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ABC MARTES 7-8-2001 GENTE DE VERANO 77

[Humanas y Divinas]

Corín Tellado: Espinas tiene lo rosa


si no, ya me dirán ustedes: toy viva, y bien viva, y aunque de

Y
esa mujer frágil, que cami- salud más bien mala y cada día peor,
na bajo las manzanas de su aparte los tres días de diálisis que
jardín de Gijón, donde tam- me quedo como rota, salgo y entro
bién tiene calle —y otra que con mis amigas, voy a la peluquería,
le van a poner un día de éstos, mere- mira ayer mismo, sábado, estuve en
cidamente en el pueblo marinero de la cafetería en Gijón, donde me en-
Viavélez, donde vino al mundo hace cuentro con las personas que quie-
setenta y cinco años—, que sembró ro... y si quieres te doy mi web, que
de trajes de novia, blancos, la vida de la tengo para eso del e-mail, por si
sus semejantes en sus cinco mil nove- me quieres decir algo».
las, publicadas hasta ahora y las que —Te lo doy, toma nota, www.Corin-
le quedan, Esta mujer les digo, se Tellado.com. La de «ce» de Corín y la
casó vestida de negro. Esta sembra- «te» de Tellado con mayúsculas, lo
dora de felicidad, aunque no tanta en demás todo en minúsculas.
sus libros, porque la vida es «un va-
lle de lágrimas», se casó y a los tres NI ROMÁNTICA, NI BLANDA
años se distanció de su marido para Pero ella sabía que escribir era su
siempre. «Las rosas tienen espinas». vida. Fue virgen al matrimonio. Pe-
Piensa, mientras en la compañía es- ro ojo, que no es ni una romántica ni
tos días de un único nieto, y tiene una blanda. Es fuerte, muy fuerte,
cinco, hoy, martes, acude, a su cita carbón, azabache, manzana y maíz,
inevitable con la máquina de diáli- oro y castaño, pan de cándamo, Co-
sis, tanto que no hace mucho me rín Tellado, tan humana y tan divi-
abrió las puertas de su alcoba en su na. Jamás se ha repetido en sus nove-
casa de campo y me mostró su secre- las. Ha sobrevivido a la censura, lo
to. ha dicho, de forma heroica. Por ejem-
—Ahí tienes, Tico, mi viejo amigo plo, cuando había que decir lecho en
de tantos años, lo que hace que siga lugar de cama, o se decía entrega,
viva y escribiendo. Mi corazón es porque no se podía decir sexo. Ya
hoy mi riñón: la máquina de la diáli- terminó su novela por entregas en
sis. internet, con el paisaje cercano de
Pienso que le habría gustado, mu- Kosovo. Dice que no tiene sucesora.
cho, el darlo. Pero ya se sabe, Corín Su vieja máquina de escribir, la que
Tellado ya forma parte del paisaje de yo conozco, debía estar en el museo
España, del mapa de los sentimien- de la mina de Mieres, porque ella es
tos, desde hace más de cincuenta eso, una buscadora del tesoro del
años. Se llama de verdad Socorro Te- amor en los demás. No digo que es
llado López, la única hija de los cin- «nuestra Bárbara Cartland», porque
co habidos del matrimonio formado no le gusta.
por un ama de casa —dicen los pape- La mujer que devolvía las cartas
les que todo lo cuentan— y un maqui- de amor que le mandaba el hombre
nista naval de la marina mercante. que fue su esposo, después de la sepa-
ración —no el divorcio—, sin leer su
CINCO MIL NOVELAS PUBLICADAS Corín, la más leída en castellano contenido, sabe que, sin embargo,
En sus ojos, que tanto vieron —es hoy en algún lugar de América, tan
poco llorona la verdad—, hay mucha Querida Corín que ha vendido datos. Más aún, la Unesco hace lejos tan cerca, un joven matrimonio
vida, por lo vivido, por lo sufrido y hasta ahora en nuestra vieja len- ya años, demostró claramente le pondrá Corín a la niña que acaba
por lo contado. Vivió en el sur, en gua más de ¡cuatrocientos millo- que era la autora más leída en de nacerles. Le ocurre con frecuen-
Cádiz, desde los quince años, donde nes! de libros, la que más junto al castellano. Lo que se hace públi- cia.
destinaron a su padre y estudió —la Quijote y a la Biblia por dar dos co para general conocimiento Y aunque ha dicho que quiere que
marcó— en un colegio de monjas. en su tumba, que fea palabra, sus hi-
—Con menos de veinte años publi- jos le pongan «ahí te vas con tu san
qué mi primera novela, que se llamó —incluso antes de casarse— era Gui- periodista y compañero Cándido. A benito», lo que desea es que, cuando
«Atrevida», y con ella gané mis pri- llermo Cabrera Infante, quien entre veces tiene el color de la sidra en los se vaya del todo, quemen lo que de su
meras tres mil pesetas. otras cosas dijo de Corín, la fuerte ojos aunque no bebe, nunca, nada. cuerpo trabajado y sufrido quede, y
Y hasta hoy, como poco, son cinco Corín, la tierna Corín, la dura Corín, Es tan asturiana y tan universal, que aventen sus cenizas sobre ese
mil, publicadas hasta la fecha. la irrepetible Corín, que era «una que en su día le concedieron, me-re- mar de Víavélez, donde ella tiene una
Me abre las puertas de su garaje inocente pornografía», aunque debe- ci-da-men-te, la medalla de plata de casa sobre las olas, y donde, estos
almacén en la casa del campo, y ahí mos decir que inmediatamente aña- Asturias. El rey le firmó la medalla días ya, pondrán a una de sus calles,
están apiladas, pequeñas y grandes, dió, aunque ni tan inocente ni tan de oro del trabajo. Se han hecho con su nombre. Su libro de cabecera es
de ayer, de hoy, de anteayer, en es- pornógrafa. sus libros series de televisión, tiene siempre el último Delibes. Como de
tanterías, baúles, cajas de ropa, cajo- —Bueno, yo me casé, con Domingo su libro de memorias, «Yo soy así», niña le gustaron Wilde o Dumas.
nes de guardar cualquier cosa. Las Egusquizaga, en Covadonga; era un escribió con el seudónimo de Ana Mi- Yo la beso en las dos mejillas entre
de mañana están en su cabeza, en su vasco muy bueno, muy alto, muy se- ller una serie de novelas eróticas ba- las hortensias azules en flor de su
corazón y en ese ordenador al que se rio... pero no tuve suerte, y me di jo el nombre de «Especial Venus». Se casa, nuestras gaviotas y palomas
sigue sentando su nuera mientras cuenta de que no era lo que buscaba vendieron como rosquillas. Durante vuelan sobre su cabeza; y ella pasea
ella le dicta, en agosto descansa y la misma noche de mi matrimonio. mucho tiempo, se pensó que Corín sabiendo que hoy su corazón es su
piensa. Y recuerda todas las maña- Luna de miel corta, luna de miel Tellado era un invento, que no exis- riñón. Eva entre sus manzanas, en
nas a partir del otoño, ya mismo, to- larga. Pelea, atiende, cuida de sus tía, sino que en ese nombre se escon- este paraíso inventado, sin Adán.
dos los días. Pocos saben que el co- dos hijos y sus cinco nietos, y es astu- día un equipo de esclavos de lo rosa,
rrector de pruebas de la revista «Va- riana del año, que la hicieron junto a que escribían para una editorial.
nidades», donde empezó a escribir Carlos Bousoño, Víctor Manuel y el Pero Corín no es un invento, «es- Tico MEDINA

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