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https://www.plataformaarquitectura.

cl/cl/02-265617/clasicos-de-arquitectura-instituto-del-
mundo-arabe-jean-nouvel

http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2009/08/jean-nouvel-instituto-del-mundo-
arabe.html

http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/articulos-estudiantiles/instituto-del-mundo-arabe/

https://es.wikiarquitectura.com/edificio/instituto-del-mundo-arabe/

https://issuu.com/vlive17/docs/frases_arquitectura

http://elplanz-arquitectura.blogspot.com/2013/09/

http://catalogo.artium.eus/book/export/html/7746

https://www.granadahoy.com/ocio/Jean-Nouvel-Premio-Pritzker-
arquitectura_0_136487095.html

https://www.iluminet.com/jean-nouvel-luz-para-innovar/

https://www.lavanguardia.com/magazine/20111209/54240827068/jean-nouvel-arquitectura-
entrevista-torre-agbar-francia.html

https://es.slideshare.net/andylu_279/arq-jean-nouvel

https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/tag/jean-nouvel

http://catalogo.artium.eus/book/export/html/7746

https://diariodesign.com/2015/06/jean-nouvel-el-arquitecto-que-vive-y-concibe-la-luz/

http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/33177/1/articulo3.pdf

https://moovemag.com/2012/07/jean-nouvel-el-arquitecto-innovador/
BIOGRAFIA

Jean Nouvel nace en Fumel, un municipio francés situado en la región de Aquitania, el 12 de


agosto de 1945, en el seno de una familia de profesores. Pasa su juventud en el pueblo francés
de Sarlat, un lugar que atrae a Nouvel por sus misteriosas y estrechas callejuelas medievales. En
el instituto de esa localidad recibe clases de dibujo de Marcel Deviers, quien despierta en él
pasión por la pintura y el dibujo. Al finalizar sus estudios secundarios su intención es convertirse
en pintor, pero sus padres Roger y Renée le orientan hacia estudios más prácticos y decide
entonces estudiar arquitectura.

En 1964 se inscribe en la Escuela de Bellas Artes de Burdeos y dos años más tarde comienza a
estudiar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, donde obtiene el primer puesto
en el concurso de acceso.

Mientras realiza sus estudios en París trabaja como asistente con los arquitectos Claude Parent
y Paul Virilio, conocidos por sus obras de arquitectura oblicua, de quienes recibe una notable
influencia. Sus ideas ofrecen al joven Nouvel una salida al academicismo de la escuela. El joven
estudiante está interesado en la identidad, la especificidad, y el mundo académico ofrece la
misma receta para todos los edificios. Cuanto más estudia la evolución de la arquitectura en el
mundo más se interesa por la cuestión de la especificidad en contraposición con la arquitectura
genérica.

Parent y Virilio alientan a Nouvel a abrir su propio estudio, y en 1970 se une con ese propósito
a François Seigneur. Jean Nouvel participa en la Bienal de París desde 1971 gracias a la ayuda
del crítico Georges Boudaille, donde funda años más tarde la Biennale d’Architecture y trabaja
como asesor artístico. En 1972 consigue el Diploma de la Escuela de Bellas Artes de París. Ese
año se asocia también con Gilbert Lezenes, y en años posteriores con Jean-François Guyot y
Pierre Soria. Realiza sus primeros proyectos en la zona del Périgord francés, como la escuela
maternal en Trélissac y una casa en Champcevinel. Su primer proyecto destacable es la Casa Dick
en Saint-André-les-Vergers, en 1976. Ese mismo año realiza la clínica Val-Notre-Dame en Bezons,
y en 1978 el colegio Anne-Frank en Antony.

Desde sus inicios Nouvel rechaza los esquemas rígidos de las directrices de Le Corbusier, y
comienza cada proyecto sin modelos preconcebidos, dando como resultado una arquitectura
personal y específica para cada lugar, que se integra de forma adecuada en el entorno.

Es co-fundador del movimiento de arquitectos franceses “Mars 1976” (Marzo de 1976), una
corriente progresista que fomenta la renovación de la arquitectura en Francia. En 1977 participa
en la creación del Sindicato de Arquitectura, manteniendo durante toda su vida una
participación activa en asociaciones e iniciativas en defensa de su concepción de la arquitectura.

En 1980 Jean Nouvel aborda la renovación del Teatro Belfort, a partir de un edificio del siglo XIX
sometido a diversas restauraciones en el siglo XX. En su proyecto, Nouvel no reniega de la
historia y las anteriores intervenciones en el edificio, sino que las expone y actualiza sin negarlas.

En 1981 Nouvel gana el concurso para la construcción del “Instituto del Mundo Árabe”, un
proyecto con el que conseguirá el reconocimiento público.

En 1984 Nouvel funda Jean Nouvel et Associés, junto a Jean-Marc Ibos, Myrto Vitart y Emmanuel
Blamont. En 1985 Nouvel aborda la construcción de las viviendas sociales Nemausus en Nîmes.
A finales de los años 80 Nouvel comienza a otorgar más importancia al acero y al cristal al
concebir sus edificios. En 1989 funda el JNEC Founder, junto a Emmanuel Cattani. De ese año
son dos interesantes proyectos que finalmente no se llevan a cabo: la Tour Sans Fins (Torre sin
fin), en la zona de la Défense en París, y la sede del Museo Guggenheim en Salzburgo, Austria,
un innovador proyecto que planteaba excavar en la roca.

En 1993 Nouvel lleva a cabo la remodelación de la Ópera de Lyon, y comienza la Ciudad Judicial
de Nantes. Un año más tarde funda Ateliers Jean Nouvel junto a Michel Pélissié, firma en la que
continúa en la actualidad. Al frente de un equipo de más de cien colaboradores en su oficina de
París, tiene además estudios en España, Suiza e Italia para abordar proyectos en todo el mundo.
Ese mismo año lleva a cabo el diseño y construcción de la Fundación Cartier en París.

Esos años son una época de intensa actividad para el arquitecto, con numerosos edificios
realizados sobre todo en Europa, algunos de ellos no exentos de polémica, como su proyecto
del Stade de France, que materializó Michel Macary a pesar de que Nouvel llevó -y ganó- el caso
ante los tribunales. En 1998 lleva a cabo la Torre Dentsu, situada en Tokio, Japón. Es la primera
torre que construye Nouvel. En 1999 realiza el Palacio de la Cultura y de Congresos de Lucerna,
en Suiza, uno de los edificios más conocidos del arquitecto, que en esta época tiene ya un
reconocimiento consolidado. Ese año también diseña la Torre Agbar en Barcelona, que
comenzará a construirse en 2001.

También lleva a cabo en ese momento el Musée du Quai Branly en París, que se finaliza en 2006.

Ya en el siglo XXI Jean Nouvel ha evolucionado hacia una arquitectura más preocupada por la
sostenibilidad medioambiental. En 2001 aborda la ampliación del Museo Nacional Centro de
Arte Reina Sofía, en Madrid.

Ese año también comienza la remodelación del Teatro Guthrie en Mineápolis, Estados Unidos,
un edificio originalmente construido en 1963 por Ralph Rapson. Jean Nouvel consigue en 2008
el Premio Pritzker. El presidente del jurado, Lord Palumbo, explicó que “para Nouvel, no existe
un estilo a priori en la arquitectura. Al contrario, un contexto, interpretado en el sentido más
amplio, que incluye la cultura, la situación, el programa y el cliente, le provoca el desarrollo de
una estrategia diferente para cada proyecto”. Thomas Pritzker además señaló que “su audaz
búsqueda de nuevas ideas y su desafío a las normas aceptadas con el fin de extender los límites
de su ámbito de actividad”, reconociendo su “persistencia, imaginación, exuberancia y, por
encima de todo, un insaciable afán de experimentación creativa.”

En los últimos años Jean Nouvel continúa con una intensa actividad, que le ha llevado a construir
edificios tan brillantes como el Koncerthuset de Copenhague en 2009, el pabellón temporal de
la Serpentine Gallery en Londres en 2010, el rascacielos Doha 9, Qatar, en 2012, o el
Ayuntamiento de Montpellier ese mismo año.

En la actualidad Jean Nouvel continúa con proyectos como el Museo Louvre en Abu Dhabi, un
gran edificio que prevé finalizar en 2015. Las obras de Jean Nouvel se caracterizan por la
transparencia, así como por la importancia que se concede a la luz y a los efectos de sombras
que ésta crea.

Le interesa construir arquitectura excepcional en cada sitio. Por ello Nouvel plantea cada uno
de sus proyectos como una aventura. Al principio el arquitecto no sabe exactamente cómo será
su proyecto finalmente. Es una aventura que comparte con muchas personas, por lo que él
otorga mucha importancia a tener un buen cliente para conseguir un buen proyecto. Del mismo
modo considera esencial que participen buenos asesores para que se logre una dialéctica que
mejore el proyecto. En su arquitectura destaca el uso del metal y el vidrio, jugando con las
transparencias y los efectos de la luz y las sombras. Aunque hay elementos comunes en muchas
de sus obras, Jean Nouvel reivindica la ausencia de un estilo característico, ya que precisamente
el arquitecto ha pretendido apartarse siempre de ideas preconcebidas y abordar cada diseño
como un proyecto totalmente nuevo adaptado al contexto del entorno.Además de la
arquitectura, a Jean Nouvel le apasionan la escenografía y el diseño, que desarrolla a través de
“Jean Nouvel Design”, creada en 1995, y colabora con otras empresas. En este ámbito desarrolla
ideas en el campo de la arquitectura de interiores, la escenografía y la comunicación visual. “Yo
no soy un diseñador” señala Nouvel, “sino un arquitecto que diseña”. Sin duda se trata de un
arquitecto que concibe su trabajo como un ejercicio de diseño total, ya sea un edificio o una silla
el proyecto que emprende.

ANTECEDENTES

Desde sus inicios nouvel a trabajado para crear su propio lenguaje arquitectónico y eN gran parte
sus proyectos se han planteado sin ideas antes ejecutadas o preconcebidas. A pesar de que sus
edificios son muy distintos unos de otros, tienen patrones muy comunes como el uso de la
tecnología para crear transparencia, la utilización de luz solar para crear sombra y ambientes, la
integración de su edificios con el entorno.

PRINCIPIOS

Construyendo el edificio del Instituto tan denso y compacto cómo fue posible, alineándolo con
la Facultad de Letras y Humanidades y enfrentándolo a la de Ciencias, los arquitectos lograron
integrarlo armoniosamente en el vecindario. La construcción de este nuevo edificio permitió la
aparición inesperada de una gran plaza, un lugar de descanso visual entre las enormes
estructuras

En definitiva sus edificios se caracterizan por una gran originalidad estructural y por el entorno
espacial y cultural en el que inscribe. A demás, nouvel es de los pocos arquitectos que ha sabido
aunar la tradición con la tecnología.

Implantación

Desde el punto de vista urbano el IMA es una bisagra entre dos cultura y dos historia, el lado sur
del edificio con sus diafragmas es una expresión contemporánea de la cultura occidental,
mientra que el lado norte es el espejo d ela cultura oriental.

Se debía tener en cuenta muchas relaciones dialécticas diversas: las inherentes a su


emplazamiento, frontera entre el tradicional tejido urbano parisino- el faubourg Saint Germain
y la destrenzada trama contemporánea de la universite Jussieu; las que unen y diferencian las
culturas árabes y occidentales; aquellas relacionadas con las nociones de historia y modernidad
y las relaciones mas concretas vinculadas a las ideas de interioridad y apertura. Jean Nouvel
concibe el espacio desde la seducción y lo virtual, creando una arquitectura mas alla de planos,
cortes y fachadas

Formales

genera dos barras, como respuesta a las direcciones predominantes del lugar, donde, la
primera, que es curva, se adapta a la forma del bulevar del río Sena, y la otra, rectangular, se
enfrenta a una plaza de acceso en la fachada sur del edificio. Entre estas dos barras el arquitecto
propuso un patio, como referencia a la arquitectura árabe.

El Instituto del Mundo Árabe (L'Institut du Monde Arabe), construido en París a finales de los
80s, es la obra que llevó a la fama al arquitecto francés Jean Nouvel, y es importante tanto como
un componente de la Revolución Francesa Arquitectónica de esa época (fomentada por François
Miterrand), como para entender posteriores propuestas del laureado Nouvel (quien en el año
2008 ganó el prestigioso premio Pritzker), particularmente en países islámicos.

ANTECEDENTES

Francia es el país europeo con mayor cantidad de habitantes islámicos y su relación con el
mundo árabe data de la Edad Media. Por ello, en 1980 se estableció el Instituto del Mundo
Árabe, un convenio entre 18 países árabes y el gobierno francés para difundir los valores
culturales, artísticos y religiosos musulmanes en el país galo.

El proyecto del Instituto del Mundo Árabe fue parte de la política del Presidente François
Miterrand, quien a mediados de los 80s quiso volver a colocar a París a la vanguardia cultural y
artística mundial (como lo había sido a finales del siglo XIX), y para lo cual se hicieron una serie
de obras públicas en París, como el Centro Pompidou, el Parque de la Villete, la Ciudad de la
Música, el Museo de Louvre, el Arco de la Defensa y la Biblioteca Nacional entre otros. Fue
además el primer Instituto Árabe internacional en el mundo.

En 1981 se convocó a concurso para desarrollar un local para el instituto, resultando ganador el
arquitecto Jean Nouvel a sus 36 años. El edificio fue culminado en 1987.

UBICACIÓN

El edificio se emplaza en un terreno irregular de 16,894 m2 en la calle Rue des Fossés Saint
Bernard , al lado del río Sena, cerca al puente y la Catedral de Notre-Dame de Paris. Esta área
había sido tradicionalmente ocupada por musulmanes siglos atrás.

LA PROPUESTA

El arquitecto organizó su propuesta en dos barras que responden a las direcciones


predominantes del emplazamiento: la primera, curva, hacia el norte, se adapta a la forma de un
bulevar en el río Sena. La otra, rectangular, hacia el sur, enfrenta una plaza de acceso hacia el
frente sur del edificio. Al interior, propone un patio, que refleja de algún modo el uso de estos
espacios en la arquitectura árabe.

La fractura entre ambas estructuras, que encierra circulaciones verticales, es acentuada por la
dramática esquina del ala curva. No obstante, ambos volúmenes están conectados en la planta
baja.

El programa del Instituto incluye un museo, auditorio, restaurante, oficinas y biblioteca. La


circulación está definida por una escalera circular y otra alargada en los extremos, y un grupo de
ascensores al centro.

Planta del conjunto. Puede verse el edificio principal en la parte superior, la plaza y un edificio
complementario al sur.

En la plaza, un pequeño cubo fracturado en su diagonal conforma una tienda de souvenirs.


Nouvel tuvo ante sí la tarea de desarrollar una propuesta que, expresando un lenguaje
contemporáneo y vanguardista, contenga elementos que lo hagan claramente identificable
como un edificio ligado al arte islámico. Sin embargo, debía ser un edificio europeo, sin caer en
la copia literal de iconos musulmanes, tal como lo hizo, por ejemplo, la Gran Mezquita de París.

Para ello el arquitecto fusionó ambos estilos, contemporáneo e islámico, dentro del mismo
edificio. Hacia el río la fachada contiene componentes más típicos de la arquitectura occidental,
líneas sobrias trabajadas en acero y cristal (materiales predilectos de Nouvel) y que reflejan el
paisaje ribereño.
Este edificio moderno, utilizó tecnología innovadora en su fachada, para el control de la luz
natural. Además influenciado por los símbolos musulmanes, este edificio se encuentra en una
zona irregular, simulando el terreno de su país, al lado del río Sena, cerca del puente y la Catedral
Notre-Dame, lugar donde ocupado durante siglos por los musulmanes.

La propuesta del arquitecto Jean Nouvel para el Centro Cívico fue generar dos barras, como
respuesta a las direcciones predominantes del lugar, donde, la primera, se adapta a la forma del
bulevar del río Sena, resultando curva, y la otra, rectangular, se enfrenta a una plaza de acceso
en la fachada sur del edificio. Aquí es donde nuevamente el mundo árabe se interna en la
arquitectura del edificio, a través de la creación de un patio entre estas dos barras.

Jean Nouvel, logró de forma exitosa en esta arquitectura, como se dijo anteriormente, unir los
dos estilos Occidental e Islámico, dentro del mismo edificio. Esto se ve reflejado en la fachada
que da al río Sena, donde el arquitecto ocupó líneas sobrias, trabajando en acero y cristal. En el
lado sur se ve la arquitectura árabe tradicional, donde se encuentran figuras geométricas,
frecuentemente utilizadas en la cultura árabe, dando una forma contemporánea de diafragmas
móviles . La forma y el tamaño son exactamente iguales a la fachada norte, sólo que en el área
sur los cristales contienen estos diafragmas. Además en el edificio se puede ver el manejo de la
luz, mediante bastidores y filtros, y la superposición de tramas.

Jean Nouvel fusionó ambos estilos, contemporáneo e islámico, dentro del mismo
edificio. Hacia el río la fachada contiene componentes más típicos de la arquitectura
occidental, líneas sobrias trabajadas en acero y cristal y que reflejan el paisaje
ribereño. En el lado sur, el edificio acentúa elementos arquetípicos de la arquitectura
árabe tradicional, a través de la fachada meridional, donde reinterpreta una serie de
figuras geométricas frecuentemente utilizadas en la cultura árabe, dándoles la forma
contemporánea de diafragmas móviles. El tamaño y forma de estos cristales es
exactamente igual que los de la fachada norte sólo que, en este caso, cada cristal
cuadrado contiene estos diafragmas. Además, en el edificio se pueden observar la
interioridad, el tratamiento de la luz mediante bastidores y filtros, y la superposición
de tramas.
El Instituto visto desde el río Sena

Hacia el sur, y sin abandonar el uso de acero y metal, la fachada plasma elementos estéticos
islámicos, expresados en un trabajo de filigrana. Se encuentra aquí una clara utilización de la
"piel" en el edificio, un recurso al que el arquitecto recurriría en varios otros proyectos
posteriores, como la Torre Agbar.

Hacia la plaza el primer nivel se transparenta, dando al edificio una sensación de ligereza, como
si estuviera levitando sobre el plano del suelo.

Fachada principal del Instituto, visto desde la plazuela. El acceso principal se halla al centro del
bloque.
Además, se relaciona la textura de la fachada con el patrón geométrico diseñado en el suelo del
la plazoleta, realzado por una trama de luces empotrada en el piso. Cabe destacar que la plaza
se encuentra hundida aproximadamente 1 m con respecto al nivel del bulevar que da hacia el
río.

El elemento más notable lo constituye la fachada, compuesta de 240 paneles cuadrados que
agrupan 30,000 pequeños diafragmas mecánicos de acero que, conectados a sensores
fotosensibles, se abrían y cerraban de acuerdo a la intensidad lumínica, y cuya forma semejaba
los patrones encontrados frecuentemente en la arquitectura islámica, como la Alhambra,
llamados "mashrabiyya".

Estos dispositivos son una representación abstracta pero al mismo tiempo evidente que se
asocia a la filigrana usada en construcciones musulmanas, la cual permitía ventilación y vistas,
pero manteniendo la privacidad de los recintos. Es una gran lástima que tras el enorme costo
que significó el diseño, fabricación e instalación de este sistema, actualmente no funcione
debido a una avería.

Nouvel, retoma el concepto de limitada exposición al exterior y transparencia de la arquitectura


árabe y lo potencia con una propuesta altamente tecnológica, lo que permite que el interior
goce de un espectacular manejo de la luz.
La transparencia de las cajas de ascensores permite una lectura franca del espacio interior,
especialmente de la fachada. Como contraposición a la meticulosidad de la cara exterior, los
espacios interiores han sido trabajados de una forma mucho más sobria.

ESTRUCTURA

El sistema estructural utilizado en su construcción es un esqueleto metálico revestido con un muro


cortina de cristal y aluminio.
El edificio presenta dos caras, en la fachada norte, frente al río, el edificio está revestido con vidrio en
el cual se gravan las imágenes claras de la ciudad ubicada en la otra orilla. En el lado sur, la pared de
cristal está cubierta por un tipo de celosía metálica que se asemeja a las «moucharabieh», las
típicas celosías que se encuentran en los patios y balcones de los países árabes

PROGRAMA

El programa del Instituto incluye un museo, auditorio, restaurante, oficinas y biblioteca. La circulación
está definida por una escalera circular y otra alargada en los extremos, y un grupo de ascensores al
centro. En la plaza, un pequeño cubo fracturado en su diagonal conforma una tienda de souvenirs.
Hacia la plaza el primer nivel se transparenta, dando al edificio una sensación de ligereza, como si
estuviera levitando sobre el plano del suelo.

El IMA tiene un total de once pisos sobre el nivel del suelo y tres subterráneos. La parte norte tiene un
total de nueve. El hall del edificio está en el centro de la planta baja de la parte sur, delimitado por
cuatro pilares de hormigón armado. En él se encuentran las escaleras y seis ascensores, los cuales
forman un espacio puro y dramático que asciende por todos los pisos.

En la parte del museo, hay lugares donde el techo baja bastante, para exponer las piezas del museo.
A partir de la cuarta planta, ambas partes del edificio se unen a través de una franja en la parte este,
además de haber dos pequeños puentes situados a distintas alturas. En las plantas subterráneas hay
un amplio auditorio y salas de exposiciones temporales, las cuales se extienden bajo la plaza situada
al sur de la parte elevada del IMA.

En el proyecto se retoma el concepto de limitada exposición al exterior y transparencia de la


arquitectura árabe y lo potencia con una propuesta altamente tecnológica, lo que permite que el interior
goce de un espectacular manejo de la luz. Esta propuesta la constituye la fachada, compuesta de 240
paneles cuadrados que agrupan 30,000 pequeños diafragmas mecánicos de acero que, conectados a
sensores fotosensibles, que se abrían y cerraban de acuerdo a la intensidad lumínica, y cuya forma se
asemeja a los frecuentes patrones encontrados en la arquitectura islámica.

Esta fachada permitiría ventilación y vistas, pero manteniendo la privacidad de los recintos. Al recorrer
el interior, se aprecia la fluidez espacial, favorecida por el intrincado juego lumínico proveniente de la
fachada. La transparencia de las cajas de ascensores permite una lectura franca del espacio interior,
especialmente de la fachada.

ESPACIOS

Además de los 6 ascensores que transportan a los visitantes a través de las 11


plantas del edificio, éste cuenta con escaleras metálicas de un solo tiro o sea que
mientras que una sube la otra baja y se cruzan en un punto medio y otra circular,
ambas en los extremos. En algunos casos las barandillas funcionan también como
elementos de sujeción, en otros son utilizadas barras metálicas inclinadas. El
entramado de la escalera con escalones sin tabica y estructura tubular se une al
hueco de paredes transparentes de los ascensores creando un espacio con límites
poco precisos entre un entramado de luces y sombras.

LUZ

Filtrada por los “moucharabiehs”, que se han convertido en el emblema de la


construcción, la luz penetra suavemente en los interiores del edificio, se transforma
en arquitectura y esencia del lugar, define los espacios, se refleja, se disuelve y
recompone para crear el volumen del espacio.
Uno de los más bellos versos del Corán exalta “…luz de luz…”, queriendo significar
que la luz es la expresión y la expresión es luz.

Fachada – Moucharabiehs

Las ventanas más interesantes del IMA son las de la fachada sur. El tamaño y forma
de los cristales es exactamente igual que los de la fachada norte solo que, en este
caso, cada cristal cuadrado tiene una serie de células fotoeléctricas,
“moucharabiehs”, semejantes al diafragma de una cámara de fotos, que se abren
cuando reciben menos luz exterior y viceversa. En cada ventana hay una célula
fotoeléctrica central más grande que el resto, y otras más pequeñas, de dos tamaños
distintos, dispuestas geométricamente en el vidrio. La apertura y cierre de estos
elementos da lugar a figuras geométricas muy parecidas a las presentes en la
decoración de edificios árabes, símil muy bien acogido por los árabes propietarios
del instituto.

En algunas partes de la fachada solo hay dibujos hexagonales y ortogonales


parecidos a las células, las cuales se mueven con energía eólica. De esta forma, el
edificio controla automáticamente su propia luminosidad y crea un juego de luces y
reflejos en su interior.

Concepto

El Instituto del Mundo Árabe encarna una síntesis alegórica de los conceptos arquitectónicos
occidentales y de Medio Oriente.

Se trata de una fundación pública financiada por Francia y los Estados Árabes cuya misión es
desarrollar un conocimiento profundo sobre el mundo árabe y promover su cultura y civilización en
Francia y el resto de Europa.

Como escaparate del mundo de la cultura árabe en París, la arquitectura del instituto debía tener en
cuenta diversas relaciones dialécticas:

AXONOMETRÍA

Las inherentes a su emplazamiento, frontera entre el tradicional tejido urbano parisino –el faubourg
Saint-Germain– y la destrenzada trama contemporánea de la Université de Jussieu

Las que unen y diferencian las culturas árabes y occidentales

Aquellas relacionadas con las nociones de historia y modernidad

Las relaciones más concretas vinculadas a las ideas de interioridad y apertura.

La problemática urbana se resolvió con un edificio que sigue en su alineación la curva de la calle a la
orilla del Sena, y que respeta las alturas y dimensiones tradicionales.
El cuerpo central del edificio, aunque vuelto hacia la universidad vecina, se distancia de ella por una
amplia plaza pavimentada, una profunda hendidura que separa ambos cuerpos, practicada en un
supuesto eje orientado hacia Notre Dame, que da acceso a las exposiciones temporales y desemboca
en un patio interior cuadrado. El extremo más occidental del edificio deja transparentar el volumen
blanco cilíndrico de la torre de los libros de la biblioteca.

El edificio acentúa elementos arquetípicos de la arquitectura árabe tradicional: la interioridad, el


tratamiento de la luz mediante bastidores y filtros y la superposición de tramas. La fachada meridional
es el mejor ejemplo de esta doble fidelidad, pues reinterpreta una serie de figuras geométricas
frecuentemente utilizadas en la cultura árabe, dándoles la forma contemporánea de diafragmas
móviles, muy similares a los de una cámara fotográfica. El juego espacial relacionado con la expansión
y la contracción; la sala hipóstila que evoca las grandes mezquitas, y un profundo sentido del uso de
los reflejos, las refracciones y los efectos de contraluz, proporcionan cierta magia a este lugar.

Descripcion

Construyendo el edificio del Instituto tan denso y compacto como fue posible, alineándolo con la
Facultad de Letras y Humanidades y enfrentándolo a la de Ciencias, los arquitectos lograron integrarlo
armoniosamente en el vecindario. La construcción de este nuevo edificio permitió la aparición
inesperada de una gran plaza, un lugar de descanso visual entre las enormes estructuras.

Plantas

El hall del edificio está en el centro de la planta baja de la parte sur, delimitado por cuatro pilares de
hormigón armado y con un pulido suelo de acero, al igual que el restaurante que se encuentra a
continuación. En él comienzan las escaleras y se ubican los seis ascensores, los cuales forman un
hueco diáfano que asciende por todos los pisos.

El IMA, formado por dos cuerpos, tiene un total de once plantas situadas sobre el nivel del suelo y tres
subterráneas. La parte norte tiene un total de nueve. Son generalmente de poca altura o altura media,
salvo las dobles. Sus espacios alternan con terrazas y entrepisos, como es el caso de la biblioteca y
la parte norte de la cuarta planta donde hay un pequeño voladizo además de la terraza. En algunas
zonas del museo, sobre el norte, el techo tiene un remarcado descenso.

A partir de la cuarta planta, los dos cuerpos del edificio se unen por una franja en la parte este, además
de haber dos pequeños puentes situados a distintas alturas. Es en este piso donde, en la zona este,
el hueco divisorio de las dos partes se cierra formando un patio cuadrado en el que hay jardineras. En
las plantas subterráneas hay un amplio auditorio, una sala hipóstila y salas de exposiciones
temporales. Estas dependencias se extienden bajo la plaza situada al sur de la parte elevada del IMA

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