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1)¿Qué es el convenio 169 de la OIT?

 El convenio 169 oit (Organización Internacional del Trabajo) sobre Pueblos Indígenas y
Tribales en Países Independientes, es un tratado internacional adoptado por la
Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, el 27 de junio de 1989, siendo ratificado
por nuestro país en septiembre del año 2008, entrando en vigencia el 15 de septiembre
del año 2009.
 Refleja el consenso de los mandantes tripartitos (representantes de gobiernos,
empleadores y trabajadores), de la OIT sobre los derechos de los pueblos indígenas y
tribales dentro de los Estados-nación en los que viven y las responsabilidades de los
gobiernos de proteger estos derechos.
 El convenio se fundamenta en el respeto a las culturas y las formas de vida de los pueblos
indígenas y reconoce sus derechos sobre las tierras y los recursos naturales, así como el
derecho a decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo.
 El Convenio 169 trata de la situación de más de 5 mil pueblos indígenas y tribales,
poseedores de idiomas, culturas, modos de sustento y sistemas de conocimiento diversos,
y que en muchos países enfrentan discriminación y condiciones de trabajo de explotación,
además de marginalización y situación de pobreza generalizadas.
 El objetivo del Convenio 169 es superar las prácticas discriminatorias que afectan a estos
pueblos y hacer posible que participen en la adopción de decisiones que afectan a sus
vidas, por lo que los principios fundamentales de consulta previa y participación
constituyen su piedra angular.

2.¿Qué significa para Chile este Convenio?

 El Convenio 169 de la OIT establece entre otros el deber para el Estado de Chile de
consultar las medidas legislativas y administrativas susceptibles de afectar directamente a
los pueblos originarios, a través de sus instituciones representativas y procedimientos
apropiados, de conformidad a sus características socioculturales, dicho proceso debe ser
realizado de buena fe y con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento
acerca de las medidas propuestas.
 Regula además materias relacionadas con la costumbre y derecho consuetudinario de los
pueblos originarios, establece ciertos principios acerca del uso y transferencia de las
tierras indígenas y recursos naturales, junto con su traslado o relocalización. Finalmente,
se refiere a la conservación de su cultura y a las medidas que permitan garantizar una
educación en todos los niveles, entre otras materias.

3)Proceso consultivo iniciado por bachelet

 entre mayo de 2016 y noviembre de 2017 se llevo a cabo un proceso de consulta indigena
respecto a las medidas que se han de incluir en el anteproyecto de la nueva Constitución
Política de la República de Chile. Este proceso, llevado a cabo en el marco del derecho a la
consulta consagrado en el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169)
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), constituyó un hito inédito en el país
puesto que nunca se había consultado a los pueblos indígenas en un proceso de esta
naturaleza. En el mes de abril del año 2016, la Presidenta de la República anunció el inicio
del proceso constituyente, el que establecía dos etapas,un proceso de participación y una
etapa de consulta.
 La primera etapa estaba diseñada como un proceso de participación de toda la ciudadanía,
y se contempló un espacio especial de participación para los pueblos indígenas. En esta
etapa participaron más de 17.000 representantes de los nueve pueblos indígenas de Chile,
los que discutieron en distintas modalidades sobre los temas que consideraban debían
estar contemplados en la nueva Constitución. Entre los meses de agosto y diciembre de
2016 se realizaron 605 encuentros.
 La segunda etapa, denominada consulta indígena, tuvo lugar en el segundo semestre del
año 2017, con el objetivo de acordar mediante un proceso que el gobierno denominó
«diálogo incremental» los contenidos relativos a los derechos de los pueblos indígenas
que se recogerán en la propuesta de nueva Constitución. Este proceso culminó en un
Encuentro Nacional de una semana, que finalizó con importantes acuerdos y algunas
discrepancias respecto de los contenidos relativos al reconocimiento constitucional y los
derechos de los pueblos indígenas que debían ser incluidos en el anteproyecto de la nueva
Constitución de Chile. Con fecha 8 de marzo de 2018, el gobierno presentó el proyecto de
nueva reforma constitucional en su Mensaje 407-3655.
 En el proceso participaron diversas instituciones que cumplieron roles importantes en la
realización de la consulta, que serán detallados en este estudio: el gobierno de Chile,
representado por un comité interministerial creado a tal efecto, los pueblos indígenas, el
Consejo Nacional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (en adelante
CONADI), diversas universidades, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el
Sistema de las Naciones Unidas, todos formaron parte del Consejo Consultivo y de
Seguimiento.
 Como resultado de el proceso consultivo mostró déficit en cuanto a las herramientas
necesarias para que dicho proceso , fuera realmente efectivo , tanto por el lado de los
representantes del estado , como de aquellos representantes de los pueblos originarios ,
entre las cuales podemos destacar:

 En primer lugar el Convenio 169 de la OIT establece como estándares para la


implementación del derecho a la consulta, que ésta se realice mediante
procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones
representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente. Asimismo, establece que estas consultas
deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias,
con la finalidad de llegar a un acuerdo o consentimiento acerca de las medidas
propuestas (Artículo 6).
 En este sentido, contar con procedimientos apropiados implica generar
condiciones que propicien el llegar a un acuerdo sobre las medidas propuestas.
Una de estas condiciones es contar con plazos razonables que permitan a los
representantes de los pueblos indígenas llevar a cabo procesos de toma de
decisión y participación efectiva de acuerdo a sus modelos culturales y sociales.
Lamentablemente, esto no ocurrió en la consulta al Proceso Constituyente
Indígena llevado adelante. Ello debido a que dicha consulta duró tan solo tres
meses. entre la etapa de entrega de información sobre las medidas a consultar y
la etapa de diálogo con el Estado, y a que contó con jornadas de un día para las
reuniones de entrega de información y para la deliberación interna de los
pueblos, donde los mismos debían evaluar, consensuar y hacer propuestas para
el reconocimiento de sus derechos colectivos en el proyecto de la nueva
Constitución.

 Otra de las debilidades del proceso fue que el ejecutivo no recogió en su


propuesta de consulta los contenidos que los propios pueblos indígenas había
identificado como prioritarios durante los talleres del Proceso Constituyente
Indígena. En efecto, las propuestas a ser consultadas se limitaron al
reconocimiento de la preexistencia de los pueblos indígenas y aspectos
culturales; al reconocimiento y protección de los derechos lingüísticos; el
reconocimiento a los territorios indígenas y a la participación política de los
pueblos indígenas, aclarando que estos dos últimos puntos se desarrollarían en
leyes posteriores. Esto dio lugar a diversos pronunciamientos de organizaciones y
representantes indígenas que expresaron su disconformidad con contenidos
“claramente insuficientes frente al avance en materia de derechos que la
comunidad internacional ha reconocido en diversos instrumentos jurídicos
internacionales”. Tampoco se brindó información comparada sobre el
reconocimiento constitucional de los derechos indígenas en las diversas
constituciones de la región, lo que sin duda habría ayudado a comprender mejor
los alcances e implicancias de una reforma constitucional de esta naturaleza. Ello,
aun cuando el ex Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas de
Naciones Unidas, James Anaya, en su informe temático sobre Chile en relación a
la reforma constitucional del 2009, había señalado como uno de los requisitos de
validez de toda consulta, el que los pueblos indígenas tuviesen acceso a la
información necesaria para comprender el alcance e implicaciones de una
reforma constitucional, lo que implica contar con todos los contenidos relevantes
para discutir la medida a consultar. Igualmente, había señalado que una
verdadera consulta a los pueblos indígenas sobre una reforma constitucional
debería estar abierta a cuestiones que, a la luz de las normas internacionales, la
legislación interna, y las demandas legítimas de los pueblos indígenas, pudieran
tener cabida dentro del texto constitucional reformado.
 Otro aspecto crítico de este proceso fue el referido a la ausencia del clima de
confianza que resulta fundamental para el desarrollo de un diálogo genuino en los
procesos de consulta. Al respecto cabe señalar que el Comité Tripartito de la OIT
ha señalado que el establecimiento de mecanismos eficaces de consulta y
participación contribuye a prevenir y resolver conflictos mediante el diálogo y, por
ello, es consustancial a toda consulta la instauración de un clima de confianza
mutua[9]. Como es bien sabido, la consulta al Proceso Constituyente Indígena se
desarrolló en momentos que en el sur del país se impulsaban una serie de
procesos judiciales y detenciones en contra de personas mapuche, acusadas de
cometer acciones supuestamente terroristas, criminalización a través de la cual se
estigmatizó no solo a las personas procesadas, sino al movimiento mapuche en su
conjunto. Situación que fue representada al gobierno de Chile por diferentes
instancias internacionales, tanto del sistema de la ONU, como de organismos
internacionales de derechos humanos (FIDH, OMCT). En el mismo periodo la
huelga de hambre iniciada por personas mapuche procesadas por la ley
antiterrorista, en protesta por la utilización de la referida legislación, y que se
consideran presos políticos se encontraba en una fase álgida. Lo anterior no solo
acentuó la desconfianza hacia el Estado y redujo el interés en el proceso de
consulta, sino que además obligó a las autoridades mapuches a centrarse en una
agenda más urgente que obstaculizó una efectiva participación en el proceso.

 Esta ausencia de un clima de confianza y del carácter libre, fundamentales en una


consulta, también estuvo presente en la forma en que el Ministerio de Desarrollo
Social culminó la etapa de diálogo de la referida consulta. Tal como denunciaron
las asambleas comunales de Tarapacá, un día después de la fecha prevista para el
fin del diálogo, los voceros indígenas de los diferentes pueblos firmaron un
acuerdo en el que solicitaron al Estado la suspensión del proceso dado a que
consideraban que no estaban en condiciones físicas, psicológicas ni espirituales
para continuar y porque la consulta alcanzó una complejidad técnica que
requería consultar a sus bases y apoyos técnicos a fin de tomar una decisión en
igualdad de condiciones. Una suspensión que el Estado se negó a conceder. Más
aún, de acuerdo a las mismas organizaciones los representantes del gobierno en el
proceso habrían “amenazado” dar por terminada la consulta, hecho que
ocasionó que algunos representantes se marcharan y unos pocos se quedaran[10],
agudizándose la desconfianza hacia el Estado. Cabe recordar que la OIT ha
señalado al respecto que un clima de “enfrentamientos, violencia y desconfianza
recíproca” constituye una barrera fundamental para llevar a cabo consultas
productivas.

 Finalmente, otro principio fundamental de los procesos de consulta con los


pueblos indígenas sobre cuya aplicación en este proceso cabe reflexionar es el de
la buena fe. De acuerdo a la OIT, en el marco del proceso de consulta, tanto el
Estado como los propios pueblos indígenas, deben realizar todos los esfuerzos
para acercar posturas divergentes y propiciar una mayor participación e inclusión
de los pueblos indígenas[12].

 Cabe señalar en este sentido, que el gobierno de la Presidenta Bachelet al


convocar a este proceso de consulta indígena no podía ignorar el incierto
escenario del proceso constituyente que su administración ha impulsado. Ello en
atención a su apuesta por un proceso constituyente institucional, el que supone
unos quórums de aprobación de los que, en el marco de la composición electoral
binominal actual del Congreso Nacional, este no dispone, y que, como ahora
sabemos, tampoco dispondrá en el nuevo Congreso Nacional recién electo.

 En efecto, al momento de impulsar este proceso, era evidente que el Congreso


Nacional no iba a dar aprobación al proyecto que el gobierno presentó en abril
pasado para la modificación del Capítulo XV de la Constitución de 1980, a objeto
de facultar a dicho Congreso para convocar a una Convención Constitucional
para la elaboración de una nueva Constitución. Por tanto, la misma suerte era
previsible para el proyecto de nuevo texto constitucional que incorporé los
derechos indígenas producto del proceso de consulta, que se enviaría al Congreso
antes de que dejara su mandato.

 Si bien es entendible que el gobierno pretenda cumplir con su programa de


gobierno y dejar presentadas las propuestas de mecanismo y texto de la nueva
Constitución antes del fin de su mandato, cabe reflexionar sobre si resulta
adecuado que, teniendo presente el escenario adverso de su itinerario
constitucional, haya impulsado un proceso de consulta sobre una materia de
tanta importancia para el futuro de los pueblos indígenas.

 En el mismo sentido cabe reflexionar sobre si el gobierno buscó propiciar una


mayor participación e inclusión de los pueblos indígenas en la construcción de
los acuerdos de la consulta. Ello teniendo presente que otro de los puntos de
mayor cuestionamiento a la consulta ha sido la representatividad y participación
de los pueblos indígenas con la que se llegó a los acuerdos. En efecto, solo el 26
por ciento de los participantes firmó el acta de diálogo (38 de los 145 delegados) y
sin que se contara con la participación de los pueblos Yagan, Kawésqar y
Quechua[14]. Un escenario, por tanto, donde los representantes indígenas que
participaron de la consulta terminaron luego deslegitimados frente a sus pueblos y
comunidades, solicitando algunos de ellos el retiro de sus firmas del acta de
diálogo y anunciando que presentaran un recurso de protección ante la Corte de
Apelaciones correspondiente para salvaguardar sus derechos.
4) ¿se debe reconocer a los pueblos originarios en la carta fundamental?

 No mientras el estado no garantice , las herramientas,medios,canales para que se lleve a


cabo un proceso consultivo sobre el reconocimiento constitucional a los pueblos
originarios . debido a que ,en este proceso llevado a cabo e impulsado por la ex presidenta
Michelle bachellet,si bien tenia la real intención de que se materializara ,se escuchara y
recopilara las demandas de nuestros pueblos ancestrales no se obtuvieron los resultados
esperados por la razones explicadas anteriormente .
 Esto no lleva reflexionar, aprender, de todo lo acontecido en este proceso ,y llegar a la
conclusión que no se puede reconocer a los pueblos originarios en nuestra constitución
mientras no tengamos procesos consultivos con una real efectividad, que el estado se
encargue de proveer a los representantes de los pueblos originarios de un acceso técnico
,especializado y experto para este tipo de instancias , que los pueblos originarios se
organicen realmente y incluyan a la totalidad de sus integrantes con el fin de que al
momento de una posible constitución( como lo que sucede actualmente) cubran todas las
perspectivas , ámbitos ,de lo que ellos exigen ,para que así sea una carta magna realmente
inclusiva.
 Como reflexión podemos decir que aun nos falta mucho camino para que realmente
nuestro país tenga una real inclusividad de los pueblos originarios ,debido a que los
resultados exitosos se consiguen con métodos exitosos, cuestión que no sucede hasta el
día de hoy año 2020 , mientras no exista un real interés por parte de estado de darle la
seriedad que merece a este tema , seguiremos en el mismo camino ,obteniendo
resultados que no dejaran conformes a los pueblos indígenas. Para termina, cabe
mencionar que es responsabilidad de los indígenas el organizarse entre todos los pueblos
que son parte de nuestro país, el incentivarlos a participar en estas instancias , para que
así no se vuelva a repetir lo sucedido en el proceso consultivo del año 2016.

Bibliografía
ambiente, m. d. (s.f.). ministerio del medio ambiente. Obtenido de
https://consultaindigena.mma.gob.cl/que-es-el-convenio-n-169-de-la-oit/

oc, o. (11 de 12 de 2017). OS DÉFICIT DE LA CONSULTA AL PROCESO CONSTITUYENTE INDÍGENA.


observatorio ciudadano.

trabajo, o. i. (s.f.). organizacion internacional del trabajo. Obtenido de


https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---
gender/documents/publication/wcms_651445.pdf?fbclid=IwAR21rbhX2ASzPs7FRft2pNZM
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