El Noveno Arte: reseña histórica del cómic, su evolución e influencia en otros medios

¿Qué es el noveno arte?

El noveno arte, cómic o historieta es un tipo de expresión artística que consiste en contar
historias a través de ilustraciones secuenciales que generan la ilusión de movimiento. Se
compone de viñetas repartidas en una página dividida en varios sentidos, burbujas de diálogo
usadas para representar interacciones entre personajes, pensamientos, situaciones o
ubicaciones geográficas.

¿Por qué se considera un arte?

Se considera un arte porque al igual que en otras disciplinas relacionadas al arte sirve para
representar una idea o representar la realidad que vive el autor en su medio. Se deriva de
otras disciplinas, toma elementos narrativos de la literatura y técnicas de la pintura para
formar un nuevo tipo de expresión artísticas.

Reseña histórica

Se remonta a las representaciones pictóricas de las civilizaciones antiguas en las cuales se

usaban ilustraciones para comunicarse y transmitir conocimiento. Tenemos el caso de la
civilización egipcia, sus jeroglíficos contaban historias a través de las representaciones gráficas
de faraones y deidades para transmitir sus creencias. Este concepto se ve evidenciado también
en los libros de la Edad Media, estos tenían ilustraciones de las historias en los bordes de las
hojas llegando a ocupar páginas enteras.

Se tienen diferentes versiones del origen formal de los cómics, la más aceptada dice que el
primer cómic que se lanzó oficialmente se llamaba The Yellow Kid en el New York Journal en
1895, estas publicaciones son las primeras en las que se observa el uso de los elementos
característicos de las historietas como los globos de dialogo, personajes con rasgos exagerados
y se juntaban las escenas en secuencia.

Su historia se ve compuesta por varias épocas y varios lugares. Existen registros de historietas
en diferentes países, como Francia, España, Estados Unidos, en la mayoría de los casos tenían
fines se sátira o propaganda. Su distribución creció gracias al auge y crecimiento de la prensa
impresa, debido a que inicialmente se distribuía en revistas y periódicos locales. Era rentable
debido a su bajo coste de producción y los bajos estándares de calidad en el arte. Provocó que
cada vez más y más revistas buscaran publicar su propia historieta. Estas no pasaban de una
hoja y rara vez tenían una continuación.

Sus historias se basaban en situaciones cómicas con protagonistas entrañables diseñados para
no ser tomados en serio y con los cuales podían crear historias cortas y entretenidas, muchos
de estos personajes se diseñaban a base de estereotipos, muchos incluso fueron animales con
características humanas, debido a que principalmente el público eran niños, las historias no
siempre tenían sentido o coherencia en sus temáticas.

La Primera Guerra Mundial trajo consigo la necesidad de abordar temas más serios que
reflejaran la situación mundial, los personajes seguían siendo fantásticos sin embargo las
situaciones que enfrentaban tenían más coherencia sin perder el toque infantil que
manejaban. Muchas de estas obras serían usadas como propaganda en muchos lugares y en
otros serían prohibidos.
Durante la época de la Gran Depresión el desarrollo y evolución de la estética seguiría vigente,
dando lugar a representaciones e ilustraciones más realistas y elaboradas, iniciando así una
nueva etapa para los cómics. Las historias eran más largas y abarcaban más paginas para
desarrollar las historias, esta vez se optaría por la publicación continua en volúmenes y tomos.

Edad de Oro y Plata para los comics

Pasaron los años y llegamos a la Edad de Oro una etapa marcada por la creación de los
superhéroes, y nuevas temáticas para las historias. En Estados Unidos se produce el auge de
las historietas de terror y ciencia ficción. Así se desarrollan las historias con un toque
fantástico. La creación del primer superhéroe, Superman, en 1938 abriría paso para que se
creará más cantidad de estos personajes, siendo diseñados como modelos a seguir, hacían gala
increíbles habilidades con las que salvaban el día, generando un escape optimista a la realidad
que se vivía. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los cómics serían usados como
medio de propaganda anti fascista en Estados Unidos, poniendo a grandes iconos como
Superman a luchar contra el partido nazi, o creando a nuevos superhéroes relacionados con el
patriotismo como el caso del Capitán América.

Con la finalización de la guerra finalizaba el gran auge de la Edad de Oro y los cómics veían el
riesgo de acabar a la par con la guerra.

En la Edad de Plata se exploran temas más de terror gráfico e historias de detectives, siendo
esto visto como una problemática que preocupaba a los padres de esa época. La madurez en
las historias se vio como un problema para la juventud donde varios expertos argumentaron
que este tipo de historias influenciaban de manera negativa en los jóvenes creando una
generación de criminales.

Se popularizaron los comics que unían a varios íconos de la industria en un grupo para luchar
un mal mayor, es el caso de los comics de la Liga de la Justicia o los Vengadores.

En estas épocas se impuso una censura a los comics que no sería retirada sino hasta años más
tarde.

Relación con otros medios

La siguiente gran etapa de los comics sería su expansión a otros medios como el cine, la
televisión o la radio, se lanzaba al publico programas de radio basados en superhéroes como
Superman, que generaban gran cantidad de audiencia en las radiodifusoras, las series para
televisión y las películas generaban gran cantidad de capital para las casas productoras.
Películas como Superman con Christopher Reeve o Batman con Michael Keaton serían un éxito
en taquilla.

Cada vez más personas eran atraídas al mundo de la ciencia ficción por los programas de
televisión, y luego pasarían al material original ganando más público para los cómics. Se
generó una cultura urbana de aficionados a estas historias que cada vez se iba expandiendo
más y más conforme al avance los medios de difusión. Desde las primeras películas basadas en
comics se generó una nueva ola de adeptos al noveno arte en nuestro siglo, llegando hasta a
los videojuegos.

Conclusión