apócrifa y la Pseudoepígrafa. Durante el periodo intertestamentario el
significado del término sufrió algunas modificaciones debido al período de guerras que los
judíos enfrentaron. La esperanza del Mesías tomó principalmente la idea del rey davídico
quien establecería un reino terrenal para su pueblo Israel y quitaría los enemigos de Israel
(Salmos de Salomón 17-18). El Mesías empezó a ser considerado mas como un agente
político pero con una vida religiosa. El concepto mezcló nacionalismo y esperanzas
espirituales.

Esto nos muestra que la idea de un Mesías era una muy antigua esperanza judía.
Muchos grupos entendían el Mesías de acuerdo con su propia necesidad (política, social
o religiosa); sin embargo la interpretación común o popular llevaría a pensar en un
liberador político, quien libertaria a Israel del yugo romano. Desde ese punto de vista es
posible entender porque Jesús nunca usó este nombre por sí solo.
Esto nos permite reflexionar mejor y comprender la actitud de Jesús cuando Pedro lo
reconoce como el ungido (Mc. 8:30ss.) y la orden de no comunicar eso a nadie.
Una consideración teológica se debe añadir a lo dicho por el A.T. Esta consiste en el
“dialogo” entre Jesús y Juan el Bautista acerca del Mesías (Mateo 11: 3ss.). Jesús
responde a Juan de manera indirecta. Su ministerio fue un ministerio de compasión y
amor por los más necesitados; por lo tanto es probable decir que tal vez Jesús le esta
recordando a Juan que Juan debe cambiar su concepto o visión de Mesianismo.

B. EL HIJO DE DAVID
La idea de que el Mesías seria un descendiente de la línea davídica comienza con la
promesa que Dios le hace a David (2 Samuel 7:16). Los profetas, por lo tanto buscaron
un descendiente de David, no un ser celestial. El Hijo de David es frecuentemente
llamado “David” (Jer. 30: 9; Ez. 34: 23ss; 37: 24; Oseas 3:5) siguiendo la costumbre judía
de nombrar a los ancestros en la persona de sus descendientes. La idea de un rey
davídico no está conectada con un Mesías político sino que las profecías del A.T. hacen
más énfasis en el aspecto religioso. David representa pues, al Israel restaurado La
evidencia del uso popular de este titulo lo ofrece el evangelio de Mateo. Este evangelio
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expresa más claramente la importancia de este titulo, debido principalmente al propósito
del mismo libro: exponer sin errores que Jesús es el Mesías profetizado. Tres son las
ocasiones donde encontramos el uso de este titulo: con el ciego de Jericó (Mt. 9: 27; Mc.
10: 47; Luc. 18: 38), con la mujer cananita cerca de Tiro y Sidón (Mt. 15: 22) y con el
pueblo que le cuestionó la sanidad del hombre ciego y sordo (Mt. 12:23).
Sin embargo, la evidencia más importante acerca de la interpretación política de este
título la brindan los relatos de la entrada triunfal de Jerusalén (Mt. 21: 15; Mc.11: 9) donde
la multitud presupuso la entrada de un rey davídico que liberaría a su pueblo esclavizado.
Jesús nunca rechazo el titulo, pero sí la interpretación que el pueblo le daba. Solo Mateo
y Juan conectan este evento con una profecía del A.T. (Mt. 21:15 Juan 12:15 con Zac.
9:9).
Por su parte, Pablo también reconoce el linaje de Jesús y emplea este titulo como se ve
en Romanos 1:3 (donde confirma la humanidad de Jesús) y 2 Tim. 2:8 (donde el énfasis
va al reconocimiento del linaje de Jesús como parte del evangelio y a su vez ligado con la
muerte y resurrección).
Por su parte, la carta a los Hebreos presupone que sus lectores conocen que Jesús fue
descendiente de Judá (Heb. 7:14), lo cual no lo hace dependiente del Sacerdocio de
Aarón, el que es un sacerdocio imperfecto.
En el libro de Apocalipsis, Jesús es presentado otra vez como descendiente de David,
usando el término la raíz de David (Ap. 5:5; 22:16). El aspecto de conquistador es
enfatizado. En uno de los mensajes a las siete iglesias, Jesús es presentado como el que
tiene la llave de David (3:7), lo cual expresa su autoridad real.

C. EL HIJO DEL HOMBRE


De todos los títulos aparecidos en los Evangelios Sinópticos, “El Hijo del Hombre” es el
más significativo y a la vez el más enigmático. Además este título fue usado solo por
Jesús, lo cual nos lleva a la interrogante acerca de su significado.
De los Sinópticos, podemos deducir que Jesús pensó de sí mismo en términos de un
Mesías celestial cumpliendo en la tierra un ministerio en representación de los seres
humanos, el cual culminaría con escenas de gloria final. Esto puede ser comprendido
más claramente a la luz del hecho de que Jesús no usa el titulo de Mesías para describir
su misión ya que su obra fue espiritual y no política.
Además de esto, la dificultad de presentar una idea de un Mesías sufriente según el
pensamiento de la época parece apoyar el hecho que Jesús desea identificarse con un
título que asocie mas su misión. León Morris, en su libro “El Señor del Cielo” da cuatro
razones por las cuales él cree que Jesús uso este titulo: i. Por causa de una difícil
asociación con términos políticos; ii. Debido a que tiene un cierto sentido de divinidad (ver
profecías de Daniel 7); iii. Debido a sus implicancias sociales y iv. Debido a su relación
con la humanidad.

D. EL SEÑOR
La palabra kyrios (Señor) fue usada como un título de respeto en el mundo del Nuevo
Testamento. Fue también un título de cortesía cuando alguien se refería a un superior. Un
uso extendido del término ocurrió en tiempos del Imperio Romano cuando se usaba con
referencia al Emperador o a una deidad pagana (como Sarapsis o Isis). Por lo tanto la
palabra fue ampliamente usada en el mundo gentil.
Sin embargo este término tuvo connotaciones particulares para el pueblo judío cuando
fue usada in la LXX como un término equivalente para el hebreo Adonai, el cual a su vez
fue un sustituto del término Yahweh. En vista de esto y con el trasfondo de la LXX en
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mente, es posible deducir que hubo cierta referencia a la divinidad de Jesús cuando el
título fue aplicado a él, aunque no en todas las ocasiones.
Berkhof expresa que el N.T. presenta tres tipos de uso de este término con referencia a
Jesús:
a. Una forma cortés de dirigirse a Jesús (equivalente a “Señor X”). Mateo 8:2; 20:33.
b. Una forma que expresa propiedad y autoridad, sin ningún tipo de referencia a su
divinidad (Mateo 21:3; 24:42).
c. Una forma que expresa un elevado carácter o elevada connotación (tiene referencia a
su divinidad, y equivale al nombre Dios), Marcos 12:36-37, Hechos 2:36; Fil. 2:11.

Algunos comentaristas sostienen que cuando los evangelistas usan el término “el Señor”
(ho Kyrios) para referirse a Jesús lo hacen teniendo en cuenta el tiempo de escritura del
evangelio; en otras palabras podría decirse que este título de hizo más frecuente después
de la resurrección. Esta postura no contradice en nada la doctrina pero es solo una
hipótesis que difícilmente puede ser probada o refutada.

Podemos decir que el titulo “El Señor” tiene las siguientes implicancias teológicas:
1. Como título de uso frecuente hacia la persona de Jesús, esto denota un
reconocimiento y comprensión acerca de la dignidad de Jesucristo.
2. En vista del uso frecuente del título en citas del A.T., es probable que el uso del Kyrios
en la LXX y el N.T. debe ser usado como una clave cuando se aplica a Jesús (como
un apelativo de Dios).
3. El uso en el N.T. tiene las mismas implicancias para Cristo que cuando se usa para
Dios en el A.T. (Dt. 10:17 y Fil. 2:11).
4. El Señorío de Cristo esta ligado a la resurrección de Jesús y simboliza su conquista
sobre la muerte.
5. En el contexto cristiano este título implica la soberanía absoluta de Jesús sobre todos
los aspectos de la vida y la fe. Él es el Señor y amo y sus seguidores somos solo sus
esclavos (Lucas 17:7-10).

E: EL HIJO DE DIOS
Ciertamente los Cristianos de la Iglesia Primitiva, en su reflexión acerca de la persona de
Jesús pensaron que Él fue el Hijo de Dios. Sin embargo, como en otros casos, es necesario
considerar el trasfondo sobre el cual encontramos a ese título y lo esto implica para nuestro
cristianismo de hoy.
Comencemos con el A.T. Allí encontraremos que esa filiación divina es aplicada en un
número variado de situaciones.
i. Seres angelicales que son descritos como hijos de Dios (como en Gen. 6:1-4;
Job 1:6; 2:1). Este uso ha sido calificado como mitológico por varios
comentaristas, debido a que los Ángeles son seres mitológicos. En realidad no
hay base para disputar la existencia de Ángeles así como su designación de
hijos de Dios, lo cual indicaría solamente su naturaleza espiritual.
ii. Esta misma base se aplica para Adán (Lucas 3:38); es decir, indica su relación
con Dios.
iii. En un sentido particular los Israelitas son llamados hijos de Dios (Dt. 14:1-2;
Jer. 3:19-20; Os. 1:10). Este uso sugiere la relación especial que los Judíos,
como pueblo escogido, tenían con Dios. Este sentido es colectivo y no
particular.

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iv. Este titulo fue aplicado a todo el pueblo de Israel (Os. 11:1) y luego, gracias a
Mateo este titulo fue aplicado a Jesús (Mateo 2:15).
v. En tiempos del A.T. este titulo también fue aplicado a los reyes. Esto se basa
sobre la promesa hecha por Dios al hijo de David. Esta promesa no fue
restringida a Salomón sino también a sus sucesores.

Por otra parte, en los Evangelios Sinópticos vemos que en numerosas ocasiones Jesús
hablo a Dios como “el Padre”, “mi Padre”, “mi Padre celestial” y “nuestro Padre Celestial”-
cincuentaiun veces en total. Mateo es el que toma más ejemplos que el resto de los
evangelistas. Esta evidencia nos lleva a pensar que Jesús está nombrando a Dios como
Padre como parte de su permanente conciencia de la paternidad de Dios hacia Él y a su
misión.
Jesús fue consciente de que su relación con el Padre fue única. En ningún caso Jesús se
vincula a sus discípulos diciendo “nuestro Padre”. En el caso de Mateo 6:9, Jesús esta
usando un ejemplo pero no una afirmación. Además, la gente puede ser hecha hijo de Dios
(Mateo 5:45) sentido que nunca es usado o aplicado a Jesús mismo.
Existen también algunos pasajes importantes donde el concepto de Hijo de Dios,
aparentemente, esta en conflicto con la idea de igualdad entre Jesús y el Padre; por ejemplo
Mateo 11:27. Este texto, lejos de expresar inferioridad, expresa una reciprocidad de relación.
El hecho de que el Padre entrega todas las cosas al Hijo parece referirse al proceso de
revelación. Es el Hijo quien decide a quien hará la revelación.
Otro texto difícil puede ser Marcos 13:32. El texto parece implicar cierta inferioridad del Hijo
con respecto al Padre pero basado en todo el contexto bíblico este texto se refiere a las
funciones de las personas de la Trinidad de acuerdo con sus roles, en otras palabras, no le
corresponde al Hijo decir esto. Sin embargo, no es antiescritural decir que Jesús no lo supo.
La interpretación se apoya en la hermenéutica que la iglesia cristiana ha seguido por años y
que no ha tenido problemas con este texto.
Finalmente, encontramos el texto de la tentación con el doble desafío hecho por Satanás a
Jesús, “Si tú eres el Hijo de Dios...” (Mateo 4:3, 6; Lucas 4:3,9), el cual enfoca el propósito de
la tentación sobre la relación filial con el Padre. Aun cuando la tentación es expresada con el
uso de la cláusula condicional si-algo, la construcción no deja duda acerca de la relación filial
de Jesús con su Padre, sino que enfatiza el sentido en el que los privilegios del Hijo deben
usarse (obediencia o desobediencia).

E. EL POSTRER ADAN
Este es un aspecto Cristológico particular de la teología paulina.
Son dos los pasajes que Pablo utiliza para bosquejar su idea acerca del postrer Adán:

a. Romanos 5: 12ss.
En realidad este pasaje no tiene la finalidad de exponer la naturaleza de Cristo a través
del análisis comparativo de Adán. La mención de Adán es incidental al propósito que en
realidad es explicar la salvación del hombre y como ella llega a el.
Existen, sin embargo, algunas consecuencias teológicas del pasaje que podemos
mencionar:
i. El pecado de Adán es reconocido sin ningún debate, así como las
consecuencias de muerte.
ii. Adán recibe la muerte por su pecado y a través de el todos los hombres la
reciben también.

11
iii. Se establece un paralelo entre Adán (el hombre pecador) y Cristo (el salvador y
restaurador).
iv. Ambos, muerte y salvación vienen como resultado de acciones realizadas; es
decir, son consecuencias directas de decisiones y acciones, no de sentimientos
o predisposiciones. Existe una conclusión incuestionable: lo que Adán perdió
(relación con Dios que trae realización personal) Cristo lo recuperó.

b. 1 Corintios 15.
Este pasaje trata principalmente acerca de la resurrección, y solamente llega
incidentalmente al tema del postrer Adán. Tanto en Romanos, como aquí en Corintios,
Adán y Cristo son vistos como agentes a través de los cuales otros reciben sus
consecuencias. El v.22 expresa el contraste: “en Adán todos mueren, en Cristo todos son
vivificados”.
Dos contrastes claros son expresados en este pasaje:
i. Adán es descrito como “alma viviente” que puede ser calificado como “ser
natural” (Gr. psiquikon), mientras que Jesús es descrito como “espíritu que da
vida” cuyo paralelo es “ser espiritual” (Gr. pneumatikon).
ii. Adán es “el hombre de la tierra”, Cristo es “del cielo”. Esta descripción de Cristo
coloca a Adán en la verdadera perspectiva. Cristo comparte una diferente clase
de humanidad de la de Adán pero es un completo hombre. Cristo es el “hombre
resucitado”.

2.2.3 Los Estados y Oficios de Cristo

A. Estados
Cristo se encuentra en la creación del mundo en pleno estado de GLORIA, Él
es el instrumento por medio del cual todo es creado. Por causa del pecado del
hombre, Cristo entra en un segundo estado, se humilla al ENCARNARSE y
hacerse igual a nosotros. Este estado de humillación llega a su punto máximo
en el momento de la muerte en la cruz. Cristo se sujeta en obediencia a Dios y
muere expiando nuestro pecado.
A partir de este momento, Cristo entra en su tercer estado llamado CAMINO A
SU GLORIFICACIÓN. El último estado es igual al primero pues Cristo se halla
sentado a la diestra del Padre, compartiendo su GLORIA.

B. Oficios
Cristo cumple tres oficios como redentor: Profeta, Sacerdote y Rey. Como
hemos dicho antes, Adán como primer hombre fue investido a imagen de Dios
con conocimiento (profeta), con santidad (sacerdote) y con dominio sobre la
tierra (rey), pero debido a su pecado se hizo ignorante de su relación con Dios,
un ser pecador y culpable y esclavo de sus propias acciones. Por esta razón se
hace necesaria la presencia de un mediador que cumpla tales exigencias y
libere al hombre de su pecado.

B.1 El Oficio Profético


El Antiguo Testamento utiliza tres palabras para la designación de profetas:
NABI, que es la que generalmente se traduce como “profeta” y que tiene una
cierta relación con la palabra acádica “llamar”. Las otras dos palabras tienen

12
que ver mas con visiones recibidas o mensajes especiales de Dios, ellas son
Hozeh y Roeh.
Por su parte, el N.T. usa la palabra profetas (Gr. Profetis) que expresa el sentido
de alguien que esta delante para hablar. Como dice La Cueva, “no es necesario
predecir el futuro para ser profeta, basta con comunicar el mensaje que Dios ha
dado”. La clásica expresión inicial de los profetas era “Así ha dicho Jehová” con
lo cual sentaban que no era su deseo lo que les motivaba sino un mensaje
divino.
Cristo es, pues, el profeta por excelencia porque no solo trae el mensaje de
Dios sino que El mismo es el mensaje (Marcos 1:1 “el evangelio de Jesucristo”).
Cristo es la revelación final de Dios, lo cual significa que toda otra voz que
venga o pretenda venir de Dios debe ajustarse a lo ya revelado por Jesús.
Incluso el Espíritu Santo solamente hablara lo que oyó de Cristo (Juan 16: 13-
14). Además de esto, encontramos un texto interesante en Juan 1: 18 donde la
función profética de Jesús es exclusiva. Cristo hace la exégesis del Padre; es
decir, ha sacado a la luz lo profundo y oculto.

Por otra parte, debemos analizar una de las pruebas más importantes del oficio
profético: las señales proféticas o milagros.
Haríamos mal en definir “milagro” directamente sin consultar a la Escritura
primero, debido a que estaríamos incluyendo en ella un concepto ajeno y
extraño a su idea general. Debemos pues remitirnos primero a las Escrituras y
deducir de ellas lo correcto.
El N.T. utiliza tres palabras para definir sucesos milagrosos:
i. Maravilla (Gr. teras). Usualmente, esta palabra se usa para indicar la
reacción del auditorio hacia un suceso milagroso. Sin embargo, se tiene
que recordar que Jesús nunca obro un milagro para asombrar a la gente
o por atraer la atención de ellos hacia su persona. La palabra maravilla
no expresa la idea de lo que es un milagro sino lo que puede producir en
la gente: asombro.
ii. Señal (Gr. simeion). Las señales son muestras de la presencia de Dios y
de su respaldo a lo que Jesús hizo. Como señal, un milagro es un hecho
asombroso que guía la atención hacia otra cosa que no es el mismo
hecho. Una señal apunta mas hacia la teleología (Gr. teleios = finalidad)
del fenómeno. En otras palabras es una señal de prueba o verificación
de aquel que lo llevó a cabo (Juan 2:11; 4:54; 6:14; etc.). Aquello que
queda confirmado es más importante que el hecho de la misma
confirmación (LA PERSONA ES MÁS IMPORTANTE QUE SUS
CREDENCIALES). El evangelio y Jesús mismo eran más importantes
que las señales de prueba.
iii. Poderes (Gr. dunamis). Por lo general nuestras Biblias traducen esta
palabra como “poderes”, “milagros”, “maravillas”. Los milagros de Jesús
según el evangelista Juan nos muestran su poder sobre la materia (2:1-
11); la distancia (4:46-54); el tiempo (5:1-9); la cantidad (6:1-14); la
naturaleza (6:16-21), el infortunio (9:1-12) y la muerte (11:1-46). La Biblia
expresa que el apóstol Pablo también realizaba “poderes” debido a que
Dios lo usaba como instrumento (Hechos 19:11).
iv. El termino “poderes” es definitorio del poder divino manifestado en
aquello que se llevaba a cabo, así como de la naturaleza divina en aquel
13
que ejecutaba el hecho. Como dice Dickson en su libro “El Ocaso de los
Incrédulos”: Este milagro era una manifestación del poder divino en el
ejecutante, una prueba de que era de Dios.
La Biblia describe a Jesucristo como el que utilizo estos tres tipos de palabras
durante su ministerio (Hechos 2:22: poderes = dunamis; prodigios = teras y
señales = simeios).
Finalmente, Cristo engloba en su misión profética dos aspectos más de este
oficio. El primero es su actitud hacia el pueblo en lo que algunos llaman la
“denuncia profética”. Los profetas del A.T. se levantaron delante de reyes,
autoridades y el pueblo mismo para denunciar los pecados de ellos, pero aun
cuando ellos tuvieron un rol político importante en el desarrollo político de su
nación, no fueron ellos los “constructores de la sociedad” como algunos
sectores liberales pretenden afirmar. Su énfasis no estuvo en la transformación
social sino en la observancia del Pacto. De la misma manera, Jesús denuncio
los pecados del pueblo, la hipocresía de sus autoridades y la falta de una
relación real con Dios. Su intención no fue la transformación política de su
pueblo sino llamarlos al arrepentimiento.
El segundo es el aspecto escatológico de su oficio profético. Este se halla
sintetizado en su discurso de los últimos tiempos (Ver Marcos 13 y paralelos)
donde El se refiere a los sucesos que rondaran el fin de los tiempos.

b.2 El Oficio Sacerdotal


Aun cuando los oficios profético y sacerdotal son designados por Dios (Dt.
18:18 con Heb. 5:4), la función de ambos tiene un sentido inverso. Mientras el
profeta representa a Dios ante el pueblo, pues lleva el mensaje de Dios a los
hombres; el sacerdote representa al pueblo ante Dios, pues tiene la labor de
acercarse a Dios y actuar delante de Él en lugar y a favor del pueblo.
Basta con recordar los pasajes de Éxodo 28:1-43 y 39:1-31 para comprender la
función mediadora de los sacerdotes; por ejemplo la lamina de oro sobre la
mitra (Ex. 39:30-31) decía SANTIDAD A JEHOVÁ las piedras que iban sobre el
pectoral (v. 14) llevaban grabados los nombres de las tribus de Israel. Por ello,
como dice Lacueva, “mientras el profeta enfatizaba los deberes religiosos y
morales del pueblo, el sacerdote enfatizaba las formalidades y las observancias
implicadas en un acercamiento reverente a la divinidad”.
Cristo fue nuestro sacerdote pues nos represento en su muerte (Heb. 13:10-
12), fue el sacrificio presentado para el perdón de pecados y aun hoy es
nuestro intercesor (hasta que haya alguien por quien interceder) ver Heb. 7:25
(No vive para interceder siempre, lo cual es función del E.S. sino que vive
siempre para interceder).

b.3 El Oficio Regio


Por ser la segunda persona de la Trinidad, Cristo participa del dominio de Dios
sobre todas las cosas y criaturas. Su trono se halla en los cielos y su reino rige
sobre todos (Salmo 103:19).
El A.T. presenta dos términos hebreos que expresan autoridad real: Adonai al
que corresponde el griego kyrios = Señor, en el sentido de Dios Supremo
Dueño y Gobernador del Universo, quien controla y rige todo; y melekh al que
corresponde el griego basileus = rey, en un sentido más particular de un rey

14
que ejerce su dominio sobre sus súbditos. Finalmente el hebreo malkut equivale
al griego basileia = reino o reinado.
El mensaje del reino es un tema central en la predicación de Jesús (Mateo 4:23;
5:3, 10, 19; 6:33; 9:35; Marcos 1:15; 4:11; etc.).
¿Qué es el Reino de Dios?
Tenemos varias opiniones al respecto.
Adolf Von Harnack sostiene que son poderes que penetran el alma humana y
se apoderan de ella.
C.H. Dodd concibe el reino como “lo absoluto” o “la otra santidad” que penetro
en el tiempo y en el espacio en la persona de Jesús.
San Agustín y otros sostuvieron que era la iglesia. Algunos modifican este
concepto sosteniendo que al evangelizar se extiende el reino de Dios.
Otros conciben el reino como un modelo social para el mundo. El reino no esta
preocupado en la salvación de almas sino en los problemas sociales de la
actualidad. La tarea principal de la iglesia es edificar el reino de Dios.

Si vamos a la Escritura, encontraremos una variedad de textos que nos dan


ideas acerca del reino de Dios pero todas ella son diferentes. Por ejemplo:
Rom. 14:17 El reino es una realidad espiritual del presente.
Mateo 25:34 Es una herencia que Dios dará a su pueblo cuando venga Cristo.
Colosenses 1:13 Es una realidad en los seguidores de Jesús.
2 Pedro 1:11 Es una realidad futura.
Mateo 8:11 Es una realidad presente.

Sin embargo, nosotros podemos definir “reino” como la autoridad de gobernar o


la soberanía de un rey. Cuando la Biblia menciona el reino de Dios se refiere a
su realeza, su gobierno, su autoridad; no es una realidad física sino el señorío o
reinado de Dios. Jesús nos habla de recibir el reino como niños (Marcos 10:15),
¿Qué se recibe? ¿La iglesia? ¿El cielo? Lo que recibimos es el gobierno de
Dios.
Buscar el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33) no consiste en buscar el cielo
o la iglesia sino buscar la justicia de Dios, su autoridad, su gobierno, su reinado
en nuestras vidas.
¿Cuál es la relación del Reino con la Iglesia?
Debemos comenzar diciendo que Israel fue el primer poseedor del Reino de
Dios. Hasta el momento de la venida de Cristo, la actividad redentora de Dios
en la historia había sido canalizada a través de la nación de Israel. Los hijos de
Israel eran los hijos del reino y las demás naciones (gentiles) podían compartir
las bendiciones entrando en relación con Israel.
Cuando Cristo se manifiesta como el Mesías prometido, Israel lo rechaza y por
lo tanto rechaza al reino. Como consecuencia el reino le es quitado a Israel y
dado a un pueblo nuevo (Mateo 21:33-46; especialmente v.43; ver también
Mateo 8:11-12).
El Reino de Dios como actividad redentora y gobierno de Dios en Cristo, creo la
iglesia y obra a través de la iglesia en el mundo. Se define la iglesia como la
comunidad de discípulos de Cristo que han recibido la vida del reino y se han
dedicado a la tarea de predicar el evangelio del reino en el mundo.

15
La iglesia surge de abajo (surge de Cristo pero es una comunidad humana), el
reino proviene de Dios; el reino abarca distintas épocas, la iglesia comienza con
la manifestación pentecostal de Hechos 2.
El Reino perfecto se establecerá cuando Cristo venga por segunda vez y reine
personalmente sobre el mundo.
La identificación del Reino con la Iglesia proviene de la doctrina católica.
Agustín identifica al Reino de esta manera en su libro “; La Ciudad de Dios” y
sostuvo que la Iglesia era la nueva teocracia que gobernaría el mundo.
Además tenemos la influencia de la Teología de la Liberación que propugno la
idea de la construcción del Reino en la Tierra.
La Iglesia es pues un instrumento del Reino en el mundo pero no agota
completamente, no puede hacerlo, el significado de Reino de Dios. Finalmente
nos queda solamente recordar que Dios es el único que conoce quien es parte
del Reino y quien no (Mateo 7:21-23; 1 Corintios 8:3; 2 Timoteo 2:19).
En resumen, Cristo es sacerdote, profeta y rey. Como sacerdote es el mediador
entre Dios y los hombres, como profeta es el que nos trae la revelación divina y
como rey Él es el Señor de todos nosotros, cabeza del reino de Dios.
Si no tenemos a Cristo, no tenemos mediador entre Dios y hombres, no
tenemos revelación de Dios y estamos bajo la autoridad del enemigo de Dios.

LA DOCTRINA CRISTOLOGICA

Introducción
Como resultado de las controversias docetistas, arrianas y apolinarias, la iglesia se encontró
a sí misma, para casi el final del siglo IV con una segura confesión de fe acerca de un Cristo
con dos naturalezas. Cristo fue verdadero y perfecto Dios y a la vez completo y perfecto
hombre.
Esto llevó a los teólogos del siglo V a debatir una nueva cuestión: ¿Cuál es la relación entre
esas dos naturalezas? ¿Representan ellas a personas separadas o son agentes de un solo
ser? ¿Están estas naturalezas mezcladas o son concomitantes?
Definamos primero dos términos importantes:
- Naturaleza: Es la suma total de todas las cualidades existenciales de una cosa o ser, y
estas cualidades le hacen ser lo que es.
- Persona: Es la sustancia completa capacitada con razón y responsabilidad de sus
acciones.

La Naturaleza divina de Jesús


En esta parte declaramos que Cristo es verdadero Dios, pleno de santidad, poder y gloria. En
Cristo no hay nada que le distinga de Dios Padre o del Espíritu Santo. Cristo era, es y será
siempre pleno y verdadero Dios, de la misma sustancia del Padre. Cristo no es semejante al
Padre como lo afirmó el arrianismo sino que es igual al Padre (Isaías 9:6; Lucas 1:35; Mateo
18:11; 16:13-17; Juan 10:28-30; 1 Juan 5:20; Romanos 9:5; Juan 1:4; Colosenses 1:16,17;
Filipenses 2:9-11).

16
Exégesis de uno de estos textos

1 Juan 5:20

CONTEXTO HISTORICO
Los lectores de esta epístola son creyentes. Son principalmente creyentes con alguna
trayectoria en la vida de fe (2:7).
Aproximadamente se escribieron en la segunda mitad del siglo I.
Los motivos de la epístola fueron una respuesta cristológica a las herejías de aquel tiempo
(2:22; 4:2-3), principalmente a la herejía gnóstica (Gr. Gnosis = conocimiento).
Los principios gnósticos pueden sintetizarse de la siguiente manera: exaltación de la
adquisición de conocimiento (puesto que el conocimiento era el fin de todas las cosas), la
presuposición de la maldad de la materia, y finalmente algún tipo de docetismo.

CONTEXTO LITERARIO
El pasaje pertenece a una unidad conformada por 3 versículos (v.18-20) según NA26 y RV
95.
El pasaje expresa tres afirmaciones contundentes. La primera, el que es nacido de Dios no
practica el pecado (v.18). El verbo griego gegennemenos (= ha nacido) es un participio
perfecto en voz pasiva; es decir, es una acción terminada y completa pero es también un
estado porque el participio funciona aquí como adjetivo. La consecuencia es no continuar
pecando (Gr. Amartanei = presente activo indicativo, 3p. Singular).
La segunda afirmación esta en el v. 19: sabemos que somos de Dios. Existen pues dos
bandos; los que son de Dios y los que “están bajo el maligno”. No hay términos medios.

TEXTO PRINCIPAL
La tercera afirmación esta en el v.20: El Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento.
Esta es una afirmación cristológica acerca de la venida de Cristo.
Además “nos ha dado entendimiento (Gr. Dianoian)”. Esta palabra es interesante porque sólo
aparece en la literatura juanina. Se refiere a la mente o al conocimiento. Es decir, nos ha
dado comprensión acerca de algo.
El objetivo de dianoian es “que conozcamos” (Gr. Ginoskomen). Este último verbo está en
contraste con oidamen (= y sabemos). La diferencia esta en el uso gramatical de los verbos.
Oidamen es un perfecto activo indicativo, lo cual expresa una acción concluida. Por su parte,
ginoskomen es un presente activo subjuntivo; es decir, la acción es continua. Como dice
Wescott: es una aprehensión continua y progresiva. En otras palabras, el Hijo ha venido para
que “continuemos conociendo acerca del verdadero (= aletino. Real, auténtico).
La oración final es importante: Este es el verdadero Dios y la vida eterna.
¿A quién se refiere? Siguiendo con el contexto lógico, esto puede referirse a Jesús. Y en
efecto lo hace, pero se debe seguir el argumento lógico. Existen tres palabras “verdadero”.
La primera se refiere a Dios Padre; la segunda se refiere a Jesús. El problema es la tercera
afirmación; ¿a cual de los dos se refiere? Los comentaristas se dividen, por un lado están
Schnackenburg, Bultmann, Bruce y Marshall que sostienen que se refiere a Jesús y por otro
están los que sostienen que habla de Dios Padre, Wescott, Stott.
A.T. Robertson sostiene que el outos de este verso esta en relación directa con el autos que
le antecede.
Sin embargo la filiación divina se encuentra en el hecho que se aplica a Jesús el mismo
calificativo que a Dios.

17
COMENTARIO FINAL
Como el Hijo vino como el revelador del Padre, se deduce que el único camino al Dios
verdadero es por medio de la fe en el Hijo. Aquel que cree en el Hijo entra en comunión
inmediata con el Padre, por lo que no se puede conocer al Hijo sino por el Padre quien lo
revela a los corazones ni al Padre sino por el Hijo.

La Naturaleza Humana de Jesús


Por otro lado afirmamos que Cristo se hizo plenamente hombre. Nació de una virgen, creció
como un niño, aprendió su profesión, etc. En todo era plenamente humano, tanto así que fue
sometido al poder del mal para ser tentado 1. Lo que lo diferencia de nosotros es su
concepción virginal y que no fue vencido por el pecado.
Siendo El plenamente hombre puede sufrir hambre, tener sed, sentir dolor, e incluso morir.
De esta manera se torna en el representante por excelencia del hombre. Además de esto, no
solo lo representa sino que es cargado con todo el pecado del hombre en la cruz del calvario
y muere para que se cumpla el castigo de la ley.
La creencia docetista queda rechazada pues Jesús fue real y no apariencia (Mateo 21:9;
Lucas 1:35; Mateo 26:38; Lucas 2:52; Mateo 4:2; 20:18,19; Juan 19:30).

La unión de las dos naturalezas


Las dos naturalezas de Jesús se unen en una sola persona. Se debe reconocer que esta
unión es un tema difícil de entender. Las dos naturalezas están juntas, pero no mezcladas.
Esto quiere decir que no tenemos a un Dios humanizado o a un hombre divinizado; sino que
tenemos a una sola persona, la cual es indivisible y es a la vez pleno Dios y pleno hombre.
Cómo acontece esto de manera minuciosa es un misterio pero el punto clave es entender
que ambas naturalezas pertenecen a una sola persona.
La unión de las dos naturalezas se realiza en lo que nosotros llamamos “encarnación”.
Jesús, el Verbo de Dios, se hace hombre y se encarna en una virgen. Confesar esto es más
importante que entenderlo plenamente porque de esta encarnación y de la existencia de las
dos naturalezas depende nuestra salvación. Esto lo veremos mas adelante. Podemos citar,
sin embargo, algunos pasajes que sostienen lo anteriormente dicho 1 Tim.3:16; Col. 2:9;
Juan 1:14; Gálatas 4:4; Lucas 1:35,43.
Un aspecto interesante de la presencia de estas dos naturalezas es la forma como ellas
comunican propiedades o atributos propios de cada una de ellas. Esta comunicación de los
atributos se da a través de tres géneros:
1. EL GENERO IDIOMÁTICO
Se define al género idiomático como la comunicación de propiedades; es decir, que los
atributos de las dos naturalezas, dado que pertenecen a una misma persona, son
detentados por la misma persona a la vez. De esta manera, Cristo tiene los atributos de
ambas naturalezas. Por ejemplo, Jesús es inmutable 2, omnipotente3 o bueno4; pero al

1
Con respecto a esto algunos comentaristas sostienen que esta tentación sucedió solamente en la mente de Cristo, y no que
él fuera llevado por Satanás a ninguna parte. Por ejemplo William Barclay.
2
No cambia en su perfección, ni en su ser ni en sus promesas. Su inmutabilidad consuela al fiel y juzga al pecador.
3
No significa que puede hacer lo que sea sino que tiene todas las posibilidades de actuar en cierta manera y elige la mejor
opción sin contradecirse luego. Aun cuando Cristo se autolimita (y por ello sus opciones son menores) nunca se contradice
con sus decisiones subsiguientes.
4
“Bueno” se define como “lo que corresponde en todas sus partes al ideal”. En ese sentido se expresa Jesús en Marcos
10:18. Su bondad varia en NATURALEZA, CIRCUNSTANCIAS y la CAPACIDAD de la criatura que la recibe, pero no de
Él. Solo los que tienen fe en Él son capaces de percibir su bondad (Mateo 5:45; 6:26; Hechos 14:17).

18
mismo tiempo esta sujeto a necesidades humanas como sueño (Lucas 8:23), hambre o
cansancio (Juan 4:6,8).

2. EL GENERO MAYESTATICO
Este género es también conocido como la comunicación de gracias. En otras palabras
una naturaleza comunica a la otra sus atributos. Por ejemplo, la naturaleza divina
comunica a la humana la deidad y la humanidad de Cristo se convierte en objeto de
adoración. Otro ejemplo es la comunicación de dones espirituales del Espíritu Santo a la
naturaleza humana (Jesús poseyó todos los dones espirituales). Es necesario recalcar
que la naturaleza divina es la que ensalza o enriquece la naturaleza humana y o a la
inversa.

3. EL GENERO APOTELESMATICO
También conocido como la comunicación de operaciones. Esto significa que toda acción
que haga Cristo es realizada por ambas naturalezas actuando conjuntamente. Debido a
que Cristo es el mediador (Dios ante los hombres y representante de los hombres ante
Dios), necesita que ambas naturalezas interactúen para alcanzar ese fin. Por ello
podemos afirmar que la obra redentora se funda en un solo ser; esta obra se realiza por
la cooperación de ambas naturalezas aun cuando cada una de ellas obra con su especial
energía5, y como resultado tenemos una obra realizada por una sola persona.

Finalizamos diciendo que la comunicación de atributos no implica nunca una mezcla, sino
que cada naturaleza queda como es, porque la comunicación no acontece al nivel de las
naturalezas, sino en la persona de Jesús.

TERMINOLOGÍA BASICA
Antes de comenzar nuestro estudio acerca de la Soteriología conviene hacer una breve revisión de
los términos que emplearemos.

- Expiación: Es la reparación o satisfacción que se realiza por un pecado u ofensa. La culpa es


removida por el sufrimiento de un castigo, como un preso que cumple su condena en cárcel
por su crimen. En ese sentido, la expiación es una reparación por el pecado.
- Perdón: Es el acto de levantar o remitir una pena que se merecía. En la Biblia se refiere al
acto soberano de Dios que nos libera del castigo del pecado por medio de la expiación. El
perdón se otorga por un acto de voluntad, asimismo, el perdón se recibe sin que nada se
pueda o deba hacer para pagar la culpa.
- Culpa: Se refiere al estado del ser humano luego de la trasgresión. No tiene un carácter
activo como el pecado sino mas bien uno pasivo. Sin embargo, solo se puede reconocer la
culpa cuando se tiene una conciencia y cuando se posee la capacidad espiritual para
reconocer que se esta al margen de la ley.
- Justicia: Es el comportamiento adecuado para y dentro de una comunidad. En el AT la justicia
no se basa en la concordancia de acciones humanas con normas jurídicas sino en el
comportamiento dentro de una relación bilateral.
- Castigo: Es la sanción impuesta al infractor de una ley. En la Biblia, la ofensa contra Dios
demanda un castigo: la destrucción total del infractor. Todo quebrantamiento de la ley merece
el castigo de la muerte.
- Propiciación: Es una acción agradable a Dios que lo lleva a la misericordia. Es el sacrificio
que se ofrece para satisfacer la justicia divina para inclinarla a hacer el bien..
5
Berkhof utiliza esta palabra (Teología Sistemática, p.385). Tal vez es útil interpretarlo como “rol” o “función”.

19
- Reconciliación: Es el reencuentro de dos partes separadas entre sí. En este encuentro se
superan las ofensas que causaron la separación. La Biblia utiliza esta palabra para describir la
reunificación de la criatura pecadora con el Creador.
- Religión: Es el acto de “re-ligar” o amarrar lo que estaba separado. La religión es la
institución de la reconciliación y esta es el acto en sí. Religión verdadera es solamente aquella
que une al hombre con el Padre, por lo tanto la única religión verdadera es el Cristianismo.
- Redención: Es la liberación del estado de culpabilidad del reo. Toda redención implica la paga
de un rescate.
- Sacrificio: Es la prenda ofrecida a Dios para conseguir el perdón. Es sacrificio presupone la
entrega de algo que se estima o es valioso. . No hay perdón posible sin sacrificio.
- Vicario: Es todo aquel que tiene el poder o la facultad de sustituir a otro. Vicario es aquel que
específicamente sustituye a otro y no aquel que de forma general proporciona un beneficio.
- Fe: Es la confianza depositada sobre una persona o cosa sobre la base de su autenticidad o
la negación de ella. La fe es la reacción ante la acción divina o ante el cumplimiento de una
promesa divina. La fe es un don que Dios otorga por gracia.
- Gracia: Es el instrumento a través del cual Dios opera la salvación. La gracia hace posible
que un pecador reciba la misericordia de un Dios santo.
- Obra: Es todo aquello que un individuo hace a favor de su persona a fin de agradar a Dios,
alcanzar su misericordia y reparar sus errores. La Biblia declara enfáticamente que no hay
obra humana que pueda reponer un pecado contra la ley de Dios.
- Ley: Es la declaración soberana de Dios acerca de su voluntad. Dios hadado una regla
especifica, la adoración a El como único Dios soberano; y una ley general, la del amor al
prójimo como a uno mismo. Todo quebrantamiento de la ley recibe como castigo la muerte. El
quebrantamiento de la ley general no conlleva a la muerte, pero el de la especifica sí. En este
sentido se puede comprender la afirmación de Juan acerca del pecado de muerte (1 Juan
5:16-17) y su relación con la blasfemia contra el Espíritu Santo (Marcos 3:28-30).

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