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Más de trescientos años transitan por las calles de San Basilio

como si nunca se hubiesen agotado. Entre sus casas, su plaza y


la quebrada que lo rodea, se mueven memorias y tradiciones que
se mantienen intactas y vivas, y que se revalidan cada vez que
su lengua ancestral aflora o cada instante en que los tambores
y la marímbula son el centro del momento. Tres siglos ya han
pasado desde que aquellos primeros habitantes provenientes del
Golfo de Guinea en África central arribaran a nuestro conti-
nente, con sus manos y pies encadenados, pero con su espíritu
libre e indomable dispuesto a erigir al interior de una empalizada
el más memorable homenaje a la libertad.
Esa esencia queda plasmada aquí, en esta valiosísima obra,
cuyas páginas representan el lugar propicio para la reflexión
colectiva e individual en torno a la rica historia palenquera, y
un rescate de todos esos elementos que componen la identidad
étnica, cultural e histórica de esta comunidad bolivarense, siendo
el desarrollo del sentido de pertenencia la principal intención.
Sin lugar a dudas, esta obra realiza, a través de la propia voz
de los cimarrones, un mayúsculo aporte a la forma en que se han
abordado y construido las distintas etapas de la historia nacio-
nal, que de manera imprudente, fue privada por muchos de sus
investigadores de la importante participación de las clases popu-
lares y las minorías étnicas en diversos y numerosos ámbitos.
El aporte realizado a continuación, se materializa en el marco
del proyecto “Identidad, memoria y territorio, trescientos años
de libertad, autonomía e independencia: San Basilio Magno
1714- 2014”, financiado por la Gobernación de Bolívar a través
de Icultur con recursos provenientes del Impuesto al Consumo
a la Telefonía Móvil, hoy Impuesto Nacional al Consumo INC.
Es un orgullo para este ‘Bolívar Ganador’, ser el portador de tan
inmensa tierra, que no en vano, ostenta la categorización entre-
gada por la Unesco, que la eleva a Patrimonio Oral e Intangible
de la Humanidad.

Margarita Díaz Casas


Directora General Icultur
2014
Catalogación en la publicación - Biblioteca Nacional de Colombia

Cassiani Herrera, Alfonso


PALENQUE MAGNO. Resistencias y luchas libertarias. Del
Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714 : ensayo
histórico de 1599 a 1714 / Alfonso Cassiani Herrera
Cartagena: Icultur, 2014
p. 192
ISBN 978-958-58396-1-8
1. ensayo histórico colombiano - Siglo XVI 2. Colombia
– Historia - Siglo XVI - Ensayo I. Título
CDD: Co863.5 ed. 23 CO-BoBN–a943218

PALENQUE MAGNO. Resistencias y luchas libertarias. Del


Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

© Icultur
Cassiani Herrera, Alfonso
Fotografía de portada: Mayra Morris

Diseño, edición, pre-prensa e impresión:


Ataole - Ediciones Pluma de Mompox S.A.
(57) 301-400 5667
info@plumademompox.com
Cartagena de Indias - Colombia

ISBN 978-958-58396-1-8
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la
cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en
manera alguna, ni por ningún medio , ya sea electrónico, quí-
mico, mecánico óptico de grabación o de copia sin el permiso
de los propietarios del Copyright

Queda hecho el depósito de Ley

Impreso en Colombia
Printed in Colombia

2014
A la memoria de Digna Herrera Simarra,
quien calle tras calle, a punta de palangana,
platanitos y aguacates hizo de mí quien soy
Contenido

Prólogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Capítulo I
Un balance necesario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
La tendencia histórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
La tendencia socio-cultural. . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
La tendencia lingüística. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
La tendencia literaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Capítulo II
Benkos Biohó. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Tendencias de representación de Benkos Biohó.58
Capítulo III
Configuración histórica de San Basilio Magno. . . . 71
El arribo y la esclavización . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Por su parte, Navarrete afirma: . . . . . . . . . . . . . . 81
De Benkos Biohó a Domingo Angola . . . . . . . . 84
La Matuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
La ubicación del palenque y la Ciénaga
de la Matuna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
La libertad se hizo posible. . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Capítulo IV
Del tratado de paz definitivo. . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Declaración del Capitán Alfonso de Guzmán. .117
Primer papel que envió don Alfonso
de Guzmán: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Segundo papel que exhibió don Alfonso de
Guzmán: “Nuestro señor capitán don
Alfonso de Guzmán”.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Auto mandado poner en estos autos una carta
que el señor obispo escribió al señor
gobernador remitiéndole testimonio en
relación de los que ejecutó en el Palenque
San Miguel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Capitulaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
Capítulo V
El Palenque Grande de San Miguel Arcángel. . . . 137
La negociación.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
Los capítulos o exigencias:. . . . . . . . . . . . . . . . . 142
La capitulación.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Consultas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Bibliografía general de referencia . . . . . . . . . . . . . 175
Consultas Web. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Documental. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
Anexo 1
Informe del obispo Antonio María Cassiani,
contenido en el testimonio de autos obrados
por el gobernador de Cartagena don Gerónimo
Badillo, sobre la rendición de los negros del
Palenque de San Miguel de la Sierra de María. . . 185
Anexo 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Balance Cronólogico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Anexo 3
Testimonio de autos obrados por el
gobernador de Cartagena,
don Gerónimo Badillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Prólogo
El 17 de enero de 1714, el obispo de Cartagena Anto-
nio María Cassiani, leyó en “alta e inteligible voz de
verbo”, frente al capitán cimarrón Nicolás de Santa
Rossa y de un número considerable de negros reu-
nidos en el Palenque Grande de San Miguel Arcán-
gel, las 16 capitulaciones que confirmaban el acuerdo
entre las autoridades españolas y los cimarrones de
los Montes de María. Este acto, y el contenido de
cada uno de los puntos del documento, resumían
poco más de un siglo de resistencia y negociación de
los cimarrones refugiados en la Matuna y los Montes
de María.
En el año de 1599, Benkos Biohó, junto a su fami-
lia y 13 esclavizados, se fugó de Cartagena de Indias
para desarrollar un importante papel en el liderazgo
de los hombres y mujeres apalencados de la región,
hasta el día de su muerte, el 16 de marzo de 1621,
cuando fue ahorcado y descuartizado en la ciudad de
Cartagena por orden del gobernador García Girón.
Con Biohó se inauguraría una tradición de resistencia,
negociación y búsqueda de reconocimiento para los
de su condición, que continuaría con los líderes cima-
rrones Domingo Angola, Domingo Padilla y Nicolás
de Santa Rossa. Esta tradición encontró un punto de
llegada con la fundación del pueblo de San Basilio
Magno, conocido posteriormente como el Palenque
de San Basilio, acto que fue uno de los puntos cen-
trales de los acuerdos firmados entre la Corona y los
pueblos cimarrones.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 18 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Resistencias y luchas libertarias del Palenque de la


Matuna a San Basilio Magno de 1599 a 1714, escrito
por el historiador palenquero Alfonso Cassiani
Herrera, analiza este proceso de suma importancia
para la configuración histórica de la región. Si algo
se destaca en el presente trabajo, es el desarrollo de
un balance crítico de la manera como ha sido repre-
sentado el movimiento cimarrón y su principal líder
Benkos Biohó. Salvo notables excepciones, como
los trabajos de María Cristina Navarrete, la mayoría
de los textos sobre este importante cabecilla se han
movido entre una heroicidad fuera de lo común y
una mirada exótica, que han terminado por crear un
personaje descontextualizado y caricaturesco.
Alfonso alcanza a ubicar a este ser humano en su
justa dimensión, y sobre todo, logra analizarlo dentro
de un escenario de luchas y negociaciones, en el que
comparte afinidades con otros líderes destacados de
las gestas cimarronas. El autor, además, deja claro que
si bien Benkos Biohó fue el líder cimarrón de mayor
trayectoria e influencia en el Caribe, San Basilio de
Palenque no fue fundado por él. Con la afirmación,
el autor considera que mas que crear un vacío en la
identidad para este emblemático pueblo, se amplia el
abanico de referentes simbólicos comunitarios, con
la puesta en el escenario histórico de nuevas memo-
rias de resistencia como las de Domingo Angola y
Nicolás de Santa Rossa.
El presente texto permite complejizar el estudio
de las dinámicas de resistencia cimarrona, y destacar
maneras poco estudiadas utilizadas por estos grupos
para lograr sus objetivos. Contrario a la idea de seres
aislados, lo que uno ve aquí es un conjunto de perso-
nas que establecieron importantes contactos, no sólo
con los de su misma condición, sino también con el
Alfonso Cassiani Herrera [ 19 ]

resto de la sociedad. De modo que existieron rutas


de intercambio, caminos, mercados comunes y gente
que hacía de enlace entre el universo cimarrón y la
sociedad y las autoridades cartageneras distantes de
los Montes de María. Precisamente, en el período de
tiempo señalado por el autor, este tipo de personas
jugaron un papel fundamental en la construcción de
iniciativas de paz y acuerdos, prácticas constantes en
el modo de operar de los pueblos cimarrones de la
región.
Si algo queda completamente claro con la lectura
de este texto, es que los cimarrones lucharon por su
libertad sin que ello implicara una absoluta sustrac-
ción del orden virreinal. Todo lo contrario, tanto la
resistencia, como su vocación de paz, demuestran
que dentro de sus objetivos principales estaba el
alcanzar reconocimiento como libres dentro del sis-
tema colonial. En ese sentido lo que hay que destacar
es la capacidad de estos pueblos para entender las
dinámicas políticas y religiosas hegemónicas y jugar
con éstas en los procesos de negociación para lograr
la libertad y el reconocimiento.
Poner el lente en este punto es el nuevo reto de
los estudios sobre los pueblos cimarrones. Sin duda
el trabajo de Alfonso es un aporte sustancial, una
bisagra que abre las puertas a nuevas investigaciones
que nos permitan entender, sin maniqueísmos reduc-
cionistas, la capacidad de agencia y la construcción
de sujetos políticos en el mundo cimarrón. No me
cabe la menor duda de que con lo anterior, estaremos
siendo académicamente más honestos con los des-
cendientes de aquellos que lucharon cotidianamente
y con diversas armas para alcanzar la libertad.

Javier Ortiz Cassiani


Introducción
Resistencias y luchas libertarias del Palenque de la Matuna
a la comunidad de San Basilio Magno 1599 – 1714 cons-
tituye un trabajo de investigación cuyo propósito
central consiste en establecer el proceso histórico
de emergencia del poblado San Basilio Magno, en la
Sierra de María1, en la Provincia de Cartagena, cono-
cido tradicionalmente como San Basilio de Palenque.
En él se identifican las trayectorias que encierran y
ejemplifican la historia de la resistencia de decenas de
cimarrones que, desde muy temprano, se internaron
en las Sierra de María, e iluminados por el ejemplo de
Benkos Biohó2 al lado de Zumby de los Palmares en
Brasil, Yanga en México, Bayano en Panamá, Alonso
de Iliesca en Ecuador, configuran las más significati-
vas hordas libertarias del periodo colonial.
El trabajo soslaya algunas construcciones hipoté-
ticas que, incluso, llegaron a falsear el relato histó-
rico y alterar los hechos. En tal sentido, se aclara que
Benkos Biohó, quien realizó invaluables aportes, no
fundó, ni habitó el poblado de San Basilio Magno.
1 Los Montes de María se encuentran ubicados entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Son montañas
cuyas mayores alturas apenas si sobrepasan los 1.000 msnm, entre los que sobresalen los cerros de La Pita
y Maco (utilizados para la ubicación de torres de radio-comunicaciones) pero es definitivamente una región
con características climatológicas y físicas propias. En estos Montes se encuentran situados las cabeceras
municipales de Sincelejo, Chalán, Colosó y Ovejas en el Departamento de Sucre y El Carmen de Bolívar,
San Juan, San Jacinto en el Departamento de Bolívar. En los Montes de María nacen numerosos arroyos y
riachuelos que han podido aprovecharse para la construcción de pequeños distritos de Riego e inclusive algo
de generación eléctrica. La represa de Matuya surte el distrito de riego de María La Baja de varios miles de
hectáreas sembradas en arroz.
2 Benkos Biohó, líder cimarrón que formó el palenque de la Matuna es recogido por la información
documental como Domingo, siendo la tradición oral de la comunidad de San Basilio de Palenque la que le
reconoce como Benkos Biohó.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 22 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Esto implica reconocer los aportes de figuras como


Domingo Angola, quien lideró, en los entornos de
1680, los procesos iniciales de negociación; y Nicolás
de Santa Rossa, quien firmaría la paz en 1714. De
este proceso emerge la comunidad de San Basilio
Magno en ese mismo año. En esa medida, la actual
comunidad de San Basilio de Palenque no constituyó
un palenque, sino que se erigió como el producto de
las luchas de los grupos más aguerridos, ubicados en
la Sierra de María.
Se trata de efectuar un balance bibliográfico en
torno a San Basilio de Palenque. Destacar las figuras
de Benkos Biohó, quien aparece en la documenta-
ción colonial como Domingo Biohó, y transcribir y
analizar el documento “Testimonio de Autos obra-
dos por el gobernador de Cartagena don Jerónimo
Badillo sobre la reducción de los negros del Palenque
de San Miguel de la Sierra de María 1713 y 1714”,
mediante el cual se da cuenta de la negociación entre
las autoridades de la gobernación de la provincia
de Cartagena y los cimarrones del Palenque de San
Miguel Arcángel.
Recorrer las dinámicas de resistencias y las luchas
libertarias en la Sierra de María, partiendo de Benkos
Biohó desde 1599 y la construcción del Palenque de
la Matuna, hasta Nicolás de Santa Rossa en 1714 y la
constitución de San Basilio Magno, implica entrarse
en la valoración de varios escenarios teóricos. Y por
las dinámicas de resistencia de los cimarrones, en
marco de la lucha por el ser, en medio de las tensio-
nes propias de la época, mentalidades e imaginarios,
determinados por las acciones de varios sacerdotes
y obispos, a saber: Alonso de Sandoval, Pedro Cla-
ver y Antonio María Cassiani, quienes en diferentes
momentos lideraron la búsqueda de la paz.
Alfonso Cassiani Herrera [ 23 ]

Durante la época colonial los esclavizados consti-


tuyeron un conglomerado decisivo cuando quisieron
protestar o levantarse como grupo social en contra
de alguna medida que los afectaba. De tal manera
que, cuando se sintieron atacados y agredidos, la
identificación como grupo y la resistencia se consti-
tuyó en el mejor elemento para la defensa y respuesta
a las imposiciones de esos otros que se asumían y se
imponían como autoridades.
Todo lo anterior estuvo determinado por una
dinámica de sometimiento en el que los esclaviza-
dos, descendientes de la misma raíz cultural bantú,
sometidos a punta de látigo y castigos severos, y dife-
renciados de la sociedad mayor, representada en el
capataz o contra el esclavista, se levantaron contra
la autoridades. En esa medida, para el caso que nos
ocupa se afianzó la raíz cultural bantú, que determinó
la puesta en práctica de sus conocimientos, caracte-
rizó cada una de las acciones de resistencia e incluso
de solo respuestas ante las condiciones adversas en
las que se encontraban.
Adentrarse en la valoración histórica del período
colonial, comprendido entre 1599 y 1714, requiere
apropiarse de un basamento teórico y discursivo que,
además de facilitar la comprensión del fenómeno
estudiado, posibilite tributar a la teoría y aportar a
una conceptualización que deje de lado los centris-
mos. Esto, en procura de una construcción histórica
que responda al llamado de la otredad, sin que ello
corresponda con dinámicas utilitaristas o instrumen-
talistas.
De acuerdo con lo anterior, le corresponde a la
historiografía aportar a la superación del proceso de
negación del otro, lo cual se había impuesto en las
ciencias sociales, en un escenario en el que la mismidad,
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 24 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

y el yo frente al otro, han negado sistemáticamente a


ese otro. Superar esto implica identificar y asumir al
conjunto de actores en medio de las dinámicas de
alteridad, al tiempo que se identifican los efectos que
las propuestas de modernidad trajeron a las comuni-
dades cimarronas y palenqueras más allá de la simple
alusión a la marginalidad.
La lucha por el ser discurre entre las tensiones de la
época colonial. En este contexto, desde el momento
de su rapto, los africanos implementaron distintas
formas de resistencia a su secuestro. Inicialmente
durante su transporte, y posteriormente durante
su llegada y estadía en estos territorios. De manera
que la resistencia se manifestó en la negligencia en
el trabajo, el sabotaje en el uso de las herramientas,
los abortos inducidos, los suicidios, las revueltas, la
manumisión, entre otras formas. Todas ellas se cons-
tituyeron en manifestaciones en contra del sistema
esclavista, y fueron constantes durante la prevalencia
del mismo.
Las manifestaciones mencionadas fueron pro-
ducto de un cultivo cuyo escenario construyó el
mismo sistema, al tiempo que los esclavizados gene-
raron dinámicas de reconstrucción y construcción de
su identidad, en ese sentido Rafael Díaz señala: “El
horror, la desterritorialización, el drama y el trauma-
tismo que estuvieron en la base de la esclavización y
de la diáspora generaron, nuevos - procesos de rein-
tegración étnica - que, desde finales del siglo XVI y
principios del XVII, formarían parte transversal del
middle passage”3. Tal etnogénesis la formula Friede-
mann citada por Rafael Díaz, desde la solidaridad en
medio de la desesperanza: “Con la vida amenazada,
3 Díaz Rafael. De Bailes, deshonestos, comedias y otros fandangos: Las culturas negras y mulatas en la
Nueva Granada: Un escenario de investigación. (Ponencia presentada en el XII Congreso Colombiano de
Historia), Popayán, Universidad del Cauca, agosto 4- 8 de 2003.
Alfonso Cassiani Herrera [ 25 ]

la familia destruida, perdida la tierra y sumergidos en


la incertidumbre de la vida y de la muerte, un primer
gesto de compasión mutua pudo convertirse en un
hilo de comunicación que con otros similares urdiría
la trama de futuros tejidos sociales y culturales”4. Así,
la reintegración o la identificación étnica se erigen
como conceptos claves en el análisis de las diásporas
africanas, donde la etnicidad en tanto modelo se con-
cibe desde procesos culturales interactuantes y cam-
biantes y no como fenómenos aislados o estáticos.
Experiencias de cómo sobrellevar algunas de las
condiciones de sujeción, estrategias individuales y
colectivas de reacción, manumisión y resistencia, for-
mas militares de combate y ataque, establecimiento
de redes de apoyo y de solidaridad así como elegir el
espacio adecuado para ocultarse, bien pudieron cons-
tituir un primer abanico de antecedentes. Muchos de
tales antecedentes se aprecian en las Américas, aun-
que evidentemente aclimatados por las realidades
sociales y espaciales americanas que incidieron en la
construcción de la identidad.
Todo lo anterior es posible apreciarlo en el pro-
ceso que inaugura Benkos Biohó y la formación y
consolidación histórica de los palenques de la Sierra
de María en la Provincia de Cartagena, de los que
emergería –a principios del siglo XVIII- el poblado
San Basilio Magno.
Por otra parte, hablar de mentalidades e imagina-
rios, para aludir a la incidencia social de los oficios
desempeñados por Alonso de Sandoval, Pedro Cla-
ver y Antonio María Cassiani, relacionados con los
esclavizados los dos primeros, y con los cimarrones el
tercero, dejaron su marca en el proceso histórico. Más
4 Friedermann, Nina S. “La Saga del negro”, Bogotá, Instituto de Genética Humana (Facultad de Medicina,
Universidad Javeriana), 1993, p. 90. La misma perspectiva es planteada por Lovejoy y Trotman. “Los orígenes
de los esclavos”, pp 401-402
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 26 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

si se tiene en cuenta que cada uno de ellos representó


en su momento una orientación distinta, una forma
diferente de arrogarse el dogma frente a los cada vez
más crecientes fenómenos de insurrección, insubor-
dinación y cimarronismo. Estas orientaciones eran
asumidas como un verdadero problema para el sis-
tema colonial, aun cuando todos estuvieron inscritos
en la lógica de premiar y castigar. Sin embargo, desde
la intervención de los mencionados los esclavizados, y
las relaciones con los cimarrones y palenqueros de la
Sierra de María, constituyeron un reto particular que
no estaría determinado por sus propias mentalidades
e imaginarios, y a la vez los determinaría tanto a ellos
como al conjunto de la sociedad colonial.
Este trabajo es también un esfuerzo por develar
y superar el empeño del Estado decimonónico, que
desconoció cualquier expresión de las diferencias,
en un empeño por construir una identidad nacional
homogénea, la cual se constituyó en un verdadero
obstáculo para la inclusión y reconocimiento del otro.
En este caso, ese otro, representado por esclavizados,
cimarrones y palenques, comienza a ser moldeado en
tipos ideales, que restarían valor a las historias y tra-
yectorias de los líderes y comunidades cimarronas y
palenqueras, lo que está en correspondencia con el
trato avasallador y de sometimiento cultural, social y
político propio del periodo colonial. En esa línea este
es un esfuerzo por evidenciar los vacíos persistentes
en la configuración de la pretendida historia nacional.
Se trata de aportar a los esfuerzos de las comuni-
dades afrodescendientes, por el fortalecimiento de su
identidad étnica, histórica y cultural, en el marco de
la plurietnicidad y la multiculturalidad. Estas tienen
entre sus metas y expectativas la inclusión integral, a
partir del respeto, reconocimiento y valoración posi-
tiva de la diferencia.
Alfonso Cassiani Herrera [ 27 ]

En ese sentido, la investigación está inscrita en la


lógica de generar diálogos entre especialistas y aca-
démicos de la historia y del conjunto de las ciencias
sociales. Así como también, y sobre todo, de brindarle
elementos a la comunidad palenquera en diáspora,
para fortalecer su sentido del pasado, en la búsqueda
que ha caracterizado a San Basilio de Palenque, asu-
miendo el pasado en términos de Hobsbawm como
“una dimensión permanente de la conciencia humana,
un componente obligado de las instituciones, valo-
res y demás elementos constitutivos de la sociedad
humana”5. De esta manera, parafraseando al mismo
Hobsbawm, a los historiadores se nos presenta el
reto de cómo analizar la naturaleza de “ese pasado”
en nuestra sociedad y cómo describir sus cambios y
transformaciones para esas mismas comunidades6.
En términos metodológicos la investigación fue
abordada a partir de una importante fuente primaria
procedente del Archivo General de Indias. Se trata
de un documento de sumo valor para la historia de
San Basilio de Palenque, y que fue muy gentilmente
cedido a la comunidad por María Cristina Navarrete7.
Este documento se complementó con la consulta
bibliográfica y el método etnohistórico, en el que se
observa la dinámica de emergencia del cimarronismo
y de los palenques en la Sierra de María.
De otro lado, la etnohistoria8 fue asumida como
5 Eric Hobsbawm. Sobre la Historia. Libros de historia crítica. Barcelona 1998. Pág. 23
6 Ibídem
7 El documento fue entregado por la Doctora María Cristina Navarrete a la comunidad de San Basilio de
Palenque, representada en sus líderes, como uno de los múltiples aportes realizados por la que sin duda
alguna es la historiadora que con mayor rigurosidad y constancia ha trabajado el tema de San Basilio y de los
Palenque en los Montes de María.
8 Desde la perspectiva de José Omar Tinajero Morales, hay muchas definiciones de etnohistoria, algunos
autores dicen que se trata del estudio sobre la historia de las etnias; para otros es una historia con enfoque
antropológico, es decir, analiza el devenir del ser humano a partir de fuentes documentales y etnográficas,
empleando como marco teórico los conceptos de la antropología. En términos puntuales, está compuesto por
dos palabras de origen griego: ‘étnos, que designaría la noción de pueblo que comparte una cultura, reconoce
los códigos de ella y se define sobre la base de éstos (Nueva Enciclopedia Larousse, 1985: vol. 4: 3.713
y Diccionarios Rioduero 1981: 69) y, por otra parte, historia, que recoge una triplicidad de significados: A)
testimoniar–describir–narrar hechos, B) búsqueda de conocimiento y C) acontecer perceptible en la dimensión
de la temporalidad (N. E. Larousse, vol. 5: 4.910). Se podría intentar, con esas nociones que evoca el término
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 28 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

un sustento metodológico complementario con la


participación de representantes de la comunidad, en
la medida en que los resultados fueron socializados
con la misma comunidad, atendiendo a que cualquier
aporte al proceso por seguir develando y valorando
la importancia de las dinámicas de cimarronismo y su
incidencia en los Montes de María, está ligado a las
lógicas políticas y sociales comunitarias.
Establecer las dinámicas de resistencia lideradas
por Benkos Biohó a partir de 1599 en el Palenque
de la Matuna en la ciudad y provincia de Cartagena,
y su continuidad como proyecto político más allá de
Benkos, desarrolladas en los palenques de la Sierra
de María a partir del palenque de San Miguel Arcán-
gel, y materializada, en la negociación de paz como
escenario de legitimación en 1714, implicó asumir el
conjunto de la historia de Palenque San Basilio y sus
diversas narraciones. Por ello, fue necesario construir
un balance de la historiografía sobre San Basilio de
Palenque.
Este trabajo de investigación se estructura a partir
de cinco capítulos. El primer capítulo Un balance nece-
sario, hace un recorrido por las diferentes disciplinas
e investigaciones que han abordado el tema de San
Basilio de Palenque, desde los diferentes autores, y
los diversos supuestos teóricos y metodológicos. El
balance que se presenta, si bien tiene como eje los
insumos y un perfil historiográfico, aborda un aparte
especial dedicado a la lengua palenquera, como uno
de los valores más notables en el proceso de forma-
ción de la comunidad.
en cuestión, inicialmente, establecer sus áreas de interés cognoscitivo: 1. El conocimiento sobre la cultura de
pueblos específicos. 2. El desciframiento de los valores manifiestos en las formas en que se expresan cultu-
ralmente esos pueblos. 3. La exploración, en la dimensión “tiempo”, de su acontecer cultural, a fin de captar
sus reestructuraciones. En La etnohistoria, campo de estudio y metodología | Suite101.net http://suite101.net/
article/la-etnohistoria-campo-de-estudio-y-metodologia-a53407#ixzz27kv9FfaE
Alfonso Cassiani Herrera [ 29 ]

Es necesario aclarar que la revisión bibliográfica


se centra en el eje San Basilio de Palenque. Por tanto,
no se incluyen los trabajos de los últimos años que
analizan el problema de la esclavización y la libertad
de los esclavizados por fuera de este escenario9.
El segundo capítulo: Imágenes y construcciones en torno
al palenque, brinda una mirada panorámica de cómo
se han generalizado una serie de planteamientos y
afirmaciones estereotipadas, en algunos casos hasta
perversas, en torno a San Basilio de Palenque. Se
muestra cómo, desde diversas disciplinas, se asumen
falsos postulados a partir de perspectivas novelescas,
literarias sin aclarar que lo son y se pretenden pre-
sentar como miradas históricas verídicas. Con esto se
ha logrado aumentar la carga peyorativa con la que
son vistos y tratados los palenqueros principalmente
fuera de la comunidad.
El tercer capítulo, Configuración histórica del palenque,
inicia el recorrido desde Benkos Biohó hasta las pri-
meras pinceladas en los caminos del reconocimiento
de la libertad a los cimarrones de la Sierra de María.
En ese sentido, se aborda desde el momento mismo
en que el europeo secuestra masivamente los africa-
nos en su propio territorio. Se destacan las diversas
formas de resistencias a las que apelaron los africanos
y, luego, los afrodescendientes, para llegar a construir
experiencias libertarias.
El cuarto capítulo, Del tratado de paz definitivo, en
este se abordan principalmente los esfuerzos de paz
de los cimarrones, la intermediación del obispo Cas-
siani y la emergencia de Palenque San Basilio Magno.
Este capítulo está fundamentado en el análisis de
documentación de archivo. Se trata de los testimo-
9 Trabajos como por ejemplo para el caso de Colombia, Marcela Echeverri, Russel Lohse, Roger Pita;
Brasil, Ricardo Salles, Carlos Valencia Villa; Cuba, Rafael Marquese y Tâmis Parrón, entre muchos otros.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 30 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

nios de autos obrados por el gobernador de Carta-


gena Gerónimo Badillo. A través de estos documen-
tos se notificaron y formalizaron las actuaciones en
torno al proceso de negociación entre la provincia de
Cartagena y los palenques de la Sierra de María.
El último capítulo, El Palenque Grande de San Miguel
Arcángel, se centra en las vivencias de la Sierra de
María, la negociación y las capitulaciones con las que
se configura el poblado de San Basilio Magno.
Sin duda alguna el presente trabajo de investiga-
ción ha de constituir un paso sustancial en el proceso
por aportar a las comunidades afrodescendientes
nuevos elementos en su lucha por el pleno reconoci-
miento como pueblo étnico; y por la construcción de
una sociedad en la que el reconocimiento, el respeto y
la valoración positiva de la diferencia sean una cons-
tante y característica fundamental de la sociedad y de
sus instituciones.
Capítulo I
Un balance necesario
El presente balance historiográfico de San Basilio de
Palenque tiene como objetivo identificar las diferen-
tes perspectivas disciplinarias desde las cuales se ha
estudiado esa población.
Es indispensable señalar que son diversas las áreas
y tópicos desde los cuales ha sido abordado San Basi-
lio de Palenque desde las diferentes disciplinas cientí-
ficas y, principalmente, desde la historia, la lingüística
y la antropología, como se evidencia en la Tabla No.
1. A este punto es indispensable reconocer que los
diversos estudios e investigaciones sobre Palenque en
estas materias han contribuido significativamente al
reconocimiento de la comunidad palenquera tanto a
nivel regional y nacional como internacional.
En términos cronológicos, las diferentes disciplinas,
han intervenido sin generar ningún tipo de confluen-
cia, de manera que cuentistas, lingüistas, antropólogos,
licenciados, trabajadores sociales, como se muestra en
el Cuadro No. 1, han entretejido conocimientos, sabe-
res y narraciones sobre San Basilio de Palenque.
El poblado de San Basilio, constituido como pro-
ducto de la concurrencia de varios de los palenques
conformados en la Sierra de María, a saber: San
Miguel Arcángel, Arenal, Limón y la Magdalena, y
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 34 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

en el marco de la negociación que inicialmente lideró


Domingo Angola o Criollo y que posteriormente
lideraría Nicolás de Santa Rossa, quien negoció con
el obispo de la provincia de Cartagena de Indias, Fray
Antonio María Cassiani, italiano de la orden de San
Basilio de España entre finales de 1713 y principios
de 1714. A partir de este momento se configura un
profundo silencio académico de casi dos siglos.
Con el ánimo de simplificar el análisis histórico, ha
sido posible identificar unas tendencias historiográfi-
cas a partir del trabajo monográfico de Historia-cultura
y tradición del grupo muntú10, orientado desde el Instituto
Manuel Zapata Olivella, para el caso de San Basilio
de Palenque, que tiene como matriz teórica común el
interés por investigar lo que fue y es esta comunidad.
Se diferencian notorimente en la forma de abor-
dar las fuentes y específicamente en el método uti-
lizado para adelantar el trabajo, como también en la
concepción del pueblo como sujeto histórico. En ese
sentido hay un conjunto de investigadores que inter-
pretan dialécticamente la relación historia y cultura
articulando el conocimiento con elementos teóricos
logrados en su recorrido académico producto de las
relaciones e inmersión en la comunidad y la pertenen-
cia a ella. Otros le asignan un mayor peso a su bagaje
académico a través de sus años de experiencia inves-
tigativa. Sin embargo, más allá de estas apreciaciones,
es posible agrupar de la siguiente manera lo que ha
sido, hasta el momento, la producción historiográfica,
la tendencia histórica literaria, la tendencia histórica-
socio-cultural y la tendencia histórica política.
10 Instituto Manuel Zapata Olivella es una iniciativa comunitaria autogestionaria de las comunidades
negras afrocaribeñas organizada a través del Proceso de Comunidades Negras, PCN y su Corporación
Regional “Jorge Artel”. La investigación se desarrolla a través del trabajo en grupos o equipos teniendo como
referente “el Muntú” africano, como centro de saber y la memoria ancestral. Se pretende producción colectiva
de saber. Se constituyeron los muntús, para abordar la realidad histórica, social, cultural y ambiental-territorial
de las comunidades Afrocaribeñas. La investigación se asume reconceptualizada, desde la perspectiva de la
participación comunitaria en los procesos investigativos.
Alfonso Cassiani Herrera [ 35 ]

La tendencia histórica
En el campo historiográfico, la producción sobre
San Basilio de Palenque es limitada, (Tabla N° 1), y
está constituida fundamentalmente por los documen-
tos transcritos por Arrázola, y los trabajos de Borrego
Plá y Navarrete. También las indagaciones del pro-
grama de Etnoeducación con el apoyo de Clara Inés
Guerrero, el escrito de Jorge Conde y el suscrito,
como se referencian en la tabla.
A pesar de la injustificada crítica del urbanista Jac-
ques Aprile-Gniset, quien considera a “los palenques
no como hechos históricos, sino como mitos creados
por los historiadores. Como asientos poblacionales
que prosperan con más éxito en los libros que en la
realidad”11, se asegura que la coronación del mito se
materializa en el primer tomo del Manual de Historia
de Colombia, publicado por Colcultura en 1979, en el
que Jorge Palacios Preciado, citando y superando a sus
antecesores, ofrece un mapa de los palenques que se
extiende desde Santa Marta hasta Popayán; o sea, que
abarca a casi todo el país”12. Indudablemente, Aprile-
Gniset, no aprecia el fenómeno de los palenques en
forma integral y mucho menos el del cimarronismo.
Desde la perspectiva de la historia, se abordan los
estudios palenqueros a partir de la fuente archivística,
centrada en el expediente como principal documento
que testimonia el discurrir histórico palenquero y que
da fe del proceso cimarrón durante la postrimería del
siglo XVI y la primera mitad del siglo XVIII, como
principal periodo de auge de los palenques, al menos
para el caso del Caribe continental colombiano. Los
principales documentos utilizado en este tipo de
investigación son indiscutiblemente las cédulas rea-
les, las cartas y en menor grado las visitas y juicios de
11 Aprile-Gniset, Jacques. La ciudad colombiana. Prehispánica, de conquista e indiana. Colcultura, 1990
12 Ibídem.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 36 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

residencia. Se ubican en esta perspectiva metodológica


teórica trabajos como los de Roberto Arrázola, María
del Carmen Borrego Plá, María Cristina Navarrete y
Jorge Conde Calderón.
Tabla 1. Tendencia Histórica

Los estudios que se enmarcan en esta tendencia


han abordado contenidos como el origen y significado
general de los palenques a partir de la gesta cimarrona,
la geografía de los palenques, su organización social,
económica y militar, las distintas incursiones en terri-
torio nativo, la destrucción y restablecimiento del pue-
blo, el proceso de pacto y negociación del que derivó
el reconocimiento como pueblo libre, entre otros.
Se asume, en ese contexto, a San Basilio de Palen-
que como ícono de la resistencia y permanencia de
la heroica acción cimarrona que tal como lo enun-
cia Conde Calderón, se expresa en dos momentos:
primero el correspondiente al antiguo palenque de
San Miguel y segundo, el del poblado de San Basilio
como heredero de la tradición del primero. El palen-
que experimenta una transformación que incluye la
asignación del nombre de la comunidad religiosa a la
que pertenecía el padre Antonio María Cassiani, quien
actuó como mediador por delegación del gobernador
de la ciudad y provincia de Cartagena.
Alfonso Cassiani Herrera [ 37 ]

Las afirmaciones de Fray Pedro Simón, en sus


Noticias historiales de 1626, se constituyen en el primer
abordaje histórico antiguo de la historia de San Basi-
lio de Palenque. Es un cronista que temporalmente
se refiere al alzamiento de Biohó, y se limita a infor-
mar que “Domingo Biohó y otros pocos esclavos de
propiedad de Juan Gómez, hastiados de los malos
tratamientos de éste, huyeron al “arcabuco y ciénagas
de Matuna” en compañía de otros esclavos de Juan
de Palacios”13.
Los primeros historiadores contemporáneos que
abordan el tema de San Basilio de Palenque lo hacen
fundamentados en la versión literaria del Dr. Arcos
que corresponde a una leyenda cartagenera. Esta
versión fue tomada inicialmente por Escalante, sin
rigurosidad, plagada de conjeturas. Es la misma ver-
sión que retoma Montes (1962)14 y Jaramillo Uribe,
(1968)15 quien cita a Escalante y sin bases históricas,
asume tales planteamientos y amplía la cobertura
geográfica de los palenques a toda la Nueva Granada,
y los extiende a todo el período colonial. Igualmente
en 1971 sucede con Tirado Mejía, quien en su intro-
ducción a la Historia económica de Colombia, cita a Esca-
lante y a Jaramillo. También cae en la generalización,
ya que universaliza las insurrecciones cimarronas a
todo el país, pero solo muestra un ejemplo de éstas.
Sigue esta senda Richard Price (1973)16.
Transcurrieron dieciocho años, desde Escalante,
para que aparecieran las transcripciones hechas por
Roberto Arrázola en 1970, las cuales contienen una
13 SIMÓN, Fray Pedro, Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales, 5
tomos, Bogotá, Imprenta Medardo. Rivas, 1882. Pág. 219
14 MONTES, José. “Sobre el habla de San Basilio de Palenque (Bolívar, Colombia)” Thesauros. (17):
1962. 446 - 450. Instituto Caro y Cuervo.
15 JAIME Jaramillo Uribe, Ensayos sobre historia social colombiana, Bogotá, Universidad Nacional de
Colombia, 1968, 269 págs.
16 PRICE, Richard (ed.), Maroon Societies: Rebel Slave Communities in the Americas, Garden City, New
York, Anchor Books, 1973. Págs. 74 - 81
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 38 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

serie de documentos de archivo sobre San Basilio de


Palenque, publicada bajo el título de Palenque, primer
pueblo libre de América. En este texto, Arrázola trans-
cribe en forma literal un valioso paquete documen-
tal del Archivo de Indias sobre el cimarronismo en
el siglo XVII, los palenques de los Montes de María
y Benkos Biohó. Arrázola, presenta los documen-
tos en cierto orden cronológico e intenta describir
la génesis, sin sustentar ni argumentar su contenido.
Sin embargo, como lo señala María Navarrete, “el
gran valor de esta obra es haber puesto a disposición
de los investigadores la transcripción de una serie
de documentos cuya consulta, en otras circunstan-
cias, hubiera sido imposible por las dificultades que
implica un viaje a Europa para consultar el archivo de
Sevilla, España”17.
Borrego Plá, en 1973, ofrece una primera versión
de la historia del cimarronismo en los Montes de
María en su trabajo Palenques de negros en Cartagena de
Indias a fines del siglo XVII. Borrego Plá se aparta de
las preocupaciones de quienes la habían antecedido y
centra su interés en las guerras de los cimarrones con
la gobernación de Cartagena de Indias. Comienza
a dar cuenta de los antecedentes de la creación del
poblado de San Basilio, por fuera de la figura de
Benkos con base en fuentes documentales. Describe
la dinámica de la confrontación, guerra, persecución
e intentos de recaptura de los cimarrones y palenques
en los contornos de la provincia de Cartagena.
Transcurrió un tiempo significativo, hasta la
década de los 90, para conocer una nueva dinámica
de un revelador interés por las diferentes disciplinas
en San Basilio de Palenque, así como de la apropia-
ción de la comunidad palenquera de su importancia
17 María Cristina Navarrete P. San Basilio de Palenque: Memoria y Tradición. Surgimiento y avatares
de las gestas cimarronas en el Caribe colombiano. Colección Libros de Investigación. Programa editorial
Universidad del Valle. Cali. 2008. Pág. 23
Alfonso Cassiani Herrera [ 39 ]

histórica. Además de organizada, tiene sus propios


científicos dedicados a la investigación social desde la
historia, la lingüística, la antropología, entre otras. En
este periodo se desarrolla con auge, el programa de
etnoeducación de Palenque, que se fundamentó en
una línea sociocultural, apoyada por Friedeman, una
línea lingüística, apoyada por Patiño Rosseli, y una
línea histórica, apoyada por la Universidad Javeriana y
en particular por Clara Inés Guerrero, quien en 1998,
presentó su tesis doctoral, “Palenque de San Basilio:
una propuesta de interpretación histórica”18. Gue-
rrero recoge la experiencia que en materia educativa
se desarrolló en el marco del programa de etnoedu-
cación de Palenque. Fundamentó el método de inda-
gación y consulta a la memoria colectiva y centra su
interés en destacar la figura de Benkos Biohó, como
organizador de palenques y de las formas de resisten-
cias militar y política. Da cuenta de la presencia de
mujeres indias y blancas en los palenques así como la
intervención de los sacerdotes Baltasar de la Fuente y
Miguel del Toro, para lograr una tregua de paz entre
la provincia de Cartagena y los cimarrones.
En 1997, Jorge Conde Calderón, publica un artí-
culo producto de su trabajo de tesis de maestría, titu-
lado “Espacio, sociedad y conflicto en la provincia
de Cartagena 1740~1815”19. Conde se fundamenta
en los escritos de Arrázola y aborda la destrucción de
los palenques de las sierras del Luruaco y de María,
así como el reconocimiento de libertad al Palenque
de San Miguel Arcángel, producto de la intermedia-
ción del obispo Cassiani.
En este escenario, emerge una de las investigacio-
nes más serias y rigurosas en torno a los cimarrones
18 Clara Inés Guerrero G. Palenque de San Basilio: una propuesta de interpretación histórica. Tesis
doctoral. Universidad de Alcalá de Henares. 1998.
19 Jorge Conde Calderón, “Espacio, sociedad y conflicto en la provincia de Cartagena 1740 ~ 1815”
Universidad Nacional. Barranquilla. 1994. Tesis de Maestría.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 40 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

y palenques de los Montes de María y de San Basilio


de Palenque, realizada por María Cristina Navarrete
Peláez.
Entre 1995 y 2009, Navarrete publica un acervo
de producción historiográfica sobre los palenques de
los Montes de María y el cimarronismo en la Pro-
vincia de Cartagena. Inicialmente con Historia social
del negro en la Colonia. Cartagena Siglo XVII (1995). En
ese mismo año apareció Prácticas religiosas de los negros
en la Colonia, Cartagena Siglo XVII, ambos publicados
por la Editorial de la Universidad del Valle. Además
produjo varios artículos posteriores: “Cimarrones y
palenques en las provincias al norte del Nuevo Reino
de Granada, siglo XVII”20 (2001), “Los palenques,
reductos libertarios en la sociedad colonial”21 (2009)
y “Por haber todos concebido ser general la libertad
para los de su color”22 (2009). Sin embargo, el más
completo de todos, referido a la génesis del poblado
de San Basilio, surge en el 2008, San Basilio de Palen-
que: memoria y tradición. Surgimiento y avatares de las gestas
cimarronas en el Caribe colombiano.23
En “cimarrones y palenques en las provincias al
norte del Nuevo Reino de Granada, siglo XVII”, se
ofrece una visión general de los palenques, la pre-
sencia de los cimarrones, se adentra en el análisis del
fenómeno para el norte del Nuevo Reino y las gue-
rras en contra de los mismos a finales del siglo XVII.
Además de ello, Navarrete exploró uno de los vacíos
más persistentes en la valoración de la vida y socie-
dad en los palenques del Caribe colombiano.
20 María Cristina. Navarrete P. Cimarrones y palenques en las provincias al norte del Nuevo Reino de Gra-
nada, siglo XVII. Revista Fronteras de la Historia No. 006. Ministerio de Cultura. Bogotá. 2001. Págs. 97 – 122.
21 María Cristina Navarrete P. Los palenques, reductos libertarios en la sociedad colonial en Centro Virtual
Isaacs. http://dintev.univalle.edu.co/cvisaacs. Potenciado por Joomla! Generado: 8 January, 2009, 14:30
22 María Cristina Navarrete P. “Por haber todos concebido ser general la libertad para los de su color” en
Centro Virtual Isaacs. http://dintev.univalle.edu.co/cvisaacs. Potenciado por Joomla! Generado: 8 January,
2009, 14:33
23 María Cristina Navarrete P. San Basilio de Palenque Memoria y Tradición. Surgimiento y avatares de las
gestas cimarronas en el Caribe colombiano. Universidad del Valle 2008
Alfonso Cassiani Herrera [ 41 ]

En sus estudios, Navarrete ofrece un recorrido


historiográfico que incluye parte de los casos del
norte de la provincia del Nuevo Reino de Granada en
el siglo XVII, y nos sitúa en un contexto más amplio:
en la América colonial; para ello, anexa ejemplos
referentes a otras provincias.
En términos generales, como lo señala Meléndez,
el trabajo deNavarrete, “responde a la dinámica de una
historiografía afroamericana urgida de saber y explicar
las trayectorias de la dominación esclavista y las his-
torias de resistencia mediante las cuales la población
africana se asentó en las sociedades americanas, una
historiografía preocupada por la reconstrucción y des-
mitificación de la historia de la esclavitud en América
Latina y el Caribe”24.
En su trabajo, Navarrete señala como propósito,
“reconstruir la historia de San Basilio de Palenque
como un homenaje a los antiguos cimarrones que
tuvieron la capacidad de escapar de la vida en escla-
vitud. Sostuvieron su palenque por casi un siglo, a
pesar de las ingentes vicisitudes y de las guerras que
contra ellos se emprendieron. Este homenaje fue
oportuno en un momento cuando el poblado ha sido
seleccionado por la Unesco como Obra Maestra del
Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad”25.
Navarrete presenta una de las narraciones históricas
más completas sobre Palenque. Permite recorrer los
diferentes momentos y escenarios para evidenciar a los
protagonistas del proceso de emergencia del poblado
de San Basilio de Palenque a partir de la confluencia
de los diversos palenques de los Montes de María en el
siglo XVII. También resalta la negociación de los habi-
tantes del Palenque San Miguel Arcángel con el obispo
24 Meléndez, Fabiola. Reseña de “Cimarrones y palenques en el siglo XVII de María Cristina Navarrete”
Revista Mexicana del Caribe. Año/vol. VIII, numero 015. Universidad de Quintana Roo. Chetumal pág.232 - 324
25 En Libro Impreso: ttp://www.lalibreriadelau.com/lu/product_info.php/manufacturers_id/54/products_id/24-01-12
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 42 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

de la Provincia de Cartagena de Indias, Fray Antonio


María Cassiani. Sin embargo, el mérito de María Nava-
rrete consiste en llenar el vacío que sus antecesores
habían dejado, relacionado con el origen de San Basi-
lio de Palenque; y se adentra en las formas de relación
social y los sistemas de supervivencia económica en
los palenques.
En el balance historiográfico es evidente que el
interés y la producción en torno al cimarronismo y los
palenques han venido en aumento, y muy particular-
mente en lo relacionado con San Basilio de Palenque
y su génesis. Sin embargo, se destaca que todavía per-
sisten vacíos en torno a varios aspectos, tales como la
indagación de la vida y la relación de los pobladores de
San Basilio Magno con los palenques vecinos con pos-
terioridad al acuerdo. Además sobre los pormenores
de su inserción como poblado libre en la Colonia, sus
formas vida y sociedad, cuyos detalles siguen siendo
parte de los retos que tienen, los historiadores que han
trabajado y continúan enamorados del tema, así como
también –y principalmente- de la segunda generación
de historiadores palenqueros26.

La tendencia socio-cultural
Esta tendencia amplía el horizonte de análisis res-
pecto a los lazos indisolubles existentes entre historia
y cultura, al acuñar la tesis de que el proceso histórico
palenquero descansa sobre la trilogía de libertad-terri-
torio e identidad. Por libertad se entiende el ejercicio
libre de la cultura, con lo que ésta representa en el
ámbito espiritual, material y axiológico. El territorio
recoge también tres aspectos básicos como la tierra
26 Al hablar de las generaciones de historiadores palenqueros, hago referencia a que podríamos considerar,
a los historiadores formados profesionalmente en el marco del proceso de etnoeducacion, como una primera
generación, a saber, Rubén Darío Hernández Cassiani, Luis Gerardo Martínez Miranda y el suscrito, quienes
entre otros aspectos fueron formados en universidades del interior del país, producto de la gestión comunitaria,
esta generación se encuentra complementada actualmente con la emergencia de un nuevo grupo, la segunda
generación, de mas de ocho historiadores formados en universidades del Caribe colombiano.
Alfonso Cassiani Herrera [ 43 ]

y la territorialidad, el ecosistema y la cultura como


producto del quehacer de la comunidad; constituye el
hábitat o espacio natural donde la cultura se expresa
libremente. Se inspira en la cosmogonía palenquera,
como soporte principal de los referentes identitarios
del pueblo como sujeto de su dinámica histórica.
En consonancia con estas ideas, la tendencia
socio-cultural asume la cultura palenquera como un
todo que se manifiesta en las distintas esferas del
mundo y de la vida de esta población, que no separa
lo sagrado de lo profano, lo material de lo inmaterial,
y tiene en cuenta diversos momentos de una concep-
ción circular o cíclica del tiempo. En esta tendencia
identificamos los trabajos de antropólogos y antro-
pólogas (Tabla No. 2), además de algunas historiado-
ras cuyos trabajos han alimentado la perspectiva aquí
planteada, como los ya mencionados textos de Gue-
rrero, y de Navarrete. En esa misma lógica aportan
los trabajos de los antropólogos Eduardo Restrepo,
Mauricio Pardo27 y Gloria Triana que interpretan el
significado histórico de la declaratoria por parte de la
Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Inmate-
rial de la Humanidad.
Quienes se ubican en esta tendencia consideran que
el pueblo palenquero y las colectividades afrocolombia-
nas en general, son el resultado de un proceso histórico-
cultural que se inicia con la captura, secuestro y traslado
de mujeres y hombres africanos traídos en calidad de
esclavos al Nuevo Mundo. Este hecho se convierte en
uno de los más oprobiosos en la historia de la huma-
nidad. Hay que destacar que los africanos y africanas
nunca aceptaron su condición de esclavizados; esto lo
manifestaron en diversas regiones a través de diferentes
27 Restrepo, Eduardo y Pérez Palomino, Jesús N. 2005. (Art) San Basilio de Palenque: Caracterizaciones
y riesgos del patrimonio Inmaterial. En: Jangwa Pana, Revista de Antropología. Universidad Magdalena,
Fondo Editorial. Santa Marta. Noviembre.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 44 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

hechos, como el aborto de sus hijos, para evitar que


sufrieran el mismo destino de ellos, el suicidio, el ataque
a los esclavistas; y la más importante de toda la organi-
zación y huida hacia territorios inexpugnables lejos del
asedio español en donde se instalaron definitivamente
en palenques después de cruentas batallas con el ejér-
cito español.
Tabla 2: Tendencia socio-cultural

Todo este proceso permitió al mismo tiempo que


se fueran construyendo elementos trascendentales
de un sistema socio-cultural que le permitiría a estos
pueblos resistir, mantenerse y vivir su cotidianidad
con dignidad en tanto que les permitiría afrontar con
entereza las adversidades que le ofrecía su entorno.
En este sentido, a partir de la hibridación cultural
resultante del choque cultural generado entre africa-
nos, europeos e indígenas se fueron construyendo
diversos sistemas socioculturales afrocolombianos.
Para el caso de Palenque, los distintos textos escritos
y audiovisuales lo analizan y describen de la siguiente
manera:
Escalante tiene el mérito de haber identificado a
San Basilio de Palenque como temática académica,
en su monografía de Palenque (1952). Escalante
retoma las afirmaciones del Dr. Arcos. Treinta y
nueve años después de la publicación de las leyendas
del Dr. Arcos, por algún error de lectura o transcrip-
ción, Escalante presenta a Orika como hermana de
Alfonso Cassiani Herrera [ 45 ]

Benkos y no como hija, como originalmente aparece


en las leyendas del Dr. Arcos. Escalante, transforma
las leyendas del Dr. Arcos, en narraciones históricas,
convirtiéndolas en los primeros datos para la historia
de Palenque.
Los estudios encabezados por Escalante y Frie-
derman, testimonian la existencia de formas organi-
zativas propias vinculadas a las actividades socio-cul-
turales de la comunidad, por ejemplo los kuagros,28
de una profunda cosmogonía asociada a lo sagrado y
lo profano, a lo material e inmaterial, que se evidencia
en el lumbalú, de una vida regida por la musicalidad.
Así mismo resaltan el rol libertario de la mujer palen-
quera y el saber gastronómico de la comunidad en
especial a través de los dulces palenqueros.
En ese contexto, surgen los escritos de Friede-
mann, entre 1979 y 1983. El segundo, y en compa-
ñía del comunicador y fotógrafo Richard Cross, Ma
Ngombe. Guerreros y ganaderos en Palenque, 1979 publi-
cado por Carlos Valencia Editores. También escribió
junto con Patiño Roselli sobre la lengua palenquera e
individualmente “Negros, esclavos y palenques: his-
toria de la esclavitud” publicado en la revista Solidari-
dad, aportes cristianos para la liberación, 1979.
En esta fecunda e inicial etapa del trabajo, Friede-
mann se centra en la importancia de la lengua palen-
quera, a partir de los trabajos de Patiño Rosselli y de Del
Castillo Mathieu y en el tema de la sociedad palenquera,
fundamentada en los escritos de Aquiles Escalante.
A finales de la década de los ochenta, tiene lugar el
inicio de los que sería el programa de etnoeducación
28 Los kuagros son grupos de personas de edades contemporáneas y cuyos orígenes están asociados a
las situaciones de conflictos que tuvieron que asumir los palenques en el pasado. Existían diferentes kuagros
tales como él militar que se dedicaba a las estrategias militares, armamentos etc., el socioeconómico que se
dedicaba a los cultivos y cría de animales para garantizar la alimentación del poblado. Hoy el kuagro sigue
existiendo en palenque como grupo de personas dedicadas a actividades de solidaridad entre sus miembros.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 46 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

de Palenque. Se siembra, así, el germen que fecunda-


ría la propuesta de Palenque como Obra Maestra del
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, declarado
por la Unesco en 2005. Esta propuesta se realiza con
el acompañamiento del Antropólogo Eduardo Res-
trepo, delegado por el Instituto Nacional de Antro-
pología e Historia (ICANH).
A partir de la producción de este programa se
rescata y potencializa la valoración de las prácticas,
tradiciones y costumbres ancestrales propias de la
comunidad palenquera. De esta manera, San Basilio
de Palenque irrumpe en los escenarios urbanos y en
las universidades alcanzando un auge en los temas
de tesis universitarias. En forma paralela, los jóvenes
palenqueros incursionan en las carreras de Ciencias
Humanas y Sociales en los programas de Historia,
Antropología y Lingüística.

La tendencia lingüística
Uno de los escenarios más significativos y desa-
rrollado frente al del plano histórico, es el lingüístico,
máxime si tenemos en cuenta la importancia de la
lengua palenquera como elemento que cohesiona la
comunidad y fortalece la identidad de esta. Pese a no
ser el eje del presente balance, dados sus aportes para
alimentar la comprensión de los procesos históricos,
nos permitimos hacer una serie de breves y puntuales
anotaciones referentes a lo que ha sido el abordaje
disciplinar desde la lingüística (Tabla No. 3).
Alfonso Cassiani Herrera [ 47 ]

Tabla 3: Tendencia lingüística

El interés académico por Palenque dio origen a


una corriente antropológica lingüística en la que se
destaca la investigación pionera de Aquiles Escalante
(1954), la cual describe rasgos específicos de la cul-
tura palenquera: organización política, social, econó-
mica, prácticas religiosas y lingüísticas. En esta última
temática, el profesor Escalante ratificó la existencia
de dos códigos lingüísticos en San Basilio de Palen-
que: español y lengua palenquera.
Posteriormente, aparece el primer trabajo sobre
la lengua palenquera realizado por el lingüista Car-
los Patiño Roselli, con el apoyo de Nina S. de Frie-
demann: Notas sobre el léxico palenquero de origen Bantú.
Estudios lingüísticos hispánicos, afro hispánicos y criollos
publicado en 1978 por Editorial Gredos. En 1983,
Patiño también describe, en otro trabajo, las carac-
terísticas estructurales de la lengua palenquera. En él
analiza el sistema fonológico de la lengua palenquera,
la estructura morfológica, la negación, las caracterís-
ticas sintácticas de las oraciones simples, entre otras
características estructurales. Los resultados de esta
investigación fueron de vital importancia, ya que
confirmaron que la lengua palenquera es una lengua
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 48 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

criolla y, por tanto, no era una variedad geográfica


del español, sino una lengua independiente de éste.
Actualmente, podemos reafirmar que el palenquero
tiene una estructura fonológica, morfológica y sin-
táctica diferenciada del español. Las investigaciones
desarrolladas han centrado sus intereses en propósi-
tos variados que se pueden clasificar en tres tenden-
cias de investigación:29
1.- Los estudios de criollística que han intentado
identificar los factores incidentes en el origen y for-
mación de la lengua palenquera, las conexiones con
lenguas africanas y las relaciones con otras lenguas
criollas existentes en el Caribe.
2.- Una tendencia de estos estudios es la línea sobre
lenguas en contacto que constituye la criollística, un
campo que tiene como objeto de investigación los
pidgin y las lenguas criollas existentes en el mundo.
Como los ejes de análisis se abordan la génesis, la
historia y la gramática; también los estudios compa-
rativos entre criollos y la realidad sociolingüística de
éstos, entre otros intereses.
3.- Los estudios descriptivos de la gramática, que
analizan el sistema fonológico, el nivel morfosintác-
tico, el léxico y el semántico del palenquero.
Las gramáticas de las lenguas tienen como tarea
central la descripción de éstas en relación con princi-
pios, normas y particularidades internas, atendiendo
principalmente a la descripción de los niveles foné-
ticos, morfosintácticos y léxico semánticos. Muchas
veces incluye el componente pragmático para tal
caracterización. Existen gramáticas para la mayor
parte de lenguas existentes en el mundo, y estudios
29 La información acerca de la estructura lingüística de la lengua palenquera es tomado de: Pérez
Juana Pabla (QEPD). El criollo de Palenque de San Basilio: una visión estructural de su lengua. Ediciones
Universidad de los Andes, Bogotá 2004.
Alfonso Cassiani Herrera [ 49 ]

gramaticales interesados en tipologías especiales de


lenguas, como es el caso de las criollas.
Con respecto a las gramáticas se indica que es en
este nivel estructural en donde los criollos advierten
mayores distancias con respecto a las lenguas euro-
peas, sobre todo por su simplicidad y economía sin-
táctica, léxica, fonética y morfológica.
4.- Las investigaciones sociolingüísticas, que se han
centrado en los fenómenos de bilingüismo, diglosia,
alternancia y transferencia entre la lengua palenquera
y el español, así como en la relación entre la lengua y
la cultura.
En este sentido son los trabajos de Friedeman con
Del Castillo. El léxico negro Africano en San Basilio de
Palenque, 1982, publicado en la serie Thesaurus y el
de Lengua y sociedad en el Palenque de San Basilio, 1983,
publicados por el Instituto Caro y Cuervo.
Una de las ramas en los estudios de la lingüística,
que ha despertado significativa atención para los ana-
listas de la lengua, es el de la sociolingüística. Los
intereses de esta subdisciplina de acuerdo con Silva-
Corvalán (2001), corresponden al “estudio de aque-
llos fenómenos lingüísticos que tiene relación con
factores de tipo social”. Richards et al. (1997) señalan
que este campo interdisciplinario se encarga del “[…]
estudio del lenguaje en relación con factores sociales,
como la clase social, el nivel y el tipo de educación, la
edad, el sexo, el origen étnico, etc.”30
Estos análisis han producido como resultado
información importante sobre la lengua de Palen-
que, particularmente útil para dinamizar los procesos
educativos y el fortalecimiento de la identidad de la
comunidad palenquera. Con ello, se identificó y cons-
30 Referencias obtenidas en el Seminario de sociolingüística. Orientado por el profesor Andrés Vásquez.
Enero-Febrero 2008, en el cual cita a Richards, Jack C.; Plat, John y Plat, Heidi. Diccionario de Lingx. Aplicada
y enseñanza de lenguas, Barcelona, Ariel, 1997.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 50 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

truyó el léxico de la lengua palenquera, con el fin de


diseñar y poner en práctica la primera cartilla para la
enseñanza de la lengua palenquera en la Institución
Educativa de la comunidad. Esto es parte de la estra-
tegia para el fortalecimiento y rescate de la lengua
palenquera que comienza a ser el principal símbolo
para las y los palenqueros.
Paralelo a lo anterior, se posesionó la tradición
oral como la fuente principal para construir la narra-
tiva histórica de Palenque, y se inició un proceso a
fin de generar cohesión social y fortalecer la identi-
dad étnica, histórica y cultural de la comunidad. La
figura de Benkos Biohó, se constituyó en el motor de
una narrativa que centra la historia de San Basilio de
Palenque en torno a la historia de Benkos Biohó. En
algunos casos con un grado significativo de idealiza-
ción novelesca, que permitió tergiversar la historia de
Benkos y la historia de Palenque. Dejó de lado aspec-
tos reveladores de la lucha de las y los cimarrones de
los Montes de María, que individual y colectivamente
hicieron posible la constitución de Palenque.

La tendencia literaria
Esta tendencia adquiere una dinámica entre la
postrimería de la década de los noventa y los inicios
del nuevo siglo. Esta tendencia se inspira en los ras-
gos mitológicos e imaginarios que recrean el proceso
histórico palenquero a partir de personajes como
Benkos Biohó, rey fundador de la gesta libertaria y
principal símbolo del aporte de las culturas africanas a
la formación de las sociedades libertarias cimarronas.
En estos horizontes, desde la óptica de valoración del
aporte del mito y la superación de las fronteras que lo
distancian de lo histórico, se ubican las contribucio-
nes de los escritos que cuentan el papel de la heroína
Alfonso Cassiani Herrera [ 51 ]

Catalina Luango de Angola y de María Lucrecia en la


formación del tejido social palenquero con base en
las raíces africanas cosmogónicas que posee. (Tabla 4)
Tabla 4: Tendencia Literaria

Sin embargo, desde 1913, cuando Camilo Delgado,


bajo el seudónimo del Dr. Arcos, publica su texto
Historias, leyendas y tradiciones de Cartagena, publicado
por la Academia de Historia de Cartagena31, se inicia
la construcción literaria de San Basilio de Palenque,
fundamentada en leyendas de Cartagena pese a que
existía memoria histórica en la gente de San Basilio y
de Cartagena, que no fueron tenidas en cuenta, sino
hasta la década de 1990.
Entre sus leyendas, el Dr. Arcos, recrea una que
se intitula “El rey del arcabuco” sobre el origen de
Palenque. La leyenda del Dr. Arcos es aquella de que
“en 1600 un rey africano y su familia, habiendo sido
secuestrados en un lugar de África, llegaron en la trata
de esclavos a Cartagena de Indias y fueron a parar
primero en la propiedad del comerciante Juan de
Palacios y luego en la del capitán Alonso de Campos,
quien estaba al servicio del gobernador don Geró-
nimo de Suazo y Casasola. El rey Domingo Biohó o
Benkos-Biohó y su esposa la reina Wiwa tenían no
solamente un hijo heredero llamado Sando-Biohó,
sino también una hija princesa de dieciocho años de
31 Las Leyendas e historias del Dr. Arcos aparecieron primero por entregas en el periódico El Porvenir,
de Cartagena y luego se juntaron para su publicación en tres volúmenes. El trabajo fue el resultado de una
recolección de la tradición oral entre adultos mayores de Cartagena que en 1912, eran de avanzada edad, que
tenían 93 años, como don José Martínez de Aparicio o Nicolása Miranda, quien ya llegaba a los 114 años, o el
general Pedro Martínez P., quien un año más tarde, en 1913, moría a los 96 años.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 52 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

nombre Orika”32. 
Las narraciones del Dr. Arcos, como el conjunto
de las narraciones de la época, fueron realizadas por
personas a quienes se les consideraba “blancas”.
Estas se tomaron la libertad de hablar acerca de
quienes consideraban “negros”. Para ellos “la bella
princesa negra Orika, de regia estirpe y piel de aza-
bache, se enamora perdidamente del hijo de su amo,
el capitán Alonso de Campos. Don Francisco de
Campos exhibía como su padre, los méritos de los
caballeros del siglo XVII: era blanco y había luchado
“pacificando indios” a punta de espada en el Nuevo
Reino de Granada”. Según la leyenda, “los ojos de la
princesa Orika languidecieron de amor, sus labios se
tornaron tristes y su sed de amor por el joven mili-
tar la hubiera conducido a la tumba, a menos que su
padre el rey Benkos-Biohó no la hubiera retirado de
la casa de sus amos llevando a cabo un movimiento
de alzamiento rebelde contra la esclavitud”33. El Dr.
Arcos, al presentar como leyenda sus narraciones, no
somete la información oral a ningún tipo de análisis
o proceso que dé cuenta de la mínima rigurosidad
académica.
El Dr. Arcos introduce así el ambiente romántico
de Cartagena a comienzos del siglo XX en la racista
sociedad del siglo XVI, vadeando de esta forma la
realidad racial de la época. Por tanto “El rey Benkos
Biohó –continúa el Dr. Arcos- no solamente se fugó
de Cartagena, en un acto de rebeldía hacia la esclavi-
tud, sino que llevó consigo su mujer, sus hijos y un
grupo de fugitivos negros que consiguieron arcabuces
y flechas; y en su huida no solo asaltaron haciendas y
32 Delgado Camilo (Dr. Arcos) 1913. Historias, Leyendas y Tradiciones de Cartagena. Academia de
Historia de Cartagena. Cartagena. Págs. 89 - 100
33 Ibídem
Alfonso Cassiani Herrera [ 53 ]

robaron a los caminantes”, sino también se opusie-


ron al supuesto “romance” de Orika con Francisco de
Campos.
En esta tendencia se identifican los escritos de
Antonio Prada Fortul y su texto sobre Benkos Biohó,
y las Arenas de Eleguá; los ensayos de Germán Espi-
nosa y los trabajos recientes del equipo de investiga-
ción Muntú, como herederos de una serie de ensayos
escritos desde el proceso de comunidades negras y el
programa de etnoeducación. Así, con la pluma lite-
raria de los principales exponentes de esta tendencia
se recrea el origen y procedencia de Benkos Biohó,
como rey del Arcabuco. De acuerdo con los plantea-
mientos de Fals Borda, en su texto Historia doble de
la Costa, el proceso de formación de palenques fue
iluminado por las deidades africanas y el papel de
Benkos era de conductor y timonel de la gesta liber-
taria palenquera. La presencia imborrable de Benkos
Biohó en la mentalidad y personalidad palenquera,
se entreteje con la función guía y orientadora que
desempeñan personajes mitológicos como Catalina
Luango y María Lucrecia. Estas recogen la concep-
ción de vida y cosmogonía palenqueras asociadas a
los tres mundos o tres vidas, por las cuales atraviesa
la comunidad y los hombres y mujeres que la integran
y que soportan la lógica de su pensamiento como
articulación de lo mágico, lo religioso y lo real, y el
carácter inseparable de lo sagrado y lo profano.
En correspondencia con lo anterior, este mito
explica las relaciones existente entre lo real y el más
allá, “los vínculos entre el mundo de los muertos y
el mundo de los vivos, en donde los primeros nunca
dejan de estar vivos, porque siempre están en el espí-
ritu de su gente; por consiguiente, Catalina Luango
desde el espacio de los umbrales es la guía que lleva a
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 54 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

las ánimas a la muerte”34. En otras palabras, los ensa-


yos y capítulos de diversos textos que tratan el tema,
coinciden en afirmar que el mito es el reflejo de un
palenquero inverso donde se expresa lo que no debe
ser el comportamiento de la mujer palenquera, es
decir, ofrece parámetros de lo bueno y lo malo para
esta población.

34 GUERRERO, Clara Inés, Mi Libertad Crece con la Tuya. Informe para el M.E.N. Mayo /93 Informe para
el M.E.N. Mayo 1993.
Capítulo II
Benkos Biohó

Abordar el proceso histórico que condujo a la mate-


rialización de la libertad en San Basilio de Palenque
implica adentrarse en cada uno de los aspectos que
lo constituyen, la génesis de las luchas cimarronas, y
las múltiples versiones que sobre sus personajes se
han entretejido desde diversos escenarios, que en su
gran mayoría corresponden a la tendencia literaria y,
en otros casos, se presentan como narraciones histó-
ricas. Desde el presente capítulo35 se resaltan algunas
35 El presente capítulo está basado en el texto de la ponencia “San Basilio de Palenque: historia de la
resistencia 1599 – 1713”, presentada en la VI Cátedra de Historia Ernesto Restrepo Tirado 2001. “Desde la
marginalidad a la Construcción de la nación: 150 años de Abolición de la Esclavitud en Colombia”, presentada
en Bogotá entre el 28 y el 30 de noviembre de 2001.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 58 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

de las versiones que se han socializado sobre Benkos


Biohó, llamando la atención sobre la forma como
se ha tergiversado, máxime si tenemos en cuenta las
complicaciones generadas en torno a las leyendas del
Dr. Arcos.
Benkos Biohó, o Domingo Biohó, es uno de los
personajes sobresalientes y significativos de las luchas
libertarias del cimarronismo y en torno a quien se
han construido imaginarios que, en su mayoría, no
contribuyen a enaltecer su memoria y menos al reco-
nocimiento de su legado. Son diversas las alusiones
que se hacen a Benkos desde los escenarios litera-
rios. Se trata de resaltar tres tipos de tendencias en el
marco de las cuales se ha valorado e incluso negado
la presencia y aportes de Benkos en la construcción
de la nación. Una primera tendencia corresponde a
las anotaciones puntuales, de la figura del líder cima-
rrón. La segunda la constituyen presentaciones con
pretensiones históricas y que más que al líder resaltan
las dinámicas de resistencia y los palenques, y la ter-
cera corresponde a las construcciones que hablan del
súper héroe, y pretenden representar al súper hom-
bre.

Tendencias de representación de Benkos Biohó


Al señalar la primera tendencia, correspondiente a
las anotaciones puntuales, de la figura del líder cima-
rrón, la encontramos en la Agencia Noticiosa Nueva
Colombia (Anncol) en un reportaje de página y media
de Arlés Herrera Calarcá, titulado “Benkos Biohó: un
paradigma”36. En una entrevista, Meregildo, quien se
presenta como un zapatero remendón chocoano que
dice tener 80 años, cuenta del orgullo que “siente de
sus antepasados de los palenques y de la opinión de
36 Benkos Biohó, un paradigma. HTTP://www.anncil.org/es/site/doc.php?id=1695 8 de agosto de 2007
Alfonso Cassiani Herrera [ 59 ]

algunos que hablan de racismo porque los negros no


pueden llegar a ser obispos ni generales”37. El viejo
evoca a Yemayá, “bella diosa de las aguas y del amor,
a Benkos Biohó, héroe de los negros y de todos los
humillados, ahorcado por orden de García Girón
el 16 de Marzo de 1621 como castigo a su ímpetu
libertario”38.
Con el reconocimiento de San Basilio de Palenque
como Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial de
la Humanidad, el periodista Apolinar Diaz-Callejas
de El Universal publicó un artículo titulado: “Palen-
que obra maestra del patrimonio de la humanidad”39.
En él afirma: “Así acaba de ser reconocido el anti-
guo enclave de negros de la colonia española de San
Basilio de Palenque por la Unesco. A pesar de que
hay muy importantes libros sobre el caso especial
de la cultura, raza y gobiernos del antiguo poblado
de esclavos, los colombianos no han recibido una
adecuada información histórica sobre el caso, único
en América Latina, de un grupo de negros traídos
de África que no soportó la esclavitud y se sublevó
desde su llegada a Cartagena. Su lucha fue tan heroica
que pese a la captura y asesinato de su jefe Benkos
Biohó, también llamado por los españoles Domingo
Biohó, el poder imperial español le reconoció a los
palenques de la Matuna y de los Montes de María que
él dirigió, una autonomía local para su autogobierno
que convirtió a Palenque en el primer pueblo libre
de América, como señala el historiador cartagenero
Roberto Arrázola Caicedo, por acuerdo firmado
entre el poder imperial español y los esclavos negros
de Palenque el 18 de julio de 1605”40.
37 Ibídem, p. 1
38 Ibídem, p. 2
39 El Universal de Sincelejo 2005-11-24 http://www.apolinardiaz.org/vercolumna.php?id columna=306&id_
tema= 30 de agosto de 2007
40 Ibídem
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 60 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

En la reseña histórica del municipio de Arenal41,


en el Sur de Bolívar, se recoge que, según la tradición,
el poblado fue organizado por Catalina de Ochoa a
mediados del siglo XIX, en condición de adminis-
tradora de los títulos de propiedad de esos territo-
rios pertenecientes a la Marquesa de Torrehoyos y
en su conformación fue decisiva la participación de
los negros cimarrones, seguidores de Benkos Biohó,
quienes habían desertado de las minas de oro de la
región, explotadas por el español Armando Díaz.
En el mismo texto hay una en pie de página en la
que se inscribe que “Benkos Biohó, según algunos
historiadores, lo consideran un príncipe zulú que fue
apresado en el África. Por el contrario otros investi-
gadores, que no ponen en duda su existencia, dicen
que no era príncipe, sino tan solo un negro más de
los muchos negros bembones que fueron esclaviza-
dos en tiempos de la Colonia. Benkos murió ahor-
cado en la Plaza de la Factoría en 1621, por orden del
Gobernador de la Provincia de Cartagena”42.
Por su parte el Rincón del Vago señala: “… desde
el siglo XVI, desde el mismo momento en que empe-
zaron a desembarcar africanos esclavizados, comenzó
la resistencia. Así lo registran los cronistas al reseñar
el levantamiento del palenque de la Ramada, en Santa
Marta, en 1529, y en lo sucesivo por toda la Nueva
Granada, siendo el más notorio el de La Matuna,
organizado por el legendario Benkos Biohó, en los
montes de la Sierra de la María, al sur de Cartagena,
durante el siglo XVII”43.
41 El Municipio Arenal que se extiende desde la Serranía de San Lucas, en el sur, hasta la zona pantanosa
del Cerro de Gómez, tiene la cabecera municipal distante 400 km. de Cartagena de Indias, aunque algunos
investigadores de la región ubican los orígenes de Arenal en 1550, formado por nativos y conquistadores
que subían hacía los Andes, lo cierto es que sólo aparece mencionado en los registros del Estado Soberano
de Bolívar como corregimiento del Distrito de Bodega Central en la Provincia de Mompox. En 1924, en su
condición de Corregimiento, tenía bajo su jurisdicción los caseríos de Morrocoy y los Piñones.
42 http://www.sedbolivar.gov.co/descargas/cultura/inventario/INVENTARIO CULTURAL ZODES MAGDALE-
NA MEDIO. pdf 30 de agosto de 2007
43 www.rincondelvago.com, página que posee una sección de apuntes, en la que se dispone de miles de
ficheros con apuntes, trabajos, exámenes, prácticas, textos de apoyo y demás documentación académica,
Alfonso Cassiani Herrera [ 61 ]

Referente a San Basilio de Palenque, indica que


“entre los palenques de Colombia, el más significa-
tivo es el de San Basilio por haber sido el primer lugar
libre de Colombia y de América Latina reconocido
por la corona española, se considera heredero de la
lucha iniciada por Benkos Biojó en el palenque de
la Matuna. Se encuentran referencias históricas de la
capacidad guerrera y el liderazgo de Benkos Biojó;
atacaba las haciendas dejando libres a los esclaviza-
dos, por eso hombres y mujeres se unían con entu-
siasmo a su ejército. La rebelión se extendió por una
amplia zona y Biojó en ruta de guerra se pasea por
Cartagena desafiando a los españoles. Los peninsu-
lares le reconocen su poderío militar y buscan una
negociación pacífica. Se suspende la guerra y aceptan
a los cimarrones libres con la condición de que no
reciban más esclavos fugados”44.
El gran rey Benkos Biojó logra ser reconocido y
respetado por los propios cimarrones y los españoles.
Mientras era terrible con los soldados esclavistas, en
el palenque se transformaba en un gran padre, conci-
liador, que con inteligencia solucionaba los conflictos
internos45.
La segunda tendencia está constituida por presen-
taciones con pretensiones históricas y que más que al
líder resaltan las dinámicas de resistencia y los palen-
ques. Sin embargo, en su mayoría, no presentan las
fuentes. Incluso el portal de Internet de las Farc-ep
bajo el título de “Benkos Biohó: Símbolo de la Resis-
tencia Negra” hace una amplia reseña de las luchas
cimarronas, al referirse a Benkos señala que “en el
territorio del Nuevo Reino de Granada el movimiento
de insurrección esclavista de mayor resonancia fue
puesta al servicio de toda la comunidad estudiantil de la Red de forma “desinteresada”.
44 Ibídem
45 SAMPER, José María. Introducción de la esclavitud de los negros en Colombia. Bogotá: TM editores,
1995. p. 83.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 62 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

el realizado en la gobernación de Cartagena (litoral


Caribe colombiano) a comienzos del siglo XVII,
siendo gobernador don Hierónimo de Suazo y Casa-
sola. Este alzamiento fue dirigido por el monarca de
un Estado Africano, que se escapó de las galeras de
esclavos en Cartagena de Indias: Benkos Biohó, tam-
bién conocido por la tradición oral como Domingo
Biohó, el rey de La Matuna y el rey del Arcabuco”46.
Aquí es necesario aclarar que es la tradición oral la
que evidencia la denominación de Benkos, en tanto
que los documentos dan cuenta de Domingo, como
el nombre que le fue impuesto por el esclavista.
Anccol continúa afirmando: que “en los prime-
ros años del siglo XVII, al frente de treinta negros y
negras, Biohó se sumerge en el Arcabuco y Ciénaga
de Matuna, al sur de la villa de Tolú, donde sin nin-
gún esfuerzo vence a una veintena de españoles al
mando de Juan Gómez, jefe de la primera expedición
de sometimiento, obligando al gobernador a nombrar
una segunda capitaneada por Diego Hernández y que
también es derrotada. Cada vez tienen que organi-
zar un número más grande de tropas contra los insu-
rrectos, cuyo número se va multiplicando gracias al
influjo de Domingo. De esta manera, el rey Benkos
se hace fuerte en el Palenque de San Basilio, donde se
estableció y desde allí enfrenta las autoridades espa-
ñolas de Cartagena, Tolú, Mompox y Tenerife, sacu-
diendo con sus asaltos a las haciendas la tranquilidad
colonial”47.
En complemento de ello, la agencia Anncol señala
que “Benkos creó una sólida organización con una
red de espías, propinando consecutivas derrotas a
las expediciones enviadas por el gobernador para su
46 La resistencia del negro durante la Colonia en www.farcep.org/resistencia/internacional/23/html/negro.
html - 11k - 8 de agosto de 2007
47 Ibídem
Alfonso Cassiani Herrera [ 63 ]

sometimiento y obligando a las autoridades colonia-


les a negociar. En dichas negociaciones quedó esti-
pulado que no habría de vivir en el poblado ningún
blanco, excepción hecha del cura. De esta forma, el
palenque de San Basilio se convirtió en un símbolo
de independencia para los esclavos fugitivos, convir-
tiéndose en el primer pueblo libre de América”48.
Estas mismas versiones fueron tomadas y trans-
critas literalmente por Lucas Silva, incluso bajo el
mismo título “la resistencia del negro durante la colo-
nia”, que constituye la primera parte del documental
“Los hijos de Benkos”49.
En la segunda parte, Lucas Silva toma el texto
“Benkos Biohó gran héroe y dirigente cimarrón”50,
escrito por Juan de Dios Mosquera a quien no cita, en
esta se presenta a Benkos en el siguiente marco: “En
su patria libre que comprendía los territorios de y ale-
daños a la Sierra de María, a pocas horas de la histórica
Cartagena de Indias, Benkos Biohó propuso a sus her-
manos africanos, sometidos en cautiverio, la liberación
del yugo esclavista, conquistándola con las armas y
defendiéndola con la vida. Su nombre debe escribirse
al lado de decenas de luchadores cimarrones que por
toda América generalizaron el Cimarronaje como un
movimiento de resistencia armada contra la sociedad
colonial esclavista instaurada por los europeos”51.
A partir de este texto se evidencia un intento por
describir al líder, pues se señala que “en los palenques
que gobernaba, era maestro de la guerra y de la paz, de
48 http://www.anncol.org/es/site/doc.php?id=1695. 8 de agosto de 2007
49 Los hijos de Benkos. Un documental – lycée. Francia-Colombia, 2000, video, 52 mn. Guión, dirección
e imagen: Lucas Silva. Sonido: César Salazar. Montaje: Katia Martin y Frederick Béraud. Producción: RFO
Mezzo, Les films du village y el Ministerio de Cultura de Colombia. Esta producción está dedicada a la cultura
africana en Colombia, vista y contada a través del prisma de su música. En Palenque de San Basilio, pueblo
cimarrón fundado en el siglo XVI, el SEXTETO TABALA (que significa “tambores de guerra” en creole afro-
colombiano) toca el “Son Palenquero” desde hace mas de 50 años, se constituye en el centro del mismo.
50 Mosquera Mosquera, Juan de Dios. La etnoeducación afrocolombiana. Guía para docentes líderes
y comunidades educativas en Biblioteca Luis Ángel Arango http://www.lablaa.org/blaavirtual/educacion/
etnoeduc/etno13.htm
51 Ibídem. Pág. 1
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 64 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

la justicia y del trabajo. No descuidó el gobierno ni se


dejó arrastrar por las propuestas de los gobernantes
coloniales que pretendían que dejase las armas contra
ellos y las dirigiese contra otros dirigentes cimarrones
traicionando los ideales de la lucha cimarrona”52
Otro ejemplo de esta tendencia nos la trae la
biblioteca virtual libre Wikipedia, en cuya página,
bajo el título de Benkos Biohó, da cuenta de su ori-
gen, secuestro y venta. Señala que “Benkos Biohó,
también conocido como Domingo Biohó, nació en
la región de Biohó Guinea Bissau53, África Occiden-
tal, donde fue secuestrado por el traficante portugués
Pedro Gómez Reynel, vendido al comerciante Juan de
Palacios y revendido por este como esclavo al español
Alonso del Campo en 1596, en Cartagena de Indias”54.
Continúa adentrándose en los inicios de la resis-
tencia liderada por Benkos, indicando que “fue colo-
cado como boga en el río Magdalena y la embarcación
donde viajaba se hundió y él aprovechó para huir. Lo
recapturaron pero en 1599 escapó nuevamente y se
internó en los terrenos cenagosos alejándose hacia
el suroriente de Cartagena. Organizó un ejército que
logró dominar todos los Montes de María. También
conformó una red de inteligencia que le daba infor-
mación sobre los sucesos que acontecían en la ciudad
y organizaba las fugas de más esclavos cimarrones
hacia el territorio liberado, conocido como palen-
que. Era llamado rey de Arcabuco. El nombre Benko
corresponde a un lugar al oriente del río Senegal”55.

52 Ibídem. Pág. 2

53 La República de Guinea-Bissau es un país del oeste de África, y uno de los países más pequeños del
África Continental. Limita con Senegal al norte, y Guinea al sur y al este, y con el Océano Atlántico al oeste.
Durante la época colonial fue colonia portuguesa, formando parte de la denominada Guinea Portuguesa. Al
independizarse, se agregó el nombre de su capital, Bissau, al nombre oficial del país para evitar confusiones
entre ésta y la República de Guinea. Se sabe que el territorio actual de Guinea-Bissau fue el reino de Gabù,
que pertenecía al Imperio de Malí; algunas partes del reino persistieron hasta el siglo XVIII. Si bien los
portugueses se instalaron en Guinea (“tierra de negros”) en el siglo XVI, no se aventuraron más allá del litoral
marítimo. El reino de Gabú consiguió mantener su independencia hasta el siglo XIX, mientras las poblaciones
costeras eran esclavizadas.
54 http://es.wikipedia.org/wiki/Benkos_Bioh%C3%B3” 8 de agosto de 2007
55 Ibídem
Alfonso Cassiani Herrera [ 65 ]

Cuando alude a los logros y desenlaces, sobre


lo que señalan que “como no pudo derrotar a los
cimarrones, el 18 de julio de 1605, el gobernador de
Cartagena, Gerónimo de Suazo y Casasola, ofreció
un tratado de paz a Benkos Biohó, reconociendo la
autonomía del Palenque de la Matuna y aceptando
que Biohó entrara a la ciudad armado y vestido a la
española, en tanto que en el palenque se comprome-
tían a no recibir más cimarrones ni a estimular nuevas
fugas ni a usar título de rey. La paz sólo se concretó
en 1612 bajo la gobernación de Diego Fernández de
Velasco. El tratado fue violado por los españoles en
1619 cuando andando descuidadamente, Biohó fue
sorprendido por la guardia de la muralla y apresado:
lo ahorcaron y descuartizaron el 16 de marzo de
1621. El gobernador García Girón que ordenó la eje-
cución, argumentó amargamente que era peligroso el
respeto que Biohó generaba en la población y que
«con embustes y encantos se lleva tras de sí a todas
las naciones de Guinea que hay en la ciudad»”56. Los
datos son imprecisos y no dan cuenta de la realidad
que pretenden abarcar.
La tercera tendencia corresponde a las construc-
ciones que hablan del súper héroe, y pretenden repre-
sentar a Benkos como un súper hombre. En esta ten-
dencia encontramos una serie de descripciones que
podrían ser catalogadas como no aptas para menores
y se enfatiza en la búsqueda del salvador mesiánico.
Antonio Prada Fortul señala que “Cuando el príncipe
de los Bantús57, Benkos Biohó, hizo su aparición,
56 Ibídem
57 Bantú, grupo lingüísticamente emparentado de unos 60 millones de personas que viven en África
ecuatorial y meridional. Al parecer, los bantúes proceden del territorio que hoy ocupa Camerún, aunque poste-
riormente emigraron hacia el sur de África. Desde el 1000 a.C. hasta el siglo III o IV d.C. el éxodo del pueblo
bantú fue uno de los mayores de la historia de la humanidad. El motivo exacto de esta emigración no está cla-
ro, pero muchos antropólogos la relacionan con un aumento de la población a consecuencia de la introducción
de nuevos cultivos, tales como el banano (oriundo del Sureste asiático), que dieron paso a una mayor eficacia
en la producción de alimentos. En los albores de su historia, los bantúes se escindieron en dos grandes ramas
lingüísticas: la oriental y la occidental. Los pueblos de la rama oriental emigraron hacia los actuales Zimbabue
y Mozambique, aunque su destino fue Sudáfrica. Los de la rama occidental se trasladaron a los actuales
Angola, Namibia y noroeste de Botsuana. En la actualidad, el bantú se considera más un grupo lingüístico que
cultural (véase Lenguas africanas). La lengua más hablada que deriva del bantú es el swahili, que sirve como
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 66 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

todos adivinaron quien era dado su porte majestuoso


y su mirada decidida y fiera. Su mirada entre curiosa
y desafiante observaba todo el entorno. Los esclavos
de más edad que estaban entre los curiosos lo cono-
cieron enseguida por las señales, y por su indiscuti-
ble porte real tan característico entre la realeza de las
naciones africanas. …Su musculoso cuerpo, sin un
ápice de grasa, se destacaba entre los demás. Era el
cuerpo de un atleta, de un guerrero acostumbrado al
más exigente rigor.58
La descripción de Prada Fortul, pretende dar
cuenta de cierto diálogo entre “Doña” Gloria Isa-
bel de Suazo y Casasola y la “esclava” Wiwa, del que
recoge: “Empezó a hablarle [Wiwa a doña Gloria
Isabel] de un magnífico guerrero, protegido de los
orishas … le ocultó la condición real de éste, pero
le habló del porte distinguido, de su condición de
cazador brillante y la forma en que las mujeres de la
aldea soñaban con ese exitoso y musculoso guerrero
y como algunas hermosas doncellas se las ingenia-
ban para entrar en la custodiada vivienda del apuesto
príncipe o iban a mirarlo nadar en las fuertes corrien-
tes del río, escondidas tras los matorrales para admi-
rar su desnudez y su condición atlética”.59
Y continua: “la estampa imponente del magnífico
y atractivo africano no pasó desapercibida para los
asistentes quienes empezaron a pujar por adquirir el
grupo. Todos miraban embelesados la robustez per-
fecta del cautivo, sus largos y fuertes brazos, su grueso
y musculoso cuello, sus piernas fuertes, largas, elásti-
cas y musculosas, parecía un dios de ébano. Era un
lengua franca (lengua utilizada por diferentes pueblos para facilitar el comercio y el intercambio) para más de
50 millones de individuos en la costa oriental de África. Los grupos indígenas que descienden de los bantúes
son: shona, xhosa (xosa), kikuyu y zulú, que pertenecen a la rama oriental, y herero y tonga, de la occidental.
Se dice de un grupo de lenguas afines habladas en África ecuatorial y meridional por pueblos de caracteres
étnicos diversos. Se dice del individuo de uno de los pueblos que hablan lenguas bantúes
58 Prada Fortul Antonio, Benkos las alas de un cimarrón. Editorial Antillas. Barranquilla 2001 Pág. 43
59 Ibídem. Pág. 53
Alfonso Cassiani Herrera [ 67 ]

hermoso ser humano, un hombre con estampa. Su


mirada arrogante, desafiante, serena y decidida, cohi-
bía al encargado de la subasta quien anunciaba a los
concurrentes la ventaja de adquirir ese magnífico
grupo de esclavos pero no se atrevía siquiera a tocar
al africano príncipe que imponía un temor inocultable
al esmirriado y hábil encargado de vender a esos seres
humanos que desconocían el miedo”.60
“Las mujeres miraban la estampa perfecta del
príncipe, pero lo que más les llamó la atención y lo
que las obligó a mirar con fijeza y muy embelesadas al
esclavo que estaba en la tarima, fue el grosor, y desco-
munal tamaño del órgano de reproducción”. Como
si ello fuera poco, continúa describiendo: “Una pinga
larga y robusta que hizo que miraran a sus peninsula-
res parejas con un mal disimulado desprecio y rencor,
al comparar ese inmenso miembro parecido a una
pata de res del imponente esclavo africano erguido
como un semidiós, con el insignificante pipi de sus
maridos, quienes con su diminuta picha, poco placer
les brindaban”.61
Es entonces cuando afloran las supuestas razo-
nes para adquirir a Benkos, al señalar que “Wiwa le
indicó a Gloria Isabel, su ama, que ese era el esclavo
de quien le había hablado, ella que estaba fascinada
con la pinga color ónix mate, gritó entusiasmada ¡Me
llevo el lote por el precio que vos taséis!”62
En su conjunto, la comunidad de San Basilio de
Palenque Magno ha construido sus sueños, y expec-
tativas, fundamentada en sus tradiciones, prácticas y
saberes ancestrales, respondiendo desde sí misma a
los retos presentes y construyendo su propio futuro.
60 Ibídem. Pág. 58 El grupo al que hace relación, según lo relata el autor “estaba integrado por siete escla-
vizados, entre los que se encontraba Benkos, Ubo, Uribe, Gwembo, Wgombe y dos doncellas dahomeyanas
que estoicamente, habían soportado la vejación sexual de la tripulación”.
61 Ibídem. Pág. 59
62 Ibídem
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 68 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Resulta, entonces, poco útil la pretensión de sobre-


dimensionar o minimizar sus relatos, acontecimien-
tos y líderes; ello sustancialmente ha contribuido a
alimentar el estereotipo negativo en torno a las y los
palenqueros y en general contra los afrodescendien-
tes.
Capítulo III
Configuración histórica de San
Basilio Magno
Desde este capítulo se abordan con especial énfasis
los elementos sociales, culturales, políticos, económi-
cos e institucionales que caracterizaron la resistencia
de los esclavizados antes, durante y posterior a su
llegada. Igualmente, el proceso de construcción de
palenques y, en particular, la emergencia del San Basi-
lio de Palenque y su historia de resistencia, desde su
génesis a finales del siglo XVI y materialización en el
siglo XVIII.
La resistencia se constituyó en una respuesta a las
políticas agenciadas por las instituciones coloniales,
que implementaron la integración negativa y asimila-
ción de las comunidades aborígenes y la exclusión de
los esclavizados, atendiendo a los intereses de quienes
usufructuaban el poder. Se expresó en determinacio-
nes planificadas por los comerciantes y mercaderes;
así se constituían en cédulas reales de “su majestad”,
decisiones que eran “bendecidas” por la iglesia cató-
lica, estructuradas sobre la lógica de la supremacía
racial, a partir de la cual se consideraba cosa, objetos
bajo la denominación de piezas de indias.
Sin embargo, los esclavizados no asumieron ple-
namente su condición y, desde el momento en que
fueron raptados, implementaton diversas formas de
resistencia.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 72 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Hombres y mujeres que no aceptaron la condición


de esclavitud a la que se les sometió desde muy tem-
prano o más precisamente en el momento de su rapto
implementaron distintas formas de resistencia. Inicial-
mente durante su transporte y posteriormente durante
su llegada y estadía en estos territorios. Las formas de
resistencia son muy variadas, desde la negación a con-
sumir alimentos, pasando por el suicidio o el arrojo al
mar hasta el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los
guardianes esclavistas.
“Las primeras manifestaciones de la resistencia las
encontramos en el corazón de África en los levanta-
mientos de las tribus jaga, de los guerreros besagichi
de Guinea y de las tribus de manes y sumbas de Sie-
rra Leona contra las bases esclavistas de portugueses
y holandeses. Continuaron después con las revueltas
de esclavizados a bordo de los barcos negreros en
medio del mar y, ya en América, con la negligencia
en el trabajo, al sabotaje en el uso de las herramientas
y con la actitud desesperada de abortos y suicidios
repetidos por doquier”.63
Todo esto constituye diversas manifestaciones en
contra del sistema y de prácticas insensibles y crueles
como la trata, ese aterrador comercio de seres huma-
nos, legitimado por la corona española a través del
establecimiento de los asientos de negros. Estos con-
sisten en un tipo de contrato en el que el asentista,
se comprometa a proveer al Nuevo Mundo de escla-
vizados durante un periodo determinado, al tiempo
que usufructuaba los beneficios de tal comercio. Pese
a sus características, no logró apagar el espíritu liber-
tario de los africanos a lo largo y ancho del Nuevo
Mundo y durante los diferentes periodos en los que
se desarrollaron sublevaciones, entre otras expresio-
nes de resistencia.
63 Gutiérrez Azopardo Ildefonso. Los Afroamericanos. Editorial el Búho. Bogotá 1996. Pág. 52
Alfonso Cassiani Herrera [ 73 ]

En el siglo XVI, fueron notables las sublevacio-


nes en las islas del Caribe, en el ingenio del almirante
Diego Colón y la rebelión dirigida por el negro Miguel
(1552) en las minas de Buría (Venezuela), quien trató
de unir indios y cimarrones contra la dominación
colonial. En el siglo XVII, se destaca la resistencia
organizada por el quilombo de Palmares en plena
selva virgen brasileña, Nganga Zumba en Palmares
(Brasil) y Yanga (México).
Ya para el siglo XVIII, los palenques se generaliza-
ron como símbolos de la resistencia libertaria. Cabe
destacar, en este siglo, las dos guerras cimarronas en
Jamaica (1729-1739 y 1795); la gran sublevación de
esclavos en Surinam (1772-1778); el levantamiento
de Andresote en Venezuela (1732); y el de Miguel
Espinosa (1794) que abarcó extensas comarcas y
ciudades. A la cabeza de estas rebeliones se forja-
ron grandes figuras de la resistencia, algunas adopta-
ron nombres africanos, reivindicando así su origen,
entre otros: Andresote en Venezuela (1732) y Miguel
Espinosa (1794), Macandala en Haití, Cudjoe -quien
organizó en Jamaica la primera guerra cimarrona-
(1729-1739) y Barón, Boni y Cjolie Coeur en Surinam
entre 1772 y 1778; manifestaciones del más aguerrido
cimarronismo que tuvo en los palenques, su máxima
expresión de libertad.64
Los palenques en Colombia, Perú y Ecuador,
Mambíes, Ladeiras o Mocambos, también conocidos
como Cumbes en Venezuela, Quilombos en Brasil
y Room en Jamaica, se constituyen en expresiones
de resistencia y materialización del anhelo de no ser
sometido; y en espacios de construcción de socieda-
des diferentes autónomas lideradas por cimarrones.
64 Son varios los textos y documentos web, que hacen alusión a estos pesonajes, cada uno desde la
perspectiva local que le correspondió, entre otros podemos citar a: Nicolás NGOU-MVE, El cimarronaje como
forma de expresión del África Bantú en la América colonial: el ejemplo de Yangá en México. Revista América
Negra, Pontificia Universidad Javeriana. Diciembre de 1997 nº 14 Bogotá, Colombia, pág. 27. http://www.
afrocubanosmagazine.com/foro/index.php?topic=1129.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 74 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Para la ubicación de los palenques, sus caudillos,


se preocupaban entre otros requerimientos, por las
posibilidades defensivas, “de allí que optaran por
zonas abruptas, rodeadas de monte espeso que les
permitieran dificultar el acceso a los enemigos. Ade-
más algunos de ellos estaban fortificados con empali-
zadas, bordeados con trincheras, zanjas, estacas y con
trampas en los caminos de acceso, para impedir la
entrada de las fuerzas de gobierno”.65

El arribo y la esclavización
Pese a que posterior a la aparición de los africanos
esclavizados, los indígenas continuaron trabajando en
algunos distritos mineros hasta la casi extinción total
del nativo, se ha señalado tradicionalmente la fuerza y
resistencia de los hombres y mujeres africanas como
la razón principal para su esclavización. Además, se
tiene entendido que africanos traídos en calidad de
esclavizados poseían conocimientos en técnicas de
trabajo minero y agrícola, lo cual era conocido por
los europeos dada la presencia de los portugueses
que, durante más de cien años, recorrieron las costas
africanas en busca de yacimientos auríferos.
Según lo afirma Zamira Díaz, “conjuntamente con
las denuncias de Fray Bartolomé de las Casas, respal-
dadas por Fray Antonio de Montesinos, dirigidas a
Carlos V, sobre el maltrato a los indios y la necesidad
de introducir esclavos al Nuevo Mundo, tuvieron su
eco en la Gobernación de Popayán en el Obispo D.
Juan del Valle; de manera que el 30 de abril de 1630,
mediante real cédula, el rey concedía que en lugar del
quinto real se pagase el veinteno, de manera que los
dueños de minas lograran suficientes ganancias para
65 María Cristina Navarrete. San Basilio de Palenque: Memoria y tradición. Programa editorial Universidad
del Valle. Cali. 2008. Pág. 72
Alfonso Cassiani Herrera [ 75 ]

comprar esclavos, a partir de entonces tendrían los


empresarios mineros la posibilidad de comprar escla-
vos para las sacas auríferas”.66
Además de la necesidad creciente de mano de obra,
las razones por las cuales son traídos hombres y muje-
res africanos, están relacionadas con sus conocimien-
tos para el trabajo minero. Así, en la segunda mitad del
siglo XVI, se produce un extraordinario auge de las
minas de Cáceres, Zaragoza y Remedios, las que a su
vez atrajeron un gran flujo de esclavizados desde Car-
tagena y el amplio progreso que en técnicas agrícolas
habían alcanzado. Todo esto servía, a su vez, de caldo
de cultivo para las luchas cimarronas como manifesta-
ción de resistencia.
La trata se desarrolló inicialmente a través del otor-
gamiento de licencias de 1530 a 1580, en un princi-
pio fueron individuales y después colectivas: licencias
que fueron posteriormente complementadas con los
asientos, que se inauguraron en 1587.67 Estos empre-
sarios estaban mortificados por la aparición de un gran
número de naves que pretendían arrebatar los bene-
ficios que ofrecía el sistema, se trataba de la piratería
y el contrabando que trataron de ser combatidas sin
éxitos. En algunos casos los contrabandistas contaron
con cierta complacencia de las autoridades locales, a
tal punto que, según Scelle, las colonias españolas fue-
ron mejor provistas de esclavos durante el periodo de
interrupción de la trata, entre 1640 y 1660, gracias al
comercio de contrabando de los holandeses.
Todo ello dificulta establecer una cifra concreta
de los esclavizados desembarcados en el Nuevo

66 Díaz Zamira. Establecimiento de la economía minera. Pág. 54 En Historia del Gran Cauca. Historia
Regional del Sur Occidente colombiano. Instituto de Estudios del Pacífico. Universidad del Valle, Cali. 1994
Pág. 52 - 60
67 Los asientos se inauguraron con Pedro de Sevilla y Antonio Méndez Lamego, quienes se comprometían
a pasar a las Indias, tres mil esclavos en seis años. Colmenares. Op. Cit I Pág. 279.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 76 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Mundo68. Se conocen cifras que hablan de 20 millo-


nes, contrastando con aquellas que hablan de 100
millones. Lo cierto es que en ciudades como Carta-
gena llegó a ser tan grande la concentración de escla-
vizados que permanentemente se temía una insurrec-
ción de negros y negras africanas.
Los propietarios de minas adquirían los esclavos
en Cartagena mediante comerciantes itinerantes y en
algunos casos directamente; según el tipo de trabajo
algunos preferían los bozales69, otros los criollos.
La presencia de “mujeres y hombres esclavizados”
se dio desde el momento mismo de la conquista,
puesto que un número de ellas/ellos acompañaron a
los españoles. Cuando Belalcázar recibió el título de
Gobernador de Popayán pudo entrar cien “negros
esclavizados” libres de derechos. La necesidad de
introducir esta mano de obra se hizo más patente a
raíz de las constantes prohibiciones acerca del trabajo
personal de los indígenas en las minas. Esto llevó a
que el rey de España Carlos I estableciera, en 1517,
un sistema de concesiones a particulares para intro-
ducir y vender esclavizados africanos en América.
A mediados del siglo  XVI, la esclavitud indígena
como institución jurídica desapareció en Nueva
España70. Surgieron otras modalidades, como el endeu-
68 Se conocen cifras puntuales de la cantidad de esclavizados que se autorizo a entrar a través de las
licencias y los asientos y que para cada caso pueden variar significativamente, son los casos de los asientos
del licenciado Sarriá y del licenciado medina Rosales, el primero introdujo 4.816 esclavizados durante los
cuatro años que duro de 1615 a 1619, el segundo en seis años había introducido 29.754 esclavizados
69 Recién traídos o traídas de África en calidad de esclavizados.
70 Son varios los autores y autoras que dan cuenta del rol fundamental desempeñado por el padre de las
Casas a favor de la causa indígena y más concretamente la suspensión de la esclavitud, incluso son diversas
las anotaciones a las que es posible acceder vía Internet, de hecho la enciclopedia Encarta trae las siguiente
anotación: “En 1538 el padre Bartolomé de las Casas y su secretario el padre Rodrigo de Ladrada, viajaron
a México para participar en el capítulo de la orden dominica. Concluido éste, ambos se embarcaron con
rumbo a España. Allí, a principios de 1540, Las Casas obtuvo que se expidieran varias reales cédulas que
favorecían los trabajos de su misión en Tezulutlán. Por ese tiempo escribió su célebre Brevísima relación de la
destrucción de las Indias, así como la obra que se conoce como Los dieciséis remedios para la reformación de
las Indias. Residiendo en Valladolid, estuvo en contacto con el emperador Carlos V (el rey español Carlos I),
al que había conocido veinte años antes. Éste, prestando oídos a las demandas de Las Casas, convocó a las
que se conocen como Juntas de Valladolid en las que fray Bartolomé, según se dice, presentó su Brevísima
relación de la destrucción de las Indias y los ya mencionados Dieciséis remedios. Consecuencia de lo que
allí se discutió, fue la promulgación el 20 de noviembre del mismo 1542 de las que fueron conocidas como
Alfonso Cassiani Herrera [ 77 ]

damiento o la encomienda. La esclavitud a partir de


entonces afectaría a los africanos y africanas de las cos-
tas occidentales de África central. La llegada masiva de
esclavizadas y esclavizados africanos a Brasil se inició
en la segunda mitad del siglo XVI. En 1501 se registró
su presencia en Santo Domingo, Puerto Rico, Cuba y
Jamaica, donde entraban al año unos 4.000 africanos.
La concesión de derechos en el tráfico de esclavos fue
siempre una prerrogativa real. Por su parte “Belalcá-
zar, en carta dirigida al rey, fechada en Cali, el 3 de
noviembre de 1549 pide permiso para introducir mil
“esclavos” horros libres de derechos”71.
Según los datos, en los años anteriores a 1568
habían entrado a Cali más de cuatrocientos (negros y
negras y durante la primera mitad de este año entra-
ron doscientos72’. Como señala Díaz “A partir de
1540, se inicia en forma permanente el ciclo de apro-
piación del oro como actividad extractiva”73.
Según los datos que trae Nicolás del Castillo y que
son retomados por Adriana Maya: “…entre 1533 y
1580 llegaron de África alrededor de 3.000 personas
a este territorio... Denominados Gente de los Ríos
de Guinea o Negros de Ley, que vivían en la región
comprendida entre el Senegal y la Sierra Leona
actuales”74.
Según Alonso de Sandoval eran conocidos como
guineos: “con cuyo nombre se designaron en esta
Leyes Nuevas. En ellas se prohibía la esclavitud de los indios, se ordenaba además que todos quedaran libres
de los encomenderos y fueran puestos bajo la protección directa de la Corona. Se disponía además que,
en lo concerniente a la penetración en tierras hasta entonces no exploradas, debían participar siempre dos
religiosos que vigilarían que los contactos con los indios se llevaran a cabo en forma pacífica dando lugar al
diálogo que propiciara su conversión”.
71 Citado por Colmenares Germán. Historia Económica y social de Colombia. 1537-1719. La Carreta
Editores. Medellín 1975. Ibíd. Pág. 33
72 Citado por Colmenares Germán, Ibíd. Pág. 38
73 Díaz Zamira, Establecimiento de la economía minera, Pág.54. En Historia del Gran Cauca. Historia
regional del sur occidente colombiano, Instituto de Estudios del Pacifico, Universidad del valle, Cali - Valle
1994. Págs. 52 - 60
74 Del Castillo Mathieu, Nicolás. Esclavos negros en Cartagena y sus aportes léxicos. Bogota Instituto
Caro y Cuervo, T LXII, 1982
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 78 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

ciudad a los iolofos, berbesíes, mandingas, y fulos”,


[además de] la gente del antiguo Kongo y los ban-
túes75.
Y fueron precisamente descendientes de Bantú
quienes se dieron a la tarea de insurreccionar el orden
esclavista, estimular el espíritu rebelde de los hom-
bres y mujeres procedentes de África y darle vida a
las gestas palenqueras.
En tal sentido se presentaron muchos proble-
mas generados por y los esclavizados. Señala Col-
menares que “se amotinan y huyen del servicio [ ]
y andan fuxitivos salteando los caminos y haciendo
muchos [daños]...” según reza una relación enviada
por don Gregorio de Astigarreta a la Real Audien-
cia de Quito76. En la misma, se solicita que se extre-
men los castigos con mutilaciones corporales y la
horca para los que están cometiendo desmanes tal
y como, se hacía en el Nuevo Reino y en Panamá.
La Audiencia consideró este problema, de manera
que el cabildo teniendo en cuenta lo manifestado
por Astigarreta, en su nota a la Audiencia ordenó, al
Alcayde del Puerto que averiguara de dónde prove-
nían los esclavos que llegaban en los barcos, ya que
“por el Puerto de Buenaventura entran a esta Gober-
nación gran cantidad de esclavos y entre ellos muchos
criollos e otros que vienen de diferentes partes [por
lo que] se reciben en esta ciudad y gobernación gran
daño por ello...”77.
Es necesario precisar que no sólo a través de
levantamientos se produce la resistencia, ésta se pre-
senta de diversas maneras que van “desde el fingir
accidentes, para reducir la exigencias del trabajo el
75 Citado por Maya Adriana, Demografía histórica de la trata por Cartagena 1533 – 1810. En geografía
humana de Colombia. Los afrocolombianos Tomo I, Instituto colombiano de cultura hispánica. Santa fe de
Bogota, 1998. En http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/afro/demografia_maya
76 Ibídem.
77 Ibídem.
Alfonso Cassiani Herrera [ 79 ]

cimarronismo generalizado, hasta la rebelión masiva,


la conformación de los palenques, las huidas indivi-
duales, el ataque a los amos, entre otros, todas las
cuales se constituyeron en un serio problema para la
sociedad colonial, enfatizándose durante la segunda
mitad del siglo XVIII, con expresiones en la costa
Caribe, algunas zonas del Chocó, Antioquia, Valle del
Cauca y los Llanos Orientales”.78
Para casos como el de la costa Caribe, el cimarro-
naje y la constitución de palenques, además de ser
importante durante el periodo colonial, se constituyó
en la forma más significativa, pudiendo apreciar como
de un palenque en el siglo XVI [ver Mapa 3], se pasa
a 20 en el siglo XVII [Mapa 4] y 19 en el XVIII. Tam-
bién las prácticas religiosas, que significaron un escape
a lo propio en medio de las complejas situaciones y
difíciles condiciones en las que se encontraban.
A través de las prácticas religiosas, el negro escla-
vizado rechazó en distintos momentos la situación
de esclavización a la cual fue sometido e igualmente
posibilitó la conservación y transformación de la cul-
tura de los esclavizados.
“La rebeldía conjugada con la astucia le permitie-
ron al esclavo hacer su propia trinchera que lo defen-
diese de aquella sociedad que a pesar de estar regida
por un alto espíritu religioso, sometía el cuerpo y
alma del esclavo a todo tipo de maltratos e injusticias,
la mayor de las veces con sevicia e impiedad, incluso
por parte de aquellos que predicaban el amor y el
paraíso para los justos”.79
La presencia de lo sobre-natural, lo espiritual
como connotación importante de toda religiosidad,
78 Werner Cantor Eric, Ni aniquilados, ni vencidos. Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Bogota
de 2000. Pág. 154
.
79 Sánchez José Enrique. La Herejía: Una Forma de Resistencia del negro contra la estructura social
colonial. En Inquisición, muerte y sexualidad en la Nueva Granada. Ediciones Ariel-Ceja. Bogotá 1996. Pág. 64
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 80 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

descansa fundamentalmente en el quehacer diario


de una población inmersa en condiciones políticas,
sociales y económicas desfavorables, pero con una
gran fuerza espiritual liberadora.
Los africanos son notoriamente religiosos, por
cuanto la religión está íntimamente articulada a
su vida y se manifiesta en su quehacer económico,
político, social indistintamente del lugar o escenario
en que se encuentren.80 Esta realidad en su extensa
diversidad se hizo presente en América a través de las
distintas culturas que llegaron.
La población esclavizada, al igual que sus ances-
tros africanos no separaba lo sagrado de lo secular,
en medio de la más horrible represión esclavista fue
capaz, a través de sus actos, de mimetizar sus dioses,
esconder sus creencias y hacerlas aflorar cuando las
condiciones lo exigían.
De igual manera, mediante las cofradías, los escla-
vizados fueron capaces de transformar en el tiempo
sus ricas tradiciones religiosas, lo mismo que preser-
var su psiquis y su ethos particular como cultura dife-
renciada del resto de los grupos de la sociedad escla-
vista colonial. A través de estos espacios lograron
desarrollar diversas formas pacíficas de resistencia:
“La religión practicada en las cofradías y cabildos,
estimuló al negro a conservar su sentido profundo
de la comunidad y así, por medio de estas dos institu-
ciones, logró fomentar la conciencia de pertenencia
al grupo y garantizar la continuidad de su existencia
cultural recreando nuevas formas de vida y reafir-
mándose en sí mismo”.81
En la población negra esclavizada, siempre estu-
vieron presentes los aspectos más característicos de
80 Mbiti John. Religiones tradicionales Africanas. Editorial Mundo Negro. Madrid, 1990.
81 Gutiérrez Ildefonso. Los Afroamericanos. Editorial el Búho. Bogotá 1996. Pág. 80
Alfonso Cassiani Herrera [ 81 ]

las religiones tradicionales africanas, desde la creencia


en los antepasados y fuerzas naturales como la plas-
ticidad y amplitud que históricamente la caracterizan.82
Al respecto, Juana E. Dos Santos entiende el sincre-
tismo como:
“…una variable de un sistema básico que integra,
como una afirmación significativa de continuidad y
expansión, un proceso que busca un medio original
de persistencia, integrando la mencionada superes-
tructura religiosa que convenimos en llamar religión
negro-africana, interpretada siempre en relación con
sus raíces africanas”.83

Por su parte, Navarrete afirma:


“La credulidad popular, el ambiente mágico, la
superstición que prevalecía en todos los ambientes
de la región y las calamidades constantes a las cuales
estaba sometida la población negra y mulata, favore-
cieron la prosperidad de la magia. Estas circunstan-
cias, además, apoyaron el desarrollo de una religiosi-
dad incoherente en la cual la herencia sagrada de lo
africano y lo euro-cristiano se mezclaron entre sí y
con las prácticas mágicas de ambas fuentes. Todo esto
proliferaba a pesar de las amenazas eclesiales y de los
rigores y sanciones del tribunal de la Inquisición”.84
En ese mismo sentido es necesario afirmar que “los
negros americanos hicieron de su religiosidad una
estrategia de supervivencia y autonomía.85
En ese contexto, es necesario negar la pretendida
reducción que se pretende hacer de estas prácticas
religiosas al señalarlas de animismo, fetichismo, tote-
82 Elbein Dos Santos y Deoscoredes M. Dos Santos. Religión y Cultura negra. En África en América latina.
Enrique Florescano, compilador. Editorial Siglo 21, MEXICO 1975.
83 Ibídem
84 Navarrete María Cristina. Prácticas religiosas de los negros en la colonia. editorial Univalle. Cali 1995.
Pág. 51
85 Genovese, Roll, Jordan. Pág. 181. Citado por Navarrete. Pág. 52
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 82 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

tismo o naturismo, desconociendo los aspectos de


tipo espiritual y organizacional que se evidencian86 en
las mismas. En otras palabras, estos elementos, liga-
dos a su ser, no eran de ultratumba, del simple más
allá, sino por el contrario afloraban en su cotidiani-
dad, en su trasegar diario, son parte su vida, vista ésta
desde una integralidad única.
Sobresale también, el gran dominio que poseían de
muchas prácticas curativas, las cuales estaban asociadas
con su ideario mágico-religioso que no está desligado
de las condiciones existentes. Frente a este particular,
Navarrete plantea lo siguiente:
“El negro africano, trasladado a América, además
de ser conocedor empírico del arte de curar, era porta-
dor de una tradición mágica en lo referente a la salud y
a la enfermedad. Estas supervivencias africanas fueron
reforzadas con ideas procedentes de la cultura popular
europea y, en menor escala, con la medicina indígena
con las cuales guardaba semejanzas, gracias a la tradi-
ción mágica que la caracterizaba. Para unos y otros, la
medicina podía ser efectiva o no, dependiendo de la
fidelidad al rito ceremonial y a la intervención divina;
si bien, en ellas se reconocía que cada dolencia tenía su
tratamiento, las causas de la enfermedad radicaban en
lo sobrenatural”.87
Al igual que Zapata Olivella, considero que las reli-
giones africanas se caracterizan por ser vitalistas en la
medida en que existe un pacto con los antepasados o
ancestros que los obliga a conservar la vida. Son exis-
tencialistas, por cuanto rige la experiencia milenaria y
por eso el papel de los ancianos y los mayores es esen-
86 Parrinder G. La religión africana tradicional. Ediciones Lidiun. Buenos Aires 1980. En particular la palabra
fetichismo fue introducida por los portugueses, quienes fueron los primeros mercaderes y durante largo
tiempo, los más importantes que recorrieron la costa occidental y ecuatorial del continente. Durante esos viajes
observaron que los africanos usaban talismanes y amuletos y los llamaron feítico y significa una cosa hecha.
87 Navarrete, María C. Prácticas religiosas de los negros en la Colonia. Editorial Univalle. Cali 1995. Págs.
65-66
Alfonso Cassiani Herrera [ 83 ]

cial. En esa misma línea son panteístas y adoran diver-


sas deidades; imponen sociedades jerárquicas88.
Es menester precisar que la resistencia fue una
estrategia de supervivencia física y cultural que imple-
mentaron los hombres y las mujeres secuestradas en
África para ser traídos en calidad de esclavizados al
Nuevo Mundo. Estrategia que se hizo extensiva en
los diferentes espacios en los que fueron obligados y
obligadas a desenvolverse.
La estrategia de resistir fue implementada de
diversas formas que comprenden tanto individuales
(suicidio, fingir enfermedad, negarse a consumir ali-
mentos, defenderse violentamente del “amo”, la fuga
individual, el cimarronaje) y colectivas (genocidios, la
fuga colectiva, las prácticas religiosas, el cimarronaje,
las insurrecciones y levantamientos, la conformación
de palenques). Entre las más significativas estaban el
cimarronaje y la conformación de palenques, siendo
estos últimos verdaderos bastiones de resistencia,
dada sus implicaciones al interior del sistema colo-
nial. En ese sentido los palenques de la Sierra de
María fueron el epicentro de oleadas insurreccionales
que incitarían a buena parte de las y los esclavizados
a unirse a la causa cimarrona o palenquera. El palen-
que dirigido por Benkos Biohó, la Matuna, uno de los
principales baluartes y la continuidad histórica que
representan las luchas cimarronas en las sierras de
María, pasando por Domingo Angola y el palenque
de San Miguel, hasta Nicolás de Santa Rossa, que en
1713 pacta con el obispo Cassiani. A partir de este
momento surge el poblado de San Basilio.
Los palenques fueron el eje de la resistencia al
sistema colonial, en tanto afectaron el centro de la
economía y funcionabilidad del mismo. Resultados a
88 Zapata Olivella Manuel. Las claves Mágicas de América. Editorial Plaza y Janes. Bogotá julio 1990.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 84 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

gran escala se pueden apreciar en Haití, en San Basi-


lio de Palenque y su existencia hasta nuestros días.
Esto permite observar la historia de la resistencia de
hombres esclavizados.
La naturaleza de la gobernación de Cartagena negó
todas las posibilidades a los esclavizados, por lo que
se veían precisados a huir para ser autónomos y cons-
tituir sus familias al margen de la dominación blanca,
viéndose en la compleja necesidad de refugiarse en
los espesos bosques rodeados de caños, lagunas y
zonas de aguas, para dificultar las persecuciones y las
posibilidades de ser recapturados por los esclavistas.

De Benkos Biohó a Domingo Angola


Hablar de Benkos, quien fuera llamado Domingo
Biohó por el esclavista, es hablar de resistencia, de
rebeldía, de esfuerzo, de libertad. Desde la llegada del
europeo, los africanos crearon estrategias de resis-
tencia que, desde África, comenzaron a implementar
quienes serían atrozmente conducidos en calidad de
esclavizados durante el periodo de la trata esclavista.
Una de las víctimas fue Benkos Biohó, Bioo o Biho,
así como muchos otros millones de africanos y afri-
canas.
Con Benkos quizás se inicia la construcción de
la lógica del cimarrón y del cimarronismo como
estrategia coordinada en el Caribe colombiano para
enfrentar el poder imperial de la corona, y la madura-
ción de su principal construcción socio-política, los
palenques, valiéndose incluso de la religiosidad como
resistencia.
Alfonso Cassiani Herrera [ 85 ]

La Matuna
Los registros dan cuenta que muy temprano, en
1529, un grupo de cimarrones conforman un primer
palenque, el Palenque de la Ramada en la provincia
de Santa Marta y “tan solo siete años después de
la fundación de Cartagena, en 1540, aparece la pri-
mera cédula real referente al problema de los negros
cimarrones”.89
Este problema acabaría únicamente con el reco-
nocimiento de la libertad de los esclavizados, dado
que seguirán “huydos” y alzados por los montes
“haziendo” muchos daños. En 1598, se tienen noti-
cias de la existencia del Palenque de Uré entre los
límites de los actuales departamentos de Bolívar y
Córdoba.
En el caso de la región del San Jorge y el Bajo
Cauca, “la bibliografía documenta la existencia de
varios palenques que fueron producto de migracio-
nes desde el área de Cáceres y Zaragoza, importan-
tes centros de explotación minera”.90 En esta región,
según lo plantea Fals Borda, se establecieron los
palenques de Carate, Cintura, Lorenzana y Uré. El
Palenque de Uré se formó en 159891 como conse-
cuencia de las sublevaciones que llevaron a cabo los
esclavizados que trabajaban en las minas de Cáceres
y Zaragoza.92 Es necesario destacar, como lo afirma
Alejandro Camargo que “la historia de los palenques
de los negros cimarrones que escaparon del yugo de
los esclavizadores menciona a Uré como uno de los
que se establecieron en la región del río San Jorge, en
89 Arrázola Caicedo, Roberto. Palenque primer pueblo libre de América, Cámara de Representantes,
Bogota. 1978. Pág. 15.
90 Fals Borda, Orlando. 1977. Capitalismo, hacienda y poblamiento en la Costa Atlántica. Bogotá, Punta
de Lanza. Pág. 23
91 Friedemann, Nina S. de, [1979] 1987, Ma Ngombe. Guerreros y ganaderos en Palenque. Bogotá, Carlos
Valencia. pág. 14
92 Londoño Agudelo, Roesmín; et all. Uré, legado cultural afrocordobés, en Córdoba y su folclor. Memorias.
Montería, Gobernación de Córdoba. 2002 Pág. 106
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 86 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

las llanuras del Caribe colombiano. Sin embargo, los


estudios actuales lo muestran como un pueblo colo-
nial sin rastro alguno en la actualidad”93.
A finales de 1599, el gobernador de Cartagena,
Jerónimo de Suazo y Casasola94, da a conocer lo que
a su juicio es el sentir de los vecinos de la ciudad y
provincia de Cartagena de Indias, en carta enviada
a su majestad, el Rey de España, el Gobernador se
quejaba de las arbitrariedades que estaba cometiendo
un “negro” esclavizado que permanentemente inci-
taba a los demás esclavizados a la fuga, lo que dejaba
entrever que las condiciones para una insurrección
más o menos generalizada eran excepcionales; a lo
que se le suma la preferencia por esclavos bozales
para el trabajo minero, revela una inclinación por su
aparente sumisión95.
“Pese a lo cual seguían llegando las quejas refe-
ridas a los muchos problemas que causaba esta
población, pues “se amotinan y huyen del servicio [
] y andan fuxitivos salteando los caminos y haciendo
muchos [daños]...” según reza una relación enviada
por don Gregorio de Astigarreta a la Real Audiencia
de Quito96. En la misma se solicita que se extremen
los castigos con mutilaciones corporales y la horca
para los que están cometiendo desmanes tal y como,
según él, se hacía en el Nuevo Reino y en Panamá.
La Audiencia consideró este problema, de manera
que el cabildo teniendo en cuenta lo manifestado por
Astigarreta, en su nota a la Audiencia y lo que ésta
recomendó, ordenó al Alcayde del Puerto que averi-
guara de dónde provenían los esclavos que llegaban
93 Alejandro Camargo. Afrouresanos: la historia de un palenque, el devenir de un pueblo. Trabajo de grado
para obtener el título de antropólogo. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. SF. Pág. 1
94 El nombre del Señor Gobernador, de Suazo y Casasola, aparece indistintamente en los registros
históricos como Jerónimo, Gerónimo o Hierónimo.
95 Colmenares, Germán. Historia económica y social de Colombia. Tomo II. Popayán Una sociedad
esclavista 1680 – 1810. La Carreta Editores, Bogotá 1979. Pág. 59.
96 Ibídem.
Alfonso Cassiani Herrera [ 87 ]

en los barcos, ya que “por el Puerto de Buenaventura


entran a esta Gobernación gran cantidad de esclavos
y entre ellos muchos criollos e otros que vienen de
diferentes partes [por lo que] se reciben en esta ciu-
dad y gobernación gran daño por ello...”97.
Los palenques fueron la materialización de ese
anhelo de los esclavizados por romper las cadenas. Se
conformaban como producto de las circunstancias
en las que se encontraron varias mujeres y hombres
antiguos esclavizados, convertidos en cimarrones.
Los palenques eran empalizadas autónomas, ubi-
cadas en sitios de difícil acceso, con características
de inhóspitos, tal como lo deja ver Baltasar de la
Fuente en el memorial que el 26 de noviembre de
1690 dirige a Antonio de Argüelles cuando afirma
que el palenque de Sierra de María queda “... entre
montañas espesas, y muy espesas, llenas de diversas
fieras bravas y animales venenosos, con rigurosos
calores, y la distancia que hay de unos a otros, era
precisa de detención”98 constituyendo sitios en los
que la identificación y aprovechamiento del medio y
sus productos fue fundamental para la sobrevivencia,
es así como continúa afirmando De la Fuente que
“... se padecía la falta de bastimentos usuales entre
españoles, que son diferente de los que ellos usan”.99
Esto permite observar cómo, a través de los palen-
ques los esclavizados recrean un estilo de vida, como
renacientes, creando y recreando cultura y cosmovi-
sión atendiendo al legado ancestral africano, desde
donde además, generan serios conflictos y problemas
para el sistema colonial.
Borrego Plá señala que: “el problema de los cima-
97 Ibídem.
98 Citado por Vásquez A. Miguel (compilador). Las caras lindas de mi gente negra, PNR y otros Santafé de
Bogotá 1994. Pág. 11
99 Ibídem
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 88 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

rrones no era cosa nueva, habían aparecido desde el


siglo XVI, presentándose situaciones de este tipo en
la provincia de Antioquia, en Portobello, en el Cauca
y en otros lugares del virreinato”.100
De hecho, María Navarrete, da cuenta de treinta
ubicaciones entre palenques y reductos de cimarrones
en el siglo XVII, así: Usiacurí (en el hoy departamento
del Atlántico), Matudere o Tabacal y Betancur en la
Serranía de Luruaco. La Matuna, en la Ciénaga del
mismo nombre. Limón, Polin, Sanaguare, Domingo
Angola, Bongue o Arenal, Duanga, Joyanca, San
Miguel Arcángel, María Angola, Sanagual, Manuel
Ambuyla o Manuel Mula, Arroyo Piñuela y Zarago-
cilla en la Sierra de María. Tapia, Guaimaral, Gam-
banga y La Magdalena en la denominada Otra Banda.
El Firme, Norosí y Quebrada de Cimarrón en la
Serranía de San Lucas. Zaragosa, Remedios, Tena,
Tocaima, las Cercanías de Cali y Matarredonda en el
interior del país101.
Lo anterior denota, como lo afirma Borrego Plá,
que los palenques se multiplicaron a finales del siglo
XVI y XVII y se encontraban en puntos claves de la
provincia de Cartagena. Los principales se ubicaban
en el norte, en el centro y en el sur. “En el norte
encontramos los palenques de Betancourt y Tabacal,
tenían como centro de operación la Sierra de Luruaco
y estaban integrados principalmente por negros crio-
llos, además de Matudere cuyo capitán y fundador
en 1693 fue Domingo Padilla, quien tenía como jefe
de guerra a Francisco Arará.102 Los del centro, por su
parte, quedaban situados en la Sierra de María y esta-
100 Borrego Plá, M del Carmen. Palenques de negros en Cartagena a fines del siglo XVII; Consejo Supe-
rior de Investigaciones Científicas, Sevilla 1973. Hernández Rubén, (tesis de grado). Pontificia Universidad
Javeriana, Santafé de Bogotá, 1998
101 María Cristina Navarrete P. San Basilio de Palenque Memoria y Tradición. Surgimiento y avatares de
las gestas cimarronas en el Caribe colombiano. Universidad del Valle 2008. Pág. 20
102 De Friedemann Nina y Patino R. Carlos. Lengua y Sociedad en el Palenque de San Basilio. Instituto
Caro y Cuervo. Bogotá 1983. Pág. 36
Alfonso Cassiani Herrera [ 89 ]

ban representados por los palenques de San Miguel


Arcángel y Arenal.
El palenque de San Miguel Arcángel, antecesor
de San Basilio, ya estaba establecido “en la segunda
mitad del siglo XVII, en la banda izquierda del río
Magdalena. El más extenso e importante de la Sie-
rra. Lo había fundado Domingo Criollo, a quien los
cimarrones reconocían como tal, a legua y media de
las orillas del río Magdalena. Era un poblado grande
de unas cuatro cuadras de largo por una de ancho,
con unos ciento treinta y siete bohíos con sus sola-
res y árboles a sus espaldas. Lo vigilaban cimarro-
nes de la casta Mina, que portaban armas de fuego.
Poseían unas cuarenta y ocho armas de las cuales
tenían en uso unas treinta y tantas, las demás eran
inútiles. Las armas de fuego, con pertrechos y muni-
ciones estaban en poder de las castas porque los crio-
llos sólo portaban lanzas y flechas. Cercano había un
piñolar con árboles en los que detrás de cada uno
podía encubrirse un hombre sin que le pudiesen ver
ni atacar. Era el punto adecuado para preparar una
emboscada”.103
Es preciso señalar que, si quisiésemos resumir en
una sola las características de los palenques, diríamos
que fueron aguerridas comunidades de paz. Pocos
términos representarían integralmente a los palen-
ques y a la figura de Benkos Biohó, ese africano pro-
clamado rey del arcabuco, revestido de cierto orgullo,
propio del linaje que reclamaba para sí, el de rey. En
1599 desempeñándose como boga, a lo que fue des-
tinado como castigo por sus constantes actitudes de
rebeldía y después de tres intentos, logró internarse
como cimarrón en la ciénaga de Matuna en compa-
ñía de aproximadamente treinta esclavizados. En ese
lugar, en medio de un paisaje agreste, perseguidos
103 María Cristina Navarrete. Op. Cit. Ibídem. Pág.71
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 90 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

y acechados por las legiones de la santa hermandad


fueron convertidos en trofeos de guerra.
Benkos se liberó de su esclavista Juan Gómez,
“junto con su mujer, tres compañeros y otros esclavi-
zados de Juan de Palacios, siendo en total treinta. Se
instalaron en el arcabuco de la ciénaga de la Matuna,
no lejos de la villa de Tolú, a unas veinte leguas de la
ciudad de Cartagena”.104

La ubicación del palenque y la Ciénaga de la


Matuna105
Este es uno de los vacios más significativos que
existía en torno al proceso de cimarronismo y for-
mación de palenques en la Provincia de Cartagena.106
La valoración más acertada son los escritos de Fray
Pedro Simón, quien señala que:
“... en esos tiempos comenzó un alzamiento y
retiro de ciertos negros cimarrones de aquella ciudad,
cuyos primeros pasos fueron que un Juan Gómez,
vecino de ella, haciendo malos tratamientos a algunos
de los que tenía, había entre ellos uno que se llamaba
Domingo Biohó, tan brioso, valiente y atrevido que
tuvo aliento para huirse de casa y llevar consigo a
104 María Cristina Navarrete. Ibídem. Pág. 40
105 Fue posible dar respuesta histórica gracias al estudio adelantado por la Universidad Nacional, (Sedes
Bogotá y Medellín), que tenía como objetivo identificar la alternativa final para disminuir el caudal y la carga
sólida hacia la Bahía de Cartagena, mediante el agostamiento de la sección del Canal del Dique en varios
sectores a lo largo del mismo, y mediante la construcción de la esclusa de Paracuica, en el sector vecino a
la población de El Recreo. Dado que estas acciones aumentarían los flujos hacia el mar por el Caño Correa
y hacia la bahía de Barbacoas, por los caños Matunilla y Lequerica, se hizo necesario hacer una modelación
de las corrientes marinas en la zona costera inmediata a la bahía de Barbacoas a fin de investigar el destino
final de la carga sedimentológica que llega a esta Bahía. Informe final: Cormagdalena y Universidad nacional
de Colombia. Alternativa de reducción del caudal en el Canal del Dique mediante agostamiento de la sección
por sectores y construcción de la esclusa de paricuica. Laboratorio de Ensayos Hidráulicos. Bogotá. Diciembre
de 2008, De cuyos resultados fue posible extraer los insumos para dar la presente respuesta histórica al
interrogante en torno a la ubicación concreta del Palenque de la Matuna.
106 Sin duda alguna responder a uno de los interrogantes más significativos que aún persisten en torno
al proceso de formación de los palenques en la Provincia de Cartagena, se fortaleció después de varias con-
versaciones con la Dra. María Cristina Navarrete, quien venía siguiendo la pista. De estas conversaciones en
Cali y Cartagena surgieron elementos que me permitieron hilar los casos sueltos para identificar con certeza la
ubicación original del palenque de la Ciénaga de la Matuna liderado por Benkos Biohó y como la tradición oral
de la comunidad palenquera hace relación a Domingo Criollo.
Alfonso Cassiani Herrera [ 91 ]

otros cuatro negros, a su mujer y tres negras, todas de


su ama, que con otros que hicieron lo mismo, escla-
vos de Juan Palacios, vecinos de la misma ciudad, se
retiraron siendo ya todos treinta, al arcabuco y cié-
nagas de Matuna, que están en la parte sur, no lejos
de la villa de Tolú, y desaguan en el mar por aquel
paraje. Para donde salió Juan Gómez con manda-
miento de Diego Torres, alcalde de la Hermandad y
como cuadrillero suyo, confiando que había de hacer
a las manos los negros”.107
La cita fue retomada parcialmente por varios auto-
res.108 MaríaNavarrete señala que “se instalaron en el
Arcabuco de la Ciénaga de la Matuna, no lejos de la
Villa de Tolú, a unas veinte leguas de la ciudad de
Cartagena”.109 Roberto Arrázola, transcribe la carta
del gobernador de Cartagena Gerónimo de Suazo y
Casasola, en la que señala que “los quales dieron en
la parte donde estaban fortificados, que es la Ciénaga
de la Matuna, que es esa, una laguna de más de 40
leguas en la qual ay muchas isleos montuosos que
hasta agora, no se abia bisto ni descubierto en uno
de los quales tenían hecho un fuerte de madera…”110
La ubicación exacta del Palenque de la Matuna y
de la Ciénaga de este nombre es la franja de territorio
comprendida entre el Canal del Dique y la zona más
septentrional de los Montes de María.
Esta área “tenía las características geomorfoló-
gicas propias para desarrollar la vida sedentaria, ya
que estaba constituida por toda una serie de lagunas,
ciénagas, caños y zonas pantanosas, que proporcio-
naban una gran despensa de alimentos y de recursos
107 Fray Pedro Simón. Noticias Historiales de las Conquistas de las Indias Occidentales”, Tomo VI.
Biblioteca Banco Popular volumen 108- Bogotá Colombia 1982.
108 Las afirmaciones de Fray Pedro Simón, sirvieron de base para señalar la ubicación del Palenque y de la
ciénaga de la Matuna, entre ellas fueron citadas por María Cristina Navarrete quien toma literalmente a Simón.
109 Fray María Cristina Navarrete en su texto “San Basilio de Palenque. Memoria y Tradición. Surgimiento
y avatares de las gestas cimarronas en el Caribe colombiano” Pág. 40
110 Roberto Arrázola. Palenque Primer Pueblo libre de América. Casa Editorial. 3ra ed. 2003. Pág. 38
manteniendo la misma referencia de las dos ediciones anteriores.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 92 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

naturales; existe evidencia arqueológica que demues-


tra la presencia de asentamientos humanos antiquísi-
mos en esta área”.
De hecho “lo que se conoce hoy como Canal
del Dique es un canal artificial, ubicado al Norte de
Colombia en la margen izquierda del río Magdalena y
hace parte del sistema deltaico que forma el río en su
desembocadura al mar Caribe y de la cual hacen parte
los departamentos de Bolívar, Atlántico y Sucre. El
canal une el río Magdalena con la Bahía de Cartagena;
construido desde la colonia, uniendo inicialmente la
bahía de Barbacoas y el río Magdalena a la altura de
Calamar, a través de una serie de caños y cuerpos
de aguas naturales, que hicieron parte del lecho del
denominado paleo-río Magdalena, cuando su cauce
atravesaba esta región”.111
“En este punto es necesario aclarar, el lugar pre-
ciso donde se desarrollaron estos hechos, pues la
ciénaga de la Matuna, a la que se refiere Fray Pedro
Simón, era una laguna costanera que se sedimentó
y que en su lugar existen en la actualidad una varie-
dad de ecosistemas de manglar, relictos de bosque
seco, córchales, pantanos, caños y una gran variedad
de ciénagas”112. Esta ciénaga ocupaba parte de lo que
hoy se conoce como zona delta del Canal del Dique
(Foto 1), en los límites de los departamentos de Bolí-
var y Sucre. De ahí, los cimarrones accedían a las pro-
vincias de Tolú y cruzando el río de la Magdalena a
Tenerife.

111 Adolfo Cortecero Bossio. (Trabajo de grado, Maestría en Gestión Ambiental). Etnodesarrollo, Propuesta
de sustentabilidad para San Basilio de Palenque. Pontificia Universidad Javeriana. Cartagena 2012 pág. 31
112 Universidad Nacional sede Bogotá. Facultad de Ingeniería. Cormagdalena. Alternativa de reducción del
caudal en el canal del Dique mediante angostamiento de la sección por sectores y construcción de la esclusa
de Paricuica. Informe final, volumen I de III. Informe CM-513. Anexo: Efectos ecológicos de la derivación de
las aguas y sedimentos hacia la bahía de Barbacoas. Bogotá diciembre de 2008.
Alfonso Cassiani Herrera [ 93 ]

Foto 1: Ciénaga de la Matuna hoy Delta del Canal del


Dique

Tomado de: Alternativa de reducción del Canal del Dique,


anexo F

En el área de la extinta ciénaga de la Matuna y


como un registro histórico de las revueltas de los
cimarrones liderados por Benkos Biohó, existen hoy
dos cuerpos de agua con nombres muy particulares,
la Ciénaga Biohó (foto 2 y 3) al sur del complejo
cenagoso, y la ciénaga de Juan Gómez ubicada en
el Municipio de Arjona en las cercanías del corregi-
miento de Rocha.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 94 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Foto 2: Ubicación de las Ciénagas de Juan Gómez y


Biohó

Adaptado por Adolfo Cortecero, de Google Earth.


Alfonso Cassiani Herrera [ 95 ]

Foto 3: Sistema complejo modelado del Canal del


Dique

Fuente: Alternativa de reducción del Canal del Dique.

Es necesario destacar cómo en la actualidad existe


en la zona señalada un complejo de ciénagas y hume-
dales, (Tabla 5), cuyos nombres Matuna o Matunilla,
Biohó, Juan Gómez, Tambo, Luruaco, entre otros,
dan cuenta de los elementos de la memoria histórica
que pervive en esta zona, como sentido del pasado
que da cuenta de ese continuo de experiencias de
carácter colectivo que vivieron esas comunidades.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 96 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Cuadro 1. Ciénagas del humedal Canal del Dique

Cartagena Arroyo Hondo

Fuente: Luisa Marina Ñiño Martínez, et. al., Caracteriza-


ción y evaluación ecológica de la población de manatí antillano
(Trichechus mamatus) y su hábitat en la ecorregión estraté-
gica del Canal del Dique, Parte I, Plan estratégico, Cartagena
2002, 78-89.
Alfonso Cassiani Herrera [ 97 ]

La libertad se hizo posible


Benkos, con los demás cimarrones, se dedicó a
sembrar hordas de rebeldía y libertad que encontra-
rían eco a lo largo y ancho del Nuevo Mundo, más
de doscientos noventa años antes que los haitianos y
haitianas se dieran a la tarea de materializar, con su
revolución, la transformación de su cosmos y demos-
trarle al mundo que otras opciones son posibles, las
y los cimarrones desde la Matuna ya lo habían hecho.
Así, desde el 16 de noviembre de 1602, el gober-
nador de Cartagena Hierónimo de Suazo y Casasola
dio “aviso a su majestad de los daños que habían
comenzado a hacer, con muertes y robos”.113 Ello
para justificar las inversiones en escuadras, capitanes
y arcabuceros que en gran número comenzarían a ser
destinados a perseguir a los cimarrones en nombre
de su majestad y de la cristiandad.
Sin embargo, los cimarrones, además de fortale-
cerse mediante la constitución de palenques, logra-
ron sembrar el temor de una insurrección y a un
levantamiento generalizado de esclavizados y negros
cimarrones en la provincia de Cartagena. En la
misma medida, las autoridades coloniales reconocían
su incapacidad para reducir a los cimarrones y des-
truir los palenques, como lo hiciera el Gobernador
en misiva dirigida al rey el 25 de enero de 1604, en la
que afirma que pese a “haver desbaratado y muerto la
mayor parte de los negros cimarrones que se havian
levantado en estos montes y ciénegas y como la tierra
es tan montuosa y aspera y ellos gente criada en ellos
(los montes) no fue posible por ninguna bia humana
poderlos acavar de destruir”.114

113 Citado por Arrázola Roberto, Ibíd. Pág. 32


114 Ibíd. Pág. 37
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 98 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

De hecho, “los daños, robos y salteamientos que


los cimarrones causaban a las estancias, hatos y
sementeras eran de tal índole que el gobernador deci-
dió enviar al capitán de infantería Luis Polo de Águila,
acompañado de cien soldados, entre ellos Agustín
Martín, capitán de los morenos horros de la ciudad,
para que atacara el palenque por una de sus partes.
Igualmente, ordeno al capitán Diego Pérez, con la
gente que pudiera recoger de la villa de Tolú, que ata-
cara por la otra. En total se apertrecharon unos dos-
cientos cincuenta hombres…. La expedición encon-
tró que los cimarrones se hallaban fortificados en la
ciénaga de la Matuna. En uno de los islotes habían
construido un fuerte de madera y fajina”.115
La principal causa que impidió la erradicación de
los palenques y más fuerte en el caso de los palen-
ques de la Sierra de María, radica en que no se trataba
de simples unidades o sitios aislados. Más que eso se
trató de una estructura en construcción que involu-
craba un proyecto mucho más ambicioso e integral y
que, si asumimos los términos del Gobernador Don
Hierónimo, tendríamos que hablar “de la república
que iban formando”,116 conectadas desde el Río de
la Hacha hasta Zaragoza, la que al parecer estaban
sentando bases. En términos concretos podríamos
considerar la construcción de su autonomía, a partir
de un gobierno propio, liderado por su jefe, específi-
camente por el rey del arcabuco117 o de Matuna. Este
había determinado una “jurisdicción” y unas “leyes”
en el palenque y en sus entornos, llegando incluso
a cobrar tributos a los terratenientes vecinos a sus
115 María Cristina Navarrete. Ibíd. Pág. 41. Por fajina, señala María Cristina, se entiende el haz de ramas
con las que se construyen defensas.
116 Ibídem
117 Monte muy espeso y cerrado. En ocasiones algunos autores confunden el arcabuco con el Arcabuz,
este último es un arma antigua de fuego, con cañón de hierro y caja de madera, semejante al fusil, que se
disparaba prendiendo la pólvora del tiro mediante una mecha móvil colocada en la misma arma, de hecho
Arcabucero es sinónimo de soldado.
Alfonso Cassiani Herrera [ 99 ]

dominios o jurisdicción. Posterior a cada refriega, los


que escapaban vivos o heridos se volvían a juntar y
en el peor de los casos se unían a otro palenque como
parte de la resistencia con la cual estaban comprome-
tidos, cuando no creaban uno nuevo.
Ante tales evidencias y a la imposibilidad de redu-
cir al palenque de la Matuna, el gobernador De Suazo
y Casasola, el 18 de julio de 1605, se vio forzado a
capitular con Benkos Biohó acordando garantizar la
paz entre las partes, por espacio de un año. Esto lo
sustentó sobre la base que “… ynbiaron a pedir la paz
y por conciderar las dificultades que avía para aca-
barlos con ser tan pocos y ser necesario hacer tanta
costa para ello como si fueran muchos me resolví
en concederles paz por un año según de la manera
que se capituló con ellos”.118 Se dejó muy en claro
que “los cimarrones de los arcabucos de Cartagena
constituían un conglomerado social potencialmente
capaz de tomar determinaciones que afectaban al
conglomerado social que constituían los españoles
que vivían bajo el régimen colonial impuesto por el
Rey de España para el gobierno de la América”.119
En sus territorios el Palenque de la Matuna, “inició
un sistema informal de tributo, por el cual las estan-
cias vecinas debían hacer – regalos - al palenque para
mantenerse así a salvo de los ataques”,120 situación
que fue evidenciando la necesidad de un pacto de paz.
A diferencia de lo que plantea Arrázola, la paz
estuvo determinada por la incapacidad manifiesta del
gobernador para reducir a los cimarrones y por los
altos costos que la persecución de éstos estaba cau-
sando a los vecinos de la provincia y a la provincia
misma, dejando muy en claro que en modo alguno
118 Citado por Arrázola 1970, pág. 39 AGI: 212
119 Ibíd. Pág. 39
120 De Friedeman y Patino. Ibíd. Pág. 37
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 100 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

puede deducirse, como erróneamente lo hace Arrá-


zola, que fue un “tratado de paz que les obligaran a
firmar”. Lo cual constituye una visión reduccionista
de los alcances del tratado mismo.
A partir de este acuerdo se formaliza, lo que había
sido la actitud rebelde de las y los palenqueros, es decir
Benkos logra que se le autorice: a.- Andar durante
determinadas horas libre por la provincia y ciudad de
Cartagena. b.- Mantener escolta de entre sus propios
cimarrones, y c.- Portar armas. Así se generalizó y
amplió el temor en la Provincia y particularmente en
su capital Cartagena, ante la posibilidad de una insu-
rrección generalizada de cimarrones.
El 16 de marzo de 1621, Benkos Biohó muere a
orden del gobernador de Cartagena, García Girón,
quien determinó que fuera ahorcado, en la misma
noche en que fue capturado en los predios de la ciu-
dad de Cartagena. “Parece que lo cogió el toque de
queda dentro de las murallas de la ciudad y entró en
confrontación con un guardia. Fue prendido y lle-
vado ante el gobernador García Girón a las diez de
la noche”;121 este, tras un proceso brevísimo, ordenó
ahorcarlo en horas de la madrugada.
Durante los más de veinte años que duró el rei-
nado de Benkos Biohó, caracterizado por la rebeldía y
soberbia, dejó un legado de resistencia y lucha mate-
rializado en la construcción y fortalecimiento de un
palenque que había ganado tal preponderancia que:
“Los cimarrones se atrevían a venir a la ciudad, y
lo que es más, lo hacían armados, en uso de un fuero
especial que ellos mismos se dieron, porque, como se
sabe, estaba prohibido tanto por las leyes del Reyno
de Indias como por las ordenanzas del Cabildo, Jus-
ticia y Regimiento de Cartagena, que ningún negro
121 María Cristina Navarrete. Ibíd. Pág. 43.
Alfonso Cassiani Herrera [ 101 ]

pudiera ir armado, ni siquiera so pretexto de acom-


pañar a su amo. Si pues Benkos Biohó y sus aláteres
entraban a la ciudad como por su casa, armados de
todas las armas, había un reconocimiento inconfeso
pero efectivo”.122
Todo lo anterior impide considerar la muerte de
Benkos como un fracaso. De hecho, la existencia
misma del palenque de la Matuna durante un periodo
de más de dos décadas, da cuenta del éxito de las
luchas de las y los cimarrones y palenqueros, pero lo
que es más, el mismo consentimiento del gobernador
García Girón posterior a la muerte de Benkos, para
que: “pudiesen poblarse, en un lugar próximo una
legua de la ciudad, sin que ello implicase que estos
abandonaran su estado de insurgencia”.123
Durante los años siguientes, el accionar de los
cimarrones y palenqueros se intensificó en la provin-
cia y ciudad de Cartagena, y en toda la región, inclu-
yendo las provincias de Cartagena y Santa Marta. Se
hace referencia a los palenques del río Magdalena,
tanto en la Sierra de María, como en la otra banda,
que entre 1631 y 1634 se constituyeron en el dolor
de cabeza más intenso que tuviera que enfrentar el
régimen colonial.
Este dolor de cabeza, al igual que los palenques
que darían origen al poblado de San Basilio Magno,
en los Montes de María, perduraría y se intensifi-
caría a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII,
caracterizada por el aumento de los cimarrones, los
palenques, el fracaso de los esfuerzos por reducirlos
y la impotencia de las instituciones coloniales para
destruirlos.124
122 Ibíd. Pág. 49
123 Ibídem.
124 Periodo que coincide extrañamente con el deceso de Pedro Claver que se sucede el 8 de Septiembre
de 1654
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 102 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Algunos gobernadores posteriores a Don Fran-


cisco de Murga, como Juan Pando de Estrada (1638-
1642), Don Luis Fernández de Córdoba (1642-
1646), Don Pedro Zapata (1646-1651), entre otros,
se dedicaron básicamente a informar a “su majestad”
lo sucedido con los cimarrones y los palenques, al
punto que en carta enviada el rey en 1688, el gober-
nador Sargento General de Batalla Don Martín de
Cevallos y la Cerda informa sobre la fracasada guerra
contra los cimarrones.
Este fracaso justifica el estado de alarma que exis-
tía en la provincia de Cartagena por la presión que
ejercían los cimarrones desde afuera y los domésticos
desde adentro. Esto explica las razones del goberna-
dor Maestre de campo Don Juan de Pando y Estrada,
que gobernara entre 1683 y 1688, para invitar “a los
negros criollos nacidos en los palenques para que
fundaran en las espaldas de la Sierra de María un
lugar donde vivir”,125 destacándose con ello los éxitos
de la luchas de las y los aguerridos cimarrones.
Fueron tan aguerridos los palenques de la Sierra
de María, que, como lo evidencian los documentos
de Arrázola, a finales del siglo fue necesario primero
expedir una real cédula en 1688, en la que se ordenaba
continuar persiguiendo el rastro de los cimarrones
hasta acabar con ellos y si la expedición resultaba, los
esclavizados que no tenían dueños se podían vender
en favor de los propios de la ciudad. Al mismo tiempo
se orientaba castigar severamente a los caudillos de
dichos palenques, de la Sierra de María, sin que con
ello se pudiese garantizar la reducción de los mismos.
Ante la imposibilidad de someter a los palenques se
fue abriendo paso el camino del diálogo para su reduc-
ción pacífica. En esa perspectiva se expidió la real
125 Ibíd. Pág. 69
Alfonso Cassiani Herrera [ 103 ]

cédula de 1691, cuya génesis se remontó a la acción


del padre Baltasar quien en su calidad de cura doctri-
nero en el año 1680 había pasado a tomar posesión
de los territorios a él confiados marchando desde “el
paso del Rege y al sitio de Tetón, corriendo a Tacaloa
por la falda de la Sierra de María y bajando luego por
el río de la Magdalena a Malambito, Sierra de Luruaco,
Arroyo de Caimán y isla de Barú, cuyos habitantes
vivían sin gobierno político ni eclesiástico, mezclán-
dose negros fugitivos con negros indios y zambos”.126
Baltasar, en el año 1682, tropezó con una gran
población y sabiendo por los naturales que lo acom-
pañaban que eran de negros sublevados no entró en
ellas. Señala Baltasar que “al poco tiempo el jefe de
ellos, Domingo Angola le mandó a buscar para que
se encargase de administrarle los sacramentos, expli-
cando que tenía en su obediencia a seiscientos hom-
bres a quienes gobernaban cuatro jefes, cada uno de
su propia nación”.127
El cura doctrinero regresó en otra ocasión y le
plantearon su posición de obedecer siempre y cuando:
- “Que el gobernador en nombre en de su majes-
tad, había de dar libertad a todos los negros y negras
que de su voluntad diesen la obediencia y a todos sus
hijos y descendientes.
- Que se le señalare territorio donde poblasen con
tierras suficientes para labrar
- Que a dicha población se le pusiese un cura y
justicia mayor españoles. Que se obligarían a coger
todos los negros de la provincia, que huyesen ade-
lante y a entregar a los que no obedeciesen estas pro-
posiciones.
126 Memorial de Baltasar de la Fuente a Antonio de Arguelles. Madrid, 26 de noviembre de 1690. Citado
por Vásquez Miguel (Compilador) Ibíd. Pág. 12. Miguel Vásquez nos presenta una recopilación de documen-
tos históricos, los cuales se limita a transcribir en el texto “Las caras lindas de mi Gente Negra, PNR y otros.
Bogotá 1994”
127 Ibídem.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 104 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

- Que estarían prontos a obedecer todas las órde-


nes que se les diese por dicho gobernador.
- Que habían de nombrarse dos alcaldes todos los
años y un procurador.
- Que por las tierras que poblaren y cultivaren
pagarían lo mismo que se usa en la provincia, y los
demás tributos que paga la gente libre para mantener
dicho cura y justicia”.128
Estas solicitudes muestran la inquietud reinante en
la provincia y la capacidad de negociación lograda por
los cimarrones, que estaban prestos a responder en el
terreno que les planteara la institucionalidad colonial.
Sin embargo, en 1684, el gobernador don Juan de
Pando, “a su llegada a Cartagena, y como la situación
se hacía cada vez mas incómoda, envió de nuevo a
Bartolomé Narváez a la destrucción de los Palenques
de Sierra de María. Narváez ya había entrado a la Sie-
rra de María dos años antes, en 1682, bajo la orden
del entonces gobernador Rafael Capsin y Sanz, con
la pretensión de destruir los palenques, expedición
que fracasó en virtud a que ni siquiera pudo hacer
contactos con ellos. Al parecer en este nuevo intento,
la destrucción no debía ser por la fuerza, sino por
medio de mutuas concepciones”.129
En esta oportunidad, es el gobernador el que plan-
tea comprometerse a:
- “Dar libertad a todos los negros criollos del
monte.
- Conceder lugares para su poblamiento a espaldas
de la Sierra de María
128 Ibíd. Pág. 12 a 13. Este aspecto también es citado en estos términos por María Cristina Navarrete OP
Cit. Págs. 104 y 105
129 María del Carmen Borrego Plá. Palenques de negros en Cartagena de Indias a finales del siglo XVII.
Escuela de Estudios Hispanos-Americanos de Sevilla. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sevilla
1973. Pág. 32.
Alfonso Cassiani Herrera [ 105 ]

- Exigir a los criollos devolver los esclavos que


habían huido de la ciudad.
- Los esclavos devueltos recibirían la garantía de
que no serian maltratados por sus dueños”.130
En su entrada a la Sierra de María, Narváez encon-
tró varios palenques. Sin embargo, la negociación
se concentró en el jefe máximo, Domingo Angola,
quien en un principio aceptó la propuesta del gober-
nador, aun cuando no se concretó en virtud a que
para Bartolomé Narváez era fundamental cumplir
con la entrega de las y los nuevos cimarrones que
llegaran al palenque, y Domingo Angola posterior
a la aceptación informó que “los bozales que iba a
entregar habían huido”.131 Esto se correspondía con
las posturas políticas de las y los cimarrones, de soli-
daridad y rebeldía, la exigencia de entregar a sus her-
manos africanos y afrodescendientes que lleguen o
hayan llegado a los palenques fue constante en las
diferentes propuestas de los gobernadores que inten-
taron pactar con los palenques de la Sierra de María,
sin embargo no se tiene noticias, ni soporte docu-
mental que de cuenta de una sola entrega o de un
hecho en el que cimarrones hayan entregado a otros
cimarrones o a bozal alguno.
Con esta situación se suspendieron las negociacio-
nes, hasta el año siguiente, 1685, cuando el mismo
gobernador Juan de Pando “envió una partida de
hombres hacia Colosó, al mando del sargento mayor
de batalla don Luis del Castillo y Artajona” para nego-
ciar nuevamente con Domingo Angola”.132 En esta
ocasión, Luis del Castillo y Artajona, resulta muerto
a manos de los cimarrones.

130 Ibídem. Pág. 32


131 Ibíd. pág. 33
132 Ibíd. pág. 34
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 106 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Mientras entre los vecinos notables de la ciudad


se fortalecería la postura guerrerista de exterminar
a los palenques y reductos de cimarrones por las
armas, a fin de reducirlos por la fuerza, un cabildo
abierto decidió organizar “la movilización de dos-
cientos hombres de Cartagena y otros doscientos de
Tierra adentro”133 bajo las órdenes del capitán Mateo
Pacheco y del castellano de Bocachica don Sancho
Jimeno a principio de 1687. El único resultado fue la
develación material de un palenque en la jurisdicción
de Mahates, sin traer consigo a un solo cimarrón, lo
que generó desespero entre los vecinos de Cartagena
y las exigencias de parte de un grupo liderado por el
procurador Pedro de Zárate, de arreciar la persecu-
ción a los cimarrones hasta que se extinguieran. El
procurador dirige sendas misivas al rey al punto que
motiva la expedición de la real cédula del 3 de mayo
de 1688.
La cédula real de 1688 ordena “proseguir el rastro
de los cimarrones hasta acabar con ellos…” y “casti-
gar gravemente a los caudillos de dichos palenques…
y especialmente a los que tuvieron que ver con la
muerte de don Luis de Castillo”.134
Paralelo a la llegada de la cédula real de 1688, se
abría paso una nueva iniciativa de los cimarrones, en
esta oportunidad a través de la Audiencia de Santa
Fe, a la que llegó un mensaje de Miguel del Toro,
cura doctrinero de Tenerife, según el cual “los negros
cimarrones de Domingo Criollo le pidieron bautismo
y confesión comunicándole que ellos habían vivido
en la jurisdicción de Santa Marta, pero acosados por
su gobernador Pedro Zapata y los indios Chimilas,
decidieron pasar a Cartagena, pero dificultados a su
133 Ibíd. pág. 35
134 Ibídem; al igual que María del Carmen Borrego Plá, María Cristina Navarrete aborda cita y analiza la
Real cédula de 1688. Op Cit. Pág. 112 y 113
Alfonso Cassiani Herrera [ 107 ]

vez por el gobernador de ella y queriéndose sepa-


rar de los negros cimarrones de la casta Mina, esta-
rían dispuestos a regresar a Santa Marta siempre que
fueren perdonados y les diesen tierra para su pobla-
miento. … el 24 de febrero de 1688 la Real Audiencia
de Santa Fe dictaba la Real Provisión de Amparo”.135
Esta contenía tres puntos básicos:
- Se encargaba al gobernador de Santa Marta que
los patrocinase y no les hiciera agravio alguno.
- Se encomienda a Miguel del Toro su adoctrina-
miento
- Se las deberá sacar información del lugar donde
se encuentra los negros minas para su reducirlos.
El 7de enero de 1690 la gobernación de Santa
Marta “comunicaba a la Audiencia de Santa Fe, que
habiendo visto la Real Provisión remitida por Miguel
del Toro, la recibía y en su cumplimiento daría los
terrenos del sitio de Córdoba (en el pueblo de Cié-
naga) para el poblamiento de dichos negros”136 y es
en este escenario, en el que llega la Cédula Real de
1688. Con ello, se generó una situación ambigua y
contradictoria entre el mandato de la Corona y los
vecinos de Cartagena y los de la Audiencia de Santa
Fe y la Gobernación de Santa Marta, al tiempo que
alimenta el escenario de guerra contra los cimarrones
de la Sierra de María, minimizando el interés en las
propuestas de paz.
Sin embargo, las expectativas de llegar a un
acuerdo de paz no se detienen, de manera que el 26
de noviembre de 1690, el cura doctrinero Baltasar de
la Fuente, le entrega a Antonio de Arguelles, presi-
dente del Consejo de Indias, un memorial en el que
135 Ibíd. María del Carmen Borrego Plá Pág. 39 maría Cristina Navarrete. Pág. 113
136 Ibíd. Pág. 40
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 108 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

pedía la libertad para los cimarrones y palenques de


la Sierra de María. El memorial, estaba fundamen-
tado en la solicitud realizada por Domingo Angola
al cura doctrinero en 1680, ocasión en que desde los
palenques le propusieron siete puntos de diálogo a la
Gobernación de Cartagena, sin que hubieran tenido
mayor impacto.
No obstante, diez años después, Baltasar de la
Fuente se dirige directamente al rey a través del Con-
sejo de Indias que se interesa por una solución nego-
ciada que partiera de firmar la paz con los cimarrones
y cimarronas de la Sierra de María. Esto condujo a
que se replanteara la cédula real del 3 de mayo de
1688 y se expidieran la real cédula del 23 de agosto
de 1691, dada por Carlos II, ordenando la pacifica-
ción de los negros alzados en Sierra de María. En
esta se solicita que “en las reducciones [de los negros
fuxitivos que se hallan fortificados en los palenques
de la Sierra de María] se excuse el uso de la fuerza de
armas y se use de los medios de mayor blandura”.137
Se le ordenó al gobernador que: “recoja dicha
providencia [cédula de 1688] que no use de ella apli-
cándose con todo cuidado y suavidad”.138 Incluso,
la cédula real de 1691, establece como conveniente:
“avisar al Tribunal de la Inquisición de Cartagena
para que moderase los castigos que hubiese de dicta-
minar a los negros bautizados de los palenques que
hubiesen cometido idolatría, con lo que se aseguraría
más fácilmente su reducción”.139
No obstante y muy a pesar de los ruegos de su
majestad encargando: “al dicho cabildo, que por
137 Real Cédula dada por Carlos II. Madrid, 23 de agosto de 1691. Citado por Vásquez Miguel, Ibíd. Pág. 14
138 Ibídem.
139 María del Carmen Borrego. Ibíd. Pág. 50
Alfonso Cassiani Herrera [ 109 ]

parte que le toca, haga elección de persona para este


efecto, procurando sea la más idónea para el caso”.140
La cédula real fue literalmente escondida por
los cabildantes de Cartagena. Sin embargo, el gran
mérito de la cédula real de 1691, es que su “majes-
tad” el rey, prácticamente se sirve remitir y perdonar
los delitos cometidos por los negros alzados que se
hallan en el Palenque de la Sierra de María a orden
de Domingo Criollo y mandar que se poblasen. Se
reconoce que “siendo innegable que sin el presu-
puesto infalible de su libertad general y absoluta no
vendrían a reducirse”,141 manda a “solicitar con los
dueños de estos esclavos fuxitivos, renuncien a los
derechos que les competen”,142 lo cual constituye un
reconocimiento de la libertad de las y los palenqueros
de la Sierra de María.
El rey, prácticamente acoge integralmente la pro-
puesta de Domingo Angola, tal como me permito
mostrar en el cuadro No. 2:

140 Real Cédula dada por Carlos II. Madrid, 23 de agosto de 1691. Citado por Vásquez Miguel, Ibídem.
141 Ibídem
142 Ibídem
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 110 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Cuadro No. 2
Comparativo de aceptación de la Propuesta de

negras que de su

serían

Domingo Angola
Fuente: Cédula dada por Carlos II ordenando la pacificación
de los negros alzados en Sierra de María (Madrid, 23 de
agosto de 1691) En: Miguel Vásquez, comp.: Las caras
lindas de mi gente negra. El cuadro fue realizado por el
Autor.

Pese a ello, en el cabildo de Cartagena, bajo la con-


vicción que tenía la élite cartagenera que declarar un
palenque libre, era sentar un peligroso precedente en
un lugar en el que todo funcionaba por mano de obra
esclavizada. Después de distintas opiniones en torno
al particular, en contra de cualquier tipo de reconoci-
miento a los cimarrones, logró imponer una solución
de fuerza. Se inició una serie de expediciones contra
Alfonso Cassiani Herrera [ 111 ]

los palenques de la Sierra de María, y demás contor-


nos de la provincia de Cartagena. Como Martín de
Ceballos tenía como propósito diezmar las luchas
libertarias de las y los cimarrones, atacando a cada
palenque por separado se les prometió a los otros
que no serían atacados. Así se iniciaron férreos ata-
ques al palenque de Tabacal o Matudere, mientras le
hacían promesas al de Betancur; luego atacarlo, bajo
el mando de Domingo Padilla. Paralelamente, le pro-
meten la aplicación de la cédula real de 1691 a San
Miguel Arcángel, y al mismo Domingo Angola. Esto
se constituye en uno de los antecedentes más signifi-
cativos que da cuenta de una de las principales voca-
ciones de las y los cimarrones, la de los palenqueros,
era la búsqueda de la paz, desde Biohó, pasando por
Angola, hasta Santa Rossa.
La campaña militar prosiguió a pesar de que en
últimas logró el desplazamiento constante de algunos
palenques que lograron enfrentar las expediciones
militares de la institucionalidad colonial. Posterior-
mente, se concretó una solución basada en acuerdos,
teniendo como colofón de fondo las posibilidades
planteadas en la real cédula de 1691, que permitía
pactar con la gobernación a través del Obispo de
Cartagena de la orden de San Basilio. Dicho pacto
se realizó entre diciembre de 1713 y enero de 1714
con la mediación de Fray Antonio María Cassiani
Silva y Lobo quien después de trece años de sede
vacante, había sido nombrado obispo de Cartagena.
El acuerdo de 1713 reconoce la libertad de los palen-
queros de la Sierra de María, que confluirían en el
palenque de San Migue Arcángel, a partir del cual se
constituye el poblado de San Basilio Magno, al que el
obispo al informar al gobernador sobre los acuerdos
se refiere en su primera oportunidad como “palen-
que San Basilio Magno”.
Capítulo IV
Del tratado de paz definitivo
Testimonio de autos obrados por el gobernador de
Cartagena don Gerónimo Badillo sobre la reducción
de los negros del palenque denominado San Miguel
de la Sierra de María.
El presente capítulo constituye una transcripción
de la fuente documental del Archivo General de
Indias “Testimonio de autos obrados por el gober-
nador de Cartagena don Gerónimo Badillo sobre la
rendición de los negros del palenque de San Miguel
de la Sierra de María” entre 1713 y 1714, el cual se
constituye en uno de los documentos de mayor valor
histórico para la comprensión de la historia de la
comunidad de San Basilio de Palenque, el otrora San
Basilio Magno.
El documento, “Testimonio de autos obrados por
el gobernador de Cartagena don Gerónimo Badi-
llo…” contiene información de sumo valor que da
cuenta, en su primera parte, de los esfuerzos del
gobernador para contactar a los cimarrones de los
Montes de María, les exigía su rendición, entrega y
obediencia, so pena de ser atacados militarmente.
En su segunda parte, se relaciona la incursión del
obispo de Cartagena fray Antonio María Cassiani en
el proceso de acercamiento a los cimarrones de las
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 114 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Sierra de María a partir de los contactos con el Palen-


que de San Miguel Arcángel y la propuesta de dieci-
séis puntos enviada por el gobernador.
En su tercera parte, trata la relación del obispo
Cassiani de lo obrado y acordado con las y los cima-
rrones de la Sierras de María, teniendo como centro
al palenque de San Miguel Arcángel y como inter-
locutor jefe a Nicolás de Santa Rossa, el acuerdo a
que se llegó y la creación del poblado de San Basilio
Magno.
Se trata a todas luces de un documento de singular
importancia que revela los detalles de la última etapa
de la relación entre los palenques y cimarrones de la
Sierra de María y la gobernación de la Provincia de
Cartagena, permite constatar insistencia en la solu-
ción militar, a través de la pretendida debelación con
las armas, que había caracterizado la relación entre
los palenques de las Sierra de María y las autorida-
des y vecinos de la provincia de Cartagena durante la
segunda mitad del siglo XVII. Da cuenta de la solu-
ción negociada, la búsqueda de la paz propuesta por
las y los cimarrones en cabeza de Domingo Angola
hacia 1680, hasta llegar al acuerdo de paz definitivo.
Documento que, gracias a la labor y a los buenos
oficios de María Navarrete, llegó a la comunidad de
San Basilio de Palenque como un aporte sustancial
para avanzar en el proceso de reconocer nuestra
propia historia y superar las versiones inconclusas
en torno a la historia de San Basilio. Sobre todo un
instrumento para potenciar las dinámicas de fortale-
cimiento de nuestra identidad étnica, histórica y cul-
tural a través de los proceso comunitarios y las diná-
micas de etnoeducación. En este escenario se perfila
el sentido de la presente transcripción y su respectivo
análisis histórico.
Alfonso Cassiani Herrera [ 115 ]

El presente capítulo, dada la importancia del


documento, se ocupa fundamente de su trascripción,
toda vez que su análisis está contenido en el capítulo
siguiente. El documento por tanto reza:

Transcripción de los testimonios de autos obra-


dos por el gobernador de Cartagena don Geró-
nimo Badillo sobre la reducción de los negros
del palenque denominado San Miguel de la
Sierra de María.143
En la ciudad de Cartagena de Indias, en veintiún
días del mes de noviembre de mil setecientos catorce
años el señor mariscal de campo Don Jerónimo Badi-
llo Gobernador y capitán general de esta Ciudad y
provincia, dijo que por cuanto habiendo comparecido
ante su señoría el capitán Don Alfonzo de Guzmán,
vecino de esta ciudad le dio cuenta de cómo había
entrado con la gente necesaria y armas con orden que
había tenido, a la debelación de un palenque pequeño
de negros que estaba en la sierra de maría que se com-
ponía hasta veinte cabezas y entre ellos un negro su
esclavo y que con efecto había conseguido cogiendo
los ocho y puestos en fuga los demás, habiendo así
mismo pegado fuego a otro palenque que está cer-
cano al referido que se iba poblando para refugio de
los negros y negras que se ausentaban de sus amos,
sin que hubiese seguridad en ninguno, y que había
hecho otras diligencias en orden a que los negros del
Palenque Grande de San Miguel no tuviesen comu-
nicación con algunas personas con quienes la tenían,
vendiéndoles lo que necesitaban, pasando dicho capi-
tán, don Alfonzo de Guzmán, como había pasado
a hablar con un zambo que tenía su habitación en
143 La presente transcripción se ciñe al documento original ó fuente primaria, conservando la presentación
y puntuación original.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 116 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

dichos parajes, nombrado, Juan Márquez, sobrino


del Capitán de dicho Palenque nombrado Nicolás
de Santa Rossa, para que le dijese a dicho su tío que
se comunicaba con él que tuviese entendido, que su
señoría estaba en animo de que luego que cesaren las
aguas entrar en dicho Palenque con las Armas como
se había ejecutado con ellos el año pasado de seis-
cientos noventa y cuatro en donde padecieron tantos,
unos cogidos otros muertos y otros castigados; Si no
se rendían y daban obediencia.
Lo cual le había ofrecido dicho zambo ejecutar,
por cuya razón se había venido dicho Capitán Don
Alfonso Guzmán a esta ciudad y dándoles dicha
cuenta a su señoría que estando en la inteligencia
que informé que se le había hecho, de que en dicho
Palenque había más de seiscientos negros de Armas
y que semejante pronóstico era y podían ser muy per-
nicioso y que los vecinos de esta ciudad y provin-
cia no tenían esclavos seguro por el refugio de dicho
palenque y que sus habitadores carecían del gusto
espiritual. Le dio su señoría orden al dicho Capitán
Don Alfonso de Guzmán y en su Nombre escribiese
a dicho capitán del Palenque, por medio del dicho
zambo su sobrino dándole a entender la resolución
que había de tomar en dicha entrada luego que cesa-
sen las aguas si no se rendían y daban a obediencia y
que con efecto había escrito dicha carta y remitiéndo-
sela a dicho zambo para que se la encaminase o diere
a dicho su tío el capitán de dicho palenque, quien le
había respondido por un papel pasado días que toda-
vía permanecía en su poder dicha carta por no haber
habido ocasión de darla y que después le había escrito
otro diciéndole que ya se había dado dicha carta y que
sabía que la gente de dicho palenque estaba atemori-
zada con lo que había pasado y que tenia por cierto
se habrían apartado con otros varones que constaban
Alfonso Cassiani Herrera [ 117 ]

de dichos dos papeles y para los efectos puedan con-


venir no obstante haber preveido lo expresado por
la relación que hizo a su señoría dicho don Alfonso
Guzmán mandaba y mandó que el susodicho com-
parezca ante el señor licenciado Don Juan Gutiérrez
de Arze subteniente general y auditor de guerra, para
que haga con razón de ello y lo demás que supiere su
declaración y con especialidad sobre las gentes fijas
que podrá tener dicho palenque según las historias
que pudo haber adquirido, para con su visita, pasar
como pasaron su señoría; luego que cesen las aguas
regadoras del invierno a tomar aquellas reglas y medi-
das que hallare y tuviere por más conveniente para la
revelación de dichos palenques y qué tanto interesa a
esta ciudad y provincia y que tanto será del agrado de
sus majestades divinas y Católica pues no gozan del
pasto espiritual viviendo como [alarbes] metidos en
los montes así lo proveyó, mando y firmo== Don
Geronimo Badillo==ante mí Ignacio Sánchez de
Morales escribano público.

Declaración del Capitán Alfonso de Guzmán.


En la ciudad de Cartagena de las Indias, a los
Veinte y dos días del mes de Noviembre de mil sete-
cientos y Trece años. Su merced y señor teniente Don
Juan Gutiérrez de Arze abogado de los reales Conse-
jos, Teniente general y auditor de guerra, oidor electo
de la Real Audiencia de Santa Fe en conformidad del
auto antecedente hizo parecer ante sí al Capitán Don
Alfonzo de Guzmán vecino de esta ciudad de quien
recibí juramento y habiéndole hecho por Dios y la
cruz, habiéndole leído el auto antecedente y pregun-
tándole la razón del = dijo que lo cierto y verdadero
todo su contexto y que con efecto había ído a su
costa con la gente necesaria y armas a la debelación
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 118 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

del palenque en dicho auto se menciona en dónde


el declarante había cogido a dichos negros y entre
ellos uno esclavo y que los restantes hasta veinte que
se habían puesto en fuga. Se habían venido después
a esta ciudad a entregarse a sus amos y que después
había pasado a quemar como había quemado otro
palenquillo y estaba cercano a el antecedente en
donde no había podido coger ningún negro y había
quitado algunos sujetos, alguna pólvora y balas que
tenían para dar así a dichos negros como a los del
palenque grande llamado San Miguel echándoles de
dichos parajes y que había ido a hablar con el sobrino
del capitán del dicho palenque San Miguel, llamado
Juan Márquez que hubo noticia vivía en un cortijo
allí cerca a decirle como le dijo = diese a entender a
su tio que tratase de entregarse con su gente dando
obediencia porque si no el señor gobernador y capi-
tán general había acabado de llegar a esta plaza de
España luego que cesasen las aguas había de entrar a
fuerzas de armas a su reducción a lo cual había que-
dado de hacer viniéndose el declarante de cómo se
vino a esta ciudad en donde el declarante dio cuenta
a su señoría de lo expresado y con efecto le dio orden
al declarante que por medio de dicho zambo Juan
Márquez, sobrino del dicho capitán del Palenque
Nicolás de Santa Rossa les escribiese al suso dicho
una carta en su nombre diciéndole tratase de salir de
dicho palenque con su gente conociendo obediencia
debajo de aquellas condiciones que fuesen mas arre-
gladas. Porque de [no entraría] con armas luego que
cesasen las aguas y que con efecto se le había escrito
dicha carta remitiéndola a dicho Juan Márquez para
su dirección quien le escribió al declarante un papel
su fecha de veinte de septiembre de este año, dicién-
dole le había recibido y que todavía; por las muchas
aguas no había habido forma de conducir a dicho
Alfonso Cassiani Herrera [ 119 ]

Palenque dicha carta, si bien después había recibido


otro papel de fecha de trece de este mes y año en que
le diría [al adelante], el dicho Juan Márquez, como ya
tenía dicha carta, dicho capitán del palenque y que
tenía por cierto se darían a obediencia los negros del,
porque estaban muy atemorizados con la amenaza
que les había hecho el señor gobernador sobre su
entrada, como lo referido consta de los dichos dos
papeles expresados de que hacen remisión y que en
cuanto al número de negros que tiene dicho Palen-
que, San Miguel, no pudo adquirir esta noticia porque
no le preparan, ni dicen y que esto que lleva dicho es
la verdad en cargo de su juramento en que se afirmo
y ratifico y lo firmo y que es verdad se remita lo dicho
a su merced el señor teniente general lo señalo y
mando le pongan a continuación de esta declaración
los dos papeles exhibidos = ( ) don Juan Gutiérrez
de Arze = Alfonso de Guzmán = ante mí Ignacio
Sánchez de Morales.

Primer papel que envió don Alfonso de Guzmán:


Capitán don Alfonso de Guzmán; Muy señor mío,
recibí el de usted junto con una carta para mi tío Nico-
lás de Santa Rossa capitán del palenque la cual no he
despachado por no haber bajado gente de arriba ya
sea por las muchas aguas onerosas de la entrada, que
vinieron e hizo en los días pasados, porque les ha
causado grande espanto la quema de los dos palen-
ques luego que hubiere ocasión las despachare y hare
de mi parte cuanto pueda porque se consiga a fin
que tanto usted desea = y en cuanto los negros del
palenquillo no se fijo donde se han fundado, luego
que tenga razón avisare de todo y en tanto ruego a
nuestro señor, guarde a ustedes muchos años de este
con fecha, septiembre de mil setecientos y trece años
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 120 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

B L M de usted, Su criado y servidor Juan Márquez


Capitulo.
Remítame usted un poco de papel Blanco que no
tengo para responder (ni confiese)

Segundo papel que exhibió don Alfonso de


Guzmán: “Nuestro señor capitán don Alfonso de
Guzmán”.
Muy señor mío Noticio a vuestra merced, como a
la fecha de esta tengo remitido con persona segura,
la carta de vuestra merced a mi tío, Nicolás de Santa
Rossa, Capitán del palenque grande y le envié a
decir juntamente todo lo que su merced me ordena
en razón de lo que le conviene el entregarse. Fio de
Dios que la respuesta ha de ser breve y muy buena
si viniere por mi mano no la dilataré ni a un instante
aunque vaya yo propio a llevarla aunque según dis-
curro, más brevedad de tener vuestra merced razón
de todo por allá, porque la carta que vuestra merced
escribió, los tiene asombrados y están en entregarse.
En cuanto a los negros del palenque de Cien Cabezas
y el de cerro de San Juan que usted quemó, no he
podido a la fecha de esta descubrir su fundación. No
me descuidaré en solicitarla y avisar a vuestra merced,
a quien pido no me olvide en lo que me ofreció, pues
ya sabe lo que pasamos en estos montes con las justi-
cias. Ruego a nuestro señor guarde a vuestra merced
muchos años. De este cortijo y noviembre trece de
mil setecientos y trece años [B L M] de vuestra mer-
ced su más afecto servidor y criado, Juan Márquez.

Auto acordando dar despacho al señor obispo por


ir al Palenque San Miguel ( ) delegándole la real juris-
dicción para contratar con los negros de su rendición
en conformidad de ciertos capítulos… por haberse
Alfonso Cassiani Herrera [ 121 ]

patrocinado y venido a esta ciudad los caudillos de


dicho palenque:
En la ciudad de Cartagena, en nueve días del mes
de diciembre de mil setecientos y trece años, el señor
Mariscal de campo don Gerónimo Badillo gober-
nador y capitán general de esta ciudad y provincia,
dijo que por cuanto se halla con noticia, que algu-
nos negros caudillos del palenque nombrado San
Miguel, han venido a esta ciudad, motivados por la
amonestación que por su señoría se les hizo sobre
su reducción como consta de estos autos para que
saliesen a obediencia por lo perjudicial que era dicho
palenque, porque no hacerlo pasadas las aguas de
este invierno le había de debelar con las armas valién-
dose del patrocinio del excelentísimo señor obispo
de esta ciudad, quien lo ha participado a su señoría
con sus buenos deseos dándole a entender irá per-
sonalmente a dicho palenque, pues sale a la visita de
su obispado, a proponerles a los caudillos y negros
de dicho palenque, los medios más conducentes y
arreglados para su reducción y o obediencia por cuya
razón su señoría le oficio subdelegar su jurisdicción
y darle por escrito los capítulos que se les ha de pro-
poner a dichos caudillos y negros y con efecto a que
está presto a hacer dicho despacho y formar dichos
capítulos – para entregar a dicho señor excelentísimo,
el presente escribano sacara copias de uno y otro para
poner en estos autos, y lo señalo; Badillo.; Antonio
Ignacio Sánchez de Morales escribano público.

Despacho que hizo el señor gobernador de Carta-


gena al señor obispo, sobre los negros del palenque:
Don Gerónimo Badillo, mariscal de campo de
los reales ejércitos, gobernador y capitán general de
esta ciudad y provincia por su majestad. Por cuanto
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 122 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

hallándose esta ciudad y sus vecinos, con el gravamen


de el palenque de María en que se hallan refugiados
más de seiscientos negros de tomar armas, esclavos
así criollos como de otras castas, se ha conseguido
por los medios que para ellos sean puestos, que los
caudillos de los referidos esclavos hayan venido a esta
ciudad, ante su señoría, a pedir el perdón de sus deli-
tos y allanándose a rendirse a población, haciéndoles
toda equidad en la forma de admitirlos, habiéndose
interpuesto el excelentísimo señor mío Don Antonio
María Cassiani, doctor en sagrada teología, catedrá-
tico de prima de escritura de la universidad de Alcalá,
obispo electo de esta ciudad y obispado del consejo
de su majestad con su señoría para que condescienda
con ello en nombre de su majestad en la que ha venido
y para que tenga efecto, respecto de que dicho exce-
lentísimo señor obispo, llevado del gran celo y amor
que le hará compañía al servicio de ambas majesta-
des, pasa en persona al dicho palenque a tratar con
los referidos negros para que se consiga su reducción
a población, admitiendo justicia y cura doctrinero
para la administración de los santos sacramentos de
que están careciendo ha mas de veinte años y con-
siderando que ninguna otra persona, pueda ejecutar
con referido con mayor celo y amor, por el presente,
su señoría da y delega toda su jurisdicción a dicho
excelentísimo y le da todas sus veces poder y facul-
tad en nombre de su majestad que Dios guarde, para
que según los capítulos que se contienen en un papel
firmado de su señoría que se entregara a dichos exce-
lentísimo junto con este asegure a dichos caudillos
y negros se observara los que se les concediere por
dicho excelentísimo señor y para la ejecución de ello,
se da este firmado de su señoría, por ante el presente
escribano en Cartagena en veinte y tres de Diciem-
bre de mil setecientos y trece años don Gerónimo
Alfonso Cassiani Herrera [ 123 ]

Badillo, por su mandado, Ignacio Sánchez de Mora,


escrivano publico, mayor de gobernación.
Concuerda con su original, que juntos con el papel
firmado del señor gobernador y capitán general, que
son los capítulos que se hacen mención, que su seño-
ría ha de entregar al excelentísimo señor obispo, y
va verdadero y en efecto de ello lo signo y firmo en
Cartagena en fecha veinte y tres de Diciembre de
mil setecientos y trece años; en testimonio de ver-
dad; Ignacio Sánchez de Mora, escribano publico de
gobernación.
Condiciones y acordamiento con que el señor
mariscal de campo, don Geronimo Badillo, Goberna-
dor y capitán general de esta ciudad y provincia de
Cartagena de Indias admite indulto y perdón, y comer-
cio con españoles a todos los negros que habitan en el
palenque de María, nombrado San Miguel, sus muje-
res, hijos y demás que hoy se hallan en el, bajo de la
palabra real y de la protección del excelentísimo señor
[mío], Don fray Antonio María Cassiani, electo obispo
de este obispado de quien el capitán y mandarines de
dicho palenque se han valido para este fin:
1.- Primero que todo los dichos negros de allí,
criollos de la montaña como de varias castas que
ahi se hallen en el, han de recogerse en paraje cierto
y seguro, el cual acordare dicho señor y excelentí-
simo debajo de una campana, haciendo constar por
memoria y padrón fiel y legal, los nombres de todos
cuantos quieren gozar de este beneficio, cuyo trabajo
quiere tomar dicho señor excelentísimo por servir a
Dios y al rey y los que se negasen a dar su nombre y
viven en dicha población no gozarán de este indulto.
2.- Que, los dichos capitán y demás gente ha de
allanar que en dicha montaña de María, ni en otra
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 124 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

alguna de esta provincia inmediata a dicha serranía


en distancia de diez leguas quede Palenque ninguno,
ni habitar con dichos negros, porque han de ser de su
cuidado por bien o por fuerza obligarlos a que ven-
gan a la población.
3.- Que, el paraje o sitio donde ha de vivir y labrar
han de ser en tierras libres sin perjuicio de tercero, las
cuales se les señalaran.
4.- Que, hecha la población han de mantener hom-
bre blanco que se nombrara por su señoría para que
les gobierne en modo civil y político.
5.- Que, para el gobierno económico de ellos ten-
drán sus capitanes y justicias Que nombrarán cada
año y se aprobarán por el señor gobernador.
6.- Que, han de hacer iglesia y mantener cura,
señalándole salario competente para su manutención
decencia y han de estar sujetos a su doctrina como los
demás fieles.
7.- Que, desde el día y hora que dicho señor exce-
lentísimo asentare estos capítulos no han de admitir a
su compañía ningún esclavo fugitivo.
8.- Que, yéndose algunos esclavos de esta ciudad
a dicho paraje, enviando al capitán español el nom-
bre y señas de tal esclavo, lo han de solicitar y buscar
dichos negros y traerlo a la cárcel real a donde estará
hasta que el amo del esclavo le pague veinte pesos
por el trabajo de buscarlo y conducirlo, y al respecto
las demás cabezas que trajeren.
9.- Que, siempre que hubiere enemigos y se lla-
mare la gente, han de venir toda la gente de armas de
dicho pueblo servirán al rey nuestro señor, en lo que
se le mandare, y desde el día que llegare a la plaza, se
les dará el socorro como a las demas milicias de la
provincia.
Alfonso Cassiani Herrera [ 125 ]

10.- Que, desde el día que se acordaren estos


capítulos, han de poder y puedan comerciar con los
españoles libremente, viniendo a esta ciudad con sus
frutos y comprando en ella lo que hubieren menester
para su conservación.
11.- Que, en su pueblo puedan defender que no
se avecine, ni haga bohío español, ni mulato, ni otra
gente, y si algunos fueren a vender sus géneros y mer-
caderías el capitán le señale casa en donde se aloje y
los días que hubiere de vivir allí haciendo se le pague
puntualmente lo que vendiere la gente del pueblo.
12.- Que, todos los negros esclavos fugitivos, que
el día de hoy se hallaren en dicho palenque que tuvie-
ron dueño conocido (que este constara del padrón que
se hiciere), se ha de evaluar la causa, sin que entren
los hijos que hubieren nacidos en la montaña, por-
que estos han de ser libres como lo están hoy por un
precio moderado y hecho el avalúo de todos los que
hubiere de esta manera, han de ser obligados todos los
hombres de hacha y machete del pueblo, a hacer roza
de comunidad para ir pagando en maíz u otros frutos
a los dueños de dichos esclavos el importe de ellos.
13.- Porque en la condición antecedente, cese cual-
quier [interpretación] y discordia respecto a que todos
los demás de estos negros así nacidos en la montaña,
como castas, no pueden dejar de tener amo conocido
o herederos sucesores, de sus dueños, se declara que
los que hubiere veinte años que están en el monte sin
sujeción a sus amos se reputan y quedan como libres
y por ellos no se han de pagar cosa alguna.
14.- Que, se les perdona y remite todos los delitos
ejecutados por dichos negros hasta el día en que se
efectuasen estos capítulos y empiecen a tener cumpli-
miento y observancia.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 126 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

15.- Que, reducidos a la población, serán atendi-


dos y tratados por su señoría como vasallos de su
majestad como todos los demás de los lugares de esta
provincia.
16.- Que, si los referidos capítulos o alguno de
ellos no pudiere tener efecto, por no allanarse, su
excelentísimo, podra mandar y quitar de ellos lo que
le pareciere y mas conviniere al servicio de ambas
majestades y utilidad de estas república. Cartagena
veintidos de diciembre de mil setecientos y trece
años. Don Geronimo Badillo
Concuerda con su original que para efecto de sacar
esta copia me fue mostrada por dicho señor maris-
cal de campo, don Geronimo Badillo, Gobernador y
capitán general a quien habiéndolo corregido y con-
certado, se lo volví y en fe de ello lo signo y firmo en
Cartagena de indias en veinte y dos de diciembre de
mil setecientos trece años, en testimonio de verdad,
Ignacio Sánchez de Morales, escribano Publico.

Auto mandado poner en estos autos una carta


que el señor obispo escribió al señor gobernador
remitiéndole testimonio en relación de los que
ejecutó en el Palenque San Miguel.
En la ciudad de Cartagena, en seis días del mes
de enero de mil setecientos y catorce años, el señor
mariscal de campo, Don Gerónimo Badillo, Gober-
nador y capitán general de esta ciudad y provincia,
dijo, que por cuanto ha recibido carta del excelentí-
simo señor obispo de esta ciudad y obispado, escrita
en Mompox, en que le remite testimonio en relación
de lo que ejecutó en el Palenque San Miguel con los
negros del debajo de los capítulos que en dicho tes-
timonio se expresan, debía de mandar y mando, se
Alfonso Cassiani Herrera [ 127 ]

ponga dicha carta y testimonio en estos autos a con-


tinuación de este y lo señalo, Badillo, ante mi, Ignacio
Sánchez de Morales, escribano publico.

Carta del señor Obispo al gobernador:


Señor gobernador, Don Geronimo Badillo, muy
señor mío, he llegado a esta Villa de Mompox, con
salud a Dios gracias que no ha sido poco con las sumas
calores y penalidad grande que tuve en la entrada al
palenque, pues teniendo que pasar veinte y tres veces
un arroyo, me fue precisó hacerlo a pie, pues a caballo
ni se puede a bajar de él, ni subir de la otra parte, pero
pues Dios fue servido darme aliento y estoy contento
de todo lo ejecutado, remito a usted, un testimonio en
relación por qué no hay lugar ahora de enviar traslado
de todos los autos como lo haré con la primera oca-
sión, también remito los mismos autos para la presen-
tación del curato de esta Villa en el doctor Meléndez,
asegurándole será de gran servicio a Dios que guarde
a usted en compañía de mi señora Doña María Teresa
y demás familia a quien ( ) Mompox, enero treinta y
uno De mil setecientos y catorce, [B L M], de Testi-
monio en relación.
Yo, Francisco Giménez, presbítero contador
Mayor de las cuentas decimales y convencionales de
este obispado de Cartagena de Indias y notario ecle-
siástico en el, en virtud de lo mandado por esto, hoy
día de la fecha proveido por el excelentísimo señor
nuestro, Don Antonio María Cassiani, de la sagrada
teología, catedrático de prima de escritura de la uni-
versidad de Alcalá, obispo electo gobernador de
este obispado del consejo de su majestad, mi señor
certífico, doy fe, verdadero testimonio, a los que el
presente vieren como habiendo salido dicho señor
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 128 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

excelentísimo de dicha ciudad de Cartagena, el día


ocho del corriente mes, en camino vía recta su viaje
al palenque nombrado San Miguel, en términos de la
Villa de María de esta jurisdicción y habiendo llegado
a el día diesiciete del corriente, le dio a entender a
Nicolás de Santa Rossa, negro criollo de dicho país,
que es el que hace cabeza y caudillo y le nombran
capitán y a los demás negros criollos y de diversas
castas libres y también a los esclavos de diversas
personas de esta y otras provincias, las condiciones
y acordamiento con el despacho original, librado
unos y otros por el señor mariscal de Campo, don
Geronimo Badillo, gobernador y capitán general en
esta dicha provincia, sus fechas, hoy veinte y tres de
diciembre del año próximo pasado de mil setecientos
y trece y refundado, Don Ignacio Sánchez de Mora,
excelentísimo capitán mayor y de cabildo y habiendo
erigido iglesia con pila bautismal, ornamentos, cris-
meras del Santos oleos y demás necesario para el
santo sacrificio de la misa y de mas ministerios para
que tengan el gusto espiritual aquellas ovejas, nom-
bro su señoría excelentísimo, por legitimo párroco de
dicha población que intitulo con el nombre de San
Basilio Magno, al reverendo padre, don Ysidro de
Osorio, sacerdote del orden de San Basilio a quien le
despacho, título y dio canónica institución, para que
en dicha iglesia, con el titulo y nombre de San Miguel
Arcángel, administre todos los santos sacramentos
aquellos feligreses y todo esto ejecutado, mando su
señoría excelentísimo comparecer ante si a todos
los negros y negras, así criollos de dicha población,
como los demás que se hallan en ella y sus contor-
nos fugitivos de sus amos, que con efectos fueron
conducidos y manifestados por el dicho Nicolás de
Santa Rossa, y habiéndolos matriculados a unos y
a otros, se hallaron por los padrones haber negros
Alfonso Cassiani Herrera [ 129 ]

criollos barones, entre grandes y pequeños, hasta los


del dicho numero de cincuenta y siete y negros crio-
llos en la misma forma y numero de cincuenta y seis
negras criollas habiendo el cumulo de todos los crio-
llos cientotrece personas, y los negros esclavos varo-
nes de diversas castas y provincias setenta y cinco, y
negras esclavas en la misma conformidad cuarenta
y seis, y con todos los esclavos varones y hembras
ciento veinte y una personas y el numero completo
de criollos y castas varones y hembras doscientos y
treinta y cuatro, y del referido numero de los escla-
vos declaro su señoría excelentísimas, en virtud de
lo acordado por libres por haber tiempo de más de
veinte hasta treinta y cinco años que estaban fugitivos
de sus amos y residen en dicha población veintiun
negros barones y quince negras hembras, que hacen
él un numero de treinta y seis piezas pertenecientes a
diferentes sujetos y así mismo declaro su señor exce-
lentísimo, pertenecer al rey, nuestro señor el numero
de diez y siete negros barones que se matricularon
entre los esclavos por estar sin marcas Reales y ni
aun de los asientos de negros de estas provincias de
Indias y avaluado el numero de estos dichos diez
y siete esclavos por precio moderado importo el
monto de todos ellos ochocientos y setenta pesos y
hecho y ejecutado todo lo referido en virtud de dicho
despacho y acordamiento, que va expresado, se me
manda por dicho señor excelentísimo dar este testi-
monio, incluyendo en él, a la letra, las capitulaciones
celebradas con acuerdo y consentimiento del dicho
Nicolás de Santa Rossa, y todos los demás negros
libres y esclavos barones que se hallaron presentes
cuyo tenor a la letra es el siguiente, Capitulaciones:
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 130 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Capitulaciones.
En el sitio y población del Palenque San Basilio
Magno, jurisdicción de la ciudad de Cartagena de las
Indias, en veinte días del mes de enero de mil sete-
cientos y catorce años, el excelentísimo señor mío,
Don Antonio María Cassiani, de la consagrada teo-
logía, catedrático de prima y de escritura de la uni-
versidad de Alcalá, obispo electo gobernador de este
obispado del consejo de su majestad, mi señor, dijo
su señoría excelentísima que por cuanto se han hecho
las primeras diligencias en la entrada de este palen-
que y dándole a entender al capitán Nicolás de Santa
Rossa y demás habitadores, el despacho librado por
el señor mariscal de campo, Don Gerónimo Badillo,
gobernador, Capitán general de esta provincia, con
las condiciones y acordamiento que con dicho des-
pacho vino y conferido y tratado lo que ha de quedar
establecido para que tenga el debido cumplimiento
con pleno consentimiento de todos los sobre dichos
se dispusieron y acordaron las capitulaciones del
tenor siguiente:
1.- Primeramente, han de ser obligados, por pue-
blo y de comunidad al cuidado de la justicia, de con-
tribuir para la manutención del cura, su compañero
y criado, veinte y cuatro fanegas de maíz limpio y de
buena calidad en cada un año.
2.- Siguiente, han de ser obligados por vecinos, al
cuidado así mismo de las justicias, a contribuir para
la misma manutención, con un peso cada uno de los
hombres dueños de casas y familias al dicho cura en
cada un año por vía de estipendio.
3.- Siguiente, han de ser obligados de comunidad a
fabricar iglesia y sacristía a la satisfacíon de su señoría
excelentísima, avisándole al tiempo y cuando hubie-
ren de dar principio a dicha fabrica.
Alfonso Cassiani Herrera [ 131 ]

4.- Siguiente, han de ser obligados de comunidad,


a mantener a la iglesia de los ornamentos necesarios
para su decencia, hasta tanto, que fundado el pueblo
y radicado reconozca sus excelencias, que consigna-
ciones puedan ser bastantes para que la iglesia con la
renta de su fabrica pueda abastecerse de lo necesario.
5.- Siguiente, han de ser obligados de comuni-
dad, al cuidado de las justicias, a hacer rosas para que
se liberten los esclavos que quedan en este pueblo,
según el avalúo que de orden de sus excelentisima
majestad, se han de hacer, para que se les concede
cuatro años de termino, siendo a cargo de las dichas
justicias, el poner al fin de cada año que ha de correr
desde primero del presente y se cumple en primero
de febrero de mil setecientos y quince, en manos de
sus excelentísimas el producto de las dichas rosas,
para ir dando satisfacción a los amos de cada uno,
precisándole a todos los dichos esclavos en común a
que hayan de hace la dicha rosa de comunidad, este
en corta o crecida cantidad y será la que se le seña-
lare por el capitán y justicia según el número de los
que la han de hacer, a lo cual no se puedan excusar
con pretexto alguno, pues es justo que todos gocen
del beneficio y más las negras esclavas, pues estas no
pueden por si, ejercer este género de trabajo para
gozar del indulto de la libertad y en caso que cada
esclavo en particular, quiera hacer trabajo aparte para
libertarse mas brevemente también ha de ser a cargo
de las justicias obligarlos a que pongan el producto
en poder de su señoría excelentísima, como ha dicho
con apercibimiento de que si cumplido el primer año,
no diesen parte de satisfacían para sus dueños, cons-
tando por declaración de las justicias los que no lo
han hecho, no gozaran desde aquel día en adelante
del beneficio de la libertad en que queda este pueblo.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 132 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

6.- Siguiente, si alguno de los esclavos o esclavas


que al presente se hallan en este pueblo, después de
tomada posesión las justicias, se huyeren y ausenta-
ren de él, sin consentimiento de dichas justicias esto
por tiempo limitado, y fueren aprehendidos, serán
declarados por excluidos del indulto de la libertad y
se entregaran a sus amos, quedando al cuidado de las
justicias el solicitar el prenderlos y remitirlos presos
a Cartagena.
7.- Siguiente, han de ser obligados las justicias, a no
permitir, de hoy en adelante, esclavo alguno, ni esclava
de ninguna calidad que sea, siendo a su cargo, el remi-
tirlos a Cartagena con prisiones a cualquiera que
viniere a este pueblo, poniéndolos en la cárcel pública
y luego que constare estar en ella, les dará los amos
por cada uno y a los esclavos que así llenaren presos
doce y por el trabajo y diligencia de su condición.
8.- Siguiente, han de ser obligados de comunidad,
todos los hombres padres de familias, a elegir el pri-
mero del año, el alcalde ordinario que más le pare-
ciere conveniente para el buen régimen y gobierno
con toda paz, con tal que sea de los que tienen abso-
luta libertad con cuyo nombramiento han de acudir al
señor gobernador de Cartagena para que le apruebe,
y dicho alcalde ordinario, nombrara un aguacil a su
voluntad para que ejecute las ordenes de justicia.
9.- Siguiente han de ser obligados las justicias a
poner cárcel con dos cepos y demás instrumentos de
cárcel necesario para el castigo de los delincuentes.
10.- Siguiente, por muerte del capitán Nicolás de
Santa Rossa, que al presente lo es de este pueblo y lo
ha de ser mientras vive, han de acudir las justicias al
señor gobernador de Cartagena, para que le nombre
capitán que les gobierne y haga justicia en los agra-
vios que les pueda hacer el alcalde ordinario.
Alfonso Cassiani Herrera [ 133 ]

11.- Siguiente, que siempre que hubiere enemigos


y se llamare la gente para defensa de la ciudad de Car-
tagena, ha de concurrir toda la gente que hubiere de
armas en dicho pueblo a servir al Rey, nuestro señor
que dios guarde, con calidad que desde el día que lle-
garen a la plaza de Cartagena se les dará el socorro
como a las demás milicias de la provincia.
12.- Siguiente ha de ser obligación de las justicias,
a no permitir se avecinde, ni haga blanco español
alguno, ni mulato, ni indio, ni otra gente y si algu-
nos vinieren al pueblo a vender algunos géneros, esté
obligado el capitán, a señalarle casa en que viva y los
días que viere de estar allí, haciendo que le pague
puntualmente el importe de los frutos que vendiere y
concluido lo harán salir a sus pueblos.
13.- Siguiente, es obligación del capitán Nicolás
de Santa Rossa, quedarse con una nómina y lista de
los esclavos y esclavas que quedaren por sus súbdi-
tos con todas claridad y distinción, desde los que hoy
gozan la libertad absolutamente, que son todos los
criollos y criollas nacidos en este pueblo y los que de
veinte años a esta parte habitan en él, así mismo de
los esclavos y esclavas que después del avalúo sean
aptos para la libertad pagando a sus amos.
14.- Siguiente, es obligación del capitán Nicolás de
Santa Rossa, quedarse con una nómina de los avalúos
que se hicieren de los referidos esclavos y esclavas, para
que se sepa las cantidades de que se debe dar satisfac-
ción a los amos por mano de su señoría excelentísima.
Las cuales, dichas capitulaciones se leyeron en alta
e inteligible voz de verbo por su señoría excelentí-
sima en presencia del dicho capitán, Nicolás de Santa
Rossa, de la mayor parte de los criollos libres y escla-
vos, todos a viva voz, unánimes y conformes dijeron
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 134 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

que las aceptaban en la forma expresada, conviniendo


en que quede por principal caudillo el dicho Nicolás
de Santa Rossa, a quien obedecerán y se obligan en
todo forma de orden a la manutención del cura, su
compañero y criado que deja su señoría excelentísima
en esta población, con las demás circunstancias de
asistir a todo lo necesario para manutención del culto
divino, su iglesia y ornamentos y todo lo demás que
está capitulado sin saltar en modo alguno, a lo cual
quedan ser apremiado por todo vigor de dicho, por
ceder como cede, todo en beneficio de sus almas por
el pasto espiritual que se les comunica por su señoría
excelentísima, a quien con rendidos obsequios, ofre-
cen sus veneraciones y le dan las debidas gracias por
tan debidos beneficios, expresando que sus excelen-
tísimas les ampare y favorezca en todo y cuanto se les
ofreciere parta su manutención y su mayor quietud
y estabilidad, y para que el dicho Nicolás de Santa
Rossa, tenga el mando y disposición en lo económico
de esta población de su consentimiento y beneplácito
de los demás para esta primera vez nombró su seño-
ría excelentísima por alcalde y justicia de este pueblo
a Juan de Toro, negro criollo, y por teniente alguacil
a Diego Martín, criollo, para que cada uno, por lo
que así toca, use de su oficio y cargo, como es de
su obligación y en lo adelante, perpetuamente hallan
de juntarse los más principales que señalare el dicho
Nicolás de Santa Rossa, a quien le sucediere el día
primero, y con asistencia del cura, hacer la elección
de dichos oficios como expresado y para con más
seguridad, puedan comerciar todos los matriculados
deja su señoría excelentísima número cuantioso de
boletas que sirvan de pasaporte para que puedan
libremente entrar en la ciudad de Cartagena y demás
de ésta y otras provincias, sin embarazo ni molestia,
con tal que de este indulto y pasaporte han de gozar
Alfonso Cassiani Herrera [ 135 ]

solamente los de esta población y no los de otros


palenques, ni estos tales han de ser admitidos en
modo, ni con pretexto alguno al refujio de éste y para
que les conste, mandó su señoría excelentísima, se les
dé testimonio autentico para su resguardo de estas
dichas capitulaciones, así lo acordó, mando y se halla-
ron presentes por testigos, a todo lo referido, Don
Juan Muños Barragán, cirujano, Nicolás de Ospino
y Juan Bautista Garabito, Antonio, electo Obispo de
Cartagena [Goci], por mandado de su señoría exce-
lentísima, Francisco Giménez Hoto.
Según y todo más larga y por expreso, se contiene
y refiere en los autos obrados en esta razón a que me
remito y para entregar al dicho señor excelentísimo,
en virtud de dicho mandato, doy el presente por tri-
plicado en esta villa de Santa Cruz de Mompox, juris-
dicción de esta ciudad de Cartagena, en treinta días
del mes de enero de mil setecientos y catorce y en fe
de ello lo rubrico y firmo, en testimonio de verdad,
Francisco Giménez.
Concuerda con originales que quedan en mi
poder que va verdadero y de mandato del mariscal
de campo, Don Gerónimo Badillo, Gobernador y
Capitán General de esta ciudad y provincia, saque el
presente (en) ( ) las en Cartagena de Indias En veinte
de febrero de mil setecientos y catorce años, en man-
dato = Des = C = y = ex = se = teltt de = gordo
= a los negros = ni menta = No = entre rrene = ( )
=veinte y dos firmas.
Los escribanos del rey nuestro señor que aquí fir-
mamos damos que don Ignacio Sánchez de Mora de
quien este testimonio vasionado y firmado es como
se nombra escribano publico mayor de gobernación
de cabildo registro y visitas de esta ciudad y como tal
usa.
Capítulo V
El Palenque Grande de
San Miguel Arcángel
El Palenque de San Miguel constituía un escenario
realmente particular al interior de la Sierra de María,
en virtud de ello y a diferencia de los demás palenques
existentes en esta área, le denominaron “el Palenque
Grande de San Miguel Arcángel”, teniendo como
capitán inicialmente a Domingo Angola, quien lideró
la primea negociación en este escenario alrededor
de 1680 y posteriormente a Nicolás de Santa Rossa,
quien firma el tratado de paz de 1714, constituido por
más de seiscientos hombres y mujeres cimarronas
adultas. El Palenque Grande de San Miguel Arcángel,
instituía una verdadera fortificación de cimarrones y
cimarronas en los afamados Montes de María, por
ello se constituyó en el centro de la negociación de
paz en la Sierra de María.
El Zambo Juan Márquez, sobrino de Nicolás
de Santa Rossa, se internó en 1713, en la Sierra de
María, a fin de entregar al jefe del Palenque Grande
de San Miguel, su tío, un recado intimidatorio de las
autoridades coloniales de la Provincia de Cartagena.
Juan Márquez, tenía su habitación en dichos parajes,
asumió la entrega del recado, según el cual “su seño-
ría estaba en el ánimo de que luego que sesasen las
aguas en (entraría) en dicho palenque con las armas
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 138 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

como se había ejecutado con ellos el año pasado de


seisxientos y noventa y quatro en donde padezieron
tantos unos cogidos otros muertos y otros castigados;
Sino se bendran y daban obediencia”144, recado, que
da cuenta de que la situación de la Sierra de María,
se le había salido de las manos a la gobernación de la
Provincia de Cartagena, y se había constituido en una
situación de resorte señorial, es decir de competencia
del gobernador, el rey y del Consejo de Indias, en
virtud de lo cual el capitán español Alfonso de Guz-
mán145, acompañado del señor licenciado Juan Gutié-
rrez de Arze, abogado de los reales consejos, subte-
niente general y auditor de guerra, desde finales del
siglo XVII, llegaron a hacerse cargo de la situación.
El mensaje que envían a las y los cimarrones, pone
de presente la arremetida de 1694, para tratar de ame-
drentar a las y los líderes palenqueros, exigiéndoles,
que una vez que cesasen las lluvias, deberían rendirse
y darle debida obediencia a su majestad. Paralelo a
ello, el gobernador ordenó preparar una posible arre-
metida militar, con autorización “a tomar aquellas
reglas y medidas que hallare y la que tubiere por mas
conveniente. La debelazion de dichos palenques”146
se fundamenta en los ataques que el señor Juan
Gutierrez de Arze había acometido en contra de
algunos grupos de cimarrones en los alrededores del
Palenque Grande de San Miguel, entrando con gente
y armas a tratar de reducirlos.
La respuesta desde los palenques de la Sierra de
María, estuvo en concordancia con su tradición de
paz, cuya génesis se remonta no sólo a la negociación
a la que obligó y accedió Benkos Bioho, como líder
144 Archivo General de Indias AGI. Testimonio de autos obrados por el Gobernador de Cartagena Don
Gerónimo Badillo, sobre la rendición de los negros del Palenque de San Miguel de la Sierra de María. Folio. 3
145 Guzmán es un vecino de Cartagena que a su costa fue a atacar los palenques. A él se le habían huido
esclavos
146 Archivo General de Indias AGI. Testimonio de autos obrados por el Gobernador de Cartagena Don
Gerónimo Badillo, sobre la rendición de los negros del Palenque de San Miguel de la Sierra de María. Folio. 6
Alfonso Cassiani Herrera [ 139 ]

del palenque de la Matuna, en 1605 con el goberna-


dor de la Provincia de Cartagena de Indias, Hiero-
nimo de Suazo y Casasola y posteriormente Domingo
Angola, como líder de varios palenques en las Sierra
de María, cuando en 1682 contacta al obispo Baltasar
de la Fuente, quien tropezó con una gran población y
sabiendo por los naturales que lo acompañaban que
eran de cimarrones y cimarronas no entró en ellas,
sin embargo al poco tiempo el jefe de ellos, Domingo
Angola, lo contactó y le hizo llegar una propuesta de
paz.
“La libertad es el eje de la memoria cimarrona, de
la misma manera en que la paz lo es de la memoria
palenquera. Su memoria insurgente hace de espejo
para que en él se refleje su particular modo de ser.
Esos recuerdos evocan una trayectoria vital donde
la rebelión –al comienzo cimarrona y, con los años,
palenquera– dibujó un perfil de autonomía colectiva
y propició una convivencia de tú a tú, sin jerarquías y
con autoridades como el maestro de música, la can-
tadora de bullerengue, la oficiante del lumbalú, el
maestro de tambores sagrados, la maestra de escuela,
la abuela, el abuelo y la “cha” –la tía abuela–. Las rela-
ciones entre las personas son horizontales; el talante
franco y la mirada de frente reafirman la fuerza expre-
siva de su igualdad, de su naturaleza libre”.147
En esta ocasión, en cabeza de Nicolás de Santa
Rossa, líder del Palenque Grande de San Miguel,
responde al recado intimidatorio, con una propuesta de
paz, con un llamado a la negociación, aun cuando para
el capitán Alfonzo de Guzmán, en declaraciones dadas
ante Ignacio Sánchez de Morales, escribano público, se
trató fundamentalmente de una postura de “obedien-
zia [de] los negros del palenque [dado que] estaban
mui átemorizados con la amenaza que les abia echo
el señor gobernador sobre su entrada”148.
147 Clara Inés Guerrero García. Memorias palenqueras de Libertad. SF. SC. Pág. 378
148 Archivo General de Indias Testimonio de autos obrados por el Gobernador de Cartagena Don Geróni-
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 140 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

El zambo Juan Márquez, envió un recado al


gobernador Jerónimo Badillo, el 20 de septiembre
de 1713, “diziendole le avia resivido [la carta para
Nicolás de Santa Rossa] y que todavía; por las nuevas
aguas no abia abido forma de conduzir a dicho palen-
que dicha carta”149, e incluso, el 13 de noviembre del
mismo año, insistió en que “Mui señor mio Resivi El
de una junto a con una carta para mi tio Nicolás de
Santa Rossa capitán del palenque la qual no he des-
pachado por no haber bajado jentte de arriba ya sea
por las muchas aguas numerosas de la entrada”150, sin
embargo el mismo 13 de noviembre, Juan Marquez,
informaba que “…avia rezevido otro papel del dicho
capitán del palenque y que tenia por ziertto”151.
Desde el 20 de septiembre de 1713, el zambo Juan
Márquez, estuvo intentando hacer llegar la carta inti-
midatoria a su tío Nicolás de Santa Rossa, líder del
Palenque Grande de San Miguel. El 13 de noviem-
bre, informó que aún no la había podido enviar, aun
cuando ese mismo día notifica no sólo que había sido
posible enviarla, sino que además, desde el palen-
que le habían notificado la disposición de las y los
cimarrones de la Sierra de María de firmar la paz. Es
entonces cuando se formaliza la labor de intermedia-
ción del obispo de Cartagena de Indias, fray Antonio
María Cassiani, “doctor en sagrada theologia cathe-
dratico de Prima de escriptura de la universidad de
Alcala obispo electto de estta ciudad y obispado del
consejo de su magesttad”.

La negociación.
El obispo Cassiani, es notificado mediante misiva
que el gobernador Badillo, envía al rey, que señala que
mo Badillo, sobre la rendición de los negros del Palenque de San Miguel de la Sierra de María. Los corchetes
son del autor. Folio 9
149 Ibídem. Folio 10
150 Ibídem. Folio 10
151 Ibídem. Folio 11
Alfonso Cassiani Herrera [ 141 ]

“[el obispo Cassiani] sale a la visita de su obispado a


proponerles a los caudillos y negros de dicho palen-
que los medios mas conduzentes y areglados para su
reduzion y obedienzia por cuya razón su señoria le
oficio subdelegar su jurisdizion y darle por escriptto
los capítulos que se les a de proponer; a dichos caudi-
llos y negros y con efectto a quien estta presto hazer
dicho despacho y formar dichos capittulos”.152
Mientras en Europa, se firmaba el tratado de Utre-
cht, en los Países Bajos, en 1713, que pone fin a la
Guerra de Sucesión española, y con ella, la instau-
ración de los Borbones en el trono de España, en la
ciudad y provincia de Cartagena de Indias, se gestaba
el tratado y capitulaciones de los más importantes
que conocería el Nuevo Mundo entre un palenque y
la corona española, entre las cimarronas y cimarrones
de la Sierra de María y la gobernación de la provincia
más importante del Nuevo Reino y puerto principal.
Este tratado y capitulación, pone fin a la guerra pro-
movida por la gobernación contra los palenques, que
caracterizó la mayor parte de siglo XVII.
El obispo Cassiani, es proclamado por el goberna-
dor en nombre de su majestad, para que acercándose
a dicho palenque a tratar con los referidos cimarro-
nes y cimarronas para que se consiga su reducción
a población y que admitan justicia y cura doctrinero
para la administración de los santos sacramentos
que a juicio de las autoridades y de las élites están
careciendo desde hace más de veinte años, es decir,
desde las negociaciones propuestas y adelantadas por
Domingo Angola. Ninguna otra persona podía ejecu-
tar lo referido con mayor celo y amor que el obispo,
por tanto se solicita al rey delegar su autorización y
jurisdicción al cura doctrinero y poder y facultar en
152 Ibídem. Folio 14
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 142 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

nombre de su majestad, para que según los capítulos


que se contengan en un papel y que sería entregado a
las y los palenqueros.
Los capítulos, con los que el 8 de enero, sale el
cura doctrinero, son los puntos o requerimientos a
partir de los cuales se constituye la capitulación defi-
nitiva y se acuerda la paz y reconoce la libertad de
las cimarronas y cimarrones de San Miguel Arcángel.
Los capítulos son un total de dieciséis puntos, que
le presenta el obispo, al capitán del palenque, Nico-
lás de Santa Rossa, a manera de condiciones para el
acuerdo y poder llegar a la paz, al indulto y a juicio del
gobernador “permitirles así el comercio con españo-
les a todos los negros que habitan en el palenque de
María, nombrado San Miguel”.153

Los capítulos o exigencias:


1.- Primero que todo los dichos negros allí crio-
llos de la montaña como de varias castas que ahí
se hallen en él, han de recogerse en paraje cierto y
seguro, el cual acordare dicho señor y excelentísimo
debajo de una campana haciendo constar por memo-
ria y padrón fiel y legal los nombres de todos cuantos
quisieren gozar de este beneficio, cuyo trabajo quiso
tomar dicho señor excelentísimo por servir a Dios y
al rey y los que se negasen a dar su nombre y viven en
dicha población no gozarán de este indulto.
El obispo Cassiani, debía levantar un censo, con
quienes habría de constituir un poblado, de manera
que quienes se nieguen a ser censados, quedarán
excluidos del acuerdo.
2.- Que los dichos, capitán y demás gentes han
de allanar que en dicha montaña de María ni en otra
153 Ibídem. Folio 18
Alfonso Cassiani Herrera [ 143 ]

alguna de esta provincia inmediata a dicha serranía


con distancia de diez leguas que de palenque ninguno
ni habitar con dichos negros por que han de ser de
su cuidado por bien o por fuerza obligarlos a que
vengan a la población.
En dicha población se han de concentrar todos
y todas las cimarronas que habitan en las Sierra de
María, sin que pueda habitar ninguno a diez leguas
de distancias de poblado, en cuyo caso serán traídos
a la fuerza.
3.- Que el paraje o sitio donde han de vivir y sabrán
han de ser en tierras libres y sin perjuicio de tercero.
Las cuales se les señalaran.
Al nuevo poblado se le asignarán tierras libres sin
afectar los intereses ya existentes en la provincia. Con
lo que se inicia el proceso de adjudicación colectiva
de tierras, lo que a su vez se da a partir del reconoci-
miento del territorio y las prácticas de territorialidad
que durante más de medio siglo de vida cimarrona
en la Sierra de María habían construido en la misma
medida en que constituían palenques.
4.- Que hecha la población han de mantener hom-
bre blanco que se nombrará por su señoría para que
les gobierne en modo civil y político.
5.- Que para el gobierno económico de ellos ten-
drán sus capitanes y justicias que nombrarán cada
año y se aprobarán por el señor gobernador.
6.- Que han de hacer iglesia y mantener cura seña-
lándole salario competente para su manutención
decencia y han de estar sujetos a su doctrina como
los demás fieles.
Los puntos cuatro, cinco y seis están relacionados
con la estructura institucional de tipo administrativo
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 144 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

y político que tendría el nuevo poblado, lo cuales par-


ten de la exigencia, asociada a la desconfianza en la
capacidad de los propios palenqueros y palenqueras
a gobernarse, por lo que el gobernador sin diálogo,
ni concertación alguna determina que debe ser un
“hombre blanco”, nombrado desde afuera, por forá-
neos, el que ha de ejercer el gobierno civil y político
del nuevo poblado.
De manera que sólo en materia económica ten-
drán su capitán y justicia, que sin embargo a pesar
de ser elegidos por ellos requieren la aprobación del
señor gobernador. En complemento de ello, la pri-
mera edificación que se ordena es la iglesia, por que
han de mantener un cura doctrinero con salario.
En términos puntuales se trata de un plantea-
miento propuesta desde los intereses de la corona y
más específicamente de las élites cartageneras repre-
sentadas en la gobernación de la ciudad y provincia.
7.- Que desde el día y hora que dicho señor exce-
lentísimo asentare estos capítulos no han de admitir a
su compañía ningún esclavo fugitivo.
Esta es una vieja aspiración, que cada gobernador
le exigía a cimarrones y palenques desde la iniciativa
de Benkos Biohó, se trata de un esfuerzo por minimi-
zar los efectos de las luchas libertarias, al tiempo que
se trataba de aislar a las y los palenqueros de quienes
permanecían bajo el yugo esclavista, tratando de limi-
tar sus alcances y propósitos.
8.- Que yéndose algunos esclavos de esta ciudad
a dicho paraje, enviando al capitán español en nom-
bre y señas de tal esclavo lo han de solicitar y buscar
dichos negros y traerlo a la cárcel real a donde estará
hasta que el amo del esclavo le pague veinte pesos
por el trabajo de buscarlo y conducirlo y al respecto
las demás cabezas que trajeren.
Alfonso Cassiani Herrera [ 145 ]

9.- Que siempre que hubiere enemigos y se lla-


mare la gente han de venir, todas las gentes de armas
de dicho pueblo, servirán al rey nuestro señor, en lo
que se le mandare y desde el día que llegare a la plaza
se les dará el socorro como a las demás milicias de la
provincia.
Sin duda alguna esta es una de las mayores pre-
tensiones de estamento colonial, hacer de cada pue-
blo o comunidad un espacio de extensión de control
colonial y cerrando la posibilidad que desde el nuevo
poblado pueda haber expresiones de solidaridad con
esclavizados o futuros cimarrones.
Para ello se trató de incorporar desde muy tem-
prano cada uno de sus pobladores exigiendo de
estos su disposición de servir al rey, imponiéndoles
incluso enemigos a partir de imponerles la causa del
rey como suya propia, y que posteriormente varias
décadas después alcanzaría su madurez en el periodo
de independencia, con la exigencia de que esclaviza-
dos se unan a la causa realista a cambio de obtener
su libertad una vez se logre la añorada victoria, ello a
pesar de que dicha victoria implicaría la perpetuación
del régimen que les sometió.
10.- Que desde el día que se acordaren estos capí-
tulos han de poder y puedan comerciar con los espa-
ñoles libremente viniendo a esta ciudad con sus fru-
tos y comprando en ella lo que hubieren menester
para su conservación.
11.- Que en su pueblo puedan defender que no se
avecine ni haga bugia español ni mulato ni otra gente
y si algunos fueren a vender sus géneros y mercadu-
rías el capitán le señale corrales y se aloje y los días
que hubiere de vivir allí haciendo se le pague puntual-
mente lo que vendiere la gente del pueblo.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 146 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

El comercio y sobre todo la posibilidad de su reali-


zación era una de las preocupaciones del gobernador
y de los vecinos de Cartagena, que el comercio no
tuviera espacios vedados, para ello no hubo reparo
en autorizar el comercio libre entre antiguos cimarro-
nes y españoles, así como organizando el proceso de
comercialización al interior del nuevo poblado.
12.- Que todos los negros esclavos fugitivos que el
día de hoy se hallaren en dicho palenque que tuvieron
dueño conocido (que este constara del padrón que se
hiciere) se ha de avaluar la causa sin que entren los
hijos que hubieren nacido en la montaña porque estos
han de ser libres como lo están hoy por un precio
moderado y hecho el avalúo de todos los que hubiere
de esta manera han de ser obligados todos los hom-
bres de hacha y machete del pueblo hacer roza de
comunidad para ir pagando en maíz u otros frutos a
los dueños de dichos esclavos, el importe de ellos.
La construcción de los parámetros para la nego-
ciación con las más aguerridas comunidades de cima-
rrones, cimarronas y palenques del Nuevo Reino de
Granada, que desde la Matuna en 1599, atravesaron
todo el siglo XVII en medio de interminables guerras
de resistencias, seguían siendo simples piezas que
debían ser recuperadas, de manera que para la gober-
nación, era lógico indicar en 1713, que “los negros
esclavos fugitivos que el día de hoy se hallaren en
dicho palenque que tuvieron dueño conocido… sin
que entren los hijos que hubieren nacido en la mon-
taña”, ello a pesar de la necesidad de pactar con estas
comunidades cimarronas la paz que facilitara entre
otras cosas, el comercio en la región y evitara conti-
nuar con la alta inversión que implicaban, las fallidas
operaciones para intentar exterminar los palenques
en las Sierras de María.
Alfonso Cassiani Herrera [ 147 ]

13.- Porque en la condición antecedente cese cual-


quier interpretación y discordia respecto a que todos
los demás de estos negros así nacidos en la montaña
como castas no pueden dejar de tener amo conocido
o herederos sucesores de sus dios se declara que lo
que hubiere veinte años que están en el monte sin
sujeción a sus amos se reputan y quedan como libres
y por ellos no se han de pagar cosa alguna.
Este punto es la materialización del mandato del
rey, quien en la cédula real de 1691, había ordenado
a los vecinos de Cartagena renunciar a la posesión
sobre los esclavizados de los Montes de María. En
efecto en la real cédula del 23 de agosto de 1691, dada
por Carlos III se solicita que:
“… en las reducciones [de los negros fuxitivos que
se hallan fortificados en los palenques de la Sierra de
María] se excuse el uso de la fuerza de armas y se use
de los medios de mayor blandura”.154
Ordenándole al gobernador y al dicho cabildo que
reconociendo que:
“… siendo innegable que sin el presupuesto infa-
lible de su libertad general y absoluta no vendrían a
reducirse”, manda a “solicitar con los dueños de estos
esclavos fuxitivos, renuncien a los derechos que les
competen”.155
14.- Que se les perdona y remite todos los delitos
ejecutados por dichos negros hasta el día en que se
efectuasen estos capítulos y empiecen a tener cumpli-
miento y observancia.
15.- Que reducidos a la población serán atendi-
dos y tratados por su señoría como vasallos de su
majestad como todos los demás de los lugares de esta
provincia.
154 Citado por Vásquez Miguel, Ibíd. Pág. 14
155 Ibídem.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 148 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Estos puntos, el catorce y quince, se constituyen


en la novedad expresa, por decirlo de alguna forma,
se convierten en la oferta del gobernador para las
cimarronas y cimarrones de los palenques de la Sie-
rra de María, consistente fundamentalmente en dos
aspectos: a.- se les perdona y remite todos los delitos
ejecutados hasta el día en que se efectuasen los acuer-
dos y b.- la población será atendida y tratada por su
señoría como vasallos de su majestad.
Aspectos que instituían la aspiración de un buen
número de libres en la estratificada sociedad colonial,
pese a lo cual no constituían novedad alguna, en tanto
eran parte de las propuestas que en forma constante
habían planteado las y los cimarrones en cada una de
sus iniciativas a las autoridades de la ciudad y provin-
cia en procura de avanzar en un acuerdo de paz.
16.- Que si los referidos capítulos o alguno de
ellos; no pudiere tener efecto por no llamarse sus
excelentísimos podía mandar y quitar de ellos lo que
le pareciere y más cometiere al servicio de ambas
majestades y utilidad de estas repúblicas.
El gobernador Jerónimo Badillo, le permite un
amplio margen de maniobra y autonomía al cura
doctrinero, Antonio María Cassiani, para que en el
marco de la negociación con las comunidades palen-
queras de la Sierra de María, pudiera mandar y quitar
cualquiera de los referidos capítulos e incluso si le
pareciere añadir otros.
Este constituye un momento de concordia entre
la gobernación de la ciudad y provincia de Carta-
gena, que tendría un momento difícil tres años des-
pués, cuando el obispo fue denunciado ante el rey
por el gobernador de Cartagena Jerónimo de Badillo,
acusándolo de proteger a las y los esclavizados por
Alfonso Cassiani Herrera [ 149 ]

encima de los intereses de los vecinos y de la corona,


en los siguientes términos “y habiendo encontrado
en vuestro Obispo de esta ciudad Antonio María Cas-
siani, otros negros un grande fomento para su liber-
tad, ya con las expresiones repetidas que ha hecho,
de que no alcanza razón porque deben ser esclavos,
a lo menos que cuando ellos lo sean, no la encuentra
para que sus hijos y descendientes se tengan por tales.
Ya con ampararlos admitiéndoles en su juzgado a jui-
cio, que sea sobre libertad , (aunque tengan para ello
leve fundamento) por decir la causa primera , o que
a prevención debe conocer de ella, hallando siempre
el dicho vuestro obispo determinación favorable a
su intento, y trabajando y reprendiendo a los vecinos
que castigan a sus negros esclavos ......por irse ellos
a quejar a su dicho obispo, porque saben que en él
encuentran este auxilio, de que se sigue que hoy día,
ni el amo puede sujetar a su esclavo porque teme el
alejamiento de vuestro obispo, ni el negro se humi-
lla a su amo, porque se apodera de vuestro obispo
para que le ampare, exclamando en todo con cual-
quier pretexto su libertad, la que encuentran en dicho
vuestro obispo a poca diligencia”.156
Así lo realizó el obispo Cassiani, aprovechando la
autorización del gobernador, superando las dificulta-
des existentes para llegar al palenque de San Miguel,
el 17 de enero, nueve días después de salir de Car-
tagena, al punto de tener que pasar veintitrés veces
un arroyo, y transportarse unas veces a pie y otras a
caballo. Una vez acordado con las cimarronas y cima-
rrones las capitulaciones, siguió hasta Mompox, de
donde escribió al gobernador Gerónimo de Badillo,
notificándole sobre lo actuado con los palenques de
156 Voces de protesta de la iglesia en América contra la esclavitud durante el periodo de la trata y comercio
negreros. En Martínez Reyes Gabriel. “Cartas de los obispos de Cartagena durante el periodo hispánico
1534-1820” Medellín 1986 Pág. 414
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 150 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

la Sierra de María, Tabacal, Arenal, Matundere, reuni-


dos en el Palenque Grande de San Miguel Arcángel,
y cuyo principal representante fue Nicolás de Santa
Rossa.
En su misiva del nueve de febrero de 1714, el
obispo deja claro su satisfacción por todo lo actuado
y que se limita a enviar un breve testimonio, porque
a su juicio no hay lugar para explicar todo, lo cual
presentará apenas tenga ocasión de ello.
El cura doctrinero en el palenque encontró, un
poblado integrado por “negros criollos”, “negros
libres” de diversas castas y “negros esclavos”. Los
negros criollos estaban integrados por quienes habían
nacido en los palenques, hijos e hijas de cimarrones,
por su parte las y los libres correspondían a quienes
se habían trasladado por más de veinte o treinta años
a alguno de los palenques y los denominados “escla-
vos”, quienes se habían hecho cimarrones o cimarro-
nas y aun los respectivos esclavistas estaban esperan-
zados en re-esclavizar. Por ello debían pagar todos los
miembros del palenque con el producto de sus rozas.

La capitulación.
El 17 de enero de 1714, el obispo de Cartagena
fray Antonio María Cassiani Silva y Toro, en represen-
tación de la corona española, bajo la autorización de
Gerónimo Badillo, Gobernador de la ciudad y provin-
cia de Cartagena, capituló con Nicolás de Santa Rossa,
capitán del Palenque Grande de San Miguel Arcángel,
espacio en el que confluyeron varios de los palenques
de la Sierra de María. Refundando conjuntamente un
nuevo poblado con el nombre de San Basilio157 Magno,
que sería formalizado por las mismas autoridades de
157 San Basilio, doctor y mártir de la Iglesia; nació en Turquía en 329, integrante de una familia de santos,
toda vez que sus abuelos, padres y tres hermanos llegaron a los altares. Obispo de Cesárea, es el Papá Noel
en la tradición griega, su fiesta se celebra el 14 de junio de cada año.
Alfonso Cassiani Herrera [ 151 ]

la época como Palenque San Basilio Magno.


Una de las primeras decisiones oficializadas fue el
nombramiento del reverendo padre Don Isidro, de
la orden de San Basilio, como sacerdote, y se creó la
iglesia consagrándola a San Miguel Arcángel.
Habiendo matriculado a unos y a otros en los
padrones, se estableció la presencia de “negros crio-
llos varones entre grandes y pequeños, cincuenta y
siete y cincuenta y seis negras criollas para un total de
ciento trece personas que denominarían criollos. En
esa misma línea se notificó la presencia de doscientos
treinta y cuatro denominados “criollos” de diversas
castas entre varones y hembras.
Se notifica igualmente la presencia de setenta y
cinco denominados “negros esclavos” y cuarenta y
seis “negras esclavas”, para un total de ciento vein-
tiún personas.
En cuanto a los libres, asumidos como tales por
tener más de veinte y hasta treinta y cinco años que
estaban fugitivos de sus amos y residen en dicha
población, habían veintiún “negros” varones y quince
“negras” hembras que hacen un total de treinta y seis,
que aparecen como “piesas pertenezientes a diferen-
tes sujettos”.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 152 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Cuadro No. 3
Padrón de habitantes de Palenque Grande de San
Miguel Arcángel
Enero de 1713

Fuente: informe que presenta el obispo Antonio María Cas-


siani, contenido en el Testimonio de autos obrados por el
Gobernador de Cartagena Don Gerónimo Badillo, sobre la
rendición de los negros del Palenque de San Miguel de la Sie-
rra de María. La tabla fue realizada por el autor158

Con este escenario se dio la capitulación, con la


cual se le reconoce la libertad a las y los cimarrones
de los palenques de la Sierra de María y se crea la
población de Palenque San Basilio Magno, firmada
por el obispo Cassiani y el capitán Santa Rossa. Capi-
tulación que se dio en los términos (ver anexo):
En términos puntuales de los dieciséis puntos,
propuestos por el gobernador, solo nueve fueron
modificados e incluidos en el acuerdo final.

158 El cuadro es construido a partir de la información contenida en el informe que presenta el


obispo Antonio María Cassiani, contenido en el Testimonio de autos obrados por el Gobernador de Cartagena
Don Gerónimo Badillo, sobre la rendición de los negros del Palenque de San Miguel de la Sierra de María,
citado
Alfonso Cassiani Herrera [ 153 ]

Cuadro No. 4
Anotaciones a los capítulos propuestos por el Gober-
nador - Capitulación de 1713 - 1714

una

ninguno ni habitar

nombrará
justicias
á á
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 154 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Fuente: el autor

La capitulación final, se dio en los siguientes tér-


minos:
1.- Primeramente ha de ser obligados por pueblo
y de comunidad al cuidado de la justicia de contribuir
para la manutención del cura, su compañero y criado
veinte y cuatro fanegas de maíz limpio y de buena
calidad en cada un año.
El pueblo y comunidad de Palenque San Basilio
Magno, se compromete a cuidar la justicia que se
determinó y a apoyar para el sustento del cura y de su
criado, dicho aporte consistiría en cuatro fanegas de
maíz anuales.
2.- Siguiente: han de ser obligados por vecinos al
cuidado, así mismo de las justicias, a contribuir para
la misma manutención con un peso cada uno de los
hombres dueños de casas y familias al dicho cura en
cada un año por vía de estipendio.
Además del compromiso anterior, cada hombre
con familia y dueño de casa, aportaría un peso anual
a través de un jornal.
3.- Siguiente: ha de ser obligados de comunidad a
fabricar iglesia y sacristía a la satisfacción de su seño-
Alfonso Cassiani Herrera [ 155 ]

ría excelentísima al avisándole al tiempo y cuando


hubieren de dar principio a dicha fábrica.
Además de mantener al cura y a su criado, en
forma colectiva y familiar, se obligaron a construir
iglesia y sacristía.
4.- Siguiente: Han de ser obligados de comunidad
a mantener a la iglesia, de la ornamentos necesarios
para su decencia hasta tanto que fundado el pueblo
y radicado reconozca a sus excelencias que consigna-
ciones puedan ser bastantes para que la iglesia con la
renta de su fábrica pueda abastecerse de lo necesario.
Dicha iglesia ha de ser mantenida por la comuni-
dad hasta que se funde el pueblo y reconocido le sean
asignados para abastecerse de lo necesario.
5.- Siguiente: Han de ser obligados de comunidad
al cuidado de las justicias, ha hacer rosas para que se
liberten los esclavos que quedan en este pueblo según
el avalúo que de orden de sus excelencias majestad,
han de hacer para que se les concede cuatro ( ) de
término siendo a cargo de las dichas justicias el poner
al fin de cada año que ha de correr desde primero del
presente y se cumple en primero de febrero de mil
setecientos y quince en manos de sus excelentísimas.
El producto de las dichas rosas para ir dando satis-
facción a los amos de cada uno precisándoles a todos
los dichos esclavos en común a que allan de hacer
la dicha rosa de comunidad este en corta o crecida
cantidad y será la que se le señalare por el capitán y
justicia según el numero de los que la han de hacer
a lo cual no se puedan excusar con pretexto alguno
pues es justo que todos gocen del beneficio y mas
las negras de lanas pues estas no pueden por si ejer-
cer este género de trabajo para gozar del indulto de
la libertad y en caso que cada esclavo en particular
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 156 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

quiera hacer trabajo aparte para libertarse más bre-


vemente también ha de ser a cargo de las justicias
obligarlos a que pongan el producto en poder de su
señoría excelentísima como ha dicho con apercibi-
miento de que si cumplido el primer año no diesen
parte de satisfacción para sus dueños constando por
declaración de las justicias los que no lo han hecho
no gozaran desde aquel día en adelante del beneficio
de la libertad en que queda este pueblo.
Uno de los temas álgidos de la negociación, fue lo
atinente a las y los denominados “negros esclavos”, y
cuya consideración, parte de reconocer los supuestos
derechos de los esclavistas, para ello se acuerda que
gozarán de la misma libertad en que queda todo el pue-
blo y comunidad de San Basilio Magno, sin embargo
están obligados a hacer roza, para pagar su libertad,
de manera que han de poner a disposición del capitán
del palenque a final de cada año el producto de dichas
rozas, hasta completar sus propios costes establecido
en avalúo realizado por el cura doctrinero.
En caso de que alguno desee acelerar el proceso
de pago de su libertad, ha de poner igualmente al ser-
vicio sus productos, al igual que si alguno no cumple
en el primer año, perderá la libertad así acordada.
6.- Siguiente: si alguno de los esclavos o esclavas
que al presente se hallan en este pueblo después de
tomada posesión las justicias se huyeren y ausenta-
ren sin consentimiento de dichas justicias (Ctto) por
tiempo limitado y fueren aprehendidos serán decla-
rados por excluidos del indulto de la libertad y se
entregaran a sus amos quedando al cuidado de las
justicias el solicitar el prenderlos y remitirlos presos
a Cartagena.
Alfonso Cassiani Herrera [ 157 ]

Si alguno de las y los habitantes del pueblo y comu-


nidad, huyere o se ausentara del mismo, sin consen-
timiento alguno y es capturado por fuera de este, se
le dará por excluido del indulto acordado, y podrá ser
remitido preso a Cartagena.
7.- Siguiente: han de ser obligados las justicias a no
permitir de hoy en adelante esclavo alguno ni esclava
de ninguna calidad que sea siendo a su cargo el remi-
tirlos a Cartagena con prisiones a cualquiera que
viniere a este pueblo poniéndolos en la cárcel pública
y luego que constare estar en ella les dará los amos
por cada uno y a los esclavos que así llenaren presos
doce y por el trabajo y diligencia de su condición.
La comunidad se obliga a no aceptar en adelante
“esclavo” o “esclava” alguna, si llegasen deberán ser
arrestados y llevados a Cartagena, por lo que le serán
reconocido un estipendio económico a quien así lo
hiciere.
8.- Siguiente: han de ser obligados de comunidad
todos los hombres padres de familias a elegir el pri-
mero del año el alcalde ordinario que más le pareciere
conveniente para el buen régimen y gobierno con
toda paz con tal que sea de los que tienen absoluta
libertad con cuyo nombramiento han de acudir al
señor gobernador de Cartagena para que le apruebe
dicho alcalde ordinario y nombrara un aguacil a su
voluntad para que ejecute las ordenes de justicia.
El pueblo y la comunidad elegirá entre sí un
alcalde ordinario, que será elegido el primero de
cada año, por los hombres padres de familia elegido
será presentado ante el gobernador de Cartagena,
quien nombrará un aguacil para que lo represente.
En ambos casos la máxima autoridad sigue siendo el
capitán Nicolás de Santa Rossa.
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 158 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

9.- Siguiente: han de ser obligados las justicias a


poner cárcel con dos cepos y demás instrumentos de
cárcel necesarios para el castigo de los delincuentes.
Se asume el cepo y la cárcel como mecanismo de
castigo a delincuentes.
10.- Siguiente: por muerte del capitán Nicolás de
Santa Rossa que al presente lo es de este pueblo y lo
ha de ser mientras vive han de acudir las justicias al
señor gobernador de Cartagena para que le nombre
capitán que les gobierne y haga justicia en los agra-
vios que les pueda hacer el alcalde ordinario.
En ausencia del Capitán Santa Rossa, el goberna-
dor nombrará capitán en forma provisional.
11.- Siguiente: que siempre que hubiere enemigos
y se llamare la gente para defensa de la ciudad de Car-
tagena ha de concurrir toda la gente que hubiere de
armas en dicho pueblo a servir al rey nuestro señor
que dios guarde, con calidad que desde el día que
desde el día que llegaren a la plaza de Cartagena se
les dará el socorro como a las demás milicias de la
provincia.
Formalmente se asume que los integrantes del
nuevo poblado y comunidad en condiciones de tomar
armas lo harán en defensa del rey y de la gobernación
en caso de que hubiere necesidad de ello, siendo tra-
tados igual que los demás vecinos.
12. Siguiente: ha de ser obligación de las justi-
cias no permitir se avecinde ni haga blanco español
alguno ni mulato ni indio ni otra gente y si algunos
vinieren al pueblo a vender algunos géneros esté obli-
gado el capitán a señalarle casa en que viva y los días
que viere de estar allí haciendo que le pague puntual-
mente el importe de los frutos que vendiere y con-
cluido lo harán salir a sus pueblos.
Alfonso Cassiani Herrera [ 159 ]

En la comunidad no puede tener asiento ni blanco


español, ni mulato, ni indio, en caso de comerciantes
el capitán le asignará vivienda transitoria, debiendo
abandonar la comunidad apenas concluya su labor en
el pueblo.
13.- Siguiente: es obligación del capitán Nicolás
de Santa Rossa quedarse con una nomina y lista de
los esclavos y esclavas que quedaren por sus súbdi-
tos con toda claridad y distinción desde los que hoy
gozan la libertad absolutamente que son todos los
criollos y criollas nacidos en este pueblo y los que de
veinte años a esta parte habitan en el = así mismo de
los esclavos y esclavas que después del avalúo sean de
libertad pagando a sus amos.
El capitán Nicolás de Santa Rossa, conservará
copia del padrón, y será el garante de que todos y
todas cumplan con lo acordado.
14.- Siguiente: es obligación del capitán Nicolás de
Santa Rossa quedarse con una nomina de los avalúos
que se hicieren de los referidos esclavos y esclavas
para que se sepa las cantidades de que se debe dar
satisfacción a los amos por mano de su señoría exce-
lentísima.
Estos catorce capítulos, cuya discusión en el Palen-
que de San Miguel se inició el 20 de enero, consti-
tuyeron la capitulación del 23 de enero de 1714, la
cual se leyó en alta e inteligible voz por su señoría
excelentísima en presencia del capitán Nicolás de
Santa Rossa y de la mayor parte de los criollos libres
y “esclavos” todos respondieron a viva voz, en forma
unánime y conforme que las aceptaban en la forma
expresada conviniendo en que quede por principal
caudillo Nicolás de Santa Rossa a quien obedecerán y
se obligan en toda forma de orden y a la manutención
del cura, su compañero y criado que deja, esta capi-
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 160 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

tulación fue notificada formalmente desde Mompox,


en informe del 30 de enero, del obispo Cassiani al
gobernador, y que fue refrendada por ellos el 20 de
febrero del mismo año.
Como alcalde y justicia fue elegido el criollo Juan
de Toro y por teniente alguacil, el también criollo
Diego Martín, y como párroco de la población se
asignó a Isidro De Osorio de la orden de San Basilio.
Sin embargo, con esta capitulación, no se des-
aparecen el conjunto de los palenques, no sólo en
la Sierra de María sino también en los alrededores
de la ciudad y provincia de Cartagena, por tanto, de
parte del gobernador autorizado por el rey, el obispo
Cassiani dejó un “numero quantioso de bolettas que
sirban de pàsaportte para que puedan libremente
criar [y andar] en la ziudad de carttaxena y demás de
estta y otras provinzias sin enbaraso ni molestia con
tal que de estte yndultto y pasaportte han de gozar
solamente lo de estta poblazion y no los de otros
palenques”159 pero ello, facilitaba también una de las
principales preocupaciones de la gobernación, y es
que los nuevos matriculados puedan comerciar con
sus vecinos y demás provincias.
Este acto contó con la presencia de Don Juan
Muños Barragán, cirujano, Nicolás de Ospino, Juan
Baupttista Garavitto, Antonio, electo Obispo de Car-
tagena (Goci), Francisco Ximenes Hoto, quienes
oficiaron como testigos del acto de capitulación por
mandado de su señoría excelentísima testigos.

159 Ibídem. Folio 42


Alfonso Cassiani Herrera [ 161 ]

Cuadro No. 5: Síntesis de los capítulos acuerdo


Capitulación de 1713 - 1714

á
obligados

á
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 162 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Fuente: el autor
Conclusiones
Previo al pacto de paz de 1714 y la emergencia del
poblado de San Basilio son varios los ejemplos de
acuerdos de paz y legitimación de poblados cima-
rrones en América. San Basilio de Palenque es uno
de esos casos, que si bien fueron pocos, requieren
ser visibilizados sin poner el énfasis en la afirma-
ción de que es el primer pueblo libre de América,
seguir alimentando tal afirmación implica ahondar en
la invisibilización de toda esa horda de libertad que
caracterizaría la segunda mitad del siglo XVI, que se
constituyó en el periodo del despertar y surgir de la
herencia cimarrona. Una horda libertaria que reco-
rrió e inundó el denominado Nuevo Mundo, desde
muy temprano Bayano en Panamá (1552), seguido de
Alonso de Iliesca en Ecuador (1553), Zumbi de los
Palmares (1596) en Brasil, Benkos Biohó (1599) en
Colombia y Yanga en México, (1609) se constituye-
ron en los símbolos más representativos de ésta gesta
libertaria.
Si bien San Basilio de Palenque no fue fundado
por Benkos Biohó, sin duda alguna Benkos, fue el
líder cimarrón de mayor proyección y alcance en el
Caribe y en el territorio de lo que hoy denominamos
Colombia. Después de la experiencia del palenque
de la Ramada (1529) y el palenque de Uré (1598), el
palenque de la Matuna (1599) liderado por Benkos,
se constituye en la expresión de resistencia que con
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 164 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

mayor fortaleza amenazó la sociedad esclavista en la


provincia de Cartagena y el puerto más importante
del Nuevo Reino. Por ello el gobernador Hierónimo
de Suazo y Casasola, lo llama a negociar en 1605.
Pero el gobernador García Girón, con actitud gue-
rrerista ordenó injustificadamente su muerte el 16 de
marzo de 1621.
San Basilio de Palenque, popularmente conocido
como Palenque de San Basilio es el símbolo de la con-
fluencia de múltiples palenques bajo la dirección del
Palenque de San Miguel Arcángel. El poblado libre
de San Basilio Magno, es el símbolo de la lucha aciaga
por la libertad y la paz, y de esta férrea voluntad e
iniciativa que finalmente se impuso con la negocia-
ción y firma del tratado de paz. El reconocimiento
de la libertad del 23 de enero de 1714, entre Nicolás
de Santa Rossa y El obispo Antonio María Cassiani
constituye el momento a partir del cual se funda el
poblado libre de San Basilio y se legitima su existencia.
Recuperar las memorias de Domingo Angola o
Criollo y de Nicolás de Santa Rossa, así como de
múltiples mujeres cimarronas invisibilizadas debe
constituirse en el principal reto de la comunidad de
San Basilio de Palenque. Ello, sin duda alguna, sería
un gran aporte para seguir fortaleciendo la identidad
del hombre y la mujer palenquera en época de patri-
monialización, cuyos riesgos se cierne con la ame-
naza de la banalización turística del saber, la historia
y sus prácticas socioculturales.
San Basilio de Palenque, constituido por un núcleo
poblacional en el territorio ancestral de los Montes de
María, con descendientes en Cartagena, Barranquilla,
Maicao y Caracas, es uno de los principales baluartes
de la diáspora de las comunidades afrodescendien-
tes en el mundo. Su legado histórico, político, econó-
Alfonso Cassiani Herrera [ 165 ]

mico, social, cultural y lingüístico constituye una de


las riquezas vitales de la memoria de las comunidades
afrodescendientes.
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Documental
Los hijos de Benkos. Un documental – lycée. Francia-
Colombia, 2000, video, 52 mn.
Guión, dirección e imagen: Lucas Silva.
Sonido: Cesar Salazar.
Montaje: Katia Martin y Frederick Béraud.
Producción: RFO Mezzo, Les films du village y el
Ministerio de Cultura de Colombia.
Esta producción está dedicada a la cultura africana
en Colombia, vista y contada a través del prisma de
su música. En Palenque de San Basilio, pueblo cima-
rrón fundado en el siglo XVI, el Sexteto Tabalá (que
significa “tambores de guerra” en créole afro-colom-
biano) toca el “Son Palenquero” desde hace más de
50 años, se constituye en el centro del mismo.
Anexo 1
Informe del obispo Antonio María Cassiani,
contenido en el testimonio de autos obra-
dos por el gobernador de Cartagena don
Gerónimo Badillo, sobre la rendición de los
negros del Palenque de San Miguel de la
Sierra de María

“Capitulaziones = En el sitio y poblazión del palenque


san Basilio magno jurisdizion de la ziudad de Carta-
xena de las Yndias en el veinte días del mes de henero
de mil settezientos y catorze años, el escelentizimo
señor mio Don Antonio María Casiani de la sagrados
a theoloxia cathedratico de prima y de escripttura de
la universidad de Alcala obispo electto gobernador de
estte obispado del consejo de su magestad, mi señor.
= dijo su señoria excelentizima que por quamto se an
hecho las primeras dilixenzias en la entra da de estte
palenque y dándole a entender al capitán Nicolás de
Santa Rossa y demás autoridades.
El despacho librado por el señor mariscal de
campo Don Gerónimo Badillo gobernador Capitan
general de estta provincia con las condiciones y acor-
damiento que con dicho despacho bino y conferido
y tratado lo que ha de quedar extablezido para que
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 186 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

tenga el debido cumplimiento con pleno consenti-


miento de ttodos los sobre dichos se dispusieron y
acordaron y acordaron las capitulaciones del tenor
siguiente:...”
Lo catorce capítulos en los que se estructuró la
capitulación de enero de 1714, no recogen los dieci-
séis capítulos que el gobernador Gerónimo de Badi-
llo, entregó al Obispo Cassiani, para la negociación
con las y los palenqueros, tal como se muestra en el
Cuadro No. 4
La negociación en la Sierra de María, posibilitó la
construcción de su propia agenda, tiempos y capí-
tulos, de hecho los inicialmente propuestos por el
gobernador, fueron meros referentes, es así como
cinco puntos (los tres primeros puntos, el trece y el
dieciséis) fueron parte del procedimiento y no fue-
ron incluidos en la capitulación aordada, 1.- Hacer un
censo. 2. Establecer un poblado. 3.- Asignarles tierras
libres. 13.- Los nacidos en la montaña son libres, y
16.- Autorización para valorar la pertinencia de los
capítulos propuestos.
El cuarto, 4.- Debían ser gobernaos por hombre
blanco, no fue aceptado, ni tenido en cuenta.
Mientras otros cinco, fueron aceptados, reformu-
lados, incluidos en el acuerdo e implementados inme-
diatamente, como es el caso de 5.- Nombrarán sus
capitanes y justicia. 10.- Pueden comerciar con los
españoles libremente viniendo a Cartagena. 11.- En
la nueva comunidad no puedan habitar no palenque-
ros. 12.- Los denominados “negros esclavos” culti-
varán rosa para auto manumitirse. 14.- Consagra el
indulto: perdón de delitos.
Así mismo, otros cuatro, fueron aceptados e
incluidos en el acuerdo, 6.- Hacer iglesia y mantener
Alfonso Cassiani Herrera [ 187 ]

cura- 7.- No aceptar esclavizados fusionado con el 8.-


Si algún esclavizado llega debe ser capturado y regre-
sado a Cartagena. 9-. Servir al rey incluso en guerra.

Por su parte llama la atención cómo fue invisibili-


zado el numeral quince, que reza: 15.- “…serán aten-
didos y tratados por su señoría como vasallos de su
majestad como todos los demás de los lugares de esta
provincia”, no fue incluido en el acuerdo y mucho
menos implementado al parecer en un acto de abso-
luto realismo, fueron conscientes de los intereses y
limitaciones de las autoridades coloniales, represen-
tadas en la corona y en la Gobernación de la pro-
vincia de Cartagena, así como de la misma sociedad
colonial.
Anexo 2
Balance Cronólogico
Fuente: el autor
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 190 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714
Anexo 3
Testimonio de autos obrados por
el gobernador de Cartagena,
don Gerónimo Badillo

Sobre
La rendición de los negros del
Palenque de San Miguel de la
Sierra de maria ----------------------

FIRMA

1. En la ciudad de Cartagena
2. de Indias en veintiun días del
3. mes de noviembre de mil setezientos
4. y catorze años el señor maris
5. cal de campio Don Jeronuimo ba
6. Dillo Gobernador y capitán general
7. de esta Ziudad y provinzia. Dijo que
8. Por cuanto haviendo conparezido ante
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 192 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

9. Su señoria el capittán Don Alfonzo de


10. Guzman, vecino de esta ciudad le dío
11. quenta de cómo abia entrado con
12. la gente nesezaria y armas con
13. horden que abia tenido a la debelazion
14. de un palenque pequeño de negros
15. que estaba en la sierra de maria
16. que se conponia asta veite cabezas
17. y entre ellos un negro Su esclavo y
18. que con efectto habia conseguido
Firma

19. Cojiendose los ocho y puesttose en fuga los


20. demás, habiendo asi mismo pegado fuego
21. a otro palenque que estta cercano
22. al referido que se hiba poblando pa
23. ra refujio de los negros y negras que se
24. ausentaban de los amos sin que
25. hubie3se seguridad en ninguno y que a
26. bia hceho otras dichas ( ) en horden
27. a que los negros delpalenque grande de
28. San miguel no tubiesen comuni
29. cazion con algunas personas con quienes
30. la tenían, vendiéndoles lo que necesitaban
31. Pasando dicho capitán don Alfonzo
32. de Gusman como abia pasado a hablar
Alfonso Cassiani Herrera [ 193 ]

33. con un sanbo que tenia su abita


34. cion en dichos parajes nombrado Juan
35. Marquez, sobrino del Capitán de dicho
36. Palenque nombrado Nicolas de Santa
37. Rosa, para que sediosese a dicho juez
38. para que se comunicaba con el que en
39. tendido, que su señoria estaba ()
40. Animo de que luego que sesasen las aguas
41. en ( ) en dicho Palenque con las
42. Armas como se abia ejecutado con ellos
43. el año pasado de seisxiento y neventa
44. y quatro en donde padezieron tantos unos
45. cogidos otros muertos y otros castigados;
46. Sino se bendran y daban obediencia
47. Lo qual le havia ofrezido dicho Sam
48. bo executar por cuya razón se
49. avia venido dicho Capitan Don Al
50. fonso Guzman a estta ciudad y
51. dadoles dicha quenta a su señoria que
52. estando en la yntelixenzia que
53. ynforme que se le havia hecho de que en dcho
54. Palenque havia mas de seiszien
55. tos negros de Armas y que seme
56. jante (pronostico) () y podían ser muy
57. pernizioso y que la algunos de estta
58. ziudad y provincia no tenían esta
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 194 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

59. va seguro por el refuxio de dicho palen


60. que y de que sus abitadores carexian del que
61. tto espiritual le dio su señoria orden al dicho
62. Capitan Dom Alfonso de Guzman y en su
63. Nombre escribiese al dicho capitan del
64. Palenque, por medio del dicho sambo su sobri
65. no dándole a entender la resolución
66. que había de ttomar en dicha entrada que
67. ( ) que sexasen las aguas si no se ren
68. dian y daban a obedienzia y que con efe
69. ctto avia escripto dicha carta y remiti
70. dásela a dicho sambo para que se la dicta
71. minase o diere a dicho su tio el capitán
72. de dicho palenque, quien le avia res
73. podido por un papel pasado dias
74. que todavía ( ) ( ) poder dichas
75. cartta por no aber avido ocasion de
76. darla y que después le había escriptto
77. otro disiendole que ya se avia dado
78. dicha cartta y que había que la gentes
79. de dicho palenque esttaba atemoriza
80. da con los que abia pasado y que te
81. nia por sierto se avrian apartado
82. con otros varones que constaban de dichos
83. Por (y aquellos) y para los efectos que
84. dan conbenir no obstante haber precisa
Alfonso Cassiani Herrera [ 195 ]

85. do lo expresado por la relación que hi


86. zo a su señoria dicho don Alfonso Guzman
87. mandaba y mando que el suso dicho con
88. paresca ante el señor licenciado Don Juan Gu
89. tierres de Anze súteniente general
90. y auditor de guerra, para que haga con ra
91. zon de ello y lo demás que supiere su
92. declaración y con especialidad sobre las
93. gentes de las que podrá tener dicho pa
94. lenque según las historias que pudo
95. haber adquirido para con su visita pa
96. sar como pasaron su señoria; luego
97. que zesen las aguas vengadoras del in
98. fierno a tomar aquellas reglas y me
99. didas que hallare y la que ttubiere por mas
100. conveniente. Para la rebelazion de dichos
101. palenques. En que tanto. Interés, esta
102. ziudad y provinzia y que tanto será del
103. agrado de sus majestades divinas y
104. Catholica pues no (rezan) del pasto espiri
105. tual bibiendo como (alarbes) metidos
106. en los montes asi lo proveyó, mando
107. y firmo== Don Geronimo Badillo==an
108. te mi Ignacio Sanchez de Morales
109. excrivano publico ___________________
110. declaración del Capitan En la ziudad de
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 196 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

Carta
111. Alfonso de Guz Gena de las
Indias a los
112. man ===
113. Veynte y dos días del mes de
114. Noviembre de mil y settezientos y
115. Treze años. Su merced y señor teni
116. ente Don Juam Gutierres de
117. Arze abogado de los reales Conzejos
118. Teniente general y auditor de guer
119. ra oydor. Electo de la real audien
120. zia de Santa Fe en conformidad del
121. auto antesedente hizo parezer ante mi al
122. Capittan Don Alfonzo pardo de Guzman
123. vezino de esta ziudad de quien re
124. zivi juramento y habiéndole hecho
125. por Dios y la cruz habiéndole leído
126. el auto antecedente y preguntandole
127. La razón del = dijo que lo ziertto y verda
128. dero todo su contextto y que con efecto
129. abia oydo a su costa con la gente nese
130. saria y armas a la debelaziòn del palen
131. que en dicho auto se menciona en donde
132. el declarante abia cojido a dichos negros
133. y entre ellos uno esclavo y que los res
134. ttantes hasta veinte que se avian
Alfonso Cassiani Herrera [ 197 ]

135. puesto en fuga. Se avian benido des


136. pues a esta ciudad a entregarse a sus amos
137. y que después havia pasado a quemar
138. como había quemado otro palenqueillo
139. y estaba zercano a el antecedente
140. en donde no avia podido conferir nin
141. gun negro y le avia quitado algunos su
142. jettos, algunas polvoras y balas que tenían
143. para dar asi a dichos negros como a los
144. del palenque grande llamado San
145. Miguel echándoles de dichos parajes y
146. que avia ido a ablar con el sobrino
147. del capittan del dicho palenque San Mi
148. guel llamado Juan Marquez que hu
149. bo noticia bibia en un covebertizo allí cerca.
Firma.
150. Decirle como le dijo = diese a entender
151. a justicia que tratase de entregarse con
152. la gente dando obedienzia por que debo
153. el señor gobernador y capittan general
154. havía acabado de llegar a estta plaza
155. de España luego que sesasen las aguas
156. havia de entrar a fuerzas de ar
157. mas a su rreduzion a lo gual avia
158. quedado de azer viniéndose el de
159. clarantte de cómo se vino a estta ziu
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 198 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

160. dad en donde el declarante dio quen


161. ta a su señoria de lo expresado y
162. con efecto le dio horden al decla
163. rante que por medio de dicho sam
164. bo Juan marquez, sobrino del dicho
165. capittan del Palenque Nicolas
166. de santa Rosa les escribiese al
167. suso dicho una carta en su non
168. bre disiendole tratase de salir de
169. dicho palenque con su gente conociendo
170. obedienzia (debida) de aquella condizion
171. es que fuesen mas arregladas. Por
172. que de no entraría con armas luego
173. que sessasen las aguas y que con efectto se
174. le avia escriptto dicha carta remitien
175. dola a dicho Juan marquez para su di
176. rección quien le escrivio al declarante
177. un papel su fecha de veyte de septiem
178. bre de este año, diziendole le avia re
179. sivido y que todavía; por las nuevas a
180. guas no abia qabido forma de onduzir
181. a dicho palenque dicha carta si bien des
182. pues avia rezevido otro papel de fecha
183. de treze de este mes y año en que le
184. diría al adeclante dicho Juan marquez
185. como lo dezia dicha carta dicho
Alfonso Cassiani Herrera [ 199 ]

186. capittan del palenque y que tenia


187. por ziertto. Se darían obedienzia los
188. negros del palenque estaban mui áteme
189. rizados con la amenaza que les abia
190. echo el señor gobernador sobre su en
191. trada como lo referido constta de los
192. dchos dos papeles expresados (dejasen)
193. a xumizion y que en quanto a los Firma
194. ..umero de negros que tiene dicho
195. Palenque San Miguel no pudo adqui
196. rir estta notizia por que no le propàran
197. ni dizen y que esto que lleva dicho es la
198. verdad en cargo de su juramento
199. en que se afirmo y rattifico y confirmo
200. y que es verdad de treinta y ocho años
201. y su mersed el señor teniente ge
202. neral lo señalo y mando le pongan
203. a conttinuazion de estta declaración
204. los dos papeles eximidos = ( ) don Juan
205. gutierrez de Arze = Alfonso de Guz
206. man = ante mi Ignacio Sanchez
207. de morales Firma
( ) Don &
208. Alfonso de Guzman & Capittan don Alfonso
de
209. Gusman = Mui señor mio Resivi
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 200 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

210. El de una juntoi con una carta


211. para mi tio Nicolas de Santa Rossa
212. capittan del palenque la qual no he
213. despachado por no haber bajado jen
214. tte de arriba ya sea por las muchas
215. aguas omenerosos de la entrada que unieron
216. hizo los días pasados por que les a causado
grande
217. espanto la quema de los dos palenques
218. luego que ubiere ocazion las despachare y
219. hare de mi partte quanto pueda por que se
con
220. tenga a fin que tanto uno como desea = y
221. en quanto los negros del palenquillo
222. no se fijo donde se an fundado luego
223. que tenga razon avizare de todo y en tán
224. tto ruego a nuestro señor guarde a ustedes
225. muchos años de este con (fecha) septiem
226. bre de mil settezientos y treze
227. años B L M de usted, Su criado y
228. servidor Juan Marquez___________
229. Capitulo = Rermítame usted un poco de
papel
230. Blanco que no tengo para responder (mi con-
fueze)
231. Segundo papel & Nuestro señor
capittan don Alfonso
Alfonso Cassiani Herrera [ 201 ]

232. eximio don al & de Guzman = Mui señor mio


233. fonso de guzman &
234. noticio a usted como a la fecha de esta
235. ttengo remitido con persona segura
236. la carta de usted a mi tio Nicolas
237. de Santa Rossa Capittamn del
238. palenque grande y le enbie a decir juntamente.
Firma
239. todo lo que usted me hordena en rrazon de
240. lo que le convbiene el entrtegarse fio
241. de Dios que la respuesta ha de
242. ser breve y mui buena si viniere que
243. mi mano no la dilattare ni a un
244. ynstante a un que haya yo propio
245. a llevarla a un que según discurro
246. mas brebe a detener unos varones
247. de ttodo por alla po que la carta
248. que uno escrivió los tiene asombrados
249. y esttan en entregarse en quanto a los
250. a las nagras (a los negros) del palenque de zi
251. en cavezas y el becerro de San Juan
252. que uno quemo y no e podido a la fecha de
253. estte descubrir su fundazion no me
254. descuidare en solisitarlas y avisar
255. a usted a quien pido no me olvide en lo
256. que me ofrezio pues ya save lo que pasamos
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 202 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

257. en estos montes con las justizias rue


258. go a nuestro señor guarde a usted muchos
259. años de este cortijo y noviembre tyreze
260. de mil l settezientos y treze años B L M
261. de usted suma afectto servidor y cria
262. do = Juan Marquez ____________
263. Auto acordado dar despacho &
264. al señor gobernador de Cartaxena al señor &
265. obispo por yr al palenque San &
266. Miguel ( ) delegandole la y con &
267. lurisdisdizion para contratar con &
268. los negros de su rendizion en con &
269. formidad de ziertos capitu &
270. los__ por haberse patrozina &
271. do y benido a esta ciudad a los &
272. caudillos de dicho palenque & en
la ciudad de Car
ttaxena en nuebe di
al mes de di
ziembre de mil se
ttezientos y treze
años el señor Maris
cal de campo don

273. geronimo Badillo gobernador y capi


274. ttan general de estta ciudad y pro
Alfonso Cassiani Herrera [ 203 ]

275. vinzia dijo que por quanto se halla


276. con notizia que algunos negros caudi
277. llos del palenque nombrado
278. san miguel an benido a estta ziu
279. dad motivados de la amonestazion
280. que por su señoria se les hizo sobre su
281. reduzion como consta de estos autos
282. para que saliezen a obedienzia por lo
283. perjudicial que era dicho palenque por que
Firma
284. no hazerlo pazadas las aguas de este ymbier
285. no le avia de debelar con las armas ba
286. liendose del patrozinio del exzelentizimo
señor
287. obispo de estta ciudad quien lo a parti
288. zipado a su señoria con sus bue
289. nos deseos dándole a entender y razón
290. personalmente a dicho palenque puies
291. sale a la visita de su obispado a pro
292. ponerles a los caudillos y negros de dicho
293. palenque los medios mas conduzentes
294. y areglados para su reduzion y o
295. bedienzia por cuya razón su señoria le
296. oficio subdelegar su jurisdizion y
297. darle por escriptto los capítulos que se les
298. a de proponer; a dichos caudillos y negros
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 204 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

299. y con efectte a quien estta presto


300. hazer dicho despacho y formar dichos
301. capittulos – para entregar a dicho señor
302. exelentizimo, el presente escrivano sacar a
303. copias de uno y otro para poner
304. en esttos autos y lo señalo = Badillo =
305. Antonio Ygnacio Sanchez de Morales
306. crivano publico ________________
307. Despacho que hizo el AF Gonzalez& Don
geronimo Badillo
308. de Cartaxena al señor o &mariscal
de campo de
309. bispo sobre los del &
310. Palenque ================== &,
311. los reales escrittos gobernador y ca
312. pittan general de estta ciudad y pro
313. vinzia. Por su magestad ( ) ==
314. por quanto hallándose estta ciudad y
315. sus vezinos con el gravamen de el
316. palenque de maria en que se hallan
317. refujiados mas de seizientos negros
318. de tomar armas esclavos assi criollos
319. como de otras casttas se a conseguido
320. por los medios que para ellos sean
321. puesttos que los caudillos de los referidos
322. esclavos ayan venido a estta ciudad
Alfonso Cassiani Herrera [ 205 ]

323. ante su señoria a pedir el perdon


324. de sus delitos allanandose a rend
325. irse la población haziendoles todas
326. equidad en la forma de administrar los havi
327. endose Ynterpuestto. El Excelentizimo señor
mio
328. Don Antonio Maria Casiani. Doctor en
329. Sagrada theologia cathedratico de Prima
330. de escriptura de la universidad de Al
331. cala obispo electto de estta ciudad y
332. obispado del consejo de su magesttad con
333. su señoria para que condeziendad con ello
334. en nombre de su magestad en la que he
335. benido y para que tenga etectto respecto de
336. que dio excelentísimo señor obispo llevado
del
337. gran zelo y amor que le ara compañía al
338. servicio de ambas majestades pasa
339. en persona de dicho palenque a ttratar
340. con los referidos negros para que se
341. consiga su reduzion a poblaczion ad
342. mitiendo justicia y cura doctrine
343. ro para la administrazion de los santos
344. sacramentos de que esttan careciendo
345. mas a de veinte años y considerando
346. que ninguna otra persona pueda exe
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 206 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

347. cutar con referido con maior zelo


348. y amor por el presente su señoria
349. da y delega ttoda su jurisdizion a dicho
350. excelentísimos y le da todas sus veses poder y
351. facultad en nombre de su majestad
352. que Dios guarde, para que según los capítulos
353. que se contienen en un papel firmado
354. de su señoria que se entregara a dichos
355. excelentísimo (quantto) con estte asegure a
dichos
356. caudillo y negro se obserbaran los
357. que se les conzediere por dicho excelentí-
simo señor
358. y para la execuzion de ello se da estte
359. firmado de su señoria por ante el
360. presente escribano en cartaxe
361. na en veinte y tres de Diziem
362. bre de mil settezientos y treze años
363. don Geronimoi badillo por su man
364. dado ignacio Sanchez de Morales excelentí-
simo
365. publico maior de governazion
366. pie concuerda con su original que junttos
367. con el papel firmado del señor governador
368. y capittan general que son los capítu
369. los que se azen menzion que su señoria
Alfonso Cassiani Herrera [ 207 ]

370. a de entregar al excelentísimo señor obispo


371. y ba berdadero y en efecto de ello
372. lo signo y firmo en carttaxena en fecha Firma
373. veinte y tres de Diziembre de mill
374. setezienttos y treze años= en testimonio mio
375. de verdad= Ignasio Sanchez de Mo
376. rales escribano publico de governazion
377. codiziones y acordamiento con que el señor
378. mariscal de campo don Geronimo Ba
379. dillo Governador y capittán general de
380. estta ziudad y provinzia de Carta
381. xena de Yndias admite a Yndultto
382. Y perdón y a comerzio con españoles
383. a todos los negros que abittan en el palen
384. que de maria nombrado San Mi
385. guel , sus mujeres, hijos y demás que ay
386. se allan en el bajo de la palabra real
387. y de la protezion del exelentisiomo señor mio
Don
388. fray Antonio Maria Cazia
389. ni electto obispo de estte obispado
390. de quien el capittan y madarines
391. de dicho palenque se an balido para
392. estte fin __________________
393. 1. primero que todo los dichos negros allí crio
394. llos de la montaña como de baryas
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 208 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

395. casttas que ay se hallen en el an de recoger


396. se en paraje ziertto y seguro qual acor
397. dare dicho señor y excelentísimo debajo de
una cam
398. pana hasiendo constar por memo
399. ria y padrón fiel y legal los nom
400. bres de todos quantos quiseren gozar
401. de estte beneficio, cuyo trabajo quice
402. tomar dicho señor excelentísimo por servir a
dios
403. y al rey y los que se negaxen a dar
404. su nombre y viven en dicha población
405. no gozaran de este yndultto___________
406. 2. que los dichos capittan gente an
407. de hallanar que en dicha montaña
408. de maria (men) otra alguna de esta
409. provinzia ynmediatta a dicha serra
410. nia con distanzia de diez leguas que de
411. palenque ninguno ni abitar con dichos
412. negrios por que an de ser de su cuida
413. do por bien o por fuerza obligarlos
414. a que vengan a la población ________
415. 3. Que el paraje o zittio donde ah de vivir
416. y sabran an de ser en tierras libres y
417. sin perjuicio de terzero _ Las quales Firma
418. se les señalaran __________________
Alfonso Cassiani Herrera [ 209 ]

419. 4.Que hecha la población han de mante


420. tener hombre blanco que se nombrara
421. por su señoria para que les gobierne en
422. modo zibil y político _____________
423. 5. Que para el govierno económico de
424. ellos tendrán sus capittanes y justicias
425. Que nombraran cada año y se aprovaran
426. por el señor gobernador ____________
427. 6. Que an de hazer iglesia y man
428. tener cura señalándole salario con
429. pettente para su manutenzion
430. desenzia y an de estar sujetos a su
431. doctrina como los demás fieles ______
432. 7. Que desde el dia y hora que dicho señor
excelentísimo
433. a zentrare estos capítulos no an de ad
434. mitir a su compañía ningún esclavo
435. fujitivo ___________________
436. 8. que vyendose algunos esclavos
437. de estta ziudad a dicho paraje en
438. biando al capitán español en nombre
439. y señas de tal esclavo lo han de solicitar
440. y buscar dichos negros y traerlo a la car
441. zel real a donde esttara hastta que el amo
442. del esclavo le pague veinte pesos por el
443. trabajo de buscarlo y conduzirlo y al
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 210 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

444. respecto las demás cabezas que trajeren


445. 9. Que siempre que hubiere enemigos y se lla
446. mare la gente an de venir, todas las je
447. nte de armas de dicho pueblo servirán
448. al rey nuestro señor, en lo que se le man
449. dare – y desde el dia que llegare a la pla
450. za se les dara el socorro como a las de
451. mas milizias de la provincia ________
452. 10. Que desde el dia que se acordaren estos
capi
453. tulos an de poder y puedan comerziar
454. con los españoles libremente bibien
455. do a estta ziudad con sus fruttos y con
456. prando en ella lo que hubieren menes
457. tter para su conzerbazion __________
458. 11. que en su pueblo puedan defender que
459. no se avezine ni aga bugia español Firma
460. ni mulatto ni otra gente y si algunos
461. fueren a vender sus generos y merca
462. durias el capittan le señale corrales
463. y se aloje y los días que hubiere de
464. vivir allí haciendo se le pague pun
465. tualmente lo que vendiere la gente
466. del pueblo___________________
467. 12. Que todos los negros esclavos fu
468. gitivos que el dia de oy se hallaren
Alfonso Cassiani Herrera [ 211 ]

469. en dicho palenque que tubieron due


470. ño conosido (que este cons tara del padron
471. que se hiziere) se a de abaluar la cau
472. za sin que enttren los hijos que hubieren
473. nasidos en la montaña por que estos an
474. de ser libres como lo esttan oy
475. por un prezio moderado y echo el
476. abaluo de ttodos los que hubiere de esta ma
477. nera an de ser obligados ttodos los hom
478. bres de acha y machette del pueblo
479. hazer roza de comunidad para yr
480. pagando en mais u otros frutos a los
481. dueños de dichos esclavos el ynportte de ellos
482. 13. Por que en la condizion antesedente zesse
cual
483. quier (yntrepettazion) y discordia respectto
484. a que todos los demás de estos negros asi na
485. sidos en la montaña como casttas
486. no pueden dejar de ttener amo conozido
487. o herederos sussesores de sus dios se declara
488. que lo que hubiere veinte años que esttan
489. en el monte sin sujezion a sus
490. amos se reputan y quedan como libres
491. y por ellos no se an de pagar cossa alguna
492. 14. Que se les perdona y remitte todos los
493. los delittos executados por dichos ne
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 212 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

494. gros astta el dia en que se efecttuasen estos


495. capíttulos y enpiezen a tener cumpli
496. miento y obserbanzia ________________
497. 15. que reduzidos a la poblazion serán
498. attendidos y tratados porsu señoria
499. como bassallos de su magestad
500. como todos los demás de los lugares
501. de esta provinzia______________
Firma______________________________
502. 16. Que si los referidos capíttulos o alguno
503. de ellos; no pudíere tener efecto por
504. no allanarse sus excelentísimos podía mandar
y
505. quitar de ellos lo que le pareziere y mas
506. cobeniere al servizio de ambas mages
507. ttades y utilidad de estas república __
508. Carttaxena vente y dos de diziem
509. bre de mil settezientos y treze años
510. Don Geronimo Badillo ____________
511. Pie concuerda con su final que para efecto
512. de sacar estta copia me fue mostrada por
513. dicho señor mariscal de campo
514. don Geronimo Badillo Governador
515. y capittan general a quien habiéndolo
516. corregido y concerttado se lo bolvi
517. y en fee de ello loo signo y firmoe3n
Alfonso Cassiani Herrera [ 213 ]

518. Carttaxena de yndias en veinte


519. y dos de diziembre de mil setezientos
520. y treze años = en testimonio de ver
521. dad = Ignacio Sanchez de Morales
522. escribano Publico_____________
523. Auto mandado poner
524. en estos autos una car
525. ta que el señor obispo
526. escribió al señor gobernador
527. remitiéndole testimonio
528. en relación de los que
529. executo en el palenque
530. San Miguel === en la ciudad de
Cartta
xena en nuebe dias del
mes de henero de mill
settezientos y catorze años
El señor mariscal de cam
531. po Don geronimo Badillo Governador
532. y capittan general de estta ziudad
533. y provincia dijo que por quantto a re
534. zivido carta del excelentizimo señor obispo
535. de estta ziudad y obispado excrip
536. ta en mompox en que le remite tes
537. timonio en relazión de lo que executto
538. en el palenque san Miguel con los
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 214 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

539. negros del debajo de los capittulos que


540. en dicho testtimonio se expresan de
541. bia de mandar y mando se ponga
542. dicha carta y ttestimonio en estos autos
543. a continuazión de estte y lo señalo = Badillo
544. ante mi Ignazio Sanchez de Morales
545. escribano publico __________________
546. Carta del señor Obispo: Selñor goberna-
dor Don Geronimo Badillo
547. mui señor mio he llegado a esta Villa
548. con salud a Dios gracias que no a sido po
549. co con las sumas dolores y penalidad
550. grande que tube en la entrada al palen
551. que, pues teniendo que pasar veinte
552. y tres vezes un arroyo me fue preziso
553. hacerlo a pie pues a cavallo ni se puede
554. a bajar de el ni subir de la otra parte
555. pero pues Dios fue servido darme aliento
556. estoi contento; de ttodo lo executado
557. remito a usted un testimonio en
558. relazión por que no ay lugar ahora de
559. enbiar traslado de ttodos los auttos co
560. mo lo are con la primera ocazion = tam
561. bien remito los mismos autos para
562. la presentazión del curatto de
563. estta Villa en el doctor melen
Alfonso Cassiani Herrera [ 215 ]

564. dez asegurándole será de gran ser


565. vicio a Dios que guarde a usted en con
566. pañia de mi señora Doña Maria Teresa
567. y demás familia a qui en ( )
568. Mompox henero trenta y uno
569. De mil setezienttos y catorze = B L M de
570. Testimonio en relación Y Francisco Ximenez
previstero contador
571. Maior de las quenttas dezimales y oven
572. cionales de estte obispado de carttaxena
573. de Yndias y notario colesiastico en
574. el en virtud de lo mandado por es
575. tto oy dia de la dicha proveida por el escelen-
tizimo
576. señor nuestro Don Antonio Maria Casia
577. ni de la sagrada theoloxia catedrático
578. de prima de escriptura de la universo
579. dad de alcala obispo electo governa
580. dor de estte obispado del consejo
581. de su majestad mi señor zentifico
582. doy fe verdadero testimonio a los
583. que el presente vieren como ha
584. viendo salido dicho señor excelñentizimo de
dicha
585. ciudad de Cartaxena el dia ocho
586. del corriente mes en camino via
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 216 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

587. rectta su vbiaje al palenque nombrado


588. San Miguel en términos de la
589. Villa de maria de estta jurisdizion Firma
590. y habiendo llegado a el el dia diez y sie
591. tte del corriente le dio a entender a Nicolas
592. de santa Rossa negro criollo de dicho
593. país que es el que haze cabeza y cuadi
594. llo y le nombran capitan y a los demás
595. negros criollos y de diversas casttas libres
596. y ttambién a los eclavos de diversas
597. personas de estta y otras provinzias las
598. condiziones y acordamiento con el despa
599. cho original librado unos y otros por
600. señor mariscal de Campo don Geronimo
601. badillo governador y capitán gen en
602. estta dicha provincia sus fechas oy vei
603. te y ttres de diziembre del año pró
604. ximo pasado de mil setezientos y treze
605. y refundado Don Ignazio Sanchez de
606. Mora escelentisimo caitan maior y de cavildo
y havien
607. do herijido iglesia con pila bautis
608. mal hornamecatos crismeras del
609. santos oleos y demás necesario que el
610. santo sacrifizio de la missa y de
611. mas ministerios para que tengan el
Alfonso Cassiani Herrera [ 217 ]

612. gasto espiritual aquellas obejas


613. nombro su señorias excelentizimo por lexi-
timo
614. párroco de dicha población que intitulo
615. con el nombre de San Bassilio magno
616. al reverendo padre don Ysidro (de oidores)
sasserdote
617. del horden de San Bassilio a quien le
618. despacho kapiulo y dio cono miento nica
619. ynstituzion y para que en dicha yglezia con el
620. titulo y nombre de San Miguel arcan
621. gel administre todos los santos sacramen
622. tos aquellos feligrezes y ttodo estto execu
623. ttado mando su señoria escelentizimo compa-
recer
624. ante si a todos los negros y negras asi crio
625. llos de dicha poblazión como los demás
626. que se hallan en ella y sus conttornos fu
627. jitivos de sus amos que con efecttos fueron
628. conduzidos y manifestados por el dicho
629. Nicolas de Santa Rossa y haviendolos
630. matriculados a unos y a otros se hallaron
631. por los padrones haver negros criollos
632. barones entre grandes y pequeños has
633. tta los del dicho numero de cinquén
634. tta y siete y negras criollas en la mis
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 218 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

635. ma forma numero de zinquentta y


636. seis haviendo el cumulo de ttodos los crio
637. llos ziento y treze personas = y los negros
Firma
638. esclavos varones de diversas casttas y pro
639. vizias settenta y cinco y negras esclavas
640. en la misma conformidad quarenta y
641. seis y con todos los esclavos barones y
642. hembras ciento veite y una personas
643. y el numero completto de criollos
644. y casttas barones y hembras dozien
645. ttos y treinta y quatro y del referi
646. do numero de los esclavos deeclaro su
647. señoria escelentizimas, en nvirtu de lo acor-
dado
648. por libres por haver tiempo demás
649. de veinte hastta treinta y cinco
650. años que estaban fujitivos de sus
651. amos y residen en dicha población ve
652. inte y un negros barones y quin
653. ze negras hombras que hacen el un
654. mero detreinta y seis piesas pertene
655. zientes a diferentes sujettos y asi
656. mismo declaro su señorescelentizima, per
657. tenezer al rey nuestro señor el un
658. mero de diez y siette negros barones
Alfonso Cassiani Herrera [ 219 ]

659. que se matricularon entre los esclavos


660. por estar sin marcas Reales y ni
661. aun de los asientos de negros de estas pro
662. vinzias de Yndias y habaluado el nume
663. ro de esttos dichos diez y siete esclavos por
664. precio moderado ynporto el monto
665. de todos ellos ochosientos y setenta pesos y
666. fecha executado ttodo lo referido en vir
667. ttud de dicho despacho y acordamiento que
ba
668. expresado se me manda por dicho señor esce-
lentizimo
669. dar estte testimonio ynclullendo en el
670. a la letra las capitulaziones selebradas
671. con acuerdo y consentimiento del dicho
672. nicolas de santa Rossa y todos los demás
673. negros libres y esclavos barones que se
674. hallarons presentes cuio thenor a la le
675. ttra es el siguiemtte _______________
676. Capitulaziones = En el sitio y poblazión del
palenque san
677. Basilio magno jurisdizion de la ziudad
678. de Cartaxena de las Yndias en el veinte
679. días del mes de henero de mil settezientos
680. y catorze años, el escelentizimo señor mio
Don An
681. tonio Maria Casiani de la sagrados a theo
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 220 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

682. loxia cathedratico de prima y de escrip


683. ttura de la universidad de Alcala
684. obispo electto gobernador de estte obispado
Firma
685. del consejo de su magestad, mi señor = dijo
686. su señoria excelentizima que por quamto se
an hecho
687. las primeras dilixenzias en la entra
688. da de estte palenque y dándole a entender
689. al capittan nicolas de Santa Rossa
690. y demás ( auntadores) el despacho libra
691. do por el señor mariscal de campo
692. Don geronimo badillo gobernador Ca
693. pitan general de estta provincia con
694. las condiciones y acordamiento que con dicho
695. despacho bino y conferido y tratado lo
696. que ha de quedar extablezido para que ten
697. ga el debido cumplimiento con ple
698. no consentimiento de ttodos los sobre
699. dichos se dispusieron y acordaron y acorda-
ron las ca
700. pitulaciones del tenor siguiente:____________
701. 1. Primersmente ha de ser obligados por
702. pueblo y de comunidad al cuidado
703. de la justicia de contribuir para
704. la manutenzion del cura su com
Alfonso Cassiani Herrera [ 221 ]

705. pañero y criado veinte y quatro


706. fanegas de maíz limpio y de bue
707. na calidad en cada un año._____
708. 2. Ziguiente. Han de ser obligados por veci-
nos
709. al cuidado asi mismode las justisias
710. a contribuir para la misma mantenzion
711. con un peso cada uno de los hombres
712. dueños de cassas y familias al dicho cura en
713. cada un año por via de estipendio _______
714. 3. Ziguiente ha de ser obligados de comuni-
dad
715. a fabricar yglezia y sacrfistia a la satis
716. fazion de su señoria excelentisima al havisan-
dole al
717. tiempo y quando hubioeren de dar prin
718. cipio a dicha fabrica. __________________
719. 4. Han de ser obligados de comunidad a
720. mantener a la yglesia de la horna
721. mentos necesarios para su desenzia hasta
722. tanto que fundado el pueblo y radioado
723. reconosca a sus excelencias que consignazio-
nes pue
724. dan ser basttantes para que la yglezia con
725. la renta de su fabrica pueda abastecerse
726. de lo necesario ______________________
727. 5. Han de ser obligados de comunidad al
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 222 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

728. cuidado de las justizias ha haser rosas


729. para que se liberten los esclavos que que
730. dan en estte pueblo según el abaluo que
731. de horden de sus excelencias magestad han de
hazer
732. para para que se les concede quatro ( )
733. de terminno siendo a cargo de las dichas
Firma
734. justicias el poner al fin de cada año
735. que ha de correr desde primero del
736. presente y se cumple en primero de febre
737. ro de mil settezientos y quinze en
738. manos de sus excelentizimas el productio de
las dichas
739. rosas para yr dando satisfazion a los
740. amos de cada uno presisandoles a todos
741. los dichos esclavos en común a que allan
742. de hace la dicha rosa de comunidad
743. estte en cortta o crezida cantidad y será
744. la que se le señalare poir el capitán y jus
745. tizia según el numero de los que la an de
746. hazer aq lo qual no se puedan escuzar con
747. pretestto alguno pues es justto que todos
748. gozen del beneficio y mas las negras
749. de lanas pues estas no pueden por si exer
750. ser estte jenero de trabajo para gozar del
Alfonso Cassiani Herrera [ 223 ]

751. yndultto de la liberttad y en caso que cada


752. esclavo en particular quiera hazer tra
753. bajo apartte para libertarse mas brevemente
754. también ha de ser a cargo de las justizias
755. obligarlos a que pongan el producto en poder
756. en poder de su señoria excelentísima como ha
dicho
757. con aperzevimiento de que si cumplido el
758. primer año no dicen parte de satisfazion
759. para sus dueños constando por declaración
760. de las justizias lo que no lo9 an echo no goza-
ran
761. desde aquel dia en adelante del benefizio
762. de la libertad en que queda estte pueblo._____
763. 6. Ziguiente si alguno de los esclavos o escla-
vas
764. que al presente se hallan en estte pueblo des
765. pues de ttomada posezion las justiozias se hu
766. lleren y ausentaren del sin consentimiento
767. de dichas justicias (Ctto ) por tiempo limi
768. ttado y fueren aprehendidos serán decla
769. rados por excluidos del yndulto de la li
770. bertad y se entregaran a sus amos quedan
771. do al cuidado de las justizias el solicitar
772. el prenderlos y remitirlos presos a carta
773. xena _____________________
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 224 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

774. 7. Ziguiente. han de serf obligados las justi-


zias a no
775. permitir de oy en adelante esclavo al
776. guno ni esclava de ninguna calidad que
777. sea siendo a su cargo el remitirlos a car
778. taxena con prisiones a quaquiera que bini
779. ere a estte pueblo poniéndolos en la carzel
780. publica y luego que constare estar en
781. ella les dara los amos por cada uno
782. y a los esclavos que asi llenaren presos
783. doze y por el trabajo y delixiencia de su
784. condizion
785. 8. Ziguiente. han de ser obligados de comuni-
dad todos
786. los hombres padres de familias a elexir el
787. primero del año el alcalde hordinario
788. que mas le pareziere conveniente para el buen
789. reximen y gobierno con ttoda paz con tal
790. que sea de los que tienen abszoluta libertad
con
791. cuio nombramiento han de acudir al señor
792. gobernador de Cartaxena para que le apruebe
y
793. O hia alcalde hordinario nombrara un
794. aguazil a su voluntad para que execute
795. las ordenes de justizia _______________
796. 9. Ziguiente han de ser obligados las justizias
Alfonso Cassiani Herrera [ 225 ]

a po
797. ner carzel con dos sepos y demás ynstru
798. mentos de carzel nexesario para el castigo de
799. los delinquentes_____________________
800. 10. Ziguiente p0r muerte del capittan Nicolas
de
801. Santa Rossa que al presente lo es de este pue-
blo
802. y lo a de ser mientras bive an de acudir las
803. justizias al señor gobernador de Cartaxe
804. na para que le nombre capitán que les go
805. vierne y haga justicia en los agravios que
806. les pueda hazer el alcalde hordinario ____
807. 11. Ziguiente que siempre que hubiere enemi-
gos y se lla
808. mare la gente para defenza de la ziudad
809. de cartaxena ha de concurrir toda la gente
810. que hubiere de armas en dicho pueblo ha ser-
vir
811. al rey nuestro señor que dios guarde, con cali
812. dad que desde el dia que desde el dia que lle
813. garen a la plaza de Cartaxena se les dara
814. el socorro como a las demás milizias de la
815. provincia _______________________
816. 12. Ziguiente ha de ser obligazion de las justi-
zias no
817. permitir se abezinde ni haga blanco español
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 226 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

818. alguno ni mulatoni yndio ni otra gente y


819. si algunos vinieren al pueblo a bender algunos
820. generos estte obligado el capittan a señalarle
821. casa en que biba y los días que viere de estar
allí
822. hasiendo que le pague puntualmente el ynpor
823. tte de los frutos que bendiere y concluido lo
ha
824. ran salir a sus pueblos ________________
825. 13. Ziguiente es obligazion del capitán Nico-
las de santa
826. Rossa quedarse con una nomina y lista de
827. los esclavos y esclavas que quedaren por sus
828. subdittos con todas claridad y distinzion des
829. de lo9s que oy gozan la libertad absoluta-
mente
830. que son todos los criollos y criollas nazidos
831. en estte pueblo y los que de veinte años a esta
832. parte avitan en el = asi mismo de los es
833. clavos y esclavas que después del abaluo sean
Firma________________________________
834. de libertad pagando a sus amos
_____________
835. Ziguiente es obligazion del capittan Nicolas
de Santa Rossa
836. quedarse con una nomina de los abaluos
837. que se hizieren de los referidos esclavos y es
838. clavas para que se sepa las cantidades de
Alfonso Cassiani Herrera [ 227 ]

839. que se deve dar satisfazion a los amos por


840. mano de su señoria excelentísima _________
841. Las quales dichas capitulaciones se leye
842. ron en alta e yntelegible voz de verbo
843. adberbun por su señoria excelentísima en pre-
sensia del
844. dicho capittan Nicolas de Santa Rossa de
845. la mayor partte de los criollos libres y escla
846. vos todos a viva voz unánimes y conformes
dije
847. ron que las azetaban en la forma expresa
848. da conviniendo en que quede por prinzi
849. pal caudillo el dicho Nicolas de Santa
850. Rossa a quien obedecerán y se obligan en
851. ttodo forma de orden a la mantenzion del
852. cura su compañero y criado que deja
853. su señoria excelentizima en estta poblazión
con
854. las demás sircunstanzias de hasistir
855. a todo lo nesesario para manttenzion del
856. cultto diurno su iglecia y hornamentos
857. y ttodo lo demás que esta capitulado sin
____________________________
858. salttar en modo alguno no a lo qual que
859. dan ser apremiado por ttodo vigor de dicho
860. por seder como sede todo en beneficio de
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 228 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

861. almas por el pastto espiritual que se les


862. comunica por su señoria escelentisima a quien
863. con rendidos obsequios ofrezen sus be
864. neraziones y le dan las debidas gracias por tan
865. debidos beneficios expresando que sus
866. excelentísimas les ampare y favoresca en todo
y quanto
867. se les ofreciere para su manutensión y su
868. maior quietud y estabilidad = y para
869. que el dicho Nicolas de Santa Rossa tenga
870. el mando y disposizion en lo económico
871. de estta población de su consentimiento
872. y beneplazitto de los demás para estta pri
873. mera nombro su señoria exselentisima por
874. alcalde y justizia de estte pueblo a Juan
875. de toro negro criollo y por teniente al
876. guazil a Diego martin criollo para
877. que cada por lo que assi ttoca use de
878. su oficio y cargo como es de ssu obligazion
879. y en lo adelante perpetuamente hallan
880. de juntarse los mas principales que Firma
881. señalare el dicho Nicolas de santa Rossa
882. o quien (les se) diere el dia primero
883. y con asisttenzia del cura hazer la ele
884. ccion de dichos oficios como expresado
885. y para commas seguridad puedan co
Alfonso Cassiani Herrera [ 229 ]

886. merziar todos los matriculados deja


887. su señoria excelentísima numero quantioso de
888. bolettas que sirban de pàsaportte pa
889. ra que puedan libremente criaar en la
890. ziudad de carttaxena y demás de
891. estta y otras provinzias sin enbaraso
892. no molestia con tal que de estte yndul
893. tto y pasaportte han de gozar solamente
894. lo de estta poblazion y no los de otros pa
895. lenques ni estos tales an de ser admitidos
896. en modo ni con pretestto alguno al desjui
897. zio de estte y para que les constte mando
898. su señoria exselentisima se les de tesmtimonio
899. autentico para su resguardo de estas
900. dichas capitulaziones asi lo acordó mando
901. y se allaron pressentes por testi
902. gos a todo lo referido Don Juan Muños
903. Barragan sirujano = Nicolas de
904. Ospino = y Juan Baupttista garavitto = An
905. tonio electto Obispode Carttaxena (Goci)
906. por mandado de su señoria exselentisima, =
Francisco
907. Ximenes Hoto ______________________
908. segun y todo mas larga y por tres pressos se
909. contiene y refiere en los autos obrados
910. en esta razón a que me remito y para
Palenque Magno. Resistencias y luchas libertarias
[ 230 ] Del Palenque de la Matuna a San Basilio Magno 1599 - 1714

911. entregar al dicho señor exselentisimo en vir-


tud
912. de dicho mandato doy el presente por tri
913. plicado en estta villa de Santa Cruz
914. de Mompos jurisdizion de esta ciudad
915. de Carttaxena en treinta días del
916. mes de henero de mil settezientos
917. y catorze y en fee de ello lo rrubrico y fir
918. mo = en testimonio de verdad = Francisco
919. Ximenes _______ _____ ________
920. Concuerda con orijinales que quedan en
921. mi poder y B a verdadero y de mandato
922. del mariscal de campo Don Geronimo Badillo
923. Gobernador y Capitan General de la ciudad
924. ( ) saque el presente (en )
925. ( ) las en carttaxena de Yndias
926. En veinte de febrero de mil setezientos y
catorze años =
927. En mandato = Des = C = y = ex = se = teltt
de = gordo =
a los negros = ni menta =
928. No = entre rrene = ( ) =veinte y dos
929. FIRMAS
930. Los escrivanos del rey nuestro señor que aquí
firmamos
931. Damos que Don Ignasio Sanchez de Mora de
quien estte testimo
Alfonso Cassiani Herrera [ 231 ]

932. nio va sitado y firmado es como se nombra


escriva
933. no publico mayor de gobernazion de cavildo
re
934. xitro y visittas de estta ciudad y como tal usa.
______________________________________
Esta obra se terminó de imprimir en los talleres gráficos
de Ediciones Pluma de Mompox S.A.
Diciembre de 2014 - Bogotá D.C.
República de Colombia

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