Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La crítica: construcción
del cine como objeto de pensamiento
Por: Juan Carlos Arias
En los escritos críticos de André Bazin puede notarse un doble movimiento: por un
lado, abordan las manifestaciones cinematográficas más relevantes de las décadas del
40 y el 50 reflexionando acerca de todo lo que hay de nuevo y moderno en el ámbito
del cine después de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, Bazin plantea una
ontología del cine partiendo de la transformación técnica introducida por la fotografía.
Esta segunda línea que indaga por la «esencia» del cine no toma como base, a diferencia
de la anterior, cineastas o películas concretas sino que se ubica en la matriz técnica
del cine, más allá de sus manifestaciones particulares, para terminar afirmando que
la potencia propia del cine es el realismo. No es este el lugar para profundizar en este
concepto baziniano; sólo me interesa destacar que Bazin construye una ontología del
cine para poder examinar cineastas y obras concretas que, desde su criterio, afirman
o niegan el ser del arte cinematográfico. Establece, de esta manera, una especie de
«compromiso del cine» que consiste en no traicionar su potencia ontológica fundamental.
El lenguaje del cine no debe contradecir la potencia técnica del cine mismo. Esto es
evidente en un texto como “Montaje prohibido” de 1953 en el cual Bazin analiza el
montaje en dos películas concretas: El globo rojo y En un país lejano. Dentro de su
análisis, Bazin afirma: “El montaje no puede utilizarse más que dentro de límites
precisos, bajo pena de atentar contra la ontología misma de la fábula cinematográfica.
Por ejemplo, no le está permitido al realizador escamotear mediante el campo-
contracampo la dificultad de hacer ver dos aspectos simultáneos de una acción” Bazin,
André, “Montaje prohibido”, en ¿Qué es el cine?, trad. José Luís López Muñoz, Rialp,
Madrid, 2004, p. 76.. Desde una certeza ontológica, Bazin propone entonces una
especie de ley para el lenguaje cinematográfico: «todas las veces que es posible
encerrar en un mismo cuadro dos elementos heterogéneos, el montaje está prohibido».
Bazin muestra así, dentro de su teoría, una distinción fundamental entre la ontología
y el lenguaje del cine. No es lo mismo hablar del montaje, la fotografía o la narración
en una película particular, que afirmar las potencias propias del cine pensado como
automatismo técnico. Es así como termina su texto Ontología de la imagen fotográfica:
después de definir la potencia realista de la imagen afirma, en la última frase del
texto: “por otra parte, el cine es un lenguaje” Bazin, André, “Ontología de la imagen
Zoom
fotográfica”, en Op. Cit., p. 30., dejando clara la separación entre estos dos aspectos.
Lo que me interesa resaltar es que, dentro del análisis de Bazin, dada una definición
ontológica del cine, la reflexión puede centrarse en el análisis de los elementos concretos
del lenguaje cinematográfico y clasificarlos de acuerdo a su «cercanía» al realismo propio
del cine. Hay que hacer, sin embargo, una aclaración fundamental. Cuando se afirma
que de la ontología se deriva un análisis del lenguaje, no se está afirmando una anterioridad
cronológica de un aspecto con respecto al otro. El análisis ontológico no está antes del
análisis de las obras concretas, sino que sólo se pueden construir simultáneamente. Es
importante resaltar este punto. Podría pensarse que lo que Bazin nos muestra es que
es necesario partir de una definición ontológica del cine para después poder aplicarla
en casos particulares y analizar obras concretas. Sin embargo, no se trata de un ejercicio
deductivo en el que se parte de lo general para llegar a lo particular. Tampoco tendría
sentido afirmar su contrario, un ejercicio inductivo en el que desde el análisis de muchos
casos particulares se postule un principio general, pues del análisis del lenguaje
cinematográfico nunca se podrá llegar a plantear su definición ontológica. Si la ontología
precede y es condición del análisis del lenguaje, lo es conceptualmente y no causal-
temporalmente. ¿Cómo comprender, entonces que, por un lado, se afirme una separación
entre ontología y lenguaje, y por otro, se destaque su simultaneidad constitutiva?
«¿Qué es el cine?»
Tradicionalmente, la pregunta «¿qué es X?» supone que el objeto interrogado posee una
esencia que puede ser conocida en sí misma, a la manera en que Sócrates le preguntaba
a sus interlocutores «¿qué es lo bello?» o «¿qué es lo justo?» buscando que dieran cuenta
de la Idea de Belleza o de Justicia. Sin embargo, cuando la crítica se plantea esta
pregunta, no busca una esencia, no se piensa a sí misma como un proceso de develamiento
de la verdad. Cuando la crítica se plantea la pregunta «¿qué es el cine?» lo hace porque
el cine como objeto de pensamiento no existe. Tal y como afirmamos al comienzo, el
cine es una multiplicidad, no es una esencia ni un objeto del que pueda hablarse sino
hasta que lo construimos como tal. Esto es lo que implica la pregunta «¿Qué es el cine?»:
una construcción del cine como objeto de discurso y de pensamiento, más que el
develamiento de la esencia de un objeto ya dado.
Ahora bien, habría que aclarar cómo se produce dicha construcción. La crítica crea una
definición del cine siempre de manera indirecta, no tratando de acceder a su objeto
como si este ya estuviera dado, sino rodeándolo a partir del análisis de sus distintas
manifestaciones. El punto está en que sólo en el rodeo el objeto rodeado aparece como
tal. Esta es la única manera de construir el objeto ‘cine’ sin caer en perspectivas
metafísicas esencialistas. En definitiva, la crítica no devela esencias, sino que rodea a
su objeto al mismo tiempo que lo construye. Este es el papel que desempeñan los
conceptos sobre el cine. No son definiciones que dan cuenta de la totalidad del objeto,
sino que son modos de rodear un objeto que es inaprensible conceptualmente, pero que
tampoco existe como un ente autónomo fuera de sus mismos conceptos. Por fuera de
un aparato conceptual concreto tenemos una multiplicidad; sólo en los conceptos tenemos
Zoom
un objeto de pensamiento que no por ello deja de ser múltiple.
1.Rancière, Jacques, “Las poéticas contradictorias del cine” en Revista Pensamiento de los
confines, No. 17, diciembre, Buenos Aires, 2005, p. 9.
2.Entrevista con Jean-Luc Godard, en La Nouvelle Vague. Sus protagonistas, trad. Miguel
Rubio, Paidós, Buenos Aires, 2006, pp. 97-98.
3.No es mi intención exponer detalladamente la teoría del cine de André Bazin, sino usar
algunos de sus conceptos centrales como herramientas para construir una noción de crítica
cinematográfica.
4.Bazin, André, “Montaje prohibido”, en ¿Qué es el cine?, trad. José Luís López Muñoz, Rialp,
Madrid, 2004, p. 76.
5.Bazin, André, “Ontología de la imagen fotográfica”, en Op. Cit., p. 30.
6.Cfr. Foucault, Michel, “¿Qué es la Ilustración?”, en Saber y verdad, trad. Julia Varela y
Fernando Álvarez-Uría, La Piqueta, Madrid, 1991, pp. 195-205.