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From the SelectedWorks of Pierino Stucchi

Summer February 28, 2014

Las garantías legales, explícitas e implícitas:


derecho a la idoneidad de los consumidores
Pierino Stucchi
José Antonio Bezada Alencastre

Available at: https://works.bepress.com/pierino_stucchi/12/


Las garantías legales, explícitas e implícitas como parámetros del derecho a
la idoneidad de los consumidores en el Perú

1
Pierino Stucchi López Raygada
2
José Antonio Bezada Alencastre

“Artículo 20.- Garantías

Para determinar la idoneidad de un producto o servicio, debe compararse el mismo con las
garantías que el proveedor está brindando y a las que está obligado. Las garantías son las
características, condiciones o términos con los que cuenta el producto o servicio.

Las garantías pueden ser legales, explícitas o implícitas:

a. Una garantía es legal cuando por mandato de la ley o de las regulaciones vigentes
no se permite la comercialización de un producto o la prestación de un servicio sin cumplir
con la referida garantía. No se puede pactar en contrario respecto de una garantía legal y
la misma se entiende incluida en los contratos de consumo, así no se señale
expresamente. Una garantía legal no puede ser desplazada por una garantía explícita ni
por una implícita.

b. Una garantía es explícita cuando se deriva de los términos y condiciones


expresamente ofrecidos por el proveedor al consumidor en el contrato, en el etiquetado del
producto, en la publicidad, en el comprobante de pago o cualquier otro medio por el que se
pruebe específicamente lo ofrecido al consumidor. Una garantía explícita no puede ser
desplazada por una garantía implícita.


Doctorando y Máster en Derecho por la Universidad de La Coruña. Máster en Derecho, Empresa y Justicia por la
Universidad de Valencia. Magíster en Derecho de Empresa con mención en Derecho de Mercado por la Universidad
Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Abogado con Maestría concluida en Derecho Internacional Económico por la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente, es Defensor del Inversionista en la Superintendencia del
Mercado de Valores (SMV). Ha sido Gerente Legal del INDECOPI y Funcionario Internacional de la Comunidad Andina. El
autor señala que toda opinión vertida en el presente artículo de naturaleza académica le es atribuible únicamente a título
personal; y, que de ningún modo involucra parecer alguno de las instituciones en las que participa como profesional.


Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Maestría concluida en Derecho de la Competencia y
Propiedad Intelectual en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente, es Analista Legal Senior de la
Defensoría del Inversionista en la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV). Ha sido Apoderado de la Gerencia
Legal del INDECOPI. El autor señala que toda opinión vertida en el presente artículo de naturaleza académica le es
atribuible únicamente a título personal; y, que de ningún modo involucra parecer alguno de las instituciones en las que
participa como profesional.

1
c. Una garantía es implícita cuando, ante el silencio del proveedor o del contrato, se
entiende que el producto o servicio cumplen con los fines y usos previsibles para los que
han sido adquiridos por el consumidor considerando, entre otros aspectos, los usos y
3
costumbres del mercado.”

1. Los parámetros y el método para determinar la idoneidad

Desde su vigencia en el año 2010, el Código de Protección y Defensa del Consumidor estableció
4
los parámetros para definir la idoneidad de un producto o servicio sobre la base de las garantías
legales, explícitas e implícitas, que permiten determinar si un producto o un servicio suministrado al
5
consumidor resulta o no idóneo, en un caso concreto . Expresamente, el primer párrafo del artículo
20° de este Código, que es objeto de nuestro comentario, señala que “[p]ara determinar la
idoneidad de un producto o servicio, debe compararse el mismo con las garantías que el proveedor
está brindando y a las que está obligado”, señalando que “[l]as garantías son las características,
condiciones o términos con los que cuenta el producto o servicio.”

De esta determinación normativa, así como de lo observado en consistente y reiterada


jurisprudencia administrativa y judicial, se pueden extraer las siguientes consideraciones:

i) La idoneidad de un producto o de un servicio se debe verificar en el marco de una


específica relación concreta entre un(os) consumidor(es) y un proveedor (relación
de consumo) o en una etapa preliminar a esta, con referencia a determinado
producto o servicio;

ii) Conforme a lo anterior, la idoneidad se determina mediante un método de


comparación entre el producto o servicio efectivamente suministrado por un
proveedor; y, el producto o servicio esperado por el consumidor, que es el “modelo
6
de producto o servicio” que se determina con base en las garantías que son
exigibles a dicho proveedor; y,

3
Cita textual del Código de Protección y Defensa del Consumidor.
4
La referencia a producto, conforme a la definición que presenta el numeral 3 del artículo IV del Código de Protección y
Defensa del Consumidor - Ley N° 29571, debe entenderse como a “cualquier bien mueble o inmueble, material o
inmaterial, de origen nacional o no”.
5
Cfr. Artículos 18°, 19°, 20° y 21° del Código de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571.
6
“Para determinar qué es lo que el consumidor esperaba recibir es necesario reconstruir un modelo ideal de bien o servicio
que adquirió dadas las circunstancias de dicha adquisición. El análisis de idoneidad pasa por la reconstrucción de este
bien o servicio que hubiera esperado el consumidor para luego compararlo con el bien o servicio que recibió en la
realidad.” Cita textual tomada de los Lineamientos sobre Protección al Consumidor, aprobados mediante Resolución N°
001-2006-LIN-CPC/INDECOPI, emitida el 30 de noviembre de 2006.

2
iii) Si no existiera exacta correspondencia entre el “modelo de producto o servicio”
determinado para el caso concreto y el producto o servicio efectivamente
suministrado, se habrá afectado el derecho a la idoneidad que corresponde al
consumidor.

2. El deber de idoneidad entendido como el cumplimiento de las garantías a favor del


consumidor

La determinación de la idoneidad de un producto o servicio requiere aplicar el método de


comparación previamente indicado, contrastando el alcance de las garantías que obligan al
proveedor con el producto o el servicio recibido en la realidad por el consumidor en un caso
concreto. Para ello, es necesario determinar cuáles son las características, condiciones o términos
exigibles sobre la base de tres categorías de análisis: la garantía legal, la garantía explícita y la
garantía implícita.

2.1. La garantía legal

Al respecto, el literal a) del artículo 20° del Código de Protección y Defensa del Consumidor, bajo
comentario, define esta categoría de la siguiente manera:

“Una garantía es legal cuando por mandato de la ley o de las regulaciones vigentes no se
permite la comercialización de un producto o la prestación de un servicio sin cumplir con la
referida garantía. No se puede pactar en contrario respecto de una garantía legal y la
misma se entiende incluida en los contratos de consumo, así no se señale expresamente.
Una garantía legal no puede ser desplazada por una garantía explícita ni por una implícita.”

Un primer aspecto a tener en cuenta es el nivel jerárquico de la fuente positiva que establece una
garantía legal. Debe considerarse que esta no solamente se establece mediante una norma con
rango de ley, sino también mediante normas contenidas en instrumentos de menor jerarquía como
son los reglamentos o los instrumentos normativos propios de entidades supervisoras sectoriales.
Así, la afectación del derecho a la idoneidad que corresponde a todo consumidor se materializa en
caso un proveedor le suministre productos o servicios que no cumplan con las normas que regulan
su comercialización.

No se habilita la posibilidad de pactar en contra de este tipo de garantía en consideración a que


emana de normas imperativas. Así, la garantía legal comprende todas aquellas exigencias
impuestas a la autonomía de la voluntad, provenientes del Estado, que resultan condiciones

3
jurídicas necesarias para la comercialización de un producto o para la prestación de un servicio. La
garantía legal no comprende, en consecuencia, aquellas características, condiciones o términos
que el proveedor decide incorporar voluntariamente a un producto o servicio, sino solamente a
aquellas que le son exigibles por mandato normativo.

Debido a lo antes señalado, en el artículo bajo comentario, resulta innecesaria y asistemática la


referencia a que la garantía legal se entiende “incluida en los contratos de consumo”, pues la
fuerza de su exigibilidad no proviene de la autonomía de las partes, sino de normas imperativas.
Por el contrario, habrá que evitar que esta referencia innecesaria y asistemática de pie a
pretensiones dirigidas a contractualizar las garantías legales. Ello con el fin de evitar que se
pretenda incluir a este tipo de garantía en una discusión acerca de la validez o la exigibilidad de
determinado contrato de consumo, cuando ello claramente no corresponde a su naturaleza.

De otro lado, si bien los proveedores pueden proponer libremente las características, condiciones o
términos de los bienes y servicios que ofrecen a los consumidores, en ejercicio de su derecho a la
7
libre iniciativa privada y de su derecho a la libre empresa , es cierto también que su ejercicio
contractual con el consumidor tiene como límite que este no puede ser contrario a las normas
legales de carácter imperativo. Conforme dispone la Constitución Política, las personas tienen
8
derecho a contratar con fines lícitos siempre que no se contravengan normas de orden público , lo
cual es concordante con lo dispuesto en el Código Civil, que establece que las partes (en este
caso, el proveedor y el consumidor) podrán determinar libremente el contenido del contrato,
9
siempre que no sea contrario a una norma legal de carácter imperativo . Inclusive, es de mencionar
que en el Código Civil se sanciona con nulidad cualquier pacto de exclusión o de limitación de
responsabilidad para los casos en que el deudor -que podría ser el proveedor en una relación de
consumo, como obligado al suministro de un producto o servicio- viole obligaciones derivadas de
10
normas de orden público .

Bajo este entendimiento, en diferentes sectores y para diferentes productos y servicios, son
exigibles garantías legales en consideración a la existencia de disposiciones imperativas que
establecen características, condiciones o términos que el proveedor debe cumplir para el
suministro de determinado producto o servicio. A manera de ejemplo, entre otras, las siguientes
disposiciones constituyen garantías legales, conforme a lo antes señalado:

7
Cfr. Artículos 58° y 59° de la Constitución Política del Perú.
8
Cfr. Numeral 14 del Artículo 2° de la Constitución Política del Perú.
9
Cfr. Artículo 1354° del Código Civil.
10
Cfr. Artículo 1328° del Código Civil.

4
i) En el caso de los consumos con tarjetas de crédito, lo señalado en el Reglamento
de Tarjetas de Crédito y Débito, que establece que los establecimientos
comerciales afiliados a este sistema de pago tienen la obligación de verificar la
identidad del usuario y comprobar que la firma consignada en la orden de pago
coincida con la que figura en la tarjeta presentada por el portador de la misma y,
cuando sea el caso, en su documento de identidad, a fin de evitar que dichas
11
tarjetas sean empleadas indebidamente por terceros ;

ii) En el caso del servicio de transporte interprovincial de pasajeros, lo señalado en el


Reglamento Nacional de Administración de Transportes, que establece
condiciones específicas mínimas exigibles a los vehículos destinados al servicio de
transporte público de personas bajo la modalidad de transporte regular de ámbito
nacional, tales como contar con un sistema limitador de velocidad, un dispositivo
registrador de eventos y ocurrencias, cinturones de seguridad, extintores y
botiquín; que establece prohibiciones en la prestación del servicio, tales como
aquellas que proscriben el traslado de bultos, encomiendas u otros en el pasadizo
12
del salón del vehículo u obstaculizando sus puertas o salidas ; y, obligaciones
tales como verificar que los usuarios del servicio de transporte no lleven consigo
armas de fuego o material punzocortante, inflamables, explosivos, corrosivos,
venenosos o similares, entre otras; y,

iii) En el caso de los seguros contra accidentes de tránsito (SOAT), el señalamiento


del Reglamento Nacional de Responsabilidad Civil y Seguros Obligatorios por
Accidentes de Tránsito, que establece expresamente que el SOAT cubrirá a los

11
Cfr. Artículo 11° del Reglamento de Tarjetas de Crédito y Débito, aprobado por Resolución SBS N° 6523-2013;
Resolución Nº 2377-2010/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la señora Betty Magali Alva Meléndez con una
multa de dos (2) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección
al Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó acreditado que en su establecimiento comercial no se
cumplió con verificar de la identidad del usuario de la tarjeta de crédito, pese a que dicha obligación le era exigible
conforme a lo previsto en el Reglamento de Tarjetas de Crédito; y, recientemente, Resolución Nº 458-2013/SPC-
INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Janedus Trading S.A.C. con una multa de 0,7 UIT y a Autoservicio La Perla
S.A. con una multa de 0,5 UIT por infracción contra el deber de idoneidad reconocido en los artículos 18° y 19° del Código
de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571, debido a que quedó acreditado que sus establecimientos
comerciales no cumplieron con verificar la identidad del usuario de la tarjeta de crédito.
12
Cfr. Artículo 20° y 42° del Reglamento Nacional de Administración de Transportes, aprobado por Decreto Supremo N°
017-2009-MTC; Resolución Nº 2478-2009/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la Empresa de Transportes
Expreso Turismo San Martín E.I.R.L. con una multa de diez (10) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad
reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó
acreditado que no contaba con chofer de retén en sus buses, que no realizó la filmación y no revisó a los pasajeros antes
de abordar el bus, que transportó bultos en el pasadizo y que no reservó los asientos para uso preferente; y,
recientemente, Resolución Nº 1583-2013/SPC-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Empresa de Transportes El
Dorado S.A.C. con una multa de seis (6) UIT por infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 19° del
Código de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571, debido a que no realizó la verificación correspondiente
para determinar si los pasajeros portaban armas al momento de realizar el abordaje en el bus.

5
asegurados los riesgos de muerte, invalidez permanente, incapacidad temporal,
13
así como los gastos médicos y de sepelio .

Como se podrá apreciar en los ejemplos planteados, los parámetros de idoneidad exigen el
cumplimiento de los requisitos establecidos por la regulación sectorial para la comercialización de
un producto o la prestación de un servicio, aun cuando ello no haya sido ofrecido ni pactado por el
proveedor. En consecuencia, es recomendable que los proveedores conozcan detalladamente el
catálogo de garantías legales que resultan aplicables en su sector de actividad y, en particular,
sobre los bienes y servicios que suministran en el mercado, con el propósito de asegurar una
planificación preventiva en el desarrollo de su actividad empresarial.

Debe tomarse en cuenta además que las garantías legales no solamente se expresan en la
regulación sectorial, pues el propio Código de Protección y Defensa del Consumidor presenta
normas detalladas que establecen obligaciones de los proveedores en la prestación de productos y
servicios específicos (en los sectores de salud, servicios educativos, inmobiliarios y financieros,
entre otros). Asimismo, este Código determina expresamente como ineficaces determinadas
cláusulas incorporadas en los contratos de consumo por considerarse abusivas en perjuicio del
14
consumidor .

Aquí cabe notar que cuando el INDECOPI, desde el órgano resolutivo que resulte competente
para un caso concreto en materia de protección al consumidor, analiza el cumplimiento de una
garantía legal, debe acudir necesariamente al contenido de las normas especiales que bien
podrían estar fuera del Código de Protección y Defensa del Consumidor y encontrarse en
instrumentos normativos sectoriales. En estos casos, la competencia de dicha entidad, que es la

13
Cfr. Artículo 29° del Reglamento Nacional de Responsabilidad Civil y Seguros Obligatorios por Accidentes de Tránsito,
cuyo Texto Único fue aprobado por Decreto Supremo N°042-2002-MTC; Resolución Nº 1877-2010/SC2-INDECOPI,
mediante la cual se sancionó a la Asociación Fondo contra Accidentes de Tránsito Región Ica – AFOCAT Ica con una
multa de cinco (5) UIT por una infracción contra el artículo 8º de la Ley de Protección al Consumidor - Decreto Legislativo
N° 716, debido a que quedó acreditado que esta Asociación se negó, de manera injustificada, a pagar a un asegurado los
gastos médicos incurridos y la indemnización por incapacidad temporal sufrida; y, recientemente, Resolución Nº 2787-
2013/SPC-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la Asociación de Fondos contra Accidentes de Tránsito - AFOCAT
Nuestra Señora de la Asunción con una multa diez (10) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en
los artículos 18° y 19° del Código de Protección y Defensa del Consumidor – Ley N° 29571, debido a que no cumplió con
pagar una debida indemnización por muerte, así como el respectivo reembolso por gastos de sepelio.
14
Cfr. Artículo 50° del Código de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571. Dentro de las cláusulas abusivas,
se encuentran aquellas que excluyan o limiten la responsabilidad del proveedor o sus dependientes por dolo o culpa, o las
que trasladen la responsabilidad al consumidor por los hechos u omisiones del proveedor (literal a) y, en general las que
sean contrarias o violatorias a normas de orden público o de carácter imperativo (literal h). Cfr. Resolución N° 1323-
2006/CPC-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la Lavandería Caminos del Inca con una amonestación por una
infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al Consumidor - Decreto
Legislativo N° 716, debido a que los daños causados en una prenda de vestir que le fue entregada para el servicio. En el
referido procedimiento, la empresa señaló que cumplía con informar a los consumidores que no se hacían responsables
por los daños ocasionados en las prendas. No obstante ello, la Comisión consideró que, en tanto dicha información
contenida en las boletas de venta pretendía exonerar al proveedor de su responsabilidad, no debían ser tomadas en
cuenta, en virtud de lo señalado en el Código Civil.

6
Autoridad Nacional de Protección del Consumidor, no se dirige a la declaración de una infracción
de dichas normas sectoriales, sino a analizar si, con base en la garantía legal que estas imponen,
se ha respetado o no el derecho a la idoneidad de los productos o servicios. Al efecto, se
evidencia como recomendable (si es que no resultara obligatorio por mandato legal) que, en estos
casos, de ser necesaria la interpretación de las normas bajo competencia supervisora de otra
entidad, la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor solicite un informe técnico al
supervisor correspondiente para afianzar la interpretación de las normas sectoriales que le
corresponda realizar en un caso concreto.

Desde esta perspectiva, la actividad supervisora de una autoridad sectorial para determinar el
incumplimiento de las reglas de conducta impuestas a determinados sujetos bajo su supervisión
discurre por un cauce distinto, aun cuando tales sujetos también puedan ser procesados ante el
INDECOPI en su calidad de proveedores por la violación de los derechos de un consumidor en un
caso concreto. Así, ambas actividades que pueden tener expresión sancionadora (una la actividad
de la autoridad supervisora sectorial y otra la actividad de la Autoridad Nacional de Protección del
Consumidor) cumplen el numeral 10 del artículo 230° de la Ley del Procedimiento Administrativo
General, que establece que la potestad sancionadora de las entidades se rige por el principio de
non bis in idem, que implica que no se pueden entablar dos procedimientos administrativos
sancionadores o imponer dos sanciones a un mismo sujeto, por el mismo hecho y con el mismo
fundamento. En un caso como el descrito no habría identidad de fundamento, al no existir
identidad causal, pues no se trata del mismo contenido de injusto o de ilícito, ni del mismo bien
jurídico protegido. En el primer caso se trata de asegurar el cumplimiento de las reglas de
conducta que se exigen a un sujeto para el orden o la seguridad de una actividad en un mercado
supervisado; y, en el segundo caso es la defensa del derecho a la idoneidad de los consumidores,
asegurando el cumplimiento de la garantía legal.

Sin perjuicio de lo antes señalado, se debe prestar atención a la evolución del reciente
Anteproyecto de la Ley que propone la modificación de Ley N° 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General que en el futuro podría alterar, en alguna medida, el entendimiento
expresado en el párrafo precedente. Esta propuesta de modificación, entre otros, pretende incluir
en el numeral 10 del artículo 230° de dicha Ley un último párrafo que señale que “[s]e entenderá
que hay identidad de fundamento cuando la infracción penal o administrativa que se castigó con la
pena o sanción precedente proteja el mismo bien jurídico frente al mismo riesgo que la infracción
que se esté considerando; o, cuando existiendo ciertas diferencias entre los bienes jurídicos
protegidos o los riesgos contemplados, estas no tengan la naturaleza suficiente como para

7
justificar la doble punición, por referirse a aspectos cuya protección no requiere la segunda
15
sanción”

Finalmente, es de considerar que las reglas de prelación de garantías otorgan expresamente una
prevalencia a la garantía legal por sobre cualquier garantía explícita o implícita, atendiendo a que
ningún pacto sobre la base de la autonomía de la voluntad ni algún uso o alguna costumbre contra
legem pueden prevalecer sobre una norma positiva en el ámbito de la protección del consumidor.

2.2. La garantía explícita

En relación con este tipo de garantía, el literal b) del artículo 20° del Código de Protección y
Defensa del Consumidor determina que:

“Una garantía es explícita cuando se deriva de los términos y condiciones expresamente


ofrecidos por el proveedor al consumidor en el contrato, en el etiquetado del producto, en la
publicidad, en el comprobante de pago o cualquier otro medio por el que se pruebe
específicamente lo ofrecido al consumidor. Una garantía explícita no puede ser desplazada
por una garantía implícita.

Un aspecto de importancia en torno a la garantía explícita es que esta se genera siempre por una
expresión de voluntad del proveedor, sea en un escenario donde esta confluye con la voluntad del
consumidor, como es el caso de las características, condiciones o términos estipulados en un
contrato de consumo; o, sea en un escenario donde esta voluntad es expresada unilateralmente en
los textos de una etiqueta (para el caso de un producto), en las afirmaciones de un anuncio
publicitario, en las anotaciones de un comprobante de pago o en cualquier otro medio capaz de
registrar una expresión de voluntad; como sería lo comunicado verbalmente por uno de los
dependientes o representantes del proveedor al momento de atender al consumidor en una fase
previa a la contratación, si es que ello pudiera ser probado.

En este sentido, una dimensión de la garantía explícita tiene fuente contractual, lo que es
plenamente concordante con el Código Civil, que establece que los contratos son obligatorios en
16
cuanto se haya expresado en ellos . De otro lado, otra dimensión de la garantía explícita tiene una
fuente extracontractual, que es enfatizada por otra disposición del Código de Protección y Defensa
del Consumidor, en la que expresamente se señala que “[e]l contenido de la oferta, promoción o

15
Cita textual del Anteproyecto de Ley que propone la modificación de la Ley N° 27444 - Ley del Procedimiento
Administrativo General, cuya orden de publicación previa fue determinada mediante Resolución Ministerial N° 0255-2013-
JUS de fecha 6 de noviembre de 2013.
16
Cfr. Artículo 1361° del Código Civil.

8
publicidad (…) y las condiciones y garantías ofrecidas obligan a los proveedores y son exigibles
por los consumidores, aun cuando no figuren en el contrato celebrado o en el documento o
17
comprobante recibido” . Así, las expresiones unilaterales de voluntad del proveedor lo vinculan,
18
desde la categoría de garantía explícita, en tanto sean de contenido objetivo y se pruebe dicho
ofrecimiento.

Desde luego que la garantía explícita no solamente podrá estar referida a la determinación de
características, condiciones o términos en adición de lo exigible por la garantía legal (función
positiva de la garantía explícita), sino también podrá estar referida a la limitación de lo esperado
por el consumidor sobre un producto o servicio de determinado proveedor desde la información
que le proveen los usos y costumbres del mercado (función negativa de la garantía explícita). Así,
el Tribunal del INDECOPI ha reconocido que:

“La garantía expresa [o explícita] puede estar referida a la limitación de las obligaciones a
las que está sujeto el proveedor que comercializa un bien o brinda un servicio idóneo,
siempre y cuando informe al consumidor que vende el bien o da el servicio en condiciones
distintas de las que derivarían de la garantía implícita. La garantía expresa [o explícita]
generalmente se encuentra contenida en los documentos, envases, boletas, recibos,
contratos o demás instrumentos a través de los cuales se informa al consumidor sobre
19
ciertas restricciones, obligaciones o derechos”.
(Contenido de corchetes añadido).

Es preciso enfatizar que no resulta contrario al derecho de idoneidad que corresponde a un


consumidor que un proveedor le suministre productos o servicios con características, condiciones o
términos diferentes o inferiores a las que corresponderían a un producto o servicio de la más alta
calidad posible. El Estado no impone a los proveedores la obligación de brindar productos o
servicios de una calidad determinada, sino la obligación de brindarlos en las condiciones ofrecidas.
En este sentido, el proveedor podrá limitar los atributos que poseen los productos o servicios que
ofrece, siempre y cuando informe de ello al consumidor antes de su adquisición.

17
Cita textual tomada del artículo 46° del Código de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571.
18
En otra sede, se ha señalado que lo objetivo “[e]s aquello verificable, mensurable y/o comprobable. Es pasible de ser
probado y no depende de la representación mental individual o particular o de la opinión de quien emite el mensaje” Cita
textual tomada de STUCCHI, Pierino. El principio de veracidad publicitaria y la prohibición de inducir a error al consumidor
a través de la publicidad. En: ESPINOZA, Juan y STUCCHI, Pierino (curadores). Normas de la Publicidad. Comentarios –
Precedentes Jurisprudenciales. Rodhas. Lima, 2006. p. 121.
19
Cita textual tomada de la Resolución N° 0946-2011/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Telefónica del Perú
S.A.A. con una multa de cinco (5) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la
Ley de Protección al Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que la computadora portátil que le entregó a un
consumidor presentaba fallas de funcionamiento que ocasionaban que la misma no resultara idónea.

9
Por ello, desde el análisis de este tipo de garantía, resulta claro que la información relevante
comunicada al consumidor en observancia de su derecho a la información y toda aquella
información objetiva adicional que el proveedor le comunica de manera voluntaria, determina sus
expectativas de consumo sobre el suministro de los productos o servicios de que se trate.

La garantía explícita se puede referir a diferentes aspectos relacionados con las características,
condiciones o términos que el proveedor comunica al consumidor y que, en consecuencia, se
obliga a cumplir para el suministro de determinado producto o servicio. A manera de ejemplo, se
han considerado garantías explícitas en casos concretos:

i) Lo estipulado en el contrato de compraventa de bien inmueble celebrado por el


consumidor y el proveedor, que establecía que la entrega del bien inmueble se
20
llevaría a cabo en una fecha determinada ;

21
ii) Lo afirmado en la publicidad por el proveedor en sus anuncios publicitarios
entregados a los consumidores, en los cuales se señalaba que las casas en venta
22
incluían la colocación de puertas ; y,

20
Cfr. Resolución Nº 686-2012/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a S.Q. Maco Contratistas Generales S.A.C.
con una multa de cuatro (4) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de
Protección al Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó acreditado que no cumplió con entregar un
inmueble en el plazo establecido contractualmente; y, recientemente, Resolución Nº 3582-2013/SPC-INDECOPI,
mediante la cual se sancionó a Tramasa S.A.C. con una multa de cinco (5) UIT por una infracción contra el deber de
idoneidad reconocido en los artículos 18° y 19° del Código de Protección y Defensa del Consumidor – Ley N° 29571,
también debido a que no cumplió con entregar inmuebles en la fecha pactada en el contrato.
21
Al respecto, en relación con la delimitación de la competencia administrativa al interior de los órganos resolutivos del
INDECOPI, en los casos en los que analizan mensajes publicitarios, se encuentra vigente la Directiva N° 001-2014/TRI-
INDECOPI, publicada el 5 de julio de 2014 en el diario oficial El Peruano, que establece:
“Artículo Primero: La Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal es el órgano competente para iniciar
procedimientos de oficio por infracción al principio de veracidad en publicidad recogido en el artículo 8° de la Ley de
Represión de la Competencia Desleal cuando la imputación se sustenta exclusivamente en material publicitario.

Artículo Segundo: La Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal es el órgano competente para iniciar
procedimientos como consecuencia de denuncias por infracción al principio de veracidad en publicidad recogido en el
artículo 8° de la Ley de Represión de la Competencia Desleal cuando la imputación se sustenta exclusivamente en
material publicitario y no se invoca la afectación a una relación de consumo en concreto.

Artículo Tercero: El órgano resolutivo en materia de protección al consumidor respectivo es competente para tramitar
denuncias en las cuales se invoca una afectación en concreto al consumidor derivada del incumplimiento de lo ofrecido en
la publicidad, lo cual constituye una contravención al deber de idoneidad recogido en los artículos 18° y 19° del Código de
Protección y Defensa del Consumidor y no una infracción al deber de información, ello sin perjuicio de las otras
infracciones a dicho Código que pueden materializarse también mediante la actividad publicitaria.
Por su parte, la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal es competente para analizar la conformidad de la
publicidad con las exigencias del principio de veracidad. En estos casos, el material publicitario permite verificar la posible
existencia de infracciones en ambos ordenamientos.

Artículo Cuarto: El órgano resolutivo en materia de protección al consumidor respectivo es competente para tramitar
denuncias en las cuales se invoca una afectación concreta y específica derivada de la imposibilidad de entablar una
relación de consumo en los términos ofrecidos en la publicidad, lo cual constituye una contravención al deber de
idoneidad recogido en los artículos 18° y 19° del Código de Protección y Defensa del Consumidor y no una infracción al
deber de información, ello sin perjuicio de las otras infracciones a dicho Código que pueden materializarse también
mediante la actividad publicitaria.

10
iii) Lo referido en el recibo emitido por el proveedor, que dejaba constancia de la
adquisición de un vehículo y señalaba que se entregaría la placa y la tarjeta de
propiedad del vehículo en el plazo de una semana contado desde la fecha de su
23
adquisición .

Resulta necesario apuntar que la libertad del proveedor para establecer, utilizando la función
negativa de la garantía explícita, limitaciones en las características, condiciones o términos en que
ofrece un producto o un servicio exige, a su vez, la observancia de dos límites. Como se deriva
lógicamente de lo señalado previamente, dichas limitaciones consisten en que los proveedores: i)
no podrán contravenir las obligaciones derivadas de una garantía legal; y, ii) tampoco podrán
establecer limitaciones arbitrarias al grado de configurarse como ineficaces (previo
pronunciamiento emitido por la autoridad administrativa) o como nulas (previo pronunciamiento
emitido por la autoridad judicial). En efecto, se podrá apreciar claramente que nuestro Código Civil
sanciona con nulidad aquellas estipulaciones que excluyan o limiten la responsabilidad por dolo o
24
culpa inexcusable del deudor o de los terceros de que este se valga . Esta disposición imperativa
también ha sido expresada en el Código de Protección y Defensa del Consumidor, que califica
como abusiva y considera de ineficacia absoluta a una cláusula que excluya o limite la
responsabilidad del proveedor o sus dependientes por dolo o culpa o las que trasladen la
responsabilidad al consumidor por los hechos u omisiones del proveedor. Además, este Código
considera como cláusula abusiva toda cláusula que sea contraria o violatoria de normas de orden
público o de carácter imperativo.

Las reglas de prelación de garantías otorgan expresamente una prevalencia a la garantía explícita
sobre cualquier garantía implícita, pero siempre subordinándola a lo exigible por una garantía legal
sin posibilidad de limitarla o disminuir su efecto.

Por su parte, la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal es competente para analizar la conformidad de la
publicidad con las exigencias del principio de veracidad. En estos casos, el material publicitario permite verificar la posible
existencia de infracciones en ambos ordenamientos.”
22
Cfr. Resolución Nº 2454-2011/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la Derrama Magisterial con una multa de
tres (3) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al
Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó acreditado que incumplió con entregar a un consumidor el
inmueble correspondiente en condiciones idóneas, pues no contaba con puertas internas, pese a que ello había sido
ofrecido expresamente en la publicidad difundida por el proveedor; y, recientemente, Resolución Nº 3261-2013/SPC-
INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Motosur S.A.C. con una multa de tres (3) UIT por una infracción contra el
deber de idoneidad reconocido en los artículos 18° y 19° del Código de Protección y Defensa del Consumidor – Ley N°
29571, debido a que quedó acreditado que vendió un vehículo que no contaba con sistema de dirección hidráulica, pese a
que ello había sido ofrecido expresamente en el folleto entregado al momento de la venta.
23
Cfr. Resolución Nº 1167-2009/CPC-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Motokar Victoria E.I.R.L. con una multa de
dos (2) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al
Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que no cumplió con hacer entrega de la placa del vehículo adquirido
por el consumidor en el plazo que había previsto para ello.
24
Cfr. Artículo 1328° del Código Civil.

11
2.3. La garantía implícita

Al respecto, el literal c) del artículo 20° del Código de Protección y Defensa del Consumidor, bajo
comentario, define esta categoría de la siguiente manera:

“Una garantía es implícita cuando, ante el silencio del proveedor o del contrato, se entiende
que el producto o servicio cumplen con los fines y usos previsibles para los que han sido
adquiridos por el consumidor considerando, entre otros aspectos, los usos y costumbres
del mercado.”

Para entender el efectivo alcance de este tipo de garantía, debemos partir por excluir de su
definición todas aquellas características, condiciones o términos del producto o servicio que se
encuentren establecidos por dispositivos normativos y por la expresión de la voluntad del
proveedor. Si una característica, condición o término ha sido establecido por ley o ha sido
expresamente pactado u ofrecido por el proveedor, su falta de cumplimiento generará una
infracción contra el derecho de idoneidad que corresponde al consumidor por la vulneración de una
garantía legal o de una garantía explícita, según el caso, mas no de una garantía implícita.

En este sentido, se trata de un tipo de garantía de naturaleza residual, dado que las
características, condiciones o términos del producto o servicio que se desprendan de ella serán
aplicables ante la ausencia de un dispositivo legal o de una expresión de voluntad del proveedor.
Así, el Tribunal del INDECOPI ha señalado que:

“En particular, la garantía implícita es la obligación del proveedor de responder por el bien
o servicio en caso no resultara idóneo para satisfacer las expectativas de los consumidores
razonables. En otros términos, es implícita cuando, ante el silencio del proveedor o del
contrato, se entiende que el producto o servicio debe cumplir con los fines y usos
previsibles para los que han sido adquiridos por el consumidor, quien actúa con diligencia
25
ordinaria considerando, entre otros aspectos, los usos y costumbres en el mercado.”

25
Cita textual de la Resolución Nº 372-2011/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a la Universidad Nacional
Federico Villareal y a la Asociación Civil Kunan con multas de veinte (20) UIT y cinco (5) UIT respectivamente por una
infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al Consumidor - Decreto
Legislativo N° 716 (así como al artículo 15° de dicha ley), debido a que quedó acreditado -en lo que respecta a la
infracción contra el deber de idoneidad- que interrumpieron intempestivamente el servicio educativo contratado por el
consumidor y no le entregaron sus notas finales. Cfr. Resolución Nº 1464-2013/SPC-INDECOPI, mediante la cual
recientemente se sancionó también a la Universidad Nacional Federico Villareal con un multa de seis (6) UIT por una
infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 18° del Código de Protección y Defensa del Consumidor -
Ley N° 29571, debido a que quedó acreditado que no cumplió con registrar las calificaciones de diez asignaturas
impartidas en la Maestría en Economía y Gestión de Salud, situación que no es razonablemente esperable en la
prestación de servicios educativos.

12
En otras palabras, la garantía implícita es aquello que no resulta obligatorio para el proveedor por
fuente positiva ni debido a que este lo haya ofrecido o pactado, pero que resulta evidente o debe
resultar evidente en relación con las características, condiciones o términos exigibles sobre el
producto o servicio materia de adquisición, tanto para el proveedor como para el consumidor. Así,
con el propósito de dotar de contenido a la categoría de garantía implícita, dice el Código de
Protección y Defensa del Consumidor que “se entiende que el producto o servicio cumplen con los
fines y usos previsibles para los que han sido adquiridos por el consumidor”, en consideración a: i)
criterios emanados de la transacción en concreto, como son “las condiciones y circunstancias de la
transacción”, “las características y naturaleza del producto o servicio” y el “precio, entre otros
26
factores, atendiendo a las circunstancias del caso” ; y, ii) criterios emanados de la plaza en que
se produce la transacción, que son los usos y costumbres del mercado.

Esta consideración de criterios es concordante, en cuanto ello corresponda, con las disposiciones
del Código Civil en materia de saneamiento en los contratos relativos a la transferencia de
27
propiedad o uso de un bien , lo que incluye, entre otros, que el transferente (que podría ser un
proveedor) responde por los vicios ocultos del bien o por sus hechos propios que no permitan
28
destinar al bien transferido a la finalidad para la cual fue adquirido . En estos casos, existe una
disposición específica que establece que, ante la ausencia de una indicación, expresa o tácita
sobre la finalidad de la adquisición de un bien, se presume que la voluntad de las partes es darle el
destino normal de acuerdo con sus características, la oportunidad de la adquisición y las
29
costumbres del lugar .

Los criterios emanados de la transacción en concreto, como son las condiciones y circunstancias
de la transacción, las características y naturaleza del producto o servicio y el precio, entre otros
factores, exigen determinar y evaluar el momento y lugar de adquisición, la presentación del
producto y/o de los prestadores de los servicios, entre otros. Así, por ejemplo, un consumidor no
debiera esperar que un automóvil de diez años de antigüedad, adquirido en un establecimiento de
venta de automóviles usados, presente características de funcionamiento similares a las que
corresponden a un automóvil nuevo y tampoco debiera esperar que una motocicleta de cilindrada
mínima, aun cuando fuera adquirida nueva, pueda utilizarse con éxito bajo condiciones de uso
extremo.

26
Citas textuales tomadas del Artículo 18° del Código de Protección y Defensa del Consumidor - Ley N° 29571.
27
Cfr. Artículo 1484° del Código Civil.
28
Cfr. Artículo 1485° del Código Civil.
29
Cfr. Artículo 1486° del Código Civil.

13
De otro lado, los criterios emanados de la plaza en que se produce la transacción, que son los
usos y costumbres del mercado, exigen descubrir aquellas características, condiciones o términos
que normalmente un proveedor incorpora en un bien o servicio, pese a que no son obligatorias por
30
mandato normativo ni las ha ofrecido o pactado. Es el uso o la costumbre la que genera que una
determinada expectativa razonable en el consumidor. Así, por ejemplo, si un proveedor de
computadoras obsequia durante años, en determinada plaza, las tintas por la adquisición de una
impresora portátil, dicha condición podría ser exigible por un consumidor en un caso concreto, al
ser ello constante y sistemático en el tiempo, pues ello podría ser determinante en su razonable
valoración entre otras alternativas de consumo y para su decisión de compra. Evidentemente, si el
proveedor anuncia que no continuará más con esta costumbre de obsequiar las tintas, en
determinada plaza, en uso de la función negativa de la garantía explícita, habrá limitado la garantía
implícita que era exigible antes de tal anuncio.

La jurisprudencia administrativa se ha encargado de declarar exigible la garantía implícita en casos


concretos cuando ello se ha derivado de criterios emanados de la transacción en concreto o de
criterios emanados de la plaza en que se produce la transacción, en ausencia de garantía legal y
explícita. Así, a manera de ejemplo:

i) En lo concerniente al suministro de productos electrodomésticos nuevos, se ha


considerado que no resultaba previsible para un consumidor que, transcurrido un
breve plazo de haber adquirido un producto de esta naturaleza (3 meses),
aparezcan desperfectos en su funcionamiento, dado que ello no es previsible en su
31
condición de producto nuevo ; y,

ii) En lo concerniente a la prestación de servicios de lotería, se ha considerado que la


omisión del pago inmediato del premio obtenido por un consumidor afectó la
garantía implícita de un juego de loterías instantáneo, pues lo que un consumidor
esperaría razonablemente luego de ganar un juego instantáneo es cobrar

30
“Cada uno de nosotros tiene una idea más o menos clara de en qué consiste una costumbre: es una manera de
comportarse, de relativa antigüedad, probablemente aprendida a través de la vida cotidiana o de la enseñanza de las
normas para interrelacionarnos con los demás, y que se espera, normalmente, que sea cumplida por todos.” Cita textual
tomada de RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, 2003. p. 195.
31
Cfr. Resolución Nº 011-2012/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Total Artefactos S.A. con una multa de
(0.42) UIT por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al
Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó acreditado que vendió a un consumidor una refrigeradora
que presentó desperfectos transcurrido un breve plazo luego de su adquisición; y, recientemente, Resolución N° 3545-
2013/SPC-INDECOPI mediante la cual se sancionó a Autocar del Perú S.A. con una multa de cuatro (4) UIT por una
infracción contra el deber de idoneidad reconocido en los artículos 18° y 19° del Código de Protección y Defensa del
Consumidor - Ley N° 29571, debido a que quedó acreditado que puso a disposición del consumidor un vehículo que
presentó diversas fallas al poco tiempo de haber sido adquirido.

14
inmediatamente, pese a que dicha inmediatez en el pago no se encuentre prevista
32
en un contrato .

La determinación de una garantía implícita debe responder siempre a parámetros de razonabilidad


y proporcionalidad que revelen características, condiciones o términos del producto o servicio que
–como dijimos previamente- resulten evidentes o deban resultar evidentes tanto para el proveedor
como para el consumidor. Sería un despropósito extender la garantía implícita de un producto o
servicio excediendo lo razonablemente esperado pues, en dicho escenario, se podrían inferir
características, condiciones o términos exorbitantes, lo que quebraría el equilibrio contractual que
motiva toda transacción en el mercado.

3. Ideas finales

La existencia de un sistema de garantías en el Código de Protección y Defensa del Consumidor,


definido como un conjunto de parámetros para determinar el alcance de la idoneidad es de la
máxima utilidad para dotar de contenido, en un caso concreto, al derecho a la idoneidad de los
productos o servicios recibidos, que corresponde al consumidor.

Si bien antes de la entrada en vigencia del Código de Protección y Defensa del Consumidor, los
parámetros para determinar la idoneidad de un producto o servicio ya se encontraban delimitados
por la jurisprudencia administrativa sobre la base de las garantías implícita, expresa y legal, resulta
importante que el reconocimiento y definición de dichas garantías se haya efectuado a través de
una ley de la categoría de este Código. Ello debido a que se asegura su entendimiento,
permanencia y obligatoriedad; y, se contribuye con aumentar la predictibilidad del sistema de
protección al consumidor y afianzar una cultura de respeto de sus derechos.

32
Cfr. Resolución Nº 3125-2011/SC2-INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Intralot del Perú S.A.C. con una
amonestación por una infracción contra el deber de idoneidad reconocido en el artículo 8º de la Ley de Protección al
Consumidor - Decreto Legislativo N° 716, debido a que quedó acreditada la omisión del pago inmediato del premio
obtenido por un consumidor en un juego de loterías instantáneo; y, recientemente, Resolución Nº 2419-2013/SPC-
INDECOPI, mediante la cual se sancionó a Sur Motors S.A. con una multa de una (1) UIT por una infracción al artículo
19° del Código de Protección y Defensa del Consumidor – Ley N° 29571, en el extremo que quedó acreditado que los
aros colocados en el vehículo de la denunciante no resultaron adecuados al mismo, pese a que es el proveedor quien
tiene la experiencia necesaria para conocer cuales son las piezas son idóneas para un determinado modelo de vehículo.

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