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MANUAL DE FINANZAS PERSONALES

1. ¿QUÉ SON LAS FINANZAS PERSONALES?

Las finanzas son una rama de la administración y la economía que se encarga de la


administración del dinero entre las personas, empresas o Estados. En este contexto el
estudio de las finanzas personales hace referencia a la administración del dinero de una
persona para resolver sus necesidades.

En un contexto un poco más amplio, las finanzas también se preocupan de la circulación del
dinero lo que involucra la obtención de fondos, inversiones y bienes.

De esta forma, para el individuo, al hablar de finanzas personales estaremos haciendo


alusión al análisis sobre cómo obtener dinero, gastos, capacidad de ahorro e inversión.
La finalidad es que la persona disminuya sus pérdidas a través de una economía sostenible,
mejorando la calidad de vida de las personas y las familias.

2. ¿PARA QUÉ ME SIRVE SABER SOBRE FINANZAS PERSONALES?

Principalmente, nos servirá para mantener un sistema económico familiar sostenible, de


manera de poder cubrir todas las necesidades personales y familiares, incluyendo la
posibilidad de entretención. A su vez, nos permitirá resguardar el patrimonio y los recursos
financieros evitando tener pérdidas por malos manejos monetarios.

Para cuidar y minimizar los gastos es importante realizar un consumo responsable e


inteligente evitando prácticas que generen gastos innecesarios. Evaluar los hábitos de
consumo y cuantificar qué coste suponen en la economía familiar, pueden ayudar a cambiar
y reducir el consumo. Reutilizar y reciclar tanto ropa como muebles y otros objetos puede
ayudar a reducir el gasto en el hogar.

3. SALUD FINANCIERA

Cuando hablamos de salud financiera o estado de situación financiera, estamos buscando


evaluar la sostenibilidad de nuestra economía familiar, revisar si llevamos un consumo
responsable, si estamos en condiciones de cubrir nuestros compromisos financieros,
nuestros gastos mensuales que permiten satisfacer las necesidades de vivienda, vestuario,
educación, salud y entretención.

De esta forma, una vez que hemos realizado el diagnóstico financiero personal o familiar,
también podremos evaluar las mejores alternativas de productos financieros según nuestro
estado y necesidades. Esto incluye alternativas de créditos, seguros y ahorro.
4. ORDEN FINANCIERO

La necesidad de ordenarnos viene de la necesidad de tener cada cosa en su lugar, se refiere


a que estén las cosas disponibles y bien ubicadas, según el lugar que les corresponde. Esta
organización también debe existir en nuestros dineros, orden financiero se refiere a tener
los dineros ordenados y de acuerdo a lo que corresponde.

Por esta razón, y por la necesidad de saber en qué gasto el dinero, porqué a veces nos falta
y, sobre todo, para evaluar los posibles excedentes que nos permitirá ahorrar para, en el
futuro, adquirir cosas, realizar viajes o darnos ese gusto que queremos, debemos tener
conciencia de los ingresos y gastos.

Aunque aparentemente esto sería fácil de hacer, la realidad es que la mayoría de las
personas no tienen una clara conciencia de sus gastos y hay meses, a veces todos los meses,
que se gasta más de lo que se gana. Si bien esto no es bueno ni malo, es necesario saberlo
para planificarse y no llegar a un punto en el cuál no sea posible pagar los compromisos
adquiridos y, en ocasiones, tampoco satisfacer las necesidades básicas (pago de
arriendo/dividendo, cuentas de luz, agua, gas, teléfono, alimentación, etc.).

Para comenzar deberías ser capaz de responder las siguientes preguntas:


 ¿Tienes claro cuáles son tus ingresos mensuales?
 ¿En qué gastas? Cuando pagas con la tarjeta de crédito,
 ¿Sabes realmente cuánta plata llevas gastada y cuánto tendrás que pagar a fin de mes?
¿Tienes idea de lo que ocupas en el pago de intereses por usar la línea de crédito?

Si desconoces la mayoría de las respuestas, es el mejor momento para comenzar, siempre


es posible comenzar a organizarse. Lo primero será desarrollar un presupuesto para
identificar cuáles son los ingresos y los gastos mensuales que tienes.

4.1 PRESUPUESTO MENSUAL

En este presupuesto mensual se deberá incluir todo: tu sueldo, los pololitos extraordinarios,
los sueldos de quienes comparten tu presupuesto familiar. Todo cuenta. Incluya los gastos
fijos, variables y esporádicos: agua, luz, gas, el celular, supermercado, farmacia, la salida del
viernes con los amigos, regalos y celebraciones de cumpleaños, el permiso de circulación
del auto. Al final del mes revisa tu saldo (ingresos menos gastos) de tu presupuesto
mensual.

Por difícil que parezca, hacer un presupuesto mensual siempre servirá para no tomar
decisiones apresuradas. Acostumbrarse a revisar la cuenta al menos una o dos veces al mes;
y si se puede, no dejar de ahorrar. Recuerde que el orden podría ser su inversión más
rentable y le ayudará a vivir mejor.
Para realizar un presupuesto familiar, el cual nos permitirá llegar al final del mes o de la
quincena haciendo que nuestro dinero rinda mejor sin efectuar gastos innecesarios,
debemos remitirnos a su definición, la Real Academia de la Lengua Española lo define como,
es un motivo causa o pretexto con el que se ejecuta algo, es un supuesto o suposición. Es el
cómputo anticipado del costo de una obra o de los gastos y rentas de una corporación. Es
la cantidad de dinero calculado para hacer frente a los gastos generales de la vida cotidiana,
de un viaje, etcétera.

El presupuesto es un plan que expresa de manera cuantificable cómo vamos a administrar


los ingresos de la familia y cuáles son las actividades en las que creceremos esos gastos. Y
todo esto con el fin de garantizar la sustentabilidad, la mantención del sistema económico
familiar. Esto quiere decir que vamos a partir de los ingresos que percibe la familia, vamos
a planificar cuáles son los gastos y aquellas actividades en las cuales vamos a gastar.

4.2 COMO CALCULAR EL PRESUPUESTO FAMILIAR:

Vamos a tomar en cuenta que los egresos no deben ser mayores a los ingresos. Calcular el
presupuesto nos sirve para conocer cómo se integran la totalidad de los gastos, realizar las
compras de forma racional y no emocional. Funciona también como una guía para tomar
decisiones de compra.

¿Cuál es el objetivo primordial del presupuesto familiar?

Es lograr el equilibrio entre el ingreso y el gasto. Además es una herramienta de planeación,


nos va a permitir equilibrar las entradas de efectivo y los recursos en el hogar con aquellos
gastos necesarios para el buen funcionamiento del mismo. De esta forma el presupuesto
familiar nos permite observar el comportamiento en el tiempo entre el gasto y el ingreso.
Es importante recordar que el valor del dinero a través del tiempo disminuye. Por eso
debemos considerar que los precios aumentan mientras que los ingresos pierden su poder
adquisitivo.

El presupuesto familiar es una herramienta que también nos permite ver de forma clara
estas perspectivas. Ya que se deben tomar en cuenta en el momento de hacer el
presupuesto de forma semanal, mensual o incluso quincenal. Ahora bien, ¿qué necesitamos
para hacer el presupuesto familiar? Es importante recordar que debemos tener todos los
documentos necesarios para armar nuestro presupuesto.

1. En primer término necesitamos todos los ingresos.


 Los ingresos pueden ser no únicamente el salario, también algún bono o algún
trabajo que de forma esporádica vamos a realizar.
 Estos deben ser semanales, quincenales o mensuales.
 Por otro lado, si el sueldo no es fijo se debe considerar un monto mínimo y un monto
máximo probable. Debemos considerar aquellos ingresos extraordinarios que
ocurren al final del año como el aguinaldo o algún fondo de ahorro.
 Los ingresos extraordinarios como los bonos de negociaciones, términos de
conflicto, bonos de vacaciones, u otros bonos extraordinarios son ingresos que,
como no son fijos, los podemos destinar al ahorro, pero debemos considerarlos en
el patrimonio familiar.

2. La segunda parte del presupuesto familiar lo integran todas las salidas de dinero. Es
decir, todos los gastos.

 Puede ser que sean insignificantes, algunos serán variables y algunos serán fijos. Lo
importante es cuantificar e identificar cada uno de estos elementos.
 No importa cuán pequeño sea el gasto, desde una propina o unos dulces hasta
gastos importantes como la adquisición de un bien o los bienes duraderos que
vamos a adquirir en el hogar.
 Todo debe estar presupuestado, desde las comidas, el vestido, los gastos en el
supermercado, la educación propia o de los hijos, el transporte, el cuidado personal,
incluso las visitas al museo o al cine, los regalos de los seres queridos, los insumos
para el cuidado de la casa, el pago de la luz, arriendo, agua, gas, telefonía celular o
fija, los pagos a tarjetas de crédito, incluyendo los intereses, y aquellos hábitos que
tenemos como el tabaco, el café por la tarde o servicios contratados de forma
mensual. Como el club deportivo o un servicio de Internet.

3. El tercer paso del presupuesto familiar es restarle al ingreso todos los gastos.

 Si el resultado es positivo quiere decir que hay un excedente. Lo cual no debes


gastar, es más bien un indicativo que tienes poder de ahorro y, por el contrario, si el
resultado fue negativo hay una falta de recursos, lo cual es prácticamente imposible
de sostener en el tiempo, pero nos quiere decir que estamos en necesidad de
realizar un orden y eventualmente conseguir recursos extra, así es que es momento
de cuidar el dinero y gastar menos.

 Debemos identificar claramente cuáles son aquellos gastos innecesarios y que de


manera constante, incluso imperceptible, van mermando el ingreso familiar. La
segunda opción es solicitar un crédito, pero ten cuidado, en el momento en que
empezamos a financiar los elementos básicos del presupuesto familiar, como la
leche, el pan o la comida con créditos, esto nos puede traer más problemas que
soluciones en el largo plazo y pues son sólo una solución inmediata.

Ahora daremos unas recomendaciones muy importantes sobre el presupuesto familiar:

1. La primera es distribuir de forma racional el ingreso. Separar del ingreso una


cantidad fija para ahorrarla, se recomienda generalmente el 10%.

2. Debemos considerar otra cantidad fija para imprevistos. Recuerda, satisfacer


necesidades y no cumplir deseos. Podemos hacer algunas cosas o algunas
actividades dentro del hogar, como limpiar, lavar, pintar o reparar. No desembolsar
dinero si no está presupuestado. Tampoco gastar energía eléctrica, agua, alimentos,
teléfono, gas o gasolina de forma irracional. Evite endeudarse a menos que sea total
y estrictamente indispensable.

3. Asegúrese de cubrir perfectamente los servicios básicos, alimentos, educación,


servicios, transporte y ahorro. Debemos especificar claramente lo que se va a
destinar al entretenimiento, la compra de un regalo, una salida imprevista, pero
siempre debemos considerarlos como gastos. No se debe de olvidar presupuestar
desde unas vacaciones hasta la compra de un inmueble, un automóvil o aquello que
requerimos en el hogar.

4. Mes con mes se deberá determinar la cantidad necesaria de ahorro y cómo la vamos
a utilizar. Todas estas recomendaciones nos ayudarán a ser como la hormiga que
procuraba administrar su alimento para el tiempo que realmente lo necesite. ¿Te
parecieron difíciles estas recomendaciones? Vamos a desarrollar un presupuesto se
acuerdo al ejemplo siguiente:

Primero sumaremos los ingresos.

Luego revisaremos nuestros gastos fijos.


Sumaremos también aquellos gastos variables y que, por lo tanto, podría no efectuar. Y
calcularemos el total de gastos.

Finalmente, a los ingresos les restaremos el total de gastos.

Si el valor de la resta es negativo, debes ajustar tu presupuesto para que tengas capacidad
de ahorro.

Ahora completa tu propio presupuesto y evalúa tu capacidad de ahorro.


gún motivo borraste una de las fórmulas de la tabla, simplemente debes volver a descargarla de la plataforma de Coursera y
ntentarlo , ¡n o pasa nada! No tiene s que subir este archivo a la plataforma, es sólo un ejercicio.

uerte con tus finanzas!


Presupuesto familiar
Mensual
Presupuesto
Concepto
$ %
Ingresos mensuales
Salarios $ - 0,0%
Bonos $ - 0,0%
Incentivos $ - 0,0%
Honorarios $ - 0,0%
Otros $ - 0,0%
TOTAL DE INGRESOS $ - 0,0%
Egresos (gastos fijos):
arriendo $ - 0,0%
gastos comunes $ - 0,0%
agua $ - 0,0%
luz $ - 0,0%
gas $ - 0,0%
celular $ - 0,0%
cable-internet $ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%

SUBTOTAL $ - 0,0%
Egresos (gastos variables):
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%
$ - 0,0%

SUBTOTAL $ -
TOTAL DE GASTOS $ -

Ingresos menos egresos


CAPACIDAD DE AHORRO 0 0,0%

Por último, un dato que puede ayudarte en la construcción de tu presupuesto es la regla


50/20/30.

 Esta regla indica que la mejor distribución de tus ingresos debería ser aproximadamente
de la siguiente forma: destinar no más del 50% de tu sueldo a los gastos fijos, estos
gastos consisten en cuentas y pagos que no varían mucho de mes a mes, como el
arriendo o la cuota del crédito hipotecario, los servicios básicos y las cuotas del auto.
También se incluyen suscripciones a gimnasios y cuentas de Netflix, por ejemplo, porque
estás comprometido a pagarlas mensualmente.

 Luego, un 20% para objetivos financieros de largo plazo, como el pago de deudas,
jubilación o un fondo de emergencia.

 El 30% restante podríamos destinarlo a gastos flexibles, gastos del diario vivir que
pueden variar mes a mes, como comidas en restaurantes, salidas al mall, hobbies,
entretención o, simplemente, bencina. Incluimos la comida en “gastos flexibles”
porque, aunque es una necesidad en tu presupuesto, varía según tu horario y
disponibilidad. Puede ser que algunas semanas salgas varias veces a comer afuera,
mientras que en otras semanas compres comida para preparar en tu casa.
Los planificadores de presupuesto dicen que no importa tanto en qué gastas tu dinero cada
mes en esta categoría, mientras estés consciente de ello y no te pases del presupuesto total
de la misma.

5. CONTROL DE GASTOS

Es importante considerar llevar un control de los gastos antes de llegar a estar en una
situación de sobre endeudado o, peor aún, en condiciones de insolvencia, es decir, no
pudiendo cubrir las deudas con el dinero y capital disponible.

1. Lo primero que debemos considerar es llevar un registro de los gastos, como vimos en
la sección anterior.

2. Si no es así, lo primero es detenerse y comenzar a hacerlo, mientras más tiempo pasa


más grave puede volverse la situación.

3. Otra cosa importante es no tomar decisiones apresuradas respecto de cómo vamos a


resolver el problema, podríamos estar tomando una decisión que en el corto plazo
produce alivio pero que no genera una solución en el largo plazo. Por lo tanto, es
fundamental armar el presupuesto mensual para saber con exactitud cuánto es el
dinero con el que cuento y cuánto es el gasto mensual.

4. Luego, debo considerar aquellos gastos que no puedo recortar, arriendo o dividendo,
gastos básicos, pago de cuotas o tarjetas, son ejemplos de cosas que no podemos dejar
de pagar. También es necesario revisar qué deudas se encuentran con mayor
morosidad, en caso que así sea.

5. Luego, evaluar los gastos que sí puedes recortar, esos gastos que podrías dejar de hacer
o variar la forma en que lo haces, por ejemplo, tal vez puedas comenzar a utilizar la
bicicleta para desplazarte en vez de la locomoción colectiva, así reduces el gasto en
movilización y aprovechas de mejorar tu estado físico. Otra cosa que puedes dejar de
gastar es, por ejemplo, en la comprar de golosinas, eso reducirá tu cuenta de
comestibles. Y así, llevar una relación de todos los gastos que puedes disminuir, te
ayudará a tener más dinero disponible y, eventualmente, puedes cubrir tus gastos con
lo que recibes si haces este orden.

6. Si aún realizando este recorte, no alcanzas a cubrir los gastos imprescindibles, deberás
considerar la renegociación de alguna o algunas de tus deudas, de manera que tengas
cuotas más pequeñas que pagar, pudiendo cubrirlas con más tranquilidad.

7. Para ello deberás evaluar con cada institución esta alternativa, solicitando una
evaluación de renegociación y una de consolidación de deudas, ya que existe la
posibilidad que puedas consolidar en una sola institución todo, lo que permite pagar
menos intereses y menos gastos de administración u otros costos del crédito, rebajando
el costo y, finalmente, la cuota a pagar.

Aunque a veces esta acción implique endeudarnos por más tiempo, y aumentar un poco
la deuda actual, te dará la tranquilidad de que será una deuda pagable y, por lo tanto,
hará tu situación económica sostenible en el tiempo. Para esta evaluación, debes cotizar
por los mismos plazos y montos en las distintas instituciones, de manera de
compararlas fácilmente.

8. Una vez que has hecho este trámite, compara la cuota que cada institución te ofrece
para poder elegir la más baja y que realmente puedas pagar.

9. Infórmate también cuáles son los gastos notariales, impuesto al crédito, seguros
asociados, entre otros. La institución financiera debe entregarte esta información.

10. Evalúa también, los seguros asociados a los créditos, ningún seguro es obligatorio pero
te convendrá tomar algunos según tu situación. Por ejemplo, el seguro de cesantía te
ayudará en caso de quedar desempleado para no colapsar tan rápidamente con los
gastos.

Uno de los elementos de decisión más importante es el CAE (Costo Anual Equivalente)
de cada institución/crédito o tarjeta de crédito, ya que esto “indica el costo de un
crédito en un peri ́odo anual. A diferencia de la tasa de interés, incorpora todos los gastos
y costos del crédito y los resume en un porcentaje que permite la comparación entre
distintas instituciones financieras para el mismo monto y plazo.”

Es decir, te convendrá siempre elegir el crédito o tarjeta con CAE más bajo.

Si no estás en situación de sobre endeudamiento, y quieres saber qué te conviene utilizar,


debes buscar la misma información, el CAE es clave para tomar mejores desiciones.

En la próxima sección te entregaremos más información de cómo decidir la mejor opción


de endeudamiento.
6. ENDEUDAMIENTO

Entenderemos por endeudamiento todo recurso solicitado por adelantado respecto de lo


que puedo ahorrar mensualmente, y que por ende, implica que puedo pagarlo con los
recursos que recibiré en el futuro.

Sin embargo, el sobre endeudamiento implica que he hecho también el uso de un recurso
por adelantado, pero sin la capacidad de pagarlo, es decir, he solicitado y utilizado más de
lo que mi capacidad de ahorro me permite pagar, esta situación en el largo plazo genera la
imposibilidad de ser sostenida, llegando en algún punto a no poder pagar.

Generalmente, estos endeudamientos se cubren con el uso de créditos, líneas de crédito


y/o tarjetas de crédito.

Por eso, es fundamental conocer y entender estos productos financieros para tomar buenas
decisiones al respecto de su uso, además de considerar que todos ellos implican gastos, de
manera que cuando quiero utilizar $500.000 y lo hago a través de alguno de estos
instrumentos, en realidad me endeudo por más que ese monto.

El financiamiento lo podemos entender como el permiso para usar el capital de otro o como
el poder para obtener bienes y servicios por medio de la promesa de pago en una fecha
determinada en el futuro. En su raíz latina que es credere, significa confianza. Porque todas
las relaciones de crédito se basan en la confianza. La confianza que tendrán en prestarnos
el dinero o usar el capital de alguien más.

De esta manera, el crédito es una cantidad de dinero que obtenemos con la obligación de
pagarla en un plazo determinado, más una cantidad adicional por el concepto de intereses.
El crédito es una herramienta que nos permite adquirir bienes y servicios, algunos de los
cuales no podríamos adquirir de inmediato ya que no ahorramos lo suficiente. O no
disponemos de la totalidad del efectivo para poderlos comprar en ese momento.

6.1 CREDITOS

Así como los créditos nos pueden ayudar a adquirir algún artículo que necesitamos en ese
momento, o que no ahorramos para adquirirlo, también puede contraer problemas severos
si no los pagamos a tiempo o los pagamos fuera de tiempo. Nuestras finanzas se verán
afectadas, y vamos a cerrar la puerta del crédito en un futuro.

Es fundamental que consideremos que el crédito que podemos pedir es el que nuestra
capacidad de ahorro nos permite pagar.

Habitualmente, cuando solicitas un crédito se miden cuatro variables:


1) Capacidad (monto del sueldo o entradas fijas),
2) Capital (si existe un patrimonio liquidable en caso de no poder responder a las cuotas de
pago)
3) Colateral (si hay bienes y avales que respondan por cuotas impagas) y
4) Condiciones (el clima económico: si ejerces una profesión en riesgo o las cuotas son a
largo plazo en tiempos de crisis).

Una vez que la institución financiera ha determinado que si puedes pagar, debe considerar
cuánto puedes pagar. Esto se determina a través de tu capacidad de ahorro mensual o de
aquellos bienes que posees. Es decir, una casa, un automóvil, o cuáles son todos aquellos
activos que pueden respaldar al solicitante en un largo plazo y convertirse en efectivo.

El crédito hipotecario:

El crédito hipotecario es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la


adquisición, ampliación o remodelación de un bien inmueble. La propiedad adquirida queda
en garantía o hipotecada a favor del banco para asegurar el cumplimiento del crédito. Los
plazos pueden ser desde ocho hasta 40 años, aunque lo habitual pueden ser unos 20 años.
Los costos y las tasas de interés son muy variables. Así es que te recomendamos hacer
cotizaciones antes de solicitar un crédito hipotecario.

Crédito de consumo:

Consideremos que un Crédito de Consumo es un préstamo a corto o mediano plazo, para


obtener dinero de libre disposición, generalmente para bienes de consumo o el pago de
servicios. Tomar un crédito puede parecer algo muy simple, pero requiere de una
evaluación previa de tus finanzas personales para saber si puedes adquirir este compromiso
de pago. Si tus ingresos son mayores que tus egresos, puedes comprometerte a pagar una
cuota menor o igual a ese excedente, aunque siempre es bueno que te quede un margen
para el ahorro.

Si tus ingresos son prácticamente iguales a tus egresos, no es aconsejable que te endeudes
porque en ese caso es muy probable que al tomar el crédito tus gastos superen tus ingresos,
situación que afectaría severamente tu salud financiera. Si este es tu caso, antes de pedir
un préstamo lo primero que tendrás que hacer es recortar gastos hasta lograr un excedente.

Si tus ingresos son menores que tus egresos, la recomendación es parar y darte un tiempo
para analizar tu situación. Estás en apuros y puede sonar tentador pedir un crédito para
resolverlos, ¡pero aceptar apresuradamente dinero prestado puede empeorar tu situación!

Si estás en condiciones de pedir un crédito, la regla de oro es comparar en diferentes


instituciones financieras antes de contratar, considerando el CAE más bajo para un mismo
plazo y sobre un mismo monto, y todos los beneficios asociados al crédito.
Pregunta además los costos de prepagar total o parcialmente el crédito. Por último, decide
la forma de pago que más te acomoda.

En resumen, en el crédito de consumo la entidad financiera pone a disposición del cliente


una suma de dinero, la cual podrá usar libremente. El crédito de consumo permite adquirir
bienes o servicios que satisfacen necesidades cotidianas y específicas. Los tipos de crédito
de consumo más utilizados son la tarjeta de crédito bancaria o de crédito de alguna tienda.

Crédito Automotriz:

El crédito automotriz es el financiamiento para la adquisición de vehículos nuevos o usados


de uso particular dirigido a personas físicas con o sin actividad empresarial. Este
financiamiento cuenta con planes de pagos fijos mensuales durante la vigencia del crédito
que puede ser desde seis hasta 60 meses o más, según la institución que otorga el crédito.
En algunos casos se requiere de un aval que figurará como co-responsable en el pago de la
deuda.

Crédito de nómina:

El crédito de nómina es un préstamo que toma como respaldo el salario que recibe una
persona por su trabajo. Los pagos del crédito se descuentan directamente de la cuenta en
donde depositan el sueldo. Este tipo de créditos los otorgan las cajas de compensación, y
algunas empresas a sus trabajadores.

6.2 LA TARJETA DE CRÉDITO:

La tarjeta de crédito es la forma más utilizada de acceder al crédito. Con ella se pueden
realizar compras en establecimientos comerciales sin la necesidad de pagar
inmediatamente en efectivo.

Cuando se contrata una tarjeta de crédito, el banco nos va a abrir una línea de crédito. Por
usar este crédito, debemos pagar la cantidad prestada más los intereses acumulados en el
período.

En la actualidad, la tarjeta de crédito tiene un enorme uso, ya que representa un excelente


medio de pago sin la necesidad de traer dinero en efectivo. Pero recuerda, este dinero no
es tuyo. Debemos pagarlo.

Con la tarjeta de crédito, podemos tener acceso a un sin fin de establecimientos afiliados.
Hacer compras por internet o por teléfono, realizar reservaciones en hoteles, o disponer de
efectivo en cajeros automáticos. Pero recuerda, las comisiones pueden ser muy altas.
También podemos pagar servicios como telefonía celular o televisión de paga. Y también
podemos tener acceso a ciertos descuentos en tiendas comerciales.

La apertura de otros créditos, siempre y cuando tengamos un buen historial de crédito,


puede ser más rápida y puede ser favorecida si nuestra tarjeta de crédito tiene un buen
manejo.

Recuerda que es importante revisar las comisiones de la tarjeta de crédito las que pueden
ser muchas y diversas, y también por qué concepto las están cobrando. Las comisiones
aparecen detalladas en el estado de cuenta, por lo que te recomendamos siempre revisar
de manera cuidadosa los conceptos y los cargos de manera mensual.

También te invitamos a revisar de manera cuidadosa la tasa de interés ordinaria que es la


que cobra el banco por el total de los consumos realizados en un periodo de tiempo,
generalmente de 28 días.

La tasa de interés moratoria también es importante conocerla y esta se aplica cuando


hemos dejado de pagar de forma puntual.

Elementos claves de la tarjeta de crédito:

La tarjeta de crédito está conformada por diferentes elementos, y estos son fecha de corte,
saldo, la cuota o pago mínimo, intereses, beneficios, límite de crédito o cupo. Todos estos
elementos aparecen en tu estado de cuenta, los analizaremos para que puedas interpretar
y entender de mejor manera.

1. Costo o comisión de Mantención: este cobro se efectúa generalmente de manera


semestral pero también puede ser cobrado mensualmente. Es el costo de
administració n de la tarjeta y se suele pagar independientemente del uso. Es decir,
el costo de mantención es un costo que tendrás que pagar sí o sí y, por lo tanto,
debes considerarlo al decidir qué tarjeta y cuántas tarjetas vas a tener y utilizar. Hay
algunas instituciones que, según el nivel de uso de las tarjetas, realizan descuentos
a este cobro.
2. Otras Comisiones: en general, existen comisiones de las diferentes tarjetas de
crédito que son cobradas al realizar avances en efectivo en Chile y/o en el
extranjero, compras en cuotas y compras en el extranjero, también pueden tener
cobros de comisiones diferenciadas. Antes de obtener y utilizar una tarjeta,
infórmate de estos cobros. Cualquier cambio en las comisiones debe ser informado
por la entidad emisora por escrito con al menos 30 di ́as de anticipación a la fecha en
que se aplicarán los cambios, y la vigencia debe ser de al menos un semestre.

3. Intereses: el uso de las tarjetas de crédito puede generar intereses. Es importante


considerar que si se paga el monto total de las compras efectuados en un peri ́odo,
no se pagan intereses extraordinarios. Debes tener en consideración que si realizas
pagos de cargo inmediato con tu Tarjeta de Crédito como avances en efectivo,
compra de divisas, compras o pagos en casinos o juegos de azar, estos generarán
intereses a contar de la fecha en que se realiza la compra y hasta el momento de su
pago. Sin embargo, hay que diferenciar en utilizar compras con y sin interés.

4. Impuesto al Crédito: algunas de las transacciones que realizas con tus tarjetas de
crédito están afectas al impuesto al crédito, y todos los créditos están afectos a este
impuesto.

Las compras afectas al Impuesto al Crédito, en el uso de tarjetas de crédito, son:

• Compras de cargo inmediato: como las recientemente mencionadas.


• Compras en cuotas, que permite elegir la cantidad de meses en que se quiere
pactar la deuda.
• Oferta de compras en cuotas sin interés, que ofrece el banco durante un peri ́odo
de promoción.
• Avances en efectivo con cargo a tu tarjeta de crédito. Las tres o más cuotas precio
contado que ofrece el comercio no están afectas al impuesto al crédito. Siempre que
elijas la modalidad de cuotas pregunta e infórmate en el comercio.

5. Interés: El precio de un crédito es la tasa de interés. El interés es el costo que se


debe pagar por el uso de la tarjeta de crédito, es un valor adicional calculado sobre
el saldo de la tarjeta. Esta tasa es lo que nos cobran por prestarnos este dinero de
manera anticipada.

6. Cuota: La cuota o pago mínimo es determinada por el banco cada mes y es en


relación a la deuda, para poder determinar el monto mínimo que debe pagar el
crédito. En caso de que no se realice el pago mínimo, el saldo se acumula y
generarán intereses que se acumularán mes tras mes. Esta es una forma de
perpetuar el crédito, si no pagamos el interés mínimo, la deuda se acumulará de
manera constante.

7. Los beneficios adicionales dependiendo de la entidad financiera nos pueden traer


algunos muy buenos beneficios como seguros de viaje, cobertura nacional, puntos
o km de vuelo.

8. El límite de crédito o cupo es el tope máximo de nuestra línea de crédito, es decir lo


más que puedes gastarte con la tarjeta de crédito.

9. Fecha de corte o corte, es la fecha mensual que calcula el banco para poder
determinar el monto de la deuda en un periodo de tiempo, es decir puede ser que
tengamos que pagar nuestras deudas a partir del día 5, el 15 o el 20. Esta fecha de
corte también considera todos los cargos que nos han hecho a la tarjeta de crédito
en ese periodo más los respectivos intereses de los saldos anteriores en caso de que
no se hayan pagado.

10. El saldo es el monto que se le debe al banco después de efectuar los pagos
mensuales de intereses, cuota mínima o abono a capital. Por ejemplo, si la deuda de
la tarjeta es de 200 mil pesos, el pago mínimo puede ser de 30 mil y los intereses de
10 mil. El saldo son 170 mil pesos resultantes de restar 200 mil de 30 mil. Los
intereses no se restan porque corresponden al costo que se está pagando por el
crédito.

11. Otro elemento que se debe considerar es el costo anual equivalente o CAE. El CAE
es la cantidad que se paga por el financiamiento, está expresado en términos
porcentuales anuales y es con fines informativos y de comparación exclusivamente.

Este incorpora la totalidad de los costos y los gastos inherentes a los créditos que
otorgan las instituciones financieras, en otras palabras el costo anual equivalente es
el precio del crédito que incorpora en una sola cifra todos los gastos relevantes en
los que se incurre al contratar un crédito, los intereses, comisiones, y el plazo del
pago son homogeneizados sobre una base anual a fin de tener una base de
comparación de diferentes productos con las mismas características, así el CAE más
bajo es el costo más bajo y puede ser la mejor opción para solicitar un crédito.

12. La forma y los tiempos en los que se pagan los créditos, siempre es registrado, si se
realizan de forma puntual, retrasada o incluso si no pagamos, este registro es el
historial crediticio. Es importante pagar los créditos a tiempo ya que existen
sociedades de información crediticia que reúnen toda la información de los créditos,
es decir si pagamos a tiempo o incluso no pagamos, pueden ser que seamos
penalizados en un futuro cerrándonos la puerta del crédito.

Debemos mantener un historial impecable para poder tener el acceso al crédito en


el futuro, ya que estos podrán ser negados en caso de que no paguemos de forma
puntual.

Si conoces los diferentes medios de pago y de financiamiento, podrás elegir la combinación


que más te convenga, sacar el mejor partido a cada uno y mantenerte sin preocupaciones
financieras.

Otra consideración que hay que tener es que tipo de cosas quiero financiar y con qué tipo
de crédito, en general, es recomendable financiar con créditos específicos elementos de
largo plazo, que puedan constituir una inversión como autos, casas o departamentos.

Con créditos de consumo de corto plazo o tarjetas de crédito podríamos financiar compras
de muebles, viajes u otros bienes durables, pero no es recomendable financiar alimentación
ni vestuario con estos créditos pues lo más probable es que ya debamos renovar la compra
y aún no terminamos de pagar el gasto anterior.

Nota:
 Lee las letras chicas del contrato antes de firmarlo, ya que debes de estar consciente
de todas las condiciones de este.
 Evaluar si necesariamente la tarjeta de crédito adicional es requerida y pensar dos
veces cuando te ofrezcan una nueva.
 Cancelar las tarjetas de crédito innecesarias. Revisar cuál es el nivel de
endeudamiento. Cuando haya ofertas sin intereses comparar este plazo con el pago
de contado.
 Evitar ser aval, no importa que sea un familiar muy cercano, esto puede poner en
riesgo nuestro patrimonio familiar.
 Al solicitar un crédito acuda a una institución financiera ahí te podrán orientar, por
favor no acudas con el prestamista del lugar, la usura solamente fomenta
endeudamiento y puede traer graves problemas y poner en riesgo el patrimonio
familiar.
 Se responsable con el crédito, ya sea asegúrate de solo pedir prestado lo que puedes
pagar. El crédito más caro es el de la tarjeta de crédito, por ello es importante que
la utilices pocos días después de la fecha de corte, así tendrás más tiempo de
financiamiento.
 Pagar la totalidad antes de la fecha de vencimiento, si únicamente es emitida el pago
mínimo, la deuda se perpetuará e irá incrementando.
 No hacer retiros en efectivo de los cajeros, el costo y comisiones es muy alto.
 Usar los puntos, si es posible, para el pago de deudas, no para hacer más compras.
 Siempre recuerda que el crédito con el interés más bajo no siempre es el mejor.
 La tarjeta de crédito no es una extensión del sueldo, siempre debemos pagar.
 El dinero es el bien más caro, su costo se representa media el interés que cobra.
 La tarjeta más anunciada y que todo mundo tiene no necesariamente es la mejor
opción para ti, primero infórmate y compara.

Siguiendo estas recomendaciones podrás usar el crédito como una herramienta en las
finanzas personales. Manejar un crédito de manera responsable puede ayudarnos en todas
las actividades de nuestro día a día.

Una herramienta crediticia también tiene que ver con hacer una renegociación o
refinanciamiento de deudas, esto significa solicitar un crédito que junta todas las deudas
del sistema financiero que tengas en una sola operación y en una única institución bancaria.

Esto permite que bajes tus costos financieros a corto plazo (tarjetas, financieras, créditos
personales, etc.) al reducir la cuota mensual de pago. Debemos considerar que mientras
menos instrumentos de deuda y menos instituciones tenga con deuda, también pagaré
menos intereses, menos gastos de administración, menos pagos de seguros, menos
impuestos al crédito, etc.
7. AHORRO – SEGUROS

7.1 Ahorro

¿Qué es el ahorro? Es aquella parte del ingreso que no se destina al consumo de bienes o
servicios. Es la diferencia que existe entre los ingresos y los gastos. Es decir, es la parte del
ingreso actual que se guarda en el presente para poderlo usar en el futuro.

Hay muchas razones para ahorrar, entre ellas, cumplir algún sueño o lograr una meta como
construir una casa, pagar la educación propia o de los hijos, enfrentar gastos inesperados
como enfermedades o accidentes, o contar con un fondo para vivir la vejez con tranquilidad.

Los ahorros ayudan a las familias a alcanzar sus metas financieras, a acumular bienes y a
minimizar los riesgos y controlar los ingresos. El ahorro fortalece el bienestar de las familias,
incrementa la estabilidad económica personal, familiar y patrimonial. También permite una
distribución más eficiente del consumo a través del tiempo. Una vez que se tuvo la disciplina
para hacer un presupuesto, de la misma forma se debe tener la disciplina para poder
ahorrar.

1. Tiene como características primero, que debe cumplir un objetivo. Sin embargo, la
finalidad del ahorro no es simplemente cumplir deseos sino también satisfacer
necesidades. Por otro lado, ahorrar con un propósito definido ayuda a disponer de
recursos en caso de una emergencia o de algún imprevisto. Puede convertirse en un
hábito que nos ayuda a tener lo que queremos. Los objetivos del ahorro son
diferentes en cada persona. Y también van cambiando con la edad.

2. La segunda característica del ahorro es que debe ser sistemático y constante.


Considerar el ahorro como un rubro más de nuestro presupuesto familiar nos ayuda
a guardar nuestro dinero con disciplina y constancia. Esto nos ayudará a reunir la
cantidad necesaria que nos alcance para conseguir nuestras metas y cumplir
objetivos. Aunque la cantidad no sea mucha, mes tras mes debemos separar el
mismo porcentaje del salario con perseverancia y firmeza. De esta forma los
beneficios del ahorro son palpables incluso a un corto plazo.

¿Cómo se ahorra?

Muchas personas acostumbran guardar su dinero debajo del colchón, en una alcancía o
incluso confiárselo a otra persona. Esta forma de guardar al dinero se le conoce como
ahorro informal. No es la forma más conveniente de ahorrar, ya que nos arriesgamos a
perder nuestro dinero.

La segunda alternativa consiste en guardar nuestros recursos en una institución financiera,


a través de una cuenta de ahorro. Esto se le conoce como ahorro formal y tiene varias
ventajas, como por ejemplo, brinda seguridad y también certeza. No hay pérdida del valor
adquisitivo del dinero. La mayoría de las cuentas bancarias de ahorro están protegidas con
un seguro de depósito.

¿Cuánto debemos ahorrar?

Lo ideal es guardar cantidades de acuerdo a nuestra capacidad, ni muy grandes pero


tampoco insignificantes. Aunque no existe una regla escrita de cuánto debemos ahorrar, lo
recomendado por los expertos es un 10% de nuestro ingreso de forma mensual. Sin
embargo, habrá ocasiones en las que el ahorro sea mayor cuando establezcamos alguna
meta prioritaria y durante un plazo de tiempo más corto.

A lo largo de nuestra vida laboral es necesario ahorrar, ya que en el momento del retiro los
ingresos personales cesarán y con el monto ahorrado tendremos que hacerle frente al resto
de la vida.

Si pensamos que el retiro de la vida laboral se puede dar alrededor de los 60 años, ¿qué
fuentes de ingresos tienes para poder vivir hasta el fin de tus días? Por eso, es necesario
ahorrar mientras trabajas, para asegurar el futuro. Se puede ahorrar en una alcancía,
colchón, en una cuenta de ahorro o en una cooperativa de ahorro y préstamo.

La cuenta de ahorro

Es uno de los principales instrumentos bancarios para poder ahorrar. En ella los ahorradores
realizan depósitos bancarios donde pueden administrar sus recursos y obtienen ganancias
para mantener e incrementar el ahorro. El dinero se dispone a través de una tarjeta de
débito con la cual pueden hacer compras o incluso retirar efectivo en cajeros automáticos.
Las compras y retiros se reducen del saldo que haya en la cuenta de ahorro.

Los instrumentos bancarios son una opción formal de ahorro, son más seguros y se puede
disponer de los ahorros fácilmente. No existe el riesgo de perder los ahorros a
comparación del colchón o la alcancía, ya que se cuenta con el respaldo de una institución
financiera, que va a ser regulada y supervisada. ¿Cuál de estas alternativas es mejor para
ti? ¿El colchón, la alcancía, o la cuenta de ahorro?

Es bueno destinar una parte del ahorro a posibles imprevistos en un producto de ahorro
que no penalice retiros antes del plazo de vencimiento. Es decir, si se retira la inversión
antes de que venza el plazo establecido en el contrato, no haya cargos o comisiones
sorpresivas.

Destinar una cantidad fija mensual en una cuenta de ahorro, si el ahorro es significativo es
mejor acudir al banco y pedir un contrato de inversión. Recuerda ahorrar por lo menos el
10% de tu sueldo de forma mensual. Recordemos que el ahorro se relaciona con la
disciplina que tengamos, así que debemos vigilar que en la familia y en las finanzas
personales, el ahorro se debe priorizar. Recuerda, el ahorro es importante durante toda
nuestra vida.

Generalmente, cuando utilizamos algunos elementos de ahorro bancario le llamamos


inversión. Cuando invertimos buscamos incrementar nuestro patrimonio, es decir, generar
un interés a través de instrumentos financieros.

El dinero pierde su valor conforme pasa el tiempo, si mantenemos el dinero estático debajo
del colchón este va a perder su valor. Por eso es necesario invertir, porque a través de la
inversión el capital crece, el dinero mantiene su poder adquisitivo y reducimos los riesgos.

¿Te has puesto a pensar que en algunas ocasiones aunque haya mayores ingresos no
necesariamente podemos comprar más? La razón es que los precios de las cosas suben, a
esto le llamamos inflación. Lo cual es el aumento generalizado y continuo de los precios de
bienes y servicios. Este fenómeno se debe a la emisión excesiva de dinero o sobre el
endeudamiento de un gobierno para hacer frente a gastos que están por arriba de los
ingresos. Debido a que la inflación afecta nuestros ahorros, debemos invertir para que
nuestro dinero suba por encima de la inflación.

Ahora bien, se deben considerar tres elementos al momento de hacer una inversión:

1. El primero es el rendimiento, es decir, la ganancia que los instrumentos ofrecen y


se mide como un porcentaje de la cantidad originalmente invertida.
2. El segundo término debemos considerar el riesgo, el cual es la incertidumbre de lo
que se va a ganar ya sea mucho o poco.
3. También se debe considerar el plazo que es el horizonte de inversión, o sea, el
tiempo que se espera obtener un resultado de la inversión. Los instrumentos a
mayor plazo y con mayor riesgo ofrecen mejores rendimientos pero también existe
la incertidumbre de que estos no ofrezcan lo esperado.

Debemos estar muy conscientes de ellos al momento de elegir el instrumento de inversión.

Perfiles del inversionista:

Ahora hablaremos un poco sobre los perfiles del inversionista. Esto, no es necesariamente
exclusivo de las personas que saben mucho sobre finanzas al contrario, muestra las
características que una persona debe saber antes de tomar decisiones de inversión. ¿Por
qué? Porque esto va a influir su tolerancia o aversión al riesgo y la relación que existe con
los instrumentos de inversión en el mercado. Es muy importante tomar en cuenta los
siguientes elementos.

1. El primero es la edad, la tolerancia o la aversión al riesgo de una persona de 25 es


necesariamente diferente a la de una de 60.
2. El segundo, es el carácter, ya que nos muestra la tolerancia al riesgo e
incertidumbre. Y por último el tiempo, debemos de estar conscientes que una
inversión puede ser a corto o a largo plazo y esto tendrá una influencia sobre el
rendimiento esperado.

Los tres perfiles de inversionistas son conservador, moderado y agresivo.

El inversionista conservador es aquél al que no le gusta tomar riesgos. Prefiere las


inversiones seguras, aunque los rendimientos sean menores.

También tenemos al inversionista moderado, el cual es una persona que sigue siendo
cautelosa con sus decisiones, pero puede tomar cierto riesgo en sus inversiones. Tiene la
percepción de que sus ingresos y empleo se mantendrán estables por un buen tiempo. Estos
inversionistas los encontramos en todas las edades. Generalmente se trata de personas con
ingresos estables y pueden ser entre moderados y altos. También encontramos a los padres
de familia con capacidad de ahorro.

Por último, tenemos al inversionista agresivo, generalmente cuenta con percepciones


favorables en su trabajo y sus ingresos. Busca mayores rendimientos aunque esté dispuesto
a asumir el riesgo que sea necesario. Pueden ser inversionistas jóvenes que cuenten con
solidez económica y con ingresos moderados y altos. Personas solteras, sin hijos entre 30 y
40 años de edad.

Y tú, ¿con qué tipo de perfil de inversionista te identificas? Después de que identificaste
qué tipo de inversionista eres, debemos revisar cuáles son las diferentes opciones de
inversión para cada perfil. En los bancos e instituciones financieras existen diversas
opciones de inversión, cada una con características particulares. Se debe elegir la más
conveniente sin olvidar el rendimiento, el riesgo y el plazo.

Las cuentas de ahorro:

Son instrumentos que te permiten ahorrar en forma periódica sin mayores restricciones.
Las puedes abrir y mantener con bajos montos de dinero. Debes fijarte en los costos ya que
algunas cobran comisiones, especialmente según las veces que retires parte de lo que tienes
ahorrado. Hay de muchos tipos según sus características (si son reajustables o no, sus
cobros, cuántos "giros" permiten al año, etc...) y según para qué la usarás: para la vivienda,
educación, entre otros. Algunas de ellas te permiten postular a subsidios como el
habitacional.

Los depósitos a plazo:

Son montos de dinero que le pasas al banco para que genere intereses en un período
determinado, de 7 días a más de un año. Entregan una tasa de interés fija, es decir, puedes
saber con certeza cuánto vas a ganar en intereses en ese plazo. Mientras más plata guardas
y por más tiempo, mayor ganancia para ti. Cuando se cumple el plazo te devuelven tu dinero
y le suman un pago seguro (renta fija). Pero ojo, si pides tu plata antes del plazo pierdes
parte o el total de la ganancia.

Los fondos mutuos:

Son aportes de dinero de diferentes personas a un ente administrador para que éste los
invierta en diversos instrumentos financieros, de 5 mil pesos a varios millones. La ganancia
que consigue es repartida entre las personas que realizaron los aportes. Aunque ojo,
también pueden generar pérdidas.

Hay varios tipos de fondos mutuos y se clasifican según su riesgo y el tiempo en que pones
ese dinero (plazo). Algunos fondos son más riesgosos que otros. Según tu perfil de
inversionista puedes elegir uno u otro.

Hay fondos mutuos de renta fija, similares a un depósito a plazo ya que sabes de antemano
cuánto van a rentar tus ahorros y fondos mutuos de renta variable que pueden entregarte
más rentabilidad pero también conllevan un riesgo es mayor. Hay una amplia variedad de
fondos mutuos. A algunos tienen restricciones. Infórmate bien antes de optar por uno u
otro.

Las acciones:

Son los instrumentos financieros que implican mayor riesgo. Una acción representa una
parte de la propiedad de una sociedad anónima abierta. Que compres una acción significa
que eres dueño de una parte de esa empresa y que tienes derecho a esa parte de su
rentabilidad. Si a la empresa le va bien, tú ganas. Si no le va tan bien, no ganas nada o incluso
puedes perder.

El ahorro previsional voluntario (APV):

Es un mecanismo que permite a las personas ahorrar para su jubilación permitiendo reunir
más dinero que lo que cotizan obligatoriamente en su AFP. Este ahorro permite mejorar la
pensión, y existen formas de ahorro como la Cuenta 2 en las AFP y el Ahorro Previsional
Voluntario (APV) en diferentes instituciones financieras. También poseen otras ventajas
como entrega de bonos y baja de impuestos.

Otras alternativas de inversión:

Además de los instrumentos financieros existen otras alternativas de inversión, pueden ser
bienes inmuebles, metales preciosos o la moneda extranjera. Pero debemos recordar cuáles
son las alternativas y las características de estos.
Los bienes inmuebles tienden a subir de valor, pero también debemos cuidar que hay
ciertos elementos de riesgo en estas inversiones. Los metales preciosos generalmente se
invierten por su estabilidad, aunque no todos los momentos históricos son buenos para
estos elementos. La moneda extranjera por otro lado, se invierte con fines de especulación,
es decir, comprar bajo y vender caro.

Seguramente te preguntarás, ¿el riesgo puede eliminarse?

No, solo se puede minimizar por ello existe la diversificación. Esto es una estrategia de
inversión que administra el riesgo mediante la difusión del dinero a través de una variedad
de inversiones como acciones, bonos, bienes raíces y alternativas en efectivo. Existe una
filosofía de diversificación muy simple, no poner todos los huevos en la misma canasta.
Luego recuerda, la canasta no solo debe contener huevos. Es decir, la diversificación en
instrumentos de inversión es diversificar riesgos, plazos y montos.

Ya que conoces tu perfil de inversionista y cuáles son los diferentes mecanismos y


alternativas de ahorro, puedes revisar las siguientes recomendaciones.

1. Revisar los diferentes instrumentos de inversión, pueden ser bienes inmuebles,


bonos en renta fija, metales preciosos, moneda extranjera o incluso inversión en
bolsa.
2. Revisa las tasas de interés, el rendimiento, el retorno, el plazo. Revisa todos los
instrumentos de inversión a profundidad.
3. Conoce tu perfil del inversionista, recuerda que puede ser conservador, moderado
o agresivo. Esto nos ayudará a conocer la tolerancia al riesgo y posteriormente cuál
es la estrategia para diversificar.
4. Debes comparar las tarifas y las comisiones de todos los productos. Recuerda que la
avaricia y el miedo son los peores enemigos de las inversiones sanas.
5. Una inversión es una decisión, no es una apuesta. Toma decisiones con información
concreta, no a base de modas o de corazonadas. Acércate a un experto o a una
institución financiera.
6. Las opciones de inversión que ofrecen altos rendimientos en un plazo muy corto
pueden no ser seguras y ocultar algo, recuerda que no todo lo que brilla es oro. Si
es demasiado bueno para ser verdad tal vez no lo sea. Las inversiones a largo plazo
requieren paciencia para ver los frutos, pero recuerda que sin retorno no hay riesgo.

Cuando pensamos en el ahorro, lo asociamos a tranquilidad, a crecer y a la posibilidad de


realizar aquello que siempre hemos soñado. Sin embargo, muchas veces se convierte en un
propósito difícil de cumplir.

No es fácil ahorrar. Los imprevistos son un obstáculo que muchas veces lo impiden. Las
tentaciones de la vida actual tampoco ayudan.
Como el crédito permite conseguir lo que quieres más rápidamente, es fácil contraer
deudas y, por lo tanto, tener menos capacidad de ahorro.

A pesar de estas dificultades hay diversas formas de planificar el ahorro y es importante que
las conozcas.

Recuerda que tener una meta clara, o varias metas, te permitirá planificar mejor tu ahorro
y elegir adecuadamente los instrumentos más idóneos para hacerlo.

Revisa las dos cosas más importantes en el ahorro: la cantidad de plata que guardes cada
mes y cuánto tiempo lo hagas. Pero una cosa es clave: ¡ser constante! Al comienzo eso es
más importante que la cantidad de plata. Sólo así tu "chanchito" estará más gordo para tu
futuro.

No se trata de juntar plata porque sí: el ahorro es el camino para hacer tus sueños realidad.
La cantidad de dinero que debas ahorrar dependerá de tu meta y en cuánto tiempo quieras
alcanzarla; no es lo mismo juntar dinero para cuando te jubiles que para un viaje.

Lo ideal es comenzar a juntar plata desde el inicio de tu vida laboral. Partir ahorrando para
enfrentar gastos imprevistos como un tratamiento médico o periodo de cesantía, para
luego pensar en compras mayores (casa o auto), unas vacaciones especiales, la educación
de tus hijos y tu jubilación.

Los adultos mayores viven una etapa que conocemos como retiro, esto sucede cuando las
personas dejan de trabajar. ¿Cómo cubren entonces sus gastos quienes ya no trabajan? La
respuesta es la pensión y esta es una cantidad de dinero que periódicamente reciben los
trabajadores cuando se retiran por haber ahorrado una parte de su sueldo durante todos
los años que estuvieron trabajando.

Ese dinero es administrado por administradoras de fondos para el retiro a través de una
cuenta individual. El ahorro para el retiro de los trabajadores proviene de las aportaciones
que durante años realiza el propio trabajador. Estas aportaciones son una parte del ahorro
para el retiro, la otra se puede conformar con un ahorro adicional voluntario que realizaría
el trabajador a lo largo de su vida laboral.

Las administradoras de los fondos para el retiro no solo guardan los ahorros sino que
también los invierten. Así con el tiempo ese dinero incrementa su valor como es un ahorro
a largo plazo. Si el trabajador ahorra de forma voluntaria pequeñas cantidades adicionales
de forma constante tendrá una mejor pensión y nivel de vida en su retiro.

Si aún no has comenzado a ahorrar no te desanimes. Lo importante es que comiences a


hacerlo cuanto antes.
Para cotizar en las distintas entidades financieras y elegir la forma de ahorro que te
convenga más, revisa:

1. ¿Cuánto me pagan?: Las entidades financieras te pagan por guardar tu plata con
ellos. No todas las entidades, ni todas las formas de ahorro te pagan lo mismo. Para
saber quién te paga más, pregunta por el interés. A mayor interés sobre tus ahorros
más ganancia (rentabilidad).

3. ¿La ganancia es segura o no?: Cuando es seguro que recibirás esa ganancia
(rentabilidad) y la puedes conocer de antemano, los ahorros son de "renta fija".
Cuando puedes ganar o perder plata, son de "renta variable". Como hay más riesgo,
estos suelen dar una ganancia mucho mayor.

4. Que el valor no disminuya: Con el tiempo las cosas tienden a costar más caras. Hace
diez años podías pagar tres pasajes de micro con mil pesos, hoy, menos de uno y
medio. Esto debido a la inflación. La "Reajustabilidad" es una medida que ofrecen
algunas formas de ahorro, para que tu dinero no pierda valor con el paso del tiempo.
Al "reajustarse", tu plata mantiene el mismo valor que cuando la ahorraste, aunque
hayan pasado años.

5. Pregunta por el plazo: Hay formas de ahorro que te exigen que mantengas tu plata
guardada durante un tiempo acordado (puede ir de 7 días a más de un año) para
que recibas tu ganancia. Si sacas tu dinero antes, podrías perder parte o el total de
tu ganancia.

6. Cobros: Cada forma de ahorro tiene cobros, los cuáles podrían terminar
"comiéndose" tus ganancias si son muy altos. Algunos son cobros por sacar dinero
más veces de las acordadas o cobros por administración, por ejemplo. Cotiza y
compara lo que te ofrecen las distintas entidades financieras.

7. ¿Cuándo puedo sacar mi plata?: Cuando sacas dinero de tus ahorros se le llama
"giro" o "rescate". Y el tiempo que se demoran en pasarte tu plata en efectivo se
llama "liquidez". Esto es importante cuando elijas. Si necesitas que tu forma de
ahorro sea muy "líquida" o no, dependerá de qué tan rápido tendrás que sacar ese
dinero en caso de necesitarlo.

8. ¿Qué riesgo puedo asumir?: Mientras más joven seas, más riesgo puedes asumir
en tu forma de ahorro (renta variable). Así puedes ganar más, ya que si llegaran a
generar pérdidas tienes más tiempo para recuperarlas. También toma en cuenta tu
perfil de inversionista.

9. ¿Para qué voy a usar esa plata?: Otra cosa importante es saber el uso que le darás
a esos ahorros. Si por ejemplo estás ahorrando para la educación de tus hijos, es
mejor usar una forma de ahorro más segura, aunque su ganancia sea menor.
¿CUÁLES SON LAS ENTIDADES FINANCIERAS?

No sólo los bancos ofrecen los distintos tipos de ahorro que existen. También están las
cooperativas de ahorro y crédito, cajas de compensación y compañías de seguro, entre
otras. Fíjate que sean fiscalizadas por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
en http://www.sbif.cl, sí tu inversión será más segura.

7.2 Seguros

Probablemente has oído hablar de los seguros, ¿alguna vez has tenido que contratar
alguno? ¿Has tenido un accidente y no has podido responder de forma oportuna por no
tenerlo? ¿Cómo podemos protegernos de todas estas eventualidades?

Mucho se dice sobre los seguros. Que son caros, que a veces los contratas sin darte cuenta,
que si llevas años pagando un seguro y nunca te ha pasado nada significa que has estado
botando ese dinero.

Como todos los productos financieros, para usarlos en tu beneficio y mantener la salud de
tus finanzas, debes conocerlos en profundidad. Nunca es demasiado temprano, ni muy
tarde para hacerlo.

Empecemos por definir que es el riesgo, el riesgo es la probabilidad de que ocurra un


accidente o un imprevisto que pueda dañar a la persona, la familia o el patrimonio. Para
protegernos de los riesgos podemos prevenirlos, y transferirlos, se pueden minimizar pero
nunca eliminar. Por otro lado, no solamente el riesgo tiene un lado negativo, también
podemos tener un retorno cuando hablamos de inversiones, ¿recuerdas lo que vimos en el
tema anterior?.

El seguro es un medio para cubrir los riesgos los cuales se transfieren en una aseguradora,
que es la que se encargará de garantizar y de indemnizar todo o parte del riesgo producido
por la aparición de determinadas situaciones accidentales.

Normalmente cuando se compra o vende algo físico, el comprador recibe el bien,


inmediatamente lo disfruta. En el caso de los seguros, el comprador paga una prima que es
el precio del seguro a cambio de un posible servicio futuro, sin embargo, la protección
comienza desde el momento en que se formaliza el contrato del seguro.

La venta del seguro constituye el inicio de la relación entre asegurado y la compañía


aseguradora, estas no solo tienen que atender el siniestro, además tienen la obligación de
mantener informando y asesorado a su cliente en todo momento.

Es preciso conocer qué se puede asegurar, ya que no todas las cosas son asegurables,
cuándo se puede o cómo se debe contratar un seguro, cuál es el proceso de asegurar un
bien y que fases comprenden. Pero para que algo pueda asegurarse, se deben cumplir los
siguientes requisitos.
 Primero, debe tratarse de algo material, por ejemplo un coche, vivienda, negocio o
algún artículo que tengamos en casa, también puede ser inmaterial, es decir, un
perjuicio económico por paralización de actividad, como cuando sucede alguna
enfermedad.
 Debe existir al tiempo del contrato o al menos el tiempo en el que empiezan a
manifestarse los riesgos. Debe ser cuantificable, es decir tasable en dinero.
 Debe ser un objeto derivado de una actividad lícita y estar expuesto a perderse por el
riesgo que corre el asegurado. La mayoría de los seguros son productos ya
preestablecidos, diseñados para cubrir una o más soluciones concretas. Al final el
solicitante del seguro es quien elige la cobertura que más se adapte a sus necesidades
o presupuesto.

Generalmente, en un contrato de seguro intervienen seis partes. La aseguradora, el


tomador, el asegurado, el beneficiario, la póliza y los mediadores.

1. La aseguradora es la entidad o persona moral que asume las consecuencias del


riesgo que es objeto de cobertura en un contrato de seguro. Se encarga de recibir el
importe de la prima como precio del riesgo que cubre, así mismo tiene derecho a
verificar las circunstancias en las que se ha producido el siniestro a fin de comprobar
que existe cobertura según lo acordado en el contrato firmado.

2. El siguiente elemento es el tomador, la persona que suscribe o paga el contrato con


la entidad aseguradora. No siempre la persona asegurada es el beneficiario. Puede
solicitar a la aseguradora que realice cambios en la póliza, como modificar la
cobertura, cambiar a los beneficiarios o el domicilio de cobro siempre y cuando no
se deje de pagar la prima pactada.

3. El asegurado es la persona que en sí misma en sus bienes o en sus intereses


económicos está expuesta al riesgo, por ejemplo, en un seguro de vida el asegurado
será la persona cuya vida se basa en el contrato. Su supervivencia o su fallecimiento
en un periodo dado es la cláusula principal del contrato. En el seguro de incendios
el asegurado es el titular del inmueble o bien cubierto en la póliza. Cuando se
asegura un bien, el asegurado debe custodiarlo, protegerlo y tomar las precauciones
necesarias para no favorecer la ocurrencia de un siniestro.

4. El beneficiario es la persona que recibe la indemnización en los casos previstos en


la póliza, suele tener un vínculo común de intereses personales, familiares o
económicos con el asegurado o tomador. Un ejemplo es el seguro de vida, los
beneficiarios en caso de fallecimiento en caso de titular serán los familiares más
cercanos. Los cónyuges e hijos del asegurado, que es la persona que ha fallecido.
Aunque en las condiciones de la póliza se puede designar como beneficiario a
cualquier persona.
5. La póliza es el documento principal que compone el contrato del seguro, es un
documento en el que constan los derechos y obligaciones de ambas partes. Hasta
que este contrato no esté firmado por ambas partes y esté aceptado por todo
comenzarán los derechos y obligaciones que están contenidos.

6. Y por último tenemos a los mediadores, es decir la persona o asesor que aconseja
al cliente sobre las modalidades del seguro y coberturas que más le convienen en
función de su situación personal. Para ello analiza los riesgos a lo que está expuesto,
los perjuicios económicos que podrían surgir y le propone una oferta y no es
obligatorio que intervenga en esta parte.

Una vez que hemos visto cuales son los elementos del seguro, podemos dividirlos entre
públicos y privados.

Los seguros públicos son los que ofrece el gobierno y, por lo regular, son los seguros sociales
que cubren gastos médicos. Dentro de los seguros privados los más comunes son el seguro
de vida, el seguro de gastos médicos mayores, seguro de automóvil, seguro de daños para
el hogar y el seguro de desempleo.

Seguro de vida: Entre los tipos de seguros tenemos el de vida, en caso de que muera el
asegurado, la compañía aseguradora le dará una cantidad de dinero establecida a quienes
hayan designado como beneficiario en el contrato.

Los seguros de personas: operan ante enfermedad, accidente o muerte del asegurado. En
todos estos casos, la compañía aseguradora pagará –a quienes se haya indicado– una
compensación económica definida en el contrato por el daño que implica que a ti te haya
pasado algo.

También están los seguros de accidente, que contrarrestan los efectos económicos ante la
eventualidad de muerte por accidente o ante una incapacidad permanente o temporal por
la misma razón, y pueden solventar parte de los gastos que esto conlleva.

El seguro de gastos médicos mayores por otro lado cubre gastos por accidente o
enfermedad. Estos seguros pueden ayudar a cubrir los gastos generados por una
enfermedad, como hospitalización, asistencia médica y medicamentos.

El seguro de automóvil es que dependiendo del tipo de cobertura se pagarán los daños
ocasionados a la salud de los ocupantes o al vehículo de un tercero y los daños que nuestro
automóvil y sus ocupantes puedan sufrir.

El seguro de daños para el hogar cubre los daños a consecuencia de un fenómeno natural,
robo o incendio, estos buscan indemnizar la pérdida de tu patrimonio frente a un
acontecimiento específico o “siniestro”. Así podrás vivir tranquilo, sabiendo que tus bienes
– por ejemplo: tu casa y su contenido, tu auto, tus productos bancarios- están resguardados.

Por último, el seguro de desempleo otorga una protección básica a los trabajadores
asalariados que hayan perdido el empleo incluyendo a varios grupos vulnerables y
discriminados.

Los seguros asociados a los productos bancarios son por lo general voluntarios, los únicos
obligatorios son el seguro de desgravamen y de incendio asociados a los créditos
hipotecarios.

También existe otro tipo de seguro los cuales son otorgados y emitidos por las tiendas
departamentales o por los fabricantes de algún artículo, estos cubren alguna falla de algún
producto que hayamos comprado. En caso de que hayamos comprado un teléfono celular,
un horno microondas o un refrigerador, las tiendas o las mismas instituciones financieras
podrán otorgar una garantía extendida, esto a final de cuentas es un tipo de seguro, puede
ser muy rescatable en aquellas inversiones que sean grandes para preservar nuestro
patrimonio familiar.

Revisa varias opciones antes de contratar un seguro, revisa la póliza del seguro, acércate a
un profesional, o sea a un agente de seguros calificado para que te explique cuál es el mejor
seguro de acuerdo a tus necesidades. Y reflexiona qué necesitas, cuáles son las condiciones
generales de la póliza, cómo va a operar, qué obligaciones hay, qué cubre, y qué no cubre.
Infórmate. No debes confiar únicamente en lo que dijo el agente de seguros, compara qué
otras opciones existen en el mercado. Lee bien la póliza para que no haya malos entendidos,
y si hay dudas acude con un especialista porque a veces no todo lo que está en el contrato
está en nuestra comprensión.

Toma en cuenta que hay seguros para todo. Así es que debemos buscar alguno que cubra
nuestras necesidades, conoce lo que estás comprando y compréndelo. Recuerda que en
términos del seguro es mejor tenerlo y no usarlo, que necesitar usarlo y no tenerlo. El riesgo
es inesperado, incontrolable y no sabemos cuándo aparecerá. Por eso, siempre es mejor
tener cubiertos nuestros riesgos, el riesgo no se puede eliminar, pero sí se puede minimizar.
¿Cómo? Con una póliza de seguro. Y recuerda que el seguro más barato, no siempre es el
mejor, lee las letras chiquitas del contrato.

Antes de contratar un seguro, cotiza con varias compañías o corredoras de seguros. Para
decidir, debes comparar la cobertura y el costo o “prima”.

No olvides que cualquier incumplimiento en los pagos relacionados con el seguro puede
significar la pérdida de la cobertura.
Debes informarte de todas las exclusiones antes de firmar un seguro, ya que no siempre
corresponde que la compañía pague una indemnización.

Si los conoces y eliges la alternativa que más se adapte a tu realidad, los seguros pueden
convertirse en grandes guardianes de tus logros y en aliados para que sigas progresando sin
tener que retroceder ante los imprevistos de la vida que pueden ponerte en riesgo a ti y a
lo que has alcanzado.

Bibliografía.

Curso de Finanzas Personales, Universidad Nacional Autónoma de Mexico, Coursera.


www.sanodelucas.cl
www.enchilenoyenfacil.cl
www.credichile.cl

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