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En la medida que se iban construyendo nuevos asentamientos habia que lidiar por un lado
con los ataques periódicos de las tribus nativas que habían sido desplazadas y por otro estar
en guardia contra las agresiones de ladrones e incluso miembros de sus propios hogares
(sirvientes o esclavos). A todo esto se sumaban las enfermedades, los ataques de animales
salvajes, los peligros asociados a la vida en condiciones rurales, que se ponían de
manifiesto en la propia cotidianidad del hogar; las quemaduras al cocinar, incendios a causa
de las velas usadas para alumbrarse, etc. Estos aspectos eran agravados por las creencias
en lo sobrenatural, siendo obra del diablo y sus espíritus malignos el que aconteciesen toda
suerte de calamidades.
ACTIVIDADES ECONÓMICAS
La economía de las Trece Colonias era excelente, con una buena agricultura y ganadería,
un artesanado apreciable, una pesca importante y un gran comercio. La agricultura era
notable tanto en la producción de excedentes comercializables, como en los de subsistencia.
La primera se practicaba, sobre todo, en las colonias sureñas y se centraba en el tabaco (a
mediados de la década de los setenta Virginia producía unos 28 millones de libras), el añil
(cultivado en tierras altas) y arroz (en las bajas). El tabaco requería mucha mano de obra,
esclava o alquilada, y agotaba la tierra, por lo que era preciso barbechar. Afortunadamente
había tierra en abundancia. Cuando ésta empezó a escasear, se penetró hacia las tierras
vírgenes del oeste. En las colonias centrales se sembraba principalmente trigo, maíz,
cebada, centeno, avena, frutas y hortalizas. Los emigrantes alemanes y holandeses eran
magníficos agricultores y la existencia de grandes ciudades garantizaba la colocación de los
productos. El cultivo del trigo dio grandes excedentes, exportados como harina hacia
mercados hispanoamericanos, donde tenían gran demanda.
VESTIMENTA
En pleno Renacimiento, se utilizaban atuendos lujosos y bordados. Los hombres usaban
trajes cortos, sombreros elegantes y zapatos con puntas. Las mujeres, usaban faldas que se
ensanchan hacia los pies, con grandes encajes, que incluían la camisa. Debajo de esta se
usa un jubón, para realzar el busto. Se utilizaban para su confección, la seda, la lana de
oveja y las pieles.
Las ropas típicas masculinas, del antiguo régimen eran los pantalones cortos y ajustados, y
las prominentes pelucas. Los sans culottes de de la Revolución Francesa impusieron el
pantalón largo y dejaron de usarse las pelucas. Los nobles y burgueses, para sus reuniones
sociales usaban frac, y como ropa de calle, la levita, consistente en una chaqueta larga,
ajustada al talle. Pegada al cuerpo usaban camisas, de lienzo, más gruesas para diario y
más finas, para vestir en grandes ocasiones. Todo atuendo se acompañaba de bastón. La
cabeza era cubierta con un sombrero de copa redondeada, alto, y de alas abarquilladas, que
en Argentina, Chile y Uruguay, recibió el nombre de galera. Las medias se reemplazaron por
botas.
Las pelucas también fueron abandonadas por las mujeres, que comenzaron a recoger sus
cabellos, adornándolos con alguna joya, cintas o con peinetas de carey o metal para
sostener los rulos o bucles. Estas peinetas fueron haciéndose más grandes hasta
configurarse el peinetón. Sobre estos elevados peinados, se colocaban cofias o mantillas.
Sus vestidos eran vaporosos, de amplias faldas, que aumentaban su volumen con el uso del
miriñaque, una enagua sostenida por arcos metálicos, que se colocaban debajo de la falda,
y de talle alto. Las mujeres de la nobleza y la burguesía usaban corsé, para estrechar su
cintura.
Las mujeres del pueblo vestían simplemente faldas largas, blusas con altos cuellos, y como
abrigo, un mantón.
En las colonias, las familias más adineradas e influyentes, imitaron las costumbres y la moda
europea, adaptándolas a la idiosincrasia local, siendo la ropa uno de los modos de mostrar
el status social, al que la persona pertenecía. Los hombres también adoptaron la moda
europea, a veces usando colores que mostraban su filiación política. De todos modos,
aunque recargada, las prendas masculinas permitían mayor posibilidad de movimientos, ya
que debían caminar y montar a caballo, por lo cual los pantalones eran generalmente
anchos y el calzado eran botas. La ropa masculina que describimos antes propia de la
usanza europea, se reservaba para grandes ocasiones. En el campo, la indumentaria era
mucho más sencilla, tanto el estanciero como sus peones usaban camisas, sobre las cuales
colocaban un poncho para resguardarse del frío. Sus pantalones eran anchos, llamados
calzones, y usaban botas de potro.
Las Trece Colonias tenían sistemas políticos, constitucionales y legales muy similares, y
fueron establecidas por colonos procedentes de Gran Bretaña, en su mayoría protestantes, y
de habla inglesa. Formaban una parte de las posesiones del Reino Unido en el Nuevo
Mundo, que también incluían colonias en la actual Canadá y el Caribe, así como en el este y
en el oeste de la Florida. En el siglo XVIII, el gobierno británico operaba sus colonias bajo
una economía basada en el mercantilismo, en la que el gobierno central administraba sus
posesiones para el beneficio económico de la metrópoli. Sin embargo, las Trece Colonias
tenían un alto grado de autonomía y elecciones locales, y progresivamente comenzaban a
resistir con mayor fuerza las demandas del gobierno británico. En la década de 1750,
comenzaron a colaborar entre sí, en lugar de tratar directamente con el Reino Unido. Estas
actividades intercoloniales cultivaron un sentido de identidad americana compartida y
condujeron a las peticiones de protección de los derechos, como británicos, de los colonos,
especialmente el principio de «no hay impuestos sin representación». Las quejas contra el
gobierno británico llevaron a la revolución estadounidense, en la que las colonias reunidas
en un Congreso Continental declararon su independencia el 4 de julio de 1776,
desapareciendo para siempre como colonias y dando lugar tras la correspondiente victoria
militar a los Estados Unidos.
TRIBUS INDIGENAS QUE VIVIAN EN DONDE SE ESTABLECIERON LAS TRECE
COLONIAS
Las Trece Colonias se encontraban ubicadas a lo largo de la Costa Este de América del
Norte, en esa región habitaron las siguientes tribus de indígenas:
Aunque existían muchas mas siendo las mas avanzadas situadas en la zona oeste del
territorio, estas fueron con las que tuvieron contacto las trece colonias, antes de iniciar
su expansión al resto del territorio luego de su declaración de independencia.