LIPOSOLUBLES que se usan habitualmente en nutrición
parenteral para satisfacer los requerimientos diarios de estas vitaminas.
Como su nombre indica, la primera se utiliza en
pacientes adultos y la segunda en pacientes pediátricos, sobretodo neonatos donde los requerimientos son muy inferiores.
Los dos medicamentos contienen las mismas vitaminas
liposolubles (A, D, E y K) pero con diferencias importantes en la cantidad total y concentración de vitaminas (aproximadamente un 50% de diferencia).
Las vitaminas liposolubles se consideran más tóxicas
que las hidrosolubles (B, C), ya que el organismo tiende a acumularlas cuando se administran en exceso, al contrario que las hidrosolubles, que son fácilmente eliminadas por el organismo.
La administración aguda de dosis elevada de vitaminas
liposolubles en población pediátrica puede provocar problemas graves como por ejemplo hipercalcemia por vitamina D (1,2). También cabrían esperar efectos adversos derivados de la sobredosis de vitamina A (daño hepático, retraso en el desarrollo) o de vitamina K (trastornos de la coagulación sanguínea).
Los profesionales de enfermería que suelen manipular
en las cabinas estos medicamentos haciendo nutriciones parenterales pueden confundirse haciendo nutriciones parenterales y usar Vitalipid adultos en lugar de Vitalipid infantil debido al gran parecido entre las ampollas y entre las cajas. ¿Cambiará el laboratorio fabricante el acondicionamiento primario y secundario de este medicamento para favorecer la seguridad del paciente?
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