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Una cuestión de herencia

Mariano, es un joven cuyas salidas de fin de semana se han salido un poco de control, pues
ya no bebe únicamente los fines de semana, si no a veces, la fiesta empieza desde el jueves.
Está un poco asustado, pues producto de sus hábitos ya ha chocado el auto un par de veces,
además, su anterior pareja antes de dejarlo le advertía sobre el problema que él no quería
aceptar: comenzaba a presentar signos de alcoholismo. Su familia y amistades habían
intervenido ya, y él con un poco de vergüenza y negación había decidido buscar ayuda
profesional.
Pero, ¿Cómo es que Mariano llegó a este punto? para responder a este interrogante
debemos retroceder un par de décadas atrás, cuando Mariano era aún un niño muy
apegado a su papá, quién, dicho sea de paso aprovechaba cada fiesta para beber
socialmente, llegando incluso, en ocasiones a darle un poco a probar, para que según él
“sintiera el sabor amargo y no le agarrara gusto”. Sin embargo, a pesar de transcurrir todo
con normalidad a excepción de un par de bochornos causados por el exceso de copas de su
papá, hubo un hecho que quedaría grabado en la mente de Mariano: Una noche, después
de la jornada, preparándose para dormir, mientras su madre lo arropaba, se escuchó un
estruendo en la entrada, era su padre, ebrio a más no poder, quién en medio de su frenesí
etílico vociferaba insultos en contra de su madre, quién alejándolo de la escena se dispuso
a calmar a su esposo, pues temía que los vecinos se alarmasen con aquel alboroto, basta
decir que las cosas no salieron bien esa noche, en un arrebato de ira su padre, le propino
un golpe a su madre, mientras él observaba desde su cuarto. Después de eso nada volvió a
ser igual pues sus padres se divorciaron al tiempo de ese incidente.
Siendo ya un joven-adolecente, tras varios años de aquel suceso, cómo es común a esa
edad, empezó a consumir alcohol con sus amigos, de la manera más normal; aunque en
determinado punto se recordó lo vivido con su padre y temía parecerse a él. Sin embargo,
inconscientemente quizá, al cabo de unos años se parecía un poco más a aquel modelo que
juro nunca imitar, pues su consumo de alcohol era superior a la del resto de sus amigos y
conocidos, además de haber tenido ya un par de pleitos de los cuales no recordaba muy
bien como había salido librado.
Es así como Mariano, después de darse cuenta del rumbo que tomaba su vida, decidió hacer
caso a sus familiares y amigos, al buscar un poco de ayuda, antes de que fuera tarde como
le sucedió a su padre.
Universidad de Occidente. Huehuetenango.
PEM. en Lengua y Literatura
Psicología General
Lic. Oscar Villatoro Gómez

Historia sobre el aprendizaje por imitación

Otto Ezequiel Deivis Gutiérrez Rodas


Huehuetenango, 01 de octubre de 2016.

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