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SOCIEDAD, INDIVIDUO Y DERECHO.

CULTURA Y CIVILIZACIÓN,

CONCEPTO DE BIENESTAR.

RESUMEN.

Históricamente el hombre como único individuo pensante en la tierra nace con la necesidad

de estar agrupados con otros, son sociables por naturaleza, estos eran los primeros conceptos

antiguos y filosóficos donde nacía la sociedad, variado a lo largo de la historia que decimos

que sociedad es un sistema de interacción cultural de los distintos patrones, valores, normas,

posiciones y roles humano, necesita del derecho para crear un orden social, el orden de las

relaciones objetivas entre las gentes, pero gracias a la cultura el ser tiene vida porque disfruta

de sus tradiciones, costumbres, fiestas, conocimiento, creencias, moral. Se podría decir que

la cultura tiene varias dimensiones y funciones sociales, que generan un modo de vivir,

cohesión social, creación de riqueza y empleo, equilibrio territorial. Que a través de los

tiempos y por el avanzar de las civilizaciones el hombre busca siempre el bienestar propio y

colectivo, civilizaciones muy marcadas y homogéneas como la occidental permitiendo que

la sociedad junto con el derecho no permitiendo una sociedad represiva en cambio busca una

humanización y aceptación de los cambios sociales aparentes he inminentes.

Palabras claves: sociedad, individuo, derecho, cultura, civilización, bienestar.


Abstract.

Historically, man as the only thinking individual on earth is born with the need to be grouped

with others, they are sociable by nature, these were the first ancient and philosophical

concepts where society was born, varied throughout history that we say that society is a

system of cultural interaction of the different patterns, values, norms, positions and human

roles, needs the right to create a social order, the order of the objective relations between the

people, but thanks to the culture the being has life because it enjoys their traditions, customs,

parties, knowledge, beliefs, morals. It could be said that culture has several dimensions and

social functions, which generate a way of life, social cohesion, creation of wealth and

employment, territorial balance. That through the ages and by the advance of civilizations,

man always seeks his own and collective well-being, very marked and homogenous

civilizations such as the western one, allowing society along with the law not allowing a

repressive society instead seeks a humanization and Acceptance of the apparent social

changes I have imminent.

Keywords: society, individual, law, culture, civilization, welfare.


INTRODUCCIÓN

En el mundo actual en que vivimos, las culturas luchan cada una por prevalecer para no

desaparecer, si se mira en el contexto de occidente la globalización y las distintas

civilizaciones que nos marcaron de cierto modo han homogenizado estas partes del mundo,

ya que nosotros históricamente hemos heredados, el derecho romano y el anglosajón, además

que las culturas europeas y estadounidenses cada vez se hacen más fuertes y comunes en

estas partes del mundo.

Tenemos el caso del idioma ingles que sea trasformado en una lengua universal esto porque

entran varios factores como el económico, poder político, mando y obediencia y la religión,

contrarrestan a la civilización oriental, lo vemos por el auge que tienen los estados islámicos

tomando el poder en esas zonas, donde el derecho es débil, las mujeres no gozan de

privilegios ni de igualdad como los hombres, las reglas allá son severas ya que se considera

al islán como una religión represiva, donde las sociedades son represivas, y esos sociedades

represivas también se están propagando en occidente como el caso de Venezuela, cuba,

Brasil.

A nivel mundial preocupa el alto nivel de la no cultura, los hombres no son cultivas en estos

valores, ya que estamos destruyendo nuestro planeta, como la contaminación ambiental, los

continuos daños a nuestros ecosistemas, las deforestaciones, los principales países del mundo

se hacen los sordos e ignoran esto, como estados unidos, Brasil países que les importa más

su propio bienestar que el resto del mundo y se olvidan que la tierra es una sola.

Con respecto a Latinoamérica se dice que somos un solo pueblo separado por la distancia,

parte del mundo que no existía hasta 1492 desde aquella llegada de colon y que marco nuestro
inicio, los españoles nos introdujeron sus costumbres, religión, arquitectura, gastronomía etc.

Además del derecho extraído desde roma, ya que ellos exterminaron prácticamente a nuestros

ancestros, por otro lado, la esclavitud tuvo un papel fundamental en la cultura

latinoamericana ya que nuestra cultura es africanizada por los más de 14 millos de negros

esclavos que llegaron a las américas legalmente, por eso esta parte del mundo es variada y

rica culturalmente, como la república de Brasil gracias a estas combinaciones culturales tiene

ritmos propios como la samba, caipiriña etc.

El caso de algunos países centro americanos no pierden sus raíces ancestrales ya que su

población es aborigen por sobre el resto como los guatemaltecos, salvadoreños y un poco

más al norte como México. actualmente por la globalización y por el poderío de los estados

unidos de américa se siente la supremacía de esa nación con respecto a estas otras, vemos

como muchos países de latino américa adoptan el inglés como segunda lengua, las

costumbres que ellos hacen las copian acá como el “Black Friday” ahora en Latinoamérica

es el día negro y más costumbres gringas que copian estos pueblos sin olvidar que esto se

debe al poderío que este país ejerce ya que La cultura de los países más ricos dispone de

medios de difusión mucho más potentes que la de los países pobres (económico,

internacional, derecho, globalización, tecnología). Esto también tiene su alcance porque en

Latinoamérica se está perdiendo el amor por cultivar la cultura los pueblos prefieren imitar

otras costumbres que las propias (la ropa, la música entre otros, el problema educativo que

sufre Latinoamérica es lamentable ya que un alto porcentaje de los jóvenes no estudian y que

esto conlleva a más pobreza en esta parte del mundo.

En Colombia suena el himno de Colombia a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde como

símbolo patriótico pero ese símbolo va más allá, en cierto modo busca que los ciudadanos
tengan ese sentimiento, por su nación, que no se olviden de su cultura y de los inicios de su

pueblo, como menciona Francisco Flórez (2012) “La visión más generalizada que hoy existe

sobre la cultura colombiana se enfoca en definirla como el conjunto de las más recientes

tradiciones folclóricas expresadas en la gastronomía regional, las danzas afrodescendientes e

indígenas y los géneros musicales populares con los que millones de colombianos disfrutan

las tardes y noches de los viernes”.

Este país Latinoamericano y sudamericano no es la excepción, tampoco en este país se escapa

de la globalización y de los avances de la civilización, este país se absorbe mucha influencia

estadounidense y lo vemos en la televisión, en la calle los almacenes o tiendan ponen sus

nombres en ingles en vez de español, nuestro futbol ya hay palabras que en español ya no

usan si en inglés como tiro de esquina ahora córner, fuera de lugar ahora out of side, las

prendas de vestir en si los colombianos por tradición copian lo que se ve en los estados unidos

y los países más representativos europeos.

En Colombia también carece los síntomas actuales de los demás países que es la falta de

valores culturales, ya que aquí no se cuida lo que tenemos, tenemos poca cultura ciudadana

ya que todo lo arrojamos al suelo, no cuidamos el ambiente, no cultivamos culturalmente a

los demás, eso también por la falta de incentivos del gobierno, las otras no culturas como el

narcotráfico, el aborto, las drogas son muy fuertes en este país.


LA SOCIEDAD.

La razón de ser de la sociedad hay que buscarla en la propia naturaleza del hombre, quien,

además de ser racional, y precisamente por ello, es también social. Es obvio que la connatural

indigencia del ser huma no y sus múltiples limitaciones le obligan a convivir con sus

semejantes; pues sólo en esta convivencia puede satisfacer gran parte de sus necesidades

vitales y desarrollar plenamente todas sus facultades y potencias. Existe pues en el hombre

una natural predisposición y apetencia a vivir en sociedad, el «appetitus societatis», como

dijera con formulación precisa H. Grocio; quien además matizaba que esta apetencia no lo es

de una comunidad de vida cualquiera, sino de una comunidad tranquila y adecuada a su

inteligencia (M, Rodríguez,1990, p.241).

Las condiciones que determinan la natural sociabilidad del hombre son de dos tipos . Unas

pertenecen a la propia esfera vital, ya sea a la vida instintiva, como el instinto de

alimentación, de reproducción y de poder, ya sea a la vida psíquica, como la necesidad de

comunicación, de organización, de coexistencia, etc . Otras son más bien externas a la

persona, como el espacio o entorno vital, la situación geográfica, la vecindad, etc. Pero lo

cierto es que unas y otras dieron origen, no sólo al hecho, sino también al concepto y,

consiguientemente, a la aparición de la palabra «sociedad» o su equivalente en las diversas

lenguas (M, Rodríguez,1990, p.241).

Según Aristóteles la sociedad nace como “un hecho de la naturaleza humana donde el hombre

es un animal social (zoon politikon) que necesita de otros para sobrevivir. En este orden de

ideas, la sociedad en la edad antigua era concebida como algo un cuerpo compacto, un todo
formado por individuos, para los griegos esa universalidad la llamaban “koinonía” y los

romanos más tarde la denominaron “la societas” o “communitas”.

Esta conformación era indispensable para el ser humano ya que le permitía organizarse y

vivir en colectividad como medio de supervivencia. Esta sociedad antigua usaba como

mecanismo para mantener su ordenamiento y organización la moral y la religión. La

formación de ciudades dio pronto origen en la Europa antigua a la distinción entre oîkos y

polis. El concepto de oîkos se refería al hogar independiente (como unidad económica y

familiar), que, en el marco de una sociedad urbana, era entendido como el ámbito social para

la procura de la subsistencia. Mientras, la polis representaba el espacio cívico, aquel en el

que podía realizarse el auténtico sentido de la vida humana. La distinción entre oîkos y polis

era, pues, la expresión de la diferencia entre la vida sin más y la vida buena (virtuosa) (JMG

Blanco, 2008, p.19).

Durante la edad antigua el concepto de sociedad fue ocupado por el concepto de “hombre”,

a causa de lo cual a esta siempre lo acompañaba la calificación de “político” (Grecia) o

“social” (Edad Media). Lo social en cuanto totalidad era atribuido así al hombre como ser de

un género específico; o lo que es igual, lo social era una especificidad de la forma humana

de vida. Puede decirse, por lo tanto, que en la Antigüedad clásica las características

propias de la sociedad se determinaban por la peculiaridad de la naturaleza humana, es decir,

por lo que se entendía que diferenciaba al hombre del resto del reino animal, es decir, vivir

en sociedad era una forma humana de vida. (JMG Blanco, 2008, p.19)

Esa característica específicamente humana era la razón, es decir, un componente anímico

dotado de la capacidad de la autorreferencia y además de servirse del hablar. Razón y habla,


pues, eran aquello que daba forma a la sociedad, el vínculo mediante el que, por naturaleza,

tomaba cuerpo la sociedad, lo que a su vez fundamentaba, en términos normativos, la

expectativa de una forma de vida racional y esta diferencia entre hombre y animal era lo que,

a fin de cuentas, venía a tomar el lugar del concepto de sociedad. (JMG Blanco, 2008, p.19)

Este era un concepto antiguo y filosófico de sociedad, pero a partir del siglo XVIII expertos

más contemporáneos han definido la sociedad como un sistema en que el hombre se ve

obligado a seguir un patrón de conductas impuestas por ciertas reglas dentro de la

colectividad a la que llamamos sociedad. A estas reglas de comportamiento, las cuales

ejercen una coerción sobre los individuos es a lo que Durkheim (1895, p.68) llamó “hechos

sociales” y lo define de la siguiente manera “Es hecho social todo modo de hacer, fijo o no,

que puede ejercer una coerción exterior sobre el individuo; que es general en todo el ámbito

de una sociedad dada y que, al mismo tiempo, tiene una existencia propia, independiente de

sus manifestaciones individuales.”

La noción durkheimiana de coerción alude a una caracterización de los hechos sociales

entendidos como modos de sentir, pensar y obrar que se nos imponen; a los que no habríamos

llegado siguiendo nuestras inclinaciones particulares. Este carácter de obligatoriedad señala

un elemento distintivo de lo social. (Vásquez Gutiérrez, 2012, p. 334)

En otras palabras, Durkheim, (1895, p. 85) define a la sociedad como el control de las

acciones individuales, es decir, el individuo aprende a seguir las reglas que son impuestas

externamente, a pesar de que se le enseña que puede actuar según su propia autonomía, pero

estas formas de actuar o comportamiento deben ser aprobados o estar dentro de los límites
que impone la sociedad porque si la persona excede los límites impuestos puede ser mal visto

y excluido o en su defecto será castigado socialmente con las leyes de la comunidad.

En la modernidad se despliega el discurso que gira alrededor del hombre entendido como

“individuo”. Ciertamente, para cualquier sociedad es una evidencia que cuerpo y mente

humanos son realidades individuales. Pero únicamente en la modernidad el hecho de ser

individuo se institucionaliza de un modo tal que no sólo faculta, sino que incluso exige del

individuo humano comparecer como tal en la escena social (JMG Blanco, 2008, p.20). El

concepto de individuo pasa así de tener su referencia esencial en la indivisibilidad a tenerla

en la unicidad (Luhmann, 1997, p.1017).

De esta forma, una sociedad que en muy diversos ámbitos está empezando a experimentar

con la irreversibilidad de su articulación en sistemas funcionales es transferido a los

individuos ocupados en las mismas. Es por ello que la individualidad de los individuos se

predica única, y como tal igual, que es lo mismo que decir libre, por cuanto la igualdad lo es

de y en el hecho de la individualización. En consecuencia, como individuos, los seres

humanos son ahora iguales y libres, al menos por naturaleza. Y de ahí deriva que las únicas

diferencias en adelante admisibles sean aquellas que, de modo específico y bajo criterios

universalistas (para decirlo con la conocida y al efecto muy adecuada terminología

parsoniana de las pattern variables), resulten de la libre prosecución por parte de los

individuos de sus propios y autónomos intereses personales (JMG Blanco, 2008, p.20).

La sociedad no tiene una existencia previa ni de exterioridad absoluta sobre la interacción de

los individuos. La sociedad existe allí donde los individuos entran en acción recíproca (Georg

Simmel, 1939 :13). La sociedad no está ni más allá ni más acá de las acciones recíprocas que
establecen los sujetos. Como entidad cerrada y uniforme deja el espacio a la multiplicidad de

las relaciones que ligan a los individuos. Así, lo social es irreductible a una sola forma de

interrelación. El concepto que permite asir lo múltiple de las formas sociales es el de

socialización. Para la propuesta de Simmel este concepto brinda un objeto a la sociología a

la vez que da cuenta la multiplicidad y complejidad de lo social. (Athenea Digital, 2005,

p.79)

INDIVIDUO.

El hombre como individuo no se concibe solo es sociable por naturaleza, tenemos la

inclinación natural de vivir en grupo (Aristóteles, 384 a. C.-322 a. C). La sociología del

individuo propone nuevas preguntas y una metodología diferente para comprender el cambio

social. Podríamos decir que abandona la pregunta por las formas de producción del orden

social de la sociología clásica para hacer otra pregunta que coloca en el centro de la reflexión

al individuo, partiendo de las experiencias de los individuos.

Esta moderna individualización del ser humano, además, permite simbolizar la creciente

incertidumbre acerca del futuro que depara la reestructuración funcional de la sociedad. Para

ello nos presenta al individuo como persona. Más conocer a una persona de ningún modo

significa poseer una certeza plena acerca de su conducta futura, ya que además de entender

que la persona es libre por definición hay que tener en cuenta que ella –su conducta–

dependerá, entre otras cosas, de cómo se conducirán aquellas otras personas con las que

entrará en relación (el famoso problema parsoniano de la double contingency (JMG Blanco,

2008, p.20).
El individuo obtiene una tal centralidad es porque su proceso de constitución permite

describir una nueva manera de hacer sociedad. Es el ingreso en un nuevo período histórico y

social donde se halla la verdadera razón de ser de este proceso. Es a causa de la crisis de la

idea de sociedad que es necesario dar cuenta de los procesos sociales buscando la unidad de

base de la sociología “desde abajo”, esto es, desde los individuos, con el fin de mostrar otras

dimensiones detrás del fin de las concepciones sistémicas totalizantes (Araujo, 2010, p.82)

En la sociología del individuo reconoce tres perspectivas que utilizan diferentes estrategias

para comprender las transformaciones del mundo contemporáneo, y son la socialización, la

subjetivación y la individuación. (Seoane Viviana, 2013, p.2)

En la socialización, la cuestión central es el proceso de fabricación psicosociológica del

actor, lo que supone que el objetivo central de estos estudios es describir cómo se da el

proceso de interiorización de normas o cómo a través de disposiciones incorporadas los

diferentes actores logran constituirse en sujetos. Generalmente, en estos trabajos se supone

un vínculo más o menos estrecho entre condiciones sociales y tipos de actores, una actitud

que, en los últimos tiempos, ha conducido a privilegiar en ese tipo de sociologías el estudio

de retratos pormenorizados y contradictorios de socialización (Martuccelli Danilo, 2013, p.3)

La manera más convencional de entender la socialización es como el proceso mediante el

cual los seres humanos nos integramos a una sociedad a través de la adquisición de un

determinado tipo de competencias y habilidades, lo que nos permite convivir bajo los

parámetros que dicha sociedad exige. Dicho proceso de adquisición implica, por principio,

la interiorización de normas, valores y signos -es decir, de un ordenamiento jurídico, una

ética y un lenguaje- como componentes básicos de cualquier comunidad o colectivo social.


(Gómez-Esteban, J. H, 2016, p. 134). Al lado de ella, es posible diferenciar por lo menos dos

otras grandes estrategias: la subjetivación y la individuación (Araujo, 2010, p.79)

En cualquier caso, esta concepción de la socialización descansa sobre una paradoja. Por un

lado, afirma que siendo todo social, los actores interiorizan modelos, valores, sentimientos,

marcos cognitivos colectivos, habitus que terminan por "clonar" a los individuos. En

definitiva, sólo le quedaría a uno un estilo personal debido a los vaivenes de su historia

singular y, aún más, si le prestamos más atención, este estilo probablemente no sería más que

una mera ilusión (François Dubet, 2007, p.41)

Pero, por otro lado, las sociedades modernas el individuo se percibe como un sujeto libre y

autónomo, como un individuo capaz de ser el autor de sus propios juicios y de sus propias

acciones. Cuando, según la fórmula de Durkheim, el individuo se convierte en el "dios" de

la sociedad moderna, debe ser definido por su autonomía y por su libertad. Así,

la socialización de los individuos está dominada por una ambivalencia fundamental puesto

que supone, a la vez, que los actores estén perfectamente socializados y que, al mismo

tiempo, cada uno de ellos disponga de un sentimiento de libertad fundamental, aquel que lo

constituye como sujeto singular y no simplemente como un caso particular de un modelo

social general. En gran medida la sociología clásica se ha esforzado por responder a la

paradoja según la cual la socialización es también una subjetivación.(Dubet François, 2007,

p.42)

En el caso de la subjetivación la relación es más bien con la política, es decir, aquí la cuestión

fundamental es comprender cómo se da la articulación entre movilizaciones colectivas y

experiencias personales. Es una sociología que esencialmente, incluso cuando toma en cuenta
experiencias más individualizadas, trata de establecer un vínculo con las luchas sociales y

con los mecanismos de dominación propios de un período histórico, ya sea desde la vertiente

del psicoanálisis o sobre todo desde el marxismo (Martuccelli Danilo, 2013, p.3)

Hoy en día la subjetivación se entiende como una construcción intersubjetiva que se da en

tiempos y espacios sociales e históricos particulares; además del importante papel de las redes

de interacción en la construcción social del sujeto político” (Alvarado, Ospina & Botero,

2012, p. 90). Es decir, que la socialización ha dejado de ser vista como un proceso vertical y,

en buena medida, pasivo y unilateral, para asumirse de manera interactiva, lateral y

horizontal, en el cual los diversos agentes y agencias de socialización están distribuidos a lo

largo y ancho del espectro social que, a su vez, ofrecen un amplio abanico de opciones de

socialización, y desde los cuales se ejerce una influencia que depende más de factores

coyunturales, aleatorios y contextuales, y no únicamente estructurales (Gómez-Esteban, J. H,

2016, p. 134).

La subjetivación se genera cuando el control social cambia de naturaleza. La obra de Elías

(1991) puede ser la más claramente identificada con esta perspectiva. Con la modernidad y

particularmente con la modernidad política instaurada por las costumbres de la corte, el

control social ya no descansa sobre el juicio de los otros, sobre la vergüenza y el castigo, sino

sobre la interiorización profunda de las normas, sobre la culpabilidad y sobre el dominio de

sí como virtud esencial. El individuo tiene menos la sensación de obedecer a los demás que

la de obedecerse a sí mismo, de ser a la vez libre y su propio censor. En la sociedad de los

individuos, cada uno se constituye como el autor de su propia moral y de sus propias

conductas, incluso cuando las normas que lo guían son las de la sociedad en su conjunto

(Dubet François, 2007, p.42)


También en este caso, puesto que la socialización es eficaz y conseguida, puede llevar a que

el individuo se perciba como un sujeto capaz de autocontrolarse y de asumir su propia

libertad. El mundo social se presenta entonces como un paisaje de fondo mientras que

el individuo se refiere a su propia moral y a su propia subjetividad (Dubet François, 2007,

p.42)

Así, en la modernidad, la "civilización" produce a la vez una socialización y una

subjetivación; el individuo es enteramente social y, sin embargo, se puede percibir como

un individuo relativamente "libre" en sus elecciones y en sus gustos. En todos los casos

la socialización moderna desarrolla un "fuero interno", una distancia entre el personaje social

identificado con sus roles sociales, y una subjetividad propia porque el individuo está

determinado desde el interior y actúa en nombre de principios generales que le permiten

simultáneamente adaptarse al mundo y criticarlo, estar totalmente dentro del mundo y

percibirlo como distante y no reducible a las expectativas sociales. De esta manera, la

tradición sociológica consigue conciliar lo irreconciliable, afirmar que la subjetivación

resulta de la socialización y que esta no puede ser una clonación pese a ser totalmente

social.(Dubet François, 2007, p.43)

La individuación es pues una perspectiva analítica particular de estudio que se interroga por

el tipo de individuo que es estructuralmente fabricado por una sociedad en un período

histórico (Araujo, 2010, p.82). En el caso de individuación lo que interesa es comprender la

manera en que en los diferentes periodos históricos se fabrican desde las estructuras sociales

a los individuos, lo que supone una conversación con grandes estudios históricos y

estructurales. Este esfuerzo puede hacerse, por un lado, a través del estudio de cómo ciertos
factores estructurales transforman los grandes perfiles del individuo y por el otro, cuando el

objetivo es practicar una sociología más individualizada (Martuccelli Danilo, 2013, p.3).

Se trata de comprender cómo detrás de estos grandes factores estructurales los individuos

enfrentan un conjunto de desafíos o de pruebas a través de los cuales se constituyen como

actores sociales. En el marco de la sociología de la individuación, en la cual inscribo mis

trabajos, parto de las experiencias individuales y trato de ir progresivamente y de manera

inductiva– comprendiendo el trabajo de las estructuras. El camino de análisis va pues de las

experiencias a las estructuras sociales (Martuccelli Danilo, 2013, p.3).

“La individuación es el proceso por el cual, al crecer, el sujeto desplaza sus inversiones

afectivas fuera de la familia de origen y de las figuras que inmediatamente se relacionan con

ella. Según Sullivan este desplazamiento comienza mucho antes, entre los 8 y 11 años,

establecimiento de las primeras amistades personales y significativas”. (Cancrini, 1996,

p.217).

El individuo no es siempre idéntico a sí mismo, aunque siga siendo él mismo, sino que su

identidad está en devenir y puede transformarse y transformar su medio de acuerdo con la

relación con este y la resolución que haga de las tensiones mediante la transducción: una

operación que se da a nivel físico, biológico, psíquico y colectivo, en la cual una actividad se

propaga a través de un dominio específico, permitiendo que se estructuren regiones que

servirán de principio de constitución a otras regiones y darán pie a nuevas transformaciones;

así, una fase del ser encuentra en otra su principio de constitución, actuando la fase anterior

como germen estructural que permite iniciar el proceso (Builes, 2015, p.179)
DERECHO.

Es preciso abordar la principal cuestión de fondo, que es la que concierne a cómo surge o

debe surgir el Derecho de la sociedad y en qué medida ésta actúa como portadora de aquél

(M, Rodríguez,1990, p.254). Existe una antigua y venerable tradición doctrinal, según la

cual, para que haya Derecho, tiene que haber sociedad. Esta doctrina se recoge formulada

como tesis en un aforismo latino, que dice: Ubi ius, ibi societas; donde hay Derecho, hay

sociedad (M, Rodríguez,1990, p.239).

El Derecho se origina por los grupos y fuerzas que de manera desigual operan en cada

sociedad concreta, por tanto; es parte de ella y se relaciona con los demás factores y productos

sociales, (demográficos, políticos, económicos, culturales entre otros), de tal manera se puede

afirmar que existe una conexión entre los contenidos de las relaciones jurídicas, las diferentes

relaciones sociales, y los factores que las condicionan, en este sentido las interrelaciones

originadas durante los procesos históricos, marcan el momento de la creación jurídica estatal,

a la vez que lo condicionan; y una vez iniciado se convierte en un elemento relativamente

independiente para regular la sociedad, con lo que se llega a identificar al Derecho como una

realidad autónoma (Y, Méndez, 2011, p.1).

El Derecho no es “norma y solo norma” como afirmara en su Teoría Pura del Derecho Hans

Kelsen, sino que está impregnado de todo elemento social, político y cultural, económico y

también de valores morales y de conducta en una sociedad determinada, sin obviar que la

creación normativa es a la vez resultado de las luchas y logros sociopolíticos de clases, grupos

y sectores sociales representados en el órgano supremo de poder y con los agentes sociales

que lo aseguran (Y, Méndez, 2011, p.1).


Pero tampoco se puede obviar que el Derecho es un fenómeno social y un elemento de la

realidad de ésta y no es sólo normatividad posterior, sino que constituye también una parte

contextual donde se aplica, que a la vez que nace de la sociedad la condiciona, la moldea. La

propia interacción antes enunciada hace que el Derecho también se manifieste como impulsor

de transformaciones y asista al cambio social estimulándolo, como guía del futuro quehacer

o instrumento de cambio, lo que le hace aparecer como un fenómeno pre-social,

independiente y anterior a la realidad, aún sin serlo (Y, Méndez, 2011, p.2).

Cultura y civilización

Cultura: es el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que

caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los

modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias

y tradiciones (UNESCO). Adam Kuper (2001) elabora una historia interesante sobre la

evolución del concepto de cultura, en la cual explica que esta palabra tiene su origen en

discusiones intelectuales que se remontan al siglo XVIII en Europa. En Francia y Gran

Bretaña, el origen está precedido por la palabra civilización

El concepto evoluciona y se introducen niveles y fases de civilización, y el significado de la

palabra se asocia a progreso material. Inicialmente, en Alemania el concepto de cultura era

similar al de civilización utilizada en Francia, pero con el tiempo se introducen matices

(derivadas de años de discusiones filosóficas) que terminan por diferenciar los significados

de las dos palabras. Esta diferenciación estaba relacionada con el peligro que los alemanes

veían para las diferentes culturas locales, a partir de la conceptualización de civilización

transnacional francesa. Para los alemanes, civilización era algo externo, racional, universal y
progresista, mientras que cultura estaba referida al espíritu, a las tradiciones locales, al

territorio. Se dice que el término se tomó de Cicerón quien metafóricamente había escrito

la cultura animi (cultivo del alma).

Kultur implicaba una progresión personal hacia la perfección espiritual.

Antropológicamente cultura se aso-ciaba básicamente a las artes, la religión y las costumbres.

Recién hacia mediados del siglo XX, el concepto de cultura se amplía a una visión más

humanista, relacionada con el desarrollo intelectual o espiritual de un individuo, que incluía

todas las actividades, características y los intereses de un pueblo. Para entender la diversidad

de conceptos sobre cultura, entre 1920 y 1950 los científicos sociales norteamericanos

crearon no menos de 157 definiciones de cultura (Kuper, 2001).

En el siglo XIX numerosos intelectuales reconocen el plural del concepto cultura, que

equivale a reconocer la no existencia de una cultura universal y las diferencias de ver y vivir

la vida por parte de los diferentes pueblos en el mundo. Durante siglos y aún hoy, este avance

en el conocimiento humano no ha sido suficiente y se ha intentado imponer la creencia de la

existencia de una cultura superior, ligada al término civilización y progreso, que debe

imponerse por deber, al resto de culturas consideradas inferiores. Ya en el siglo XIX, T.S.

Eliot escribía: “la deliberada destrucción de otra cultura en conjunto es un daño irreparable,

una acción tan malvada como el tratar a los seres humanos como animales una cultura

mundial que fuese una cultura uniforme no sería en absoluto cultura. Tendríamos una

humanidad deshumanizada” (Kuper, 2001, p. 57).

Del avance en el concepto de cultura, relacionado con lo interno del ser humano y no sólo

con la organización político administrativa, al plural de la palabra atribuida a un pueblo,


nación o territorio, las discusiones siguieron enriqueciéndose en el transcurso de los años y

se pasó de una definición antropológica a un concepto transversal relacionado con el

desarrollo: hacia los años 50 el desarrollo era un concepto economicista; en los 80 se

introduce el concepto de desarrollo humano y hacia los 90, sobre todo luego de la cumbre de

Río, éste evoluciona a un concepto de sostenibilidad, donde la cultura juega un rol

fundamental.

En los 50, la palabra cultura podía ser vista como un obstáculo al progreso y desarrollo

material. Así lo expresa un documento realizado por expertos de Naciones Unidas en 1951:

“Hay un sentido en que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos.

Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas instituciones sociales tienen que

desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse y grandes masas de personas

incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de una vida

cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio del progreso

económico” (OEA, 2002, p.1).

El cambio y evolución del pensamiento se ve reflejado en esta declaración, realizada por

expertos de la UNESCO en los años 90: “La UNESCO defiende la causa de la indivisibilidad

de la cultura y el desarrollo, entendido no sólo en términos de crecimiento económico, sino

también como medio de acceder a una existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual

satisfactorio. Este desarrollo puede definirse como un conjunto de capacidades que permite

a grupos, comunidades y naciones proyectar su futuro de manera integrada” (OEA, 2002,

p.2). Como menciona Germán Rey, (2002) “La cultura no es lo valiosamente accesorio, el

cadáver exquisito que se agrega a los temas duros del desarrollo como el ingreso per cápita,

el empleo o los índices de productividad y competitividad, sino una dimensión que cuenta
decisivamente en todo proceso de desarrollo, tanto como el fortalecimiento institucional, la

existencia de tejido y capital social y la movilización de la ciudadanía”. Aunque existen

diversas definiciones, en general, todas coinciden en que cultura es lo que le da vida al ser

humano: sus tradiciones, costumbres, fiestas, conocimiento, creencias, moral. Se podría

decir que la cultura tiene varias dimensiones y funciones sociales, que generan:

a. un modo de vivir,

b. cohesión social,

c. creación de riqueza y empleo,

d. equilibrio territorial.

“La cultura es algo vivo, compuesta tanto por elementos heredados del pasado como por

influencias exteriores adoptadas y novedades inventadas localmente. La cultura tiene

funciones sociales. Una de ellas es proporcionar una estimación de sí mismo, condición

indispensable para cualquier desarrollo, sea este personal o colectivo” (Verhelst, 1994)

No obstante, un área cultural que se resiste considerablemente a la asimilación y que

mantiene levantada, y bien enhiesta, la bandera de la idiosincrasia cultural. Y es el área del

humor.

Pocas cosas tan universales como el, pero al tiempo pocas cosas también tan directamente

ligadas a la cultura peculiar en que nos desenvolvemos. La repercusión que la anterior

dicotomía que, entre la cultura y la civilización, compartimos en occidente una misma

civilización, que con ligeras variantes es la misma en Milán, Vancouver, o panamá. Nos

separan y diferencian, en cambio, unos hechos de cultura que ya no son compartidos por las
comunidades y pueblos del entorno más inmediato. Ahora bien, la comunidad hunde en gran

medida sus raíces en el humus del subsistema cultural inmediato, no en el de la civilización.

Nuestra risa, ya lo dijo Bergson, es siempre la risa de un grupo, de nuestro grupo social.

Nuestra sociedad que habla un idioma que le es propio y cuenta con una memoria colectiva

que también le es propia y mantiene un tipo de relaciones intrasociales que así mismo le son

peculiares. En esta particular sociedad así entendida encuentra casi siempre el humor su

fundamento más rico y autentico, que, por ser de naturaleza específicamente cultural, no

puede compartir por completo con las sociedades vecinas, mucho menos aun con las lejanas.

(Hurtado, 1994).

Clases de cultura

Cultura objetiva. la cultura es la creación, la realización, la producción incesante del hombre

y de la comunidad. En ella el mundo de lo humano aparece en formas objetivas y en

patrimonio registrable y acumulado, multiforme y heterogéneo, marcado por el sello de la

humanidad, Si bien la cultura es el modo de ser de lo humano (crea y se crea, produce y se

produce) esta acción se traduce en un conjunto de realizaciones que histórica y

geográficamente podemos ubicar, clasificar, sistematizar y transmitir. (Jorge Noro,2009)

Cultura Subjetiva. Cuando un hombre practica un culto religioso a través de rituales, crea

una obra literaria, contribuye a definir una ley, construye una ciudad, siembra un campo, crea

una máquina, descubre una ley física, pinta un cuadro, realiza una película, arma un proyecto

social, define un sistema filosófico, etc., seguramente en el ámbito de la cultura objetiva

(registrable, con posibilidad de ser atesorada como patrimonio, acumulable, forma simbólica)
la humanidad -- y la cultura a la que pertenece -- se enriquecen porque aparece un ritual, un

cuerpo legislativo, una ciudad, un campo cultivado, un nuevo producto tecnológico, nuevas

ideas, obras de artes, etc.... pero los hombres no son los mismos, a partir de este aporte o

producto cultural: el hombre se transforma al transformar algún aspecto de la realidad, se

dinamiza interiormente, crece, de expande, es más hombre, se proyecta y al mismo tiempo

se planifica. (Jorge Noro, 2009)

Valores de la cultura. Los valores culturales generan en las personas mayor carácter de

integridad y responsabilidad, así como de sentido de pertenencia a sus raíces y cultura.

(ONU)

Los cuales son: La tolerancia, el respeto, la igualdad, la libertad de culto, justicia,

generosidad, identidad nacional.

La civilización

Como lo expresa el doctor Pedro Ruiz Torres, rector de la Universidad de Valencia. La

civilización surge y se extiende durante el siglo XVIII en el contexto de la ilustración, afirma,

la civilización se relaciona con la experiencia moderna del cambio acelerado y de

dimensiones universales, por eso el concepto se encuentra indisociablemente unido a la idea

de progreso que surge en la misma época. La socialización engloba todo tipo de hechos tanto

políticos como económicos, religiosos, morales, sociales o técnicos, los valores y las

actitudes de los seres humanos.

El concepto de Bienestar lo podríamos definir como "aquella situación en la que se está

cuando se satisfacen las necesidades, y cuando se prevé que han de seguir siendo satisfechas".

En esta segunda parte de la definición se manifiesta la inquietud e inseguridad por la no


satisfacción, es decir, introduce un coeficiente de "malestar", es la denominada "crisis del

bienestar" (A. Millán-Puelles, 1982).

Sentido clásico del Bienestar

propende a tomar la palabra Bienestar en un sentido excesivamente placentero (considero

que es necesario, por lo anteriormente expuesto, tener una idea del Bienestar más inmaterial).

Y así considera el Bienestar como "el lujo", que se puede tomar en un sentido cuantitativo y

cualitativo. La dificultad de diferenciar entre el lujo y el bienestar se mantendrá si el Bienestar

deja de ser considerado como una dimensión del "bien común" y por tanto deja de ser algo

que se les debe procurar a todos los ciudadanos. (Bergson, Tocqueville)

¿Es posible una sociedad no represiva?

En los países de occidente nuestra civilización es semejante, la constante evolución y la

mesclas nos llevan a una cultura hegemónica de los países, nos ha permitido una mirada

global del mundo y de sus mismas necesidades, además la evolución de las ciencias, las

industrias y del derecho nos permite pensar que para esta parte del mundo no se ve posible

una sociedad represiva, las constituciones de las naciones privilegia y destaca los derechos

fundamentales, entonces al violar eso irían en contra de los distintos ordenamientos jurídicos,

las sociedades junto con el derecho cada vez se humanizan más, en el caso de Colombia las

fallos de las honorables cortes que expresan esos cambios innegables en el mundo, dándole

valor y respeto a lo que anteriormente se rechazaba como por ejemplo el respeto a la libertad

sexual, al libre desarrollo de la personalidad a marchar y a manifestarse cuando no se está de

acuerdo con algo entre otros. No olvidando la labor fundamental de la organización de las

naciones unidas, que ha tenido una labor importantísima en este contexto.


Herbert Marcuse decía que La sociedad industrial avanzada democratiza la liberación de la

represión una compensación que sirve para fortalecer al gobierno que la permite y a las

instituciones que administran la compensación.

sin olvidar el contexto actual que vive Sudamérica en términos politos y gubernamentales

con nuestro hermano pueblo venezolano, que viene azotado por un gobierno autoritario y

corrupto que viola los derechos fundamentales de esos ciudadanos, la libre expresión y en

especial el retroceso de una nación tan rica por culpa de un gobierno poco efectivo y

represivo, también preocupa la situación del gobierno del Brasil porque no solo por la

ideologías izquierdistas fracasan las naciones, países ultra derechistas han fracasado y el caso

de este país al mando del totalitarista del presidente Jair Bolsonaro pone en riesgo aún más

el contexto de Sudamérica.

¿La cultura de la felicidad es una trasgresión social?

Nosotros como sociedad pactamos un acuerdo político que es nuestra constitución en ella

nosotros los colombianos establecimos los derechos, deberes y principios que rigen nuestra

nación, por lo tanto se crean los preceptos para lograr un mejor fin social en búsqueda un

bienestar optimo del individuo, puede que a lo largo de la historia a través de la cultura y de

las civilizaciones el hombre como ser pensante en búsqueda de unas mejores alternativas para

su vida en sociedad han trasgredido gobiernos, normas y leyes que por tal motivo no los

beneficia y los perjudica, toda norma y ordenamiento jurídico debe de ir incongruencia, con

las culturas enanzas de un pueblo, claro está que estas no perjudiquen a un tercero porque

como decía ``Benito Juárez como entre las naciones del mundo como los individuos el

respeto al derecho ajeno es la paz`` haya que pensemos como Thomas Hobbes quien en su
libro Leviatán parte de la idea de que la condición natural del ser humano es de una guerra

de todos contra todos, o como diría Spinoza de la alegría de lo necesario. Por ello la

transgresión cuestiona la ley planteando otros fundamentos de las normas sociales en

beneficio de la libertad y la justicia.

Para nosotros la cultura de la felicidad no es una trasgresión social, vamos arraigado en

nuestro ser y entorno cultural. La felicidad depende de muchos factores, entre los que destaca

la participación en actividades culturales y de ocio, ya sea de forma individual o compartida

(NELA FILIMON, doctora en Economía (UAB) y si de hablar de cultura de la felicidad

Colombia a pesar de sus distintos y viejos problemas de tantas índole su gente, su cultura he

idiosincrasia es de gente alegre y feliz, que a pesar de las circunstancias la gente es amable

cariñosa y rumbera y sobre todo gozosa de sus costumbres(festivales, comidas jolgorio)

Métodos y materiales. La metodología aplicada es de Investigación social, realizada con

ayuda de diversas bibliotecas virtuales; con base al método de análisis hermenéutico que

corresponde a una técnica de interpretación de textos.

Conclusión. Se concluye que, la sociedad nace ante la necesidad del ser humano en

organizarse y vivir en colectividad como medio de supervivencia, para (Aristóteles), la

sociedad es un hecho de la naturaleza humana donde el hombre es un animal social que

necesita de otros para sobrevivir, para García Blanco, (2008) la sociedad, es fundamentada,

en términos normativos, la expectativa de una forma de vida racional y esta diferencia entre

hombre y animal. Se concluye que, la cultura es el elemento esencial para vida del ser

humano, que por medio de estas se expresa sus tradiciones, costumbres, fiestas,

conocimiento, creencias y moral. Para Verhelst, (1994) La cultura es algo vivo, compuesta
tanto por elementos heredados del pasado como por influencias exteriores adoptadas y

novedades inventadas localmente. Para la (ONU) es el conjunto de los rasgos distintivos,

espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Se concluye

que, la civilización es todo aquello que trasciende desde una evolución del hombre en su

sociedad en su forma de organización, sus instituciones y su estructura social, para Pedro

Ruiz Torres udv civilización se relaciona con la experiencia moderna del cambio acelerado

y de dimensiones universales. Se concluye que, cada persona debe seguir unas reglas, a pesar

de que cada uno es autónomo en sus decisiones, pero dentro de ellas deben de tener un límite

ya que en la sociedad se encuentran normas jurídicas que rigen a cada persona, es decir debe

saber tomar decisiones y del mismo modo saber actuar porque si se excede será castigado

socialmente con las leyes de la comunidad (Emile Durkheim)

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