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Jurisprudencia de Contrato de Arrendamiento PDF
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DERECHO DE CONTRATOS
INTEGRANTES:
ACLLACHO ALVARO Beatriz Patricia
GRABIEL GUERRERO Juana
LEIVA VALENCIA Walter
OLORTEGUI ROJAS Carolina
VALENZUELA CACHAY Christian
ZAPATA FLORES Maria
CICLO: VIII
4. Análisis normativo
5. El contrato de arrendamiento
8. Ocupación precaria
9. El Lanzamiento
10. Conclusiones
CASACIÓN 4314-2007 LAMBAYEQUE DESALOJO POR OCUPACIÓN
PRECARIA
REPÚBLICA; Vista la causa número cuatro mil trescientos catorce - dos mil siete, en
ochenta y siete, contra la sentencia de vista emitida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas ciento sesenta y tres, su fecha trece de julio
del año dos mil siete, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento veinte que declara
favor de la demandante dentro del plazo de seis días de notificada, bajo apercibimiento
declarado procedente por resolución de fecha trece de diciembre del año dos mil siete,
por las causales previstas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochenta
aplicación indebida del artículo novecientos once del Código Civil, toda vez que el Ad
lo que existe un título que justifica la posesión, siendo que la calidad de inquilino no
setecientos, mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil, pues el hecho
de que la demandante le haya cursado una carta notarial con intención de resolver el
vínculo del arrendamiento no la convierte en poseedora precaria, más aún si del texto de
la carta notarial del dieciocho de abril del año dos mil seis no se aprecia taxativamente la
de cobrar las supuestas mensualidades devengadas por arriendo y que no han sido materia
devolución del inmueble por conclusión del contrato de arriendo y no el desalojo por
de los autos; así, la demanda interpuesta por Asociación de Ex Trabajadores del Gremio
persigue el desalojo y restitución del inmueble ubicado en la calle Ciro Alegría número
once del Código Civil. La actora sostiene que cedió temporalmente a la demandada el
inmueble sub litis el primero de mayo del año mil novecientos noventa y tres, pero que
por lo que le ha venido requiriendo verbal y notarialmente para que cumpla con devolver
el inmueble, pero sin resultados positivos; SEGUNDO.- Que, al absolver la demanda, la
emplazada admite que el inmueble le fue entregado en uso por la demandante pero en
estado ruinoso y por tiempo indefinido, según contrato que se encuentra en poder de la
respectiva Audiencia Única y requerir la exhibición del documento que acredite la entrega
en uso del inmueble, la Asociación demandante sostiene que no existe ningún documento
sobre cesión del inmueble, y “(…)lo que existió fue un contrato de arrendamiento del
inmueble, el cual no ha traído en este momento”, tal como aparece en la parte final del
acta respectiva obrante de fojas ciento dos a ciento ocho; CUARTO.- Que, el Juez de la
calidad de propietaria del inmueble sub litis, mientras que la demandada no acredita título
alguno que legitime su posesión. Al apelar esta decisión, y durante el trámite del proceso
ciento sesenta y dos; no obstante ello, la Sala Superior confirma la sentencia apelada, en
razón a que la accionante ha cumplido con lo dispuesto en el artículo mil setecientos tres
aviso extrajudicial, esto es, cursando la carta notarial de fecha veintiocho de abril del año
dos mil seis, obrante a fojas treinta y seis, donde se “comunica a la hoy demandada Iglesia
para que desocupen y hagan entrega del inmueble ubicado en la calle Ciro Alegría número
ciento dieciséis (…). Decisión que obedece a la negativa a cumplir con pagar las
mensualidades devengadas desde julio del año dos mil dos hasta la fecha (…) vencido
dicho plazo (…) tendremos que iniciar las correspondientes acciones judiciales”;
casación de enervar la supuesta calidad de ocupante precaria que las instancias de mérito
le han atribuido, esta Sala de Casación estima que es menester iniciar la labor casatoria a
través de la causal de inaplicación de los artículos mil setecientos, mil setecientos tres y
mil setecientos cuatro del Código Civil, que en ese sentido, del análisis de la sentencia de
vista aparece que el artículo mil setecientos del Código Civil sí ha sido aplicado por el
Superior Colegiado, por lo que resta analizar si corresponde la aplicación de los artículos
mil setecientos y mil setecientos cuatro del Código Civil; que el primer dispositivo citado
tanto, no corresponde la aplicación del referido dispositivo; que por su parte, el artículo
mil setecientos cuatro contempla los efectos al vencimiento del contrato de arrendamiento
o a la conclusión del mismo, señalando: “Vencido el plazo del contrato o cursado el aviso
prestación igual a la renta del período precedente, hasta su devolución efectiva. El cobro
regulación en nada enerva el sentido de lo resuelto por la Sala Revisora por lo que no se
a la causal de aplicación indebida de indicarse que ésta se configura cuando concurren los
conflicto de intereses; II) Que tales hechos establecidos, guardan relación de identidad
con los supuestos fácticos de una norma jurídica determinada; III) Que sin embargo, el
Juez, en lugar de aplicar esta última norma, aplica una distinta para resolver el caso
el valor superior de la justicia; siendo que en el presente caso, la entidad demandada niega
del artículo novecientos once del Código Civil; SÉTIMO.- Que, este Supremo Tribunal
advierte que si bien es verdad el artículo mil setecientos tres del Código Civil, aplicado
por el Superior Colegiado, señala que se pone fin a un contrato de duración indeterminada
presente caso, de la carta notarial del veintiocho de abril del año dos mil seis, en la que
se han sustentado los juzgadores, obrante a fojas treinta y seis, aparece que la Asociación
dirigió a la demandada, sino más bien expresó una suerte de resolución del contrato de
arrendamiento por falta de pago de renta, que es muy diferente; empero, tampoco lo hizo
en los términos del artículo mil seiscientos noventa y siete del Código Civil; por
consiguiente, no existe en autos una debida conclusión del contrato de arrendamiento que
de lugar a la calificación de la entidad demandada como ocupante precaria del predio sub-
materia; así como tampoco una correcta resolución del contrato; conservando entonces
aún la emplazada su calidad de arrendataria del bien; OCTAVO.- Que en tal virtud, se ha
incurrido en la causal de aplicación indebida del artículo novecientos once del Código
Civil; habiendo lugar entonces a casar la sentencia de vista, de conformidad con el artículo
trescientos noventa y seis, inciso primero, del Código Procesal Civil, situación que lo
casación interpuesta por Iglesia Pentecostal Templo de Fe, mediante escrito de fojas
sentencia de vista de fojas ciento sesenta y tres, su fecha trece de julio del año dos mil
ciento veinte, su fecha ocho de marzo del dos mil siete, que declaró fundada la demanda
la misma, dejando a salvo el derecho de la demandante para que lo haga valer con arreglo
Pimentel y Otros contra Iglesia Pentecostal Templo de Fe sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron; interviniendo como Vocal Ponente el señor Palomino García.
POSTIGO
Pimentel persigue el desalojo y restitución del inmueble ubicado en la Calle Ciro Alegría
número ciento dieciséis (antes manzana Q, lote veintiuno) de la Asociación Pro Vivienda
once del Código Civil. La actora sostiene que cedió temporalmente a la demandada el
inmueble sub litis el primero de mayo de mil novecientos noventa y tres, pero que ha
notarialmente para que cumpla con devolver el inmueble, pero sin resultados positivos.
entregado en uso por la demandante pero en estado ruinoso y por tiempo indefinido, según
del documento que acredite la entrega en uso del inmueble, la Asociación demandante
sostiene que no existe ningún documento sobre cesión del inmueble, y “…lo que existió
fue un contrato de arrendamiento del inmueble, el cual no ha traído en este momento”, tal
como aparece en la parte final del acta respectiva obrante de fojas ciento dos a ciento
ocho.
Asociación demandante acredita su calidad de propietaria del inmueble sub litis, mientras
que la demandada no acredita título alguno que legitime su posesión. Al apelar esta
de la constancia obrante a fojas ciento sesenta y dos; no obstante ello, la Sala Superior
en el artículo mil setecientos tres del Código Civil poniendo fin a un arrendamiento de
duración indeterminada mediante aviso extrajudicial, esto es, cursando la carta notarial
del veintiocho de abril del dos mil seis, obrante a fojas treinta y seis, donde se “comunica
ubicado en la calle Ciro Alegría número ciento dieciséis (…) Decisión que obedece a la
negativa a cumplir con pagar las mensualidades devengadas desde julio del dos mil dos
hasta la fecha (…) vencido dicho plazo (…) tendremos que iniciar las correspondientes
acciones judiciales”.
determinados hechos relevantes del conflicto de intereses; II) Que tales hechos
establecidos, guardan relación de identidad con los supuestos fácticos de una norma
jurídica determinada; III) Que sin embargo, el Juez, en lugar de aplicar esta última norma,
aplica una distinta para resolver el caso concreto, vulnerando los valores y principios del
SEXTO.- Que, esta Sala Suprema a través de la Casación número doscientos setenta y
dos- dos mil uno (Cañete), ha establecido que el contrato de arrendamiento no se extingue
o fenece por falta de pago de la renta, lo cual si bien es una causal de resolución no impide
que el arrendatario permanezca en el uso del bien, hasta que el arrendador solicite su
devolución.
SÉTIMO.- Que, en estos casos, lo que procede es demandar el desalojo por falta de pago,
siendo derecho del arrendador el solicitar además de la devolución del bien, el pago de la
precedente hasta su devolución, tal como lo dispone el artículo mil setecientos cuatro del
Código Civil.
OCTAVO.- Que, en reiteradas ejecutorias emitidas por la Corte Suprema de Justicia, se
ha establecido que la posesión precaria a que se refiere el artículo novecientos once del
Código Civil es la que se ejerce de facto, sin contar con título que justifique la posesión,
arrendamiento que, aunque pudo ser resuelto por la demandante, justifica la posesión
hasta que se solicite su devolución en la forma prevista en la ley; por tanto, no se configura
de arrendamiento respecto del inmueble sub litis; así tenemos: 1) La carta notarial
remitida el dieciocho de abril del dos mil seis, obrante a fojas treinta y cinco, mediante el
atrasados desde julio del dos mil dos, a razón de cien nuevos soles por cada mes, por un
total de cuatro mil seiscientos nuevos soles, además de los arbitrios municipales por un
importe de mil ochocientos setenta y siete nuevos soles con dieciséis céntimos; 2) La
carta notarial remitida el veintiocho de abril del dos mil seis, obrante a fojas treinta y seis,
Reunión del doce de marzo del dos mil seis celebrada por la Asociación demandante,
obrante a fojas treinta y siete, en la cual hacen referencia a la Iglesia demandada como su
inquilina desde el primero de febrero del dos mil; y 4) El estado de cuenta por deuda de
alquileres liquidados al veintiocho de abril del dos mil seis, obrante a fojas treinta y nueve.
En tal sentido, se reitera que, ante la existencia de un vínculo contractual que obligaría a
las partes a ceder en uso el inmueble a cambio del pago de cierta renta convenida, no cabe
DÉCIMO.- Que, siendo así, en su actuación como sede de instancia, con la facultad que
le confiere el artículo trescientos noventa y seis inciso primero del Código Procesal Civil,
así como el artículo ciento veintiuno in fine del mismo cuerpo procesal, este Supremo
lógica entre los hechos y el petitorio, conforme a lo regulado en el inciso quinto del
DÉCIMO PRIMERO.- Que, atendiendo al hecho que este Supremo Tribunal viene
conclusión o resolución del contrato de arrendamiento, resulta evidente que los artículos
mil setecientos, mil setecientos tres y mil setecientos cuatro del Código Civil resultan
impertinentes para dilucidar la litis, por lo que la causal de inaplicación de estas normas
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas ciento sesenta y tres, su fecha trece de
julio del dos mil siete; y actuando como sede de instancia, REVOCAR la sentencia
apelada de fojas ciento veinte, su fecha ocho de marzo del dos mil siete, que declaró
Art. 911 del Código Civil la parte accionante alegando que el juez no ha tenido en
demandar por ocupación precaria pues para la procedencia del desalojo por ocupación
“Que la parte demandante sea el titular del bien cuya desocupación pretende, y que la
parte emplazada ocupe el mismo sin título o cuando el que se tenía ha fenecido. El "título"
a que se refiere las segunda condición copulativa es el que emana de un acto jurídico por
superficie, anticresis, entre otros, del bien que se detenta; siendo que la posesión precaria
es aquella que se ejerce de facto, sin contar con título que justifique la posesión.”
Así mismo la inaplicación de los artículos 1700, 0703,1704 de la norma sustantiva civil,
instancia) le haya cursado una carta notarial con la intención de resolver el arrendamiento
devengadas.
En el presente caso estamos frente ante una deficiencia de tipificación al accionar
de Bahía de Pimentel siendo que debieron plantear la devolución del inmueble por
4. Análisis normativo
El contrato puede ser entendido como supuesto de hecho, como relación jurídica, como
texto o como reglamento. Así, por ejemplo, cuando se hace referencia a la firma o
acto o hecho concreto, al que la ley califica como un acuerdo logrado entre dos o más
relación jurídica que vincula a las situaciones jurídicas subjetivas de las que son titulares
las partes. Cuando se hace referencia a la claridad o falta de claridad del contrato, se
entiende a éste como texto, vale decir, como un conjunto de cláusulas o estipulaciones. Y
cuando se hace referencia al compromiso que se deriva del contrato, se entiende a éste
como reglamento, es decir, como el conjunto de reglas que las partes se han impuesto así
mismas y que deberán observar para la satisfacción de sus respectivos intereses. En este
momento, nos interesa abordar, brevemente, el estudio del contrato como acto o supuesto
abstracta): negocio jurídico. “El contrato entra en la categoría más amplia del acto
de autonomía privada o negocio jurídico, o sea del acto mediante el cual el sujeto
más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica
de dos o más partes, entendidas éstas no como personas sino como centros de
autonomía privada, es decir, un instrumento por medio del cual las partes
establecerán las reglas que permitirán la satisfacción de sus intereses, pero hay
que precisar que el único género de relaciones sobre las cuales el contrato incide
patrimoniales.
Ahora bien, los efectos que puede generar un decir, aquella relación jurídica que vincula
que podría ser descrita como la relación que “coordina un deber de ejecutar una conducta
(prestación) por parte del deudor, para la realización de un interés de otro sujeto
más común que emerge de la celebración de un contrato pero no es el único que éste
puede generar.
fenómeno social, un hecho social y, como tal, precisa de señales externas que hagan
reconocible el acuerdo. El acuerdo tiene siempre necesidad de un medio a través del cual
pueda exteriorizarse. Ese medio es lo que se conoce como la forma del contrato.
La forma es, entonces, “la técnica de comunicación social con la cual se manifiesta la
voluntad”. Así, contrato y forma son datos inescindibles: Todo contrato tiene una forma,
porque si no la tuviera no existiría el acuerdo que es necesario para que exista contrato.
posible hablar de un contrato privado de forma, del mismo modo que no es posible hablar
Las principales formas del contrato son la escritura pública, la escritura privada, la forma
En el derecho moderno rige el principio de la libertad de forma en mérito del cual las
partes son libres de elegir la forma (la técnica comunicativa) por medio de la cual
propias de un mercado capitalista. En tal sentido, se ha dicho que: “La afirmación del
principio de libertad de forma está determinada, en suma, por una precisa visión del
sociedades capitalistas del siglo pasado y que quiere que la contratación se muestre libre,
estable y copiosa”.
artículo 143 del Código Civil según el cual: “Cuando la ley no designe una forma
específica para un acto jurídico, los interesados pueden usar la que juzguen
conveniente”.
4.3. La forma ad probationem en el contrato de arrendamiento
Es aquélla que sirve para acreditar la existencia y el contenido del negocio jurídico.
constituir el medio probatorio idóneo para probar la existencia y el contenido del negocio.
naturaleza estos se perfeccionan con el consentimientos de las partes por lo tanto para el
presente caso se citara el Art. 197 del Código Procesal Civil “Todos los medios
carta notarial para probar que ellos les pertenecía el inmueble ocupado por la Iglesia
demanda y emitiendo sentencia señalando un plazo para que se retiren del bien materia
5. El contrato de arrendamiento
se entiende, puesto que es uno de los contratos más usuales y antiguos. El contrato de
jurídica.
Es un contrato de goce
Es un contrato individual por cuanto sus efectos surten solo a las partes.
las partes tienen libertad para concertar el plazo por meses, bimestres, trimestres,
plazo, el arrendatario debe cumplir con restituir el bien con todos sus accesorios. Cuando
Código Civil.
los elementos esenciales, esto es, la renta y el bien arrendado. Cuando las partes nada
han indicado respecto a la duración del plazo, cualquiera de ellas puede ponerle fin en
Es preciso indicar que, a pesar de que las partes no hubieran establecido un plazo
los supuestos previstos en el ARTÍCULO 1689 del Código Civil. Asimismo, debe
precisarse que tanto para el caso de contrato de duración determinada cuanto para el
Concluye el contrato de arrendamiento en el plazo establecido por las partes sin que el
todos aquellos que las partes pueden incorporar libremente por su propia voluntad
a la estructura de un negocio jurídico. En este
sentido, se dice que elementos accidentales son todas aquellas figuras que siendo
ajenas a la estructura común del negocio jurídico, las propias partes podían incorporar
por su libre decisión, tales como la condición, el plazo, el cargo, etc. La doctrina moder
elementos accidentales con el siguiente argumento: lo que se dice son elementos acci
jurídico y en cuyo caso una vez incorporadas las mismas pasan a formar parte de
la estructura del negocio jurídico particular de que se trate, razón por la cual no
los negocios jurídicos, que son elementos que las partes pueden incorporar por
su libre decisión y que afectan, no la formación, sino la eficacia del negocio jurídico.
El plazo dentro de esta categoría importa un evento futuro pero cierto al que se supedita
plazo es resolutorio o final. Es claro que el articulo comentado describe un caso de plazo
es solamente identificable con una fecha determinada, sino que puede también
condecirse con un hecho cuya ocurrencia guarda certidumbre. La verificación del plazo
8. Ocupación precaria
El art. 911 dice que es precario todo aquel que posee un bien sin título o cuando su título
procesal, pues habilita el desalojo. Los artículos 921 y 923 permiten deducir que la regla
entonces se trata de una acción posesoria. En tal contexto, el art. 586 CPC señala que el
precario es uno de aquellos sujetos obligados a la restitución del bien, lo que implica su
restitución, lo que presupone que entregó el bien en forma voluntaria, por lo que también
es poseedor (mediato).
El art. 587 CPC es todavía más enfático, pues establece que el demandante y demandado
se encuentran vinculados por una relación por virtud de la cual el primero cedió la
temporal por acto voluntario realizado por el concedente o poseedor mediato, cuya
finalidad es proporcionar una liberalidad, gracia o benevolencia. Sus notas causales son
y que obtuvo el disfrute por acto de voluntad del poseedor mediato, pero que no constituye
un título jurídico. Esta definición tiene la ventaja de hacer compatible los artículos 911,
921 y 923 CC, así como los artículos 585, 586 y 587 CPC.
9. El Lanzamiento
Conforme lo apunta Lino Palacio “La sentencia de desalojo se ejecuta a través del
lanzamiento, que es el acto mediante el cual, con intervención del oficial y el eventual
auxilio de la fuerza pública, se hace efectiva la desocupación del inmueble por el inquilino
y demás ocupantes”
Para Reyes Montereal citado por Hinostroza, “…el lanzamiento, como ejecución forzosa
del pronunciamiento estimatorio del desahucio, no es más que un modo de coacción que
materia de litis y lo deje a su completa disposición, a fin de que pueda hacer efectivo los
derechos de uso y disfrute del que se encontraba privado. En ellos, al igual que los demás
procesos que conocemos, se transcurre por cinco etapas, en primer lugar una etapa
en la cual las partes han de acreditar lo manifestado en los actos postula torios del proceso,
el inmueble que ocupa, o rechazar la demanda y por ende queda libre el demandante para
ejercer las acciones tendientes a la restitución del bien por acción personal o real. “la
preferente derecho posesorio, pero hace cosa juzgada acerca del desahucio, sin que el
decisión del Juez que resolvió el desalojo, por considerarlo que existe un vicio o error
Finalmente la quinta y última etapa (la ejecutoria) que, conforme lo señala el maestro esta
“(…) ligada al sentido finalístico del proceso. La búsqueda de una declaración judicial
ejecutoria cumple esa función, es decir convertir en eficaz la decisión definitiva obtenida
en el proceso.”
Hay quienes señalan que en los procesos de desalojo, la satisfacción del demandante se
obtiene a través de dos fases, la fase de cognición que termina con la sentencia de
sentido como hemos visto el proceso discurre por cinco etapas y en el desalojo esta última
o de ejecución forzada recibe el nombre de lanzamiento que constituye como lo hemos
sino que, para obtener la satisfacción del derecho es preciso lograr la actuación práctica
de ese mandato por medio de la ejecución forzada.” Es decir que la sentencia en el proceso
de desalojo que dispone que el demandando vencido cumpla con la restitución del bien
haga efectiva la entrega del bien a este, por ello existe el apercibimiento de ejecución que
se decreta en la sentencia.
CONCLUSIONES
Pimentel siendo que debieron plantear la devolución del inmueble por conclusión del
declarando nula las sentencias emitidas en primera instancia por haber aplicado la norma