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1) Explica, observando este fragmento, cómo es la métrica del Poema del Cid: medida de
los versos, rima, tiradas…
2) Explica lo que se deduce de la primera tirada (que es el principio del Poema): cómo se
nota que se han perdido las primeras páginas, cómo hay ya una caracterización
psicológica del héroe…
3) En el resto de este fragmento se puede ver en varios momentos la penosa situación en
que está el Cid, pero al mismo tiempo se exalta su figura y se anticipa que va a recuperar
su posición anterior, incluso con ventaja. Explica todo esto tomando como referencia el
texto.
7) ¿Por qué envía el Cid un mensajero con noticias de la victoria y regalos para el rey?
8) En su intervención de los últimos versos (que forman una tirada), el Cid hace hincapié
en su mayor preocupación, que coincide con el tema del Poema. Explícalo.
Todos los demás se han ido, los cuatro solos, ¡por Dios!
¡Cuánto mal que imaginaron los infantes de Carrión!
—Tenedlo así por muy cierto, doña Elvira y doña Sol.
Aquí os escarneceremos, en este fiero rincón,
y nosotros nos iremos; dejadas seréis las dos.
Ninguna parte tendréis de las tierras de Carrión.
Estas noticias irán a ese Cid Campeador.
Ahora nos vengaremos por la afrenta del león.
Allí las pieles y mantos quitáronles a las dos;
sólo camisas de seda sobre el cuerpo les quedó.
Espuelas tienen calzadas los traidores de Carrión;
en sus manos cogen cinchas, muy fuertes y duras son.
Cuando esto vieron las dueñas, les hablaba doña Sol:
—¡Ay don Diego y don Fernando! Esto os rogamos por Dios:
ya que tenéis dos espadas, que tan cortadoras son,
(a la una dicen Colada y a la otra llaman Tizón),
nuestras cabezas cortad; dadnos martirio a las dos.
Los moros y los cristianos juntos dirán a una voz
que por lo que merecemos, no lo recibimos, no.
Estos tan infames tratos no nos los deis a las dos.
Si aquí somos maltratadas, la vileza es para vos.
Bien en juicio o en Cortes responderéis de esta acción.
Lo que pedían las dueñas de nada allí les sirvió.
Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión;
con las cinchas corredizas las azotan con rigor;
con las espuelas agudas les causan un gran dolor;
les rasgaron las camisas y las carnes a las dos;
allí las telas de seda limpia sangre las manchó;
bien que lo sentían ellas en su mismo corazón.
¡Qué ventura sería ésta, si así lo quisiera Dios,
que apareciese allí entonces nuestro Cid Campeador!
¡Tanto allí las azotaron! Sin fuerzas quedan las dos.
Sangre mancha las camisas y los mantos de primor.
Cansados están de herirlas los infantes de Carrión.
Prueban una y otra vez quién las azota mejor.
Ya no podían ni hablar doña Elvira y doña Sol.
En el robledo de Corpes por muertas quedan las dos.
9) Explica la caracterización negativa que se hace de los infantes de Carrión en los nueve
primeros versos de este fragmento. ¿Por qué se comportan así?
10) Doña Sol adelanta en su intervención (en cursiva) lo que va a ocurrir. Explícalo.
11) La información a la que se refiere la pregunta anterior era una manera de ayudar al
auditorio a seguir mejor la recitación. Pero otras veces es el propio juglar el que se dirige
directamente a su público: señala un momento en que ocurre esto en este fragmento, y
explícalo.
12) La crueldad de los infantes queda muy resaltada aquí. Señala algunos momentos en
que se nota esto, y explica qué función crees que tienen estas descripciones en el
argumento general del Poema.
POEMA DEL CID (Cantar del destierro)
Escúchanse por Castilla voces diciendo el pregón:
cómo se va de la tierra nuestro Cid Campeador.
Los unos dejan sus casas; otros, bienes y favor.
En este día tan sólo en el puente de Arlanzón
ciento quince caballeros júntanse, y con viva voz
todos piden y preguntan por el Cid Campeador.
Manuel Machado
POEMA DEL CID: FRAGMENTOS
Todos los demás se han ido, los cuatro solos, ¡por Dios!
¡Cuánto mal que imaginaron los infantes de Carrión!
—Tenedlo así por muy cierto, doña Elvira y doña Sol.
Aquí os escarneceremos, en este fiero rincón,
y nosotros nos iremos; dejadas seréis las dos.
Ninguna parte tendréis de las tierras de Carrión.
Estas noticias irán a ese Cid Campeador.
Ahora nos vengaremos por la afrenta del león.
Allí las pieles y mantos quitáronles a las dos;
sólo camisas de seda sobre el cuerpo les quedó.
Espuelas tienen calzadas los traidores de Carrión;
en sus manos cogen cinchas, muy fuertes y duras son.
Cuando esto vieron las dueñas, les hablaba doña Sol:
—¡Ay don Diego y don Fernando! Esto os rogamos por Dios:
ya que tenéis dos espadas, que tan cortadoras son,
(a la una dicen Colada y a la otra llaman Tizón),
nuestras cabezas cortad; dadnos martirio a las dos.
Los moros y los cristianos juntos dirán a una voz
que por lo que merecemos, no lo recibimos, no.
Estos tan infames tratos no nos los deis a las dos.
Si aquí somos maltratadas, la vileza es para vos.
Bien en juicio o en Cortes responderéis de esta acción.
Lo que pedían las dueñas de nada allí les sirvió.
Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión;
con las cinchas corredizas las azotan con rigor;
con las espuelas agudas les causan un gran dolor;
les rasgaron las camisas y las carnes a las dos;
allí las telas de seda limpia sangre las manchó;
bien que lo sentían ellas en su mismo corazón.
¡Qué ventura sería ésta, si así lo quisiera Dios,
que apareciese allí entonces nuestro Cid Campeador!
¡Tanto allí las azotaron! Sin fuerzas quedan las dos.
Sangre mancha las camisas y los mantos de primor.
Cansados están de herirlas los infantes de Carrión.
Prueban una y otra vez quién las azota mejor.
Ya no podían ni hablar doña Elvira y doña Sol.
En el robledo de Corpes por muertas quedan las dos.
Poema del Cid
Entrada en Burgos
Nuestro Cid Rodrigo Díaz en Burgos con su gente entró.
Es la compaña que lleva de sesenta, con pendón.
Por ver al Cid y a los suyos, todo el mundo se asomó.
Toda la gente de Burgos a las ventanas salió,
con lágrimas en los ojos, tan fuerte era su dolor.
Todos diciendo lo mismo, en su boca una razón:
—¡Dios qué buen vasallo el Cid! ¡Así hubiese buen señor!
1) Explica lo que se deduce de la primera tirada (que es el principio del Poema): cómo se
nota que se han perdido las primeras páginas, cómo hay ya una caracterización
psicológica del héroe…
2) En el resto de este fragmento se puede ver en varios momentos la penosa situación en
que está el Cid, pero al mismo tiempo se exalta su figura y se anticipa que va a recuperar
su posición anterior, incluso con ventaja. Explica todo esto tomando como referencia el
texto.
La afrenta de Corpes
Todos los demás se han ido, los cuatro solos, ¡por Dios!
¡Cuánto mal que imaginaron los infantes de Carrión!
—Tenedlo así por muy cierto, doña Elvira y doña Sol.
Aquí os escarneceremos, en este fiero rincón,
y nosotros nos iremos; dejadas seréis las dos.
Ninguna parte tendréis de las tierras de Carrión.
Estas noticias irán a ese Cid Campeador.
Ahora nos vengaremos por la afrenta del león.
Allí las pieles y mantos quitáronles a las dos;
sólo camisas de seda sobre el cuerpo les quedó.
Espuelas tienen calzadas los traidores de Carrión;
en sus manos cogen cinchas, muy fuertes y duras son.
Cuando esto vieron las dueñas, les hablaba doña Sol:
—¡Ay don Diego y don Fernando! Esto os rogamos por Dios:
ya que tenéis dos espadas, que tan cortadoras son,
(a la una dicen Colada y a la otra llaman Tizón),
nuestras cabezas cortad; dadnos martirio a las dos.
Los moros y los cristianos juntos dirán a una voz
que por lo que merecemos, no lo recibimos, no.
Estos tan infames tratos no nos los deis a las dos.
Si aquí somos maltratadas, la vileza es para vos.
Bien en juicio o en Cortes responderéis de esta acción.
Lo que pedían las dueñas de nada allí les sirvió.
Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión;
con las cinchas corredizas las azotan con rigor;
con las espuelas agudas les causan un gran dolor;
les rasgaron las camisas y las carnes a las dos;
allí las telas de seda limpia sangre las manchó;
bien que lo sentían ellas en su mismo corazón.
¡Qué ventura sería ésta, si así lo quisiera Dios,
que apareciese allí entonces nuestro Cid Campeador!
¡Tanto allí las azotaron! Sin fuerzas quedan las dos.
Sangre mancha las camisas y los mantos de primor.
Cansados están de herirlas los infantes de Carrión.
Prueban una y otra vez quién las azota mejor.
Ya no podían ni hablar doña Elvira y doña Sol.
En el robledo de Corpes por muertas quedan las dos.
3) Explica la caracterización negativa que se hace de los infantes de Carrión en los nueve
primeros versos de este fragmento. ¿Por qué se comportan así?
4) Doña Sol adelanta en su intervención (en cursiva) lo que va a ocurrir. Explícalo.
5) La información a la que se refiere la pregunta anterior era una manera de ayudar al
auditorio a seguir mejor la recitación. Pero otras veces es el propio juglar el que se dirige
directamente a su público: señala un momento en que ocurre esto en este fragmento, y
explícalo.
6) La crueldad de los infantes queda muy resaltada aquí. Señala algunos momentos en que
se nota esto, y explica qué función crees que tienen estas descripciones en el argumento
general del Poema.
POEMA DEL CID (Cantar del destierro)
Escúchanse por Castilla voces diciendo el pregón:
cómo se va de la tierra nuestro Cid Campeador.
Los unos dejan sus casas; otros, bienes y favor.
En este día tan sólo en el puente de Arlanzón
ciento quince caballeros júntanse, y con viva voz
todos piden y preguntan por el Cid Campeador.