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Sistema de Gobierno en Guatemala

Publicado el 21 Oct, 2011 - 09:00:18 - Ultima actualización: 21 Oct, 2011 -


09:07:07

Según la Constitución política actual, Guatemala es una república


unitaria, ya que tiene un Gobierno central, una Constitución y un sistema
legal. Está dividida en 22 de departamentos que tienen como autoridad
máxima un gobernador...

Por:Irma EStrada

Según la Constitución política actual, Guatemala


es una república unitaria, ya que tiene un
Gobierno central, una Constitución y un sistema
legal. Está dividida en 22 de departamentos que
tienen como autoridad máxima un gobernador.
El gobernador actúa como representante del
presidente y junto con éste conforman el
Gobierno central. Los departamentos se subdividen en municipios, cuya
autoridad son los alcaldes, los cuales cosntituyen el Gobierno local.

En la República se reconocen tres poderes independientes uno de otro:


Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Organismo Ejecutivo:
Está formado por la presidencia, la vicepresidencia, las secretarías de
Estado, el gabinete (los ministros y viceministros) y los ministerios, que
tienen a su cargo la ejecución de los programas de gobierno en cada
sector.

Principales Funciones:
El presidente de la República es el Jefe del Estado, representa la unidad
nacional y los intereses del pueblo de Guatemala, y es el Comandante
Supremo del Ejército Nacional.

El vicepresidente representa al presidente en cualquier actividad cuando


éste no pueda estar presente. Coordina las tareas de los grupos
de asesores del Organismo Ejecutivo y la labo de los ministros.
Tanto el Presidente como el vicepresidente de la República son elegidos
por lo ciudadanos mediante el voto. El período presidencial y
vicepresidencial es de cuatro años; está prohibida la reelección y también
la extensión del período.

Organismo Judicial:
Es administrativo por el presidente del Organismo Judicial y por la Corte
Suprema de Justicia, órgano jurisdiccional superior del sistema judicial.

Principales Funciones:
Propone candidatos a magistrados de la Corte de Apelaciones, de los
Tribunales Colegiados. Puede nombrar, permutar o destituir a los jueces
y secretarios de los tribunales. También solicita al Congreso la
destitución de magistrados de la Corte de Apelaciones; emite
reglamentos sobre las funciones del Organismo Judicial , aprueba el
presupuesto del mismo y presenta al Congreso proyectos de ley. La
presidencia del Organismo Judicial nombra, traslada o destituye a los
empleados administrativos.

Organismo Legislativo:
Está constituido por el Congreso de la República, integrado a su vez
diputados elegidos por voto secreto de los ciudadanos. Su período dura
cuatro años y pueden ser reelegidos. Los diputados son propuestos
dentro del sistema de distritos electorales y en la lista nacional. Cada uno
de los departamentos de la República cosntituye un distrito electoral.
Dependiendo de la población de cada despartamento, se establece el
número diputados al que tiene derecho cada distrito (uno como mínimo).

Los Diputados:
Para optar al cargo de diputado se requieren dos condiciones: ser
guatemalteco de origen y estar en el ejercicio de sus derechos
ciudadanos.

No pueden ser diputados los empleados de los Organismos Ejecutivo y


Judicial, del Tribunal y Contraloría de Cuentas, los Magistrados del
tribunal Supremo Electoral y el Director del Registro de Ciudadanos.
Tampoco pueden ser diputados los contratistas de obras pagadas con
fondos del Estado, los parientes del presidente y el vicepresidente de la
República dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad y los militares en activo.
Principales Funciones:
Entre principales funciones del Congreso está la aprobación,
modificación o desaprabación del Presupuesto de Ingresos y Egresos del
Estado. También decreta impuestos y amnistía por delitos políticos, fija
las características de la moneda, aprueba negociaciones de emprésitos
y otras formas de deuda de la Banca Central o cualquiera otra entidad
estatal. Otra de sus funciones principales es aprobar los tratados y
convenios internacionales.

Organización del Congreso:


El Congreso elige anualmente una Junta Directiva para las sesiones
ordinarias y una Comisión Permanente que dirige las sesiones no
ordinarias. Los diputados se organizan en comisiones para preparar
propuestas de ley sobre temas de interés para la población.

Las Bancadas:

Los diputados también se agrupan en bancadas de acuerdo con el


partido polítoco al que pertenecen. Se llama bancada oficial a la que está
integrada por el partido que tiene el poder político en determinado
momento. En la bancada de oposición se agrupan los demás partidos
que no ganaron las elecciones. También hay diputados que no
pertenecen a ningún partido y pueden formar una bancada
independiente.

Las bancadas representan al pueblo y tienen la responsabilidad de


analizar con seriedad las propuestas para aprobar la leyes beneficiosas
para la población o para impedir que se aprueben las leyes que podrían
perjudicar al país.

Publicado Por:Irma Estrada

Fuente:Enciclopedia Oceano

Ver
más: http://www.deguate.com/artman/publish/comunidad_cosasguate/sist
ema-de-gobierno-en-guatemala.shtml
SISTEMA DE GOBIERNO DE GUATEMALA (REPBLICANO, DEMOCRATICO Y
REPRESENTATIVO)
Según define la Constitución Política de la República de Guatemala en su artículo
140 “ el Estado de Guatemala es un Estado libre, independiente y soberano,
organizado para garantizar a sus habitantes el goce de sus derechos y de sus
libertades. Su sistema de Gobierno es republicano, democrático y representativo”.
No obstante aún cuando esto esta contemplado dentro de nuestro marco legal,
pocos ciudadanos saben que es verdaderamente lo que implica este contenido.
En la interpretación Philip Pettit esta condición implica la existencia de un imperio
de la ley y no de hombres, dispersión de los poderes legales entre las diferentes
partes y resistente voluntad de la contramayoría. La condición del imperio de la ley
tiene que ver con el lugar y el contenido de las leyes, las cuales deben ser
universales y aplicarse a todo el mundo, serán intangibles y no sujetas a cambios
constantes. La condición de dispersión del poder tiene que ver con el
funcionamiento cotidiano de esas leyes, teniendo como resultado dispersión del
poder entre el ejecutivo, legislativo y judicial. Por último la condición de la
contramayoría debe de contar con los modos de alterar legítimamente las leyes,
que implica que todo lo que haga el Estado tiene que hacerlo de acuerdo con la ley.
Todas estas condiciones sirven al propósito de restringir la voluntad de quienes se
hallan en el poder desde un mecanismo formal y constitucionalista.
Además de estas prerrogativas debe existir disputabilidad de las decisiones por
parte de la ciudadanía cuando estas no responden a los intereses de la población.
Una Democracia entendida como el gobierno que representará una forma de
poder controlado por el pueblo.
Después de todo lo dicho la República se vuelve factible cuando los ciudadanos
ocupan posiciones de autoridad, partiendo del supuesto de corruptibilidad de los
seres humanos cuando ocupan posiciones de poder en donde inevitablemente
están tentados a tomar decisiones no atendiendo al bien común, sino a
preocupaciones personales. En este sentido la ciudadanía puede ejercer dos
mecanismos de control sobre las autoridades, que son las sanciones y las cribas.
Las sanciones castigan o recompensan a los agentes mientras las cribas están
diseñadas para alterar las oportunidades, no los incentivos.
Este último componente en mi criterio es el que da vida y fundamento a una
República. Una sociedad civil responsable que ejerza sus derechos cívicos, que exija
el rendimiento de cuentas de sus autoridades, que se manifieste en momentos en
los que sus derechos se vean violentados, que elabore propuestas, que acompañe
el desarrollo de políticas públicas, que participe en las discusiones de interés
nacional y que sea el garante del cumplimiento de las leyes, es lo que debemos
fomentar dentro de una República.
Los últimos sucesos de manifestación son importantes, pero la lección que
debemos aprender los guatemaltecos es que la ciudadanía debe de estar en
permanente vigilancia de sus derechos y constante ejecución de sus
responsabilidades. Las crisis no deben de desatarse para que despierte el
sentimiento de participación ciudadana en nosotros. La República de Guatemala
florecerá cuando tomemos la responsabilidad de exigir resultados
permanentemente.

https://republica.gt/2015/05/11/republicanismo-en-breve/
Una República necesita un sistema
de justicia que responda
Guatemala cuenta con un sistema de gobierno republicano, así lo reconoce la propia Constitución
Política de la República de Guatemala. En términos generales, la forma republicana va asociada a
una manera de restringir el poder absoluto, que se define con la división del poder. Montesquieu,
parafraseándole, afirmaba que el poder es uno solo y que este los sistemas de gobierno tendían al
despotismo –la corrupción de la clase de gobierno- Mientras que el Barón de la Brède afirmaba
sostuvo que “quien tiene poder, tiene la tendencia a abusar de él hasta que haya límites”, para tal
efecto apuntaba que el poder solamente se detiene con poder.

Partiendo de estas ideas, junto con la de otros muchos teóricos, se arriba a la teoría de la división
de los poderes. La teoría de los frenos y contrapesos. O, como le denominó Norberto Bobbio, la
división horizontal y vertical del poder. Una de las primeras acepciones de esta teoría figura en la
Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, que expresamente se refiere a
la separación de poderes.

Tres poderes esenciales se identificaron dentro de un Estado, el ejecutivo, el legislativo y el


judicial, que se controlan el uno al otro de forma cruzada, para evitar el despotismo al que tanto le
temía Montesquieu.

Hago toda esta alocución pues quiero referirme a uno de los poderes más olvidados y con una
gran trascendencia dentro del sistema republicano. Se trata del poder judicial o, en el caso
guatemalteco, el Organismo Judicial para aterrizar en algo más tangible.

Para que exista una verdadera República no bastan que los poderes ejecutivo y legislativo se
controlen y exista ese freno entre ellos. Si no se necesita también de un sistema de justicia
efectivo que permita a los ciudadanos exigir sus derechos. Jueces independientes que estén
sujetos únicamente a las leyes y su leal saber y entender. Una administración de justicia pronta y
cumplida.

Para que Guatemala sea verdaderamente una República requiere que se fortalezca el sistema
judicial. Los usuarios del sistema judicial son los primeros testigos que el mismo está colapsado.
Los juzgados no se dan abasto para atender la demanda de justicia que se le requiere, lo que da
lugar a procesos que se prolongan años, que junto con el litigio malicioso desvirtúan el valor
justicia, y ya lo decía Lucio Anneo Séneca, desde el siglo primero: “Nada se parece tanto a la
injusticia como la justicia tardía”.
Junto a ello, es importante contar un personal calificado, conscientes de la responsabilidad que
conlleva el estar a cargo de la administración de justicia y jueces independientes. Para asegurar
esa independencia se requiere que existan sistemas de control interno que no permitan que
permeen los intereses externos que tienden a corromper el sistema.

Se requiere de un sistema de justicia que transmita confianza, para que se puedan exigir y hacer
valer los derechos que les corresponden a los ciudadanos.

Muchos actores han pretendido cooptar el poder judicial, para asegurar sus intereses personales y
el enriquecimiento. Es por ello que se deben tomar medidas administrativas y legislativas con
efecto de fortalecer un sistema judicial que por momentos llora sangre.

https://elsiglo.com.gt/2018/05/18/una-republica-necesita-un-sistema-de-justicia-que-responda/
Características del proceso democrático
La corrupción se ha convertido en un elemento central del financiamiento de la política, e
implica acciones como:

 Desvío de servicios: empleados que en lugar de sus funciones específicas se dedican a


trabajos partidarios
 Creación de empleos inexistentes: conocidos coloquialmente como «plazas fantasmas»
 Compra de votos para elecciones abiertas de candidatos: grupos organizados que se
alquilan para votar en más de un partido
 Cohecho anticipado: recepción de dinero por personas o empresas que esperan
beneficios o privilegios ilícitos
 Cohecho: retornos por parte de contratistas en acción
 Defraudación a la administración pública
 Participación en tráficos y servicios ilícitos1
El financiamiento privado de la política, sobre todo si es poco regulado y opaco, genera
riesgos para el proceso político y la democracia:2

 Utilización de finaciamiento espurio o ilegal: principalmente proveniente del crimen


organizado, que busca penetrar las instituciones políticas para comprar impunidad
mediante el financiamiento de campañas.
 Compra de influencia y conflictos de interés: las aportaciones privadas, incluso aquella
apegadas a la ley, podrían contribuir a la privatización de la toma de decisiones,
privilegiando a los intereses privados antes que los públicos.
 Inequidades electorales graves: las diferencias en los recursos que los partidos movilizan
en las campañas electorales crean inequidas en la competencia política y pueden producir
significativas barreras de entrada al proceso electoral para ciertos grupos. 2
 Desarticulación de los partidos y del sistema de partidos
 Pérdida de credibilidad de la regulación del finaciamiento político: las leyes débiles,
sumadas a escándalos de corrupción, restan credibilidad no solamente a la regulación
sino que al sistema de financiamiento político.3
https://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_democr%C3%A1tico_de_Guatemala_en_el_siglo_XXI
DEMOCRACIA ESENCIAL
“LA DEMOCRACIA ES EL GOBIERNO DEL PUEBLO, POR EL PUEBLO,
PARA EL PUEBLO”.
Los derechos humanos son la base de todo sistema democrático. Aquel gran líder que fue Manuel
Colom Argueta proclamaba la necesidad de “la democracia como medio y como fin”. La
democracia que no se desarrolla muere, se pudre, se convierte en ritual y en fachada. Con el
resultado de la ingobernabilidad, que lleva a la violencia y la impunidad. El derecho fundamental
es la vida digna con salud, educación, seguridad y cultura.

Discutir ahora en torno al concepto y contenidos de la democracia parece un tema trillado. Es un


lugar común relatar la etimología del término: demos/pueblo y cratos/poder. Y repetir que desde
Aristóteles el sistema de la democracia ha sido el más aceptado o en todo caso deseado. Por eso
no vamos a remachar conceptos pero si recordar que la democracia se entiende actualmente, en
términos generales, como un mecanismo social de toma de decisiones y no solo como una “forma
de gobierno”. Con el riesgo de que la representación democrática que ejerce la clase política
pueda corromperse cuando los representantes se representan a sí mismos, es decir y usando
ahora la etimología referida les importa el “cratos” (el poder) y no el “demos” (el pueblo). De ahí
que exista una relación dialéctica y complementaria entre el plano social y el individual.

El sistema democrático se construye dentro de un marco social e histórico y a la vez es el objetivo


último el ejercicio y goce individual del sistema, en lo que suele llamarse la condición democrática,
que trata de la capacidad de cada ciudadano de poder optar y decidir. Un ejemplo de déficit
democrático es el no poder optar por vivir en su propio país sino emigrar a los Estados Unidos y
correr todos los riesgos en una decisión motivada por la desesperación, porque en el propio país
se carece de posibilidades de tener una vida con un mínimo de calidad. En Guatemala lo que se
ofrece, y es la realidad de millones de personas, es el llamado “mal vivir”. Es decir, hay pobreza
cuando hay marginación e incapacidad de tomar decisiones. En otras palabras, corrupción y
pobreza son dos caras de la misma moneda. Desde luego que la pobreza es inversamente
proporcional a la democracia: menos pobreza más democracia.

Hay que diferenciar empero el aspecto representativo de la democracia del participativo. El


primero se refiere al sistema de partidos y elecciones. La democracia participativa, en cambio,
implica una dinámica más social, no solo de mecánica electoral sino de participación de amplios
sectores ciudadanos que quieren influir en la toma de decisiones e impulsar sus agendas
específicas. La democracia participativa envuelve una dinámica más social, no solo de mecánica
electoral sino de participación real de amplios sectores ciudadanos. La sociedad civil forma parte
esencial de la democracia.
Debe completarse el cuadro resaltando el papel indispensable de los partidos políticos para que el
mecanismo funcione. Los partidos vistos también como canales entre la sociedad y el poder. Pero
en Guatemala los partidos políticos dejan mucho que desear. Muchas veces han sido canales entre
las mafias y el Estado. En realidad han sido meras máquinas electorales basadas en
financiamientos electorales ilícitos, sin ideología ni programas y cuyas metas son la conquista del
poder para saquear el Estado y aplicar el tráfico de influencias.

El impacto de la corrupción en los niveles de pobreza es un hecho indudable. El caso de


Cooptación del Estado y el de La Línea vinieron a demostrar lo profundamente corrupto de la clase
política la cual construyó en los treinta años que llevamos de democracia formal, un sistema para
la corrupción y desde la corrupción. Resulta escandaloso ver ahora los pactos de impunidad y
corrupción en el Congreso. La cancelación por corrupción de los partidos Patriota y Lider es una
muestra dramática de la corrupción estructural enquistada en el Estado guatemalteco. Los
diputados elegidos por estos partidos han migrado, como tránsfugas, a otras agrupaciones y su
existencia en el Congreso solo confirma lo podrido del sistema de esa vieja clase política. Y desde
luego hay que mencionar al Frente de Convergencia Nacional (FCN) que está a punto de ser
cancelado por ilegalidades que pueden llevar a un nuevo pedido de antejuicio contra el presidente
Jimmy Morales por financiamiento ilícito.

Pero lo fundamental del sistema democrático, lo que debe hacer valer la superioridad de la
democracia frente a otros sistemas políticos (dictaduras, monarquías absolutas, etcétera) son los
resultados sociales e individuales, es decir lo que el sistema democrático logra suministrar para
satisfacer las necesidades sociales de la mayoría de ciudadanos. Si brinda salud, educación,
seguridad y empleo, entonces el país se habrá democratizado. Los principales logros deben ser, sin
duda, la disminución de la pobreza. A la vez que a la democracia le corresponde conciliar las
diferencias (sociales, étnicas, económicas) que pudieran afectar a los sujetos de una sociedad.

En países con mucha población en estado de pobreza el proceso central de la acción política
democrática es el combate a la pobreza y la superación de las carencias. Comenzando con las
económicas pero no supeditándose a lo estrictamente material sino incluyendo las posibilidades
de educarse, de disfrutar de cultura y deportes, en definitiva de poder tomar individualmente
decisiones propias acordes a lo que cada ciudadano se propone y desea, es decir la democracia
como ejercicio de la libertad.

Guatemala está hundida en una crisis ya demasiado prolongada causada por la resistencia de la
vieja política a ceder el lugar a políticos decentes y a respetar a la sociedad civil. El gobierno de
Jimmy Morales pareciera el gran coletazo final de esa clase de corruptos y ladrones ungidos, con el
apoyo de la ultraderecha y de un militarismo también corrupto y autoritario.
Estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral. La oferta política es pobre y en gran medida
con muchas dudas en cuanto ética y probidad. Llegaremos a las elecciones generales con el peor
gobierno de la era democrática. Con niveles de pobreza muy altos. Con miles y miles de migrantes
y la crisis consiguiente. Con violencia, maras y narcotráfico. El país no puede volverse a equivocar,
un nuevo Jimmy sería el jaque mate de la democracia y de la misma nación. La democracia es
esencial pero debe ser purificada, saneada de corruptos y sus pactos. Es hora ahora para mañana
será tarde. La democracia es esencial para el desarrollo social e individual.

https://elperiodico.com.gt/domingo/2018/07/22/democracia-esencial/
Democracia representativa
La democracia representativa (también llamada democracia indirecta, república
representativa o gobierno representativo) es un tipo de democraciafundada en el principio
de funcionarios electos que representan a un grupo de personas, a diferencia de
la democracia directa.2 Casi todas las democracias occidentales modernas son tipos de
democracias representativas; por ejemplo, el Reino Unido es una monarquía
constitucional, Irlanda es una república parlamentaria, y Estados Unidos es una república
federal.3
La democracia representativa se presenta a menudo como la forma más eficiente de
democracia posible en sociedades de masas, argumentando que permite una decisión eficaz
por un número suficientemente pequeño de personas en nombre del mayor número. La
eficiencia del servicio se puede juzgar basándose en la métrica de rentabilidad y eficacia en el
tiempo. Los representantes que votan en nombre del pueblo permiten un beneficio monetario,
ya que se reduce el uso de las mesas de votación, los contadores de votos, etc. El gobierno
es generalmente responsable de pagar los salarios de los representantes y tendría que cubrir
el costo sustancial de una democracia. La democracia representativa se ha asociado
conceptualmente con el históricamente instanciado por el sistema político conocido como
«gobierno representativo», que nació en el siglo XVIII con las revoluciones francesa y
estadounidense. Es un sistema en el cual la gente elige a sus legisladores (representantes),
quienes entonces son responsables ante ellos por su actividad dentro del gobierno.4
Es un elemento tanto del sistema parlamentario como del sistema presidencial de gobierno y
normalmente se utiliza en una Cámara Baja como la Cámara de los Comunes (Reino Unido)
o Dáil Éireann (Irlanda), y puede ser restringido por limitaciones constitucionales como una
Cámara Alta. Ha sido descrito por algunos teóricos políticos como Robert A. Dahl, Gregory
Houston e Ian Liebenberg como poliarquía.56 En ella el poder está en manos de los
representantes electos que son elegidos por el pueblo en las elecciones.
Poderes de los representantes[editar]
Los representantes son elegidos por el público, como en las elecciones nacionales para la
legislatura nacional.3 Los representantes elegidos pueden tener el poder de seleccionar a
otros representantes, presidentes u otros funcionarios del gobierno o de la legislatura, como el
primer ministro en este último caso (representación indirecta).
El poder de los representantes suele ser restringido por una constitución (como en una
democracia constitucional o una monarquía constitucional) u otras medidas para equilibrar el
poder representativo:

 Un poder judicial independiente, que puede tener el poder de declarar actos legislativos
inconstitucionales (por ejemplo, Tribunal Constitucional, Corte Suprema).
 La constitución también puede proveer de una democracia deliberativa (por ejemplo,
comisiones reales) o medidas populares directas (por ejemplo, iniciativa legislativa
popular, referéndum, revocatoria del mandato). Sin embargo, éstas no siempre son
vinculantes y suelen requerir alguna acción legislativa: el poder legal normalmente
permanece firmemente con los representantes.
 En algunos casos, una legislatura bicameral puede tener una Cámara Alta que no es
elegida directamente, como el Senado de Canadá, que a su vez fue modelado en
la Cámara de los Lores británica.
Teóricos como Edmund Burke creen que parte del deber de un representante no es
simplemente comunicar los deseos del electorado, sino también usar su propio juicio en el
ejercicio de sus poderes, incluso si sus opiniones no reflejan las de una mayoría de los
votantes:
... debe ser la felicidad y la gloria de un representante vivir en la más estricta unión, la
correspondencia más estrecha y la comunicación más sin reservas con sus constituyentes.
Sus deseos deben tener gran peso con él; su opinión, alto respeto; su negocio, atención no
devuelta. Es su deber sacrificar su reposo, sus placeres, sus satisfacciones, a las suyas; y
sobre todo, siempre, y en todos los casos, preferir su interés a los suyos. Sin embargo, su
opinión imparcial, su juicio maduro, su conciencia iluminada, no debe sacrificar a usted, a
ningún hombre o a cualquier grupo de hombres vivos. Éstos no se derivan de su placer; no, ni
de la ley ni de la constitución. Son un fideicomiso de la Providencia, por el abuso de que es
profundamente responsable. Su representante le debe, no sólo a su industria, sino a su juicio;
y traiciona, en vez de servirte, si lo sacrifica a tu opinión.7

https://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_representativa

El legado de la democracia representativa en


Guatemala

En países donde los pueblos diversos no lograron transitar de ser un archipiélago de pueblos
hacia la conformación de sociedades o comunidades políticas imaginadas (naciones), se hace
muy difícil analizar/comprender el avance de sus procesos democráticos internos. La
democracia, en cualquiera
de sus formas, necesariamente presupone la existencia de una sociedad, y ésta, la
coexistencia de ciudadanos/as con los mismos derechos/obligaciones y oportunidades. Y,
obviamente, la necesaria presencia activa de un Estado de Derecho hegemónico.

En el caso de Guatemala, un mínimo porcentaje decreciente de su población disfruta de la


cualidad de ciudadanía plena. Por tanto, las grandes mayorías del país subsisten sin Estado,
sin nación, sin derechos, ni oportunidades, aceitando, cada cuatro años, con sus votos, el
sistema democrático representativo que los excluye y empobrece.

Desde su primera Constitución Política (1825), Guatemala reconoció y “practicó” la


democracia representativa como su única forma de gobierno (Arts. 39-41). Esta democracia
consistió y consiste en “acarrear” (trasladar) electores/as a las urnas, cada cuatro años, para
que voten por uno de los pocos ricos (civiles o militares) de turno que los empobrecerá aún
más. A este perverso ritual periódico se denominó y se denomina “fiesta democrática”.

¿Cuál es el legado de la democracia representativa en Guatemala?


Esta democracia formal, sin contenidos, fue un mecanismo casi perfecto para enriquecer a la
cúpula de ricos y empobrecer aún más a las grandes mayorías. En los 194 años de República,
incluyendo las tres últimas décadas continuas del ritual democrático, los ricos
de Guatemala acumularon el Producto Interno Bruto (PIB) más alto de la región (53 mil
millones de dólares), pero los empobrecidos suman cerca de las dos terceras partes del total
de la población del país. Todo esto, gracias a la democracia formal que no permite la
ampliación del cumplimiento de derechos, mucho menos participación o control ciudadana
alguna sobre sus gobernantes.

La democracia representativa excluyente impidió la fecundación de una ciudadanía ampliada


en el país. El o la ciudadana de la clase media fue convertida en consumidor compulsivo,
indiferente con el destino del país. Diluyó e inmovilizó a la poca ciudadanía existente. Las
grandes mayorías de
“no ciudadanos” y empobrecidos del país fueron convertidos en pordioseros electoreros que
van detrás del amo candidato a cambio de un plato de comida, sin ninguna conciencia política,
ni responsabilidad con el presente y destino del país.
Esta democracia pervertida imposibilitó también el surgiendo o establecimiento de partidos
políticos sólidos y serios. En Guatemala, los partidos políticos, lejos de forjar actores políticos
con conciencia nacional e ideológica claras, infestaron al país de mitómanos oportunistas que
buscan un espacio en el aparente Estado para saquearla. Las organizaciones políticas no
pasaron de ser potenciales “bolsas de empleo” de algún caudillo. Y, en los últimos tiempos,
verdaderas empresas comerciales que venden ilusiones al pobrerío creyente que espera
desesperado la llegada/anuncio de cualquier mesías político a la vuelta de la esquina.

Imposibilitó la consolidación del Estado como garante de derechos y proveedor de sentido


político. Los “tecnócratas” rudos, sin control, ni sanción alguna, diluyeron las fronteras entre lo
legal y lo ilegal. Establecieron la corrupción y el despojo como el método de gobierno. Al límite
que en Guatemala se hace difícil diferenciar entre la estructura y la institucionalidad del poder
estatal y los aparatos criminales. Esta perversa democracia diluyó y diluye los pocos derechos
y al propio Estado.

Esta democracia neoliberal disolvió lo poco o mucho de la acumulación de la fuerza histórica


de luchas sociales. Cooptó a las principales organizaciones sindicales, convirtió a los
movimientos indígenas y campesinas en ONGs funcionales al sistema. Desvaneció las
fronteras y diferencias ideológicas y conductuales entre la derecha y la izquierda política, al
límite de convertir a las insignificantes organizaciones políticas de izquierda en electoreros
agentes neoliberales.

El mayor legado de la democracia representativa excluyente en Guatemala es y será el haber


establecido en las estructuras psicológicas de las personas la colonialidad política. El haber
instalado en el alma de las y los empobrecidos, incluso en nichos sociales de la clase media
profesional, un amor apasionado y casi existencial por los colores y los rostros photoshop de
sus caciques y amos políticos. Verdaderos modelos de vida a imitar.

En la retórica cotidiana se detesta a todo Diputado por ser sinónimo de ladrón, pero, en los
hechos, casi todos los empobrecidos con ascenso social sueñan con ser diputados. Eso
explica el por qué indígenas con cierto ascenso social, cultural, económico, etc., sueñan con
coronar su vida con “una diputación”.

¡Cuánto más corrupto o sospechoso son los candidatos políticos por su pasado o intenciones,
más idolatrados y preferidos son por sus potenciales víctimas!. Esto explica el por qué el voto
duro de los partidos políticos más déspotas, racistas o corruptos, se encuentra justamente en
regiones más empobrecidas del país. Un pueblo que idolatra a un potencial delincuente o
corrupto, es un pueblo enfermo.

Casi ningún candidato de elección popular a cargo público se presenta con la honesta
intención de hacer el bien al país. Todos/as van buscando la apetecida “inmunidad” para los
cuatro años, porque aquí, como en otros lares, la inmunidad es sinónimo de impunidad ante la
Ley.
En estas perversas condiciones, Guatemala, una vez más, está “obligada” a votar, el próximo
6 de septiembre, por “su” Presidente y Vicepresidente, “sus” 158 diputados nacionales, “sus”
338 gobiernos municipales y “sus” diputados al Parlamento Centro Americano, de los 24
partidos políticos que compiten a nivel nacional. Uno de los rituales electorales más
repudiados por las y los indignados en la historia nacional, donde se pronostica que el
vencedor seguro será el abstencionismo y el voto nulo.

Desde meses atrás, el electorado urbano venía exigiendo reformas a la Ley Electoral y de
Partidos Políticos, no para transitar hacia una democracia participativa, sino para rescatar la
democracia representativa viciada. Pero, ni eso les conceden los 158 “soberanos” e “inmunes”
Padre de la Patria.
https://www.telesurtv.net/bloggers/El-legado-de-la-democracia-representativa-en-Guatemala-
20150829-0002.html

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