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Incluye eBook
Bhat
Manual
Dretler
TERAPÉUTICA MÉDICA Gdowski
Ramgopal
Williams
Washington de
El Manual Washington® de terapéutica médica se ha convertido en una de las obras insignes y más recono-
cidas de la literatura médica mundial. Su ya clásico estilo de listas con los conceptos más útiles vertidos en
enunciados claros y concisos la ha convertido en una de las obras más empleadas por estudiantes, médicos
residentes, y profesionales de diversas especialidades y disciplinas en todo el mundo.
En esta 35.ª edición se ha revisado y actualizado el contenido en su totalidad, con el fin de reflejar los últimos
avances en práctica basada en la evidencia, las nuevas modalidades terapéuticas, y los progresos más re-
TERAPÉUTICA MÉDICA
cientes en tecnología dirigida al diagnóstico y el tratamiento.
Con un sólido y robusto enfoque en medicina interna, el Manual Washington proporciona una cobertura in-
Manual Washington de
tegral de las principales especialidades y subespecialidades médicas, y aborda, en cada una de las entida-
E
des nosológicas, todos los principios generales: definición, bases fisiopatológicas, epidemiología, etiología
35. ª EDICIÓN
y prevención. Incluye también un recuento exhaustivo de las características y hallazgos más relevantes en
TERAPÉUTICA MÉDICA
el examen clínico y las opciones disponibles en cuanto a estudios diagnósticos. Asimismo, detalla la es-
trategia terapéutica, farmacológica y no farmacológica, fundamentada en recomendaciones basadas en la
PL
evidencia. La obra incluye también contenido adicional dirigido a la atención general de los pacientes, como
la evaluación y el manejo preoperatorio y postoperatorio, el tratamiento de afecciones agudas en pacientes
ingresados, los trasplantes y la medicina transfusional.
Características principales:
• Completamente actualizado para reflejar los crecientes y cambiantes avances en tecnología médica y
terapéutica.
• Incluye apartados de actualidad epidemiológica: chikungunya e influenza (gripe).
M
•Engloba, de forma integral, las principales especialidades y subespecialidades médicas, incluyendo neu-
rología y toxicología.
•Formato clásico de listas con viñetas, conciso y práctico.
•Directrices fáciles de seguir, diagramas y algoritmos que ayudan en el diagnóstico, el estudio y el trata-
miento de afecciones médicas frecuentes.
•Nuevo contenido sobre enfermedad cardiovascular y valvulopatías.
Pavan Bhat MD
Alexandra Dretler MD
SA
• Actualización de fármacos antimicrobianos para
microorganismos multirresistentes. Mark Gdowski MD
•Ampliación del contenido sobre tumores y cáncer en Rajeev Ramgopal MD
ginecología, urgencias oncológicas y complicaciones Dominique Williams MD
del cáncer, así como en las complicaciones crónicas
de la diabetes: pie diabético y neuropatía periférica.
•Útiles apéndices para ampliar información. Department of Medicine
• Contenido adicional en línea sobre derrame pleural,
Washington University
antibióticos en la infección por Clostridium difficile, in-
fecciones nosocomiales, pancreatitis y características School of Medicine
del líquido ascítico. 35. ª EDICIÓN St. Louis, Missouri
E
35. ª EDICIÓN
PL
M
Formato clásico de listas con viñetas, conciso y práctico.
Directrices fáciles de seguir, diagramas y algoritmos que ayudan en el diagnóstico, el estudio y el trata
miento de afecciones médicas frecuentes.
sobre enfermedad cardiovascular y valvulopatías.
Pavan Bhat MD
SA
Actualización de fármacos antimicrobianos para
microorganismos multirresistentes.
sobre tumores y cáncer en
ginecología, urgencias oncológicas y complicaciones
del cáncer, así como en las complicaciones crónicas
de la diabetes: pie diabético y neuropatía periférica.
para ampliar información.
sobre derrame pleural,
antibióticos en la infección por Clostridium difficile, in
fecciones nosocomiales, pancreatitis y características
del líquido ascítico.
Department of Medicine
E
Washington University
School of Medicine
PL St. Louis, Missouri
Editores
Pavat Bhat, M.D.
M
Alexandra Dretler, M.D.
Mark Gdowski, M.D.
Rajeev Ramgopal, M.D.
SA
E
Dr. Francesc Cardellach
Consultor Senior de Medicina Interna. Hospital Clínico de Barcelona.
Catedrático de Medicina. Universidad de Barcelona.
Traducción
Dra. M.ª Jesús del Sol Jaquotot
y productos sanitarios que se presentan en esta publicación sólo tienen la aprobación de la Food and Drug
Administration (FDA) para uso limitado al ámbito experimental. Compete al profesional sanitario averiguar
la situación de cada fármaco o producto sanitario que pretenda utilizar en su práctica clínica, por lo que
aconsejamos consultar con las autoridades sanitarias competentes.
Derecho a la propiedad intelectual (C. P. Art. 270)
Se considera delito reproducir, plagiar, distribuir o comunicar públicamente, en todo o en parte, con ánimo
de lucro y en perjuicio de terceros, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación
o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la
autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.
Reservados todos los derechos.
Copyright de la edición en español © 2017 Wolters Kluwer
ISBN de la edición en español: 978-84-16654-98-7
Depósito legal: M-9734-2017
Edición española de la obra original en lengua inglesa The Washington Manual® of Medical Therapeutics de Pavan
Bath, Alexandra Dretler, Mark Gdowski, Rajeev Ramgopal y Dominique Williams, publicada por Wolters Kluwer.
Copyright © 2016 Wolters Kluwer
Two Commerce Square
2001 Market Street
Philadelphia, PA 19103
ISBN de la edición original: 978-1-4698-9024-1
E
PL
M
SA
E
Asistencia general al paciente hospitalizado 1
Medidas profilácticas 2
Profilaxis de la tromboembolia venosa 2
Otras precauciones 3
PL
Úlceras de decúbito 2
Soporte nutricional 33
2 Dominic Reeds y Peter H. Yen
Necesidades nutricionales 33
Evaluación del estado nutricional 45
Nutrición entérica 46
Nutrición parenteral 50
Realimentación del paciente con malnutrición grave 55
3 Cardiología preventiva 58
Angela L. Brown, Daniel S. Kim, Clare E. Moynihan y Anne C. Goldberg
E
Hipertensión 58
Dislipidemia 76
PL
4 Cardiopatía isquémica 89
Mark A. Sintek y Philip M. Barger
Miocardiopatías 156
Miocardiopatía dilatada 156
Insuficiencia cardíaca con fracción de eyección conservada 157
Miocardiopatía hipertrófica 158
Miocardiopatía restrictiva 162
Miocardiopatía periparto 163
E
Estenosis mitral 169
Estenosis aórtica 172
Insuficiencia mitral 175
PL
Insuficiencia aórtica 180
Válvulas cardíacas protésicas 183
7 Arritmias cardíacas 185
Daniel H. Cooper y Mitchell N. Faddis
M
Taquiarritmias 185
Abordaje de las taquiarritmias 185
Taquiarritmias supraventriculares 188
Fibrilación auricular 194
Taquiarritmias ventriculares 204
SA
Bradiarritmias 212
Síncope 221
8 Cuidados intensivos 225
Catherine Chen, Vladimir Despotovic y Marin H. Kollef
Insuficiencia respiratoria 225
Oxigenoterapia no invasiva 227
Manejo de la vía aérea e intubación traqueal 228
Ventilación mecánica 232
Shock 239
10 Enfermedades pulmonares 279
Murali Chakinala, Tonya D. Russell, Patrick Aguilar, Adrian Shifren,
Andrea Loiselle, Alexander Chen, Ali Sadoughi, Allen Burks, Praveen
Chenna, Brad Bemiss y Daniel B. Rosenbluth
Hipertensión pulmonar 279
E
Síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño 290
Neumopatía intersticial 295
Nódulo pulmonar solitario 304
Derrame pleural 310
Hemoptisis 317
Fibrosis quística 324
PL
11 Alergia e inmunología 332
Sean Brady, Jungfang Jiao, Jennifer M. Monroy y Andrew L. Kau
M
Reacciones adversas a fármacos 332
Anafilaxia 336
Eosinofilia 340
Urticaria y angioedema 346
SA
Inmunodeficiencia 350
12 Tratamiento hidroelectrolítico 354
Anubha Mutneja, Steven Cheng y Judy L. Jang
Potasio 367
Hipopotasemia 367
Hiperpotasemia 369
Calcio 371
Hipercalcemia 372
Hipocalcemia 375
Fósforo 377
Hiperfosfatemia 377
Hipofosfatemia 378
Magnesio 379
E
Hipermagnesemia 379
Hipomagnesemia 380
13 Nefropatías 389
M
Rajesh Rajan, Seth Goldberg y Daniel W. Coyne
E
Infecciones mediadas por toxinas 417
Infección por Clostridium difficile 417
Tétanos 418
PL
Síndrome de shock tóxico 419
Síndrome de shock tóxico estafilocócico 419
Síndrome de shock tóxico estreptocócico 420
E
Bronquitis aguda 439
Neumonía extrahospitalaria 440
Absceso pulmonar 441
Tuberculosis 442
Peritonitis 445
PL
Infecciones gastrointestinales y abdominales 445
Infecciones hepatobiliares 446
Pielonefritis 452
Zoonosis 465
E
Enfermedad por arañazo de gato (bartonelosis) 465
Leptospirosis 466
Brucelosis 466
Carbunco 472
Viruela 473
Peste 473
Botulismo 474
Fiebre hemorrágica vírica 475
Síndrome respiratorio agudo grave 476
Síndrome respiratorio de Oriente Medio 476
Gripe pandémica, aviar y porcina 476
Chikungunya 477
Antimicrobianos 478
15 David J. Ritchie, Matthew P. Crotty y Nigar Kirmani
E
Antibióticos macrólidos y lincosamidas 486
Sulfamidas y trimetoprima 487
Tetraciclinas 488
Dalbavancina 490
Daptomicina 490
Fosfomicina 490
PL
Otros fármacos antimicrobianos 489
Colistina y polimixina B 489
Oxazolidinonas 491
M
Metronidazol 492
Nitrofurantoína 492
Oritavancina 493
Quinupristina/dalfopristina 493
Telavancina 493
Tigeciclina 494
SA
E
Infecciones de transmisión sexual, 503
enfermedades ulcerativas
Herpes genital 503
Sífilis 503
Chancroide 507
Linfogranuloma venéreo 507
PL
Infecciones de transmisión sexual, vaginitis y vaginosis 508
Tricomoniasis 507
M
Vaginosis bacteriana 508
Candidiasis vulvovaginal 508
Cervicitis/uretritis 508
Enfermedad inflamatoria pélvica 509
Infecciones oportunistas 518
E
Complicaciones 534
18 Enfermedades digestivas 538
PL
C. Prakash Gyawali y Amit Patel
Hemorragia digestiva 538
Disfagia y odinofagia 543
Náuseas y vómitos 545
Diarrea 546
Estreñimiento 548
M
Trastornos digestivos luminales 550
Enfermedad por reflujo gastroesofágico 550
Trastornos motores esofágicos 553
Enfermedad ulcerosa péptica 555
SA
Hepatopatías 576
19 María Samuel, Kristen Singer y Mauricio Lisker-Melman
E
Hepatitis E 589
Hepatitis autoimmunitaria 593
Cirrosis biliar primaria 595
PL
Hepatopatías de mecanismo inmunitario 593
Cirrosis 608
Hipertensión portal 608
Ascitis 609
Peritonitis bacteriana espontánea 610
Lesión renal aguda en pacientes con cirrosis
y síndrome hepatorrenal 611
Encefalopatía hepática 612
Carcinoma hepatocelular 613
E
Kristen M. Sanfilippo, Brian F. Gage, Tzu-Fei Wang y Roger D. Yusen
Hemofilia B 629
Enfermedad de von Willebrand 630
Anemia 647
Introducción a la anemia 647
E
Anemias sideroblásticas 653
Anemia macrocítica megaloblástica 654
Anemia de la insuficiencia renal crónica 656
PL
Anemia de las enfermedades crónicas 658
Anemia en pacientes con cáncer 658
Anemia asociada a la infección por el VIH 659
Anemia aplásica 659
Cáncer 678
22
Siddhartha Devarakonda, Daniel Morgensztern y Ramaswamy Govindan
E
Sarcoma 689
Cáncer endometrial 700
Cáncer ovárico 701
Cáncer con tumor primario de origen desconocido 702
Melanoma 702
Tumores del sistema nervioso central 704
Tricoleucemia 712
Linfoma de Hodgkin 712
Linfoma no hodgkiniano 714
Mieloma múltiple 716
Principios del trasplante de células progenitoras 717
E
Hiperleucocitosis con leucostasis 724
Metástasis cerebrales con aumento de la presión intracraneal 725
Diabetes mellitus 730
Diabetes mellitus en pacientes hospitalizados 733
Cetoacidosis diabética 735
Estado hiperosmolar hiperglucémico 738
Diabetes de tipo 1 739
Diabetes de tipo 2 742
Enfermedades endocrinas 758
24
William E. Clutter
E
Trastornos de la glándula tiroidea 758
Evaluación de la función tiroidea 758
Hipotiroidismo 760
Hipertiroidismo 762 PL
Bocio eutiroideo y nódulos tiroideos 767
Artritis reumatoide 788
Artrosis 794
Espondiloartropatías 795
Espondilitis anquilosante 796
Artritis de la enfermedad inflamatoria intestinal 796
Artritis reactiva 797
Artritis psoriásica 798
Lupus eritematoso sistémico 798
Esclerosis sistémica 801
Fenómeno de Raynaud 802
Vasculitis necrosante 803
Polimialgia reumática 806
E
Síndromes por crioglobulinas 806
Polimiositis y dermatomiositis 807
26 Urgencias médicas 808
PL
Rebecca Bavolek, Evan S. Schwarz y Jason Wagner
Sobredosis 819
Información general 819
Paracetamol 819
Opioides 821
Salicilatos 822
Enfermedades neurológicas 824
27 Robert C. Bucelli y Beau M. Ances
E
Enfermedad neuromuscular 859
Síndrome de Guillain-Barré 859
Miastenia grave 863 PL
Otras enfermedades neuromusculares 866
Enfermedades neuromusculares con rigidez 867
Toxicología 869
28 S. Eliza Halcomb, Evan S. Schwarz y Michael E. Mullins
M
Sobredosis 869
Sobredosis, información general 869
Paracetamol 873
Colchicina 877
SA
Anticonvulsivos 884
Fenitoína y fosfenitoína 884
Carbamazepina/oxcarbazepina 886
Lamotrigina 887
Levetiracetam 888
Ácido valproico 888
Antidepresivos 889
Inhibidores de la monoaminooxidasa 889
Antidepresivos tricíclicos 892
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina 894
Síndrome serotoninérgico 895
Litio 896
Bupropión 898
Antipsicóticos, información general 898
Fenotiazinas 899
Clozapina 900
Olanzapina 900
E
Risperidona, ziprasidona y quetiapina 901
Antagonistas adrenérgicos b 901
Antagonistas del calcio (bloqueantes de canales del calcio) 904
Clonidina 905
Otros antihipertensores 907
Agentes parasimpáticos 907
Anticolinérgicos 907
PL
Inhibidores de la colinesterasa 909
Organofosforados 909
Carbamatos 912
M
Barbitúricos 913
Benzodiazepinas 914
Simpaticomiméticos, información general 915
Anfetaminas 916
Cocaína 917
SA
Teofilina 919
Intoxicación por alcohol, información general 921
Metanol 922
Etilenglicol 924
Etanol 926
Cianuro 927
Monóxido de carbono 929
E
PL
M
SA
E
Philip M. Barger, M.D. Praveen Chenna, M.D.
Associate Professor of Medicine Assistant Professor of Medicine
Division of Cardiovascular Medicine Division of Pulmonary and Critical Care Medicine
Rebecca Bavolek, M.D.
Instructor in Emergency Medicine
Division of Emergency Medicine
Brad Bemiss, M.D.
Postdoctorate Research Scholar
PL
Division of Pulmonary and Critical Care Medicine
William E. Clutter, M.D.
Associate Professor of Medicine
Division of Medical Education
Daniel H. Cooper, M.D.
Assistant Professor of Medicine
Division of Cardiovascular Medicine
Morey Blinder, M.D. Daniel W. Coyne, M.D.
M
Associate Professor of Medicine Professor of Medicine
Division of Hematology Division of Renal Diseases
Sean Brady, M.D. Matthew P. Crotty, PharmD
Fellow Infectious Diseases Pharmacy Resident
Division of Allergy and Immunology BJH Department of Pharmacy
Angela L. Brown, M.D. Vladimir Despotovic, M.D.
SA
xxvi
E
Professor of Medicine Brian R. Lindman, M.D.
Division of Medical Oncology Assistant Professor of Medicine
Division of Cardiovascular Medicine
C. Prakash Gyawali, M.D.
Professor of Medicine Mauricio Lisker-Melman, M.D.
Division of Gastroenterology
S. Eliza Halcomb, M.D.
Assistant Professor
PL
Division of Emergency Medicine
Cynthia J. Herrick, M.D.
Instructor in Medicine
Professor of Medicine
Division of Gastroenterology
Andrea Loiselle, M.D.
Instructor in Medicine
Division of Pulmonary and Critical Care
Medicine
Division of Endocrinology, Metabolism, and Caline Mattar, M.D.
M
Lipid Research Fellow
Division of Infectious Diseases
Ronald Jackups, M.D.
Assistant Professor of Pathology and Janet B. McGill, M.D.
Immunology Professor of Medicine
Laboratory and Genomic Medicine Division of Endocrinology
Judy L. Jang, M.D. Adam Meyer, M.D.
SA
E
Fellow Fellow
Division of Renal Diseases Cardiovascular Division
Dominic Reeds, M.D. Rupinder Sodhi, M.D.
Associate Professor of Medicine Fellow
E
Ramgopal y Dominique Williams, y del editor de la serie, Tom De Fer, que han trabajado in-
cansablemente para producir otra notable edición del Manual Washington® de terapéutica médica.
También agradezco al Dr. Melvin Blanchard, Chief of the Division of Medical Education en el
Department of Medicine de la Washington University, su guía y consejo. Confío en que esta
PL
edición cumpla su objetivo deseado de ofrecer conocimiento práctico que se pueda aplicar direc-
tamente a la mejora de la asistencia de los pacientes.
xxix
E
ción, se ha actualizado cuidadosamente el contenido para reflejar los avances en continuo cambio
de la tecnología y la terapéutica médica.
El Manual Washington® de terapéutica médica ha establecido una tradición de excelencia que
pretendemos mantener. Ninguna presentación del Manual sería completa sin mencionar al fan-
PL
tástico personal de plantilla, los médicos en formación, los estudiantes de medicina y los médicos
visitantes con los que trabajamos a diario. Su brillantez, compasión y dedicación son realmente
destacables. Es verdaderamente un honor que busquen una guía en el Manual. Tenemos una
profunda deuda por el importante apoyo y orientación que nos ha proporcionado el Dr. Tom De
Fer, editor de la serie, para la creación de esta edición del Manual. También agradecemos sincera-
mente a Katie Sharp y al personal editorial de Wolters Kluwer su ayuda y paciencia con nuestros
ocupados calendarios.
Hemos tenido el honor y el placer de ser jefes de residentes de las compañías Shatz-Strauss,
M
Karl-Flance, Kipnis-Daughaday y North Campus, y de The Primary Care Medicine Clinic en
el Barnes-Jewish Center for Outpatient Health. Nuestros jefes de compañía, los Dres. Megan
Wren, Emily Fondahn, Geoffrey Cislo y E.-P. Barrette, han sido fundamentales durante este año,
actuando como mentores y modelos de rol. Nuestro director del programa, Dr. Melvin Blanchard,
nos ha ayudado mucho en la producción del Manual. Nuestra Directora médica, Dra. Vicky
Fraser, nos ha guiado y apoyado en la creación de este texto. Agradecemos a nuestras familias su
apoyo, paciencia e inspiración. A Muffie, Rob, Charlotte y Dough; a toda la familia Gdowski,
SA
pero especialmente a Henry; a Carolyn, John y Stanley; a Caroline, Priya, Kolari y Shashi; y a las
familias Ramgopal y Martin… nuestra gratitud es inconmensurable.
xxx
E
Farreras-Rozman Medicina Interna, una obra con 87 años de historia y una amplia difusión entre la
población hispanoparlante, y también como Codirector de su Compendio, me permite opinar con
suficiente conocimiento de causa sobre una obra ejemplar como la presente, en lengua española.
El contenido del Manual Washington® de terapéutica médica está muy específicamente di-
PL
rigido a la terapéutica, como muy bien señala el propio título de la obra, aunque no olvida un
aspecto absolutamente necesario para la concreción de aquélla en la toma de decisión de cualquier
acto del ejercicio profesional, como es el fundamental apartado del diagnóstico. Esta combinación
de contenidos básicos (diagnóstico y tratamiento), definitivamente imprescindibles en la actividad
profesional «a la cabecera del paciente», no está reñida con la coexistencia de obras de otra índole,
pero con objetivos distintos (aunque complementarios) dentro del entorno formativo y profesio-
nal. Ello es el resultado de un aumento exponencial del conocimiento científico, sobre todo en
los últimos 50 años, que debe ser procesado y administrado en aquellos formatos más oportunos
M
según las circunstancias en función de las necesidades y de las expectativas de los potenciales usua-
rios. No me cabe la menor duda de que la aportación y consolidación del Manual Washington®
de terapéutica médica es absolutamente acertada, y esta 35.a edición (oportunamente actualizada
y renovada respecto a la anterior) traducida al español acumula prestigio y va a ser muy bien
recibida en aquellos ámbitos donde esta lengua constituye el medio fundamental de relación, de
aprendizaje y de ejercicio profesional.
La 35.a edición original de esta obra, junto a la presente traducción al español con el nivel de
SA
calidad que nos tiene acostumbrados Wolters Kluwer en ediciones anteriores, me permite introdu-
cir una última reflexión. Existe desde hace muchos años una permanente discusión instalada en los
medios de comunicación escrita acerca del futuro de las obras de estas características, impresas en
papel. Pero a la vez, es admirable y casi sorprendente que en una era donde, ciertamente, la e-tec-
nología va adquiriendo cada vez más protagonismo, algunos textos, lejos de sentirse amenazados,
han consolidado con firmeza su posición en el mercado. Tal es el caso del Manual Washington®
de terapéutica médica que, como otras obras de demostrada calidad (no demasiadas, ciertamente),
han sabido conjugar de forma acertada lo clásico con lo moderno, la realidad con la imaginación.
A mi juicio, éste es, cuanto menos en el momento actual y en un período futuro suficientemente
tranquilizador, la base general del aprendizaje, un apoyo necesario en el ejercicio profesional y el
refuerzo imprescindible de la obligada formación continuada en el ámbito de la medicina.
Finalmente, aunque ya se haya manifestado con mayor oportunidad en la versión original en
inglés, siento con verdadero placer la necesidad de felicitar a los editores de la obra (Pavan Bhat,
Alexandra Detler, Mark Godowski, Rajeev Ramgopal y Dominique Wiliams) por su excelente
labor de coordinación y a Wolters Kluwer por su cuidada presentación. Así mismo, la impecable
traducción al español (a cargo de la Dra. Mª Jesús del Sol Jaquotot) certifica, sin ningún tipo de
xxxi
duda, el cuidado y esmero de los responsables en procurar la participación de los mejores profesio-
nales en este proyecto. Todos estos aspectos, al lado de los estrictamente científicos, son de gran
relevancia práctica y justifican también gran parte del éxito de esta obra.
En definitiva, me complace enormemente dar la bienvenida a la magnífica 35.a edición en
español del Manual Washington® de terapéutica médica.
E
PL
M
SA
E
■■El IMSEST, al igual que el IMEST, puede provocar shock cardiogénico.
■■Las directrices de la AHA/ACC proporcionan una revisión más exhaustiva del IMSEST/
AI (J Am Coll Cardiol 2014;65:e139).
Epidemiología
■■Al
PL
■■La incidencia anual de SCA es de > 780 000 episodios, de los cuales > 70 % son IMSEST/AI.
■■Aproximadamente un 60 % de los pacientes con SCA tiene una AI y un 40 % sufre un IM
(un tercio de los IM se manifiesta con un IMEST).
año, los pacientes con AI/IMSEST tienen un riesgo considerable de muerte (~ 6 %),
de sufrir un IM recurrente (~ 11 %) y de necesidad de revascularización (~ 50-60 %). Es
importante recordar que, aunque la mortalidad a corto plazo del IMEST es mayor que la
del IMSEST, la mortalidad a largo plazo es similar (J Am Coll Cardiol 2007;50:e1; JAMA
1996;275:1104).
M
■■Los pacientes con IMSEST/AI tienden a presentar más afecciones coincidentes, tanto
cardíacas como no cardíacas, que los pacientes con IMEST.
■■Las mujeres con IMSEST/AI presentan peores evoluciones, a corto y a largo plazo, y más
complicaciones que los hombres. Gran parte de ello se atribuye a los retrasos en el recono-
cimiento de los síntomas y a la infrautilización del tratamiento dirigido y el tratamiento
invasivo.
Etiología y fisiopatología
SA
■■La isquemia miocárdica se debe a una reducción del aporte de oxígeno al miocardio o un
aumento de las demandas, o ambas cosas. En la mayoría de los casos, el IMSEST se debe
a una reducción súbita del aporte de sangre por oclusión parcial del vaso afectado. En
algunos casos, el incremento importante de las necesidades miocárdicas de oxígeno puede
ser la causa del IMSEST (isquemia por demanda), como se observa en la anemia grave,
las crisis hipertensivas, la insuficiencia cardíaca descompensada, la cirugía y otros factores
estresantes fisiológicamente significativos.
■■La AI/IMSEST suele representar un estrechamiento grave de arterias coronarias o una
rotura/erosión aguda de una placa ateroesclerótica y la formación de un trombo sobre ella.
Otra posibilidad es que se produzca una obstrucción mecánica progresiva por la enferme-
dad ateroesclerótica avanzada, una reestenosis dentro de la endoprótesis o una enfermedad
sobre el injerto de derivación.
■■La rotura de la placa se puede desencadenar por inflamación local y/o sistémica y por fuer-
zas de cizallamiento. La rotura permite la exposición de los componentes subendoteliales
ricos en lípidos a las plaquetas circulantes y las células inflamatorias, que actúan como
un potente sustrato para la formación del trombo. Se considera que una delgada cubierta
fibrinosa (fibroateroma con cubierta fina) es más vulnerable a la rotura, y en la angiografía
se representa con mayor frecuencia como una estenosis sólo moderada.
■■Otras causas menos frecuentes son la obstrucción dinámica de la arteria coronaria por
vasoespasmo (angina de Prinzmetal, cocaína), la disección de la arteria coronaria (más
E
frecuente en las mujeres), la vasculitis coronaria y la embolia.
Presentación clínica
Anamnesis
PL
■■Los síntomas del SCA comprenden todas las cualidades de la angina de pecho típica salvo
que los episodios son más graves y de mayor duración, y que pueden aparecer en reposo.
■■Las tres formas principales de presentación de la AI son la angina de reposo (la angina se
produce en reposo y es prolongada, en general > 20 min), la angina de reciente aparición y
la angina progresiva (angina diagnosticada previamente que se hace más frecuente, dura más
o se provoca con menos esfuerzo). La angina de nueva aparición y la angina progresiva deben
aparecer con una actividad, al menos, leve a moderada (gravedad de clase III de la CCS).
• El sexo femenino, la diabetes, la insuficiencia cardíaca, la nefropatía terminal y la edad
M
avanzada son características que se han asociado a una mayor probabilidad de aparición
de síntomas atípicos de SCA. Sin embargo, la presentación más habitual en estas pobla-
ciones de pacientes sigue siendo el dolor torácico anginoso típico.
• El dolor mandibular, cervical, del brazo, lumbar o epigástrico, y/o la disnea pueden ser
equivalentes de la angina de pecho.
• El dolor pleurítico, el dolor que se irradia hacia abajo por las piernas o que se origina en
la parte media/inferior del abdomen, el dolor que puede reproducirse por movimientos
SA
de las extremidades o por palpación, y el dolor que dura segundos tienen pocas probabi-
lidades de estar relacionados con el SCA.
Exploración física
■■La exploración física debe tratar de identificar la presencia de inestabilidad hemodinámi-
ca, la congestión pulmonar y otras causas de malestar torácico agudo.
■■Los signos objetivos de insuficiencia cardíaca, entre ellos hipoperfusión periférica, soplo
cardíaco (particularmente, soplo de insuficiencia mitral), elevación del pulso venoso yugu-
lar, edema pulmonar, hipotensión y edema periférico, empeoran el pronóstico.
■■La clasificación de Killip puede ser útil para estratificar el riesgo y para identificar pacien-
tes con signos de shock cardiogénico (tabla 4-11).
■■En la exploración pueden observarse también indicios de otras causas de isquemia, como
tirotoxicosis o disección aórtica (v. tabla 4-4).
Pruebas diagnósticas
Electrocardiografía
■■Antes o inmediatamente después de la llegada al servicio de urgencias, es importante
realizar un ECG basal a todos los pacientes con un presunto SCA. Un trazado normal no
descarta la existencia de enfermedad.
E
ST en aVR y/o V1 sugiere isquemia por afectación de la coronaria principal izquierda
o de múltiples vasos.
• La inversión profunda de las ondas T (> 5 mm) con prolongación de QT en las deriva-
ciones V2 a V4 (ondas de Wellen) es muy sugestivo de una lesión grave en la distribución
de la arteria DAI. PL
• Las inversiones de la onda T y las alteraciones del segmento ST inespecíficas (las que
no cumplen los criterios de voltaje) no son diagnósticas ni útiles en el tratamiento de la
isquemia aguda, pero se asocian a un mayor riesgo de futuros episodios cardíacos.
Pruebas de laboratorio
■■En todos los pacientes con una presunta EAC debe realizarse un hemograma completo, un
panel metabólico básico, determinación de glucemia en ayunas y perfil lipídico. Pueden
encontrarse otras afecciones que contribuyen a la isquemia (p. ej., anemia), que parecen
M
una isquemia (p. ej., cambios en el ECG relacionados con una hiperpotasemia) o que
pueden alterar el tratamiento (p. ej., trombocitopenia grave).
■■Los biomarcadores cardíacos son esenciales para el diagnóstico de AI/IMSEST y se deben
medir en todos los pacientes que acuden con un dolor torácico que sugiera un SCA. En los
pacientes con marcadores cardíacos negativos en las primeras 6 h tras la aparición del dolor,
debe obtenerse una segunda muestra 8-12 h después del inicio de los síntomas. La troponi-
na es el biomarcador recomendado para la evaluación de la necrosis miocárdica.
• La determinación de troponinas T e I es muy específica y sensible de necrosis del miocar-
SA
dio. Las concentraciones de troponina sérica suelen ser indetectables en personas sanas
y cualquier elevación se considera anómala.
• El tamaño del IM y el pronóstico son directamente proporcionales al incremento de la
troponina (N Engl J Med 1996;335:1333, Circulation 1998;98:1853).
■■La creatina cinasa (CK)-MB es también un marcador aceptable de necrosis miocárdica,
pero carece de especificidad, dado que se encuentra en las células musculares esqueléticas
y cardíacas.
• Se puede mejorar la especificidad empleando la fracción CK-MB/CK total. Una frac-
ción de CK-MB superior a 5 % indica lesión del miocardio.
• La CK-MB es una prueba útil para detectar la isquemia tras el infarto, porque una
reducción con posterior elevación de las concentraciones enzimáticas sugiere reinfarto,
sobre todo si se acompaña de síntomas de isquemia recurrente o alteraciones del ECG.
• Las concentraciones de CK-MB y de troponina no deben medirse de forma sistemática
tras la ICP o la cirugía cardíaca, ya que su valor pronóstico es dudoso. Los pacientes que
presentan síntomas deben evaluarse con pruebas adecuadas, entre ellas los biomarcadores.
■■El péptido natriurético cerebral (BNP, brain natriuretic peptide) puede ser un biomarcador
útil de estrés miocárdico en pacientes con SCA, y su elevación se asocia a una evolución
peor (Circulation 2002;105:1760). Las elevaciones importantes del BNP en el contexto de
TRATAMIENTO
■■El tratamiento inmediato debe dirigirse a aliviar los síntomas de dolor torácico.
■■La estratificación del riesgo puede ser útil para determinar las pruebas adecuadas, las in-
tervenciones farmacológicas, y el momento o la necesidad de una angiografía coronaria.
■■El riesgo de muerte o progresión a IM es elevado con las siguientes características de
riesgo elevado de SCA:
• Angina recurrente/con aceleración a pesar del tratamiento médico adecuado.
• Signos o síntomas de nueva insuficiencia cardíaca, edema pulmonar o shock (clasifica-
ción de Killip elevada).
• Aparición o empeoramiento de una insuficiencia mitral.
• Bloqueo de rama izquierda nuevo.
• Taquicardia ventricular observada en la monitorización.
E
■■Estos hallazgos (en la presentación o en cualquier momento durante la hospitalización)
deben inducir la realización de una angiografía coronaria urgente con intención de pro-
porcionar revascularización.
■■Diversas herramientas clínicas pueden estimar el riesgo de IM recurrente y mortalidad
cardíaca de un paciente, entre ellas las escalas de puntuación del riesgo Thrombolysis in
PL
Myocardial Infarction (TIMI) y Global Registry of Acute Coronary Events (GRACE). La
escala de riesgo TIMI permite determinar el riesgo de muerte o de IM no mortal hasta
1 año después de un episodio de SCA y, dada la facilidad de su uso, es la herramienta
de estratificación de riesgo recomendada por los autores de este capítulo. Los pacientes
pueden clasificarse como de riesgo bajo, intermedio o alto, según su perfil clínico (fig.4-2).
• Los pacientes con una puntuación de riesgo TIMI de 0 y troponinas negativas presentan
una tasa muy baja de episodios cardíacos adversos graves a los 30 adías.
• En los pacientes con una puntuación de riesgo TIMI ≥ 3 es eficaz el tratamiento médico
M
agresivo y la evaluación invasiva.
■■En el paciente estabilizado, se dispone de dos estrategias terapéuticas: el enfoque dirigido
a la isquemia (anteriormente denominado conservador) y el enfoque invasivo sistemá-
tico (precoz, definido como antes de las 24 h de la presentación, o tardío, después de
las 24 h). El enfoque debe personalizarse siempre en cada paciente (fig. 4-3). Todos los
pacientes deben recibir tratamiento médico enérgico (antitrombótico, antiagregante e is-
quémico), independientemente de la estrategia de revascularización final. En la tabla 4-12
SA
se resume el enfoque.
• En la estrategia dirigida a la isquemia, si el paciente no presenta signos de alto riesgo de
SCA, tiene enzimas cardíacas subsiguientes normales, no muestra signos dinámicos en
el ECG y responde al tratamiento médico, debe realizarse una prueba de esfuerzo no
invasiva para una evaluación adicional del riesgo.
• Antes de la prueba de esfuerzo, los pacientes deben permanecer asintomáticos durante
al menos 12 h.
• Si se elige un paciente con enzimas cardíacas alteradas para una prueba no invasiva,
puede realizarse una prueba de esfuerzo submáxima o farmacológica 72 h después del
valor máximo.
• La angiografía coronaria se reserva para pacientes que presentan signos de riesgo alto
de SCA, tienen una prueba de esfuerzo de alto riesgo, presentan angina con niveles
bajos de esfuerzo o se detecta que tienen una FEVI < 40 %.
• En la estrategia invasiva sistemática, se programa una angiografía coronaria con la
intención de revascularizar. Se recomienda un enfoque invasivo precoz (< 24 h desde la
presentación) en pacientes con puntuaciones de alto riesgo u otras características de alto
riesgo (v. tabla 4-12).
• Nota: el dolor torácico que no responde al tratamiento, la inestabilidad hemodinámica
o las arritmias ventriculares graves son indicaciones para una estrategia invasiva urgente/
50
revascularization (%) (%)
MI,oorrevascularización
40
30
20
Death,IM
10
Muerte,
0
0–1 2 3 4 5 6–7
Escala derisk
TIMI riesgo
score TIMI
E
1. Age >65
2. Known CAD (stenosis >50%)
1. Edad
3. 2+ > 65 años
episodes of chest pain in 24 hours
2. EAC diagnosticada
4. ST-segment or T-wave(estenosis
changes > 50 %)
3. Dos o más
5. Elevated episodios
cardiac de dolor torácico en 24 h
biomarkers
4. Cambios
6. ASA in the en
lastel7segmento
days ST o la onda T
5. Elevación
7. 3+ CAD riskde PL
los marcadores cardíacos
factors
6. AAS en los últimos 7 días
7. Tres o más factores de riesgo de EAC
ASA
HNF, HBPM Dual antiplatelet therapy
M
AAS Triple antiplatelet therapy
Tratamiento antiagregante doble
Tratamiento antiagregante triple
TIMI risk score
Figura 4-2. Frecuencias de muerte, IM o revascularización urgente a los 14 días en función de los
resultados de los ensayos TIMI 1 IB y ESSENCE basados en el incremento de la escala de riesgo
de TIMI. Entre los factores de riesgo de enfermedad arterial coronaria (EAC) se encuentran los
antecedentes familiares de EAC, la diabetes, la hipertensión, la hiperlipidemia y el tabaquismo.
AAS, ácido acetilsalicílico; HNF, heparina no fraccionada; HBPM, heparina de bajo peso mo-
lecular; IM, infarto de miocardio; TIMI, Thrombolysis in Myocardial Infarction. (Adaptado de
JAMA 2000;284:835-842).
de emergencia similar al IMEST; no debe confundirse esto con una estrategia invasiva
sistemática.
• También está justificada una estrategia invasiva precoz en pacientes con riesgo bajo o inter-
medio y con presentaciones repetidas de SCA a pesar de recibir el tratamiento adecuado.
• No se recomienda una estrategia invasiva sistemática en:
• Pacientes con enfermedades comórbidas graves como nefropatía crónica, neumopatía o
hepatopatía en fase terminal, o cáncer metastásico/no controlado en quienes es probable
que los beneficios del procedimiento se vean superados por el riesgo que éste conlleva.
• Dolor torácico agudo con escasa probabilidad de SCA y biomarcadores negativos,
sobre todo en mujeres.
-Molestias torácicas
-ECG, -enzimas AI/IMSEST ICP/
Trombólisis
Riesgo Riesgo
Pruebas de moderado-alto bajo
E
esfuerzo
Estrategia Estrategia
invasiva dirigida a la
-Esfuerzo +Esfuerzo
sistemática isquemia
+lsquemia
repetida#
HNF o HBPM*
Clopidogrel+
-Isquemia
repetida
Angiografía
diagnóstica FE < 40 % Valoración de la
M
función del VI
+AMP
FE > 40 %
-AMP
Pruebas de esfuerzo
+Esfuerzo
-Esfuerzo
SA
Tratamiento Tratamiento
CDAC ICP médico (EAC) NoCAD médico
AAS AAS AAS Busque una AAS ±
HNF o HBPM* Clopidogrel Clopidogrel etiología Clopidogrel
Interrumpir el clopidogrel HNF o HBPM1 alternativa
5 días antes en los casos
programados
Figura 4-3. Abordaje diagnóstico y terapéutico de los pacientes que consultan con un SCA cen-
trado en el tratamiento antiagregante y antitrombótico. *La bivalirudina es una alternativa ade-
cuada a la HNF y la HBPM, o en el momento de la ICP los pacientes con HNF pueden cambiarse
a bivalirudina. +Se elegirá clopidogrel, ticagrelor o prasugrel como segundo antiagregante. #Entre
los indicadores de isquemia recurrente se encuentran el empeoramiento del dolor torácico, la ele-
vación de las enzimas cardíacas, los signos/síntomas de insuficiencia cardíaca, la arritmia (TV/FV)
y los cambios dinámicos del ECG. 1HNF durante 48 h o HBPM hasta el alta o hasta durante 8
días, y clopidogrel o ticagrelor durante 1 año. 2E1 inhibidor de P2Y12 incluye los antiagregantes
E
Depresiones de ST nuevas o presumiblemente nuevas
Invasiva demorada Ninguno de los anteriores pero presencia de diabetes
(24-72 h) Insuficiencia renal (FG < 60)
Fracción de eyección del VI < 40 %
Angina precoz tras infarto
PL
ICP previa en 6 meses
CDAC previa
Puntuación TIMI ≥ 2 o puntuación GRACE 109-140 y ausencia de
indicación de estrategia invasiva precoz
AI, angina inestable; CDAC, cirugía de derivación coronaria; FG, filtrado glomerular; FV, fibrilación
ventricular; GRACE, Global Registry of Acute Coronary Events; ICP, intervención coronaria percutánea;
IMSEST, infarto de miocardio sin elevación del segmento ST; TIMI, Thrombolysis in Myocardial
Infarction; TV, taquicardia ventricular; VI, ventrículo izquierdo.
M
• A diferencia de la cardiopatía isquémica, se ha demostrado que un enfoque invasivo
sistemático con posible ICP disminuye la incidencia de IM recurrente, hospitaliza-
ciones y muerte. En general, en los pacientes con SCA debe realizarse una estrategia
invasiva sistemática salvo que esté claro que el riesgo supera al posible beneficio en un
paciente concreto.
SA
Medicamentos
Los pacientes que acuden con AI/IMSEST deben tratarse con fármacos para reducir la is-
quemia miocárdica mediante la disminución de la demanda de oxígeno por el miocardio,
la mejora de la perfusión coronaria y la prevención de la posterior formación de trombos.
■■Este enfoque debe incluir fármacos antiagregantes, anticoagulantes y antianginosos.
■■Si el paciente está hipoxémico (< 90 %) o presenta dificultad para respirar, debe adminis-
trarse oxígeno suplementario. No es necesario el uso sistemático de oxígeno, y posible-
mente sea nocivo (Heart 2009;95:198).
clopidogrel, ticagrelor o prasugrel. AMP, alteraciones del movimiento de la pared; AAS, ácido
acetilsalicílico; CDAC, cirugía de derivación de la arteria coronaria; EAC, enfermedad arterial
coronaria; FE, fracción de eyección; HBPM, heparina de bajo peso molecular; HNF, heparina no
fraccionada; ICP, intervención coronaria percutánea; IMEST, infarto de miocardio con elevación
del segmento ST; IMSEST, infarto de miocardio sin elevación del segmento ST; SCA, síndro-
me coronario agudo; TV/FV, taquicardia ventricular/fibrilación ventricular. (Adaptado de ACC/
AHA 2007 Guidelines for the Management of Patients With Unstable Angina/Non-ST-Elevation
Myocardial Infarction.)
E
90 mg dos mayor riesgo de hemorragia no relacionado con la CDAC
veces al día (4,5% frente a 3,8 %) en comparación con el clopidogrel
(N Engl J Med 2009;361:1045)
Prasugrel 60 mg dosis de El prasugrel tiene una potencia antiagregante mayor que la
carga, 10 mg del clopidogrel
Eptifibatida
diarios
180 µg/kg en bolo
PL El prasugrel redujo la incidencia de muerte cardiovascular,
infarto de miocardio y ACV (9,9 % frente a 12,1 %) a
expensas de un aumento de hemorragias graves (2,4 %
frente a 1,1 %) y mortales (0,4 % frente a 0,1 %) en
comparación con el clopidogrel
(N Engl J Med 2007;357:2001)
La eptifibatida reduce el riesgo de muerte o IM en
i.v., 2 (µg/kg)/ pacientes con SCA sometidos a tratamiento invasivo o no
M
mina invasivo combinado con AAS y heparina
(N Engl J Med 1998;339:436;
Circulation 2000;101:751)
En comparación con el abciximab y el tirofibán, la
eptifibatida muestra los efectos más constantes de
inhibición plaquetaria con menor duración y semivida
del fármaco (Circulation 2002;106:1470-1476)
SA
ACV, accidente cerebrovascular; AI, angina inestable; CDAC, cirugía de derivación de arteria coronaria;
FG, filtrado glomerular; IM, infarto de miocardio; IMSEST, infarto de miocardio sin elevación de ST; SCA,
síndrome coronario agudo.
aLas dosis en infusión se deben reducir un 50 % en pacientes con un FG inferior a 30 ml/min y se debe
■■Tratamiento antiagregante
• En la tabla 4-13 se resumen los fármacos disponibles y las recomendaciones de dosifica-
ción para su uso en el SCA.
• En los pacientes con IMSEST/AI se recomienda un tratamiento antiagregante doble.
• El ácido acetilsalicílico (aspirina) bloquea la agregación plaquetaria en unos minutos.
• Debe administrarse una dosis de AAS masticable de 162 mg a 325 mg inmediatamente
al iniciarse los síntomas o en el primer contacto médico, salvo que exista alguna con-
traindicación. Se continuará con 81 mg/día de AAS indefinidamente.
• Si existe alergia al AAS, puede sustituirse por clopidogrel. Hay que solicitar consulta
con los alergólogos para una posible desensibilización, preferiblemente antes de que
sea necesaria una endoprótesis coronaria.
• Tras la ICP, la dosis recomendada actualmente de AAS es de 81 mg en el marco del
tratamiento antiagregante doble.
• El clopidogrel es un profármaco cuyo metabolito bloquea el receptor P2Y12 e inhibe la
activación y la agregación plaquetarias, bloqueando el sitio del receptor de difosfato de
adenosina sobre las plaquetas.
E
• Se ha observado que la adición de clopidogrel al AAS reduce la mortalidad cardio-
vascular y el IM recurrente, de forma aguda y a los 11 meses de seguimiento (N Engl
J Med 2001;345:494).
• En los pacientes que no han recibido antes tratamiento debe administrarse siempre
una dosis de carga.PL
• En los pacientes que no pueden tomar medicación oral o que no pueden absorber los
fármacos orales debido a la presencia de íleo, se ha documentado la administración
rectal, si bien no se ha demostrado. Esto puede tener una particular importancia tras
la ICP cuando el tratamiento antiagregante es esencial.
• Se puede usar como parte del protocolo tanto en la estrategia dirigida a la isquemia
como en la invasiva precoz.
• El prasugrel también es un profármaco que bloquea el receptor de adenosina P2Y12;
M
su conversión al metabolito activo se produce con más rapidez y en mayor medida que
en el caso del clopidogrel.
• Produce una inhibición plaquetaria mayor, más rápida y más uniforme, en compa-
ración con el clopidogrel, a expensas de un mayor riesgo de hemorragia (Circulation
2007;116:2923).
• En comparación con el clopidogrel, disminuye el riesgo de muerte por ECV, IM, ACV
y trombosis aguda en la endoprótesis en pacientes con SCA, entre ellos los pacientes
SA
con IMEST.
• Debe usarse con precaución o evitarse en pacientes de más de 75 años y con peso infe-
rior a 60 kg. Está contraindicado en aquellos con antecedente de ictus o AIT.
• Sólo se utiliza en la estrategia invasiva del SCA y sólo tras conocer la anatomía
coronaria y programar una ICP. No ofrece beneficios sobre el clopidogrel cuando se
prueba antes de iniciar la ICP.
• El ticagrelor no es un profármaco y bloquea el receptor de adenosina P2Y12 directa-
mente.
• En comparación con el clopidogrel, reduce el riesgo de muerte, IM, ACV y trombo-
sis en la endoprótesis en los pacientes con SCA, entre ellos los pacientes con IMEST
(N Engl J Med 2009;361:1045).
• Tras la dosis de carga de AAS, la dosis de mantenimiento de este último debe ser
< 100 mg (Circulation 2011;124:544).
• Puede usarse como parte del protocolo tanto en la estrategia dirigida a la isquemia
como en la invasiva precoz.
• Uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) con antagonistas del receptor P2Y12.
• Los IBP deben usarse en pacientes que necesitarán tanto tratamiento con AAS como
con un antagonista de P2Y12 y con antecedente de hemorragia digestiva, y puede con-
siderarse en los que tienen un mayor riesgo de hemorragia (personas de edad avanzada,
E
en algún momento antes de la angiografía o como parte del tratamiento conserva-
dor, incluso si el paciente ya está siendo tratado con tratamiento antiagregante y
anticoagulación.
• Uso discrecional durante la ICP debido a la presencia de lesiones coronarias comple-
PL
jas o trombo en las coronarias.
• El abciximab se reserva sólo para el uso durante la ICP, iniciándose no antes de 4 h
antes del procedimiento previsto.
• La eptifibatida se ha usado como un antiagregante de transición, de corta acción, en
pacientes sometidos recientemente a una ICP y que requieren cirugía cuando el tra-
tamiento antiagregante doble no está permitido. Se inicia una infusión de transición
en ausencia de tratamiento oral, que se detiene antes de la cirugía y que se reanuda
pronto tras la intervención quirúrgica cuando se considera segura. Aunque se trata de
una práctica habitual, no se ha demostrado el beneficio de esta estrategia.
M
• La trombocitopenia, que puede ser grave, es una complicación inusual de estos fárma-
cos y debe interrumpirse pronto.
• Antiagregantes y momento para la CDAC
• Debido al mayor riesgo de hemorragia, hoy en día se recomienda interrumpir el clo-
pidogrel durante al menos 5 días antes de la CDAC, el prasugrel, 7 días antes y el
ticagrelor 5 días antes de la CDAC.
• Los antagonistas de GPIIb/IIIa pueden ser una alternativa al clopidogrel, el ticagrelor
SA
y el prasugrel para uso previo (antes de la angiografía) en pacientes adecuados con AI/
IMSEST que pueden necesitar finalmente una revascularización quirúrgica.
• En general, el tratamiento antiagregante doble no debe interrumpirse durante el trata-
miento inicial del SCA por la posible necesidad de revascularización quirúrgica. Existe
un mayor riesgo de detener el tratamiento beneficioso a los pacientes en este contexto
que causar un efecto nocivo complicando la revascularización quirúrgica.
■■Tratamiento anticoagulante
• En la tabla 4-14 se muestran el uso y las dosis en el SCA.
• Se necesita anticoagulación acompañada de tratamiento antiagregante doble en todos
los pacientes con AI/IMSEST, ya sea mediante la vía conservadora o la invasiva inicial.
• La heparina no fraccionada (HNF) actúa mediante fijación a la antitrombina III, lo
que cataliza la inactivación de la trombina y otros factores de la coagulación.
• Es la que se usa con mayor frecuencia y se controla fácilmente, si bien también es la
menos uniforme en su anticuagulación y metabolismo.
• Con el uso previo, existe el riesgo de trombocitopenia inducida por la heparina (TIH).
• Su acción se invierte fácilmente en caso de que aparezca una complicación hemorrá-
gica grave.
• En el SCA requiere siempre una dosis agresiva en bolo y monitorización de la anti-
coagulación.
Enoxaparina 1 mg/kg s.c. 2 veces La HBPM es al menos tan eficaz como la HNF
(HBPM) al díaa y puede reducir todavía más la mortalidad, el
IM y la angina de repetición (N Engl J Med
1997;337:447)
La HBPM puede aumentar la frecuencia de
hemorragia (JAMA 2004;292:45) y no se puede
revertir en las hemorragias refractarias
E
La HBPM no necesita control para valorar el efecto
clínico.
Fondaparinux 2,5 mg s.c. diarios El fondaparinux muestra una eficacia similar a
la HBPM y puede reducir la frecuencia de
Bivalirudinab
PL
0,75 mg/kg en bolo
i.v., 1,75 (mg/kg)/h
hemorragia (N Engl J Med 2006;354:1464)
Cuando se combina con AAS y clopidogrel, la
bivalirudina es al menos tan eficaz como la
combinación de AAS, HNF, clopidogrel y
antagonistas de GPllb/llla, con una reducción
de la frecuencia de sangrado (N Engl J Med
2006;355:2203). Puede aumentar el riesgo de
estenosis en el stent
Se necesita monitorización para conseguir un TTPa
1,5-2,5 veces el control
M
TTPa, tiempo de tromboplastina parcial activada; AAS, ácido acetilsalicílico; FG, filtrado glomerular;
GP, glucoproteína; HBPM, heparina de bajo peso molecular; IM, infarto de miocardio; HNF, heparina
no fraccionada.
aLa HBPM se debe administrar en dosis reducida (50 %) en pacientes con una creatinina sérica
hemodiálisis.
SA
• Se asocia a un mayor riesgo de trombosis durante la ICP y no debe usarse sin anti-
coagulación antitrombínica adicional; por tanto, no se recomienda como tratamiento
sistemático del SCA.
• En los pacientes que no se someten a tratamiento invasivo, el fondaparinux puede
reducir significativamente la hemorragia y mejorar la evolución, en comparación con
la HBPM (JAMA 2015;313:707).
• La bivalirudina es un inhibidor directo de la trombina que se administra en infusión
i.v. continua, y requiere la monitorización del tiempo de tromboplastina parcial (TTP)
cuando se usa durante > 4 h.
• No causa TIH, y se usa en el tratamiento de pacientes que presentan TIH o en pacien-
tes con SCA y antecedentes de TIH.
• Puede administrarse junto con AAS y clopidogrel en pacientes que acuden con AI/
IMSEST y a los que se aplicará una estrategia invasiva sistemática.
• Comparada con la combinación de HNF/HBPM + inhibidor GPIIb/IIIa, la bivali-
rudina sola se asocia a menos riesgo de hemorragia (N Engl J Med 2006;355:2203).
Datos recientes han demostrado que en el SCA sin un uso importante de inhibidor de
E
GPIIb/IIIa se asocia a un mayor riesgo de trombosis en endoprótesis y revasculariza-
ción de la lesión diana (Lancet 2014;384:1849).
• Hay que tener precaución con el uso sistemático de bivalirudina en el SCA salvo que
exista un riesgo importante de hemorragia.
de la angina estable).
• Nitroglicerina
PL
■■Tratamiento antiisquémico (el lector puede acudir también al apartado de Tratamiento
E
• Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se asocian a un aumento del riesgo de
muerte, IM, rotura del miocardio, hipertensión e insuficiencia cardíaca en algunos me-
taanálisis a gran escala (Circulation 2006;113:2906). Se han descrito evoluciones nega-
tivas con fármacos no selectivos y selectivos de COX-2.
PL
• La administración de AINE debe interrumpirse en pacientes con AI/IMSEST.
• El paracetamol es una alternativa aceptable para el tratamiento de la artrosis y el dolor
osteomuscular de otro tipo.
• La glucemia no debe controlarse rigurosamente en los pacientes diabéticos que han su-
frido un SCA porque puede aumentar la mortalidad. El objetivo es una cifra < 180 mg/
dl, evitando la hipoglucemia a cualquier precio.
Revascularización
■■ICP
M
En la sección «Revascularización» de las páginas 103-104 se exponen las estrategias tera-
péuticas invasivas.
■■CDAC
• Las indicaciones para la ICP y la CDAC en pacientes con AI/IMSEST son similares a
las descritas en los pacientes con angina estable crónica (el lector debe acudir al apartado
sobre revascularización en las páginas 103-104).
• La urgencia de la revascularización debe tener un gran peso en la decisión para la CDAC;
SA
los pacientes en shock cardiogénico pueden beneficiarse de la ICP y del soporte mecáni-
co en comparación con la cirugía cardíaca de emergencia.
• La presencia de un IMSEST en el contexto de una arteriopatía de la coronaria principal
izquierda debe urgir a la revascularización quirúrgica y al planteamiento de la contrapul-
sación con globo intraaórtico para estabilizar al paciente antes de inducir la anestesia.
Observación/seguimiento
La máxima frecuencia de progresión a IM o el desarrollo de IM recurrente se observa durante
los 2 meses tras la presentación del primer episodio. Superado ese momento, la mayoría de los
pacientes tienen una evolución clínica similar a la de los que sufren una angina estable crónica.
■■Los pacientes deben recibir el alta con tratamiento antiagregante doble, bloqueantes adre-
nérgicos β y estatinas.
■■La mayoría de los pacientes serán dados de alta con IECA.
■■Hay que evaluar la necesidad de administrar antagonistas de la aldosterona.
■■Deben detectarse factores estresantes y depresión. Si es necesario, se derivará al paciente
para el tratamiento de la depresión.
■■Debe fomentarse el abandono del tabaquismo y la modificación de los factores de riesgo.
■■Hay que tratar de derivar a los pacientes para rehabilitación cardíaca.
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35. ª EDICIÓN
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• Incluye apartados de actualidad epidemiológica: chikungunya e influenza (gripe).
M
•Engloba, de forma integral, las principales especialidades y subespecialidades médicas, incluyendo neu-
rología y toxicología.
•Formato clásico de listas con viñetas, conciso y práctico.
•Directrices fáciles de seguir, diagramas y algoritmos que ayudan en el diagnóstico, el estudio y el trata-
miento de afecciones médicas frecuentes.
•Nuevo contenido sobre enfermedad cardiovascular y valvulopatías.
Pavan Bhat MD
Alexandra Dretler MD
SA