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ASIGNATURA
Historia y Evolución del Desarrollo Humano:
Una Visión Socio-Antropológica, Pareja y Familia.
NOMBRES
Lisset Altagracia
APELLIDOS
Ramírez Comas
MAESTRA
Lcda. Xiomara Rosario
Capítulo 1
La mujer africana en el periodo de esclavitud, no solo fue mercancía y fuerza de trabajo, sino,
también una importante maquina reproductora de esclavos, por lo cual tenemos a esta mujer, un
papel bastante completo en el proceso de producción, desarrollo y estabilidad sociopolítica para
fines de la sociedad colonial en américa.
Capítulo 2
La esclavitud es el modo de producción que surgen sobre las ruinas de la comunidad primitiva y
que ofrece a la humanidad la creación del estado como órgano en que se da, de manera
sistematizada, la hegemonía de una clase o grupo sobre otra. La esclavitud no fue de africanos en
principios ni en sus orígenes, sino que se extendió como características apócales que sufrían los
pueblos sometidos en el desarrollo histórico aun que la consideremos inhumanas y
deshumanizantes. Los focos de la civilización antigua fueron: Egipto, Mesopotamia, india, y china
y en ninguna de estas sociedades se tuvo la concepción que vinculaba al negro con la esclavitud,
mas hubo esclavitud. En Grecia y en roma tampoco se estableció este nexo, sin embargo, opero la
esclavitud. La esclavitud africana no debe verse como una maldición del negro, sino como una
situación fruto de las contradicciones de clases en un periodo histórico del desarrollo de la historia
humana. Ahora bien la subordinación de la mujer como forma de esclavitud se remonta a la
estructura social patriarcal en las sociedades clásicas en donde la mujer, aunque no relegada de su
posición en el aparato productivo, ocupo principalmente el papel de productora de hijos, de objeto
de la satisfacción sexual del hombre y de doméstica. Esta ideología con la que se conceptualiza a
la mujer la mantiene en la mayoría de los casos, en una esclavitud psicológica que la hace asumir
un papel dependiente, débil y que evada o no logre su realización como mujer en todas las acciones,
que le son propias como ser social.
La evidencia y certeza de estos juicios en el desarrollo de la sociedad actual, pone de relieve una
situación de discrimen social a la m ujer, cualquiera que fuera su origen racial. Pero que se
recrudece si nos remontamos a tres siglos atrás, al referirnos a la mujer africana negra esclava y
en la actualidad, si al estudiar este fenómeno tocamos a la mujer negra o mulata. Luego de las
características de la sociedad patriarcal vino la esclavitud como efecto de las guerras en el marco
de la edad antigua, donde los pueblos vencidos pasaban a ser esclavos. En el caso de la mujer, esta
va a ser doblemente sojuzgada por el sistema y por los de su misma condición social.
El cimarronaje era una forma de resistencia y búsqueda de libertad por parte de los esclavos,
quienes se organizaban en comunidades clandestinas en zonas apartadas, como montañas o
bosques, donde podían vivir de manera autónoma y escapar del control de sus amos. Estas
comunidades cimarronas se convirtieron en refugios para aquellos que buscaban escapar de la
opresión y la explotación del sistema esclavista.
Además de socavar las propiedades de los esclavistas y robar alimentos, los cimarrones también
desarrollaban estrategias de resistencia cultural y social, preservando sus tradiciones, idiomas y
creencias, y transmitiendo su cultura de generación en generación.
El cimarronaje fue una forma valiente y audaz en la que los esclavos desafiaron el sistema de
esclavitud y lucharon por su libertad y dignidad. Su resistencia y perseverancia contribuyeron a
sentar las bases para la abolición de la esclavitud en América.
Capítulo 3
Las relaciones interétnicas y su significado social para américa latina y santo domingo
Durante la época colonial en América, el mestizaje biológico entre los diferentes grupos étnicos
que convivían fue una constante. Las relaciones interétnicas, en este caso nos referimos a las
relaciones entre europeos, africanos e indígenas, jugaron un papel importante en la configuración
de la sociedad colonial.
En muchos casos, las hijas de los esclavos eran reservadas para las primeras relaciones sexuales
de los hijos de sus amos. Además, la mujer negra era utilizada con fines curativos, una creencia
que persistió hasta bien entrado el siglo XX en lugares como la República Dominicana. Se decía
que hombres con enfermedades de la piel y otras afecciones buscaban a una virgen o mujer negra
para supuestamente curarse, lo que refleja la estigmatización y la objetificación de la mujer
africana o negra.
Aunque se promulgó legislación en 1527 que prohibía los matrimonios entre negros y blancos, así
como entre blancos y negras, esta prohibición era directa y legal. Por otro lado, en 1514 se autorizó
el matrimonio con mujeres indígenas, y de estas uniones nacieron los mestizos, descendientes de
la mezcla de ascendencia europea e indígena.
Estos procesos de mestizaje y las complejas dinámicas interétnicas fueron parte fundamental de la
historia de América colonial, dando lugar a una sociedad diversa y en constante transformación.
Capítulo 4
Las relaciones sociales de producción de tipo esclavista que prevalecieron en la sociedad colonial
establecieron una jerarquía social que también se reflejaba en la posición de las mujeres de
ascendencia africana, negra y mulata, de acuerdo con sus características raciales.
Durante la colonia, la escala social estaba estrechamente ligada a las características raciales y a la
pigmentación de las personas. Era evidente que la condición de estas mujeres estaba vinculada, en
la mayoría de los casos, al estatus social de su esposo o a su linaje familiar.
En consecuencia, desde las mulatas tercerones hasta las llamadas blancas, se les otorgaba una
posición social preferente o una supuesta superioridad biológica en comparación con las mujeres
negras y mulatas primerizas.
Si un hombre blanco español se casaba con una mujer negra, no podía aspirar a ocupar puestos de
importancia en el gobierno de la colonia, lo cual refleja las limitaciones y discriminación que
existían basadas en la ascendencia racial.
Además, durante la época colonial, existían leyes suntuarias que regulaban la forma de vestir de
las mujeres negras y mulatas. Estas leyes imponían restricciones en cuanto a la vestimenta y
adornos que estas mujeres podían usar, lo cual también reflejaba la jerarquía social y el control
sobre su apariencia.
Estas normativas y discriminaciones raciales fueron parte del contexto social y legal de la sociedad
colonial, y tuvieron un impacto significativo en la vida de las mujeres de ascendencia africana en
términos de su posición social y restricciones impuestas.
Con referente al arte culinario, las evidencias de las raíces africanas de esta manifestación cultural
en américa. Se reconoce en américa una serie de alimentados que le son familiares, unos de origen
africano y otros asiáticos. Estos últimos eran traídos de áfrica, de ahí la notable influencia africana
en la alimentación y forma de preparar los alimentos. Los alimentos que nos llegan de áfrica son:
plátanos, rulos, guineos, pan de frutas, raíces farináceas, como la malanga, ñame, el arroz, café,
maíz, quimbombó o molondrón, mango, sandia, el comer cerdo y guinea y hacer guisos y
escabeche es herencia africana.
Es importante destacar que estas prácticas religiosas también se fusionaron y sincretizaron con
elementos de la religión católica, dando lugar a tradiciones religiosas híbridas y adaptadas a la
realidad colonial. Esta mezcla de creencias y prácticas religiosas fue una forma de resistencia
cultural y preservación de la identidad africana en la diáspora.
Mi opinión critica de este libro
El Libro Mujer y Esclavitud es una lectura que más que educativa resulta transformadora. Conocer
la historia real de la mujer negra en mi país, me movió muchas emociones y hizo reflexionar de
cuán privilegiada soy ahora en comparación con lo que tuvieron que atravesar tantas mujeres en
mi historia. Me llena de satisfacción el hecho de que una mujer se haya preocupado por plasmar
estas informaciones pensando en las futuras generaciones que aunque estaba segura de que
tendrían mejores situaciones de vida, necesitarían enterarse de sus orígenes y de lo que implicó a
nivel costó la vida que disfrutamos hoy. Como mujer negra que siempre ha vivido discriminación
en su propia tierra, sociedad y sistema familiar, tocar estas informaciones me elevan un poco más
el deseo y motivación de continuar con la lucha de no discriminación y abuso a la mujer por sus
características físicas como el color, facciones de raíces africanas y cabello fuerte. Desde niña crecí
con todo tipo de prejuicios respecto a cómo era, en tez de piel, rostro y pelo afro, por muchos años
luché por salirme de ese estereotipo de belleza dominicana que no era aceptada y someti a mi
cabello a múltiples transformaciones para encajar en el perfil americano y europea que siempre
hemos aspirado ser, a costa de dolor, inversión de dinero y esfuerzo, para encajar en los cánones
que la sociedad moderna impone. Pero Gracias a Dios, logre poder liberarme de esos patrones de
pensamiento discriminatorios y raciales que yo también tenía sin darme cuenta, al no aceptar mi
realidad negra. Hoy puedo moverme con orgullo sin temor a que los prejuicios de otros me lastimen
y he decidido vivir en mismo tenor, educar a mi hija con conciencia de lo que implica todavía en
este siglo ser mujer, lo han tenido que pasar muchas y lo que todavía hoy nos taca trabajar.
Obviamente este es un libro que ella va a leer, y que yo pienso replicar con muchas mujeres de mi
alrededor y las tenga la oportunidad de ayudar. Como terapeuta familiar está clase me sirve de
mucho, para poder pensar cuando tenga una mujer enfrente, si está ha sido Víctima de este tipo de
situaciones por ser mujer negra dominicana e indagar en los sistemas si existen patrones de
comportamiento y pensamiento retrógrado relacionados a estos temas.
Que orgullo siento, que esta autora, tras pasar los años de su publicación, sigue moviendo
emociones y haciendo cambios en quienes la pueden leer y que honor para mí, que una mujer con
tanta sensibilidad social sea mi maestra. Definitivamente esta clase marcará un antes y un después
en mí. Gracias!