Guia patrimonial

dela Rcota

10
fl CHSTILLO Df llfnCRES
·e
·e
al
en
1. INTRODUCCIÓN
El "Castillo de Liencres", o más bien sus
•ro restos arqueológicos, constituía una parte del siste-
ma defensivo que el señorío de la Vega había instau-
rado dentro de su territorio feudal. En este caso
supone una fortificación orientada al control y
defensa de sus dominios en contraposición a la ciu-
dad de Santander 1 •
La fortificación fue construida sobre un
farallón rocoso de caliza (a caballo entre las locali-
dades de Mortera y Liencres), a la que se le dotó de
una cerca y un foso alrededor (MUÑOZ, J.M. 1993:
118 ). Desde este lugar se domina visualmente la
localidad de Liencres y, de modo más general, la lla-
nura costera ubicada entre la desembocadura del río
Pas y Cabo Mayor. Por su situación debió constituir
un referente para la navegación y éste un excelente
mirador costero.
Si bien es un enclave histórico muy conoci-
do por la población del entorno, e incluso ha sido
Situación del yacimiento
Situación del yacimiento del Castillo de Liencres o La Pedraja sobre la estribación oriental del monte La Picota .
Lino Mantecó n Ca l l e j o
Situación del Castillo de Liencres.
objeto de algunos estudios (muy parcos y li mitados,
como los elaborados por Eduardo de La Pedraja a
finales del siglo XIX, y J.M. Muñoz en 1993 ), este
monumento ha sido tradicionalmente olvidado y
descuidado, a pesar que conservara abundantes rui-
nas hasta 1900.
El castillo de Liencres aparece citado en
numerosos documentos medievales, al menos en
varios de los siglos XIV y XVI. Por éstos sabemos
que formaba parte de los dominios de la Casa de la
Vega (quizás la torre más oriental de las Asturias de
Santillana) . Sobre el terreno, a pesar del abandono y
de la vegetación que lo recubre, aún son evidentes
varias de sus estructuras (fosos, paredes y perímetro
defensivo). Todo ello de singular valor, ya que de
todas las fortificaciones existentes en Cantabria,
sólo conservan la estructura de foso y/o cerca las
torres de Estrada, Cabanzón, Hinojedo, Toranzo,
Rasines y las Henestrosas. Aunque un buen número
debió contar con ellas.
 G U A P A T R M O N A D A p e o r· A

Por todo ello y conscientes de la importancia y nece- 2. DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA

lle
sidad de conservar lo que resta de este enclave, la ha
DEL CASTILLO DE LIENCRES
asociación Mortera Verde (colectivo sensibilizado ley1
con la conservación y defensa de los valores natura- El Castillo de Liencres ha sido un referente
les y culturales del municipio de Piélagos) promovió en la historia de Liencres. Su importancia mereció el
la realización de un estudio con el objetivo de docu- estudio monográfico del gran erudito local Eduardo
ClQ

mentar y dar el valor que realmente se merece den- un

tro del Patrimonio Cultural de Cantabria. El objeti-
vo era rescatarlo del olvido, fomentando el conoci-
miento y promoviendo la valoración social sobre
este monumento del término municipal de Piélagos.
Razones que animaron a emprender este estudio que
se refleja en el presente artículo, que es un resumen
del "Infonne Arqueológico de estudio historiográfi-
co y de documentación superficial del castillo
medieval de Liencres (Piélagos)". Para la realización
del mismo se ha contado con la colaboración de la
Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del
Gobierno de Cantabria.
Los objetivos que Mortera Verde perseguía con
la realización de dicho informe eran: Fomentar la
conservación del castillo de Liencres, actualmente en
un estado de abandono lamentable; conseguir un
estudio histórico y topográfico de calidad sobre el
enda ve; difundir la importancia de este castillo entre
la sociedad de Piélagos, en primer lugar, y entre la
cántabra, de manera más general; dotar a las autori-
dades locales y regionales de un dossier técnico
sobre el castillo, al objeto de emprender su inclusión
dentro de alguna de las figuras de protección que
recoge la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria;
y ampliar el conocimiento sobre la Historia de la
zona de actuación de la asociación Mortera Verde,
con referencia al Patrimonio Cultural local.
Una vez realizado el informe y entregado en la
Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, la
Asociación Mortera Verde solicitó la declaración del
Castillo dentro de alguna de las figuras de protec-
ción que se contemplan dentro de la Ley 11/1998, de
13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria.
Tras ser incoado el expediente, el yacimiento fue
declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría
de Yacimiento Arqueológico, bajo la denominación
"Castillo de la Pedraja" (Decreto 80/2004, de 26 de
agosto. B.O.C. nº. 181 de 17 de septiembre de
2004). Con esta declaración por parte de dicha con-
sejería se le otorga la máxima protección que con-
templa la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria.
Esta declaración otorga al yacimiento su justa
importancia constituyendo, así, un enclave arqueo-
lógico singular dentro del Patrimonio Cultural de
de la Pedraja, quien gozó de acceso a preciada docu-
ta
mentación en muchos casos de primera mano. Su
' . pu
espíritu coleccionista le llevó a atesorar un gran
del
volumen de documentación que actualmente se
encuentra depositado en los fondos de la Biblioteca
2 .•
Municipal de Santander. El estudio fue publicado
L
por primera vez en 1892 bajo el título "Paginas de
las investigaciones para la historia del Pueblo de
Liencres", siendo más tarde reeditado (en 1920-
da
1921) dentro de la colección "Arte Español"
Po
(PEDRAJA, E. de la 1920-21: 81 -93).
Li
la
Desde entonces la historiografía no ha
ne¡
hecho más que referirse a este estudio sin profundi-
As
zar en su problemática 2 • Desde Eduardo de la
Pedraja el Castillo cayó en el olvido. Sólo es citado
c
\'e
por los autores como torre o castillo sin más. Así lo
ca
cita Escagedo Salmón (1917: 220 y sig.) y Javier
do
González de Riancho (1959: 319). Hasta que fue
e!>I
recogido de nuevo por Muñoz Jiménez en su síntesis
n
de las torres y castillos de Cantabria, quien conside-
en
ra que no se trataba de un castillo sino de una sim-
ple torre con cerca alrededor, del tipo alavés.
ci1
(MUÑOZ, J.M. 1993: 71y118-119).
la
2.1 EL ORIGEN MÍTICO DEL CASTILLO
m
n·
Eduardo de la Pedraja, en referencia a una
cita del padre Sota (1681: 564), supone que el casti-
llo pudo haber pertenecido al Conde Rodrigo
González, señor de las Asturias de Santillana y
G
Trasmiera, quien poseía otras fortificaciones por sus
dominios. Según el padre Sota éste se rebeló contra ce
el Emperador D. Alonso VII hacia los años 1127 a
e
1129 haciéndose fuerte en sus castillos de la
B
ft
Montaña. El Emperador acudió con sus huestes a
sofocar la rebelión destruyendo los castillos y casas,
.'i
B
quemando las mieses, bosques y viñedos (PEDRA-
1
JA, E. de la 1920-21: 85).
c
También existe otra leyenda, esta vez, pura- l<
mente un mito fundacional. Sin embargo, vale la
i.
s.
pena citarla aunque solo sea por curiosidad. La
leyenda aparece en un memorial genealógico señala-
do por Eduardo de la Pedraja (1920-21: 82-83). En
él se lee que un tal Ruiz "teniendo la tenencia del
11

Cantabria. e
castillo de Liencres, que dista dos leguas de
e
Santander hacia el Poniente, hizo treguas con un
capitán moro que estaba en aquella vera, y, sin
embargo, los moros enuistieron al castillo, y el caba-

llera Ruiz lo defendió, diciendo al moro, porque
hauía quebrado las treguas, vil llegas" de cuya
leyenda se deriva el apellido Villegas 3 •
Ambas aseveraciones carecen de confirma-
ción histórica y arqueológica. Y ambas apuntarían a
un origen altomedieval de la fortificación. No obs-
tante, pudiera ocurrir que siendo falsas, el castillo
pudo haber sido construido en estas fechas de inicios
del medievo.
2.2 EL ORIGEN 1-IlSTÓRICO:
LA CASA DE LA VEGA
Las fuentes documentales originales dan
datos precisos de, al menos, la existencia del castillo.
Por ellas sabemos fehacientemente que el Castillo de
Liencres pertenecía, desde principios del siglo XIV, a
la casa de la Vega. Éstos poseían varias fortificacio-
nes especialmente concentradas en la costa de las
Asturias de Santillana: Lamadrid, Udías, Bárcena,
Comillas, San Martín de la Arena, la Torre de la
Vega, de Quijano, Bárcena de Cudón y Oruña, el
castillo de Liencres, dos torres en Santander y otras
dos en Maliaño (MUÑOZ, J.M. 1993: 35). Con
este sistema defensivo controlarían todo su territo-
rio. No obstante una parte de ellas son construidas
en fechas finales o tardías del medievo. El caso del
Castillo de Liencres supone una de las pocas excep-
ciones junto con la de Comillas y la propia Torre de
la Vega.
La fortaleza aparece citada en varios docu-
mentos desde 1338 hasta 1554, siendo la mayor for-
tificación en la zona oriental de las Asturias de
Santillana.
Según la leyenda familiar recogida en la
Genealogie de la Maison de la Vega, el castillo fue
construido por Garci Lasso I el Viejo, Adelantado y
a Canciller Mayor de Castilla (+1326) (PÉREZ
BUSTAMANTE, R., 1979, p. 35-36). La genealogía
fue hallada junto al libro de "Económica" de
Aristóteles en castellano, dentro la espléndida
Biblioteca del Marqués de Santillana (SCHIFF, M.
1905: 33-34). El texto completo lo transcribimos a
continuación ya que ofrece un claro panorama de
las posesiones de Garcí Lasso l. Como curiosidad la
familia se otorgaba un origen de sangre real france-
sa (PÉREZ, R. 1979: 35-36):
"Dos hermanos del Rey de Francia, que al
uno llamavan Micer Ruys e al otro ]ohan Ruys,
obieron guerra con el dicho Rey su hermano sobre
ciertos señoríos que le quería tomar e tomó, y no
1
podiendo sofrir el gran poder del Rey su hermano,
tomaron ciertas naos e viniéronse a Castilla y apor-
Lino Mantecón Caffe¡o
P;-\GINAS
DF l.\~
!WEST!GAC!O~ES PAHA Lh lllSTORIA
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PUEBLO i1E UENCRES
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OON EllU!RDO DE U PfDR!Jli. FERN~NDt'l
'-\'\l'\ · 1•r, 1:
h11p ,·u1ta ,i c El Ai li\ \ TICO
1892
Portada del primer monográfico sobre la historia de
Liencres, por Eduardo de la Pedraja.
taran a Asturias de Obiedo, e desembarcaron en un
puerto que se llama Lastres, e traxeron grandes
riquer;;as de dineros e joyas. Micer Ruys se quedó
allí, en Asturias de Obiedo. Et le Rey de Castilla al
micer Ruys fiso muy buen recebimiento hiendo de la
sangre que era e le fasia muchas honrras e mercedes
e fisole merced de aquel puerto de Lastres que es
buen puerto de mar, e de muchas tercias de iglesias
e heredades en aquel principado de Asturias de
Obiedo. Este micer Ruys non bino sino tres años
después que a Castilla bino el otro Jo han Ruys que
quedó en Asturias de Obiedo como abemos dicho.
Después de la muerte de su hermano ovo muchas
questiones et levantáransoe contra él los Quiros y
Baldes e Miranda, que a la sahón eran poderosos en
aquella tierra y él viéndose syn hermano y syn fijos,
bínose a la Vega y alli comenr;;ó a hacer aquel solar,
y al de Ceballos que estaua cerca ally de la Vega,
peso/e con él y ovo entre/os muchas questiones entre
ellos, y al fin por haser las pases ovo de casar con
una hija de Ceballos y ovo en ella un hijo que llama-
ron Garci Lasso y este nombre le pusieron por que
un día beniendo de correr monte benia muy cansa-
_ _ G_ U A A T R M O N
do e dixole su abuelo el de Ceballos: o como benis
laso. Este Garci Lasso casó con una hija de don
Gutierre de Esca/ante que era mayordomo mayor
del Rey de Castilla y mandava este don Gutierre de
Esca/ante toda la costa de la mar. Este Garci Lasso
fue muy noble cavallero y muy rico, e este fiso e
acabó todo lo que agora esta fecho en la Casa de la
Vega, e fiso el castillo de Liencres e el castillo de
Comillas, e la muger deste se llamava doña Teresa,
otro Garci Lasso que casó con una fija del señor de
Aya/a e ovo en ella dos fijos e al uno desian Garci
Lasso e al otro Gon{:alo Ruys".
Por lo tanto si esta leyenda es fiable parece
que el castillo fue construido a inicios del siglo XIV
o finales del siglo XIII por Garcí Lasso I, señor de la
Vega. El estilo constructivo pudo seguir tendencias
góticas o tardo-románicas.
A la muerte de Graci Lasso I sus posesiones
se dividieron en cinco "suertes" que se repartieron
entre sus cinco herederos: Garcí Lasso, Gonzalo
Ruiz de la Vega, Guiterre Pérez, Elvira y Juana.
Según consta en el documento de repartición de la
herencia de 1338. El castillo fue a parar a manos del
tercer hijo del Canciller (y su primera esposa Juana
de Castañeda) Gutierre Pérez. Esta vez la cita no
ofrece dudas, siendo _la primera que confirma la
existencia del castillo en la primera mitad del siglo
XIV. El documento dice así:
"el castiello de Liencres con toda la heredat
del aldea de Liencres e con toda la heredat del cami-
no de Vesana fasta la mar, que era de Garcia Laso,
su padre" (PÉREZ, R. 1979: 41-42 y 289) 4 •
Por este documento sabemos que el castillo
perteneció con anterioridad a su padre Garci Lasso
l. Razón que podría dar credibilidad a la leyenda de
la genealogía de la Casa de la Vega antes transcrita.
Para inicios del siglo XIV, en 1403, el casti-
llo se convierte en el centro administrativo y judicial
de un amplio distrito del señor de la Vega, el
Almirante don Diego Hurtado de Mendoza. A su
mando se encontraba Gonzalo de Escalante quien se
encargaba de administrar la justicia y las posesiones
de su señor (ARAMBURU, M.A. 2001: 277), según
consta en dos mandamientos emitidos por el
Almirante (PEDRAJA, E. de la 1920-21: 87). Quien
dispuso lo siguiente:
"Yo el Almirante don Diego Hurtado de
Mendoza, señor de la Vega, enbío mucha salud a vos
los concejos e omes buenos, y escuderos y labrado-
res de los valles de Camargo y de Penagos, y con
A D A e o r A
Liencres y la Marina y Morera y Cobreces y Oruña. asp,
Fago vos saber que es mi merced y voluntad que Sa
Gonzalo de Esca/ante, mi criado, tenga por mi el
castillo de Liencres, y que sea mayordomo en los
dichos lugares y concejos. Porque vos mando a fa ll
todos y a cada uno de vos que recaudares y fagades ces
recudir a Gonzalo de Esca/ante con la martiniega y de
emina, e otros derechos cualesquier que me perte- Poi
nezcan e pertenescer puedan en cualquier manera al no
officio de mayordomo pertenece o pertenecer puede, do
desde la data de esta mi carta en adelante, en cuan- 4
to mi merced y voluntad fuera, según que mejor y
más cumplidamente recudisteis con todos los dere-
chos a los otros mayordomos y tenedores míos del
dicho castillo y valles en los años pasados"'.
CU'
Después de este alegato el fiscal del rey y los
Nueve Valles de las Asturias de Santillana pleitean
contra el Almirante sobre la jurisdicción y señorío sitt
de estas tierras, quienes alegaban que el Almirante re
habia "embarazado y tomado" los derechos que en
pretendía tener Leonor de la Vega. No obstante, de
poco caso se hizo a las palabras del Almirante. El d
propio Gonzalo de Escalante ni siquiera puso alcal-
des ni ejerció la jurisdicción que le correspondía. Y
qué decir de los oficiales, concejos y vecinos de los
valles, quienes afirmaron que dichos mandamientos
no fueron "acerados ni obedecidos por alguno ni
algunos de los oficiales y vecinos de los valles"
(PEDRAJA, E. de la 1920-21: 87). la
la
La documentación para estas fechas resulta tr
de enorme importancia para comprender el fenómeno La
\'!
castellano en Cantabria en el Bajo Medievo. Por ellos
sabemos que el señor raramente habitaba estos edifi- ~I
cios. Su custodia y mantenimiento diario era labor del la
alcaide del castillo o torre. Normalmente vasallos ~
hidalgos de confianza del señor que custodiaban d
dichos castillos. La labor de estos no debía estar liga-
da solamente al señor, sino que probablemente debí-
an servir a los intereses del rey. Prueba de ello es el
documento de 1429 que otorga el rey Juan 11 a los
alcaides de los Castillos del Señorío de Leonor de la
Vega, para que queden exentos de Servicio para la
guerra que Juan II había emprendido contra los reyes s.
¡¡:
de Aragón y Navarra (PÉREZ, R. 1979: 271 y 335) 6 •
Entre estos alcaides se encontraba el propio del casti-
llo de Liencres, casi con toda seguridad, quien debía
guardar el castillo ante cualquier eventualidad.
e
El vasallaje y sumisión del alcaide a su tI
señor, debía realizarse mediante un acto simbólico, d
en el cual juraba su cargo, la guardia y defensa de la e
fortaleza. Así en el año 1432, el alcaide del Castillo e
de Liencres realizaba un juramento y homenaje a n
Doña Leonor de la Vega derivado de las tensiones y
 A - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -¡- ¡ n o
1~1. aspiraciones de los Manrique sobre las Asturias de
Santillana (PÉREZ, R. 1979: 59) 7 •
el
Ese mismo año Doña Leonor de la Vega
a fallece y se redacta un inventario de los bienes raí-
es ces8. En dicho inventario aparece el castillo dentro
)' de los dominios del Mayorazgo de la Vega con
e- Polanco (PÉREZ, R. 1976-77: 121). Dicho inventa-
a/ rio muestra un intricado sistema defensivo y de
dominación: 9 casas fuertes, 7 palacios, 11 torres y
4 castillos (Valdegama, Argüeso, Guardo y
Liencres). Es decir un total de 24 fortificaciones,
aunque quizá solo fueran 22 (ARAMBURU, M.A.
2001: 276). El castillo de Liencres sería la fortifica-
ción situada más al este de sus dominios y una de las
cuatro calificadas como "castillo".
lo
~.ln La importancia topográfica del castillo y su
10 situación estratégica debieron funcionar como refe-
re rencia a la hora de delimitar territorios amplios. Así
ue en el año 1435 los bienes abandonados en la costa
re, de las Asturias de Santillana, que habían perteneci-
El do al rey por ser bienes sin dueño conocido, son
reconocidos por los Corregidores de las Asturias de
Santillana como pertenecientes a la Abadía "desde el
castillo de Liencres hasta Uriambre" (PÉREZ, R.
1979: 205)9.
La posesión del castillo es confirmada tras
la muerte de Doña Leonor de la Vega con motivo de
la partición de la herencia. En el año 1437, en un
traslado de escritura de partición dada por Inés
Lasso de Mendoza, doña Elvira Lasso de Mendoza,
viuda de Gómez Suárez de Figueroa, Mayordomo
Mayor de la reina doña Catalina, Gonzalo Ruiz de
la Vega e Iñigo López de Mendoza (PÉREZ BUSTA-
MENTE, R. y CALDERÓN, J.M., 1983, 218 y 222,
doc. 107) 10 ; el castillo vuelve a ser citado:
.1-
l- " ... la de Asturias de Santillana de que man-
e! damos e declaramos e determinamos que aya la
O:. quinta parte la dicha señora doña E/vira sacado la
lla Casa de la Vega e el castillo de Liencres e la torre de
la Comillas e la torre de San Martín e las torres de
es Santander quanto a los cuerpos forros della e casda
una dellas, ... ".
ia Tras la muerte de Doña Leonor de la Vega,
su hijo D. Iñigo López de Mendoza y el Conde de
Castañeda (casado con Doña Aldonza, la hermanas-
~u tra de lñigo López) disputan y pleitean por algunas
o, de sus pertenencias. La causa de estos litigios reside
ia en la entrega que el rey Juan II realizó al Conde de
lo Castañeda y que años antes había dado también al
a marqués. Con esto el rey Juan II pretendía agradar a
y
M a n t e e ó n C a I I e j o -
ambos y no prescindir de ellos en los momentos difí-
ciles de su reinado. El pleito duró varios años desde
el año 1438 al 1443. En él se interrogaron a varios
testigos en defensa de Iñigo. En una de las preguntas
(de la parte decimotercera) debían afirmar si el cas-
tillo pertenecía a Doña Leonor (PEDRAJA, E. de la
1920-21: 90):
"los marinos que son zerca de S"ttillana e zerca de
Liencres, e con el dicho lugar e casttº, que sabian
que Dª. Leonor tenía el castillo de Liencres" 11 •
Durante estos años el castillo se convierte en
un referente para toda la zona. Muestra de ello es la
cita en alguno de los documentos de escritura, como
la otorgada en 1445 por Martín Fernández de
Liencres, escribano de la villa de Santander a Juana
Gutiérrez de Bárcena y Rodrigo de Herrera, durante
la venta a Sancho de Escalante y Teresa Díaz de
Zeballos de la hacienda que tenían los primeros en
el valle de Camargo, desde el castillo de Liencres
hasta la torre de Maliaño (TORO, R.Mª . de 2001:
371, nº 178; MAZA, T. 1936: 19, nº 76) 11 •
En el año 144 7 el castillo vuelve a ser cita-
do por el Marqués de Santillana como perteneciente
a su señorío. Según consta en el Privilegio Rodado
expedido el 10 de enero por el rey Juan Il, como
compensación por la victoria y recuperación de la
villa de Torrija que había sido ocupada por las tro-
pas del Rey de Aragón . En él se incluye la enumera-
ción enviada por Iñigo López de Mendoza (PÉREZ,
R. 1979: 80 y 373 13 ; PÉREZ, R. 1978: 92):
" ... e cerca del castillo de Liencres e el lugar e castillo
de la dicha Liencres e la Mortera e Ria Candial ... ".
Un año más tarde, en 1448, el Marqués de
Santillana, Iñigo López de Mendoza, pide al rey
Juan II que le confirme sus pertenecías ante la noti -
cia que éste quería dar al Conde de Castañeda varias
mercedes de la jurisdicción del Marqués. En dicha
petición el Marqués dice (SUAREZ, A. 1656: 38,
escritura 81 ):
"A mi noticia es venido que V.A. quiere dar al
Conde de Castañeda 800 vasallos con jurisdicción
en la merindad de Asturias de Santillana, y que vues-
tros Corregidores se han entremetido e entremeten a
usar de la justicia que yo he me pertenece en el solar
de la Vega con su mayordomado, .. . la Onor de
Miengo, con el puerto de San Martín de la Arena e
con las Marinas que son cerca de Santillana e cerca
del castillo de Liencres, ... e el lugar e castillo de la
dicha Liencres, Ebo e Mortera".
- GU A A T R M O N A D A C O T A

To
to
se

COI

Memorial de Manuel Francisco de Cevallos (1726) donde se relata la orden de ajusticiamiento por conspirar (usando como ro
fuerza militar los castillos de Santander, Liencres y Mogro} contra el rey Felipe 11 a favor de D. Juan de Austria. la
tell
cá
SI
2.3 LA EDAD MODERNA: LA PÉRDIDA gicos, la cima siguiente donde se ubica en la actuali-
PROGRESIVA DEL VALOR MILITAR dad un chalet, posteriormente el Millajo y por últi- .G

mo el Tolio. En el libro aparece descrita la torre en te

A inicios de la Edad Moderna el castillo francés cuya traducción sería así: q
comienza a perder valor. Los grandes señoríos Ull
comienzan a decaer y se suceden los pleitos para "Sabrás que la montaña en la cual está la ta
pasar a depender directamente del Rey. Las citas que torre de Liencres cuando tú estés abajo de ella se la qu
encontramos a partir de esta época se refieren sim- ve que es así y arriba está almenada como en esta
plemente a referencias topográficas a efectos de figura."
localización de fincas y heredades.

A finales del siglo XV la heredad de

Liencres fue cedida por la Casa de la Vega al monas-
terio de Monte Corbán, quienes más tarde lo cederí-
an al Concejo de Liencres 14 • El castillo seguiría en
manos del señorío no trasladándose tampoco en el
trueque realizado entre la Abadía de Santillana y el
Duque del Infantado 15 •

El documento más interesante de los consul-

tados es del año 1520. Se trata de un derrotero marí-
timo francés editado por Pierre Gracie (GRACIE, P.
1520; en CASADO, J.L. 2000: 114) donde se descri-
ben varias fortificaciones de la costa de la región.
Entre ellos aparecen los castillos de Cabo Mayor,
Liencres y San Martín de la Arena. En él se puede
observar un tosco dibujo que muestra una torre
almenada y matacan ubicada en la parte más orien-
tal de un monte, que por su forma es fácil identificar Ampliación del mapa del Atlas de Texeira donde se obser- r•
con la cima donde hoy se hallan los restos arqueoló- va junto a la ría, el símbolo del castillo, en el monte Picota.

§acBe qfo motaígnetJJfA&ffe efffct tonr Se ír-ncree qucmt fil
(eras ctu 6íl6 8effe effe(e monfh:e r(fre teffe et cft (01cpue b(~
fue comme ce(fri fí_gure.
Torre de Liencres. Año de 1520. El dibujo representa a la
torre en la estribación oriental den La Picota. En la repre-
sentación se observa perfectamente la torre dotada de
almenas sobre matacanes.
El dibujo es realmente interesante ya que
constituye la única representación gráfica de la
torre. Tal corno dice la traducción y se ve el dibujo,
la torre aparece almenada. Pero no se trata del sis-
tema de almenas típico de la mayoría de las torres
cántabras (almenas sobre lienzo vertical), sino de un
l- sistema de almenas sobre matacanes. Estos últimos
son un conjunto de ménsulas que sostienen un mure-
11 te que sobresale sobre la vertical del lienzo sobre el
que se construyen las almenas. Este sistema permite
un adelantamiento de la visual sobre las zonas muer-
tas junto a los muros. Además, gracias al espacio
ra que existe entre matacán y matacán, es posible dis-
.1
j
Mapa del Partido del Bastón de Laredo, 1774 . En el apa-
rece citado el "Castillo de Hércules" junto a Liencres.
o.
Lino Mantecón Cal ~
Vista aérea del Monte Castillo, Sierra de Tolío (La Picota)
parar verticalmente al muro o verter líquidos, pie-
dras, etc. Las almenas sobre matacán surgen por las
dificultades que suponía asomarse por las almenas
hacia las zonas muertas sin ponerse al descubierto.
Por ello se adelanta el pasillo,,sacándolo de la verti-
cal de la muralla, lo que posibilita el disparo en ver-
tical desde el adarve sin ponerse al descubierto. Con
este sistema se dificulta el asedio a pie en las partes
más cercanas al lienzo de la torre (por ejemplo para
poner una escalera, excavar una mina, usar un arrie-
te, etc.). En Cantabria solo constan de este elemento
la Torre del Infantado en Potes (s. XV), La Costana
de los Bustamante (s. XIV) y la desaparecida de San
Martín de la Arena en Suances (s. XV). El sistema de
almenas sobre matacanes es muy común en la Baja
Edad Media, aunque también se encuentra algún
ejemplo en la Plena Edad Media. Es decir que el
dibujo encaja perfectamente en la tipología y crono-
logía aportada en el artículo de finales del siglo XJll
y principios del XIV.
Con el conocido Pleito de los Valles' 6 el cas-
tillo vuelve a estar en el ojo del huracán. En 1554 los
vecinos son interrogados sobre las pertenencias del
Duque del Infantado. Estos afirman que en los
Nueve Valles de Asturias de Santillana había 43
torres, dos casas fuertes y el castillo de Liencres
(PEDRAJA, E. de la 1920-21 : 91).
También en el año 1564 se cita el castillo de
Liencres como perteneciente a la Casa de la Vega. La
llamada aparece en un memorial presentado en el
Pleito de los Valles, donde se puede observar la per-
vivencia de las torres en las Asturias de Santillana
(ESCAGEDO, 1917), (ARAMBURU, M.A. 2001:
269-270).
- GU A P A T R M O N A D A p C O T A

Piq

el l
Detalle de la zona donde se sitúa el foso. La espesa vegetación impide verlo, aunque es perfectamente reconocible "in situ". tat
y 1

En el año 1578, Felipe 11 ordena ajusticiar al
Secretario Escohedo quien pretendía favorecer a
Don .Juan de Austria con el apoderamiento de las
principales fortalezas (PEDRA.JA, E. de la 1920-21:
91-92):
Pr
Sa1
uno de los motivos que tuvo el Señor Phelipe
Segundo para sospechar del Secretario Escobedo
que hacía las partes del Señor Don Juan de Austria,
fu
porque le dio orden a Antonio Pérez para que le
qu
hiciese matar, fue el haber fundado (reedificado) el
pa
castillo de Santander, de que le hizo merced Su
16
majestad, y persuadirse por siniestras influencias
rl(
que con el tal castillo, el de Liencres, el de Peña de
Pr
Magro y sus parientes , haría dueño al Señor Don
b
Juan de austria de toda la Montaña, y desde ella de
todo el Reyno, como sucedió en el principio de la
restauración de él 17 " .

Sin embargo, este relato puede que no sea

creíble, ya que seguramente pudo ser la disculpa que
puso Antonio Pérez para justificar el asesinato. No
obstante, parece claro que el castillo pudo seguir
plenamente activo o al menos utilizable. Eduardo de
la Pedraja (1920-21: 92) supone que el castillo de
Liencres fue quemado por el rey en represalia, aun-
que a nuestro juicio esta afirmación carece de una
base sólida. e
z,
En 1634 el castillo aparece representado o
Foso
como símbolo geográfico en El Atlas del Rey
Torreen N
I Fo1og1afía aérea
lnterP<etación de estructuras arqueológicos Planeta de Pedro Texeira (1634), constatando así su
Cerca existencia como punto destacable en la costa en
estos años.
 lino Mantecón Ca/lejo ~

Piqueteados y restos de mortero para el asiento de sillares en la zona del torreón.

El castillo debió subsistir hasta bien entrado
el siglo XVII, quizás ya abandonado y sin uso mili-
tar. En 1658 el castillo aparece citado entre las torres
y casa fuertes que existían en dicho año en la
Provincia de los Nueve valles de Asturias de
Santillana '8 (PEDRAJA, E. de la 1920-21: 92).
Uno de los últimos que lo debió ver en pie
fue el padre Sota, pues en 1681 dice que "parece fue
quemado, y no demolido, porque perseveran sus
paredes; pero sin madera alguna ni texa" (SOTA, F.
1681: 564). El castillo sin tejado, ni estructura inte-
rior comenzaría un lento pero inexorable deterioro.
Probablemente las aguas y el expolio debieron aca-
bar con él hasta su mínima expresión en pocos años.
No obstante, el castillo debió resistir las
embestidas de la erosión. Ya que en el mapa del par-
tido del Bastón de Laredo de 1774'9 aparece un
"Castillo de Hércules" sobre el pueblo de Liencres,
remarcado con el símbolo de una torre con una ban-
dera en lo alto (símbolo de fortificación en cartogra-
fía). La situación del mismo indica que se trata del
propio castillo de Liencres. Aunque extraña la
nomenclatura como "Castillo de Hércules" por
cuanto desde las primeras citas hasta la fecha del
presente mapa siempre aparece citado como
"Castillo de Liencres". Así que puede que estemos
ante un nuevo nombre del castillo o ante un topóni-
mo mitificado.

a
Cima del monte Castillo.
Zona de cierre de la cerca
o
o muralla.
?y
u
Al fondo (junto a la persona de rojo)
n
lugar donde presumiblemente se ubi-
caba la torre.
 A P A T M O N A
Eduardo de la Pedraja (1920-21: 85) recoge
en su obra referencias a citas tardías del castillo.
Estas citas son referidas por el autor al castillo pero
es posible que tales documentos aludan a atalayas de
nueva construcción para la defensa de la costa y no
al castillo. La referencia indica que el Real
Consulado de Santander acordó en 1794 "verificar
la plantación de cinco vigías con señales de banderas
en la costa del mar, desde la punta y alta de Liencres
hasta el cabo de Quejo, para observar y avisar lo que
advirtieran en alta mar, sirviendo con tiempo de
gobierno y precaución a los pueblos" 2º. Poco más
tarde, en 1808, el General Bartelemy impuso una
multa al Concejo de Liencres quienes tenían a su
cargo la atalaya, apresando a algunos miembros del
mismo y al cura párroco. El motivo, no haberle
comunicado el desembarco de una lancha con varios
hombres que habían sufrido una trincadura france-
sa (PEDRAJA, E. de la 1920-21: 85 2 1).
Normalmente las atalayas se sitúan junto a la entra-
da a puerto o fondeadero. Preferentemente justo en
la línea de costa y perfectamente visibles. En las ata-
layas se sitúa el atalayero, nombre que dan al prác-
tico que guía las embarcaciones o avisa de su avista-
miento, por medio de las señales que hace con una
bandera blanca 22 • Por lo tanto la cita de E. de la
Pedraja no parece muy acertada para relacionarla
con el castillo, ya qu~ éste se sitúa un tanto alejado
de la costa como para hacer señales con una bande-
ra, aunque si que pudo funcionar como vigía del
mar.
En el recientemente libro editado por
Mortera Verde: "12 rutas y paseos por el valle de
Piélagos'', señala que durante la Guerra de la
Independencia las tropas francesas establecieron
garitas de vigilancia costera en varias de las cumbres
del monte Tolío (OBREGÓN, F. 2002: 27) . Si bien
es cierto que no sabemos si dichas garitas aprove-
charon las ruinas de castillo objeto de este estudio.
3. DOCUMENTACIÓN MQUEOLÓGICA
El Castillo de Liencres se situa en lo alto de
la montaña del castillo (172 m.s.n.m.) sobre el pue-
blo de Liencres y la ría de Mogro. Constituye una
referencia de máxima importancia en el fenómeno
de las fortificaciones medievales en Cantabria.
Probablemente podamos asimilar el edificio a un
castillo pequeño o a una torre con cerca y foso. De
estas se conservan pocos ejemplares en Cantabria.
Sería el caso de ejemplos antiguos como la torre de
Estrada, Cabanzón, Hinojedo, Toranzo, Rasines y
las Henestrosas. Aunque por su tipología le podría-
mos asimilarle, como más tarde veremos, con el
modelo del Castillo de Collado en Camargo.
D A p C O ·1 A
Tras la visita efectuada al yacimiento pocos Por
datos podemos aportar, ya que toda la finca se halla- alca
ba cubierta por la vegetación. Una espesa maraña de par
escajos y hierbas altas que ocultaban y matizaban das
cualquier estructura o variación de cota en el terre- me
no. Aún así, se podían constatar dos grandes estruc- visil
turas y una tercera dudosa. me
ba
La primera de ellas y la más vistosa es un en
gran foso de sección en "U", que rodea el flanco sur
de la montaña del castillo formando un arco irregu-
lar de unos 36 metros de radio (del cantil norte al que
borde exterior del foso) y 36 m de diámetro mayor mel
(de este a oeste.) Según E. de la Pedraja 23 (1920-21: el
92) su longitud del alcanzaría los 225 pies (62,64 de
m.), que coinciden aproximadamente con las medi- de
das realizadas en la actualidad. El foso debió tallar- fla~
se en la roca caliza que aflora casi en superficie. No di
hemos podido medir la profundidad actual, aunque
es posible que sobrepase los 2 metros, con una
anchura variable de unos 5 m. En la fotografía aérea
consultada se aprecia una posible puerta en la esqui- ca
na noroeste, donde también se intuye la planta de la alg
torre. Durante la visita al yacimiento hallamos algún H
fragmento de teja en el fondo del foso lo que indica
la posibilidad de cubriciones con teja árabe para este
edificio. CI
qu
En la foto aérea se observan líneas que pue- ce1
den corresponder a la planta de la torre. Ésta se
situaría en la esquina noroeste del conjunto, justo al
lado de la puerta de entrada que dejaría el foso. La
razón de situar la torre junto a la puerta de entrada
obedece a estrategias defensivas, evitando así cual-
quier incursión por el punto más débil de la fortifi-
cación. Esta disposición es exactamente igual a la
que se ha documentado en el Castillo de Collado de
Camargo o a la que se puede observar en las ruinas
del castillo altomedieval de Buistriguado
(Valdáliga). En la visita al yacimiento también docu-
mentamos afloramientos calizos piqueteados y talla-
dos, con restos de mortero de cal y arena pegados.
Estas zonas estaban destinadas a mejorar la adhe-
rencia y dotar de cimentación a los sillares de la
torre. En este sentido apuntar el paralelo en la torre E
del Castillo de Camargo. e
E
En el terreno se observa un pequeño resalte E
en torno a la torre. Es una pequei"'ía plataforma, hoy r
en día cubierta de hierbas altas y tupidas. e
Seguramente sean los restos de la torre o de una
cerca exterior. Según Eduardo de la Pedraja (1920-
21: 92) esta era de 100 pies de largo y 50 de ancho e
en sentido este a oeste. Medidas muy redondeadas a f
nuestro juicio. Es decir, 27,84 m x 13,92 m, medi-
das demasiado grandes para una torre de este tipo.
 A lino
co Por ejemplo, en Cantabria, estas medidas 24 sólo las
ralla - alcanza la Torre del Infantado con 16 m de lado,
~ a de para lo cual necesita de un patio interior. Estas medi-
ba n das encajarían mejor con el grupo de castillos alto-
rre- medievales y plenomedievales de Cantabria 25 • En la
ruc- visita al campo no constatamos las cimentaciones
mencionadas por E. de la Pedraja pero si se observa-
ba un resalte en el terreno de unos 25 m de longitud
un en sentido este - oeste.
Con todos estos datos es posible afirmar
que se ha constatado la existencia una fortificación
medieval en la cima de la montaña del Castillo sobre
el pueblo de Liencres. Este consta de un foso en arco
de sección en "U" de 2 m de profundidad y 62,5 m
de longitud (36x36 m de arco), que protegería el
flanco sur de la fortificación. En el lado noroeste se
dispone la puerta de entrada flaqueada por el norte
con una torre de dimensiones desconocidas de base
rectangular. La torre fue cimentada sobre la roca
tallada para recibir sillares unidos con argamasa de
cal y arena. Entre el foso y la torre debió existir
algún tipo de cerca defensiva de unos 27-28 m x 13-
14 m que cerraría el conjunto.
Eduardo de la Pedraja (1920-21: 93) nos
cita el hallazgo de "puntas de chuzo muy oxidadas"
que, según él, algunos investigadores las databan en
e- centurias anteriores al siglo XV. Este tipo de "pun-
se tas de chuzo" podían asimilarse a las puntas de fle-
al cha halladas en las excavaciones arqueológicas del
La Castillo de Collado en Camargo (BOHIGAS, R.
da 2001: 203-207). Aunque este extremo es difícil de
al - confirmar.
ifi-
la Si comparamos la tipología del castillo (o
de torre con cerca) con el resto de edificios militares
medievales de Cantabria 26, parece que su cronología
se acerque más a fortificaciones plenomedievales y
altomedievales. Ya que rara vez, las torres bajomedie-
vales constan de elementos defensivos como foso,
cerca y torreón defensivo junto a la puerta.
Precisamente estas coincidencias si se encuentran en
castillos bien documentados del siglo VIII al XII.
Entre ellos baste citar al ya mencionado Castillo de
Collado en Camargo, el Castillo de los Moros en
Buistriguado o el Castillo de Peñacastillo en Comillas.
En todos los casos observamos cimentaciones sobre
roca (castillos roqueros), torreón junto a la puerta de
entrada y recinto amurallado o cercado, además de su
clásica situación sobre montañas picudas o prominen-
tes en sitios dominantes. Es decir, que probablemente
estemos ante una construcción anterior al siglo XIV,
fecha de su primera cita.
o.
Mantecón Calle¡o
4. SÍNTESIS DE RESULTADOS DE DOCUMENTACIÓN
Las fuentes históricas y las evidencias
arqueológicas asientan, incuestionablemente, la
existencia del castillo de Liencres. Un importante
yacimiento arqueológico medieval en la cumbre del
monte Castillo. Dicho yacimiento concentra las pro-
pias estructuras defensivas, así como un presumible
yacimiento arqueológico.
El Castillo, con toda seguridad, fue fundado
a finales del siglo XIII o inicios del siglo XIV, por el
señor de la Vega, Garcí Lasso l. Este personaje fue el
fundador de dicho señorío en las Asturias de
Santillana, quien poseía también la torre de
Comillas y la propia torre de la Vega en Torrelavega.
El castillo se situaba en el extremo más oriental de
sus dominios, en lo alto de la única montaña que
existe entre Suances y Santander, a escaso kilómetro
y medio de la costa. La montaña no es otra que el
último resalte topográfico del Monte Tolío (La
Picota), a unos 155 m.s.n.m.
El monte ha servido desde tiempos inmemo-
riales como referencia a la navegación en el
Cantábrico. Quizá, en su origen, su función fue la de
controlar dicha navegación o la de reprimir cual-
quier incursión hacia el interior del señorío desde el
área de Santander. Su posición domina una amplia
zona que abarca desde el oeste con una buena visual
sobre el puerto de Suances y el este hasta Santander.
Incluso todos los dominios situados en el arco de
Mortera.
En el castillo no debió ser frecuentado por
su señor, dejando su custodia a un hidalgo de su con-
fianza con el cargo de alcaide. Conocemos el nom-
bre de uno de ellos en 1403: Gonzalo de Escalante,
probablemente relacionado con el poderoso linaje
dominante en Santander. Años más tarde, en 1467,
harían frente a las huestes del Marqués de Santillana
D. Diego Hurtado de Mendoza. El marqués se
ayudó de algunos vecinos destacados de la villa para
hacerse con la Puebla Vieja de Santander, a través de
la puerta de San Pedro. Las huestes del Marqués, a
las ordenes del Corregidor García López de Burgos,
Juan de Gauna (Merino de Santillana) y Ladrón de
Guevara (PÉREZ, R. 1978: 188-189), probablemen-
te debieron hacer escala en Liencres. Lugar pertene-
ciente al Marqués y cerca del Camino Real que
desde Torrelavega conducía a Santander.
El castillo es frecuentemente citado en las
fuentes en los momentos centrales y finales del siglo
XV y durante el siglo XVI. Muchos documentos
- GU A A T R M O N A
hablan de él para referirse a fincas o dominios como
referencia. En especial, el Pleito de los Valles, quizás
como símbolo de dominación del señor.
No es probable que el castillo fuera desmo-
chado en tiempos de los Reyes Católicos pues todos
los castillos y torres pertenecientes a la Casa de la
Vega, permanecieron intactos. Probablemente debido
a la influencia de esta familia en el entorno de la Casa
Real. La torre aparece íntegra en la representación de
1520 de Pierre Gracie. No fue así con otras torres o
castillos de familias no afines a la monarquía.
Una vez que la mayoría de las Asturias de
Santillana son liberadas del poder feudal, el castillo
pierde su función militar y de dominación.
Posiblemente sufrió una última embestida en tiem-
pos de Felipe 11 durante la revuelta en favor de D.
Juan de Austria. Siendo citado más tarde en 1658.
Pocos años después el castillo comenzaría
su ruina. El padre Sota en 16 81 describe al castillo
sin tejado y sin la estructura de madera interior. Lo
que indica un claro abandono y su situación de
ruina. Un siglo más tarde, en 1774, el castillo es cita-
do en el Mapa del Bastón de Laredo como "Castillo
de Hércules", siendo ya una mera referencia donde
probablemente solo e{{istía más que los cimientos y
algunos muros.
A finales del siglo XIX solo quedaba de él
unos pocos cimientos que apenas permitían un estu-
dio de detalle. Eduardo de la Pedraja llegó incluso a
recoger un par de puntas de flecha, lo que indica que
tal vez se realizó algún tipo de excavación.
Respecto al análisis arqueológico en la
actualidad, se ha constatado la existencia de un foso
de sección en "U", de 5 m de ancho y 2 de alto, que
rodea el flanco sur en unos 62 m de longitud, dejan-
do un espacio interior de 36 x 36 m. La puerta de
entrada a 1 recinto se situaría en el flaco noroeste.
Lugar donde se situaría una torre de dimensiones
desconocidas de base rectangular que defendería
dicha puerta. Esta torre fue cimentada sobre la roca,
la cual fue tallada para asentar bien los sillares hoy
en día desaparecidos. En dichas rocas se hallaron
restos de mortero de cal y arena que confirman este
punto. La torre y el recinto defensivo al norte pro-
bablemente contaría con una pequeña cerca, aunque
el actual cantil podría hacer las veces de muralla.
Entre el foso y la torre debió existir algún tipo de
cerca o pequeña muralla defensiva de unos 27-28 m
x 13 -14 m que cerraría el conjunto. Recinto que se
observa vagamente en la foto aérea y se adivina con
dificultad en el terreno.
D A p e o r A
La representación de Pierre Garcie de 1520
de la torre almenada sobre matacanes, alude a un
castillo de calidad, con una arquitectura cuidada y
singular dentro del conjunto regional. Este tipo de
solución constructiva, como se apuntaba anterior- an¡
mente, encaja perfectamente con su cronología de
finales del siglo XIII o principios del siglo XIV.
rer
El dibujo no muestra ninguna cerca ni
muralla exterior, por lo que es posible que única-
mente contara con la estructura de torre y foso.
Con estos datos cabe una última reflexión
sobre su clasificación dentro de la castellologia. Es
decir, decidir si estamos ante un castillo tal como
dicen las fuentes escritas o simplemente es una torre
con cerca. Es cierto que la documentación siempre
contextualiza el castillo y lo compara con torres. Por gr
ejemplo, en 1432 Leonor de la vega poseía 9 casas q
fuertes, 7 palacios, 11 torres y 4 castillos. Entre los
castillos se encontraban el de Valdegama, Argüeso,
Guardo y Liencres. Todos ellos castillos como tal defi-
nición. Quizá, si hubiera sido solo una torre con la
cerca, debiera haber sido citada con las torres que m
dicha señora poseía y entre las cuales había alguna
con cerca. En función de las mediciones que se han
realizado, parece más lógico pensar que estemos ante
un verdadero castillo, pero de reducidas dimensiones.
,.,
J
Y no ante una torre con cerca. No obstante, los datos ra
que disponemos no son del todo concluyentes y solo p
una intervención arqueológica que pusiera al descu- nJ
bierto todas sus estructuras daría una visión clara de 11
su clasificación. ei
p
Por otro lado, quedaría por señalar un últi-
mo punto. En el terreno y en relación con la puerta e
de entrada se observa un camino que se excava en la t:
ladera norte del monte Tolío. Dicho camino pudiera r.
ser el original que empleó el castillo para acceder a
su interior. No obstante la presión agraria y la utili-
zación de estas cumbres durante la Guerra Civil y la
posterior construcción de la traída de aguas, nos
hacen dudar de su origen medieval. r.
e
l.
5. ESTADO DE CONSERVACIÓN
Como se ha ido apuntando a lo largo del
(
texto, el Castillo de Liencres forma hoy en día un
yacimiento arqueológico por cuanto una gran parte
de sus estructuras están totalmente cubiertas de tie-
rra, si exceptuamos el foso.
Según Eduardo de la Pedraja parte de este
foso había sido cubierto en parte cuando él lo visitó.
Hoy en día el foso y todo el yacimiento se halla

'°'
cubierto de una espesa vegetación arbustiva de esca-
52 0 jos (tojos y árgomas) y hierbas de altura. Esta vege-
un tación enmascara las posibles estructuras visibles no
a " pudiéndose diagnosticar que tipo de estructuras con-
de serva o si por el contrario el yacimiento está muy
or- arrasado.
de
Sabemos por Eduardo de la Pedraja, en
referencias que ya se han realizado anteriormente,
ru que se hallaron algunos materiales arqueológicos
..::a- de tipo puntas de flecha. Esta aseveración apunta
a que conserva un yacimiento arqueológico, que si
lo comparamos con otros de similares característi-
ión cas debe ser bastante rico.
E
mo Por otro lado actualmente no tiene ningún
·rre uso. Es precisamente el abandono lo que ha moti-
"'re vado la invasión de la vegetación, que oculta en
or gran parte la mayoría de los restos. Vegetación
sa que en algunas zonas es tan espesa que hace impo-
- ' sible la documentación del lugar.
50.
La acción antrópica también ha afectado a
on la conservación del yacimiento. Así, el expolio de
ue mampuestos provocó la destrucción de los pocos
J:J muros que quedaban visibles hasta inicios del siglo
1an XX y pérdida de valor del conjunto. Una planta-
ire ción de eucaliptos ha generado problemas en el
~-
yacimiento arqueológico por la introducción de
:os raíces en cimentaciones, que mueven y destruyen
llo posibles estructuras enterradas, que además ame-
:u- naza con la extensión por semillas a esta zona.
de También se ha observado una degradación del
entorno con basureros incontrolados y obras
públicas que han afectado a posibles estructuras
n- de acceso al castillo. Por último el abandono y la
"Ta especial exposición de las estructuras, está afec-
la tando al grado de conservación por erosión natu-
ra ral.
·a
Estas actuaciones han provocado que el
la bien en cuestión se halle sumamente afectado y
que haya perdido una parte de su valor. No obs-
º' tante, parece que el yacimiento se debe conservar
en buenas condiciones, a falta de estudios de deta-
lle que sobrepasan el alcance de este informe.
El castillo de Liencres y los elementos ane-
xos (bunkers y trincheras de la Guerra Civil), se
in enmarcan dentro de un paisaje de costa y monta-
-ce ña, que ha funcionado como referente en la topo-
e- grafía de Liencres. El Castillo de Liencres está
íntimamente unido al macizo montañoso de los
Altos de Liencres, ya que son las únicas tierras
-e altas que hay desde la orilla del mar entre Suances
y Santander. Además el castillo se sitúa en la punta
la más oriental de la montaña, dominado cualquier
Lino Mantecón Ca/le¡o -
paso a la bahía de Santander y cualquier incursión
hacia el interior. Esta conjunción estratégica hace
que el paisaje que forma el tandem montaña - cas-
tillo sea inseparable. Cualquier alteración en su
fisonomía y topografía provocaría una pérdida de
valor patrimonial.
6. CONCLUSIONES
El estudio historiográfico y de documenta-
c10n superficial del castillo medieval de Liencres
(Piélagos) ha puesto de manifiesto la importancia
histórica de esta fortificación medieval.
El Castillo de Liencres se sitúa sobre la
colina de Monte del Castillo en la estribación más
oriental del Monte Tolío (La Picota), sobre el pue-
blo de Liencres. La única elevación montañosa
entre Suances y Santander, que ha sido referente
para navegación desde tiempos inmemoriales.
El Castillo de Liencres no conserva hoy en
día ninguna estructura arquitectónica visible, por
lo que su consideración patrimonial es la de
Yacimiento Arqueológico. En el terreno todavía se
puede observar la existencia· de un foso y median-
te fotografía aérea parte de una antigua torre
junto a la puerta de entrada (también una posible
cerca). Muy cerca de este bien se halla un antiguo
camino (destruido en parte por las obras de la traí-
da de aguas), que da acceso al castillo desde
Liencres y varias estructuras defensivas (trincheras
y bunker) de la Guerra Civil.
El castillo fue construido por Garcí Lasso
I, Señor de la Vega, a finales del siglo XIII o prin-
cipios del siglo XIV. Pasó a ser una fortificación
decisiva para defensa del territorio más oriental de
las Asturias de Santillana, estando plenamente
activa hasta el siglo XV y principios del siglo XVI.
En esta época el castillo estuvo habitado por un
alcaide encargado de la custodia de la plaza a las
ordenes de su señor. Exactamente la época en que
la Casa de la Vega estuvo más activa en la zona
hasta que empezó a perder poder a raíz del Pleito
de los Valles.
A partir del siglo XVI el castillo entra en
una época de decadencia y abandono. Para 1681 el
castillo ya había perdido parte de su techumbre y la
estructura interior de madera. Y a finales del siglo
XIX solo debían observarse poco más que el arran-
que de los muros. En esta época se hallaron materia-
les arqueológicos que hoy están en paradero desco-
nocido.
- GU A A R M O N A D A C O T· A

Aunque los restos son exiguos no es desdeña-
ble su vertiente patrimonial arqueológica, ya que aún
se puede observar el foso y parte de la zona que debió
albergar la cerca.
En el yacimiento debería realizarse una
actuación de conservación y adecentamiento, consis-
tente en la eliminación de las especies arbóreas de
rápido crecimiento (o industriales) y desbroce general
del área. El uso del bien deberá orientarse a la puesta
en valor del mismo mediante un plan de interpreta-
ción e investigación del área. En este sentido, la zona
que ocupa el yacimiento del castillo tiene unas condi-
ES~
ciones idóneas para sacar a la luz las estructuras no
arquitectónicas (cimentaciones), y recuperar su fun-
ción de centro de control que fue en la Edad Media GF
(que puede convertirse en mirador).
GC
Dicha actuación deberá llevar aparejada un dt'
estudio arqueológico de detalle. Dichos trabajos
aportarían una información más exhaustiva y fiable,
resolviendo las incógnitas de su clasificación (casti-
llo o torre con cerca) y su origen (por si el castillo
pudiera haber sido construido sobre las ruinas de
otro más antiguo, quizás altomedieval).

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Sa

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S.i

Pl
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' Una hipótesis nada descabellada apunta a la existencia de la torre siglos antes para la defensa de la costa. En este sen-
tido es posible que el Castillo de Liencres esté en relación con la red de fortificaciones de costa que la monarquía astu-
riana, en tiempos de Ramiro I, construyó para defenderse de los ataques piratas normandas del siglo IX (AVELLÓ, J.L.
1987: 93-102). Y que en la Cantabria actual estaría representado por el Castillo de Comillas, el de Liencres, el Castillo
de Collado en Camargo, el Pico del Castillo de Solares y el Pico del Castillo, la Cruz o Lastramala de Otañes, amen de
otros dispuestos en las vías de penetración.
2
Si bien es cierto, que el presente estudio se basa principalmente en sus apreciaciones.
3
Libro de genealogías procedidas de Cantabria, B.M.S., Doc. 984 / Ms. 578, fol. 43.
4
1338. Marzo, 9. Astudillo. A.H.N. Osuna, leg. 1.789, núm. 6. Carta de los partidores en la herencia de Garcí Lasso
sobre los bienes que correspondieron a los herederos: " ... E otro si luego, el dicho Pero Gil dio otro alvalá al dicho
Gutier Peres con la suerte de los bienes que en él estaban escriptos e el dicho Gutier Peres rescibiolo e dio/e al dicho
escribano que le leyese e le publicase ante los testigos porque él supiese qua! era lo que! cabie por su suerte e el dicho
escribano abriolo e leyolo, e lo que en él se contenía es esto: el castiello de Liencres con toda la heredat del aldea de
Liencres e con toda la heredat del camino de Ve sana fasta la mar, que era de Garcia Laso, su padre, e más los solarie-
gos de Mario con los solariegos de Corván e los molinos de Luesa con el solar de Luesa e con la heredat de Castiello
salvo lo que heredan en Santander, e copo más a esta suerte el solar de Camargo que compró Ferrant Martínez de
Bermejo de los de Cieza para Garcia Laso, e la casa de Comillas con todos los heredamientos de Comillas con todas
sus pertenencias con la parte que havia en la eglesia de Comillas e toda la heredat que ha en Ruiloba e solariegos desde
el ria de Santillán fasta el portie/lo de Comillas, e que lo quieren Gutier Peres e sus hermanos cada uno lo qué le copia-
se en mil maravedís (... ), e más la quinta parte del portazgo de Pie de Concha e más el aldea de Fresno, cerca de
Caracena, con todos sus derechos e con todas sus pertenencias e tierras e viñas e huertas e todo lo otro que les perte-
nece e pertenecer debe, e la casa e los heredamientos de la Va/lana que havian Garcia Laso e doña ]ohana, su muger,
 Lino Mantecón Co//e¡o . .

con todos sus heredamientos e con todas sus pertenencias e la quinta parte de quarenta mil maravedis de los ciento e
cinco mil maravedis que ha de haver de Belamazán. Esto todo sobredicho que se contiene en esta suerte copo al dicho
Gutier Peres. E otro sí mandamos nos, los dichos partidores, que de e pague el dicho Gutier Peres al dicho García Laso
tf..il.
su hermano, cinco mil e ciento e cínquenta maravedis por entrega que ha de aver por la compra que físo de doña
ohts Urraca, su hermana de los bienes que cabien de García Laso, su padre e de doña Johana, su madre ... "
5
Memorial del pleito que el Doctor Tovar, fiscal de S.M., y los Nueve Valles de Asturias de Santillana, litigaron con don
- ~e
Iñigo López de Mendoza, Duque del Ynfantado y la villa de Santillana, por el Ilmo. Sr. D. Fernando José de Ve/asco,
camarista de Castilla, B.M.S., Colección de Eduardo de la Pedraja, Doc. 376 / Ms. 492, fol. 7.

' 1429. Junio, 24. B.N. ms. 19701, n. 0 8. /A.H.N. Osuna, Becerro, 77,302 v.
..;n
Albalá del rey Juan ll en que se dispone que quedan exentos de su servicio cien fijosdalgo de los que doña Leonor de la
Vega tendria por alcaides en sus castillos.

Yo el Rey, por quanto yo embié mandar por mis cartas que todos los fijosdalgos de mis regnos e señoríos viniesen a me
servir para la resitencia que yo entiendo faser con el ayuda de Dios a los Reyes de Aragón e de Navarra porque dis que
quieren entrar en mis regnos contra Dios e contra toda justicia e contra mi voluntad, e por que doña Leonor de la Vega
me pidió por merced que por quanto ella tenia ciertos alcaydes en sus castillos e otrosí otros ciertos ames que la serví-
an e biven con ella continuadamente que me pedia por merced que le mandase escusar del dicho llamamiento cient ornes
fijosdalgo e yo tovelo por bien, e es mi merced que non vengan a me servir los dichos ciento ornes que les ella nombra-
re por virtud del dicho llamamiento e que por non venir que no caya ni yncurra en las penas contenidas en las dichas
mis cartas ni en alguna dellas. Ca yo por este mí alvala los relievo dellas. Fecho veynte e nueve años. Yo el Dottor
Fernando Días de Toledo oydor e refrendario del Rey e su secretario lo fise escrívir por su mandado. Yo el Rey.
7
1439. Junio 9, A.H.N. Osuna, leg. 1.786, núm. 5.

' A.H.N., Osuna, leg. 1799, nº 3.

9
A.H.N. Osuna, leg. 1785, 11.
10
R.A.H. Salazar, M-5, f.º 56-63v.
11
Provanzas de Juan Diaz de Zev"º' el Nieto, señor desta casa y del Valle de Toranzo y así mismo las de otrus Nueve
Valles desta Montaña en los famosos pleitos que siguieron desde el año de 1438 hasta el de 1441 con las Casas de
Castañeda y del Infantado, B.M.S., Colección Eduardo de la Pedraja, Doc. 379 I Ms. 485. fols. 1, 37 y 47.

Memorial del pleito que el Doctor Tovar, fiscal de S.M., y los Nueve Valles de Asturias de Santillana, litigaron con don
lñigo López de Mendoza, Duque del Ynfantado y la villa de Santillana, por el Timo. Sr. D. Fernando José de Velasw,
camarista de Castilla, B.M.S., Colección de Eduardo de la Pedraja, Doc. 376 I Ms. 492 fol. 40 vuelto.

Privilegios y otros documentos presentados por el Duque del Infantado en el pleito que litigó con el fiscal de S.M. y los
Nueve Valles de Asturias de Santillana sobre el señorio y jurisdicción de dichos valles, B.M.S., fol. 136.
tn-
12
A.H.N. Clero, Carp. 1941, nº 10 .
.L
··o
13
R.A.H. Salazar, 0-1, 282, 0-20, 139-144, M-118, 1-22, 0-15, 290-299 /B.N. Mss. 19.701, núm. 53 /A.H.N. Osuna,
leg. 1.790, núm. 2 y leg. 3.275.
14
SAN PEDRO (Fr. José), Libro de la fundación y rentas desde el monasterio de Santa Catalina, fol. 63 vuelto.
Manuscrito.
15
Escritura de trueque, pacto y convenio o igualación, ... (en PEDRAJA, E. de la 1920-21: 86). La heredad pertenecía a
Juan Díaz de Zianca.
so
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1
' Memorial del pleito que el Doctor Tovar, fiscal de S.M., y los Nueve Valles de Asturias de Santillana, litigaron con don
Iñigo López de Mendoza, Duque del Ynfantado y la villa de Santillana, por el Ilmo. Sr. D. Fernando José de Ve/asco,
'º·o camarista de Castilla, B.M.S., Colección de Eduardo de la Pedraja, Doc. 376 / Ms. 492 fol. 40 vuelto.

Privilegios y otros documentos presentados por el Duque del Infantado en el pleito que litigó con el fiscal de S.M. y los
Nueve Valles de Asturias de Santillana sobre el señorio y jurisdicción de dichos valles, fol. 145-14 7.
lo
17
CEVALLOS, Manuel Francisco de (30 de agosto de 1726): Memorial al Rey Nuestro Señor por D. Manuel Francisco
.JS de Cevallos, Caballero de ávito de Calatrava, dueño y poseedor de casas solariegas de Cevallos, de Bue/na, Toranzo y
Cayón, patrono de las Iglesias Parrochiales de San Felices de Bue/na, San Román de Biérnoles, Santa María de Tanos,
etc. B.M.S., Fol. 57.

'' Elogios de Cantabria, por el Capitán D. Fernando Guerra de la Vega, señor de Rioseco, en la Montaña, procurador
general de la villa de Santander y Gobernador de sus armas, y Alcaide del castillo de Santa Cruz de la Cerda, de la
misma villa, tomo IV, B.M.S., fol. 210 (Manuscrito).
 9
' LOPEZ VARGAS, Tomás (1774): Mapa que comprende el Partido del Bastón de laredo y quatro Villas de la Costa
con todos sus valles, y la Provincia de Liébana, Biblioteca Municipal de Santander, Signatura 0362, Microfilm 323.
Escala 1 :6626 varas castellanas.

'º Noticias de las atalayas de Santander, Liencres, Quitres y Quejo, B.M.S., Colección Eduardo de la Pedraja, doc. 647
/ Ms. 328, fol. 1,
l
21
Pa/Jeles en derecho por el pueblo de Liencres; con los de Mortera y Boó, sobre pago de una multa que impuso el
General Bartelemy a los vecinos del primero por no haberle dado parte en derechura, como guardas de la Atalaya, de
que habían desembarcado en la costa de .. . Liencres varios hombres, 1808, B.M.S., Doc. 313 / Ms. 411, fol. l.
21
" Derrotero de la Costa Septentrional de España'', Publicado por la Dirección de Hidrografía, Madrid, Imprenta
Nacional. 1860, pp. 200.
23
Este autor señalaba que el foso se había colmatado para facilitar usos agrarios.
14
Torre de Venero (Castillo, Arnuero) 9 m; Cabrahigo (Isla, Arnuero) 11 x 9 m, Rebollar (Isla, Arnuero) 10 m; Proaño
9,80 x 8,90 111; Cabanzón 10 m; Linares 9 m, Velo 9,5 m; Pero Niño 8,60 x 13,40, etc.
25
En cuanto al grupo de los altomedievales y plenomedievales: Aldueso 9 m (BOHIGAS, R. 1986: 78-79), Otañés 34 x
8 m (BOHlGAS, R. 1986: 100), Peñacastillo (Comillas) muralla exterior de 25 x 45 111 (BOHIGAS, R. 1986: 104), Pico
Castillo (Solares) muralla de 19 x 16 m (BOHIGAS, R. 1986: 127-128); Piñeres (Peñarrubia) 25 x 8,80 y 10 m de mura-
lla y dos atalayas laterales, una de ellas de 10 x 6 m (SARABIA, P. 2002: 271); Castro de los Moros en Santa Eulalia
(Poblaciones) foso de 15 m de longitud y 7 de anchura y 2 m de profundidad (BOHIGAS, R. 1986: 152-153); Puente
Viesgo 30 x 10 111 (BOHIGAS, R. 1986: 154); Camesa (Reocín) 29 x 13 m (BOHIGAS, R. 1986: 157); Vispieres
(Santillana del Mar) 12 x 11 m (BOHIGAS, R. 1986: 167); Buistriguado 25 x 15 m (BOHIGAS, R. 1986: 175); h
Barriopalacio (Valdeolea) recinto de 30 x 16 m y foso de 5 m de ancho y 2 de profundidad (BOHIGAS, R. 1986: 176); e
Los Picones (Barcena de Pie de Concha) 40 m de muralla con un cubo de 2 x 4 111 y un muro de 10 m (MARCOS, J.; le
GARCÍA, M. y BOHIGAS, R. 1995: 70-72).
26
A pesar de la escasez de datos arqueológicos.

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